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FACULTAD DE CONTADURÍA PÚBLICA Y ADMINISTRACIÓN

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

CULTURA DE GÉNERO

1.3 EVIDENCIA DE APRENDIZAJE: GUIÓN SOBRE “LA


CONSTRUCCIÓN DE LO MASCULINO Y LO FEMENINO”

EQUIPO 1 GRUPO 2DI


Docente: Debany Paola Quintero García

Marisa Antrea González Sales 204619


Melany Alessandra Martinez Sagastegui 1896528
Carolina Miranda Cano Rodríguez 2134111
Daniela Domínguez Núñez 2048220
Lilia Estela Siller Montemayor 2134133
Guión “La construcción de lo masculino y lo femenino”.

Entrevistador: Buenas tardes el día de hoy nos encontramos con Isabel Montoya
Dominguez, una historiadora ampliamente conocida por sus trabajos sobre Historia
de las Mujeres.

Entrevistada: Buenas tardes, gracias por invitarme a su podcast.

Entrevistador: Mucho gusto, comenzaremos con las preguntas. ¿Cuál cree que ha
sido el mayor aporte del feminismo (o feminismos) a la Historia contemporánea?

Entrevistada: La construcción de los Estudios sobre las mujeres, y de Historia, en


particular, está ligada a lo que se ha denominado Tercera Ola del Feminismo, que,
desde finales de los sesenta, renacería en Europa y América, con tiempos distintos
según las coyunturas de los distintos países.

Entrevistador: Al pensar en su nombre y en su trayectoria académica es inevitable


cuestionarse por la Historia de las Mujeres. Me gustaría que nos contara cómo
surgió esta corriente, y usted cómo se vincula a ella desde lo personal y lo
académico.

Entrevistada: El cuestionamiento de la invisibilidad de las mujeres en los libros de


Historia era previsible en el ambiente intelectual que acabo de describir ¿Qué
hicieron las mujeres en el pasado? ¿Cuál fue su historia? ¿Por qué los libros de
historia no recogen las acciones o las vidas de las mujeres? Nuestra respuesta
inmediata sería hacer visibles a las mujeres singulares, heroínas que añadir a la
gran galería de personajes masculinos. Pero para las historiadoras que
comenzarían a escribir esta historia, avanzados los años setenta, no se trataba
tanto de hacer la historia de las figuras excepcionales del pasado como de
comprender la totalidad del colectivo femenino y explicar sus particularidades y
diferencias con el masculino. En los primeros estudios se pondría el acento en la
diferencia de las mujeres, cuya especificidad se quería conocer; así, se privilegiaron
los temas del trabajo, la vida diaria, las prácticas sociales o el pensamiento de las
mujeres, señalando lo que el colectivo femenino tenía de específico y diferente,
respecto del colectivo masculino.

Entrevistador: En estos años, los cambios y el avance hacia la igualdad han


sido evidentes para las mujeres. ¿Y en los hombres? ¿Hay cambios? ¿Dónde
hay que situarles en este camino?

Entrevistada: En mi opinión, las actitudes y los hábitos de los hombres han


cambiado poco en estos años, y, desgraciadamente, la presencia de hombres
que luchan por la igualdad es escasa en los debates públicos, en las charlas
sobre igualdad y en espacios en los que aparecen mayoritariamente las
mujeres. Se podría decir que hay cambios, sí, pero son individuales y tienen
poco eco en la sociedad. Pocos hombres denuncian el machismo cotidiano
en el trabajo, en el deporte, en los medios de comunicación…, y muy pocos
hombres se suman todavía a los permisos para el cuidado de la prole, a las
bajas por paternidad o a las reducciones de jornada para cuidar a las
personas mayores o dependientes. La conciliación de la vida laboral y familiar
sigue siendo un tema casi exclusivo de las mujeres.

Entrevistador: En relación a la gente joven, ¿cuál es vuestra apreciación


sobre las nuevas generaciones de chicas y chicos jóvenes?

Entrevistada: Creo que, en general, las jóvenes viven “la fantasía de la


igualdad”. El tema de la discriminación de las mujeres les parece cosa del
pasado, y el feminismo, algo caduco. No se dan cuenta de la discriminación
existente, ya que es más sutil que en épocas pasadas. Por ejemplo, cuando
observan un caso de violencia de género, no creen que se deba a un
problema estructural, sino que lo consideran un problema de pareja. Creen
que existe la discriminación, sí, pero en otros países, no en el suyo. Aunque
quizás no se pueda generalizar, porque también hay jóvenes que son críticas
con el sistema y luchan para cambiarlo. Eso sí, a la hora de organizarse,
prefieren grupos mixtos a militar en el movimiento feminista.

Entrevistador: En relación al futuro, ¿cuáles son los retos del feminismo?


¿Por dónde van los debates y cuáles son los aspectos más importantes en
los próximos años?

Entrevistada: La historia nos ha demostrado que los retrocesos son posibles,


y ahora lo estamos observando aquí: después de épocas de avance, han
venido tiempos de reacción. Así que el primer reto es seguir estando
vigilantes para que no se produzca ningún retroceso.

En cuanto a la lucha feminista mundial, los ejes fundamentales son, sin duda,
la violencia machista y la pobreza (el 70% de las personas bajo el umbral de
la pobreza son mujeres y la brecha entre hombres y mujeres sigue
ampliándose). Como nuevo reto, está otra forma de entender la globalización
y las desigualdades entre las mujeres. En este sentido, y relacionado con la
inmigración, uno de los debates actuales es el del multiculturalismo, donde el
feminismo tiene más de una postura. También hay diferencias dentro del
feminismo en el tema de la prostitución, entre quienes apuestan por un
modelo regulacionista y quienes abogan por la abolición. Además, la
aparición de los nuevos feminismos y su cuestionamiento de determinada
manera de entender la identidad femenina (criticando que el feminismo,
llamémosle clásico, no ha tenido en cuenta las diferencias entre mujeres y ha
considerado que las “mujeres” son las blancas, occidentales, heterosexuales
y de clase media) está reestructurando el mapa feminista. Así que el
movimiento feminista contemporáneo tiene como principal desafío en los
próximos años cómo articular la lucha entre los distintos grupos y corrientes
feministas. También cómo coordinarse con otros movimientos sociales y
cómo introducirse en espacios públicos y políticos más amplios, manteniendo
la radicalidad de pensamiento y acción.

Entrevistador: En los últimos tiempos han aumentado de una forma muy


visible y publica libros, artículos y entrevistas que abordan el tema de las
masculinidades y la igualdad de mujeres y hombres. En tu opinión ¿Es una
moda o realmente cada vez más hombres se están preocupando e
incorporando al esfuerzo por conseguir una sociedad equitativa y no
sexista?. En el caso de que sea así ¿En que terrenos crees que este cambio
esta siendo más concreto, más real?

Entrevistada: Yo creo que hay un poco de todo. Inevitablemente ante la


eclosión del movimiento feminista, que también está siendo aprovechada por
ejemplo por las editoriales para lanzar determinados productos, surgen voces
que de alguna forma lo que hacen es subirse al carro e incluso aprovechar la
coyuntura. Eso es inevitable y pasa ante cualquier fenómeno social. Pero
también es cierto que, poco a poco, y aún siendo menos de los que a mí me
gustaría, empiezan a aparecer voces masculinas críticas, comprometidas,
que van armando un discurso igualitario y que tratan de romper la hegemonía
machista. En todo caso, tengo la sensación de que hay más hombres
desubicados ante lo que está pasando que hombres ciertamente
comprometidos con la igualdad. Tengo la sensación de que, por ejemplo, las
nuevas realidades familiares están contribuyendo a que algunos revisen
comportamientos y actitudes. Quizás en esos todavía tímidos niveles de
corresponsabilidad podemos detectar algunos cambios. También, por
supuesto, en que al menos formalmente empezamos a rechazar cosas que
antes dábamos por buenas. Sin embargo, no creo que en lo público, en las
estructuras de poder, los cambios sean tan significativos. Ahí sí que tengo la
sensación de que todo sigue más o menos igual. O casi.
Entrevistador: A la hora de analizar la situación actual de los hombres, de
quienes se identifican con ese termino ¿Tenemos que hablar de la
masculinidad, las masculinidad, las nuevas masculinidades? ¿Cómo
relacionamos el cambio en las identidades masculinas con la diversidad
sexual e identidades de género?

Entrevistada: Por supuesto que hay que hablar en plural: las


masculinidades. No hay un solo modelo, aunque sí podemos hablar de uno
que tiene una hegemonía y que es la masculinidad machista y violenta. En
todo caso, no hay que olvidar las intersecciones de etnia, de cultura, de clase
social, de sexualidades… No podemos cometer el error, tan frecuente, de
plantear un discurso, y peor aún, unas estrategias, basadas en una mirada
etnocéntrica y de sujeto claramente privilegiado.

En esa pluralidad, lógicamente, hay que tener presentes las diversas


sexualidades e identidades, que también supone una contestación a una
regla básica del patriarcado que es la heteronormatividad. Echo en falta una
mayor complicidad entre el feminismo y el movimiento LGTBIQ+, y en
algunos casos detectó que ese colectivo contribuye más a reproducir el orden
clásico que a subvertirlo.

Entrevistado: Eso fue todo por el día de hoy, nuevamente muchas gracias
por tu colaboración Isabel y por compartir tu conocimiento.

Entrevistada: No hay de que, igualmente gracias por la invitación.

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