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Aprendizaxe

Curso 2021/2022

Informe trabajo de grupo

El aprendizaje está “ahí fuera”. Situaciones de


aprendizaje de la vida diaria.

Ignacio Boado Brenlla


Airela Bouzas Seoane
Carla Buceta Villaverde
Claudia Buján Diéguez
Antía Caamaño Iglesias
Alba Caamaño Pérez
Lucía Campos Pérez
Bridget Marie Capellán Rodríguez
ÍNDICE

1.- Introducción

2.- Descripción del caso o máis detallada posible

3.- Análisis del caso

3.1.- Qué se aprendió

3.2.- Condiciones que dieron lugar a ese aprendizaje en este caso

3.2.- Mecanismos que hicieron posible que en este caso se produjera ese resultado

4.- Conclusiones
1.- INTRODUCCIÓN

En primer lugar, podríamos definir el feminismo como un sistema de ideas que, a


partir del estudio y análisis de la condición de la mujer en todos los órdenes (familia,
educación, política, trabajo, etc.) pretende transformar las relaciones basadas en la asimetría,
mediante una acción movilizadora.

El feminismo ha sido una corriente que ha discurrido a lo largo de casi tres siglos de
historia intentando conseguir la ansiada igualdad entre hombres y mujeres. En esta historia
podríamos reconocer cuatro momentos clave para el movimiento: los inicios del movimiento
feminista, las sufragistas, la tercera ola y el feminismo del S.XXI.

La autora que es considerada como la precursora del feminismo es Olimpia de


Gouges, que escribió la “Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana” (1791)
como réplica al libro homónimo que se escribió tras la Revolución Francesa y que recogía los
deberes y derechos de los ciudadanos pero no incluía en ellos a las mujeres. Otra autora clave
de esta época es Mary Wollstonecraft, que en 1892 escribe su libro “Vindicación de los
derechos de las mujeres” en el que plantea demandas inusitadas para la época: igualdad de
derechos civiles, políticos, laborales y educativos, y derecho al divorcio como libre decisión
de las partes.

Tras esta primera etapa, se inició el movimiento sufragista en Inglaterra y Estados


Unidos. Es entonces cuando el feminismo pasa de ser una simple corriente ideológica para
pasar a la acción popular. El principal objetivo de este movimiento fue el de conquistar el
derecho a sufragio femenino, a partir del cual se creía que se conquistarían el resto de
consignas. Este movimiento sufragista tiene como principales líderes a Elizabeth Candy
Stanton, Emmiline Pankhurst o Lucretia Mott. Tras años de lucha se fue consiguiendo
progresivamente y a lo largo del mundo el derecho a voto femenino (en Inglaterra, por
ejemplo, se logró en el 1918 y en EEUU en el 1920).

Tras estos acontecimeintos, se inicia la tercera ola de feminismo o “neofeminismo”,


que nace a raíz del libro “El segundo sexo” (1949) escrito por la que seguramente sea la
autora más conocida del movimiento feminista: Simone de Beauvoir. En este libro y con su
famosa frase “no se nace mujer, se llega a serlo” nos está diciendo que lo que define a la
mujer no es su sexo ni sus genitales o siquiera la posibilidad de tener un hijo, sino una serie
de roles y estereotipos culturales que se esperan y asumen de la mujer. Esta tercera ola
también hace mayor hincapié en el concepto del patriarcado, y en definitiva se ajusta a la
época, en la que se encuadran muchos movimientos sociales que abogaban por un cambio en
el paradigma social y cultural.

Por último, cabe hablar de los feminismos del siglo XXI. Tras la consecución del voto
de la mujer en la mayor parte del mundo, y de una relativa igualdad ante la ley en la mayor
parte del mundo desarrollado, surgen en el siglo XXI, historias de mujeres que propugnan
que el modelo de mujer blanca no es acorde a todas la realidades, y que una mujer negra
también sufre de discriminación por el hecho de ser negra (es lo que se llama
interseccionalidad).

En este contexto de comunicación global y masivo flujo de información, no podemos


hablar de una única corriente feminista, sino que surgen disparidad de opiniones dentro del
propio movimiento y así nos encontramos a día de hoy difentes corrientes feministas como
por ejemplo: el feminismo liberal, el feminismo radical, feminismo negro, feminismo
trans-radical, etc.

El feminismo, pese a ser un movimiento con una larga trayectoria, a día de hoy es un
tema muy en voga. Ayne Roman nos muestra un proceso con el que muchas personas y, en
especial, mujeres, se pueden sentir identificadas. Ilustra su transición desde una situación de
rechazo a otra de identificación y de lucha activa. Puede resultar curioso conocer su historia
por el hecho de que, generalmente, no es una evolución acerca de la que tengamos mucha
información, pues de este proceso no existen muchos testimonios.

Los motivos principales que nos llevaron a escoger este tema han sido la
identificación con el caso y la cercanía con el proceso mencionado. Como ya sabemos, pese a
que numerosas personas se pueden sentir identificadas con el caso de Ayne y han podido
llevar a cabo un proceso parecido, la información que existe sobre la transformación es
escasa. Su caso es perfecto para ilustrar una realidad común o habitual de la que, sin
embargo, no se escucha hablar. Por otra parte, debido a la creciente popularidad del
feminismo, vemos este movimiento como algo sumamente cercano y que forma parte de
nuestra vida diaria. Se trata de una lucha con inmensidad de adeptos, de la que recibimos
información a diario por múltiples medios y con una muy potente carga social reivindicativa.
Consideramos, pues, que este caso concreto puede ayudarnos a entender el proceso de
aprendizaje que Ayne ha llevado a cabo, lo cual haremos analizando el caso teniendo en
cuenta qué aprendió, las condiciones que lo produjeron y los mecanismos que facilitaron ese
resultado.

2.- DESCRIPCIÓN DEL CASO

El caso que vamos a tratar es el de Ayme Roman, una youtuber y blogger cuyo canal
nace hace cinco años, en el que habla sobre feminismo, el colectivo LGTB o cuenta asuntos
de su vida personal, como pueden ser anécdotas o rutinas diarias. Concretamente vamos a
hablar de su primer vídeo de YouTube, publicado el 16 de agosto de 2016, titulado “Cómo y
por qué me volví feminista (pequeña introducción)”, que trata sobre su proceso de
aprendizaje dentro del feminismo. En este cuenta cómo ella era desconocedora del tema en
profundidad y que tres o cuatro años antes no se consideraba feminista, pero tampoco era
contraria al movimiento. El contenido del vídeo nos acerca al inicio de su nueva
identificación: nos cuenta cómo empezó a interesarse por el tema y como se fue formando
poco a poco hasta el día de hoy.
En la grabación nos habla sobre todo acerca del proceso que atravesó desde su
perspectiva anterior (creyendo que apoyar el movimiento podía llegar a significar marcar más
las diferencias entre hombres y mujeres o que las feministas del pasado eran las realmente
importantes porque defendían una causa real) hasta que empezó a leer las obras de feministas
de las distintas olas, a informarse sin centrarse en testimonios secundarios o tópicos de la
sociedad. No fue hasta que se adentró en el mundo del feminismo cuando alejó esa hostilidad
y decidió dedicar su canal de YouTube a informar sobre el tema a personas que hayan estado
en la misma situación que ella. Una cuestión que aclara desde el comienzo del vídeo es que
ella nunca odió el movimiento ni fue contraria a él, pero si tenía prejuicios sobre él y pensaba
que ya no era necesario y que se estaba yendo de las manos al traerlo hasta épocas tan
modernas en las que, según pensaba en aquel entonces, ya había una igualdad.
Su cambio de mentalidad nació a raíz de diversas situaciones que se le fueron
presentando, donde notaba la desigualdad de la que hablaban las feministas, junto con
conversaciones con personas que ya eran feministas en aquel momento, que le hicieron
replantearse si realmente estaba en lo correcto o si sabía lo que significaba el movimiento. A
partir de ahí fue cuando surgió su interés en profundizar dentro de las diversas obras de las
autoras más representativas del movimiento, las tesis psicológicas y los diferentes estudios
que trataban el tema en profundidad.

A día de hoy, Ayme es estudiante de filosofía y sigue centrada en el movimiento


feminista. Está especialmente implicada en cuestiones como la crítica de género y
movimientos como el feminismo político/radical (RadFem) y el Nuevo Ateísmo. Además
también se ha dedicado al mundo del espectáculo, ejerciendo de actriz de teatro y televisión,
vocalista y letrista en grupos de metal alternativo y modelo.

3.- ANÁLISIS DEL CASO

3.1.- Qué se aprendió?

Ayme Roman nos habla de cómo pasó de ver el feminismo como algo hostil y
obsoleto, que perpetuaba las diferencias entre hombres y mujeres, a un movimiento
totalmente necesario en la actualidad. Nos cuenta sus antiguas creencias de que el feminismo
"real" era el que se popularizó en el siglo XIX gracias a las sufragistas, y que el actual
realmente no tenía ningún propósito de importancia, ya que las notorias desigualdades que
existían entre hombres y mujeres ya se habían tratado. Por estas razones, declara que por
aquel entonces el nombre del movimiento debería ser "igualismo", "humanismo" o
"personismo".

Posteriormente, en 2013, se da cuenta de que su discurso estaba basado en


desinformación y tópicos, puesto que nunca había leído sobre feminismo ni tenido alguna
figura de referencia. Cuando empezó a adentrarse en el movimiento, se dió cuenta de que sus
propósitos eran mucho más revolucionarios de lo que pensaba, con un discurso que se
apoyaba en la realidad material del día a día. También reflexionó sobre el funcionamiento de
los sesgos de género (por ejemplo: el techo de cristal, requisitos laborales o educación...) y
cómo tendemos inconscientemente a normalizar situaciones cotidianas de desigualdad.

Por tanto, tras este proceso de aprendizaje acerca del feminismo, hoy en día es
consciente de que la necesidad de esta lucha trasciende a combatir desde las diferentes
instituciones patriarcales, hasta lo más inconsciente como es la visión androcentrista que
tiene la sociedad, en la que la mujer solo se valora en tanto que afecta al hombre.

3.2.- Condiciones que dieron lugar a ese aprendizaje

Ayme Roman tenía una opinión negativa acerca del feminismo actual y creía estar un
paso por delante de las personas que se encuentran a favor, pero su discurso estaba basado en
una gran desinformación. Sus ideas estaban formadas a base de tópicos e información de
medios de comunicación, nunca había leído autoras feministas ni escuchado ningún
testimonio. El aprendizaje son cambios como resultado de la experiencia y los conocimientos
que ella tenía sobre el feminismo no eran aprendidos, eran adquiridos directamente del
medio, de fuentes secundarias.

La youtuber se inició en un proceso de búsqueda de información sobre el tema


empleando la experiencia directa. Empezó a leer autoras y blogs feministas y desde una
perspectiva crítica fue hallando cada vez más cosas acordes a su forma de pensar. A medida
que contrastaba más información, se mostraba más a favor de las ideas de este movimiento y
se dio cuenta que sus planteamientos eran muy coherentes y reflejaban la realidad, pues
también leyó testimonios.

El aprendizaje fue explícito porque tenía una intención de aprender y era consciente
de que lo estaba haciendo. Las condiciones del sujeto que dan lugar al aprendizaje son la
atención, la motivación y las emociones. En este caso, se produce atención porque a medida
que realiza las lecturas de feministas o testimonios, va creando sus propias ideas y
modificando las opiniones que tiene sobre el movimiento, por lo que necesita estar muy
atenta. Además se dio cuenta que tenía conocimientos contrarios a los que reflejan la
realidad, como pensar que las feministas de antes eran más dóciles, cuando en realidad eran
mucho más radicales.

En cuanto a la motivación, la youtuber tenía una meta clara: conocer la realidad del
feminismo y formar sus propias ideas. A medida que veía que los textos de las feministas
mostraban ideas acordes con su opinión, sentía más ánimos para seguir informándose.

Por último, en cuanto a las emociones, a medida que se iba informando, estaba
aprendiendo, se estaba nutriendo de información y conocimientos mucho más valiosos a los
que tenía. Sentía interés y muchas otras emociones positivas, aunque también sentía rabia por
la imagen caricaturizada que tenía sobre el feminismo y por muchas de las situaciones
cotidianas en que se producen desigualdades, porque lo que siempre prima es el
androcentrismo.
3.3.- Mecanismos utilizados

Para que tuviera lugar este proceso de aprendizaje, han tenido lugar una serie de
mecanismos a través de la experiencia, la interacción y la experimentación del sujeto. La gran
mayoría de los mecanismos utilizados en este caso son de aprendizaje explícito, por
comprensión-construcción, aunque también hay un proceso de deconstrucción del previo
aprendizaje implícito por asociación.

Principalmente, los mecanismos de aprendizaje en este caso giran alrededor de tres


ejes fundamentales: la toma de conciencia (darse cuenta de lo que sucede), la comprensión
(de cómo y por qué sucede lo que sucede) y el proceso de romper con ciertas asociaciones
automáticas implícitas en la sociedad.

Comenzaremos por el proceso de deconstrucción de este aprendizaje implícito que


todo el mundo ha construído a lo largo de su crecimiento y que es parte de la sociedad actual.
Ella misma alega que no fue hasta 2013 cuando se dio cuenta de que toda su postura anterior
respecto al feminismo estaba basada en “topicazos, “clichés”, en una “imagen
caricaturizada”; en su mente las feministas eran “mujeres histéricas que estaban resentidas
con los hombres”, incluso dice: “en mi mente feminismo era Sexo en Nueva York”.

Para romper con todas estas asociaciones han tenido lugar una serie de procesos de
deconstrucción de estos pensamientos implícitos que han tenido mucho que ver con la
exposición de Ayme a experiencias y situaciones de desigualdad e injusticia social en su día
a día, además de verse expuesta a información sobre el tema por parte de personas que tenían
una perspectiva del movimiento feminista desde el interior de este. Fue esto lo que hizo que
Ayme comenzase a tener interés en el tema y empezara a plantearse si realmente su postura
ante él era tan acertada y madura como ella creía.

Para empezar, Ayme ha tenido que romper con los mecanismos de socialización de la
cultura de género, es decir, durante el proceso de socialización las personas interiorizamos los
mandatos y estereotipos de género propios de nuestra cultura. Es a partir de una
autocategorización del propio sexo que las personas iniciamos la construcción activa de la
manera de entender nuestro entorno, lo que nos llevará a identificarnos en un primer
momento con aquello análogo a nuestro yo, con aquello propio, según la cultura que nos
rodea, de la categoría sexual en la que hemos nacido. Esta construcción rígida y dicotómica
del género constituye una fuente de expectativas, mitos y creencias sobre uno mismo y el otro
que poco o nada tienen que ver con la libertad y la aceptación. Es necesario tomar conciencia
del peso que el mandato de género ejerce sobre nosotros, liberarnos de su influencia y
legitimarnos para ser autónomos y tomar decisiones sin que la cultura de la sociedad las tome
por nosotros. Como Ayme da a entender en el vídeo, el feminismo implica la superación de
una educación entendida como transmisión y reproducción de desigualdades y la educación
en este ámbito supone “despertar” o ayudar a que las personas “despierten” y vean la
realidad, de modo que esta no decida quienes son y no los oprima ni se derrumbe sobre ellos.
Otra parte muy importante de esta deconstrucción es la de visibilizar su propia
posición en la estructura social, la teoría feminista pone al descubierto todas aquellas
estructuras y mecanismos ideológicos que reproducen la discriminación o exclusión de las
mujeres de los diferentes ámbitos de la sociedad, Ayme dice que cuando hay un pequeño
progreso feminista la gente (ella antiguamente incluída) tiene la sensación de que existe una
discriminación positiva o que la antigua clase dominante está empezando a ser perseguida,
pero todo esto son ilusiones o engaños, aunque tienes que darte cuenta de que lo son, porque
si no entiendes como funcionan estas estructuras y relaciones de poder no puedes entender
del todo la razón de ser del feminismo. Es imposible tener una mirada feminista y aprender
sobre ese movimiento sin visualizar la posición de la mujer y sin darse cuenta de la existencia
de una estructura social en la que los hombres ocupan una posición hegemónica en todos los
ámbitos de la sociedad.

Por último, aunque también relacionado con los dos puntos anteriores, destaca la
necesidad de visibilizar y deconstruir los imaginarios patriarcales y sus mecanismos de
normalización: en las representaciones sociales y ya en las bases mismas de la comunicación,
incluso en la estructuración del lenguaje subyacen factores ideológicos y dominantes, por lo
que las interrelaciones sociales están cargadas de representaciones ideológicas que
naturalizan las asimetrías entre los dos géneros. La importancia de estos factores es que estos
condicionan la vida del sujeto en sociedad a través del dominio de los simbólico y sostienen
representaciones que se convierten en violencia contra la libertad del individuo, por eso es
importante para cualquier aprendiz sobre esta rama visibilizar todo esto, pues estas
representaciones simbólicas tienen una eficacia abrumadora que hace que el sujeto se valga
de ellas para autorrepresentarse y autoubicarse en el mundo. Además, los medios de
comunicación funcionan como socializadores de representaciones de dominación patriarcal,
sobre todo a través de las mujeres estereotipadas que se ven en la publicidad (emocionales,
afectivas, tiernas, delicadas, dependientes, inseguras…). Pero, dejando la publicidad de lado,
los medios de comunicación no son vehículos neutrales de información, sino que están
cargados de intencionalidad e ideología, portan representaciones sociales basadas en pilares
sexistas, en el que las mujeres son un producto más puesto a la venta. Todo esto es
especialmente peligroso porque, cada vez más, los medios de comunicación ocupan un rol
central en el desarrollo de la cultura y de la sociedad, y todo el mundo está expuesto a ellos
actualmente, por eso es tan importante darse cuenta de esta influencia y deconstruir todas
estas ideas. Ayme menciona en el video que todo lo que creía saber antes sobre feminismo
venía de fuentes secundarias, y que los medios suelen quedarse siempre con una versión
reduccionista, superficial, hedonista, consumista, autocomplaciente, hipócrita, etc. del
feminismo.

Por otro lado, dentro del aprendizaje explícito tienen lugar una serie de procesos que
facilitan el aprendizaje y hacen posible llevarlo a cabo. Uno de ellos es la toma de conciencia,
el cual para Ayme Roman comenzó en 2013, cuando se dio cuenta de que su forma de pensar
estaba basada en desinformación y tópicos y a partir de ese momento estuvo acompañado de
la voluntad de cambio. Estos procesos se transformaron en búsqueda de información de
gente experta y bien conocedora del tema, tales como grandes autoras del feminismo o
testimonios de supervivientes de abusos y maltratos. Ayme se sumergió en el mundo del
feminismo con la mente abierta y la intención de aprender y leyó obras de grandes feministas
que le ayudaron a darse cuenta de lo que es en realidad el feminismo y de en qué consiste este
exactamente y de lo que es en realidad el machismo. También se dio cuenta de que lo que ella
antes veía como revanchismo, en realidad tenía detrás toda una corriente de pensamiento, una
teoría y un discurso que se apoyan en hechos y acontecimientos. Encontrarse con esta
información le ayudó a darse cuenta de lo equivocada que estaba con respecto al feminismo y
lo que decían las mujeres, que ella antes consideraba unas histéricas y exageradas, era
coherente y tenía sentido. Todo esto que fue aprendiendo le ayudó a darse cuenta de pequeñas
cosas del día a día que antes consideraba normales pero que en realidad eran situaciones de
desigualdad.

Como podemos apreciar, Ayme pasó por varios procesos a la hora de cambiar su
forma de pensar y aprender sobre el feminismo, siendo el primero de ellos la toma de
conciencia que, dicho muy sencillo, consiste en un mecanismo de reconstrucción en el cual se
transfiere información de un plano inferior (inconsciente y/ automático) a un plano superior
(consciente). Se trata de lograr una conceptualización, pasar de la acción a la representación.
Este proceso estuvo acompañado de la voluntad de cambio, que consiste en saber y decidir lo
que queremos y, a partir de ahí, elegir y seguir un camino para lograrlo.

Este aprendizaje tuvo lugar gracias a que Ayme rompió con todas las asociaciones
implícitas y los pensamientos impuestos por la sociedad, lo que la llevó a comprender por qué
pensaba así y por qué no había cambiado antes. Es decir, como ella dice en el vídeo, ella
pensaba de esa forma y no de otra distinta porque no tenía ningún referente feminista, toda la
información que ella tenía le llegaba de fuentes que no estaban bien informadas sobre el tema
y cuya opinión tampoco estaba bien fundamentada.

4.- CONCLUSIONES

En resumen, como bien hemos visto a lo largo del informe, Ayme nos muestra un
claro ejemplo de cómo el aprendizaje se da de muchas formas y en cualquier momento de
nuestro desarrollo con respecto a cualquier tema. Ella necesitó deconstruir el aprendizaje
implícito que había recibido a lo largo de su vida por parte de la sociedad y cultura que la
rodeaba ,sobre la posición de la mujer y los supuestos avances que se habían hecho, para
poder aprender de forma abierta y libre de prejuicios todo lo que era, por qué era necesario y
realmente qué había tras el feminismo. Esta toma de conciencia es el inicio del denominado
aprendizaje explícito que se da gracias a las condiciones necesarias: la atención, gracias a que
se informa del tema y se da cuenta de hechos perfectamente contrastables; motivación, una
vez que se da cuenta de su ignorancia sobre el tema o más bien su idea errónea sobre este, se
siente motivada a seguir investigando y aprendiendo y por último emoción, asumimos que
por el hecho de ser consciente de todo lo que tenía ante sus ojos y no era capaz de ver.
El caso de Ayme nos pareció digno de comentar ya que no es ni la primera ni la
última que ha pasado o posiblemente pasará por este proceso con respecto al feminismo,
como menciona en el video, tenemos la idea intrínseca de qué es algo exagerado y tal vez
innecesario, incluso muchas personas tienen la idea errónea de pensar que por su
denominación podría ser el opuesto del machismo, siendo esto totalmente equivocado, de
hecho ella explica brevemente lo que significan estos conceptos, tanto machismo como
hembrismo y como no, lo que es el feminismo.

5.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

https://institutgoma.com/articulos/genero-libertad/

http://blog.pucp.edu.pe/blog/SusanaFrisancho/2010/09/16/piaget-y-la-toma-de-conciencia/

https://happymente.com/es/981-la-voluntad-de-cambio

Torres, L. L. (2017). Interiorización de los estereotipos de género en la sociedad argentina y

el ideal de belleza en los mensajes publicitarios: Estudio transversal en 4 rangos de edad que

abarca de los 18 a los 49 años [Http://purl.org/dc/dcmitype/Text, Universidad Complutense

de Madrid]. https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=151492

Martin, I. M. (2016). Construcción de una pedagogía feminista para una ciudadanía

transformadora y contra-hegemónica. Foro de Educación, 14(20), 129-151.

https://doi.org/10.14516/fde.2016.014.020.008

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