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C.F.G.S. ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS Módulo: Gestión financiera
• Consensual: Significa que hay una voluntad de ambas partes, que llegan a un acuerdo
sobre la firma del contrato.
• Atípico: El contrato de cuenta corriente no está regulado como tal en nuestra normativa,
sino que adopta ciertas partes de otros contratos regulados.
2.2. La cuenta de ahorro
En lo básico, las cuentas de ahorro a la vista funcionan de manera similar a las cuentas corrientes:
se formalizan a través de un contrato, las cantidades depositadas son reintegrables en cualquier
momento y llevan asociado un servicio de caja, mediante el cual la entidad realiza los pagos y
cobros conforme a las instrucciones de sus clientes. Al abrir la cuenta, el banco entrega una
tarjeta de débito para poder realizar retiradas en los cajeros automáticos que dispone el banco.
Pero, a diferencia de la cuenta corriente, la cuenta de ahorro no suele tener asociada la chequera,
y, como principal ventaja y diferencia, tiene una remuneración mayor, ya que es un producto
cuya finalidad es facilitar el ahorro.
Dentro de las cuentas de ahorro hay un tipo particular que se conoce con el nombre de cuenta
remunerada. Estas cuentas tienen un interés alto durante los primeros meses de vigencia, y no
siempre permiten domiciliar recibos.
2.3. Los depósitos
Cuando una empresa o particular se encuentra en una situación de excedente de tesorería, debe
analizar las diferentes formas de ahorro de las que dispone. Uno de estos productos de ahorro son
los depósitos.
Los depósitos o imposiciones a plazo fijo son productos financieros de pasivo, en los que la
entidad tiene inmovilizados los fondos depositados durante un tiempo pactado y pagar al titular
del depósito unos intereses.
Podemos encontrar diferentes tipos de depósitos, pero vamos a destacar los siguientes:
a) Imposiciones a plazo fijo
Son depósitos de dinero que permanecen inmovilizados en una entidad de crédito durante el plazo
convenido. El depositante se compromete a no disponer de los fondos hasta la fecha de
vencimiento previamente pactada y, a cambio, la entidad le abona unos intereses que pueden
liquidarse en el momento de vencimiento o periódicamente, intereses que también están
previamente acordados y que no varían durante la operación.
En el caso de que el cliente necesite disponer de sus fondos antes del vencimiento, las entidades
suelen permitir su reembolso con una penalización que suele ser sobre los intereses, no sobre el
capital.
La contratación de este tipo de producto es recomendable si:
- Se tiene dinero extra que no se va a necesitar durante algún tiempo.
- No se quieren correr riesgos con los ahorros.
- Se quiere obtener un tipo de interés mayor al de otros productos como la cuenta de ahorro.
b) Depósitos referenciados.
Al igual que los depósitos a plazo fijo, son depósitos de dinero que permanecen inmovilizados en
una entidad de crédito durante el plazo pactado, pero difieren de los anteriores en la manera de
obtener la rentabilidad.
En este caso, al cabo del periodo que dura el depósito, el cliente recupera la cantidad acordada
más un porcentaje de la revalorización que haya obtenido un índice de referencia, de ahí su
nombre. Si el índice al que va referenciado no se revaloriza, el depositante solo recuperará la
cantidad negociada; pero, si se revaloriza, este obtiene la cantidad depositada más la
revalorización acordada.
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c) Depósitos estructurados.
En este caso, se suele combinar un depósito a plazo fijo con un depósito variable, que está ligado
a la evolución de la cotización de algún tipo de acciones, lo que se denomina un activo
subyacente.
Si esa cotización supera determinado tope, el depositante obtiene el capital invertido y la
rentabilidad acordada; en caso contrario, se liquidarán los intereses del depósito según la
cotización de ese momento y la tasa de conversión que se haya pactado, pudiendo en ocasiones
ser incluso negativos si el capital invertido no está garantizado.
Las principales ventajas de estos dos productos es que permiten diversificar el ahorro y dan la
posibilidad de obtener mayores rentabilidades que con el plazo fijo tradicional. La principal
desventaja es que la rentabilidad es variable y no se sabe lo que se ganará hasta el vencimiento.
d) Fondo de Garantía de Depósitos.
Cuando una empresa o un particular depositan sus ahorros en alguno de los productos que se han
visto, una de las mayores preocupaciones es tener la confianza de que sus fondos están
asegurados; para ello nace el Fondo de Garantía de Depósitos.
El Fondo de Garantía de Depósitos sirve para que lo depositantes o inversores recuperen su
dinero, hasta cierto límite, en caso de que una entidad adherida al fondo sea declarada en
concurso de acreedores o tenga cualquier otro problema que le impida hacer frente a sus pagos y
obligaciones.
El límite cubierto es de 100.000 € por depositante en cada entidad.
2.4. Los planes y fondos de pensiones
Se trata de un producto financiero de ahorro destinado a guardar fondos de cara a la jubilación,
con el objetivo principal de no perder poder adquisitivo en caso de disponer solamente de los
ingresos procedentes de los sistemas públicos de pensiones.
El titular realiza aportaciones periódicas del importe y la periodicidad que desee, lo que permite
adaptar el esfuerzo ahorrador a cada etapa de la vida activa. Estas aportaciones se van
acumulando y le permitirán disponer de un capital o una renta en el momento de la jubilación o
en caso de incapacidad.
2.5. La titularidad de las cuentas bancarias
Para poder contratar algún producto financiero, los requisitos exigidos dependerán de si se trata
de una persona física o una persona jurídica. En el caso de que se trate de una persona física, se
dice que la persona ha de tener capacidad legal para obrar, esto es, podrán hacerlo tanto las
personas físicas mayores de 18 años y no incapacitadas legalmente como los menores de edad
que se encuentren emancipados.
En cuanto a las personas jurídicas, deberán poseer los poderes notariales que les autoricen a
actuar en nombre de la sociedad.
En función de la titularidad de las cuentas, encontraremos varios tipos:
• Individuales: Están abiertas a nombre de un solo titular que puede disponer total o
parcialmente de los fondos y tiene facultad para cancelarlas. El titular puede autorizar a
otra u otras personas para que efectúen disposiciones de efectivo; no obstante, las
personas autorizadas no ostentan el rango de titulares y no pueden disponer de la cuenta
en sí.
• Colectivas: Cuando hay dos o más titulares. Estas se pueden además subdividir en dos
tipos:
o Conjuntas o mancomunadas: Hay dos o más titulares y es imprescindible que
cualquier acto sea realizado conjuntamente por todos los titulares. La entidad
exigirá la firma de todos ellos.
o Indistintas o solidarias: Hay dos o más titulares y cualquiera de ellos puede
disponer de los fondos utilizando únicamente su firma.
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Ejemplo:
El IBAN de las cuentas bancarias de pago en España.
En España, el IBAN consta de 24 caracteres alfanuméricos y se presenta de dos maneras
distintas, según el formato. En formato electrónico se escriben todos los caracteres seguidos
(ES6920380015510123456789), mientras que en formato impreso se escriben las letras IBAN, un
espacio y cuatro grupos de caracteres separados por un espacio (IBAN ES69 2038 0015 5101
2345 6789).
El primer grupo (ES) nos indica el país donde está abierta la cuenta bancaria.
El segundo grupo (69) corresponde a dígitos de control de los siguientes 20 dígitos.
El tercer grupo (2038) corresponde a la entidad.
El cuarto grupo (0015) nos indica la sucursal correspondiente.
El quinto grupo (51) corresponde a otros dígitos de control para comprobar nuevamente que el
CCC es correcto.
El sexto grupo (0123456789) es el número de cuenta de la sucursal bancaria.
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Los intereses así obtenidos se cargan en cuenta los que resultan a favor de la entidad y se abonan
los que resultan a favor del titular. Como los intereses producidos a favor del titular son rentas
del capital mobiliario, la entidad financiera está obligada a retener a cuenta del IRPF el 19%.
Ejemplo:
Liquida por el método hamburgués, la cuenta corriente que la sociedad Malpa, S.A., tiene abierta
en el BBVA, sabiendo que aplica un interés del 0,4% a los saldos acreedores y del 18% a los
deudores, tomando como fecha de cierre para liquidar intereses el 30 de junio. En la cuenta se
han realizado los siguientes movimientos:
El 16 de marzo se abre la cuenta corriente, ingresando la cantidad de 3.000 €
El 25 de marzo, a las 10 de la mañana, se realiza un ingreso en efectivo por 2.000 €.
El 15 de abril se pagan 2.500 € con cheque en cuenta corriente.
Se abona el recibo del teléfono domiciliado en la cuenta corriente, cuyo vencimiento es el 10 de
mayo, de 500 €.
El 20 de mayo se efectúa la compra de acciones en Bolsa por 4.000 €.
El 25 de mayo se realiza un reintegro de 3.500 €.
El 26 de mayo ingresa en la cuenta corriente un cheque de un cliente, pagadero por la entidad
BSH, de 2.000 €.
El 10 de junio se realiza una venta de valores por 6.000 €.
El 16 de junio, se produce un ingreso en efectivo de 1.500 €.
Nota: La fecha valor, es la que aparece en el documento de liquidación.
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NÚMEROS
FECHA CONCEPTO MOVIMIENTO FECHA SALDO DÍAS COMERCIALES
VALOR
Debe Haber Deudor Acreedor Deudores Acreedores
16-03 Apertura 3.000,00 16-03 3.000,00 9 27.000
25-03 Ingreso efectivo 2.000,00 25-03 5.000,00 21 105.000
15-04 Pago con cheque 2.500,00 15-04 2.500,00 25 62.500
10-05 Recibo domiciliado 500,00 10-05 2.000,00 10 20.000
20-05 Compra acciones 4.000,00 20-05 2.000,00 5 10.000
25-05 Reintegro 3.500,00 25-05 5.500,00 3 16.500
26-05 Ingreso cheques 2.000,00 28-05 3.500,00 14 49.000
10-06 Venta valores 6.000,00 11-06 2.500,00 5 12.500
16-06 Ingreso efectivo 1.500,00 16-06 4.000,00 14 56.000
30-06 CIERRE (Suma Nº) 30-06 75.500 283.000
30-06 Intereses a n/f 37,23 30-06 3.962,77
30-06 Intereses a s/f 3,10 30-06 3.965,87
30-06 IRCM (19%) 0,59 30-06 3.965,28
Liquidación 3.965,28
Para obtener el saldo al cierre de la cuenta: 3.965,28 €, que se colocará en el lado contrario, es
decir, en el debe para cerrar la cuenta.
Ejemplo:
María Vidal, trabajadora de la empresa Z, tiene abierta una cuenta corriente en la entidad BSH;
durante el mes de junio ha realizado las siguientes operaciones:
El 1 de junio la cuenta presenta un saldo deudor de 6.000 €.
El 5 de junio cobra un dividendo de las acciones que posee por valor de 6.750 €.
El 7 de junio ingresa en efectivo 5.800 €.
El 11 de junio realiza un reintegro por 2.600 €.
Venta de títulos el 15 de junio por 4.500 €.
Paga un recibo domiciliado por 2.450 €, el 20 de junio.
Recibe la nómina el 25 de junio por 4.300 €.
Realiza el cierre de la cuenta a 30 de junio, por el método hamburgués, sabiendo que hasta el 14
de junio se aplica un 0,4% para los saldos acreedores y un 17% para los deudores y a partir de esa
fecha los nuevos intereses son un 0,2% para los acreedores y un 19% para los deudores, con una
retención del 19%.
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5. SERVICIOS FINANCIEROS
Hay otro tipo de productos que proveen las entidades financieras y que no pueden clasificarse
estrictamente como producto financiero de Activo o de Pasivo. Son los diversos servicios
bancarios que ofrecen las entidades a sus clientes. De ellos se dice que son operaciones neutras,
ya que no son operaciones ni de captación ni de aplicación de recursos.
5.1. Tarjetas
Se trata de instrumentos de pago emitidos por una entidad financiera o comercio que posibilita el
pago sin disponer de dinero en efectivo.
Existen muy diversos tipos de tarjetas: bancarias (emitidas por un banco), no bancarias (solo
pueden utilizarse en establecimientos expresamente autorizados como tiendas, franquicias, etc.),
o de fidelización. Dentro de las tarjetas bancarias se cuenta con varios tipos:
• De débito. Se trata de una tarjeta que sirve para utilizar los fondos disponibles en una
cuenta a la que se encuentra asociada (si se es titular de este tipo de tarjetas, se deberá ser
también titular de la cuenta). Pueden ser utilizadas para pagar en comercios, sacar dinero
de las oficinas y cajeros, consulta de saldos, etc. En este tipo de tarjetas la operación
queda registrada de manera instantánea en la cuenta, por lo que se deberá disponer de
dinero suficiente en la cuenta. El límite de una tarjeta de débito es el dinero que se tenga
en la cuenta.
• De crédito. Permiten disponer de una cuenta de crédito facilitada por la entidad que la
emite. Con estas tarjetas se pueden realizar pagos u obtener dinero hasta cierto límite a
crédito, sin necesidad de tener fondos en la cuenta bancaria en ese momento. A cambio,
con la utilización de una tarjeta de crédito se deberá devolver el dinero y pagar los
intereses que se pudieran establecer. El límite de crédito se ha de establecer por contrato y
puede ser modificado.
• Tarjetas prepago o monedero. Para realizar pequeños pagos. Una vez que se agote el
dinero cargado en dicha tarjeta, podrá volver a recargarse. El importe que puede
almacenarse en estas tarjetas suele ser pequeño y son un sustitutivo electrónico de las
monedas y los billetes del banco. Este tipo de tarjetas se consideran ideales para las
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compras por internet ya que se podrán recargar con la cantidad adecuada a esa compra lo
que hace que se sea más consciente del dinero que se está gastando (hay un mayor control
del gasto y se evitan compras compulsivas). Asimismo, es un sistema de pagos seguro ya
que en la mayor parte de los casos se exige una confirmación de la operación vía código
enviado por mensaje. Igualmente, no es necesario disponer de una cuenta corriente para
disponer de una tarjeta de este tipo, pueden tener comisiones,
• Tarjetas contactless o sin contacto. Se trata de un tipo de tecnología presenta, tanto en
tarjetas de débito como de crédito que permiten realizar los pagos sin introducir la tarjeta
en el datáfono sino solo acercando la misma al aparato. Hay que tener en cuenta que para
importes menores a 20 euros no se nos solicitará la marcación del código de seguridad o
pin.
• Otros tipos de tarjetas. Se trata, por ejemplo de tarjetas comerciales que son tarjetas de
crédito emitidas por establecimientos (grandes supermercados, cadenas de tiendas, etc., y
sirven solo para efectuar compras en los establecimientos en cuestión y hasta el límite
pactado). Sin embargo, se puede dar el caso de que los centros comerciales trabajan en
conjunto con entidades de crédito que son las que emiten la tarjeta. Se cuentan también
con las llamadas tarjetas de fidelización que se pueden emitir por establecimientos
comerciales o de servicios, con las que se acumulan puntos que sirven para solicitar
descuentos en la compra de artículos o pago de servicios.
5.4. Domiciliaciones
La domiciliación consiste en un acuerdo entre cliente y entidad financiera mediante el cual el
titular de la cuenta puede utilizarla para que determinados derechos, obligaciones o documentos
sean presentados al cobro o pago en la entidad y estos sean atendidos. Es la manera que tienen
empresas y particulares de canalizar el pago de facturas y recibos de carácter periódico así como
de recibir ingresos en cuenta.
Existen dos tipos de domiciliaciones, de abono y de cargo:
- Domiciliaciones de abono o cobros: Son órdenes de ingreso en cuenta de nóminas,
prestaciones de la Seguridad Social, pensiones transferencias periódicas que ejecuta un
tercero a favor del titular de cuentas corrientes o de ahorro por diversos conceptos.
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5.5. Transferencias
Una transferencia bancaria es una operación a través de la cual el titular de una cuenta, que es el
Ordenante, da una orden a su entidad para que abone una cantidad de dinero, con cargo a su
cuenta, en otra cuenta distinta, cuyo titular es el beneficiario. Es, por tanto, un movimiento de
fondos de una cuenta bancaria a otra. Cuando la operación se realiza entre dos cuentas de la
misma entidad, se denomina traspaso.
Para la realización de una transferencia nacional, necesitamos el IBAN de la cuenta de destino,
sin embargo, si vamos a hacer transferencias internacionales, necesitamos, más datos:
- El BIC ( Bank Identifier Code) y el SWIFT (Society for World Interbank Financial
Telecommunication), que se utilizan en transferencias entre bancos de fuera de la UE. Es el
número identificador de nuestra entidad bancaria y está compuesto por ocho caracteres, que
informan tanto del nombre de la entidad como de su país y localidad.
El adeudo en la cuenta de la persona que envía la transferencia es inmediato. Sin embargo, el
ingreso en la cuenta del beneficiario tarda algo más. En las transferencias nacionales, ese abono
puede tardar uno o dos días hábiles, y en las transferencias internacionales el plazo puede ser
mayor.
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el importe del efecto antes de su vencimiento, mientras que en la gestión de cobro, la entidad
financiera realiza la gestión de cobro del mismo, en el momento de su vencimiento y a cambio
cobra una comisión, que está sujeta a IVA/IGIC, ingresando en la cuenta del cliente el líquido
correspondiente.
Efectivo = Nominal – Comisión – IGIC comisión.
En caso de que el efecto sea devuelto, el banco cobrará una comisión por la gestión de la
devolución más los gastos que se originen.
Ejemplo:
Se lleva al banco un efecto en gestión de cobro por un valor nominal de 5000 €, que vence dentro
de 3 días. La comisión bancaria asciende a 0,5%. Calcular la cantidad que se ingresará en la
cuenta del titular del efecto.
El efectivo a percibir será el nominal menos la comisión, luego lo primero será calcular la
comisión.
Comisión bancaria= 5000 * 0,5% = 25 €
IGIC = 25 *0,07 = 1,75 €.
Efectivo = 5000 – 25 -1,75 = 4973,25 €.
d) Cajas de seguridad
Es un servicio por el cual la entidad bancaria concede al cliente el uso de un compartimento o
caja fuerte situado en los locales acorazados del banco a cambio del cobro de un alquiler.
Su principal ventaja es que proporciona una mayor seguridad a los objetos depositados (joyas,
dinero en efectivo, documentos, etc.) de la que se conseguiría si se guardan en el propio
domicilio.
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