Está en la página 1de 3

EBAU 2019/20 Sergio Nicolás Llorach

TEMA 10

LAS TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS DEL SIGLO XIX: LAS DESAMORTIZACIONES.

A) – ​Introducción

Los políticos liberales eran conscientes de que los cambios en la estructura de la


propiedad de la tierra habían favorecido en otros países una gran expansión de la
propiedad agrícola. Pensaban que la primera medida que había que adoptar para
poner fin al ​atraso del campo español era eliminar los restos del régimen señorial que
todavía subsistía en buena parte de las regiones del país. Por ello era necesario
erradicar el sistema de propiedad de manos muertas y vender las tierras para que los
nuevos propietarios modernizasen el campo.
A pesar de algunos intentos llevados a cabo por las Cortes de Cádiz o por los
gobernantes durante el Trienio Liberal, los cambios más importantes en la estructura
de la propiedad de la tierra se produjeron a raíz de las ​desamortizaciones, aplicadas en
1836 con el gobierno progresista durante la Regencia de María Cristina y en 1855
durante el bienio progresista del reinado de Isabel II.

B) ​– Concepto de Desamortización

Las ​desamortizaciones consistieron en la expropiación, por parte del Estado, de las


tierras eclesiásticas y municipales para su posterior venta a particulares en pública
subasta. Los bienes amortizados, vinculados o de manos muertas, es decir, aquellos
que no podían venderse o cambiar de propiedad, dejan de serlo para convertirse en
bienes de propiedad privada. Al estar este tipo de bienes vinculados a la nobleza, a la
Iglesia o a los municipios la desamortización ha constituido una de las tareas históricas
más importantes de la revolución liberal burguesa orientada a transformar el régimen
de propiedad feudal. El proceso de desamortización se desarrolló a partir de 1836 en
dos fases, a cada una de las cuales se la conoce por el nombre del ministro que la puso
en marcha: la desamortización de ​Mendizábal​ y la de ​Madoz​.
Junto con las desamortizaciones se adoptaron otras medidas para poner fin al
atraso del campo español:
A- La ​supresión de los mayorazgos (1836), que transformó los bienes vinculados a
ellos –inalienables hasta entonces- en propiedades plenas y libres en poder del
titular de la familia correspondiente. Éste en lo sucesivo podría hacer con sus
propiedades lo que quisiera: venderlas, donarlas o perderlas si las embargaban
por deudas. Desaparecía así la protección de los patrimonios nobiliarios, que se
habían mantenido a salvo de herederos manirrotos. Promulgada durante el
Trienio Liberal (1820), quedó ahora revalidada.
B- La ​abolición del régimen señorial (1837), que tenía una doble vertiente: por un
lado, se anulaban todos los derechos señoriales de carácter jurisdiccional,
como el nombramiento de autoridades municipales, la administración de
justicia, etc.; y por otro, se transformaban las tierras de los señoríos en
propiedades plenas y libres de sus legítimos dueños.

C) – ​Desamortizaciones de Mendizábal.
EBAU 2019/20 Sergio Nicolás Llorach

Antes de iniciar las desamortizaciones Mendizábal declaró todos los bienes


nacionales, y a partir de ese momento publicó sus dos leyes.

Ley de 1836, por la que quedaron desamortizados los bienes del clero
regular masculino. Con esta ley pretendía quitar poder a la iglesia, crear una
clase de propietarios afines al liberalismo y satisfacer los deseos de las
Juntas.
Ley de 1837, por la que quedaron desamortizados los bienes del clero
secular. También fueron exclaustradas las órdenes femeninas y se retiró el
diezmo. Con esta ley se abolió el mayorazgo y el señorío.

Las consecuencias de estas desamortizaciones fueron las siguientes:


● Las tierras fueron vendidas en subasta pública, lo que imposibilitó el acceso a las
mismas del campesinado. En realidad fueron adquiridas por la burguesía de
negocios.
● Pérdida o dispersión del Patrimonio Histórico-Artístico y documental, que residía
en los claustros.
● Se pagó en Títulos de Deuda, lo que provocó un aumento de la misma. Sobre todo
cunado los inversores pidieron los beneficios.
● Fracasó el intento de reforma agraria, pues la tierra no fue al campesinado, sobre
todo porque la nobleza conservó parte de sus bienes.
● Consolidó el régimen liberal, aunque muchos de los liberales que adquirieron
tierras no pertenecían al bando progresista, eran moderados.
● De los 100.000 hombres propuestos a movilizar para la guerra carlista, sólo
pudieron ser reclutados 50.000.

D) – ​La Desamortización de Madoz 1855.

Fue la segunda gran desamortización del siglo XIX. Incluso formó parte del
programa del Bienio progresista. Esta desamortización ponía en venta, mediante
subasta pública toda clase de propiedades rústicas y urbanas pertenecientes al
Estado, a la Iglesia, los Municipios, en general todos los bienes que podían ser
amortizados.
Se trataba, por tanto, de completar y terminar el proceso de desamortización
iniciado por Mendizábal en 1836. A diferencia de éste, la ley Madoz se desarrolló a
gran velocidad. Entre 1855 y 1856 se subastaron más de 43.000 fincas rústicas y
unas 9.000 urbanas, por un valor cercano a los 8.000 millones de reales, mediante
el pago de un 10% de entrada y el resto aplazado, y admitiéndose sólo el abono en
efectivo.
Este dinero se utilizó para amortizar la deuda y a cubrir las necesidades de la
Hacienda tras la abolición del impuesto de consumos. También una importante
inyección económica para hacer frente al ferrocarril, con la aprobación de la Ley de
Ferrocarriles de 1855.

Las consecuencias de esta segunda desamortización fueron la eliminación de la


propiedad comunal y lo que quedaba de la eclesiástica, lo que provocó, en el
primer caso, un agravamiento considerable de la situación económica del
EBAU 2019/20 Sergio Nicolás Llorach

campesinado, y en el segundo, una ruptura de la relaciones con la Iglesia ante la


flagrante violación del Concordato.

E)-​ Conclusión

En conjunto si se juntan ambos procesos de desamortización, entre 1836 y


1856 se transfirió la propiedad de 10 millones de hectáreas, el 20% de la superficie
nacional. En realidad la desamortización de Madoz estuvo vigente hasta 1895, año
en que fue derogada, pero desde 1856 apenas hubo subastas, ya que quedaba
poco por vender. En cambio sí contribuyó aumentando los ingresos de la Hacienda,
durante estos cuarenta años, al irse abonando los pagos aplazados.
En definitiva, el proceso desamortizador contribuyó al cambio hacia una
sociedad burguesa. Significó el traspaso de una enorme masa de tierras a los
nuevos propietarios y la fusión de la antigua aristocracia feudal con la burguesía
urbana para crear la nueva élite terrateniente.

También podría gustarte