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La Constitución (art. 41) configura a la Seguridad Social como un régimen público, que
ha de ser mantenido precisamente por los poderes públicos, lo que en principio parece
excluir la presencia de la iniciativa privada en la gestión del sistema. Dicho régimen
público (cuya ordenación, jurisdicción e inspección corresponden al Estado, art. 4
TRLGSS) ha de garantizar a todos los ciudadanos unas prestaciones suficientes ante
situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo.
Por su parte, según el artículo 149 CE es competencia exclusiva del Estado en esta
materia: la legislación básica y el régimen económico de la Seguridad Social (art.
149.1.17 CE); la sanidad exterior y las bases y coordinación general de la sanidad y la
legislación de productos farmacéuticos (art. 149.1.16); la legislación mercantil, formando
parte de ella la del seguro privado (art. 149.1.6) y las bases de la ordenación de crédito,
banca y seguros (art. 149.1.11).
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En cambio, es competencia de las Comunidades Autónomas: la ejecución de los servicios
de la Seguridad Social (art. 149.1.17); la asistencia social (art. 148.20); la sanidad e
higiene (art. 148.21).
Sobre la base del diseño constitucional, el legislador ordinario procede a enumerar los
principios de la Seguridad Social. Tales principios son los de universalidad, unidad,
solidaridad e igualdad (art. 2.1 TRLGSS). Con tal proclamación de principios se quiere
subrayar la vocación de protección universal (a todos los que lo necesiten) de nuestra
Seguridad Social, y especialmente la unidad del sistema, cuyo régimen público es único
y unitario. Esa unidad, que corresponde preservar al Estado, conlleva la igualdad de trato
de todos los españoles en el ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento de sus deberes
en materia de Seguridad Social, de acuerdo con lo previsto en el art. 149.1.1ª CE. Unidad
de igualdad implican solidaridad interterritorial, proyectada financieramente en el
principio de unidad de caja.
1.- Trabajadores por cuenta ajena que presten sus servicios en las condiciones
establecidas por el artículo 1.1 del Estatuto de los Trabajadores en las distintas ramas de
la actividad económica o asimilados a ellos, bien sean eventuales, de temporada o fijos,
aun de trabajo discontinuo, e incluidos los trabajadores a distancia, y con independencia,
en todos los casos, del grupo profesional del trabajador, de la forma y cuantía de la
remuneración que perciba y de la naturaleza común o especial de su relación laboral.
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2.- Trabajadores por cuenta propia o autónomos, sean o no titulares de empresas
individuales o familiares, mayores de dieciocho años, que reúnan los requisitos que de
modo expreso se determinen reglamentariamente.
4.- Estudiantes.
2.- El nivel no contributivo alcanza a las situaciones de vejez o jubilación (a partir de los
65 años) o incapacidad o discapacidad (a partir del 65% de discapacidad).
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Las prestaciones no contributivas se financian mediante impuestos, con cargo a las
partidas correspondientes de los Presupuestos Generales del Estado y el reconocimiento
de las mismas está condicionado por la existencia de determinados límites o de ingresos
por parte del beneficiario.
Los mecanismos utilizados dentro de las empresas para complementar las prestaciones
de Seguridad Social son diversos y pueden ser mejoras voluntarias, planes y fondos de
pensiones, contratos de seguros colectivos o mutualidades de previsión social
empresarial.
Según el artículo 9.1 de la TRLGSS el sistema de Seguridad Social viene integrado por
los siguientes Regímenes: el Régimen General, que se regula en el Título II de la LGSS
y los Regímenes Especiales.
1.- Trabajadores por cuenta propia o autónomos. En él se integran las personas que
realizan de forma habitual, personal y directa una actividad económica a título lucrativo,
sin sujeción por ella a contrato de trabajo y aunque utilicen el servicio remunerado de
otras personas.
2.- Trabajadores del mar. Ampara tanto a los trabajadores por cuento propia como a los
trabajadores por cuenta ajena, ya sean retribuidos con salario o a la parte, unidos por la
realización de la actividad profesional marítima, pesquera o por alguna complementaria
o accesoria de éstas.
3.- Funcionarios públicos, civiles y militares. Incluye a los Funcionarios Civiles del
Estado, a los miembros de las Fuerzas Armadas y a los Funcionarios de la Administración
de Justicia.
5.- Los demás grupos que determine el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, por
considerar necesario el establecimiento para ellos de un régimen especial, como sería el
de la Minería del Carbón.
En la actualidad existen sistemas especiales dentro del Régimen General y del RETA.
Entre los sistemas incluidos dentro del Régimen General se pueden citar el del
manipulado y empaquetado de tomate fresco realizado por cosecheros exportadores; el
de servicios extraordinarios de la industria de hostelería; el de la industria resinera; el de
trabajadores fijos discontinuos que prestan sus servicios en las empresas de exhibición
cinematográfica, salas de baile, discotecas y salas de fiesta; el de trabajadores fijos
discontinuos que presten servicios en empresas de estudios de mercado y opinión pública;
el sistema especial de frutas y hortalizas aplicable en la industria de conservas vegetales;
el de trabajadores por cuenta ajena agrarios y el de empleados de hogar. En el RETA, el
sistema especial es el de trabajadores por cuenta propia del campo.
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1. Principios generales
2. Entidades gestoras
Las entidades gestoras de la Seguridad Social llevan a cabo las funciones necesarias para
poner en acción un complejo sistema de relaciones jurídicas; a dichas Entidades compete
el reconocimiento del derecho a las prestaciones y la organización de los servicios. El
pago de las prestaciones, así como los actos de inscripción de empresarios, afiliación,
altas y bajas, han pasado a ser competencia de la Tesorería General de la Seguridad Social
a la que también corresponde la recaudación de las cuotas.
Si bien el titular de las funciones de gestión es el Estado, éste suele delegar en unos entes
públicos instrumentales, entre los que pueden mencionarse los siguientes:
Las funciones del antiguo Instituto Nacional de Servicios Sociales han sido ya
transferidas a las diecisiete Comunidades Autónomas, si bien con anterioridad, aun sin
transferencia, las Comunidades Autónomas podían gestionar las pensiones no
contributivas citadas mediante concierto con esta entidad gestora (art. 373.3 TRLGSS).
4.- Por su parte, el Servicio Público de Empleo Estatal tiene encomendada la gestión de
las prestaciones de desempleo (art. 294.1 TRLGSS), y que ha sustituido al INEM,
conservando el régimen jurídico, económico, presupuestario, patrimonial y de personal,
así como la misma personalidad jurídica y naturaleza de organismo autónomo de la
Administración General del Estado, con las peculiaridades previstas en la propia Ley.
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El Servicio Público de Empleo Estatal se define en la Ley de Empleo como un organismo
autónomo de la Administración General del Estado al que se le encomienda la ordenación,
desarrollo y seguimiento de los programas y medidas de la política de empleo, en el marco
de lo establecido en dicha norma. Como tal organismo autónomo, adscrito al MESS, tiene
personalidad jurídica propia, plena capacidad de obrar para el cumplimiento de sus
funciones, patrimonio y tesorería propios, así como autonomía de gestión.
5.- El Instituto Social de la Marina actúa como entidad gestora con personalidad jurídica
y que tiene como finalidad la asistencia a los trabajadores del mar y la gestión del régimen
especial de la Seguridad Social de éstos, si bien su patrimonio y obligaciones de pago han
sido asumidas por la TGSS.
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profesional; cualesquiera otras funciones de naturaleza análoga relacionadas con los
recursos y bienes de la Seguridad Social.
La Gerencia de Informática
Se trata de un servicio común y sin personalidad jurídica propia para dirigir, coordinar y
controlar los servicios de informática y de proceso de datos de las distintas entidades
gestoras. Depende funcionalmente de las entidades gestoras, de la intervención general y
de la propia TGSS.
2º.- Sólo son susceptibles de calificarse como infracciones en esta materia los
incumplimientos de las normas de origen estatal disposiciones legales y reglamentarias
reguladoras del sistema público de Seguridad Social, excluyéndose las normas que tengan
su origen en la negociación colectiva, sobre mejoras o complemento de prestaciones.
3º.- Finalmente se unifican las normas sobre infracciones aplicables a todo el sistema,
superándose la dispersión derivada de la regulación que contenía la LGSS (74), que
distinguía entre las aplicables a todo el sistema, las del Régimen General y las de los
Regímenes Especiales.
-- pagando las empresas a sus trabajadores, con cargo a la entidad gestora obligada, o en
su caso a las Mutuas, las prestaciones económicas por IT derivada de contingencias
comunes.
-- pagando a sus trabajadores, con cargo a la entidad gestora o a la Mutua, las prestaciones
económicas por IT derivada de contingencias profesionales.
-- pagando a sus trabajadores, con cargo al Servicio Público de Empleo Estatal, las
prestaciones económicas por desempleo parcial como consecuencia de la reducción de la
jornada laboral o de los días de trabajo, debidamente autorizada.
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La compensación de las cantidades pagadas por el empresario por cuenta de las entidades
gestoras y Mutua, vendrá condicionada a la presentación de los correspondientes
documentos de cotización por las cuotas debidas a la Seguridad Social en el mismo
período al que se contrae el pago. Caso de no llevarse a cabo la presentación de tales
documentos no procederá la compensación de deudas, debiendo el empresario ejercitar la
acción correspondiente para el cobro de su crédito.
2.- Las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social (antiguas Mutuas de Accidentes
de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social)
El recurso económico más importante son las cotizaciones o cuotas a la Seguridad Social,
que consisten en una aportación económica de los empresarios y de los trabajadores,
aportación que se define sobre un porcentaje de las retribuciones de los trabajadores.
Las técnicas de capitalización implican la formación de un capital integrado por las cuotas
o primas más los intereses acumulativos, destinado a satisfacer las prestaciones futuras.
Así concebido, el método capitalizador ha sido el principal
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vehículo financiero de los sistemas de previsión social, especialmente mientras éstos se
han mantenido apegados a las técnicas actuariales y a los esquemas jurídicos del seguro
privado.
A estos vínculos de solidaridad entre los cotizantes actuales y los receptores, en tiempo
presente, de las prestaciones, se unen los no menos importantes lazos de solidaridad que
se producen entre los distintos territorios de la Nación.
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