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LA JURISDICCION CONSTITUCIONAL Y LOS

PROCEDIMIENTOS CONSTITUCIONALES.
Esta jurisprudencia puede definirse de la siguiente manera: “conjunto de decisiones o
fallos constitucionales emanados del Tribunal Constitucional, expedidos a efectos de
defender la superlegalidad, jerarquía, contenido y cabal cumplimiento de las normas
pertenecientes al bloque de constitucionalidad”
La jurisprudencia constitucional tiene una función pedagógica que es aplicable a todos
los individuos y poderes públicos y al igual que la ley tiene por finalidad enseñar de
forma correcta la interpretación de la Constitución y de los derechos fundamentales. De
esta manera se intenta lograr el perfeccionamiento del derecho constitucional y su
interpretación uniforme,8 esta característica importante de la jurisprudencia es analizada
en nuestro trabajo colectivo, en el cual estudiamos entre otros temas, la dependencia
recíproca entre la ley y la jurisprudencia, al igual que la tendencia doctrinaria que sitúa
dichas fuentes en el mismo nivel jerárquico.9
La jurisprudencia y la ley son complementarias entre sí y tienen elementos comunes
porque la primera llena los vacíos normativos de la última en el caso del procedimiento
de control de constitucionalidad de las omisiones legislativas; en este procedimiento se
suple la ausencia de regulación con dos clases de fuentes jurisprudenciales de derecho:
los principios constitucionales y la interpretación que garantice el juez constitucional
para que las leyes puedan tener eficacia concreta, se sometan a la constitución y se
fortalezca de este modo la protección de los derechos. Desde ese puto de vista, cuando
el juez indica cómo debe corregirse o interpretarse la legislación futura, desempeña un
rol de legislador positivo cuyo objetivo es mantener la ley vigente en el ordenamiento
jurídico. En la investigación colectiva titulada "El valor de la jurisprudencia como
fuente de derecho".10
En "El valor de la jurisprudencia como fuente creadora de derecho" comprobamos que
puede existir un equilibrio entre las fuentes del derecho y que la jurisprudencia
generalmente es el resultado de una corte constitucional activa.
Fabrizio Cassella, nos presenta sus reflexiones relativas a las jurisdicciones desde un
punto de vista orgánico, a través de un minucioso estudio comparado, analiza la
independencia judicial y las diferentes formas de designación de los jueces. El aporte
principal de la contribución es justamente la perspectiva comparativa de la institución
judicial donde emerge la jurisprudencia como fuente de derecho.
Es muy importante comenzar a leer el libro con el tema de "la judicatura", pues el
desenlace de este capítulo nos conduce precisamente a la labor creativa de un juez
autónomo que actúa con discrecionalidad bajo los límites rigurosos del ordenamiento
jurídico.
En la perspectiva anglosajona, el derecho es siempre hecho y aplicado por el juez;
conviene interpretar esta afirmación en un sentido estricto del término y considerar que
la jurisprudencia en lugar de crear el derecho revela una regla preexistente, por lo
general no se renueva sino que esta se conserva cuando las decisiones ulteriores deben
retomar aquello que fue resuelto en las decisiones precedentes o previas. El principio
de stare decisis implica someterse aquello que ya fue decidido.
En los sistemas romano-germánicos, el juez garantiza la interpretación razonable de las
leyes y su aplicación, cambiando o renovando la jurisprudencia sin resolver los casos
conforme a decisiones anteriores.
Esos puntos diferenciales de los sistemas jurídicos son estudiados por la profesora Rose
Nguyen Thi Hóng quien desarrolla su análisis tomando como referencia el sistema
constitucional francés. A través de la interpretación del concepto de la separación de
poderes, la autora realiza un análisis profundo sobre la creación del derecho en el primer
capítulo de nuestra obra. Después de analizar la controversia sobre las relaciones entre
el juez y el legislador en la doctrina, se explica el límite de las competencias de los
jueces y el alcance de los razonamientos judiciales en los casos concretos.
En la segunda parte del estudio de Rose Nguyen Thi Hóng se explica el rol de la
jurisprudencia como fuente indirecta de creación del derecho, las funciones de
interpretación y otras competencias de los jueces para llenar las lagunas legislativas y
descubrir nuevos principios de valor constitucional o generales de derecho, estos
principios complementan el ordenamiento jurídico y según la autora, son medios de
creación explícita e implícita del derecho.

Acerca del tribunal constitucional.

El Tribunal Constitucional es el órgano supremo de interpretación y control de la


constitucionalidad. Es autónomo e independiente, porque en el ejercicio de sus
atribuciones no depende de ningún órgano constitucional. Se encuentra sometido sólo a
la Constitución y a su Ley Orgánica – Ley Nº 28301.
Al Tribunal Constitucional se le ha confiado la defensa del principio de supremacía
constitucional, es decir, como supremo intérprete de la Constitución, cuida que las
leyes, los órganos del Estado y los particulares, no vulneren lo dispuesto por ella.
Interviene para restablecer el respeto de la Constitución en general y de los derechos
constitucionales en particular.
El Tribunal se compone de siete miembros elegidos por el Congreso de la República por
un período de cinco años. No hay reelección inmediata.

ATRIBUCIONES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Conforme al artículo 202 de la Constitución, corresponde al Tribunal Constitucional:
Conocer, en instancia única, el proceso de inconstitucionalidad.
Conocer, en última y definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de los procesos
de hábeas corpus, amparo, hábeas data y cumplimiento.
Conocer los conflictos de competencia, o de atribuciones asignadas por la Constitución,
conforme a la ley.
LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES

El Código Procesal Constitucional, Ley Nº 28237, regula los procesos constitucionales


previstos en los artículos 200 y 202, inciso 3), de la Constitución. Se pueden distinguir
siete procesos constitucionales:

1-Proceso de Hábeas Corpus.


2-Proceso de Amparo.
3-Proceso de Hábeas Data.
4-Proceso de Cumplimiento.
5-Proceso de Inconstitucionalidad.
6-Proceso Competencial.
7-Proceso de Acción Popular.
Los procesos constitucionales se clasifican en función del objeto de protección de cada
uno de ellos. Existen tres clases:
Procesos de tutela de derechos.- Tienen por objeto la tutela jurisdiccional de los
derechos constitucionales. Corresponden a este tipo de procesos: el proceso de hábeas
corpus, el proceso de amparo, el proceso de hábeas data y el proceso de cumplimiento.
Procesos de control normativo.- Tienen por objeto proteger jurídicamente la primacía de
la Constitución respecto a las leyes o normas con rango de Ley, en el caso del proceso
de inconstitucionalidad, y la primacía de la Constitución y de la ley respecto al resto de
normas de rango inferior a la ley, en el caso del proceso de acción popular. En ambos
procesos, es el orden jerárquico de las normas (principio de jerarquía de las normas) de
nuestro sistema jurídico el que constituye el objeto de protección (sistema de fuentes
prescrita por nuestra Constitución Política).
Proceso de conflicto competencial.- Tiene por objeto la protección de las competencias
que la Constitución y las leyes orgánicas atribuyen a los poderes del Estado, los órganos
constitucionales y a los gobiernos regionales y locales (municipalidades). Aquí se
encuentra el proceso competencial.

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