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Frege propone que los signos o nombres están relacionados no solo con lo que designan,
sino también con su sentido, que incluye el modo de presentación. Utiliza el ejemplo de dos
expresiones que se refieren al mismo punto de intersección en un triángulo para ilustrar
cómo diferentes nombres tienen distintos sentidos debido a su modo de presentación. Según
Frege, el sentido de un signo es lo que le da su conocimiento efectivo. Se sostiene que los
signos tienen tanto referencia como sentido. La referencia se refiere a lo que designan,
mientras que el sentido se refiere al modo de presentación. Frege distingue entre nombres
propios y otros tipos de designaciones, y argumenta que el sentido de un nombre propio es
comprendido por aquellos que conocen el lenguaje o las designaciones a las que pertenece,
mientras que la referencia, si existe, está vinculada a un objeto específico.
Se trata el problema del status de los nombres propios en la filosofía, cuestionando si tienen
sentido de la misma manera que los adjetivos, nombres comunes y descripciones definidas.
Existen dos teorías principales sobre los nombres propios: la teoría clásica del no-sentido y
la teoría fregeana del sentido y la referencia. Según la teoría clásica, los nombres propios
representan objetos sin tener ningún otro sentido o significado. En cambio, la teoría
fregeana sostiene que los nombres propios tienen sentido y referencia. Según Frege, además
de los nombres y los objetos a los que se refieren, existe un tercer elemento llamado
sentido, que es lo que permite que los nombres se refieran a los objetos. Para Frege, todos
los nombres propios tienen sentido de la misma manera que las descripciones definidas.
Ambas teorías tienen argumentos a favor y en contra. Desde el punto de vista del sentido
común, los nombres propios parecen carecer de sentido y ser simplemente etiquetas para
objetos. Sin embargo, la teoría del no-sentido no puede explicar la presencia de nombres
propios en enunciados de identidad o existenciales. La teoría fregeana, aunque más
compleja, aborda estas dificultades al postular que los nombres propios tienen sentido y
referencia. Sin embargo, esto plantea la cuestión de cómo explicar la existencia del objeto
al que se refiere un nombre propio. Wittgenstein adopta una conclusión metafísica,
argumentando que los objetos forman la sustancia del mundo, mientras que Anscombe
propone una salida lingüística, afirmando que solo las expresiones que tienen portadores
son nombres propios genuinos. En síntesis, el debate sobre los nombres propios se centra en
si tienen sentido o son meras etiquetas para objetos. La teoría del no-sentido sugiere que los
nombres propios carecen de sentido, mientras que la teoría fregeana argumenta que tienen
sentido y referencia. Ambas teorías presentan ventajas y desventajas, pero la teoría fregeana
aborda mejor la presencia de nombres propios en enunciados informativos y existenciales
En cuanto a la analiticidad, Quine menciona que hay dos clases de enunciados analíticos.
La primera clase incluye las verdades lógicas, que son verdaderas en virtud de las reglas
lógicas y se mantienen verdaderas en cualquier interpretación de sus componentes. La
segunda clase incluye enunciados que pueden convertirse en verdades lógicas mediante la
sustitución de sinónimos por sinónimos. Quine también cuestiona la idea de que las
definiciones son fundamentos sólidos para establecer sinonimia. Señala que las definiciones
dadas por lexicógrafos, filósofos y científicos son en realidad informes sobre una sinonimia
observada previamente, basada en el uso lingüístico.
Sostiene que la interpretación del lenguaje implica atribuir creencias y deseos a los
hablantes, y que esta atribución se basa en una teoría general de la racionalidad. Argumenta
que comprender el lenguaje de otra persona requiere atribuirle una estructura mental
coherente y comprensible. El enfoque de la interpretación radical implica tratar de entender
las creencias y deseos de los hablantes en términos de una teoría global de la mente y la
racionalidad. Davidson argumenta que no podemos atribuir significado a las expresiones
individuales aisladas, sino que el significado se deriva de la estructura más amplia de las
creencias y deseos del hablante; seaborda el problema de la interpretación del lenguaje y
explora las condiciones necesarias para comprender y atribuir significado a las expresiones
lingüísticas de los demás.
Grice argumenta que el significado ocasional del hablante puede explicarse en términos de
la noción de intención del hablante. Proporciona una definición provisional que vincula la
intención del hablante con la proferencia y el efecto buscado en la audiencia. Continúa
explorando las implicaciones de estas formas de especificación de significado y discute
posibles objeciones y limitaciones de la definición propuesta. Cabe destacar que este
fragmento es solo una parte del ensayo completo, y se requiere el contexto completo para
comprender completamente los argumentos y conclusiones de Grice.
RESUMEN ARTÍCULOS
El artículo titulado "Leibniz y las ciencias del lenguaje" fue escrito por Manuel Luna
Alcoba y se publicó en el número 29 de la revista "Thémata: Revista de Filosofía" en el año
2002. En este artículo, el autor busca establecer un diálogo con las diferentes
investigaciones realizadas en España sobre las ciencias del lenguaje en Leibniz durante los
últimos treinta años. El artículo destaca que aunque la producción española sobre este tema
no ha sido muy abundante en términos de cantidad, sí ha sido de gran calidad. Se
mencionan algunas publicaciones y conferencias realizadas por investigadores españoles
que han contribuido a centrar y matizar los análisis sobre las ciencias del lenguaje en
Leibniz. El autor señala que, para Leibniz, el lenguaje es simplemente una herramienta
necesaria para llegar a otras disciplinas como la ética, la ciencia y la lógica. Sin embargo,
debido al giro lingüístico que experimentó la filosofía a finales del siglo XX, los estudios
sobre este tema están abriendo nuevos caminos. Se destaca la coherencia existente entre los
diferentes estudios, aunque aún haya espacios que necesiten ser explorados.
Este texto presenta algunos ejes temáticos que articulan las investigaciones en el campo de
las ciencias del lenguaje en Leibniz:
La identidad de los conceptos: Leibniz considera que los conceptos son los elementos
últimos e indivisibles que pueden relacionarse con otros conceptos. Los conceptos son
distribuidores de enunciados y subyacen a expresiones múltiples. Además, se menciona el
interés de Leibniz tanto por una lengua universal como por el estudio de las lenguas
naturales.
Sin embargo, Kant sostiene que es posible que el público se ilustre a sí mismo si se le
permite ser libre. Afirma que siempre habrá individuos que piensen por sí mismos y
difundan el espíritu de valorar el propio entendimiento y la vocación de cada persona para
pensar de manera independiente. Sin embargo, señala que a menudo los tutores incapaces
de alcanzar la Ilustración incitan al público a mantenerse en la minoría de edad. Kant
destaca la importancia de la libertad en la Ilustración y sostiene que el uso público de la
razón debe ser siempre libre. Menciona que el uso privado de la razón puede estar limitado
en ciertas circunstancias relacionadas con el interés público, pero eso no debe obstaculizar
el progreso de la Ilustración. El filósofo distingue entre el uso público y privado de la
razón. El uso público se refiere al ejercicio de la razón en la esfera pública, como el
discurso público y la escritura, mientras que el uso privado se refiere al ejercicio de la razón
en un puesto o función pública. Kant defiende la libertad ilimitada del uso público de la
razón y sostiene que incluso los tutores del pueblo, como los sacerdotes, deben tener la
libertad de expresar públicamente sus pensamientos y críticas, aunque estén sujetos a
ciertas restricciones en el uso privado de la razón en su función oficial; argumenta en contra
de cualquier intento de establecer acuerdos inmutables que limiten la Ilustración futura y
sostiene que ninguna época puede obligarse a sí misma a no ampliar sus conocimientos y
progresar en la Ilustración. Afirma que la posteridad tiene el derecho de rechazar tales
acuerdos y buscar leyes mejores que promuevan la libertad y el progreso intelectual.
Fichte considera que la educación y la lengua son dos instrumentos fundamentales para la
reconstrucción de la nación alemana. Propone que la educación juegue un papel importante
en la formación de los alemanes y en la superación del egoísmo y la falta de unidad y
autonomía presentes en la sociedad. Asimismo, destaca el valor de la lengua como medio
de comunicación y expresión de la identidad nacional. Este texto examina las
contribuciones de Fichte a la lengua alemana, tanto en su uso para la construcción de la
nación alemana como en la constitución misma de la lengua. Se analizan sus escritos sobre
estos temas, destacando su visión filosófica idealista y su preocupación por la educación y
la lengua como elementos clave para la regeneración de la nación alemana.
En el ensayo "Ensayo sobre el origen del lenguaje" de Johann Gottfried Herder, se aborda
la cuestión fundamental de cómo surgió el lenguaje humano y cuál es su función en la
sociedad. Herder, filósofo y escritor alemán del siglo XVIII, se interesó por el lenguaje
como expresión única de la cultura y la identidad de los pueblos. En su ensayo, Herder
rechaza la idea de que el lenguaje humano se desarrolló de forma puramente racional o por
imitación de sonidos naturales. En cambio, argumenta que el lenguaje es una creación
orgánica de la humanidad, que surge de la necesidad de comunicarse y expresar
pensamientos y emociones. Herder sostiene que cada pueblo y cultura tiene su propio
lenguaje, que es una manifestación única de su espíritu colectivo y de su experiencia
histórica y cultural. El lenguaje refleja la identidad de un pueblo y su modo de ver y
comprender el mundo.
El texto expone la idea general de Nietzsche sobre el lenguaje como medio para encubrir la
realidad. Nietzsche sostiene que la comunicación en los medios tiende a ocultar la verdad y
que los mensajes se prestan a malentendidos. El lenguaje, según Nietzsche, tiene dos
aspectos: el lenguaje en sí mismo y el análisis del lenguaje que utiliza. Se menciona que el
estilo en el discurso nietzscheano no es simplemente literario, sino vital, y corresponde a
una forma de ser y un estilo de existencia. El autor destaca la influencia de los clásicos
griegos y romanos, así como de Arthur Schopenhauer, en el pensamiento de Nietzsche. Se
plantea que la cuestión del lenguaje no es exclusiva de los filósofos, pero algunos filósofos
han abordado el lenguaje desde diferentes perspectivas, como la lógica, el arte y el
conocimiento. El desarrollo del conocimiento y las ciencias de la comunicación ha llevado
al surgimiento de especialistas en el lenguaje.
Nietzsche sostiene que el pensamiento consciente solo es posible a través del lenguaje, y
que incluso el conocimiento filosófico está formulado en términos de lenguaje. Nietzsche
también plantea que el desarrollo del pensamiento consciente es perjudicial para el
lenguaje, y que la decadencia del lenguaje ocurre cuando la cultura avanza. El origen del
lenguaje es un tema de interés para Nietzsche, y plantea si surge como una institución
basada en un contrato o si depende de la formación arbitraria de sonidos y conceptos.
Nietzsche considera que el lenguaje es un impulso interno y una necesidad, y su génesis
está relacionada con los instintos. El lenguaje es visto como un medio de comunicación y
como un arte que puede comportar retórica y persuasión. El filósofo argumenta que el
lenguaje es una expresión sonora del alma común y que la comunicación es fundamental
para establecer relaciones interhumanas. Además, destaca que el diálogo interno y la
reflexión requieren del lenguaje, y que el silencio forzoso empobrece y empequeñece el
alma. Nietzsche considera que el lenguaje puede encubrir la realidad y que la comunicación
en los medios suele distorsionar la verdad. El lenguaje desempeña un papel fundamental en
el pensamiento consciente, la comunicación y el establecimiento de relaciones humanas.
Además, Nietzsche aborda la relación entre el lenguaje y la retórica, así como el origen y la
naturaleza del lenguaje.
Schopenhauer, Libro Pensamiento, palabras música. Solo el capítulo: “El lenguaje y
las palabras” (pp. 67-86)
"El lenguaje y las palabras" escrito por Arthur Schopenhauer, un filósofo alemán del siglo
XIX. En este ensayo, Schopenhauer reflexiona sobre el lenguaje humano y su relación con
el pensamiento y la comunicación. Schopenhauer señala que la voz humana tiene la
capacidad de expresar conocimiento, a diferencia de la voz de los animales que
principalmente expresa voluntad. Además, menciona que las interjecciones fueron el origen
del lenguaje humano y que gradualmente se desarrollaron diferentes tipos de palabras como
sustantivos, verbos, pronombres, entre otros. El autor destaca la importancia de las palabras
en el lenguaje humano, ya que considera que son el material más duradero. Cuando un
poeta elige las palabras precisas para expresar una impresión fugaz, esas palabras pueden
perdurar durante muchos siglos y renovarse en cada lector.
Schopenhauer también menciona la importancia de aprender otros idiomas como una forma
de educación, ya que cada idioma tiene conceptos y palabras que no tienen una
equivalencia exacta en otros idiomas. El aprendizaje de nuevos idiomas no solo implica
aprender palabras, sino también adquirir nuevos conceptos y esferas de pensamiento. El
autor destaca la dificultad de traducir de manera precisa un texto, especialmente cuando se
trata de poesía. Considera que las traducciones son siempre imperfectas y que solo se
domina verdaderamente un idioma cuando uno puede expresarse directamente en él sin
recurrir a la traducción.