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TEMA X.

LA FISCALIDAD EN LA INVERSIÓN

Ignacio Martín Martín Fernández


Socio CAZORLA ABOGADOS

1. INTRODUCCIÓN
1.1. Esquema básico de tributación del IRPF
1.2. Clasificación tributaria de las operaciones financieras
1.3. Rendimientos del capital mobiliario
1.3.1. Rendimientos obtenidos por la participación en fondos propios de cualquier
entidad
1.3.2. Rendimientos obtenidos por la cesión a terceros de capitales propios
1.3.3. Gastos deducibles
1.3.4. Integración en la base imponible
1.3.5. Normas “antiaplicación”
1.3.6. Diferencias entre rendimientos del capital mobiliario y ganancias y pérdidas
patrimoniales
1.4. Ganancias y pérdidas patrimoniales
1.4.1. Cuantificación de la ganancia o pérdida patrimonial
1.4.2. Ganancias y pérdidas integrables en la parte general o del ahorro del Impuesto
1.4.3. Normas “antiaplicación”
1.4.4. Integración y Compensación de rentas
1.4.5. Individualización
1.4.6. Tipo de gravamen
1.5. La obligación de retener
1.5.1. Operaciones Financieras sometidas a retención
1.5.2. Deducción de las retenciones
1.6. Dividendos
1.7. Deuda Pública y Renta Fija Privada
1.7.1. Deuda Pública
1.7.2. Renta Fija Privada
1.8- Transmisión de acciones
1.8.1. Acciones que cotizan en Bolsa
1.8.2. Acciones que no cotizan en un mercado secundario oficial de valores europeo
1.8.3. Tributación de la transmisión de acciones
1.9. Derechos preferentes de suscripción, aumentos y disminuciones de capital y
distribución de la prima de emisión.
1.9.1. Derechos preferentes de suscripción
1.9.2. Ampliaciones y reducciones de capital
1.9.3. Distribución de la prima de emisión

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1.10. Crédito al mercado y Préstamo de valores
1.10.1. Compras a crédito
1.10.2. Ventas a crédito (préstamo de valores)
1.11. Instituciones de Inversión Colectiva en el mercado español: Fondos de inversión
inmobiliaria
1.11.1. Régimen de diferimiento en la reinversión
1.11.2. Fondos de garantía externa
1.11.3. Fondos de inversión cotizados
1.12. Instrumentos derivados
1.12.1. Futuros
1.12.2. Opciones
1.12.3. Tributación de las rentas producidas por los instrumentos derivados
2. IMPUESTO SOBRE SUCESIONES
SUCESIONES Y DONACIONES
2.1. Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
2.1.1. Hecho Imponible y presunciones de hechos imponibles
2.1.2. Transmisiones mortis causa
2.1.3. Transmisiones inter-vivos
2.1.4. Reducciones en la Base Imponible y coeficientes multiplicadores
3. IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES

4. IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LOS NO RESIDENTES

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1. INTRODUCCIÓN

El presente tema analiza, desde un enfoque descriptivo y didáctico, adaptado a un nivel de conocimientos
de carácter generalista en materia tributaria, los aspectos más destacados de la fiscalidad en la inversión
a partir de su regulación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Subrayemos, desde
este primer momento, que este enfoque parte de la base de que, con independencia de que la fiscalidad
de las inversiones abarca otro tipo de figuras impositivas [i.e. el Impuesto sobre la Renta de los No
Residentes (IRNR), el Impuesto sobre Sociedades (IS) o el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD)]
son finalmente las personas físicas las destinatarias últimas de las rentas que puedan generarse a través
de todo tipo de inversiones.

Es por ello que, en el presente tema, nos centraremos en el régimen de tributación de las denominadas
«rentas del ahorro» en sede del IRPF, respecto de aquellos contribuyentes que tengan su residencia en
territorio común en España, quedando al margen, por tanto, las particularidades propias de los sistemas
tributarios forales que existen en las Comunidades Autónomas del País Vasco y Navarra, que no serán
desarrolladas por cuestiones de alcance y de extensión.

Con carácter previo al examen de las cuestiones puramente tributarias de cada una de las operaciones y
rendimientos objeto de estudio, nos centraremos brevemente en los aspectos más elementales del IRPF,
cuya compresión nos permitirá estructurar las particularidades que rigen la tributación de las inversiones.

Así, es importante conocer que el IRPF es un «impuesto analítico», es decir, que discrimina las rentas
sometidas a tributación en función de su origen, otorgándoles un tratamiento fiscal diferenciado. Así, por
ejemplo, un rendimiento derivado del trabajo personal tributa de modo muy distinto al de un dividendo o
una ganancia patrimonial. Es por ello que resulta esencial trazar un esquema básico de la tributación del
IRPF, así como el tipo de rentas que nacen de las diferentes operaciones financieras, como paso previo
para conocer su tributación.

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1.1. Esquema básico de tributación del IRPF

A continuación, realizamos a través de los distintos tipos de rentas sometidas a gravamen, su clasificación
y su integración en cada una de las bases imponibles que componen el Impuesto, un breve estudio del
esquema básico de tributación del IRPF.

El IRPF se compone de dos bases impositivas:

- la base imponible general, en la que se integran (i) las rentas o rendimientos derivados del
trabajo personal, las actividades económicas, del capital inmobiliario e mobiliario, (ii) las
imputaciones de rentas inmobiliarias, por aplicación de las normas de transparencia fiscal
internacional, por la cesión de derechos de imagen o la participación en Instituciones de Inversión
Colectiva (IIC) localizadas en paraísos fiscales, y; (iii) las ganancias y pérdidas patrimoniales que no
deriven de la transmisión de elementos del patrimonio.
- la base imponible del ahorro, en la que se integran (i) las rentas o rendimientos derivados del
capital mobiliario, la participación en fondos propios de entidades, la cesión a terceros de
capitales propios, las operaciones de capitalización y los seguros de vida e invalidez, y; (ii) las
ganancias y perdidas patrimoniales que deriven de la transmisión de elementos del patrimonio.

El análisis de la base general, en lo que concierne al objeto de nuestro estudio, esto es, la fiscalidad de la
inversión, se concentra en el tratamiento que reciben los rendimientos de determinados productos
financieros a los que la normativa del IRPF les otorga la naturaleza jurídico-tributaria de rendimientos del
trabajo personal. Estos productos financieros son:

- Planes de pensiones
- Seguros de previsión social empresarial
- Planes de previsión asegurados

Así, los rendimientos derivados de este tipo de productos financieros se integraran como parte de la base
general y tributarán al tipo general fijado entre el 24,75% y el 52% (sin perjuicio de la aplicación de las

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escalas autonómicas) hasta 20141, resultándoles de aplicación el resto de normas generales de
integración, compensación y cálculo que se aplican a los rendimientos del trabajo.

Por su parte, en la base del ahorro se enmarcan la mayor parte de los productos financieros cuyos
rendimientos serán objeto del posterior análisis en este tema. Baste, en este momento, señalar, tal como
ya hemos apuntado, que en función de la naturaleza jurídico-tributaria que el legislador les otorgue, bien
como rendimientos del capital mobiliario, bien como ganancias o pérdidas patrimoniales, recibirán, como
es lógico un tratamiento tributario distinto.

Así, tienen, entre otros, la condición de rendimientos del capital mobiliario:

- Los dividendos
- Las primas de asistencia a juntas
- La distribución de prima
- La reducción de capital con devolución de aportaciones
- Los intereses de cuentas o depósitos
- Intereses de valores de renta fija
- La transmisión o amortización de activos financieros de renta fija pública
- Las prestaciones de supervivencia, jubilación o invalidez

Por su parte, tienen, entre otros, la condición de ganancia o pérdida patrimonial:

- Las participaciones en sociedades de inversión (excluidos los dividendos)


- Los fondos de inversión
- Los derivados (opciones, futuros, warrants, etc.)

En ambos casos, su tributación será fija en un tipo de gravamen del 19%, para los primeros 6.000 €, y del
21%, para el resto. No obstante lo anterior, la difícil situación financiera actual ha llevado al Gobierno

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Hay que tener en cuenta que el Gobierno aprobó en el Congreso de los Diputados el 20 de noviembre de 2014 su paquete de
reformas fiscales que entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2015. A la fecha de cierre de este tema aún no ha sido
publicada la Ley que modifique el régimen actual del LIRPF. No obstante lo anterior, se introducen importante novedades como la
modificación de los tramos, que pasan de 7 a 5. El tipo mínimo pasa del 24,75% al 20% en 2015, y al 19% en 2016 y se produce un
fuerte aumento de los mínimos familiares, de hasta el 32%. El marginal máximo será del 47% en 2015 y del 45% en 2016 a partir
de ingresos de 60.000 euros.

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español a tomar determinadas medidas de carácter excepcional. Así, con efectos 1 de enero del año 2012
para los periodos impositivos 2012, 2013 y 20142, se ha elevado por medio de un gravamen adicional los
tipos aplicables a la base del ahorro. En concreto, a la base del ahorro, se le aplican los siguientes tipos
(una vez agregados los tipos aplicables hasta 2011 y la nueva subida):

Resto base
Base liquidable Incremento en cuota
liquidable del ahorro Incremento Tipo agregado final
-Hasta Euros íntegra estatal
– Hasta euros
0 0 6.000,00 2% 21%
6.000,00 120 18.000,00 4% 25%
24.000,00 840 En adelante 6% 27%

- de forma adicional, se ha incrementado el tipo general de retención al 21% tanto para


rendimientos del capital mobiliario como para ganancias patrimoniales

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El artículo 64 de la Ley 22/2013, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 2014.[RCL 2013\1843],
extiende para 2014 las modificaciones introducidas por la disposición adicional trigésimo quinta de la LIRPF.

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1.2. Clasificación tributaria de las operaciones financieras

La fiscalidad de las operaciones financieras constituye una parte fundamental de nuestro sistema
tributario.

Tal como hemos indicado, la propia normativa del IRPF les otorga un tratamiento diferenciado a este tipo
de rentas frente a las que se consideran rentas generales (derivadas del trabajo personal, del ejercicio de
actividades económicas o del capital inmobiliario), sometiéndolas a un gravamen y criterios de
integración y cálculo totalmente distintos.

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Aun cuando desde un punto de vista práctico las operaciones financieras son fácilmente identificables, no
existe, sin embargo, una definición legal que permita su análisis a efectos tributarios. No obstante, éstas
podrían definirse como aquellas operaciones que reúnan alguna de las siguientes notas características:

- aquéllas en las que se ven envueltos los llamados “activos financieros”. El Reglamento del IRPF
define a los activos financieros como aquellos valores negociables representativos de la captación
y utilización de capitales ajenos, con independencia de la forma en que se documenten.
(Instrumentos de ahorro-inversión, denominados habitualmente títulos-valores o valores
mobiliarios de renta fija, como por ejemplo bonos, obligaciones, pagarés, Letras del Tesoro, etc.).
- aquéllas que supongan la tenencia y transmisión de acciones y participaciones en sociedades
anónimas, limitadas y otras, así como en instituciones de inversión colectiva (Sociedades y Fondos
de Inversión).
- las derivadas de la participación o tenencia de otros instrumentos existentes en el tráfico de los
mercados de capitales, como las cuentas y depósitos en bancos, cajas de ahorro y otras entidades
de crédito, créditos y préstamos, operaciones basadas en medios de pago, transacciones
económicas especulativas o de cobertura sobre divisas, tipos de interés o índices, futuros,
opciones, permutas financieras, etc.

La fiscalidad afecta de manera directa a las operaciones financieras, por lo que el mercado de capitales no
cesa de crear nuevos activos y nuevas operaciones donde no sólo la rentabilidad ofrecida sea superior
sino que, además, la fiscalidad sea más beneficiosa. Por su parte, el legislador español es también
consciente de esta realidad e intenta regular el mayor tipo de operaciones financieras para, de esta
manera, no dejar ninguna de ellas fuera del alcance de las normas fiscales.

Fruto de lo anterior, la complejidad de la tributación del ahorro reside en la abundante y casuística


normativa que regula el mercado de productos financieros, la cual es además objeto de sucesivas
reformas y actualizaciones por parte del legislador para adaptarse a las nuevas realidades. Ejemplo de lo
anterior, son las siguientes novedades legislativas:

- Con el objetivo de incentivar la regularización voluntaria de aquellos contribuyentes que tengan


bienes o derechos situados en el extranjero y que procedan de rentas no declaradas, la Ley

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7/20123 introdujo en nuestro ordenamiento tributario la obligatoriedad de suministrar
información sobre bienes y derechos situados en el extranjero, anudando a su incumplimiento
importantes sanciones así como, la presunción de que las rentas no declaradas pertenecen al
último periodo de entre los no prescritos. Así, con efectos desde el 31 de octubre de 2012, las
ganancias patrimoniales no justificadas se integrarán en la base liquidable general del periodo
impositivo más antiguo entre los no prescritos susceptible de regularización salvo que el
contribuyente pruebe suficientemente que ha sido titular de los bienes o derechos
correspondientes desde una fecha anterior a la del periodo de prescripción.
- Con efectos desde 1 de enero de 2013 al 31 de diciembre de 2014, se modificó el régimen fiscal
de las ganancias y pérdidas patrimoniales derivadas de la transmisión de elementos patrimoniales
que hubieran permanecido en el patrimonio del contribuyente durante menos de un año, que
dejan de formar parte de la renta del ahorro y pasan a incluirse en la base imponible general4. Las
ganancias patrimoniales que tengan menos de un año de antigüedad pasan a tributar en la base
general al tipo marginal del contribuyente. Las pérdidas patrimoniales generadas en periodos
inferiores al año podrán ser compensadas con las ganancias a menos de un año. Si el resultado es
negativo, se podrá compensar con hasta el 10% del resto de rentas incluidas en la base general. Si
después de esta operación aún quedase un importe negativo, el importe pendiente de
compensación podría compensarse durante los 4 ejercicios siguientes en el mismo orden descrito,
todo ello, sin perjuicio de la aplicación de las medidas “antiaplicación” que más adelante
analizaremos. Las pérdidas patrimoniales correspondientes a los periodos impositivos 2009, 2010,
2011 y 2012 que se encuentren pendientes de compensación a 1 de enero de 2013,
independientemente del plazo, se compensarán de acuerdo a la Ley vigente en 2012.
- Con efectos desde 18 de octubre de 2013, la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los
emprendedores estableció una exención por reinversión de las ganancias patrimoniales que se
pongan de manifiesto con ocasión de la transmisión de acciones o participaciones por las que se
hubiera practicado la deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación5. La
exención podrá ser total, si se reinvierte el importe total obtenido por la transmisión de las
acciones, o parcial cuando el importe reinvertido sea inferior al total percibido en la transmisión
[ver apartado 1.8.d)].

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Artículo 3.Dos, de la Ley 7/2012, de 29 de octubre, de modificación de la normativa tributaria y presupuestaria y de la
adecuación de la normativa financiara para la intensificación de las actuaciones en la prevención y lucha contra al fraude.
4
Artículo 3, de la Ley 16/2012, de 27 de diciembre, por la que se adoptan diversas medidas tributarias dirigidas a la consolidación
de las finanzas públicas y al impulso de la actividad económica
5
La deducción se encuentra prevista en el artículo 68.1 de la LIRPF.

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- La disposición transitoria cuarta de la Ley 22/2013, de 23 de diciembre, de Presupuestos
Generales del Estado para el año 2014 [RCL 2013/1843] ha introducido una compensación por
percepción de determinados rendimientos del capital mobiliario con período de generación
superior a dos años en 2013. Tendrán derecho a la deducción regulada en esta disposición los
contribuyentes que en el período impositivo 2013 integren en la base imponible del ahorro
cualquiera de los siguientes rendimientos del capital mobiliario (centrándonos en los
rendimientos objeto de estudio): rendimientos obtenidos por la cesión a terceros de capitales
propios a que se refiere el artículo 25.2 LIRPF, procedentes de instrumentos financieros
contratados con anterioridad a 20 de enero de 2006 y a los que les hubiera resultado de
aplicación el porcentaje de reducción del 40% en su día previsto en el artículo 24.2.a) del Texto
Refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, aprobado por el Real
Decreto Legislativo 3/2004, de 5 de marzo (RCL 2004, 622), por tener un período de generación
superior a dos años. La cuantía de esta deducción será la diferencia positiva entre la cantidad
resultante de aplicar los tipos de gravamen del ahorro al saldo positivo resultante de integrar y
compensar entre sí el importe total de los rendimientos netos, y el importe teórico de la cuota
íntegra que hubiera resultado de haber integrado dichos rendimientos en la base liquidable
general con aplicación de los porcentajes indicados en el apartado anterior.
Este importe teórico de la cuota íntegra se calculará del siguiente modo: (i) Cuando el saldo
resultante de integrar y compensar entre sí los citados rendimientos, aplicando los
correspondientes porcentajes de reducción previstos en la normativa anteriormente vigente, sea
cero o negativo, el importe teórico de la cuota íntegra será cero. (ii) Cuando dicho saldo sea
positivo, el importe teórico de la cuota íntegra será la diferencia positiva entre (i) la cuota
resultante de aplicar a la suma de la base liquidable general y del saldo positivo señalado, la
escala de gravamen prevista en la normativa actual y (ii) la cuota resultante de aplicar dicha
escala de gravamen a la base liquidable general.
La cuantía de esta compensación, calculada conforme a las reglas anteriormente señaladas,
deberá restarse de la cuota líquida total, después de la deducción por obtención de rendimientos
del trabajo o de actividades económicas cuando resulte aplicable.

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1.3. Rendimientos del capital mobiliario

Los rendimientos del capital son las rentas que, de forma dineraria o en especie, se derivan directa o
indirectamente de la titularidad de bienes o derechos que no estén afectos a actividades económicas,
esto es, que no se utilicen para el desempeño de la actividad profesional o profesional.

La normativa del IRPF distingue, a su vez, entre:

- rendimientos del capital inmobiliario, en el caso de que los bienes o derechos tengan la
naturaleza jurídica de bienes inmuebles o derechos reales que recaigan sobre éstos;
- rendimientos del capital mobiliario, en los que se engloban resto de bienes o derechos.

Dentro de los rendimientos del capital mobiliario, la normativa del IRPF los clasifica en grandes grupos:

- los que proceden de la participación en fondos propios de cualquier entidad;


- los obtenidos por la cesión a terceros de capitales propios;
- los procedentes de operaciones de capitalización y de seguros;
- los denominado “Otros rendimientos del capital mobiliario”.

En nuestro estudio nos centraremos únicamente los dos primeros grupos, por ser los otros ajenos a las
operaciones bursátiles.

1.3.1. Rendimientos obtenidos por la participación en fondos propios de cualquier


entidad

Se incluyen en este grupo:

- Los dividendos (a cuenta o complementarios, ordinarios o preferentes).


- Primas de asistencia a juntas.
- Participaciones en beneficios de cualquier tipo de entidad.
- La distribución de la prima de emisión de acciones o participaciones.
- En general, cualquier utilidad percibida de una entidad en virtud de la condición de socio,
accionista, asociado o partícipe.

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Principales características:

- Con carácter general, estos rendimientos están sometidos a una retención del 19%6 sobre las
cantidades devengadas que se considera practicada a cuenta del impuesto a pagar. Como
excepción a lo anterior, resulta que la distribución de todo o parte de las cantidades, abonadas en
su día en la suscripción de las acciones, en concepto de prima de emisión, supondrá un
rendimiento del capital mobiliario en la medida en que sus importes superen el valor de
adquisición de las acciones o participaciones. Sin embargo, la parte que constituya rendimiento
no estará sometida a retención.
- En el caso de tenencia de acciones o participaciones, éstas pueden generar dos tipos de
rentabilidad:
- rentabilidad intrínseca, compuesta por los dividendos y que se materializa únicamente
durante el periodo de tenencia.
- rentabilidad extrínseca, compuesta, en su caso, por la renta que coincide con la
revalorización de la acción y que sólo se materializa con ocasión de su transmisión, en
este caso, este tipo de rendimiento se calificará como ganancia o pérdida patrimonial.

1.3.2. Rendimientos obtenidos por la cesión a terceros de capitales propios

Una de las fórmulas que tienen las entidades para cubrir sus necesidades de financiación es acudir de
recursos ajenos mediante la emisión de activos financieros (como préstamos, créditos, cuentas
corrientes, de ahorro y a plazo con entidades de crédito, etc.) que generan rendimientos del capital
mobiliario (i) a través de la percepción de cupones o intereses, o; (ii) con ocasión de su reembolso,
amortización, transmisión (incluso en operaciones de cesión temporal con pacto de recompra),
conversión o canje.

Dependiendo de la forma en que se obtengan los rendimientos derivados de un activo financiero,


éstos serán calificados como activos que generan:

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Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 que será del 21% conforme a lo dispuesto en la disposición adicional
trigésimo quinta de la LIRPF.

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• rendimientos implícitos;
• rendimientos explícitos, o;
• rendimientos mixtos.

Así, de acuerdo con la legislación vigente, la calificación de un activo como generador de uno u otro
tipo de rendimientos determina, entre otros factores, la posible exención de la obligación de retener
y, en su caso, el procedimiento y cálculo del importe de aquélla.

En todo caso, subráyese que la transmisión de unos u otros activos origina rendimientos del capital
mobiliario y, en ningún caso, ganancias o pérdidas patrimoniales.

a) Rendimientos explícitos

Son rendimientos explícitos aquellos en los que la contraprestación por la cesión de capitales a
terceros consiste en intereses periódicos que se pagan independientemente del reembolso del
capital.

Se incluyen como rendimientos explícitos:

- Los intereses de las Obligaciones del Estado y Bonos del Estado.


- En general, rendimientos derivados de todo tipo de préstamos o empréstitos que se retribuyan
periódicamente.

Estos rendimientos están sometidos a una retención del 19%7 sobre las cantidades devengadas que
se considera practicada a cuenta del impuesto a pagar. No queda, sin embargo, sometido a la
obligación el reembolso del principal llegado el plazo de vencimiento.

Activo que se emite por 1.000 u.m. con interés del 1% sobre nominal, devengable
trimestralmente. Cada tres meses devenga un interés de 10 u.m. (rendimiento explícito del
capital mobiliario).

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Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 que será del 21% conforme a lo dispuesto en la disposición adicional
trigésimo quinta de la LIRPF..

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- Sobre estas 10 u.m. el Estado ingresará 1,9 en la Hacienda pública y satisfará 8,1
u.m. a su titular en efectivo.
- En su declaración del IRPF el perceptor considerará en su base del ahorro un
rendimiento de 40 u.m., que tributarán al 19/21%8 (7.6 u.m). De la cuota final del
Impuesto (que podrá incluir otros rendimientos), se deducirán 7,6 u.m. ya pagadas a
la Hacienda Tributaria.
- Pasado el año se amortiza obteniendo las 1.000 u.m. invertidas inicialmente. Este
importe no estará sometido a retención, al no haber rendimiento alguno.

Si bien con carácter general los intereses se integran en la base imponible del ahorro, en el caso de
que dichos intereses provengan de entidades vinculadas (en principio, aquéllas en las que se tenga
un porcentaje de participación superior al 5% o en las que se es administrador) y se supere
determinado límite, los mismos se integraran en la base imponible general y, por tanto, tributarán
entre el 24,75% y el 52% (todo ello sin tener en cuenta los tipos autonómicos).

En efecto la norma fija el límite de los capitales cedidos a una entidad vinculada en tres veces el
importe de los fondos propios de la entidad. Así, la parte de intereses que se corresponda con el
exceso del préstamo concedido a la entidad que supere tres veces los fondos propios (del último
ejercicio cerrado), deberá considerarse, en proporción al porcentaje de participación del socio, como
integrable en la parte general de base imponible.

La entidad AAA tiene, a 31 de diciembre de 2011, unos fondos propios (capital y reservas) de
10.000,00 euros. Su socio mayoritario, con un 20% de las participaciones representativas del
capital social de AAA, es la también sociedad mercantil BBB, con unos fondos propios de
2.000,00 euros. BBB le presta a AAA un importe de 35.000,00, a un tipo de interés del 5%
anual. Como consecuencia de dicho préstamo BBB recibe de AAA el 31 de diciembre de
2011 unos intereses por importe de 1.750,00 euros.
Pues bien, la integración que correspondería sería la siguiente:
- Fondos propios de SH: 2.000,00

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Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

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- Límite de financiación sobre fondos propios x 3 x 20%: 6.000,00 euros.
- Intereses correspondientes a los 6.000,00 euros: 300,00 euros (integrables en base
del ahorro)
- Intereses correspondientes a los 29.000,00 euros: 1.450,00 euros (integrables en la
base general).

b) Rendimientos implícitos

Cuando la contraprestación por la cesión de capitales a terceros viene dada por la diferencia entre el
importe satisfecho en la suscripción o posterior adquisición del activo financiero y el importe
obtenido en la amortización, reembolso o enajenación, nos encontramos ante un rendimiento
implícito del capital mobiliario.

Se incluyen aquí todos los activos cuyos rendimientos se fijan al descuento, o mediante primas de
emisión o amortización como:

- las Letras del Tesoro,


- los pagarés,
- las obligaciones cupón cero
- en general, todo tipo de empréstitos emitidos “al tirón”.

La cuantía del rendimiento implícito viene dada por la diferencia positiva o negativa entre el importe
obtenido en la enajenación, reembolso o amortización y el valor de adquisición o suscripción. La
normativa del IRPF permite la integración de los rendimientos negativos procedentes de este tipo de
operaciones si bien con ciertas limitaciones en los casos de adquisiciones, enajenaciones o ambas de
valores homogéneos en un determinado período de tiempo.

Para cuantificar el rendimiento deben computarse los gastos accesorios de adquisición, que se
sumarán al valor de adquisición, y los gastos accesorios de enajenación, que minorarán el valor de
enajenación siempre que se justifiquen adecuadamente.

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Los rendimientos implícitos están sometidos, con carácter general, a un tipo de retención del 19%9
que debe practicar la entidad emisora o la institución financiera encargada de la operación o, en otro
caso, el fedatario público o la entidad que obligatoriamente debe intervenir en cada transmisión.
Dicha retención se practica cuando se materializa el rendimiento positivo, es decir, en el momento
en el que se transmite, se amortiza o se rembolsa el activo.

Activo de valor nominal 1.000 que se emite por 950 u.m. y vencimiento al año.

- Con su amortización, llegado el vencimiento, se genera un rendimiento implícito de


50 u.m.
- En el caso de que este activo se venda antes del vencimiento por precio de 975 u.m.,
con unos gastos de transmisión de 5, generará, asimismo, un rendimiento implícito
de 20 u.m.

c) Rendimientos mixtos

La tercera categoría son los activos financieros que generan rendimientos mixtos, que provienen
tanto del devengo del cupón como por la diferencia entre el coste de adquisición y el de enajenación
o reembolso (primas de emisión, amortización o reembolso).

Activo de valor nominal 1.000 que se emite por 950 u.m. y vencimiento al año, se retribuye
además con cupones del 1% trimestrales.

- Trimestralmente se percibe un cupón de 9,5 u.m. (950 x 1%): Rendimiento explícito.


- Al año se amortiza por 1.000 u.m.: Rendimiento implícito = 50 u.m.

En estos casos, la normativa fiscal fija una rentabilidad mínima con la que debe compararse con el
rendimiento explícito anual del activo financiero para determinar su modo de tributación:

- si rendimiento explícito es igual o superior al mínimo fijado por la norma, recibirá el tratamiento
propio de los rendimientos explícitos.

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Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 que será del 21% conforme a lo dispuesto en la disposición adicional
trigésimo quinta de la LIRPF.

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- si rendimiento explícito es inferior al mínimo fijado por la norma, recibirá el tratamiento propio
de los rendimientos implícitos.

El tipo de rentabilidad mínima se fija cada trimestre, y no es un tipo único, sino que se establece un
tipo mínimo dependiendo de la duración del activo.

Por otro lado, también cabe la posibilidad de que el rendimiento explícito del activo varíe en el
tiempo. Así, en función de variabilidad del rendimiento explícito los podemos clasificar también
como:

- activos con rendimiento variable: en los que la variación está fijada en el momento de la emisión
del activo, de manera que se conozca de antemano su rentabilidad de cada devengo.
- activos con rendimiento flotante: en los que la variación del rendimiento se fija en atención a
magnitudes económicas externas (como puede ser el IBEX 35). De este modo, la rentabilidad
variará en cada devengo, y además no se conocerá el importe del cupón hasta saber cuál es el
valor del índice de referencia en cada momento. En este caso, para determinar si tributan como
rendimiento implícito o explícito, el rendimiento explícito se calculará por referencia al valor
inicial del índice al que quede referido.

1.3.3. Gastos deducibles

Los rendimientos íntegros del capital mobiliario tienen una muy limitada capacidad para deducir
gastos, dado que se minoran, exclusivamente, en los gastos de administración y depósito siempre
que se trate valores negociables, no contemplándose, en la Ley del IRPF, ningún tipo de gastos
deducibles en el caso de que no sean negociables (por ejemplo, cuentas o depósitos bancarios). Por
ello no son deducibles las comisiones por gestión discrecional de carteras de valores o los intereses
por la financiación utilizada por la compra de los valores.

1.3.4. Integración en la base imponible

Los rendimientos del capital mobiliario se atribuyen a los contribuyentes que sean titulares de los
elementos patrimoniales de los que provengan.

21
Si bien con la anterior legislación se distinguía, a efectos de su integración en la base imponible,
entre los rendimientos de más de dos años y el resto, la nueva normativa prevé que los
rendimientos, con independencia de su período de generación, se integran en la parte del ahorro de
la base imponible, sometiéndose a un tipo fijo de tributación del 19/21%10.

La normativa anterior (Real Decreto Legislativo 3/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. (Vigente hasta el 1 de enero
de 2007) preveía, como regla general para el cómputo de los rendimientos netos del capital
mobiliario, una reducción del 40% para todos aquellos que tuvieran un período de generación
superior a dos años, así como cuando estuviesen calificados reglamentariamente como obtenidos de
forma notoriamente irregular en el tiempo.

Actualmente, la posibilidad de aplicar dicha reducción queda limitada a los rendimientos netos
previstos en el apartado 4 del artículo 25 de esta LIRPF (art. 25.4 LIRPF):

a) “Los procedentes de la propiedad intelectual cuando el contribuyente no sea el autor y los


procedentes de la propiedad industrial que no se encuentre afecta a actividades económicas
realizadas por el contribuyente.
b) Los procedentes de la prestación de asistencia técnica, salvo que dicha prestación tenga lugar
en el ámbito de una actividad económica.
c) Los procedentes del arrendamiento de bienes muebles, negocios o minas, así como los
procedentes del subarrendamiento percibidos por el subarrendador, que no constituyan
actividades económicas.
d) Los procedentes de la cesión del derecho a la explotación de la imagen o del consentimiento o
autorización para su utilización, salvo que dicha cesión tenga lugar en el ámbito de una
actividad económica.”

Para todos los demás, se computarán íntegramente (menos gastos) con independencia del periodo
de generación de éstos.

10
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el siguiente: al
21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

22
1.3.5. Normas “antiaplicación”

Norma de “cautela” que consiste en la no integración de manera inmediata de rendimientos


negativos procedentes de las transmisiones de activos financieros, en el caso de que en un plazo de
dos meses anteriores o posteriores a la transmisión se hubiesen adquirido activos financieros
homogéneos.

El Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas define los valores homogéneos
como aquéllos que cumplan los requisitos establecidos en el artículo 4 del Real Decreto 291/1992, de
27 de marzo, sobre emisiones y ofertas públicas de valores, según el cual son valores homogéneos
aquéllos que:

- formen parte de una misma emisión, operación financiera o responden a una misma unidad de
propósito, incluida la obtención sistemática de financiación.
- tengan igual naturaleza y régimen de transmisión.
- atribuyan a sus titulares un contenido sustancialmente similar de derechos y obligaciones.

Con esta norma se trata de evitar la anticipación en la integración fiscal de los rendimientos
negativos, obstaculizando fiscalmente las conocidas “aplicaciones” de valores, consistentes en
transmitir valores con minusvalías y adquirir los mismos en plazos muy próximos. Y se hace difiriendo
el cómputo de la renta negativa a un momento posterior, por lo que esta no integración estará
condicionada a la existencia, en la cartera del contribuyente, de una cartera de “valores
homogéneos”, con posterioridad a la generación del rendimiento negativo.

La integración de estos rendimientos negativos se hará a medida que se transmitan los activos
financieros que, en su caso, permaneciesen en el patrimonio del contribuyente.

Adquisición previa a la enajenación:


Con fecha 1 de enero, el señor A era titular, desde hace un año, de 500 bonos emitidos por
la empresa X, por valor de 100 u.m. cada uno y adquiere otros 500 bonos al mismo valor
(100.000 u.m.). Posteriormente, con fecha 1 de febrero, transmite 500 de aquellos activos

23
financieros por un importe de 90 u.m. cada uno. (45.000 u.m.)
En este caso, puesto que se cumplen las condiciones previstas en la norma, este
rendimiento negativo de 5.000 u.m. (resultado de la venta de los activos en 10 u.m. por
debajo de su precio de adquisición), no se integrará sino cuando se transmitan los otros 500
activos en poder del contribuyente. Por lo tanto, si el Señor A decide transmitir los 500
activos financieros en su poder el 13 de marzo del ejercicio siguiente, por un precio de 110
u.m. el resultado, a efectos fiscales sería:

- Rendimiento obtenido: [valor de transmisión55.000 (500 x 110)] – [valor de


adquisición 50.000 u.m (500 x 100 u.m.)] = 5.000 u.m
- Rendimiento integrable por la pérdida sufrida en el ejercicio anterior: -5.000 u.m.
- Total a integrar en la base imponible: 5.000-5.000= 0 u.m.

Adquisición posterior a la enajenación:

Con fecha 1 de enero, el señor A era titular, desde hace un año, de 500 bonos emitidos por
la empresa X, por valor de 100 u.m. cada uno. Con fecha 1 de febrero el Señor A realiza la
venta de 500 bonos emitidos por la entidad X, con pérdida material de 5.000 u.m. (valor
unitario de adquisición: 100; valor unitario de enajenación 90 u.m). Posteriormente, con
fecha 1 de marzo, realiza una nueva adquisición de 500 activos de la misma empresa, por
valor de 110 u.m.

En este caso, el Señor X sigue teniendo 500 activos en su poder, por lo que la pérdida de
5.000 u.m, no se integrará sino cuando se transmitan los activos que tiene en cartera.

1.3.6. Diferencias entre rendimientos del capital mobiliario y ganancias y


pérdidas patrimoniales

La principal diferencia entre ambos conceptos no es otra que los rendimientos del capital mobiliario
se someten, salvo contadas excepciones, a retención, a diferencia de las ganancias, (con excepción
de las cantidades percibidas por el reembolso o amortización de acciones o participaciones en
Instituciones de Inversión Colectiva) que, como regla general, no se ven sometidas a retención.

24
Ambas categorías de renta se integran en la conocida como “base del ahorro”, junto con el resto de
rentas financieras y tributan a un tipo fijo del 19/21%11.

1.4. Ganancias y pérdidas patrimoniales

Son ganancias o pérdidas patrimoniales aquellas variaciones en el valor del patrimonio que se pongan de
manifiesto con ocasión de cualquier alteración en su composición. Para que se integren en la base del
ahorro, las ganancias o pérdidas deben provenir de la transmisión de un elemento patrimonial (por
ejemplo, la transmisión de una acción).

Para que tribute una ganancia o pérdida patrimonial en una operación financiera deben concurrir cinco
condiciones:
- Que se produzca la alteración del valor del elemento patrimonial.
- Que se produzca la transmisión de un elemento patrimonial.
- Que se produzca una alteración en la composición del patrimonio.
- Que la renta obtenida no se considere como un rendimiento del capital mobiliario.
- Que no se trate de una transmisión lucrativa por causa de muerte del contribuyente.

Por ejemplo, en el caso de acciones, si éstas suben de valor se da el primero de los requisitos, sin
embargo hasta que no se vendan por valor mayor del que se adquirieron, consecuencia de su mayor
cotización, no se dará el segundo elemento y, a efectos de la Ley del IRPF, no se habrá producido una
ganancia patrimonial. Debe por lo tanto producirse una plusvalía y ésta debe ser realizada mediante la
enajenación del elemento patrimonial que la provoca.

Excepcionalmente, las transmisiones, o reembolsos de determinadas instituciones de inversión colectiva,


cuando medie reinversión en otras de estas instituciones, según un procedimiento especial, no
determinarán ganancia ni pérdida patrimonial, pese a haberse producido una alteración en la
composición del patrimonio del contribuyente. Es una ventajosa norma de diferimiento tributario.

En el ámbito de las operaciones financieras, estas tres condiciones se van a dar, fundamentalmente:

11
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el siguiente: al
21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

25
− En la venta de acciones o títulos representativos de la participación en fondos propios de
cualquier tipo de entidad.
− En determinadas operaciones donde así se establece, como son los reembolsos de Fondos de
Inversión.
− En las operaciones realizadas en los mercados de futuros y opciones regulados en el Real Decreto
1814/1991.

1.4.1. Cuantificación de la ganancia o pérdida patrimonial

El importe de la ganancia o pérdida patrimonial se cuantifica por la diferencia entre los valores de
adquisición y transmisión:
− El valor de adquisición vendrá determinado generalmente por el precio pagado, al cual habrá
que añadirle las mejoras e inversiones y los gastos y tributos satisfechos por el contribuyente
en la adquisición sin mecanismos correctores del valor de adquisición en las operaciones
financieras.
− El valor de transmisión es el de venta o enajenación, pudiendo minorarse en los gastos
satisfechos por el transmitente. En ocasiones, y por determinadas cautelas, la Ley fija un valor
objetivo de enajenación, a efectos fiscales.

1.4.2. Ganancias y pérdidas integrables en la parte general o del ahorro del


Impuesto

Las ganancias y pérdidas patrimoniales se van a integrar en la base imponible de forma distinta
dependiendo de su procedencia. Esto es, si derivan de la transmisión de elementos patrimoniales, se
integrarán en la base del ahorro y, en caso contrario, se integrarán en la base general, quedando
sometidas al tipo de gravamen progresivo del Impuesto.

Como es lógico, la mayoría de las ganancias o pérdidas patrimoniales derivarán de la transmisión de


elementos patrimoniales, si bien pueden darse determinados casos, normalmente no aplicables en el
ámbito financiero, en el que se den alteraciones patrimoniales sin transmisión alguna (premios,
indemnizaciones, etc.). Por lo tanto, con carácter general se puede afirmar que las rentas financieras
que se califiquen como ganancias patrimoniales, se integrarán habitualmente en la base del ahorro.

26
1.4.3. Normas “antiaplicación”

Tal como hemos analizado anteriormente respecto de los rendimientos negativos derivados de la
transmisión de activos financieros, las pérdidas patrimoniales derivadas de la transmisión de valores
o participaciones no se integrarán en la base imponible del impuesto cuando se haya producido la
adquisición de valores homogéneos en un determinado período de tiempo desde su generación, sino
a medida que se transmitan las acciones o participaciones homogéneas que permanezcan en la
cartera del contribuyente.

Dependiendo de si los valores están admitidos o no a negociación en un mercado secundario oficial


europeo de valores, el plazo durante el cual la transmisión de valores no permite la integración de la
pérdida será distinto12:
- en el caso de que la pérdida se genere por la transmisión de valores negociados en un
mercado secundario oficial europeo de valores, el plazo que determinará el diferimiento de la
integración será de dos meses anteriores o posteriores a la generación de la pérdida si en ese
período se ha producido la adquisición de valores homogéneos
- en el caso contrario, es decir, que no se encuentren negociados en esos mercados, este
período será de un año.

1.4.4. Integración y Compensación de rentas

Las ganancias y pérdidas patrimoniales pueden ser compensadas entre sí, bajo un complejo ejercicio,
de la siguiente manera:
− En primer lugar, las ganancias y pérdidas patrimoniales en la parte general se compensan
entre sí y su resultado neto, si es positivo, se integra en la parte general de la base imponible
del ejercicio. Si el resultado es negativo, se permite la compensación con el resto de partidas
que integran la parte general de la base imponible, si bien con el límite del 25% del importe
positivo del resto de las rentas integradas en la parte general de la base imponible. Si tras esto
siguiese quedando saldo negativo, se procederá a la compensación, en el mismo orden, en los
cuatro ejercicios posteriores.

12
En concreto, la norma se refiere a aquellos mercados secundarios oficiales de valores definitivos en la Directiva 93/22/CEE del
Consejo de 10 de mayo de 1993.

27
− Las ganancias y pérdidas patrimoniales generadas integrables en la parte del ahorro se
compensan exclusivamente entre sí. En el caso de que el resultado fuese negativo, se
procederá a su compensación con los resultados positivos de la parte del ahorro de los cuatro
años siguientes.
− Las rentas integrables en la parte del ahorro que no tengan la calificación de ganancias
patrimoniales, se integran y compensan entre sí. Si el saldo es positivo, tributan a un tipo del
19/21%13 y, si es negativo, puede compensarse con las rentas integrables en esa parte de la
base del ahorro de los próximos 4 años.

13
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el siguiente: al
21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

28
29
1.4.5. Individualización

Al igual que lo señalado para los rendimientos del capital mobiliario, las ganancias y pérdidas
patrimoniales se consideran obtenidas por los contribuyentes que sean titulares de los valores u
otros elementos de donde procedan, según las normas del Impuesto sobre el Patrimonio.

1.4.6. Tipo de gravamen

− Las ganancias y pérdidas patrimoniales de base del ahorro tributan a un tipo fijo del
19/21%14.
− Sin embargo, las que no se integren en la parte del ahorro –las menos15- tributarán por
aplicación de la escala progresiva del Impuesto –entre 24,75% y el 52%)

1.5. La obligación de retener

El mecanismo de la retención supone que determinadas rentas no se van a percibir, en el momento


de su devengo fiscal, de manera íntegra, sino que parte de esa renta se va ingresar por un tercero,
normalmente su pagador, en la Hacienda Pública en concepto de pago a cuenta del impuesto final
que se deba satisfacer el contribuyente por la totalidad de las rentas obtenidas durante el período
impositivo.

La referencia a las retenciones deberá hacerse extensible en todas las ocasiones en las que se hace
mención, en este documento, a los ingresos a cuenta efectuados cuando se satisfacen rentas en
especie. En dichos casos, la base para determinar los ingresos a cuenta es el resultado de
incrementar en un 20% el valor de adquisición o coste para el pagador.

Una persona física recibe el rendimiento de un activo financiero. El rendimiento total


devengado es de 100 u.m.

- retención del 19%: 19 u.m.

14
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.
15
Entre otras, aquéllas que tengan un periodo de generación inferior al año o las que se consideren ganancias no
justificadas.

30
- percibido: 81u.m.
- integración: 100 u.m. x 19 = 19 u.m.
- deducción en cuota: 19 u.m. (por la retención).
- total impuesto a pagar: 0 u.m.

La retención de las rentas en la fuente (en el momento en el que son exigibles) permite a la Hacienda
Pública anticipar su recaudación sobre impuestos que todavía no se han devengado y atenuar así, en
el contribuyente, el impacto de la tributación final. Además, las retenciones cumplen una segunda
función, puesto que el retenedor proporciona a la Administración Tributaria información sobre los
perceptores de las rentas que se abonan, permitiendo controlar las futuras declaraciones que los
perceptores de aquéllas presenten.

Las rentas financieras sometidas a retención son las siguientes:

− Rendimientos del trabajo (i.e. prestaciones derivadas de planes de pensiones).


− Rendimientos del capital mobiliario, con la excepción, entre otros, de los rendimientos de
Letras del Tesoro, así como de determinados rendimientos explícitos y de las primas de
conversión de obligaciones en acciones, devolución de prima de emisión de acciones o
participaciones y de la reducción de capital con devolución de aportaciones.
− Determinados premios.
– Ganancias patrimoniales derivadas de las transmisiones o reembolsos de participaciones en
Instituciones de Inversión Colectiva salvo excepciones (i.e. Fondos de Inversión). Las
referencias a éstas se efectuarán en el apartado 1.11 del capítulo.

Por su parte, los obligados a practicar retenciones son determinadas entidades o personas que
satisfacen rentas, es decir:

− Todas las entidades (sociedades anónimas, limitadas, comunidades de bienes, etc.).


− Empresarios y profesionales individuales.
− La Administración del Estado.

31
Junto a los anteriores se deben mencionar otros obligados a practicar retenciones, los cuales, si bien
no satisfacen las rentas, tienen la obligación de practicar retención por el hecho de intervenir en
determinadas transacciones:

− Entidades depositarias de valores extranjeros propiedad de residentes, o que tengan a cargo


la gestión de cobro de las rentas derivadas de dichos valores.
− Fedatarios públicos.
− Instituciones financieras que reciban la orden de venta de los activos financieros.
− Entidades gestoras del mercado de Deuda Pública anotada.

La obligación del retenedor abarca, además de retener, la de ingresar dicha cantidad en la Hacienda
pública, convirtiéndose por tanto en deudor frente a la Administración tributaria por las cantidades
retenidas o que no habiendo retenido hubiese debido hacerlo.

1.5.1. Operaciones Financieras sometidas a retención

− Dividendos: La obligación de retener surge, en estos casos, en el momento en el que estos


rendimientos son exigibles por su perceptor, esto es, en la fecha acordada por la Junta
General para que los accionistas o partícipes puedan percibir la distribución de las reservas,
cualquiera que sea la fecha del pago definitivo. El importe de la retención es del 19%16.

- Rendimientos explícitos e implícitos: La obligación de retener nace igualmente en el


momento en el que son exigibles o bien cuando se produce el reembolso o la amortización
del activo o bien en el momento de su transmisión. El tipo es del 19%17 y la base de cálculo se
determina bien sobre la diferencia entre el precio de adquisición y el de enajenación,
reembolso o amortización o, en el caso de intereses o cupones, sobre la cantidad íntegra
devengada, en el momento de su exigibilidad.

Por establecerse deberes de retención en los supuestos de transmisión, reembolso y


amortización, sólo exceptuables en tasadas ocasiones, la normativa fiscal obliga a intervenir en

16
Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 que será del 21% conforme a lo dispuesto en la disposición adicional
trigésimo quinta de la LIRPF.
17
Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

32
las transmisiones de estos activos financieros a instituciones financieras o fedatarios públicos,
que en cada caso deberán expedir certificados acreditativos de la adquisición de los valores, al
igual que ha de hacerlo en la emisión el sujeto emisor. Sin dichos certificados los valores no
podrán ser amortizados o transmitidos ordinariamente, sino a través de procedimientos
particulares. Precisamente la existencia de estos certificados de adquisición permite observar el
deber de retención en los rendimientos del capital mobiliario manifestados en la transmisión,
por parte de las entidades financieras o fedatarios públicos intervinientes, así como en las
amortizaciones o reembolsos, por parte de las entidades emisoras. La base de retención será la
diferencia positiva entre el valor de transmisión, amortización o reembolso y el valor de
adquisición que figure en la certificación acreditativa correspondiente.

Frente a todo lo anterior, la normativa del IRPF prevé una importante excepción respecto a la
obligación de retener en relación con los rendimientos del capital mobiliario derivados de la
transmisión o amortización de activos financieros con rendimiento explícito. Para ello han de
cumplirse los siguientes requisitos:

- Que estén representados mediante anotaciones en cuenta.


- Que se negocien en un mercado secundario oficial de valores español.

Por lo tanto, será necesario calificar el activo financiero como generador de rendimientos
explícitos o implícitos, en orden a determinar si es de aplicación la anterior excepción de la
obligación de retener.

- Deuda Pública del Estado: La calificación de los rendimientos provenientes de la Deuda


Pública no difiere de la de la deuda privada con lo que las reglas generales de retención son
las mismas, si bien con las siguientes diferencias:

- Las Letras del Tesoro no se someten a retención.


- En las transmisiones deberá practicar la retención la entidad gestora del Mercado de
Deuda Pública que intervenga en la transmisión.

33
1.5.2. Deducción de las retenciones

Como se ha visto en ejemplos anteriores, el importe de la retención es una cantidad que un


tercero paga a cuenta del impuesto final del contribuyente, por lo que de la cuota líquida del
IRPF se deducen las cantidades satisfechas en concepto de retención, resultando que la
tributación final no se ve afectada por el hecho de que sobre unas determinadas rentas exista
retención o no.

El efecto que produce la retención es meramente financiero, es decir, se adelanta el impuesto


antes de su devengo por lo que no se dispone de la cantidad total devengada en el momento de
su percepción, sin que esto produzca de ninguna manera mayor tributación, sino tan sólo un
pernicioso efecto financiero que trata de ser evitado en los productos que quieren mostrarse
competitivos desde un punto de vista fiscal.

1.6. Dividendos

La Ley califica como rendimientos del capital mobiliario a los dividendos y a otros rendimientos
percibidos de una entidad en virtud de la condición de socio, partícipe, accionista o asociado. La
norma incluye expresamente dentro de esta fuente de renta a las primas de asistencia a juntas, con
lo que se evitan discusiones sobre la naturaleza de estas percepciones que, sólo de modo atípico,
pueden ser consideradas como retribución al capital, ya que su función es incentivar la asistencia a
las Juntas Generales y compensar por los gastos en los que incurren los asistentes.

Asimismo, son asimilables a los dividendos, a efectos fiscales:

- los retornos cooperativos;


- los beneficios distribuidos por las instituciones de inversión colectiva;
- las derramas activas de las mutuas de seguro;
- los dividendos procedentes de las acciones sin voto;
- los bonos de fundador (Artículo 11 TRLSA), y;
- los bonos de disfrute (Artículo 48.3 TRLSA).

34
La calificación de los dividendos como rendimientos del capital mobiliario supone que sean de
aplicación las reglas generales de esta categoría de rentas:

− Se encuentran sometidas a un tipo de retención del 19%18, por suponer una participación en
fondos propios en la entidad pagadora.
− Para el cálculo de su rendimiento neto se deducen exclusivamente los gastos de
administración y custodia de valores, por lo que se someten a tributación prácticamente por
su importe íntegro.

El devengo de los dividendos sigue también las reglas generales del IRPF. Por ello, se imputan
temporalmente en el ejercicio en el que son exigibles, es decir, en las fechas acordadas por la Junta
General para su distribución, independientemente de cual sea la fecha efectiva del pago.

Los dividendos se integran siempre en la base imponible del ahorro.

Finalmente, subrayemos que desde el 1 de enero de 2007, los dividendos se integran en la base
imponible del ahorro, tributando a un tipo del 19/21%19, desapareciendo a partir de 2015 la exención
de los 1.500 primeros euros que se integren20. Se suprime así el mecanismo de eliminación de la
doble imposición por el que se trataba evitar que los dividendos tributasen en sede de una persona
jurídica y en sede de la persona física.

A continuación se expone un ejemplo de la eliminación de la doble imposición en un dividendo de


acuerdo con la normativa anterior (hasta el 31 de diciembre de 2006) y un ejemplo de la integración
de un dividendo con la normativa actual.

Conforme a la normativa actual:

18
Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 que será del 21% conforme a lo dispuesto en la disposición adicional
trigésimo quinta de la LIRPF.
19
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.
20
Conforme se recoge en el Diario de sesiones del Congreso de los diputados de 21 de noviembre de 2014. A la fecha de
cierre de este tema aún no ha sido publicada la Ley que modifique a LIRPF.

35
Una sociedad obtiene un beneficio antes de impuestos de 10.000 euros. Si tributa al tipo
efectivo del 30%, su beneficio después de impuestos es de 7.000 euros. Distribuye dicho
beneficio a su único socio en forma de dividendo por importe de 7.000 euros. De esos 7000
euros:

- 1500 están exentos


- el resto, 5.500 euros tributarán al 19%21.
- Dado que los dividendos están sometidos a retención, la tribulación final en sede del
socio será de 0 euros.

En el régimen vigente hasta el 31 de diciembre de 2006 los dividendos tributaban tanto en sede de
la persona jurídica que los repartía como en sede de persona física del socio que los percibía.

Una sociedad obtiene un beneficio antes de impuestos de 1.428 u.m.

Si tributa al tipo efectivo del 30%, su beneficio después de impuestos es de 1.000 u.m.

Si distribuye todo el beneficio a su único socio traslada 1.000 u.m. a la tributación personal de
éste.

Si dicho socio tributara al tipo marginal vigente del 45% y no existiese deducción por doble
imposición, tributaría por 450 u.m. (incluyendo la retención al 15% previamente adelantada
por importe de 150 u.m.).

En consecuencia, una renta que en origen asciende a 1.428 u.m. habría pagado impuestos en
“dos escalones” por (428+450) 878 u.m. (61,48%), resultando una renta neta de impuestos de
550 u.m.

Para atenuar esta situación de “doble tributación”, los dividendos se integraban en la base
imponible de una manera distinta al resto de los rendimientos del capital mobiliario conforme al
siguiente esquema, y, asimismo, se permitía una deducción en la cuota de un determinado
porcentaje, dependiendo de cuál haya sido su integración en base imponible.
21
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

36
Las reglas de integración eran: La cantidad bruta de dividendo se multiplicará, con carácter general
cuando proceda de entidades residentes en territorio español, por el 140%, si bien en
determinados casos, cuando la sociedad que los reparte revista unas determinadas características,
este porcentaje será del 125% o del 100%.

Dependiendo de estos importes aplicables para la integración en la base imponible del impuesto,
se tendrá derecho a diferente deducción en cuota: En el caso de que los dividendos se hayan
integrado por el 140% la deducción en cuota será del 40%, en el caso de que se hayan integrado al
125% la deducción correspondiente será del 25% y, por último, si se han integrado al 100% no
habrá derecho a la deducción en cuota.

• Las integradas al 140% se les aplicaba una deducción en cuota del 40%

• Las integradas al 125% se les aplicaba una deducción en cuota del 25%

• Las integradas al 100% no tenían derecho a aplicar deducción.

Partiendo del supuesto anterior, y manteniéndose la tributación en sede de la sociedad, el


dividendo de 1.000 u.m. que percibe el socio único tributaría conforme a lo siguiente:

El socio percibirá 850 euros, puesto que el 15% de las 1.000 euros, (150 euros.), habrá sido
objeto de retención.

Esta renta se integrará en la base imponible al 140% por importe de 1.400 u.m. (1000 x 140%).

Dicho importe 1.400, a un tipo marginal del 45%, arroja una cuota de 630 u.m. (1.400x45%).

Por otro lado, el importe del dividendo tiene una reducción en cuota del 40%, esto es 400 u.m.
(1.000x40%).

Por tanto, la cuota final sería el resultado de practicar la reducción del 40% sobre el importe
integrado al 140%, lo que arroja un resultado de 230 u.m. (630-400), tributación en la que
queda incluida también la retención previamente adelantada.

Con este esquema, una renta que en origen asciende a 1.428 u.m. habría pagado impuestos en
“dos escalones” por (428+230) 658 u.m. (47%).

37
De forma paralela a las normas antiaplicación anteriormente analizadas, en materia de dividendos no
existe derecho a la exención respecto de acciones adquiridas dentro de los dos meses anteriores a la
fecha en que los mismos se perciben, cuando posteriormente se transmitan acciones homogéneas en
los dos meses siguientes a dicha fecha o en el plazo de un año si no están admitidas a negociación en
mercados secundarios oficiales de valores español (en este caso, la norma no hace referencia a los
mercados secundarios oficiales de valores europeos). En tal caso, denominado “lavado de
dividendos”, los dividendos percibidos son penalizados porque se integran en la base imponible sin
exención.

Una persona física realiza la siguiente operación de compraventa de acciones. Con fecha 1
de febrero adquiere un paquete de acciones por importe 1.500 euros. La sociedad otorga
dividendos el 15 de febrero siguiente, correspondiéndole un importe de 50 euros. Con fecha
10 de marzo siguiente, la persona física vende su paquete accionarial por un valor de 1.450
euros.
- el dividendo de 50 euros tributa imputándose íntegramente en la base del ahorro
sin otorgar derecho a la exención.
- se computa una paralela disminución patrimonial de 50 euros.

1.7. Deuda Pública y Renta Fija Privada

A continuación describiremos las principales particularidades fiscales de los instrumentos de renta


fija pública y privada.

1.7.1. Deuda Pública

Las normas fiscales no contienen reglas especiales para regular la tributación de los activos de
Deuda Pública, por lo que para determinar su tributación se deberán encajar las rentas que
originan este tipo de activos en las distintas categorías de rendimientos del capital mobiliario
que se contemplan en el IRPF.

Dentro de la Deuda Pública podemos particularizar entre:

38
a) Letras del Tesoro

Las Letras del Tesoro son activos emitidos al descuento a plazo de seis, doce o dieciocho meses
cuya rentabilidad viene dada por la diferencia entre el precio de suscripción y el de enajenación
o reembolso. De acuerdo con la calificación que ofrece la Ley del IRPF, el rendimiento del capital
mobiliario generado es un rendimiento implícito.

Como excepción al resto de rendimientos implícitos, las Letras del Tesoro no están sometidas a
retención, salvo cuando se asocia a cuentas en instituciones financieras o es percibido por no
residentes a través de paraísos fiscales.

b) Bonos y Obligaciones del Estado

La Deuda del Estado a medio y largo plazo recibe la respectiva denominación de Bonos del
Estado o de Obligaciones del Estado.

Con la excepción de los bonos segregables (strips), que tras su segregación originan activos
financieros generadores de rendimientos implícitos del capital mobiliario, la rentabilidad se
recibe en forma de cupones o intereses de devengo periódico, y es calificada como de
rendimientos explícitos del capital mobiliario, derivados de la cesión a terceros de capitales
propios, lo cual supone la obligación de retener a contribuyentes del IRPF o del Impuesto sobre
Sociedades a un tipo del 19%2223.

Precisamente por ser calificados como rendimientos explícitos, representados mediante


anotaciones en cuenta y negociados en un mercado secundario oficial español, tanto su
transmisión (incluso en operaciones de cesión con pacto de recompra, denominadas “repos”),
como la posterior amortización, por ejemplo, en caso de existencia de primas de emisión, pese a
originar únicamente rendimientos del capital mobiliario, no se encuentran sujetas a retención.

22
Excepcionalmente, los cupones derivados de la Deuda emitida desde el 1 de enero de 1999 están excluidos de retención,
pero sólo para sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades, no del IRPF.
23
Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

39
c) Operaciones de lavado de cupón

Tal y como se ha visto, los cupones de las Obligaciones y Bonos del Estado están sometidos a
una retención del 19%24, mientras que el rendimiento del capital mobiliario que se genera tanto
por la amortización como por la transmisión de los valores no está sometido a retención alguna
por encontrarse representados mediante anotaciones en cuenta y negociarse en un mercado
secundario español, como es el de la Central de Anotaciones del Banco de España.

Pues bien, para evitar la retención que se genera con el devengo de los cupones, los particulares
recurren al llamado “lavado del cupón”. Esta técnica consiste en vender el Bono u Obligación a
un no residente, o a un sujeto pasivo del Impuesto sobre Sociedades, inmediatamente antes de
percibir la renta del cupón por un precio que incluya el valor del activo y el precio del cupón. De
esta manera el transmitente sustituye un rendimiento del capital mobiliario sujeto a retención,
por uno no sujeto, evitándose así la retención.

En el caso de sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades, el adquirente compensa la renta
positiva derivada de los cupones que percibe con la negativa generada por la posterior
transmisión de los valores, y no se ve afectado por el efecto financiero de las retenciones.

Por su parte, los adquirentes no residentes no tributan por los cupones derivados de la Deuda
Pública, y obtienen una devolución acelerada de la retención, por así preverse en la normativa
aplicable a los no residentes.

Para evitar este artificio se han establecido normas por las cuales si la transmisión del activo se
efectúa dentro de los 30 días anteriores al vencimiento del cupón, a adquirentes no residentes
sin establecimiento permanente o a sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades, la parte del
precio que equivalga al “cupón corrido” estará sometido a retención por parte de la entidad
gestora interviniente. El valor del “cupón corrido” será el resultado de calcular los días que han
pasado desde la fecha de vencimiento del último cupón hasta la fecha de venta del bono y
dividirla por los días existentes entre las dos fechas de vencimiento de los cupones.

24
Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 que será del 21% conforme a lo dispuesto en la disposición adicional
trigésimo quinta de la LIRPF

40
Un bono cuyo nominal es de 1.000 euros que tiene un cupón anual del 5% que se abona el
día 1 de junio de cada año. Si se transmite con fecha 10 de septiembre de 2007 por un
importe de 1.025 euros.
- Valor del cupón: (número de días transcurridos desde 1-10-06/365) x (5% x 1.000) =
344/365 x 50 = 0,942 x 50 = 47,1 euros.
- Si la transmisión se realiza a un residente, el beneficio obtenido de 50 euros no está
sometido a retención para el transmitente.
- Si la transmisión se realiza a un no residente, o a un sujeto pasivo del Impuesto
sobre Sociedades, la parte del precio que equivale al cupón corrido, es decir 47,1
euros, estará́ sometida a retención.

1.7.2. Renta Fija Privada

Una empresa puede conseguir financiación ajena recurriendo a préstamos y créditos o mediante
la emisión de empréstitos que constituyen partes alícuotas del crédito contra la entidad
emisora. A esta última forma de financiación pertenecen las obligaciones, bonos y los pagarés.

Esta financiación supone para quienes la conceden la cesión a terceros de capitales estando por
lo tanto sometida a un tipo de retención del 19%25. A dicha obligación de retención le resulta
plenamente aplicable lo comentado anteriormente para las operaciones de “lavado de cupón”.

A efectos fiscales, bajo las consideraciones previamente analizadas, las obligaciones y los bonos
se pueden dividir en:

a) Bonos y Obligaciones con cupón

Entre ellos se encuentra una variadísima tipología de valores, como por ejemplo la deuda
subordinada, o los bonos, cédulas y participaciones hipotecarias.

25
Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 que será del 21% conforme a lo dispuesto en la disposición adicional
trigésimo quinta de la LIRPF

41
En estos valores la única retribución que se percibe es el devengo periódico de cupones y, por lo
tanto, dichos cupones se incluyen dentro de los activos con rendimientos explícitos sometidos a
retención.

Asimismo, en el caso de su transmisión, amortización o reembolso, se producirá una renta,


sometida a retención sobre la diferencia entre el importe obtenido y el precio de adquisición,
exceptuando los casos en que sea de aplicación la excepción de retención para la transmisión de
activos financieros con rendimientos explícitos (anotación en cuenta y negociación en mercados
secundarios oficiales).

b) Bonos y Obligaciones “cupón cero”

Estos valores se emiten al descuento, o con prima de emisión o reembolso y sin intereses
periódicos (cupón cero). Los rendimientos obtenidos por la transmisión, reembolso o
amortización del activo generan un rendimiento implícito del capital mobiliario por la diferencia
entre el importe satisfecho en la adquisición o suscripción y el importe recibido en la
amortización o enajenación, sometido a retención.

Este mismo régimen fiscal se aplica a los pagarés financieros emitidos por las entidades para
financiarse.

En los últimos años también se han introducido en nuestros mercados valores extranjeros que
retribuyen al inversor con una rentabilidad a su vencimiento, positiva o negativa, en función de
la evolución de un índice bursátil preestablecido aplicado sobre el nominal de los valores. La
tributación de estos “certificados” tiende a asimilarse a la del resto de activos financieros,
generadora por tanto de rendimientos del capital mobiliario.

c) Bonos y Obligaciones con rendimientos mixtos

Estos valores ofrecen los dos tipos de rendimientos examinados anteriormente, es decir, los
generados por la prima de emisión o amortización y los generados por el vencimiento de
cupones periódicos. Para saber si estos activos califican sus rendimientos como explícitos o

42
implícitos se deberá comparar el tipo anual efectivo correspondiente al rendimiento explícito
con el tipo de referencia fijado legalmente:

- Si el componente explícito es superior al mínimo de referencia, generarán únicamente


rendimientos explícitos.
- Si es inferior, dichas rentas generarán rendimientos implícitos.

d) Bonos y Obligaciones convertibles

Estos valores ofrecen una doble rentabilidad:

- Se remuneran mediante cupón.


- Se pueden canjear por acciones de la entidad emisora.

Respecto a su calificación fiscal, nos encontramos ante rendimientos del capital mobiliario en
todo caso, si bien el rendimiento generado por el canje o conversión se determinará por
diferencia entre el valor atribuible a los valores que se reciben y el valor de adquisición o
suscripción de los valores convertibles o canjeables.

Tratándose de canje o conversión de obligaciones en acciones, el rendimiento no estará


sometido a retención.

En todo caso, la totalidad de las rentas mencionadas se integrarán en la parte del ahorro del
IRPF, tributando a un tipo fijo del 19%26.

1.8- Transmisión de acciones

La transmisión de acciones o participaciones en los fondos propios de sociedades u otras entidades


origina ganancias o pérdidas patrimoniales integrables en la base del ahorro cuyo importe viene
determinado por la diferencia entre los valores de suscripción o de adquisición y de enajenación o
transmisión.

26
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

43
En función de si las acciones transmitidas cotizan o no en mercados secundarios oficiales de valores
presentarán un tratamiento tributario distinto.

1.8.1. Acciones que cotizan en Bolsa

a) Valor de adquisición

El valor de adquisición es aquél satisfecho en la compra o suscripción de las acciones, incluidos


los gastos inherentes a dicha adquisición en su día satisfechos por el titular, excluidos el coste de
los intereses en el caso de que la compra de las acciones sea financiada.

- Si la adquisición se realizó por herencia, donación u otra adquisición gratuita, el valor de


adquisición se integrará por el valor otorgado a las acciones en el Impuesto sobre
Sucesiones y Donaciones que gravó al adquirente, incluida la cuota resultante de la
liquidación dicho impuesto.
- Si la compra se realizó mediante la adquisición de derechos de suscripción preferente, el
precio pagado por éstos se incluirá en el valor de adquisición.

b) Valor de enajenación

El valor de enajenación en el caso de valores que cotizan en un mercado secundario oficial


europeo de valores es el que resulta de su cotización en el mercado oficial en la fecha en que se
produzca su transmisión.

En el caso de que por acuerdo de las partes el precio de compraventa difiera del de cotización,
éste prevalecerá a efectos del IRPF, salvo que fuese superior al de cotización, en cuyo caso
prevalecerá el precio pactado. A su vez este valor se debe aminorar por los gastos satisfechos
por el transmitente.

44
Se adquieren diez derechos de suscripción preferente para, posteriormente, acudir a la
ampliación de capital por una acción parcialmente liberada. El coste de los derechos de
suscripción preferente es de 500 u.m., el de la acción de 5.000 u.m. y los gastos cargados
por el intermediario financiero de 100 u.m. Por lo tanto, el coste de adquisición será:
- 5.000 euros (precio de la acción) + 500 euros (precio de los derechos de suscripción
preferente) + 10 euros (gastos) = 5.600 euros.

La normativa del IRPF contempla una “norma antiaplicación” que afecta a la imputación fiscal de
las pérdidas patrimoniales acompañadas de adquisiciones de valores homogéneos en un plazo
de dos meses anteriores o posteriores a la transmisión.

c) Particularidades especiales las acciones totalmente liberadas y acciones parcialmente


liberadas.

Tal como hemos indicado, con carácter general la emisión de acciones por parte de las empresas
tiene como finalidad principal la ampliación de capital con fines de expansión e inversión. No
obstante, en ocasiones las sociedades deciden emitir nuevas acciones para distribuir entre sus
accionistas con cargo a las reservas de la empresa. Se emiten, por tanto, sin que se exija como
contrapartida un desembolso por parte de los accionistas que adquieren esos valores.

Cuando las acciones son sin costo para el accionista estamos hablando de acciones totalmente
liberadas, en tanto que cuando se exige como contrapartida por recibir las acciones algún
desembolso menor al valor al que cotizan las acciones de esa compañía, se trata de acciones
parcialmente liberadas.

En el caso de las acciones parcialmente liberadas, el accionista sólo paga una parte del valor de
las acciones que recibe, y el resto se carga a las reservas de la compañía.

Así, la recepción, por parte de un accionista, de acciones liberadas no produce, en el momento


de dicha adquisición, ninguna repercusión en el IRPF, ya que únicamente se ve afectado el valor
de adquisición de la cartera. De esta forma, el coste de las acciones totalmente liberadas es el
resultado de dividir el coste total de las acciones antiguas por el número de títulos totales, es

45
decir tanto los que ya se poseían como los liberados que se reciben. El cociente determina el
nuevo valor de adquisición del total de las acciones, es decir de las antiguas y de las nuevas.

Esta regla supone un beneficioso tratamiento fiscal para las ampliaciones de capital liberadas,
que hace que se hayan utilizado como retorno para el accionista en sociedades cotizadas que
optan por reducir o no repartir dividendos. A diferencia de éstos, las nuevas acciones no
tributan cuando se conceden.

Por su parte, el valor de adquisición de las acciones parcialmente liberadas es simplemente


aquél que realmente se ha satisfecho para su adquisición.

Respecto a la fecha de adquisición:

- En las acciones totalmente liberadas, es la fecha de adquisición de las acciones antiguas


de las que procedan.
- En las acciones parcialmente liberadas, se computa en el momento en el que se reciben,
con independencia de la cartera preexistente.

Se poseen 10 acciones, de la sociedad X con un precio de 100 euros, cada una. La sociedad
amplía capital y decide entregar 1 acción liberada por cada 10 que se posean.
- El valor de adquisición de cada una de las 11 acciones será de 90’9 euros, (11
acciones entre 1.000 euros).

1.8.2. Acciones que no cotizan en un mercado secundario oficial de valores


europeo

La transmisión de acciones que no cotizan en Bolsa genera también ganancias y pérdidas


patrimoniales, pero las reglas para determinar su importe se apartan de las vistas para los títulos
cotizados.

46
a) Valor de adquisición

El valor de adquisición será aquél que, en su caso, se fijó como valor fiscal en el momento de la
anterior transmisión, por la norma vigente en su momento.

A los valores de adquisición y de enajenación se le deberá añadir o restar respectivamente los


costes inherentes a la adquisición que en su día realizó el titular y los que ahora genera la
transmisión, si son a su cargo.

b) Valor de transmisión

Respecto del valor de transmisión será el efectivamente percibido solamente en el caso de que
el contribuyente pruebe que se corresponde con el que habrían acordado partes independientes
en condiciones normales de mercado. En otro caso, la presunción que hace la Ley del IRPF es
que dicho valor no podrá ser inferior al mayor de los dos siguientes:

- El teórico resultante del último balance cerrado con anterioridad a la fecha de devengo
del Impuesto.
- El que resulte de capitalizar al 20% el promedio de los resultados de los tres ejercicios
sociales cerrados con anterioridad a la fecha del devengo del Impuesto (aclara la norma
que se consideran beneficios los dividendos distribuidos y las asignaciones a reservas
excluidas las de actualización de balances).

Se transmite una acción de una sociedad no cotizada y se tienen los siguientes datos: La
acción se vende el año n4, por valor de 1.000 u.m. El valor teórico de dicha acción según el
último balance cerrado es de 1.200 u.m. El número total de acciones de la sociedad no
cotizada es de 10.000. Los beneficios de los anteriores años son los siguientes son:
- n1: 2.000.000 u.m.
- n2: 1.500.000 u.m.
- n3: 2.000.000 u.m.
El valor de transmisión a efectos fiscales será el siguiente:
- El valor teórico es de 1.200 u.m.

47
- El resultado de capitalizar al 20% el promedio de los beneficios de los últimos tres
años es de 916,66 u.m.:
- (2.000.000+1.500.000+2.000.000)/3 = 1.833.333 u.m.
- 1.833.333/0,2 = 9.166.666 u.m.
- 9.166.666/10.000 acciones = 916,66 u.m.
Por lo tanto, a efectos fiscales, el precio de la transmisión no podrá ser inferior a 1.200 u.m.,
a no ser que el transmitente pueda probar que el precio de mercado es otro.

c) Acciones liberadas total y parcialmente

Las acciones liberadas (total o parcialmente), se rigen por las mismas normas que se han
comentado respecto de las acciones que cotizan en Bolsa. Asimismo se aplican idénticas normas
“antiaplicación”, si bien el plazo a computar se amplía hasta un año, en vez de los dos meses
aplicables a acciones cotizadas

1.8.3. Tributación de la transmisión de acciones

La transmisión de acciones sigue el régimen general de tributación de las ganancias pérdidas y


patrimoniales anteriormente expuesto, es decir:

- Sólo tributan las ganancias o pérdidas patrimoniales realizadas, no las latentes por el
mero aumento de valor.
- Se integrarán en la parte de ahorro de la base imponible.

Una cuestión muy importante es que si se poseen acciones homogéneas (emitidas por una
misma sociedad, con igual valor nominal y derechos y con la misma situación de titularidad),
fiscalmente se considera, de forma obligatoria, que se transmiten, primero, las más antiguas
(criterio “FIFO”). Además, deberán calcularse tantas ganancias o pérdidas patrimoniales como
adquisiciones de acciones en momentos distintos se hayan producido.

48
Con fecha 5 de enero de 2006 se transmiten 1.400 acciones cotizadas en bolsa a un precio
de 100 u.m. por acción, sobre la siguiente cartera:
Nº Acciones Adquisición Valor adq. Valor trans. Diferencia GyP
100 15.02.90 25 u.m. 100 u.m. 75 u.m. 7500
200 01.01.92 50 u.m. 100 u.m. 50 u.m. 1.000
250 25.10.95 70 u.m. 100 u.m. 30 u.m. 7.500
200 18.12.96 90 u.m. 100 u.m. 10 u.m. 2.000
100 15.12.97 120 u.m. 100 u.m. -20 u.m. -2000
450 04.06.98 80 u.m. 100 u.m. 20 u.m. 9.000
175 07.08.03 90 u.m. 100 u.m. 10 u.m. 1750
1400 20.000

Asimismo, y en cuanto a la tributación de las rentas generadas por las transmisiones de


acciones, actualmente existe una compleja regulación que obliga a distinguir según la
antigüedad de las acciones que se transmiten. En este sentido, la nueva Ley del IRPF ha vuelto a
cambiar el régimen de estas transmisiones. Por ello, en la actualidad deben distinguirse las
siguientes situaciones:

- Transmisiones de acciones adquiridas antes de 31 de diciembre de 1994 y


transmitidas hasta el 19 de enero de 2006.
- Transmisiones de acciones adquiridas antes de 31 de diciembre de 1994 y
transmitidas con posterioridad al 20 de enero de 2006.
- Transmisiones de acciones adquiridas con posterioridad al 31 de diciembre de 1994.

De acuerdo con todo lo anterior, debe distinguirse, a efectos fiscales, las transmisiones de
elementos, adquiridos antes del 31 de diciembre de 1994 del resto y, dentro de aquéllas, las
derivadas de transmisiones realizadas con anterioridad o posterioridad al día 20 de enero de
2006.

A efectos de una mayor claridad expositiva se exponen a continuación cada uno de los
regímenes:

49
a) Transmisión de acciones cotizadas e IICs adquiridas antes del 31 de diciembre de 1994
transmitidas hasta el 19 de enero de 2006

Por resultar de aplicación en la fecha de su adquisición la normativa del IRPF anterior al Real
Decreto-Ley 7/1996, de 7 de junio, se aplican las siguientes pautas:

- las ganancias y pérdidas patrimoniales se determinan por diferencia entre el valor de


adquisición y el de enajenación.
- si se ha generado una ganancia patrimonial:
- se aplica un porcentaje reductor sobre la plusvalía del 25%, por cada año de
permanencia de las acciones cotizadas que exceda de dos, computado hasta el 31 de
diciembre de 1996 y redondeado a la unidad de año por exceso. En consecuencia, las
plusvalías de acciones cotizadas adquiridas con anterioridad al 31 de diciembre de
1994 están parcialmente exoneradas de tributación, quedando totalmente
exoneradas si su adquisición tuvo lugar antes del 31 de diciembre de 1991.
- estos porcentajes reductores descienden al 14,28% para las acciones o
participaciones en instituciones de inversión colectiva o las acciones no admitidas a
negociación en mercados secundarios oficiales.

Tomamos como referencia el ejemplo anterior.


Con fecha 5 de enero de 2006 se transmiten 1.400 acciones cotizadas en bolsa a un precio de
100 u.m. por acción, sobre la siguiente cartera:
Nº Acciones Adquisición Valor adq. Valor trans. Diferencia GyP
100 15.02.90 25 u.m. 100 u.m. 75 u.m. 7500
200 01.01.92 50 u.m. 100 u.m. 50 u.m. 1.000
250 25.10.95 70 u.m. 100 u.m. 30 u.m. 7.500
200 18.12.96 90 u.m. 100 u.m. 10 u.m. 2.000
100 15.12.97 120 u.m. 100 u.m. -20 u.m. -2000
450 04.06.98 80 u.m. 100 u.m. 20 u.m. 9.000
175 07.08.03 90 u.m. 100 u.m. 10 u.m. 1750
1400 20.000

50
La tributación de las rentas (GyP) generadas con ocasión de la transmisión de las acciones
con fecha 5 de enero de 2006 sería la siguiente:

- Por las 100 acciones adquiridas el 15.02.90: La ganancia resultante no se somete a


tributación.
- Por las 200 acciones adquiridas el 01.01.92:
- Valor de transmisión: 20.000 (200 x 100)
- Valor de adquisición: 10.000 (200 x 50)
- Ganancia patrimonial se reduce a razón de 25% por cada año de
permanencia de las acciones cotizadas que exceda de dos(a partir del
tercero), computado hasta el 31 de diciembre de 1996 y redondeado a la
unidad de año por exceso: coeficiente reductor del 75%: [10.000 – (10.000 x
75%)] = 2.500.
- Por las 250 acciones adquiridas el 25.10.95:
- Valor de transmisión: 25.000
- Valor de adquisición: 17.500 (250 x 70)
- Ganancia patrimonial: 7.500
- Por las 200 acciones adquiridas el 18.12.96:
- Valor de transmisión: 20.000
- Valor de adquisición: 18.000 (200 x 90)
- Ganancia patrimonial 2.000
- Por las 100 acciones adquiridas el 15.12.97:
- Valor de transmisión: 10.000
- Valor de adquisición: 12.000 (100 x 120)
- Pérdida patrimonial - 2.000
- Por las 450 acciones adquiridas el 04.06.98:
- Valor de transmisión: 45.000
- Valor de adquisición: 36.000 (450 x 80)
- Ganancia patrimonial : 9.000
- Por las 100 acciones adquiridas el 07.08.03
- Valor de transmisión: 10.000

51
- Valor de adquisición: 9.000 (100 x 90)
- Ganancia patrimonial: 1.000

b) Transmisión de acciones adquiridas con anterioridad al 31 de diciembre de 1994 y con


posterioridad al 20 de enero de 2006.

En este caso, se utiliza el siguiente sistema:

- las ganancias y pérdidas patrimoniales se determinan por diferencia entre el valor de


adquisición y el de enajenación.
- Si se ha generado una ganancia patrimonial entonces se debe, a su vez, distinguir si el
valor de transmisión es superior, o no, al que le correspondería a los valores en la
declaración del Impuesto sobre el Patrimonio en el ejercicio 2005:

- Si el valor de transmisión es inferior al del Impuesto sobre el Patrimonio del año


2005, se aplican los porcentajes reductores a la totalidad de la ganancia patrimonial.
- Si el valor de trasmisión es superior al que le correspondería en el Impuesto sobre el
Patrimonio, debe calcularse la parte generada con anterioridad al 20 de enero de
2006 y la generada con posterioridad a dicha fecha:
- valor de transmisión anterior al 20/01/2006: le será de aplicación los
porcentajes reductores señalados anteriormente (25% para acciones
cotizadas27, 14,28% para IICs).
- valor de transmisión posterior al 20/01/2006: le será de aplicación el
régimen general de las ganancias patrimoniales, sin derecho a reducción
alguna.

27
A estos efectos se considera, en el caso de acciones cotizadas o de acciones o participaciones de IICs, que la parte
generada antes de dicha fechas es aquélla que toma en cuenta como valor de transmisión el que se le corresponda a los
valores a efectos del Impuesto sobre el Patrimonio del año 2005.

52
Si la fecha de transmisión en el ejemplo anterior hubiese sido el 25 de junio, siendo el valor
a efectos del IP del año 2005, de 80 euros por acción, en nuestro ejemplo, la tributación
resultante sería la siguiente:
- Por las 100 acciones adquiridas el 15.02.90:
Ganancia Patrimonial total:
- Valor de transmisión: 10.000 (100 x 100)
-

c) Transmisión de acciones adquiridas después del 31 de diciembre de 1994.

En este caso, se utiliza el siguiente sistema:

- Se determinan las ganancias y pérdidas patrimoniales por diferencia entre el precio de


adquisición y el de enajenación.
- Se somete a tributación la ganancia o pérdida patrimonial resultante, sin aplicar ningún
porcentaje reductor en función de la antigüedad ni tampoco coeficientes correctores del
efecto de la inflación sobre el valor de adquisición.

Estas rentas se integrarán en la renta del ahorro tributando a un tipo del 18%.

d) Transmisión de acciones o participaciones en empresas de nueva o reciente creación

El artículo 27 de la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores, modifica


la normativa del IRPF28 estableciendo una exención por reinversión de las ganancias
patrimoniales que se pongan de manifiesto con ocasión de la transmisión de acciones o
participaciones por las que se hubiera practicado la deducción por inversión en empresas de
nueva o reciente creación29. La exención podrá ser total, si se reinvierte el importe total
obtenido por la transmisión de las acciones, o parcial cuando el importe reinvertido sea inferior
al total percibido en la transmisión.

28
Modifica el artículo 38.2 de la LIRPF
29
La deducción se encuentra prevista en el artículo 68.1 de la Ley del IRPF

53
No resultará de aplicación la exención por reinversión:

- Cuando el contribuyente hubiera adquirido valores homogéneos en el año anterior o


posterior a la transmisión de las acciones. En este caso, la exención no procederá
respecto de los valores que permanezcan en el patrimonio del contribuyente.

- Cuando las acciones se transmitan al cónyuge, o a parientes en línea recta o colateral,


por consanguinidad o afinidad, hasta el segundo grado incluido.

- Cuando las acciones o participaciones se transmitan a una entidad respecto de la que se


produzca, con el contribuyente o con cualquiera de las personas citadas en el punto
anterior, alguna de las circunstancias establecidas en el artículo 42 del Código de
Comercio.

1.9. Derechos preferentes de suscripción, aumentos y disminuciones de capital y


distribución de la prima de emisión.

1.9.1. Derechos preferentes de suscripción

El derecho de suscripción preferente es el derecho de opción que tienen los socios de una
sociedad mercantil frente a los terceros interesados en suscribir acciones o participaciones en
operaciones de aumento de capital. El objetivo de este derecho es respetar la proporción que
cada socio tiene en el capital social a efectos de que su participación no se vea disminuida por la
entrada de nuevos socios.

Si un socio no se desea acudir a la ampliación de capital pueden vender su derecho de


suscripción preferente, concediéndole a aquél que los haya adquirido el derecho a acudir a la
ampliación de capital y adquirir acciones con preferencia frente a terceros.

Desde el punto de vista fiscal, en los casos de venta del derecho de suscripción preferente se
deben distinguir dos supuestos:

- venta del derecho de suscripción preferente respecto de acciones no cotizadas en un


mercado secundario oficial europeo de valores, el importe obtenido por la enajenación

54
de los derechos de suscripción preferente tributará como ganancia patrimonial en el
período impositivo en que las acciones se transmitan.
- venta del derecho de suscripción preferente de acciones que cotizan en un mercado
secundario oficial europeo de valores:
- en el caso de que el importe obtenido no supere el valor fiscal de adquisición de las
acciones de las que proceden, el producto de la venta no se integrará en la base
imponible. No obstante, cuando se vendan las acciones, el importe de la venta de los
derechos de suscripción minorará el valor de adquisición de las acciones de que
procedan.

Un inversor persona física, titular de 20 acciones adquiridas por un valor de 1.000 euros,
vende por importe de 400 euros el derecho de suscripción preferente anudado a éstas como
consecuencia de una operación de aumento de capital:
- En el momento de la venta de los derechos de suscripción preferente no se produce
ningún efecto fiscal.
- Cuando venda las acciones, su valor su precio de adquisición, a efectos fiscales, será
de 600 euros (1000- 400).

- si el importe obtenido por la transmisión de los derechos de suscripción llegase a ser


superior al valor de adquisición de las acciones de las que procedan, la diferencia
tiene la consideración de una ganancia patrimonial para el transmitente, ya que no
es posible articular un coste fiscal negativo para una cartera de acciones, anulando el
valor de adquisición de la acción que en su transmisión tendrá valor cero.

Un inversor persona física, titular de 20 acciones adquiridas por un valor de 1.000 euros,
vende por importe de 1.100 euros el derecho de suscripción preferente anudado a éstas
como consecuencia de una operación de aumento de capital:
- Cuando venda los derechos de suscripción se generará una ganancia patrimonial por
importe de 100 euros (1000-100).
- En el momento de transmisión de la acción, se computará como valor de adquisición
0 euros

55
Estas rentas se integrarán, en principio, en la renta del ahorro, con independencia de su período
de generación, tributando a un tipo del 19%30.

1.9.2. Ampliaciones y reducciones de capital

a) Ampliación de capital

La ampliación de capital de una sociedad puede llevarse a cabo de dos maneras:

- Emitiendo nuevas acciones.


- Aumentando el valor nominal de las ya emitidas.

Fiscalmente, en ninguno de los dos supuestos existe ganancia o pérdida patrimonial para los
socios en el momento de la ampliación de capital, sino que la renta se producirá cuando se
transmitan las acciones objeto de la ampliación.

- emisión de nuevas acciones: Bajo el procedimiento de emisión de nuevas acciones, el


socio obtendrá una serie de acciones, bien desembolsando su valor, o bien, total o
parcialmente liberadas. En el momento de adquisición de las acciones, el socio no tendrá
ninguna repercusión fiscal (salvo supuestos de aportaciones no dinerarias), si bien cuando
transmita las acciones tendrá una ganancia o pérdida patrimonial, que en el caso de
acciones parcial o totalmente liberadas deberá calcularse conforme a las reglas
anteriormente analizadas.

- aumento del valor nominal de las acciones: podrán hacerse de dos formas:

- canjeando las acciones ya existentes por otras de mayor nominal.


- estampillando las acciones ya existentes. El estampillado consiste en hacer constar
en los títulos antiguos su nuevo valor nominal.

30
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

56
Tanto en el canje como el estampillado las acciones conservan su antigüedad y, tal y como se
adelantaba, la recepción del nuevo nominal no tiene repercusión alguna, a efectos del IRPF.

b) Reducción de capital

No existe repercusión fiscal en las reducciones de capital que tengan por objeto:

- la compensación de pérdidas;
- la condonación de dividendos pasivos, ni;
- el incremento de reservas de la sociedad31.

Por el contrario, sí tendrán repercusión fiscal las reducciones de capital que tenga por finalidad
la devolución de aportaciones a los socios en los siguientes casos:

- si el importe de la devolución no supera el valor de adquisición de las acciones


afectadas, el importe de la devolución minora el valor de adquisición de las acciones
afectadas.

El señor A adquiere una acción de la sociedad X por importe de 1.000 euros. Posteriormente
la sociedad X decide reducir capital por importe de 400 euros, con devolución de
aportaciones a los socios.
- La cantidad percibida por el accionista no tiene repercusión alguna a efectos fiscales
en el momento de su percepción.
- La reducción reduce el valor de adquisición, el cual pasará a ser de 600 euros

- Si el importe de la devolución supera el valor de adquisición de las acciones, el exceso


tributa como rendimiento del capital mobiliario no sometido a retención.

El señor A adquiere una acción de la sociedad X por importe de 1.000 euros. Posteriormente
la sociedad X decide reducir capital por importe de 1.100 euros, con devolución de

31
Véase apartado sobre IICs, por tener normas especiales

57
aportaciones a los socios.
- El exceso sobre el valor de adquisición (100 euros.) tributa como rendimiento del
capital mobiliario.
- El valor de adquisición a efectos fiscales queda reducido a cero.

Asimismo, debe tenerse en cuenta que:

- si la reducción de capital se ha hecho con cargo a beneficios no distribuidos, la totalidad


de las cantidades tributarían como rendimientos del capital mobiliario.

- si la reducción de capital, cualquiera que sea la finalidad, no afecta por igual a todas las
acciones o de lugar a la amortización de acciones (en lugar de reducir el nominal de todas
las acciones en circulación), se considerarán afectadas o amortizadas las adquiridas en
primer lugar. Así, tras la amortización de una acción cuyo coste fue de 20 euros, en una
cartera de 5 acciones con el mismo coste, el resto de las acciones incrementan su valor de
adquisición en la parte proporcional correspondiente a la acción amortizada.

1.9.3. Distribución de la prima de emisión32

Por último la distribución de la prima de emisión de acciones o participaciones tendrá el mismo


tratamiento que las reducciones de capital con devolución de aportaciones, esto es, minorará el
valor de adquisición hasta anularlo y, el exceso generará un rendimiento del capital mobiliario
no sometido a retención.

El mecanismo de la distribución de la prima de emisión supone, por tanto, una vía de retorno
social a favor de los accionistas con buen tratamiento fiscal, dado que no genera normalmente
tributación.

Estas rentas se integrarán en la renta del ahorro, tributando a un tipo del 19/21%33.

32
Véase apartado sobre IICs, por tener normas especiales
33
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

58
1.10. Crédito al mercado y Préstamo de valores

1.10.1. Compras a crédito

Comprar a crédito es adquirir un determinado número de valores, entregando inicialmente (en


concepto de garantía) un porcentaje del importe de la compra, difiriendo el pago del resto hasta
que transcurra un determinado período de tiempo.

Invertir de esta forma permite al inversor aumentar su exposición al riesgo de la Bolsa con el
mismo dinero, es decir, “apalancarse”, ya que el inversor espera que el valor comprado a crédito
vaya a subir durante el plazo de la contratación del crédito, de tal manera que lo podrá vender a
un precio superior. Con el importe de la venta devolverá el préstamo y los intereses y obtendrá
beneficios.

Fiscalmente, las compras a crédito constituyen un préstamo de dinero, aunque vinculado


obligatoriamente a la realización de una compra al contado sobre valores admitidos a
negociación bursátil. De acuerdo con esta calificación, en el ámbito del IRPF:

- El comprador a crédito no está obligado a retener en el pago de intereses que realiza a


una entidad financiera.
- Cuando el inversor venda los valores comprados a crédito tendrá una alteración de
patrimonio. La fecha y el valor de adquisición son los que corresponden a la operación
de contado.
- El interés pagado a la entidad prestamista no afecta al valor de adquisición de las
acciones.
- Si el comprador a crédito percibe algún dividendo, tributará por el mismo de acuerdo
al régimen general, en el momento en el que sea satisfecho, aunque su importe pase a
engrosar las garantías de la operación.

59
1.10.2. Ventas a crédito (préstamo de valores)

Vender a crédito es la posición contraria, es decir, vender acciones que no se poseen en cartera
y que, en consecuencia, han de pedirse prestadas. En este caso, el inversor espera que el valor
vendido vaya a bajar durante el plazo de la contratación del crédito, de tal manera que cuando
tenga que devolver los títulos prestados, éstos sean más baratos y pueda obtener un beneficio
al comprarlos en el mercado y devolverlos al prestamista.

Fiscalmente constituye un préstamo retribuido de valores, y no una compraventa de títulos. De


acuerdo con esta calificación, la tributación de estos préstamos, conocidos como “bilaterales”,
se caracteriza por las siguientes notas:

- La remuneración obtenida por el dueño de los títulos (prestamista) constituirá un


rendimiento del capital mobiliario.
- El vendedor a crédito (prestatario) tendrá una alteración de patrimonio por la venta inicial
y posterior compra de valores.
- Dado que se trata de una transmisión de valores, la Administración interpreta que para el
dueño de los títulos (prestamista) generalmente no se produce alteración patrimonial y
variación de la antigüedad de la cartera.
- Si se paga algún dividendo, el importe bruto del mismo, que se paga al prestamista de los
títulos, a título de compensación, constituye una renta para su perceptor.

1.11. Instituciones de Inversión Colectiva en el mercado español: Fondos de


inversión inmobiliaria

Pese a tener una incidencia muy relativa en el género de operaciones de Bolsa, pero dada su
importancia cuantitativa en el actual mercado financiero español, en este apartado estudiaremos los
fondos de inversión mobiliaria constituidos en España o en el extranjero pero admitidos para su
comercialización en España, dejando de un lado las sociedades de inversión, los fondos de inversión
inmobiliaria, y otras instituciones de inversión colectiva.

60
Los fondos de inversión mobiliaria son patrimonios formados por activos financieros pertenecientes
a una pluralidad de inversores, cuyo derecho de propiedad se representa por medio de certificados
de participación, los cuales son reembolsables por su valor de liquidación.

Desde el punto de vista tributario subrayemos que el reembolso de las participaciones en el fondo de
inversión, así como su transmisión, produce para el partícipe una ganancia o pérdida patrimonial,
sujeta, como excepción a la regla general de no sometimiento a retención de este tipo de rentas, a
un tipo de retención del 19%34.

1.11.1. Régimen de diferimiento en la reinversión

Con excepción de los supuestos de inversión o reinversión en Fondos de Inversión Cotizados, si


la ganancia patrimonial derivada del reembolso se reinvierte de nuevo en participaciones de un
Fondo o Sociedad de Inversión o en acciones de una IIC con forma societaria a través de un
procedimiento especial, la ganancia no tributará sino hasta en un momento en el que se
deshaga definitivamente la inversión:

- En estos casos, el coste y la fecha de adquisición será el de las participaciones originarias,


lo que en la práctica produce un favorable diferimiento de la presión tributaria
favoreciendo la movilidad de las inversiones eliminando el denominado “peaje fiscal” que
penalizaba fiscalmente el “salto” de un fondo a otro.
- El importe de esta ganancia o pérdida patrimonial vendrá dado por la diferencia entre los
valores de suscripción y de reembolso o transmisión de las participaciones, aplicando el
estudiado criterio “FIFO” cuando se trate de participaciones en el mismo fondo.
- Hasta que no se deshaga la reinversión, estas rentas sólo tributarán al tipo reducido del
1% previsto en el Impuesto sobre Sociedades para los Fondos de inversión.
- Esta capacidad para el diferimiento fiscal queda desvirtuada cuando se trata de fondos
constituidos en paraísos fiscales, cuyos partícipes deben imputar anualmente el
incremento de los valores liquidativos experimentados durante el ejercicio,
presumiéndose, salvo prueba en contrario, que tal incremento es del 15% del valor de
adquisición de las participaciones.

34
Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 que será del 21% conforme a lo dispuesto en la disposición adicional
trigésimo quinta de la LIRPF.

61
1.11.2. Fondos de garantía externa

Recientemente han proliferado los fondos garantizados o asegurados. Estamos ante fondos que
cuentan con la garantía (total o parcial) de una entidad financiera, la cual entra en juego en el
supuesto de que el valor liquidativo del fondo en el momento del reembolso por un partícipe
sea:

• inferior al valor de compra o;


• inferior al estipulado.

De esta manera se evita que el partícipe pierda parte del capital invertido o de los rendimientos
acumulados.

Por su singularidad a efectos fiscales nos centramos en los denominados fondos de garantía
“externa”, en los que la garantía existe en favor del participe y no del fondo (garantía interna).

La mecánica de funcionamiento de este tipo de fondos opera de la siguiente manera; llegada


una determinada fecha si el valor de liquidación de la participación resulta:

- inferior al mínimo garantizado, se entregará a los partícipes la garantía acordada en el


momento de la suscripción del fondo, sin necesidad de rembolsar las participaciones.
Las cantidades percibidas como aplicación de la garantía externa se califican como
rendimientos del capital mobiliario no generados en ningún período de tiempo y, por
lo tanto, están sometidas a retención del 19%35.
- superior el mínimo garantizado, el inversor puede liquidar sus participaciones para
obtener el rendimiento o bien continuar con la inversión sin que a partir de este
momento se considere garantizada. La renta obtenida no difiere de cualquier Fondo de
Inversión, es decir supone una ganancia o pérdida patrimonial integrable en la base del
ahorro.

35
Con excepción de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 que será del 21% conforme a lo dispuesto en la disposición adicional
trigésimo quinta de la LIRPF.

62
1.11.3. Fondos de inversión cotizados

Adicionalmente, el Reglamento de Instituciones de Inversión Colectiva ha regulado nuevas


instituciones de este tipo. Entre ellas, destacamos los Fondos de Inversión Cotizados (“ETF”, en
el mercado anglosajón) cuyas participaciones se admiten a cotización en una bolsa de valores.

La tributación asociada a las participaciones de estas instituciones se equipara con la propia de


la tenencia de acciones toda vez que:

- las transmisiones o reembolsos de estas participaciones no quedan sujetas a


retención, y;
- no se permite el régimen de diferimiento en la reinversión (inversión en otro Fondo sin
tributación a través de un procedimiento especial) señalado anteriormente para el
resto de IIC's.

Estas rentas se integran en la renta del ahorro, tributando a un tipo del 19%36, con un
beneficioso régimen de sus “traspasos”.

1.12. Instrumentos derivados

La volatilidad de las divisas y de los tipos de interés dio lugar a la aparición de una serie de
instrumentos que se utilizan para la cobertura del riesgo financiero y que se conocen como activos
derivados. Hoy abarcan índices bursátiles, cotizaciones de valores o de materias primas, etc.

Los activos derivados se superponen sobre otros activos a los que se les denomina subyacentes, de
tal forma que las variaciones de los activos subyacentes determinan, a su vez, los precios de los
activos derivados y las rentas que éstos generan.

La existencia de mercados organizados de derivados ha provocado que estos instrumentos


financieros, que originariamente nacieron con el objetivo de cubrir riesgos empresariales, sean

36
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

63
igualmente idóneos para realizar operaciones puramente especulativas, recientemente utilizando
como subyacente índices bursátiles o valores de cotización bursátil.

Hay que tener en cuenta que estos instrumentos financieros son contratos atípicos, los cuales no se
encuentran regulados como figura específica en nuestra teoría general de los contratos, si bien el
legislador hace referencia a ellos, tanto en normas específicas que los definen, como en la propia
normativa del IRPF.

En este apartado analizaremos dos de estos instrumentos derivados, por ser objeto de negociación
en mercados organizados: los futuros y las opciones.

1.12.1. Futuros

Los contratos de futuros son contratos normalizados entre dos partes para intercambiar en una
fecha futura, la fecha de vencimiento, un activo específico en cantidades estándares y precio
acordado en la actualidad.

Dependiendo de las características del mercado, llegada la fecha del vencimiento, las partes
intervinientes en un contrato de un futuro tienen dos opciones:

- Adquirir o transmitir el activo subyacente por el precio de ejercicio de su contrato.


- Liquidar el contrato por la diferencia existente entre el precio de ejercicio y el de
cotización del activo.

Alternativamente, ambas partes pueden ceder su posición en el contrato negociándola en el


mercado antes del vencimiento.

64
A compra a B un contrato de futuro de venta sobre una acción de la Compañía Z, con
vencimiento el día 31/10/X, a un precio de cotización de la acción de 1.000 euros. En virtud
de este contrato, B se está comprometiendo a venderle a A una acción de la compañía Z a
un precio de 1.000 euros el 31/10/X. Llegado tal día la cotización de las acciones de la
Compañía Z es de 1.500 euros.
Pues bien, en este momento B tiene dos opciones:
- comprar una acción de la compañía Z (si no tenía cartera preexistente) y vendérsela
a A por 1.000 euros
- pagarle la diferencia entre el valor de cotización y el pactado, es decir 500 euros

1.12.2. Opciones

Una opción es un contrato normalizado por el cual una parte adquiere un derecho, no una
obligación, a comprar (call) o vender (put) un activo, a un precio (strike) acordado, en una fecha
determinada, normalmente a cambio del pago de una prima.

En este caso, y a diferencia de un futuro, el comprador de la opción tiene la posibilidad de


ejecutarla o no, mientras que el vendedor está obligado a cumplir lo pactado. Por ello, a
diferencia del vendedor, el comprador tiene su riesgo limitado al importe de la prima pagada.

Es decir, el vendedor de una opción (de venta o de compra) está obligado, a cambio de percibir
una prima, en una fecha futura, a comprar o a vender un activo a un determinado precio si así lo
exige el comprador de la opción. De nuevo el vendedor de la opción tiene la posibilidad, según
se pacte, bien de entregar ese activo al comprador o bien de liquidar la diferencia entre el valor
de cotización y el pactado.

Cuando estos derechos de opción se instrumentan a través de valores negociables, nos


encontramos con los denominados “warrants”. Estos valores no pierden, a efectos fiscales, la
asimilación con las opciones cuando representan genuinas opciones de compra o de venta.

65
A compra una opción de compra a B, sobre una acción de la compañía Z a un valor de 1.000
u.m. ejercitable el día 31/10/X, pagando una prima de 50 u.m.

- El 31.10.X la cotización de la Compañía Z es de 900 u.m. En este caso, A no ejercitará


su derecho, puesto que le será mas barato comprar la acción en el mercado que
comprársela a B. (Su pérdida será de 50 u.m.).
- El 31.10.X la cotización de la Compañía Z es de 1.100 u.m. A podría haber ejecutado
la opción y por lo tanto comprar la acción por 1.000 u.m. (ganando 50 u.m.). En tal
caso, B podría liquidar la diferencia entre las 1.000 u.m. y las 1.100, y por tanto
entregarle a A la cantidad de 100 u.m.

1.12.3. Tributación de las rentas producidas por los instrumentos derivados

Las rentas originadas por los futuros y las opciones realizadas en los mercados regulados37
deben ser calificadas, con contadas excepciones en relación con operaciones de cobertura
desarrolladas en el ámbito de una actividad empresarial, como ganancias o pérdidas
patrimoniales, calculadas por la diferencia entre el precio de liquidación y el de cotización del
activo subyacente en la fecha de liquidación del contrato.

Resultado de la liquidación de un futuro de compra, se debe comprar una acción a 1.500


u.m., siendo su valor de cotización de 1.000 u.m.
- Se produce una pérdida patrimonial por importe de 500 euros para el adquirente.
- Asimismo se produce una ganancia patrimonial para el transmitente del activo por
el mismo importe.

En el caso de las opciones, la prima pagada por tener derecho a la opción simplemente minora
el resultado de la operación para el adquirente de la opción. Asimismo, si la opción no se
ejercita, se produce una pérdida patrimonial para el poseedor de ésta, por el importe de la
prima pagada.

37
En el ámbito del IRPF, son aquellos contenidos en el Real Decreto 1814/1991, de 20 de diciembre.

66
El 1/1/X se adquiere una opción de compra sobre las acciones de la compañía Z por importe
de 50 euros con fecha de vencimiento el 1/6/X a un precio de ejercicio de 1.500 euros.
El 1/4/X las acciones cotizan a 2.000 euros, y por tanto, el comprador de al opción se decide
ejercitarla.
- En este caso la ganancia patrimonial será de 450 u.m. [500 euros (diferencia entre
valor de liquidación -2.000- y valor de suscripción de la opción -1.500-) menos el
coste de la prima (50 euros)]

Cuando el derivado se cede en el mercado antes del vencimiento, se origina una ganancia o
pérdida patrimonial por la diferencia entre el precio de cotización en el momento de ceder la
posición:

- la prima pagada, en caso de opciones, o;


- los precios de cotización al tomar el contrato, tratándose de futuros.

Por último, cabe señalar la incertidumbre que se produce respecto de la calificación de las
rentas que, derivadas de operaciones sobre opciones y futuros, no han sido efectuadas en
alguno de los mercados regulados en el Real Decreto 1814/1991 (OTC), en cuanto que su
régimen de tributación no se contempla en la normativa del IRPF. A este respecto, cabe señalar
que la doctrina mayoritaria considera que las rentas también habrán de calificarse como
ganancias y pérdidas patrimoniales. Estas rentas se integrarían en la renta del ahorro tributando
a un tipo del 19%38.

2. IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES

2.1. Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones

El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (en adelante, ISD) es un impuesto de naturaleza directa y
subjetiva que grava los incrementos patrimoniales obtenidos por personas físicas a título lucrativo

38
Con excepción de los ejercicios 2012 y 2013, en los que el tipo de gravamen de la base imponible del ahorro será el
siguiente: al 21% de 0 a 6.000 euro s, al 25% de 6.001 euros a 24.000 euros; y al 27% a partir de 24.000 euros.

67
(i.e. herencia, legado o donación). Recordemos que, de ser obtenidos a título oneroso, dichos
incrementos quedarían gravados por el IRPF en concepto de ganancias patrimoniales.

EL ISD es un impuesto de naturaleza progresiva, es decir, gradúa la imposición en función de la


capacidad económica del adquirente y de sus circunstancias personales y familiares.

Existe una incompatibilidad absoluta –salvo en la percepción de las rentas derivada de seguros de
vida- entre el ISD y el IRPF. Por lo tanto, las rentas gravadas por el IRPF no se someten a imposición
en el ISD y viceversa. Así, si una persona es beneficiaria de una donación o de una herencia, las
cantidades percibidas tributarán en el Impuesto sobre Sucesiones, pero no se integrarán en el IRPF
del sujeto pasivo.

Como regla general, el ISD se exige en todo el territorio español, sin perjuicio de los regímenes
forales de Concierto y Convenio Económicos vigentes en los Territorios Históricos del País Vasco y la
Comunidad Foral de Navarra, así como lo dispuesto en los tratados Internacionales suscritos,
debiendo especificarse lo siguiente:

- El residente en España tributa por obligación personal, esto es, por la totalidad de hechos
imponibles con independencia del lugar en el que se realizan.
- Tributan en España, con independencia de la residencia del beneficiario:
- La adquisición a título lucrativo de bienes situados en territorio español o de
derechos que puedan ejercitarse en este territorio.
- La percepción de cantidades procedentes de determinados seguros de vida.

Por último cabe señalar que en ISD no existen normas específicas de valoración para activos
financieros o para valores sino que se seguirá el principio general de valor de mercado en el
momento de adquisición de los bienes. Adicionalmente a lo anterior, ha de tenerse en cuenta que el
valor de adquisición de los bienes adquiridos a título lucrativo (que por lo tanto han tributado en el
ISD) será, a efectos del IRPF, el declarado en el Impuesto sobre Sucesiones o en el Impuesto sobre
Donaciones debiendo, además, incluirse el impuesto satisfecho como valor de adquisición.

68
2.1.1. Hecho Imponible y presunciones de hechos imponibles

Aunque, en general, el ISD grava incrementos de patrimonio a título lucrativo, el diverso origen
de los mismos implica un diferente tratamiento tributario en cada caso. Así, el hecho imponible
del ISD se concreta, a nuestros efectos, en dos conceptos específicos:

- La adquisición de bienes y derechos por herencia, legado o cualquier otro título


sucesorio (adquisición mortis causa).
- La adquisición de bienes y derechos por donación o cualquier otro negocio jurídico a
título gratuito (adquisición intervivos).

Junto a los hechos imponibles anteriores, la normativa del Impuesto presume, salvo prueba en
contrario, que existe un incremento de patrimonio a título lucrativo en los siguientes supuestos:

- Cuando exista una disminución de patrimonio en una persona y, simultáneamente o


con posterioridad, dentro del plazo de prescripción (4 años), se produzca un
incremento patrimonial equivalente en sede de su cónyuge, descendientes, herederos
o legatarios.
- En las adquisiciones onerosas realizadas por ascendientes como representantes de
descendientes menores de edad, se presumirá la existencia de una adquisición gratuita
realizada por estos últimos, salvo que se pruebe la previa existencia de bienes o
medios suficientes del menor para realizarla y su aplicación a su fin.

2.1.2. Transmisiones mortis causa

Están obligados al pago del ISD y, por tanto, serán sujetos pasivos del mismo, los herederos o
legatarios, con independencia de las estipulaciones que las partes establezcan o las
disposiciones del testador.

La base imponible en este tipo de adquisiciones está constituida por el valor neto de la
participación individual del causahabiente en el caudal hereditario. Dicho valor neto será el valor
real de los bienes y derechos que formen el caudal relicto, minorado por las cargas
(servidumbres, pensiones, usufructos), deudas (deben ser deudas del causante y deben constar

69
en documento público) y gastos deducibles (gastos del litigio en interés común de los herederos,
gastos de último sepelio, enfermedad etc.).

La anterior magnitud deberá incrementarse en un 3 por 100 del valor del caudal relicto en
concepto de ajuar doméstico, salvo que los interesados acrediten uno superior o prueben
fehacientemente su inexistencia o un valor inferior al 3 por 100.

La normativa del Impuesto recoge expresamente, determinadas presunciones, a través de las


cuales la Administración tributaria puede “adicionar” a los bienes declarados, otros que
jurídicamente ya no pertenecían al causante en el momento del fallecimiento. Esta figura
permite hacer tributar a determinados bienes que el legislador considera que han sido
adquiridos a título gratuito por su adquirente39.

Por último, debe tenerse en cuenta que, sin perjuicio de las obligaciones de pago
correspondientes a los sujetos pasivos del Impuesto, se establecen cuatro supuestos específicos
de responsabilidad subsidiaria en el pago del mismo si el sujeto pasivo no hubiese pagado el
Impuesto:

- Intermediarios financieros: En las transmisiones mortis causa de depósitos, garantías o


cuentas corrientes,
- Entidades aseguradoras: En las entregas de cantidades a quienes resulten beneficiarios
como herederos o designados en los contratos,
- Mediadores: En la transmisión de títulos valores que formen parte de la herencia y,
- Funcionarios que autoricen el cambio de titularidad de bienes o derechos.

39
A modo de ejemplo, se consideran como “adicionables”:
- Bienes que hubiesen pertenecido al causante hasta un año antes del fallecimiento.
- Bienes y derechos que hubiesen sido adquiridos durante los 3 años anteriores al fallecimiento, en concepto de
er
usufructo por el causante y en concepto de nuda propiedad por un heredero, legatario, cónyuge o pariente de 3
grado.
- Bienes y derechos transmitidos a título oneroso por el causante en los 4 años anteriores a su fallecimiento
reservándose el usufructo o el derecho vitalicio. La excepción a esta presunción son los seguros de renta vitalicia
contratadas con entidades dedicadas a este genero de operaciones.

70
2.1.3. Transmisiones inter-vivos

Los sujetos pasivos del ISD son los donatarios o los favorecidos por la donación.

En este caso, la base imponible será el valor neto de los bienes y derechos adquiridos
minorándose en las cargas, así como en las deudas del donante garantizadas con derechos
reales que recaigan sobre los bienes transmitidos.

Los responsables subsidiarios coincidirán con los ya analizados en los supuestos de


transmisiones mortis causa. La nacionalidad y residencia del donante es irrelevante en la
liquidación de la donación, ya que el sujeto pasivo siempre será el donatario.

2.1.4. Reducciones en la Base Imponible y coeficientes multiplicadores

Una vez determinada la base imponible del Impuesto, deberán practicarse determinadas
reducciones a efectos de determinar la base liquidable del mismo, como pueden ser las relativas
al grado de parentesco, la vivienda habitual o las relacionadas con participaciones en
determinadas empresas familiares.

La cuota íntegra del impuesto se determina aplicando la escala progresiva de gravamen, cuya
aprobación corresponde a las Comunidades Autónomas. Si la Comunidad Autónoma no hubiese
aprobado una escala o si no hubiese asumido competencias normativas en materia de ISD o no
resultase aplicable a los sujetos pasivos la normativa propia de la Comunidad, la base liquidable
será gravada por tipo de gravamen que oscila entre el 7,65 y el 34%, sobre la base liquidable.

A la magnitud resultante del cálculo anterior se aplicará el coeficiente multiplicador que le


corresponda, en función del patrimonio preexistente y del grado de parentesco y que, en
defecto de aprobación específica por las Comunidades Autónomas, oscila entre el 1,000 y el
2,400.

En la práctica, la aplicación de estos coeficientes multiplicadores puede elevar


considerablemente la progresividad del ISD.

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3. IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES

El Impuesto sobre Sociedades (IS) grava la renta obtenida por personas jurídicas.

A diferencia de lo que ocurre en el IRPF, el IS no es un impuesto analítico, es decir, no diferencia, a


efectos de su integración en la base imponible, la procedencia de las rentas obtenidas por el sujeto
pasivo.

Por tratarse de un impuesto sintético, la base imponible del IS parte del resultado contable de la
entidad, al que se le realizan, exclusivamente a efectos fiscales, determinados ajustes, positivos o
negativos. Estos ajustes en el resultado contable derivan de la distinta consideración que
determinadas partidas pueden tener a efectos contables y fiscales. Así, las multas o las sanciones que
haya tenido que satisfacer una sociedad, si bien desde la óptica contable tienen la consideración de
gastos, para el IS estas cantidades no son gastos deducibles, por lo que si una entidad ha satisfecho
una multa o sanción, a efectos de determinar la base imponible, habrá de ajustarlo positivamente
añadiendo el importe de la multa, dado su resultado contable sí habrá tenido en cuenta previamente
esa multa como gasto.

La entidad X ha sido obtenido rentas por importe de 1.000 u.m. Además, ha satisfecho una
sanción por importe de 50 u.m., por lo que su resultado contable es de 950 u.m.
- Resultado contable: 950 u.m;
- Ajuste positivo: + 50 u.m;
- Base imponible: 1.000 u.m.

En otros casos, el ajuste se produce de manera temporal, esto es, el ajuste “revertirá” con signo
contrario en un determinado momento. Lo anterior sucede cuando, desde una óptica contable
determinadas partidas se consideran como gasto o ingreso en un momento anterior o posterior al
contemplado en el IS que generalmente es el momento del devengo. Lo anterior no implica que el
gasto o ingreso contabilizado no pueda tener tal consideración en el IS, sino que deberá imputarse
en un ejercicio diferente al de su registro contable.

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Así, las provisiones por depreciación de valores de renta fija no negociados, son un gasto contable
para una sociedad en el momento en el que, de acuerdo con el principio de prudencia, se estima que
el gasto puede producirse. Sin embargo, en sede del IS únicamente podrán considerarse estas
cantidades como gasto cuando se produzca la pérdida definitiva.

En la actualidad, el tipo general nominal de gravamen del IS es del 30 %.

La entidad X dota una provisión de 100 u.m. en el ejercicio X, por depreciación de una
cartera de bonos no negociados. Su resultado contable en el año X es de 2.000 u.m. En el
año X+1, la sociedad vende los bonos generando la pérdida de 100 u.m. En dicho año su
resultado contable ha sido de 1.500 u.m.
Ejercicio X:
- Resultado contable: 2.000 u.m.
- Ajuste positivo: + 100 u.m. (dado que contablemente se habrá registrado la pérdida
de valor con la oportuna provisión por depreciación, aun cuando dichos bonos no
han sido transmitidos).
- Base imponible: 2.100 u.m.

Ejercicio X+1:
- Resultado contable: 1.500 u.m.
- Ajuste negativo:-100 u.m. (derivados de la pérdida de valor de los bonos, dado que
ésta pérdida fue corregida en el ejercicio anterior).
- Base imponible:1.400 u.m.

Sin ánimo de realizar un estudio exhaustivo de la tributación de las operaciones financieras en el IS,
deben resaltarse las siguientes especialidades respecto del IRPF:

- En general cabe afirmar que la cuestión más relevante en el tratamiento de las operaciones
financieras en el IS es la imputación temporal de las rentas. Y en este punto, salvo
excepciones muy concretas, rige el criterio de devengo establecido por las normas contables,
por lo que la problemática fiscal se resuelve con una remisión a la normativa contable de las
operaciones financieras. Cabe resaltar que en función de la calificación de las carteras de

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valores en poder de las sociedades, su tratamiento contable variará. Así por ejemplo, la
cartera de “activos financieros mantenidos para negociar”, debe revaluarse a valor de
mercado, con impacto en la cuenta de pérdidas y ganancias, mientras que la cartera de
inversiones mantenidas a vencimiento, se valora por su coste de adquisición.
- El tipo fijo de gravamen aplicable a las sociedades es, con carácter general de un 30% en, si
bien determinadas entidades, como son las IIC, quedan sometidas a un tipo fijo del 1%. No
existen por lo tanto dos tramos de base imponible sometidos a diferente tipo de gravamen,
como ocurre en el IRPF.
- Existe la posibilidad de anticipar las perdidas de acciones y activos financieros, mediante
dotaciones (gastos contables). De esta manera, con anterioridad la venta de los valores, el IS
permite, sobre la base del cumplimiento de determinados requisitos, considerar como gasto
el deterioro sufrido por estos valores.
- Las sociedades deducen los intereses y los costes financieros, (i.e., derivados de la
financiación de las inversiones bursátiles) a diferencia de los contribuyentes del IRPF.
- Quedan exceptuadas de retención la totalidad de las rentas derivadas de activos financieros,
siempre que estos se encuentren negociados y anotados en cuenta.
- Existe un diferente tratamiento para las pérdidas, ya que se integran y compensan sin límites
ni condiciones con rentas positivas del ejercicio, y en caso de que exista base imponible
positiva, el plazo de compensación es de 15 años.
- Las carteras de valores se tratan contablemente por sus valores de adquisición, y se valoran a
costes medios. No se aplican las reglas “FIFO” existentes en el IRPF sobre valores
homogéneos.

4. IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LOS NO RESIDENTES

El Impuesto sobre la Renta de los no Residentes (IRNR) grava la renta obtenida en España por
personas físicas o jurídicas cuya residencia, a efectos fiscales, no se encuentra en España. La
consideración de una persona como no residente en nuestro país se realiza de forma negativa, es
decir, tiene la condición de no residente aquella persona que, de acuerdo con la normativa del IRPF o
el Impuesto sobre Sociedades, no es considerado como residente.

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Así, tanto el IRPF como el Impuesto sobre Sociedades delimitan las circunstancias que deben
producirse para que una persona física o jurídica respectivamente, sea considerada como residente
en España y, por lo tanto, deba tributar por el IRPF o por el Impuesto sobre Sociedades.

Mientras que en el IRPF lo determinante para considerar a una persona como residente en España es
el período de estancia en nuestro país, establecido en 183 días (esto es, si se reside en España, al
menos, 183 días, se considera a una persona residente en España)40, en el Impuesto sobre
Sociedades el factor determinante son las leyes que hayan regido la constitución de la sociedad, el
lugar de su domicilio social o la sede de la dirección efectiva de la sociedad (si es España, se
considerarán como residentes), aspecto este último, de clara tendencia a la atracción de la residencia
a España.

Una vez delimitada la no residencia de una persona, física o jurídica en España, el IRNR acota las
rentas gravadas, que son aquéllas obtenidas en nuestro país de acuerdo con determinados criterios
de localización que no desarrollaremos aquí por exceder el ámbito de nuestro estudio. Los criterios
generales se pueden condensar en las siguientes reglas:

- que la renta sea obtenida por un no residente;


- que existiría punto de conexión en España.

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Conforme a lo dispuesto en la Ley del IRPF, se entenderá que el contribuyente tiene su residencia habitual en territorio
español cuando concurra cualquiera de las siguientes circunstancias:
– Que permanezca más de 183 días, durante el año natural en territorio español. Para determinar dicho período de
permanencia se computarán las ausencias esporádicas, salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en
otro país. En los supuestos de países o territorios considerados como paraíso fiscal, la Administración tributaria
podrá exigir que se pruebe la permanencia en éste durante 183 días en el año natural.
– Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos de forma directa o
indirecta, entendiendo por núcleo principal o base de sus actividades o intereses económicos:
- El lugar donde se encuentren la mayor parte de sus inversiones o la sede de sus negocios.
- El lugar donde se gestionen o administren sus bienes.
- El lugar donde obtenga la mayor parte de sus rentas.
- El lugar donde radique su vivienda habitual.
- El lugar donde se desarrolla el trabajo.
Salvo prueba en contrario, se presumirá que el contribuyente tiene su residencia habitual en territorio español, cuando
conforme a los criterios expuestos, residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores que dependan de él. De acuerdo con la doctrina de la Dirección General de Tributos, esta presunción se desvirtúa,
entre otros medios de prueba admitidos en Derecho, con la aportación por parte del contribuyente de una certificación de
residencia expedida por las autoridades fiscales del país de que se trate. En el caso de paraísos fiscales, deberá acreditarse
la permanencia efectiva durante 183 días del año natural (contrato de alquiler, facturas de luz, agua, teléfono,
etc.).

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Por último debe tenerse en cuenta que, en materia de tributación de no residentes, los tratados
internacionales suscritos por España con otros países son de aplicación preferente a la normativa
interna. En el ámbito de las operaciones financieras deben resaltarse determinadas exenciones que
tratan de favorecer la inversión extranjera en nuestro país y que normalmente son objeto de un trato
recíproco por parte de otros países respecto de las rentas obtenidas por residentes españoles.

Las rentas que quedan exentas son las siguientes:

- Los intereses y rendimientos derivados de la cesión a terceros de capitales propios


(rendimientos del capital mobiliario) obtenidos por residentes en la Unión Europea, que
operen sin establecimiento permanente (concepto éste referido, con carácter general a la
existencia en España de una base fija de negocios)
- Los rendimientos derivados de la Deuda Pública obtenidos sin mediación de establecimiento
permanente.
- Rendimientos de valores emitidos en España por no residentes sin mediación de
establecimiento permanente (Bonos Matador)
- Los intereses de “cuentas de no residentes” (se trata de cuentas normales sin ninguna
especialidad más que la de ser titularidad de no residentes)
- Las ganancias patrimoniales derivadas de la transmisión de valores, de nuevo obtenidos sin
mediación de establecimiento permanente, por residentes la Unión Europea.
- Las ganancias patrimoniales derivadas de la transmisión o reembolso de valores o
participaciones en fondos de inversión en mercados secundarios de valores españoles,
realizados sin mediación de establecimiento permanente, por residentes de países con los
que España tenga firmado un Convenio para evitar la doble imposición con cláusula de
intercambio de información.

El resto de las rentas obtenidas quedarán gravadas, con carácter general de forma individual, es
decir, una a una, sin posibilidad de compensarse entre sí.

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Para facilitar el control tributario de este tipo de rentas la normativa desplaza la obligación tributaria
del contribuyente no residente respecto de sujetos residentes imponiendo a éstos una obligación de
retención. Son retenedores, con carácter general, los pagadores, depositarios o gestores de las
rentas o de las inversiones de los no residentes, a quienes incumben severas obligaciones tributarias
derivadas de su condición.

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