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DEPÓSITOS A PLAZO FIJO (Productos financieros)

Fuente: El Economista
¿Qué son los depósitos a plazo fijo?
Los depósitos a plazo fijo son productos financieros que ofrecen a los usuarios una
remuneración a cambio de depositar una cantidad de dinero en la entidad bancaria
que los comercializa durante un periodo de tiempo determinado.

Funcionan como un préstamo, pero a la inversa: es el usuario el que presta dinero


al banco y la entidad, a cambio, le ofrece unos intereses que le serán entregados en
los plazos acordados (mensuales, trimestrales, semestrales…) o en la fecha de
vencimiento del instrumento, junto con el capital depositado.

De esta manera, las personas que abren un depósito a plazo fijo obtienen ingresos pasivos sin hacer
nada más que contratar el producto e ingresar la cantidad de dinero que consideren adecuada.

Características de los depósitos a plazo fijo


En el mercado financiero existen múltiples productos de ahorro y de inversión, cada uno con sus
propias características, ventajas y riesgos. A continuación, te explicamos cuáles son los aspectos más
destacados de los depósitos a plazo fijo:

 Tienen muy pocos riesgos: a diferencia de productos de inversión como las acciones o
los ETF, los depósitos a plazo fijo apenas tienen riesgos. Esto es así porque con ellos
no se especula, sino que se conciben como un préstamo del particular a la entidad, por
lo que esta última está obligada por contrato a devolver el capital completo más los
intereses en la fecha pactada, independientemente de la finalidad que el banco le haya
dado a ese dinero. No obstante, aunque sea muy bajo, hay que tener presente que
siempre existe algún tipo de peligro al invertir, aunque en este caso sea mínimo, como
por ejemplo que la empresa no disponga de la liquidez necesaria para restituir los
fondos al cliente en la fecha de vencimiento.
 Remuneración fija: el usuario sabe desde antes de firmar el contrato la rentabilidad
que obtendrá en función del dinero depositado. Con este producto no hay fluctuaciones
posibles ni intereses variables.
 El cliente no puede usar el dinero: en los depósitos a plazo fijo el cliente no puede
usar el dinero ingresado hasta la fecha de vencimiento, es decir, que no tendrá acceso a
ese capital durante la vida del producto. Por eso, es importante que el usuario piense
muy bien la cantidad que desea invertir y durante cuánto tiempo, puesto que, de
necesitar liquidez en algún momento, no podrá recurrir a esos fondos a menos que
pague una penalización.
 Cancelación anticipada: de necesitar esos fondos de forma ineludible, el cliente tiene
la opción de cancelar de forma anticipada el depósito a plazo fijo, pero tendrá que
pagar una penalización por ello.
 Intereses más altos: en general, los depósitos a plazo fijo suelen tener intereses más
altos que otros productos de ahorro similares, como las cuentas remuneradas. Esto se
debe a que, a diferencia de estas últimas, con los depósitos el dinero no estará
disponible para el cliente por un tiempo, por lo que el banco sabe que va a poder contar
con esa cantidad invariablemente durante el plazo establecido, y lo recompensa con
mejores remuneraciones.
 Sin operativa: con los depósitos el titular no puede domiciliar nóminas ni recibos,
tener tarjetas asociadas ni hacer transferencias a otras cuentas bancarias. Se trata de un
producto con un único fin, generar beneficios, por lo que carece de cualquier tipo de
operativa mientras esté activo. Al finalizar su periodo de vigencia, los fondos se
ingresan en la cuenta especificada por el cliente.
 Pagos en especie: hay depósitos a plazo fijo que no ofrecen una retribución monetaria,
sino a través de la entrega de un bien o producto. En estos casos, el usuario debe tener
en cuenta que lo entregado no es un regalo, sino una remuneración en especie, por lo
que está sujeta a la misma tributación que los rendimientos en metálico.

¿Qué aspectos se deben tener en cuenta al elegir un depósito a


plazo fijo?
Antes de elegir un depósito a plazo fijo es recomendable que, como mínimo, el interesado preste
atención a los siguientes elementos.

Rentabilidad
Es el aspecto más importante que se debe tener en cuenta, puesto que cualquier persona que quiera
contratar un depósito a plazo fijo busca ganar dinero. En este sentido, hay que fijarse no sólo en los
intereses que ofrece la entidad, también hay que tener en cuenta los gastos asociados al producto y
descontar los impuestos.

También hay que prestar atención, en la medida de lo posible, a la forma en que puede afectar la
inflación a la rentabilidad del producto. Esto es algo difícil de calcular, puesto que prever la
evolución de los precios a largo plazo es bastante complejo, pero hay que ser consciente de que, si el
coste de la vida se incrementa por encima de la rentabilidad ofrecida por el depósito, el dinero del
usuario perderá valor a pesar de generar beneficios.

Plazo
El plazo de vencimiento del depósito a plazo fijo es otro aspecto capital que se debe tener en cuenta
antes de optar por uno u otro. En general, los productos con periodos de devolución más largos
ofrecen una rentabilidad mayor, pero con ellos el usuario deja de disponer de la cantidad de dinero
ingresada por más tiempo.

Importes mínimos y máximos


La mayoría de los depósitos a plazo fijo suelen establecer importes remunerados mínimos y
máximos, es decir, cantidades por debajo y por encima de las cuales no ofrecen ningún tipo de
beneficio. Lo más común es que el límite por abajo se sitúe en los 5.000 euros y por arriba en los
100.000 euros, aunque hay entidades que los amplían considerablemente, partiendo algunas desde un
solo euro y llegando otras hasta los 400.000 euros.

Si el interesado no quiere depositar muchos fondos, le conviene buscar productos que le permitan
obtener beneficios por debajo de 5.000 euros, mientras que si quiere invertir cantidades importantes
tendrá que buscar uno que remunere por encima de los 100.000 euros.

Cancelación anticipada
Casi todas las entidades que ofrecen depósitos a plazo fijo incluyen en el contrato una cláusula de
cancelación anticipada, en la que especifican la penalización que tendrá que pagar el usuario en el
caso de que quiera recuperar su dinero antes de tiempo.

Nadie abre un depósito a plazo fijo pensando en que tendrá que recuperar el dinero antes del plazo
de devolución establecido, pero todo el mundo puede sufrir un imprevisto monetario que le fuerce a
cancelar el producto. Por eso, para prevenir, es importante revisar esta cláusula antes de firmar para
comprobar que no sea demasiado elevada.

Renovación automática
Algunos depósitos a plazo fijo incluyen en su contrato una cláusula de renovación automática que se
activa al finalizar el periodo de duración del producto establecido en primera instancia, a menos que
el titular comunique por adelantado lo contrario. Esto tiene dos inconvenientes importantes: en
primer lugar, el usuario puede quedarse sin su dinero otra larga temporada, y en segundo término, es
probable que las condiciones de la renovación sean peores que las iniciales, por lo que le resultará
menos rentable.

¿Qué depósitos a plazo fijo son más rentables?


Para encontrar los depósitos a plazo fijo más rentables hay que atender a varios factores. El primero
es el de los intereses que ofrece, por motivos obvios: cuanto más altos sean estos, más beneficios
podrían llegar a dar a sus titulares. Y lo decimos en condicional porque las ganancias que se
obtengan con este producto no sólo dependerán de los intereses, también hay que tener en cuenta los
posibles gastos que cobre la entidad que los comercialice por distintos conceptos, como la apertura o
distintas gestiones del instrumento financiero.

Otro factor que influirá en la rentabilidad es el plazo de devolución del depósito a plazo fijo. Cuando
más prolongado sea éste, más beneficios dará. No obstante, eso no quiere decir que los productos de
mayor duración sean los que siempre dan más ganancias, todo dependerá de si ese tiempo de
vencimiento mayor va acompañado de unos buenos intereses y unos costes asociados bajos o
inexistentes.

Por último, de la rentabilidad que ofrezca un depósito a plazo fijo también dependerá el dinero que
se decida ingresar en él. Cuanto más alta sea la cantidad, más beneficios generará. Pero hay que
tener siempre presente que estos productos tienen un límite por encima del cual los fondos no se
remuneran, que en general se suele fijar en los 100.000 euros.

¿Son seguros los depósitos a plazo fijo?


Los depósitos a plazo fijo son productos financieros de bajo riesgo, lo que quiere decir que son
bastante seguros y es difícil que las personas que los contratan pierdan su dinero. Esto se debe a que,
a diferencia de instrumentos de inversión como las acciones o los ETF, los depósitos no especulan
con la evolución de los mercados, sino que funcionan como un préstamo inverso, del usuario al
banco, por lo que la entidad asume una obligación ineludible de devolver al cliente la cantidad
prestada más los intereses previamente convenidos.

Todo esto no quiere decir que sean completamente seguros. Aunque sea muy bajo, ningún
instrumento financiero está exento de riesgos, y los depósitos a plazo fijo no son una excepción.
Aunque es difícil que ocurra, existe la posibilidad de que la entidad a la que se ha dejado el dinero,
cuando llegue la fecha del vencimiento, no disponga de liquidez para devolver los fondos al usuario.

No obstante, en el caso improbable de que esto ocurra, el afectado debe tener en cuenta que la
mayoría de las entidades financieras que operan en España están adheridas al Fondo de Garantía de
Depósitos que, en caso de insolvencia, protege el capital de las cuentas y los depósitos hasta 100.000
euros por titular y banco. De esta forma, aunque la empresa se declarase en bancarrota, el usuario
podría recuperar total o parcialmente su dinero hasta la cifra mencionada.

Para evitar el peligro de insolvencia del banco, es recomendable comprobar si la entidad en la que se
quiere contratar el depósito a plazo fijo está adherida al Fondo de Garantía de Depósitos.

Por otra parte, otro riesgo al que se enfrentan las personas que contraten este tipo de instrumento
financiero es el de la inflación. Una de las características de los depósitos a plazo fijo es que sus
titulares no pueden tocar el dinero que han ingresado hasta que se venza el plazo establecido, a
menos que estén dispuestos a pagar una penalización. Si durante ese tiempo el coste de la vida sube
por encima de la rentabilidad que ofrece el depósito, ese capital se depreciará e incurrirá en pérdidas.

Diferencias entre los depósitos a plazo fijo y las cuentas de ahorro


Tanto las cuentas de ahorro como los depósitos a plazo fijo son productos que generan intereses para
sus titulares por ingresar dinero en ellos. Ambos instrumentos comparten esta similitud fundamental,
y algunas otras, pero también hay notables diferencias entre unas y otros que los interesados deben
conocer para decidir qué producto les conviene más.

La diferencia crucial entre los depósitos a plazo fijo y las cuentas de ahorro tiene que ver con la
disponibilidad de los fondos. En los primeros, el titular no puede retirar el dinero hasta el
vencimiento del producto, que en general puede oscilar entre uno y cinco años, salvo que acepte
pagar una penalización. En las segundas, en cambio, el usuario puede disponer de su dinero siempre
que quiera sin sanción alguna.

Lo anterior hace que, en general, los depósitos a plazo fijo ofrezcan intereses más altos que las
cuentas de ahorro, ya que las entidades recompensan el hecho de saber que van a poder disponer de
ese dinero de forma constante durante el periodo establecido, o que, de lo contrario, recibirán una
compensación.

Otra de las diferencias tiene que ver con los plazos. Los depósitos a plazo fijo siempre tienen una
duración concreta, que a veces se puede ampliar pero no siempre, mientras que las cuentas de ahorro
suelen ser indefinidas, aunque es habitual que ofrezcan mayores beneficios durante los primeros
meses o años de contratación.

En lo que se refiere al pago de los intereses, hay muchas cuentas de ahorro que los entregan
mensualmente, mientras que la mayoría de los depósitos a plazo fijo lo hacen al vencimiento del
producto o de forma anual.

Diferencias entre los depósitos a plazo fijo y las cuentas


remuneradas
Dentro de las cuentas remuneradas podemos encontrar las cuentas corrientes remuneradas y las
cuentas nómina remuneradas. Ambas ofrecen a sus titulares algún tipo de remuneración o
recompensa por el dinero que tengan depositado en ellas, lo que las asemeja a los depósitos a plazo
fijo, pero ahí se acaban las similitudes.

Y es que, mientras que los depósitos a plazo fijo son instrumentos pensados en exclusiva para
generar rentabilidad, buena parte de las cuentas remuneradas sólo ofrecen beneficios como un
complemento, ya que su finalidad principal es dar acceso a sus titulares a toda la operativa propia de
una cuenta corriente: recibir y enviar dinero a otras personas, tarjetas de débito y crédito asociadas,
domiciliar nóminas y recibos o retirar efectivo en cajeros.

Esto hace que las cuentas remuneradas ofrezcan total flexibilidad a sus titulares para retirar e
ingresar dinero en ellas cuando quieran, algo que no ocurre con los depósitos a plazo fijo, en los que
los usuarios están obligados a dejar la cantidad de dinero que decidan ingresar durante el periodo de
vigencia del producto. Y, si deciden retirarlo, deberán pagar una penalización.

Por eso, la rentabilidad de los depósitos a plazo fijo suele ser mayor que la de las cuentas
remuneradas, ya que las entidades recompensan mejor a las personas que les proveen de una
cantidad fija de dinero por un periodo determinado.

Otra diferencia es que las recompensas de las cuentas remuneradas suelen estar sujetas a una serie de
condiciones que debe cumplir el titular, como domiciliar su nómina (que además tiene que alcanzar
un importe mínimo) o distintos recibos, gastar una cantidad de dinero mensual con la tarjeta de
débito o crédito asociada o la contratación de algún producto adicional del banco, como un fondo de
pensiones o seguros. En los depósitos a plazo fijo el único requisito para generar beneficios es que el
usuario no retire el capital hasta la fecha de vencimiento.
En lo que se refiere a su duración, los depósitos tienen una fecha límite, en la que se devuelve el
capital, se entregan los intereses generados al titular y se procede al cierre del producto, mientras que
las cuentas remuneradas suelen ser indefinidas y sólo se extinguen cuando el usuario lo pide
expresamente a la entidad.

Requisitos para abrir un depósito a plazo fijo


Los depósitos a plazo fijo tienen muy pocos requisitos, por lo que son muy sencillos de contratar y
casi cualquier persona con ahorros puede abrir uno. Las condiciones para hacerlo suelen ser las
siguientes:

➤ Tener fondos suficientes: la mayoría de los depósitos a plazo fijo establecen una cantidad mínima
para poder contratarlos, habitualmente de 5.000 euros. Por lo tanto, si el interesado no dispone de ese
monto no podrá abrirlo. No obstante, hay entidades que establecen límites menores, a veces a partir
de sólo un euro

➤Prueba de la actividad laboral: la normativa española exige que las entidades comprueben la
actividad laboral de los interesados en abrir un depósito a plazo fijo con ellos, para lo que pueden
solicitar a los interesados distintos documentos que lo acrediten o hacer una consulta por su cuenta a
la Seguridad Social

➤Presentar un documento de identidad válido y en vigor

➤Ser titular de una cuenta bancaria: en la que se restituirán los fondos más los intereses

➤Tener un correo electrónico y un teléfono de contacto

Preguntas frecuentes sobre los depósitos a plazo fijo


¿Cómo tributan las ganancias de los depósitos a plazo fijo?
Los beneficios obtenidos por un depósito a plazo fijo tributan como rendimientos del capital y se
deben reflejar en la Declaración de la Renta de su titular del ejercicio en el que se han obtenido. En
función de las ganancias conseguidas, el porcentaje de impuestos que se pagarán será diferente:

 Beneficios de hasta 6.000 euros: 19%


 Beneficios de entre 6.000 y 50.000 euros: 21%
 Beneficios de entre 50.000 y 200.000 euros: 23%
 Beneficios de más de 200.000 euros: 26%

A la hora de calcular los impuestos que se deben pagar por un depósito a plazo fijo hay que tener
siempre en cuenta que sólo se tributa por los beneficios obtenidos, no por la devolución del capital
entregado inicialmente que ya era propiedad del usuario.

¿Qué ocurre cuando se cancela un depósito a plazo fijo de forma anticipada?


Si el titular de un depósito a plazo fijo cancela el producto antes de tiempo, la inmensa mayoría de
las entidades le impondrán una penalización. La naturaleza y la cuantía de ésta varía según el banco
y debe aparecer en el contrato de apertura del instrumento financiero, por lo que se puede comprobar
en qué consiste antes de firmar el citado documento.

Las penalizaciones por cancelar anticipadamente un depósito a plazo fijo son variadas, aunque las
más comunes son las que obligan al titular a devolver los beneficios generados, total o parcialmente,
y las que establecen el pago de una comisión por cancelación.

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