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TRABAJO INTEGRADOR FINAL

Proyecto de Planificación de Política Pública Municipal


con perspectiva de Género y Diversidad.
Título de nuestra POLÍTICA

El presente Trabajo Final Integrador, tiende a procurar, a través de una política publica
“sensible al genero”, un mayor acceso de las mujeres y disidencias, a puestos labores, ejercidos
tradicionalmente por varones, como ser en este caso en particular, el cargo de chofer para
transporte de personas, dentro del área de Desarrollo Social de la Municipalidad de Esquel.

FUNDAMENTACIÓN
MARCO TEÓRICO

Las mujeres han sido discriminadas históricamente por el hecho mismo de ser mujeres. Se
les ha dado un tratamiento desigual y discriminatorio en virtud de un conjunto de normas de
conducta, de estereotipos, de valores, de significaciones distintas y desventajosas otorgadas por la
sociedad al hecho de ser mujer. Estos patrones sociales y culturales pueden ser modificados, la
discriminación hacia las mujeres no es “natural”, puede cambiarse .
Así pues, el concepto género aporta una nueva forma de entender a los seres humanos, a
partir de la consideración de que es la sociedad quien se encarga de asignar a las personas
características fijas y el papel a desempeñar en ella en función de su sexo; y por tanto, de haber
colocado al sexo femenino en una posición de subordinación histórica respecto del masculino.
Precisamente porque es una construcción social, artificial y voluntaria, es por lo que puede y
debe ser modificada, principalmente cuando la asignación perjudique, discrimine e incluso
subordine a alguno de los sexos respecto del otro, como ha ocurrido con las mujeres.
A partir del concepto de género, se ha construido toda una teoría que tiene como una de sus
herramientas principales la denominada perspectiva de género; la misma informa de manera
creciente la mayoría de las ciencias e instituciones contemporáneas.
La perspectiva de género puede definirse como “el enfoque o contenido conceptual que le
damos al género para analizar la realidad y fenómenos diversos, evaluar las políticas, la legislación
y el ejercicio de derechos, diseñar estrategias y evaluar acciones, entre otros”.
Se trata de una perspectiva teórico-metodológica que se materializa en una forma de conocer
o mirar la realidad; y de intervenir o actuar en esa realidad. La perspectiva de género se caracteriza
porque es inclusiva, ya que incorpora al análisis otras condiciones que hacen más llevadera o
agudizan la discriminación de género, como son la clase, la etnia y la edad; Asimismo, permite
observar y comprender cómo opera la discriminación, pues aborda todos aquellos aspectos que
tienen que ver con la condición social y económica de las mujeres y los hombres, con el fin de
favorecer iguales oportunidades para un acceso equitativo a recursos, servicios y derechos.
Por otra parte, la perspectiva de genero cuestiona el androcentrismo y el sexismo que
permean todas las instituciones y actividades sociales, a la vez que propone acciones estratégicas
para enfrentarlos críticamente y erradicarlos.
Asi tambien, permite hacer visible las experiencias, perspectivas, intereses, necesidades y
oportunidades de las mujeres – y disidencias - con lo cual se pueden mejorar sustancialmente las
políticas, programas y proyectos institucionales, así como las acciones dirigidas a lograr sociedades
equitativas, justas y democráticas.

Tal como explican Méndez y Pacheco: “El género no es un tema separado, es un enfoque
que enriquece el diagnóstico de una situación, visualiza inequidades entre hombres y mujeres y abre
caminos para su superación”. Consideran además, que “...la equidad de género es intensamente
democratizante, construye poder social para el desarrollo y por lo tanto, es inherente a cualquier
objetivo humano superior, como la lucha contra la pobreza o cualquier otro que nuestra conciencia
demanda”.
Asimismo, ambos señalan que la perspectiva de género permite entender la especificidad de
los derechos en el marco de la universalidad inherente a los mismos; promueve la igualdad desde el
reconocimiento de las diferencias; y visibiliza el hecho de que las mujeres son sujetas de derechos
también en el ámbito privado.

Es en este contexto de análisis, que uno de los sujetos primarios que debe implementar
politicas de con perspectiva de genero, que tiendan a equilibrar estas desigualdades historias, es el
Estado. Éste tiene un papel primordial en la construcción de condiciones de igualdad para varones
y mujeres puesto que las intervenciones públicas distribuyen recursos materiales y oportunidades de
reconocimiento simbólico entre los géneros (Fraser, 1995; Haney, 1998). En un sentido estricto,
todas las políticas públicas estarían, generizadas (Joan Acker (1990), lo cual significa que los
contenidos, los objetivos y las metodologías de las acciones del Estado están imbuidos de
concepciones sobre el valor relativo de atributos culturales masculinos y femeninos, así como de
creencias respecto de los comportamientos normativamente deseables para cada uno de los sexos.
En América Latina, desde mediados de los años setenta, han tomado preponderancia las
politicas publicas sensibles al genero, al punto que, actualmente, prácticamente la totalidad de la
región cuenta – en mayor o menor medida - con planes de igualdad de oportunidades.
Este tipo de políticas publicas tienen el fin de asegurar el bienestar, la seguridad, la
autonomía y los derechos de las mujeres, por ello se denominan políticas sensibles al género
(Rodriguez Gusta (2008)) ; son politicas que promueven la equidad de genero.
Según las autoras Ana Laura Rodríguez Gusta y Mariana Caminotti (en “Políticas públicas
de equidad de género: las estrategias fragmentarias de la Argentina y Chile”) la inequidad de
género es un fenómeno de dimensiones múltiples, que se expresa en una reducida participación
de las mujeres en la toma de decisiones públicas, y en pautas culturales que dificultan el ejercicio de
sus derechos de ciudadanía en igualdad de condiciones con respecto a los hombres. Por ello,
las políticas públicas de promoción de la equidad se han planteado como medidas integrales, no
así sectoriales.
En ese sentido, la Plataforma de la IV Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing
(1995)estableció la necesidad de conjugar dos grandes lineamientos estratégicos: las acciones
afirmativas que favorecen el acceso de mujeres a cargos electivos, y la transversalización de
género en el Estado (gender mainstreaming), que apunta a la promoción de la equidad a través
de la integración sistemática de un enfoque de género “en todos los sistemas y estructuras, las
políticas,procesos y procedimientos”.

El autor Rodriguez Gusta analiza en su articulo “Las políticas sensibles al género:


variedades conceptuales y desafíos de intervención” (2008) , distintos supuestos dentro de las
politicas sensibles al genero. Dentro de ellas, encontramos las políticas de acción afirmativa;
inspiradas en los planteos del Art. 4 de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW), las medidas afirmativas –también denominadas
positivas–, promueven la presencia femenina en los lugares decisorios del Estado.
Los argumentos esgrimidos a favor de las acciones afirmativas rescatan el hecho de que las
mujeres conforman un grupo en desventaja y, por ende, el Estado está obligado a garantizar sus
derechos mediante disposiciones normativas específicas (Harper y Reskin, 2005).
Dentro de estas, existen medidas de acción positiva directa e indirecta: las políticas de
acción afirmativa y políticas de acción directa se orientan a la modificación directa de la
composición demográfica de una organización en forma inmediata. Las políticas de acción
indirectas que promueven transformaciones en la estructura de oportunidades de las instituciones
para que, eventualmente, exista una mayor representación femenina en las jerarquias
organizacionales.
A diferencia de las primeras, estas medidas afirmativas no cambian de manera automática
las proporciones de varones y mujeres, pero análogamente su propósito es tender a una pirámide
institucional más paritaria a partir de su funcionamiento.
Más allá de estas variantes, las acciones afirmativas, implican una clara política de acceso a
las mujeres a las instituciones con el fin de asegurar su participación en los procesos de toma de
decisión política, al garantizar, como fuera ya mencionado su mayor presencia numerica en las
jerarquias.
Situado al TIF propuesto por el equipo, es una clara política de acción afirmativa: insta al
estado Municipal, a promover el acceso de las mujeres y disidencias, a ocupar un cargo – chofer -
que históricamente fue ejercido por varones, rompiendo con estructuras patriarcales y hegemonicas,
procurando una equidad.
Siguiendo el análisis de Rodríguez Gusta, las mujeres enfrentan más dificultades que los
hombres para acceder a los trabajos mejor remunerados, usualmente acompañados de mayores
perspectivas profesionales y de protección social. En el hogar, ellas permanecen en una posición de
desventaja respecto de las decisiones familiares, a lo que se suma una carga prácticamente unilateral
en el cuidado de los hijos y las tareas domésticas.

A efectos de abordar estos problemas provenientes de una división sexual desigual del
trabajo, que reserva el ámbito de lo público para los varones y la esfera doméstica para las mujeres,
aparecen dos propuestas de intervención alternativas: las políticas para las mujeres y las políticas
con perspectiva de género que, en América Latina, han influido en el diseño y la implementación
de políticas sociales (Dador Tozzini, 2007).
Ambas líneas de intervención, concuerdan en situar en la división sexual del trabajo la
fuente principal de desigualdad entre los sexos: mientras las políticas para las mujeres mantienen las
diferencias primarias buscando compensar a las mujeres por su eventual doble inserción en el
ámbito público y privado, la perspectiva de género propone acciones para transformar dicha
división del trabajo.
Estas políticas para las mujeres procuran disminuir las brechas de género, aunque sin
embargo, mantienen los limitantes estructurantes: mientras intentan paliar los efectos restrictivos
para con la mujer, intentando conciliar la esferas del trabajo y las tareas de cuidado para reducir las
brechas de género, al mejorar las condiciones para que las mujeres realicen ambas actividades, deja
indemnes la estructura patriarcal que exime al hombre de las tareas de reproducción doméstica.
El papel socialmente asignado a los hombres no es cuestionado y estas políticas asumen, de
hecho, su desvinculación de la esfera doméstica. En síntesis, estas políticas no han fomentado la
participación masculina en las tareas del cuidado.
Como contrapunto, las políticas con perspectiva de género buscan distribuir recursos
materiales y simbólicos con el fin de ampliar las oportunidades de elección de las mujeres – a
cargos publicos, empleos formales, a tareas tradicionalmente ejercidas por hombres (como ser,
chofer) - , por lo cual la transformación de las relaciones jerárquicas de género constituye el núcleo
fundamental de intervención.
En consecuencia, estas políticas implementan acciones concernientes a los derechos de las
mujeres, la democratización de las familias y las responsabilidades domésticas compartidas.
Al intentar modificar las raíces estructurales de la desigualdad, y en particular las
instituciones sociales de la familia y el mercado de trabajo, estas políticas emplean el término
relaciones de género: lo que se cuestiona en última instancia es la división entre lo público
(masculino) y lo privado (femenino). Esta perspectiva concibe el género como un sistema
institucionalizado de prácticas sociales que, a partir de la organización de categorías sexuales
diferenciadas, edifica relaciones de poder (Ferree, Lorber y Hess, 2000).
En su calidad de sistema de diferencias y desigualdades, las relaciones de género se
despliegan en múltiples niveles, es decir, en creencias culturales socialmente hegemónicas, en
pautas sesgadas de distribución de recursos sociales, y en identidades individuales con disímiles
grados de aceptación y reconocimiento (Ridgeway y Correll, 2004).

MARCO NORMATIVO

Hemos basado nuestro TIF en diferentes normativas Internacionales,Nacionales,


Provinciales, siendo que la política publica esbosada implica una interseccionalidad entre
diferentes áreas, que tienen sus ejes rectores.
Entre la normativa utilizada encontramos la Ley Nacional N.º 26.485 de Protección Integral
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres; Ley Nacional N° 26.743 de
Identidad de Género; Ley Nacional N.º 26.061 Ley de Protección Integral de los Derechos de las
Niñas, Niños y Adolescentes; Ley Provincial N.º III N.º 21 de Proteccion Integral de la Niñez,
Adolescencia y la Familia ; Ley Nacional N.º 22.431 de Protección Integral de las personas con
discapacidad; Ley Nacional N.º 27.360, que recepta la Convención Interamericana sobre
Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores; Convención sobre la Eliminación
de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), entre otras (ver) .

Momento N° 1 Análisis Situacional :


Históricamente en la Municipalidad de Esquel se han generado cargos de chofer / conductor
destino a los hombres inicialmente por contratos y luego al pase a planta permanente con un
agregado de acceder a horas extras. En el estatuto de contratación no especifica que el cargo debe
estar ocupado por hombres pero existe un requisito tácito determinado por el sistema patriarcal que
siempre los puestos sean ocupados por varones sin poner en cuestión estas decisiones de
contratación. Frente a esto estamos en una desigualdad de gran dimensión impidiendo que la
población de mujeres y disidencias pueda acceder a estos puestos municipales. Las situaciones de
desigualdades entre mujeres y hombres persisten generando tratos diferentes y discriminatorios que
afectan especialmente a las mujeres / disidencias quienes afrontan desventajas y limitaciones para
el acceso y control de recursos para su progreso.
Como Estado Municipal es importante generar acciones de intervención que permitan crear
una mirada transversal con perspectiva de género, que apunten a nuevas estrategias de intervención
estatal en relación a la toma de decisiones , en función de una sociedad equitativa en el ejercicio de
los derechos. Tenemos la responsabilidad objetiva, como garantes de derechos, de erradicar
determinados patrones culturales y estereotipos estigmatizantes que aún persisten en nuestro estado
municipal.
Es por ello que este equipo de trabajo propone la creación de una política publica
transversal, que permita incorporar e institucionalizar el enfoque de género a los fines de alcanzar
la igualdad entre quienes deseen presentarse para cubrir el cargo de chofer/conductor.
En relación al mapeo de actores, podemos definir principalmente a las mujeres y disidencias
que pertenecen a la planta permanente de la Municipalidad de Esquel, a la Secretaría de Desarrollo
Social , Dpto. Tránsito y Transporte, área de Recursos Humanos, área de Hacienda/ Sueldo.

Características de los actores: instituciones estatales de burocracia


administrativa que brindan recursos.

Momento N° 2 Diseño Estratégico: ( Pablo)

Objetivo General

Garantizar el acceso a mujeres y diversidades al cargo de Chofer/Conductor, destinado al


área de Desarrollo Social, si bien no está especificado en el estatuto municipal que dicho cargo debe
ser ocupado por hombres, pero existe un requisito tácito haciendo que sea un puesto históricamente
estereotipado y por consiguiente relacionado casi estrictamente con varones. Por ese motivo es que
creemos sumamente necesario realizar un llamado a concurso con perspectiva de género para el
puesto actualmente vacante.
Objetivos Específicos

> Dar prioridad a mujeres y diversidades en un llamado a concurso para el puesto


vacante de Chofer/Conductor.

> Brindar capacitación a los postulantes en las distintas áreas que se desempeñaran como lo
son: Discapacidad, Tercera Edad, Niñez, además de Género y diversidad. Considerando que son
áreas sensibles y con problemáticas diversas que siempre requieren un abordaje acorde, y esto no es
excepción para los choferes del Área.

> Lograr equidad e igualdad a la hora de acceder a cargos jerárquicos y profesionalizar los
mismos, brindando las capacitaciones correspondientes.

Momento N° 3 Diseño de las Acciones : ( Juan)

Desde la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Esquel y a través de la Dirección


de Recursos Humanos se realizará un llamado para el cargo de chofer de personas, priorizando a
Mujeres y Disidencias.

El mismo llamado contara con 5 etapas:

● 1ra Etapa: Llamado a personal de planta municipal para cubrir el puesto de chofer de
la Secretaria de Desarrollo social, priorizando en el mismo a Mujeres y Disidencias.
Encargo de transporte de pasajero desde la Dirección de Discapacidad, la Dirección de
Niñez, Adoles. Y Familia, la Coordinación de Tercera Edad

● 2da Etapa: Se dictará una capacitación obligatoria intensivo de 1 mes en Niñez,


Discapacidad y Tercera edad, además de deber hacer realizado y aprobado la
capacitación en Ley Micaela.

● 3ra Etapa: Aprobadas las capacitaciones se realizará un taller especifico bajo el Manual de
Conducción Profesional orientado en la categoría D2. Dictado por el Dpto. Tránsito y
Transporte.
● 4ta Etapa: Llegado hasta acá el personal deberá rendir el Examen para la Licencia
D2 de Conductor para Automotores para servicios de transporte de pasajeros de mas de ocho
(8) plazas y hasta veinte (20) plazas excluido el conductor.

● 5ta Etapa: Se realizará un Registro de Mujeres y Disidencias que obtengan el Carnet


Porfesional de Conducir, para que en futuros casos sean necesarios de otras areas puedan
ser llamados.

Observaciones:

● La capacitación en Niñez, Discapacidad y Tercera edad se realizará en el Centro Cultural


Melipal 2 veces por semana, en horario a convenir. Si es posible en el horario laboral y cada
Encargado de Área resuelva la situación de la falta de personal. De lo contrario se
realizará fuera del horario de trabajo, a convenir con los postulante, teniendo en cuenta las
necesidades de cada uno. Será dictado por profesionales de cada área orientado en los
buenos tratos y las necesidades de cada dirección.

Vago Agostina
Cansino Gabriela
Larregui Pablo
Margara Juan

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