Está en la página 1de 12

CRUP

Causa común de dificultad respiratoria aguda en niños. Inicio súbito de tos similar al ladrido de
un perro en casos moderados a graves acompañada de estridor y tiraje intercostal/esternal. Una
cuidadosa anamnesis y exploración física será suficiente para confirmar el diagnóstico clínico y
para descartar diagnósticos diferenciales potencialmente graves. Los corticosteroides
administrados por vía oral son el pilar para todos los niveles de gravedad, combinados con
epinefrina (adrenalina) nebulizada en caso de crup de intensidad moderada a grave para
proporcionar alivio temporal de los síntomas de obstrucción de las vías respiratorias altas.

DEFINICIÓN

El crup, también conocido como laringotraqueobronquitis, es una enfermedad respiratoria


común en la infancia caracterizada por el inicio repentino de una tos similar al ladrido de un
perro, con frecuencia acompañada de estridor, voz ronca y dificultad respiratoria. Los síntomas
son el resultado de la obstrucción de las vías respiratorias altas debido a una inflamación
generalizada de las vías respiratorias causada por una infección viral (generalmente el virus de
la parainfluenza tipo 1 o 3).

EPIDEMIOLOGÍA

El crup es una causa frecuente de dificultad respiratoria aguda en niños pequeños. Por lo
general, afecta a niños de entre 6 meses y 3 años de edad, con un nivel máximo en el segundo
año de vida. Se ha descrito su aparición en niños menores de 6 meses, adolescentes y, con
menor frecuencia, en adultos. Un estudio observacional en un grupo de práctica pediátrica de
los EE. UU. reveló que es el diagnóstico confirmado en el 15% de todos los casos de infección de
las vías respiratoria bajas. Los niños se ven afectados con más frecuencia que las niñas, con una
relación de 1.4:1. No hay evidencia que sugiera una variación en la prevalencia por etnicidad.
Las tasas de ingreso hospitalario alcanzan su nivel máximo a fines de otoño (desde septiembre
a diciembre), pero se producen casos durante todo el año. Un pico en presentaciones clínicas se
correlaciona con las epidemias de virus de la parainfluenza. Estos picos normalmente se
producen alternancia de años y como resultado un aumento de 50% en el número de niños con
crup.

ETIOLOGÍA

La enfermedad se produce por infección viral (generalmente el virus de la parainfluenza tipo 1


o 3). Muchos otros patógenos virales han sido reconocidos, incluidos el virus de la gripe A y B, el
adenovirus, el virus sincitial respiratorio, el metaneumovirus, el coronavirus HCoV-NL63 y, con
menor frecuencia, el virus del sarampión. Se ha hecho la distinción entre el crup viral y el crup
espasmódico. Sin embargo, aún se desconoce si estas entidades representan diferentes
enfermedades o si simplemente forman parte del espectro de una misma enfermedad.
Clínicamente, se hace difícil distinguirlas y es probable que no sea necesario ya que la decisión
del tipo de tratamiento se basa en los antecedentes y en la gravedad clínica de la obstrucción
de las vías respiratorias. Históricamente, la difteria laríngea causante del crup era bien conocida,
aunque ahora es rara debido a la vacunación de las poblaciones. Se han publicado reportes sobre
el crup por difteria en series de casos de India y Rusia. Se ha establecido un vínculo débil entre
antecedentes de intubación previa y crup.
FISIOPATOLOGÍA

Los síntomas son el resultado de la obstrucción de las vías respiratorias altas causada por una
inflamación generalizada y edema de las vías respiratorias. A nivel celular, avanza a necrosis y
desprendimiento del epitelio. El estrechamiento de la región subglótica es responsable de los
síntomas de tos similar al ladrido de un perro, estridor (por incremento de la turbulencia del
flujo respiratorio) y del tiraje intercostal/esternal. Si la obstrucción de las vías respiratorias altas
empeora, puede sobrevenir la insuficiencia respiratoria, que lleva al movimiento asincrónico de
las paredes torácica y abdominal, fatiga, hipoxia e hipercapnia.

Prevención

Actualmente, no hay estrategias recomendadas para la prevención primaria. Se sigue trabajando


en el desarrollo de una vacuna eficaz contra el virus de la parainfluenza. El desarrollo de una
vacuna podría conducir a una reducción significativa del crup causado por el virus de la
parainfluenza. En los países en desarrollo se ha utilizado la vitamina A como terapia preventiva
del crup causado por el sarampión grave.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico del crup depende de una cuidadosa anamnesis y exploración física. Las
características clave son el inicio repentino, la tos similar al ladrido de un perro, con frecuencia
acompañada de estridor y tiraje de la pared torácica (intercostal) o del esternón. Los síntomas
generalmente empeoran durante la noche y se incrementan con la agitación. Puede haber
antecedentes de síntomas inespecíficos de las vías respiratorias altas (catarro, tos no perruna,
fiebre leve), aunque la tos similar al ladrido de un perro puede presentarse abruptamente sin
enfermedad previa. Aunque no sea esencial para el diagnóstico, comúnmente se presenta con
voz ronca.

Presentación clínica

Las presentaciones pueden variar desde síntomas leves hasta la insuficiencia respiratoria
inminente. El médico debe prestar atención a los siguientes síntomas y signos de acuerdo a su
gravedad:

• Leve: tos similar al ladrido de un perro, pero sin estridor ni retracción


intercostal/esternal en reposo
• Moderada: tos similar al ladrido de un perro con estridor y retracción del esternón en
reposo, sin agitación ni letargo
• Grave: similar al ladrido de un perro con estridor y retracción intercostal/esternal,
asociadas con agitación o letargo
• Insuficiencia respiratoria inminente: obstrucción creciente de las vías respiratorias altas,
retracción intercostal/esternal, movimiento asincrónico de la pared torácica y
abdominal, fatiga y signos de hipoxia (palidez o cianosis) e hipercapnia (disminución del
nivel de conciencia secundario al incremento de la PaCO2). El grado de retracción de la
pared torácica puede disminuir con el inicio de la insuficiencia respiratoria a medida que
el niño se agota.

El médico debe considerar diagnósticos diferenciales durante la exploración física. En particular,


si se sospecha de epiglotitis, el examen de la orofaringe o la manipulación del cuello está
contraindicado ya que puede precipitar aún más la obstrucción de las vías respiratorias.
El diagnóstico de crup es en gran medida clínico. No se realizan radiografías laterales o
anteroposteriores de cuello en un niño con síntomas y signos típicos de crup. El signo del
campanario (estrechamiento de la tráquea) es un hallazgo clásico de la vista anteroposterior,
pero no siempre está presente. Los estudios radiológicos están contraindicados si hay sospecha
clínica de epiglotitis o traqueítis bacteriana, ya que la manipulación de la región del cuello y la
agitación pueden precipitar aún más la obstrucción de las vías respiratorias. Si el cuadro clínico
es atípico para estas afecciones, las radiografías del tejido blando del cuello pueden
proporcionar información útil que apoye un diagnóstico alternativo. Cualquier radiografía
deberá realizarse con sumo cuidado y personal equipado para apoyar las vías respiratorias en
caso de empeoramiento de la obstrucción.

FACTORES DE RIESGO

De 6 meses a 6 años de edad: Ocurre en este grupo etario. Por lo general, afecta a niños de entre
6 meses y 3 años de edad, con un nivel máximo en el segundo año de vida. El crup puede
observarse en niños de tan solo 3 meses de edad y también puede darse, aunque con menor
frecuencia, en niños de mayor edad, en adolescentes y en adultos.

Sexo masculino: Razón de incidencia entre hombres y mujeres: 1.4:1.

Intubación previa: Un pequeño estudio observacional indica la existencia de un vínculo débil


entre antecedentes de intubación y crup.

Aumento de síntomas con la agitación

Tos característica similar al ladrido de un perro: Característica clave, requerida para el


diagnóstico de crup.

Temporada alta, fines de otoño: El máximo de casos a fines de otoño (septiembre a diciembre)
se correlaciona con el máximo de prevalencia del virus de la parainfluenza en el entorno
comunitario.

Síntomas prodrómicos: Pueden presentarse síntomas inespecíficos de las vías respiratorias altas
(catarro, tos no perruna, fiebre leve) durante 12 a 48 horas. No es una característica clave en
todos los casos; la tos similar al ladrido de un perro puede presentarse abruptamente sin
enfermedad precedente.

• Aparición repentina de síntomas


• Peores síntomas durante la noche
• Voz ronca
• Dificultad respiratoria (estridor, tiraje intercostal/esternal)
• Agitación persistente
• Letargo
• Movimiento asincrónico de la pared torácica y abdominal
• Fatiga
• Signos de hipoxia (palidez o cianosis)
• Signos de hipercapnia (disminución del nivel de conciencia secundario al aumento de
PaCO₂)
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

Exploración física

El diagnóstico de crup es en gran medida clínico.

Radiografía anteroposterior y lateral de cuello

El diagnóstico de crup es en gran medida clínico. Por lo tanto, no deben practicarse radiografías
en un niño que presenta síntomas típicos y signos de crup. El signo del campanario
(estrechamiento de la tráquea) es un hallazgo clásico de la vista anteroposterior, pero no
siempre está presente.

Los estudios radiológicos están contraindicados si hay sospecha clínica de epiglotitis o traqueítis
bacteriana, ya que la manipulación de la región del cuello y la agitación pueden precipitar aún
más la obstrucción de las vías respiratorias. Si el cuadro clínico es atípico para estas afecciones,
las radiografías del tejido blando del cuello pueden proporcionar información útil que apoye un
diagnóstico alternativo. Cualquier radiografía deberá realizarse con sumo cuidado y personal
equipado para apoyar las vías respiratorias en caso de empeoramiento de la obstrucción.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Traqueítis bacteriana

Puede o no tener antecedentes síntomas congruentes con crup; deterioro súbito después de 2-
7 días de crup leve a moderada u otra enfermedad viral leve; puede existir fiebre, apariencia
tóxica (el niño parece enfermo y no interacciona normalmente con su entorno); tos dolorosa;
escasa respuesta al tratamiento con adrenalina (epinefrina) nebulizada. Los estudios
radiológicos están contraindicados si hay sospecha clínica de traqueítis bacteriana, ya que la
manipulación de la región del cuello y la agitación pueden precipitar aún más la obstrucción de
las vías respiratorias. La broncoscopia, practicada al momento de la intubación, muestra una
mucosa eritematosa de la tráquea, con secreciones de la tráquea espesas y purulentas. Los
agentes patógenos de las secreciones de la tráquea más frecuentemente aislados incluyen
Staphylococcus aureus, estreptococos del grupo A, Moraxella catarrhalis, Streptococcus
pneumoniae, Haemophilus influenzae y organismos anaerobios.

Epiglotitis

Observada con poca frecuencia desde la inmunización generalizada frente a Haemophilus


influenzae B; inicio repentino de fiebre alta, disfagia, babeo y ansiedad; postura de preferencia:
sentado, derecho con la cabeza estirada; tos no perruna. Los estudios radiológicos están
contraindicados si hay sospecha clínica de epiglotitis, ya que la manipulación de la región del
cuello y la agitación pueden precipitar aún más la obstrucción de las vías respiratorias. La
visualización de las vías respiratorias (antes de la intubación endotraqueal controlada) confirma
el diagnóstico que muestra una epiglotis edematosa y eritematosa, que con frecuencia obstruye
la vista de las cuerdas vocales.

Cuerpo extraño en las vías respiratorias altas

Disnea y estridor de inicio repentino; generalmente sin antecedentes de inhalación o ingestión


de cuerpo extraño; sin pródromo o síntomas de enfermedad viral; sin fiebre (a menos que haya
infección secundaria). Muchos cuerpos extraños no son radiopacos, por lo tanto, el diagnóstico
no puede ser confirmado mediante una radiografía. La visualización directa y la extracción del
cuerpo extraño en la sala de cirugía confirman el diagnóstico.

Absceso retrofaríngeo

Disfagia, babeo, estridor ocasional, disnea, taquipnea, rigidez de cuello, adenopatía cervical
unilateral; el inicio es típicamente más gradual, a menudo acompañado de fiebre. La radiografía
lateral de cuello puede mostrar retroflexión de las vértebras cervicales y edema posterior de
faringe.

Absceso periamigdalino

Disfagia, babeo, estridor ocasional, disnea, taquipnea, rigidez de cuello, adenopatía cervical
unilateral; el inicio es típicamente más gradual, a menudo acompañado de fiebre. No hay
pruebas de diferenciación.

Edema angioneurótico

Puede presentarse a cualquier edad; la inflamación aguda de las vías respiratorias altas puede
causar disnea y estridor; la fiebre es infrecuente. Puede presentarse inflamación de rostro,
lengua o faringe. No hay pruebas de diferenciación.

Reacción alérgica

Puede presentarse a cualquier edad; inicio rápido de disfagia, estridor y posibles


manifestaciones cutáneas (urticaria); con frecuencia existen antecedentes familiares o
personales de episodios previos o alergia. Pruebas para la alergia (prueba de reacción cutánea
o de radioalergoadsorción [RAST]) pueden determinar el alérgeno subyacente

Difteria laríngea

Emergencia clínica extremadamente infrecuente. Puede presentarse a cualquier edad;


antecedentes de inmunización inadecuada; pródromo con síntomas de faringitis durante 2 o 3
días; febrícula, voz ronca, tos perruna potencial; disfagia, estridor inspiratorio; faringitis
membranosa característica en la exploración física. No hay pruebas de diferenciación.

Anomalías congénitas o adquiridas de la tráquea o de la laringe

Extremadamente infrecuente. Generalmente se presenta en menores de 3 meses de edad.


Estridor anormalmente prolongado o recurrente. Escasa respuesta al tratamiento del crup. La
endoscopia o broncoscopía de las vías respiratorias altas permitirá una visualización directa de
la anomalía subyacente. Sin embargo, estas pruebas deberán retrasarse hasta después de la
enfermedad aguda.

CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO

Clasificación clínica de la gravedad

• Leve: tos similar al ladrido de un perro, pero sin estridor ni retracción


intercostal/esternal en reposo
• Moderada: tos similar al ladrido de un perro con estridor y retracción del esternón en
reposo, sin agitación ni letargo
• Grave: similar al ladrido de un perro con estridor y retracción intercostal/esternal
asociadas con agitación o letargo
• Insuficiencia respiratoria inminente: obstrucción creciente de las vías respiratorias altas,
retracción intercostal/esternal, movimiento asincrónico de la pared torácica y
abdominal, fatiga y signos de hipoxia (palidez o cianosis) e hipercapnia (disminución del
nivel de conciencia secundario al incremento de la PaCO2). El grado de retracción de la
pared torácica puede disminuir con el inicio de la insuficiencia respiratoria a medida que
el niño se agota.

Puntuación de crup de Westley: clasificación de investigación El total de la puntuación oscila


entre 0 y 17 puntos. La escala está compuesta por cinco componentes:

• Estridor (0 = ausente, 1 = solo al agitarse, 2 = en reposo)


• Retracción (0 = ausente, 1 = leve, 2 = moderada, 3 = grave)
• Cianosis (0 = ausente, 4 = cianosis al agitarse, 5 = cianosis en reposo)
• Grado de conciencia (0 = normal, incluso durante el sueño, 5 = desorientado)
• Entrada de aire (0 = normal, 1 = disminuida, 2 = marcadamente disminuida).

La escala de crup de Westley ha sido utilizada en numerosos estudios de investigación clínica


para clasificar el crup en las categorías de leve, moderado o grave. Una puntuación total ≤1 se
considera generalmente leve, de 2 a 4 se considera moderada, y una puntuación ≥5 se considera
grave. Sin embargo, existe un grado de variabilidad considerable entre observadores cuando la
escala se utiliza en la práctica clínica, lo que limita su uso en el entorno clínico.

TRATAMIENTO

En el caso de crup leve y moderado, el objetivo principal del tratamiento es el alivio sintomático;
esto se logra con cuidados de soporte y corticosteroides administrados por vía oral o
nebulizados. En el caso de crup de intensidad moderada, se debe combinar con epinefrina
(adrenalina) nebulizada. Los niños pueden ser dados de alta de manera segura después de 2 a 4
horas de observación tras la administración de epinefrina. En el caso de crup de intensidad
grave, el objetivo principal del tratamiento es evitar una mayor afectación de las vías
respiratorias. Además del tratamiento combinado con corticosteroides parenterales o
nebulizados y epinefrina nebulizada, se le proporciona oxígeno al niño que muestra dificultad
respiratoria marcada. Está indicada la intubación para la insuficiencia respiratoria inminente.

Cuidado general

Se debe tener cuidado de no asustar al niño, ya que la agitación puede empeorar los síntomas.
Para garantizar el confort, el niño deberá estar sentado cómodamente en el regazo del cuidador
durante la evaluación y el tratamiento. Aunque no existen investigaciones suficientes respecto
del uso de oxígeno en el crup, la lógica clínica es clara cuando se trata de un niño con dificultad
respiratoria importante. El mecanismo por el cual el paciente con crup de intensidad grave se
vuelve hipóxico es consecuencia de una relativa hipoventilación. Por lo tanto, se llevará a cabo
una monitorización estrecha y reevaluaciones constantes. Podrá suministrarse oxígeno
humidificado por medio de manguera plástica con la abertura sostenida a unos centímetros de
la nariz o de la boca del paciente para minimizar riesgo de causar agitación. Es importante,
especialmente en el caso de crup leve, brindar tranquilidad a los padres e informarles sobre la
naturaleza de la resolución espontánea de la enfermedad.
Corticosteroides

Los corticosteroides son el pilar del tratamiento médico en crup leve. En una revisión
sistemática, se encontró que los corticosteroides mejoran los síntomas del crup moderado a
grave en un plazo de dos horas, con un efecto que se prolonga al menos 24 horas. Los
corticosteroides se asociaron con una reducción media de 15 horas en la duración de la estancia
hospitalaria o en el servicio de urgencias y una reducción del 50% en el número de ingresos para
tratamiento y visitas de seguimiento. Sin embargo, la mayoría de los estudios presentaban un
riesgo de sesgo alto o incierto. En general, se administra una única dosis oral de dexametasona,
con respuesta al tratamiento evidente dentro de las 2 horas y se notan más efectos beneficiosos
a las 10 horas de la dosis inicial. Tradicionalmente, para el crup se utilizaba una dosis de 0.6
mg/kg/dosis; sin embargo, la evidencia actual apoya el uso de una dosis más baja de 0.15
mg/kg/dosis. Agregar budesonida inhalada no parece proporcionar beneficios adicionales. No
existen pruebas suficientes que comparen una dosis única de corticosteroides con las dosis
múltiples. Dado que la mayoría de los síntomas del crup se resuelven dentro de los 3 días de
iniciados y el efecto antinflamatorio de la dexametasona, cuya duración se estima entre los 2 a
4 días, es poco probable que una segunda dosis sea beneficiosa en la mayoría de los niños con
crup.

Ambas vías de administración, oral e intramuscular, han mostrado ser equivalentes o superiores
a los corticosteroides inhalados en los casos de crup de intensidad moderada a grave. Es
necesario buscar vías de administración alternativas para aquellos niños que no toleran o no
absorben medicamentos por vía oral (p. ej., niños con vómitos persistentes o dificultad
respiratoria grave). La budesonida inhalada puede ser preferible en niños con hipoxia grave, en
los que la reducción de la perfusión intestinal y tisular puede perjudicar la absorción oral e
intramuscular. Establecer el acceso por vía intravenosa puede empeorar la angustia y
potencialmente precipitar la insuficiencia respiratoria. Se debe tener mucho cuidado a la hora
de considerar la administración por vía intravenosa. Hasta la fecha, no se han atribuido efectos
adversos al uso de corticosteroides en niños con crup. Las preocupaciones teóricas incluyen un
posible mayor riesgo de complicaciones por varicela (sobreinfección bacteriana, varicela
diseminada) en un niño con exposición reciente.

Agregar epinefrina (adrenalina) nebulizada

En el caso del crup de intensidad moderada y grave se debe administrar epinefrina nebulizada
con dexametasona, ya que proporciona alivio temporal de los síntomas de obstrucción de las
vías respiratorias. Debería evidenciarse una clara reducción del estridor y de la retracción
intercostal/esternal en los 10 a 30 minutos siguientes a la administración. Los efectos clínicos de
la epinefrina nebulizada duran en promedio al menos 1 hora, pero generalmente desaparecen
2 horas después de su administración. En promedio, los síntomas vuelven a su nivel inicial, sin
evidencia del efecto rebote.

Aunque la epinefrina racémica ha sido utilizada tradicionalmente para tratar niños con crup, la
epinefrina es igual de eficaz en el crup de intensidad moderada a grave. En algunos países, la
disponibilidad de L-epinefrina puede ser limitada. Se utiliza la misma dosis de adrenalina
nebulizada independientemente del peso, ya que la dosis eficaz del fármaco administrado a las
vías respiratorias se regula por el volumen corriente individual. No se han registrado efectos
adversos cuando se suministra una dosis cada vez. Se debe tener cuidado con las dosis múltiples
de epinefrina nebulizada. No se han registrado complicaciones asociadas con el uso de la L-
epinefrina en niños con enfermedades cardíacas conocidas.
Sin embargo, se aconseja la observación cuidadosa si el tratamiento con epinefrina se considera
necesario. En aquellos niños que no responden al tratamiento combinado a las pocas horas de
su administración, se debe realizar una evaluación refocalizada para descartar diagnósticos
alternativos.

Insuficiencia respiratoria inminente

En niños en los que se observa un progreso hacia movimientos asincrónicos de la pared torácica
y abdominal, fatiga y signos de hipoxia (palidez o cianosis) e hipercapnia (disminución del nivel
de conciencia por el incremento de la PaCO2), puede ser necesaria la intubación endotraqueal
para asegurar las vías respiratorias.

Tratamientos sin beneficio adicional

Históricamente se ha utilizado ampliamente el vapor o el aire humidificado, pero ahora existen


evidencias convincentes de que son técnicas ineficaces y hasta incluso perjudiciales en algunos
casos. Por ejemplo, el aire caliente humidificado presenta un mayor riesgo de lesión por
escaldadura y las cámaras de vapor estimulan el crecimiento del hongo si no se limpian de forma
adecuada. Además, estar encerrado en un espacio frío y húmedo, separado del cuidador, puede
incrementar la agitación del niño. Los antibióticos, agonistas beta-2 y descongestivos no han
sido estudiados y no se aconseja su uso.

Se ha estudiado el heliox (una mezcla definida de helio y oxígeno) para su uso como terapia
suplementaria en la obstrucción grave de las vías respiratorias. El helio es un gas inerte que no
tiene ninguna propiedad farmacéutica reconocida. El heliox generalmente contiene 70% de
helio, que limita el porcentaje de concentración de oxígeno al 30% máximo. Comparado con el
nitrógeno (el gas principal encontrado en el aire ambiente), el helio (un gas de menor densidad)
disminuye la turbulencia del flujo respiratorio de las vías respiratorias estrechadas, lo que, en
teoría, debería resultar en una disminución del trabajo respiratorio.

Sin embargo, no se ha demostrado aún que el heliox confiera mejorías sobre las terapias
estándar, limita la concentración fraccionaria del oxígeno inhalado que se puede suministrar y
puede ser difícil de utilizar en manos inexpertas. No se recomienda actualmente su uso en niños
con crup de intensidad grave. La traqueotomía es un tipo de intervención muy poco frecuente,
reservada para casos de intubación endotraqueal fallida (p. ej., en epiglotitis grave) y no está
indicada en caso de crup. Entre sus complicaciones se incluye el riesgo de sangrado, daño en
estructuras adyacentes del cuello, fuga de aire (neumomediastino o neumotórax), obstrucción
del tubo de traqueotomía, infección y lesión de la tráquea.

TRATAMIENTO

Leve (sin estridor en reposo)

• 1ª corticosteroides + cuidados de soporte


o Dexametasona: 0.15 a 0.6 mg/kg por vía oral en dosis única

Moderada (estridor en reposo; sin agitación o letargo)

• 1ª corticosteroides + cuidados de soporte


o Dexametasona: 0.15 a 0.6 mg/kg por vía oral en dosis única
o Budesonida inhalada: 2 mg nebulizada en dosis única
o Dexametasona: 0.6 mg/kg por vía intramuscular en dosis única
• Más adrenalina nebulizada (epinefrina)
o Adrenalina inhalada: (1:1000 solución de L-adrenalina) 5 mL sin diluir nebulizada
en dosis única
o Adrenalina inhalada: (solución racémica al 2.25%) 0.5 mL diluidos en 2-4 mL de
solución salina normal nebulizada en dosis única

Grave (estridor en reposo con agitación o letargo)

• 1ª corticosteroides + cuidados de soporte


o Dexametasona: 0.15 a 0.6 mg/kg por vía oral en dosis única
o Budesonida inhalada: 2 mg nebulizada en dosis única
o Dexametasona: 0.6 mg/kg por vía intramuscular en dosis única
o Dexametasona: 0.15 a 0.6 mg/kg por vía intravenosa en dosis única
• Más adrenalina nebulizada (epinefrina)
o Adrenalina inhalada: (1:1000 solución de L-adrenalina) 5 mL sin diluir nebulizada
en dosis única
o Adrenalina inhalada: (solución racémica al 2.25%) 0.5 mL diluidos en 2-4 mL de
solución salina normal nebulizada en dosis única
• Más oxigenoterapia
o Oxígeno: 8-10 L/min con mascarilla tipo blow-by
o Oxígeno: al 100% con mascarilla de no reinhalación
• Adjunto intubación en casos de insuficiencia respiratoria inminente

RECOMENDACIONES

Los niños con crup de intensidad moderada a grave que responden bien a la terapia combinada
con corticosteroides y epinefrina (adrenalina) nebulizada (más oxígeno) pueden ser dados de
alta de manera segura después de 2 a 4 horas de observación tras la administración de
epinefrina. Los niños ingresados en el hospital con dificultad respiratoria importante a pesar de
la terapia, requieren monitorización y observación constantes en cuanto a su estado respiratorio
y de sus constantes vitales. No es necesario el seguimiento después de la extubación en niños
que han estado intubados una vez que la dificultad respiratoria y los síntomas de obstrucción de
las vías respiratorias altas se han resuelto. En el caso poco frecuente de que los síntomas de
obstrucción de las vías respiratorias altas persistan, se necesitará una reevaluación para
determinar si hay alteraciones anatómicas preexistentes en las vías respiratorias altas.

Debe informarse a los padres acerca de los síntomas y signos del crup:

• Voz ronca
• Tos similar al ladrido de un perro
• Estridor (ruido respiratorio musical agudo y chillón cuando el niño inspira)
• Fiebre (aunque no todos los niños presentan fiebre).

La mayoría de los niños con crup de intensidad leve pueden ser observados en el hogar. Debe
aconsejarse a los padres que acudan al hospital en los siguientes casos:

• Si el ruido respiratorio (estridor) puede escucharse continuamente


• Si la piel entre las costillas se retrae hacia adentro con cada respiración
• Si el niño se encuentra inquieto o agitado.

Debe instruirse a los padres para que llamen a la ambulancia en los siguientes casos:
• Si el niño tiene el rostro muy pálido, azul o gris (incluidos los labios) durante más de unos
segundos
• Si el niño se encuentra inusualmente somnoliento o no responde
• Si el niño tiene gran dificultad para respirar (p. ej., el abdomen se hunde con cada
respiración o la piel entre las costillas o sobre la tráquea se retrae con cada respiración;
los orificios nasales pueden también aletear hacia adentro y hacia afuera)
• Si el niño se encuentra alterado (agitado o inquieto), con dificultad para respirar y no se
le puede calmar rápidamente
• Si el niño quiere estar sentado en lugar de acostado
• Si el niño no puede hablar, babea o tiene dificultades en la deglución

COMPLICACIONES

Traqueítis bacteriana: El mecanismo planteado es el de la superinfección bacteriana relacionada


con una disfunción inmunitaria previamente desconocida, que requiere tratamiento con
antibióticos de amplio espectro por vía intravenosa y, en casos graves, intubación endotraqueal.

Neumonía: El mecanismo planteado es el de la superinfección bacteriana, que requiere


tratamiento con antibióticos de amplio espectro.

PRONÓSTICO

Aunque la mayoría de los niños con esta afección sufre una enfermedad de intensidad leve,
resolución espontánea y corta duración, el estrés y la perturbación experimentada tanto por el
niño como por su familia están bien documentados.

Leve

De resolución espontánea sin tratamiento, pero menor tiempo de resolución con el tratamiento
con dexametasona.

Moderada

Perspectiva razonable. Si bien los síntomas de obstrucción pueden ser alarmantes, se resuelven
sin grandes complicaciones.

Grave

Antes de que los corticosteroides se adoptaran como tratamiento estándar, era 5 veces más
probable que los niños con crup de intensidad grave fueran sometidos a intubación
endotraqueal y que permanecieran intubados durante un 30% más de tiempo. La introducción
del tratamiento con corticosteroides de rutina disminuyó drásticamente el número de niños
intubados, redujo la cantidad de días en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y acortó la
duración de la estancia hospitalaria. Desde que el tratamiento combinado de dexametasona y
epinefrina (adrenalina) nebulizada se adoptara como atención estándar, el pronóstico para el
crup de intensidad grave ha sido excelente.

Insuficiencia respiratoria inminente

Muy poco frecuente, con necesidad de intubación solo entre el 1% y el 3% de todos los casos

También podría gustarte