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RESPONSABILIDAD CIVIL POR ACCIDENTES DE TRÁNSITO

Las razones por las cuales se desarrollan estos conceptos son con el fin de informar acerca de
cuando una persona es responsable por accidentes de tránsito, qué tipo de responsabilidad se
ejerce (contractual o extracontractual), también tenemos como objetivo analizar qué sucede en
los casos de negligencia de los choferes, peatones y quién fue el sujeto activo o pasivo.

La responsabilidad civil en materia de hechos de tránsito se encuentra comprendida en el artículo


1970 del Código civil ello es así ya que la conducción de un vehículo automotor es una actividad
peligrosa. Para que exista responsabilidad civil, esta norma nos indica que el hecho debe
cometerse a través del uso de un bien riesgoso o ejecución de actividades peligrosas.

En un hecho de tránsito pueden confluir ambos tipos de responsabilidades, contractual y


extracontractual. Los hechos de tránsito, así como la responsabilidad objetiva o riesgosa, no es
exclusividad de ninguna de ellas.

Como sabemos la responsabilidad civil contractual es la que se deriva de la vulneración de una


disposición establecida en un contrato y extracontractual cuando la norma vulnerada es de
observancia general. Además, la responsabilidad civil se clasifica en Subjetiva, cuando esta tiene
su fundamento en la culpa y objetiva, cuando se impone sin importar que el responsable haya
actuado con culpa o no.

Para efecto de un mejor discernimiento se analizarán los casos: Casación N° 1714-2018-Lima y


Casación N° 976-2018-Puno.

2. Responsabilidad civil extracontractual: Casación N° 1714-2018-Lima

A. Resarcimiento
El 25 de julio del 2012 Lis Geraldine Rojas interpuso una demanda en contra del Ferrocarril
Central Andino Sociedad Anónima y Ferrovias Central Andina Sociedad Anónima por daños y
perjuicios, asimismo, pidiendo la suma total de S/ 150’000,053,000.00 abarca la indemnización
de dos daños: s/53,000.00 (cincuenta y tres mil soles) por daño emergente y
s/150’000,000,000.00 (ciento cincuenta mil millones de soles) por daño moral.
B. Problema principal/Daño
Hecho que originó el problema:
El hijo de la demandante, Bruno Rodríguez Rojas, quien sufría de autismo fue atropellado por el
tren 1001 el cual era de propiedad de la empresa Ferrocarril Central Andino, ello produciría su
muerte instantánea. Producto de la muerte de su hijo se tuvo como consecuencia daño moral y
daño emergente.

C. Diligencia/Conducta dañosa
Podemos identificar en este caso que la conducta dañosa fue el accidente de tránsito suscitado
por el vehículo automotor con muerte subsecuente de un menor. El daño generado por el uso de
un bien riesgoso o peligroso obliga al causante a repararlo. El conductor del tren mantuvo su
contrato pese a que ya había provocado otros accidentes antes, las empresas no actuaron con
diligencia al contratarlo y no tomaron en cuenta medidas de seguridad para personas con
discapacidad. Además, ya había causado más de 6 accidentes antes de este. El sector donde
ingresó el menor se encontraba en el kilómetro 14 800 donde la empresa Ferrovías Central
Andina Sociedad Anónima debió tener sumo cuidado.

2.2. Elementos del caso


A. Sujeto activo: Lis Geraldine Rojas Loyola (mamá del niño)
B. Sujeto pasivo: Central Andina Sociedad Anónima y Ferrocarril Central Andino Sociedad
Anónima.
C. Daño identificado: Extrapatrimonial
D. Daño moral: Su daño moral consiste en el sufrimiento en que se encuentra al haber
perdido a su hijo, sintiendo que se frustró el proyecto de vida al lado de él; y daño
patrimonial (daño emergente) en habérsele generado una serie de gastos en la fecha que
ocurrió el hecho dañoso.
Los montos requeridos por la parte demandante asciende a ciento cincuenta mil millones
cincuenta y tres mil soles (S/ 150’000,053,000.00) disgregados de la siguiente forma:
a) cincuenta y tres mil soles (S/ 53,000.00) por daño emergente
b) ciento cincuenta mil millones de soles (S/ 150’000,000,000.00) por daño moral.
E. Antijuricidad

La conducta del maquinista se encuentra regulada bajo los alcances de las normas técnicas de
tránsito y no hay responsabilidad penal porque la actividad ferroviaria tiene su propia regulación,
por lo que causa atipicidad relativa.

Art. 6 del Decreto Supremo N.° 032-2005-MTC establece que los trenes de mercancía debe ir a
16 km/h en zonas urbanas, sin embargo, el maquinista declaró haber conducido a una velocidad
de 25 km/h, sobrepasando lo indicado en la norma y por lo tanto actuando negligente.

F. Factor de atribución
El factor de atribución identificado en el presente caso es objetivo, ello regulado en el artículo
1970° del CC donde se indica que aquel que mediante un bien riesgoso o peligroso, o por el
ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa y causa un daño a otro está obligado a repararlo.
Podemos identificar el riesgo creado ya que el tren presupone un riesgo adicional, por ello se le
considera un bien riesgoso o peligroso.
G. Nexo causal:
Se alega que el artículo 1972 del Código Civil prescribe que se rompe el nexo causal por la
imprudencia de la propia víctima. En realidad, la ruptura supondría que la causa verdadera del
accidente no fue el comportamiento de las demandadas, sino uno ajeno, en este caso, la propia
conducta de la Víctima.

2.4 Determinar si el sujeto activo es A o B, explicando por qué elijo a uno y descartar al
otro

Sujeto activo: Lis Rojas Oyola, es el sujeto activo en este caso ya que es la persona legitimada
para ejercitar la acción resarcitoria. Como madre de la víctima mortal Bruno Rodriguez, es a
quien se le causó el daño que debe ser resarcido (daño moral y daño emergente producto del
fallecimiento de su hijo).
La parte demandada (empresa ferroviaria), como se señala en la casación, cometió varias
negligencias, que si bien no se tomaron en cuenta las primeras sentencias, en este recurso sí. El
maquinista no actuó diligente, sobrepasó la velocidad estipulada en el artículo 6 del Decreto
Supremo N.° 032-2005-MTC. Y ya había causado más de 6 accidentes antes de este. El sector
donde ingresó el menor se encontraba en el kilómetro 14 800 donde la empresa Ferrovías Central
Andina Sociedad Anónima debió tener sumo cuidado.
Conclusiones
La corte hizo bien en calificar como responsabilidad objetiva , ya que el chofer del tren no habría
actuado con culpa o dolo, pues lo importante no era ello sino trasladar el peso del daño generado
al agente que realizó o, en este caso hizo uso de un bien riesgoso.
Referente al nexo causal, la corte evaluó al final que la imprudencia de la víctima no es aplicable
en daños a menores, en ello se manifestaba en aquellos casos donde se aplique una
responsabilidad objetiva por el hecho de una actividad riesgosa, la culpa de los actores no debe
ser considerada. Se desestimó la ruptura del nexo causal por imprudencia de la víctima porque se
indica que el menor de edad no se encontraba en condiciones de valorar sus actos.
Este último mencionado es el que, a nuestro parecer no debió ser aceptado por la Corte, indican
que el menor no podría estar bajo vigilancia por 24 horas pero debería tomarse en cuenta que sí
existiría un actuar negligente por parte de la madre e invocar una culpa in vigilando, ya que ella
debió ser incluso más diligente en la observancia de su menor sabiendo que estaba al cuidado de
un menor autista.
Al final, se determinó que no existiría responsabilidad objetiva por parte del conductor sino de
las empresas que ejecutan y se benefician de esta actividad riesgosa.

3. DAÑO CONTRACTUAL- Casación N° 976-2018.

SUJETO ACTIVO:

El hecho que originó el problema fue el accidente de tránsito ocurrido el 14 de marzo de 2016 ,
en el kilómetro 65 de la carretera Puno-Tacna. Según los hechos descritos, José Erasmo
Flores Paredes, el acusado, conduciendo un ómnibus de la empresa de transportes Expreso
Turismo San Martín E.I.R.L., causó el accidente debido al exceso de velocidad . Como
resultado del accidente, el vehículo se despistó y volcó, ocasionando la muerte de algunas
víctimas, como Virginia Tintaya Tintaya y Regina Flores de Huaracha, así como lesiones graves
en otras personas, incluyendo a Rubén Silverio Mamani Flores, entre otros.

Los tipos de daño que se consideran son los siguientes:


*Daño patrimonial: Existe un daño patrimonial ya que hubo un perjuicio económico sufrido por
la víctima como resultado de la negligencia del responsable. Entre los que se incluye los gastos
médicos, reparaciones, pérdida de ingresos, daño a la propiedad, entre otros aspectos de carácter
económico. En este caso el accidente de tránsito resultó en el despiste y volcadura del ómnibus
de la empresa de transportes. Esto ocasionó daños físicos y materiales a los pasajeros debido a la
pérdida o daño de sus pertenencias personales.
Se demostró también que las personas fallecidas o lesionadas eran proveedoras de ingresos para
sus familias, por lo que el accidente causó una interrupción en dichos ingresos, lo que se conoce
como daño lucro cesante. Esto implica que las personas afectadas sufrieron pérdidas económicas
debido a la imposibilidad de trabajar o a la disminución de sus capacidades laborales como
resultado del accidente.

*Daño extrapatrimonial:
También se puede identificar un daño extrapatrimonial, el cual se sustenta de la siguiente
manera:
-Daño a la persona: Existe un daño a la persona, específicamente en forma de daño corporal.
Esto se refiere a las lesiones físicas y las consecuencias físicas sufridas por las víctimas del
accidente de tránsito. Se menciona que el accidente causó el despiste y la volcadura del ómnibus
en el que viajaban las personas afectadas. Además, se indica que hubo víctimas fallecidas, como
Virginia Tintaya Tintaya y Regina Flores de Huaracha, así como lesionados graves, entre ellos
Rubén Silverio Mamani Flores.
Las lesiones graves sufridas por Rubén Silverio Mamani Flores y otros lesionados implican un
daño directo a su integridad física. Estas lesiones pueden incluir fracturas, traumatismos, heridas
y cualquier otra afectación física que haya ocurrido como resultado del accidente. Estas lesiones
tuvieron que requerir atención médica, intervenciones quirúrgicas, rehabilitación y, en algunos
casos, pueden generar secuelas a largo plazo o discapacidades.

-Daño moral: El incumplimiento del acusado al no prestar auxilio a las víctimas y tratar de evitar
su identificación generó un daño moral significativo. Ya que los familiares y seres queridos de
las personas fallecidas o lesionadas sufrieron angustia emocional, dolor, sufrimiento debido a la
pérdida de sus seres queridos.
También, las personas involucradas en el accidente, tanto las víctimas directas como las
indirectas, pueden experimentar un intenso sufrimiento emocional. Esto incluye sentimientos de
miedo, angustia, ansiedad y shock emocional como resultado del trauma del accidente y sus
consecuencias.

-Determinar si el sujeto activo es A o B, explicando por qué elijo a uno y descartar al otro.

Respecto al caso de la CASACIÓN N.° 976-2018- PUNO; es importante la identificación de los


sujetos en el presente proceso, tenemos que tomar en cuenta que se presentan tres partes: El
conductor del vehículo, las víctimas que sufrieron el daño y la empresa donde laboraba el
conductor del vehículo que a su vez es propietaria de dicho medio de transporte. En base a ello,
debemos de manera objetiva identificar o excluir aquellos quienes de alguna manera participaron
del hecho de tránsito pero que a su vez se les excluye de alguna responsabilidad por medio de un
análisis objetivo, racional y pegado a derecho.
En primer lugar, si bien es cierto que el hecho de tránsito se produjo a causa de un ejercicio de
labores de parte del conductor quien es empleado de la empresa EXPRESO TURISMO SAN
MARTÍN E. I. R. L y, esta última es la que ofrece el servicio de turismo y es precisamente este
servicio lo que aconteció en el presente caso en el cual tuvo el desenlace materia de estudio en el
presente trabajo; sin embargo, se debe tener presente que, esta empresa emplea al señor José
Erasmo Flores Paredes como conductor de buses que ofrecen servicios de turismo, junto a ello,
se les brinda a él y a toda la plantilla de conductores de la empresa a constantes capacitaciones de
reglas de tránsito, de prudencia, taller psicológicos, de salud visual etc. Haciendo con ello que
estos conductores complan con la prevención y los protocolos necesarios para evitar hechos de
tránsito y si acaso sucedieran, estos conductores estén prestos y capacitados para el auxilio más
próximo como de llevar a los que sufran algún daño al centro de salud más cercano para
salvaguardar la vida de las personas .

Como sabemos, según las imputaciones del Ministerio Público (En el presente caso se usa una
casación penal por parte de la Corte Suprema); y las pericias pertinentes de parte de los
profesionales idóneos como es el caso de las revisiones técnicas, dan cuenta que el motivo del
fatídico acontecimiento, se debe a un imprudente manejo de la conducción del vehículo de parte
del conductor, ya que excedió la velocidad por encima de la velocidad calculada que resultó
mayor a la razonable y es la que trajo como consecuencia la muerte y lesiones de las
víctimas.Sobre este particular, entonces cabría la posibilidad de indicar que la responsabilidad
directa no es la empresa EXPRESO TURISMO SAN MARTÍN E. I. R. L; sino que es la del
conductor, dado que a pesar de las capacitaciones contantes de parte de su empleador y de las
reglas de tránsito que se presume todo conductor debe de conocer y tomar en cuenta ya que
asumen un riesgo permitido que es la de la del manejo de un vehículo, este no cumplió e hizo
caso omiso a diferentes dispositivos legales como es el el de la omisión de cumplimiento en lo
estipulado en el art. 90, inciso b, arts. 160. 161 y 275 del Reglamento Nacional de Tránsito

Con todo lo expuesto, queda claro que la responsabilidad directa es del conductor para con las
víctimas, más aún, que el conductor hizo omisión en lo señalado en el art. 275 del Reglamento
Nacional de Tránsito la cual lo obliga a prestar auxilio inmediato a las víctimas en caso de
accidentes por tránsito, la cual él no respetó y huyó para evitar la identificación respectiva
dejando a su suerte a los agraviados, teniendo quizá el chance de poderse salvar los heridos con
una oportuna intervención del conductor de llevarlos a un centro de salud.

Si bien es cierto el conductor ejerce una acción de servicio de cumplimiento laboral en


representación de la empresa y también el vehículo es propiedad de dicha empresa, pero la
imprudencia o negligencia es cometido por el conductor del vehículo que es el empleado de
dicha empresa, cabría pensar y llegar a la conclusión de la responsabilidad que existe en el
presente caso. El hecho se produce en una vía pública como es la carretera pero por un hecho
realizado por dirección laboral, podría decirse que es un hecho de tránsito; sin embargo, el
acontecimiento está en una vía pública, el factor de atribución está enlazado entre la acción del
conductor y las víctimas en la cual él transportaba, por lo tanto es un accidente de tránsito, cuya
responsabilidad directa recae sobre la imprudencia del conductor.

Enseguida vemos que se cumplen los elementos esenciales para evocar la responsabilidad civil,
como es el caso de que la acción es antijurídica (el conductor incumplió lo estipulado en la
normativa vigente como es el caso del Reglamento Nacional de Tránsito), existe evidencia del
daño (los muertos y lesionados), existe nexo causal ( puesto que las personas afectadas estaban
dentro del bus que el imprudente conducía ya que el infractor los movilizaba para cumplir con un
servicio de turismo que su empleador brindaba y por ese motivo lo contrató a él, existe factor de
atribución (este señalamiento se evidencia en atribuir la responsabilidad al conductor producto de
su imprudencia y la omisión de la normativa que debió respetar y cumplir ( es objetiva).
Anexo 1. Referencias. Mínimo de 10 referencias. 05 libros; 05 artículos de revistas. NO SE
ADMITEN: leyes (o cualquier rango de norma), códigos, jurisprudencia, noticias.

Costas, A. (2017). Imputación objetiva en los accidentes de tránsito. Una perspectiva práctica.
Héctor S. Ayllón Santiago. (Coord.).Madrid. Ed Reus. S.A.

Sanchez, L. (2019). La responsabilidad civil extracontractual sin culpa. Bogotá. Ed. externado

Velásquez, O. (2013). Responsabilidad civil extracontractual. Bogotá. Ed. Temis S. A.

Ferro, J. (2018). Prácticas, accidentes de tránsito. Lima. Ed juridicas. S.A.

Reglero, L. (2018). Accidentes de circulación civil y seguros. José A. Badillo. (Coord.), Madrid. Ed.
Navarra. S.A.

Palomino, J. (2022). La responsabilidad civil objetiva en los accidentes de tránsito. Lima. Ed AC


Ediciones. S.A.

Trazegnis, J. (2001). La responsabilidad extracontractual. Lima. Ed Fondo Editorial de la Pontificia


Universidad católica del Perú. S.A.

Pinto, C (2015). La responsabilidad derivada de accidentes de circulación. Barcelona. Ed: Bosh S.A.

Anexo 2: Evidencia de búsqueda. Acompañar 05 pantallazos de búsqueda, en motores de búsqueda


(Scopus; Google ACADÉMICO; ODILO; E-Libro; E-book Academic Complete; Diálogo con la
jurisprudencia; Actualidad empresarial; Actualidad gubernamental; Gaceta constitucional y procesal;
Gaceta Jurídica; etc)

Referencias (pantallazos)
Revista de Responsabilidad Civil-Repositorio UCV 2020
La responsabilidad civil por accidentes de tránsito. A propósito de la casación 1714-2018-LIMA
Tesis PIRHUA
https://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/11042/5272/DER_2119.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
Costas, A. (2017). Imputación objetiva en los accidentes de tránsito. Una perspectiva práctica.
Héctor S. Ayllón Santiago. (Coord.).Madrid. Ed Reus. S.A.

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