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MASACRE EN COLOMBIA: EL SALADO.

Derechos humanos y DIH

AUTORES

CD. CLAUDIA PATRICIA ORTEGA MAERTINEZ

CD. VIVIANA PARRA PEÑA

CD. ANDRÉS CAMILO RAMÍREZ FIALLO

CD. DIEGO FERNANDO ROMERO VARGAS

ESPECIALIZACIÓN EN SERVICIO DE POLICÍA

ESCUELA DE CADETES DE POLICÍA “GENERAL FRANCISCO DE PAULA

SANTANDER”

COMPAÑÍA ANTONIO NARIÑO, CURSO 119

ESP. YENIFER YISETH SUAREZ DIAZ

BOGOTÁ D.C AGOSTO DEL 2023


LA MASACRE DE EL SALADO: ESA GUERRA NO ERA NUESTRA

Hechos del caso

La masacre del Salado es una de las más atroces del conflicto armado de Colombia.

Fue perpetrada entre el 16 y el 21 de febrero del 2000 por 450 paramilitares, que, apoyados

por helicópteros, asesinaron a 60 personas en estado de total indefensión. Este grupo

armado, cercaron el corregimiento del Salado, en el departamento de Bolívar y reunieron a

los pobladores en el centro del pueblo y los obligaron a ver como torturaban y

desmembraban a campesinos durante seis días de masacre (Cortes Carvajal, 2018).

Imagen 1.

Calle del corregimiento de El Salado, en El Carmen de Bolívar.

Libardo Muñoz, (2018). Masacre de El Salado es delito de lesa humanidad,

Agencia prensa rural.


El 18 de febrero de 2000, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), armados

hasta los dientes, incursionó en El Salado -corregimiento del Carmen de Bolívar. Aunque la

masacre duró varios días (del 16 al 21 de febrero), y cobró un saldo de 60 víctimas

mortales, el 18 de febrero se puede decir que El Salado vivió un teatro real de lo atroz. Ese

día, un helicóptero sobrevoló desde bien temprano, disparó sobre algunas casas y asesinó al

primer campesino. A eso de las 9:00 a.m., los paramilitares entraron por tres de las cuatro

vías que permiten el acceso al caserío: un grupo llegó desde San Pedro, otro desde

Zambrano y el tercer grupo incursionó desde el Carmen de Bolívar. El Tigre (John Jairo

Esquivel), un paramilitar que dirigía la escuadra que venía de San Pedro, y quien en su

camino hacia El Salado sembró el terror en Canutal, Canutalito y Flor de Monte, gritaba:

"Nojoda, hijueputa, salgan parranda de guerrilleros que todos se mueren hoy”. Y es que

este pueblo, metido adentro en los Montes de María, por una serie de eventos infortunados

se había ganado la fama de ser un pueblo guerrillero (Jaime, 2020). En una guerra

degradada moralmente como la que se libraba en Colombia, el estigma de 'guerrillero'

convertía a su portador, automáticamente, en un blanco militar; es decir, lo

hacía matable y/o masacrable.

Imagen 2

Cuerpos sin vida en la plaza de ‘El Salado’


Marcos, A. (25 de noviembre de 2015). La masacre de ‘El Salado’. Editorial el

mañana. Recuperado de: https://www.elmanana.com/la-masacre-de-el-salado/3106596

Los que se quedaron aquel día, que eran alrededor de 200 saladeros, fueron reunidos

en la cancha principal, al lado de una pequeña iglesia blanca y junto a dos pozos. El mismo

lugar donde la comunidad se congregaba para sacar agua en las mañanas y a departir en

días de fiesta. El sol era inclemente. Los hombres fueron acomodados cuidadosamente a un

lado y las mujeres al otro. Y sin más preámbulos, los paramilitares iniciaron la función. La

cancha sirvió como escenario y el público, los mismos saladeros, fue obligado a presenciar

una orgía de goce y exceso. Los números y las escenas se caracterizaron por la variedad:

jóvenes empaladas, ahorcamientos, ancianos asesinados a golpes, desmembramientos,

apuñalamientos, asfixia con bolsas plásticas, violaciones. El espectáculo cruento ocurría

bajo el sopor húmedo del mediodía. Cada vez que ahorcaban o degollaban a alguien, un

grupo de los uniformados, y a modo de banda sonora, tocaba instrumentos musicales de la

Casa de Cultura. En poco tiempo, un ambiente de fiesta y música alternaba macabramente


con las ejecuciones. También sacaron los equipos de sonidos a las calles polvorientas,

mientras tanto, algunos paramilitares bebían y comían como en una feria. Algunos

desertores de la guerrilla fueron obligados a señalar, a cambio de salvar sus propias vidas,

quiénes eran guerrilleros y quiénes no. Otros lo hicieron voluntariamente. Y otros eran

miembros de antiguos grupos paramilitares locales que conocían el territorio y revindicaban

viejas venganzas familiares. Este acto deíctico y acusatorio era suficiente para realizar la

ejecución sin mediación. Un modo curioso y perverso de ejercer el viejo derecho soberano

de muerte. Otras víctimas fatales fueron escogidas al azar a través de rifas o sorteos. En

aquel montaje todo estaba dispuesto para instigar, mortificar y hacer sentir una sensación

insoportable de muerte.

De algún modo, todos los saladeros estaban llamados a ser parte de una puesta en

escena donde el poder soberano-paramilitar vencía y humillaba en demasía a la guerrilla.

Como advirtió El Tigre, ese día todos estaban virtualmente muertos. Los que no fueron

seleccionados, además de presenciar la crueldad, tuvieron que observar cómo los cuerpos,

esparcidos en la cancha, poco a poco se fueron inflando hasta volverse irreconocibles.

Hijos, esposos, familiares, vecinos se desfiguraron monstruosamente por la inclemencia del

trópico y empezaron a componer una instalación dantesca. Al final, atraídos por el hedor,

una multitud de cerdos llegó del monte a beber la sangre y a despedazar las carnes

hinchadas. La función terminó en la tarde del 18. Los cadáveres permanecieron toda la

noche de ese día esparcidos en el suelo, porque los comandantes militares prohibieron

derramar una lágrima o enterrarlos. Varias víctimas refieren, antes del final de la función,

una llamada de radio. Una voz metálica y cacofónica dijo: "se pasaron de piña, mataron

mucha gente".
Imagen 3

Desplazamiento masivo del pueblo salaero.

Javier Arjona (,2022). 22 años de la masacre de El Salado. Asociación Cultural

Nortes de Asturias

Al día siguiente, antes de salir, el escuadrón dejó la orden expresa de abandonar el

pueblo a todos. Los paramilitares salieron por un costado y, en cuestión de una hora, la

Infantería de Marina entró por el otro. Los sobrevivientes hicieron cuatro fosas comunes a

la carrera y sin tiempo para la congoja enterraron los muertos. Tres volquetas viejas, llenas

con cajas, chécheres, personas y gallinas, vaciaron completamente un pueblo que otrora fue

próspero y pujante gracias al cultivo de tabaco. Tras la masacre se produjo el éxodo de toda

la población, convirtiendo a el Salado en un pueblo fantasma. Hasta el día de hoy no han

retornado ni la mitad de las más de 7.000 personas que lo habitaban. Este suceso hace parte

de la violencia masiva ocurrida en Colombia entre 1999 y el 2001. En ese período, en la

región de los Montes de María, donde está ubicado El Salado, la violencia se materializó en
42 masacres que dejaron 354 víctimas fatales. Tras la masacre perpetrada en el

corregimiento, los paramilitares no les permitieron a las víctimas recoger los cuerpos de sus

familiares y sepultarlos durante los dos días en que estuvieron en el pueblo, así que la

descomposición de los cuerpos impidió una velación y un entierro, sumado a las

condiciones de miedo que también impidieron que los familiares, amigos y vecinos se

despidieran de las víctimas y acompañar a sus allegados de acuerdo a las tradiciones

comunitarias (CNMH,2015). Según testimonios, el operativo paramilitar conto con la

aquiescencia y complicidad de las tropas del batallón de fusileros de infantería de marina,

bafim N° 5, adscritas a la primera brigada. durante los tres días que duro la masacre

helicópteros con distintivos militares sobrevolaron el pueblo e hicieron ametrallamientos

sobre el corregimiento, hecho que pudo comprobarse por las marcas de los proyectiles

encontradas en los techos de las casas de la población. Pese a que por vía terrestre el

traslado de tropas tarda dos horas desde corozal, las tropas de la infantería de marina

llegaron al lugar tres días después de la incursión, media hora después de que el grupo

paramilitar huyera.

Fecha

El Salado ocurrió entre el 16 y el 21 de febrero de 2000 y hace parte de la violencia

masiva ocurrida en Colombia entre 1999 y el 2001.

Tiempo

La Masacre de El Salado fue una masacre cometida en la población colombiana de

Villa del Rosario-El Salado entre el 16 y el 22 de febrero del 2000, aunque otras fuentes

hablan de que la masacre se alargó durante dos semanas (Wikipedia).


Lugar

El Salado ocurrió entre el 16 y el 21 de febrero de 2000 en los municipios de el

Carmen de Bolívar, corregimiento el Salado, sitio Loma de las Vacas, y vereda el Balguero;

Ovejas, corregimientos de Canutal y Canutalito, y veredas Pativaca, el Cielito y Bajo

Grande; y Córdoba, vereda La Sierra.

El Salado es un corregimiento del municipio de el Carmen de Bolívar, dentro de los

Montes de María, ubicado hacia el sureste a una distancia de 18 km del casco urbano. Fue

fundado en 1812, y es conocido como la capital tabacalera de la Costa Caribe, pues se

convirtió en el corregimiento más grande y más próspero de dicho municipio, porque

cultivaba y procesaba el tabaco hasta desarrollar una incipiente cultura fabril coadyuvada

con la apertura de bodegas. El hecho fue perpetrado por 450 paramilitares divididos en tres

grupos, el primero de los cuales incursionó por el municipio de San Pedro hacia los

corregimientos Canutal, Canutalito y zonas rurales del corregimiento Flor de Monte. El

segundo grupo, incursionó por el municipio de Zambrano y el tercer grupo incursionó por

la vía que comunica a el Salado con el casco urbano de el Carmen de Bolívar (CNRR,

2009)

Cuales crímenes de lesa humanidad y de guerra ocurrieron

La cancha principal sirvió como escenario, y el público, los mismos saladeros, fue

obligado a presenciar una orgía de goce y exceso. Los números y las escenas se

caracterizaron por la variedad: jóvenes empaladas, ahorcamientos, ancianos asesinados a

golpes, desmembramientos, apuñalamientos, asfixia con bolsas plásticas, violaciones. Los

saladeños presentían que algo terrible iba a ocurrir. En los últimos meses había señales de
muerte por todos lados. Pero una década atrás, nadie habría imaginado este terrible

desenlace (Ruiz, 2008).

Según el estatuto de roma de la corte penal internacional, en el artículo 7 describe

los crímenes de lesa humanidad que se entenderá como ataque generalizado o sistemático

contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque. En el caso de la masacre el

Salado, se presentaron los siguientes crímenes de lesa humanidad:

 Asesinato: la población fue baleada, degollada, apuñalados y otros tipos de muertes

violentas

 Exterminio: 60 personas fueron asesinadas en total indefensión, la mayoría

asesinados con arma cortopunzante, degollados o apuñalados y hasta

desmembrados, todos murieron por ser señalados de pertenecer a la guerrilla cuyo

fin del paramilitarismo era acabar con este otro grupo armado ilegal.

 Violación: Hostigamiento sexual, la cancha sirvió como escenario y el público, los

mismos saladeros, fue obligado a presenciar una orgía de goce y exceso de acceso

carnal violento hacia las mujeres del salado por ser señaladas de tener relaciones

sentimentales con integrantes de las FARC.

 Tortura: La cantidad de mujeres que fueron obligadas a cocinar; de hombres y

mujeres víctimas de tortura que fueron concentrados en el parque principal del

Salado y obligados a presenciar las atrocidades allí perpetradas por los

paramilitares. Las mujeres eran arrastradas del cabello por las calles del pueblo,

golpeadas y empalizadas. Un maestro lo asesinaron frente a un centenar de

pobladores que miraban estupefactos el espectáculo, ara empezar le quitaron las

orejas con un cuchillo, luego, lo apuñalaron decenas de veces entre las costillas y el
vientre. Aún vivo, le pusieron una bolsa negra en la cabeza. Los gritos del

atormentado se confundían con pequeños quejidos del público horrorizado. Otras

personas eran desmembradas aun estando vivas. Las mujeres que las relacionaban

con guerrilleros eran arrastradas por la calle principal del pueblo. “La guindaban de

un árbol y con las bayonetas de los fusiles la degollaban”

 Deportación o traslado forzoso de población: Esta masacre provocó el

desplazamiento de cerca de 7.000 habitantes, que para ese entonces era el total de la

población del el Salado. Tras la masacre se produjo el éxodo de toda la población,

convirtiendo a el Salado en un pueblo fantasma. Hasta el día de hoy no han

retornado ni la mitad de las más de 7.000 personas que lo habitaban.

Por decisión de la Corte Suprema de Justicia de Colombia, todos los delitos que

resultaren de la investigación, directos o conexos, con la masacre del Salado, deberán ser

considerados de “lesa humanidad” y se mantiene firme la condena de un oficial de la

armada colombiana relacionado con ese episodio (Muñoz,2018).

La Corte Suprema de Justicia dejó en pie la condena impuesta contra Héctor Martín

Pita Vásquez por no haber actuado para evitar las acciones de los paramilitares en la

masacre de El Salado que ocurrió entre el 16 y el 21 de febrero del año 2000. En Colombia,

la Corte Suprema se pronunció en el 2010 respecto a los delitos de lesa humanidad, y

acogiéndose a los tratados internacionales, declaró que los delitos que sean puestos dentro

de esta categoría no prescribirán. Esto implicaría que los delitos cometidos en el Salado

podrían ser investigados en cualquier momento.


Referencias bibliográficas

CNMH. (30 de junio de 2015). Etiqueta: El Salado.

https://centrodememoriahistorica.gov.co/tag/el-salado/#:~:text=Fue%20perpetrada

%20entre%20el%2016,Salado%20en%20un%20pueblo%20fantasma.

CNRR, Grupo de Memoria Histórica. (2009). La masacre del Salado esa guerra: no era

nuestra, informe del centro nacional de memoria histórica.

https://centrodememoriahistorica.gov.co/

Cortes Carvajal, C. (2018). ¿Por qué es importante que masacre de El Salado sea de lesa

humanidad? El tiempo. https://www.eltiempo.com/justicia/cortes/masacre-de-el-

salado-seria-declarada-de-lesa-humanidad-240196

Muñoz, L. (jueves 19 de julio de 2018). Masacre de El Salado es delito de lesa humanidad.

https://prensarural.org/spip/spip.php?article23309

Recuperado de Wikipedia. (Sf). Masacre de El Salado.

Ruiz, M. (2008). Fiesta de sangre: así fue la masacre de El Salado. Revista semana.

https://www.semana.com/nacion/articulo/masacre-de-el-salado-como-la-planearon-

y-ejecutaron-los-paramilitares/557580/

Santamaría, Jaime. (2020). LA MASACRE DE EL SALADO COMO PARADIGMA DE

VIOLENCIA SOBERANA PARAMILITAR. Eidos, (spe34), 161-191. Publicación

electrónica del 17 de noviembre de 2021. https://doi.org/10.14482/eidos.34.303.6

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