Está en la página 1de 7

Eficiencia, Eficacia y Efectividad

Dentro del contexto empresarial existen diversos factores que influyen en el desarrollo de la

empresa y en sus actividades internas. Estos aspectos resultan importantes a la hora de conseguir

resultados positivos, entre estos se encuentran la eficiencia, eficacia y efectividad, cuyo

significado y propósito pueden resultar sumamente útiles cuando se habla del funcionamiento

óptimo de una empresa. La Real Academia Española presenta definiciones para estos tres

términos. La eficiencia es la capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto

determinado, la eficacia es aquella capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera y la

efectividad es exactamente lo mismo que la eficacia.

Estas definiciones muestras grandes similitudes entre estas tres, sumando al hecho de que

pueden resultar un poco confusas y difíciles de diferenciar, sin embargo, existen ciertas

diferencias que logran ampliar un poco el panorama y que ayudan a ver a cada una de estas como

agentes individuales pero que de cierto modo guardan relación entre sí. Drucker (citado en Rizo,

2019) a lo largo de su obra una serie de distinciones fundamentales entre ellas, lo cual arroja una

claridad conceptual mucho mayor.

Referente a la eficiencia la define como hacer bien las cosas. Es decir, realizar una tarea

buscando la mejor relación posible entre los recursos empleados y los resultados obtenidos. La

eficiencia tiene que ver con el «cómo». El modelo para la mejora de la eficiencia se apoya en tres

pilares básicos: personas, procesos y clientes. Y se logra con personas competentes o con

capacidades, actitudes, aptitudes, habilidades y experiencias. Se necesitan flujos rápidos,

efectivos y continuos de actividades que añaden valor al producto o al servicio para el cliente con

procesos eficientes, analizando dichas actividades y calidad.


En cuanto a la eficacia la relaciona más que nada con hacer las cosas correctas. Es decir,

llevar a cabo tareas de la mejor manera, que conduzcan a la consecución de los resultados. Tiene

que ver con «qué» cosas se hacen. Eficacia es hacer lo necesario para alcanzar o lograr los

objetivos deseados o propuestos. Y por último la efectividad la cual es hacer bien las cosas

correctas. Es decir, que las tareas que se lleven a cabo se realicen de manera eficiente y eficaz.

Tiene que ver con «qué» cosas se hacen y «cómo».

Así mismo, First Woikplaces (2019) da una definición de eficacia, eficiencia y efectividad

denominándolas como las tres E de las empresas. Desde el ámbito empresarial, la eficacia se

relación con el cumplimiento de objetivos ya que, en una empresa, un producto o persona es

“eficaz” cuando es capaz de hacer lo que sea necesario para lograr los objetivos deseados o

marcados.

Por su parte, la eficiencia significa lograr una productividad favorable para el negocio. Es

decir, obtener los máximos resultados con la mínima cantidad de recursos. Para medirla se tienen

en cuenta elementos como el tiempo, los esfuerzos dedicados, el capital y la calidad del producto

obtenido. Una empresa eficiente será, por tanto, la que obtiene más por menos. Esto,

lógicamente, tiene un impacto directo en la rentabilidad del negocio.

En cuanto a la efectividad, ésta normalmente tiene que ver con la calidad del resultado final.

Es decir, se será efectivo si se es capaz de conseguir los objetivos marcados (eficacia) de la

mejor manera posible (eficiencia).

Dentro del contexto de la ingeniería, a lo largo de la historia esta ha sido marcada por varias

líneas, dentro de las cuales esta el incremento de la eficiencia, entendida como el saber que

permite hacer más con menos recursos. El incremento de la eficiencia lo dan, cada una por su

parte, la inventiva y la precisión. Se le utiliza para dar cuenta del uso de los recursos o
cumplimiento de actividades con dos acepciones o cumplimiento de actividades con dos

acepciones: la primera, como la “relación entre la cantidad de recursos utilizados y la cantidad de

recursos estimados o programados” la segunda, como “grado en el que se aprovechan los

recursos utilizados transformándose en productos”. (Flores, 2020).

La eficacia entendida propiamente se centra únicamente en lograr el resultado, sin tomar en

cuenta los medios o recursos empleados para ello. Dicho de otro modo, busca encontrar el mejor

“qué” para lograr el resultado deseado, pero sin preocuparse por “cómo” vamos a llevar a cabo

ese “qué” y su impacto en los recursos. Esto puede llevarnos a un derroche extremo que

convierta la consecución del resultado en algo difícilmente justificable. (Samaniego, 2019).

Samaniego (2019) resalta algunos beneficios de la eficacia, tales como lograr los resultados

planeados ya que esto puede hacer que una empresa crezca y desarrolle sostenidamente, y si los

resultados son mejores que lo planeado, la empresa se encontrará en una mejor situación, y

podría obtener más ganancias.

Flores (2020) indica dos puntos clave para lograr el incremento de la eficiencia, en primer

lugar, entra la inventiva. Infinidad son los ejemplos de ingenieros que, usando pensamiento

independiente y echando mano de su sólida formación científica, revolucionaron las formas y los

métodos y discurrieron mejores formas de resolver los problemas reales. En segundo lugar, la

eficiencia se incrementa con precisión. Es ésta una labor mucho más sistemática y ardua en la

cual generación tras generación de ingenieros logra reducir los márgenes de error entre las

estimaciones teóricas y el comportamiento real de los ingenios. Como consecuencia de ello, se

puede proceder a reducir el factor de seguridad, omnipresente número que determina

directamente la eficiencia de estructuras equivalentes.


Según García, Cazallo, Barragan, Mercado, Olarte & Meza (2019) la eficacia valora el

impacto de lo que se hace, del producto o servicio que se presta. No basta con producir el 100%

de efectividad el servicio o producto fijado, tanto en cantidad y calidad, sino que es necesario

que el mismo sea el adecuado; aquel que logrará realmente satisfacer al cliente o impactar en el

mercado. Con la eficacia, se busca armonizar la organización con las condiciones externas. De

acuerdo a esto, la eficacia reconoce e interpreta las condiciones dentro de las cuales opera la

organización y establece lo que es correcto hacer con miras a adecuar su actuación a las

condiciones del entorno.

Ante esto García et.al (2019) refieren textualmente:

El término eficiencia se emplea para relacionar los esfuerzos frente a los

resultados que se obtengan. A mayores resultados, mayor eficiencia. Si se obtiene

mejores resultados con el menor gasto de recursos o menores esfuerzos, se habrá

incrementado la eficiencia. Dos factores se utilizan para medir o evaluar la

eficiencia en las organizaciones: “Costo” y “Tiempo”.

De acuerdo con esto, la eficiencia además de influir en las utilidades de una empresa, también

contribuye a la superación del personal, desarrollo y progreso del individuo, de la empresa y su

entorno. Del análisis de este indicador, se desprende que no puede ser considerado ninguno de

ellos de forma independiente, ya que cada uno brinda una medición parcial de los resultados. Es

por ello que deben ser considerados como un sistema al medir la gestión de la organización.

Existen también diferentes conceptos que se relacionan con la eficacia, como es la

productividad. Según Samaniego (2019) estas dos pueden ser consideradas sinónimos y se

refieren al uso adecuado de los recursos, a la relación entre los resultados obtenidos y los

insumos y recursos utilizados, y al cómo hacer las cosas; aun cuando para muchos autores y
especialistas dichos conceptos son diferentes. Por ello de ahora en adelante los consideraremos

así.

Por su parte, mediante un blog, Business School (2014) realiza un comparativo sobre eficacia

y eficiencia poniendo como punto clave de la discusión cual es de estas dos resulta más

importante dentro del ámbito empresarial. Ante esto dando una definición breve de ambas,

definiendo eficacia como simple consecución de metas u objetivos propuestos desde la

organización, mientras que la eficiencia supone no únicamente lograr esas metas, sino también

su consecución óptima ya sea por requerir menos tiempo, gastar menos recursos o cualquier otra

circunstancia que suponga un ahorro de costes para la entidad.

Por esta razón, posicionan a la eficacia por encima de la eficiencia ya que en primer lugar las

organizaciones deben lograr que sus trabajadores (con indiferencia de su posición jerárquica)

sean eficaces y una vez logrado que sean eficientes. Ese debe ser un punto clave a alcanzar ya

que supondrá una reducción de costes por parte de la organización y, de manera indirecta, una

mejor valoración de todos los trabajadores al ver su trabajo mejor desarrollado y más valorado.

Según Peter Drucker (citado en Samaniego 2019), la efectividad persigue encontrar un

término medio con sentido, un punto de equilibrio ideal entre eficiencia y eficacia. La búsqueda

de la efectividad impide que un exceso de foco en la eficiencia haga que no se llegue a alcanzar

el resultado deseado o que no se alcance a tiempo. También impide que un exceso de foco en la

eficacia pueda dar al traste con la rentabilidad del resultado, haciendo que no compense.

La efectividad empresarial es un reto para alcanzar, y debe ser un objetivo en todas las

organizaciones, ya que el resultado de esta práctica ayudaría a aumentar la productividad y a

bajar los gastos de producción, debido a la alta sincronización y rendimiento de todas las partes

involucradas en el proceso y obtención final de un producto o servicio. (Unipymes, 2014).


A partir de esto se puede comprender no solo la estrecha relación que estas tres “E” guardan,

si no también sus diferencias, las cuales, lejos que separar sus propósitos y funciones hacen que

dependan una de la otra relacionándose entre sí. Ante esto se puede afirmar que la eficacia

sumada con la eficiencia da como resultado la efectividad ya que esta es la capacidad de lograr

los mayores resultados con los menores recursos posibles siendo esta ultima la que engloba la

eficacia y la eficiencia, dando como resultado que el calculo de estas dos ultimas permitan tener

una idea general del funcionamiento de una empresa.


Bibliografía

Business School. (2014). Eficiencia y eficacia: ¿qué es mejor para una empresa? Recuperado de:
https://blogs.imf-formacion.com/blog/corporativo/gestion-empresarial/eficiencia-y-
eficacia-que-es-mejor/
First Woikplaces. (2019). Las 3E de los negocios: eficacia, eficiencia y efectividad. ¿Qué las
diferencia? Recuperado de: https://blog.firstworkplaces.com/la-importancia-de-las-3e-en-
tu-negocio
Flores, O. (2020). Eficacia y eficiencia aplicado a la ingeniería. Recuperado de:
https://es.scribd.com/document/348487265/EFICICACIA-Y-EFICIENCIA-APLICADO-
A-LA-INGENIERIA-pdf
García, J., Cazallo, A., Barragan, C., Mercado, M., Olarte, L & Meza, V. (2019). Indicadores de
Eficacia y Eficiencia en la gestión de procura de materiales en empresas del sector
construcción del Departamento del Atlántico, Colombia. Revista Espacios, 40(22), 16.
Rizo, M. (2019). Eficiencia, eficacia, efectividad: ¿son lo mismo? Recuperado de:
https://www.forbes.com.mx/eficiencia-eficacia-efectividad-son-lo-mismo/
Samaniego, G. (2019). Eficiencia, eficacia y efectividad. Recuperado de:
https://gerenciando.net/eficiencia-eficacia-y-efectividad-2/
Unipymes. (2014). Efectividad empresarial. Recuperado de:
https://www.unipymes.com/efectividad_empresarial/

También podría gustarte