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MAULE
DIAGNÓSTICO REGIONAL
DE INEQUIDADES DE
GÉNERO
COMISIÓN DE IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO
EQUIPO TÉCNICO GORE - SERNAM
“Vamos a reimpulsar como parte fundamental de nuestro trabajo, y que atravesará todas
las áreas del gobierno, la igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres.
Porque a pesar de todos los cambios y avances sustantivos que nuestro país ha tenido, la
relación entre hombres y mujeres sigue siendo desigual”
1
1 INTRODUCCIÓN
“Y así aconteció que en 1978, la Asamblea Nacional aprobó entre sus votos, el siguiente: “Deseando
reformar el más grade de los abusos y reparar daños de una injusticia de 6.000 años, se decreta. “Los
privilegios del sexo masculino son entera e irrevocablemente en toda Francia. El sexo femenino gozará
siempre y de los mismos derechos y de los mismos honores del sexo masculino” frase extraída en el libro
Feminismo Contemporáneo, Amanda Labarca.
La búsqueda de relaciones más equitativas e igualitarias entre los géneros constituye una oportunidad para
mejorar el desarrollo económico, social y territorial del país, y de las regiones, pero además es un imperativo
como ética del desarrollo, por ello es central la integración de la perspectiva de Género en el debate de las
políticas públicas que se elaboran en el Nivel Central y en los Gobiernos Regionales en estas materias, las
que se aplican en la Agenda de Género de la Presidenta Michelle Bachelet Jería y en el Plan Regional de
Igualdad de Oportunidades y Equidad de Género.
Con el objetivo de superar las brechas, barreras y inequidades de género que aún persisten en nuestra
Sociedad Regional, la Comisión de Igualdad y Equidad de Género Técnica, ha propuesto actualizar el
diagnóstico de las inequidades de género presentes en la Región del Maule, con el propósito de levantar una
cartera de iniciativas de inversión y acciones, que permitan avanzar en la superación de las desigualdades
de género identificadas. Para ello, se ha requerido información de los distintos sectores que integran la
COMISIÓN DE IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO referidas a las dimensiones que considera el índice de
inequidades territoriales de género, y otros indicadores propuesto por la CEPAL referidos a la autonomía
física, económica y en las tomas de decisiones de la mujer, que constituye el marco referencial teórico
conceptual con que se trabaja en este documento diagnóstico. Es necesario señalar desde el inicio, que esta
perspectiva de metodología de trabajo no es nueva, desde el año 2008, que la COMISIÓN DE IGUALDAD Y
EQUIDAD DE GÉNERO Técnica en conjunto con el GORE y SERNAM han trabajado con el Índice de Inequidad
Territorial de Género (1) y con las dimensiones que este instrumento considera para su análisis. Ello ha
permitido darle coherencia interna a la acción del Gobierno Regional, considerando la equidad territorial de
las oportunidades para hombres y mujeres mediante acciones de compensación territorial y de género.
En la Gestión de Igualdad de Género, se han hecho propias las recomendaciones de la Plataforma de Acción,
aprobada en la cuarta Conferencia mundial sobre la mujer que se celebró en Beingin en 1995, en la que se
invita a los Gobiernos y a los demás agentes a integrar la perspectiva de género en todas las políticas y los
programas, para así analizar sus consecuencias para las mujeres y los hombres.
Para poder evaluar la situación y posición de las mujeres bajo la perspectiva de género, es importante
considerar lo que señala el informe “Objetivos de Desarrollo del Milenio”: una mirada desde América Latina
y el Caribe (Naciones Unidas, 2005, Pág. 114), donde se definió que la autonomía es “el grado de libertad
que una mujer tiene para poder actuar de acuerdo con su elección y no con la de otros. En ese sentido,
existe una estrecha relación entre la adquisición de autonomía de las mujeres y los espacios de poder que
puedan instituir, tanto individual como colectivamente”. Esto se refiere a una mayor capacidad y a las
condiciones concretas para que las mujeres tomen libremente las decisiones que afectan a sus vidas. Como
Es de acuerdo a lo anterior, que CEPAL ha identificado que el logro de una mayor autonomía supone liberar
a las mujeres de la responsabilidad exclusiva de las tareas reproductivas y de cuidado, lo que incluye ejercer
los derechos reproductivos, poner fin a la violencia de género y adoptar todas las medidas necesarias para
que participen en la toma de decisiones en igualdad de condiciones. Así mismo, es importante que las
mujeres desarrollen su capacidad para generar ingresos y tener recursos propios (autonomía económica) en
un contexto de plena igualdad, tener control sobre su propio cuerpo (autonomía física), participar en la
toma de decisiones que afectan su vida y su colectividad (autonomía en la toma de decisiones) constituyen
los tres pilares para lograr una mayor igualdad de género en la región1.
Para iniciar este Diagnóstico, conviene definir el concepto de género y entenderlo como un concepto
teórico, que alude a la construcción sociocultural de lo “femenino” y lo “masculino” dentro de los marcos
históricos donde los diversos pactos entre los géneros retratan a las sociedades según cada temporalidad.
De esta forma, el género se comprende como una construcción simbólica establecida sobre los datos
biológicos de la diferencia sexual.
Las aproximaciones habitualmente reagrupadas bajo la denominación “perspectiva de género” tienen como
punto de partida común el reconocimiento de la subordinación social y política de las mujeres. Sus análisis
se inscriben en diversas corrientes que difieren en su visión en cuanto a la naturaleza de esta subordinación
y estrategias de cambio, sin embargo, pese a sus diferentes formulaciones, la teoría de género se posiciona
en el debate teórico sobre el poder, la identidad y la estructuración de la vida social. El género, entonces,
no se restringe a una categoría para denotar las relaciones sociales de hombres y mujeres, al contrario este
cuerpo teórico permite ir más allá del análisis empírico y descriptivo de estas relaciones. De este modo, la
teoría de género contribuye al desarrollo del concepto y del instrumental analítico del desarrollo humano
como también ofrece elementos para una comprensión sistémica e histórica- comparativa de la
estructuración de las diferenciaciones y de las jerarquías sociales, en sus dimensiones simbólicas- cultural,
normativa e institucional.
De modo más específico, el género ha sido una categoría conceptual desarrollada con la intención de
teorizar la construcción social y simbólica de la diferencia sexual. Para Lamas (2002), el cuerpo - y
específicamente la diferencia sexual- es la primera evidencia de la diferencia humana. El género como
simbolización de estas diferencias, se construye culturalmente diferenciado en un conjunto de prácticas,
ideas y discursos. En este sentido la utilidad de la categoría de género es amplia, implica no solamente el
modo de como la simbolización cultural de la diferencia sexual afecta las relaciones entre hombres y
mujeres, sino también como la estructura la política, la economía, el sistema jurídico legal, las instituciones
del Estado, la vida privada, la intimidad, las ideologías, las ciencias y otros sistemas de conocimiento.
1
Para ampliar la información véase CEPAL, (2010), pág.14.
En sus usos más descriptivos, el género ha sido utilizado para estudiar asuntos donde las relaciones de sexo
son más directamente evidentes. Se puede destacar los temas de la violencia doméstica, de la salud de la
mujer, de la sexualidad, de la reproducción, de la participación económica y política de las mujeres. Entre
tanto, el género estructura lógicas y prácticas que atraviesan diferentes estructuras de interacciones como
el comercio, la diplomacia, los servicios de salud y educación, la previsión social y seguridad pública, las
guerras, los deportes, las artes, las ciencias, etc. Una comprensión más sistémica de cómo el género opera
como elemento estructurante del conjunto de las relaciones sociales y como forma primaria del significado
del poder puede propiciar una comprensión más amplia de las dinámicas sociales y un análisis teóricamente
más sólido de las experiencias concretas, diferenciadas e históricas de las mujeres.
Pese a las enormes variaciones históricas en casi todas las sociedades conocidas, la construcción social y
simbólica de la diferencia sexual - o sea el género - está fundada en la representación binaria de lo femenino
y masculino. Los estudios históricos muestran la asociación frecuente de la dicotomía femenino/masculino
con los atributos bipolares activo/pasivo, puro/impuro, creativo/destructivo.
La representación moderna del género está profundamente interrelacionada con el imaginario institucional
de lo público y lo privado y con la idea dual del poder (Zincone, 1992, Bonan 2002). La modernidad ha
instituido una visión dual del poder articulando reflexivamente las nuevas ideas iluministas y liberales con
ideas tradicionales sobre el poder : por un lado, el poder político se define como aquél ejercido entre los
“iguales” y presupone negociación de conflictos e intereses y reconocimiento recíproco de las capacidades
políticas de los participantes; el poder familiar o jerárquico, ejercido sobre los “no iguales”, fundado en la
idea de un orden natural y jerárquico del poder decisorio, en el principio de la autoridad y en la idea de la
desigualdad natural de las capacidades políticas y vocaciones sociales.
El poder del tipo familiar o jerárquico no sólo estructura las relaciones sociales al interior de la familia ni
opera exclusivamente en las relaciones sociales entre los sexos, sino que atraviesa otras estructuras de
relación como las que se dan en el mundo del trabajo, entre clases, razas y generaciones, en los servicios
públicos, en el sistema judicial, en las estructuras de decisión del Estado, las relaciones entre el Estado y la
sociedad (incluso entre el Estado y las mujeres). También está en el trasfondo de la negación de autonomía
moral, participación política, y ciudadanía a muchos individuos y grupos sociales subordinados.
El debate teórico sobre el género ha abordado la cuestión de cómo se construyen, se fijan o se transforman
las identidades de género en procesos atravesados por el poder y conflictos, a través de los cuales los
individuos encarnan, se reapropian, actualizan o rechazan papeles y estereotipos legitimados como
femeninos y masculinos.
El imaginario hegemónico del género es un potente motor en la construcción de las identidades individuales
de hombres y mujeres así como en la formación de las subjetividades colectivas con gran impacto causal en
la vida social. Tomemos por ejemplo la maternidad que es un factor de identidad con gran fuerza cultural en
las sociedades occidentales modernas. El hecho que millares de mujeres se auto perciban y definan como
madres tiene un enorme impacto social. Ellas forman una subjetividad colectiva extensa, tejida por
relaciones impregnadas en valores, normas, papeles y creencias, disposiciones etc. Por lo tanto, subjetividad
colectiva fuertemente operante en la vida social, aunque en muchos casos sea una colectividad muy poco
organizada. La identidad expresa la auto percepción y conciencia de esa subjetividad colectiva, así como una
percepción de su delimitación en relación a otras colectividades. Se puede citar aún muchos otros ejemplos
de subjetividades colectivas generadas a partir de la distribución de roles entre hombres y mujeres, de
acuerdo a un determinado orden de género: los proveedores, los jefes de familia, los representantes
políticos, los cuidadores, etc.
Los estudios de género, han develado, entre otros enfoques, la construcción social y la construcción
simbólica del género, donde el primero pone acento en lo económico como clave para entender cómo se
posicionan hombres y mujeres en la vida social, y el segundo enfatiza sobre las formas de comportamiento,
explícitas o implícitas, adquiridas y transmitidas mediante símbolos. Ubican el centro de la discusión en las
relaciones desiguales de poder que establecen los géneros.
En esta construcción sociocultural, la definición de ser hombre en la sociedad patriarcal, está muy
relacionado con el buen proveedor, por lo que en un sentido muy tradicional, este rol asignado a los
hombres, va a promover la afirmación de que “es el hombre quien pone una buena mesa, provee una casa
decente, mantiene a sus hijos arropados cálidamente…” (Bernard, 1993, en Ramírez, M., 2007); quizá esto
no tuviese mayor problema si no fuese porque precisamente, esta función de proveedor se asocia
frecuentemente con la dominación masculina; Ramírez (2007) lo refiere en los siguientes términos:
“Los hombres consideran que los miembros de la familia están sujetos a sus designios por el hecho de que
económicamente dependen de ellos, por lo que creen tener derecho sobre la vida de sus cónyuges e hijos…
para que un hombre sienta que se está desempeñando adecuadamente no sólo necesita verse como
proveedor sino como un buen proveedor…”
Estos planteamientos han sido criticados por su etnocentrismo, pues concibe la oposición
naturaleza/cultura con valoraciones de dominio y subordinación y supone que en todas las sociedades existe
la dualidad privado/público. Sin embargo la importancia de analizar a mujeres y hombres como “categorías
simbólicas” radica en que permite identificar valores que las culturas particulares otorgan a lo femenino y a
lo masculino. Valores, que a su vez, dan pistas para conocer las ideologías de género que operan en cada
sociedad y poner atención sobre estructuras de prestigio que derivan de los sistemas culturales.
La asunción de roles, la generación de estereotipos basadas en las identidades de género, las expectativas
socioculturales que se crean sobre el comportamiento que se espera de la mujer y del hombre, las
relaciones de poder entre hombres y mujeres con dominación masculina, promovidas desde la sociedad
patriarcal, crea un sistema social altamente injusto y hasta violento para mujeres y hombres siendo
necesaria la intervención de las instituciones del Estado para garantizar los derechos de las personas a través
de la instalación de políticas de equidad y políticas de equidad de género.
El género al ser una construcción cultural, puede ser desaprendido para avanzar en formas de relaciones
más armónicas entre hombres y mujeres, entre mujeres y entre hombres, y construcción de nuevas
identidades de género fundadas en la equidad.
La incorporación del enfoque de género - como metodología de análisis y planificación - en las políticas
públicas permitirá: Entender de manera nueva los “problemas viejos”, ubicar los problemas en esferas
diferentes, sacar del terreno biológico lo que determina la diferencia entre los sexos y colocarlo en el
terreno simbólico y delimitar con mayor precisión y claridad cómo, la diferencia, cobra dimensión de
desigualdad.
1. Familia
2. Salud
3. Educación
4. Empleo
5. Pobreza
6. Pueblos Originarios: Eje Transversal
7. Gobernanza: Eje Transversal
La Región del Maule está ubicada en la zona central de Chile, cuenta con una población estimada en
1.007.831 personas, según proyección CENSO 2002, y una superficie de 30.296 km2, lo que da una densidad
de 33,2 hab/km2, se divide administrativamente en 4 provincias: Cauquenes, Curicó, Linares y Talca, siendo
Talca la capital regional. Según datos del último censo, del total de la población un 66,4% habita en zonas
urbanas; el 33,6% restante lo hace en zonas rurales, y alrededor de un tercio del total de la población lo
hace en la ciudad de Talca. Esto muestra una alta tasa de ruralidad, si se compara la realidad de la región con
la del resto del país, donde la proporción de personas que habita en zonas rurales es sólo un 13%. La
densidad poblacional es de 33 habt/km2 y el porcentaje de ruralidad llega a 32,9%, siendo la región con
mayor ruralidad del país.
En cuanto a la estructura poblacional la región presenta una proporción similar (50,2%) de hombres (49,8%),
con un índice de masculinidad de 99,3 hombres por cada 100 mujeres, no obstante que este índice varia
cuando se trata de desagregar por zona, rural y urbano, cuya tendencia es a mayor ruralidad mayor índice
de masculinidad, así mismo, a mayor urbanismo mayor proporción de mujeres. En cuanto a la edad, se trata
de una pirámide poblacional con un porcentaje importante de población envejecida (9,0% tiene 65 o más
Según lo proyectado por el INE para el quinquenio 2005 –2010, el crecimiento vegetativo de la región es de
8,23 por 1.000 habitantes, siendo más bajo que el registrado en ese periodo para el país, con una tasa de
migración de 05. En materia de fecundidad la región presenta una tasa general de fecundidad de 51,8
nacidos vivos por 1.000 mujeres de 15 a 49 años, lo que también resulta inferior a lo observado en el país.
En relación a los determinantes estructurales, la Región del Maule presenta un 1,5% de población que
declara pertenecer o descender de un pueblo originario, correspondiendo el 95,9% de ella a la etnia
Mapuche, no obstante del reconocimiento ancestral la mayoría de la población constituye familias
asimiladas e integradas a la cultura chilena pero con un fuerte arraigo a su etnia originaria como orgullo
comunitario.
Por otro lado, en relación al promedio de ingresos monetarios, la Región del Maule se sitúa bajo el promedio
nacional, siendo de $434.497 que representa un 70,0% de los $620.475 del ingreso promedio del país, no
obstante, registra indicadores de desigualdad de ingresos menor que los observado a nivel nacional, como la
relación 20/20 de 9,4 y el coeficiente de Gini de 0,497. Sin embargo, hay que hacer presente que este
indicador solo se da en el contexto de una baja salarial como promedio de la Región. Así mismo, la región
tiene un nivel de pobreza de 17,7%, que resulta superior al porcentaje de pobreza del país y aumenta en las
zonas urbanas a 19,7%. El alfabetismo de 92,6% es el más bajo del país, con una brecha de -8,2 puntos
porcentuales en las zonas rurales en relación a las urbanas. La media de años de escolaridad regional es de
8,4 años en la población de 25 años y más, cifra inferior a la nacional. La cobertura educacional total es más
baja que el nivel país, con un 70,8%. En el ámbito laboral, si bien la tasa de participación es más baja que la
del país (53,2%, mientras la nacional es de 56,3%), los indicadores de ocupación del último trimestre de
2008 son mejores, con un 5,9% de desocupación y un 4,8% de cesantía.
En cuanto a los determinantes intermediarios referidos a las condiciones de vida de las personas, en la
Región del Maule hay un 17,4% de hogares con nivel de saneamiento deficitario, el que llega a 40,1% en las
zonas rurales, presentando una clara gradiente según quintiles de ingreso. El 85,3% posee refrigerador, el
52,3% calefont y el 20,3% computador (porcentaje más bajo del país). En relación a las condiciones de
trabajo, el 64,6% de los trabajadores son asalariados; y sólo un 26,9% trabaja por cuenta propia. Un 24,0%
trabaja sin contrato y un 38,4% de la población activa no cotiza, lo que representa un alto porcentaje en esta
situación de inseguridad laboral.
Por otra parte, en lo relativo a aspectos conductuales y estilos de vida, la Región del Maule tiene un alto
nivel de bebedores problema que llega a un 19,7%, aumentando a 34,3% en el caso de los hombres. Se
registra una prevalencia de consumo de marihuana de 2,4% en el último año, 0,5% de cocaína y 0,6% de
pasta base. El sedentarismo alcanza a un 93,5% de la población, valor superior al país. La edad media de
iniciación sexual es de 18,5 años, mientras que el 46,9% de las personas entre 15 y 19 años son sexualmente
activas: un 78,7% de ellas señala usar algún método de prevención de embarazo y un 26,7% afirma utilizar
10
Si observamos por último el siguiente gráfico, Figura 1, que nos detalla un ranking en relación a los
problemas visualizados en la región, según la encuesta ENUSC en el año 2009, se observa que la pobreza es
el problema más importante considerado con un 33,9% el año 2008 y 21,4 % el año 2009, seguido de la
situación económica con un 15,9% el año 2008 y un 19,4 el año 2009, siendo en último lugar, el problema de
corrupción en la región. Salud se ubica en el quinto lugar como una de las problemáticas más relevantes.
33,9%
21,4%
19,4%
15,9% 14,9%
9,9% 10,7%
8,9% 8,8% 8,9%
7,8% 7,8% 7,5%
6,7%
3,4%
2,4% 3,4% 3,3%
3,0%
1,3%
2008 2009
La Región presenta un Índice de Vulnerabilidad Social y de Condiciones de Vida total de 0,7034, ubicándose
en la última posición nacional. La dimensión con mejor puntaje regional se registra en el área de ocupación,
mientras que el más bajo corresponde a ingreso.
La perspectiva de género es de gran relevancia debido a la nueva visión de los roles de género en un mundo
globalizado, al cual este país y la región no se puede abstraer, generando inequidades y un contexto cultural
11
hombre rural
mujer urbano 18%
34%
mujer rural
16%
hombre urbano
32%
La Región del Maule, presenta una feminización del envejecimiento, destacándose que las mujeres tienen
mayor proyección de vida que los hombres reflejándose en el aumento de la población femenina en la
población de Personas Mayores. Muchas de ellas se encontrarán cuidando a terceros, proyectando su rol
12
Así mismo, existe mayor índice de feminización de la población donde se concentra en hombres y mujeres
en edad reproductiva y fértil, la que puede ser un potencial en el crecimiento económico de la Región, sin
embargo las mujeres en edad reproductiva existe un % que no se encuentran participando laboralmente
debido a la responsabilidades familiares permanentes, ya que la sociedad la rotulan hacia las necesidades
prácticas de la crianza y las labores domésticas del hogar con menos posibilidades para desarrollar la
necesidades estratégicas de las mujeres referidas al empleo y la autorealización. Aún así, si bien dichas
mujeres jóvenes que se encuentran fuera de la fuerza de trabajo hoy, en el futuro carecerán de protección
de salud y jubilación, lo que significará para el Estado un costo social asociado a la pobreza femenina.
El índice de masculinidad, entre las comunas de la región es mayor en aquellas que prevalece menor
población y/o de carácter rural. La particularidad regional tiene que ver con la migración desde zonas
rurales a urbanas de mujeres en edad productiva, considerando la población de 15 a 64 años, la mayor
cantidad de mujeres se encuentran concentrada en las comunas cabeceras provinciales de la región, sobre
todo la Comuna de Talca, considerando que esta comuna tiene concentrado el 21% de las empresas de la
Región, preferentemente en el rubro de servicios comerciales y financieros, fuentes laborales principales
para las mujeres. Así mismo, existe una alta cantidad de mujeres entre los 65 años y más, las que se
concentra principalmente en zonas rurales. Si bien se requiere de algún estudio de respaldo sobre el
significado del éxodo de las mujeres jóvenes rurales a zonas urbanas, con las estadísticas censales y
laborales nos permite concluir que este emigración de zonas rurales a zonas urbanas es debido
principalmente por las principales oportunidades educacionales y de trabajo que se presentan en zonas de
mayor población y de polo de desarrollo, como consecuencia el envejecimiento poblacional se encuentra
concentrado en zonas rurales. La migración de mujeres jóvenes deja a mujeres de mayor edad en zonas
rurales debido a las desigualdades de oportunidades en el territorio, dispersión geográficas, polos de
desarrollo concentrado y problemas de conectividad entre el lugar de trabajo y hogar.
El índice de Inequidad Territorial de Género de las Regiones ubica a la Región del Maule (valor 0,831) como
la que le sigue a la Región de Arica y Parinacota (valor 0,858) en términos de menor inequidad entre
hombres y mujeres en las 5 dimensiones que mide. Este hecho, alentador no es homogéneo para todas las
comunas, pues desde la perspectiva sub-territorial al interior de la Región, las comunas muestran
comportamientos distintos en algunas dimensiones, lo que da cuenta no solo de un desarrollo desigual
desde el punto de vista territorial, sino que también de género. Así por ejemplo, Talca la Capital Regional,
sostiene un valor de índice de 0,844 destacando como la comuna de menor inequidad de género; Sin
embargo, la comuna de Empedrado presenta un valor Índice de 0,683 presentando la mayor inequidad de
género, del conjunto de las comunas de la Región. Si miramos las dimensiones de este Índice, Talca obtiene
13
Este hecho, se contradice con otros índices, en la dimensión salud de la Comuna de Empedrado, si lo
comparamos con el Índice de Desarrollo Humano (IDH), por tener aquí en este indicador un nivel muy alto,
lo que la lleva a obtener un nivel medio en el IDH, a pesar de que en la dimensión ingresos aparece bajo y en
educación muy bajo. Las únicas comunas de la Región con un alto y muy alto nivel de desarrollo humano
corresponden a Curicó y Talca, respectivamente, que concentran el 33,8% de la población. En la mayoría de
las otras comunas se distinguen por tener uno de los niveles más bajos del país en el IDH y por la
desigualdad en este índice con respecto a las concentraciones urbanas más importantes que tienen niveles
altos de desarrollo humano.
Por otro lado, siguiendo con esta lógica de análisis de género, si triangulamos el Índice de Inequidad
Territorial, con el Índice de Desarrollo Humano y su correspondiente índice relativo de género, que gráfica la
situación de desventaja de la mujer respecto al hombre en la dimensión ingresos, es probable identificar a
las mujeres rurales más que a los hombres como sujetos y actores del éxodo rural. Desplazamiento que
tiene como trayectoria emigrar hacia las ciudades cabeceras provinciales u otras más urbanas, en busca de
oportunidades de empleo y estudios. Para verificar este supuesto teórico usaremos el Índice de
Masculinidad, de las comunas de la Región y el de Competitividad comunal, siguiendo con el caso de la
dicotomía Talca-Empedrado- Rio-Claro de la Provincia de Talca, replicando el ejercicio en las otras
provincias, siempre teniendo en cuenta a alguna ciudad intermedia como foco y sus comunas de entorno.
Para el caso de la Región del Maule el índice de masculinidad la describe con un 96.21., Sin embargo si se
controla la variable urbana rural, en el área urbana el índice de masculinidad desciende a 93,18 y en el área
rural sube a 107,40. (Datos del Censo 2012).
2 La medición de la Inequidad Territorial de Género se mide en 5 dimensiones y sus respectivas variables son: 1)
Familia: Tipo de Familia, Ingreso Autónomo de la Familia, Grado de dependencia familiar. 2) Educación:
Alfabetismo, años de escolaridad, porcentaje de población con 8 o más años de escolaridad, tasa neta de
cobertura conjunta enseñanza básica y media. 3) Empleo: Tasa de participación, ocupación, afiliación y sistema
de previsional, Ingreso promedio de la ocupación principal. 4) Salud: Años de vida potencial perdidos, cotización
en el sistema de salud, consultas por enfermedad. 5) Pobreza: Tasa de personas no pobres, ingreso promedio del
hogar.
14
7.1 FAMILIA
La Familia como institución social, es la base de la Sociedad y tiene como una de sus principales funciones,
enlazar al individuo con la sociedad, mediante el proceso de socialización que convierte a ese ser biológico
en un ser social para ello las funciones familiares económicas y de estabilidad afectiva y cohesión social que
desempeñan los padres son fundamentales para que los hijos se desarrollen sanamente y la familia se
mantenga en el tiempo como unidad económica y Sico-social. La pobreza y la cesantía o incapacidad laboral
de alguno de los padres, lo que sumado a la violencia intrafamiliar y en especial la ejercida por el hombre
hacia su pareja, se constituyen en condiciones de vulnerabilidad social, que pone en riesgo la mantención de
la familia como unidad económica y también sicosocial. En este sentido, la jefatura de hogar de la mujer en
aumento, la madre-soltería y la magnitud de prevalencia y modalidad que asume la violencia extrema y el
Femicidio en la Región, se constituyen en condiciones de inequidad en relación a la autonomía económica y
física de la mujer, lo que amerita avanzar hacia un cambio cultural de la sociedad patriarcal, donde los
estereotipos de lo femenino y masculino dejan a la mujer en una suerte de indefensión no solo con
respecto al ejercicio de su autonomía física , sino que también con respecto a su autonomía económica , al
quedar fuertemente marcada por las representaciones sociales que le atribuyen como género el liderazgo
de la crianza y el cuidado de los hijos, restringiéndole otras necesidades estratégicas de la mujer.
15
80%
70%
60%
50%
40%
30% Hombre 2006
20%
10% Mujer 2006
0%
Magallanes Y La…
Libertador Bernardo…
Hombre 2009
Maule
Nacional
Atacama
Coquimbo
Los Rios
Aysén
Los Lagos
La Araucanía
Tarapacá
Valparaíso
Bío Bío
Antofagasta
Arica y Parinacota
Región Metropolitana
Mujer 2009
De acuerdo a la Ilustración Nº4, se identifica que el promedio nacional aumentó en jefatura femenina un
18% en el 2009 en relación al año 2006. Por sobre el promedio de crecimiento, se encuentran 8 regiones de
las 15, estas son: Coquimbo (39%), Maule y Los Ríos (33%), Atacama (29%), Antofagasta (21%), Valparaíso
(23%), Región Metropolitana (20%), Los Lagos (25%). La Región del Maule es la tercera región con mayor
crecimiento de jefatura femenina, siendo la jefatura femenina, de los 15 a 29 años, con mayor crecimiento
(70%) en relación a los otros tramos de edad.
Se aprecia de acuerdo a la ilustración Nº4 el aumento de la jefatura femenina, siendo avalado por la CASEN
donde las mujeres están asumiendo la jefatura del hogar ya sea porque tienen mayores ingreso o por
ausencia del padre, madre-soltería. Para este grupo de mujeres, además de la jefatura femenina, tiene que
cumplir con otros roles familiares provocando sobrecarga de las funciones laborales, donde el empleo
remunerado se constituye, en este contexto familiar, en una necesidad práctica más que una necesidad
estratégica de autorrealización para ella. Por otro lado, y en el contexto de la V.I.F. la búsqueda de la
autonomía física de la mujer como mecanismo de neutralización del maltrato sicológico y físico por parte del
hombre se ve impedido por la dependencia económica que muchas de estas mujeres víctimas de V.I.F.
mantiene con la pareja agresora, es decir, se plantea en este diagnóstico que a medida en que la mujer
acceda a una mayor autonomía económica ello le permitirá poder aspirar a una autonomía física en
contexto de rompimiento de la cohesión social de su pareja (Violencia Económica).
Ilustración 6 "V.I.F. General por Provincia" Ilustración 5 "V.I.F. hacia Mujeres, por Provincia"
16
En relación al Femicidio Frustrado, ocurridos durante 2012, distribuidos por región, la Región del Maule
4
tiene el sexto lugar con un 6.1% del total Nacional .
En relación a la prevalencia general de violencia la Región del Maule se encuentra bajo el promedio total del
país. (613 contra 650) por cada cien mil habitantes.
Las mujeres que han sido asesinadas por razones de género son cada vez más jóvenes. El promedio de edad
de las mujeres ha demostrado un descenso, desde 38 años en 2010 a 35 años 2011 y 2012 (Fuente:
Ministerio del Interior 2012).
5
De acuerdo a los datos estadísticos analizados sobre los filicidios consumados, del Ministerio Público,
ocurridos entre los años 2010-2012, distribuidos regionalmente, la Región del Maule presenta el primer
lugar junto con la Región Metropolitana y la Región de la Araucanía (15%), mientras que en Filicidios
frustrados se encuentra en la posición sexta.
800,0
700,0 681,5 691,2
623,8 643,3 642,2 660,8
600,0 584,1 599,2580,1
500,0
400,0
300,0
200,0
100,0
0,0 5,6 10,7 13,2 12,4 10,4 12,8 10,5 9,6 8,8
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
El hecho que exista mayor denuncia sicológicas que físicas, la prevalencia de V.I.F. está más relacionada con
la Sicológica. La base de V.I.F. está en la Violencia sicológica, sin embargo la estadísticas en Violencia
Intrafamiliar, Violencia hacia las Mujeres y el felicidio nos demuestra que tiene consecuencias drásticas en
que esta región tiene la tercera posición en Femicidio. Es importante realizar estudio en Prevalencia de
3 Violencia Extrema hacia las mujeres en Chile (2010-2012), red chilena contra la violencia hacia las Mujeres. 2014.
5Felicidio se refiere “a los casos en lo que uno de los progenitores acaba con la vida de su propio hijo si éste tiene más de 24
horas de vida” Rodriguez, 2010.
17
250,0
200,0
176,4 175,0
163,8
150,0 147,0
133,5
118,1
100,0
69,8
50,0 42,1
0,0 10,1 6,5 13,5 12,2 15,8 17,5 14,9 10,9 13,4
1,3
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
VIF con lesiones menos graves, graves o gravísimas
VIF con lesiones sicológicas o lesiones leves
Ilustración 9: Victimarios por V.I.F. con lesiones Sicológicas o leves, hombres y mujeres que ejercen violencia, desagregado por sexo
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Si bien en los hombres existe denuncia menor en violencia sicológica, no se tiene la plena certeza que estos
datos reflejen la magnitud real de la violencia hacia el hombre.
18
45,0 42,0
40,0 37,9
34,2 33,1
35,0
28,3 27,1 27,9
30,0
25,0
20,0 16,8
15,0
10,0 6,6
5,3 4,3 4,5
3,7 3,9 3,0
5,0 0,8 2,0
0,4
0,0
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Ilustración 11: Víctimas de V.I.F. con lesiones menos graves, graves y gravísimas"
60,0
50,0
40,0
30,0
20,0
10,0
0,0
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
19
1.200,0
1.000,0
800,0
600,0
400,0
200,0
0,0
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Mujer
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
Hombre
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Ilustración 13: Número de Causas V.I.F. Ingresadas 2012 - julio 2014, desagregada por Fiscalia y por Sexo"
2500
2000
Talca
Curicó
Ingreso Causa VIF
1500
Linares
San Javier
1000 Parral
Cauquenes
Constitución
500
Molina
Licantén
0
Mujer Hombres Mujer Hombres Mujer Hombres
2012 2012 2013 2013 2014 2014
Fiscalia
20
De acuerdo a la información presentada previamente, es posible observar que los tres principales centros
urbanos de la región, es decir Talca, Curicó y Linares, concentran la mayor cantidad de víctimas en materia
de violencia intrafamiliar.
Si se considera el factor ruralidad, las Fiscalías Locales más apartadas de la región concentran un menor
número de denuncias, sin embargo los sujetos asociados a una investigación por este tipo de delito, tienen
una mayor dificultad a la hora de acceder a servicios especializados. Asimismo, esta situación de ruralidad y
bajo acceso a servicios, es posible de observar en comunas o sectores rurales que son de competencia de la
Fiscalía Local de Talca.
Según el informe del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) aproximadamente 16 millones de
niñas menores de 18 años están embarazadas, siendo 3 de cada 100 menores de 15 años. No menos
revelador es el hecho que un alto porcentaje sean casos de habitantes de países sub-desarrollados. Según el
investigador Jorge Parra, del UNFPA, el embarazo en adolescentes es un problema con peso social
importante, puesto que disminuye la probabilidad de salir de la pobreza; lo que es también un asunto de
derechos humanos, porque significa poner fin a la niñez y una pérdida de oportunidades para la mujer.
En Chile se ha venido observando con el tiempo una significativa baja en la edad en que los adolescentes se
inician en la vida sexual. Según la 6a Encuesta Nacional de la Juventud la edad promedio de inicio de la vida
sexual en las mujeres se sitúa en los 17 años, siendo que en 1997 esta edad era de 18 años. El inicio
temprano de la vida sexual conlleva a otro problema que es el embarazo a temprana edad. De hecho a
diciembre de 2012 el Sistema Público de Salud contempla en el control de embarazadas a un 1% de menores
de 15 años y un 19,9% de adolescentes entre 15 a 19 años. En investigaciones realizadas por el Centro de
Medicina reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Chile se encontró que en el período 1993-2007, a nivel país, se estaban produciendo en promedio 1058
embarazos infantiles cada año; encontrándose un caso de madre a los 10 años, 17 casos a los 11 años, 218
casos a los 12 años, 1.953 casos a los 13 años y 9.541 casos a los 14 años.
Según diversos autores existe una alta correlación entre embarazo en la adolescencia y pobreza,
considerando de esta forma que es un problema social que ayuda indirectamente a la reproducción de
inequidades sociales. Respecto a este tema podemos encontrar antecedentes en los estudios realizados por
el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) en que se muestra justamente para nuestro país como el
embarazo adolescente se distribuye mayoritariamente en las comunas de menor nivel socioeconómico.
También en estudios del INJUV se observa como el embarazo adolescente es un factor que profundiza las
inequidades sociales, puesto que implica deserción del sistema escolar y como consecuencia de esto una
precaria inserción laboral. Todo esta problemática conlleva a que la maternidad a temprana edad
justamente se concentra en hogares de alta vulnerabilidad social y económica.
Por otro lado, si bien es cierto, este problema se presenta en nuestro país, no es menos cierto que Chile ha
avanzado más que el resto de los países de la región. En efecto, un informe entregado por el SERNAM para
21
Cabe preguntarse entonces, ¿Cómo se presenta este problema en la Región del Maule? Obviamente, la
región no es ajena a esta problemática. Todo lo contrario, comparado con el resto del país presenta una alta
tasa de menores de edad o adolescentes embarazadas o amantando (16,9%), en relación al resto de las
regiones. Por este motivo se hace interesante analizar la magnitud y características de la maternidad en
menores de edad y en adolescentes (entre 12 y 19 años); situación que se desarrolla en el presente informe
sobre la base de datos de la Encuesta CASEN 2011. Los resultados son reveladores al respecto. Estas madres
a edad temprana, casi la mitad de ellas se encuentran bajo la línea de la pobreza, son madres solteras, en un
alto porcentaje viven con sus padres o familiares, más de un 75% no está estudiando y, casi un 50% vive en
condiciones de hacinamiento.
En Chile, según la encuesta CASEN 2011, el 36,6% de las mujeres que ha sido alguna vez madre ha tenido su
primer hijo antes de los 20 años. En la Región del Maule este porcentaje es algo mayor, alcanzando un 41,9%
lo que representa un total de 130.369 casos.
De las madres menores de edad o adolescentes de la región, el 63,3% vive con sus padres o familiares. En el
Maule, de un total de 16.192 mujeres embarazadas o amamantando, el 16,9% son adolescentes o menores
de edad (entre 12 y 19 años).
Según los datos estadísticos de la Región del Maule, en la CASEN 2009, del total de la población existente, un
16,2% de esta corresponde a personas mayores de 60 años, ubicándose dentro las 5 regiones con mayor
22
Hombre Mujer
56,4% 55%
43,6% 45%
Dentro de este grupo etario, 60 años y más, el 55% corresponde a mujeres y el 45% a hombres. Dentro de
este 16,2% de personas mayores en la región, el 50% corresponde al segmento de entre 60 y 69 años,
mientras que el segmento con mayor representatividad es el de mayores entre 75 y 79 años, cabe destacar
una cantidad importante de mayores de 80 años en la población que representa un 16,2% del grupo, lo que
representa una mayor esperanza de vida entre las personas de este rango etario.
Otro dato importante es que la gran mayoría de este segmento poblacional, viven en zonas urbanas en la
región, representando el 63.3% del total de las persones adultas mayores Su características de mayor
vulnerabilidad en este grupo etario es el bajo nivel de escolaridad, cuyo promedio alcanza los 5 años de
escolaridad tanto en hombres y mujeres, siendo el más bajo del país. El 20.8% de las personas mayores no
poseen educación formal y 42% no alcanzó a terminar la enseñanza básica, solo el 8.2% tiene enseñanza
media completa (Técnico y humanista) y sólo un 3,0% tiene educación superior completa. El nivel de
alfabetismo de este segmento poblacional alcanza al 25,6%, siendo el más alto del país.
Nacional Maule
85,1
63,3
36,7
14,9
Urbano Rural
23
Ilustración 17: "% de Personas Mayores Jefes/as de Hogar, desagregado por Sexo"
Hombres Mujeres
41,9 39,8
27,6 28,6
Maule Nacional
13,2 14,2
8,8 9,7
Hombres
Mujeres
Nacional Maule
Según análisis de los datos se puede observar una marcada desigualdad de participación entre hombres y
mujeres, y dicha desigualdad se observa de manera más fuerte en las áreas urbanas de la región, donde sólo
el 23% de los hombres mayores pertenecen a grupos de adultos mayores.
Ilustración 19: "Resumen Participación de Personas Mayores Ilustración 20: "Resumen Regional de participación de
Regional, desagregado por sexo” Personas Mayores, por Zona"
39%
29% hombres rurales
mujeres
61%
urbanos
71%
24
23%
hombres
77%
mujeres
Ilustración 22: "Resumen Regional de Participación de Personas mayores en zonas rurales, desagregado por Sexo"
39%
hombres
61%
mujeres
Las proyecciones y estimaciones muestran que en los próximos años la proporción de personas mayores de
60 años aumente tanto a nivel país como en la región, alcanzando un 18,4% de personas mayores en la
Región del Maule, esto es indicativo de la necesidad de prepararse para ello, y poder cubrir las necesidades
de este grupo etario, a nivel regional este grupo presenta indicadores que lo sitúan por debajo de las medias
nacionales, como por ejemplo la cantidad de personas mayores que viven bajo la línea de la pobreza donde
se ubica casi 1% sobre la media, e incluso llegando a presentar los peores indicadores nacionales como es el
caso de la escolaridad y alfabetismo de estas personas.
También se observa una marcada desigualdad de género en los grupos de adultos mayores de la región,
donde más del 70% de los integrantes de estos grupos son mujeres, también se aprecia una marcada
tendencia de mayoría de integrantes de grupos de sectores urbanos de la región sobre aquellos sectores
rurales, donde un 61% de los adultos mayores pertenecientes a este grupo son de sectores urbanos.
25
Al realizar el análisis de género, se identifica que la participación social entre los adultos mayores de áreas
rurales es mayor que en zonas urbanas, existe una mayor participación social de las mujeres de áreas
urbanas que en zonas rurales. En áreas rurales la relación de integración es de 61% mujeres y 39% hombres,
en las áreas urbanas donde la relación de integración es de 77% de mujeres contra un 23% de hombres. Las
estadísticas de participación nos indican que la mujer tiene una vida más prolongada y más activa que los
hombres, donde la mujer ha concluido sus roles reproductivos y el cuidado de terceros, sus tiempos para su
vida personal y social comienza aumentar, e incluso se suma que al tener pensiones básicas muy bajas
decide tener ingresos adicionales que la ayude sostenerse. En el caso del hombre, su interés sigue siendo el
trabajo, a pesar que ha jubilado formalmente; su vida social, a lo largo de su vida laboral, en el sector que
vive es más reducida que el de la mujer, por ende le es más difícil integrarse a las acciones comunitarias. La
distribución según quintil de ingreso, muestra que los hombres adultos mayores participan más socialmente
en el V quintil, mientras que las mujeres participan en el I quintil y VI quintil.
Pese a que el incremento de la participación social ha sido importante, sobre todo en las mujeres, en
muchos de los sectores rurales aún no cuentan con:
En el mundo hay más de 650 millones de personas que viven con alguna discapacidad. Si a esta cifra
sumamos a las personas que integran sus familias, pasamos a la asombrosa cifra de dos mil millones de
habitantes que, de una forma u otra, se vinculan diariamente con la discapacidad.
En cada uno de los países del mundo las personas con discapacidad han vivido con frecuencia al margen de
la sociedad, privadas de muchas de las experiencias fundamentales de la vida. Se encuentran con barreras
de acceso a la educación, al empleo, a formar su propio hogar, fundar una familia y criar a sus hijos e hijas, a
participar activamente en los procesos políticos o ejercer sus derechos ciudadanos, entre muchas otras.
Las personas con discapacidad constituyen como población la más desfavorecida y vulnerable del mundo.
Las cifras son condenatorias: se calcula que entre las personas más pobres del mundo el 20% está
constituido por las que tienen discapacidad; el 98% de los niños con discapacidad de los países en desarrollo
no asisten a la escuela; el 30% de los niños de la calle en todo el mundo viven con discapacidad, y la tasa de
alfabetización de los adultos con discapacidad llega tan sólo al 3%, y en algunos países baja hasta el 1% en el
caso de las mujeres con discapacidad.
Frente a cualquier análisis sobre Discapacidad, lo principal es conocer la actual definición del concepto, que
dice relación con que: Discapacidad es la interacción negativa entre la condición deficitaria de salud de un
individuo y el contexto socio ambiental en el que está inserto o se desenvuelve, y que a causa o con motivo
de esas deficiencias, lo limita en sus actividades y le restringe su participación, excluyéndolo -en diversos
grados- de las actividades y de los roles y posiciones en la vida social.
26
a) POBLACIÓN:
Ilustración 23: Prevalencia de Personas con Discapacidad en Chile y Región del Maule
Nacional Maule
87,1 82,3
12,9 17,7
El 12,9% de los chilenos y chilenas viven con discapacidad, lo que supone 2.068.072 personas. Es decir, 1 de
cada 8 personas presenta esta condición. A su vez, en la VII Región el 17.7% de la población regional
presenta discapacidad; viven 168.251 personas con discapacidad. Se observa, entonces, que la VII Región
presenta una tasa de discapacidad mayor que la tasa nacional de discapacidad.
c) HOGARES
Nacional Regional
65,4
54,6
45,4
34,6
27
De un total de 270.937 hogares en la región en 2004, en 123.119 hogares vive, al menos una persona con
discapacidad, es decir, casi la mitad de los hogares de la región, presenta al menos un miembro con
discapacidad, lo que representa el 45.4% de los hogares de la región. Los gráficos que se presentan,
representan la diferencia que tiene la Región del Maule en comparación con el total de hogares en Chile.
d) Sexo
Hombres Mujeres
58,2 54
41,8 46
Nacional Maule
La distribución de la Discapacidad por sexo de la Región del Maule presenta algunas diferencias con la
distribución por sexo a nivel nacional. En Chile las mujeres con discapacidad alcanzan el 58.2% de la
población, en la Región del Maule representan el 54% de las personas con discapacidad. A su vez, los
hombres con discapacidad en Chile, representan el 41.8% de las personas con discapacidad, mientras que en
la Región del Maule alcanzan el 46%. En números, las mujeres con discapacidad en la Región son 90.899 y
los hombres 77.352.
e) EDAD
60
50
40
30
20
10
0
0 a 5 años 0 a 14 años 15 a 29 años 30 a 64 años 65 años y
más
28
La tasa de prevalencia en los menores de 6 años de la Región del Maule es de 1.5, muy baja en comparación
a la tasa de prevalencia del total de las personas con discapacidad de la región.
f) Conclusiones
Se observa, entonces, que nuestra región presenta una tasa de discapacidad mayor que la tasa nacional de
discapacidad. Es más, de un total de 270.937 hogares en la Región en 2004, en 123.119 hogares vive, al
menos una persona con discapacidad, es decir, casi la mitad de los hogares de la Región, presenta al menos
un miembro con discapacidad, lo que representa el 45.4% de los hogares de la Región del Maule.
En Chile las mujeres con discapacidad alcanzan el 58.2% de la población, en la Región del Maule
representan el 54% de las personas con discapacidad. A su vez, los hombres con discapacidad en Chile,
representan el 41.8% de las personas con discapacidad, mientras que en la Región del Maule alcanzan el
46%. En números, las mujeres con discapacidad en la Región son 90.899 y los hombres 77.352. Por tanto, en
términos de promover las oportunidades de inclusión, los esfuerzos deben concentrarse mayormente en las
mujeres con discapacidad.
El Estudio Nacional de la Discapacidad ENDISC 2004, indica que un 39.5% de las personas en situación de
discapacidad presenta condición socioeconómica baja, y que la prevalencia de discapacidad es dos veces
mayor en este nivel socioeconómico que en el resto de la población, lo cual permite relacionar que las
condiciones socioeconómicas no son un simple factor asociado a discapacidad, sino que es probablemente
una causal.
En nuestra región en tanto, las personas con discapacidad que se encuentran en situación socioeconómica
baja, alcanzan al 65% de este colectivo. La tasa de discapacidad por condición socioeconómica en tanto,
indica que la discapacidad es mucho más frecuentes en el nivel bajo: 1 de cada 4 personas de esa condición
presenta discapacidad. En CSE media (12.8) 1 de cada 8 personas presenta discapacidad. Por último, en el
nivel socioeconómico medio alto y alto, existe 1 persona con discapacidad por cada 17 personas.
En el ámbito de la incorporación al mundo del trabajo el ENDISC 2004 indica que de las personas con
discapacidad en la Región sólo el 27.6% realiza trabajo remunerado.
Dentro del colectivo de personas con discapacidad quienes tienen más dificultades para acceder al mundo
laboral son las mujeres y aquellas que, presentan mayor grado o severidad de discapacidad. La situación de
las mujeres con discapacidad señalada anteriormente, se agudiza y se transforma en crítica cuando se le
agrega el componente de ser jefa de hogar y sostenedora del mismo.
29
Además, en la Región, el 7.8% de la población (73.445 habitantes) presenta algún tipo de dificultad para
llevar a cabo actividades de la vida diaria en forma autónoma, incluyendo labores básicas de autocuidado.
Por tanto, estás actividades de cuidado y apoyo en su mayor parte proceden de familiares o redes de apoyo.
Datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadísticas, indican que durante el 1° Semestre del año 2014, la
población masculina que no se encuentra buscando trabajo debido a que posee responsabilidades familiares
permanentes es de 1%, mientras que el 35% de mujeres que no busca trabajo, alude a esta causa. Dentro de
las responsabilidades familiares permanentes, se encuentra el estar al cuidado de una persona en situación
de discapacidad. En este sentido, el rol cultural asignado a la mujer determina en la mayoría de los casos que
sea la madre, hija, esposa, hermana, o cualquier otra mujer, la que asuma el cuidado del familiar con
discapacidad que generalmente demanda dedicación exclusiva.
Esta situación se observa determinantemente -por ejemplo- en la responsabilidad asignada a la mujer en las
tareas de cuidado de la persona en situación de discapacidad, quien debe apoyar en actividades de la vida
diaria como aseo personal, alimentación, traslado, rehabilitación, cuidado sanitario, reconocimiento de
redes, entre otras. Situación que está fuertemente determinada por el rol de hombre como proveedor, o
bien por la inexistencia del rol de jefatura de hogar ejercido por éste.
Dicha condición puede traer consecuencias adversas para las cuidadoras, como tensión psicológica y
emocional, aislamiento y pérdida de oportunidades socioeconómicas, manteniendo el círculo vicioso de la
pobreza y vulneración social. Este último escenario, constituye el factor predominante identificado por las
mujeres cuidadoras de personas en situación de discapacidad como la barrera que les impide su inclusión
laboral y mejoramiento de la calidad de vida personal y de sus familias.
Dada esta condición de desconocimiento de la realidad de estas mujeres en el acceso a las oportunidades y
beneficios que la sociedad genera, el Estado no cuenta con los suficientes insumos para diseñar e
implementar políticas públicas focalizadas en este sector de la población. Sin embargo, a pesar de no contar
con datos estadísticos actualizados, el Servicio Nacional de la Discapacidad reconoce esta realidad, e impulsa
acciones tendientes a reducir las brechas entre hombres y mujeres.
30
Los Estados que forman parte de las Naciones Unidas, entre ellos Chile, reconoce que las mujeres y niñas
con discapacidad están sujetas a múltiples formas de discriminación y, a ese respecto, adoptarán medidas
para asegurar que puedan disfrutar plenamente y en igualdad de condiciones de todos los derechos
humanos y libertades fundamentales.
En Chile, el 70% de las mujeres administran el presupuesto familiar, el 72% toma las decisiones de gasto
familiar y el 64% las de endeudamiento. (Encuesta Voz de Mujer Bicentenario de Comunidad Mujer, 2013)
Una mayor proporción de mujeres está asumiendo la tarea de proveedor principal del hogar en lo
económico, en un escenario donde los derechos vinculados al cuidado son incipientes y se limitan al
embarazo o al periodo post-parto. En el ámbito laboral se verifican, además, importantes brechas salariales
por género que impactan –tal vez paradójicamente– a los grupos de mayor nivel educacional (INE, 2012).
31
En este marco, el debate sobre la políticas de equidad de género en el empleo ha oscilado entre otorgar a
las mujeres “tiempo para cuidar” y un debate más amplio (Reca, 2008), que permita replantearse lo que
autoras como Arriagada (2013), Pautassi (2010) y Tronto (2013) identifican como la Organización Social del
Cuidado (OSC), entendida como la forma de distribuir, entender y gestionar la necesidad de cuidados que
está en la base del adecuado funcionamiento del sistema económico y la política social (Arriagada, 2013). A
nuestro juicio, políticas del primer tipo –esto es, que propician condiciones para que las mujeres puedan
responder a la expectativa social de ser las responsables por el cuidado de dependientes y el trabajo
doméstico– pueden responder a una necesidad inmediata (la de conciliar trabajo remunerado y de cuidado).
Sin embargo a mediano y largo plazo profundizaría las desigualdades de género presentes y futuras.
Las políticas que buscan reformular la manera en que la sociedad resuelve sus necesidades de cuidado –en
el caso que nos ocupa, de cuidado infantil– se centran en la noción de que el cuidado de personas
dependientes y en situación de vulnerabilidad no es un problema que compete sólo a las familias (y dentro
de ellas, a las mujeres), sino que debe ser asumido como una responsabilidad social. En esos términos, la
paternidad/maternidad debe ser asumida como un asunto de vital importancia para la continuidad y
bienestar de la sociedad, y debe ser compartida por el Estado, los individuos y sus familias y por el mundo
del trabajo remunerado. Este último actor resulta de particular importancia debido al rol crucial de la calidad
y oportunidad de la inserción laboral de las mujeres y la posibilidad de que puedan ganar la experiencia y
habilidades demandadas por el mercado laboral sin que se “castigue” el hecho de tener hijos/as y,
particularmente, el ser responsable de su cuidado.
En este sentido, las medidas legales que vinculan derechos laborales asociados al cuidado a las mujeres (y no
a los progenitores, hombres y mujeres), como ocurre en Chile, tienden a reproducir los roles de género
tradicionales, limitando las oportunidades laborales de las jóvenes y las de los varones de establecer
relaciones de paternidad más ricas y cercanas con sus propios hijos/as. La Organización Internacional del
Trabajo, OIT, contempla el Convenio 156 sobre los/as trabajadores/as con responsabilidades familiares de
1981, que fue ratificado por Chile en 1994. Sin embargo, en la práctica, la legislación nacional parece resultar
insuficiente ante la idea de que las responsabilidades familiares son un tema privado que compete sólo a las
familias –y más particularmente, a las mujeres. En misma línea, la pregunta extraída del cuestionario de
empleo de INE que indica ¿Por qué razón no buscó un empleo o no ha hecho preparativos para iniciar o
reanudar una actividad por cuenta propia durante las últimas cuatro semanas? , muestra diferencias
notables entre hombres y mujeres sobre este punto, como puede verse en el gráfico siguiente, que sólo
recoge los ítems referidos a responsabilidades familiares:
32
Hombres Mujeres
43%
36% 35% 35% 36% 36% 35% 36% 35%
3% 2% 2% 2%
1% 1% 1% 1% 1%
Como puede observarse en el ítem de las responsabilidades familiares permanentes, la diferencia entre
hombres y mujeres es de más de 10 veces.
Ilustración 28: Motivos que no estaría disponible para trabajar: "Responsabilidad Familiares Permamente"
Hombres Mujeres
43%
36% 35% 35% 36% 36% 35% 36% 35%
3% 1% 1% 2% 1% 2% 2% 1% 1%
Se escoge dicha problemática debido a que la sexualidad es una de las temáticas transversales que los
jóvenes designan a través de consulta ciudadana como uno de los puntos importantes a tratar desde
Educación, Juventud y Salud. La Región del Maule se enfrenta a un panorama muy positivo en esta área ya
que los indicadores regionales son bastante positivos y se continúa trabajando anualmente en un programa
común que fortalece la prevención, riesgos de transmisión sexual, género y afectividad en nuestros usuarios
(15-29 años). A continuación se detalla con gráficos pertenecientes a la VII Encuesta de la Juventud Región
del Maule, mostrando las estadísticas que delinean los objetivos del plan de trabajo anual de sexualidad y
afectividad 2014-2018.
33
La Región del Maule presenta, entre las regiones, el porcentaje más bajo de jóvenes que inician su actividad
sexual a nivel nacional.
En la Región del Maule, son las Mujeres que usan uso de métodos de prevención en sus relaciones sexuales,
por sobre el promedio nacional y regional, su principal cuidado tiene directa relación con el embarazo no
deseado.
34
Así mismo, son las mujeres que señalan haber tenido experiencia de embarazo no deseado, muy por sobre
el porcentaje de los hombres, y por sobre el promedio nacional y regional. Las edades que definen la
experiencia del embarazo no deseado son entre los 25 a 29 años, lo que indica que es cuando finalizan
estudios o cuando inician su vida laboral, lo que se traduce como dentro de las causas en la baja
participación laboral de mujeres en edades productivas o el retraso del inicio laboral. Lo anterior, es parte de
las inequidades de género donde los roles reproductivos sobrepasa a lo productivo, trayendo como
consecuencias situaciones de vulnerabilidad a mujeres jóvenes sobre todo considerando las bajas tasas de
participación de jóvenes entre los 15 a 29 años.
35
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Total 10 a 14 años 15 a 19 años
Adolescentes sin ideación suicida 53% 77% 93% 79% 90% 75%
Adolescentes con ideación suicida 29% 15% 4% 15% 5% 15%
Adolescente con intent suicida 18% 8% 3% 6% 3% 10%
Así mismo, y de acuerdo a datos entregados por Servicio Salud del Maule, se visibiliza que dentro
del total de hombres y mujeres que tienen ideación suicida o con intento suicida, son los hombres
que superan a las mujeres, sin embargo en las edades de los 10 a 19 años son las mujeres que
superan a los hombres.
Ilustración 34: jefatura de hogar, entre los 15 a 29 años, desagregado por sexo, Región del Maule
25.000
20.000
15.000
15 a 29 años Hombres
5.000
-
2000 2003 2006 2009
En relación a la jefatura de hogar, entre las edades de 15 a 29 años, desde el año 2000 los hombres jóvenes
encabezaban la jefatura femenina, en 8 veces más que las mujeres. Sin embargo, desde el 2006 la brecha se
36
7.2 EDUCACIÓN
La región muestra un alfabetismo de 92,6%, con valores comunales extremos de 83,8% (Retiro) y 96,6%
(Curicó). La media de años de escolaridad regional es de 9 años, el nivel más bajo se observa en Retiro (6,7) y
el más alto en Talca y Curicó (10,4), con una brecha comunal de 3,7 años entre los promedios de ambas
comunas. Respecto a la cobertura educacional total, la región registra un 70,8%, siendo Longaví la comuna
de menor cobertura (59,9%) y Parral la de mayor cobertura (77,9%).
Ilustración 35: Promedio de Escolaridad de la Población de 15 años y más sexo, según región
12,0
10,0
8,0
6,0
4,0
2,0
0,0
Ilustración 36: Población 0 a 24 años por asistencia a un establecimiento educaciónal, según región, sexo y zona
Sí No
71,3%
66,7%
59,6% 62,5%
40,4% 37,5%
33,3%
28,7%
37
De acuerdo al gráfico Nº39 indica que los hombres a más temprana edad desertan escolarmente que las
mujeres. Sin embargo, En el caso de las mujeres menores de edad y adolescentes de la Región del
Maule, una de las principales causas para no asistir a establecimientos educacionales es justamente la
maternidad o embarazo (27,1%). En el caso de las madres menores de edad o adolescentes de la región,
el 75,2% no se encuentra asistiendo a algún establecimiento educacional.
Las Estadísticas de Educación en Chile muestran que se ha alcanzado una gran tasa de cobertura tanto
en educación básica como en educación media, pero los datos de la Encuesta Casen 2011 permiten
decir que, a pesar de la gran cobertura alcanzada, aún existen niños y jóvenes que abandonan sus
estudios sin completar la enseñanza media o habiendo cursado enseñanza básica incompleta o
completa. Y si nos comparamos en el contexto internacional, entre los países de la OCDE estamos en los
primeros lugares en deserción escolar a nivel de enseñanza media. Desde hace algún tiempo la
obligación de escolaridad es de 12 años, pero el hecho de que algunos niños abandonen antes el
sistema escolar reduce la posibilidad de insertarse en el mercado laboral, y disminuye las expectativas
de situarse fuera de la línea de la pobreza. Además quien no cuenta con la educación básica completa,
está prácticamente excluido de todas las instituciones sociales, culturales, políticas y económicas. La
deserción - claro está - no representa un fenómeno masivo, pero esto no significa en ningún caso que
no sea importante. Muy por el contrario, es importante porque afecta, mayoritariamente a un grupo
muy específico de niños y jóvenes de hogares pobres. El factor socioeconómico es uno de los más
relevantes para abordar el abandono de la educación formal obligatoria, ya que es un factor decisivo
para el retraso y abandono de éste, comparado con un nivel socioeconómico más alto en que el
problema se observa en menor intensidad. De hecho, y según los datos de la CASEN 2011, para la
Región, los niños y jóvenes que no se encuentran asistiendo a un establecimiento educacional,
corresponden en su mayoría al primer y segundo quintil de ingresos. Pero las razones de abandono no
se reducen sólo al hecho de situación de pobreza, sino que tiene múltiples causas y variados factores
interrelacionados. Estos factores suelen agruparse en dos grandes temas: los de índole extraescolar y
los intraescolar. Entre los factores extraescolares pueden mencionarse justamente los socieconómicos y
el contexto familiar: la pobreza, educación de los padres, el embarazo adolescente, la disfuncionalidad
familiar, entre otros. Con datos Regionales de la Encuesta CASEN 2011 se analiza la situación de niños y
jóvenes en edad escolar entre 7 y 18 años de edad, de la Región, que no asisten a algún establecimiento
educacional y las causas que aluden sus implicados para el alejamiento de éste. Como dato se observa
que los hombres comienzan a más temprana edad que las mujeres a dejar de asistir al sistema
educacional. El último nivel alcanzado (no implica que lo hayan completado) para la mayoría, es
educación media y/o media técnico profesional (57,2%), mientras que para los niños y jóvenes del año
2000, en su mayoría, el último nivel corresponde a educación básica (63,2%); lo que podría atribuirse a
que entonces la obligatoriedad educacional era de sólo 8 años.
Entre las razones más mencionadas están las de índole económico, “Trabaja o busca trabajo” (22,0%), le
sigue una razón de tipo personal, “Embarazo, maternidad o paternidad” (15,2%). Un 24,3% señala que
38
75,9%
40,0%
30,0%
23,4%
Con respecto a las embarazadas de 15 a 19 años, la gran mayoría cursaba enseñanza media al momento
de resolución de su embarazo (79,3%), y un porcentaje no menor (16,9%) se encuentra cursando
enseñanza básica, por lo que se puede inferir un retraso en la escolaridad de estas (repetición de curso).
79,3%
16,9%
3,6%
0,1% 0,1%
39
El Embarazo adolescente, maternidad y paternidad se destaca por ser una de las principales causas de la
deserción escolar en Chile. La deserción tiende a reproducir inter-generacionalmente la pobreza,
reduciendo las oportunidades de esos Estudiantes(as) y sus hijos de obtener movilidad social a través de
la Educación.
Las Políticas y Programas desde el punto de vista del Sector Educación tienen un componente
normativo, prescribiendo a los establecimientos educacionales las facilidades y derechos inherentes a la
condición de embarazo y maternidad adolescente. Y por otro lado existen diversos programas públicos
40
Sin embargo se presenta una gran atomización y dispersión de las intervenciones, muchas veces
inconexas desde diversos Servicios del Estado y con públicos objetivos similares en algunos territorios
generando sobreintervención en algunas comunas y otras que nunca son objeto de programas u
apoyos. De los 267 establecimientos municipales y particulares subvencionados que tienen código de
enseñanza en Educación Media en la Región del Maule, solo unos cuantos son intervenidos por los
servicios públicos generando una gran brecha de atención si se presentan casos de embarazo,
maternidad o paternidad adolescente. El tramo de alumnas embarazadas que va desde 5º a 8º básico
no es sujeto de apoyos significativos desde el sistema público que permita que las alumnas
embarazadas o madres o padres adolescentes culminen su etapa escolar básica y media como mínimo.
En este sentido se hace relevante actualizar, a través de una mesa de trabajo regional, la actual oferta
desde el Estado, analizar las brechas, requisitos y focalización de cada programa, generar acuerdos de
operación e ingresos especiales de alta vulnerabilidad sobre todo en el uso de Sala Cuna y Jardín Infantil
Fuente: Elaboración Propia en Base a Resultados Registro 2011-2013 Region del Maule.
JUNAEB, por su parte, utiliza el Registro como una de las variables para alimentar su sistema de focalización
denominado Sistema Nacional de Asignación con Equidad (SINAE), el cual es el resultado de la aplicación de
las encuestas de vulnerabilidad de los niveles parvulario 1º Básico y 1º Medio información que después es
cruzada con las bases de datos de los servicios en convenio con JUNAEB (Registro Civil, Fonasa, Ministerio de
Desarrollo Social MDS, SENAME, etc.) y que tiene el objetivo de caracterizar a la población escolar más
vulnerable.
El SINAE, define prioridades de asignación para el Programa de Alimentación Escolar PAE, Utiles Escolares
entre otros. Las Estudiantes que se encuentran en condición de embarazo maternidad o paternidad quedan
clasificados en segunda oportunidad por lo que reciben los servicios del PAE en los establecimientos
adscritos al programa.
Desde el punto de vista de las Becas, existe en JUNAEB la Beca de Apoyo a la Retención Escolar BARE (Ex
Liceo para Todos del MINEDUC) que se entrega en Liceos Focalizados por JUNAEB, en la cual uno de los
criterios de focalización es haber sido incorporado en el Registro. Adicionalmente en las Comunas de Villa
Alegre, Talca y Molina se ejecuta en algunos liceos BARE una Intervención psicosocial a cargo de un equipo
41
Con todo lo mencionado anteriormente, además resulta insuficiente la oferta de JUNJI e INTEGRA para Sala
Cuna y Jardín Infantil y la cobertura de los programas de becas de apoyo e intervenciones psicosociales dada
la baja cobertura. Existen muchos casos a los cuales la red de educación no ha podido generar ningún apoyo
concreto, dadas las rigideces de los programas e intervenciones, lo que conlleva que finalmente estas
alumnas o alumnos terminen abandonando el sistema escolar reduciendo ampliamente las posibilidades en
su proyecto de vida.
7.3 SALUD
Las políticas de salud no son neutras en materia de género. Numerosas investigaciones en distintos países
demostraron las desigualdades existentes entre mujeres y hombres tanto en el acceso a los servicios, la
calidad de la atención recibida, los gastos realizados en salud, los tiempos, contribuciones y compensaciones
recibidas en términos del cuidado de la propia salud y la de otras personas (niños, niñas, adultos/as mayores
y dependientes), y la participación y representación en las instancias de toma de decisiones respecto de la
salud.
La constatación de estas situaciones generó una serie de cambios en las formas de enfocar la salud en la
población, siendo incorporada la equidad de género como tema clave en tres cumbres internacionales: la
Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo 1994), la IV Conferencia Mundial de la
Mujer (Beijing 1995) y en la Cumbre del Milenio (2000), en la cual se fijó como Objetivo de Desarrollo del
Milenio n° 3 “Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer”.
El concepto de género ha sido reconocido por algunos autores como un importante determinante social de
la salud. Existe literatura internacional que evidencia peores condiciones de vida, de trabajo y de salud en
mujeres de diversas sociedades del mundo. Esta inequidad entre mujeres y hombres ha sido estudiada y
observada en los más diversos escenarios culturales, políticos y económicos (Marmot et al., 2008). La
estrecha relación entre inequidades de género y etnia, pobreza, discriminación, violencia doméstica, abuso
laboral, abuso sexual, morbimortalidad infantil, entre muchos otros problemas de salud (Marmot et al.,
2008; Martine, 2000; Shedlin, 2002), hace necesaria la inclusión de este determinante social en la Estrategia
Regional de Salud.
6
Ver documento en http://www.who.int/gender/mainstreaming/ESPwhole.pdf
7
Ver documento en http://www.paho.org/Spanish/ad/ge/PAHOGenderEqualityPolicy2005.pdf
42
Respecto del acceso de mujeres y hombres a los sistemas de salud regionales existe numerable evidencia de
la diferencia existente y que la vinculación de las mujeres con la atención en salud responde a tres razones
fundamentales: primero, en su calidad de usuaria, especialmente con relación a su salud reproductiva y
otros problemas derivados de su doble o triple jornada de trabajo; segundo, como agente de salud respecto
de sus hijos e hijas y familia; y tercero, como prestadora de servicios en la medida que gran mayoría del
personal de salud está constituido por mujeres. Es más, la cercanía que tiene la Mujer a los establecimientos
de salud, y el rol clásico del cuidado de terceros y reproductivo, hace que ellas tengan mejores
oportunidades en la recepción de la política pública de salud que los hombres; uno de las conclusiones es
que los hombres, a partir de los 11 años ya dejan de ser usuarios permanentes de la red de salud y por lo
tanto sus niveles de prevención es menor que la de las mujeres, lo que se ejemplifica en las Inequidades
territoriales de género donde la mayoría de las comunas presentan inequidades hacia los hombres.
Un aspecto importante para las personas es tener los recursos necesarios para proteger la salud. La mayor
dedicación de las mujeres al trabajo no remunerado y su participación laboral más precaria son factores que
disminuyen las posibilidades que tienen de ser beneficiarias directas de algún sistema de salud (no como
carga o dependiente), así como también aumentan las probabilidades de tener que recurrir al sistema de
salud público gratuito (FONASA A), lo que implica tener menores opciones de elección y, en algunos casos,
mayores tiempos espera para la atención.
Sin embargo, estas situaciones no afectan por igual a todas las mujeres, sino que resultan de su participación
laboral, de la zona de residencia y de su grado de pobreza comunales. La mayoría de las mujeres que viven
en áreas rurales y que son pobres deben recurrir a la atención pública de salud por medio de FONASA.
Asimismo, las mujeres que tienen trabajo remunerado, a pesar de sus limitaciones de tiempo y energía,
siguen siendo las responsables de la salud de cada miembro de su familia y por tanto, a menudo descuidan
su propia salud para atender a las y los otros.
Por último, la mayor longevidad de las mujeres implica que ellas constituyen el grueso de la población de
adultos mayores en el país. Considerando que la mayoría de esas mujeres tuvieron una inserción precaria en
el mundo del trabajo, su previsión es a menudo deficitaria y el sistema privado las discrimina por el alto
costo de los planes, por lo cual tienen menos alternativas de atención en salud. Mucho más profundo, es
que la salud ocupacional, donde el trabajo que se ejecuta no tiene perspectiva de género ni desde el punto
de vista de análisis como tampoco en el equipamiento de seguridad de las mujeres cuando estos son de
rubros masculinizados.
43
88
80
72
64
56
48
40
32
24
16
8
0
2008 2009 2010 2011 2012
Fuente:
44
A nivel regional entre el periodo 2008 a 2012, existe una tendencia a la baja en el porcentaje de
desocupación que a su vez se traduce en un aumento entre los años 2009 a 2013, en los beneficiarios del
FONASA
El ciclo de vida laboral de una persona va generando diversos impactos en el acceso a la salud:
En periodos de trabajo activo: opta por tener un seguro de salud acorde a su nivel remuneracional y
que satisfaga sus necesidades eligiendo seguros privados o el Seguro Publico, ello mediante el pago
de una cotización con un piso de un 7% que da cobertura al cotizante y sus cargas familiares.
En periodos de inactividad: dado por desempleo o por jubilación, las personas ya no cuentan con
recursos para financiar un seguro de salud privado y normalmente su afiliación es a FONASA, quien
por el hecho de ser un seguro solidario y no discriminador acoge a todos tipo de persona
independiente de estado de salud, edad, sexo, condición social, etc.
Por otra parte, aquellas personas que pertenecen a grupos geográficamente más apartados o de mayor
ruralidad, tienen un menor acceso a la información y por tanto las barreras de acceso a los sistemas de salud
pudieran considerarse mayores, por tanto FONASA debe tener un mayor acercamiento a esas localidades.
Finalmente, el rol de la mujer en el hogar y el trabajo determina que sea ella quien deba manejar un mayor
nivel de información de lo que son los servicios que el seguro de salud le ofrece de tal manera que tenga un
adecuado acceso a él.
Lo anterior, considera presencia en aquellas comunas donde Fonasa no tiene una Sucursal y donde el acceso
vehicular es más complejo como en Vichuquén, Licantén, Pelarco, Rio Claro, San Clemente, Empedrado,
Curepto, San Rafael, Yerbas Buenas, Colbún, Longaví, Retiro, Villa Alegre, Pelluhue y Chanco.
Además, que el acceso sería a villorrios o asentamientos poblacionales que se encuentran fuera del área
urbana de cada uno de ellos.
O bien en empresas o en alianza con instituciones que financias programas de empleo de emergencia como
Pro-empleo de Sence o bien de CONAF.
Observando datos aportados por DEIS MINSAL, la mortalidad general, en el trienio 2004 – 2006 en la Región
del Maule tiene una tasa ajustada de 594 muertes por 100.000 habitantes, resultando superior a la tasa
nacional en 66 muertes, y presentando diferencias de 122 muertes sobre la tasa regional más baja y de -28
muertes por 100.000 respecto a la tasa más alta registrada en el país. Al analizar por sexo la razón de la
45
Las declaraciones de uso de alcohol en el último mes en la región se ubican sobre el promedio nacional con
41,6%. Respecto a la trayectoria del indicador, en los últimos 3 estudios se apreciaba una tendencia a la baja
en el consumo, la cual se quebró con los resultados del año 2012. La diferencia observada con el 33,0% del
estudio anterior es estadísticamente significativa.
Ilustración 42: Prevalencia de Consumo en el último mes de alcohol, en población general 1994 - 2012
46
Fuente: SENADIS
Desde el año 2008, SENDA incorporó un instrumento que permite identificar el consumo de riesgo de
alcohol además de otros trastornos por consumo. El Test de Identificación de Trastornos Debido al Consumo
de Alcohol (AUDIT, por sus siglas en inglés) entrega un puntaje entre 0 a 40 derivado de la sumatoria de diez
ítems, donde 8 o más puntos identifican el consumo de riesgo.
La prevalencia de consumo de riesgo de alcohol en la región, entre quienes declaran haber consumido
alcohol al menos una vez en el último año, presentó una descenso (no significativo) respecto al estudio
anterior, pasando de 11,5% en 2010 a 8,4% en 2012. Los reportes del año 2012 muestran que la brecha
entre hombres y mujeres es menor que la observada el 2010 y que el grupo de 35 a 64 años presenta un
descenso significativo respecto al estudio de 2010.
Ilustración 44: Prevalencia de consumo riesgoso de alcohol, según edad y sexo", 2010 - 2012
Fuente: SENDA
47
Fuente: SENDA
Al desagregar la prevalencia de consumo de marihuana por sexo, se observa que el uso es mayor en
hombres que en mujeres, con 3,6% y 2,0% respectivamente. En ambos casos se produce un aumento con
respecto al estudio anterior, siendo ninguno de estos significativos. Según edad, el consumo es
significativamente más alto en el grupo de 12 a 34 años (4,9%) en comparación al de 35 a 64 años (0,7%).
Ninguna de las variaciones, entre el estudio 2010 y el de 2012, por tramos de edad es significativa.
Ilustración 46: Evolución de la prevalencia de consumo en el último año de cocaína total, según sexo y edad. Región del Maule, 2010-
2012.
Fuente: SENDA
Al desagregar la prevalencia por sexo se observa que el consumo de cocaína total es mayor en hombres que
en mujeres, con 1,0% y 0,2% respectivamente. Para los hombres hubo una variación no significativa al alza
de 0,5 puntos porcentuales en el último bienio, mientras que para las mujeres, la prevalencia alcanza el
0,2%. Por edad, el consumo es más alto en el grupo de 12 a 34 años en comparación al de 35 a 64, con 1,0%
48
120
100
80
60 hombres
Mujeres
40
20
0
< 5 puntos > 5 puntos o
más
El Servicio Salud del Maule ha dado entrega de información sobre el estado depresivo de hombres y
mujeres, de acuerdo a la aplicación test de Golberg en el Servicio Salud del Maule se concluye que existe
mayor grado de depresión en mujeres que hombres, lo que se traduce en el rol productivo y reproductivo
que las mujeres tienen la doble jornada del trabajo remunerado y no remunerado ha provocado un desgaste
no tan solo físico sino también en el aspecto emocional al no tener horas de entretención y ociosidad. En los
siguientes cuadros demuestra el aumento exponencial de las mujeres en programa cardiovasculares, en
relación a los hombres, sobre todo aquellos en edad de los 45 a 54 años.
49
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
15-19 20-24 25-34 35-44 45-54 55-64 65-69 70 años
y más
8000
6000
4000
2000
0
Hombres Mujeres Hombres Mujeres
2012 2013
50
La Región del Maule, al 2010, tiene en las zonas urbanas la quinta tasa de mayor mortalidad, mientras que
en zonas rurales es el quinto lugar. Siendo los hombres que superan la tasa de mortalidad a los hombres.
Ilustración 50: Tasa de Mortalidad ajustada a todas las causas de la Región del Maule
800
700
600
500 Hombre
Mujer
400
Región
300 País
Mejor Región
200
100
0
1998-2000 2001-2003 2004-2006
En todos los trienios, la tasa de mortalidad de los hombres supera a la de las mujeres. Respecto al país, las
tasas de mortalidad general de la Región presentan valores superiores a las tasas nacionales.
51
120
100
80
60 1998-2000
2001-2003
40 2004-2006
20
0
Hombre Mujer Hombre Mujer País Hombre Mujer
Región Región País Mejor Mejor
Región Región
En los hombres, la tasa regional de AVPP (años de vida potencialmente perdidos) para el trienio 2004-2006,
asciende a 113,2 AVPP por 1.000 hombres, ubicándose sobre la tasa nacional, constatándose un descenso a
lo largo de los años. En el caso de las mujeres la tasa regional de AVPP para el mismo período, asciende a
58,7 AVPP por 1.000 mujeres, valor superior al registrado a nivel nacional. Al analizar la esperanza de vida
(EV) a los 20 años en el último trienio según el sexo de las personas, las mujeres superan a los hombres en
los dos primeros niveles de escolaridad. Los hombres presentan una mayor brecha en cuanto a la esperanza
de vida temporaria según años de estudio. En las mujeres esta brecha es de 3,17 años.
52
200
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
Hombres Mujeres
Ilustración 53: Mortalidad por Tumor de cuello uterino, País - Región del Maule (2000-2010)
14
12
10
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
En relación a la Tasa de Mortalidad de las mujeres, una de las principales muertes en las mujeres es el tumor
de cuello uterino, lo que sin duda, al observar la ilustración 54, desde el 2000 el cáncer siempre ha superado
a nivel nacional.
53
18
16
14
12
10
País
8 Región del Maule
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Si bien, la principal muerte de las mujeres ha sido históricamente el Tumor de Mamas, se ha mantenido por
debajo el promedio nacional, sin embargo la preocupación de no contar con mamografos digitales en la
Región, no permitirá aumentar las posibilidades de pesquisar a tiempo aquellos tumores malignos. Desde el
2008, ha ido en aumento lo que resulta ser importante considerar como Proyecto a corto plazo.
3 Hombres
Mujeres
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
54
45
40
35
30
25
Hombres
20 Mujeres
15
10
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Ilustración 57: Tasa de Mortalidad por cáncer de mama ajustada (población de chile 2002), 2000-2009
18
16
14
12
10
Maule
8 País
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
55
70
60
50
40
Región
30
País
20
10
0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
El último informe recibido desde Minsal “Situación del embarazo adolescente en Chile” 2012, con datos
validados DEIS, nos posiciona como la segunda región con la tasa más baja de gestaciones no deseadas en
las menores de 15 años y una de las cuatro mejores en el grupo etario de 15 a 19 años Hay una disminución
de 1,7 en la tasa de embarazo adolescente en nuestra Región del Maule (comparando 2009-2010), siendo
que a nivel nacional la disminución fue de 0,4 en el mismo periodo. Se aprecia que la tendencia a nivel país
es la disminución, ya que, solo 4 regiones suben la tasa de embarazo. Preocupa el bajo porcentaje de control
de la fertilidad en el grupo etario donde se da el inicio de la vida sexual. De acuerdo a los datos recabados,
MINSAL 2012, se aprecia la distribución territorial de la fecundidad especifica de embarazo en adolescentes
de 15 a 19 años se puede determinar que las comunas que requieren mayor intervención serian Vichuquen,
Pelarco, San Clemente, San Javier, Retiro, Maule; les siguen Licanten, Rauco, Molina, Rio Claro, Constitución
y Cauquenes.
Ilustración 59: “Hijos de madres adolescentes menores de 14 años, por cada 1000 nacidos vivos, según región, Chile. (2005-2010)”
5
V
4 VI
3 VII
VIII
2
País
1
0
2005 2006 2007 2008 2009 2010
Las regiones que presentan mayores descensos en las tasas de embarazo en adolescentes, respecto del año
anterior, son: Tarapacá, con una tasa de 3,7 x 1000 nacidos vivos en el 2009 (n=21) y 2,7 x 1000 nacidos
56
5000
4500
4000
3500
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
Menor 15 15-19 20-24 25-34 34-44 45-54
Ilustración 61: Nacidos vivos por edad de la madre, País, Región Maule y Por provincia
Título del eje
57
Ilustración 63: Fuerza de trabajo, Fuera Fuerza de Trabajo, Desagregado por Sexo
71% 72%
70% 70%
68%
63%
59% 59%
55% 56%
45% 44%
41% 41%
37%
32%
30% 29% 30%
28%
La participación laboral femenina es notablemente menor que la masculina. Este fenómeno no es sólo
propio de la región, sino que refleja una situación nacional: en Chile, la inserción laboral de las mujeres se ha
dado con menor intensidad –43,3% en 2011, con una brecha de 10 puntos porcentuales respecto a países
con un nivel de desarrollo similar, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2007). Es importante
notar que ello ocurre a pesar de que –en un contexto regional en el cual, en general, la población cuenta con
58
Ilustración 64: Participación Laboral, Nivel Educacional Media - Superior post. Desagregado por Sexo.
46% 47%
44% 45% 44%
42% 42% 41% 42%
40%
Media hombres
24% 25% 24%
23% Media Mujeres
21%
Superior - post hombres
15% 16%
13% 14% Superior - Post Mujeres
12%
La tasa de desocupación anual por sexo, en el que el porcentaje de mujeres supera en gran medida el
porcentaje de hombres, confirmando la inequidad de género en el trabajo.
9,7
10,0 9,0
8,7 8,5
9,0
8,0 7,3 7,2
6,7
7,0
5,7 5,5
6,0
Hombres
5,0 4,2
4,0 Mujeres
3,0
2,0
1,0
0,0
2008 2009 2010 2011 2012
59
Hombres
2010 2011 2012 2013 2014
1°S 2°S 1°S 2°S 1°S 2°S 1°S 2°S 1°S
Ocupados 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%
Empleador 6% 7% 6% 5% 5% 6% 6% 7% 6%
Cuenta 17% 18% 20% 18% 18% 19% 19% 20% 21%
propia
Asalariado 69% 68% 67% 69% 67% 66% 66% 64% 65%
sector
privado
Asalariado 7% 6% 5% 7% 8% 8% 7% 8% 7%
sector
público
Personal de 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 1% 0%
servicio
doméstico
Familiar o 1% 1% 1% 1% 1% 1% 1% 1% 1%
personal no
remunerado
Mujeres
2010 2011 2012 2013 2014
1°S 2°S 1°S 2°S 1°S 2°S 1°S 2°S 1°S
Ocupados 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%
Empleador 3% 4% 3% 2% 2% 2% 3% 2% 3%
Cuenta 17% 19% 21% 20% 21% 21% 22% 21% 21%
propia
Asalariado 48% 45% 47% 45% 46% 45% 47% 46% 46%
sector
privado
Asalariado 18% 19% 15% 18% 17% 18% 16% 18% 17%
sector
público
Personal de 10% 12% 11% 12% 10% 11% 9% 10% 10%
servicio
doméstico
Familiar o 3% 2% 4% 3% 4% 3% 3% 2% 4%
personal no
remunerado
60
De acuerdo a los datos, también se verifican importantes diferencias por sexo en cuanto al tipo de
ocupación: los hombres casi doblan el percentual de mujeres en la categoría Empleador/a y se concentran
mucho más en el sector privado. Asimismo, casi no figuran como personal de servicio doméstico y tienen
una representación muy baja en cuanto a empleo familiar o personal no remunerado. Las mujeres en
cambio, tienen mayor representación como asalariadas del sector público, como personal de servicio
doméstico (oscilando entre un 9 y un 12 % en el período examinado) y triplican el percentual masculino en el
empleo familiar o personal no remunerado.
En relación al empleo en el área del servicio doméstico se reflejan, para el caso de las mujeres, importantes
variaciones estacionales, con una baja en el período comprendido entre Diciembre y Marzo, posiblemente
debido a que este sector “compite” –en términos de la demanda por trabajadores/as de baja calificación–
con el trabajo agrícola de temporada.
Cabe destacar que existe una proporción mucho mayor de mujeres realiza trabajos en su hogar o muy cerca
del mismo –posiblemente, debido a las pautas marcadas por la división sexual del trabajo, que prescribe que
las tareas domésticas y el cuidado de dependientes (niños/as, adultos mayores, personas con enfermedades
crónicas y necesidades especiales) son una responsabilidad básicamente femenina. Las mujeres, al
insertarse en el empleo remunerado, todavía deben cumplir las expectativas inherentes a los roles
tradicionales asociados al género, sin importar si su pareja (cuando está presente en el hogar) tiene o no
responsabilidades laborales, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2010).
Esto también es un factor importante que ayuda a explicar que las mujeres que están en el mercado laboral
(categoría ocupados/as) tengan proporciones mayores en el empleo de jornada parcial, comparado con el
de jornada completa:
Tabla 7: Empleo, desagregado por tipo de jornada, sexo, Región del Maule
Hombres
2010 2011 2012 2013 2014
1°S 2°S 1°S 2°S 1°S 2°S 1°S 2°S 1°S
Completa 88% 90% 90% 89% 92% 91% 92% 92% 91%
Parcial 12% 10% 10% 11% 8% 9% 8% 8% 9%
Total 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%
Mujeres
2010 2011 2012 2013 2014
1°S 2°S 1°S 2°S 1°S 2°S 1°S 2°S 1°S
Completa 79% 75% 78% 78% 82% 83% 81% 81% 82%
Parcial 21% 25% 22% 22% 18% 17% 19% 19% 18%
Total 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%
61
7.4.2 EMPRENDIMIENTO
Como se puede visualizar en la ilustración Nº3, el que muestra la cantidad de postulaciones al Programa
Capital Semilla Empresa desde los años 2010 hasta el 2014, desagregado por sexo, cabe mencionar que en
todos los años postulan más hombres que mujeres, en promedio el porcentaje de mujeres que postula año a
año es de un 42%, y la cantidad de hombres que postula es de un 58%. Es importante considerar que uno de
los requisitos para postular al Capital Semilla Empresa es la formalidad del negocio.
62
1200
1000
800
MUJERES
600
400 HOMBRES
200
0
2010 2011 2012 2013 2014
En lo que respecta a las postulaciones al Programa Capital Semilla Emprendimiento, lo cual se ve reflejado
en el gráfico Nº4, el comportamiento de las postulaciones entre hombres y mujeres desde el año 2010 hasta
2014, es distinto que en Empresa ya que acá es mayor el número de postulaciones de mujeres que de
hombres. En promedio anualmente el porcentaje de mujeres que postula a este fondo concursable es de un
56%, en cambio sólo el 44% de las postulaciones corresponde a personas del sexo masculino.
2500
2000
1500 MUJERES
1000 HOMBRES
500
0
2010 2011 2012 2013 2014
63
MUJERES
1000
900
800
700
600
MUJERES
500
400
300
200
100
0
2012 2013 2014
MUJERES
4500
4000
3500
3000
2500 MUJERES
2000
1500
1000
500
0
2012 2013 2014
A continuación analizaremos el comportamiento de los subsidios asignados desde el año 2010 hasta el 2014,
en los Programas Capital Semilla y Capital Abeja. Como podemos observar en la ilustración nº 7, el que
muestra la cantidad de subsidios entregados en el Programa Capital Semilla Empresa, se puede apreciar en
todos los años que la cantidad de subsidios adjudicados es bastante mayor en los hombres que los subsidios
adjudicados por las mujeres, existiendo una brecha importante entre hombres y mujeres, sobre todo desde
el año 2011 en adelante.
64
120
100
80
MUJERES
60
HOMBRES
40
20
0
2010 2011 2012 2013 2014
Lo mismo ocurre en el Programa de Emprendimiento del Capital Semilla, claro que la diferencia entre
hombres y mujeres es menor, ya que por ejemplo en el año 2010 estuvieron casi iguales entregándose 68
subsidios a las mujeres y 71 a los hombres, después en los años siguientes esta brecha fue creciendo.
120
100
80
MUJERES
60
HOMBRES
40
20
0
2010 2011 2012 2013 2014
En lo que concierne al Programa Capital Semilla Emprende, en relación a la cantidad de postulaciones, acá
sucede todo lo contrario a la línea empresa, el número de postulaciones es mayor en las mujeres que en los
hombres, en los años analizados el 56% de las postulaciones corresponden a personas del sexo femenino y
65
MUJERES HOMBRES
27,81%
24,54% 23,43% 26,55% 24,03%
23,01% 24,27% 22,42% 26,79%
17,07% 19,00% 18,48%
Crédito LP
Crédito LP
Crédito LP
Crédito LP
PDI
PDI
PDI
PDI
Créditos CP
Créditos CP
Créditos CP
Créditos CP
66
42%
MUJERES
58% HOMBRES
Fuente: PRODESAL
El SII observa que las Mujeres Emprendedoras de la Región, poseen bajo nivel de conocimiento Tributario
tanto en la normativa como en los trámites que se deben realizar para efectuar Inicio de Actividades y
Cumplimiento de Obligaciones Tributarias posteriores, esto incide en que un alto porcentaje de ellas, No se
formaliza y por tanto pierde competitividad en el rubro en que trabaja y a su vez, le impide acceder a
Beneficios del Estado como los que ofrece Fosis, Sercotec u otros, como asimismo frente a Instituciones
Financieras.
7.4.2.4 CRÉDITO
De acuerdo a estudios realizados por profesionales de la Dirección Regional del Maule de SERNAM, a
usuarias microempresarias de Fondos Regionales (650 mujeres) entre los años 2011 - 2013, las principales
fuentes de financiamiento de negocios de las mujeres que son microempresarias reconocidas a nivel
67
En los tipos de créditos que son utilizados destacan con un 33% Préstamo de algún familiar (hijo/a,
Hermano/a, Madre), 25% Tarjetas tiendas comerciales (Din, Falabella, Presto-Lider, Corona), 17% Créditos
bancarios/cooperativas, 9% Crédito proveedor.
Respecto a la percepción que tienen las mujeres microempresarias respecto de solicitar un crédito bancario,
se observó una opinión negativa:
Respecto a tener informes comerciales negativos en Dicom, la gran mayoría (85%) manifiesta estar o haber
estado en Dicom por tarjetas de crédito de tiendas comerciales.
Debido a que la gran mayoría de las mujeres entrevistadas manifestó tener alguna deuda con Tarjetas de
créditos de casas comerciales, se les solicitó que señalaran los requisitos para obtener una:
1. Fácil acceso.
2. Requisitos: Carnet, comprobante de domicilio, contar con otra tarjeta comercial ó banco.
3. Tarjetas dueña de casa (Din, Presto-Lider)
4. Poseen entre 1 y 4 tarjetas.
Como conclusión del estudio realizado a mujeres microempresarias, fueron las siguientes.
1. En una primera etapa las mujeres accedieron fácilmente al crédito (principalmente Tarjetas de
crédito de casas comerciales) dado que los requisitos para tener este tipo de créditos son muy
bajos.
2. Las mujeres utilizaron las tarjetas de crédito, desconociendo el funcionamiento y las
particularidades de este tipo de crédito. (uso adecuado)
3. La gran mayoría de las mujeres está o estuvo en Dicom por no pago de las tarjetas de crédito.
4. Tener informes comerciales negativos (Dicom) ha dificultado el acceso al crédito de las mujeres
microempresarias. No obstante lo que se debe dejar en claro es que Dicom es el síntoma, pero, no
es la enfermedad, lo que está detrás es el sobre-endeudamiento de las mujeres que las ha llevado a
no poder pagar sus compromisos y finalmente caer a Dicom.
68
CORFO, su Misión es mejorar la competitividad y la diversificación productiva del país a través del fomento a
la inversión, la innovación y el emprendimiento, fortaleciendo, además, el capital humano y las capacidades
tecnológicas para alcanzar el desarrollo sostenible y territorialmente equilibrado.
Para ello cuenta con el Programa de Emprendimiento Local (PEL), entre otros instrumentos, en este un alto
porcentaje de sus beneficiarios son personas naturales, emprendedoras de diferentes localidades, donde el
objetivo del programa es fortalecer el emprendimiento, gestión y desarrollo de capacidades emprendedoras
y nuevas oportunidades de negocio.
Las principales barreras de porque no hay más emprendedoras formalizadas, es porque si bien enfrentan
los mismo problemas que tienen todos los emprendedores se enfrentan además a las barreras culturales y
las dificultades que implican los diversos roles que cumplen nuestra sociedad.
La mayoría de nuestros instrumentos están dirigidos a Empresas, Personas Jurídicas y/o Naturales, como
Institución CORFO no discrimina por Género, es solo el resultado de las barreras de entrada que tiene las
mujeres al momento de enfrentar a mayor magnitud de complejidad en lo que se refiere a una empresa
formalizada y con mayor número de trabajadores/as.
500
400
300 Empresa
Mujeres
200
Hombres
100
0
2010 2011 2012 2013
Fuente: CORFO
69
La Región del Maule ha presentado un retraso en los niveles de conectividad digital, tanto fija como móvil,
así como también de alfabetización digital, lo cual se traduce en una baja capacidad de competir en los
actuales mercados, tanto por el acceso de potenciales clientes, como de información relevante para la toma
de decisiones y servicios del Estado disponibles vía web. Pese a que durante los últimos años, el número de
conexiones ha ido en aumento, la participación porcentual de la Región históricamente no supera el 3%,
siendo la región con valores relativos más bajos a nivel nacional, alcanzando a un 19.3 % de los hogares con
acceso domiciliario, siendo junto a la Región de la Araucanía las que obtienen menores valores en acceso a
conectividad
El aislamiento y la fragmentación son grandes debilidades para la causa de quienes están comprometidos
con la equidad de género. El acceso de las mujeres al conocimiento y a las TIC son esfuerzos insustituibles
para quienes aspiran a contribuir para superar los problemas causados por la desigualdad de género. Para
las mujeres, este acceso es crucial para cambiar sus vidas y hacerlas dueñas de sus destinos y partícipes del
desarrollo.
7.4.3 CAPACITACIÓN
Tabla 9: Capacitación, por rubro, desagreagado por Sexo, Región del Maule, 2013
70
La fuerza de trabajo entre hombres y mujeres se emplea en actividades económicas muy diferentes, lo que
se grafica en la siguiente ilustración:
Tabla 10: Ocupación, por actividad económica, desagregado por sexo, 1er semestre 2014
90000
80000
70000
60000
50000
40000
30000
20000 Hombres
10000 Mujeres
0
er
Fuente: INE MAULE, 1 semestre 2014.
7.4.4.1 EXPORTACIÓN
El análisis de bases de datos de las empresas exportadoras con las cuales trabaja la oficina regional, se
realizó un análisis por sector productivo, donde se encuentran 190 empresas que exportaron declarando
como origen de la exportación la Región del Maule, donde existen para el año 2013 un total de 190
empresas en la región que exportan, teniendo como sectores principales: Agroindustria, Frutas frescas,
Vinos y Forestal.
71
Número de Empresas 38 47 66 39
Del total de 190 empresas solo 21 empresas tienen ejecutivas mujeres en cargos gerenciales con un 11% de
representatividad. De este análisis realizando el cruce entre tamaño de las empresas y las ejecutivas mujeres
nos da la siguiente tabla:
Número de Empresas 38 47 66 39
Ejecutivo Mujer 4 8 8 1
Donde se aprecia que la mayor concentración de ejecutivas está en el rango de empresas medianas en la
región.
Este es un rubro importante en la región y con alta participación de mujeres, sin embargo, la visibilizacion de
ellas no se expresa en el sistema como corresponde y no es concordante con la realidad.
El sistema de registro sólo incluye a los exportadores de miel, dejando fuera a todo el mercado nacional, del
cual no se tienen registros ni programas de desarrollo que les ayuden a mejorar su condición de
pequeños/as productores/as. A esta labor y en estas condiciones de invisibilidad, se dedican gran número de
mujeres no asociadas a la productividad o que se amparan en transacciones a través de otras personas que
sí cuentan con los canales de comercialización formal.
72
La estadística del servicio de los/as Pescadores/as Artesanales inscritos como tal son 1837 v/s 141 mujeres
que poseen igual categoría, por otra parte en la categoría de recolectores de orilla los hombres que poseen
esta categoría son 1441 v/s 376 mujeres que practica la misma actividad.
Si bien la cantidad de Pescadoras y Recolectoras de Orilla suman un 30% de los inscritos, son las que más
actividad por la orilla realizan, además las mujeres recolectoras también ayudan a sus esposos en el tema
del desenmalle de los recursos que traen las embarcaciones y son ellas las que van a las ferias a vender sus
recursos, y con esto ayudan y/o en otros casos son las que llevan el sustento monetario a los hogares,
además está el cuidado de los hijos/as y de la casa propiamente tal, con lo que el horario de recolección es
en las mañanas o en las tardes lo que va de la mano con las bajas de mareas.
Por otra parte el hombre dueño de una embarcación o que trabaja en una embarcación esta todas las horas
de trabajo dedicado a la pesca, por lo que si este hombre a su vez también recolecta, esta recolección es
traspasada a la esposa para que ella haga la venta en los mercados o ferias libres.
7.4.5 INGRESOS
$ 350.000
$ 300.000
$ 250.000
Título del eje
$ 200.000
$ 150.000
$ 100.000
$ 50.000
$-
1990 1994 2003 2009
Hombres $ 86.442 $ 129.466 $ 208.629 $ 303.510
Mujeres $ 55.339 $ 91.411 $ 181.355 $ 242.922
73
450.000
400.000
350.000
300.000
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
-
Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres
OCT-DIC 2010 OCT-DIC 2011 OCT-DIC 2012
15 - 24 25 - 29 30 - 34 35 - 44 45 - 54 55 - 64 65 Y MÁS
2.000.000
1.800.000
1.600.000
1.400.000
1.200.000
1.000.000
800.000
600.000
400.000
200.000
-
Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres
OCT-DIC 2010 OCT-DIC 2011 OCT-DIC 2012
Doctorado
74
1.200.000
1.000.000
800.000
600.000
400.000
200.000
-
Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres
OCT-DIC 2010 OCT-DIC 2011 OCT-DIC 2012
7.5 POBREZA
De acuerdo a las estimaciones del Ministerio de Desarrollo Social, el 15,6% de la población estaría bajo la
8
línea de la pobreza (Instituto Nacional de Estadísticas, Censo 2012) por sobre el promedio nacional .
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define el desarrollo humano como el proceso
de ampliar la gama de opciones de las personas mediante mayor acceso a la educación, atención médica,
ingreso y empleo (PNUD, 1991). De acuerdo a lo anterior la falta de transporte es una expresión de pobreza
que con la mirada de Género, visualiza la vulneración de las mujeres en su derecho a acceder en igualdad de
9
condiciones al mercado laboral, a ejercer su derecho a la salud, a la educación .
8Ministerio de Desarrollo Social, 2013. Incidencia de la Pobreza a nivel Comunal, según Metodología de Estimación para Áreas
Pequeñas. Chile 209 y 2011.
9 (El PNUD propuso la utilización del Índice de Desarrollo Humano como indicador del nivel de desarrollo de una población).
100,0
80,0
60,0
40,0
20,0
0,0
Ilustración 80: Años de Escolaridad promedio del Jefe de Hogar, según situación de pobreza, sexo y región
8,6
8,4
8,2
8,0
7,8
7,6
7,4
7,2
7,0
6,8
6,6
Indigente Pobre no No Pobre Indigente Pobre no No Pobre
Indigente Indigente
Hombre Mujer
100,0
80,0
60,0
40,0
20,0
0,0
Talca Cauquenes Curicó Linares
76
Ilustración 82: % de población bajo nivel de pobreza, desagregado por grupo de edad, 60 años y más
Nacional Maule
14,9
10,7 11,1
10,4
9,2
7,8 7,6 7,8
5,4 5,7
Postulaciones
En relación a las postulaciones para programas de vivienda, se puede establecer como común denominador,
que el volumen de mujeres supera a los hombres en todos los programas, teniendo como promedio una
relación en Sectores Vulnerables de 3.81 mujeres por cada hombre, mientras que en sectores medios y
emergentes la relación es de 1.89 mujeres por cada hombre. Sólo en una modalidad (Título II) del DS 01, es
decir, aquellos programas que operan con crédito hipotecario, la relación es de 0.85 mujeres por cada
hombre.
Existen 2 modalidades muy similares, y que se refleja claramente en la postulación, donde la tasa de
postulación entre mujeres y hombres, es de 3.95 y 3.62, para DS 49 modalidad Construcción en Nuevos
Terrenos y Titulo 0 del DS 01. En cambio, en la modalidad de Construcción en Sitio Propio del DS 49, la tasa
baja a 1.56 mujeres por cada hombre. Sobre el PPPF, programa que regula la Protección al Patrimonio
Familiar, es decir, la mantención y proyección de la vivienda, el promedio de postulación es de 2.52 mujeres
por cada hombre. En la modalidad de mantención de viviendas, Título II, la tasa es de 2.47. En la ampliación
de la vivienda (Título III), la tasa es de 3.29.
Asignaciones
En relación a las asignaciones, la Tasa de mujeres versus hombres, sube aproximadamente en un 11% y 19%,
del DS 01 y DS 49, respectivamente. Se exceptúa el título 0, donde hubo una participación muy baja de
hombres. Lo anterior, evidencia que algunos criterios de selección benefician más a las mujeres que a los
hombres en la asignación de subsidios para la vivienda.
77
La Tasa de efectividad para los sectores medios y emergentes, las mujeres se mantiene casi igual a los
hombres en los programas de asignación de subsidios a viviendas, con un 32.6% y 32.5% respectivamente,
es decir, de cada 100 mujeres que postulan 33 son beneficiadas, mientras que de cada 100 hombres que
postulan 33 son sujetos de beneficios.
Cabe señalar, que en la modalidad de viviendas adquiridas con crédito hipotecario (título II), la tasa de
efectividad, favoreció a las mujeres con un 55.3% versus un 49.7%.
Destaca también, lo ocurrido el año 2013, con el título 0 del DS 01, en donde la tasa de efectividad de las
mujeres fue de un 34.5% mientras que los hombres fue de sólo un 13.1%.
Sobre los subsidios para PPPF, se evidencia, que las tasas de efectividad son casi iguales, como asimismo la
relación entre las postulaciones y beneficiarios.
El sistema patriarcal también estuvo presente en la etnia mapuche, pues su estructura social y política antes
de la llegada de los españoles estaba constituida por la familia y por las relaciones entre la familia (RUKA o
RUKACHE), la familia mapuche era amplia y extensa y primaba un patrón de residencia basado en la
patrilocalidad, es decir, donde convivían todos o la mayoría de los descendientes masculinos del padre o jefe
de familia. De esta forma las mujeres adoptaban la residencia de su esposo. El lazo que unía a las distintas
familias era de consanguineidad, los integrantes habían pertenecido al mismo linaje del Lonko, sin embargo,
cada familia conservaba una autonomía territorial, manteniendo muchas veces el patrón de residencia
disperso.
La figura del Lonko representa el liderazgo, se lo podría traducir como cabeza, principal, jefe. Se trata de un
tipo de “jefatura” en que el servicio a los suyos y el prestigio que eso redunda es la base de su mandato y
poder, por lo general ejercido por el mapuche hombre.
Ilustración 83: Número de personas que pertenecen a grupo etnico, desagregado por sexo
500.000
450.000
400.000
350.000
300.000
250.000 Hombres
200.000
150.000 Mujeres
100.000
50.000
0
Pertenece a un grupo No pertenece a un grupo
étnico étnico
78
20.000
18.000
16.000
14.000
12.000
10.000
8.000 Hombres
6.000 Mujeres
4.000
2.000
0
Ilustración 85: POBLACIÓN DE 15 AÑOS O MÁS OCUPADA QUE PERTENECE A UN GRUPO ÉTNICO, POR CATEGORÍA OCUPACIONAL,
SEGÚN SEXO Y GRUPO ÉTNICO
3.000
2.500
2.000
1.500
1.000
500
Hombres Mujeres
79
Los datos son del Instituto Nacional de Estadísticas (Fuente: CENSO 2002)
80
La creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género es una señal clara de la Presidenta Michelle
Bachelet como segundo paso, después de la creación del SERNAM, generando un nuevo despliegue en la
búsqueda de la Equidad de Género de las mujeres tanto en los ámbitos de la autonomía física, económica y
en la toma de decisiones. Sin lugar a dudas, el convertirse en Ministerio permitirá una mejor gobernanza
sistémica del tema de la equidad de género en los distintos territorios regionales. Al dotar esta nueva
entidad ministerial de los recursos físicos, humanos, financieros y logísticos para el tránsito hacia una nueva
equidad de género y garantía de los derechos de las mujeres en nuevo contextos de igualdad en el acceso,
eliminación de barreras y creación de oportunidades para el desarrollo de las necesidades estratégicas de las
mujeres, todo ello en el contexto de toma de consciencia para el cambio cultural patriarcal que ha dominado
las relaciones históricas entre hombres y mujeres.
Para ser efectivo el Plan de Acción de esta agenda de género y el plan regional de igualdad de oportunidades
se requiere insertarlo estas temáticas en el Plan de Gobierno, para ello, el Gobierno Regional presenta
carteras de inversión para superar Inequidades de Género de la Región ante el Gabinete Regional. Una vez
que Gabinete, como Comisión Política de Igualdad y Equidad de Género le da visto bueno a esta cartera se
someterá a la aprobación del Gabinete Regional, bajo el fundamento de que esta cartera obedece a una
estrategia de superación de brechas, barreras e inequidades que afectan las mujeres en familia y empleo y
en la feminización de la pobreza.
81
En pos de mejorar las condiciones de las mujeres, en el ámbito de las necesidades practicas, la Secretaria
Ministerial de Obras públicas ha señalado las siguientes deficiencias:
82
Número de inscritos e inscritas en los registros electorales, equivale al 52% de la población, lo cual es
levemente superior al nacional (48%). Ahora bien, la tasa regional de inscritos sobre la población mayor de
edad es de 77%, siendo 79% la de las mujeres y 75% la de los hombres.
Número total de organizaciones comunitarias con personalidad jurídica vigente durante el año 2007 llegó a
10.555, registrando un alza desde 6.512 en el año 2001, es decir aumentó en un 62%.
Tasa
Sindicalización
6,2
22.477 Sindicalizados
DIRIGENTES/AS SINDICALES DE
ORGANIZACIONES VIGENTES
HOMBRES MUJERES
26%
74%
83
La Secretaria Ministerial de Obras Públicas de la Región del Maule, así como la Secretaria ministerial de
Gobierno ha señalado lo siguiente:
Las directrices de Participaciones Ciudadanas (PAC) del MOP no considera la participación activa de
mujeres y personas con discapacidad, tanto en la convocatoria como en el registro de opiniones
ciudadanas.
Menor participación de las mujeres en las Participaciones Ciudadanas, en horarios de la mañana y a
la salida de la jornada laboral, dada la necesidad de cuidado infantil para facilitar su participación.
La carga cultural de hombres y mujeres que no visualizan la injerencia de las mujeres en la
construcción de obras viales.
Velar por la correcta aplicación, por parte de los consultores y contratistas, de la Participación
Ciudadana.
Los proyectos de edificación patrimonial de la Dirección de Arquitectura, no consideran enfoque de
género, lo que dificulta desarrollar proyectos que apunten a una mayor equidad en su diseño,
considerando el enfoque de género y accesibilidad universal.
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Organizaciones de Agua Potable Rural de la Región del Maule, correspondiente y basado en el “Listado
Referencial de Sistemas de Agua Potable Rural Existentes”, que en la Región del Maule alcanzan a un total
de 267 Sistemas, cuya participación según sexo, arrojó mayor presencia de hombres que mujeres. Sin
embargo, esta brecha se vio incrementada en comparación con el año 2013, donde se logró un 55% en
participación de hombres y un 45% de participación de mujeres ya que en el año 2014 se logró un 61% en
participación de hombres y un 39% de participación de mujeres.
El año 2012 ingresó 37 proyectos, cinco de ellos con “participación ciudadana” asistiendo a las actividades
que involucra este proceso 170 personas, 106 hombres y 64 mujeres. Respecto del año 2013, existió un
incremento de 956 personas 472 hombres y 484 mujeres. Respecto de los y las Observantes, el año 2012
fueron 75, 38 hombres y 37 mujeres. Así el año 2013 fueron 317 Observantes de los cuales casi en una
equivalencia de 158 (hombres) y 159 (mujeres).
Respecto de la información a nivel comunal se puede indicar que en el año 2012 de los proyectos con
participación ciudadana existirían proyectos en las Comunas de Colbún, Parral, Teno, Sagrada Familia y
Maule. En año 2013 las Comunas sería, Yerbas Buenas, Villa Alegre, Talca, Linares, Colbún, San Clemente,
Rio Claro, Pencahue, Maule, Teno y Molina.
120
100
106
80
60
64
40
20
0
Asistentes Hombres Asistentes Mujeres
85
49%
51%
Dadas los resultados de dicha información existiría una participación casi igualitaria de las mujeres en los
procesos de participación ciudadana, tanto a nivel de asistencia a los talleres de capacitación como
encuentros con los titulares de proyectos. Así también para la realización de observaciones ciudadanas en el
marco de la ley de Bases Generales del Medio Ambiente.
En el año 2013 existió una mayor cantidad de proyectos ingresados al SEIA, lo que se vio reflejado también
en un mayor número de Declaraciones de Impacto Ambiental con carga ambiental y con derecho a
participación ciudadana.
La situación cambia con la puesta en marcha del D.S. 40 en diciembre del 2013, estableciendo nuevas
exigencias a los proyectos que son sometidos a evaluación ambiental. Esto se refleja en lo transcurrido del
año en un menor número de proyectos en evaluación y el desistimiento de un gran número de estos.
8 CONCLUSIÓN
Se explica por el índice de masculinidad y la mayor masculinización de los trabajo en el medio rural, lo que
obliga a las mujeres jóvenes a irse a los nichos laborales que ofrece las ciudades cabeceras provinciales en
actividades económicas de servicio y comercio y servicio doméstico.
La masculinización del trabajo agrícola y la falta de oportunidades laborales y educacionales hace que las
mujeres se desplacen hacia los centros más urbanos, ello se evidencia en los análisis de los Índices de
Masculinidad bajos de estos Centros Urbanos(Curicó; Talca; San Javier ; Linares; Parral; Cauquenes y
Constitución) y altos de las comunas rurales más distantes(Curepto 108; Empedrado 105; Pencahue 105; Rio
Claro 105, Vichuquen 104, Licanten 103, hualañe 103 y Pelarco 102).Este hecho evidenciado es la dinámica
que se produce al interior de la Región producto de la desigual distribución territorial de las oportunidades
de desarrollo, en especial para las mujeres en lo que se refiere a sus necesidades estratégicas(Empleo).
El Índice de Inequidad territorial de género, visto desde las dimensiones que las componen, mostró para las
comunas de la región, que las mayores inequidades se daban en las más rurales, en Empleo, en Pobreza y en
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La política pública en relación a género, esta segmentada en grupos atareos específicos y no opera con
visión de transversalidad de género, es decir, cuales son las inequidades que presentan las mujeres de los
distintos grupos atareos específicos común para hombres y mujeres en materia de educación, salud,
empleo, familia y pobreza.
Existe un desconocimiento acerca de lo que realmente se refiere la equidad de género, en general tienen a
confundir la equidad con la igualdad de género, la gran mayoría coincide que los hombres son más reacios a
ingresar a los grupos de adultos mayores, ninguno de ellos menciona que han sido capacitados en temática
de equidad de género, por ello el desconocimiento sobre esto, en general concuerdan que a pesar de existir
poca participación de los hombres dentro de los grupos, la mayoría de las veces ocupan cargos directivos,
esto principalmente ya que las mujeres no quieren asumir esta responsabilidad. Al existir una distorsión de
lo que es equidad de género ellos creen que no debería considerarse esto dentro de la revisión de los
proyectos atribuyendo que son pocos los hombres que están integrados a los grupos, y esto queda de
manifiesto en el análisis estadístico de la distribución por genero de los grupos en la región, donde el 71% de
los integrantes de grupos son mujeres. Existe una marcada desigualdad de género en los grupos de adultos
mayores que postulan a proyectos del FNAM de la región, donde más del 70% de los integrantes de estos
grupos son mujeres y esto tal vez, esta escaza integración de los hombres puede generar efectos negativos
al momento de postular y adjudicarse proyectos los grupos. También se aprecia una marcada tendencia de
mayoría de integrantes de grupos de sectores urbanos de la región sobre aquellos sectores rurales, donde
un 61% de los adultos mayores pertenecientes a grupos son de sectores urbanos.
Ahora bien al realizar un análisis y hacer una comparación de género entre los adultos mayores se áreas
rurales y urbanas se puede ver que en áreas rurales existe una mayor igualdad de género que entre los
adultos mayores de áreas urbanas, ya que en áreas rurales la relación de integración es de 61% mujeres y
39% hombres, que es mayor a la relación si se compara al total tanto de urbanos como rurales donde es de
71% de mujeres y 29% de hombres. Esto se agudiza más aun en las áreas urbanas donde la relación de
87
8.5.1 EMPLEABILIDAD:
Se plantea desde las comunas (San Javier, Rio Claro y San Rafael) que los jóvenes en general se encuentran
una realidad muy complicada al salir de los establecimientos de educación media. De esta manera las
comunas funcionan solo como dormitorio, los jóvenes no encuentran trabajo en sus realidades comunales;
su única fuente laboral es ser temporeros, lo cual no permite que estos se desarrollen integralmente en el
mundo laboral; de lo contrario emigran hacia el norte, lo cual les ofrece más posibilidades monetarias.
Quienes son estudiantes se quejan por la precariedad de las prácticas profesionales, en donde no existe una
remuneración que permita una mejor calidad de vida, muchas veces son explotados por sus centros de
práctica.
De igual manera sucede con quienes prestan servicios sin contrato, por ejemplo con los jóvenes que
trabajan de empaque, ellos no tienen ninguna garantía en cuanto a derechos, no poseen siquiera el derecho
a silla para descansar y muchas veces hasta deben cancelar sumas de dinero para poder asegurar un turno,
el supermercado o empresa contratante no paga por turno, incluso deben comprar sus materiales de
trabajo, lo que es considerado impresentable.
Sería importante trabajar en la capacitación de jóvenes, en donde puedan aprender oficios acorde a la
oferta del mercado laboral, y entregarle sentido a las funciones que desempeñen o que sea generado desde
las comunas para que estos jóvenes continúen en su comuna de origen y no tengan que emigrar.
Es importante entregar una oferta más atractiva a los jóvenes, que sea más participativa como una bolsa de
trabajo en donde se pueda acceder de manera expedita a trabajos, que esté relacionado con las redes
sociales, que entregue información a la vez debido a que los jóvenes están muy desinformados, es
fundamental que esta bolsa potenciara los derechos laborales de los jóvenes y prestara apoyo en esa área.
8.5.2 GÉNERO:
Existe profunda desigualdad en las contrataciones y muchas veces existe miedo de contratar a jóvenes, ya
que representan inestabilidad, las mujeres están en periodo fértil y por ende son un riesgo para quien
contrata, por ende se prefiere no contratar mujeres.
Aunque las brechas de desigualdad han descendido, se visualizan diferencias aun en cuanto a la
empleabilidad y el género.
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8.5.4 MOTIVACIÓN:
Dentro de las motivaciones se destaca el mejoramiento de la calidad de vida, aportar en sus hogares, pagar
sus estudios y gastos personales. Se resalta que en la actualidad no existe un modelo dentro de la juventud
que incentive o motive la situación laboral, muchas veces debido a desmotivaciones personales, prefieren
no trabajar.
8.5.5 EMPODERAMIENTO:
Se analiza la situación y es necesario fomentar el empoderamiento en los jóvenes, con talleres que estén
enfocados directamente a ellos, no solo en juntas de vecinos o en Talca, sino que en toda la región
(incluyendo sectores rurales), se necesita una renovación que puede ser articulada a través del
empoderamiento.
Para esto será necesario capacitar, informar y abrir espacios a los jóvenes, que permita darles a conocer lo
importante que es su aporte, se entrega el ejemplo de una ONG que logro constituirse en San Javier con
mucho esfuerzo de las juventudes de dicha comuna.
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