La batalla que viene.

Por David Cilia Olmos

Concluyó el proceso de selección de quienes representarán a las principales fuerzas políticas en la

contienda electoral de junio de 2024 en México, para decirlo en términos simples: la derecha y la
izquierda.

Aunque los medios masivos de la burguesía han hecho bastante escandalo en torno a los
candidatos, es un hecho que, quedara la persona que quedara por parte de la alianza PRIAN-RD,
será derrotada por quien quiera que fuera el candidato del Movimiento de Renovación Nacional.

La definición de ambas candidaturas, en este caso Xochitl Gálvez por parte de la derecha y Claudia
Sheinbaum por la izquierda, no cambia en absoluto la correlación entre las dos fuerzas que se
enfrentan desde ya, por la presidencia de México en 2024. ¿Qué podría impedir, en términos de
un procedimiento electoral, ajustado a las leyes, que Morena se quedará con la presidencia de la
República en junio de 2024?

NADA.

Nada puede impedir que por la vía y los procedimientos electorales establecidos legalmente en
este país Claudia Sheinbaum sea la próxima presidenta de México. Y eso es precisamente lo que
hace sumamente peligroso el momento actual.

Y es que la derecha, la reacción, los imbéciles de los medios masivos de comunicación, saben
perfectamente que la elección de junio de 2024 ya la perdieron, y si aún hacen aspavientos, no es
porque no estén convencidos de esa verdad, sino porque es parte de creen es su ser: la oligarquía
nunca pierde, y si pierde arrebata.

Por eso se acercan a momentos difíciles, la oligarquía, la derecha ya no trata de convencer, la

cantidad de imbéciles políticos en nuestro país es un numero determinado, son tantos cuanto son
y no crecerán más (por mucho que ellos tengan los medios de comunicación a su casi total
disposición) y está demostrado que ese número de enajenados por la oligarquía no supera la
cantidad de gente del pueblo que quiere que sigan los cambios.

¿Entonces?

Entonces en este año tratarán de convertir este país en un infierno, tratarán a toda costa de
sabotear toda acción de gobierno, porque les urge que este país esté en bancarrota, que nada
funcione bien, que siga teniendo “éxitos” el crimen organizado, para así “demostrar” que el país se
fue al carajo y que se necesita que ellos: Xochitl, Claudio X. González, el enfermo mental de
Vicente Fox, Salinas de Gortarí, en fin, el PRI, el PAN y los traidores del PRD regresen al poder.

Para ellos todo se vale, empezando por mentir descaradamente en sus medios de comunicación y
por faltarle al respeto a todos los mexicanos y a su presidente, pero incluso el magnicidio no está
descartado, por eso pusieron una candidata presidencial descartable, desechable, prescindible,
porque como lo demostraron los principales perros de presa de la televisión de la oligarquía,
incluso no descartaban el asesinato, para poder echar la culpa al presidente y generar un caos en
el país, total, si la gelatinera moría, como ella misma dice, no era ni del PRI, ni del PAN. Eso explica
porque esta burguesa de bajos vuelo quedó como candidata y no Claudio X, o Gustavo de Hoyos, o
el Jefe Diego, ellos están dispuestos “a todo” con tal de quitar al Presidente Andrés Manuel López
Obrador, pero no son tan tontos como para auto sacrificarse con tal de echarle la culpa.

Lo que podría impedir que el cambio social siga y que gane la presidencia Claudia Sheinbaum es
que estos malditos de la oligarquía logren hacer de este país un desastre.

Por eso, los que en algún momento militamos, y que no nos arrepentido de ello, en el movimiento
armado socialista en México, tenemos no solo algo que decir, algo que opinar, sino también algo
que hacer.

La lucha del pueblo mexicano, en contra de la oligarquía logró en 2018 imponer un rumbo
diferente al país, no que se acabara la explotación del hombre por el hombre, pero si que los
sicarios dejaran de gobernar la presidencia de México. El pueblo de México lo ha logrado
básicamente a partir de sus propias fuerzas, nosotros, como parte de este, hemos también
brindado nuestro grano de arena para este logro, aunque el principal logro lo han dado nuestros
camaradas caídos en combate, asesinados cobardemente y desaparecidos, al demostrar que el
PRI-Gobierno no era invencible.

Hoy podemos ver estos frutos, por primera vez el partido de los sicarios el PRI ni siquiera postuló
candidato a la presidencia, junto con e PAN y el PRD tuvieron que nombrar a una estafadora,
supuestamente sin partido, para que de la cara por ellos. El PRD, el partido que se apropió para su
careta, indebidamente, del heroísmo de la lucha de izquierda en México, y que propiamente ganó
las elecciones presidenciales en 2006 (aunque no se lo reconocieron) le quedan unos cuantos
meses de vida, porque está a punto de desaparecer ya que todo hace ver que no juntará el 2%
para seguir existiendo como partido registrado. Mientras, el PAN lucha desesperadamente para
que el MC no lance su propio candidato y divida el exiguo voto de la derecha, de la reacción.

Es por tanto importante que entendamos que la lucha que un día iniciamos, o a la que en algún
momento nos sumamos, por la transformación revolucionaria de la sociedad aun no termina y que
tenemos que hacer mucho más que sentarnos a ver como pasa el cortejo fúnebre de la burguesía.

Y eso de lo que significa “mucho más”, cada cual lo decide, lo cierto es que hoy nuevamente el
pueblo nos necesita.

Vamos con el pueblo, siempre con el pueblo, es la única forma de avanzar hacia la transformación
revolucionaria de la sociedad.

David Cilia Olmos