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TEMA8: Proceso de desamortización y cambios

agrarios

Manuscrito sobre la desamortización de


Manuscrito sobre la desamortización
Mendizábal de Madoz

Rui Dong Lin


2º Bachillerato B
Índice:
• Introducción: La Teoría Liberal
• La desamortización. Concepto Generales
• Evolución del proceso desamortizador en España
Primeras desamortizaciones
Las grandes desamortizaciones: de Mendizábal (1835-1836) a Madoz (1855)
• Consecuencia de las desamortizaciones
• Transformaciones agrarias y desamortización en Andalucía
• Conclusión

1. Introducción: La Teoría Liberal


Las doctrinas liberales consideran que uno de los objetivos principales del ser
humano es ser feliz. Para alcanzarlo hay que disponer de recursos materiales para el
presente y el sustento en el futuro, un contexto de libertades que no obstaculice la
consecución de igualdad política y jurídica, y garantizar derechos naturales de ser
humano: la propiedad privada y la libertad individual. El Estado Liberal arremetió
contra el Antiguo Régimen, sus focos de actuación se centraron en los regímenes de
tenencia y propiedad de la tierra, se estableció la igualdad jurídica y se configuró un
sistema de libertades políticas, económicas y sociales que crecía y se consolidaba a
largo del siglo XIX, en el reinado de Isabel II. El Estado Liberal se consolidó con las
desamortizaciones de Mendizábal (1835) y la de Madoz (1855).

2. La desamortización. Conceptos Generales


En el Antiguo Régimen, gran parte de la tierra era propiedad de manos muertas. Se trataba
de un patrimonio inmueble, como las vinculaciones o los mayorazgos, que lo mantenía fuera del
mercado. Y eran una fuente de riqueza mal aprovechada, constituía el mayor obstáculo para la
capitalización y mejora de estos patrimonios, y la inexistencia de una mentalidad empresarial.
La administración y explotación de la tierra durante el Antiguo Régimen es de origen
medieval, régimen señorial. Su transformación se produjo en el siglo XIX de manera paralela en dos
frentes: las desvinculaciones de los patrimonios nobiliarios y la desamortización de los bienes
eclesiásticos y municipales.
A través de las desvinculaciones, las tierras eran liberadas. Los titulares pasaban de
usufructuarios a propietarios, pudiendo de este modo vender libremente sus posesiones. Para ello
fueron necesario una serie de medidas legales:
• Abolición de los señoríos. Se acabó las relaciones de dependencia entre los habitantes de sus
territorios y los señores. Los campesinos pasan a estar bajo la autoridad del estado. Los
antiguos señores perdían sus tradicionales derechos jurisdiccionales, juntos a los campesinos,
que ya no estaban sometidos a la servidumbre, convirtiéndose en ciudadanos libres.
• Supresión de los mayorazgos. Es una institución de origen medieval. Los titulares del
mayorazgo eran usufructuarios, por lo que no podían vender los bienes heredados y debían
transmitirlos íntegros a sus herederos. Y ahora los pueden libremente.
• Conversión de la tierra en propiedad particular y libre. Los campesinos que habían
trabajados, transmitido y heredado generacionalmente las tierras fueron desheredados.
A través de la desamortización, el Estado expropia y nacionaliza, para su posterior venta en
subasta pública, los bienes eclesiásticos o civiles, llamados bienes de propios o comunes. Pueden
distinguir varios pasos:
• Se promulgaron leyes para exclaustrar (suprimir órdenes religiosas) y para desamortizar
bienes eclesiásticos o municipales, es decir, liberarlos para permitir su entrada en el mercado.
• A continuación, son convertidos en bienes nacionales, dejando de este modo de estar en
manos muertas para convertirse en bienes susceptibles de ser vendidos.
• Finalmente, esos bienes salen a la venta en subasta pública.
Los motivos de la desamortización fue que con ellas aumentaría el número de propietarios y
que estos trabajarían sus tierras con la intención de prosperar económicamente. El aumento de la
riqueza individual aumentaría la nacional. Las distintas desamortizaciones sirvieron al Estado
español para disminuir la dilatada deuda pública, para buscar finalización para la guerra y para
construir la estructura del nuevo Estado liberal burgués.
3. Evolución del proceso desamortizador en España
Las desamortizaciones se desarrollaron de manera discontinua por las distintas coyunturas
políticas. Abarcan un periodo que se extiende desde 1767, año en que los jesuitas fueron expulsados
de España y de las Indias por Carlos III, hasta la dictadura de Primo de Rivera, cuando fueron
derogadas a través del Estatuto Municipal de 1924, obra del Calvo Sotelo. Durante este extenso
periodo pasaron a manos privadas casi 20 millones de hectáreas.
3.1. Las primeras desamortizaciones
Los grandes procesos desamortizadores se produjeron durante el reinado de Carlos III (1766)
con la entrega de tierras municipales en arrendamiento a los campesinos más pobres y necesitados.
Fueron impulsados por el Conde de Aranda, para hacer frente a un grave problemas económicos y
social, derivado de la falta de tierras. Asimismo, cabe destacar la expulsión de los órdenes jesuitas
en 1767, que implicó la incautación de los bienes de la orden religiosa para su venta en subasta
pública.
La primera desamortización, llamada desamortización de Godoy, se llevó a cabo en tiempos
de Carlos IV (1798), con permiso de la Santa Sede para expropiar y vender los bienes de la orden de
los jesuitas. Esta desamortización fue para hacer frente al problema de la deuda, y no aprobar una
reforma del sistema agraria. Durante la Guerra de Independencia (1808-1814) el gobierno de José I,
por un lado, y las Cortes de Cádiz, por otro, decretaron nuevas desamortizaciones de manera
paralela e independiente. Al igual que durante el Trienio Liberal (1820-1823), tuvieron escasa
repercusión debido al contexto de inestabilidad política y a las dificultades técnicas y materiales, y
por la restauración absolutista que en 1814 y 1823 puso fin a estas experiencias constitucionales,
derogando la legislación liberal del momento.
3.2. Las grandes desamortizaciones: de Mendizábal (1835-1836) a
Madoz (1855)
La tradicionalmente conocida como desamortización de Mendizábal, se encuadra en un
contexto marcado por la I Guerra Carlista. El apoyo de los liberales posibilitó el acceso del poder de
Isabel y la puesta en marcha de un programa reformista que abría paso al Estado liberal. El hecho
de que gran parte del clero apoya a los carlistas llevó a los liberales a tomar medidas contrarias a los
intereses de la Iglesia, al tiempo de que se extendía un fuerte sentimiento anticlerical de forma
violenta.
La regente María Cristina (1833-1840) llamó a los liberales moderados para formar que
gobierno (1833-1835). El tímido aperturismo del régimen, la situación de guerra contra los carlistas,
y la falta de recursos, terminaron desgastando y desestabilizando al gobierno moderado. Con
violentos motines anticlericales y formaciones de juntas revolucionarias que reclamaban un régimen
más abierto. Ante esto la regente se vio forzada a permitir el acceso al gobierno de los progresistas.
Mendizábal, que actuó primero como presidente interno del Consejo de Ministro 1835-1836) y
después como ministro de Hacienda (1835-1836), y puso al frente unos de los mayores
procesos desamortizadores de la historia de España. Este proyecto se inició antes de la llegada del
poder de Mendizábal, durante el primer periodo moderado y se enmarca dentro de una ideología
de carácter liberal, se ejecutó con la finalidad de disminuir la deuda pública, poder para efectuar
futuras peticiones de préstamos con los que financiar los proyectos liberales y gastos militares. En
primer lugar, se promulgó leyes de exclaustración, que suprimieron órdenes religiosas o algunos
de sus casas. Y prohibieron la orden de los jesuitas mediante la Real Decreto de 7 de julio de 1835,
junto a otros reales decretos que continuaron suprimiendo órdenes religiosas. Destaca el Real
Decreto de 25 de julio de 1835, que suprimieron 900 casas de distintas órdenes religiosas. Con el
sector liberal en el poder, fue promulgado el Real Decretos desamortizadores de 19 de febrero de
1836, por Juan Álvarez Mendizábal, que pusieron en venta los bienes confiscados de las órdenes
religiosas (El decreto desamortizador, en medio de la Guerra con los carlistas, puso en venta todos
los bienes del clero regular. De esta forma quedaron en manos del Estado y se subastaron
públicamente no solamente tierras, sino casas, monasterios y conventos con todos sus enseres,
incluidos obras de artes y libros). Siguieron promulgándose leyes que afectaron mayormente los
bienes de la Iglesia.
Con Espartero como regente en 1841 dio un impulso a la desamortización, afectando también
a los bienes del clero secular. El fin del régimen esparterista y el triunfo del moderantismo llevó a la
anulación de la legislación desamortizadora, aunque siguió vendiendo los bienes del clero restante,
pero de menor medida durante la Década Moderada (1844-1854). Por la desamortización condujo a
la ruptura de relación entre la Iglesia Católica y el Estado español, este es advertido de las
consecuencias por el Papa Gregorio XVI en su encíclica (1841). Para recuperar la relación se firmó el
Concordato de 1851, por el papa Pío IX que aceptaba los bienes perdidos de la Iglesia y retira la
condena. Pero a cambio de que el Estado español pague los gastos de la Iglesia, religión única, la
católica, y el control de la educación.
Durante el Bienio Progresista (1854-1856), con Espartero como presidente, se pisó en marcha
junto a la desamortización de Mendizábal, la Ley de Desamortización de Madoz (1 de mayo de 1855),
se pusieron en venta los bienes eclesiásticos restante, los bienes propios y los bienes comunales o
baldíos, y su objetivo fueron: obtener beneficio para la industrialización, para la expansión del
ferrocarril; y dinero destinado para el fondo de los ayuntamientos, y sus habitantes. Solo aceptaron
como forma de pago el metálico, con el que se perdió lo atractivo y la rentabilidad de las anteriores
desamortizaciones, y no atrajo a los burgueses, que se interesaron más en otras inversiones.

4. Consecuencias de los procesos desamortizadores


El principal objetivo fue aminorar la deuda pública y recaudar dinero para construir la
estructura del nuevo Estado liberal y financiar sus proyectos. Surgió un proletariado agrario,
compuesto por más de dos millones de campesinos desposeídos de los medios de producción y
convertidos en jornaleros, con salarios miserable y condiciones de trabajo y vida muy duras; y nació
una nueva burguesía agraria, compuesto por terratenientes, que trató de emular el estilo de vida y
comportamiento de la vieja nobleza y que se convierte en una clase conservadora. Como
consecuencia, la estructura de la propiedad preexistente, muy desequilibrada, se consolidó e incluso
salió fortalecida: latifundismo en el centro-sur y minifundismo en el norte. Fue el origen de un grave
problema económico y social, el hambre de tierras. Que fue paralelo al aumento de la conflictividad
en el campo durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX. El proceso
desamortizador, al principio, los bienes obtenidos eran para el arca del Estado, pero a la larga
beneficio al cultivo de nuevas tierras. Sin embargo, este proceso empeoró la situación de los
pequeños campesinos.
Según Álvaro Flórez Estrada (1765-1853), como otros contemporáneos, criticó el proceso de
desamortización como un proceso innecesario, ya que el objetivo principal era satisfacer la deuda
pública, pero generó una nueva clase de ricos, con el que los campesinos son excluidos. Y Flórez
Estrada propuso una nueva forma de distribución de la riqueza, basado en un sistema enfitéutico
(cesión temporal del dominio sobre un bien inmueble a cambio de un canon anual). Con este sistema
según Flórez, además de resolver el problema de la deuda, podría haber ayudado a equilibrar la
estructura de la propiedad de la tierra existente. La reforma agraria agravó las desigualdades
sociales; y los antiguos nobles y la burguesía se convirtió en propietarios de la tierra, perjudicó a los
campesinos, que tenían que pagar más el coste de arrendamientos o son expulsados.
5. Transformaciones agrarias y desamortización en Andalucía
El latifundismo jugaba un papel importante en Andalucía, aunque la estructura de la
propiedad mayoritaria variaba regionalmente:
• En la Baja Andalucía se consolidó el latifundismo preexistente.
• En la Alta Andalucía, la mediana y pequeña propiedad previa salió igualmente fortalecida.
Destaca la persistencia de una agricultura escasamente tecnificada y de baja productividad,
practicada por campesinos jornaleros sometidos a condiciones de vida y trabajo muy duras, por la
enorme masa de mano de obra. Los cambios en el campo comenzarían a ser demandados por el
proletariado agrario cuando toman la conciencia de clase y comienza a organizarse sindicalmente.

6. Conclusión
La agricultura vivió una profunda reforma basada en la abolición del régimen señorial, la
supresión de los mayorazgos y las grandes desamortizaciones de Mendizábal y Madoz. Con este
conjunto de medidas se liberalizo la agricultura, permitiendo que la tierra pudiera circular
libremente en el mercado, y se eliminaron los frenos que impedían el desarrollo de una agricultura
capitalista dirigida al mercado. La mayor parte de la tierra paso a manos de propietarios privados
individuales. Con esto no hubo cambios reales en la sociedad, pero estos cambios empeoraron la
situación de los campesinos y favorecieron a los burgueses y nobles. Aunque en teoría estas
desamortizaciones eran para beneficiar a los colectivos, pero en la práctica estas desamortizaciones
beneficiaron más a unos individuos concretos, aumentando así la diferencia social.

CUESTIÓN 1

a. ¿En qué reinado tuvo lugar la desamortización de Mendizábal?


Isabel II

b. Describa muy brevemente en qué consistió esta desamortización.


En 1836, durante la regencia de María Cristina y del trascurso de la I Guerra Carlista, el
gobierno progresista (cuyo ministro de Hacienda era Mendizábal) nacionalizó todos los bienes de
las órdenes religiosas (bienes eclesiásticos), que fueron puestos a la venta mediante subasta pública
a la que podían acceder los particulares. Las tierras podían comprarse en metálico o a cambio de
títulos de la deuda pública. La causa era obtener fondo económico para abastecer la guerra carlista,
el espíritu anticlerical de la época y presión de antiguos compradores para reintegrar sus posesiones;
y sus consecuencias fueron, que la producción agraria no mejoró; benefició a los campesinos ricos,
burgueses, y la vieja aristocracia; continua el desequilibrio de la sociedad; pérdida considerable de
cuadros y patrimonios culturales; y la ampliación de las ciudades. Antes de esta desamortización
hubo otras, como la de Carlos III, la propuesta por Godoy en 1798 o la aprobada por la Corte de
Cádiz en 1812.

CUESTIÓN 2

a. ¿Qué político español fue responsable de la desamortización durante el Bienio


Progresista? / ¿Qué político español fue responsable de la desamortización durante
la Regencia de María Cristina?
Pascuar Madoz / Juan Álvarez de Mendizábal

b. Explique el concepto de desamortización.


La desamortización es el asentamiento de la propiedad privada de la tierra, dando fin a su
amortización. Esta consistía en la vinculación de la tierra a instituciones nobiliarias, eclesiásticas y
municipales, por lo que los directores de esas instituciones no podían venderlas, sólo disfrutar de
sus rentas. La desamortización consistió en dos procesos paralelos: la desvinculación de las tierras,
que pasan a ser propiedad privada, por lo que podían ser vendidas, medida tomada en la
desamortización de Mendizábal de 1836; y la expropiación por el Estado de los bienes del clero
regular, del clero secular y de los Ayuntamientos y su venta en pública subasta, aprobadas por
Mendizábal en 1836, por Espartero en 1841 y por Madoz en 1855 respectivamente.

CUESTIÓN 3

a. ¿En qué reinado tuvo lugar la desamortización de Madoz?


Isabel II

b. Describa muy brevemente en qué consistió esta desamortización.


Durante el bienio progresista del reinado de Isabel II, siendo ministro de Hacienda Madoz,
se promulga la Ley General de Desamortización, que ponía en venta todos los bienes de propiedad
colectiva, los eclesiásticos que no habían sido vendidos en la etapa anterior y los de los municipios
(de propios y comunales). Se utilizó el procedimiento de subasta pública. Su objetivo era obtener
dinero para la industrialización y fondos para los ayuntamientos. Y benefició a los burgueses y
pequeños propietarios de los pueblos

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