Está en la página 1de 26

Tema 12

El sistema español de Seguridad


Social. El régimen general. Afiliación
de trabajadores: altas, bajas, forma de
practicarse y plazos. Cotización: bases
y tipos. La recaudación de cuotas.
Otros regímenes de previsión social
del personal al servicio
de la Junta de Andalucía
Índice esquemático

1. El sistema español de la Seguridad Social


1.1. La Seguridad Social
1.2. El sistema español de la Seguridad Social
2. El régimen general
2.1. Campo de aplicación del Sistema español de la Seguridad Social
2.2. Estructura del Sistema español de la Seguridad Social
2.3. La gestión de la Seguridad Social
3. Afiliación de trabajadores: altas, bajas, forma de practicarse y plazos
3.1. Inscripción de la empresa
3.2. Afiliación, altas y bajas de los trabajadores
3.3. Alta real, situación asimilada al alta y alta presunta o de pleno derecho
4. La cotización: bases y tipos
4.1. Obligación de cotizar y obligación de ingresar las cuotas
4.2. Nacimiento, suspensión y extinción de la obligación de cotizar
4.3. Plazo de ingreso
4.4. Elementos de la cotización
5. La recaudación de cuotas
5.1. Recaudación en período voluntario
5.2. Recaudación en vía ejecutiva
6. Otros regímenes de Previsión social del personal al servicio de la Junta
de Andalucía
6.1. El Régimen de Clases Pasivas del Estado
6.2. El mutualismo administrativo

396
1. EL SISTEMA ESPAÑOL DE LA SEGURIDAD SOCIAL

1.1. La Seguridad Social


La Seguridad Social constituye un sistema público de prestaciones organizado
para la protección de las personas frente a determinados riesgos sociales o contingen-
cias previstas en la ley que, cuando se producen o actualizan, crean una situación de
necesidad en los individuos que las sufren.
Los riesgos sociales son daños potenciales, acontecimientos futuros e inciertos cuya
actualización genera un perjuicio para la persona que lo sufre o para su familia porque
causa, desde el punto de vista económico, un defecto de ingresos y/o un exceso de gastos.
El aseguramiento que la Seguridad Social dispensa ante determinados riesgos o
contingencias posee tres características fundamentales:
– Socialización del daño, puesto que el coste económico de la protección es asu-
mido por toda la sociedad, bien mediante cotizaciones específicas o mediante
contribuciones generales, en ambos casos de carácter público.
– Carácter público, porque son los poderes públicos los que asumen la gestión,
reconocimiento y control de las contingencias protegidas y de las prestaciones
destinadas a su cobertura.
– Carácter objetivo, ya que la protección se dispensa por la mera concurrencia
del daño, y tanto las situaciones protegidas como las prestaciones destinadas a
su cobertura están determinadas o tasadas.

1.2. El sistema español de la Seguridad Social


1.2.1. Concepto, principios y régimen jurídico

1.2.1.1. Concepto
El Sistema español de la Seguridad Social se configura un conjunto de regímenes
a través de los cuales el Estado garantiza a las personas comprendidas en su campo de
aplicación, por realizar una actividad profesional, o por cumplir los requisitos exigidos
en la modalidad no contributiva, así como a los familiares o asimilados que tuvieran a
su cargo, la protección adecuada en las contingencias y situaciones que la ley define.

1.2.1.2. Principios
El Sistema español de la Seguridad Social se fundamenta en los principios de uni-
versalidad, unidad, solidaridad e igualdad:
– La universalidad, desde el punto de vista subjetivo, significa la protección de
todos los ciudadanos, y desde el punto de vista objetivo, significa la protección
en todas las situaciones de necesidad.

397
– La unidad alude a la financiación y gestión del sistema y de su acción protectora.
– La solidaridad se refiere a la financiación, como expresión de un sistema de
reparto de rentas y prestaciones intergeneracional e intrageneracional.
– La igualdad alude al tratamiento homogéneo de las situaciones protegidas y de
la protección proporcionada.

1.2.1.3. Régimen jurídico


La configuración legal de un Sistema de Seguridad Social está garantizada en el ar-
tículo 41 de la Constitución, que obliga a los poderes públicos a mantener un régimen
público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y
prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso
de desempleo.
También se alude expresamente al Sistema de Seguridad Social en los artículos 25
y 50 de la Constitución. En el artículo 25.2 se reconoce el derecho de los condenados
a penas de prisión a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social; y en el
artículo 50 se establece que los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones
adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos
durante la tercera edad.
Además, se reconoce en la Constitución la protección social de la familia, de los
trabajadores emigrantes, de las personas discapacitadas y el derecho a la salud.
El artículo 149.1.17 de la Constitución atribuye al Estado la competencia exclusiva
sobre la legislación básica y régimen económico de la Seguridad Social, sin perjuicio
de la ejecución de sus servicios por las Comunidades Autónomas.
Consecuentemente con la competencia estatal reconocida en la Constitución, el
artículo 63.3 del Estatuto de Autonomía atribuye a la Comunidad Autónoma en mate-
ria de Seguridad Social, las competencias ejecutivas que se determinen en aplicación
de la legislación estatal, incluida la gestión de su régimen económico, con pleno res-
peto al principio de unidad de caja.
La legislación de Seguridad Social se articula a partir del Real Decreto Legislati-
vo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General
de la Seguridad Social (LGSS), que es la norma fundamental del Sistema. La LGSS se
divide en tres Títulos, divididos en Capítulos, Secciones y Subsecciones:
– Título I. Normas Generales del Sistema de la Seguridad Social.
– Título II. Régimen General de la Seguridad Social.
– Título III. Protección por Desempleo.
En desarrollo de la LGSS existe un numeroso y no siempre sistemático conjunto
de normas reglamentarias, procedentes de momentos históricos distintos y con una
compleja trama de situaciones de transitoriedad como consecuencia de la prolongada
vigencia en el tiempo de las relaciones de Seguridad Social. Las normas reglamen-
tarias adoptan con frecuencia una estructura en cascada, partiendo de un Decreto

398
general, desarrollado por órdenes ministeriales y, a veces, por resoluciones emanadas
de las entidades, organismos y administraciones de Seguridad Social.
De modo amplio, la normativa de Seguridad Social podemos dividirla en las si-
guientes materias:
– Organización del Sistema.
– Gestión del Sistema; comprende los actos de encuadramiento (inscripción de
empresas y afiliación, altas y bajas de los trabajadores), cotización y recaudación.
– Acción protectora; comprende la definición de las contingencias protegidas y
de las prestaciones que de dispensan en cada una de ellas.
Las principales normas reglamentarias, de carácter más general, son las siguientes:
– Real Decreto 84/1996, de 26 de enero, por el que se aprueba el Reglamento Gene-
ral sobre inscripción de empresas y afiliación, altas, bajas y variaciones de datos
de trabajadores en la Seguridad Social.
– Real Decreto 2064/1995, de 22 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento
General sobre Cotización y Liquidación de otros derechos de la Seguridad Social.
– Real Decreto 1415/2004, de 11 de junio, por el que se aprueba el Reglamento
General de Recaudación de la Seguridad Social.
– Real Decreto 1030/2006, de 15 de septiembre, por el que se establece la cartera
de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud y el procedimiento para su
actualización.
– Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de
incapacidades laborales del Sistema de la Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30
de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social.
– Real Decreto 295/2009, de 6 de marzo, por el que se regulan las prestaciones eco-
nómicas del sistema de la Seguridad Social por maternidad, paternidad, riesgo
durante el embarazo y riesgo durante la lactancia natural.
– Real Decreto 625/1985, de 2 de abril, por el que se desarrolla la Ley 31/1984, de
2 de agosto, de protección por desempleo.

1.2.2. Niveles de protección del Sistema de la Seguridad Social


Dentro del Sistema español de la Seguridad Social, considerado en un sentido
amplio, se suelen diferenciar tres niveles de protección: el nivel contributivo, el nivel
no contributivo y el nivel complementario.

1.2.2.1. Nivel contributivo


Comprende a las personas incluidas en el campo de aplicación del Sistema de la
Seguridad Social por realizar una actividad retribuida y que cumplen el requisito del
período de cotización exigido para causar una prestación contributiva sustitutiva del
salario, que se les dispensa cuando pierden sus rentas de trabajo temporal o definiti-
vamente por ocurrir alguna de las contingencias cubiertas por el Sistema.

399
1.2.2.2. Nivel no contributivo o asistencial
Comprende a las personas incluidas en el campo de aplicación del Sistema de la Se-
guridad Social que, por no haber cotizado o por no haberlo hecho durante el tiempo
suficiente, no gozan de la protección dispensada en el nivel contributivo, pero que, por
no tener recursos económicos suficientes y encontrarse en alguna de las situaciones
de necesidad previstas en la ley, causan derecho a una prestación no contributiva.

1.2.2.3. Nivel complementario


Hay que diferenciar entre prestaciones complementarias internas al Sistema y pres-
taciones complementarias externas al Sistema.
Prestaciones complementarias internas al Sistema
Las prestaciones complementarias internas al Sistema son la asistencia social y los
servicios sociales.
La expresión asistencia social comprende a su vez dos acepciones:
– Las prestaciones económicas en sus modalidades no contributivas, denomina-
das asistenciales.
– Las prestaciones sanitarias (“beneficios”) que se dispensan a las personas in-
cluidas en el campo de aplicación del Sistema –nivel contributivo si acreditan
la situación de necesidad que las origina y la carencia de medios para atender-
la. En la actualidad, las prestaciones asistenciales complementarias en el nivel
contributivo son dos:
▷ Por tratamientos o intervenciones especiales, en casos excepcionales, por
un determinado facultativo o determinada institución.
▷ Por pérdida de ingresos como consecuencia de la rotura fortuita de apara-
tos de prótesis.
Los servicios sociales son prestaciones no económicas, in natura, que el Sistema
dispensa a sus beneficiarios, incluidos en su campo de aplicación, tratándose de perso-
nas discapacitadas o de la tercera edad. En la actualidad, las prestaciones de servicios
sociales son:
– La reeducación y rehabilitación de inválidos.
– La asistencia a la tercera edad.
– La recuperación de inválidos.
Prestaciones complementarias externas al Sistema
Las prestaciones complementarias externas al Sistema son, fundamentalmente,
las siguientes:
– Las mejoras voluntarias de la acción protectora del Régimen General de la
Seguridad Social, establecidas a través de la negociación colectiva o por acto
unilateral del empresario.
– Los planes de pensiones. Son, en la actualidad, el principal instrumento de
previsión social voluntaria. Constituyen un sistema de previsión voluntaria y
libre, de carácter privado, cuyas prestaciones pueden ser, o no, complementa-
rias de las pensiones de la Seguridad Social, a las que en ningún caso sustituyen.
– Los contratos de seguros concertados con entidades privadas, con las que se
concierta la cobertura, complementaria o no de las prestaciones de la Seguri-
dad Social, ante determinadas contingencias.
– Las Mutualidades de Previsión Social, entidades aseguradoras sin ánimo de
lucro que ejercen una modalidad aseguradora de carácter voluntario comple-
mentaria al Sistema de Seguridad Social obligatoria mediante aportaciones de
los propios mutualistas o de otras personas protectoras.
– Los auxilios económicos de las Comunidades Autónomas que complemen-
ten las pensiones del nivel no contributivo de la Seguridad Social con cargo a
los presupuestos autonómicos.

2. EL RÉGIMEN GENERAL

2.1. Campo de aplicación del Sistema español de la


Seguridad Social
El campo de aplicación del Sistema la Seguridad Social hace referencia a las per-
sonas incluidas en el Sistema, que son los destinatarios o sujetos protegidos. Para su
estudio, debemos diferenciar el campo de aplicación del nivel contributivo y del nivel
no contributivo.

2.1.1. En la modalidad contributiva


En la modalidad o nivel contributivo se incluyen en el campo de aplicación del Sis-
tema:
– Los españoles que residan en España y los extranjeros que residan o se en-
cuentren legalmente en España, siempre que, en ambos supuestos, ejerzan su
actividad en el territorio nacional y se encuentren en alguno de los siguientes
apartados:
▷ Trabajadores por cuenta ajena.
▷ Trabajadores por cuenta propia o autónomos.
▷ Socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado.
▷ Estudiantes.
▷ Funcionarios públicos civiles y militares.
– Los extranjeros y apátridas que vivan en España acogidos al Estatuto de los
Refugiados y a su Protocolo se equiparan a los españoles.
2.1.2. En la modalidad no contributiva
En la modalidad o nivel no contributivo se incluyen en el campo de aplicación del
Sistema:
– Los españoles residentes en el territorio nacional.
– Los extranjeros residentes tendrán derecho a acceder a las prestaciones y ser-
vicios de la Seguridad Social en las mismas condiciones que los españoles.

2.1.3. Reglas comunes


– El Gobierno podrá establecer medidas de protección social a favor de los espa-
ñoles no residentes en España.
– Los hispanoamericanos, portugueses, brasileños, andorranos y filipinos que
residan o se encuentren legalmente en España se equiparan a los españoles.
– Los nacionales de otros países distintos de los anteriores se regirán por los
Tratados o Convenios Internacionales suscritos al efecto o en virtud del crite-
rio de reciprocidad.

2.2. Estructura del Sistema español de la Seguridad Social


El Sistema español de Seguridad Social se estructura en dos niveles básicos de
protección, el contributivo y el no contributivo. A su vez, dentro del nivel contributivo
existe un Régimen general y unos regímenes especiales.

2.2.1. Régimen General


El Régimen General de la Seguridad Social incluye, con carácter general, a los traba-
jadores por cuenta ajena, o asimilados, españoles o extranjeros, mayores de 16 años, con
independencia de la modalidad de contratación adoptada, su condición de fijo o tem-
poral, el sistema de retribución o la naturaleza común o especial de la relación laboral.

2.2.1.1. Inclusiones expresas


La LGSS incluye expresamente en el Régimen General a los grupos siguientes:
– Los trabajadores por cuenta ajena y los socios trabajadores de sociedades mer-
cantiles capitalistas, aun cuando sean miembros de su órgano de administra-
ción, si el desempeño de este cargo no conlleva la realización de las funciones
de dirección y gerencia de la sociedad, ni poseen su control efectivo.
– Los conductores de vehículos de turismo al servicio de particulares.
– Los laicos o seglares que presten servicios retribuidos en las entidades o insti-
tuciones eclesiásticas.
– Las personas que presten servicios en las instituciones de carácter benéfico
social.
– El personal contratado al servicio de Notarías, Registros de la Propiedad y ofi-
cinas similares.
– Los funcionarios en prácticas que aspiren a incorporarse a Cuerpos o Escalas
de funcionarios que no estén sujetos al Régimen de Clases Pasivas.
– Los altos cargos de las Administraciones Públicas que no sean funcionarios
públicos.
– Los funcionarios de nuevo ingreso de las Comunidades Autónomas.
– Los funcionarios del Estado transferidos a las Comunidades Autónomas que
hayan ingresado o ingresen voluntariamente en Cuerpos o Escalas propios de
las Comunidad Autónoma de destino.
– Los miembros de las Corporaciones Locales que desempeñen sus cargos tanto
con dedicación exclusiva o parcial.
– Los deportistas profesionales.
– Los socios de cooperativas de trabajo asociado.
– Los socios de sociedades laborales.

2.2.1.2. Asimilaciones
Se consideran asimilados a efectos de su inclusión en el Régimen General los gru-
pos siguientes:
– Los consejeros y administradores de sociedades mercantiles capitalistas (como
asimilados a trabajadores por cuenta ajena y con exclusión del Fondo de Garan-
tía Salarial), aunque el desempeño de su cargo conlleve la realización de fun-
ciones de dirección y gerencia de la sociedad, siempre que no posean el control
efectivo de la sociedad y sean retribuidos en su condición de trabajadores por
cuenta de la misma.
– Los reclusos que realicen trabajos penitenciarios retribuidos.
– El clero diocesano de la Iglesia Católica y demás ministros de otras Iglesias y
Confesiones Religiosas.
– Quienes realicen prestaciones personales obligatorias.
– Los mutilados excombatientes de la zona republicana, a efectos de asistencia
sanitaria y servicios sociales.

2.2.1.3. Exclusiones
Quedan expresamente excluidos del Régimen General de la Seguridad Social los
grupos siguientes:
– Quienes estén incluidos en un Régimen especial.
– Los que realicen trabajos amistosos, benévolos, o de buena vecindad.
– Los que realicen trabajos que se consideren marginales y no constituya medio
fundamental de vida, por disposición del Gobierno.
– El cónyuge, los ascendientes, descendientes y demás parientes del empresario,
por consanguinidad o afinidad o por adopción, hasta el segundo grado inclu-
sive, que estén ocupados en su centro de trabajo, cuando convivan en su hogar
y estén a su cargo, salvo prueba en contrario.

2.2.2. Regímenes especiales


Los regímenes especiales se establecen en aquellas actividades profesionales en las
que, por su naturaleza, sus peculiares condiciones de tiempo y lugar o por la índole
de sus procesos productivos, se hace preciso para la adecuada aplicación de los bene-
ficios de la Seguridad Social.
El Sistema de Seguridad Social comprende también los siguientes Regímenes Es-
peciales:
– Trabajadores por cuenta propia o autónomos.
– Trabajadores del mar.
– Funcionarios públicos, civiles y militares.
– Estudiantes.
– Los demás grupos que determine el Ministerio de Empleo y Seguridad Social,
por considerar necesario el establecimiento para ellos de un régimen especial.

2.2.3. Sistemas especiales


En los Regímenes de la Seguridad Social en que resulte necesario, pueden estable-
cerse sistemas especiales exclusivamente en alguna o algunas de las siguientes mate-
rias: encuadramiento, afiliación, forma de cotización o recaudación. En la actualidad
se han creado en el Régimen General y son los siguientes:
– Frutas y hortalizas e industria de conservas vegetales.
– Servicios extraordinarios de hostelería.
– Tareas de manipulado y empaquetado de tomate fresco realizadas por coseche-
ros exportadores.
– Industria resinera.
– Empresas de exhibición cinematográfica, salas de baile, discotecas y salas de fiesta.
– Empresas de estudio de mercado y opinión pública.

2.2.4. Prohibición de inclusión múltiple


Por la realización de un mismo trabajo no se puede ni si tiene la obligación de
pertenecer a más de un régimen de Seguridad Social, ni tampoco se está obligado a
pertenecer a cualquier otro régimen fuera del Sistema.
2.3. La gestión de la Seguridad Social
Según el Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el
Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social (LGSS), corresponde al Esta-
do la ordenación, jurisdicción e inspección de la Seguridad Social.

2.3.1. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social


Las funciones no jurisdiccionales del Estado en materia de Seguridad Social que
no sean propias del Gobierno se ejercen por el Ministerio de Empleo y Seguridad So-
cial, creado por Real Decreto 1823/2011, de 21 de diciembre, por el que se reestructuran
los departamentos ministeriales, y sin perjuicio de las que puedan corresponder a otros
Departamentos ministeriales.
Dentro de las competencias del Estado, corresponden al Ministerio de Empleo y
Seguridad Social las siguientes facultades:
– Proponer al Gobierno los Reglamentos generales para su aplicación.
– El ejercicio de la potestad reglamentaria no comprendida en el concepto an-
terior.
– El desarrollo de las funciones económico-financieras de la Seguridad Social, a
excepción de las encomendadas en la Ley General Presupuestaria al Ministerio
competente en materia de Hacienda o a otros órganos.
– El desarrollo de las funciones de dirección y tutela de las entidades gestoras
y servicios comunes de la Seguridad Social, así como de las entidades que
colaboren en la gestión de la misma.
– La inspección de la Seguridad Social a través de la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social.

2.3.2. Entidades gestoras y servicios comunes


La gestión y administración de la Seguridad Social se efectúa, bajo la dirección y
tutela de los respectivos Departamentos ministeriales, con sujeción a principios de
simplificación, racionalización, economía de costes, solidaridad financiera y unidad
de caja, eficacia social y descentralización, por las siguientes entidades gestoras y ser-
vicios comunes:

Entidades gestoras de la Seguridad Social:


– Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Entidad gestora de la Segu-
ridad Social, dotada de personalidad jurídica, adscrita al Ministerio de Empleo
y Seguridad Social a través de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social.
Le compete la gestión y administración de las prestaciones económicas del
Sistema de la Seguridad Social, con excepción de aquellas cuya gestión esté
atribuida al Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) o servicios
competentes de las Comunidades Autónomas.
– Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA, antiguo INSALUD). Enti-
dad gestora de la Seguridad Social, adscrita al Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad a través de la Secretaría General de Sanidad. Le correspon-
de la gestión de los derechos y obligaciones del INSALUD y las prestaciones
sanitarias en el ámbito de las Ciudades de Ceuta y Melilla.
– Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). Entidad gestora de la
Seguridad Social, adscrita al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igual-
dad, a través de la Secretaría General de Política Social y Consumo. Le compete
la gestión y seguimiento de las pensiones de invalidez y jubilación en sus mo-
dalidades no contributivas.
– Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE, antiguo INEM). Organismo Au-
tónomo adscrito al Ministerio de Empleo y Seguridad Social a través de la Se-
cretaría de Estado de Empleo, a la que le corresponde la gestión de las presta-
ciones de protección por desempleo Junto con los Sistemas de Empleo de las
Comunidades Autónomas integra el Sistema Nacional de Empleo.
– Instituto Social de la Marina (ISM). Entidad gestora de la Seguridad Social,
adscrita al Ministerio de Empleo y Seguridad Social a través de la Secretaría de
Estado de la Seguridad Social. Le compete la gestión, administración y recono-
cimiento del derecho a las prestaciones del Régimen Especial de la Seguridad
Social de los Trabajadores del Mar.

Servicios comunes de la Seguridad Social:


– Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS). Servicio común de la Segu-
ridad Social dotado de personalidad jurídica adscrita al Ministerio de Empleo
y Seguridad Social a través de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social.
Le compete la gestión de los recursos económicos y la administración finan-
ciera del sistema en aplicación de los principios de solidaridad financiera y
caja única.
– Gerencia de Informática de la Seguridad Social. Servicio Común de la Segu-
ridad Social, sin personalidad jurídica y nivel orgánico de subdirección gene-
ral, queda adscrita a la Secretaría de Estado de la Seguridad Social.
– Servicio Jurídico de la Administración de la Seguridad Social. Servicio Co-
mún de la Seguridad Social sin personalidad jurídica y nivel orgánico de subdi-
rección general, dependiente de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social.
Le corresponde el ejercicio de las funciones y competencias relativas al aseso-
ramiento jurídico, así como a la representación y defensa en juicio, de las
Entidades Gestoras y Servicios Comunes de la Seguridad Social.
Debemos destacar en esta materia que la Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre actua-
lización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social, ha autorizado
al Gobierno la creación de la Agencia Estatal de la Administración de la Seguridad
Social, con la naturaleza de agencia estatal para la mejora de los servicios públicos de
las previstas en la Ley 28/2006, de 18 de julio, cuyo objeto es llevar a cabo, en nombre
y por cuenta del Estado, la gestión y demás actos de aplicación efectiva del sistema de
la Seguridad Social, así como aquellas otras funciones que se le encomienden.
Se integrarán en la Agencia Estatal de la Administración de la Seguridad Social
las siguientes Entidades Gestoras y Servicios Comunes de la Seguridad Social, así
como su personal y funciones:
– El Instituto Nacional de la Seguridad Social.
– El Instituto Social de la Marina en lo que respecta a la gestión del Régimen
Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores del Mar.
– La Tesorería General de la Seguridad Social.
– La Gerencia de Informática de la Seguridad Social.
– El Servicio Jurídico de la Administración de la Seguridad Social.
La actuación de la Agencia Estatal de la Administración de la Seguridad Social no
se extenderá a las prestaciones y subsidios por desempleo, ni a los servicios sociales
del sistema de la Seguridad Social, así como tampoco a la asistencia sanitaria de la
Seguridad Social.

2.3.3. Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales


En la gestión del sistema de la Seguridad Social intervienen las entidades colabo-
radoras, que son las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesiona-
les de la Seguridad Social y las empresas.
Las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Segu-
ridad Social son asociaciones autorizadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad
Social, constituidas sin ánimo de lucro por empresarios que asumen una responsabili-
dad mancomunada, con el principal objeto de colaborar en la gestión de la Seguridad
Social, sin perjuicio de la realización de otras prestaciones, servicios y actividades que
le sean legalmente atribuidas.
La colaboración en la gestión de la Seguridad Social comprende las siguientes
actividades:
a) La colaboración en la gestión de contingencias de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales.
b) La realización de actividades de prevención y recuperación.
c) La colaboración en la gestión de la prestación económica de incapacidad
temporal derivada de contingencias comunes.
d) Las demás actividades, prestaciones y servicios de seguridad social que les sean
atribuidas legalmente.

3. AFILIACIÓN DE TRABAJADORES: ALTAS, BAJAS, FORMA DE


PRACTICARSE Y PLAZOS
Los actos de encuadramiento son la inscripción de empresas y la afiliación, altas y
bajas de los trabajadores.
3.1. Inscripción de la empresa
Todo empresario, como requisito previo e indispensable a la iniciación de sus ac-
tividades, debe solicitar su inscripción en el Régimen correspondiente del Sistema de la
Seguridad Social.
Al solicitar la inscripción, la entidad gestora debe ejercer la opción de asegura-
miento y la opción de cobertura.
– La opción de aseguramiento implica la elección entre la entidad gestora (INSS)
o la Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Segu-
ridad Social que ha de asumir la protección por contingencias profesionales del
personal a su servicio.
– La opción de cobertura implica la elección entre la entidad gestora (INSS)
o la Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Se-
guridad Social que ha de cubrir la incapacidad temporal por contingencias
comunes.
La inscripción se solicita a la Dirección Provincial de la Tesorería General de la
Seguridad Social del domicilio del empresario.
En el acto administrativo que acuerda la inscripción, la Tesorería asigna a la em-
presa un número de inscripción para su individualización en el respectivo Régimen
del Sistema de la Seguridad Social, número que actuará como primero y principal
Código de Cuenta de Cotización, vinculado al domicilio social de la empresa. El em-
presario debe solicitar un Código de Cuenta de Cotización en cada una de las provin-
cias donde ejerza su actividad; estos Códigos de Cuenta de Cotización se consideran
secundarios o sucesivos y están vinculados al Código principal, que es el correspon-
diente al domicilio de la empresa.
La inscripción es única y válida en los regímenes de la Seguridad Social que se
determine, para todo el territorio nacional y para toda la vida de la empresa (vita-
licia).

3.2. Afiliación, altas y bajas de los trabajadores


La afiliación es el acto administrativo por el que la Tesorería General de la Seguri-
dad Social reconoce la condición de incluida en el Sistema de la Seguridad Social a la
persona física que por primera vez realiza una actividad determinante de su inclusión
en el campo de aplicación de dicho Sistema.
El alta es el acto administrativo por el que la Tesorería General de la Seguridad
Social reconoce a la persona física que inicia una actividad laboral su condición de
comprendida en el campo de aplicación del Régimen que corresponda.
La baja es el acto administrativo por el que se reconoce al trabajador en alta el
cese de su actividad laboral, determinando su exclusión del campo de aplicación del
Régimen respectivo.
La afiliación se refiere al Sistema de la Seguridad Social, y es única y vitalicia para
cada trabajador. Las altas y bajas se refieren a los distintos Regímenes del Sistema de
la Seguridad Social y se caracterizan por su multiplicidad, en función de los inicios
y ceses, simultáneos y sucesivos, de actividades laborales y profesionales que puede
protagonizar una misma persona.
El empresario está obligado a solicitar el alta en el Régimen respectivo de todo
trabajador que inicia su actividad en la empresa y, si se trata de la primera actividad
laboral del trabajador, deberá solicitar además la afiliación de éste al Sistema.
El empresario deberá también solicitar la baja del trabajador que cese en su pres-
tación de trabajo o cambie a un centro de trabajo de diferente provincia.
La solicitud de afiliación y/o la de alta debe formularse con carácter previo a la
iniciación de la prestación de servicios del trabajador, pero nunca antes de los sesen-
ta días naturales anteriores a dicha iniciación.
La solicitud de baja se debe formular en el plazo de seis días naturales desde que
se produce el cese en la prestación de servicios.
Cuando el empresario incumpla su obligación de solicitar la afiliación, el alta o la
baja del trabajador, éstas podrán ser solicitadas por el propio trabajador o se podrán
practicar de oficio por la TGSS, a consecuencia de la actuación de la Inspección de
Trabajo y Seguridad Social, de los datos obrantes en la entidades gestoras o de cual-
quier otro procedimiento que acredite el incumplimiento empresarial.
Cuando cada trabajador es afiliado al Sistema, se le asigna un número de Seguri-
dad Social, que será el mismo para toda su vida laboral (vitalicio) y válido para todo
el territorio del Estado y para todo el Sistema de la Seguridad Social (único).

3.3. Alta real, situación asimilada al alta y alta presunta o


de pleno derecho
3.3.1. Alta real
Se produce cuando, al iniciarse la prestación del trabajador en la empresa, el tra-
bajador se encuentra afiliado y en alta ante la Tesorería General de la Seguridad Social
porque el empresario ha cumplido su obligación de solicitar el alta y, en su caso, la
afiliación.

3.3.2. Situación asimilada al alta


Son supuestos en que el legislador, expresamente, permite la prolongación en el
tiempo de una situación previa de alta real con el fin de mantener la protección del
Sistema a aquellos trabajadores que han cesado en la prestación de servicios determi-
nante de su encuadramiento en el Régimen de la Seguridad Social que corresponda.
Las situaciones asimiladas al alta se configuran normalmente sólo a efectos de deter-
minadas prestaciones, no de todas las que corresponden a la situación de alta real.
Son situaciones asimiladas al alta:
– La situación legal de desempleo, total y subsidiado, y la de paro involuntario,
una vez agotada la prestación, contributiva o asistencial, siempre que el benefi-
ciario se mantenga en como demandante en la oficina de empleo.
– La excedencia forzosa.
– La excedencia por cuidado de hijos con reserva de puesto de trabajo.
– El traslado del trabajador fuera del territorio nacional.
– Suspensión del contrato de trabajo por huelga legal o cierre patronal.(Alta
especial).
– Situaciones cotizadas del trabajador durante el período correspondiente a va-
caciones anuales retribuidas que no hayan sido disfrutadas.

3.3.3. Alta presunta o de pleno derecho


Los trabajadores están en alta de pleno derecho cuando, realizando una actividad
laboral determinante de su alta real, el empresario ha incumplido las obligaciones de
alta y, en su caso, de afiliación. En tal caso, el trabajador se encuentra en situación de
alta a efectos de accidentes de trabajo, enfermedades profesionales y desempleo, así
como asistencia sanitaria por enfermedad común, maternidad y accidente no laboral.

4. LA COTIZACIÓN: BASES Y TIPOS

4.1. Obligación de cotizar y obligación de ingresar las cuotas


El Sistema español de la Seguridad Social se financia, fundamentalmente, a través
de las cotizaciones, que son las aportaciones económicas realizadas por trabajadores
y empresarios para el sostenimiento de las cargas del Sistema.
En el Régimen General, están obligados a cotizar por las contingencias comunes
el trabajador y el empresario. Por las contingencias profesionales y Fondo de Ga-
rantía Salarial la obligación corresponde exclusivamente al empresario.
Será nulo todo pacto individual o colectivo por el que el trabajador asuma la obli-
gación de pagar total o parcialmente la cuota a cargo del empresario o por el que
empresario se comprometa a soportar íntegramente la cotización.
Diferente de la obligación de cotizar es la obligación de ingresar la cuota. Los
obligados al pago son tanto los trabajadores como los empresarios, que son los obli-
gados a cotizar, pero el responsable del ingreso de las cuotas es el empresario, tanto
de la suya como de la que corresponde al trabajador.
El empresario obtiene el importe de la cuota del trabajador a través de un sistema
de descuento en la retribución de éste: retiene del salario la cuota del trabajador en el
momento de hacer efectivas sus retribuciones. Si no lo hace en ese momento, quedará
obligado a ingresar la totalidad de las cuotas a su exclusivo cargo.
4.2. Nacimiento, suspensión y extinción de la obligación de
cotizar
La obligación de cotizar nace desde el comienzo de la prestación de trabajo,
incluido el período de prueba, y no se interrumpe mientras el trabajador esté en
alta.
La obligación de cotizar subsiste en los casos siguientes:
– Incapacidad Temporal.
– Riesgo durante el embarazo.
– Riesgo durante la lactancia natural
– Periodos de descanso por maternidad, paternidad, adopción y acogimiento
preadoptivo o permanente.
– Cumplimiento de deberes públicos o desempeño de cargos sindicales siempre
que no de lugar a excedencia en el trabajo.
– Convenio especial.
– Traslado del trabajador por la empresa fuera del territorio nacional, salvo que
se disponga lo contrario por Convenio Internacional.
– Vacaciones no disfrutadas y abonadas al extinguirse el contrato de trabajo.
– Otras situaciones en las que se imponga el mantenimiento de la obligación de
cotizar (alta sin remuneración computable en la base de cotización, permisos y
licencias que no den lugar a excedencia).
La obligación de cotizar se suspende en los casos siguientes:
– Huelga legal.
– Cierre patronal.
– Privación de libertad.
– Excedencia voluntaria.
– Suspensión de empleo y sueldo.
La obligación de cotizar se extingue cuando finaliza la prestación de trabajo y
se comunica la baja a la Dirección Provincial de la TGSS dentro de plazo. Si la baja
no se comunica, no se extingue la obligación de cotizar, aunque se haya cesado en la
actividad laboral.

4.3. Plazo de ingreso


Las cuotas de Seguridad Social se ingresan, por mensualidades vencidas, dentro
del mes siguiente al que corresponda su devengo.
4.4. Elementos de la cotización
Los elementos de la cotización son la base cotización, el tipo de cotización y la cuota.

4.4.1. La base cotización


La base de cotización es la cantidad sobre la que se aplica el tipo de cotización para
obtener la cuota o cantidad a ingresar. La base de cotización está constituida por la
remuneración total mensual, cualquiera que sea su forma o denominación, tanto en
metálico como en especie, que tenga derecho a percibir el trabajador, o que efectiva-
mente ha percibido si es superior.

4.4.1.1. Conceptos computables para determinar la base cotización


El cálculo de la base de cotización incluye:
– Las retribuciones de carácter mensual que tenga derecho a percibir el trabaja-
dor, o las que efectivamente perciba si son superiores.
– Las percepciones de vencimiento periódico superior al mes (se prorratean a lo
largo de los doce meses).

4.4.1.2. Conceptos no computables para determinar la base de


cotización
Por el contrario, se excluyen de la base de cotización los siguientes conceptos:
– Los gastos de locomoción.
– Los gastos normales de manutención y estancia generados en municipio dis-
tinto del lugar de trabajo habitual del perceptor y del que constituya su residen-
cia, en la cuantía y con el alcance previstos en la normativa estatal reguladora
del Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas.
– Las indemnizaciones por fallecimiento, traslados y suspensiones hasta la cuan-
tía máxima prevista en norma sectorial o convenio colectivo aplicable.
– Las indemnizaciones por despido o cese en la cuantía establecida con carác-
ter obligatorio en la Ley del Estatuto de los Trabajadores, en su normativa de
desarrollo o, en su caso, en la normativa reguladora de la ejecución de senten-
cias, sin que pueda considerarse como tal la establecida en virtud de convenio,
pacto o contrato.
– Las prestaciones de la Seguridad Social.
– Las mejoras de las prestaciones por incapacidad temporal concedidas por las
empresas.
– Las asignaciones para gastos de estudios exigidos por el desarrollo de las activi-
dades del trabajador o por las características de los puestos de trabajo.
– Las horas extraordinarias, salvo para la cotización por accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales de la Seguridad Social.
Anualmente se fijan en la Ley de Presupuestos Generales del Estado las cuantías
mínimas y máximas de las bases de cotización.
A su vez, hay que diferenciar:
– La base de cotización por contingencias comunes (enfermedad común, acci-
dente no laboral, jubilación y descanso por maternidad y paternidad), en la que
no se incluyen las horas extraordinarias.
– La base de cotización por contingencias profesionales (accidente laboral, en-
fermedad profesional, riesgo durante el embarazo, riesgo durante la lactancia
natural y cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave)
y por los conceptos de recaudación conjunta (Desempleo, Fondo de Garantía
Salarial y Formación Profesional), en la que sí se incluyen las horas extraordi-
narias.
– La base de cotización por horas extraordinarias, que cotizan adicionalmente
por sí mismas.
Para las contingencias comunes, se determinan unas bases mínimas en función
de la categoría profesional de los trabajadores, conforme a los denominados grupos
de cotización, y una base máxima que es la misma para todos los grupos.
Para las contingencias profesionales y para Desempleo, Fondo de Garantía Sa-
larial y Formación Profesional, existe un único tope máximo y un único tope mí-
nimo de cotización para todos los trabajadores, con independencia de su grupo de
cotización.

4.4.2. El tipo de cotización


El tipo de cotización es el porcentaje que se aplica a la base cotización para obte-
ner el importe de la cuota a pagar. Los tipos de cotización se fijan anualmente en la
Ley de Presupuestos Generales del Estado.
Para las contingencias comunes existe un único tipo de cotización en el Régimen
General. En materia de contingencias profesionales, se aplica la Tarifa de Primas
establecida en la disposición adicional cuarta de la Ley 42/2006, de 28 de diciembre, de
Presupuestos Generales del Estado para 2007, según redacción dada por la disposición
final décima novena de la Ley 22/2013, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales
del Estado para el año 2014.
Las horas extraordinarias, además de formar parte de la base de cotización para
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (no para contingencias comu-
nes), causan una cotización adicional por el importe total percibido por dichas horas
en el mes, sin limitación alguna de su importe.
Los conceptos de recaudación conjunta se calculan junto las cuotas de la Seguri-
dad Social, y su importe resulta de la aplicación de los porcentajes correspondientes a la
base cotización de contingencias profesionales. Los conceptos de recaudación conjunta
se destinan a Desempleo, Fondo de Garantía Salarial y Formación Profesional.
TIPOS DE COTIZACION 2016

4.4.3. La cuota
La cuota es la cantidad que resulta de aplicar el tipo a la base de cotización.

5. LA RECAUDACIÓN DE CUOTAS
La gestión recaudatoria en el ámbito de la Seguridad Social consiste en el ejerci-
cio de la actividad administrativa conducente a la realización de los créditos y derechos
de la Seguridad Social.
La competencia exclusiva sobre la gestión recaudatoria corresponde a la TGSS,
siendo, por tanto, Caja única del Sistema de Seguridad Social.

5.1. Recaudación en período voluntario


Se entiende por período voluntario de recaudación el que se inicia con la fecha
de comienzo del plazo reglamentario y se prolonga, si no hay pago u otra causa de
extinción, hasta la emisión de la providencia de apremio, con la que se da inicio al
período de recaudación ejecutiva.

Plazo reglamentario de ingreso


Las cuotas de la Seguridad Social y los recursos que se recauden conjuntamente
(Desempleo, Fondo de Garantía Salarial y formación profesional) con ellas se ingresa-
rán dentro del mes siguiente al que corresponda su devengo, salvo que se establezca
otro plazo por las normas que regulan cada uno de los regímenes que integran el
sistema de la Seguridad Social.
Si el ingreso no puede realizarse en los plazos establecidos reglamentariamente, es
obligatoria, en todo caso, la presentación de los documentos de cotización (mo-
delos TC-1 y TC-2) en dichos plazos, en la TGSS, bien directamente, a través de sus
Direcciones Provinciales o Administraciones, o bien por medios electrónicos, a través
del Sistema RED (Remisión Electrónica de Datos).
El pago de las deudas a la Seguridad Social debe realizarse en efectivo, mediante
dinero de curso legal, cheque, transferencia o domiciliación bancaria, así como cual-
quier otro medio de pago autorizado por la Tesorería General de la Seguridad Social.
Los efectos de la falta de ingreso de cuotas en plazo reglamentario son los siguientes:
– Devengo de recargos.
– Devengo de intereses de demora.
– Emisión de reclamaciones de deuda, actas de liquidación o providencias de apre-
mio, según proceda.
– Sanciones, en su caso.
Transcurrido el plazo reglamentario establecido para el pago de las cuotas a la Se-
guridad Social sin ingreso de las mismas, se devengarán los correspondientes recargos.
Los recargos que proceden por ingresos fuera de plazo reglamentario son dife-
rentes según haya habido o no presentación de documentos de cotización dentro del
plazo reglamentario de ingreso:
1. Si los sujetos responsables del pago de cuotas a la Seguridad Social no las in-
gresan pero presentan los documentos de cotización dentro del plazo regla-
mentario de ingreso: recargo del 20% de la deuda, si se abonasen las cuotas
debidas tras el vencimiento de dicho plazo
2. Si los sujetos responsables del pago de cuotas a la Seguridad Social no las in-
gresan ni presentan los documentos de cotización dentro de plazo reglamen-
tario de ingreso:
a) Recargo del 20% de la deuda, si se abonan las cuotas debidas antes de la
terminación del plazo de ingreso de la reclamación de deuda o acta de li-
quidación.
b) Recargo del 35% de la deuda, si se abonan a partir de la terminación de
dicho plazo de ingreso.
La falta de ingreso en plazo de las deudas con la Seguridad Social genera, además
de los correspondientes recargos ya indicados, intereses de demora.
El tipo de interés de demora es el interés legal del dinero vigente en cada momen-
to del período de devengo, incrementado en un 25%, salvo que la Ley de Presupues-
tos Generales del Estado establezca uno diferente.
El tipo de cotización aplicable a las liquidaciones de cuotas ingresadas fuera del
plazo reglamentario, tanto por ingreso espontáneo como por reclamación de deuda,
acta de liquidación o providencia de apremio, es el tipo vigente en la fecha en que las
cuotas se devengaron.

5.2. Recaudación en vía ejecutiva


Transcurrido el plazo reglamentario de ingreso y una vez adquieran firmeza en
vía administrativa la reclamación de deuda o el acta de liquidación en los casos en
que éstas procedan, sin que se haya satisfecho la deuda, se iniciará el procedimiento
de apremio mediante la emisión de providencia de apremio, en la que se identificará
la deuda pendiente de pago con el recargo correspondiente
El procedimiento de apremio se inicia mediante la emisión de la providencia de
apremio que constituye título ejecutivo suficiente para el inicio por la TGSS del mis-
mo, y tiene la misma fuerza ejecutiva que las sentencias judiciales para proceder con-
tra los bienes y derechos de los sujetos obligados al pago de la deuda.
En la notificación de la providencia de apremio se debe advertir al sujeto respon-
sable de que si la deuda exigida no se ingresa dentro de los 15 días siguientes a su
recepción o publicación son exigibles los intereses de demora devengados y se pro-
cederá al embargo de sus bienes.

6. OTROS REGÍMENES DE PREVISIÓN SOCIAL DEL PERSONAL


AL SERVICIO DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA
De acuerdo con el artículo 41 de la Constitución, “Los poderes públicos manten-
drán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos que garantice la
asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad…”
Según el EBEP los empleados públicos tienen derecho “A las prestaciones de la
Seguridad Social correspondientes al régimen que les sea de aplicación”. No obstante, el
EBEP no regula dicho régimen.
En la actualidad, sólo los funcionarios del Estado, con inclusión de los transferidos
a las Comunidades Autónomas y con exclusión de los funcionarios de los organismos
autónomos, tienen un régimen especial. Todos los demás funcionarios, tanto los de
las Comunidades Autónomas como los de las Entidades locales, se integran en el ré-
gimen general de la Seguridad Social.
Según el artículo 2 del Real Decreto Legislativo 4/2000, de 23 de junio, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley sobre Seguridad Social de los Funcionarios Civiles
del Estado, este Régimen especial queda integrado por los siguientes mecanismos de
cobertura:
a) El Régimen de Clases Pasivas del Estado.
b) El Régimen del Mutualismo Administrativo.

6.1. El Régimen de Clases Pasivas del Estado


El Régimen de Clases Pasivas del Estado se regula en el Real Decreto Legislati-
vo 670/1987, de 30 de abril, por el que se aprueba el Texto Refundido de Ley de Clases
Pasivas del Estado.
El régimen de Clases Pasivas es de aplicación:
– A los funcionarios de carrera de carácter civil de la Administración del Estado,
incluidos los transferidos a las Comunidades Autónomas.
– Al personal militar.
– A los funcionarios de carrera de la Administración de Justicia.
– A los funcionarios de las Cortes Generales.
– A los funcionarios en prácticas.
También es de aplicación a los ex Presidentes, Vicepresidentes y Ministros del Go-
bierno de la Nación y ex Presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado,
del Tribunal de Cuentas, del Consejo de Estado, del Tribunal Supremo, del Consejo
General del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional, ex Defensores del Pueblo y ex
Fiscales Generales del Estado.
No obstante, el personal incluido en el régimen de clase pasivas que haya ingresa-
do partir del 1 de enero de 2011 se incluye obligatoriamente en el Régimen General de
la Seguridad Social a los solos efectos de los derechos de clases pasivas.
Esta norma no rige para los ex Presidentes, Vicepresidentes y Ministros del Go-
bierno de la Nación y ex Presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado,
del Tribunal de Cuentas, del Consejo de Estado, del Tribunal Supremo, del Consejo
General del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional, ex Defensores del Pueblo y ex
Fiscales Generales del Estado.
Al mismo tiempo, el personal incluido en el ámbito de cobertura del Régimen de
Clases Pasivas a 31 de diciembre de 2010 que, con posterioridad a dicha fecha, y sin
solución de continuidad, ingrese, cualquiera que sea el sistema de acceso, o reingrese,
en otro Cuerpo que hubiera motivado, en dicha fecha, su encuadramiento en el Régi-
men de Clases Pasivas, continuará incluido en dicho régimen.
La gestión del régimen de clases pasivas corresponde al Ministerio competente en
materia de Hacienda.
A través del Régimen de Clases Pasivas se garantiza al personal referido en su ám-
bito de aplicación la protección frente a los riesgos de:
– vejez,
– incapacidad y
– muerte y supervivencia.
El régimen de clases pasivas es un régimen de derecho administrativo, que se rige
por los siguientes principios:
– Principio de legalidad: sólo por ley puede ser ampliado o restringido el ámbito
de cobertura o modificados los derechos pasivos reconocidos.
– Principio de inembargabilidad, irrenunciabilidad e inalienabilidad, de los dere-
chos pasivos, que no pueden ser objeto de cesión, convenio o contrato pudien-
do ser transmitidos o extinguidos sólo de acuerdo con lo dispuesto en la ley.
– Principio de imprescriptibilidad.
– Principio de rogación: el reconocimiento de los derechos pasivos ha de instarse
por los interesados o sus representantes legales en cualquier momento pos-
terior al hecho causante. No obstante, si el reconocimiento de su titularidad
se demorase un año por causa imputable al interesado, sólo produce efectos
económicos a partir del primer día del mes siguiente a la subsanación de los
defectos de su petición o de la petición tardía.
– Principio de no duplicidad de la cobertura: no se puede percibir una pensión de
clases pasivas y otra de Seguridad Social por una única prestación a la Adminis-
tración. Tampoco se pueden percibir dos o más pensiones ordinarias de clases
pasivas causadas por la misma persona en su favor o en el de los familiares, ni
más de tres pensiones ordinarias de clases pasivas causadas por diferente persona.
Las prestaciones del régimen de clases pasivas son exclusivamente pensiones, de
carácter económico y pago periódico.
Las pensiones pueden ser:
– Ordinarias.
– Extraordinarias; por razón de lesión, muerte o desaparición producida en acto
de servicio o como consecuencia del mismo
– Excepcionales; reconocidas por la ley a favor de una determinada persona.
Las pensiones de clases pasivas son las siguientes:
– Jubilación o retiro; la jubilación puede ser forzosa, voluntaria o por incapaci-
dad permanente.
– Viudedad.
– Orfandad.
– En favor de los padres.
La cuantía de las pensiones se fija en aplicación de los haberes reguladores establecidos
anualmente por las leyes de presupuestos del Estado en función del grupo de titulación
de cada cuerpo o escala y teniendo en cuenta los años de servicios efectivos prestados.
A efectos de la financiación del régimen, los funcionarios contribuyen durante su
vida activa mediante una cuota de derechos pasivos, cuya cuantía se fija en un porcen-
taje del haber regulador y que se retiene mensualmente en cada nómina.

6.2. El mutualismo administrativo


El mutualismo administrativo complementa el régimen de clases pasivas del Es-
tado. El mutualismo administrativo se regula en el Real Decreto Legislativo 4/2000, de
23 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Seguridad Social de
los Funcionarios Civiles del Estado.
El Real Decreto Legislativo 1/2000, de 9 de junio, por el que se aprueba el texto re-
fundido de la Ley sobre Seguridad Social de las Fuerzas Armadas y el Real Decreto Le-
gislativo 4/2000, de 23 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre
Seguridad Social de los Funcionarios Civiles del Estado completan el régimen jurídico
del mutualismo administrativo. Las tres normas regulan las tres mutualidades obliga-
torias subsistentes: MUFACE, ISFAS Y MUGEJU.
El sistema de mutualismo administrativo se gestiona y se presta a través de la
Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE), dependiente
del Ministerio de Administraciones Públicas, sin perjuicio de las obligaciones que
corresponden a las Comunidades Autónomas respecto a los funcionarios civiles del
Estado transferidos.
La Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado es un organismo pú-
blico con personalidad jurídica pública diferenciada, patrimonio y tesorería propios y
autonomía de gestión, y se regirá por las previsiones de la Ley 6/1997, de 14 de abril,
de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado, relativas
a los organismos autónomos.
Quedan obligatoriamente incluidos en el campo de aplicación del Régimen es-
pecial:
– Los funcionarios de carrera de la Administración Civil del Estado.
– Los funcionarios en prácticas que aspiren a incorporarse a Cuerpos de la Admi-
nistración Civil del Estado, en la forma que reglamentariamente se determine.
Quedan excluidos de este Régimen especial y se regirán por sus normas específicas:
– Los funcionarios de la Administración Local.
– Los funcionarios de organismos autónomos.
– Los funcionarios de Administración Militar.
– Los funcionarios de la Administración de Justicia.
– Los funcionarios de la Administración de la Seguridad Social.
– Los funcionarios de nuevo ingreso y en prácticas de las Comunidades Autónomas.
– Los funcionarios de carrera de la Administración Civil del Estado transferidos
a las Comunidades Autónomas, que hayan ingresado o ingresen voluntaria-
mente en Cuerpos o Escalas propios de la Comunidad Autónoma de destino,
cualquiera que sea el sistema de acceso.
– El personal de administración y servicios propio de las universidades.
La cotización a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado es obli-
gatoria para todos los mutualistas, con excepción de los mutualistas jubilados y de
quienes se encuentren en la situación de excedencia voluntaria para atender al cuida-
do de hijos o familiares.
La base de cotización es la que en cada momento se establece como haber regu-
lador a efectos de cotización de derechos pasivos. El tipo porcentual de cotización se
fija en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para cada ejercicio económico.
El régimen del mutualismo administrativo protege a los mutualistas y a los fami-
liares o asimilados a su cargo frente a las siguientes contingencias:
a) Necesidad de asistencia sanitaria.
b) Incapacidad temporal, derivada bien de enfermedad común o profesional, bien
de accidente común o en acto de servicio o como consecuencia de él.
c) Incapacidad permanente en los mismos supuestos citados.
d) Cargas familiares.
Las prestaciones a que tienen derecho los mutualistas o sus beneficiarios, cuando
se encuentren en los supuestos de hecho legalmente establecidos, son las siguientes:
a) Asistencia sanitaria.
b) Subsidios por incapacidad temporal, riesgo durante el embarazo o riesgo du-
rante la lactancia natural.
c) Prestaciones recuperadoras por incapacidad permanente total, absoluta y gran
invalidez.
d) Prestaciones para la remuneración de la persona encargada de la asistencia del
gran inválido.
e) Indemnizaciones por lesiones, mutilaciones o deformidades causadas por en-
fermedad profesional o en acto de servicio o como consecuencia de él.
f) Servicios sociales.
g) Asistencia social.
h) Prestaciones familiares por hijo a cargo minusválido.
i) Ayudas económicas en los casos de parto múltiple.

También podría gustarte