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BLOQUE 8

PROCESO DE DESAMORTIZACIÓN Y CAMBIOS AGRARIOS

1. DE LA PROPIEDAD FEUDAL DEL ANTIGUO RÉGIMEN A LA PROPIEDAD CAPITALISTA


DEL RÉGIMEN LIBERAL.
2. ETAPAS.
3. LA DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL (1836-37).
4. LA DESAMORTIZACIÓN DE MADOZ (1855).
5. VALORACIÓN DEL PROCESO DESAMORTIZADOR.

1. DE LA PROPIEDAD FEUDAL DEL ANTIGUO RÉGIMEN A LA PROPIEDAD


CAPITALISTA DEL RÉGIMEN LIBERAL.

En el Antiguo Régimen gran parte de la tierra estaba en manos de los denominados


estamentos privilegiados: la nobleza y la iglesia; eran los señoríos. El poder económico e
incluso el social y político se manifestaba a través de los señoríos territoriales, es decir, tierras
pertenecientes a la iglesia y a la nobleza que cultivaban los campesinos desde la época
medieval, a cambio de una serie de pagos en dinero o en frutos; o bien mediante los señoríos
jurisdiccionales que permitían a los señores controlar la justicia, los cargos municipales y
monopolizar otras fuentes de riqueza (bosques, prados, hornos, etc.).

Además, una gran masa de las tierras y bienes no podían venderse, eran las tierras
vinculadas. En el caso de la nobleza, éstas debían ser transmitidas al heredero primogénito;
eran tierras vinculadas que recibían el nombre de mayorazgo. A su vez la Iglesia tenía bienes
(tierras y casas), habitualmente procedentes de donaciones, que no podían venderse pues
estaban vinculadas y servían para su sostenimiento, eran las tierras en manos muertas.
También los municipios tenían tierras vinculadas: los llamados bienes de comunes (tierras de
los ayuntamientos para el uso de los habitantes del municipio: leña, pastos...) y los bienes de
propios (parcelas cultivadas por los campesinos a cambio de una renta, dinero que se utilizaba
para el mantenimiento de la administración del municipio).

Así pues, la propiedad de la tierra en el Antiguo Régimen tenía una explotación poco
racional que impedía obtener el mejor rendimiento. Como la economía española del siglo XIX
dependía fundamentalmente de la agricultura, su atraso tecnológico limitaba la contribución de
este sector a la modernización económica e impedía una revolución industrial como la que tuvo
Inglaterra desde mediados del siglo XVIII. En este sentido se inició el proceso de hacer pasar
las tierras en "manos muertas" a otros propietarios dispuestos a obtener la mejor explotación
económica, a este proceso se le conoce con el nombre de desamortización. En otras
palabras, desamortizar era nacionalizar las tierras de la Iglesia y de los municipios para luego
ser vendidos en pública subasta. Los ingresos de estas ventas iban dirigidos al saneamiento de
la Hacienda pública.

Tal proceso ha sido calificado como de reforma agraria liberal. "Reforma agraria" porque la
propiedad de la tierra pasa de "manos muertas" a propiedad privada, y ponía en circulación
tierras sin explotar para su cultivo. "Liberal" porque fueron los gobiernos liberales progresistas
del siglo XIX quienes la llevaron a cabo, aunque de forma muy tímida se iniciaron ya desde
finales del siglo XVIII, durante el reinado de Carlos IV, con Godoy.

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2. ETAPAS.

La desamortización debe ser entendida no como un acto aislado, sino como todo un
proceso histórico que cubre una amplia etapa cronológica desde el reinado de Carlos IV hasta
bien entrada la segunda mitad del siglo XIX:

 Durante el reinado de Carlos IV, Godoy planteó reformas como la desamortización


de tierras eclesiásticas con el fin de conseguir recursos para el Estado (1798).
 José I Bonaparte (1808-1813) pretendía la liquidación del Antiguo Régimen y tomó
medidas como la abolición del régimen señorial, la desamortización de las tierras de
la Iglesia y la desvinculación de los mayorazgos.
 Las Cortes de Cádiz inician la oleada desamortizadora. Estas medidas fueron
paralizadas con Fernando VII durante el Sexenio absolutista, continuadas en 1820
durante el Trienio Liberal y nuevamente interrumpidas durante la Década ominosa
 Durante la regencia de María Cristina de Borbón (minoría de edad de Isabel II) la
desamortización eclesiástica de Mendizábal (1836), pone en venta pública los
bienes del clero.
 Durante la mayoría de edad de Isabel II, en el Bienio progresista, sobresale la Ley
de Desamortización General de 1855 que pone a la venta sobre todo los bienes de
los municipios, conocida como la desamortización civil o desamortización de Madoz.

3. LA DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL (1836-37).

De estas desamortizaciones, hay que destacar las realizadas durante el reinado de Isabel
II, es decir las dos últimas, especialmente la de Mendizábal, porque la puesta en práctica de
esta ley trajo la ruptura de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede y dividió a la opinión
pública de tal forma, que ha quedado en la historia de nuestro país como la "desamortización"
por definición.

Cuando en 1835, el progresista Juan Álvarez Mendizábal llegó desde Londres para presidir
el Gobierno le preocupaba garantizar la continuidad en el trono de Isabel II. Para ello era
necesario ganar la guerra carlista y esto no podía realizarse sin dinero o sin créditos. Y para
que el gobierno tuviese credibilidad ante futuras peticiones de préstamos era preciso eliminar o
disminuir la deuda pública.

Esto lo pretende conseguir mediante las leyes desamortizadoras de 1836 y 1837. Con la
primera, el decreto de 1836, se puso en venta todos los bienes del clero regular (conventos y
monasterios), quedando en manos del Estado no solamente tierras sino también casas,
monasterios y conventos con todos sus enseres, incluidas las obras de arte y los libros. Con la
segunda, la de 1837, la desamortización eclesiástica se extendió al clero secular (iglesias y
catedrales), aunque la ejecución de esta última se llevó a cabo en 1841, durante la regencia de
Espartero. Se prolongó hasta 1844, cuando su aplicación quedó paralizada por el gobierno
moderado de Narváez.

La venta de los bienes desamortizados se haría en pública subasta, con dos


procedimientos de pago: los adjudicatarios pagarían en dinero efectivo, en 16 años y a un
interés del 5%, o en títulos de Deuda pública, en 8 años y con un interés del 10%. La mayoría
de los compradores optó por la segunda opción, lo que hizo que se recaudara unos 900
millones de reales, frente a unos 4.000 millones que hubiese supuesto el volumen total de las
ventas, ya que los títulos de Deuda utilizados por los compradores estaban sobrevalorados.

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La desamortización de Mendizábal pretendía lograr una serie de objetivos:

 Cambiar el régimen de la propiedad, que pasaría de propiedad vinculada a


propiedad libre, lo que se correspondía con el programa del liberalismo económico.
 Disminuir la deuda pública y pagar la guerra carlista.
 Crear una nueva clase de propietarios que tendrían interés en defender el régimen
liberal.
 Aumentar la producción agrícola y el comercio, ya que se suponía que los nuevos
propietarios cultivarían mejor las tierras y el rendimiento sería mayor y, por lo tanto,
se daría lugar a una revolución agrícola e industrial, como en Inglaterra.
 Disminuir el poder económico del clero y castigar a la Iglesia por su apoyo al
carlismo.

El proceso desamortizador tuvo una serie de problemas:

 Se desarrolló en una economía en la que la sólo tenían dinero ciertos grupos


sociales: nobles, burgueses, y algunos campesinos propietarios. Ante este
problema la masa de campesinos pobres no podían acudir a las subastas.
 Fue también una cuestión de disputa entre moderados, en contra, y progresistas, a
favor. Suspendida esta desamortización por los moderados y de nuevo impuesta
por Espartero, fue otra vez paralizada en 1844 con la Década moderada y la firma
del Concordato de 1851 con la Santa Sede. A cambio, la Iglesia aceptaba la venta
de los bienes ya desamortizados. La Iglesia sacará sustanciosa ventaja ya que a
raíz de esta negociación pasará a estar subvencionada por el Estado (presupuesto
de culto y clero).

4. LA DESAMORTIZACIÓN DE MADOZ (1855).

Durante el bienio progresista (1854-56), el gobierno tomó trascendentes medidas, entre las
que destaca la reanudación del proceso desamortizador. El ministro de Hacienda Pascual
Madoz elaboró la Ley de Desamortización General de 1855. Se llamaba general porque se
ponían en venta todos los bienes de propiedad colectiva: los de los Ayuntamientos,
denominados de propios (los que proporcionaban una renta a los ayuntamientos por estar
arrendados) y comunes (no proporcionaban renta y eran utilizados por los vecinos del pueblo),
y los de los eclesiásticos que no habían sido vendidos en la etapa anterior. Tales medidas
supusieron una nueva ruptura con Roma y graves problemas de conciencia para Isabel II.

La desamortización de Madoz presenta unas características que la diferencian de la de


Mendizábal:

 El dinero obtenido fue utilizado fundamentalmente en la construcción del ferrocarril.


 En cuanto al procedimiento de pago, que solo podía hacerse en metálico y no con
Deuda pública. Esto fue debido a la experiencia negativa de la desamortización de
Mendizábal, que se recaudó menos de lo previsto con los pagos en títulos de la
Deuda pública.
 Desde un punto de vista económico tuvo una importancia superior. Sin embargo los
historiadores se han ocupado mucho más de la de Mendizábal, ya que provocó una
gran repercusión en la sociedad española. En la desamortización de Madoz hubo
un mayor volumen de ventas, debido a la paz que disfrutaba el país desde 1854 y a
la mayor demanda de tierras por el incremento de los precios agrícolas.

Durante el bienio progresista fue poco lo que dio tiempo a poner en venta. Será en la
década de 1860, con la Unión Liberal, cuando se lleva a cabo el grueso de la venta de tierras.

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5. VALORACIÓN DEL PROCESO DESAMORTIZADOR.

El proceso desamortizador tuvo como consecuencia desvincular (pasar la tierra de


vinculada a libre) los bienes de la nobleza y desamortizar (expropiar, nacionalizar y vender en
pública subasta) los bienes eclesiásticos y municipales. Ambas acciones pretendían lo mismo:
sacar al mercado libre, para que fueran objeto de compra y venta, bienes que el Antiguo
Régimen había dejado al margen del mismo. Se ha calculado que desde que se pusieron en
venta los primeros bienes de los jesuitas expulsados de España por Carlos III en 1767 hasta
1924, cuando Calvo Sotelo (con la dictadura de Primo de Rivera) derogó definitivamente las
leyes desamortizadoras, pasaron a manos de particulares cerca de 20 millones de hectáreas, el
39% de la superficie de España.

El proceso desamortizador afectó a la vida española en muchos órdenes:

 Político. El liberalismo isabelino se vio reforzado con el apoyo de los compradores,


sobre todo burguesía adinerada.
 Económico. El Estado, especialmente por la aceptación de vales reales y títulos de
la Deuda como forma de pago, no obtuvo los ingresos que esperaba, pero tampoco
se puede minimizar el alto volumen de las ventas. La ley de Madoz sirvió para
financiar en su fase inicial la construcción de la red ferroviaria en España y aunque
en aquel momento se carecía de grandes núcleos urbanos y de un comercio activo
sí tuvo notorias consecuencias sobre la mejora de la circulación comercial interior.
 Social. No solo no lograron crear una capa media de campesinos propietarios sino
que aumentaron el número de nuevos latifundistas y, desde luego, algunos de los
que ya lo eran (el duque de Alba, por ejemplo) incrementaron sus propiedades.
Ocurrió sobre todo en las regiones meridionales de España y menos en la franja
norte del país. Los campesinos resultaron perjudicados especialmente en la
desamortización municipal de Madoz, ya que la venta de las tierras de los pueblos
impidió que los campesinos pobres siguieran disfrutando de las tierras comunales; y
para los ayuntamientos supuso un grave problema el descenso de sus ingresos por
la venta de las tierras de propios.
 Urbanístico, cultural y artístico. En las ciudades, los grandes edificios de los
conventos se convirtieron en cuarteles o edificios públicos o fueron derribados para
construir grandes plazas (como la Plaza de la Merced en Málaga). También se
perdieron muchos tesoros artísticos, cuadros y libros o fueron mal vendidos.
Aunque la creación de archivos y museos algún tiempo después permitió recoger
una parte de esas riquezas del pasado.
 Ecológico. La desamortización supuso la venta a manos privadas de grandes
extensiones de montes que acabaron siendo talados y roturados, causando un
enorme daño al patrimonio natural español.

En general, la opinión de los pensadores sobre las desamortizaciones ha sido crítica:

 Flórez Estrada, economista y político en esa época, defiende las ideas


desamortizadoras de Mendizábal, pero no sus métodos y reclamaba una finalidad social
a la ley: las tierras deberían ser entregadas a los campesinos, que pagarían al Estado
una renta con la que se haría frente a los intereses de la Deuda pública.
 Los pensadores preocupados por el campo, y muy especialmente Joaquín Costa (1846-
1911), se quejaron amargamente de los efectos nocivos para el campesinado,
derivados de la desamortización de Madoz.
 Un historiador y jurista de nuestros días, Tomás y Valiente (asesinado por ETA en 1996
en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid) ha concluido que la
desamortización de Mendizábal no debió hacerse como se hizo y la de Madoz no debió
hacerse nunca.

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VALOR DE LOS BIENES DESAMORTIZADOS DURANTE EL SIGLO XIX
(en millones de reales)
Periodo Clero Beneficencia Ayuntamientos Otros Total
1836-1844 3.447 0 0 0 3.447
1855-1856 324 167 160 116 767
1858-1867 1.253 461 1.998 438 4.150
1868-1900 888 327 1.415 309 2.939
TOTAL 5.912 955 3.573 863 11. 303

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