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AUTO CONSTITUCIONAL 0075/2019-RCA

Sucre, 15 de marzo de 2019

Expediente: 27844-2019-56-AAC
Acción de amparo constitucional
Departamento: La Paz

En revisión la Resolución 02/2019 de 12 de febrero, cursante de fs. 566 a 570,


pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por
Cintya Consuelo Castelo Herrera contra Margarita Flores Franco,
Directora General Ejecutiva y Tatiana Avilés Vizcarra, Administradora
Departamental de La Paz, ambas de la Caja Petrolera de Salud (CPS).

I. ANTECEDENTES DE LA ACCIÓN

I.1. Síntesis de los hechos que la motivan

Por memorial presentado el 11 de febrero de 2019, cursante de fs. 556 a 565 vta.,
la accionante refiere que trabaja en la CPS hace nueve años; sin embargo,
desde el momento en que solicitó su ascenso fue víctima de acoso laboral por
parte del Administrador Departamental de La Paz de la mencionada Caja y de
sus allegados, quienes pretenden sacarla de su fuente de trabajo, que es su
único sustento para mantener a su hijo. Con esa intención, la transfirieron a la
Unidad de Bioestadística del Policonsultorio Central para que cumpla con las
funciones propias de los miembros del Comité para la Reunión de Análisis de
Información (R.A.I.), quienes debían realizar sus funciones respecto a las R.A.I.
de las gestiones 2014, 2015 y 2016; no obstante, que los miembros integrantes
de dicho Comité, fueron nombrados por el Director Departamental de la CPS,
esa tarea le fue asignada a ella, trabajo durante el cual recibió agresiones
verbales, además tuvo que obtener la información por sus propios medios para
su cumplimiento; por otro lado, le transfirieron a la Unidad de Fichaje “…donde
saben que no puede estar, porque no puedo levantar cosa pesadas por la
intervención en mi brazo” (sic), atentando así contra su derecho a la salud,
pues la parte empleadora tiene pleno conocimiento de su estado de
discapacidad, lo que está acreditado por un informe emitido tanto por el
médico de la mencionada CPS como por el Ministerio del Trabajo, Empleo y
Previsión Social.

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Añade que, el 5 de julio de 2018, presentó reclamo al Ministerio del Trabajo,
Empleo y Seguridad Social debido a que sufrió constantes cambios de lugar de
trabajo, descuentos ilegales, amenazas, acoso y maltrato psicológico por parte
de las autoridades de la mencionada Caja, con el objetivo de cansarla y sacarla
de su fuente laboral; mediante única citación de presentación se efectuó la
conminatoria para el 17 de agosto de ese año, donde se realizó la audiencia
conciliatoria, presentándose ella; y por otro lado, un representante de la Caja
Petrolera de Salud, oportunidad en la que reiteró su denuncia manifestando
que el empleador no consideró la lesión que sufre en un hombro, que se
agrava con el trabajo que le asignaron en el área de fichaje.

I.2. Derechos supuestamente vulnerados

Considera lesionados sus derechos a la salud, a la vida, a la petición, a la


estabilidad laboral, al trabajo, a la no discriminación de una persona con
discapacidad, citando al efecto los arts. 14.II, 24, 46 y 71.I de la Constitución
Política del Estado (CPE); 6 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (PIDESC); y, 23.1 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (DUDH).

I.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela, disponiendo: a) Su inamovilidad laboral de la


sección de trabajo de la Unidad de Bioestadística de la CPS, al haber acreditado
su discapacidad física; y, b) La restitución de sus descuentos.

I.4. Resolución de la Jueza de garantías

La Jueza Pública Civil y Comercial Decimoquinta del departamento de La Paz,


constituida en Jueza de garantías, por Resolución 02/2019 de 12 de febrero,
cursante de fs. 566 a 570, declaró la improcedencia de esta acción tutelar,
fundamentando que: 1) La accionante adjuntó varias solicitudes que habrían
sido resueltas por Nota CITE: ADMLP-RR.HH. -517/2017 de 1 de septiembre,
emitida por el Jefe Departamental de Recursos Humanos a.i. de la CPS, en la
cual se señala que se atendieron todas sus peticiones sobre designaciones,
cambios de funciones, descuentos y otros; empero, no precisó cuál sería el
hecho vulnerador de sus derechos, como tampoco efectuó una petición
concreta; evidenciándose además que no agotó las vías administrativas, pues
no se tiene proceso administrativo de ninguna naturaleza; 2) Existe Resolución
Administrativa emitida por el Ministerio del Trabajo, Empleo y Previsión Social,
la cual refiere que ante la concurrencia de varios hechos controvertidos deberá
acudir a la instancia llamada por ley para reclamar sus derechos presuntamente
transgredidos; por lo que, ingresa en los presupuestos de improcedencia como
es la subsidiariedad al pretender activar la vía constitucional para dilucidar
hechos y derechos que no corresponden establecerse por esta vía; 3) Por
Informe MTEPS/JDTPL/INF. 1765/18 de 31 de agosto de 2018, el Jefe
Departamental de Trabajo, indicó que no tendría competencia para dirimir
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hechos controvertidos al ser una unidad administrativa, conciliatoria,
evidenciándose que posterior a “…dicha resolución no existe ningún otro actuado
que demuestre que la hoy accionante ha acudido a otras instancias…” (sic); 4) No
agotó las vías ordinarias para obtener respuesta, ya que no adjuntó ni una
solicitud que permita advertir el inicio de un proceso o fallo en contravención a
sus derechos, ya que esta acción de defensa no es un recurso accesorio de los
procedimientos previstos por ley para resolver conflictos, debiendo la parte
impetrante de tutela agotar su reclamo ante la autoridad hoy recurrida y no
plantear directamente la acción de amparo constitucional; 5) En cuanto a la
excepción a la subsidiariedad por discapacidad física se tiene que la accionante
no acreditó tal aseveración, pues no adjuntó el carnet de discapacidad, debiendo
ese caso haberse valorado por el CONALPEDIS y CODEPEDIS; y, 6) No agotó las
vías de impugnación que la ley le faculta a efecto de hacer valer sus
pretensiones, ya que tenía la posibilidad de activar las vías administrativa o
jurisdiccional, a partir de ello recién acudir a la jurisdicción constitucional.

Con dicha Resolución, la impetrante de tutela fue notificada el 14 de febrero de


2019 (fs. 571); formulando impugnación el 19 de ese mes y año (fs. 572 a
573 vta.), dentro del plazo establecido en el art. 30.I.2 del Código Procesal
Constitucional (CPCo).

I.5. Síntesis de la impugnación

Argumenta que: i) Su discapacidad fue acreditada por el médico del trabajo de


la CPS, no siendo evidente que esa condición sea únicamente avalada por el
CONALPEDIS o CODEPEDIS; y ii) No se valoró la lesión a sus derechos y
garantías constitucionales.

II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA RESOLUCIÓN

II.1. Marco normativo constitucional y legal

El art. 128 de la CPE, establece que: “La Acción de Amparo


Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos
de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Constitución y la ley”.

A su vez, el art. 129.I de la Ley Fundamental, dispone que:

“I. La Acción de amparo Constitucional se interpondrá por la persona


que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o
por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución,
ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista
otro medio o recurso legal para la protección inmediata de

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los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados” (las negrillas nos corresponden).

De igual forma el art. 54.I del CPCo, determina que:

“I. La Acción de Amparo Constitucional no procederá cuando exista otro


medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y
garantías restringidos, suprimidos o amenazados de serlo”.

II.2. El agotamiento de las vías idóneas en la acción de amparo


constitucional

La SC 0791/2010-R de 2 de agosto, remitiéndose a anteriores


entendimientos jurisprudenciales, en cuanto a las vías de activación
señaló: “En cuanto al agotamiento de los medios o recursos legales sean en
la vía judicial o administrativa antes de interponer la acción de amparo
constitucional, la jurisprudencia constitucional ha determinado
que los mismos deben ser los idóneos y efectivos; vale decir,
aquellos que se encuentran establecidos por ley para cada
situación o caso en particular, no siendo coherente acudir a un
medio o recurso legal que se sabe de antemano resultará inviable,
pues especialmente tratándose de decisiones judiciales, los procedimientos
que rigen las diferentes materias establecen con precisión los recursos que
corresponden a determinada resolución judicial, por lo que el titular del
derecho no puede extraviarse acudiendo o utilizando medios o
recursos que no son aptos para enervar el acto que estima lesivo,
sino que más bien debe buscar una protección inmediata por vía
del amparo constitucional, una vez agotados los medios
adecuados en la vía ordinaria.

Al respecto, la SC 0770/2003-R de 6 de junio señaló que: ‘…el principio


de subsidiariedad no implica la utilización de cualquier medio o recurso sino
los idóneos, empero la utilización de otros que no sean los adecuados para
hacer cesar el acto ilegal u omisión indebida que se reclama no neutraliza la
protección de amparo, siempre que se hubiesen utilizado los requeridos por
ley, lo que no sucede cuando ocurre lo contrario, pues la falta de utilización
de los medios idóneos anula toda posibilidad de ingresar al fondo de la
problemática sino también de otorgar la tutela’".

La SC 1337/2003-R de 15 de septiembre, determinó las siguientes reglas


y subreglas de improcedencia en atención al principio de subsidiariedad
en las acciones de amparo constitucional, cuando: “…1) las autoridades
judiciales o administrativas no han tenido la posibilidad de
pronunciarse sobre un asunto porque la parte no ha utilizado un
medio de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuando en
su oportunidad y en plazo legal no se planteó un recurso o medio de
impugnación y b) cuando no se utilizó un medio de defensa previsto en el
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ordenamiento jurídico; y 2) las autoridades judiciales o administrativas
pudieron haber tenido o tienen la posibilidad de pronunciarse, porque la
parte utilizó recursos y medios de defensa, así: a) cuando se planteó el
recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos
extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un medio de defensa
útil y procedente para la defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo
no se agotó, estando al momento de la interposición y tramitación del
amparo, pendiente de resolución” (las negrillas son nuestras).

En ese mismo sentido, el AC 0196/2014-RCA de 7 de agosto, sostuvo


que: “…este tipo de acción fue instituida para impugnar una resolución,
acto u omisión ilegal e indebida que restringe, suprime o amenaza restringir
o suprimir un derecho fundamental o garantía constitucional;
consiguientemente, se trata de un instrumento jurisdiccional autónomo con
un desarrollo procesal propio.

Se encuentra regida por los principios de subsidiariedad e inmediatez; el


primero de ellos, referido a que las partes están obligadas a agotar
todos los mecanismos de impugnación intraprocesales, previo a
acudir a la jurisdicción constitucional; dado que se trata de una
acción que no forma parte de los procesos ordinarios ni
administrativos, y por ende, no es sustitutiva de otros medios o
recursos legales; es decir, su finalidad no es sustituir o reemplazar
mecanismos estipulados en el ordenamiento jurídico; y el segundo,
consistente en el plazo de caducidad, que obliga a que se haga uso del
mismo, dentro de los seis meses computables a partir de la comisión de la
vulneración alegada o de notificada con la última decisión administrativa o
judicial.

Bajo ese marco jurídico, se entiende que quien considere que sus
derechos fundamentales y/o garantías constitucionales fueron
menoscabados o amenazados, debe previamente reclamar dicha
lesión ante las autoridades judiciales o administrativas para su
restablecimiento, agotando los mecanismos legales idóneos para
el efecto, de manera que ésta pueda adoptar las medidas
tendientes a prevenir o en su caso corregir la restricción o
supresión alegadas, y en caso de no obtener la reparación
alegada, entonces recién corresponderá trasladar su reclamo ante
este órgano de justicia constitucional, dentro de los términos
establecidos en las normas constitucionales” (las negrillas nos
corresponden).

II.3. En cuanto a los funcionarios públicos con discapacidad

La SCP 1121/2017-S3 de 31 de octubre, señaló que: “…a partir de la


exigencia del Carnet de Persona con Discapacidad -art. 2 inc. e) del DS
28521- y luego con la presentación del Certificado Único de Discapacidad
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(art. 2.I del DS 29608), fue superada por el Decreto Supremo 1893 de 12 de
febrero de 2014, cuyo art. 3 prevé: ‘ARTÍCULO 3.- (ALCANCE). Las
disposiciones del presente Decreto Supremo son aplicables a las personas
con discapacidad que cuenten con el Carnet de Discapacidad otorgado por
las Unidades Especializadas Departamentales o el Instituto Boliviano de la
Ceguera – IBC’, siendo evidente que a partir de la vigencia del citado
Decreto Supremo 1893 el documento que permite el ejercicio y
goce de derechos previstos a favor de las personas con
discapacidad, es el Carnet de Discapacidad.
Precisamente, el art. 22.I del citado DS 1893, determina que:
‘ARTÍCULO 22 (INAMOVILIDAD LABORAL) I. Para garantizar la
inamovilidad laboral de personas con discapacidad y/o cónyuges, padres,
madres y/o tutores de personas con discapacidad del sector privado, se
procederá conforme a normativa en vigencia’, a cuyo fin es exigible el
Carnet de Discapacidad previsto por el referido art. 3 del mismo DS 1893,
porque a partir de su presentación la inamovilidad laboral es un derecho
exigible en su cumplimiento y por lo tanto vigente a favor de las
personas con discapacidad’” (las negrillas son nuestras).

II.4. Análisis del caso concreto

Por Resolución 02/2019 de 12 de febrero (fs. 566 a 570), la Jueza Pública


Civil y Comercial Decimoquinta del departamento de La Paz, constituida en
Jueza de garantías, declaró la improcedencia de la acción de amparo
constitucional, fundamentando que: a) La accionante no agotó la vía
administrativa, puesto que no existe proceso administrativo de ninguna
naturaleza; ni la vía ordinaria, ya que no adjuntó ni una solicitud que
permita advertir el inicio de un proceso o fallo que contravenga sus
derechos, siendo que esta acción de defensa no es un recurso accesorio de
los procedimientos previstos por ley para resolver conflictos, por lo que, la
parte impetrante de tutela no podía plantear directamente esta acción de
amparo constitucional; y, b) En cuanto a la excepción a la subsidiariedad
por discapacidad física, la impetrante de tutela no acreditó tal aseveración,
pues no acompañó el carnet de discapacidad emitido por el CONALPEDIS y
CODEPEDIS.

De la compulsa de antecedentes que cursan en obrados se tiene que, la


hoy peticionante de tutela presta servicios en la CPS, lugar en el que
supuestamente es víctima de acoso laboral, llegando a sufrir descuentos
de su salario, sin considerar su delicado estado de salud debido a la lesión
de su hombro, ello con el fin de hacerla renunciar a su cargo; razón por la
cual acudió ante el Ministerio del Trabajo, Empleo y Previsión Social en la
que se realizó la audiencia de conciliación. Posteriormente, planteó
directamente esta acción de defensa solicitando la protección de sus
derechos y se aplique la excepción al principio de subsidiariedad por su
condición de persona con discapacidad, debido a que necesitaría una
nueva intervención quirúrgica.
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En ese contexto, de la revisión del memorial se evidencia que la accionante
solicita por un lado la inamovilidad laboral de la Unidad de Bioestadística de
la CPS; sin embargo, ante dicho cambio y posterior denuncia efectuada al
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social que mereció la emisión del
Informe 1365/17 de 3 de octubre de 2017 (fs. 359 a 361 vta.), el cual
recomendó a la impetrante de tutela acudir a la vía llamada por ley para el
restablecimiento de sus derechos; por otro lado, pide la restitución de sus
descuentos, planteando de igual forma denuncia ante el señalado
Ministerio, la misma que fue atendida por Informe 1765/18 de 31 de agosto
de 2018, a través del cual se le recomendó a la ahora accionante que por
ser hechos controvertidos acuda a la vía llamada por ley; en ese entendido,
en este caso se advierte que la impetrante de tutela en conocimiento del
informe emitido por el mencionado Ministerio debió denunciar estos
aspectos ante las instancias internas o en su defecto acudir a la vía judicial
a objeto de presentar dicha denuncia; sin embargo, no consta en actuados
memorial de denuncia alguno, mucho menos impugnación contra los
Memorándums que determinaron su transferencia de una Unidad a otra;
por lo que, conforme al Fundamento Jurídico II.2 de este Auto
Constitucional, se tiene que la parte accionante no hizo uso del recurso
idóneo como es la impugnación a su transferencia en la vía
administrativa ni denuncia alguna respecto a los descuentos que a decir
de la misma sufrió; razón por la cual, impidió el pronunciamiento de la
autoridad llamada por ley e incurrió en la causal de improcedencia
prevista por el art. 54 del CPCo, por no haber agotado con carácter
previo y oportuno los mecanismos intraprocesales existentes, haciendo
inviable que la Comisión de Admisión de este Tribunal Constitucional
Plurinacional, pueda disponer la admisión de la presente acción tutelar;
dado que, a la jurisdicción constitucional sólo le incumbe otorgar la tutela
cuando se hayan vulnerado derechos y garantías fundamentales de las
personas, siempre que se hubieran agotado todos los recursos o medios de
impugnación ordinarios; en ese sentido, en el caso que se analiza la
solicitante acudió directamente a la jurisdicción constitucional presentando
esta acción tutelar sin previamente haber agotado la vía llamada por ley.

II.5. Otras consideraciones

Por otro lado, en cuanto a la excepción al principio de subsidiariedad


invocado por la parte accionante por su presunta discapacidad se tiene
que, conforme a la jurisprudencia constitucional citada en el Fundamento
Jurídico II.3 de este Auto Constitucional para solicitar la aplicación dicha
excepción y poder acudir directamente a esta vía constitucional, se debe
acreditar el extremo señalado a través del correspondiente certificado
emitido por el CONALPEDIS o CODEPEDIS, que se constituye en el único
medio de prueba para acreditar esa condición, el cual no fue adjuntado
por la impetrante de tutela; por lo que, al haberse omitido presentar el
mencionado carnet o certificado de discapacidad, no es posible efectuar
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una abstracción al principio de subsidiariedad, de manera que ésta debió
agotar la vía administrativa u ordinaria a objeto de plantear sus reclamos
buscando la protección de sus derechos.

En consecuencia, la Jueza de garantías al declarar la improcedencia de la


presente acción de amparo constitucional, actuó correctamente.

POR TANTO

La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional, de


conformidad a lo establecido por el art. 30.III del Código Procesal Constitucional,
en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 12 de febrero,
cursante de fs. 566 a 570, pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial
Decimoquinta del departamento de La Paz, constituida en Jueza de garantías;
y en consecuencia, declarar IMPROCEDENTE la referida acción de amparo
constitucional.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

COMISIÓN DE ADMISIÓN

No interviene el Magistrado MSc. Carlos Alberto Calderón Medrano, por no


compartir la decisión asumida.

René Yván Espada Navía Orlando Ceballos Acuña


MAGISTRADO PRESIDENTE MAGISTRADO

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