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HEMÓLISIS

La hemólisis se define como la destrucción del eritrocito acelerada de los hematíes que
implica un acortamiento sustancial de su vida en la circulación, la vida del eritrocito
normalmente es de 120 días.
Provoca un aumento de la producción de hematíes en la médula ósea mediante el proceso
conocido como eritropoyesis, regulada por eritropoyetina, que puede alcanzar hasta 6 u 8
veces el ritmo basal. Existen casos donde la hemólisis no se encuentra acompañada de
anemia ya que la pérdida de eritrocitos se compensa por el aumento de la actividad
eritropoyética en la médula ósea. Esta noción es importante para el diagnóstico, porque un
paciente con un trastorno hemolítico, incluso uno hereditario, puede no presentar anemia;
también es importante para el tratamiento, puesto que la hemólisis compensada se puede
descompensar (la anemia aparece de manera repentina) en determinadas circunstancias,
por ejemplo, embarazo, deficiencia de folato o insuficiencia renal, que interfieren en la
producción satisfactoria de eritropoyetina. Sin embargo, en caso de que la regeneración en
la médula ósea sea insuficiente comparada a la destrucción de hematíes, sí habrá anemia.
Con respecto a su etiología, las anemias ocurren debido a un incremento de la destrucción
de los eritrocitos, llamándose anemias hemolíticas, las cuales pueden ser:
● Hereditarias o adquiridas
● La localización de la hemólisis puede ser intravascular o extravascular
● Con respecto a sus mecanismos, pueden ser de tipo intracorpusculares
(corpusculares/agudas) o extracorpusculares (crónicas)
Una característica general de las anemias hemolíticas crónicas es la que se observa
cuando se acompaña de otras enfermedades, como una infección aguda, que deprimen la
eritropoyesis. Cuando esto sucede, en vista de que se incrementa el recambio eritrocítico, el
efecto es mucho más acentuado que en una persona sin hemólisis. El ejemplo más notorio
es la infección por el parvovirus B19, que causa disminución repentina de la hemoglobina;
este fenómeno se denomina en ocasiones crisis aplásica.

Clasificación

Según su localización
Hemólisis intravascular
Los eritrocitos son destruidos dentro del torrente sanguíneo, ocurre en pacientes con
prótesis valvulares y vasculares, microangiopatías y hemoglobinuria paroxística nocturna.
Empieza con la ruptura de los eritrocitos dentro del compartimento vascular dando como
resultado la producción de la liberación de hemoglobina en plasma, donde se puede tener:
● Hemoglobinemia (aumento de hemoglobina libre en el plasma, color rojizo cuando
supera los 50 mg/dl)
● Hemoglobinuria (hemoglobinemia que puede llegar a ser eliminada a través de la
orina)
La hemoglobina libre en plasma se une a la haptoglobina (proteína plasmática) para formar
un complejo dentro del hígado, liberando el grupo hemo de la hemoglobina, que se va a
convertir en hierro y biliverdina para ser catabolizado en bilirrubina indirecta. Luego, cuando
la haptoglobina supera su capacidad fijadora, la misma es eliminada por el riñón, donde se
degrada y acumula el hierro en forma de hemosiderina (pigmento de color amarillo-dorado
o pardo con aspecto granuloso o cristalino que deriva de la hemoglobina cuando hay más
hierro del necesario en el cuerpo), produciendo una toxicidad renal y volviéndose en una
hemólisis intensa donde se supera la capacidad de fijación del riñón dando como resultado
la hemoglobinuria.
Hemólisis extravascular
Son las más frecuentes. Los eritrocitos son destruidos en el bazo por los macrófagos, este
aumento de actividad tiene como consecuencia una esplenomegalia.
Comienza con el sistema de los macrófagos, presentes en bazo, hígado y médula ósea.
Van a identificar a los eritrocitos con anomalías, dañados o recubiertos de IgG o C3d, se
fagocitan y son absorbidos en los lisosomas son degradados lípidos, proteínas y grupo
hemo. Este grupo libera hierro y biliverdina, que luego es catalizada en bilirrubina, luego se
enlaza a la albúmina y se excreta en el hígado.

Según su mecanismo
Hemólisis intracorpusculares
Es un defecto dentro del mismo eritrocito, que condiciona su destrucción prematura, ocurren
por distintos defectos del GR: alteraciones de la membrana (esferocitosis congénita),
enzimopatías (déficit G6PDH) y hemoglobinopatías (Talasemias, anemia falciforme), son de
carácter hereditario y congénitas a excepción de la hemoglobinuria paroxística nocturna,
porque hay casos donde es adquirida.
Hemólisis extracorpusculares
Es un defecto externo al eritrocito, una acción del medio que le rodea sobre el mismo y que
causa su destrucción prematura. Son hemólisis adquiridas, por hiperesplenismo, inmune
(causa más común, destrucción por autoanticuerpos), o por efecto tóxico (infecciones,
químicos). El test de Coombs es de utilidad en las enfermedades de causa inmune.

Anemias hemolíticas hereditarias


El eritrocito posee 3 componentes esenciales:
1. Hemoglobina
2. Complejo de membrana-citoesqueleto
3. La maquinaria metabólica necesaria para que desempeñen sus funciones seriadas
la hemoglobina y el complejo de membrana-citoesqueleto.

Anemias hemolíticas causadas por anomalías del complejo membrana-citoesqueleto


La doble capa de lípidos (fosfolípidos y colesterol) está conectada por una serie de
proteínas que tienen dominios transmembrana hidrófobos embebidos en la membrana. Una
gran parte de estas proteínas tiene dominios hidrófilos que se extienden tanto hacia el
exterior (extracelulares) como al interior de las células (citoplásmicos).
Otras proteínas están unidas a la membrana a través de glucosilfosfatidilinositol (GPI) como
medio de fijación, poseen un dominio extracelular que incluye conductos iónicos, receptores
para componentes del complemento y receptores de otros ligandos. Las más abundantes
de estas proteínas son las glucoforinas y la banda 3 (transportador de aniones). Los
dominios extracelulares de estas proteínas están muy glucosilados y transportan
determinantes antigénicos que corresponden a grupos sanguíneos. Por debajo de la
membrana y en sentido tangencial a la misma se encuentra una red de otras proteínas que
constituyen el citoesqueleto.
La principal proteína citoesquelética es la espectrina. La membrana se une en forma física
con el citoesqueleto a través de un tercer grupo de proteínas (en especial la ankirina y
bandas 4.1 y 4.2), que hacen que ambas estructuras estén conectadas de una manera muy
cercana.
El complejo membrana-citoesqueleto tiene tres funciones esenciales:
1. Es una envoltura para el citoplasma de los eritrocitos
2. Mantiene la forma de los mismos
3. Proporciona transporte altamente específico de los electrólitos y de metabolitos
como la glucosa a través de la membrana.
El complejo membrana-citoesqueleto está tan integrado que cualquier anomalía de alguno
de sus componentes puede producir alteraciones y ocasionar deficiencias estructurales o
una falla funcional que finalmente den por resultado hemólisis. Tales anomalías casi
siempre son mutaciones hereditarias. Antes de la lisis de los eritrocitos, éstos muestran
cambios morfológicos específicos que alteran la forma de disco bicóncavo normal.
En consecuencia, la mayor parte de las enfermedades en este grupo se han conocido por
más de un siglo como esferocitosis hereditaria y eliptocitosis hereditaria.

ESFEROCITOSIS HEREDITARIA

La esferocitosis hereditaria es una enfermedad hereditaria de los glóbulos rojos que se


caracteriza por la producción de eritrocitos (glóbulos rojos) anormalmente esféricos en lugar
de tener su forma normal de disco bicóncavo. Esto los hace más frágiles y propensos a ser
destruidos prematuramente en el bazo.

Es una enfermedad hereditaria genéticamente heterogénea, es decir que puede ser de


característica autosómica dominante o autosómica recesiva.

Los glóbulos rojos al tener esta forma esferoidal pierden su capacidad de adaptarse a
medios con cambios en la concentración de solutos. A este fenómeno se lo conoce como
fragilidad osmótica y es gracias a este que se produce la hemolisis de estos glóbulos rojos
anormales.

Existen dos métodos para diagnosticar la esferocitosis hereditaria:

1. Pruebas moleculares muy complejas

2. Prueba de fragilidad osmótica

Dentro de las manifestaciones clínicas presentes en esta enfermedad podemos encontrar:

1. Ictericia

2. Esplenomegalia

3. Cálculos biliares
ELIPTOCITOSIS HEREDITARIA

La eliptocitosis hereditaria es una enfermedad genética rara que afecta a los glóbulos rojos
y se caracteriza por la presencia de eritrocitos con forma elíptica en lugar de la forma
bicóncava normal. Esta condición es causada por mutaciones en los genes que codifican
las proteínas estructurales de los glóbulos rojos, como las proteínas de la membrana
eritrocitaria, el espectrin y la anquirina.

Al igual que la esferocitosis hereditaria, esta es una enfermedad hereditaria genéticamente


heterogénea, es decir que puede ser de carácter autosómico dominante o autosómico
recesivo.

La hemolisis en esta enfermedad se da por diferentes mecanismos que los que causas la
esferocitosis hereditaria. Estos mecanismos pueden ser:

1. Alteración del transporte de cationes

2. Anomalías enzimáticas

3. Anomalías de la vía glucolítica

4. Déficit de piruvato cinasa

Algunos métodos diagnósticos para la eliptocitosis hereditaria son:

1. Pruebas moleculares complejas

2. Prueba de fragilidad osmótica

Las manifestaciones clínicas presentes en esta enfermedad son iguales a las que se
presentan en la esferocitosis hereditaria:

1. Ictericia

2. Esplenomegalia

3. Cálculos biliares

HEMOLISIS COMPENSADA EN ANEMIA HEMOLITICA


CAUSAS POR LAS CUALES UNA HEMOLISIS COMPENSADA PUEDE CONVERTIRSE
EN DESCOMPENSADA

1. Embarazo
2. Déficit de Vitamina B9
3. Insuficiencia renal

PRUEBA DE COOMBS

La prueba de Coombs, también conocida como prueba de antiglobulina, es una prueba de


laboratorio utilizada para detectar y evaluar la presencia de anticuerpos o proteínas en la
superficie de los glóbulos rojos. Hay dos tipos de pruebas de Coombs: la prueba de
Coombs directa y la prueba de Coombs indirecta.

DIRECTA

La prueba de Coombs directa, también llamada Coombs directo o prueba de antiglobulina


directa, se utiliza para detectar la presencia de anticuerpos o proteínas en la superficie de
los glóbulos rojos. Se realiza utilizando una muestra de sangre del paciente y se mezcla con
reactivos que contienen anticuerpos conocidos como antiglobulinas. Si hay anticuerpos
unidos a los glóbulos rojos del paciente, las antiglobulinas se unirán a estos complejos
anticuerpo-antígeno, formando una aglutinación visible. Esto indica una reacción positiva de
Coombs directa y sugiere la presencia de anticuerpos en la superficie de los glóbulos rojos,
lo que puede estar asociado con enfermedades autoinmunes, reacciones transfusionales o
enfermedades hemolíticas del recién nacido.

INDIRECTA

La prueba de Coombs indirecta, también conocida como Coombs indirecto o prueba de


antiglobulina indirecta, se utiliza para detectar anticuerpos en el suero sanguíneo del
paciente que pueden unirse a los glóbulos rojos. En esta prueba, se obtiene una muestra de
suero del paciente y se mezcla con glóbulos rojos donantes conocidos como células de
Coombs. Si hay anticuerpos en el suero del paciente que se unen a los glóbulos rojos de
Coombs, las antiglobulinas se unirán a estos complejos anticuerpo-antígeno, lo que
resultará en una aglutinación visible. Esta reacción positiva de Coombs indirecta indica la
presencia de anticuerpos en el suero del paciente que pueden causar reacciones
transfusionales, enfermedades hemolíticas del recién nacido o enfermedades autoinmunes.

PRUEBAS COMPLEMENTARIAS ADICIONALES

1. Hemograma completo
2. Prueba de fragilidad osmótica
3. Frotis de sangre periférica
4. Prueba de Coombs (directa e indirecta)

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