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depósito a largo plazo, en otras palabras, es un producto que consiste en

mantener un fondo en una institución financiera, renunciando a liquidez inmediata.


Esto, a cambio de un retorno culminado el plazo pactado.
Cabe señalar que la rentabilidad puede pagarse al vencimiento del instrumento, o
en pagos periódicos (mensuales, trimestrales o semestrales, por ejemplo).
 Es una variedad del depósito a plazo fijo.
 Otorgan un rendimiento previamente establecido entre el banco y su cliente.
Normalmente se trata de un tipo de interés fijo. Es decir, se otorga una
rentabilidad segura que el ahorrador ya conoce de antemano. Esto lo
diferencia de los instrumentos de inversión como los fondos mutuos, por
ejemplo, donde no se garantiza una ganancia.
 La persona no puede disponer del dinero colocado en el depósito a largo
plazo durante el periodo pactado. Esto lo diferencia de las cuentas de
ahorro, por ejemplo, donde el usuario puede disponer de los fondos.
 Relacionado con lo anterior, un depósito a plazo no permite que se le pueda
vincular a domiciliaciones. Es decir, el cliente no podría ordenar al banco
que esos fondos sean utilizados para abonos frecuentes como pagos de
servicios o de alguna póliza de seguro.
 Los depósitos a largo plazo ofrecen un tipo de interés mayor que las
cuentas de ahorro por el hecho que el usuario no puede disponer de sus
fondos.
 Los depósitos a largo plazo ofrecen un mayor rendimiento que los depósitos
a corto plazo. Esto, debido a que el ahorrador deberá mantener su capital
inmovilizado en el banco por un mayor plazo.
 En caso el cliente desee retirar los fondos, la institución financiera le podría
exigir el pago de una sanción.
 El tipo de interés que ofrece el depósito a largo plazo dependerá de
diversas variables del mercado como el tipo de interés de referencia. Si
este sube, los rendimientos ofrecidos también subirán.
 Dependiendo de la entidad financiera, esta podría solicitar un monto mínimo
para abrir el depósito.
El depósito a corto plazo, en otras palabras, es un producto por el cual un
ahorrador mantiene un fondo en una institución financiera, renunciando a liquidez
inmediata. Esto, a cambio de un retorno finalizado el plazo pactado.

Cabe señalar que la rentabilidad normalmente se paga al finalizar el periodo del


instrumento.

M0
Es el dinero que circula en la economía, es decir el “dinero legal” o la base
monetaria. MO es la cantidad de billetes y monedas en manos de los ciudadanos,
además del dinero que los bancos tienen en sus cajas y depositado con el banco
central, es decir dinero efectivo o líquido.

MO = Billetes y monedas emitidos por los bancos centrales

M1
Es el dinero que circula en la economía, incluyendo M0 sumando los depósitos
corrientes de los ciudadanos y empresas y que son transferibles mediante
cheques y cuentas corrientes, este es el dinero más líquido.

Al realizar una transferencia, pagar con una tarjeta de débito o domiciliar un pago,
estamos haciendo uso de este tipo de dinero.

M1 = Efectivo en manos del público + Depósitos a la vista.

M2
Incluye M1 sumándole los depósitos existentes a corto plazo que los ciudadanos
tienen en el sistema financiero.

M2 = M1 + Depósitos disponibles con preaviso hasta tres meses + Depósitos a


plazo hasta dos años

M3
Incluye M2 y sumando todos los depósitos, incluyendo los depósitos bancarios a
más largo plazo.

M3 = M2 + Cesiones temporales + Participaciones en fondos del mercado


monetario e instrumentos del mercado monetario +

Valores bancarios distintos de acciones emitidos hasta dos años


M4
Incluye M3 más las emisiones de bonos, letras y pagarés

M4 = M3+ Bonos, Letras del Tesoro y Pagarés

M1, M2, M3 y M4 son conceptos que suman al dinero legal el dinero bancario.

Para hacer esta clasificación interviene el concepto de liquidez, que es la facilidad


o dificultad que tenemos de convertir nuestras inversiones en dinero efectivo.

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