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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0141/2014-S2

Sucre, 17 de noviembre de 2014

SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional

Expediente: 06852-2014-14-AAC
Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución de 11 de abril de 2014, cursante de fs. 232 a 238


vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta
por Ronald Zenteno Yave y Litze Aduviri Flores en presentación legal de
Paola Sonia Espinoza Caero contra Ramiro Gastón Arias Alborta,
Gerente General de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Hospicio Ltda.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 5 de febrero de 2014, cursante de fs. 68 a 78 vta.,


la accionante a través de sus representantes legales, expresa los siguientes
fundamentos de hecho y de derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Mediante contrato escrito de 23 de abril de 2011, comenzó a trabajar como


cajera en la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda., siendo
posteriormente ascendida al cargo de Supervisora de Cajas, debido a su
eficiencia y responsabilidad.

Sin embargo, durante el desempeño de sus funciones en dicho cargo, fue


objeto de acoso laboral por parte del Presidente del Consejo de Administración
de la mencionada entidad, siendo posteriormente destinada a cumplir sus
funciones en la sucursal de la localidad de Punata, a partir del 1 de julio de
2013 mediante memorándum de designación; empero al ser objeto de agresión
verbal y psicológica en aquella Agencia, la Jefatura Departamental del Trabajo,
Empleo y Previsión Social dispuso su reincorporación al cargo que ocupaba
anteriormente de Secretaria de Gerencia en la central de Cochabamba, a partir
del 24 de julio de similar año. A pesar de ello, cuando asistió a su fuente
laboral, se encontraba otra persona, cuyo Jefe de Personal le manifestó que
tenía que trabajar en otro escritorio por disposiciones superiores; es decir que,
si bien fue “reincorporada” al mismo cargo y con el mismo sueldo, empero ya
no trabajaba en el mismo espacio físico donde desempeñaba sus funciones
antes de su traslado a la Agencia de la localidad de Punata.

Sostiene que, a partir de dicha “reincorporación”, el acoso laboral se intensificó,


enviándole memorándums de llamadas de atención por cualquier motivo; por lo
que presentó una carta dirigida a la Autoridad de Supervisión del Sistema
Financiero (ASFI), denunciando los hechos arbitrarios de los que era objeto en
su fuente laboral, así como a la Defensoría del Pueblo para que intervenga en
el presente caso.

Por todos los extremos denunciados, velando por su salud e integridad


psicológica y moral, así como de su hijo en gestación, el 20 de agosto de 2013
presentó una carta dirigida al Gerente General de la institución donde prestaba
sus servicios, comunicándole el retiro de su fuente laboral, en razón al retiro
indirecto impuesto, explicando las causas que le obligaron a tomar dicha
determinación. Finalmente, el 4 de septiembre de 2013, el Gerente General de
la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda., realizó el depósito de
fondos en custodia, en la cuenta de la Jefatura Departamental del Trabajo, del
monto correspondiente a su finiquito, el mismo que fue retirado por su persona
el 5 de noviembre del mismo año.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

La accionante a través de sus representantes legales, denuncia la vulneración


de sus derechos a la vida, a la salud, a la dignidad, al trabajo, a la inamovilidad
laboral y a la justa remuneración, citando al efecto los arts. 8.II, 9.2, 21, 22,
15.I, 18, 45.V, 46.I y 48.VI de la Constitución Política del Estado (CPE); 4.b) de
la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer; 5, 11.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos;
y, 6.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales.

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela, disponiendo: a) Se le restituya a su fuente


laboral, al mismo puesto que ocupaba antes de su retiro forzoso, con
goce de haberes y cancelación de su remuneración devengada; b) Se
proceda a su afiliación al ente gestor de salud, así como la cancelación de los
aportes devengados a la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) a partir
del mes de septiembre; c) Se determine la existencia de responsabilidad penal,
remitiéndose antecedentes al Ministerio Público; y, d) La expresa condenación
en costas a la autoridad demandada.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Celebrada la audiencia pública el 11 de abril de 2014, según consta en el acta


cursante de fs. 229 a 231, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

La parte accionante a través de su defensa técnica, ratificó los fundamentos


expuestos en la demanda.

Asimismo, haciendo uso de la réplica, señaló que de la prueba presentada, se


comprobó que ha existido, por parte del empleador, acoso sistemático y
premeditado con el objetivo de presionarla para obligarla a renunciar. Respecto
a la solicitud de beneficios sociales, la misma ha sido contra su voluntad ya que
nadie puede trabajar en esa situación, y si bien cobró los mismos, ello fue el 5
de noviembre de 2013, y el 5 de septiembre de igual año fue cuando la
Cooperativa depositó el dinero. En el presente caso, sufrió acoso laboral y ha
sido trasladada de una localidad a otra, cambiando su categoría de Secretaria
de Gerencia a Cajera, a mérito de lo cual acudió a la Jefatura Departamental
del Trabajo y existiendo conminatoria de reincorporación, volvió a su lugar de
trabajo, sin embargo continuó el acoso, motivo por el cual renunció debido a la
presión que existía, cobrando sus beneficios sociales, siendo errado el
razonamiento que el cobro de los mismos no da lugar a la reincorporación; sin
embargo, si se cobra el desahucio, ya no existe la posibilidad de
reincorporación; en el presente caso, la Cooperativa no depositó el desahucio,
sólo los beneficios sociales, reconociendo que no procedía aquel, solicitando se
tome en cuenta el informe de la Inspectoría del Trabajo que evidenció el acoso
denunciado y debido a ello renunció, reiterando se otorgue la tutela
demandada.

I.2.2. Intervención de la parte demandada

Ramiro Gastón Arias Alborta, Gerente General de la Cooperativa de Ahorro y


Crédito Hospicio Ltda., presentó informe escrito de 11 de abril de 2014,
cursante de fs. 218 a 228, manifestando lo siguiente: 1) La accionante cuando
fue designada a la sucursal de Punata, presentó denuncias por presunto
maltrato laboral al Ministerio de Trabajo, instancia que conminó a la
Cooperativa a reincorporarla a sus anteriores funciones, conminatoria que fue
acatada mediante memorándum de reincorporación para cumplir con las
funciones de Secretaria de Gerencia; 2) Mediante carta de 20 de agosto de
2013, la accionante le comunicó su retiro de la institución, en razón al retiro
indirecto impuesto por el acoso laboral, sexual y obstaculización de las
funciones laborales; extremo que demuestra que no fue sujeto de un retiro
forzoso e ilegal y arbitrario, comunicando su retiro voluntario, exigiendo se
proceda a la liquidación de los beneficios sociales dentro el plazo establecido
por ley; 3) Entre las pruebas acompañadas por la parte accionante, existe el
finiquito del Ministerio de Trabajo de 4 de septiembre de 2013, que acredita la
cancelación a la accionante de todos los beneficios sociales, lo que evidencia
que optó en su momento por el pago de los mismos; 4) El Decreto Supremo
(DS) 28699 de 1 de mayo de 2006, en su art. 10 señala que cuando un
trabajador sea despedido por causas no contempladas en el art. 16 de la Ley
General del Trabajo (LGT), podrá optar por el pago de beneficios sociales o por
su reincorporación; esta norma no faculta ambas posibilidades como pretende
la accionante que cobró sus beneficios sociales, ahora pretende lograr su
reincorporación a la Cooperativa “Hospicio” Ltda.; 5) La parte accionante no
cumplió con el principio de subsidiariedad, toda vez que, lo que correspondía
de sentirse víctima de un retiro por acoso sexual y laboral, era acudir ante la
instancia procesal administrativa de la Jefatura Departamental del Trabajo para
sentar denuncia y solicitar finalmente la reincorporación a su fuente laboral; 6)
Con relación al principio de inmediatez, presentó la acción de amparo
constitucional después de casi cinco meses del informe de la Inspectoría de
Trabajo que data del 5 de septiembre de 2013, cuando la accionante ya no era
funcionaria de la Cooperativa, toda vez que, comunicó su retiro el 20 de agosto
del mismo año, recibiendo el pago de sus beneficios sociales el 4 de septiembre
de igual año; 7) La accionante señaló en su demanda, que la persona que la
acosaba sexual y laboralmente era el Presidente de la Cooperativa, empero la
acción fue dirigida contra su persona, siendo mencionado solamente en dos
puntos de los veinte, es decir, la acción tutelar está dirigida contra quien no
tiene legitimación pasiva; 8) La accionante solicitó al Ministerio de Trabajo un
informe administrativo de la Inspectoría de Trabajo, sobre un supuesto acoso
laboral, sin llegar a una resolución final que pueda modificarla o suprimirla por
cualquier otro recurso del cual no se haya hecho uso oportuno; 9) La
comunicación voluntaria de la accionante de retiro de la institución el 20 de
agosto de 2013, así como el cobro de sus beneficios sociales, son actos
consentidos libre y expresamente que han hecho cesar los efectos del acto
reclamado de acoso sexual y laboral; y, 10) Cuando la accionante fue
destinada a cumplir sus funciones en la sucursal de la Cooperativa, en la
localidad de Punata la primera quincena de 2013, no se conocía su estado de
gestación; luego, cuando solicitó su restitución a sus funciones en la oficina
central de Cochabamba, se le extendió el memorándum de reincorporación
como Secretaria de Gerencia, con el mismo nivel salarial, categoría y el mismo
lugar de funciones; solicitando se disponga la improcedencia de esta acción de
defensa, con costas.

Asimismo, en audiencia añadió que si la institución despidió a la accionante,


ella debería haber activado la vía administrativa ante la Jefatura Departamental
del Trabajo y pedir su restitución, sin embargo, jamás se procedió a su
despido. Por otra parte, cuando cumplía sus funciones en la Cooperativa, fue
trasladada a la localidad de Punata debido a las rotaciones que siempre se
realizan en la institución, sin conocer su estado de gestación en la que se
encontraba, extremo que fue comunicado a la Jefatura del Trabajo, solicitando
su reincorporación a su anterior puesto de trabajo; sin embargo, ella nunca fue
despedida, debiendo pedir su restitución, aclarando que no existió conminatoria
de reincorporación, toda vez que, la accionante fue la que presentó de forma
voluntaria su carta de renuncia; asimismo, dicha conminatoria no constituye
una resolución que defina la situación laboral, ya que el empleador puede
impugnar la misma ante la jurisdicción laboral. Con relación al derecho a la
inamovilidad laboral, la Cooperativa desconocía de su estado de gestación y
ante la conminatoria del Ministerio de Trabajo, se le restituyó a su mismo
puesto laboral y el hecho de moverla de un escritorio a otro, no significaba el
no cumplimiento de la conminatoria, reiterando se declare la improcedencia de
la acción de amparo constitucional.

I.2.3. Intervención de la tercera interesada

Rocío Patricia Huayhuata Romero, a través de su defensa técnica, en audiencia


señaló que de la decisión que, se vaya a tomar, dependerá su estabilidad
laboral, toda vez que, ocupa el cargo que anteriormente ocupaba la accionante,
solicitando se considere el derecho al trabajo que ella tiene.

I.2.4. Resolución

La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba,


constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 11 de abril de
2014, cursante de fs. 232 a 238 vta., “denegó” la tutela demandada, con la
aclaración de que no se ingresó al análisis de fondo de las cuestiones
planteadas en la acción; sobre la base de los siguientes fundamentos: i)
Conforme se tiene del contenido de la demanda y las pruebas acompañadas, la
accionante señaló que los responsables de los actos que considera lesivos a sus
derechos, no sólo es la persona ahora demandada, sino también el Presidente
del Consejo de Administración de la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Hospicio”
Ltda., a quien de manera específica le sindica como responsable de los actos de
acoso sexual y laboral; sin embargo, la acción la dirigió únicamente contra el
Gerente General de la citada Cooperativa; en ese sentido, al no existir total
identidad entre las personas que presuntamente cometieron los actos acusados
de ilegales, la acción tutelar resulta improcedente; ii) La pretensión de la
accionante, es el pedido de reincorporación a su fuente laboral, aduciendo un
despido indirecto generado por el incumplimiento parcial de una orden anterior
de autoridad administrativa laboral; al respecto, de acuerdo a la normativa
laboral, se establece la vía ordinaria administrativa para que un trabajador
pueda pedir su reincorporación a su fuente laboral por despido injustificado,
ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, determinando además
que la conminatoria de restitución puede ser impugnada únicamente en la vía
judicial, lo cual no impide su ejecución y que el trabajador interponga las
acciones constitucionales que correspondan; iii) En el caso presente, cuando la
accionante fue trasladada de lugar de trabajo, presentó denuncia de maltrato
laboral, luego denunció hostigamiento, acoso laboral y maltrato verbal y
psicológico, cuya Autoridad Departamental del Trabajo, dispuso la
reincorporación de la accionante al puesto que desempeñaba antes de su
traslado, orden que fue cumplida por la autoridad demandada; sin embargo, la
parte accionante adujo que la disposición fue cumplida parcialmente y que los
actos de acoso laboral continuaron, hasta que el 20 de agosto de 2013
comunicó a la institución su retiro, alegando acoso laboral y sexual; iv) Si la
accionante consideraba que constituía retiro injustificado indirecto, debió acudir
a la vía administrativa laboral establecida en el DS 0495 de 1 de mayo de 2010,
como la vía inmediata y eficaz de protección al derecho a la estabilidad laboral
de los trabajadores, y luego de agotada ésta y ante el eventual incumplimiento
de la orden de reincorporación, recién acudir a la vía constitucional a través de
esta acción tutelar; empero optó por la otra alternativa que otorga la misma
normativa, pidiendo y cobrando sus beneficios sociales; en tal sentido, existe
causal de improcedencia derivada del incumplimiento del principio de
subsidiariedad; v) Con relación al principio de inmediatez, la accionante asumió
conocimiento del último acto u omisión vulneratorio o restrictivo de sus
derechos el 24 de julio de 2013, en cuanto a la modificación de las condiciones
de trabajo y la demanda de amparo constitucional fue presentada el 5 de
febrero de 2014, por lo cual se evidencia que la acción tutelar fue presentada
después de haber transcurrido seis meses y once días del conocimiento de los
hechos vulneratorios alegados por la accionante; y, vi) Al haberse constatado
que la acción intentada se halla afectada por las causas de improcedencia
derivadas de la falta de legitimación pasiva y el incumplimiento de los requisitos
de inmediatez y subsidiariedad, corresponde denegar la presente acción de
defensa.
II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


evidencia lo siguiente:

II.1. El 30 de abril de 2011, Paola Sonia Espinoza Caero -ahora accionante-


suscribió contrato de trabajo de plazo fijo con la Cooperativa de Ahorro
y Crédito “Hospicio” Ltda., para prestar sus servicios en el cargo de
cajera, a partir del 23 de abril de 2011, hasta el 20 de julio del mismo
año, siendo Gerente General de la mencionada institución, Ramiro
Gastón Arias Alborta -ahora demandado- (fs. 114 a 115 vta.).

II.2. El 22 de septiembre de 2011, la accionante suscribió contrato de


trabajo de plazo indefinido con la Cooperativa de Ahorro y Crédito
“Hospicio” Ltda., para prestar sus servicios en el cargo de Cajera,
siendo Gerente General de dicha institución, Ramiro Gastón Arias
Alborta (fs. 4 a 5 vta.).

II.3. El 6 de febrero de 2012, la accionante suscribió contrato de trabajo de


plazo indefinido con la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Hospicio”
Ltda., para prestar sus servicios en el cargo de Oficial de Captaciones
SARC (fs. 118 a 121).

II.4. El 3 de diciembre del mismo año, la accionante suscribió contrato de


trabajo de plazo indefinido con la Cooperativa de Ahorro y Crédito
“Hospicio” Ltda., para prestar sus servicios en el cargo de Secretaria (fs.
122 a 123 vta.).

II.5. A través de la carta de 27 de junio de 2013, dirigida a la Directora del


Ministerio de Trabajo, la accionante denunció acoso y maltrato laboral
por parte del Presidente del Consejo de Administración de la
mencionada institución (fs. 12).

II.6. Mediante memorándum de 28 de junio de 2013, la Cooperativa de


Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda., a través del Gerente General,
comunicó a la accionante que a partir del 1 de julio del mismo año, por
requerimiento institucional, desempeñaría nuevas funciones en su
agencia de la localidad de Punata, en el cargo de Cajera mixta,
manteniendo el mismo sueldo (fs. 13).

II.7. Por memorándum de 24 de julio de 2013, la Cooperativa de Ahorro y


Crédito “Hospicio” Ltda., a través del Gerente General, comunicó a la
accionante que por disposición del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Previsión Social y con el objetivo de su cumplimiento, debe
reincorporarse a su puesto de trabajo en el cargo de Secretaria de
Gerencia a partir del 24 del mismo mes y año, en los horarios
establecidos (fs. 25).

II.8. Mediante carta de 20 de agosto de 2013, dirigida al demandado, la


accionante hizo conocer su retiro de su fuente laboral en la Cooperativa
de Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda., debido a las condiciones objetivas
y subjetivas que se constituyen en retiro indirecto, señalando además:
“…solicito a vuestra autoridad disponga por la sección que corresponda
se proceda a la liquidación de los Beneficios Sociales dentro el plazo
establecido por la legislación laboral” (sic) (fs. 33 a 35).

II.9. Del formulario de Finiquito de 4 de septiembre de 2013, se establece


que la accionante declaró que recibió a su entera satisfacción, el
importe de Bs7 442,01.- (siete mil cuatrocientos cuarenta y dos 01/100
bolivianos), por concepto de la liquidación de sus beneficios sociales, de
conformidad con la Ley General del Trabajo, su Decreto Reglamentario
y disposiciones conexas, constando la firma de la accionante y del
Gerente General de la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda.,
así como el Inspector del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión
Social de Cochabamba (fs. 60 y vta.).

II.10. A través del informe MTEPS/JDTCBBA/INF. 1704/2013 de 31 de enero


de 2014, la Responsable legal del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Previsión Social de Cochabamba, manifestó que la accionante luego de
la denuncia que presentó y en atención a su estado de gestación, en
aplicación del DS 0012 de 19 de febrero de 2009, se dispuso su
reincorporación al puesto de Secretaria de Gerencia, a partir del 24 de
julio de 2013, para que goce de los derechos y beneficios de la
maternidad consagrados en la normativa laboral vigente y la
Constitución Política del Estado. Posteriormente, la accionante denunció
acoso laboral en su puesto de trabajo, efectuándose la inspección
respectiva; luego realizó el cobro de sus beneficios sociales el 15 de
noviembre de 2013, con lo cual concluyó definitivamente la relación
laboral entre la accionante y el empleador. Por lo expuesto, esta
instancia administrativa fue agotada con la reincorporación de la
accionante y el informe de verificación a efectos de que la misma acuda
a la vía de la acción de amparo constitucional o la instancia que
considere pertinente (fs. 101 a 102).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


La accionante a través de sus representantes legales, denuncia la vulneración
de sus derechos a la vida, a la salud, a la integridad personal en sus
componentes de integridad psicológica o psíquica y moral, a la dignidad
humana, al trabajo, a la inamovilidad laboral y a la justa remuneración; toda
vez que, durante el desempeño de sus funciones en la Cooperativa de Ahorro y
Crédito “Hospicio” Ltda., fue objeto de acoso laboral en su puesto de trabajo,
razón por la cual presentó su carta de “retiro” (sic) a dicha institución y
posteriormente procedió al cobro de sus beneficios sociales.

En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si los argumentos son


evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. El control tutelar de constitucionalidad y el resguardo a


derechos fundamentales a través de la acción de amparo
constitucional
Dentro de las acciones de defensa estatuidos en la Constitución Política
del Estado, se encuentra la acción de amparo constitucional,
establecido como un medio de defensa que se activa en resguardo de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las
personas; así el art. 128 de la Norma Fundamental expresa: “La Acción
de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales
o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley”.

De donde se puede inferir, que esta acción constitucional se configura


como un mecanismo eficaz, rápido e inmediato para el restablecimiento
de derechos y garantías constitucionales, dirigidos contra aquellos actos
u omisiones ilegales o indebidas provenientes no sólo de servidores
públicos, sino además de personas individuales o colectivas.

La consolidación del Estado Plurinacional de Bolivia, como Estado


Constitucional de Derecho, mantiene el quiebre de concepción sobre la
funcionalidad de la propia norma fundamental, la Constitución es
concebida como fuente primaria del ordenamiento jurídico y a
la vez Norma Suprema directamente justiciable, dotada de un
contenido material (principios, valores supremos y derechos
fundamentales), que condicionan la validez de las demás
normas infraconstitucionales, y que exigen a los operadores
del derecho ingresar en la tarea de su consecución. Bajo este
nuevo enfoque se encomienda el control de constitucionalidad a un
órgano independiente -el Tribunal Constitucional Plurinacional-
encargado de ejercitar un control de constitucionalidad de carácter
jurisdiccional para el resguardo de una Constitución abierta que
contiene y fundamenta los valores y principios supremos de carácter
plural que irradian de contenido y orientan el funcionamiento del Estado
y la sociedad boliviana, donde los valores y principios plurales supremos
convergen como guías y pautas de interpretación para la
materialización del nuevo modelo de Estado que proyecta la
Constitución, sustentado en la plurinacionalidad, la
interculturalidad, el pluralismo en sus diversas facetas
proyectados hacia la descolonización, como nuevos ejes
fundacionales que permitan consolidar una sociedad inclusiva,
justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin
discriminación ni explotación, con plena justicia social, para
consolidar las identidades plurinacionales estructuradas bajo
un proceso que articule la pluralidad en la unidad.

En este escenario, conforme determinó la SCP 1714/2012 de 1 de


octubre, “…la funcionalidad de la Constitución también sufre un
giro trascendental, pues no sólo se erige para limitar el ejercicio
de poder político y organizar las estructuras estatales, sino
también en defensa de los derechos fundamentales,
concebidos como valores supremos a ser materializados…”.

En efecto, uno de los pilares esenciales del Estado Constitucional de


Derecho, es el respeto a los derechos fundamentales, los cuales, de
acuerdo con lo previsto en el art. 109.I de la CPE, concordante con el
art. 13.III de la misma Norma Fundamental, gozan de igual
jerarquía y son directamente aplicables y justiciables.

En este orden, el constituyente ha previsto que la directa justiciabilidad


de los derechos y garantías fundamentales se operativice a través de
las acciones de defensa diseñadas constitucionalmente, entre ellas, la
acción de amparo constitucional, consagrada para la defensa de los
actos y omisiones que lesionen derechos y garantías fundamentales,
cuyo ámbito de protección se encuentra delimitado por los arts. 128 y
129 de la Constitución Política del Estado.

Bajo la perspectiva señalada, la acción de amparo constitucional se


configura como una verdadera garantía jurisdiccional destinada, a
través de un procedimiento rápido y oportuno, a resguardar los
derechos fundamentales expresados en la Constitución Política del
Estado y en el bloque de constitucionalidad, con excepción de aquellos
que encuentren resguardo en otros mecanismos específicos de defensa.

Así lo estableció la SCP 002/2012 de 13 de marzo, al señalar que: “Del


contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la
acción de amparo constitucional es un mecanismo de defensa
jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de protección de los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de protección
se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y
garantías que no se encuentran resguardados por los otros mecanismos
de protección especializada que el mismo orden constitucional brinda a
los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de privacidad,
popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos
contra los que procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y
omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo de los servidores
públicos sino también de las personas individuales o colectivas que
restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su
protección”.

Asimismo, la citada Sentencia al desarrollar los alcances de este


mecanismo de defensa señaló: “que el término de acción no debe ser
entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no incide en
su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de
defensa inmediata, oportuna y eficaz para la reparación y
restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales, y dada su
configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes
procesales diferentes a las del proceso ordinario o por lo menos con
una postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente, cual
es la protección y restitución de derechos fundamentales y con una
causa distinta a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la
vulneración concreta o inminente de derechos fundamentales a raíz
actos y omisiones ilegales o indebidos y con un régimen jurídico
procesal propio”.

Por lo señalado, la acción de amparo constitucional es un medio eficaz


para asegurar el respeto a derechos fundamentales y garantías
constitucionales no tutelados por otros mecanismos de defensa, siendo
un medio idóneo de protección oponible no sólo respecto del Estado
sino también de manera horizontal, es decir, contra actos y omisiones
provenientes de particulares que lesionen o amenacen lesionar los
derechos fundamentales que se encuentran bajo su resguardo.

En el marco de lo referido, cabe subrayar que el diseño constitucional


del amparo constitucional responde a las normas del Sistema
Interamericano de Protección de Derechos Humanos, concretamente en
el marco de los alcances y preceptos contenidos en la Convención
Americana de Derechos Humanos (CADH), cuyo art. 25.1, establece
que: “Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a
cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente
Convención…”.

En efecto la regulación efectuada por el constituyente respecto al


amparo constitucional, estructura esta acción sobre la base de los
principios de sumatoriedad, inmediatez, eficacia, idoneidad y
oportunidad, a partir de los cuales se consagra la vigencia en este
nuevo modelo de Estado, de un mecanismo de tutela pronta y
oportuna, para el resguardo de derechos fundamentales y garantías
constitucionales contra actos u omisiones lesivos provocados por
servidores públicos o particulares.

En armonía con lo expuesto, debe señalarse que la acción de amparo


constitucional, en su dimensión procesal, es un verdadero proceso
de naturaleza constitucional regido por las normas y principios
procesales propios de la justicia constitucional, que guiado bajo el
principio de eficacia, su protección se orienta siempre a dar efectiva
protección a los derechos fundamentales y garantías constitucionales
que tutela. Es por ello, que para la consecución de su objeto y finalidad
-tutela efectiva- se encuentra regido por los criterios y principios de
interpretación constitucional y los propios que rigen de manera concreta
a los derechos humanos, entre ellos, los principios pro persona o
comúnmente conocido como el pro homine, el pro actione, favor debilis,
de progresividad, favorabilidad, prevalencia del derecho sustancial
sobre el formal, el de preferencia y eficacia de los derechos humanos,
entre otros, los mismos que han sido aplicados por la jurisprudencia
constitucional.

Por su parte, el art. 51 del Código Procesal Constitucional (CPCo), con


relación a esta acción de defensa, manifiesta: “(OBJETO). La Acción de
Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los derechos de
toda persona natural o jurídica reconocidos por la Constitución Política
del Estado y la Ley, contra los actos o las omisiones indebidas de las y
los servidores públicos o particulares que los restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir”.
III.2. Sobre las formas de extinción de la relación laboral

Al respecto, la extinción de la relación laboral, es aquella que se opera


cuando se deja sin efecto el contrato de trabajo, ya sea por el
vencimiento del plazo previamente estipulado al efecto, la conclusión de
la obra o servicio por el cual fue celebrado, por despido, muerte, retiro
voluntario de la trabajadora o el trabajador, acuerdo mutuo de
partes y todos aquellos motivos o circunstancias que hacen imposible la
continuidad de la actividad laboral.

III.2.1. Sobre el retiro voluntario en la legislación laboral

Ahora bien, con relación al retiro voluntario, el art. 16 de la


LGT señala: “No habrá lugar a desahucio ni indemnización
cuando exista una de las siguientes causales: (…) f) Retiro
voluntario del trabajador.

En ese contexto, el DS 1592 de 19 de abril de 1949,


conceptualizó el retiro voluntario, manifestando:

“Artículo 1.- Se considera retiro voluntario el que tiene lugar


cuando el trabajador notifica al patrono verbalmente o por
escrito y con los plazos establecidos, por el artículo 12 de la
Ley General del Trabajo, la rescisión del contrato individual de
trabajo”.

Por su parte, la Resolución Ministerial (RM) 447/09 de 8 de


julio de 2009, que a su vez reglamentó el DS 0110 de 1 de
mayo del mismo año, señaló:

“ARTÍCULO 1.- (RETIRO VOLUNTARIO) I. Se considera


retiro voluntario la manifestación escrita o verbal de la
trabajadora y el trabajador de concluir la relación
laboral sin importar el motivo de la misma.

II. En caso de producirse el retiro voluntario de la trabajadora


o trabajador, luego de haber cumplido más de (90) días de
trabajo, el empleador deberá cancelar la indemnización
por el tiempo de servicios y los derechos laborales que
corresponda en el plazo de quince (15) días calendario
a partir de la conclusión de la relación laboral.

III. En caso que el empleador incumpla la obligación de pagar


la indemnización en el plazo establecido en el parágrafo II del
presente artículo, pagará el monto establecido incluyendo los
derechos laborales que correspondan, debidamente
actualizado en base a la variación de la Unidad de Fomento a
la Vivienda - UFVs, más la multa del treinta por ciento (30%)
del monto total a cancelar en beneficios de la trabajadora o del
trabajador” (las negrillas nos corresponden).

III.3. Sobre el DS 28699 de 1 de mayo de 2006 y su modificación por


el DS 0495 de 1 de mayo de 2010

Al respecto, la SCP 0177/2012 de 14 de mayo, ha establecido lo


siguiente: “La nueva estructura constitucional faculta al Órgano
Ejecutivo, diseñar su estructura y funcionamiento, con el objeto de
garantizar la correcta implementación de los principios, valores y
disposiciones de la Ley Fundamental; así el art. 50 de la CPE, previene:
'El Estado, mediante tribunales y organismos administrativos
especializados, resolverá todos los conflictos emergentes de las
relaciones laborales entre empleadores y trabajadores, incluidos los de
la seguridad industrial y los de la seguridad social' (las negrillas son
nuestras). En este cometido, se estructura el nuevo órgano ejecutivo a
través del DS 29894 de 7 de febrero de 2009 cuyo art. 86 inc. g),
confiere atribuciones al Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social
a prevenir y resolver los conflictos individuales y colectivos emergentes
de las relaciones laborales…”.

En ese contexto, el DS 28699 en su art. 10 refiere: “(BENEFICIOS


SOCIALES O REINCORPORACIÓN).

I. Cuando el trabajador sea despedido por causas no contempladas en


el Artículo 16 de la Ley General del Trabajo, podrá optar por el pago
de los beneficios sociales o por su reincorporación.

II. Cuando el trabajador opte por los beneficios sociales, el empleador


está obligado a cancelar los mismos además de los beneficios y otros
derechos que le corresponda en el tiempo y condiciones señaladas en el
artículo séptimo de la presente ley” (las negrillas nos corresponden).

Precepto legal, cuyo parágrafo III ha sido modificado por el DS 0495,


con el siguiente texto:
“III. En caso de que el trabajador opte por su reincorporación podrá
recurrir a este efecto ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión
Social, donde una vez constatado el despido injustificado, se conminará
al empleador a la reincorporación inmediata al mismo puesto que
ocupaba la trabajadora o el trabajador al momento del despido, más el
pago de los salarios devengados y demás derechos sociales que
correspondan a la fecha de la reincorporación, a través de las Jefaturas
Departamentales y Regionales de Trabajo”.

Al respecto, la SCP 0222/2012 de 24 de mayo, estableció: “…se puede


establecer que un trabajador, puede recurrir "si así lo desea", toda vez
que le es facultativa y potestativa dicha elección, acudir ante el
Ministerio de Trabajo, Empelo y Previsión Social para solicitar su
reincorporación o solicitar el pago de sus beneficios sociales. Siendo el
propio art. 10 del DS 28699, el que confiere a los trabajadores ambas
alternativas: a) Solicitar el pago de sus beneficios sociales, dando por
terminada la relación laboral una vez efectuado el cobro de los mismos;
ó, b) Solicitar su reincorporación. Siendo excluyente una de la otra”.

La misma Sentencia, a tiempo de efectuar el análisis del caso, refirió:


“Sin embargo, la accionante después de haber sido notificada con el
memorándum de agradecimiento de servicios por parte de la empresa
empleadora, presentó una nota en la que expresamente solicitó la
cancelación de sus beneficios sociales para dar por terminada la
relación laboral existente con EMSA; sin embargo que como ya se
mencionó anteriormente conforme lo establece el DS 28699, cuando el
trabajador sea despedido, podrá: a) Optar por el pago de sus
beneficios sociales, ó b) Por su reincorporación. Por lo que la
accionante al haber solicitado el pago de sus beneficios
sociales y al haberlos cobrado, se entiende que ha optado por
la primera opción, no siendo viable ya la reincorporación” (las
negrillas nos corresponden).

Asimismo, la SCP 1188/2013-L de 4 de octubre, expresó el siguiente


entendimiento: “…es necesario aclarar que, de manera general todo
trabajador ante un eventual despido, puede recurrir al Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social, para solicitar su reincorporación o el
pago de sus beneficios sociales, alternativas que se encuentran
plasmadas en el ya citado DS 28699; empero, si se opta por el pago
de beneficios -que por lo general opera a través del finiquito-,
implica aceptar y concluir tácitamente la relación laboral una
vez efectuado su cobro, por lo que ya no puede solicitar la
reincorporación, pues debe considerarse que tales atribuciones
son excluyentes, no siendo viable ambos beneficios” (las
negrillas nos corresponden).

III.4. Análisis del caso en examen

En el presente caso, la accionante a través de sus representantes


legales, alega que se vulneraron sus derechos a la vida, a la salud, a la
integridad personal en sus componentes de integridad psicológica o
psíquica y moral, a la dignidad humana, al trabajo, a la inamovilidad
laboral y a la justa remuneración; debido a que, durante el desempeño
de sus funciones en la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda.,
fue objeto de acoso laboral en su puesto de trabajo, razón por la cual
presentó su carta de “retiro” (sic) a dicha institución y posteriormente
procedió al cobro de sus beneficios sociales.

De los antecedentes que fueron remitidos a este Tribunal, se estableció


que Paola Sonia Espinoza Caero -ahora accionante-, a partir del 30 de
abril de 2011, suscribió varios contratos de trabajo con la Cooperativa
de Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda., cuyo Gerente General es Ramiro
Gastón Arias Alborta -ahora demandado-, para prestar sus servicios en
primer término en el cargo de Cajera y posteriormente como Secretaria
de dicha institución financiera.

Posteriormente, el 27 de junio de 2013, la citada accionante presentó


una carta dirigida a la Directora del Ministerio de Trabajo, denunciando
acoso y maltrato laboral por parte del Presidente del Consejo de
Administración de la mencionada institución; luego, el 28 del mismo
mes y año, el Gerente General de la Cooperativa de Ahorro y Crédito
“Hospicio” Ltda., comunicó a la accionante que a partir del 1 de julio de
similar año, por requerimiento institucional, desempeñaría nuevas
funciones en la agencia de la localidad de Punata, en el cargo de Cajera
mixta, manteniendo el mismo sueldo. No obstante de ello, mediante
memorándum de 24 de julio de 2013, la mencionada Cooperativa a
través de su Gerente General, comunicó a la accionante que por
disposición del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social ella
debía incorporarse a su puesto de trabajo en el cargo de Secretaria de
Gerencia a partir de la citada fecha, en los horarios establecidos.

Sin embargo, el 20 de agosto de 2013, dicha accionante presentó una


carta dirigida al demandado, haciéndole conocer su “retiro” (sic)
voluntario de la fuente laboral que desempeñaba en la Cooperativa de
Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda., expresando los motivos que le
motivaron a tomar dicha determinación, señalando además que por la
sección que corresponda, se proceda a la liquidación de sus beneficios
sociales, en el plazo establecido por la legislación laboral.

En virtud a ello, se elaboró el finiquito de 4 de septiembre de similar


año, que asciende a Bs7442.01.- (siete mil cuatrocientos cuarenta y dos
01/100 bolivianos), por concepto de liquidación de sus beneficios
sociales; suma de dinero que la accionante declaró haberla recibido a
su entera satisfacción, constando su firma y la del Gerente General de
la institución financiera, al pie del mencionado documento, así como del
Inspector del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social de
Cochabamba; hecho que fue corroborado por la Responsable Legal de
aquella entidad del Estado, en su informe de 31 de enero de 2014,
quien señaló que se dispuso su reincorporación al puesto de Secretaria
de Gerencia, a partir del 24 de julio de 2013 para que goce de los
derechos y beneficios de la maternidad consagrados en la normativa
laboral vigente y la Constitución Política del Estado y luego realizó el
cobro de sus beneficios sociales el 15 de noviembre de 2013,
añadiendo: “…con lo cual concluyó definitivamente la relación laboral
entre la accionante y el empleador” (sic).

Ahora bien, de acuerdo al análisis efectuado de los actuados


pertinentes que cursan en el expediente, se han establecido los
siguientes extremos:

Inicialmente, la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda.,


suscribió un primer contrato individual de trabajo a plazo fijo con Paola
Espinoza Caero -ahora accionante-, para que se desempeñe en el cargo
de Cajera, a partir del 23 de abril de 2011 hasta el 20 de julio del
mismo año y el último de los contratos fue suscrito el 3 de diciembre de
2012 de plazo indefinido, como Secretaria de la mencionada institución.
Si bien posteriormente la institución financiera en primera instancia
transfirió a la accionante para que desempeñe sus actividades laborales
en otra agencia, ésta nuevamente fue reasignada a su anterior
puesto de trabajo, en el cargo de Secretaria de gerencia a
partir del 24 de julio de 2013 por disposición del Ministerio de
Trabajo Empleo y Previsión Social, y según manifestó
expresamente la propia accionante en su demanda de acción
de amparo constitucional, con el mismo cargo y sueldo.

A pesar de ello, el 20 de agosto de 2013 Paola Espinoza Caero toma la


determinación de retirarse de la Cooperativa, a través de una carta
dirigida al Gerente General de dicha entidad -ahora demandado-,
alegando la existencia de condiciones objetivas y subjetivas que
obstaculizarían el desempeño de sus funciones laborales.

En ese contexto, conforme establece la normativa laboral desarrollada


en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, una de las formas de extinción de la relación laboral, es el
retiro voluntario de la trabajadora o del trabajador, manifestada de
forma escrita o verbal hacia el empleador, con el propósito de concluir
la relación laboral, sin importar el motivo de la misma; quedando
compelido este último, a cancelar la indemnización por el tiempo de
servicios y los derechos laborales que correspondan, en el plazo de
quince días calendario a partir de la conclusión de la relación laboral.

En el caso presente, una vez que la accionante presentó su carta de


retiro voluntario a la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda.,
solicitó asimismo que se proceda a la liquidación de los beneficios
sociales, dentro del plazo establecido por la legislación laboral,
conforme se tiene expresado en la Conclusión II.8 del presente fallo; en
esa virtud, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, el 4 de
septiembre de 2013 elaboró el finiquito correspondiente, en
cumplimiento a la normativa laboral en vigencia, suscrito por las partes
involucradas, el mismo que refleja la liquidación de los beneficios
sociales, siendo su propósito el dar constancia del término de la relación
laboral.

Del citado documento legal, se evidencia la recepción a su entera


satisfacción, del importe que asciende a Bs7442.01.- (siete mil
cuatrocientos cuarenta y dos 01/100 bolivianos) por concepto de
liquidación de sus beneficios sociales, según se evidencia de la
Conclusión II.9 de la presente Resolución; extremo corroborado por la
accionante en su demanda, al señalar que el Gerente General de la
Cooperativa de Ahorro y Crédito “Hospicio” Ltda., realizó el depósito de
fondos en custodia, en la cuenta de la Jefatura Departamental del
Trabajo del monto correspondiente a su finiquito, añadiendo que el
mismo fue retirado por su persona, el 5 de noviembre de 2013.

Con esos antecedentes, conforme a los razonamientos expuestos


precedentemente, no se advierte la vulneración por la parte
demandada, de los derechos alegados por la accionante, toda vez
que, no ha existido despido alguno, sino el término o la
extinción de la relación laboral por causa del retiro voluntario a
su fuente laboral, presentado por la ahora accionante,
habiendo efectuado el cobro respectivo de sus beneficios
sociales, computado desde la fecha de su ingreso a la
institución, hasta su retiro; en ese entendido, al haber hecho
efectivo dicho pago no puede, ahora, solicitar a través de esta acción
tutelar, la restitución a su fuente laboral, toda vez que, al haber optado
por el cobro de los mismos, renunció tácitamente a su reincorporación,
conforme se tiene establecido en el Fundamento Jurídico III.3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional; en esa virtud, la tutela
demandada no se halla dentro el ámbito de protección que brinda la
acción de amparo constitucional, correspondiendo en consecuencia su
denegatoria.

En ese sentido, el Tribunal de garantías al haber “denegado” la acción tutelar,


aunque con otros fundamentos, ha obrado correctamente.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda, en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de
Bolivia, y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 11 de abril de 2014, cursante
de fs. 232 a 238 vta., pronunciada por la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba; y, en consecuencia, DENEGAR la
tutela solicitada.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

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