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Desde 1960 el país colombiano ha estado en guerra debido al conflicto armado que se
presenció entre los grupos de extrema derecha, los paramilitares, y de extrema izquierda, la
guerrilla, a esto sumándose los carteles de la droga y las bandas criminales. En la exposición “El
testigo. Memorias del conflicto armado colombiano en el lente y la voz de Jesús Abad
Colorado” escogí una de las tantas fotografías impactantes exhibidas en aquellas salas. En esta
podemos observar a dos uniformados1 con cascos y armas utilizando a un estudiante como una
especie de escudo para cubrirse mientras ellos apuntan por encima de su hombro, es una
fotografía a blanco y negro y fue tomada en Medellín, Antioquia en abril de 1999. Esta
ilustración me permitió interiorizar el tema para el desarrollo de este ensayo con base a lo visto
en la exhibición y con algunos artículos de investigación que sustentaran mi tesis.
Los civiles son víctimas involuntarias de la guerra colombiana y sus consecuencias
debido a que: Primero, los paramilitares en sus enfrentamientos utilizaban como escudos
humanos a campesinos, estudiantes, niños y demás personas inocentes que no querían ser
involucrados. Segundo, los falsos positivos son una herida que sigue abierta, porque no se ha
hecho justicia y las familias de estas personas asesinadas aún siguen en la lucha para que estas
ejecuciones no se queden sin castigo. Tercero, la masacré de Bojayá tuvo 119 muertos y 98
heridos, y la masacre de El salado, donde hubieron más de 200 muertos. En ambas masacres los
consecuentes fueron civiles inocentes.
A mediados de marzo del 2001 en la vereda El
Carmen en Piendamó los paramilitares para escapar de la
guerrilla obligaron a la población a que les sirviera como
escudo hasta que llegaran al corregimiento de la pedregosa.
Fueron casi una centena de pobladores los que fueron
sometidos a cargar los equipos de campaña y a caminar
durante 3 horas sirviendo de escudos humanos. Esta no fue la
primera ni la última vez que grupos armados utilizan un alma
inocente como escudo humano para imponer fuerza, miedo y
fragilidad ante los otros. En mi fotografía escogida se presente
un caso similar, solo que hay únicamente un civil pero en la
exhibición Abad muestra la breve conversación que tuvo con
el paramilitar. “Le grité que no lo utilizara como escudo. Me
contestó: ‘Haga su trabajo que yo sé hacer el mío’.”
Estos hechos son desconocidos, olvidados y silenciados ante
la población.
En el periodo de combate de los años 2006 a 2009 el gobierno de Álvaro Uribe Vélez
exigió resultados por parte de las brigadas de combate. Para lograr esto propuso el cambio de
guerrilleros por bienestar2 y gracias a esto nacieron los “falsos positivos” que son los civiles
inocentes asesinados para hacerlos pasar por guerrilleros en bajas de combate. En la actualidad,
decenas de víctimas aun reclaman por los cuerpos de sus familiares queridos que fueron
arrasados por la guerra sin motivo alguno.
1
Con uniformados hago referencia a paramilitares que se pueden distinguir debido a que vestían similar
a los militares.
2
Los militares asesinaban a “guerrilleros” para cobrar las recompensas secretas del gobierno de Álvaro
Uribe Vélez.
Valentina Orozco Valencia. A00362812. COE
3
La sucesión cotidiana del horror nos ha dejado 261.619 víctimas fatales. 214.584 eran civiles inocentes.
Valentina Orozco Valencia. A00362812. COE
Valentina Orozco Valencia. A00362812. COE
Bibliografía
Colorado., J. A. (s.f.). El testigo. Cali.