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Alejandro Gómez
COSMOLOGÍA-B1FFA_27456515-2794
07 de Marzo de 2022
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conocimiento: “nada hay en el intelecto que antes no haya pasado por los sentidos” esto lo
obligó a entrar en discusión con la doctrina de San Agustín, quien propuso que en lo más
profundo del alma, se encuentran de carácter innato, alojadas las ideas, permitiéndonos conocer
las verdades de la fe. Por el contrario Santo Tomás afirma categóricamente, desde su más
porque todo nuestro conocimiento arranca de lo sensible” (De veritate, I, 1, 9). La razón, a
través del mundo, es capaz de elevarse hasta el conocimiento de las cosas suprasensibles
(Suprasensibilis). Es por esto que en Aristóteles y Santo Tomás, ocurre una revaloración del
En relación al hilemorfismo aristotélico “lo primero que en esta vida nos es dado a
conocer es la esencia de las cosas materiales, que constituyen el objeto propio de nuestro
entendimiento extrae las formas o conceptos universales, las quidditas (esencias) de las cosas;
para el entendimiento humano, que se encuentra unido al cuerpo, el propio objeto lo constituyen
las esencias que existen en la materia. De ahí parte la teoría del intellectus agens o intelecto
agente, este proceso de abstracción es llevado a cabo de la siguiente forma: inicia de los sentidos,
de la percepción sensible cuyo resultado es la (specie sensibilis) imagen sensible, que se imprime
agente toma estas imágenes y las “ilumina” (entendiéndose así, el intelecto agente viene de
o ideas universales, estas son pues las species intelligibilis (esencias o formas inteligibles) que
Comentario a las Sentencias se declara que tanto el entendimiento agente como el posible son
dos potencias distintas: «es imposible que el agente y el posible no sean diversas potencias... De
modo que el alma tiene una virtud por la que hace a las especies sensibles ser inteligibles en acto,
que es el intelecto agente; y tiene una virtud por la cual está en potencia..., y esta virtud o
citó en Sellés, 2002). Ambas potencias son distintas para cada hombre. El entendimiento agente
es acto respecto del posible. Ambos empiezan a existir con el cuerpo. Pero el intelecto es acto del
cuerpo en un sentido distinto (principio finito) a como es acto de las operaciones cognoscitivas
(principia infinito). Por lo demás, se añade que el que requiere de hábitos, tanto adquiridos,
como innatos e infusos, es el entendimiento posible, no el agente. (ln III Sententiarum, d. 23, q.
Dado lo anterior, aquello universal que se encuentra latente en las cosas sólo se hace
visible al entendimiento por la acción del intelecto agente (Dios, que es el entendimiento activo).
En esta concepción, se pueden encontrar vestigios de San Anselmo o más próximo, de San
Agustín. Pues según Santo Tomás “por ser el intelecto agente un principio activo inherente a
nuestro espíritu, que participa de la iluminación de Dios que es la única y eterna verdad, que
contiene en si todas las esencias, puede actuar de nuevo lo que en las cosas hay latente de las
formas eternas”
Es casi que imposible, después de recorrer la teoría del conocimiento y su enfoque de los
clasificación de los universales, por ello se quiere en el objetivo de este escrito, concluir con un
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breve recuento sobre esta teoría, ya que se considera complemento de lo primero. Los
la realidad, este universal es In re, en la cosa misma; Para Dios este universal sería Ante rem,
pues Él lo ha tenido antes como pensamiento en su plan de la creación del mundo y luego ha
realizado aquello pensado. Pero ¿por qué se habla de un realismo de Santo Tomás? porque se
puede ver para él las ideas universales de las cosas, están en las cosas mismas; siguiendo en la
ideología del realismo, en tanto las ideas existen independientemente del hombre; sin embargo
no es un realismo tan fuerte, sino más bien moderado, pues las ideas se encuentran In re. Este
radicado en la antigua Grecia por Aristóteles por parte del pensamiento cristiano y marca su
cambio de actitud ante la naturaleza (desde el concepto filosófico y científico, es decir, la Physis)
por ello continuando con el pensamiento del aristotélico de la edad media, base sólida de la
este pensador posee sobre la verdad, pues para él ésta (veritate) consiste en la adecuación de la
re (cosa) y el intelectus, siguiendo en este pensamiento la doctrina aristotélica que nos presenta
que lo verdadero y lo falso no se hallan en las cosas mismas sino en el entendimiento; el mundo
determina el conocimiento, pues sólo del mundo se puede extraer los conceptos universales, es
decir, al concepto universal o idea entrar en la forma material del objeto para conocerlo, la mente
del ser humano en uso de su intelecto se informa y asimila la forma del objeto. Al tiempo, que el
intelecto agente establece la adecuación con las formas de las cosas, hallando así la verdad.
pensamiento cosmológico de la Grecia antigua, en que este pensador, desde su teoría del
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conocimiento reconoce la materia de igual modo que Aristóteles, como el elemento que produce
reconoce como aquel fundamento del universal In re; pero en esta concepción, la creación de la
materia continúa siendo como en la cosmología griega antigua, una aporía, pues no puede ser
demostrada por la razón, a la que sólo mediante la aceptación dogmática podría acercarse a una
comprensión.
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REFERENCIAS
Santo Tomás de Aquino. (2016); María Idoya Zorroza Huarte (ed. lit.), Jesús García López
(trad.), 2 Ángel Luis González García (trad.), Carlos Llano Cifuentes (trad.), María Jesús Soto
Bruna (trad.), Juan Fernando Sellés (trad.), David Ezequiel Téllez Maqueo (trad.), Santiago
Gelonch (trad.), Santiago Argüello (trad.). Universidad de Navarra, EUNSA. (Obra original
publicada en 1267).
Sellés, J. (2002) El entendimiento agente según Tomás de Aquino Revista española de filosofía
ElEntendimientoAgenteSegunTomasDeAquino-301772%20(1).pdf