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SALA ESPECIALIZADA
Expediente: 17109-2016-35-AAC
Departamento: La Paz
Por otro lado, el 15 de abril de 2016, la empresa ahora demandada interpuso el recuro de
revocatoria contra la Conminatoria J.D.T.L.P./DS 495/EVG 040/2016, a ese efecto se emitió la
Resolución Administrativa (RA) 123-16 de 16 de mayo de igual año, desestimando el recurso
ratificando lo dispuesto en la Conminatoria; es decir, al mismo cargo a momento del despido,
más el pago de salarios devengados y demás derechos sociales. Agregó que en varias
oportunidades de manera verbal y mediante cartas notariadas, solicitó le entreguen
documentos; empero, su pedido fue negado, con esa actitud consideró vulnerado su derecho a
la petición.
La accionante consideró que fueron lesionados sus derechos al trabajo, al debido proceso, a la
protección y estabilidad laboral, al principio de igualdad, citando al efecto los arts. 14.II, 46.I,
48.II, 49.III y 115 de la CPE.
I.1.3. Petitorio
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituida en Tribunal
de garantías, a través de la Resolución de 48/2016 de 28 de octubre, cursante de fs. 148 a 153
vta., denegó la tutela, bajo los siguientes fundamentos: 1) En el presente caso el tema central
en cuanto a la controversia, radica en la modificación de la relación laboral que habría sufrido
la parte accionante, respecto a los horarios de trabajo; 2) Con relación al derecho al trabajo,
cursa el contrato ratificatorio de trabajo de 20 de agosto de 2009, suscrito por la ahora
accionante y la empresa Illimani de Comunicaciones S.A. “ATB”, en su cláusula séptima (De la
jornada laboral y horario de trabajo) señala: “Por tratarse de un cargo de dirección y de
confianza, el trabajador no prestará sus servicios en dentro de la jornada habitual de trabajo
establecida por las disposiciones laborales ya que por la naturaleza de sus funciones no pude
estar sometido a los horarios reglados por la Ley General del Trabajo, sino que realizara sus
funciones según los requerimientos de la empresa y conforme a lo establecido por el párrafo
segundo del art. 46 de la Ley General del Trabajo” (sic); asimismo, el artículo antes
mencionado refiere: “La jornada efectiva de trabajo no excederá de 8 horas por día y de 48 por
semana. La jornada de trabajo nocturno no excederá de 7 horas entendiéndose por trabajo
nocturno el que se practica entre horas veinte y seis de la mañana. Se exceptúa de esa
disposición el trabajo de las empresas periodísticas, que están sometidas a reglamentación
especial…”, así también corresponde resaltar el último contrato individual de trabajo R.R.H.H.
028/2013 de 14 de octubre, que en su cláusula quinta establece: (De la Jornada Laboral y
Horario de Trabajo) “Por tratarse de un cargo de confianza, el que será desarrollado por la
trabajadora, la misma no prestará sus servicios dentro de la jornada habitual y ordinaria de
trabajo regulada por el parágrafo primero del art. 46 de la Ley General de Trabajo (LGT) ya que
por la naturaleza de sus funciones no puede estar sometida a esta, sino que realizará sus
funciones según las necesidades y requerimientos de la empresa conforme a lo establecido en
el parágrafo segundo del art. 46 de la ley del Trabajo, pero su jornada de trabajo no podrá
exceder las doce (12) horas diarias de trabajo” (sic); 2) Ambos contratos de trabajo fueron de
conocimiento de la ahora accionante; es decir, existe una aceptación a las clausulas y
condiciones; asimismo, el contrato R.R.H.H. 028/2013 en su cláusula Décimo Primera (De las
obligaciones del trabajador) señala: “Del trabajador se espera: Un trabajo con eficiencia,
puntualidad y lealtad respecto a la empresa. Que cumpla sin observación alguna las
instrucciones que se le impartan, siempre y cuando estas no contravengan el Reglamento
Interno, ni el interés de la empresa, ni pongan en riesgo las operaciones de ella” (sic); inclusive
en una de las preguntas realizadas a la impetrante de tutela, ha señalado que continua
prestando su actividad laboral dentro de la empresa aludida, además se adjuntó las papeletas
de pago que demuestran la remuneración por la actividad laboral desarrollada; de donde se
estableció que no se está vulnerado los derechos que alegó la accionante, como el derecho al
trabajo, a la estabilidad laboral, a la continuidad; 3) Si bien pide el cumplimiento de la
Conminatoria J.D.T.L.P./DS 495/EVG 040/2016; empero, la impetrante de tutela reconoció que
se encontraría prestando sus servicios, aspecto que se consigna también en el informe V 210
de 24 de agosto de 2016, adjuntado por la parte demandada; al respecto el art. 53.2 del
Código Procesal Constitucional (CPCo) señala que, no procederá la acción de amparo
constitucional contra actos consentidos, libres y expresamente o cuando haya cesado los
efectos del acto reclamado, invocó las SSCC 1056/2011-R de 1 de julio, 0537/2011-R de 29 de
abril de 2011; 4) Se tiene el informe V-210, emitido por la Inspectora de Trabajo, que sugiere
derivar el caso al área de conciliación para que ambas partes puedan exponer sus argumentos
respecto a las contradicciones y controversias existentes, así por ejemplo el horario de trabajo;
entonces dicha instancia no habría sido agotada por la ahora accionante; 5) Sobre los
supuestos actos de discriminación, tiene las vías legales para presentar su denuncia, ya sea en
la administrativa o judicial, lo que refleja que esas instancias no fueron utilizadas. Por lo tanto,
existen medios que deber ser activados, ello con relación específica a las emergencias sobre el
cumplimiento de la Conminatoria emitida por el Jefe Departamental de Trabajo de La Paz
J.D.T.L.P./DS 495/EVG 040/2016; 6) Respecto a las contradicciones que existirían en lo
referente al horario de trabajo que debe cumplir la ahora accionante, así como la supuesta
discriminación hacia la misma, se constituyen en hechos controvertidos. En ese sentido, se
debe considerar que la jurisdicción constitucional no puede constituirse en una instancia de
resoluciones de cuestiones de hecho o de derecho, siendo competencia exclusiva de la vía
ordinaria o en su caso administrativa, los cuales deber ser previamente agotados antes de
interponer esta acción de defensa; y, 7) Respecto al reclamo relativo al trato diferenciado
sobre el cronograma de vacaciones, la otorgación de gastos de viaje, viáticos, pasajes y otros,
se establece que dichos extremos no fueron debidamente acreditados, al contario mediante la
documentación presentada por la parte demandada en esta audiencia, se llegó a establecer
que dichos aspectos no son evidentes.
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa Conminatoria J.D.T.L.P./DS 495/EGV/ 040/2016 de 1 de abril, emitida por Evelyn
Mery Viscarra Gutiérrez, Jefa Departamental de Trabajo de La Paz, por la cual conminó a la
empresa Illimani de Comunicaciones S.A. “ATB” restituir inmediatamente a su fuente labora a
Mary Marcela Renjel García, al mismo puesto que ocupaba al momento del despido, más el
pago de salarios devengados y demás derechos sociales (fs. 111 a 114).
II.2. El 14 de abril de 2016, Luis Alberto Nemtala Crespo, Gerente General de la empresa
Illimani de Comunicaciones S.A. “ATB”, mediante nota dirigida a Marcela Renjel García, dando
cumplimiento a la Conminatoria J.D.T.L.P./DS 495/EGV/ 040/2016 de 1 de abril, dispuso su
reincorporación a su fuente laboral, asignándole las funciones de: a) Producción y conducción
del programa “Noticiero de la Hora”, con un horario de 14:30 a 18:00; y, b) Producción y
conducción del Programa “Resumen de Noticias”, en el horario 21:00 a 23:15. Haciendo notar
que el horario asignado fue en consideración de los principios de dependencia y exclusividad
que emergen de la relación contractual de trabajo, para ello se ampararon en el art. 47 de la
Ley General de Trabajo (LGT) (fs. 116).
La accionante consideró que fueron lesionados sus derechos al trabajo, al debido proceso, a la
protección y estabilidad laboral, al principio de igualdad; por cuanto, el 12 de junio de 1987,
ingresó a trabajar en la empresa Illimani de Comunicaciones S.A. “ATB” en calidad de
presentadora de la segunda y tercera edición de noticias. El 14 de octubre de 2013, suscribió el
contrato de trabajo R.R.H.H. 028/2013 en calidad de “presentadora”, el 17 de marzo de 2016,
mediante un instructivo le asignaron nuevas tareas que consistían en realizar reportajes y
elaborar notas periodísticas, mismas que debían ser entregadas hasta antes del mediodía,
situación que consideró un hostigamiento laboral porque se incumplía lo establecido en el
contrato. Mediante Memorando R.R.H.H.-008/2016 de 18 de marzo, prescindieron de sus
servicios respaldándose en el art. 90 de un Reglamento Interno que desconocía. Habiendo
acudido en reclamo ante la Jefatura Departamental de Trabajo de La Paz, dicha entidad laboral
emitió la Conminatoria J.D.T.L.P./DS 495/EVG 040/2016 de 1 de abril, ordenando su restitución
al mismo puesto de trabajo; a ese efecto, el 14 de igual mes y año, fue reincorporada; empero,
no a sus mismas funciones de “presentadora de la segunda y tercera edición” y del “noticiero
de la hora”, inclusive modificaron los horarios de trabajo. Por otro lado, denunció que es
objeto de discriminación laboral, al no haberle otorgado pasajes ni viáticos para asistir a un
acto de premiación, además no le brindan el servicio de maquillaje, vestuario, peluquería,
entre otros que hacen al cargo inclusive en cuanto a su vacación le reprogramaron otra fecha,
siendo que existía un rol preestablecido.
III.1. Sobre los principios ético morales de la sociedad plural y los valores que sustenta el
Estado boliviano
En primer lugar cabe mencionar que la Constitución Política del Estado promulgada el 7 de
febrero de 2009, señala el horizonte en el que habrá de erigirse el nuevo Estado Unitario Social
de Derecho Plurinacional Comunitario, fundado en la pluralidad y pluralismo político,
económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país. En ese
contexto está dicho que la nueva institucionalidad del Estado Plurinacional debe superar con
creces la estructura colonial y debe, a base del esfuerzo individual y colectivo, en cada
estructura organizacional y en todos los órganos e instituciones del poder público, concretar
un estado como el proclamado, principalmente en el Órgano Judicial que a través de sus
jurisdicciones y en la función judicial ejercida por sus autoridades en las naciones y pueblos
indígena originario campesinos, en la que los valores que sustenta el Estado como unidad,
igualdad inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad,
armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en
la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución
de los productos y bienes sociales, para vivir bien, que señala el art. 8.II de la CPE.
Resulta necesario señalar que la Constitución Política del Estado, por otra parte, refiriéndose a
la nueva institucionalidad del Estado Plurinacional, augura superar con creces la estructura
colonial estableciendo que, de acuerdo con lo previsto en el art. 8.I de la CPE, los principios
ético morales de la sociedad plural que el Estado asume y promueve son: suma qamaña (vivir
bien), ñandereko (vida armoniosa) tekokavi (vida buena), ivimaraei (tierra sin mal) y qhapajñan
(camino o vida noble), así como ama quilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas
mentiroso, ni seas ladrón), estos últimos, mandatos de restricción que pudiendo ser de orden
imperativo para cada individuo, en cada hogar de las bolivianas y bolivianos, es también
esencia de un pensamiento colectivo enraizado en las naciones y pueblos que, sin embargo, de
manera permanente se confronta con ciertos males como la corrupción que lastiman nuestras
instituciones y sociedad, razón por la que el Estado encuentra como un elemento
transformador de la sociedad la lucha contra la corrupción. Una inequívoca señal de esta
voluntad está en la previsión del art. 123 de la CPE que instituye el principio de irretroactividad
de la ley excepto en materia de corrupción, para investigar, procesar y sancionar los delitos
cometidos por servidores públicos contra los intereses del Estado; y en el resto de los casos
señalados por la Constitución.
Antes de entrar a la consideración sobre los antecedentes de la presente acción de amparo
constitucional elevada en revisión, es pertinente, referirse a algunos aspectos inherentes a la
misma. Así, la Constitución Política del Estado, en la Sección II, del Capítulo segundo (Acciones
de Defensa) del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte
(Bases fundamentales del Estado - derecho s, deberes y garantías) ha instituido la acción de
amparo constitucional.
Por otra, al referirse el art. 54 del citado Código, con referencia a la subsidiariedad, dice: “I. La
Acción de Amparo Constitucional no procederá cuando exista otro medio o recurso legal
para la protección inmediata de los derecho s y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados de serlo.
II. Excepcionalmente, previa justificación fundada, dicha acción será viable cuando:
La acción de amparo constitucional, en consecuencia, es un mecanismo constitucional por el
que la Norma Suprema del ordenamiento jurídico establece un procedimiento de protección
cuyo objeto es el restablecimiento inmediato y efectivo de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados, a través de un procedimiento judicial sencillo, rápido y
expedito, frente a situaciones de lesión provenientes de la acción u omisión de servidores
públicos o particulares; siempre que el ordenamiento jurídico ordinario no prevea un medio
idóneo y expedito para reparar la lesión producida.
(…)
III.4. Respecto a las competencias de los juzgados en materia de trabajo y seguridad social
La SCP 2054/2013 de 28 de noviembre, señaló: “La Ley del Órgano Judicial en su art. 73.8 y 9,
establece que las juezas y jueces en materia de Trabajo y Seguridad Social, tienen competencia
para:
El Código Procesal del Trabajo en su art. 9, ha establecido lo siguiente: ‘La Judicatura del
Trabajo tiene competencia para decidir las controversias emergentes de los contratos
individuales y colectivos del trabajo, de la aplicación de las leyes de seguridad social, vivienda
de interés social, denuncias por infracciones de leyes sociales y de higiene y seguridad
ocupacional, la recuperación del patrimonio de las organizaciones sindicales, del desafuero
sindical y otras materias y procedimientos señalados por Ley’.
Conforme a las normas descritas precedentemente, se tiene que los jueces en materia de
Trabajo y Seguridad Social, son los competentes para conocer demandas de reincorporación y
conforme al Código Procesal del Trabajo, también para decidir las controversias emergentes de
los contratos de trabajo, sean individuales o colectivos” (las negrillas corresponden al texto
original).
En ese ámbito, sobre el tema de cambio de funciones, si nos remitimos al contrato de trabajo
de 20 de agosto de 2009, suscrito entre la ahora accionante y la empresa Illimani de
Comunicaciones S.A. “ATB”, en su cláusula séptima (De la jornada laboral y horario de trabajo)
señala: “Por tratarse de un cargo de dirección y de confianza, el trabajador no prestará sus
servicios dentro de la jornada habitual de trabajo establecida por las disposiciones laborales ya
que por la naturaleza de sus funciones no pude estar sometido a los horarios reglados por la
Ley General del Trabajo, sino que realizara sus funciones según los requerimientos de la
empresa y conforme a lo establecido por el párrafo segundo del art. 46 de la Ley General del
Trabajo” (sic), por su parte la norma laboral aludida, señala que la jornada efectiva de trabajo
no excederá de ocho horas por día y de cuarenta y ocho por semana, “Se exceptúa de esta
disposición el trabajo de las empresas periodísticas”; asimismo, en el contrato de trabajo
R.R.H.H. 028/2013 de 14 de octubre, en su cláusula quinta establece: (De la Jornada Laboral y
Horario de Trabajo) “Por tratarse de un cargo de confianza, el que será desarrollado por la
trabajadora, la misma no prestará sus servicios dentro de la jornada habitual y ordinaria de
trabajo regulada por el parágrafo primero del art. 46 de la Ley General de Trabajo ya que por
su naturaleza de sus funciones no puede estar sometida a esta, sino que realizará sus
funciones según las necesidades y requerimientos de la empresa conforme a lo establecido en
el parágrafo segundo del art. 46 de la ley del Trabajo, haciendo notar que la jornada de trabajo
no podrá exceder las doce (12) horas diarias de trabajo” (sic); de donde refleja que ambos
contratos regulan las funciones a cumplir; es decir, el trabajo que debía desempeñar la
accionante estaría sujeto a las necesidades y requerimiento de la empresa, inclusive al ser un
cargo de confianza, el horario de trabajo no se regiría a lo establecido en el art. 46 de la LGT, y
se resalta que la jornada laboral no podrá exceder las doce horas de trabajo. En ese mismo
orden, en la cláusula décimo séptima del contrato R.R.H.H. 028/2013, señala que: “Durante la
vigencia de la presente relación contractual de trabajo la empresa podrá impartir a la
trabajadora otras instrucciones inherentes al objeto del presente contrato a través de
comunicaciones internas (Memorándums) que constituirán de igual forma obligaciones
contractuales que deben ser cumplidas por este último” (sic). De donde queda claro, que la
relación contractual entre la impetrante de tutela y la empresa demandada está regulada por
los mencionados contratos; de tal manera, la pretensión de ser reincorporada a sus mismas
funciones, en este caso a “presentadora de la segunda y tercera edición” y del “noticiero de la
hora”, se rigen por dichos contratos suscritos por la misma accionante. En ese sentido, ante
cualquier discrepancia que emerja de un contrato de trabajo, les corresponde a las partes
acudir a la judicatura laboral para que en esa instancia de acuerdo al acervo probatorio pueda
decidirse sobre las controversias surgidas de esa relación contractual; toda vez que, la
jurisdicción constitucional no es una vía alternativa o supletoria de la laboral. Asimismo, en
cuanto al cambio de horario de trabajo, se constituyen en hecho controvertido, situación que
no le atañe a la justicia constitucional su consideración; al respecto, la jurisprudencia
constitucional al referirse a los hechos controvertidos señalo que:“… no le compete definir
derechos que no estuvieren consolidados a su titular, ni mucho menos analizar hechos
controvertidos -sea la resolución de una controversia o cuestiones de hecho- que le atañen
únicamente a la jurisdicción ordinaria o administrativa” (SCP 2172/2012 de 8 de noviembre).
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela invocada,
obró correctamente; por lo que, corresponde aplicar el art. 44.1 del CPCo.
POR TANTO