Está en la página 1de 26

Ley de Capacitación Obligatoria en

Género para todas las personas que


integran los tres poderes del Estado
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
2

Módulo 3: Violencias por Pág. 3


motivos de género como
problematica social
Intervenciones Pág. 5
necesarias y
corresponsabilidad de
los organismos del
Estado respecto de la
perspectiva de género.
La transversalización de Pág. 7
la perspectiva de
género en las políticas
públicas
Pág. 14
Intervención del Estado
y políticas locales
Herramientas y
Pág. 22
recursos para la
actuación en casos de
violencia por motivos
de género
3

Género, derechos
humanos y el Estado
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
4

Intervenciones necesarias y corresponsabilidad de los


organismos del Estado respecto de la perspectiva de género.

El Estado, como principal garante de derechos, tiene un papel


primordial en la construcción de condiciones de igualdad para
varones, mujeres y diversidades, puesto que las intervenciones
públicas distribuyen recursos materiales y oportunidades de
reconocimiento simbólico entre los géneros (Fraser, 1995; Haney,
1998). En este sentido, existe la necesidad de transversalizar la
perspectiva de género en todas sus áreas, con el fin de equilibrar
estos recursos y oportunidades que hoy en día siguen
desigualmente distribuidos entre los géneros.

LA PERSPECTIVA
TRANVERSALIZAR
DE GÉNERO

La categoría género visibiliza las desigualdades socialmente


construidas entre varones, mujeres e identidades no binarias, que se
materializan en la distribución de tareas domésticas, el acceso y la
permanencia en la educación superior, las condiciones laborales,
entre otras. Si bien, la categoría de género pone de manifiesto el
carácter político de esas desigualdades, las visibiliza y las cuestiona,
también es preciso concebir la intervención desde una mirada
transversal. “Integrar esta perspectiva a las políticas de una gestión
de gobierno de manera universal y no solamente localizarlo en
políticas focalizadas a través de la gestión de un área específica”
(Novick, 2007, p. 13). Asimismo esta perspectiva apunta a nuevas
estrategias de intervención estatal en relación a la toma de
decisiones, en función de una sociedad equitativa en el ejercicio de
derechos.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
5

Las personas tienen el derecho a recibir protección frente a todas las


formas de violencia de género, y en su correlato es la obligación
estatal prevenir, sancionar y eliminar esta violencia. En tal sentido, el
Estado argentino, con cada una de sus autoridades públicas, tiene el
deber de atender especialmente sus características y traducirlas en
acciones positivas y concretas ante la problemática de la violencia
por razones de género. Si bien es una responsabilidad colectiva; el
Estado tiene un rol decisivo y debe dirigirse a la transformación de
discursos, hábitos, y prácticas individuales, redefiniendo la
orientación de políticas públicas.

De tal manera, es el Estado el que tiene la responsabilidad objetiva –


como garante de derechos– de erradicar determinados patrones
culturales y estereotipos estigmatizantes que aún imperan en la
gran mayoría de la sociedad. La desigualdad de género, así como las
formas de discriminación y violencia que la reproducen, constituyen
un problema público que demanda una respuesta estatal, sensible,
acordes a su relevancia. Como observamos en el primer módulo, de
estas obligaciones estatales se desprenden múltiples marcos
normativos que establecen el derecho a vivir una vida libre de
violencias.

Asimismo, los movimientos feministas y LGTBIQ+ lograron


conformarse como identidades colectivas e incluyeron diversos
problemas políticos a la agenda de gobierno. De esta manera, se
produjeron ampliaciones de derechos, bajo un régimen
democrático que -siguiendo a O’Donell- “supone la idea de agencia,
es decir que cada adulto es responsable de sus propios actos y, en
consecuencia, el sistema legal respaldado por el estado le asigna un
conjunto de derechos y obligaciones políticos sobre una base de
universalidad e incluyente”(Medina, Berrotaveña, 2010, p.164).

El Estado es un concepto central dentro del análisis político (Medina, 2010) y ha sido un campo de disputas de
los sentidos hegemónicos en torno a la categoría de género y la sexualidad, según Farjí-Neer (2017). La autora
plantea que las producciones discursivas del Estado operan social y subjetivamente y al mismo tiempo, generan
identidades y representaciones, porque el Derecho le asigna un lugar a los sujetos que incluye o excluye del
campo de la legitimidad. Es en este sentido que el discurso jurídico estatal opera en base a una idea abstracta
de ciudadano, que es equiparado a un sujeto heterosexual y masculino y promueve una idea universal de lo
humano. Por ello, surge la necesidad de promover políticas y prácticas que tiendan a la universalización de
derechos real e inclusiva y que promuevan la construcción de sociedades más equitativas.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
6

La transversalización de la perspectiva de género en las políticas


públicas

La transversalidad es, en la teoría feminista, una metodología para


la investigación y para la implementación de acciones en materia
de políticas públicas que tienden a favorecer la justicia social. Para
comprender por qué es necesario que la perspectiva de género sea
transversal- es decir que atraviese todas las áreas y sectores del
ámbito público y privado- es necesario, también, dar cuenta de que
las desigualdades presentan un carácter multidimensional y
dinámico y que las mismas están atravesadas por diversos factores.

La interseccionalidad de los clivajes de la desigualdad social,


apunta a comprender de qué manera las diferentes identidades
influyen sobre el acceso de derechos y oportunidades. La
intersección de categorías, pone de manifiesto que la
discriminación por motivos de género existe y se expresa en los
distintos ámbitos de la vida cotidiana en los que transitan las
mujeres, pero también visibiliza que las desigualdades son
multidimensionales. Es decir que existen otros factores como la
identidad de género, la etnia, la edad, la orientación sexual, la
religión, la clase socioeconómica, la localización geográfica y un sin
fin de otras condiciones, que pueden determinar la posición social
de una persona. En este sentido, es posible definir la
interseccionalidad como:

Una herramienta analítica para estudiar, entender y responder a


las maneras en que el género se cruza con otras identidades y
cómo estos cruces contribuyen a experiencias únicas de
opresión y privilegio. Se trata, por tanto, de una metodología
indispensable para el trabajo en los campos del desarrollo y los
derechos humanos. (Symigton, 2009,p. 1)

Symigton (2009) indica que las personas vivencian múltiples


identidades que se conforman por “capas”, que resultan de las
relaciones sociales, la historia y relaciones estructurales de poder.
Por ello, personas de una misma comunidad pueden experimentar
diversas manifestaciones de desigualdad.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
7

En esta línea, el análisis desde la interseccionalidad tiene como


finalidad “abordar las formas en las que el racismo, el patriarcado, la
opresión de clase y otros sistemas de discriminación crean
desigualdades que estructuran las posiciones relativas de las
mujeres” (Symigton, 2009,p. 4). De igual modo, contempla para su
análisis el contexto histórico, social y político.

Comprender las violencias y desigualdades por razones de género,


en conjunto a la intersección de otras categorías es crucial para la
elaboración de intervenciones estatales efectivas es pos de la
promoción de derechos. En la multideterminación de los procesos
de dominación de género, se hace menester que su abordaje sea lo
más integral y sistémico posible. Si se comprende al Estado como lo
propone O’Donnell (2007) en tanto conjunto de relaciones sociales
que se desarrollan en un territorio, y no sólo como aparato
administrativo dotado de una dimensión legal, observaremos el
carácter performativo que adquiere el actuar concreto y situado de
cada uno de sus agentes. En esta línea, tanto la estructura
institucional y normativa del Estado, como en el actuar de sus
agentes son fundamentales a la hora de garantizar que se construya
una praxis entre el marco normativo y las acciones, las interacciones
y vínculos que establece con la sociedad y los diversos actores
involucrados.

Los Estados- en sus múltiples niveles- tienen la responsabilidad de


adoptar, por todos los medios apropiados, políticas orientadas a
prevenir, sancionar y erradicar la desigualdad de género y de actuar
con la debida diligencia en la prevención, sanción y restitución de
tales disparidades, según su manifestación y situación particular.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
8

Ya que las desigualdades que atraviesan a mujeres y diversidades


son un problema público- porque se encuentran en una situación
de vulnerabilidad- consecuencia de condiciones estructurales, se
diseñan e implementan distintos tipos de acciones y políticas
orientadas a prevenir, resarcir y desarticular tales perjuicios. Según
Rodriguez Gusta (2008), este tipo de políticas públicas han sido
enunciadas explícitamente con el fin de asegurar el bienestar, la
seguridad, la autonomía y los derechos de las mujeres, por ello se
denominan: políticas sensibles al género. En América Latina, estas
políticas cobraron creciente relevancia desde mediados de los años
setenta al punto que, actualmente, prácticamente la totalidad de la
región cuenta con planes de igualdad de oportunidades. A partir de
esta denominación, la autora Rodriguez Gusta (2008) identifica
cuatro categorías de políticas sensibles al género:

a) Las políticas de acción afirmativa:


Las políticas de acción afirmativa y políticas de acción directa se
orientan a la modificación directa de la composición demográfica
de una organización en forma inmediata. La Ley de Cupo Femenino
(1991) que rige la conformación de las listas electorales de los
partidos para el Congreso de la Nación en Argentina, es un buen
ejemplo de ello. Aunque menos conceptuadas como políticas de
acción afirmativa, existen las políticas de acción indirectas que
promueven transformaciones en la estructura de oportunidades de
las instituciones para que, eventualmente, exista una mayor
representación femenina en las jerarquías organizacionales. A
diferencia de las primeras, estas medidas afirmativas no cambian de
manera automática las proporciones de varones y mujeres, pero
análogamente su propósito es tender a una pirámide institucional
más paritaria a partir de su funcionamiento. Más allá de estas
variantes, las acciones afirmativas implican una clara política de
acceso de mujeres a las instituciones con el fin de asegurar su
participación en los procesos de toma de decisión política, al
garantizar, como ya fuera mencionado, su mayor presencia
numérica en las jerarquías.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
9

b) Las políticas para las mujeres:


Las políticas para las mujeres operan sobre el diagnóstico que la
división sexual del trabajo es la principal causa de la desigualdad
estructural de género. En este marco de situación, buscan
compensar a las mujeres por su eventual doble inserción en el
ámbito público y privado y disminuir las brechas de desigualdad al
reparar los efectos negativos de la división sexual del trabajo y
restituir derechos vulnerados. De tal manera, los roles y las
responsabilidades entre los sexos en la reproducción doméstica y el
bienestar familiar y social son asuntos tomados como dados y no
como resultantes de una situación históricamente construida. Así,
mantienen los limitantes estructurantes mientras intentan paliar los
efectos restrictivos para con la mujer, intentando conciliar la esfera
del trabajo y las tareas de cuidado, para reducir las brechas de
género, al mejorar las condiciones para que las mujeres realicen
ambas actividades; pero deja indemnes la estructura patriarcal que
exime al hombre de las tareas de reproducción doméstica. Ejemplos
de este accionar del Estado son aquellas acciones que se orientan a
la reducción de la brecha de ingresos entre varones y mujeres con
cambios en la legislación laboral: la incorporación de las licencias
por maternidad, licencia por periodo menstrual, entre otras.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
10

c) Las políticas con perspectiva de género:


Las políticas con perspectiva de género- si bien comparten el
mismo diagnóstico en el que la reserva del ámbito de lo público
para los varones y la esfera doméstica para las mujeres es la base de
la desigualdad estructural de género- proponen completamente lo
contrario: transformar la división sexual del trabajo y redistribuir
recursos materiales y simbólicos con el fin de ampliar las
oportunidades de elección de las mujeres. Por lo tanto, la
transformación de las relaciones jerárquicas de género constituye el
núcleo fundamental de intervención. En consecuencia, estas
políticas implementan acciones concernientes a los derechos de las
mujeres, la democratización de las familias y las responsabilidades
domésticas compartidas. Lo que se cuestiona en última instancia es
la división entre lo público (masculino) y lo privado (femenino) y lo
que se busca subvertir son los roles de género establecidos.

d) Las políticas de transversalización de género:


En su organización y funcionamiento, el Estado produce y
reproduce las desigualdades de género sociales existentes, por eso
se vuelve necesario modificar una institución que culturalmente se
encuentra edificada a partir de la jerarquización del género. En este
marco de situación, las construcciones culturales en torno a lo
femenino y lo masculino están cristalizadas en las estructuras y en
las prácticas del propio Estado. De esta forma, las relaciones entre
varones y mujeres son asimétricas, ya que se despliegan en el marco
de reglas y procedimientos androcéntricos, donde los elementos
simbólicos del mundo cultural femenino están subordinados y
devaluados respecto de los masculinos. La transversalización del
género intenta incorporar una visión de género en todas las
políticas del Estado, con mayor énfasis en las que tradicionalmente
son ajenas a las problemáticas de las relaciones entre varones y
mujeres, a pesar de su indiscutible relevancia en la distribución
diferencial de recursos materiales y simbólicos.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
11

De esta manera, las políticas apuntan a modificar los sesgos de


género institucionalizados en su mismo funcionamiento y
organización, al incorporar una visión de género en todas sus áreas y
acciones. Ya que la problemática de género atraviesa un conjunto
de otros tantos problemas que también son injerencia del Estado,
abordar el género de manera interseccional se vuelve una
necesidad. Por ende, ejemplos de este tipo de políticas públicas son
la confección de un “Presupuesto con Perspectiva de Género y
Diversidad”, a partir del cual se busca incorporar la perspectiva de
género como un criterio de la asignación de recursos económicos
para las acciones, políticas o programas estatales. O mismo esta
capacitación que se enmarca en la implementación de “Ley
Micaela”, la cual obliga a todas y todos los agentes, de los tres
poderes del Estado -tanto Nacional, Provincial como Municipal- a
recibir capacitaciones en temas de género y violencia contra las
mujeres.

Estas políticas públicas resultan reparatorias a la violación de


derechos sistemática que sufren mujeres y diversidades (LGTBIQ+) y
al mismo tiempo, aún se presentan falencias en materia de
reconocimiento de derechos. Por ello, en el marco propuesto por la
Agenda 2030, y en complementariedad del ODS 5- Igualdad de
Género, se propuso el objetivo ODS 16 que “promueve la “paz,
justicia e instituciones sólidas” que se traduce en: “promover
sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible,
facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones
eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles” y con metas
específicas como “Promover el estado de derecho en los planos
nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la
justicia para todos” (ODS 16, meta 16.3), entre otras (Pautassi, 2020).
Para ello, la autora señala la importancia de incorporar los
estándares de los derechos humanos: universalidad; obligatoriedad
de progresividad; prohibición de no regresividad; compromisos
financieros y presupuestarios; igualdad y no discriminación;
producción y acceso a la información; acceso a la justicia en sentido
amplio y participación social y empoderamiento ciudadano.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
12

A su vez, estas características pueden utilizarse para evaluar si las


políticas públicas, efectivamente están construidas sobre las bases
primordiales de los derechos humanos y realmente promueven el
acceso de oportunidades.

En este sentido, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se


propone la rendición de cuentas del Estado que implica que los
garantes de derechos (los gobiernos, entre otros) deben responder
ante personas cuyos derechos y vidas se ven afectadas por sus
decisiones.

En esta línea, la responsabilidad supone que quienes ocupan cargos


de autoridad tienen funciones y normas de actuación claramente
definidas, lo que permite una evaluación transparente y objetiva de
su conducta. La obligación de dar explicaciones hace referencia a
que los funcionarios públicos deben proporcionar información
sobre lo que hacen, y facilitar justificaciones razonadas de sus
acciones y decisiones ante aquellos sobre los que estas repercuten.
La aplicación de sanciones exige que las instituciones públicas
establezcan mecanismos destinados a verificar si los funcionarios
públicos y las instituciones acatan las normas establecidas, a
imponer penalizaciones a los funcionarios que no las respeten, y a
garantizar la adopción de medidas correctivas y reparaciones,
cuando sea necesario.

Un elemento fundamental de un mecanismo de rendición de


cuentas sensible a la perspectiva de género es garantizar la
participación efectiva y significativa de las mujeres en el proceso.
Así, las organizaciones feministas y por los derechos de las mujeres,
deben formar parte de todos los marcos de rendición de cuentas de
los ODS a niveles nacional, regional o mundial.

La transversalización del
género intenta incorporar una
visión de género en todas las
políticas del Estado.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
13

Intervención del Estado y políticas locales


En este apartado interesa profundizar la intervención en materia de
género del Estado municipal. Ya que “los gobiernos locales son una
institución de referencia para las demandas de las mujeres y la
participación ciudadana. En materia de violencia hacia las mujeres,
estos gobiernos adoptaron medidas de prevención, adelantándose a
las políticas nacionales en varios casos” (Rodriguez, 2020, p.1).

En nuestra ciudad se creó la Secretaría de la Mujer,


Género, Juventud y Diversidad en diciembre del año 2019,
con el objetivo de fortalecer e implementar políticas
tendientes a prevenir, erradicar y sancionar la violencia por
motivos de género.

Cuando el Estado interviene en la


prevención y atención a mujeres en
situación de violencia, la acción pública
se dirige a modificar una condición de
estatus de subordinación extrema, cuya
transformación requiere, de acuerdo con
Fraser (2000), políticas de reconocimiento
y políticas redistributivas.

En esta línea, la Secretaría de La Mujer, Género, Juventud y


Diversidad se propone la implementación de diferentes acciones y
políticas públicas que apunten a lograr intervenciones oportunas en
materia de desigualdades y violencia por motivos de género.
Entre sus políticas públicas (planes, programas y/o proyectos) se
destaca la implementación del Programa Nacional Acompañar, el
mismo consiste en un apoyo y acompañamiento a personas en
situación de violencia por razones de género, con el propósito de
promover la autonomía de las mujeres y personas LGBTI+ que se
encuentran en riesgo por situaciones de violencia.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
14

Intervención del Estado y políticas locales


En esta línea, el artículo N° 3 el decreto 734/2020 se establece que se
comprende por personas en situación de violencia por motivos de
género “a aquellas mujeres y personas LGBTI+ que por sus
condiciones socioeconómicas y vinculares se encuentran expuestas
a diversas manifestaciones de las violencias por motivos de género
que ponen en riesgo su integridad física y psicológica y su
autonomía económica y social”.

En consideración de la multidimensionalidad de las desigualdades


de género, la Secretaría de la Mujer, Género, Juventud y Diversidad
promueve un acompañamiento integral de las situaciones de
violencia y contempla- en intersección con las desigualdades de
género como la edad y niveles socioeconómicos. El seguimiento y
acompañamiento realizado por un equipo interdisciplinario incluye,
por un lado, i) acompañamiento psicológico individual ii)
asesoramiento legal; iii) actividades grupales de fortalecimiento vi)
articulación con otras instituciones y redes intersectoriales. De igual
modo, dentro de los dispositivos individuales se incluyen: i)
entrevistas en procesos de admisión; ii) entrevistas en profundidad
en pos del abordaje integral y promover la escucha activa sobre las
situaciones.

Otro de las políticas nacionales que se implementan a nivel local, es


el programa Potenciar Trabajo/ Género que tiene como objetivo
brindar oportunidades a las mujeres y personas LGBTI+ para el
desarrollo de su autonomía económica y para facilitar herramientas
para vivir una vida libre de violencias.

El Programa Potenciar Trabajo busca promover la inclusión social


plena y el mejoramiento progresivo de los ingresos de personas en
situación de alta vulnerabilidad social y económica, como así
también promover y fortalecer iniciativas productivas de desarrollo
socio-laboral y socio-comunitario. La implementación se realiza a
través de la asignación del salario social complementario
correspondiente al 50% del Salario Mínimo, Vital y Móvil, con el fin
de satisfacer las necesidades básicas y de fortalecer las iniciativas
productivas de las personas destinatarias.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
15

Intervención del Estado y políticas locales


En esta línea, el artículo N° 3 el decreto 734/2020 se establece que se
comprende por personas en situación de violencia por motivos de
género “a aquellas mujeres y personas LGBTI+ que por sus
condiciones socioeconómicas y vinculares se encuentran expuestas
a diversas manifestaciones de las violencias por motivos de género
que ponen en riesgo su integridad física y psicológica y su
autonomía económica y social”.

En consideración de la multidimensionalidad de las desigualdades


de género, la Secretaría de la Mujer, Género, Juventud y Diversidad
promueve un acompañamiento integral de las situaciones de
violencia y contempla- en intersección con las desigualdades de
género como la edad y niveles socioeconómicos. El seguimiento y
acompañamiento realizado por un equipo interdisciplinario incluye,
por un lado, i) acompañamiento psicológico individual ii)
asesoramiento legal; iii) actividades grupales de fortalecimiento vi)
articulación con otras instituciones y redes intersectoriales. De igual
modo, dentro de los dispositivos individuales se incluyen: i)
entrevistas en procesos de admisión; ii) entrevistas en profundidad
en pos del abordaje integral y promover la escucha activa sobre las
situaciones.

Otro de las políticas nacionales que se implementan a nivel local, es


el programa Potenciar Trabajo/ Género que tiene como objetivo
brindar oportunidades a las mujeres y personas LGBTI+ para el
desarrollo de su autonomía económica y para facilitar herramientas
para vivir una vida libre de violencias.

El Programa Potenciar Trabajo busca promover la inclusión social


plena y el mejoramiento progresivo de los ingresos de personas en
situación de alta vulnerabilidad social y económica, como así
también promover y fortalecer iniciativas productivas de desarrollo
socio-laboral y socio-comunitario. La implementación se realiza a
través de la asignación del salario social complementario
correspondiente al 50% del Salario Mínimo, Vital y Móvil, con el fin
de satisfacer las necesidades básicas y de fortalecer las iniciativas
productivas de las personas destinatarias.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
16

Intervención del Estado y políticas locales


En la misma línea, el municipio local profundizó la decisión política
de incorporar la perspectiva de género en sus políticas y adhirió a
los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” con metas al 2030, entre los
que se encuentra el de la igualdad de género. Para ello, se
impulsaron distintas acciones y programas que impactan en la
reducción de la brecha de género.

Desde la “Secretaría de la Mujer, Género, Juventud y Diversidad” se


realizaron diversas acciones con el objetivo de paliar y reducir las
desigualdades de género. En el plano de la promoción de derechos
y prevención de la violencia por razones de género se han
implementado charlas-taller en materia de sensibilización y
concientización de la violencia por razones de género con anclaje
territorial en distintas vecinales de la ciudad, a cargo del equipo
técnico y de promotoras territoriales en género de la Secretaría.

También, se implementaron campañas de concientización y


difusión de información relevante en medios tradicionales y
alternativos, en torno a efemérides específicas como: “Nosotras
movemos Comodoro y lo transformamos”, en el marco del Mes de la
Mujer o el “Mes de las Maternidades”. A su vez, desde la “Dirección de
Diversidad LGBTIQ+, Social y Étnica” se llevó adelante el programa
“Hablemos de Todo” desde donde se realizan talleres preventivos y
de concientización sobre Bullying, Grooming, Mobbing y Consumos
Problemáticos, orientados hacia las diversidades.

En el plano de la intervención frente a


situaciones de violencia de género se
ha jerarquizado, institucional y
presupuestariamente,
el Centro de Protección Integral que
brinda alojamiento a mujeres, solas y/o
acompañadas de sus hijxs, que estén en
una situación de desamparo por una
situación de violencia de género.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
17

Intervención del Estado y políticas locales


En la institución, se reciben casos de extrema urgencia donde se
contiene a las mujeres, brindándoles un espacio seguro de
acompañamiento y contención. Desde la institución se promueve la
participación de las alojadas en otras actividades recreativas y
sociolaborales que promuevan y potencian la capacidad de
autonomía y autodependecia de las mujeres.
En la misma línea, la “Dirección de Género”, brinda un espacio
terapéutico especializado en situaciones de violencia por razones de
género, que se articula con el abordaje integral que, desde el equipo
técnico y de promotoras territoriales de la Secretaría, se brinda a
cada situación particular. Además, estos espacios terapéuticos son
articulados territorialmente con las vecinales y otros espacios de
intervención territorial, llevando la asistencia psicológica a aquellas
víctimas de violencia por razones de género que se ven
imposibilitadas de trasladarse hasta la Dirección de Género, en
razón de su lejanía o la insuficiencia de recursos materiales.

Por último, en el plano de la posvención se han brindado distintos


espacios de contención, empoderamiento y potenciamiento de las
sobrevivientes de situaciones de violencia por motivos de género. Ya
hemos mencionado el Centro de Protección Integral que, como
dispositivo de intervención de emergencia, también brinda en un
paso subsiguiente un espacio de fortalecimiento de las capacidades
de autonomía de las mujeres.

Desde la Secretaría también se han


generado redes de fortalecimiento
integral para la búsqueda de empleo,
mediante la creación de grupos de
comunicación interpersonal en
redes sociales y se realizaron diversas
capacitaciones para brindar
herramientas laborales a mujeres y
diversidades asistidas en la Secretaría.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
18

Intervención del Estado y políticas locales


Entendiendo que el ingreso al mundo del empleo se genera,
mayoritariamente, mediante las redes de contactos, redes que la
espiral de la violencia ha limitado a raíz de la manía posesiva del
agresor sobre la mujer. Además, el equipo técnico de la Secretaría,
lleva adelante, semanalmente, grupos de mujeres que han
atravesado situaciones de violencia de género, con el fin de
compartir colectivamente experiencias en torno a las vivencias
personales, para potenciar su inserción laboral y (re)definir
proyectos de vida a futuro. Asimismo, desde la Dirección de Género,
se llevan adelante círculos de reflexión de hombres que ejercen
violencia de género en donde colectivamente se reflexiona sobre las
prácticas violentas que ejercieron.

Específicamente orientados hacia la población trans y diversidades,


se generan acciones de mejoramiento la calidad de vida a través de
programas tales como: “Deporte para la Inclusión” junto con las
propuestas de “Natación Trans” y “Defensa Personal”, desde el cual se
provee un espacio de socialización seguro, del cual les integrantes
del colectivo LGBTIQ+ no disponen; se implementó el programa de
“Inclusión Laboral Trans” y “Acompañamiento multifamiliar del
colectivo trans” en convenio con la Asociación Travesti, Transexuales
y Transgéneros de Argentina, a través del cual se busca acompañar a
los progenitores/tutores que acompañen el proceso de crecimiento
y construcción de las identidades trans y diversidades sexuales.
El Programa de Inclusión laboral trans, desde el cual se brinda
talleres de orientación laboral, alfabetización digital y cursos de
administración de redes y servicios para brindar mayores
herramientas a las diversidades, que a priori ven vedados su ingreso
al mundo laboral formal por prejuicios heteropatriarcales.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
19

Intervención del Estado y políticas locales


A su vez, desde la Secretaría de la Mujer, Género Juventud y
Diversidad, se articuló con otras Secretarías y áreas municipales con
el mismo propósito de reducir las brechas de género.
Desde la “Secretaría de Salud”, se comenzó a implementar el
Programa de Accesibilidad a Productos de Gestión Menstrual
Sustentable. El mismo, por un lado, garantiza, el acceso a productos
de gestión menstrual y por otro lado, promueve el acceso a
controles ginecológicos y formación en educación sexual integral.
También, se implementa el Programa Saludable que busca
garantizar el acceso al derecho a la Salud Integral por parte de la
población trans y diversidades. En la misma línea, se creó el
Consultorio Inclusivo, este es un espacio de salud que se orienta a la
atención de la diversidad sexual.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
20

Intervención del Estado y políticas locales


Otra acción municipal es la implementación del proyecto Vivamos
Comodoro en tu Barrio, que implica la descentralización
institucional, para realizar un recorrido por distintos sectores de la
ciudad. En este sentido, “la Secretaría de La Mujer, Género, Juventud
y Diversidad” participa de dicha actividad, junto al equipo de
promoción territorial, asesora legal y trabajadoras sociales. El
principal objetivo es brindar asesoramiento a mujeres en
situaciones de violencia por motivos de género y promover el acceso
a derechos a través de diferentes programas.

Internamente a la estructura municipal, se promueven constantes


capacitaciones en materia de género, destinadas a personal
municipal; uniones vecinales; centros recreativos y comunitarios;
organizaciones de la sociedad; empresas y público en general. Las
capacitaciones presentan la modalidad de taller que son
dispositivos que permiten el intercambio sobre temáticas como:
construcción social de género; violencia de género; herramientas
para la actuación en casos de violencia de género; construcción
social de la maternidad; desigualdades de género en el ámbito
laboral; educación sexual integral, entre otros.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
21

HERRAMIENTAS Y RECURSOS PARA LA


ACTUACIÓN EN CASOS DE VIOLENCIA
POR MOTIVOS DE GÉNERO
De acuerdo a Ana Casal (2020) las situaciones de violencia y
desigualdad se encuentran -con frecuencia- naturalizadas, en
función del ordenamiento que persiste hasta hoy. De esta manera,
todas las personas pueden cumplir un rol crucial para detectar la
violencia e intentar que las sobrevivientes dejen el aislamiento al
que muchas veces se encuentran forzadas, ofreciéndoles
orientación. Pero es fundamental el rol de los agentes estatales a la
hora de detectar, identificar e intervenir en las situaciones de
violencia por razones de género. Como actor externo a la relación de
violencia, es capaz de asesorar a la víctima de violencia y brindarle
información que le permita salir de esa situación.

Por eso, el eje de la intervención es orientar a la persona en situación


de violencia hacia los servicios especializados y, entre ellos hacia el
servicio de justicia, a quien se le debe garantizar asesoramiento y
patrocinio jurídico gratuito. Se destaca que la denuncia de violencia
en la mayoría de las situaciones pone en marcha los mecanismos
judiciales para la protección de la sobreviviente, y la sanción del
agresor.

La violencia de género en la pareja es un proceso que por lo general


comienza con hechos sutiles de control y de aislamiento, que se
expresan, a medida que transcurre el tiempo, en diversas formas de
violencia. Cuanto más avanza el proceso, mayor acompañamiento
necesitará una mujer para lograr salir de la relación violenta. Es por
ello importante identificar las señales de alarma, para lograr
intervenciones oportunas (tal como se indica en el módulo 3, a
través del violentómetro y el círculo de violencia).

Para intervenir en una situación de violencia de género es necesario


iniciar un proceso que se compone por la escucha, el
acompañamiento y la observación. En concordancia a continuación
se detallarán algunas pautas que deben componer el
acompañamiento, de acuerdo a Casal (2020).
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
22
Escucha: Es necesaria una actitud receptiva, sin críticas ni
prejuicios y un clima de confianza en el cual la mujer se sienta a
resguardo y comprendida. La escucha activa y empática es
fundamental al momento de la intervención. Se entiende por
escucha activa brindar atención, disponibilidad e interés por
aquello que relata, sin prejuzgar; y, por escucha empática,
intentar ponerse en su el lugar, es decir, pensar con ella
estrategias posibles, de acuerdo a su situación, y no a lo esperado
por el/la operador/a. Se recomienda resguardar estrictamente la
información y asegurar la confidencialidad. En este sentido, debe
facilitarse un ambiente privado para realizar las entrevistas que
garantice la intimidad y asegure la confidencialidad durante
todo el acompañamiento.

Observación: Es necesario, a la vez, prestar atención a los


mensajes implícitos en la comunicación tanto verbales como
gestuales (por ejemplo, puede enunciar que quiere irse de la
casa pero mostrarse indecisa, con temor, o bien no tiene redes
de contención). Paralelamente es necesario observar si la
persona presenta lesiones físicas; está embarazada o ha tenido
hijas/os recientemente; ha tenido pensamientos y/o intentos de
suicidio; depende económicamente del agresor; tiene ella o sus
hijas/os -si corresponde- alguna enfermedad crónica,
discapacidad y/o recibe medicación psicofarmacológica.

Acompañamiento: Cuando se realiza el acompañamiento,


resulta crucial valorar que la persona quiera compartir la
situación que está atravesando como un primer pasó para salir
de la situación de violencia. Un eje fundamental es respetar la
autonomía de las personas en la toma de decisiones; de igual
modo, resulta sumamente necesario no juzgarla ni
responsabilizarla por la violencia. Cuando una mujer o diversidad
comenta una situación de violencia es primordial confiar en el
relato y respetar sus tiempos de organización en el discurso. A la
vez, es sumamente relevante realizar un acompañamiento y
proveer de información sobre procedimientos (civiles, laborales,
penales) y recursos legales, sociales y de salud. Si no se cuenta
con la información necesaria, es fundamental contactar con las
instituciones especializadas en la temática.

Ley Micaela para trabajadores/as del Estado


23

Luego de iniciar el proceso de escucha, observación y


acompañamiento es posible orientar a la persona en situación de
violencia hacía los recursos estatales existentes. Para ello, es
necesario recurrir a los contactos de lugares especializados en el
abordaje integral de violencia por motivos de género. Pero, a la vez,
resulta indispensable conocer los deseos de quien se está
asistiendo, con el fin de saber qué tipo de acompañamiento
requiere y qué acciones desea conseguir.

En esta línea, es posible ofrecer el recurso de la línea


telefónica 144, en tanto es el recurso de los recursos en
materia de violencia de género, ya que cuenta con
personal especializado para brindar orientación,
contención, información completa y localizada
geográficamente; y también- en nuestra ciudad- existe
una guardia de violencia de género que depende de la
Secretaría de La Mujer, Género, Juventud y Diversidad,
que funciona las 24 horas, los 365 días del año, y a la cual
también se puede acceder vía Whatsapp en el caso de no
poder hablar, el teléfono es 2974130813.

También, siempre que esté dentro de las posibilidades es


importante (re) construir redes de apoyo y de contar con al menos
una persona de confianza a quien contarle lo que le sucede.
Además, se sugiere preguntarle sobre quién puede ocupar este
lugar y pensar junto a ella si puede encontrar otras personas que
puedan acompañarla entre gente cercana a ella o pertenecientes a
organizaciones donde participe -clubes, comedores, escuela de
hijas/os-, entre otras.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
24

¿Qué sucede si decide denunciar la situación de violencia?

Tal como se indicó en los párrafos anteriores, es un eje fundamental


el respeto por la autonomía en la toma de decisiones de la persona
en situación de violencia: realizar o no la denuncia es una decisión
personal, que se debe respetar.

Sugerir la denuncia forma parte de la estrategia para favorecer a la


preservación de la integridad psicofísica de las personas; la
denuncia es necesaria para que se pongan en marcha los
mecanismos de protección y asistencia.

Ahora bien, ¿en dónde se pueden realizar las denuncias


por violencia de género?

En la Comisaría de la Mujer en Zona Norte - Av. Ricardo Gutiérrez


840, 2976251871- y la Comisaría de la Mujer Zona Sur -U9003
Comodoro Rivadavia, 2976212386-. Es obligación de la Comisaría
más cercana a su domicilio debe garantizar el traslado hacía la
Comisaría de la Mujer. Además, la Ley XV Nro 26, señala que las
denuncias deben hacerse ante las Autoridades Policiales, Ministerio
Publico Fiscal, Ministerio de la Defensa Pública y/o cualquier
Autoridad jurisdiccional.

Además, en la Secretaría de la Mujer, Género, Juventud y Diversidad


se brinda asistencia para realizar denuncias y/o consultas
presencialmente en Dorrego 732 de 8 a 15 horas o telefónicamente
al 2975169477.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
25
¿Por qué es importante realizar la denuncia?
La denuncia es de utilidad para que se activen los mecanismos de
protección, entre ellos: la exclusión del hogar del agresor; medidas
de prohibición de acceso y acercamiento inclusive de
comunicaciones telefónicas electrónicas y/o por cualquier medio,
red social y/o plataforma virtual, se ordenen consignas de seguridad,
etc. Respecto a las medidas, es necesario considerar los siguientes
detalles:

Prohibición de acceso y acercamiento, inclusive de


comunicaciones telefónicas electrónicas y/o por
cualquier medio, red social y/o plataforma virtual:
se puede dictar por un plazo provisorio a evaluarse por la autoridad
judicial, en el orden local puede ser por periodos de dos a tres
meses, se le pregunta a la víctima por sus usuarios de redes sociales,
WhatsApp entre otros. Asimismo, el agresor no podrá encontrarse a
una distancia determinada, con respecto a donde se encuentra la
víctima, en espacios comunes, lugar de trabajo, y sus hijos/as, si
correspondiere.

Consigna policial:
Dentro de las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la
víctima se podrá ordenar la custodia de efectivos de la fuerza
pública.

Exclusión del hogar:


La exclusión del hogar no se dicta en todos los casos, pero debemos
informarles a las mujeres que esta posibilidad es factible. Es
necesario conocer bien la situación en la que se va a realizar la
exclusión, para evitar que haya actos violentos por parte del agresor
al momento de ser notificado de la medida judicial, ya que estarían
en el mismo domicilio.
Ley Micaela para trabajadores/as del Estado
26

Medidas sobre los bienes:


Previa orden de exclusión del agresor, se dispondrá el reintegro de
la víctima al domicilio y la restitución inmediata de sus pertenencias
personales. La restitución se efectuará bajo el acompañamiento de
la fuera pública. También, ocurrido un daño o averío sobre los
bienes de la víctima el juez podrá prohibir que el agresor destruya,
oculte o traslade los bienes.

Luego de la denuncia, Ana Casal (2020) recomienda llevar consigo


copias; denunciar cualquier quebrantamiento de las medidas
cautelares y/o cualquier hecho de violencia; tomar un rol activo en
el proceso judicial; iniciar demandas: es importante que durante la
vigencia de las medidas de protección, la mujer inicie, en caso de
ser necesario, las acciones judiciales de fondo para asegurar sus
derechos y los de sus hijas/os.

De igual modo, resulta fundamental que la mujer o diversidad en


situación de violencia tome conocimiento de los recursos que
proveen los programas estatales de apoyo económico, psicológico y
social.

También podría gustarte