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Eficiencia, eficacia y efectividad:

definiciones, diferencias y cálculo


Aunque suelen ser usados como sinónimos en muchas ocasiones, los términos eficiencia, eficacia
y efectividad hacen referencia a diferentes aspectos y su correcta diferenciación y cálculo
ayuda a la empresa a evaluar el desempeño de la plantilla y los procesos y aplicar acciones para la
mejora continua.

Diferencias entre eficiencia, eficacia y efectividad


Hablar de que un trabajador es eficiente cuando, en realidad, es eficaz o asegurar que una campaña
ha sido eficaz cuando lo que queremos expresar es que es efectiva son errores habituales en el
ámbito de los negocios.

Por ello, para conocer el grado de eficiencia, eficacia y efectividad de la compañía es importante,
primero, conocer las diferencias conceptuales que hay entre estos tres términos, piedra angular de
la productividad empresarial.

Así, la eficiencia supone conseguir que los máximos resultados sean los previstos a partir de
unos recursos mínimos. Por ejemplo, un trabajador que consigue generar 10 artículos con la mitad
de materia prima que otro será más eficiente.

Por su parte, el concepto de eficacia se refiere al grado de consecución de unos objetivos


determinados, es decir, si el segundo empleado consigue crear 10 bienes cada hora, mientras que el
primero solo 7, podrá considerarse más eficaz, aunque sea menos eficiente.

Por último, la efectividad está relacionada con el equilibrio de estos los conceptos de eficiencia
y eficacia, definiéndose como la capacidad de llevar el máximo trabajo previsto con los menores
recursos posibles.

¿Cómo se calcula la eficiencia, eficacia y efectividad?


Aclarados los conceptos de eficiencia, eficacia y efectividad, ¿cómo se lleva a cabo el cálculo de
estos indicadores? De forma generalizada, para este fin se emplean las siguientes fórmulas
matemáticas:
 Eficacia= (Resultado alcanzado*100) / (Resultado previsto). El resultado será un
porcentaje que la compañía podrá valorar de forma comparativa, es decir, si se sitúa en los
percentiles más bajos el trabajo será ineficaz, mejorando esta capacidad conforme se
ascienda hacia el 100%.
 Eficiencia= ((Resultado alcanzado/costo real) * Tiempo invertido) / ((Resultado
previsto/costo previsto) *Tiempo previsto). Igual que en el caso de la eficacia, la
evaluación de la eficiencia se desarrolla a partir de una tabla, de modo que los resultados
más bajos indicarán una escasa eficiencia y viceversa.
 Efectividad= ((Puntaje de eficiencia + Puntaje de eficacia) / 2) / (Máximo puntaje). El
porcentaje resultante reflejará el grado de efectividad de la acción medida.
¿Para qué sirve esta medición?
Los indicadores de eficiencia, eficacia y efectividad están estrechamente relacionados con el
desempeño empresarial y la productividad, por lo que su medición permite obtener una
radiografía esencial para planificar la estrategia de la organización.

En concreto, su correcto cálculo contribuye en varios aspectos:


 Para evaluar el desempeño profesional. Con estos indicadores se saca a la luz la
diligencia con la que cada empleado está llevando a cabo sus funciones, lo que permite
diseñar un plan de formación, promoción o incentivos acorde para potenciar que los
trabajadores sean más eficientes.
 Para ajustar los recursos y plazos. Gracias a estas fórmulas se obtiene información sobre
la adecuación de los costes, la materia prima y los tiempos empleados, permitiendo
reajustar estos elementos a las necesidades reales.
 Para establecer los objetivos empresariales de forma óptima. Al conocer el verdadero
funcionamiento de la compañía, los directivos podrán marcar una hoja de ruta para el futuro
con mayor exactitud.
 Para ser más competitivos. Al ajustar todos los anteriores aspectos, la organización
experimenta una mejora continua que le permite escalar posiciones dentro de su sector.

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