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SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 02 – PROYECTO N° 4

GRADO Y SECCIÓN PROGRAMADO REPROGRAMADO


5° F y A 14/08/2023
5° B, E y D 15-17/08/2023
5° C 18/08/2023

I. DATOS INFORMATIVOS
• INSTITUCIÓN EDUCATIVA : N° 6069 “PACHACUTEC”
• ÁREA : CIENCIAS SOCIALES
• GRADO Y SECCIONES : 5° A, B, C, D, E y F
• DURACIÓN : 3 HORAS
• PROFESOR : JOSE CHINO ESPINOZA
• CAMPO TEMÁTICO : El nuevo militarismo en el Perú (1930-1939)
II. TÍTULO DE LA SESIÓN
El nuevo militarismo en el Perú (1930-1939)
III. PROPÓSITO DE LA SESIÓN
Identificar y explicar los cambios y permanencias ocurridos durante El nuevo militarismo (1930-1939), así como asumir una
postura crítica como ciudadano frente a uno de los periodos más autoritarioss de la historia peruana del siglo XX, donde
un presidente de la República fuera asesinado. El también llamado Tercer Militarismo, según el historiador tacneño Jorge
Basadre, fue una etapa de conflicto constante entre los maltratados sectores populares, que se expresaba en los partidos
Aprista y Comunista, y la tradicional oligarquía apoyada por los distintos sectores militares, que estaban representados por
el coronel Luis Sánchez Cerro y más tarde por el general Óscar Benavides, quienes en nueve años compartieron la jefatura
del Estado peruano.
De acuerdo con los investigadores, la década del 30 fue una etapa muy dramática para la población, debido a que los
graves efectos generados por la crisis mundial de 1929 todavía no permitían la recuperación económica del Perú, el poco
respeto por las nuevas corrientes ideológicas, la reducida libertad de expresión, la persecución de los dirigentes políticos
y el autoritarismo vigente a pesar de las distintas medidas de Sánchez Cerro y Benavides para lograr la paz social. El
desconocimiento de los resultados electorales de 1936 así lo demuestra y la influencia del pensamiento fascista entre los
más altos representantes de ambos gobiernos militares.
IV. APRENDIZAJES ESPERADOS
COMPETEN- CAPACIDA- DESEMPEÑOS DE GRADO Y/O EVIDENCIA DE METAS DE INSTRU- CRITERIOS DE
CIA DES DESEMPEÑOS APRENDIZAJE APRENDIZAJE MENTO EVALUACIÓN
PRECISADOS DE
EVALUA-
CIÓN
Construye Comprende el + Elabora un
+ Comprende y
interpretacio- tiempo • Explica los cambios, las ensayo y usa + Expresa una
explica los
nes históricas histórico permanencias y las relaciones de fuentes para postura crítica
cambios y
simultaneidad de los hechos o sustentar tus y de
permanencias
procesos históricos a nivel argumentos pertenencia
en lo
político, social, ambiental, sobre la sobre las
económico,
económico y cultural, desde el democracia y los prácticas y
social y político
periodo entre guerras hasta las golpes de estado expresiones Ficha
durante el
crisis económicas de inicios del en el Perú del culturales del cotejo
nuevo
siglo XXI y desde el Oncenio de siglo XX país y del
militarismo
Leguía hasta la historia reciente mundo
+ Participa y
en el Perú (s. XXI), y reconoce que
asume una
estos cambios no necesariamente
postura crítica
llevan al progreso y desarrollo
sobre la
sostenible
democracia y
los golpes de
estado

COMPETENCIAS TRANSVERSALES/CAPACIDADES Y OTRAS COMPETENCIAS RELACIONADAS


Se desenvuelve en entornos virtuales generados por TIC Convive y participa democráticamente.
• Personaliza entornos virtuales y se autorregula en el uso de • Delibera sobre asuntos públicos.
las TIC en el aula. Gestiona su aprendizaje de manera autónoma.
• Define metas de aprendizaje.
ENFOQUES
TRANSVERSA VALORES ACTITUDES
LES
Orientación al Identidad, respeto, responsabilidad, solidaridad, Se identifica con su Institución Educativa, práctica la
bien común democracia, tolerancia, empatía y honestidad democracia en todo momento, se pone en el lugar del
otro antes de tomar una decisión, respeta las ideas de los
demás, rechaza la violencia y las acciones dictatoriales y
promueve acciones contra la corrupción
V. SECUENCIA DIDÁCTICA
Inicio: (30 minutos)
El docente ingresa al aula saluda cordialmente a cada una de las y los estudiantes, a fin de generar un clima propicio para
iniciar la sesión y el vínculo con cada una de ellas y cada uno de ellos, a fin de fortalecer el aspecto socioemocional al
iniciar el Tercer Bimestre del año, así como afrontar los resultados académicos obtenidos en el Segundo Bimestre tras la
reciente entrega de las boletas de notas a los padres.
Durante la segunda sesión de este nuevo periodo, vamos a estudiar los cambios y permanencias ocurridos durante la
década 1930, caracterizado por la presencia de dos gobiernos con jefes de Estado militares, quienes durante cerca de diez
años asumieron el control del país con mano dura y medidas dictatoriales. La democracia será ejercida solo por muy
pocos, mientras que las protestas populares y sus dirigentes serán sometidos de manera autoritaria y violenta.
Luego, el profesor destacará el acuerdo de convivencia elaborado a principios de año referido al uso responsable del
celular en las horas de clases, a fin de que no sea un elemento distractor en las actividades académicas. Mediante la lluvia
de ideas los estudiantes podrán expresar libremente algunos objetivos de su proyecto de vida.
En razón a sus conocimientos previos, el docente pide a los estudiantes su participación sobre la dualidad democracia y
dictadura en el siglo XX. Tras lo cual, el profesor presenta la sesión: El nuevo militarismo en el Perú (1930-1939), así como
el propósito siguiente: identificar y explicar los cambios y permanencias ocurridos durante el llamado tercer militarismo
(1930-1939), así como asumir una postura crítica como ciudadano frente a un periodo autoritario ejercido por dos
presidentes militares en el siglo XX.

o Se respetan cada una de las intervenciones y opiniones de los estudiantes.


o Los estudiantes participan en todas las actividades propuestas por el profesor.

Desarrollo: (80 minutos)


Después de conocer, aprender y asumir una postura como ciudadano sobre los principales acontecimientos
ocurridos durante el periodo denominado Oncenio de Leguía (1919-1930), continuaremos estudiando la evolución
histórica y los distintos procesos que se dieron en el Perú del siglo XX, como la permanente dualidad entre la
democracia y dictadura, así como los golpes de estado que afectan la institucionalidad democrática.
Los estudiantes se organizarán en grupos de cuatro o 5 integrantes para trabajar con el texto escolar de Ciencias
Sociales para 5to de Secundaria. Después de la progresiva lectura de los libros y con el apoyo del profesor, los
estudiantes extraerán las ideas principales para elaborar un organizador visual, infografía u otro recurso visual con
la participación de todos los miembros del grupo sobre el tema: El nuevo militarismo o tercer militarismo (1930-
1939). En razón a que la presente ficha fue enviada al Whatsapp del grupo de cada sección, los estudiantes también
podrán utilizar este material como fuente de información para su trabajo en el aula.
Si bien el Oncenio de Leguía mostró el poder de un personaje encumbrado como dictador y los sectores militares
estuvieron subordinados a él, las violentas protestas populares generados por los despidos, el desempleo y la falta
de alternativas del presidente Leguía para afrontar la crisis de 1929, los militares se levantarán para controlar a las
masas y calmar los justos reclamos de los obreros, campesinos, estudiantes y la clase media que había creído y
apoyado al que alguna vez propuso construir una “Patria Nueva” y fracaso en 11 años de gobierno prepotente y
dictatorial. A continuación veamos el tema.
La caída de la dictadura de Leguía
Con la crisis económica internacional del año 1929 (caída de la Bolsa de Valores de Nueva York) y las protestas
sociales que se daban en las principales ciudades del Perú, la larga dictadura de Leguía –que se caracterizó por el
autoritarismo, el paternalismo, la corrupción, la represión y el servilismo– empezó a mostrar un desgaste
irreversible. En esas circunstancias, el 22 agosto de 1930, el comandante Luis Miguel Sánchez Cerro, antiguo
defensor del civilismo, se sublevó en Arequipa contra el régimen leguiista. De inmediato, Leguía presentó su
renuncia ante una junta militar presidida por el general Manuel Ponce. Sin embargo, Sánchez Cerro desconoció al
nuevo Gobierno y el 27 de agosto entró a Lima para asumir el poder.
La dimisión de Leguía convulsionó a la población de la capital, que se volcó a las calles para expresar su protesta
contra el dictador. La residencia de Leguía fue saqueada y se produjeron saqueos y enfrentamientos en las calles. El
dictador trató de huir a Panamá, pero fue detenido y conducido a la prisión de San Lorenzo y luego a la clínica Naval
de Bellavista, donde escribió sus memorias Yo Tirano, Yo ladrón y murió en prisión el 6 de febrero de 1932. Tenía 69
años, de los cuales 15 ocupó la presidencia. El nuevo Gobierno militar formó una junta para investigar la corrupción
durante el Oncenio.
En setiembre de 1930 la junta de gobierno presidida por Sánchez Cerro nombró una comisión de reforma monetaria
y se contrató la asesoría del profesor estadounidense Edwin Kemmerer. La tarea básica de la misión fue evaluar la
situación de la moneda y las funciones del Banco de Reserva. En abril de 1931 se creó el Banco Central de Reserva,
que sustituyó al Banco de Reserva creado por Leguía. Su nuevo y principal objetivo era mantener la estabilidad
monetaria y regular el circulante.
La crisis política y el nuevo militarismo
En agosto de 1930, el coronel Luis Miguel Sánchez Cerro asumió la presidencia del Perú encabezando una junta
militar de gobierno. Con el fin de participar en las elecciones presidenciales, Sánchez Cerro fundó la Unión
Revolucionaria, un partido de derecha que tenía el respaldo de los sectores más conservadores. “El Perú sobre todo”
fue el lema del partido de Sánchez Cerro poco antes de las elecciones de 1931. El carisma del militar y el
derrocamiento de Leguía despertaron la simpatía popular hacia el partido, principalmente entre los obreros y grupos
de la clase media urbana. El líder militar propuso el control de la educación y la prensa por el Estado para orientar a
las masas hacia determinados valores relacionados a la patria, la religión, la superación espiritual, entre otros, con
una evidente influencia de las ideas fascistas.
El más importante competidor de Sánchez Cerro fue Víctor Raúl Haya de la Torre, líder del Partido Aprista, quien era
apoyado por los trabajadores y las clases medias empobrecidas, en especial en el norte del país. En 1931, Sánchez
Cerro derrotó a Haya de la Torre en las elecciones presidenciales por un estrecho margen. Los apristas alegaron que
se había cometido un fraude y Haya de la Torre se autoproclamó “presidente moral del Perú”.
La victoria del coronel Sánchez Cerro generó una férrea oposición, representada por los apristas en el Congreso de
la República. Fuertes debates entre el oficialismo y la cédula parlamentaria, junto con los rumores de conspiraciones
e intentos de asesinato llevaron a aprobar una ley de emergencia dirigida a reprimir al APRA. De este modo, el
Gobierno declaró ilegal al APRA. Se desató así una escalada de violencia.
En 1932, tras un fallido atentado contra Sánchez Cerro, el Gobierno arrestó a Haya de la Torre. Esta decisión provocó
una violenta insurgencia aprista en varias ciudades del país. Los hechos más trágicos ocurrieron en Trujillo, hoy
capital del departamento de La Libertad, donde los apristas atacaron el cuartel O’Donovan y ejecutaron a un grupo
de militares destacados allí. En represalia y tras someter a los sublevados, el 13 de julio el Gobierno fusiló a un
número indeterminado de apristas en las ruinas de Chan Chan. Este hecho histórico es conocido con la “Revolución
o sublevación de Trujillo”. Las cifras sobre las víctimas por ambos bando no han logrado determinarse con precisión
hasta el momento.
El gobierno de Sánchez Cerro (1931-1933)
El régimen de Sánchez Cerro combinó una política social con un estilo autoritario de gobierno. En el ámbito jurídico,
promulgó una nueva Constitución y derogó la Ley de Conscripción Vial, aplicada por el gobierno de Leguía, que
ocasionó serios perjuicios al campesinado andino. En el ámbito social, estableció un horario de verano para obreros
y empleados y creó un fondo para los desocupados.
En el campo del derecho laboral, se estableció el pago de un jornal extra por el Primero de Mayo, conocido como
día del trabajador, el régimen de vacaciones, la construcción de restaurantes populares, el contrato individual de
trabajo y también se creó un fondo especial para los desocupados.
En tanto, el Congreso Constituyente de 1931, presidido por Luis Antonio Eguiguren, terminó de elaborar la
Constitución en 1933. Entre las principales normas que dictó la nueva Carta Magna se encuentran:
+ La prohibición de la reelección.
+ La libertad de cultos, pese a que la religión católica continúa siendo la religión oficial.
+ La obligatoriedad y secreto al voto de los alfabetos.
+ El establecimiento del periodo presidencial por seis años.
+ La autorización al voto femenino para las elecciones municipales.
+ Contempló el habeas corpus.
+ La libertad de asociación y contratación.
+ La inviolabilidad de la propiedad.
+ La libertad laboral.
+ La prohibición de encarcelamiento por deudas.
+ La libertad de conciencia.
+ El derecho a petición.
+ La libertad de prensa y reunión.
En el ámbito económico, estimuló la actividad agrícola a través de la reanudación de las obras de irrigación. El
incidente de Leticia, promovido por un grupo de loretanos que ocuparon ese poblado cedido a Colombia en el
Tratado Salomón-Lozano, fue un hecho político que destacó en ese Gobierno. Sánchez Cerro respaldó la medida y
se preparó para la guerra, pero mientras pasaba revista a las tropas en Santa Beatriz, en abril de 1933, fue asesinado
por Abelardo Mendoza Leyva, un joven militante aprista.
El gobierno de Benavides (1933-1939)
La muerte de Sánchez Cerro originó una crisis política. Ante un inminente conflicto con Colombia, el Congreso
decidió entonces nombrar, de manera ilegal, al general Óscar R. Benavides como presidente para que completara
el mandato de Sánchez Cerro. El gobierno de Benavides emprendió una política estabilizadora en los sectores
económico y social. En el ámbito exterior, puso fin al conflicto con Colombia al firmar el Protocolo de Amistad,
Límites y Cooperación (1934), que ratificó los acuerdos del tratado anterior.
La “pacificación” del país
En el ámbito interno, Benavides promulgó una ley de amnistía para buscar la paz con los dirigentes de distintas
organizaciones políticas y sindicales. En el campo político, las relaciones con el APRA mejoraron, muchos presos
políticos fueron liberados y se autorizó la circulación de diarios clausurados.
Además, la Universidad de San Marcos fue reabierta luego de estar cerrada entre 1931 y 1935. Sin embargo, estas
medidas no pusieron fin a la violencia, pues en 1935 un militante aprista asesinó al director del diario El Comercio,
Antonio Miró Quesada.
El año de 1936 marcó el fin del gobierno de Benavides siguiendo el periodo de elección del fallecido Sánchez Cerro.
Había que llamar a nuevas elecciones. Sin embargo, la tensa situación política recrudecería con el rechazo de la
candidatura de Víctor Raúl Haya de la Torre. Según la Constitución de 1933, los partidos políticos internacionales de
origen marxista estaban prohibidos, como el APRA y el Partido Comunista. El vencedor de las elecciones fue Luis
Antonio Eguiguren, expresidente del Congreso Constituyente, que había recibido el apoyo de los apristas y otros
sectores políticos. Ante esta situación, la Junta Electoral Nacional anuló los resultados arguyendo que Eguiguren era
un candidato aprista. Por su parte, el Congreso no reconoció el triunfo de Eguiguren argumentando que había
recibido apoyo del APRA y prorrogó el gobierno de Benavides por un periodo de tres años; es decir, hasta 1939.
Con la arbitraria decisión del Congreso, la crisis política se propagó por todo el país con graves actos de censura,
exilio y violencia, como la evidencia de numerosos asesinatos.
Las políticas sociales
Bajo el lema “Orden, paz y trabajo”, el gobierno de Benavides asumió una política social muy activa, con la finalidad
de debilitar la lucha sindical y al APRA. Asimismo, bajo la influencia del fascismo europeo, el Gobierno promovió la
formación de un Estado fuerte, pero que implementaba medidas sociales.
Dentro de esa política se estableció el seguro social obligatorio para los obreros, el cual era pagado por el empleador.
El mismo tiempo, se fundó la Superintendencia de Bienestar Social para controlar los precios de los productos de
primera necesidad y de los alquileres. El Gobierno también invirtió en escuelas primarias, barrios para obreros,
comedores populares y hospitales. También inició la construcción de las carreteras Panamericana y Central, además
de obras de agua y desagüe.
En el aspecto legislativo, Benavides modificó la Constitución para fortalecer el Poder Ejecutivo, mientras que en
1936 se elaboró un nuevo Código Civil que incluyó, por primera vez, la posibilidad del divorcio.
Las actividades económicas
En 1929, las exportaciones peruanas se basaron, principalmente, en recursos mineros como el cobre, petróleo,
plomo, zinc, plata y oro, que representaron el 67 por ciento del total, mientras que las exportaciones agrícolas como
el azúcar, algodón y las lanas representaron el tercio restante. Sin embargo, el crack de la Bolsa de Wall Street afectó
gravemente la economía peruana por varios años.
Sin embargo, la producción de algodón, que era el principal producto de exportación del Perú, fue recuperándose
durante la década de 1930. Las plantaciones de la costa sur, central y norte superaron a las del azúcar. Unos de los
cambios sociales que se observa en este sector económico es el incremento de los trabajadores asalariados y de
tierras alquiladas por los agricultores. A inicios de 1939, muchos azucareros reemplazaron el cultivo del azúcar por
el algodón. Para 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, el 15 por ciento de la población económicamente activa
(PEA) se dedicaba al cultivo del algodón.
Otra actividad importante fue la minería. Una serie de cambios como la reorientación del capital extranjero hacia
nuevas inversiones y la intervención de la empresa nacional en la explotación de metales como el mercurio, el zinc,
el estaño y el plomo, beneficiaron a la producción minera.
Durante este periodo también empezó a despegar la pesquería. El crecimiento de la industria pesquera fue
impulsado por la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial. La necesidad de abastecimiento de pescado peruano del
mercado estadounidense y la devaluación del sol, que generó el aumento de los precios de los productos
importados, favorecieron el crecimiento de la pesca. En 1934 se estableció la primera fábrica de pescado en
conserva y con los residuos se elaboraron la harina y el aceite de pescado. En un primer momento, las expectativas
fueron abastecer el mercado local, sin embargo, las exportaciones abrirían un nuevo camino para la industria
pesquera.
Es necesario precisar que Benavides inició una etapa de recuperación económica y puso en práctica algunas medidas
reformistas propuestas por la Misión Kemmerer durante el gobierno anterior. También llegó al Perú una misión
italiana del fascista Benito Mussolini para reformar a la Guardia Civil; creó el Seguro Social Obrero Obligatorio (Ley
8433); construyó el Hospital Obrero de Lima.
Benavides intensificó la política vial iniciada por Leguía (construcción de la Carretera Panamericana y la Carretera
Central hasta Tingo María). La construcción de la panamericana fue planteada en el VI Congreso realizado en Cuba,
a instancias de los EE.UU. El Trapecio Amazónico pasó en forma definitiva a Colombia (Protocolo de Paz de 1934)
con lo que quedó zanjado el Conflicto iniciado 2 años atrás. Es decir, el Perú reconoce el Tratado Salomón – Lozano
firmado por Leguía. Además, se inició la construcción del Puerto del Callao y Matarani (Arequipa)
Vale la pena destacar que en el decenio que transcurrió entre 1930 y 1940, la mayoría de la población del país era
predominantemente rural y tenía poca participación en la política nacional, con excepción de las rebeliones apristas
y los movimientos indígenas del Comité del Tahuantinsuyu. Con todo y la influencia de grupos económicos
influyentes, el gobierno de Benavides (1933- 1939), no logró modernizar ni reorientar la estructura económica del
país. Quizá el mayor reconocimiento económico atribuido al gobierno de Benavides fue la estabilidad monetaria.
Una nueva etapa
Para las elecciones de 1939, el Partido Aprista y el Partido Comunista estaban vetados por su ideología internacional;
la Unión revolucionaria, a la muerte de Sánchez Cerro, había perdido el respaldo de las masas, y el Partido Civil no
había logrado reconstituirse. Los candidatos fueron José Quesada y Manuel Prado Ugarteche. El banquero Prado
ganó abrumadoramente a su rival sumando 262 971 votos contra 76 142.
Fascistas criollos y populistas
En América Latina la década del 30, estuvo marcada por influencia política e ideológica del fascismo, el marxismo y
el populismo. La penetración de las potencias fascistas comenzó con la expansión económica. El avance comercial
alemán fue considerable en Brasil, Chile, Colombia, Argentina y Uruguay; Japón trató de ganar influencia en
Paraguay y Perú, mientras Italia tuvo una posición importante en Perú. Pretendía el Eje Berlín-Tokio-Roma influir
sobre los países de América Latina desde el punto de vista político e ideológico, como fue el caso de Alemania a
través de sus institutos y escuelas, que divulgaban las ideas nazis en la región.
En el caso peruano, el “fascismo criollo” cobró fuerza durante la dictadura de Oscar Benavides y su máximo
representante fue el primer ministro José de la Riva Agüero. “Su anticomunismo iba acompañado de un
anticapitalismo y por la nostalgia del pasado colonial…”, señala el investigador venezolano Antonio Delgado G.
Además, admiraba la organización rigurosa que la élite incaica implantó en la sociedad del antiguo Imperio.
Riva Agüero pertenecía a la clase plutocrática, que veía en el fascismo el único remedio contra el caos, el desorden
y la decadencia. “Su consigna: Orden, Disciplina, Trabajo, Familia”, estaba acompañada de un temor a las masas y a
los partidos. Para contrarrestar dicho temor se apoyó en el ejército y la policía. Fueron varias las agrupaciones
fascistas de masas que tuvieron un accionar político en América Latina: Acción Integralista Brasilera, el ABC cubano,
Unión Nacional Sinarquista de México, Partido Nazi de Chile, la Falange Socialista en Bolivia y Unión Revolucionaria
en el Perú, que funcionó al lado del Partido Nazi.
En su mayoría estos grupos utilizaron los símbolos europeos. La actuación política de estos grupos estaba dirigida a
sembrar el terror en las calles e impedir las manifestaciones de la izquierda. Los grupos fascistas latinoamericanos,
además de que carecían de un programa político concreto, estaban vinculados a la religión católica y procuraban
una americanización o criollización del fascismo.
Otros movimientos que se destacaron en la política peruana de los 30, fueron el APRA y el Partido Comunista
Peruano. El APRA fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre, desempeñó un importante papel en el marco del
marxismo y del antiimperialismo. De abierta orientación populista, el APRA se autoproclamaba un frente popular,
que pretendía vincular la lucha por la liberación nacional antiimperialista con la democracia. Desde entonces, surgió
la fórmula científica aprista, una especie de peruanización de la dialéctica marxista: “el comunismo es la tesis, el
fascismo la antítesis, el aprismo la síntesis; es decir, el APRA”, según sus teóricos, representaba la democracia
funcional, la única solución antiimperialista y antifascista para América Latina.
Por su parte, el Partido Comunista, fundado inicialmente como Partido Socialista por José Carlos Mariátegui,
mantuvo una conducta más sumisa ante los dictámenes de la Internacional Comunista y postergaba la acción
revolucionaria. Otro grupo relevante fue Acción Republicana conformado por intelectuales y dirigido por Ricardo
Vegas García. Dicho partido, proponía una Constituyente y su línea programática estaba orientada hacia el
descentralismo político y el regionalismo económico. Acción Republicana, no perduró como partido político, quedó
liquidado entre los grandes partidos de masas de entonces, la UR y el APRA.
Trabajo durante la sesión:
Tras las actividades grupales en el aula, los estudiantes organizados socializarán sus lecturas y su comprensión en
papelotes a través de organizadores visuales, infografías, entre otros, sobre los principales temas que se han
desarrollado durante la sesión: El nuevo militarismo en el Perú (1930-1939).
Cierre (25 minutos)
• A continuación, el docente solicita a los estudiantes que recuerden los aspectos más resaltantes de la sesión de
manera libre y voluntaria sobre la sesión: El nuevo militarismo en el Perú (1930-1939)
• Luego, contrasta dichos aspectos con los aprendizajes esperados para la sesión y pregunta a los estudiantes si los
objetivos planteados se han logrado en la clase. Es decir:
- ¿Qué aprendimos hoy?
- ¿Cómo lo aprendí?
- ¿Para qué me sirve lo aprendido hoy en mi vida cotidiana?
- ¿Cómo me sentí en la sesión de hoy?
VI. TAREA A TRABAJAR EN CASA
ACTIVIDADES DE EXTENSION:
• El docente solicita a los estudiantes que desarrollen en casa las siguientes actividades:
1. Elabora un ensayo y usa fuentes para sustentar tus argumentos sobre la democracia y los golpes de estado
en el Perú del siglo XX
2. Investiga a qué hecho se llama la Revolución de Trujillo de 1932 y relata los principales sucesos
3. ¿Cómo se presentó el fascismo en el Perú entre 1930 y 1939? Explica
4. Si visualizas este video puede ayudarte a comprender el Tercer Militarismo:
https://www.youtube.com/watch?v=MW7L0zCRPOI&t=11s
VII. MATERIALES O RECURSOS A UTILIZAR
- Ficha de aplicación
- Texto de Ciencias Sociales 5to de Secundaria
- Internet, biblioteca
- Papelógrafos, tiza, mota, hojas de colores, plumones y pizarra.

SUB DIRECTOR DE F.G. DOCENTE: JOSE CHINO ESPINOZA

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