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Garcia, Nadia
Manual de la
seguridad social / Nadia Garcia. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de
Buenos Aires : La Ley, 2020.

Libro digital, Book "app" for Android


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ISBN 978-987-03-4055-3

1. Seguridad Social. I. Título.


CDD 344.02

© Nadia G. García, 2021


© de esta edición, La Ley
S.A.E. e I., 2021
Tucumán 1471 (C1050AAC) Buenos Aires

Queda hecho el depósito que previene la ley


11.723

Todos los derechos reservados


Ninguna parte de esta obra puede
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ISBN 978-987-03-4055-3
SAP 42861137

Las opiniones personales vertidas en los capítulos de esta obra son privativas de
quienes las emiten.
Argentina

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Índice

Portada Página 3

Legal Página 4

Dedicatoria Página 6

Presentación Página 7

Prólogo Página 8

Palabras preliminares Página 9

Capítulo I - Introducción Página 10


I. La seguridad social
II. La seguridad social en el derecho internacional
III. La Constitución Nacional de 1957 y el art. 14 bis
Anexos

Capítulo II - Sistema previsional Página 90


I. La legislación y el marco general del sistema jubilatorio
II. Sistema Integrado Previsional Argentino
III. Actualización de las remuneraciones en el SIPA
IV. La llamada tasa de sustitución
V. Moratorias previsionales
VI. La movilidad
VII. La movilidad en los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
VIII. El procedimiento administrativo y judicial de la seguridad social
IX. Programa nacional de reparación histórica
Anexo

Capítulo III - El sistema de prestaciones por desempleo Página 198


I. El trabajo y la desocupación
II. El seguro de desempleo en el derecho comparado
III. La prestación por desempleo en la Argentina. Leyes 24.013 y 25.371
IV. La prestación por desempleo en la Argentina. Ley 25.191
Anexo

Capítulo IV - Régimen de asignaciones familiares Página 229


I. Introducción
II. Régimen de asignaciones familiares. Ley 24.714
Anexo

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Capítulo V - Derecho a la salud y su protección. Una visión holística Página 265
I. El derecho a la salud y su protección
II. Contingencias sociales y problemática sanitaria
III. El sistema de salud en la Argentina
IV. Cobertura de la salud en la Argentina. Coexistencia de varios modelos de atención a la
salud
V. Opción de cambio de obra social
VI. Seguro nacional de salud
VII. PMO y emergencia sanitaria nacional
VIII. De las acciones por reclamos
IX. Nuevos desafíos
Anexo

Bibliografía Página 300

Ejercicios prácticos Página 306

Anexo exclusivo Proview Página 310

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Dedicatoria
Dedicatoria
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Dedicatoria
A mis abuelos

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PRESENTACIÓN

Autora: Dra. Nadia Graciela García

Abogada. Doctora en Derechos Humanos y Previsión Social, Universidad San Carlos de Guatemala. Magíster en "Dirección y Gestión de los Sistemas de Seguridad Social",
Universidad de Alcalá de Henares y la OISS. Posgraduada de la Universidad de Buenos Aires. Posgraduada en universidades de España. Supervisora de la Auditoría General de
la Nación en el Departamento de Control de la Seguridad Social. Formación pedagógica. Dirección de Carrera y Formación Docente de la Facultad de Derecho de la UBA.
Docente de grado en la Facultad de Derecho de la UBA y en la UADE. Docente de postgrado en UADE, UNTREF y en distintas diplomaturas de todo el país. Directora del
Instituto de Seguridad Social de la Fundación Patagónica de Estudios en Derecho. Disertante y expositora en numerosos congresos.
Colaborador: Dr. Alberto Chartzman Birenbaum

Abogado. Licenciado en Relaciones Humanas. Magíster en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales. Doctor en Derecho del Trabajo, Previsión Social y
Derechos Humanos. Doctor en Derecho del Trabajo. Diplomado en Negociación y Métodos de Resolución de Conflictos. Posgraduado en Derecho a la Salud. Integrante del
Comité de Dirección de la Maestría en Derecho del Trabajo y Relaciones Internacionales Laborales y Director Académico de la Maestría en Derecho del Trabajo y Relaciones
Internacionales Laborales en su modalidad virtual (UNTREF). Team teaching carrera RR.HH. universidad Siglo XXI. Miembro de la Comunidad Internacional para la Investigación
y el Estudio Laboral y Ocupacional (CIELO). Miembro del Comité Evaluador de la Revista Europea de Derecho Social - ED Bibliotheca Targoviste, Rumania. Jurista invitado del
Consejo de la Magistratura de Chubut como jurado en la elección de jueces junio de 2017. Consultor de empresas. Docente universitario en carreras de grado y posgrado y
capacitador en empresas.
Temática de la obra

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PRÓLOGO

I. Es de sumo agrado para mí prologar esta obra escrita por la Dra. Nadia García denominada  Manual de la Seguridad Social  —con la colaboración del Dr. Alberto
Chartzman Birenbaum en la temática de las Obras Sociales—, porque se trata de un cuidado trabajo en el cual el lector —alumnos y profesionales— encontrará un análisis
completo y práctico sobre la temática.
Como bien se señala en el libro, la seguridad social asume el mayor desafío del derecho: la protección de la persona, y muy particularmente en el contexto actual.
Este desafío se traslada al ámbito académico y nos compele a replantearnos la forma de enseñar, de escribir y de trasladar nuestras ideas a los alumnos y alumnas, sobre
todo en temas que no son realmente estudiados en las casas de estudio.
La Dra. Nadia García es una docente con compromiso social, con una sólida formación académica, ya que —entre otros antecedentes— es doctora en Derecho del
Trabajo, Previsión Social y Derechos Humanos (USAC), magíster de la Universidad de Alcalá de Henares, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires (UBA), de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), de la Maestría en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales de la Universidad Nacional de
Tres de Febrero (UNTREF) —que tengo el honor de dirigir— y de la Diplomatura en Derecho Colectivo del Trabajo y la Seguridad Social de IDEIDES y ARTRA.
Estas características y cualidades la colocan en inmejorable situación para abordar con éxito la temática elegida en este Manual de la Seguridad Social.
II. La obra aborda en forma integral los temas de la seguridad social, sus aspectos normativos y prácticos, desde una óptica simple, permitiendo al lector comprender la
normativa involucrada y su problemática. De esta forma, otorga herramientas al usuario para afrontar académica o profesionalmente el estudio de esta disciplina.
En forma clara analiza brevemente la historia de la seguridad social, principalmente su protección en el mundo, dando cuenta de todos los convenios internacionales de
suma importancia para la práctica profesional y el estudio doctrinal, describe distintos convenios bilaterales, no solo los celebrados por la Argentina sino por distintos países,
entre sí.
En cuanto al Sistema Integrado Previsional Argentino, se ocupa del estudio de sus características y las distintas prestaciones explicando por primera vez su cálculo en
forma clara y accesible, para quienes comienzan con el estudio de esta rama.
Se acompaña jurisprudencia que permite relacionar los temas, comprender los distintos cuestionamientos a la normativa y dotar al lector de herramientas técnico-jurídicas
para entender cada una de las prestaciones.
Se analiza el funcionamiento de las moratorias y su aplicación práctica, indicando las posibilidades de su utilización y la cantidad de años máximos a regularizar según la
fecha de nacimiento.
En materia de reajuste y movilidad, se explica la principal jurisprudencia en el tema de forma dinámica y sencilla, como asimismo la principal normativa involucrada. Se
incorporan comparaciones entre el actual sistema de movilidad y distintas variables económicas que hace partícipe a los lectores de los distintos enfoques desde los cuales
puede analizarse una fórmula de movilidad, la actual o las futuras.
Se incluyen las prestaciones por desempleo y las distintas posibilidades de los trabajadores que pierden su empleo. Se incluye un análisis del tope máximo de la prestación
por desempleo en el tiempo, en forma comparada con la evolución del Salario Mínimo Vital y Móvil y la situación actual de dicho importe en el marco de la pandemia que
afronta el mundo.
En materia de asignaciones familiares, la obra permite comprender acabadamente su funcionamiento, los requisitos para acceder a las distintas asignaciones, la
problemática de un sistema de exclusión y su sistema de actualización. Se presentan cuadros que permiten tener una visión global de las prestaciones y se incorporan los
montos actualizados, así como su sistema de actualización.
Por último, se incluye el sistema de obras sociales —con los principales fallos y cuadros comparativos que facilitan al lector la comprensión de la temática— abordada
desde una visión holística, como solo podría realizarla el Dr. Alberto Chartzman Birenbaum, un académico de nota especializado en la temática, doctor, magíster y docente de
la Maestría en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) y de las diplomaturas de IDEIDES y
ARTRA, entre tantos antecedentes.
III. En conclusión, el Manual de la Seguridad Social que tengo el placer de prologar, con un lenguaje claro y preciso, típico de un trabajo docente, examina con cuidado y
minuciosidad las diversas facetas de la temática encarada.
Permite una visión completa de los principales temas de la seguridad social de forma práctica. En el marco normativo incluye tratados, convenios multilaterales y bilaterales
de seguridad social, aborda desde los requisitos de las prestaciones hasta su cálculo y la problemática, incluye los fallos más importantes y que resultan aplicables y presenta
cuadros que permiten reducir y aclarar los temas; un claro ejemplo de ello es el funcionamiento de las moratorias.
La obra se erige así, en un material valioso y completo, de aplicación práctica y que por sus alcances y calidad académica de la Dra. García y el Dr. Chartzman Birenbaum,
será de consulta obligada para los alumnos y especialistas que pretendan abordar la temática y de suma utilidad para la comunidad jurídica del país.
Julio Armando Grisolia
www.juliogrisolia.com.ar

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PALABRAS PRELIMINARES

El Derecho de la Seguridad Social asume uno de los desafíos más importantes de Derecho: la protección del ser humano desde que nace hasta que muere de las
llamadas contingencias. Suele decirse que la seguridad social nos acompaña de la "cuna a la tumba".
Las contingencias generan en el ser humano que las transita un estado de necesidad, un estado de necesidad del que el Estado no resulta ajeno, por el contrario, los textos
constitucionales y los convenios internacionales obligan a los Estados a otorgar los beneficios de la seguridad social y, visto desde el beneficiario, se les reconoce a estos los
derechos derivados de la seguridad social.
Las contingencias que a lo largo de la vida de una persona pueden afectar al ser humano son múltiples, su cobertura y el alcance de la protección dice mucho de un país.
El mundo atraviesa momentos complicados, la intromisión del Covid-19 en nuestras vidas puso en jaque las economías de los países más poderosos del mundo y centró la
discusión en la protección. Todos los sistemas de seguridad social se mostraron insuficientes frente al avance de la enfermedad que derivó en cuarentenas extensas, recesión,
desempleo, pobreza, y la respuesta nunca es otra, la respuesta es siempre la seguridad social.
Esperamos generar en el lector, de ser posible, la misma pasión de quienes escribieron sus palabras o al menos el interés en una de las ramas cada vez más compleja, pero,
también, cada vez más deslumbrante.

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Capítulo I - Introducción

I. La seguridad social

1. La seguridad social y el derecho de la seguridad social


De las expresiones incorporadas a los textos constitucionales y a los convenios internacionales surge la obligación de
los Estados de otorgar los beneficios de la seguridad social y, visto desde el beneficiario, se les reconoce a estos los
derechos derivados de la seguridad social, esto nos lleva a preguntarnos qué es la seguridad social.
Bernabé Lino Chirinos indica que la seguridad social es la corporización de las políticas de Estado en orden a la
atención de los problemas sociales, y se pregunta entonces, si esta actividad del Estado consiste en la cobertura de
contingencias precedidas por un período contributivo o lo es también la prestación de servicios asistenciales.
Nuestra Constitución Nacional obliga al Estado argentino a proveer al bienestar general y a otorgar los beneficios de
la seguridad social. Esta afirmación obliga al Estado tanto respecto de quienes contribuyen como respecto de quienes no
lo hacen, o al menos no lo hacen directamente sea por razones culturales, migratorias o por desempeñarse en el trabajo
informal.
Dentro de esta obligación del Estado de proveer lo conducente al bienestar general intervienen distintos órganos: la
Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social (MTEySS) cuya función es administrar y otorgar los beneficios de la seguridad social, el Ministerio de Desarrollo
Social (MDS), que tiene por función el otorgamiento de prestaciones de naturaleza asistencial, paralelamente actúa la
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), organismo dependiente del Ministerio de Economía (ME), cuya
función es recaudar tanto los aportes y contribuciones específicos de la seguridad social como también los impuestos en
general. Estos organismos cooperan entre sí a través de un reparto de funciones que tienen siempre el mismo objetivo,
que no es otro que asegurar el bienestar general.
La idea que nutre y da origen a la seguridad social es el reconocimiento que la sociedad hace de la dignidad de la
persona humana: su debilidad, su dependencia, su necesidad. Si bien este ser humano es esencialmente uno e
individual, es, al mismo tiempo, social. La persona humana se enamora, ama, se casa, tiene hijos o no los tiene, pero
forma y crea, a su modo, a su voluntad, a su saber y entender la sociedad. No se puede concebir al ser humano sino
como individuo dentro y sumido en una sociedad. Es parte inseparable de esta.
Entonces, así concebido el ser humano como parte de esta sociedad, como elemento constitutivo, como pilar
fundamental de ella, esta persona, por sí, y la sociedad en la que vive, en forma coordinada, aúnan esfuerzos para que
el individuo recupere su capacidad productiva y creadora que ha sido afectada por una contingencia. Esto es
"seguridad". Esta seguridad no corresponde solo al individuo, sino que concurre con la comunidad en la que nace y se
desarrolla —la familia—.
En este rol del Estado de hacer lo conducente para lograr el bienestar general aparece la política social como
instrumento. "Esta política social puede ser definida como la respuesta que da el estado a las deficiencias sociales y que
sirve para la promoción humana y para procurar el bienestar social. Se realiza mediante el conjunto de medidas
(1)
coherentes para lograr el orden social justo" .
La correcta detección de estas deficiencias y su posterior ponderación llevará a la política social, a través de sus
gestores, a delinear el listado de prioridades que se traducirá en las distintas prestaciones con las que la persona hará
frente al desequilibrio provocado por la contingencia social.
Estas deficiencias fueron denominadas por la doctrina cuestión social, y es la política social quien debe dar
soluciones a los efectos derivados de ellas.
El Estado argentino, como sociedad jurídicamente organizada, tiene el rol de elaborar las acciones políticas
necesarias para hacer realidad que todas las personas puedan gozar del bien común.
Este bienestar general impuesto por nuestra Constitución Nacional es la base que debe inspirar cualquier política
social.
El plan de la política social en la Argentina está programado en la CN, en la enumeración de derechos, que constituye
la columna vertebral del derecho de la seguridad social, de aquí mismo nace el derecho social.
Para Humberto Podetti, la acción política del Estado en orden a la seguridad social se orienta a garantizar a todas las
personas que forman parte del cuerpo social, cualquiera que sea su sector o condición, a gozar de la seguridad frente a
eventos que le puedan generar actitudes de desequilibrio o que rompan la armonía de su ser o existir. Los objetivos
prácticos de la seguridad social serán, en definitiva, "promover a los ciudadanos de una sociedad solidaria, aunar
esfuerzos públicos y privados para contribuir a la cobertura de las contingencias sociales, a la promoción del bienestar
social, mejorar la calificación profesional y el incremento de puestos de trabajo para contribuir a una sociedad de pleno
(2)
empleo, alcanzar dignos niveles de bienestar social para las familias" .

10
2. Breve evocación histórica
Vivir genera un cierto grado de incertidumbre, trabajar, estudiar, tener un hijo, perder el trabajo, enfermarse,
envejecer, morir, cada una de las situaciones por las que ser humano atraviesa a lo largo de su vida generan
incertidumbre, inestabilidad emocional y económica que afectan e influyen en su calidad de vida.
A lo largo de la historia, ha surgido la necesidad de paliar de diversos modos los distintos acontecimientos y en ese
estado de incertidumbre la seguridad social aparece como un instrumento eficaz de protección social en procura de
hacerlo cesar. Resulta por demás difícil para la doctrina definir el concepto y contenido de la seguridad social, es
necesario efectuar una breve reseña histórica que facilite su conocimiento y sirva de marco de referencia.
Desde la antigüedad, en las Sagradas Escrituras, en el Antiguo Testamento, existe un sinnúmero de referencias a la
necesidad de proteger a los necesitados.
En un principio, las personas buscaron protección frente a los riesgos biológicos y los desórdenes económicos
acudiendo a la ayuda mutua entre los miembros de su grupo familiar.
Durante la Edad Media, el individuo advirtió que debido a la magnitud y complejidad de las necesidades era necesario
unirse con otras personas de su comunidad para afrontarlas solidariamente, así nacen las cofradías religioso-benéficas y
las cofradías gremiales, que se basaban en vínculos religiosos y profesionales y se constituían como instituciones de
protección social, creadas para ayudar a pobres, huérfanos, viudas, ancianos y enfermos.
En América Latina la expresión "seguridad social" fue utilizada por Simón Bolívar en el año 1819: "El sistema de
gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor
suma de estabilidad política".
Como actividad estatal, la seguridad social aparece en los años 80 del siglo XIX, cuando el canciller Bismark inicia
una etapa caracterizada por la intervención estatal. El Estado intervenía para cubrir una contingencia (accidente de
trabajo) como gran asegurador, cuyas primas eran afrontadas por los empleadores y trabajadores; así nace el seguro
social. Se estableció la obligatoriedad de la previsión de los riesgos en el ámbito de las relaciones de producción,
mediante este seguro social, que comprometió al Estado, la industria y a los propios interesados.
Así, en el año 1883 se creó el seguro de enfermedades obligatorio para los trabajadores en relación de dependencia.
En 1884 crea el seguro de accidentes de trabajo y en 1889, los de invalidez y despido.
En 1911 Alemania sanciona un código de seguro social que engloba a todos estos sistemas.
Dinamarca también crea, en los primeros años del siglo, un sistema de seguridad social contemplando las
contingencias de vejez, invalidez y desempleo. Después los demás países europeos continuaron el esquema de seguro
social abandonando el seguro privado, en el cual la persona que podía ahorrar se compraba un seguro para cuando no
pudiera trabajar y aquel que no podía carecía de seguro. Nueva Zelanda, en la década del 20, creó un sistema completo
de seguro social.
En los Estados Unidos, como consecuencia de la gran crisis económica de la década del treinta, el entonces
presidente Roosevelt comenzó la política de intervención asumiendo el compromiso ante la sociedad norteamericana de
superar la crisis económica. Esta novedosa política fundaba la época conocida como  New Deal, que en castellano
significa "nuevo trato", nombre que le dio el presidente Franklin D. Roosevelt a su programa desarrollado entre 1933 y
1938 con el objetivo de sostener a las capas más pobres de la población, reformar los mercados financieros y
redinamizar una economía herida desde el crac del 29 —también conocida como la Crisis de 1929, fue la más
importante caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en los Estados Unidos, por su duración y alcance—
por el desempleo y las quiebras en cadena.
Tras haber otorgado el Congreso al presidente poderes especiales de emergencia, este demandó la promulgación de
la Ley Federal de Ayuda de Emergencia (FERA) para estimular a los Estados a tomar medidas contra la desocupación,
además se creó el cuerpo civil de conservación que se proponía emplear a 250 mil desocupados. Poco tiempo después
se promulga la Ley de Seguro Social que establecía seguros contra el desempleo, pensiones a la vejez y a la invalidez.
El incipiente concepto de seguridad social se perfecciona en Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial con el nuevo
orden internacional, y con él nació el "Estado de bienestar", un Estado paternalista que garantizaba la cobertura de la
seguridad social ante la pérdida de ingresos.
(3)
En el año 1942 Lord Beveridge publicó un informe   acerca de la seguridad social en su país, proponiendo, a
diferencia de Bismark, que el sistema abarcara a toda la población y no solo a los asalariados, a la vez que ampliara el
número de eventos inciertos o contingencias previstos, prescindiendo de la situación socio-laboral de los asegurados.
Paulatinamente se comienza a elaborar un lenguaje propio, a definir conceptos, instituciones y una metodología.
Es a partir de Bismark y de Beveridge que se abren dos grandes líneas, sobre las que se estructuran los sistemas de
seguridad social: una, sobre la base del seguro, y que tiene su expresión concreta en que el derecho al goce del
beneficio está precedido de la obligación contributiva; la otra es la expresión de la actividad política del Estado, que
pretende "el bien común", "el bien de todos". Estos sistemas no son de aplicación exclusiva, sino que pueden coexistir.
Así, en nuestro país, ambos coexisten, a tal punto que la seguridad social tiene y tendrá bases contributivas y bases
asistenciales, e incluso las que tienen bases asistenciales no lo son puramente, ya que de alguna manera tiene aspectos
contributivos. El común denominador de ambos es la solidaridad.

11
En 1941 se suscribe la Carta del Atlántico, que se refiere a la seguridad social, y al describir los objetivos que
pretende alcanzar señala, entre otros, el de "lograr en el campo de la economía la colaboración más estrecha entre
todas las naciones con el objeto de conseguir mejoras en las normas de trabajo, prosperidad económica y seguridad
social".
En 1942 William Beveridge, en su obra Social Insurance and Allied Services, con motivo de la situación de miseria
que atravesaba su país a raíz del hecho bélico que protagonizó el Reino Unido, produce un informe en el cual señala las
distintas necesidades a que puede estar expuesta una persona e indica líneas protectorias de ellas a cargo del Estado.
En 1944 completa su obra y elabora el "Informe sobre el pleno empleo en una sociedad libre".
En el año 1952 la OIT aprobó el Convenio 102 que estableció la llamada norma mínima de seguridad social, donde se
desarrollaron niveles básicos de cobertura, prestaciones y condiciones de acceso.

3. El concepto de seguridad social


Los estudiosos de la seguridad social han elaborado su concepto:
(4)
Etala  luego de reconocer la dificultad de determinar el concepto de la seguridad social y su contenido, la define por
su objeto. Su objeto es crear, en beneficio de las personas, las garantías necesarias contra un determinado número de
(5)
eventualidades susceptibles de reducir o suprimir su actividad o de imponerles cargas económicas suplementarias .
(6)
Para José María Goñi Moreno , la seguridad social tiene una acepción limitada; se trata de derechos creados por
normas legislativas que hacen nacer derechos a determinadas prestaciones para determinada categoría de personas en
contingencias especificadas y determinadas. Y una acepción amplia la involucra dentro de la política social y expresa
que al fin último —la justicia social— se dirige una acción política denominada política social; entre las amplias
finalidades de esta política, la seguridad social trata de asegurar el bienestar social, comprendiendo un conjunto de
medidas que se adoptan en el orden nacional e internacional.
Para Bernabé Lino Chirinos, "la Seguridad Social es el sistema integrado por elementos técnicos de diferente
naturaleza basados en los pilares de la ética social, que tiene por objeto crear las garantías necesarias para mantener el
mismo grado de dignidad de la persona y del grupo familiar a su cargo frente a contingencias que la pueden afectar,
(7)
desde el seno materno hasta su muerte" .
Nuestra definición:
La seguridad social es el conjunto de elementos técnicos y de acciones políticas llevados a cabo por el Estado para
garantizar la dignidad, igualdad y libertad de la persona y su grupo familiar frente a una contingencia que puede afectarlo
desde el seno materno hasta su muerte. Se materializa a través de políticas públicas que determinan la cobertura de
aquellas contingencias que por su importancia o prioridad justifican la protección en lugar de otras.
El ámbito de acción de la seguridad social siempre implica una actividad estatal y conlleva necesariamente una
análisis social, técnico, económico e incluso ideológico de la política.

4. El derecho de la seguridad social


Para Adrián Goldín, el derecho de la seguridad social es aquella rama del derecho que ampara al hombre como tal,
comprometiendo a la sociedad, con fundamento en la solidaridad humana, en la cobertura de las necesidades
planteadas a partir de las consecuencias que derivan de ciertos eventos —contingencias sociales— que lo privan total o
(8)
parcialmente de sus ingresos, o le crean otros egresos económicos .
Para la OIT, la seguridad social es "la protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de
medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que de no ser así ocasionarían la desaparición o una
fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo o enfermedad profesional,
desempleo, invalidez, vejez y muerte, y también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias
(9)
con hijos" .
El derecho a la seguridad social es el conjunto de normas jurídicas que regulan la protección del ser humano de las
denominadas contingencias sociales, como la salud, la vejez, la desocupación.
(10)
Es una de las ramas —como señala el doctor Julio A. Grisolia— más complejas del derecho social . Está integrado
por una gran cantidad de normativa. Su finalidad es proteger al individuo de todas aquellas contingencias (patológicas,
biológicas y sociales) que disminuyen su capacidad de ganancia. Tiene carácter protectorio y, por ende, debe garantizar
un estándar mínimo de vida.
Nuestra definición:
El derecho de la seguridad social es el conjunto de normas jurídicas nacionales e internacionales y de principios que
protegen al ser humano de las contingencias, entendiéndose estas como aquellos acontecimientos de la vida, futuros e

12
inciertos, (buenos o malos) que ocasionan en quien las transita un estado de necesidad provocado por la falta o
disminución de sus ingresos o un incremento inesperado de gastos. El derecho de la seguridad social debe restablecer
la dignidad del ser humano, la igualdad y su libertad a través del otorgamiento de prestaciones que morigeren los efectos
negativos de la contingencia y le proporcionen condiciones de vida dignas, apoyándose, para lograr tal objetivo, en
políticas públicas y con fundamento en el principio de solidaridad.
El derecho de la seguridad social tiene como beneficiario al ser humano desde que nace hasta que muere y como
obligado directo y principal al Estado, esto surge a todas luces de la lectura del tercer párrafo del art. 14 bis de nuestra
Constitución Nacional que establece:
"El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable, y que la ley
establecerá el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía
financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de
familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna".
De la lectura del art. 14 bis se advierte claramente que se le asigna un rol muy específico al Estado en materia de
beneficios de la seguridad social.
Mientras, cuando se refiere al derecho individual del trabajo establece la obligación del Estado de dictar normas de
carácter protectorio, y en materia de derecho colectivo obliga al Estado a garantizar, no obstaculizar y permitir; cuando
se refiere a los beneficios de la seguridad social pone en cabeza del Estado la obligación de otorgar los beneficios, se
trata de una obligación intransferible impuesta por nuestra CN al Estado nacional.

5. Principios del derecho de la seguridad social


La seguridad social se vale de principios para alcanzar un pleno estado de justicia social. Siguiendo la clasificación de
Bernabé Lino Chirinos (2009), existen principios básicos, estructurales, operativos, de hermenéutica, constitucionales y
del derecho internacional:
A) Principios básicos: el autor apunta a que la regulación legislativa debe estar cimentada en la propia naturaleza del
sujeto como ser metafísicamente individual (dignidad personal y responsabilidad individual) y también metafísicamente
social (solidaridad y subsidiariedad).
1) Dignidad de la persona: la persona se casa, tiene hijos o no los tiene, pero crea a su saber y entender la sociedad.
La persona es la única criatura hecha a "imagen y semejanza de Dios". Según el filósofo sofista Protágoras, "el hombre
es la medida de todas las cosas". Es el ser superior respecto de los demás, es el único dotado del atributo de la libertad,
la palabra, la razón.
La estructura del derecho de la seguridad social tiene por finalidad el reconocimiento de los derechos del hombre y al
servicio a este y a la protección de su dignidad.
2) Responsabilidad Individual: es el hombre el principal responsable de su seguridad y la de su familia, se le reconoce
al hombre no solo la capacidad de prever el futuro sino también las posibles soluciones de los problemas que puedan
acontecerle.
El hombre es responsable del cumplimiento de sus obligaciones frente a él mismo y frente a la sociedad. La
seguridad social no pretende reemplazar la capacidad de la persona, sino solo sostenerla cuando la contingencia se lo
impida. El hombre es capaz de sostenerse a sí mismo y a su familia con el producido de su trabajo, solo cuando una
contingencia lo afecta y en ejercicio de su carácter subsidiario la seguridad social deberá intervenir en procura de su
ayuda.
3) Solidaridad: este principio nos coloca a todos como sujetos obligados y responsables respecto de la contingencia
que pueda atravesar cualquiera de los miembros de la sociedad en que vivimos. Por esto, el principio debe ser
entendido como la obligación de que los que tienen más deben ayudar a quienes tienen menos, con el fin de vivir en una
sociedad más justa.
En un sistema solidario la capacidad contributiva no necesariamente se ve reflejada, luego, en el monto de las
prestaciones.
Señala Bernabé Lino Chirinos que es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, por el
bien de todos y cada uno, para que todos seamos responsables de todos.
Se manifiesta en la unidad de la generación activa respecto de la pasiva, manifestada en la obligación contributiva de
quienes están agrupados en el sector activo de la pirámide demográfica, a fin de que el sector pasivo goce de una
jubilación digna.
Se trata de una solidaridad intergeneracional y no intrageneracional, como muchas veces intenta mostrarse.
4) Subsidiariedad: en esta materia precisamente se tiende a que el Estado asuma su responsabilidad de cubrir las
posibles contingencias que pueda sufrir cualquiera de los individuos de la sociedad. Sin embargo, no busca reemplazar
la capacidad productiva del hombre, solo contenerlo cuando como consecuencia de una contingencia no pueda hacerlo.
Se basa en la dignidad y libertad de la persona humana y en el reconocimiento del derecho asociativo natural que
tiene.

13
Los grupos asociativos no deben sustraer al individuo lo que este es capaz de hacer por sí mismo, así tampoco las
agrupaciones sociales superiores no deben apropiarse de cometidos que puedan ser legítimamente asumidos por
entidades menores. Es decir, que por este principio se pone en marcha a la sociedad intermedia y al Estado cuando los
individuos no están capacitados para cubrir sus necesidades.
El principio debe ser entendido de la siguiente manera: aquello que pueda ser realizado por el hombre no deber ser
realizado por una sociedad menor. Lo que pueda ser realizado por una sociedad menor no debe ser realizado por una
sociedad mayor. Las agrupaciones mayores deben completar, coordinar o suplir (en caso de necesidad) a las
agrupaciones menores.
Esta función subsidiaria del Estado implica dos tipos de obligaciones: la primera se relaciona con el débito que tiene
la autoridad, frente a los particulares, de otorgarles los bienes que por sí mismos no pueden alcanzar. La segunda
implica el deber del Estado de imponer cargas en forma proporcional con la aptitud contributiva del individuo para poder
hacer frente al débito en un marco de justicia e igualdad social.
5) Igualdad: este principio no es señalado por muchos autores. Se entiende que debe ser incorporado porque se
vincula con la dignidad del hombre y su libertad. Implica brindar igual cobertura a todos los individuos, con la condición
de que estén en igualdad de circunstancias. La contingencia coloca al ser humano que la transita en un plano de
desigualdad frente al resto de la sociedad, es entonces la seguridad social quien debe reestablecer (a través de
prestaciones) las condiciones de hecho que coloquen las cosas otra vez en un plano de igualdad que le permita al ser
humano recuperar su capacidad de producir ingresos.
B) Principios estructurales: estos principios inspiran la estructura general de la seguridad social. Están basados en los
sujetos beneficiarios, en el objeto de protección y en la organización administrativa, pública o privada, encargada de la
gestión.
1) Universalidad: la cobertura se extiende —y debe hacerlo— a todos los individuos que integran un todo social sin
ninguna excepción, por el solo hecho de ser tales.
Está basado en el principio de igualdad, en virtud del cual toda persona tiene derecho de la misma manera a la
cobertura de las contingencias a la que puede estar expuesta durante su vida.
El principio tiene como meta la ampliación del número y calidad de los sujetos beneficiarios de la seguridad social.
El compromiso asumido en nuestra CN es, como se ha señalado, el de promover el bienestar general "para nosotros,
para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino".
Asimismo, el art. 14 se refiere a todos los habitantes de la Nación y los Tratados insertos en la Carta Magna
consagran el principio en iguales términos.
Es con fundamento en este principio que los sistemas de seguridad social argentinos alcanzan a extranjeros en las
condiciones que determine la reglamentación.
2) Integralidad: pretende que se cubra la mayor cantidad de contingencias posibles. En un principio comenzó
protegiéndose al ser humano contra las enfermedades, y en la actualidad lo protege además contra accidentes, vejez,
desocupación, etcétera.
En el principio advertimos que contempla dos fases, una fase horizontal, que aspira a la cobertura de todas las
contingencias a que puede estar expuesta una persona, y una fase vertical referida a la necesidad de cubrir toda la
necesidad que la contingencia genera.
Se ha denominado este principio de suficiencia, ya que las prestaciones a concederse deben ser adecuadas a las
diferentes necesidades emergentes del hecho generador de protección y en la medida de ellas.
No se cumple con el principio otorgando una prestación si esta resulta insuficiente para satisfacer la necesidad que la
contingencia genera.
3) Internacionalidad: la cobertura de las contingencias no se agota en los límites territoriales de una Nación, sino que
la persona, por el hecho de ser tal, es protegida en cualquier parte.
El principio ha motivado la concertación de acuerdos bilaterales y multilaterales creando instituciones jurídicas en
materia de seguridad social. Los acuerdos más relentes obran en el título II de este capítulo.
También se han creado órganos internacionales, entre los cuales se encuentran: el Tratado de Versalles que en 1919
crea la OIT "para fomentar la justicia social y los derechos humanos y laborales"; en 1942 se creó la Conferencia
Interamericana de Seguridad Social (CISS) que es un organismo internacional técnico especializado y sin fines de lucro
de carácter permanente integrado por órganos gubernamentales, instituciones y otras entidades de América que
norman, administran, gestionan, supervisan, estudian e investigan uno o más aspectos de la seguridad social; en 1947
se creó la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) cuya función es "Cooperar, a nivel internacional, en la
promoción y el desarrollo de la seguridad social en el mundo (...) para mejorar la situación social y económica de la
población, basándose en la justicia social"; en 1954 se crea la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social
(OISS) que es un organismo internacional regional técnico y especializado con la finalidad de promover el bienestar
económico social de los pueblos iberoamericanos a través del desarrollo de sus sistemas de seguridad social.
4) Unidad: este principio pretende crear un sistema de derecho de fondo y de derecho de forma uniforme y claro,
acompañado por estructuras administrativas únicas en el gobierno, aunque múltiples y descentralizadas en la gestión.

14
La dispersión normativa atenta contra los intereses de los sujetos protegidos, obstaculizando su conocimiento y
aplicación si se tiene en cuenta que este derecho es dinámico por naturaleza, lo que requiere un orden legislativo que
garantice equidad de derechos entre los distintos sectores comprendidos. Esta unidad se debe manifestar en todos los
aspectos: desde los sujetos protegidos considerados en condiciones igualitarias, la idea de contingencia, garantizando
igualdad de beneficios, asegurando tramites simples y unificando los organismos gestores de la seguridad social,
garantizando la unidad de conducción.
5) Autogestión — participación: está relacionado con el principio básico de responsabilidad individual. Los principales
interesados en la conducción del sistema de seguridad social son las propias personas que lo integran, tanto en la vida
activa como en la vida pasiva. Ellos son los que conocen sobre la contingencia, su magnitud y las necesidades que
generan.
En nuestro país existen pocos ejemplos de autogestión, podríamos mencionar el Registro Nacional de Trabajadores y
Empleadores Agrarios (RENATRE), que administra distintas prestaciones de la seguridad social y su gestión logró
mantenerse en cabeza de sus interesados. Este organismo es analizado en el capítulo III, título IV, punto 1.2.
6) Autonomía financiera y económica: está dada por la determinación de los recursos y su consiguiente utilización por
el propio sistema, por la orientación que deben tener los gastos, por su control, recaudación y por el poder de policía
garante del cumplimiento de las obligaciones financieras del sistema. Así definido es indiferente qué sistema de
financiación se adopte, de capitalización, estatista, reparto o mixto. Esta idea de autonomía financiera y económica, que
lleva a la idea de recursos propios, no debe desligarse del sistema económico-financiero y recaudatorio general del país.
La ley de presupuesto debe prever los gastos y recursos en función de la visión y reservas necesarias para cualquier
imprevisto. El sistema de seguridad social es el que en forma autónoma debe gerenciar y administrar los recursos
asignados creando un cerrojo que evite cualquier desvío.
Se deben crear mecanismos que impidan el uso de recursos creados y destinados a la cobertura de alguna
contingencia para fines distintos. Los sistemas de seguridad social deben incluir mecanismos de control que garanticen
la debida utilización de los fondos.
C) Principios operativos: hacen referencia a la organización administrativa del sistema de seguridad social, que
deberá ser coherente y eficaz.
1) Inmediatez: el derecho de la seguridad social tiene carácter estrictamente alimentario y debe proteger al ser
humano del desamparo, por ello, el beneficio debe ser otorgado cuando exista la necesidad, debiendo prevalecer,
(11)
incluso, por sobre la acreditación del derecho para acceder a él .
Para otros autores, la idea fuerza radica en brindar a los beneficiarios los medios instrumentales necesarios a fin de
lograr la más inmediata y rápida satisfacción de la necesidad acarreada por la contingencia. Esto se relaciona con la
proximidad de los beneficiarios a los centros administrativos, procurando distancias racionales.
Atenta contra este principio la existencia de trámites burocráticos o complejos inasequibles a las personas, la
interposición de recursos por parte del Estado que alejan en el tiempo a los beneficiarios del goce de los derechos
involucrados.
2) Descentralización: se relaciona con el principio anterior y motiva la instalación de centros de decisión a lo largo y a
lo ancho del país, para que con los instrumentos necesarios puedan brindar una inmediata prestación.
La necesidad de trasladarse por varios kilómetros para poder efectuar las solicitudes atenta contra este principio. El
Estado debe arbitrar los medios para impedir que la distancia constituya una barrera que impida el acceso igualitario a
las prestaciones de la seguridad social.
3) Unidad de gestión: para Bernabé Lino Chirinos se visualiza desde diversas ópticas. En primer lugar, al considerar
que la gestión administrativa iniciada ante un organismo debe agotarse y encontrar solución en él, en segundo lugar,
impulsar la coordinación de los entes locales con los de mayor jerarquía, en tercer lugar, al dictar normas
procedimentales administrativas que indique claramente el  iter questionis, finalmente, eliminar la proliferación de
recursos de apelación que dilatan las soluciones contrarias al derecho sustantivo requerido.
La experiencia argentina, cuando coexistieron dos estructuras de gestión diferenciadas para las prestaciones
previsionales (estado y AFJP), demostraron las excesivas demoras, la imposibilidad de discernir fácilmente al organismo
responsable e incluso de determinar quién y cómo debía resolver la cuestión planteada.
4) Unidad procesal: este principio está orientado a crear un sistema procedimental de la seguridad social
administrativa que sea la garantía de la eficacia e igualdad, que tenga en cuenta la naturaleza jurídica de los derechos
involucrados y su carácter protectorio y alimentario.
Constituye una de las grandes deudas del sistema de seguridad social argentino, con juzgados colapsados y
beneficiarios sin respuesta.
Con ausencia de normas procesales específicas y con prerrogativas exclusivas a favor del Estado.
D) Principios de hermenéutica: están dirigidos al juez y buscan descubrir el verdadero espíritu y razón de ser de las
normas jurídicas. Estos principios intentan revelar la verdadera intención del legislador y resultan de utilidad a la hora de
interpretar las normas.
1) Justicia social: la CS lo definió como la virtud que ordena al hombre a hacer posible el libre perfeccionamiento
integral de los demás hombres. Es la obligación de quienes forman parte de una comunidad de contribuir al

15
mantenimiento y estabilidad del bien común propio de ella, sin el cual se tornan ilusorios o no alcanzan plena
satisfacción los derechos y las virtualidades auténticamente humanas de los integrantes de aquella. En el marco de esta
forma de justicia, no puede hablarse con propiedad de contraprestación, porque el primordial y suficiente bien del que
participa el integrante de la comunidad no es un bien particular apropiable individualmente, sino un bien común que es
de todos porque es del todo comunitario del que cada uno es parte integrante (Fallos 300:836).
Como se advierte, el sujeto pasivo de la justicia social —el obligado— es la sociedad, y el sujeto activo —quien tiene
derecho— es cada uno de los miembros de la propia sociedad, para gozar del bien común.
Intenta garantizar la participación de cada uno de los miembros de la sociedad en los bienes materiales y espirituales.
2) Equidad: es de especial aplicación en los casos de carencia de normas. Este principio intenta evitar la injusticia
que puede provocar la aplicación de una norma al caso concreto. El principio propone la prevalencia de la verdad
objetiva sobre la verdad formal.
El principio de equidad puede ser definido como la justicia del caso concreto e intenta evitar consecuencias
disvaliosas o injustas de la aplicación literal de la ley.
3) Restricción: es un principio de creación jurisprudencial en virtud del cual, si bien las leyes en materia de seguridad
social deben ser analizadas conforme a su finalidad, no puede ser aplicada indiscriminadamente. Cuando se interpreta
una norma específica, esta no puede tener una interpretación extensiva, sino que debe tener en cuenta la restricción que
apunta a la especificidad de la norma. Por ejemplo, en el caso de regímenes especiales o diferenciales.
4) Cosmovisión legislativa: el principio trata de desentrañar la intención del legislador. Bernabé Lino Chirinos indica
que el concepto de "cosmovisión" no se agota solamente en los aspectos jurídicos, sino que incluye la realidad social y
los valores que se intentan alcanzar y resguardar.
El derecho es uno y las normas deben ser interpretadas teniendo en cuenta su finalidad.
5) In dubio pro persona: se trata de la solución que brinda el ordenamiento jurídico a los casos de duda, como sucede
en el derecho penal y en el derecho del trabajo. En el derecho de la seguridad social, la sanción de las leyes y su ulterior
aplicación se fundamentan en el principio de del mantenimiento de la dignidad de la persona, por lo cual, en caso de
duda sobre su sentido, extensión o reconocimiento, se debe estar en pro de la persona que intenta gozar de una
prestación de la seguridad social.
Este enfoque se justifica en el carácter tuitivo de las normas sobre seguridad social y en los tratados internacionales.
A diferencia de lo que ocurre en el derecho penal o laboral, en seguridad social no contamos con una norma interna
que disponga expresamente la resolución en favor de la persona ante la existencia de duda. Sin embargo, surge
claramente del derecho internacional como principio pro homine.
E) Principios constitucionales: se trata de aquellas afirmaciones generales insertas en el texto constitucional por el
constituyente y que inspiran al legislador.
1) Integralidad: como se ha señalado supra, se refiere a las contingencias cubiertas y a su extensión.
2) Irrenunciabilidad: demuestra la importancia que le ha dado el constituyente a las normas de seguridad social a las
que des da carácter de "orden público". Se traduce en la imposibilidad jurídica de que los beneficiarios abdiquen de ellos
y, por consiguiente, la falta de efectos que tiene cualquier manifestación al respecto.
Por consiguiente, es nulo cualquier acuerdo que desconozca los derechos consagrados en la Carta Magna e implique
una renuncia que menoscabe, restrinja o disminuya los derechos reconocidos.
3) Descentralización administrativa: se refiere al principio de descentralización administrativa a fin de que los órganos
gestores guarden una lógica proximidad con los afiliados. Como se ha señalado en referencia a otros principios, las
distancias pueden llevar a la renuncia de derechos por la imposibilidad fáctica de acceder a ellos. En un país con la
extensión del nuestro, el principio de descentralización se relaciona con el acceso mismo a las prestaciones e involucra
todas las garantías constitucionales.
4) Autonomía financiera y económica: se refiere a la necesidad de que el sistema de seguridad social debe
determinar por sí y para sí cuál es el sistema financiero —capitalización, reparto, estatista o mixto— que utilizará a fin de
financiar la cobertura de contingencias, el modo de distribuir fondos, la extensión de cobertura, los gastos, etcétera.
Este principio obliga al legislador, cada vez que crea una prestación, a determinar la forma de financiamiento y a los
gestores a respetarla y controlarla.
5) Autogestión: como se ha explicado, responde al modelo constitucional "... administradas por los interesados con
participación del estado". Se relaciona con los principios de responsabilidad individual y subsidiariedad. Los interesados
son quienes más conocen la actividad y sus necesidades y funciona como garantía de un adecuado destino de los
fondos e impide el desvío.
6) Unidad: (sin que pueda existir superposición de aportes). La meta es la creación de un sistema único de
conducción al cual reporten los entes descentralizados de gestión, un sistema único de recaudación, procedimental, etc.
Este principio trae consigo la reducción de costos.
7) Movilidad: (jubilaciones y pensiones móviles). Implica la adecuación de las prestaciones de la seguridad social a
valores constantes, de modo que siempre mantengan el mismo poder adquisitivo y cubran la contingencia para la cual
fueron creadas.

16
Si bien la norma constitucional solo se refiere a las jubilaciones y pensiones, la doctrina entiende que se aplica a las
demás contingencias, por aplicación del principio —constitucional— de integralidad.
La movilidad debe garantizar que el haber previsional siempre sea suficiente para cubrir las necesidades básicas, en
iguales términos que el concepto de salario mínimo, vital y móvil. Sin embargo, adquiere relevancia en otras
prestaciones como se expondrá en esta obra. La necesidad de actualizar las prestaciones no solo aplica a las
prestaciones previsionales e involucra el principio de integralidad en su faz vertical, en tanto cobertura de la necesidad
generada por la contingencia.
8) Tuitivo: "... La protección integral de la familia, la defensa del bien de familia, la compensación económica familiar y
el acceso a una vivienda digna". Se trata de normas de carácter protectorio que, si bien se refieren específicamente a la
familia, no obsta a su aplicación a todas las contingencias.
9) Razonabilidad: para la mayoría de los autores implica la necesidad de que las prestaciones de toda naturaleza
respondan a la magnitud y extensión de las contingencias resguardadas, se relaciona con el principio de integralidad.
Sin embargo, este principio no solo se relaciona con las prestaciones en sí mismas sino también con su gestión y la
necesidad de que todo se adecue al sentido común y en miras a la finalidad protectoria de este derecho.
10) Progresividad: surge de la incorporación de tratados internacionales con jerarquía constitucional, en tanto implica
que los derechos sociales deben tener carácter progresivo y nunca regresivo.
Constituye un punto de partida que marca un sentido de dirección (hacia adelante) e impide por consiguiente la
adopción de medidas que restrinjan o menoscaben derechos existentes y, por consiguiente, implique un cambio de
dirección (regresiva).
F) Principios del derecho internacional:
1) Pro homine: se trata de un principio de interpretación, en virtud del cual se debe acudir a la norma más amplia, o a
la interpretación más extensiva, cuando se trata de reconocer derechos protegidos e inversamente, es decir, a la
interpretación más restringida si se trata de restringir el acceso al derecho.
La Convención de Viena sobre la interpretación de los tratados de derecho internacional prevé que se debe tener en
cuenta para la interpretación el objeto y fin del tratado, considerando que el objeto y fin de estos tratados es otorgar
derechos a los individuos frente al Estado.
2) Prohibición de regresividad: implica que la actividad política de los Estados debe estar dirigida en un determinado
sentido (progresivo) y no en el contrario. Como consecuencia de la aplicación de la Declaración Interamericana de
Derechos Humanos (art. 22) el Estado argentino está obligado a adoptar las medidas necesarias para garantizar el goce
máximo de los derechos sociales hasta el tope de sus recursos disponibles, y tiene prohibido conducir su accionar
regresivamente respecto del nivel de goce o grado de goce de estos derechos alcanzado con anterioridad.
De esta forma la expresión "en la medida de los recursos disponibles", se refiere al momento de otorgar nuevos
derechos, es aquí donde cada Estado podrá evaluar, a la luz de sus recursos, si otorga o no nuevas prestaciones o
amplía las existentes, pero nunca podrá articular esta defensa para menoscabar o retacear derechos existentes (Fallos
328:1602).
En otras palabras, el principio de progresividad obliga a los Estados a no dar "ni un paso atrás" en materia de
(12)
derechos sociales .

6. Las llamadas contingencias


El derecho de la seguridad social utiliza subsistemas para brindar protección ante las distintas contingencias, sean
estas biológicas, patológicas o sociales.
Las contingencias son definidas por la doctrina como aquellos eventos que producen una necesidad económica en la
persona, como consecuencia de la supresión o disminución de sus ingresos económicos o el aumento de los gastos
(13)
habituales, y este estado de necesidad no se agota en el individuo y en su familia, sino que repercute en la sociedad .
Son aquellos acontecimientos futuros e inciertos por los que atraviesa el ser humano a lo largo de su vida, que
pueden ser buenos o malos, pero que siempre ocasionan en el individuo un estado de necesidad provocado por la falta
o disminución de su capacidad para producir ingresos o importan un incremento de los gastos. Las contingencias
pueden ser clasificadas en biológicas, patológicas o sociales. Cada contingencia posee un sistema de protección y
cobertura distinto, ya que difieren en objeto, duración, gestión y financiamiento.
Contingencias biológicas o físicas: son aquellas que responden al ciclo de la vida.
- Maternidad: la maternidad es protegida a través del Régimen de Asignaciones Familiares que abonan a la mujer
trabajadora una licencia por tres meses equivalente al sueldo bruto, asistencia médica, internación para el
alumbramiento y atención al recién nacido. Los casos alcanzados son para trabajadores del ámbito público y privado.
(14)
También se contempla la protección de la trabajadora de casas particulares (párr. 2º del art. 177 de la ley 20.744 , art.
(15) (16)
39 de la ley 26.844  y ley 24.714 ).
No se prevé en el sistema la protección de las mujeres que se desempeñan en la economía informal.

17
(17)
- Vejez: régimen jubilatorio y asistencia médica. Otorgamiento de prestaciones contempladas en la ley 24.241 .
Existen regímenes previsionales diferenciales y especiales. También coexisten prestaciones no contributivas
(18) (19) (20)
reconocidas por la ley 13.478 , art. 9°, dec. 432/1997  y ley 27.260 , art. 13.
- Muerte: pensión directa y derivada, reconocida a favor de los derechohabientes y asistencia médica para los
beneficiarios (ley 24.241).
Respecto de la contingencia de muerte, los derechohabientes de trabajadores registrados gozan de la indemnización
prevista en el art. 248 de la ley 20.744, equivalente a la mitad de la indemnización prevista por el art. 245 de la misma
ley.
Se trata de una prestación de seguridad social puesta en cabeza del empleador, que, al constituir respecto de él un
caso fortuito, la ley atenúa su monto. De estar en cabeza de la seguridad social no existirían razones para disminuir la
indemnización por antigüedad.
Contingencias patológicas: se trata de situaciones que afectan la salud de las personas.
- Enfermedades y accidentes inculpables: su protección se encuentra al amparo del contrato de trabajo con el pago
de salario a cargo del empleador y obra social para la recuperación (art. 208, ley 20.744).
Al igual que en el caso de la indemnización por muerte, esta cobertura de seguridad social se pone en cabeza del
empleador. En otras partes del mundo es cubierta por la seguridad social. Los parámetros determinantes de la extensión
de la licencia exceden el marco del contrato individual de trabajo y responden a principios de seguridad social (cargas de
familia).
(21)
- Accidentes de trabajo y riesgos laborales: cobertura completa, ingreso mensual conforme a la ley 24.557  y
asistencia médica. Cobertura a cargo de entidades privadas.
- Invalidez: jubilación por invalidez y asistencia médica (ley 24.241). También se reconoce el pago en el sistema no
contributivo (ley 13.478, art. 9°, y dec. 432/1997).
Contingencias sociales: son aquellas que afectan las estructuras familiares por tener que afrontar gastos (cargas de
familia) o afectan los ingresos habituales (desempleo).
- Cargas de familia: asignaciones familiares. Reconocimiento de sistemas contributivos y no contributivos (ley
24.714).
- Desempleo: prestación por desempleo reconocida para trabajadores de la LCT, trabajadores de la Industria de la
Construcción y Trabajadores Agrarios. Asistencia médica, pago de asignaciones familiares durante la prestación y
(22) (23) (24)
cómputo del tiempo a los efectos previsionales (arts. 111 a 127 de las leyes 24.013 , 25.371   y 25.191 ,
respectivamente).

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II. La seguridad social en el derecho internacional

1. La seguridad social como derecho humano


El derecho a la seguridad social hace a la esencia misma de los derechos humanos. En materia de derechos
humanos se acostumbra a distinguir, por un lado, los derechos individuales clásicos, que son los denominados civiles y
políticos y los derechos económicos, sociales y culturales, y porque al menos en nuestro país, cuando hablamos de
derechos humanos, estamos acostumbrados a referirnos a los primeros, como el derecho a la vida, a la integridad, la
libertad y seguridad personal, etc., olvidándonos muchas veces de los otros, los económicos sociales y políticos, que con
aquellos forman un conjunto inescindible.
En la 1era Conferencia Mundial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas realizada en Teherán en 1968, ya se
proclamó la indivisibilidad de los derechos humanos, afirmándose que la realización plena de los derechos civiles y
políticos sería imposible sin el goce de los derechos económicos, sociales y culturales.
La dimensión plena e indivisible del hombre conlleva a que los textos internacionales consideren el costado laboral
del hombre de manera continua, con una concatenación ininterrumpida, que comprenda: la preparación, oportunidad y
condiciones para la integración de la persona en el mundo del trabajo; las modalidades y requisitos de su concreta
prestación de servicios (derecho a condiciones dignas y equitativas de labor), y en lo atinente a las contingencias
sociales, el derecho a la seguridad social. Todo ello debe estar emparentado con un nivel de vida adecuado con
preservación de la salud, con acceso a la formación y a la cultura, con libertades y garantías, con derecho a acceder al
(25)
trabajo y a permanecer en él, con derecho a la vivienda, a un salario equitativo y justo .
Con la Carta de las Naciones Unidas se concreta la internacionalización de los derechos humanos. En ella se
consagran obligaciones para los Estados en relación con los derechos humanos, además de constituirse en el
fundamento de la cooperación internacional en el respeto universal de los derechos humanos y su efectividad. Es el
punto de partida del sistema normativo de los derechos humanos, aunque no precisaba cuáles eran los derechos y
garantías a los que se refería, los que recién se identifican al aprobarse la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales y el Protocolo Facultativo.

2. La seguridad social en los tratados internacionales con jerarquía constitucional


En el orden establecido por el art. 75, inc. 22, nos referiremos a los Tratados de Derechos Humanos que contengan
cláusulas sobre seguridad social, con especial énfasis en la protección de la vejez:
Declaración Americana de los Derechos Humanos y Deberes del Hombre:
La declaración fue aprobada en la IX Conferencia Internacional Americana celebrada en 1948. Acepta uno de los
principios básicos de la seguridad social que es el reconocimiento de la dignidad de la persona humana, y con el ello el
reconocimiento del derecho de todos los hombres a que se den las condiciones que le permitan progresar, hasta
alcanzar la felicidad.
El Preámbulo introduce el principio de solidaridad, al afirmar que "todos los hombres nacen libres e iguales en
dignidad y derechos y dotados como están por naturaleza de razón y conciencia y deben conducirse fraternalmente los
unos y los otros", precisamente en esta última frase se admite el principio de solidaridad que nos obliga a actuar
fraternalmente.
La libertad es otro de los principios básicos de la seguridad social al igual que el principio de igualdad.
En el capítulo I, al referirse a derechos, en forma específica menciona los típicos de la seguridad social, como
constituir una familia como bien protegido y núcleo de la sociedad, el derecho a la mujer y su especial protección en
época de gravidez y lactancia, y el derecho de los niños a ser protegidos, cuidados y ayudados.
El derecho de la seguridad social es la rama que se ocupa de la protección del ser humano desde que nace hasta
que muere. La protección de su salud está expresamente contemplada en el art. 11 que establece el derecho a que su
salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales relativas a la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia
médica.
Luego, la declaración en el art. 16 se ocupa explícitamente de tres contingencias: la desocupación,  la vejez y la
incapacidad; impone a los Estados la obligación de proteger a todas las personas frente a esas contingencias.
El reconocimiento de estos derechos está enmarcado en dos circunstancias: en primer lugar, el reconocimiento de
que los derechos lo serán en la medida en que "lo permitan los recursos públicos y los de la comunidad". La seguridad
social está íntimamente ligada a la suerte de la economía de los países. La segunda circunstancia es dada por la
obligación de "cooperar con el Estado y con la comunidad en la asistencia y seguridad sociales de acuerdo a sus
posibilidades y con las circunstancias", esto implica que el sistema contemplado en el tratado está basado en que la
financiación está a cargo de los interesados.
Declaración Universal de Derechos Humanos:

19
La Declaración fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10/12/1948. En su Preámbulo se
reconoce como derecho fundamental del hombre la dignidad y el valor de ser persona, y se considera como obligación el
promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto amplio de libertad.
Dentro de su articulado se reconoce la importancia de la familia (art. 16, inc. 3°).
El art. 22 declara el derecho de toda persona a la seguridad social y a obtener mediante el esfuerzo nacional y la
cooperación internacional, de conformidad con la organización y los recursos, la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios. Tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez o por pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de
su voluntad.
Convención Americana sobre Derechos Humanos - Pacto San José de Costa Rica:
Fue suscripto el 22/11/1969, ratificado por ley 23.054.
En materia de seguridad social consagra el principio de hermenéutica de la seguridad social de "justicia social",
condiciona la libertad del ser humano al goce de los derechos sociales, lo cual se relaciona con el goce de los derechos
de la seguridad social.
Crea una correlatividad de derechos y obligaciones, basado en el principio de solidaridad.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales:
Fue celebrado el 19/12/1986 y ratificado en la Argentina por la ley 23.313. Establece que cada uno de los Estados
parte se compromete a adoptar medidas, tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación
internacionales, especialmente económicas y técnicas hasta el máximo de los recursos de que disponga, para lograr
progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive a adoptar medidas legislativas, la plena efectividad de los
derechos reconocidos en el pacto, comprometiéndose además a garantizar el ejercicio de los derechos que en él se
enuncian, sin discriminación alguna (art. 2°), pudiendo someter tales derechos únicamente a limitaciones determinadas
por ley, solo en la medida compatible con la naturaleza de esos derechos y con el exclusivo objeto de promover el
bienestar general en una sociedad democrática (art. 4°).
En lo que especialmente nos concierne, los Estados parte reconocen el derecho de toda persona a la seguridad
social, aun en cuanto al seguro social (art. 9°), habiéndose obligado a reconocer el derecho de toda persona a un nivel
de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de
las condiciones de existencia, debiendo tomar las medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho (art.
11).
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, su Protocolo Facultativo:
Reconoce el principio básico de la seguridad social cual es el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los
miembros de la familia humana y sus derechos iguales e inalienables.
En forma específica se refiere al derecho a la familia, el derecho de los niños, tanto como parte de la familia como de
la sociedad y del Estado.
Consagra otro principio básico como el de igualdad.
Convención sobre la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio:
La Convención se aprobó el 9 de diciembre de 1948 y fue ratificada por dec.-ley 6286 del 9/4/1956.
Si bien no contiene normas específicas sobre seguridad social, su objetivo fue proteger la vida humana y la dignidad
de las personas de cualquier grupo en situaciones extremas.
Convención Internacional sobre Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial:
Esta Convención fue celebrada el 13/7/1967, ratificada por ley 17.222 del 26/4/1968.
Los Estados se comprometen, cuando las circunstancias lo aconsejen, a tomar medidas especiales y concretas en la
esfera social, económica, cultural para asegurar el adecuado desenvolvimiento y protección de ciertos grupos raciales o
de personas pertenecientes a estos, con el fin de garantizar el pleno disfrute de los derechos humanos y de las
libertades fundamentales contemplados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer:
La Convención fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18/2/1979 y ratificada por ley
23.179.
En lo que se refiere a la seguridad social, la Convención pone énfasis en el concepto de igualdad esencial entre la
mujer y el hombre haciendo especial referencia al terreno de la seguridad social en el art. 11, inc. 1°, que dispone: "Los
Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del
empleo a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, los mismos derechos, en particular: (...)
e) El derecho a la seguridad social, en particular en casos de jubilación, desempleo, enfermedad, invalidez, vejez u otra
incapacidad para trabajar, así como el derecho a vacaciones pagadas; f) El derecho a la protección de la salud y a la
seguridad en las condiciones de trabajo, incluso la salvaguardia de la función de reproducción".
Consagra una protección especial durante el embarazo en aquellas tareas que puedan resultar perjudiciales para
ellas, reconoce el derecho de servicios de atención médica, y puntualmente consagra la protección al embarazo, al parto

20
y al período posterior al parto, proporcionando servicios gratuitos cuando fueran necesarios y asegurándoles una
nutrición adecuada durante embarazo y lactancia (art. 12, inc. 2°).
El art. 14 dispone una protección especial a las mujeres que vivan en zonas rurales, debiendo los Estados partes
asegurar el derecho a beneficiarse directamente de los programas de seguridad social (inc. c]).
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes:
Fue celebrada el 10/12/1984 y ratificada por la ley 23.338.
No contiene normas específicas de seguridad social, pero su espíritu gira en torno al mismo reconocimiento de la
dignidad humana que hace la seguridad social.
Convención sobre los Derechos del Niño:
Dictada por la Asamblea de Naciones Unidas el 20/11/1989, ratificada por la ley 23.849, los Estados se obligan a
proteger al niño, en todos los ámbitos, social, psicológico, físico y hasta familiar.
La Convención reconoce a todos los niños el derecho a beneficiarse de la seguridad social, incluso al seguro social, y
a adoptar medidas necesarias para lograr la plena realización de este derecho de conformidad con la legislación vigente
en cada Estado (art. 26).
Las prestaciones deben concederse cuando corresponda, teniendo en cuenta los recursos y la situación del niño y de
las personas responsables de su mantenimiento.
También reconoce el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud y a los servicios para el tratamiento de
enfermedades y la rehabilitación de la salud, poniendo en cabeza del Estado esta obligación.
Debemos tener presente, además, que a la luz del criterio pro homine que informa a los derechos humanos, debe
acudirse a la norma más amplia o aplicarse una interpretación extensiva; como así también que el sistema de protección
de los derechos humanos se fue desarrollando lenta y progresivamente, constituyendo una conquista del individuo frente
al Estado. La progresividad es una característica fundamental del derecho internacional de los derechos humanos,
quedando vedada la regresividad, pudiendo medirse esta última con respecto a los resultados de una política pública
(regresividad de resultados) que puede ser respecto de uno o varios indicadores, y con respecto a las normas jurídicas,
es decir, la que se refiere a la extensión de los derechos concedidos por una norma (regresividad normativa).
Un Estado podría someter tales derechos únicamente a limitaciones determinadas por la ley, y ello solo podría ser
posible en la medida compatible con la naturaleza de esos derechos y con el exclusivo objeto de promover el bienestar
general en una sociedad democrática; conforme a leyes que se dictaren por razones de interés general y con el
propósito para el cual han sido establecidas; limitados por los derechos de los demás y por la seguridad de todos y por
las justas exigencias del bien común en una sociedad democrática; proporcionada al interés que la justifica y ajustarse
estrechamente al logro de ese legítimo objetivo.
Es de suma importancia tener presente que en virtud de lo establecido en el art. 27 de la Convención de Viena de
1969 sobre derecho de los tratados y que la República Argentina ha ratificado, un Estado no puede prevalerse de una
norma de su derecho interno para justificar el incumplimiento de una obligación convencional.
Si bien es cierto que en el año 1957 se incorpora a nuestra Constitución Nacional el art. 14 bis que da basamento
constitucional a los derechos laborales individuales, colectivos y a la seguridad social que autoriza a sostener que desde
ese momento existe un compromiso del Estado nacional de desenvolvimiento progresivo de los derechos sociales, con
la reforma constitucional del año 1994, se perfila un marco más amplio, la obligación de realización del Estado social
(art. 75, inc. 19, CN).
A mayor abundamiento, luego de la reforma constitucional de 1994, la República Argentina adhirió a la teoría
"monista", por lo cual los convenios, una vez ratificados, son aplicables en el derecho interno, pero además, la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y su Protocolo Facultativo, entre otros referidos a derechos humanos, tienen jerarquía constitucional, no
derogan artículo alguno de la primera parte de la Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y
garantías por ella reconocidos (art. 75, inc. 22, 2ª parte, CN).
El resto de los tratados —es decir, aquellos que no son materia de derechos humanos— concluidos con las demás
naciones y con la Santa Sede tendrán jerarquía superior a las leyes (art. 75, inc. 22, 1ª parte, CN).
Así, podemos concluir que en el sistema constitucional argentino el nuevo bloque constitucional atribuye al Estado el
deber de realizar gradualmente la igualdad material, aplicando criterios de justicia social, equidad, solidaridad y no
(26)
discriminación (arts. 14 bis, 16, 43 y 75, incs. 2°, 8°, 18, 19, 22 y 23, CN) .
Es dable sostener entonces que el tema que nos ocupa forma parte del bloque de derechos humanos a los que
hemos hecho referencia.

3. Convenios multilaterales de seguridad social


Mercosur:

21
-  Acuerdo Multilateral de Seguridad Social del Mercado Común del Sur y Reglamento Administrativo para la
aplicación del Acuerdo Multilateral de Seguridad Social del Mercado Común del Sur
Acuerdo y reglamento aprobados el 15 de diciembre de 1997 en la ciudad de Montevideo, con vigencia a partir del 1
de junio de 2005. El texto del acuerdo y su reglamento se agregan en anexo.
Estados parte: argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Tiene por objetivo establecer normas que regulen las relaciones de seguridad social entre los países integrantes del
Mercosur.
El Acuerdo reconoce los derechos de seguridad social a los trabajadores que presten o hayan prestado servicios en
cualquiera de los Estados parte reconociéndoles, así como a sus familiares y asimilados, los mismos derechos y estando
sujetos a las mismas obligaciones que los nacionales de dichos Estados con respecto a los específicamente
mencionados en el acuerdo.
Será aplicado de conformidad con la legislación de seguridad social referente a prestaciones contributivas pecuniarias
y de salud existentes en los Estados parte.
El Reglamento Administrativo del Acuerdo determina la forma en que serán considerados los periodos cotizados en
los Estados parte a los efectos de la concesión de prestaciones y el pago a prorrata de las prestaciones.
Si el trabajador o sus familiares no reunieran los requisitos para acceder a las prestaciones, serán también
computables los servicios prestados en otro Estado que hubiera celebrado convenio bilateral o multilateral con
cualquiera de los Estados parte.
Las disposiciones resultan aplicables también a los trabajadores afiliados a un régimen de capitalización individual
establecido por alguno de tales Estados, para la obtención de las prestaciones por vejez, edad avanzada, invalidez o
muerte.
Dispone que los documentos requeridos no necesitarán traducción oficial, visado o legalización de autoridades
diplomáticas, consulares y de registro público, siempre que haya intervenido el organismo de enlace.
Los Estados parte instituirán una Comisión Multilateral Permanente, que resolverá por consenso, estará integrada por
tres miembros de cada uno y se reunirá una vez al año.
El acuerdo tiene una duración indefinida. El Estado que pretenda denunciarlo podrá hacerlo en cualquier momento
por la vía diplomática, en este caso, no se verán afectados los derechos adquiridos en virtud del acuerdo y los efectos de
la denuncia comenzarán seis meses después de la fecha de su notificación.
Comunidad interamericana:
(27)
- Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores
Esta Convención es la primera que tiene como sujeto exclusivo la protección de las personas mayores. Inicia la
utilización de "persona mayor" dejando de lado expresiones como: "adultos mayores", "vejez", etc. Resultará vinculante
para todos los Estados que procedan a la firma y ratificación. La Argentina participó con un rol activo en el grupo de
trabajo encargado de elaborar el proyecto de Convención Interamericana en el seno de la OEA desde 2004, ejerciendo
su presidencia hasta el año 2013.
La Convención Interamericana sobre Derechos Humanos de las Personas Mayores fue adoptada en Washington el
15 de junio de 2015 en el marco del cuadragésimo quinto período ordinario de sesiones de la Asamblea General. La
Argentina fue uno de los primeros países en suscribirla. Esta Convención internacional actualmente se encuentra
(28)
firmada por seis países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay) .
(29)
Por ley 27.360  se aprobó la Convención con fecha de publicación en el BO el 31 de mayo de 2017 y entró en vigor
el 22 de noviembre de 2017.
Este documento contiene importantísimas previsiones en relación con la salud de las personas mayores, que
comienzan con la afirmación de promover, proteger y asegurar el reconocimiento y el pleno goce y ejercicio, en
condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor, a fin de
contribuir a su plena inclusión, integración y participación en la sociedad.
Las definiciones concretas que proporciona la Convención, en su art. 2º, incluyen la de "Abandono", "Cuidados
paliativos", "Discriminación", "Discriminación por edad en la vejez" y "Discriminación múltiple", "Envejecimiento" y
"Envejecimiento activo y saludable", "Maltrato", "Negligencia", "Persona mayor" y "Persona mayor que recibe servicios
de cuidado a largo plazo", "Servicios socio-sanitarios integrados" y "Vejez". Estas definiciones definitivamente
constituyen un soporte para la construcción de respuestas jurídicas justas en materia de salud, ajustadas a la realidad
vital de aquellos que transitan la vejez.
El art. 3° enuncia principios generales relacionados con las personas mayores: la promoción y defensa de sus
derechos humanos y libertades, el reconocimiento de su rol en la sociedad, independencia, autonomía, no
discriminación, derecho al bienestar y seguridad, la autorrealización, buen trato y atención preferencial, la protección
jurídica efectiva y la integración activa, plena y productiva de la persona mayor.
Se protegen especialmente los siguientes derechos:

22
- igualdad y no discriminación por razones de edad.
- a la vida y a la dignidad.
- a la participación e integración comunitaria.
- a la seguridad y a una vida sin ningún tipo de violencia.
- a buen trato.
- a brindar consentimiento libre e informado en el ámbito de la salud.
- a recibir servicios de cuidado a largo plazo.
- a la libertad personal.
- a la libertad de expresión, opinión y acceso a la información.
- a la nacionalidad y circulación.
- a la privacidad y a la intimidad, sin injerencias arbitrarias.
- a la seguridad social que le garantice una vida digna.
- al trabajo digno y decente, a la igualdad de oportunidades y de trato respecto de los otros trabajadores, sea cual
fuere la edad.
- a la salud física y mental.
- a la educación.
- a la cultura.
- a la recreación, esparcimiento y deporte.
- a la propiedad.
- a la vivienda.
- a un medio ambiente sano.
- a los derechos políticos.
- a reunirse y asociarse.
- a la protección en casos de riesgo y emergencias humanitarias.
- al acceso a la justicia.
Comunidad iberoamericana:
- Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social (CMISS)
Convenio celebrado el 10 de noviembre de 2007, ratificado por la Argentina el 8 de junio de 2010, con entrada en
vigencia efectiva el 1 de agosto de 2016.
Estados parte del CMISS: argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España,
(30)
Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela .
Los Estado parte reconocen que el trabajo es uno de los factores esenciales en el fortalecimiento de la cohesión
social.
Constatan que el proceso actual de globalización conlleva relaciones complejas entre los Estados, que implica una
creciente interdependencia entre países y regiones como consecuencia del fluido de bienes, servicios, capitales,
comunicaciones, tecnologías y personas.
Reconocen la necesidad de políticas sociales y económicas adecuadas que se manifiesten, entre otras, en la
necesidad de que el proceso de globalización vaya acompañado de medidas tendientes a promover la coordinación
normativa en materia de protección social, que permita garantizar la igualdad de trato y los derechos adquiridos o en
curso de adquisición de los trabajadores migrantes y de las personas dependientes de ellos.
Con la urgencia de contar con un instrumento de coordinación de legislaciones nacionales en materia de pensiones
que garantice los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias, protegidos bajo los esquemas de seguridad
social de los diferentes Estados iberoamericanos, con el objetivo de que puedan disfrutar de los beneficios generados
con su trabajo en los países receptores.
El convenio se aplica: a las personas que estén o hayan estado sujetas a la legislación de uno o varios Estados parte,
así como a sus familiares beneficiarios y derechohabientes; a las prestaciones económicas por invalidez, vejez,
supervivencia y de accidentes de trabajo, y de enfermedades profesionales; a los regímenes contributivos de seguridad
social, generales y especiales. No obstante, estos últimos podrán ser exceptuados siempre que se incluyan en el anexo
I. La Argentina excluyó: personal del Servicio Exterior de la Nación (ley 22.731), investigadores científicos (ley 22.929),
personal docente (ley 24.016), Poder Judicial y magistrados (ley 24.018).
Asimismo, garantiza la igualdad de trato entre las personas a las que se les aplique el convenio, teniendo derecho a
iguales beneficios y estando sujetos a iguales obligaciones que los nacionales de dicho Estado.

23
Cuando la legislación exija como requisito haber cubierto determinados períodos de seguro, se tendrán en cuenta, si
fuera necesario, los períodos de seguro acreditados por la legislación de cualquier Estado parte.
Deberán aplicarse a las prestaciones cualquier revalorización o actualización que disponga la legislación, teniendo en
cuenta la regla de proporcionalidad.
Si existieran convenios bilaterales o multilaterales entre los Estado parte del presente convenio, se aplicarán las
disposiciones que resulten más favorables al beneficiario.
En el título II, capítulo 1 se ocupa de las prestaciones de invalidez, vejez y supervivencia.
El art. 1° regula lo atinente a los períodos de cotización, para lo cual dispone que en los casos en que los períodos
cotizados en un Estado parte no sean suficientes, se considerarán aquellos cumplidos en otro Estado parte.
Dispone para todas las prestaciones reconocidas por un Estado parte el reconocimiento de los períodos cotizados en
otro Estado parte para acceder a las prestaciones.
- Convenio Iberoamericano de Seguridad Social de Quito
(31)
Suscripto el 26 de enero de 1978. Aprobado por ley 22.086 .
Los principales aspectos del convenio son:
Se aplicará respecto de los derechos médico-sanitarios y prestaciones de vejez, invalidez y sobrevivientes previstos
en los sistemas de seguridad social de los Estados contratantes y a las personas protegidas que presten o hayan
prestado servicios en cualquiera de los Estados contratantes, teniendo iguales derechos y obligaciones que los
nacionales de dicho Estado.
Hace especial hincapié en las prestaciones de vejez. El capítulo II dispone la posibilidad de totalizar los períodos
cotizados computables que se hayan prestado en dos o más Estados contratantes, rigiéndose para esto por las
disposiciones legales del país en el que se prestaron los servicios.
La entidad gestora del Estado parte determinará si totalizando todos los períodos de cotización, con base en su
legislación, cumple con las condiciones para obtener la prestación. Si así fuera, determinará su monto totalizando todos
los períodos cotizados y fijará la proporción por los períodos cotizados exclusivamente en ese Estado.
Organización Iberoamericana de Seguridad Social:
- Código Iberoamericano de Seguridad Social
El Código reconoce a la seguridad social como un derecho inalienable del ser humano y como garantía de bienestar,
estabilidad y desarrollo de la sociedad.
Establece como responsabilidad de los Estados ratificantes desarrollar programas de protección social que garanticen
a la población el derecho a la seguridad social. Las normas del convenio obligan a asegurar un mínimo de seguridad
social y a comprometerse en la mejora progresiva.
Propone como objetivo, dentro de la modalidad contributiva, hacer efectivos los principios de sustitución de rentas y
de garantía del poder adquisitivo, de manera que las prestaciones económicas guarden relación con el esfuerzo
contributivo realizado (art. 10, inc. 2°).
Los Estados plantean la conjunción de regímenes complementarios que incentiven el ahorro en pos de la previsión.
Resalta el principio de solidaridad. Los Estados ratificantes recomiendan una política de racionalización financiera de
la seguridad social basada en la conexión lógica entre las diferentes funciones protectoras de esta, la extensión de la
solidaridad según sus destinatarios y la naturaleza compensatoria o sustitutiva de rentas de sus prestaciones, que
guarde la debida concordancia con las capacidades económicas del marco en que debe operar y basada en el adecuado
equilibrio entre ingresos y gastos, y la correspondencia, en términos globales, entre la capacidad de financiación y la
protección otorgada (art. 12, inc. 3°).
Los Estados deberán modernizar las formas y medios de gestión de las prestaciones de seguridad social,
incorporando el análisis de sus costes operativos.
Los Estados ratificantes destacan la conveniencia de promover las labores de estudio y previsión de los factores
socio-económicos y demográficos que influyen sobre la seguridad social, y de establecer planes plurianuales que
comprendan las actividades a desarrollar durante varios ejercicios presupuestarios (art. 17).
El convenio divide las distintas prestaciones en secciones y establece para cada una de ellas fases de aplicación
progresiva personal determinada con el porcentaje de personas comprendidas y niveles cuantitativos de prestación
relativo al importe inicial de las prestaciones. Tanto las fases de cumplimiento como los niveles cuantitativos serán
aquellos que ha aceptado el Estado, entendiendo que este ha cumplido con la sección cuando la fase de cumplimiento y
el nivel cuantitativo de la prestación se adecue al determinado por el convenio en cada caso.
- Tratado de la Comunidad Iberoamericana de Seguridad Social
Suscripto el 17 de marzo de 1982. El Tratado tenía como objetivo dotar a los convenios suscriptos y ratificados por la
mayoría de los países iberoamericanos (como el Convenio Iberoamericano de Seguridad Social de Quito suscripto el
26/1/1978) de órganos comunitarios para impulsar su ejecución y facilitar su desarrollo, este es, precisamente, su
objetivo: favorecer e intensificar el desarrollo del convenio.

24
En estos términos se establecen como órganos:
A) El Consejo de la Comunidad: es el órgano encargado de sugerir, promover, fomentar y coordinar y evaluar las
acciones encaminadas a la aplicación de los Convenios Iberoamericanos de Seguridad Social de Quito (art. 3°).
El Consejo de la Comunidad está integrado por los siguientes miembros:
1) De carácter representativo: la autoridad o autoridades competentes de los Estados contratantes, en materia de
seguridad social.
2) De carácter nato: el presidente, los vicepresidentes y el secretario general de la Organización Iberoamericana de
Seguridad Social (art. 4°).
El art. 8° enumera las funciones del Consejo de la Comunidad:
"a) Sugerir y coordinar las acciones de seguridad social de la Comunidad Iberoamericana, en orden a la viabilidad de
los Convenios Iberoamericanos de Seguridad Social de Quito.
"b) Promover y fomentar la adopción de acuerdos y procedimientos de implementación técnica, económica,
financiera, administrativa, de preparación de personal especializado y otros, que se requieran para facilitar la aplicación
de los convenios.
"c) Promover las disposiciones y enmiendas tendientes a la armonización de las legislaciones de los sistemas de
seguridad social en los países iberoamericanos.
"d) Considerar otras sugerencias conducentes al cumplimiento de los objetivos de los Convenios Iberoamericanos de
la Seguridad Social de Quito.
"e) Evaluar los resultados de aplicación del presente Tratado, así como estudiar y recomendar las modificaciones que
sean necesarias a los convenios".
El Consejo se reunirá una vez al año en oportunidad en que se reúne el Comité Permanente de la Organización
Iberoamericana de la Seguridad Social y en reuniones extraordinarias cuando lo requieran asuntos urgentes.
B) El Comité Técnico de la Comunidad: es el órgano encargado de facilitar la aplicación de los Convenios
Iberoamericanos de Seguridad Social de Quito, de conformidad con las resoluciones del Consejo de la Comunidad (art.
10).
Está integrado por el representante del organismo de enlace de cada Estado contratante, de acuerdo con lo dispuesto
en el literal d) del art. 4° del Convenio Iberoamericano de Seguridad Social de Quito. La presidencia del Comité Técnico
la ejercerá el secretario del Consejo de la Comunidad (art. 12). El Comité Técnico se reunirá ordinariamente una vez en
oportunidad de la reunión del Consejo de la Comunidad y extraordinariamente a convocatoria del presidente.
El art. 14 enumera las funciones del Comité Técnico de la Comunidad:
"a) Preparar los proyectos de acuerdos, resoluciones, normas y disposiciones administrativas para la aplicación de los
Convenios Iberoamericanos de Seguridad Social de Quito.
"b) Asesorar y estudiar los aspectos de aplicación de los Convenios de Seguridad Social de Quito que requiera el
Consejo de la Comunidad.
"c) Procurar que las recomendaciones del Consejo de la Comunidad sean aplicadas por las instituciones de seguridad
social representadas.
"d) Sugerir al Consejo de la Comunidad la celebración de nuevos convenios, así como las ampliaciones o
modificaciones de los existentes.
"e) Estudiar y recomendar medidas conducentes a una estrecha vinculación y mejoramiento de los sistemas de
seguridad social para a la aplicación de los convenios.
"f) Promover reuniones de las comisiones mixtas de expertos, previstas en el artículo 20 del Convenio Iberoamericano
de Seguridad Social de Quito".
Centroamérica:
- Convenio Multilateral de Seguridad Social
Suscripto el 14 de octubre de 1967 en San José de Costa Rica por las Repúblicas de Costa Rica, Honduras,
Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Panamá.
Tiene por finalidad proteger los derechos de seguridad social de los trabajadores y sus familias que se desplazan
dentro del territorio latino centroamericano; en la conveniencia de reconocer en forma expresa la actual situación de
igualdad de trato en materia de seguridad social de que gozan los trabajadores en los países mencionados y el derecho
de los trabajadores migrantes a percibir prestaciones de seguridad social y la conservación de los derechos ya
adquiridos.
Art. 1°:
"El presente convenio tiene por objeto, dentro de las limitaciones establecidas en el mismo:
"a) Garantizar a los trabajadores, miembros de su familia y supervivientes de cada parte contratante, la igualdad de
trato en materia de derechos y obligaciones ante la legislación de Seguridad Social de toda otra Parte Contratante; y

25
"b) Respecto a las personas protegidas por la legislación de Seguridad social de una Parte Contratante;
"i) Establecer el derecho a percibir las prestaciones en servicios, en especie y en dinero que le correspondan, durante
su residencia o estadía en el territorio de otra Parte Contratante.
"ii) Establecer la conservación de los derechos adquiridos o en curso de adquisición, mediante la continuidad entre las
afiliaciones a los regímenes de Seguridad Social de las Partes Contratantes.
"2. Las disposiciones del presente Convenio no afectarán a las obligaciones derivadas de cualquier convenio
adoptado por la Conferencia Internacional del Trabajo y ratificado por las Partes Contratantes".
El art. 3° dispone que será de aplicación a las siguientes materias: "a) prestaciones de enfermedad y maternidad; b)
cuota de sepelio; c) prestaciones de invalidez, con inclusión de las destinadas a conservar o mejorar la capacidad de
ganancia, distintas de las atribuidas por un régimen de reparación de accidentes de trabajo o de enfermedades
profesionales; d) prestaciones de vejez; e) prestaciones de supervivencia, distintas de las atribuidas por un régimen de
reparación de accidentes del trabajo de enfermedades profesionales; f) prestaciones en caso de accidentes del trabajo o
de enfermedad profesional".
Los Estados contratantes, al ratificar el presente convenio, notificarán las legislaciones vigentes a la fecha en su
territorio, debiendo también notificar cualquier modificación posterior, dentro de los ocho días a la Secretaría General de
la Organización de Estados Centroamericanos y a cada una de las instituciones de las partes contratantes.
El Convenio será de aplicación a las personas que estén, o que habiendo estado sometidas a la legislación de alguna
o varias de las partes contratantes, puedan ejercer algún derecho al respecto, como asimismo a los miembros de sus
familias y a sus supervivientes.
El art. 6° establece que toda parte contratante concederá a los trabajadores de toda otra parte contratante igual trato
que a los nacionales en todas las ramas de la seguridad social respecto de los cuales haya ratificado el presente
convenio.
Las distintas prestaciones no podrán ser objeto de reducción, suspensión, supresión, ni embargo alguno por
impuestos de ausentismo o residencia, ni por el solo hecho de que el beneficiario resida o se encuentre en el territorio de
una parte contratante distinto de aquel en donde radique la Institución que otorgue dichos beneficios (art. 7°).
El título III en su art. 9° establece la totalización de los períodos de seguro para la adquisición, mantenimiento o
recuperación del derecho a prestaciones y para el cumplimiento de cualquier otro requisito. La reglamentación resolverá
los casos de superposición, regímenes especiales, aportes voluntarios, etcétera.
El título IV establece disposiciones especiales para las prestaciones de maternidad y enfermedad (cap. I), accidentes
de trabajo y enfermedades profesionales (cap. II), cuota de sepelio (cap. III), invalidez, vejez y muerte (cap. IV).
En el título V se incorpora la Comisión Administrativa que tendrá las atribuciones y deberes enumerados en el art. 19
entre los que se encuentra la elaboración del Proyecto de Reglamento del presente convenio.
La Comisión Administrativa estará integrada por un representante de cada parte contratante con derecho a voto.
Cada parte designará un miembro titular y uno suplente quienes estarán especializados en la materia (art. 20).
- Convenio Multilateral de Prestaciones de la Seguridad Social de Centroamérica y Panamá
Suscripto el 7 de agosto de 1981 en Panamá, por las Instituciones de Seguridad Social de El Salvador, Honduras,
Nicaragua y Panamá, con la adhesión de Costa Rica el 29 de junio de 1982.
Tiene por objetivo promover la integración de la seguridad social en el istmo Centroamericano, haciendo extensivas
las prestaciones médicas con base en la reciprocidad, por lo tanto, acuerdan: "Artículo 1: los derechohabientes de cada
una de las Instituciones de la Seguridad Social del Istmo Centroamericano signatarias de este Acuerdo, que se
encuentran transitoriamente en los países de Centroamérica y en Panamá tendrán derecho a prestaciones médicas en
los riesgos de enfermedad común, accidente común y de trabajo, y en el riesgo de maternidad, en la extensión, forma y
condiciones establecidas en las Leyes y Reglamentos de la Institución que otorga las prestaciones. También tendrán
derecho a estas prestaciones los estudiantes y los miembros de las Misiones Diplomáticas y Consulares y sus familiares
dependientes, cuando estos derechos estén consignados en los acuerdos bilaterales".
El art. 2° aclara que en ningún caso se concederán prestaciones pecuniarias.
Los derechohabientes deberán acreditar identidad y derecho a las prestaciones médicas (art. 3°).
Las prestaciones para concederse serán las que señale la institución aseguradora, siempre que puedan brindarse en
las instalaciones de la institución que recibe la solicitud de prestación. El costo de las prestaciones será asumido
conforme a los acuerdos bilaterales (arts. 4° y 5°).
- Acuerdo Multilateral para la Protección en Salud de los Asegurados en Tránsito de las Instituciones de Seguridad
Social de Centroamérica
Suscripto el 7 de septiembre de 1994 por las Instituciones de Seguridad Social de Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, miembros del Consejo Centroamericano de Instituciones de Seguridad
Social (COCISS).
El acuerdo, en su artículo primero, reconoce a "los asegurados con pleno derecho de sus beneficios de cada una de
las instituciones signatarias de este Acuerdo, que se movilicen transitoriamente de su país de afiliación a otro del Istmo
Centroamericano y con urgencia requieran prestaciones médicas, tendrán derecho a las mismas, en la forma y condición

26
establecidas en las leyes y reglamentos de la Institución de Seguridad Social que otorga las prestaciones, en
concordancia con las limitaciones establecidas en el presente Acuerdo, que está basado exclusivamente en reciprocidad
de servicios de salud, entre las Instituciones Miembros del COCISS". "En ningún caso se concederán prestaciones
pecuniarias" (art. 2°).
Para brindar las prestaciones médicas de urgencia, la institución dispensadora del servicio deberá comprobar si al
asegurado le asiste el derecho y su calidad transitoria, por medio de los documentos probatorios.
Las prestaciones médicas de urgencia solo serán brindadas hasta que el asegurado esté en condiciones de ser
trasladado a su país de afiliación (art. 6°).
El art. 7° dispone que el acuerdo tendrá una duración de dos años.
- Acuerdo Multilateral de Cooperación Técnica de Seguridad Social
Suscripto el 23 de enero de 1998 en la Ciudad de Panamá, por las instituciones de seguridad social de Belice, Costa
Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, miembros del Consejo Centroamericano de Instituciones
de Seguridad Social (COCISS).
"Las Instituciones signatarias acuerdan:
"1. Intercambiar informaciones sobre legislación y normas de aplicación.
"2. Intercambiar experiencias sobre aspectos prácticos, especialmente en la protección de grupos especiales y
desarrollo de servicios sociales.
"3. Prestar asesoramiento mutuo y asistencia técnica en la planificación, organización y desenvolvimiento de servicios
médicos, administrativos y técnicos relacionados con la Seguridad social.
"4. Otorgar cupos a funcionarios de las Instituciones miembros del COCISS, para la formación y capacitación que
sobre aspectos concretos de la Seguridad Social se brinden en los países miembros. En estos casos cada Institución
beneficiada deberá asumir los costos que involucre el traslado, alimentación y hospedaje de su funcionario.
"5. Otorgar colaboración en los casos en que, de común acuerdo, se estime oportuna la transferencia de tecnología e
infraestructura en los Programas de Seguridad Social. La Institución beneficiaria deberá asumir cualquier erogación que
se produzca.
"6. Facilitar la compra de servicios médicos y quirúrgicos a precios especiales para las Instituciones miembros del
COCISS, en aquellos casos que no los posean y se vean en la necesidad de recurrir a traslados al exterior, para la
atención de sus derechohabientes. La Institución que recibe el servicio y su legislación nacional se lo permita deberá
asumir todos los costos del servicio, traslado y cualquier otro que se derive de los mismos. De no estar contemplado
dentro de la legislación nacional, la Institución realizará las gestiones y el asegurado asumirá los costos del traslado al
exterior, a través de las Instituciones miembros del COCISS. Un reglamento desarrollará el presente artículo. La
Secretaría Técnica con apoyo de las Secretarias Técnicas Adjuntas listará y mantendrá actualizadas las excelencias
institucionales.
"7. Con el objeto de operativizar el presente Acuerdo deberá implementarse la creación del consejo Técnico Especial
Permanente, para la cooperación y apoyo técnico entre las Instituciones de Seguridad Social miembro, al cual deberán
pertenecer los directivos Generales de las Instituciones de Seguridad Social y los Directores Médicos.
"8. El presente Acuerdo tiene una duración de dos (2) años, no obstante, será evaluado anualmente en reunión del
COCISS.
"9. Transcurridos dos (2) años de la implementación del Acuerdo se fijarán las bases para un Convenio Multilateral.
"10. El presente Acuerdo deberá ser ratificado por las Juntas Directivas de las Instituciones signatarias y entrará en
vigencia, a partir de la fecha de ratificación.
"11. Los problemas que se presenten en la interpretación y aplicación de este Acuerdo, serán resueltos en consenso
entre las partes signatarias".
(32)
Comunidad andina :
- Protocolo Sustitutorio del Convenio Simón Rodríguez
Suscripto el veinticuatro de junio de 2001 en la Ciudad de Valencia República Bolivariana de Venezuela.
El Protocolo se firma con el propósito de establecer una base institucional que permita contribuir efectivamente con el
desarrollo de asuntos sociolaborales en el marco del Sistema Andino de Integración.
El art. 2° dispone:
"Son objetivos del Convenio Simón Rodríguez: a) Proponer y debatir iniciativas en los temas vinculados al ámbito
sociolaboral que signifiquen un aporte efectivo al desarrollo de la Agenda Social de la Subregión, contribuyendo con la
actividad de los demás órganos del Sistema Andino de Integración. b) Definir y coordinar las políticas comunitarias
referentes al fomento del empleo, la formación y capacitación laboral, la salud y seguridad en el trabajo, la seguridad
social, las migraciones laborales; así como otros temas que puedan determinar los Países Miembros; y c) Proponer y
diseñar acciones de cooperación y coordinación entre los Países Miembros en la temática sociolaboral andina".
- Instrumento Andino de Seguridad Social

27
Decisión 584 del Acuerdo de Cartagena suscripto el 7 de mayo de 2004 en Guayaquil, Ecuador.
El art. 1° dispone:
"La presente Decisión tiene como objetivos: a) Garantizar a los migrantes laborales, así como a sus beneficiarios, la
plena aplicación del principio de igualdad de trato o trato nacional dentro de la Subregión, y la eliminación de toda forma
de discriminación; b) Garantizar el derecho de los migrantes laborales y sus beneficiarios a percibir las prestaciones de
seguridad social durante su residencia en otro País Miembro; c) Garantizar a los migrantes laborales la conservación de
los derechos adquiridos y la continuidad entre las afiliaciones a los sistemas de seguridad social de los Países
Miembros; y d) Reconocer el derecho a percibir las prestaciones sanitarias y económicas que correspondan, durante la
residencia o estada del migrante laboral y sus beneficiarios en el territorio de otro País Miembro, de conformidad con la
legislación del país receptor".
Las disposiciones serán aplicables a las personas que se hayan trasladado del territorio de un país miembro a otro,
independientemente de su nacionalidad o de su condición de trabajador dependiente o independiente, así como a sus
beneficiarios, que estén en condiciones de ejercer algún derecho en materia de seguridad social.
Las disposiciones de este instrumento se aplicarán de conformidad con la legislación existente en los países
miembro, en la forma y extensión que este instrumento establece.
Al igual que el resto de los convenios, establece la posibilidad de totalizar períodos de seguro cotizados en los demás
países miembros e incluso, si con esto no fuera suficiente para alcanzar la prestación, se podrá computar los aportes
realizados en otro país extracomunitario que hubiera celebrado convenio bilateral o multilateral de seguridad social con
alguno de los países miembros en el que se prevea el cómputo recíproco de períodos de seguro con cualquiera de ellos
donde haya estado asegurado.
Las disposiciones serán igualmente aplicables a regímenes de pensiones de reparto, de capitalización individual o
mixta.
- Instrumento Andino de Seguridad y Salud en el Trabajo
Decisión 584 del Acuerdo de Cartagena suscripto el 7 de mayo de 2004 en Guayaquil, Ecuador. Modifica la decisión
547.
Los Estados parte reconocen que el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la subregión está
íntimamente relacionado con la obtención de un trabajo decente. Que para ello es necesario garantizar la seguridad y
salud en el trabajo.
Por esto los Estados parte consideran "que es conveniente aprobar un instrumento en el que se establezcan las
normas fundamentales en materia de seguridad y salud en el trabajo que sirva de base para la gradual y progresiva
armonización de las leyes y lo reglamentos que regulen las situaciones particulares de las actividades laborales que se
desarrollan en cada uno de los países Miembros. Este instrumento deberá servir al mismo tiempo para impulsar en los
países Miembros la adopción de directrices sobre sistemas de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo, así como
el establecimiento de un Sistema nacional de seguridad y salud en el trabajo".
- Reglamento del Instrumento Andino de Seguridad y Salud en el Trabajo
Resolución 957. Suscripto el 23 de septiembre de 2005, en la ciudad de Lima, Perú.
El art. 3° dispone:
"En virtud de los dispuesto en el artículo 5 de la Decisión 584, los Países Miembros se comprometen a adoptar las
medidas que sean necesarias para el establecimiento de los Servicios de Salud en el Trabajo, los cuales podrán ser
organizados por las empresas o grupos de empresas interesadas, por el sector público, por las instituciones de
seguridad social o cualquier otro tipo de organismo competente o por la combinación de los enunciados. La adopción de
esas medidas, por parte de los Países Miembros y/o de las empresas, podría ser: a) Por vía legislativa o administrativa,
de conformidad con la práctica de cada País Miembro; b) Por convenios colectivos u otros acuerdos entre los
empleadores y los trabajadores interesados; o, c) De cualquier otra manera que acuerde la Autoridad competente, previa
consulta con las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores interesados".
Este servicio tendrá un carácter esencialmente preventivo y podrá conformarse de manera multidisciplinaria. Brindará
asesoría al empleador, a los trabajadores y a sus representantes en los rubros dispuestos en el art. 4° y tendrá las
facultades enumeradas en el art. 5°.
(33)
Organización de Estados Americanos (OEA) :
- La Carta de la OEA
Por su parte, la Carta de la Organización de los Estados Americanos establece que los Estados miembro se han
comprometido a aunar esfuerzos para lograr que impere la justicia social en el Continente y para que sus pueblos
alcancen un desarrollo económico dinámico y armónico, como condiciones indispensables para la paz y la seguridad
(art. 30), habiendo convenido dedicar sus máximos esfuerzos al logro de metas básicas, tales como la distribución
equitativa del ingreso nacional (art. 34, inc. b]);"la estabilidad del nivel de precios internos en armonía con el desarrollo
económico sostenido y el logro de la justicia social" (inc. f]); "salarios justos, oportunidades de empleo y condiciones de
trabajo aceptables para todos" (inc. g]), y "vivienda adecuada para todos los sectores de la población" (inc. k]).
(34)
El Consejo de Europa :

28
- Carta Social Europea (revisado)
Suscripta en Estrasburgo el 18 de octubre de 1961 y posteriormente revisado.
La Carta se ocupa del derecho individual del trabajo y del derecho colectivo del trabajo. En lo que nos ocupa, el art.
12 reconoce el derecho de la seguridad social y compromete a las partes contratantes:
"1. A establecer o mantener un régimen de Seguridad Social.
"2. A mantener el régimen de Seguridad Social en un nivel satisfactorio, equivalente, por lo menos, al exigido para la
ratificación del Convenio Internacional del Trabajo (número 102) sobre normas mínimas de Seguridad Social.
"3. A esforzarse por elevar progresivamente el nivel del régimen de Seguridad Social.
"4. A adoptar medidas, mediante la conclusión de los oportunos acuerdos bilaterales o multilaterales, o por otros
medios, sin perjuicio de las condiciones establecidas en esos acuerdos, encaminadas a conseguir:
"a. La igualdad de trato entre los nacionales de cada una de las partes contratantes y los de las demás partes en lo
relativo a los derechos de Seguridad Social, incluida la conservación de las ventajas concedidas por las leyes de
Seguridad Social, sean cuales fueren los desplazamientos que las personas protegidas pudieren efectuar entre los
territorios de las partes contratantes.
"b. La concesión, mantenimiento y restablecimiento de los derechos de Seguridad Social, por medios tales como la
acumulación de los períodos de seguro o de empleo completados de conformidad con la legislación de cada una de las
partes contratantes".
El art. 13 dispone:
"Para garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la asistencia social y médica, las partes contratantes se
comprometen:
"1. A velar por que toda persona que no disponga de recursos suficientes y no esté en condiciones de conseguirlo por
su propio esfuerzo o de recibirlos de otras fuentes, especialmente por vía de prestaciones de un régimen de Seguridad
Social, pueda obtener una asistencia adecuada y, en caso de enfermedad, los cuidados que exija su estado.
"2. A velar por que las personas que se beneficien de tal asistencia no sufran por ese motivo disminución alguna en
sus derechos políticos y sociales.
"3. A disponer lo preciso para que todas las personas puedan obtener por medio de servicios adecuados, públicos o
privados, el asesoramiento y ayuda personal necesarios para prevenir, eliminar o aliviar su estado de necesidad
personal o familiar.
"4. Aplicar las disposiciones mencionadas en los párrafos 1, 2 y 3 del presente artículo, en condiciones de igualdad
con sus nacionales, a los de las restantes partes contratantes que se encuentren legalmente en su territorio, conforme a
las obligaciones derivadas del Convenio Europeo de Asistencia Social y Médica, firmado en París el 11 de diciembre de
1953".
El art. 14 dispone:
"Para garantizar el ejercicio efectivo del derecho a beneficiarse de los servicios sociales, las partes contratantes se
comprometen:
"1. A fomentar u organizar servicios que, utilizando los métodos de un servicio social, contribuyan al bienestar y al
desarrollo de los individuos y de los grupos en la comunidad, así como a su adaptación al medio o entorno social.
"2. A estimular la participación de los individuos y de las organizaciones benéficas o de otra clase en la creación y
mantenimiento de tales servicios".
A partir del art. 15, la Carta se ocupa de los siguientes derechos en particular:
Art. 15: derecho de las personas física o mentalmente disminuidas a la formación profesional y a la readaptación
profesional y social.
Art. 16: derecho de la familia a una protección social, jurídica y económica.
Art. 17: derechos de las madres y los niños a una protección social y económica.
Art. 18: derecho a ejercer una actividad lucrativa en el territorio de otras partes contratantes.
Art. 19: derecho de los trabajadores migrantes y sus familias a protección y a asistencia.
El art. 20 establece las obligaciones de las partes contratantes.
"1. Cada una de las partes contratantes se compromete:
"a. A considerar la Parte I de la presente Carta como una declaración de los objetivos que tratará de alcanzar por
todos los medios adecuados, conforme a lo dispuesto en el párrafo de introducción de dicha parte.
"b. A considerarse obligada al menos por cinco de los siete artículos siguientes de la Parte II de la Carta: artículo 1, 5,
6, 12, 13, 16 y 19.
"c. A considerarse obligada, además, por un número adicional de artículos o párrafos numerados de la Parte II de la
carta que elija dicha parte contratante, siempre que el número total de los artículos y de los párrafos numerados a los

29
que quedará obligada no sea inferior a 10 artículos o a 45 párrafos numerados".
Los Estados contratantes informarán al secretario general del Consejo de Europa sobre las disposiciones de la parte
II de la Carta que hubieran sido aceptadas, como así también sobre aquellas que no hubieran sido aceptadas.
- Código Europeo de Seguridad Social
Hecho el 16 de abril de 1964, en el seno del Consejo de Europa.
El Código contiene 14 partes y en cada una de ellas regula distintas prestaciones:
Parte I. Disposiciones generales (arts. 1° al 6°)
Parte II. Asistencia médica (arts. 7° al 12)
Parte III. Indemnizaciones por enfermedad (arts. 13 al 18)
Parte IV. Prestaciones por desempleo (arts. 19 al 24)
Parte V. Prestaciones de vejez (arts. 25 al 30)
Parte VI. Prestaciones en caso de accidente de trabajo y de enfermedad profesional (arts. 31 al 38)
Parte VII. Prestaciones familiares (arts. 39 al 45)
Parte VIII. Prestaciones de maternidad (arts. 46 al 52)
Parte IX. Prestaciones de invalidez (arts. 53 al 58)
Parte X. Prestaciones de supervivencia (arts. 59 al 64)
Parte XI. Cálculo de los pagos periódicos (arts. 65 al 67)
Parte XII. Disposiciones comunes (arts. 68 al 71)
Parte XIII. Disposiciones diversas (arts. 72 al 76)
Parte XIV. Disposiciones finales (arts. 73 al 83).

4. Los convenios de la OIT


Algunas apreciaciones acerca de la OIT:
La Organización Internacional del Trabajo ha sido uno de los principales organismos para el impulso y fomento de las
normas internacionales de seguridad social,
"se creó en 1919, tras la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, como una organización internacional con el
mandato de promover la paz industrial protegiendo a los trabajadores y hacer progresar la justicia social en todo el
mundo (...) Para poder cumplir con su mandato, la OIT fue creada sobre la base de una estructura tripartita cuyo consejo
de administración está formado por los Gobiernos y los representantes de los empleadores y los trabajadores y, aunque
en un principio su creación se debe a países europeos y norteamericanos, en la actualidad se ha extendido hasta incluir
(35)
a la práctica totalidad de los países del mundo" .
En el preámbulo de la Constitución de la OIT, se establece "que la paz universal y permanente sólo puede basarse en
la justicia social".
En la Declaración de Filadelfia de 1994, adoptada como un anexo de la Constitución de la OIT para reafirmar los fines
y objetivos de ella, se establece, en el art. 1, que "(...) c) la pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la
prosperidad de todos; d) La lucha contra la necesidad debe perseguirse con incesante energía dentro de cada nación y
mediante un esfuerzo internacional continuo y concertado, en el cual los representantes de los trabajadores y de los
empleadores, colaborando en un pie de igualdad con los representantes de los gobiernos, participen en discusiones
libres y en decisiones de carácter democrático, a fin de promover el bienestar común".
Así, la OIT es el organismo internacional que ha dado mayor impulso y fomento al desarrollo de la seguridad social a
nivel internacional, colaborando con estudios, convenios, resoluciones y recomendaciones para que a los Estados se les
haga un poco más sencillo el integrar políticas, acciones y programas en sus territorios.
Los convenios y todas las resoluciones aprobadas por la OIT regulan temas tan importantes como la seguridad social,
las condiciones de trabajo, la protección de la maternidad, relaciones de trabajo, desempleo, discriminación, etcétera.
En cuanto a las resoluciones de la OIT, los convenios deben ser ratificados por el órgano competente en cada Estado,
y una vez cumplido este requisito el convenio se convierte en derecho positivo en el Estado, lo que impide que el
derecho internacional del trabajo vaya en contra del derecho interno de los países; el otro tipo de resolución que puede
emitir la OIT son las recomendaciones que, para poder convertirse en partes del derecho interno de cada Estado,
necesitan una ley posterior.
(36)
Los convenios adoptados en el marco de la OIT han sido :
Convenio 2 sobre el desempleo, 1919. Ratificado por la Argentina el 30/11/1933.
Convenio 3 sobre la protección a la maternidad, 1919. Ratificado por la Argentina el 30/11/1933.

30
Convenio 12 sobre la indemnización por accidentes de trabajo, 1921. Ratificado por la Argentina el 26/5/1936.
Convenio 17 sobre la indemnización por accidentes del trabajo, 1925. Ratificado por la Argentina el 14/3/1950.
Convenio 18 sobre las enfermedades profesionales, 1925. Ratificado por la Argentina el 24/9/1956.
Convenio 19 sobre igualdad de trato (accidentes de trabajo), 1925. Ratificado por la Argentina el 14/3/1950.
Convenio 35 sobre el seguro de vejez (industria, etc.), 1933. Ratificado por la Argentina el 17/2/1955.
Convenio 36 sobre el seguro de vejez (agricultura), 1933. Ratificado por la Argentina el 17/2/1955.
Convenio 42 sobre las enfermedades profesionales (revisado). Ratificado por la Argentina el 14/3/1950.
Convenio 102 sobre la Seguridad Social (norma mínima), 1952. Ratificado por la Argentina el 27 de julio de 2016.
Aceptó las partes II, V, VII, VII, IX y X.
Convenio 118 sobre la igualdad de trato (Seguridad Social), 1962. No ratificado por la Argentina.
Convenio 121 sobre las prestaciones en caso de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, 1964. No
ratificado por la Argentina.
Convenio 128 sobre las prestaciones de invalidez, vejez y sobrevivientes, 1967. No ratificado por la Argentina.
Convenio 130 sobre asistencia médica y prestaciones monetarias de enfermedad, 1969. No ratificado por la
Argentina.
Convenio 134 sobre la prevención de accidentes (gente de mar), 1970. No ratificado por la Argentina.
Convenio 157 sobre la conservación de los derechos en materia de seguridad social, 1982. No ratificado por la
Argentina.
Convenio 164 sobre la protección de la salud y la asistencia médica (gente de mar), 1987. No ratificado por la
Argentina.
Convenio 165 sobre la seguridad social de la gente de mar (revisado), 1987. No ratificado por la Argentina.
Convenio 168 sobre el fomento del empleo y la protección contra el desempleo, 1988. No ratificado por la Argentina.
Convenio 183 sobre la protección de la maternidad, 2000. No ratificado por la Argentina.
Dentro de los temas incluidos en las recomendaciones de esta organización encontramos: indemnizaciones por
accidentes de trabajo; indemnizaciones por enfermedades profesionales; seguros de enfermedad; asistencia a los
desempleados; asistencia médica a las personas de mar; protección de la maternidad; protección de la salud en los
lugares de trabajo; asistencia médica y las prestaciones monetarias de enfermedad; prestaciones de invalidez, vejez y
sobrevivientes; prevención de accidentes de trabajo de la gente de mar; establecimiento de un sistema internacional
para la conservación de los derechos en materia de seguridad social y fomento del empleo y protección contra el
desempleo.

5. El Convenio 102 de la OIT


Hasta aquí el análisis efectuado nos permite advertir que la seguridad social está claramente definida en los
convenios de la OIT y en distintos instrumentos de la ONU como derecho fundamental. El Convenio 102 ha sido
reconocido como el instrumento internacional que fija el contenido mínimo de la seguridad social. Atento a su
importancia, su texto se incluye como anexo a este capítulo.
El convenio contiene XV partes que comprende las nueve ramas principales de la seguridad social.
La parte I establece disposiciones generales.
La parte II obliga a los Estados a la asistencia médica de carácter preventivo o curativo, debiendo cubrir todo estado
mórbido cualquiera que fuera su causa, el embarazo, el parto y sus consecuencias.
La parte III obliga a la concesión de prestaciones monetarias de enfermedad.
La parte IV obliga al otorgamiento de prestaciones por desempleo, ante la suspensión de ganancias, según lo define
la legislación nacional, ocasionada por la imposibilidad de obtener un empleo conveniente.
La parte V impone prestaciones de vejez.
Parte VI se refiere a las prestaciones en caso de accidentes del trabajo y de enfermedad profesional.
Parte VII alude a las prestaciones familiares.
Parte VIII se dedica a las prestaciones de maternidad.
Parte IX atiende a las prestaciones de invalidez.
Parte X se manifiesta respecto de las prestaciones de sobrevivientes.
Parte XI apunta al cálculo de los pagos periódicos.
Parte XII se refiere a la igualdad de trato a los residentes no nacionales.

31
Parte XIII establece las disposiciones comunes.
Parte XIV sienta las disposiciones diversas.
Parte XV estatuye las disposiciones finales.
El art. 2° obliga a todo miembro que haya ratificado el convenio a aplicar: la parte I, al menos tres partes de las partes
II a X, que comprendan, por lo menos, una de las partes IV, V, VI, IX y X, las disposiciones de las partes XI a XIII y las
disposiciones de la parte XIV. Asimismo, los Estados deberán especificar en la ratificación cuáles son, de las partes II a
X, aquellas respecto de las cuales acepta las obligaciones del convenio.
Como se advierte, la normativa no exige para su ratificación el cumplimiento de todas las prestaciones que
contempla, sino que permite al Estado seleccionar aquellas que considere de posible cumplimiento. El Estado también
puede, mediante una declaración anexa a su ratificación, acogerse a excepciones temporales previstas en las distintas
prestaciones.
Nuestro país ha demorado más de 50 años en ratificar el convenio. Lo mismo ocurrió en la mayoría de los países de
América Latina que, aun teniendo esquemas de seguridad social, no cubren la totalidad de las prestaciones estipuladas,
en especial, el seguro de desempleo, o bien su cobertura, en términos de la población beneficiada, está por debajo de la
norma mínima.
En el caso particular de la Argentina, ratificó el Convenio 102 el 27 de julio de 2016 y ha aceptado las partes II, V, VII,
(37)
VIII, IX y X .

6. Convenios bilaterales
Los países de Iberoamérica celebraron compromisos bilaterales que se reseñan en el siguiente cuadro, indicando en
(38)
cada caso los países signatarios y el respectivo instrumento .

CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y el Principado de Andorra.
Suscrito 9/11/2001. Vigencia 1/1/2003.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
Andorra España
del Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y el Principado de Andorra
del 9 de noviembre de 2001. Suscrito
9/11/2001. Vigencia 1/1/2003.
• Conveni de Seguretat Social entre la
República Portuguesa i el Principat
d'Andorra. Suscrito 2/10/1987. Vigencia
2/10/1987.
Andorra Portugal
• Acord Administratiu de Seguretat Social
entre la República Portuguesa i el Principal d'
Andorra. Suscrito 2/10/1987. Vigencia
2/10/1987.
• El Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de la República Argentina y el
Argentina Bélgica
Gobierno de Bélgica de 3/3/2010. Vigencia
1/1/2016.
• El Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de la República Argentina y el
Gobierno de la República Federativa del
Brasil de 20/8/1980, vigente desde el
Argentina Brasil
18/11/1982 y su Acuerdo Administrativo, han
sido derogados a partir del 1/6/2005 al entrar
en vigor el Acuerdo Mercosur, art. 17,
numeral 4.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Iberoamericano de Seguridad
Argentina Colombia Social de Quito entre la República Argentina
y la República de Colombia. Suscrito
14/4/2008. Vigencia 3/6/2008.

32
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Convenio de Seguridad Social entre la
República de Chile y la República Argentina,
celebrado el 26 de abril de 1996 en la ciudad
de Buenos Aires, enmendado por el Acuerdo
Modificatorio suscrito el 25 de septiembre de
2008. Vigencia 1/1/2010
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
Argentina Chile
del Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y la República de Chile.
Suscrito el 7/12/2009. Vigencia 11/5/2010.
• Acuerdo Administrativo Complementario
para la aplicación del Convenio de Seguridad
Social Chileno-Argentino del 17/10/1971.
Suscrito 26/4/1996. Vigencia 26/4/1996.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y la República del
Ecuador. Suscrito 9/12/2015. Vigencia
21/5/2019.
Argentina Ecuador
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y la República del
Ecuador. Suscripto 9/12/2015.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y la República de
Eslovenia. Suscrito el 12/4/2007. Vigencia
1/8/2009.
Argentina Eslovenia
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y la República de
Eslovenia. Vigencia 1/8/2009.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y el Reino de España.
Suscrito 28/1/1997. Vigencia 1/12/2004.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y el Reino de España de
Argentina España
28/1/1997. Suscrito el 3/12/1997. Vigencia
1/12/2004.
• Protocolo Complementario al Convenio de
Seguridad Social entre el Reino de España y
la República Argentina. Suscrito 21/3/2005.
Vigente 16/8/2007.
• Convenio sobre transferencia de Pensiones
entre el Gobierno de la República Argentina y
la República Francesa. Suscrito 22/9/2008.
Vigencia 1/11/2012.
Argentina Francia
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y la República Francesa.
Suscrito 11/6/2013.
• Convenio y Acuerdo Administrativo de
Seguridad Social entre la República
Argentina Grecia
Argentina y la República Helénica. Suscrito
1/3/1988. Vigencia 1/5/1988.
• Convenio de Seguridad Social entre el
gobierno de la República Argentina y el
gobierno de la República Italiana. Suscrito
3/11/1981. Vigencia 1/1/1984.
Argentina Italia • Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Acuerdo Administrativo de Seguridad
Social entre la República Argentina y la
República Italiana. Suscrito 15/12/1983.
Vigencia 1/1/1984.
• Convenio de Seguridad Social entre el
gobierno de la República Argentina y el Gran
Ducado de Luxemburgo. Suscrito 3/11/1981.
Vigencia 1/1/1984.
Argentina Luxemburgo • Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
gobierno de la República Argentina y el Gran
Ducado de Luxemburgo. Suscrito 17/1/2017.
Vigencia 1/12/2014.

33
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Convenio sobre transferencia de Pensiones
entre el Gobierno de la República Argentina y
Argentina México el Gobierno de los Estados Unidos
Mexicanos. Suscrito 8/10/1990. Vigencia
8/10/1990.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de la República Argentina y el
Argentina Perú
Gobierno de la República Peruana. Suscrito
17/6/1979. Vigente desde el 6/7/2011.
• Convenio de Seguridad Social Argentino-
Portugués. Suscrito el 9/11/2007. Reemplazó
Argentina Portugal
el Convenio suscripto el 20/5/1996. Vigencia
1/11/2004.
• El Convenio de Seguridad Social argentino-
uruguayo de 1974 y su Acuerdo
Argentina Uruguay Administrativo de 1977, han sido derogados
a partir del 1/6/2005, al entrar en vigor el
Acuerdo Mercosur, art. 17, numeral 4.
• Acuerdo de aplicación del Convenio
Iberoamericano de Seguridad Social de Quito
Bolivia Uruguay de 1978, entre la República de Bolivia y la
República Oriental de Uruguay. Suscrito el
6/11/1995. Vigencia 1/4/1997.
• El Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de la República Argentina y el
Gobierno de la República Federativa de
Brasil. Suscrito el 20/8/1980, vigencia
Brasil Argentina
18/11/1982 y su Acuerdo Administrativo han
sido derogados a partir del 1/6/2005 al entrar
en vigencia el Acuerdo Mercosur, art. 17,
numeral 4.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de la República de Chile y el
Gobierno de la República Federativa del
Brasil. Suscrito el 16/10/1993. Vigencia
9/1995.
Brasil Chile • Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de la República de Chile y el
Gobierno de la República Federativa del
Brasil de 1991. Suscrito el 9/12/1998.
Vigencia 9/1995.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Federativa del Brasil y el Reino de
España. Suscrito el 16/5/1991. Vigencia
1/12/1995.
• Convenio Complementario al Convenio de
Seguridad Social entre el Reino de España y
la República Federativa del Brasil de 16 de
Brasil España
mayo de 1991. Suscrito el 14/5/2002. Se
aplica provisionalmente por España.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República Federativa
del Brasil. Suscrito el 23/11/2005. Vigencia
23/11/2005.
• Acordo Administrativo regulamentador da
prestaçao de Serviços Médicos aos
trabalhadores controlados pela ITAIPU, entre
Brasil Paraguay
el Governo da República Federativa do Brasil
e o Governo da Republica de Paraguai.
Suscrito 8/1/1975. Vigencia 8/1/1975.

34
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Acordo da Segurança ou Seguridade
Social, entre o Governo da República
Portuguesa e o Governo da República
Federativa do Brasil. Suscrito el 7/5/1991.
Vigencia 16/4/1995.
Brasil Portugal
• Ajuste Administrativo ao Acordo de
Segurança Social ou Seguridade Social entre
o Governo da República Portuguesa e o
Governo da República Federativa do Brasil.
Suscrito el 7/5/1991. Vigencia 16/4/1995.
• El Convenio de Seguridad Social entre los
Gobiernos de la República Oriental del
Uruguay y la República Federal del Brasil de
Brasil Uruguay
1978 y su Acuerdo Administrativo han sido
derogados a partir del 1/6/2005, al entrar en
vigor el Acuerdo Mercosur, art. 17, numeral 4.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República de Chile y la República Argentina.
Suscrito 17/10/1971. Vigencia 1/6/1972.
• Acuerdo Administrativo al Convenio de
Seguridad Social Argentino-Chileno. Suscrito
el 1/6/1972. Vigencia 1/6/1972.
• Acuerdo Administrativo Complementario
Chile Argentina para la aplicación del Convenio de Seguridad
Social Chileno-Argentino suscrito el 17 de
octubre de 1971. Suscrito el 26/4/1996.
Vigencia 26/4/1996.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y la República de Chile.
Suscrito el 26/4/1996. Sancionado por la
Argentina el 14/10/2009.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de la República de Chile y el
Gobierno de la República Federativa del
Brasil. Suscrito el 16/10/1993. Vigencia
9/1995.
Chile Brasil • Acuerdo Administrativo para la Aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de la República de Chile y el
Gobierno de la República Federativa del
Brasil de 1991. Suscrito el 9/12/1998.
Vigencia 9/1995.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República de Colombia y la República de
Chile Colombia Chile. Suscrito el 9/10/2003. Pendiente de
aplicación por falta de Acuerdo
Administrativo.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República de Chile.
Suscrito el 28/1/1997. Vigencia 13/3/1998.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República de Chile.
Chile España
Suscrito el 28/1/1997. Vigencia 13/3/1998.
• Convenio Complementario al Convenio de
Seguridad Social entre la República de Chile
y el Reino de España del 28 de enero de
1997. Suscrito el 14/5/2002. Vigencia
14/6/2006.
• Convenio de Seguridad Social entre le
República de Chile y la República del Perú.
Suscrito el 23/8/2002. Vigencia 1/3/2004.
• Acuerdo Administrativo para la
Chile Perú
implementación del Convenio de Seguridad
Social entre la República de Chile y la
República del Perú. Suscrito el 23/9/2005.
Vigencia 1/10/2006.

35
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Portuguesa y la República de
Chile. Suscrito el 25/3/1999. Vigencia
1/11/2001.
Chile Portugal • Acuerdo Administrativo relativo a la
aplicación del Convenio sobre Seguridad
Social entre la República Portuguesa y la
Republica de Chile. Suscrito el 25/3/1999.
Vigencia 1/11/2001.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República de Chile y la República Oriental
Chile Uruguay
del Uruguay. Suscrito el 1/8/1997. Vigencia
1/9/2000.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República de Chile y la República Bolivariana
Chile Venezuela
de Venezuela. Suscrito el 20/8/2001.
Vigencia 1/4/2005.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Iberoamericano de Seguridad
Colombia Argentina Social de Quito, de 1978 entre la República
de Argentina y la República de Colombia.
Suscrito el 14/4/2008. Vigencia 9/6/2008.
• Convenio entre el Instituto Colombiano de
Seguros Sociales y el Instituto Nacional de
Colombia Ecuador
Previsión Social del Ecuador. Suscrito el
18/1/1968. Vigencia 19/4/1968.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República de
Colombia. Suscrito el 5/9/2005. Vigencia
1/3/2008.
Colombia España • Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República de
Colombia. Suscrito el 28/1/2008. Vigencia
1/3/2008.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República de Colombia y la República de
Colombia Chile
Chile. Suscrito el 9/10/2003. Pendiente de
aplicación a falta de Acuerdo Administrativo.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Iberoamericano de Seguridad
Social de Quito, de 1978 entre la República
Colombia Uruguay
de Colombia y la República Oriental del
Uruguay. Suscrito el 17/2/1998. Vigencia
1/10/2005.
• Convenio de Prestaciones Médicas entre el
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y
la Caja Costarricense de Seguro Social.
Suscrito el 29/10/1976. Vigencia 29/10/1976.
Costa Rica Guatemala • Acuerdo Complementario al Convenio de
Prestaciones Médicas entre el Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social y la Caja
Costarricense de Seguro Social.
• Suscrito el 4/11/1976. Vigencia 4/12/1976.
• Acuerdo bilateral entre la Caja
Costarricense de Seguro Social y el Instituto
Costa Rica Nicaragua
Nicaragüense de Seguridad Social. Suscrito
el 2/7/1976. Vigencia 2/7/1976.
• Acuerdo Bilateral entre la Caja
Costarricense de Seguro Social y la Caja de
Costa Rica Panamá
Seguro Social de Panamá. Suscrito el
23/5/1972. Vigencia 23/5/1972.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Iberoamericano de Seguridad
Social de Quito, de 1978 entre la República
Costa Rica Uruguay
Oriental del Uruguay y la República de Costa
Rica. Suscrito el 3/12/1993. Vigencia
15/7/1994.

36
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Convenio de Cooperación Técnica y
Asistencia Médica entre el Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social y el
Cuba Ecuador
Ministerio de Salud Pública de la República
de Cuba. Suscrito el 12/5/1992. Vigencia
12/5/1992.
• Convenio entre el Instituto Colombiano de
Seguridad Social y el Instituto Nacional de
Ecuador Colombia
Previsión Social del Ecuador. Suscrito el
18/1/1968. Vigencia 19/4/1968.
• Convenio de Cooperación Técnica y
Asistencia Médica entre el Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social y el
Ecuador Cuba
Ministerio de Salud Pública de la República
de Cuba. Suscrito el 12/5/1992. Vigencia
12/5/1992.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Ecuador España Reino de España y la República del Ecuador.
Suscrito el 4/12/2009. Vigencia 10/1/2011.
• Acuerdo de aplicación del Convenio
Iberoamericano de Seguridad Social entre la
Ecuador Uruguay República del Ecuador y la República
Oriental del Uruguay. Suscrito el 5/11/1990.
Vigencia 01/12/1996.
• Convenio de Prestaciones Médicas suscrito
por el Instituto Guatemalteco de Seguridad
El Salvador Guatemala Social y el Instituto Salvadoreño del Seguro
Social. Suscrito el 23/10/1971. Vigencia
12/6/1972.
• Convenio de Prestaciones Médicas a los
asegurados activos del Instituto Salvadoreño
El Salvador Nicaragua del Seguro Social y el Instituto Nicaragüense
de Seguridad Social. Suscrito el 18/11/1972.
Vigencia 7/6/1974.
• Convenio bilateral de Seguridad Social
entre el Instituto Salvadoreño del Seguro
Social y la Caja de Seguro Social de
Panamá. Suscrito el 11/9/1970. Vigencia
12/9/1970.
El Salvador Panamá
• Acuerdo Adicional al Convenio Bilateral
entre el Instituto Salvadoreño del Seguro
Social y la Caja de Seguro Social de Panamá
de 1970. Suscrito el 28/2/1972. Vigencia
29/2/1972.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y el Principado de Andorra.
Suscrito el 9/11/2001. Vigencia 1/1/2003.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
España Andorra
del Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y el Principado de Andorra
del 9 de noviembre de 2001. Suscrito el
9/11/2001. Vigencia 1/1/2003.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y el Reino de España.
Suscrito el 28/1/1997. Vigencia 1/12/2004.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre la
República Argentina y el Reino de España
España Argentina
del 28/1/1997. Suscrito el 3/12/1997.
Vigencia 1/12/2004.
• Protocolo Complementario al Convenio de
Seguridad Social entre el Reino de España y
la República Argentina. Suscrito el 21/3/2005.
Vigencia 16/8/2007

37
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Federativa del Brasil y el Reino de
España. Suscrito el 16/5/1991. Vigencia
1/12/1995.
• Convenio complementario al Convenio de
Seguridad Social entre el Reino de España y
la República Federativa del Brasil del 16 de
España Brasil
mayo de 1991. Suscrito el 14/5/2002. Se
aplica por España provisionalmente.
• Acuerdo administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República Federativa
del Brasil. Suscrito el 23/11/2005. Vigencia
23/11/2005.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República de
Colombia. Suscrito el 5/9/2005. Vigencia
1/3/2008.
España Colombia • Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad social entre el
Reino de España y la República de
Colombia. Suscrito el 28/1/2008. Vigencia
1/3/2008.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República de Chile.
Suscrito el 28/1/1997. Vigencia 13/3/1998.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República de Chile.
España Chile
Suscrito el 28/1/1997. Vigencia 13/3/1998.
• Convenio Complementario al Convenio de
Seguridad Social entre la República de Chile
y el Reino de España del 28 de enero de
1997. Suscrito el 14/5/2002. Vigencia
14/6/2006.
• Convenio de Seguridad Social entre el
España Ecuador Reino de España y la República del Ecuador.
Suscrito el 4/12/2009. Vigencia 10/1/2011.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de España y el Gobierno de los
Estados Unidos Mexicanos. Suscrito el
25/4/1994. Vigencia 1/1/1995.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Hispano-Mexicano de
España México Seguridad Social de 1994. Suscrito el
28/11/1994. Vigencia 1/1/1995.
• Convenio Complementario al Convenio de
Seguridad Social entre el Reino de España y
los Estados Unidos Mexicanos de 25 de abril
de 1994. Suscrito 8/4/2003. Vigencia
1/4/2004
• Acuerdo Administrativo de Seguridad Social
para la aplicación del Convenio
Iberoamericano de Seguridad Social de Quito
España Panamá
de 1978, entre el Gobierno de España y el
Gobierno de Panamá. Suscrito el 8/3/1978.
Vigencia 28/3/1980.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República del Paraguay y el Reino de
España Paraguay
España. Suscrito el 24/6/1998. Vigencia
1/3/2006.
• Convenio de Seguridad Social entre el
España Perú Reino de España y la República del Perú.
Suscrito el 16/6/2003. Vigencia 1/2/2005.

38
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Reglamento (CEE) 1408/71, del 14 de junio
de 1971 relativo a la aplicación de los
regímenes de Seguridad Social a los
trabajadores por cuenta ajena, a los
trabajadores por cuenta propia y a los
miembros de sus familias que se desplazan
dentro de la Comunidad. Vigencia 1/1/1986.
• Reglamento (CEE) 574/1972, del Consejo
del 21 de marzo de 1972 por el que se
España Portugal
establecen las modalidades de aplicación del
Reglamento (CEE) 1408/1971 relativo a la
aplicación de los regímenes de Seguridad
Social a los trabajadores por cuenta ajena, a
los trabajadores por cuenta propia y a los
miembros de sus familias que se desplacen
dentro de la Comunidad. Vigencia 1/1/1986.
• Apéndice. Lista de Actos modificativos del
Reglamento 1408/1971 y 574/1972.
• Convenio de Seguridad Social entre el
República
España Reino de España y la República Dominicana.
Dominicana
Suscrito el 1/7/2004. Vigencia 1/7/2006.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República Oriental del
Uruguay. Suscrito el 1/12/1997. Vigencia
1/4/2000.
• Convenio Complementario al Convenio de
Seguridad Social entre la República Oriental
España Uruguay del Uruguay y el Reino de España de 1977.
Suscrito el 28/9/2005. Vigencia 10/6/2009.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República Oriental del
Uruguay. Suscrito el 24/7/2000. Vigencia
1/4/2000.
• Convenio de Seguridad Social entre
España y Venezuela. Suscrito el 12/5/1988.
Vigencia 1/7/1990.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
España Venezuela
del Convenio de Seguridad Social entre
España y Venezuela del 12 de mayo de
1988. Suscrito el 5/5/1989. Vigencia
1/7/1990.
• Convenio de Prestaciones Médicas entre el
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y
la Caja Costarricense de Seguro Social.
Suscrito el 29/10/1976. Vigencia 29/10/1976.
Guatemala Costa Rica • Acuerdo Complementario al Convenio de
Prestaciones Médicas entre el Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social y la Caja
Costarricense de Seguro Social. Suscrito el
4/11/1976. Vigencia 4/12/1976.
• Convenio de Prestaciones Médicas entre el
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y
Guatemala El Salvador
el Instituto Salvadoreño del Seguro Social.
Suscrito el 23/10/1971. Vigencia 12/6/1972.
• Convenio de Prestaciones Médicas entre el
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y
Guatemala Honduras
el Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Suscrito el 22/7/1972. Vigencia 31/7/1972.
• Convenio Bilateral entre el Instituto
Nicaragüense de Seguridad Social y el
Guatemala Nicaragua
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
Suscrito el 7/11/1973. Vigencia 8/11/1973.
• Convenio Bilateral de Seguridad Social
entre el Instituto Guatemalteco de Seguridad
Guatemala Panamá Social y la Caja de Seguro Social de
Panamá. Suscrito el 25/5/1972. Vigencia
5/6/1972.

39
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Convenio de Prestaciones Médicas entre el
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y
Honduras Guatemala
el Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Suscrito el 22/7/1972. Vigencia 31/7/1972.
• Convenio de Cooperación en Seguridad
Social entre el Instituto Hondureño de
Seguridad Social y el Instituto Mexicano del
Seguro Social. Suscrito el 26/2/1991.
Vigencia 26/3/1991.
Honduras México • Acuerdo de Cooperación Técnica entre el
Instituto de Seguridad Social y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado de
México y el Instituto Hondureño de Seguridad
Social. Suscrito en 01/01/1995. Vigencia
01/01/1995.
• Convenio Bilateral entre el Instituto
Nicaragüense de Seguridad Social y el
Honduras Nicaragua
Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Suscrito el 28/1/1974. Vigencia 29/1/1974.
• Convenio de Seguridad Social entre la Caja
de Seguro Social de Panamá y el Instituto
Honduras Panamá
Hondureño de Seguridad Social. Suscrito el
24/5/1972. Vigencia 25/5/1972.
• Convenio sobre transferencia de Pensiones
entre el Gobierno de la República Argentina y
México Argentina el Gobierno de los Estados Unidos
Mexicanos. Suscrito el 8/10/1990. Vigencia
8/10/1990.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de España y el Gobierno de los
Estados Unidos de México. Suscrito el
25/4/1994. Vigencia 1/1/1995.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Hispano-Mexicano de
México España Seguridad Social de 1994. Suscrito el
28/11/1994. Vigencia 1/1/1995.
• Convenio Complementario al Convenio de
Seguridad Social entre el Reino de España y
el Gobierno de los Estados Unidos
Mexicanos de 25 de abril de 1994. Suscrito el
8/4/2003. Vigencia 1/4/2004.
• Convenio de Cooperación en Seguridad
Social entre el Instituto Hondureño de
México Honduras Seguridad Social y el Instituto Mexicano del
Seguro Social. Suscrito el 26/2/1991.
Vigencia 26/3/1991.
• Acuerdo de Cooperación en materia de
Salud, Servicios Médicos y Seguridad Social
entre el Ministerio de Salud y el Instituto
Nicaragüense de Seguridad Social y
Bienestar de la República de Nicaragua y la
México Nicaragua
Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del
Seguro Social y el Instituto de Seguridad
Social al Servicio de los Trabajadores del
Estado, de los Estados Unidos de México.
Suscrito el 4/4/1994. Vigencia 5/4/1994.
• Convenio de Cooperación en materia de
Seguridad Social entre la República Oriental
de Uruguay y los Estados Unidos Mexicanos.
Suscrito el 26/10/1988. Vigencia 10/10/1990.
México Uruguay • Instructivo para la aplicación de la cláusula
tercera, literal F) del Convenio de
Cooperación entre la República Oriental del
Uruguay y los Estados Unidos Mexicanos.
Suscrito el 26/10/1988.
• Acuerdo Bilateral entre la Caja
Costarricense de Seguro Social y el Instituto
Nicaragua Costa Rica
Nicaragüense de Seguridad Social. Suscrito
el 2/7/1976. Vigencia 2/7/1976.

40
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Convenio de Prestaciones Médicas a los
asegurados activos del Instituto Salvadoreño
Nicaragua El Salvador del Seguro Social y el Instituto Nicaragüense
de Seguridad Social. Suscrito el 18/11/1972.
Vigencia 7/6/1974.
• Convenio Bilateral entre el Instituto
Nicaragüense de Seguridad Social y el
Nicaragua Guatemala
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
Suscrito el 7/11/1973. Vigencia 8/11/1973.
• Convenio Bilateral entre el Instituto
Nicaragüense de Seguridad Social y el
Nicaragua Honduras
Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Suscrito el 28/1/1974. Vigencia 29/1/1974.
• Acuerdo de Cooperación en materia de
Salud, Servicios Médicos y Seguridad Social
entre el Ministerio de Salud y el Instituto
Nicaragüense de Seguridad Social y
Bienestar de la República de Nicaragua y la
Nicaragua México
Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del
Seguro Social y el Instituto de Seguridad
Social al Servicio de los Trabajadores del
Estado, de los Estados Unidos de México.
Suscrito el 4/4/1994. Vigencia 5/4/1994.
• Convenio Bilateral de Seguridad Social
entre la Caja del Seguro Social de Panamá y
Nicaragua Panamá el Instituto Nicaragüense de Seguridad
Social. Suscrito el 28/2/1972. Vigencia
1/3/1972.
• Acuerdo Bilateral entre el Instituto
República Dominicano de Seguridad Social y el Instituto
Nicaragua
Dominicana Nicaragüense de Seguridad Social. Suscrito
el 17/10/1977. Vigencia 18/10/1977.
• Acuerdo Bilateral entre la Caja
Costarricense de Seguro Social y la Caja del
Panamá Costa Rica
Seguro Social de Panamá. Suscrito el
5/1972. Vigencia 5/1972.
• Convenio Bilateral de Seguridad Social
entre el Instituto Salvadoreño del Seguro
Social y la Caja de Seguro Social de
Panamá. Suscrito el 11/9/1970. Vigencia
12/9/1970.
Panamá El Salvador
• Acuerdo Adicional al Convenio Bilateral
entre el Instituto Salvadoreño del Seguro
Social y la Caja de Seguro Social de Panamá
de 1970. Suscrito el 28/2/1972. Vigencia
29/2/1972.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Iberoamericano de Seguridad
Panamá España Social de Quito, de 1978, entre el Gobierno
de España y el Gobierno de Panamá.
Suscrito el 8/3/1978. Vigencia 28/3/1980.
• Convenio Bilateral de Seguridad Social
entre el Instituto Guatemalteco de Seguridad
Panamá Guatemala Social y la Caja de Seguro Social de
Panamá. Suscrito el 25/5/1972. Vigencia
5/6/1972.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Instituto Hondureño de Seguridad Social y la
Panamá Honduras
Caja de Seguros Sociales de Panamá.
Suscrito el 24/5/1972. Vigencia 25/5/1972.
• Convenio Bilateral de Seguridad Social
entre la Caja de Seguro Social de Panamá y
Panamá Nicaragua el Instituto Nicaragüense de Seguridad
Social. Suscrito el 28/2/1972. Vigencia
1/3/1972.

41
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Acuerdo Administrativo regulador de las
Prestaciones de Servicios Médicos a los
trabajadores contratados por ITAIPU, entre el
Paraguay Brasil
Gobierno de la República Federal de Brasil y
el Gobierno de la República del Paraguay.
Suscrito el 8/1/1975. Vigencia 8/1/1975.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República del Paraguay y el Reino de
Paraguay España
España. Suscrito el 24/6/1998. Vigencia
1/3/2006.
• El Convenio Uruguayo-Paraguayo de
Seguridad Social de 1975 y las Normas
Paraguay Uruguay Administrativas de 1993 han sido derogados
a partir del 1/6/2005, al entrar en vigor al
Acuerdo Mercosur, art. 17, numeral 4.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Gobierno de la República Peruana y el
Perú Argentina Gobierno de la República Argentina. Suscrito
el 17/6/1979. No está vigente a falta de
Acuerdo Administrativo.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República de Chile y la República del Perú.
Suscrito el 23/8/2002. Vigencia 1/3/2004.
Perú Chile • Acuerdo Administrativo para la implantación
del Convenio de Seguridad Social entre la
República de Chile y la República del Perú.
Suscrito el 23/9/2005. Vigencia 1/10/2006.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Perú España Reino de España y la República de Perú.
Suscrito el 16/6/2003. Vigencia 1/2/2005.
• Conveni de Seguretat Social entre la
República Portuguesa i el Principat d'
Andorra. Suscrito el 2/10/1987. Vigencia
Portugal Andorra 2/10/1987
• Acord Administratiu de Seguretat Social
entre la República Portuguesa i el Principal d'
Andorra. Suscrito el 2/10/1987.
• Convençao de Segurança Social entre a
República Portuguesa e a República de
Argentina. Suscrito el 20/5/1966. Vigencia
27/10/1967.
Portugal Argentina
• Acordo Administrativo relativo á Aplicaçao
da Convençao de Seguranca Social
Luso/Argentina. Suscrito el 28/10/1971.
Vigencia 27/10/1967.
• Acordo de Segurança Social ou Seguridade
Social, entre o Governo da República
Portuguesa e o Governo da República
Federativa do Brasil. Suscrito el 7/5/1991.
Vigencia 16/4/1995.
Portugal Brasil
• Ajuste Administrativo ao Acordo de
Segurança Social ou Seguridade Social entre
o Governo da República Portuguesa e o
Goberno da República Federativa do Brasil.
Suscrito el 7/5/1991. Vigencia 16/4/1995.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Portuguesa y la República de
Chile. Suscrito el 25/3/1999. Vigencia
1/11/2001
Portugal Chile • Acordo Administrativo relativo a aplicaçao
da Convençâo sobre Segurança Social entre
a República Portuguesa e a República de
Chile. Suscrito el 25/3/1999. Vigencia
1/11/2001.

42
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Reglamento (CEE) 1408/1971, del 14 de
junio de 1971 relativo a la aplicación de los
regímenes de Seguridad Social a los
trabajadores por cuenta ajena, a los
trabajadores por cuenta propia y a los
miembros de sus familias que se desplazan
dentro de la Comunidad. Vigencia 1/1/1986.
• Reglamento (CEE) 574/1972, del Consejo
del 21 de marzo de 1972 por el que se
Portugal España
establecen las modalidades de aplicación del
Reglamento (CEE) 1408/1971 relativo a la
aplicación de los regímenes de Seguridad
Social a los trabajadores por cuenta ajena, a
los trabajadores por cuenta propia y a los
miembros de sus familias que se desplacen
dentro de la Comunidad. Vigencia 1/1/1986.
• Apéndice. Lista de Actos Modificativos de
los Reglamentos 1408/1971 y 574/1972.
• Acordo Administrativo entre a República
Portuguesa e a República do Uruguay
relativo a aplicaçao de Convençao
Portugal Uruguay
Iberoamericana de Segurança Social de
Quito de 1978. Suscrito el 29/5/1987.
Vigencia 1/12/1987.
• Convençao sobre Segurança Social entre a
República Portuguesa e a República de
Venezuela. Suscrito el 21/7/1989. Vigencia
1/1/1993.
Portugal Venezuela • Acordo Administrativo a aplicaçâo de
Convençao sobre Seguranca Social, entre a
República Portuguesa e a República de
Venezuela. Suscrito el 5/3/1990. Vigencia
1/1/1993.
• Convenio Bilateral de Seguridad Social
República entre el Reino de España y la República
España
Dominicana Dominicana. Suscrito el 1/7/2004. Vigencia
1/7/2006.
• Acuerdo Bilateral entre el Instituto
Dominicano de Seguros Sociales y el
República
Nicaragua Instituto Nacional de Seguridad Social de
Dominicana
Nicaragua. Suscrito el 17/10/1977. Vigencia
18/10/1977.
• El Convenio de Seguridad Social argentino-
uruguayo de 1974 y su Acuerdo
Uruguay Argentina Administrativo de 1977 han sido derogados a
partir del 1/6/2005, al entrar en vigor el
Acuerdo Mercosur, art. 17, numeral 4.
• Acuerdo de Aplicación del Convenio
Iberoamericano de Seguridad Social de Quito
Uruguay Bolivia de 1978, entre la República de Bolivia y la
República Oriental de Uruguay. Suscrito el
6/11/1995. Vigencia 1/4/1997.
• El Convenio de Seguridad Social entre la
República Oriental de Uruguay y la República
Federativa de Brasil de 1978, y su Acuerdo
Uruguay Brasil
de Administrativo de 1980, han sido
derogados a partir del 1/6/2005, al entrar en
vigor el Acuerdo Mercosur, art. 17, numeral 4.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Iberoamericano de Seguridad
Social de Quito, de 1978 entre la República
Uruguay Colombia
Oriental del Uruguay y la República de
Colombia. Suscrito el 17/2/1998. Vigencia
1/10/2005
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Iberoamericano de Seguridad
Social de Quito, de 1978, entre la República
Uruguay Costa Rica
Oriental del Uruguay y la República de Costa
Rica. Suscrito el 3/12/1993. Vigencia
15/7/1994

43
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Convenio de Seguridad Social entre la
República de Chile y la República Oriental de
Uruguay Chile
Uruguay. Suscrito el 1/8/1997. Vigencia
1/9/2000.
• Acuerdo de Aplicación del Convenio
Iberoamericano de Seguridad Social entre el
Uruguay Ecuador Gobierno de la República Oriental del
Uruguay y la República de Ecuador. Suscrito
el 5/11/1990. Vigencia 01/12/1996.
• Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República Oriental del
Uruguay. Suscrito el 1/12/1997. Vigencia
1/4/2000.
• Convenio Complementario al Convenio de
Seguridad Social entre la República Oriental
del Uruguay y el Reino de España de
Uruguay España
diciembre de 1997. Suscrito el 28/9/2005.
Vigencia 10/6/2009.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre el
Reino de España y la República Oriental de
Uruguay. Suscrito el 24/7/2000. Vigencia
1/4/2000.
• Convenio de Cooperación en materia de
Seguridad Social entre la República Oriental
del Uruguay y los Estados Unidos
Mexicanos. Suscrito el 26/10/1988. Vigencia
10/10/1990.
Uruguay México
• Instructivo para la aplicación de la cláusula
tercera, literal F) del Convenio de
Cooperación entre la República Oriental del
Uruguay y los Estados Unidos Mexicanos.
Suscrito el 26/10/1988.
• El Convenio Uruguayo-Paraguayo de
Seguridad Social de 1975 y las Normas
Uruguay Paraguay Administrativas de 1993 han sido derogados
a partir del 1/6/2005, al entrar en vigor, el
Acuerdo Mercosur, art. 17, numeral 4.
• Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio Iberoamericano de Seguridad
Uruguay Portugal Social de 1978 de Quito entre la República
Portuguesa y la República del Uruguay.
Suscrito el 29/5/1987. Vigencia 1/12/1987.
• Acuerdo de Aplicación del Convenio
Iberoamericano de Seguridad Social de Quito
Uruguay Venezuela de 1978 entre la República Oriental del
Uruguay y la República de Venezuela.
Suscrito el 20/5/1997. Vigencia 24/9/1997.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República de Chile y la República Bolivariana
Venezuela Chile
de Venezuela. Suscrito el 20/8/2001.
Vigencia 1/4/2005.
• Convenio de Seguridad Social entre
España y Venezuela. Suscrito el 12/5/1988.
Vigencia 1/7/1990.
Venezuela España • Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre
España y Venezuela. Suscrito el 5/5/1989.
Vigencia 1/7/1990.
• Convenio de Seguridad Social entre la
República Portuguesa y la República de
Venezuela. Suscrito el 21/7/1989. Vigencia
1/1/1993.
Venezuela Portugal • Acuerdo Administrativo para la aplicación
del Convenio de Seguridad Social entre la
República Portuguesa y la República de
Venezuela de 1989. Suscrito el 5/3/1990.
Vigencia 1/1/1993.

44
CONVENIO
PAÍS CONVENIOS/ACUERDOS/INSTRUMENTOS
BILATERAL
• Acuerdo de aplicación del Convenio
Iberoamericano de Seguridad Social de
Venezuela Uruguay Quito, de 1978, entre la República del
Uruguay y la República de Venezuela.
Suscrito el 20/5/1997. Vigencia 24/9/1997.

III. La Constitución Nacional de 1957 y el art. 14 bis

1. Antecedentes
Juan Domingo Perón fue elegido presidente de los argentinos por primera vez en las elecciones del 24 de febrero de
1946, para el período 1946-1952, y la segunda, en las elecciones del 11 de noviembre de 1951 para el período 1952-
1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó el 16 de septiembre de 1955. Así las cosas,
quienes ejercían el gobierno provisional debieron encarar, entre otras tantas cuestiones, el problema del orden jurídico
fundamental que debía regir.
En el marco de la revolución no cabía mantener el máximo exponente del gobierno depuesto, que era la Constitución
de 1949. El 27 de abril de 1956 el gobierno provisional de la Nación dictó su proclama con la presencia del presidente
provisional, general Aramburu, quedando así definido el ordenamiento jurídico al cual ajustaría su acción: esto es, la
Constitución Nacional de 1853 con las reformas de 1860, 1866 y 1898, y la exclusión de la de 1949, complementada con
las directivas básicas del 7 de diciembre de 1955. La proclama no dejaba de reconocer la necesidad de ciertas reformas,
las que debían darse en un amplio debate público, previo a la Convención Constituyente que haya de sancionarlas; para
ello es necesario convocar a una convención reformadora. El 12 de abril de 1957, por dec.-ley 38.381/1957, el gobierno
provisional declaró necesario considerar la reforma parcial de la vigente Constitución Nacional de 1853, con las reformas
de 1860, 1866 y 1898. Para este fin, se convocó al cuerpo electoral a la elección de una convención a reunirse en la
ciudad de Santa Fe, para que resolviera si era necesaria la reforma de los arts.: 4º, 5º, 6º, 14, 16, 18, 23, 32, 37, 45, 51,
53, 55, 57, 63, 67 (incs. 1°, 2° y 26), 77, 81, 82, 83, 84, 85, 86 (incs. 1°, 5°, 10, 11, 19 y 22), 87, 94, 99, 100, 101, 108 y
sus correlativos de forma, reordenando su texto si fuere necesario.
La convención conformada, de acuerdo con el escrutinio definitivo, sesionó en la ciudad de Santa fe desde el 30 de
agosto hasta el 14 de noviembre de 1957.
El día 23 de septiembre de 1957 se aprobó, finalmente, por mayoría, la siguiente resolución:
- Rechazar las impugnaciones formuladas y declarar la validez del mandato de cada uno de los señores
convencionales incorporados a esta Honorable Convención y, consecuentemente, la legitimidad de la misma;
- Declarar que la Constitución Nacional que rige es la de 1853, con las reformas de 1860, 1866, 1898 y exclusión de
las de 1949, sin perjuicio de los actos que hubiesen quedado definitivamente concluidos durante la vigencia de esta
última.
Asimismo, el 24 de octubre dictó otra resolución por la cual la Convención fijaba cuáles eran las reformas
constitucionales que consideraba necesarias, y aunque reproducía textualmente lo consignado en el dec.-ley
38.381/1957, daba a entender con esto que lo decidía de motu proprio, desconociendo aparentemente tales facultades
preconstituyentes en el gobierno provisional de la Nación.
Muchas de las modificaciones propuestas consistían en la reproducción de normas insertas en la Constitución de
1949. En este contexto, fue posible la sanción, como artículo nuevo a continuación del 14, a inspiración del político
radical bonaerense Crisólogo Larralde —quien viajó expresamente a Santa Fe para procurar su aprobación—, que
consagra los llamados derechos sociales, que responden a una organización social antagónica e inconciliable con el
sistema de 1853. Finalmente, el 24 de octubre de 1957 la Convención Nacional sanciona: "Incorporase a continuación
(39)
del Art. 14 de la Constitución Nacional el siguiente artículo nuevo" .
Esta incorporación implicaba una incorporación netamente socialista en una constitución individualista.
El agregado se logró con el voto unánime de los miembros de la Asamblea, desde el comunismo hasta el
conservadurismo, incluyendo a los radicales, demócratas progresistas, socialistas, demócratas cristianos y partidos
menores.

2. El art. 14 bis y la seguridad social


En el mismísimo preámbulo de nuestra Constitución, se encuentra el primer principio de "promover el bienestar
general", que es el punto central de la seguridad social.
El nuevo art. 14 consagra derechos implícitos y explícitos que son regulados por el derecho de la seguridad social.

45
Derechos implícitamente enumerados: la expresión genérica "beneficios de la seguridad social que tendrá carácter
integral e irrenunciable" es abarcativa de todos los derechos que una persona tiene desde su nacimiento hasta su
muerte y que se ven afectados por alguna contingencia.
Derechos explícitamente enumerados: "Son jubilaciones y pensiones móviles, la protección integral de la familia, la
defensa del bien de familia, la compensación económica familiar, el acceso a una vivienda digna".
(40)
Normas de creación de estructura : Bernabé Lino Chirinos se refiere a pautas constitucionales sobre las cuales
debe estar cimentado el sistema de seguridad social, como el seguro social obligatorio.
La Constitución Nacional le asignó un rol de gran importancia a la seguridad social con el objetivo de "promover el
bienestar general" a través del otorgamiento de los beneficios de esta que tendrán carácter de integral e irrenunciable.
El derecho de la seguridad social importa un ordenamiento jurídico dirigido a lograr el bienestar social, comprende,
por lo tanto, la previsión, la política social, el seguro, las medidas de justicia distributiva y la determinación de los medios
para lograrla.
Claramente los convencionales constituyentes optaron por un concepto de seguridad social amplio.

3. La previsión social
Previsión social: se trata del subsistema de la seguridad social, que en nuestro país tiene por objeto la cobertura de
contingencias vejez, invalidez y muerte.
Se trata de un sistema contributivo, dado que para acceder a las prestaciones se requiere reunir ciertos requisitos
establecidos por la ley, entre ellos, contribuir.
Para la Real Academia Española, "previsión" es "Acción y efecto de prever. Acción de disponer lo conveniente para
atender a contingencias o necesidades previsibles". Implica no solo mirar que puede suceder, sino también ver cómo
hemos de afrontarlo.
El adjetivo social implica claramente que quien debe mirar hacia el futuro no es el individuo sino la sociedad entera,
de allí que en materia de seguridad social la previsión social presupone una actitud solidaria de la sociedad para con sus
miembros.
La previsión, para Almansa Pastor (1983), desde una perspectiva solidaria, es un conjunto de medios e instrumentos,
que tiene por finalidad ejercer una protección respecto de necesidades sociales, que el Estado pone a disposición de la
sociedad o impone a los individuos, para atender a las necesidades sociales de estos, con la finalidad de cumplir la
(41)
función estatal de liberar a los individuos de las necesidades sociales .
Si bien el concepto de previsión social suele asimilarse con el régimen de jubilaciones y pensiones, el significado del
vocablo es más amplio, es previsional también el régimen de asignaciones familiares y el de obras sociales, es decir,
todos los subsistemas de la seguridad social que prevén posibles contingencias y contempla posibles reparaciones.
La Constitución Nacional no se refiere al concepto de previsión o previsional, sino que menciona "seguridad social",
"seguro social obligatorio" y "jubilaciones y pensiones móviles".

4. El seguro social
Juan José Etala (1966) afirma que para cubrir las contingencias sociales se utilizará un instrumento igual al seguro
privado, pero este es obligatorio, no persigue fines de lucro, no selecciona los riesgos y no establece una
(42)
proporcionalidad matemática entre los aportes y los beneficiarios .
Se advierten, entonces, claras diferencias con el seguro privado. En el contrato de seguro privado las partes tienen
plena libertad de contratar, el seguro social tiene carácter obligatorio y el asegurador es el Estado. En el seguro privado
la prima guarda estrecha relación y proporcionalidad con el bien asegurado. En el seguro privado quien debe afrontar el
costo del seguro es el propio asegurado.
En el seguro social no existe relación proporcional entre la cotización y lo asegurado, esto es debido a la actitud
solidaria de la sociedad.
Puede definirse al seguro social como una institución de derecho público, de carácter instrumental, mediante la cual
el sistema de seguridad social garantiza a la población la cobertura de contingencias sociales previa realización de
(43)
aportes y contribuciones .
El concepto de seguro social es abarcativo de todos los sistemas contributivos de la seguridad social. Por ello, la
vinculación entre seguro social y previsión social.
(44)
Goñi Moreno diferencia los seguros sociales del régimen jubilatorio por los objetivos, los primeros protegen al
hombre en sociedad, con un marcado sentido económico-social y su finalidad esencial radica en el reconocimiento de
prestaciones en especie y en servicios porque tienden a fortalecer la capacidad activa de la población, agotan los

46
recursos de vigilancia y protección para extender al máximo los límites de la vida activa, pero cuando el trabajador se
retira de ella, sus prestaciones económicas son complementarias y limitadas. Difiere del sistema jubilatorio en cuanto
procura asegurar una renta vitalicia compensatoria de las remuneraciones habituales y sus beneficios en dinero resultan
en consecuencia más elevados, la edad de retiro es más temprana y abarcan a todos los trabajadores, y aun a los
empleadores, sin considerar su situación económica particular o las condiciones de vida en que se desenvuelven.
Enrique Corona Martínez expresó: "El ideal del seguro social sería unificar el sistema jubilatorio de las distintas
cajas". Pero eso es el ideal, la realidad es otra. El seguro social, como todo seguro, supone siempre un evento, por eso
es aleatorio. En cambio, las jubilaciones, que por ahora son medidas de previsión social y no se seguro, aparte de su
particularidad (comprenden solamente a sus beneficiados) no supone evento alguno, tanto que en la mayoría de los
(45)
casos se concreta con el solo paso del tiempo, sin considerar la real necesidad del beneficiado .
(46)
Mario L. Deveali , analiza los dos sistemas (sistema jubilatorio y al seguro social) y las distintas finalidades que
ellos se proponen, y sostiene que en principio nada impide la existencia simultánea de ambos. Cuando el sistema
jubilatorio no pueda ser extendido a todos los sectores de la población o no puede abarcar todas las contingencias de la
vida humana, puede resultar conveniente integrarlo mediante un sistema de seguros sociales menos generosos, pero
más generales en cuanto a los riesgos cubiertos y a las categorías amparadas.
(47)
Sostiene Bidart Campos que al referirse a "seguro social" el constituyente no tuvo el propósito de eliminar la forma
clásica de las jubilaciones en el derecho argentino, pues inmediatamente se refiere a ellas. El régimen previsional de
jubilaciones y pensiones es una forma posible y constitucional de seguro social, aunque solo parcial por los beneficios
que acuerda y los beneficiarios que ampara, no significa que sea un régimen transitorio que se reemplace por un
sistema clásico de seguros sociales, ambos pueden coexistir y complementarse para cubrir necesidades distintas que la
ley a dictarse por el Congreso debe establecer. Ante el planteo de dudas acerca de la constitucionalidad de las
contribuciones impuestas a los empleadores para cooperar en el financiamiento el sistema, la Corte sostuvo que al decir
el 14 bis "el estado otorgará los beneficios de la seguridad social", no significa que la cobertura de las contingencias
sociales deba estar exclusivamente a su cargo, sino que hace referencia a los objetivos que corresponde cumplir al
legislador.
Entendemos que se trata de dos conceptos distintos, con finalidades distintas y naturaleza jurídica distinta.
Mientras el sistema de jubilaciones y pensiones busca reemplazar a través de una suma dineraria la suma que en
actividad percibía el beneficiario, esto no sucede en el seguro social, que, como se ha señalado, tiene otros objetivos
relacionados con la cantidad de riesgos cubiertos y de beneficiarios alcanzados.

5. Jubilaciones y pensiones móviles


La jubilación consiste en el derecho que se le reconoce a una persona para percibir cierta suma de dinero en forma
periódica, usualmente mensual, una vez que ha cesado en su actividad laboral o profesional, y siempre que cumpla con
los requisitos impuestos por el legislador respecto de su edad, antigüedad en el empleo y pago de aportes. Requisitos
que no necesariamente son uniformes, porque pueden variar según el tipo de actividad desarrollada por el sujeto o las
circunstancias determinantes del cese en su actividad. La jubilación es móvil. La movilidad significa que el haber
jubilatorio originario puede ser aumentado, pero no reducido en valores reales de una manera tal que destruya aquella
relación de proporcionalidad originaria. Caso contrario, se estará vulnerando el derecho de propiedad adquirido por el
(48)
beneficiario .
Las jubilaciones constituyen un salario diferido y en la literatura económica se conoce como parte del salario indirecto.
En un sentido amplio, la retribución que reciben los trabajadores la conforman el salario directo, que es el que perciben
directamente cuando cobran la nómina, el salario indirecto, que perciben en forma de bienes públicos que en realidad
(49)
financian con sus contribuciones y el salario diferido, que son las pensiones .
En la legislación argentina la "jubilación" cubre económicamente la contingencia de vejez e invalidez y la "pensión" la
contingencia de muerte de un beneficiario o de quien se encontraba en actividad, teniendo en ambos casos
derechohabientes con derecho alimentario.
Se trata en ambos casos de prestaciones mensuales, dinerarias y proporcionales a la nómina salarial o renta
presunta, y a las aportaciones efectuadas al sistema con el fin de mantener, en principio, el estatus económico adquirido
en su vida activa.
La jubilación debe cubrir la contingencia generada por la vejez y manifestada en la falta de percepción de ingresos,
debido al deterioro en la fuerza de trabajo por el transcurso del tiempo generado por razones biológicas.
La ley 24.241 introdujo el concepto de prestación con el mismo contenido que el concepto de jubilación, poniendo
énfasis en que habrá correlación entre "beneficio" y "contribución".
Nuestra historia muestra un claro acecho de la inflación y la hiperinflación que afecta significativamente el poder
adquisitivo de todos los sectores, y el sector pasivo no escapa a ello.
Como se señaló, los distintos procesos inflacionarios provocan la pérdida del valor adquisitivo de la moneda y un
deterioro en el valor del signo monetario, por estas razones el constituyente introdujo el concepto de movilidad, con el

47
objetivo de mantener resguardada las jubilaciones y pensiones de los avatares de la economía.
Esta pauta genérica supone la actualización y el ajuste periódico de sus montos, sin embargo, no indica de qué forma
efectuar dicha actualización.
Esta situación lleva a Walter Carnota a preguntarse si es la movilidad un concepto "constitucionalmente
(50)
indeterminado" .
(51)
Luis María Jaureguiberry , en su libro El artículo nuevo, señala: "Lo de móvil —como dijimos al referirnos al salario
— significa una regulación con el costo de vida, para que la medida no sea de pura beneficencia, sino de asistencia
(52)
social" .
Sigue diciendo: "En el artículo nuevo se ha sancionado como de resorte legislativo el seguro social obligatorio, pero la
posibilidad de que el seguro social cubra esa contingencia, ya que es difícil que contemple todas las actividades
humanas susceptibles de amparo, dan la pauta de que su organización demandará largo tiempo, o por lo menos que no
será una solución inmediata para este problema".
Concluye afirmando que mientras llegue el seguro social obligatorio —en coexistencia o no, con otras cajas de
previsión social— el sistema de las jubilaciones y pensiones móviles permitirá regular su asistencia con las fluctuaciones
del costo de vida.
Señala más adelante que no se trata de una medida de beneficencia, sino asistencial. No se debe confundir
beneficencia con caridad, la asistencia social trata de corregir los males que alivia la beneficencia.
Como se ha dicho, la garantía de movilidad no fue definida en el texto constitucional, sin embargo, de los debates de
la Convención Constituyente y de lo reseñado supra por el convencional entrerriano, no quedan dudas de que se trata
de un ajuste periódico y ascendente para mantener la jubilación ajustada a los incrementos del costo de vida.
En este mismo sentido el convencional Mario Giordano Echegoyen, en su calidad de miembro informante, consigna
explícitamente:
"Las jubilaciones y pensiones móviles, deben ser mencionadas en el despacho porque no están aún dentro de la
seguridad o del seguro social obligatorio. Posiblemente, la legislación argentina aclare esta parte importante de la
previsión social, pero mientras no exista, hemos preferido expresar lo que es una aspiración de la comisión, que quede
(53)
para adaptarse así al costo actual de vida en sus distintas fluctuaciones" .
Entonces, si bien de la frase jubilaciones y pensiones móviles no se desprende directamente el método a seguir para
alcanzarlas, la discusión de los constituyentes indica que se tuvo en cuenta decididamente el factor costo de vida para
(54)
su inclusión. No se trata de referencias aisladas, sino que articulaban el pensamiento de la comisión respectiva .
Es la Corte Suprema de Justicia quien, con base en estos señalamientos, delinea el principio de razonable
proporcionalidad.

6. La adecuada proporcionalidad de los haberes previsionales


Como se señaló en el punto anterior, es la CS la que elabora la doctrina de la adecuada proporcionalidad, esto resulta
lógico puesto se trata de derechos económicos, sociales y culturales (DESC).
Estos derechos, dentro de los que encontramos a las jubilaciones y pensiones móviles, irrogan al deudor obligado
una prestación positiva de dar. Mientras que los derechos civiles y políticos exigen por parte del Estado una obligación
de abstención que para el juez resulta más fácil de hacer cumplir. Es decir, para dar cumplimiento a los derechos de la
índole de los que analizamos, se requiere por parte del Estado —incluyendo los tres poderes— una actitud proactiva, de
allí el marcado activismo judicial en materia de seguridad social que señala la doctrina.
Desde antes y con mayor énfasis después de la incorporación del art. 14 bis a nuestra CN, la Corte ya reconocía el
carácter sustitutivo del haber previsional:
"(...) el principio básico que sustenta el sistema previsional argentino es el de la necesaria proporcionalidad que debe
existir entre el haber de pasividad y el de actividad (Fallos: 263:400; 265:256; 267:196; 279:389) (...) las leyes en materia
previsional deben interpretarse conforme a la finalidad que con ellas se persigue, lo que impide fundamentar una
interpretación restrictiva..." (Fallos 248:115; 266:19; 266:202, y muchos otros).
Ya por entonces se reconocía la facultad exclusiva del legislador de fijar el contenido de la cláusula constitucional,
pero dicha facultad no podía ser arbitraria y menos aún contrariar la cláusula que debe reglamentar desconociendo la
adecuada proporción que puede existir entre las situaciones de actividad y de pasividad:
"(...) si bien lo atinente a la adopción del sistema a seguir para actualizar los haberes jubilatorios es materia propia del
legislador, motivo por el cual los cambios operados en el mismo no pueden ser cuestionados constitucionalmente, es
evidente que la elección de un régimen que de derecho o de hecho suprime la movilidad, contraría la cláusula
constitucional citada..." (Fallos 300:571).
"(...) se ha dicho reiteradamente que el cambio de un régimen de movilidad por otro no contraría el art. 14 bis de la
Constitución Nacional, pues tal disposición no especifica el procedimiento a seguir para el logro del objetivo propuesto

48
(Fallos 293:551) y que el art. 17 de la Ley Fundamental no impide que los beneficios jubilatorios sean disminuidos por
razones de orden público e interés general, ello siempre que la reducción no se traduzca en un desequilibrio de la
razonable proporción que debe existir entre las situaciones de actividad y pasividad y que no se afecte el nivel de vida
del beneficiario en forma confiscatoria o injustamente desproporcionada" (Fallos 170:12; 179:394; 190: 428; 192:260;
243:717; 235:738; 242:441; 249:156; 258:14; 266:279; 270:294; 295:441; entre otros).
"(...) el conveniente nivel del haber jubilatorio sólo se considera alcanzado cuando el jubilado conserva una situación
patrimonial equivalente a la que habría correspondido gozar de haber continuado en actividad..." (Fallos 307:2376).
La mayoría de estos principios fueron dejados de lado en el precedente "Chocobar", pero retomados a partir del año
2005.
"Que la Constitución Nacional exige que las jubilaciones y pensiones sean móviles, aunque no establece un sistema o
mecanismo especial para hacer efectiva dicha exigencia, por lo que es atribución y deber del legislador fijar el contenido
concreto de esa garantía teniendo en cuenta la protección especial que ha otorgado la Ley Fundamental al conjunto de
los derechos sociales. Una inteligencia sistemática de sus cláusulas acorde con los grandes objetivos de justicia social
que persigue el art. 14 bis, obsta a una conclusión que, a la postre, convalide un despojo a los pasivos privando al haber
previsional de la naturaleza esencialmente sustitutiva de las remuneraciones que percibía el trabajador durante su
actividad laboral" (Fallos 328:2833).
"Que la necesidad de mantener una proporción justa y razonable entre el haber de pasividad y la situación de los
activos, es consecuencia del carácter integral que reconoce la Ley Suprema a todos los beneficios de la seguridad social
y de la íntima vinculación que guardan las prestaciones aseguradas al trabajador con aquellas de naturaleza previsional,
que son financiadas primordialmente con los aportes efectuados durante el servicio. Los derechos a una retribución justa
y a un salario mínimo vital y móvil —dirigidos a garantizar alimentación y vivienda, educación, asistencia sanitaria y, en
definitiva, una vida digna— encuentran su correlato en las jubilaciones y pensiones móviles que deben ser garantizadas
a los trabajadores cuando entran en pasividad". (Fallos 328:2833).
"Que la movilidad de que se trata no es un reajuste por inflación, como pretende el actor, sino que es una previsión
con profundo contenido social referente a la índole sustitutiva de la prestación jubilatoria, para la cual es menester que
su cuantía, que puede ser establecida de modo diferente según las épocas, mantenga una proporción razonable con los
ingresos de los trabajadores" (Fallos 329:3089).
"(...) la Constitución Nacional ha reconocido el derecho a la movilidad no como un enunciado vacío que el legislador
puede llenar de cualquier modo, sino que debe obrar con el objeto de darle toda su plenitud, que no es otra que la de
asegurar a los beneficiarios el mantenimiento de un nivel de vida acorde con la posición que tuvieron durante sus años
de trabajo" (Fallos 330:4866).
Nuestra definición:
Con base en los principios elaborados por la CS, la movilidad puede ser definida como la garantía constitucional para
que el haber de pasividad guarde una adecuada proporción con la remuneración que le hubiera correspondido de
continuar en actividad, pues la jubilación constituye la prolongación de la remuneración y debe garantizar, entonces, el
mismo nivel de vida que tenía la persona antes de la pasividad, procurando ser suficiente para todos aquellos gastos
necesarios para una vejez digna y acorde al esfuerzo realizado.
La forma de determinar el contenido de la garantía es facultad y deber privativo del Poder Legislativo, y puede ser
establecida de formas diferentes según las épocas, siempre que mantenga una proporción razonable con los ingresos
de los trabajadores, esto en virtud del carácter sustitutivo del haber y del carácter integral de los beneficios de la
seguridad social.
Es fundamental la forma de determinar el primer haber, es decir, el momento en que se le da a la persona el estatus
de jubilado. Esto porque, aun encontrando la mejor de las fórmulas para actualizar el haber una vez determinado, si el
primero no refleja la adecuada proporción con la remuneración de actividad, la aplicación de la movilidad, aunque quizás
acertada, no va a poder suplir la brecha inicial entre la remuneración y el haber.
Dicho esto, queda también determinar qué porcentaje de la remuneración satisface la adecuada proporción, lo que
sigue siendo una deuda de nuestro actual sistema previsional.

Anexos

Acuerdo multilateral de seguridad social del Mercado Común del Sur


Los Gobiernos de la República Argentina, de la República Federativa del Brasil, de la República del Paraguay y de la
República Oriental del Uruguay;
CONSIDERANDO el Tratado de Asunción del 26 de marzo de 1991 y el Protocolo de Ouro Preto del 17 de diciembre
de 1994; y
DESEOSOS de establecer normas que regulen las relaciones de seguridad social entre los países integrantes del
MERCOSUR;
Han decidido celebrar el presente Acuerdo Multilateral de Seguridad Social en los siguientes términos:

49
TÍTULO I
Disposiciones generales
ARTÍCULO 1
1. Los términos y expresiones que se enumeran a continuación tienen, para los efectos de la aplicación del Acuerdo,
el siguiente significado:
a) "Estados Partes" designa a la República Argentina, a la República Federativa del Brasil, a la República del
Paraguay y a la República Oriental del Uruguay, o cualquier otro Estado que se adhiera de acuerdo con lo previsto en el
Art. 19 del presente Acuerdo;
b) "Legislación", leyes, reglamentos y demás disposiciones sobre seguridad social vigentes en los territorios de los
Estados Partes;
c) "Autoridad Competente", los titulares de los organismos gubernamentales que, conforme a la legislación interna de
cada Estado Parte, tengan competencia sobre los regímenes de Seguridad Social;
d) "Organismo de Enlace", organismo de coordinación entre las instituciones que intervengan en la aplicación del
Acuerdo;
e) "Entidades Gestoras", las instituciones competentes para otorgar las prestaciones amparadas por el Acuerdo;
f) "Trabajador", toda persona que, por realizar o haber realizado una actividad, está o estuvo sujeto a la legislación de
uno o más de los Estados Partes;
g) "Período de seguro o cotización", todo período definido como tal por la legislación bajo la cual el trabajador esté
acogido, así como cualquier período considerado por dicha legislación como equivalente a un período de seguro o
cotización;
h) "Prestaciones pecuniarias", cualquier prestación en efectivo, renta, subsidio o indemnización previstos por las
legislaciones y mencionados en el Acuerdo, incluido cualquier complemento, suplemento o revalorización;
i) "Prestaciones de salud", las destinadas a prevenir, conservar, restablecer la salud o rehabilitar profesionalmente al
trabajador en los términos previstos por las respectivas legislaciones nacionales;
j) "Familiares y asimilados", personas definidas o admitidas como tales por las legislaciones mencionadas en el
Acuerdo.
2. Los demás términos o expresiones utilizados en el Acuerdo tienen el significado que les atribuye la legislación
aplicable.
3. Los Estados Partes designarán y comunicarán las Entidades Gestoras y Organismos de Enlace.
TÍTULO II
Ámbito de aplicación personal
ARTÍCULO 2
1. Los derechos de Seguridad Social se reconocerán a los trabajadores que presten o hayan prestado servicios en
cualquiera de los Estados Partes reconociéndoles, así como a sus familiares y asimilados, los mismos derechos y
estando sujetos a las mismas obligaciones que los nacionales de dichos Estados Partes con respecto a los
específicamente mencionados en el presente Acuerdo.
2. El presente Acuerdo también será aplicado a los trabajadores de cualquier otra nacionalidad residentes en el
territorio de uno de los Estados Partes siempre que presten o hayan prestado servicios en dichos Estados Partes.
TÍTULO III
Ámbito de aplicación material
ARTÍCULO 3
1. El presente Acuerdo será aplicado de conformidad con la legislación de seguridad social referente a las
prestaciones contributivas pecuniarias y de salud existentes en los Estados Partes, en la forma, condiciones y extensión
aquí establecidas.
2. Cada Estado Parte concederá las prestaciones pecuniarias y de salud de acuerdo con su propia legislación.
3. Las normas sobre prescripción y caducidad vigentes en cada Estado Parte serán aplicadas a lo dispuesto en este
Artículo.
TÍTULO IV
Determinación de la legislación aplicable
ARTÍCULO 4
El trabajador estará sometido a la legislación del Estado Parte en cuyo territorio ejerza la actividad laboral.
ARTÍCULO 5
El principio establecido en el art. 4 tiene las siguientes excepciones:

50
1.a) el trabajador de una empresa con sede en uno de los Estados Partes que desempeñe tareas profesionales, de
investigación, científicas, técnicas o de dirección, o actividades similares, y otras que pudieran ser definidas por la
Comisión Multilateral Permanente prevista en el art. 16, Apartado 2 y que sea trasladado para prestar servicios en el
territorio de otro Estado Parte, por un período limitado, continuará sujeto a la legislación del Estado Parte de origen hasta
un plazo de doce meses, susceptible de ser prorrogado, con carácter excepcional, mediante previo y expreso
consentimiento de la Autoridad Competente del otro Estado Parte;
1.b) el personal de vuelo de las empresas de transporte aéreo y el personal de tránsito de las empresas de transporte
terrestre continuarán exclusivamente sujetos a la legislación del Estado Parte en cuyo territorio la respectiva empresa
tenga su sede;
1.c) los miembros de la tripulación de un buque de bandera de uno de los Estados Partes continuarán sujetos a la
legislación del mismo Estado. Cualquier otro trabajador empleado en tareas de carga y descarga, reparación y vigilancia
del buque en el puerto, estará sujeto a la legislación del Estado Parte bajo cuya jurisdicción se encuentre el buque.
2. Los miembros de las representaciones diplomáticas y consulares, organismos internacionales y demás
funcionarios o empleados de esas representaciones serán regidas por las legislaciones, tratados y convenciones que les
sean aplicables.
TÍTULO V
Disposiciones sobre prestaciones de salud
ARTÍCULO 6
1. Las prestaciones de salud serán otorgadas al trabajador trasladado temporalmente al territorio de otro Estado Parte
así como a sus familiares y asimilados, siempre que la Entidad Gestora del Estado de origen autorice su otorgamiento.
2. Los costes que se originen de acuerdo con lo previsto en el Apartado anterior, correrán a cargo de la Entidad
Gestora que haya autorizado la prestación.
TÍTULO VI
Totalización de períodos de seguro o cotización
ARTÍCULO 7
1. Los períodos de seguro o cotización cumplidos en los territorios de los Estados Partes serán considerados, para la
concesión de las prestaciones por vejez, edad avanzada, invalidez o muerte, en la forma y en las condiciones
establecidas en el Reglamento Administrativo. Dicho Reglamento Administrativo establecerá también los mecanismos de
pago a prorrata de las prestaciones.
2. El Estado Parte en donde el trabajador haya cotizado durante un período inferior a doce meses podrá no reconocer
prestación alguna, con independencia de que dicho período sea computado por los demás Estados Partes.
3. En el supuesto que el trabajador o sus familiares y asimilados no tuvieran reunido el derecho a las prestaciones de
acuerdo a las disposiciones del Apartado 1, serán también computables los servicios prestados en otro Estado que
hubiera celebrado convenios bilaterales o multilaterales de seguridad social con cualquiera de los Estados partes.
4. Si sólo uno de los Estados Partes hubiera concluido un convenio de seguridad social con otro país, a los fines de la
aplicación del Apartado 3, será necesario que dicho Estado Parte asuma como propio el período de seguro o cotización
cumplido en este tercer país.
ARTÍCULO 8
Los períodos de seguro o cotización cumplidos antes de la vigencia del presente Acuerdo serán considerados en el
caso de que el trabajador tenga períodos de seguro o cotización posteriores a esa fecha, siempre que aquéllos no
hubieran sido utilizados anteriormente en la concesión de prestaciones pecuniarias en otro país.
TÍTULO VII
Disposiciones aplicables a regímenes de jubilaciones y pensiones de capitalización individual
ARTÍCULO 9
1. El presente Acuerdo será aplicable, también, a los trabajadores afiliados a un régimen de jubilaciones y pensiones
de capitalización individual, establecido o a establecerse por alguno de los Estados Partes para la obtención de las
prestaciones por vejez, edad avanzada, invalidez o muerte.
2. Los Estados Partes y los que se adhieran en el futuro al presente Acuerdo que posean regímenes de jubilaciones y
pensiones de capitalización individual, podrán establecer mecanismos de transferencia de fondos a los fines de la
obtención de las prestaciones por vejez, edad avanzada, invalidez o muerte. Dichas transferencias se efectuarán en
oportunidad en que el interesado acredite derecho a la obtención de las prestaciones respectivas. La información a los
afiliados deberá proporcionarse de acuerdo con la legislación de cada uno de los Estados Partes.
3. Las administradoras de fondos o las empresas aseguradoras deberán dar cumplimiento a los mecanismos
previstos en este Acuerdo.
TÍTULO VIII
Cooperación administrativa

51
ARTÍCULO 10
Los exámenes médico-periciales solicitados por la Entidad Gestora de un Estado Parte, para fines de evaluación de
la incapacidad temporal o permanente de los trabajadores o de sus familiares o asimilados que se encuentren en el
territorio de otro Estado Parte, serán realizados por la Entidad Gestora de este último y correrán por cuenta de la Entidad
Gestora que lo solicite.
TÍTULO IX
Disposiciones finales
ARTÍCULO 11
1. Las Entidades Gestoras de los Estados Partes pagarán las prestaciones pecuniarias en moneda de su propio país.
2. Las Entidades Gestoras de los Estados Partes establecerán mecanismos de transferencia de fondos para el pago
de las prestaciones pecuniarias del trabajador o de sus familiares o asimilados que residan en el territorio de otro Estado
Parte.
ARTÍCULO 12
Las prestaciones pecuniarias concedidas de acuerdo con el régimen de uno o de otro Estado Parte no serán objeto
de reducción, suspensión o extinción, exclusivamente por el hecho de que el trabajador o sus familiares o asimilados
residan en otro Estado Parte.
ARTÍCULO 13
1. Los documentos que se requieran para los fines del presente Acuerdo no necesitarán traducción oficial, visado o
legalización de autoridades diplomáticas, consulares y de registro público, siempre que se hayan tramitado con la
intervención de una Entidad Gestora u Organismo de Enlace.
2. La correspondencia entre las Autoridades Competentes, Organismos de Enlace y Entidades Gestoras de los
Estados Partes será redactada en el respectivo idioma oficial del Estado emisor.
ARTÍCULO 14
Las solicitudes y documentos presentados ante las Autoridades Competentes o las Entidades Gestoras de cualquier
Estado Parte donde el interesado acredite períodos de seguro o cotización o tenga su residencia, surtirán efecto como si
se hubieran presentado ante las Autoridades o Entidades Gestoras correspondientes del otro Estado Parte.
ARTÍCULO 15
Los recursos que corresponda interponer ante una Autoridad Competente o Entidad Gestora de cualquier Estado
Parte donde el interesado acredite períodos de seguro o cotización o tenga su residencia, se tendrán por interpuestos en
tiempo hábil, aun cuando se presenten ante la correspondiente institución del otro Estado Parte, siempre que su
presentación se efectúe dentro del plazo establecido por la legislación del Estado Parte ante el cual deban sustanciarse
los recursos.
ARTÍCULO 16
1. El presente Acuerdo será aplicado de conformidad con las disposiciones del Reglamento Administrativo.
2. Las Autoridades Competentes instituirán una Comisión Multilateral Permanente, que resolverá por consenso. Cada
Representación estará integrada por hasta tres miembros de cada Estado Parte. La Comisión tendrá las siguientes
funciones:
a) verificar la aplicación del Acuerdo, del Reglamento Administrativo y demás instrumentos complementarios;
b) asesorar a las Autoridades Competentes;
c) proyectar las eventuales modificaciones, ampliaciones y normas complementarias;
d) mantener negociaciones directas, por un plazo de seis meses, a fin de resolver las eventuales divergencias sobre
la interpretación o aplicación del Acuerdo. Vencido el término anterior sin que se hayan resuelto las diferencias,
cualquiera de los Estados Partes podrá recurrir al sistema de solución de controversias vigente entre los Estados Partes
del Tratado de Asunción.
3. La Comisión Multilateral Permanente se reunirá una vez por año, alternadamente en cada uno de los Estados
Partes, o cuando lo solicite uno de ellos.
4. Las Autoridades Competentes podrán delegar la elaboración del Reglamento Administrativo y demás instrumentos
complementarios a la Comisión Multilateral Permanente.
ARTÍCULO 17
1. El presente Acuerdo está sujeto a ratificación y entrará en vigor a partir del primer día del mes siguiente a la fecha
del depósito del último instrumento de ratificación.
2. El presente Acuerdo y sus instrumentos de ratificación serán depositados ante el Gobierno de la República del
Paraguay, el cual notificará a los Gobiernos de los demás Estados Partes la fecha del depósito de los instrumentos de
ratificación y de la entrada en vigor del presente Acuerdo.

52
3. El Gobierno de la República del Paraguay enviará copia autenticada del presente Acuerdo a los Gobiernos de los
demás Estados Partes.
4. A partir de la entrada en vigor de este Acuerdo quedarán derogados los Convenios Bilaterales de Seguridad Social
o de Previsión Social celebrados entre los Estados Partes. La entrada en vigor del presente Acuerdo no significara, en
ningún caso, la pérdida de derechos adquiridos al amparo de los Convenios Bilaterales mencionados.
ARTÍCULO 18
1. El presente Acuerdo tendrá duración indefinida.
2. El Estado Parte que desee desvincularse del presente Acuerdo podrá denunciarlo en cualquier momento por la vía
diplomática, notificando tal circunstancia al depositario, quien lo comunicará a los demás Estados Partes. En este caso
no quedarán afectados los derechos adquiridos en virtud de este Acuerdo.
3. Los Estados Partes reglamentarán, de común acuerdo, las situaciones consecuentes de la denuncia del presente
Acuerdo.
4. Dicha denuncia tendrá efecto seis meses después de la fecha de su notificación.
ARTÍCULO 19
El presente Acuerdo estará abierto a la adhesión, mediante negociación de aquellos Estados que en el futuro
adhieran al Tratado de Asunción.
Hecho en Montevideo, a los quince días del mes de diciembre de 1997, en un original, en los idiomas portugués y
español, siendo ambos textos igualmente auténticos.

Reglamento administrativo para la aplicación del Acuerdo Multilateral de Seguridad Social del Mercado
Común del Sur
Los Gobiernos de la República Argentina, de la República Federativa del Brasil, de la República del Paraguay y de la
República Oriental del Uruguay, En cumplimiento a lo dispuesto en el art. 16 del Acuerdo Multilateral de Seguridad
Social, establecen el siguiente Reglamento Administrativo:
TÍTULO I
Disposiciones Generales
ARTÍCULO 1
Para la aplicación del presente Reglamento Administrativo:
1. El término "Acuerdo" designa el Acuerdo Multilateral de Seguridad Social entre la República Argentina, la
República Federativa del Brasil, la República del Paraguay y la República Oriental del Uruguay o cualquier otro Estado
que se adhiera.
2. El término "Reglamento Administrativo" designa el presente Reglamento Administrativo.
3. Los términos y expresiones definidos en el art. 1° del Acuerdo tienen el mismo significado en el presente
Reglamento Administrativo.
4. Los plazos mencionados en el presente Reglamento Administrativo se contarán, salvo expresa mención en
contrario en días corridos. En caso de vencer en día inhábil se prorrogarán hasta el día hábil siguiente.
ARTÍCULO 2
1. Son Autoridades Competentes los titulares: en Argentina, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y del
Ministerio de Salud y Acción Social; en Brasil, del Ministerio de la Previsión y Asistencia Social y del Ministerio de la
Salud; en Paraguay, del Ministerio de Justicia y Trabajo y del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social; y en
Uruguay, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
2. Son Entidades Gestoras: en Argentina: la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), las Cajas o
Institutos Municipales o Provinciales de Previsión, la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y
Pensiones y las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, en lo que respecta a los regímenes que
amparan las contingencias de vejez, invalidez y muerte, basados en el sistema de reparto o en el sistema de
capitalización individual, y la Administración Nacional de Seguros de Salud (ANSSAL), en lo que respecta a las
prestaciones de salud; y la Administración Nacional del Seguro de Salud (ANSSAL); en Brasil, el Instituto Nacional del
Seguro Social (INSS) y el Ministerio de la Salud; en Paraguay, el Instituto de Previsión Social (IPS); y en Uruguay, el
Banco de Previsión Social (BPS).
3. Son Organismos de Enlace: en Argentina, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) y la
Administración Nacional del Seguro de Salud (ANSSAL); en Brasil, el Instituto Nacional del Seguro Social (INSS) y el
Ministerio de la Salud; en Paraguay, el Instituto de Previsión Social (IPS); y en Uruguay, el Banco de Previsión Social
(BPS).
4. Los Organismos de Enlace establecidos en el Apartado 3 de este Artículo tendrán por objetivo facilitar la aplicación
del Acuerdo y adoptar las medidas necesarias para lograr su máxima agilización y simplificación administrativas.

53
TÍTULO II
Disposiciones sobre el desplazamiento temporal de trabajadores
ARTÍCULO 3
1. En los casos previstos en el numeral "1.a)" del art. 5° del Acuerdo, el Organismo de Enlace expedirá, a solicitud de
la empresa del Estado de origen del trabajador que sea trasladado temporalmente para prestar servicios en el territorio
de otro Estado, un certificado en el cual conste que el trabajador permanece sujeto a la legislación del Estado de origen,
indicando los familiares y asimilados que los acompañen en este traslado. Copia de dicho certificado deberá ser
entregada al trabajador.
2. La empresa que trasladó temporalmente al trabajador comunicará, en su caso, al Organismo de Enlace del Estado
que expidió el certificado el cese en la actividad prevista en la situación anterior.
3. A los efectos establecidos en el numeral "1.a)" del art. 5° del Acuerdo, la empresa deberá presentar la solicitud de
prórroga ante la Entidad Gestora del Estado de origen. La Entidad Gestora del Estado de origen expedirá el certificado
de prórroga correspondiente, mediante consulta previa y expreso consentimiento de la Entidad Gestora del otro Estado.
4. La empresa presentará las solicitudes a que se refieren los Apartados 1 y 3 con treinta días de antelación mínima
de la ocurrencia del hecho generador. En caso contrario, el trabajador quedará automáticamente sujeto, a partir del inicio
de la actividad o de la fecha de expiración del plazo autorizado, a la legislación del Estado en cuyo territorio continúe
desarrollando sus actividades.
TÍTULO III
Disposiciones sobre las prestaciones de salud
ARTÍCULO 4
1. El trabajador trasladado temporalmente en los términos del numeral "1.a)" del art. 5° del Acuerdo, o sus familiares y
asimilados, para que puedan obtener las prestaciones de salud durante el período de permanencia en el Estado Parte
en que se encuentren, deberán presentar al Organismo de Enlace el certificado aludido en Apartado I o 3 del Artículo
anterior.
ARTÍCULO 5
El trabajador o sus familiares y asimilados que necesiten asistencia médica de urgencia deberán presentar a la
Entidad Gestora del Estado en que se encuentren el certificado expedido por el Estado de origen.
TÍTULO IV
Totalización de períodos de seguro o cotización
ARTÍCULO 6
1. De acuerdo con lo previsto en el art. 7° del Acuerdo, los períodos de seguro o cotización cumplidos en el territorio
de los Estados Partes serán considerados para la concesión de las prestaciones contributivas por vejez, edad avanzada,
invalidez o muerte, observadas las siguientes reglas:
a) Cada Estado Parte considerará los períodos cumplidos y certificados por el otro Estado, siempre que no se
superpongan, como períodos de seguro o cotización, conforme su propia legislación;
b) Los períodos de seguro o cotización cumplidos antes del inicio de la vigencia del Acuerdo serán considerados sólo
cuando el trabajador tenga períodos de trabajo a cumplir a partir de esa fecha;
c) El período cumplido en un Estado Parte, bajo un régimen de seguro voluntario, solamente será considerado
cuando no sea simultáneo con un período de seguro o cotización obligatoria cumplido en otro Estado.
2. En el supuesto de que la aplicación del Apartado 2 del art. 7° del Acuerdo viniera a exonerar de sus obligaciones a
todas las Entidades Gestoras Competentes de los Estados Partes afectados, las prestaciones serán concedidas al
amparo, exclusivamente, del último de los Estados Partes en donde el trabajador reúna las condiciones exigidas por su
legislación, previa totalización de todos los períodos de seguro o cotización cumplidos por el trabajador en todos los
Estados Partes.
ARTÍCULO 7
Las prestaciones a las que los trabajadores, sus familiares y asimilados tengan derecho, al amparo de la legislación
de cada uno de los Estados Partes, se ajustarán a las siguientes normas:
1. Cuando se reúnan las condiciones requeridas por la legislación de un Estado Parte para tener derecho a las
prestaciones sin que sea necesario recurrir a la totalización de períodos prevista en el Título Vl del Acuerdo, la Entidad
Gestora concederá la prestación en virtud únicamente a lo previsto en la legislación nacional que aplique, sin perjuicio de
la totalización que puede solicitar el beneficiario.
2. Cuando el derecho a las prestaciones no nazca únicamente en base a los períodos de seguro o cotización
cumplidos en el Estado Parte de que se trate, la concesión de la prestación deberá hacerse teniendo en cuenta la
totalización de los períodos de seguro o cotización cumplidos en los otros Estados Partes.
3. En caso de aplicación del Apartado precedente, la Entidad Gestora determinará, en primer lugar, el importe de la
prestación a que el interesado o sus familiares y asimilados tendrían derecho como si los períodos totalizados se

54
hubieran cumplido bajo su propia legislación, y a continuación fijará el importe de la prestación en proporción a los
períodos cumplidos exclusivamente bajo dicha legislación.
TÍTULO V
Presentación de solicitudes
ARTÍCULO 8
1. Para obtener la concesión de las prestaciones de acuerdo con lo establecido en el art. 7° precedente, los
trabajadores o sus familiares y asimilados deberán presentar una solicitud, en formulario especial, en el Organismo de
Enlace del Estado en que residan.
2. Los trabajadores o sus familiares y asimilados, residentes en el territorio de otro Estado, deberán dirigirse al
Organismo de Enlace del Estado Parte bajo cuya legislación el trabajador se encontraba asegurado en el último período
de seguro o cotización.
3. Sin perjuicio de lo establecido en el Apartado 1, las solicitudes dirigidas a las Autoridades Competentes o
Entidades Gestoras de cualquier Estado Parte donde el interesado acredite períodos de seguro o cotización o tenga su
residencia producirán los mismos efectos como si hubieran sido entregados al Organismo de Enlace previsto en los
Apartados precedentes. Las Autoridades Competentes o Entidades Gestoras receptoras serán obligadas a enviarlas, sin
demora, al Organismo de Enlace competente, informando las fechas en que las solicitudes fueron presentadas.
ARTÍCULO 9
1. Para el trámite de las solicitudes de las prestaciones pecuniarias, los Organismos de Enlace utilizarán un formulario
especial en el cual serán consignados, entre otros, los datos de afiliación del trabajador, o en su caso, de sus familiares y
asimilados conjuntamente con la relación y el resumen de los períodos de seguro o cotización cumplidos por el
trabajador en los Estados Partes.
2. El Organismo de Enlace del Estado donde se solicita la prestación evaluará, si fuera el caso, la incapacidad
temporal o permanente, emitiendo el certificado correspondiente, que acompañará los exámenes médico-periciales del
trabajador, o en su caso, de sus familiares y asimilados.
3. Los dictámenes médico-periciales del trabajador consignarán, entre otros datos, si la incapacidad temporal o
invalidez son consecuencia de accidente del trabajo o enfermedad profesional e indicarán la necesidad de rehabilitación
profesional.
4. El Organismo de Enlace del otro Estado se pronunciará sobre la solicitud, de conformidad con su respectiva
legislación, considerando los antecedentes médico-periciales practicados.
5. El Organismo de Enlace del Estado donde se solicita la prestación remitirá los formularios establecidos al
Organismo de Enlace del otro Estado.
ARTÍCULO 10
1. El Organismo de Enlace del otro Estado completará los formularios recibidos con las siguientes indicaciones:
a) períodos de seguro o cotización acreditados al trabajador bajo su propia legislación;
b) el importe de la prestación otorgada de acuerdo con lo previsto en el Apartado 3 del art. 7° del presente
Reglamento Administrativo.
2. El Organismo de Enlace señalado en el Apartado anterior remitirá los formularios debidamente completados al
Organismo de Enlace del Estado donde el trabajador solicitó la prestación.
ARTÍCULO 11
1. La resolución sobre la prestación solicitada por el trabajador o sus familiares y asimilados será notificada por la
Entidad Gestora de cada Estado Parte al domicilio de aquéllos, por medio del respectivo Organismo de Enlace.
2. Una copia de la resolución será notificada al Organismo del Enlace del otro Estado.
TÍTULO VI
Disposiciones finales
ARTÍCULO 12
Las Entidades Gestoras y los Organismos de Enlace de los Estados Partes deberán controlar la autenticidad de los
documentos presentados por el trabajador o sus familiares y asimilados.
ARTÍCULO 13
La Comisión Multilateral Permanente establecerá y aprobará los formularios de enlace necesarios para la aplicación
del Acuerdo y del Reglamento Administrativo. Dichos formularios de enlace deberán ser utilizados por las Entidades
Gestoras y Organismos de Enlace para comunicarse entre sí.
ARTÍCULO 14
El presente Reglamento Administrativo tendrá la misma duración del Acuerdo.

55
El presente Acuerdo será depositado ante el Gobierno de la República del Paraguay, el cual enviará copia
autenticada del mismo a los Gobiernos de los demás Estados Partes.
Hecho en Montevideo, a los quince días del mes de diciembre de 1997, en un original, en los idiomas portugués y
español, siendo ambos textos igualmente auténticos.

Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (A-
70)
PREÁMBULO Los Estados Parte en la presente Convención,
Reconociendo que el respeto irrestricto a los derechos humanos ha sido consagrado en la Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y reafirmado en otros
instrumentos internacionales y regionales;
Reiterando el propósito de consolidar, dentro del marco de las instituciones democráticas, un régimen de libertad
individual y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos fundamentales de la persona;
Teniendo en cuenta que, con arreglo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, solo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la
miseria, si se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales,
tanto como de sus derechos civiles y políticos; Reafirmando la universalidad, indivisibilidad, interdependencia e
interrelación de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, así como la obligación de eliminar todas las
formas de discriminación, en particular, la discriminación por motivos de edad; Resaltando que la persona mayor tiene
los mismos derechos humanos y libertades fundamentales que otras personas, y que estos derechos, incluido el de no
verse sometida a discriminación fundada en la edad ni a ningún tipo de violencia, dimanan de la dignidad y la igualdad
que son inherentes a todo ser humano;
Reconociendo que la persona, a medida que envejece, debe seguir disfrutando de una vida plena, independiente y
autónoma, con salud, seguridad, integración y participación activa en las esferas económica, social, cultural y política de
sus sociedades; Reconociendo también la necesidad de abordar los asuntos de la vejez y el envejecimiento desde una
perspectiva de derechos humanos que reconoce las valiosas contribuciones actuales y potenciales de la persona mayor
al bienestar común, a la identidad cultural, a la diversidad de sus comunidades, al desarrollo humano, social y
económico y a la erradicación de la pobreza;
Recordando lo establecido en los Principios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad (1991); la
Proclamación sobre el Envejecimiento (1992); la Declaración Política y el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre
el Envejecimiento (2002), así como los instrumentos regionales tales como la Estrategia Regional de implementación
para América Latina y el Caribe del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (2003); la
Declaración de Brasilia (2007), el Plan de Acción de la Organización Panamericana de la Salud sobre la salud de las
personas mayores, incluido el envejecimiento activo y saludable (2009), la Declaración de Compromiso de Puerto
España (2009) y la Carta de San José sobre los derechos de las personas mayores de América Latina y el Caribe
(2012);
Decididos a incorporar y dar prioridad al tema del envejecimiento en las políticas públicas, así como a destinar y
gestionar los recursos humanos, materiales y financieros para lograr una adecuada implementación y evaluación de las
medidas especiales puestas en práctica;
Reafirmando el valor de la solidaridad y complementariedad de la cooperación internacional y regional para promover
los derechos humanos y las libertades fundamentales de la persona mayor;
Respaldando activamente la incorporación de la perspectiva de género en todas las políticas y programas dirigidos a
hacer efectivos los derechos de la persona mayor y destacando la necesidad de eliminar toda forma de discriminación;
Convencidos de la importancia de facilitar la formulación y el cumplimiento de leyes y programas de prevención de
abuso, abandono, negligencia, maltrato y violencia contra la persona mayor, y la necesidad de contar con mecanismos
nacionales que protejan sus derechos humanos y libertades fundamentales; y Convencidos también de que la adopción
de una convención amplia e integral contribuirá significativamente a promover, proteger y asegurar el pleno goce y
ejercicio de los derechos de la persona mayor, y a fomentar un envejecimiento activo en todos los ámbitos,
Han convenido suscribir la presente Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores (en adelante, la "Convención"):
CAPÍTULO I
OBJETO, ÁMBITO DE APLICACIÓN Y DEFINICIONES
Artículo 1
Ámbito de aplicación y objeto
El objeto de la Convención es promover, proteger y asegurar el reconocimiento y el pleno goce y ejercicio, en
condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor, a fin de
contribuir a su plena inclusión, integración y participación en la sociedad.

56
Lo dispuesto en la presente Convención no se interpretará como una limitación a derechos o beneficios más amplios
o adicionales que reconozcan el derecho internacional o las legislaciones internas de los Estados Parte, a favor de la
persona mayor.
Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en esta Convención no estuviere ya garantizado por
disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Parte se comprometen a adoptar, con arreglo a sus
procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter
que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades.
Los Estados Parte solo podrán establecer restricciones y limitaciones al goce y ejercicio de los derechos establecidos
en la presente Convención mediante leyes promulgadas con el objeto de preservar el bienestar general dentro de una
sociedad democrática, en la medida en que no contradigan el propósito y razón de los mismos. Las disposiciones de la
presente Convención se aplicarán a todas las partes de los Estados federales sin limitaciones ni excepciones.
Artículo 2
Definiciones A los efectos de la presente Convención se entiende por:
"Abandono": la falta de acción deliberada o no para atender de manera integral las necesidades de una persona
mayor que ponga en peligro su vida o su integridad física, psíquica o moral.
"Cuidados paliativos": la atención y cuidado activo, integral e interdisciplinario de pacientes cuya enfermedad no
responde a un tratamiento curativo o sufren dolores evitables, a fin de mejorar su calidad de vida hasta el fin de sus días.
Implica una atención primordial al control del dolor, de otros síntomas y de los problemas sociales, psicológicos y
espirituales de la persona mayor. Abarcan al paciente, su entorno y su familia. Afirman la vida y consideran la muerte
como un proceso normal; no la aceleran ni retrasan.
"Discriminación": cualquier distinción, exclusión, restricción que tenga como objetivo o efecto anular o restringir el
reconocimiento, goce o ejercicio en igualdad de condiciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales en
la esfera política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública y privada.
"Discriminación múltiple": cualquier distinción, exclusión o restricción hacia la persona mayor fundada en dos o más
factores de discri­minación.
"Discriminación por edad en la vejez": cualquier distinción, exclusión o restricción basada en la edad que tenga como
objetivo o efecto anular o restringir el reconocimiento, goce o ejercicio en igualdad de condiciones de los derechos
humanos y libertades fundamentales en la esfera política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida
pública y privada.
"Envejecimiento": Proceso gradual que se desarrolla durante el curso de vida y que conlleva cambios biológicos,
fisiológicos, psico-sociales y funcionales de variadas consecuencias, las cuales se asocian con interacciones dinámicas
y permanentes entre el sujeto y su medio.
"Envejecimiento activo y saludable": Proceso por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, mental y
social, de participar en actividades sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas, y de contar con protección,
seguridad y atención, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable y la calidad de vida de todos los
individuos en la vejez, y permitirles así seguir contribuyendo activamente a sus familias, amigos, comunidades y
naciones. El concepto de envejecimiento activo y saludable se aplica tanto a individuos como a grupos de población.
"Maltrato": acción u omisión, única o repetida, contra una persona mayor que produce daño a su integridad física,
psíquica y moral y que vulnera el goce o ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales,
independientemente de que ocurra en una relación de confianza.
"Negligencia": error involuntario o falta no deliberada, incluido entre otros, el descuido, omisión, desamparo e
indefensión que le causa un daño o sufrimiento a una persona mayor, tanto en el ámbito público como privado, cuando
no se hayan tomado las precauciones normales necesarias de conformidad con las circunstancias. "Persona mayor":
aquella de 60 años o más, salvo que la ley interna determine una edad base menor o mayor, siempre que esta no sea
superior a los 65 años. Este concepto incluye, entre otros, el de persona adulta mayor.
"Persona mayor que recibe servicios de cuidado a largo plazo": aquella que reside temporal o permanentemente en
un establecimiento regulado sea público, privado o mixto, en el que recibe servicios socio-sanitarios integrales de
calidad, incluidas las residencias de larga estadía, que brindan estos servicios de atención por tiempo prolongado a la
persona mayor, con dependencia moderada o severa que no pueda recibir cuidados en su domicilio.
"Servicios socio-sanitarios integrados": beneficios y prestaciones institucionales para responder a las necesidades de
tipo sanitario y social de la persona mayor, con el objetivo de garantizar su dignidad y bienestar y promover su
independencia y autonomía. "Unidad doméstica u hogar": el grupo de personas que viven en una misma vivienda,
comparten las comidas principales y atienden en común las necesidades básicas, sin que sea necesario que existan
lazos de parentesco entre ellos.
"Vejez": construcción social de la última etapa del curso de vida.
CAPÍTULO II
PRINCIPIOS GENERALES
Artículo 3

57
Son principios generales aplicables a la Convención:
a) La promoción y defensa de los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor.
b) La valorización de la persona mayor, su papel en la sociedad y contribución al desarrollo.
c) La dignidad, independencia, protagonismo y autonomía de la persona mayor.
d) La igualdad y no discriminación.
e) La participación, integración e inclusión plena y efectiva en la sociedad.
f) El bienestar y cuidado.
g) La seguridad física, económica y social.
h) La autorrealización.
i) La equidad e igualdad de género y enfoque de curso de vida.
j) La solidaridad y fortalecimiento de la protección familiar y comunitaria.
k) El buen trato y la atención preferencial.
l) El enfoque diferencial para el goce efectivo de los derechos de la persona mayor.
m) El respeto y valorización de la diversidad cultural.
n) La protección judicial efectiva.
o) La responsabilidad del Estado y participación de la familia y de la comunidad en la integración activa, plena y
productiva de la persona mayor dentro de la sociedad, así como en su cuidado y atención, de acuerdo con su legislación
interna.
CAPÍTULO III
DEBERES GENERALES DE LOS ESTADOS PARTE
Artículo 4
Los Estados Parte se comprometen a salvaguardar los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona
mayor enunciados en la presente Convención, sin discriminación de ningún tipo, y a tal fin:
a) Adoptarán medidas para prevenir, sancionar y erradicar aquellas prácticas contrarias a la presente Convención,
tales como aislamiento, abandono, sujeciones físicas prolongadas, hacinamiento, expulsiones de la comunidad, la
negación de nutrición, infantilización, tratamientos médicos inadecuados o desproporcionados, entre otras, y todas
aquellas que constituyan malos tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes que atenten contra la seguridad e
integridad de la persona mayor. b) Adoptarán las medidas afirmativas y realizarán los ajustes razonables que sean
necesarios para el ejercicio de los derechos establecidos en la presente Convención y se abstendrán de adoptar
cualquier medida legislativa que sea incompatible con la misma. No se considerarán discriminatorias, en virtud de la
presente Convención, las medidas afirmativas y ajustes razonables que sean necesarios para acelerar o lograr la
igualdad de hecho de la persona mayor, así como para asegurar su plena integración social, económica, educacional,
política y cultural. Tales medidas afirmativas no deberán conducir al mantenimiento de derechos separados para grupos
distintos y no deberán perpetuarse más allá de un período razonable o después de alcanzado dicho objetivo.
c) Adoptarán y fortalecerán todas las medidas legislativas, administrativas, judiciales, presupuestarias y de cualquier
otra índole, incluido un adecuado acceso a la justicia a fin garantizar a la persona mayor un trato diferenciado y
preferencial en todos los ámbitos. d) Adoptarán las medidas necesarias y cuando lo consideren en el marco de la
cooperación internacional, hasta el máximo de los recursos disponibles y tomando en cuenta su grado de desarrollo, a
fin de lograr progresivamente, y de conformidad con la legislación interna, la plena efectividad de los derechos
económicos, sociales y culturales; sin perjuicio de las obligaciones que sean aplicables de inmediato en virtud del
derecho internacional.
e) Promoverán instituciones públicas especializadas en la protección y promoción de los derechos de la persona
mayor y su desarrollo integral.
f) Promoverán la más amplia participación de la sociedad civil y de otros actores sociales, en particular de la persona
mayor, en la elaboración, aplicación y control de políticas públicas y legislación dirigida a la implementación de la
presente Convención. g) Promoverán la recopilación de información adecuada, incluidos datos estadísticos y de
investigación, que le permitan formular y aplicar políticas, a fin de dar efecto a la presente Convención.
CAPÍTULO IV
DERECHOS PROTEGIDOS
Artículo 5
Igualdad y no discriminación por razones de edad
Queda prohibida por la presente Convención la discriminación por edad en la vejez.
Los Estados Parte desarrollarán enfoques específicos en sus políticas, planes y legislaciones sobre envejecimiento y
vejez, en relación con la persona mayor en condición de vulnerabilidad y aquellas que son víctimas de discriminación

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múltiple, incluidas las mujeres, las personas con discapacidad, las personas de diversas orientaciones sexuales e
identidades de género, las personas migrantes, las personas en situación de pobreza o marginación social, los
afrodescendientes y las personas pertenecientes a pueblos indígenas, las personas sin hogar, las personas privadas de
libertad, las personas pertenecientes a pueblos tradicionales, las personas pertenecientes a grupos étnicos, raciales,
nacionales, lingüísticos, religiosos y rurales, entre otros.
Artículo 6
Derecho a la vida y a la dignidad en la vejez
Los Estados Parte adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar a la persona mayor el goce efectivo del
derecho a la vida y el derecho a vivir con dignidad en la vejez hasta el fin de sus días, en igualdad de condiciones con
otros sectores de la población.
Los Estados Parte tomarán medidas para que las instituciones públicas y privadas ofrezcan a la persona mayor un
acceso no discriminatorio a cuidados integrales, incluidos los cuidados paliativos, eviten el aislamiento y manejen
apropiadamente los problemas relacionados con el miedo a la muerte de los enfermos terminales, el dolor, y eviten el
sufrimiento innecesario y las intervenciones fútiles e inútiles, de conformidad con el derecho de la persona mayor a
expresar el consentimiento informado.
Artículo 7
Derecho a la independencia y a la autonomía
Los Estados Parte en la presente Convención reconocen el derecho de la persona mayor a tomar decisiones, a la
definición de su plan de vida, a desarrollar una vida autónoma e independiente, conforme a sus tradiciones y creencias,
en igualdad de condiciones y a disponer de mecanismos para poder ejercer sus derechos. Los Estados Parte adoptarán
programas, políticas o acciones para facilitar y promover el pleno goce de estos derechos por la persona mayor,
propiciando su autorrealización, el fortalecimiento de todas las familias, de sus lazos familiares y sociales, y de sus
relaciones afectivas. En especial, asegurarán:
a) El respeto a la autonomía de la persona mayor en la toma de sus decisiones, así como a su independencia en la
realización de sus actos.
b) Que la persona mayor tenga la oportunidad de elegir su lugar de residencia y dónde y con quién vivir, en igualdad
de condiciones con las demás, y no se vea obligada a vivir con arreglo a un sistema de vida específico.
c) Que la persona mayor tenga acceso progresivamente a una variedad de servicios de asistencia domiciliaria,
residencial y otros servicios de apoyo de la comunidad, incluida la asistencia personal que sea necesaria para facilitar su
existencia y su inclusión en la comunidad, y para evitar su aislamiento o separación de ésta.
Artículo 8
Derecho a la participación e integración comunitaria
La persona mayor tiene derecho a la participación activa, productiva, plena y efectiva dentro de la familia, la
comunidad y la sociedad para su integración en todas ellas. Los Estados Parte adoptarán medidas para que la persona
mayor tenga la oportunidad de participar activa y productivamente en la comunidad, y pueda desarrollar sus capacidades
y potencialidades. A tal fin:
a) Crearán y fortalecerán mecanismos de participación e inclusión social de la persona mayor en un ambiente de
igualdad que permita erradicar los prejuicios y estereotipos que obstaculicen el pleno disfrute de estos derechos.
b) Promoverán la participación de la persona mayor en actividades intergeneracionales para fortalecer la solidaridad y
el apoyo mutuo como elementos claves del desarrollo social.
c) Asegurarán que las instalaciones y los servicios comunitarios para la población en general estén a disposición, en
igualdad de condiciones, de la persona mayor y tengan en cuenta sus necesidades.
Artículo 9
Derecho a la seguridad y a una vida sin ningún tipo de violencia
La persona mayor tiene derecho a la seguridad y a una vida sin ningún tipo de violencia, a recibir un trato digno y a
ser respetada y valorada, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la cultura, la religión, la opinión
política o de otra índole, el origen social, nacional, étnico, indígena e identidad cultural, la posición socio-económica,
discapacidad, la orientación sexual, el género, la identidad de género, su contribución económica o cualquier otra
condición.
La persona mayor tiene derecho a vivir una vida sin ningún tipo de violencia y maltrato. Para los efectos de esta
Convención, se entenderá por violencia contra la persona mayor cualquier acción o conducta que cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la persona mayor, tanto en el ámbito público como en el privado. Se entenderá
que la definición de violencia contra la persona mayor comprende, entre otros, distintos tipos de abuso, incluso el
financiero y patrimonial, y maltrato físico, sexual, psicológico, explotación laboral, la expulsión de su comunidad y toda
forma de abandono o negligencia que tenga lugar dentro o fuera del ámbito familiar o unidad doméstica o que sea
perpetrado o tolerado por el Estado o sus agentes dondequiera que ocurra.
Los Estados Parte se comprometen a:

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a) Adoptar medidas legislativas, administrativas y de otra índole para prevenir, investigar, sancionar y erradicar los
actos de violencia contra la persona mayor, así como aquellas que propicien la reparación de los daños ocasionados por
estos actos. b) Producir y divulgar información con el objetivo de generar diagnósticos de riesgo de posibles situaciones
de violencia a fin de desarrollar políticas de prevención. c) Promover la creación y el fortalecimiento de servicios de
apoyo para atender los casos de violencia, maltrato, abusos, explotación y abandono de la persona mayor. Fomentar el
acceso de la persona mayor a dichos servicios y a la información sobre los mismos.
d) Establecer o fortalecer mecanismos de prevención de la violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, dentro de
la familia, unidad doméstica, lugares donde recibe servicios de cuidado a largo plazo y en la sociedad para la efectiva
protección de los derechos de la persona mayor.
e) Informar y sensibilizar a la sociedad en su conjunto sobre las diversas formas de violencia contra la persona mayor
y la manera de identificarlas y prevenirlas. f) Capacitar y sensibilizar a funcionarios públicos, a los encargados de los
servicios sociales y de salud, al personal encargado de la atención y el cuidado de la persona mayor en los servicios de
cuidado a largo plazo o servicios domiciliarios sobre las diversas formas de violencia, a fin de brindarles un trato digno y
prevenir negligencia y acciones o prácticas de violencia y maltrato.
g) Desarrollar programas de capacitación dirigidos a los familiares y personas que ejerzan tareas de cuidado
domiciliario a fin de prevenir escenarios de violencia en el hogar o unidad doméstica.
h) Promover mecanismos adecuados y eficaces de denuncia en casos de violencia contra la persona mayor, así
como reforzar los mecanismos judiciales y administrativos para la atención de esos casos.
i) Promover activamente la eliminación de todas las prácticas que generan violencia y que afectan la dignidad e
integridad de la mujer mayor.
Artículo 10
Derecho a no ser sometido a tortura ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes La persona mayor tiene
derecho a no ser sometida a tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
Los Estados Parte tomarán todas las medidas de carácter legislativo, administrativo o de otra índole para prevenir,
investigar, sancionar y erradicar todo tipo de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes hacia la
persona mayor.
Artículo 11
Derecho a brindar consentimiento libre e informado en el ámbito de la salud
La persona mayor tiene el derecho irrenunciable a manifestar su consentimiento libre e informado en el ámbito de la
salud. La negación de este derecho constituye una forma de vulneración de los derechos humanos de la persona mayor.
Con la finalidad de garantizar el derecho de la persona mayor a manifestar su consentimiento informado de manera
previa, voluntaria, libre y expresa, así como a ejercer su derecho de modificarlo o revocarlo, en relación con cualquier
decisión, tratamiento, intervención o investigación, en el ámbito de la salud, los Estados Parte se comprometen a
elaborar y aplicar mecanismos adecuados y eficaces para impedir abusos y fortalecer la capacidad de la persona mayor
de comprender plenamente las opciones de tratamiento existentes, sus riesgos y beneficios.
Dichos mecanismos deberán asegurar que la información que se brinde sea adecuada, clara y oportuna, disponible
sobre bases no discriminatorias, de forma accesible y presentada de manera comprensible de acuerdo con la identidad
cultural, nivel educativo y necesidades de comunicación de la persona mayor.
Las instituciones públicas o privadas y los profesionales de la salud no podrán administrar ningún tratamiento,
intervención o investigación de carácter médico o quirúrgico sin el consentimiento informado de la persona mayor.
En los casos de emergencia médica que pongan en riesgo la vida y cuando no resulte posible obtener el
consentimiento informado, se podrán aplicar las excepciones establecidas de conformidad con la legislación nacional.
La persona mayor tiene derecho a aceptar, negarse a recibir o interrumpir voluntariamente tratamientos médicos o
quirúrgicos, incluidos los de la medicina tradicional, alternativa y complementaria, investigación, experimentos médicos o
científicos, ya sean de carácter físico o psíquico, y a recibir información clara y oportuna sobre las posibles
consecuencias y los riesgos de dicha decisión.
Los Estados Parte establecerán también un proceso a través del cual la persona mayor pueda manifestar de manera
expresa su voluntad anticipada e instrucciones respecto de las intervenciones en materia de atención de la salud,
incluidos los cuidados paliativos. En estos casos, esta voluntad anticipada podrá ser expresada, modificada o ampliada
en cualquier momento solo por la persona mayor, a través de instrumentos jurídicamente vinculantes, de conformidad
con la legislación nacional.
Artículo 12
Derechos de la persona mayor que recibe servicios de cuidado a largo plazo
La persona mayor tiene derecho a un sistema integral de cuidados que provea la protección y promoción de la salud,
cobertura de servicios sociales, seguridad alimentaria y nutricional, agua, vestuario y vivienda; promoviendo que la
persona mayor pueda decidir permanecer en su hogar y mantener su independencia y autonomía. Los Estados Parte
deberán diseñar medidas de apoyo a las familias y cuidadores mediante la introducción de servicios para quienes
realizan la actividad de cuidado de la persona mayor, teniendo en cuenta las necesidades de todas las familias y otras
formas de cuidados, así como la plena participación de la persona mayor, respetándose su opinión.

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Los Estados Parte deberán adoptar medidas tendientes a desarrollar un sistema integral de cuidados que tenga
especialmente en cuenta la perspectiva de género y el respeto a la dignidad e integridad física y mental de la persona
mayor.
Para garantizar a la persona mayor el goce efectivo de sus derechos humanos en los servicios de cuidado a largo
plazo, los Estados Parte se comprometen a:
a) Establecer mecanismos para asegurar que el inicio y término de servicios de cuidado de largo plazo estén sujetos
a la manifestación de la voluntad libre y expresa de la persona mayor.
b) Promover que dichos servicios cuenten con personal especializado que pueda ofrecer una atención adecuada e
integral y prevenir acciones o prácticas que puedan producir daño o agravar la condición existente.
c) Establecer un marco regulatorio adecuado para el funcionamiento de los servicios de cuidado a largo plazo que
permita evaluar y supervisar la situación de la persona mayor, incluyendo la adopción de medidas para:
i. Garantizar el acceso de la persona mayor a la información, en particular a sus expedientes personales, ya sean
físicos o digitales, y promover el acceso a los distintos medios de comunicación e información, incluidas las redes
sociales, así como informar a la persona mayor sobre sus derechos y sobre el marco jurídico y protocolos que rigen los
servicios de cuidado a largo plazo.
ii. Prevenir injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, familia, hogar o unidad doméstica, o cualquier otro
ámbito en el que se desenvuelvan, así como en su correspondencia o cualquier otro tipo de comunicación.
iii. Promover la interacción familiar y social de la persona mayor, teniendo en cuenta a todas las familias y sus
relaciones afectivas.
iv. Proteger la seguridad personal y el ejercicio de la libertad y movilidad de la persona mayor.
v. Proteger la integridad de la persona mayor y su privacidad e intimidad en las actividades que desarrolle,
particularmente en los actos de higiene personal.
d) Establecer la legislación necesaria, conforme a los mecanismos nacionales, para que los responsables y el
personal de servicios de cuidado a largo plazo respondan administrativa, civil y/o penalmente por los actos que
practiquen en detrimento de la persona mayor, según corresponda.
e) Adoptar medidas adecuadas, cuando corresponda, para que la persona mayor que se encuentre recibiendo
servicios de cuidado a largo plazo cuente con servicios de cuidados paliativos que abarquen al paciente, su entorno y su
familia.
Artículo 13
Derecho a la libertad personal
La persona mayor tiene derecho a la libertad y seguridad personal, independientemente del ámbito en el que se
desenvuelva.
Los Estados Parte asegurarán que la persona mayor disfrute del derecho a la libertad y seguridad personal y que la
edad en ningún caso justifique la privación o restricción arbitrarias de su libertad.
Los Estados Parte garantizarán que cualquier medida de privación o restricción de libertad será de conformidad con
la ley y asegurarán que la persona mayor que se vea privada de su libertad en razón de un proceso tenga, en igualdad
de condiciones con otros sectores de la población, derecho a garantías de conformidad con el derecho internacional de
los derechos humanos y a ser tratada de conformidad con los objetivos y principios de la presente Convención.
Los Estados Parte garantizarán el acceso de la persona mayor privada de libertad a programas especiales y atención
integral, incluidos los mecanismos de rehabilitación para su reinserción en la sociedad y, según corresponda,
promoverán medidas alternativas respecto a la privación de libertad, de acuerdo con sus ordenamientos jurídicos
internos.
Artículo 14
Derecho a la libertad de expresión y de opinión y al acceso a la información
La persona mayor tiene derecho a la libertad de expresión y opinión y al acceso a la información, en igualdad de
condiciones con otros sectores de la población y por los medios de su elección.
Los Estados Parte adoptarán medidas destinadas a garantizar a la persona mayor el ejercicio efectivo de dichos
derechos.
Artículo 15
Derecho a la nacionalidad y a la libertad de circulación
La persona mayor tiene derecho a la libertad de circulación, a la libertad para elegir su residencia y a poseer una
nacionalidad en igualdad de condiciones con los demás sectores de la población, sin discriminación por razones de
edad.
Los Estados Parte adoptarán medidas destinadas a garantizar a la persona mayor el ejercicio efectivo de dichos
derechos.
Artículo 16

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Derecho a la privacidad y a la intimidad
La persona mayor tiene derecho a la privacidad y a la intimidad y a no ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales
en su vida privada, familia, hogar o unidad doméstica, o cualquier ámbito en el que se desenvuelvan, así como en su
correspondencia o cualquier otro tipo de comunicación.
La persona mayor tiene derecho a no ser objeto de agresiones contra su dignidad, honor y reputación, y a la
privacidad en los actos de higiene o en las actividades que desarrolle, independientemente del ámbito en el que se
desenvuelva.
Los Estados Parte adoptarán las medidas necesarias para garantizar estos derechos, particularmente a la persona
mayor que recibe servicios de cuidado a largo plazo.
Artículo 17
Derecho a la seguridad social
Toda persona mayor tiene derecho a la seguridad social que la proteja para llevar una vida digna.
Los Estados Parte promoverán progresivamente, dentro de los recursos disponibles, que la persona mayor reciba un
ingreso para una vida digna a través de los sistemas de seguridad social y otros mecanismos flexibles de protección
social.
Los Estados Parte buscarán facilitar, mediante convenios institucionales, acuerdos bilaterales u otros mecanismos
hemisféricos, el reconocimiento de prestaciones, aportes realizados a la seguridad social o derechos de pensión de la
persona mayor migrante. Todo lo dispuesto en este artículo será de conformidad con la legislación nacional.
Artículo 18
Derecho al trabajo
La persona mayor tiene derecho al trabajo digno y decente y a la igualdad de oportunidades y de trato respecto de los
otros trabajadores, sea cual fuere su edad. Los Estados Parte adoptarán medidas para impedir la discriminación laboral
de la persona mayor. Queda prohibida cualquier distinción que no se base en las exigencias propias de la naturaleza del
cargo, de conformidad con la legislación nacional y en forma apropiada a las condiciones locales.
El empleo o la ocupación debe contar con las mismas garantías, beneficios, derechos laborales y sindicales, y ser
remunerado por el mismo salario aplicable a todos los trabajadores frente a iguales tareas y responsabilidades.
Los Estados Parte adoptarán las medidas legislativas, administrativas o de otra índole para promover el empleo
formal de la persona mayor y regular las distintas formas de autoempleo y el empleo doméstico, con miras a prevenir
abusos y garantizar una adecuada cobertura social y el reconocimiento del trabajo no remunerado.
Los Estados Parte promoverán programas y medidas que faciliten una transición gradual a la jubilación, para lo cual
podrán contar con la participación de las organizaciones representativas de empleadores y trabajadores y de otros
organismos interesados. Los Estados Parte promoverán políticas laborales dirigidas a propiciar que las condiciones, el
ambiente de trabajo, horarios y la organización de las tareas sean adecuadas a las necesidades y características de la
persona mayor.
Los Estados Parte alentarán el diseño de programas para la capacitación y certificación de conocimiento y saberes
para promover el acceso de la persona mayor a mercados laborales más inclusivos.
Artículo 19
Derecho a la salud
La persona mayor tiene derecho a su salud física y mental, sin ningún tipo de discriminación. Los Estados Parte
deberán diseñar e implementar políticas públicas intersectoriales de salud orientadas a una atención integral que incluya
la promoción de la salud, la prevención y la atención de la enfermedad en todas las etapas, y la rehabilitación y los
cuidados paliativos de la persona mayor a fin de propiciar el disfrute del más alto nivel de bienestar, físico, mental y
social. Para hacer efectivo este derecho, los Estados Parte se comprometen a tomar las siguientes medidas:
a) Asegurar la atención preferencial y el acceso universal, equitativo y oportuno en los servicios integrales de salud de
calidad basados en la atención primaria, y aprovechar la medicina tradicional, alternativa y complementaria, de
conformidad con la legislación nacional y con los usos y costumbres.
b) Formular, implementar, fortalecer y evaluar políticas públicas, planes y estrategias para fomentar un envejecimiento
activo y saludable.
c) Fomentar políticas públicas sobre salud sexual y reproductiva de la persona mayor. d) Fomentar, cuando
corresponda, la cooperación internacional en cuanto al diseño de políticas públicas, planes, estrategias y legislación, y el
intercambio de capacidades y recursos para ejecutar planes de salud para la persona mayor y su proceso de
envejecimiento. e) Fortalecer las acciones de prevención a través de las autoridades de salud y la prevención de
enfermedades, incluyendo la realización de cursos de educación, el conocimiento de las patologías y opinión informada
de la persona mayor en el tratamiento de enfermedades crónicas y otros problemas de salud.
f) Garantizar el acceso a beneficios y servicios de salud asequibles y de calidad para la persona mayor con
enfermedades no transmisibles y transmisibles, incluidas aquellas por transmisión sexual.
g) Fortalecer la implementación de políticas públicas orientadas a mejorar el estado nutricional de la persona mayor.

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h) Promover el desarrollo de servicios socio-sanitarios integrados especializados para atender a la persona mayor
con enfermedades que generan dependencia, incluidas las crónico-degenerativas, las demencias y la enfermedad de
Alzheimer.
i) Fortalecer las capacidades de los trabajadores de los servicios de salud, sociales y socio-sanitarios integrados y de
otros actores, en relación con la atención de la persona mayor, teniendo en consideración los principios contenidos en la
presente Convención. j) Promover y fortalecer la investigación y la formación académica profesional y técnica
especializada en geriatría, gerontología y cuidados paliativos.
k) Formular, adecuar e implementar, según la legislación vigente en cada país, políticas referidas a la capacitación y
aplicación de la medicina tradicional, alternativa y complementaria, en relación con la atención integral de la persona
mayor.
l) Promover las medidas necesarias para que los servicios de cuidados paliativos estén disponibles y accesibles para
la persona mayor, así como para apoyar a sus familias. m) Garantizar a la persona mayor la disponibilidad y el acceso a
los medicamentos reconocidos como esenciales por la Organización Mundial de la Salud, incluyendo los fiscalizados
necesarios para los cuidados paliativos.
n) Garantizar a la persona mayor el acceso a la información contenida en sus expedientes personales, sean físicos o
digitales.
o) Promover y garantizar progresivamente, y de acuerdo con sus capacidades, el acompañamiento y la capacitación
a personas que ejerzan tareas de cuidado de la persona mayor, incluyendo familiares, con el fin de procurar su salud y
bienestar.
Artículo 20
Derecho a la educación
La persona mayor tiene derecho a la educación en igualdad de condiciones con otros sectores de la población y sin
discriminación, en las modalidades definidas por cada uno de los Estados Parte, y a participar en los programas
educativos existentes en todos los niveles, y a compartir sus conocimientos y experiencias con todas las generaciones.
Los Estados Parte garantizarán el ejercicio efectivo del derecho a la educación de la persona mayor y se comprometen
a:
a) Facilitar a la persona mayor el acceso a programas educativos y de formación adecuados que permitan el acceso,
entre otros, a los distintos niveles del ciclo educativo, a programas de alfabetización y postalfabetización, formación
técnica y profesional, y a la educación permanente continua, en especial a los grupos en situación de vulnerabilidad.
b) Promover el desarrollo de programas, materiales y formatos educativos adecuados y accesibles para la persona
mayor que atiendan sus necesidades, preferencias, aptitudes, motivaciones e identidad cultural.
c) Adoptar las medidas necesarias para reducir y, progresivamente, eliminar las barreras y las dificultades de acceso
a los bienes y servicios educativos en el medio rural. d) Promover la educación y formación de la persona mayor en el
uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) para minimizar la brecha digital, generacional y
geográfica e incrementar la integración social y comunitaria.
e) Diseñar e implementar políticas activas para erradicar el analfabetismo de la persona mayor y, en especial, de las
mujeres y grupos en situación de vulnerabilidad. f) Fomentar y facilitar la participación activa de la persona mayor en
actividades educativas, tanto formales como no formales.
Artículo 21
Derecho a la cultura
La persona mayor tiene derecho a su identidad cultural, a participar en la vida cultural y artística de la comunidad, al
disfrute de los beneficios del progreso científico y tecnológico y de otros productos de la diversidad cultural, así como a
compartir sus conocimientos y experiencias con otras generaciones, en cualquiera de los contextos en los que se
desarrolle.
Los Estados Parte reconocerán, garantizarán y protegerán el derecho a la propiedad intelectual de la persona mayor,
en condiciones de igualdad con los demás sectores de la población y de acuerdo con la legislación interna y los
instrumentos internacionales adoptados en este ámbito.
Los Estados Parte promoverán las medidas necesarias para asegurar el acceso preferencial de la persona mayor a
los bienes y servicios culturales, en formatos y condiciones asequibles.
Los Estados Parte fomentarán programas culturales para que la persona mayor pueda desarrollar y utilizar su
potencial creativo, artístico e intelectual, para su beneficio y para el enriquecimiento de la sociedad como agente
transmisor de valores, conocimientos y cultura.
Los Estados Parte impulsarán la participación de las organizaciones de personas mayores en la planificación,
realización y divulgación de proyectos educativos y culturales. Los Estados Parte incentivarán, mediante acciones de
reconocimiento y estímulo, los aportes de la persona mayor a las diferentes expresiones artísticas y culturales.
Artículo 22
Derecho a la recreación, al esparcimiento y al deporte

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La persona mayor tiene derecho a la recreación, la actividad física, el esparcimiento y el deporte.
Los Estados Parte promoverán el desarrollo de servicios y programas de recreación, incluido el turismo, así como
actividades de esparcimiento y deportivas que tengan en cuenta los intereses y las necesidades de la persona mayor, en
particular de aquella que recibe servicios de cuidado a largo plazo, con el objeto de mejorar su salud y calidad de vida en
todas sus dimensiones y promover su autorrealización, independencia, autonomía e inclusión en la comunidad.
La persona mayor podrá participar en el establecimiento, gestión y evaluación de dichos servicios, programas o
actividades.
Artículo 23
Derecho a la propiedad
Toda persona mayor tiene derecho al uso y goce de sus bienes y a no ser privada de estos por motivos de edad. La
ley puede subordinar tal uso y goce al interés social. Ninguna persona mayor puede ser privada de sus bienes, excepto
mediante el pago de indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y según las
formas establecidas por la ley.
Los Estados Parte adoptarán todas las medidas necesarias para garantizarle a la persona mayor el ejercicio del
derecho a la propiedad, incluida la libre disposición de sus bienes, y para prevenir el abuso y la enajenación ilegal de su
propiedad. Los Estados Parte se comprometen a adoptar medidas para eliminar toda práctica administrativa o financiera
que discrimine a la persona mayor, principalmente a las mujeres mayores y a los grupos en situación de vulnerabilidad
respecto del ejercicio de su derecho a la propiedad.
Artículo 24
Derecho a la vivienda
La persona mayor tiene derecho a una vivienda digna y adecuada, y a vivir en entornos seguros, saludables,
accesibles y adaptables a sus preferencias y necesidades. Los Estados Parte deberán adoptar las medidas pertinentes
para promover el pleno goce de este derecho y facilitar que la persona mayor tenga acceso a servicios socio-sanitarios
integrados y servicios de cuidados domiciliarios que le permitan residir en su propio domicilio conforme a su voluntad.
Los Estados Parte deberán garantizar el derecho de la persona mayor a una vivienda digna y adecuada y adoptarán
políticas de promoción del derecho a la vivienda y el acceso a la tierra reconociendo las necesidades de la persona
mayor y la prioridad en la asignación a aquella que se encuentre en situación de vulnerabilidad. Asimismo, los Estados
Parte fomentarán progresivamente el acceso al crédito de vivienda u otras formas de financiamiento sin discriminación,
promoviendo, entre otros, la colaboración con el sector privado, la sociedad civil y otros actores sociales. Las políticas
deberán tener especialmente en cuenta:
a) La necesidad de construir o adaptar progresivamente soluciones habitacionales con el fin de que estas sean
arquitectónicamente adecuadas y accesibles a los adultos mayores con discapacidad y con impedimentos relacionados
con su movilidad.
b) Las necesidades específicas de la persona mayor, particularmente aquellas que viven solas, a través de subsidios
para el alquiler, apoyo a las renovaciones de la vivienda y otras medidas pertinentes, según la capacidad de los Estados
Parte. Los Estados Parte promoverán el establecimiento de procedimientos expeditos de reclamación y justicia en caso
de desalojos de personas mayores y adoptarán las medidas necesarias para protegerlas contra los desalojos forzosos
ilegales. Los Estados Parte deberán promover programas para la prevención de accidentes en el entorno y el hogar de
la persona mayor.
Artículo 25
Derecho a un medio ambiente sano
La persona mayor tiene derecho a vivir en un medio ambiente sano y a contar con servicios públicos básicos, a tal fin
los Estados Parte adoptarán las medidas pertinentes para salvaguardar y promover el ejercicio de este derecho, entre
ellas: a) Fomentar el desarrollo pleno de la persona mayor en armonía con la naturaleza. b) Garantizar el acceso de la
persona mayor en condiciones de igualdad a servicios públicos básicos de agua potable y saneamiento, entre otros.
Artículo 26
Derecho a la accesibilidad y a la movilidad personal
La persona mayor tiene derecho a la accesibilidad al entorno físico, social, económico y cultural, y a su movilidad
personal.
A fin de garantizar la accesibilidad y la movilidad personal de la persona mayor para que pueda vivir en forma
independiente y participar plenamente en todos los aspectos de la vida, los Estados Parte adoptarán de manera
progresiva medidas pertinentes para asegurar el acceso de la persona mayor, en igualdad de condiciones con las
demás, al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la
información y las comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas
urbanas como rurales. Estas medidas, que incluirán la identificación y eliminación de obstáculos y barreras de acceso,
se aplicarán, entre otras cosas, a:
a) Los edificios, las vías públicas, el transporte y otras instalaciones exteriores e interiores como centros educativos,
viviendas, instalaciones médicas y lugares de trabajo.

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b) Los servicios de información, comunicaciones y de otro tipo, incluidos los servicios electrónicos y de emergencia.
Los Estados Parte también adoptarán las medidas pertinentes para:
a) Desarrollar, promulgar y supervisar la aplicación de normas mínimas y directrices sobre la accesibilidad de las
instalaciones y los servicios abiertos al público o de uso público.
b) Asegurar que las entidades públicas y privadas que proporcionan instalaciones y servicios abiertos al público o de
uso público tengan en cuenta todos los aspectos de su accesibilidad para la persona mayor.
c) Ofrecer formación a todas las personas involucradas en los problemas de accesibilidad que enfrenta la persona
mayor.
d) Promover otras formas adecuadas de asistencia y apoyo a la persona mayor para asegurar su acceso a la
información.
e) Promover el acceso de la persona mayor a los nuevos sistemas y tecnologías de la información y las
comunicaciones, incluida Internet y que estas sean accesibles al menor costo posible.
f) Propiciar el acceso a tarifas preferenciales o gratuitas de los servicios de transporte público o de uso público a la
persona mayor.
g) Promover iniciativas en los servicios de transporte público o de uso público para que haya asientos reservados
para la persona mayor, los cuales deberán ser identificados con la señalización correspondiente.
h) Dotar a los edificios y otras instalaciones abiertas al público de señalización en formatos de fácil lectura,
comprensión y adecuados para la persona mayor.
Artículo 27
Derechos políticos
La persona mayor tiene derecho a la participación en la vida política y pública en igualdad de condiciones con los
demás y a no ser discriminados por motivo de edad. La persona mayor tiene derecho a votar libremente y ser elegido,
debiendo el Estado facilitar las condiciones y los medios para ejercer esos derechos.
Los Estados Parte garantizarán a la persona mayor una participación plena y efectiva en su derecho a voto y
adoptarán las siguientes medidas pertinentes para:
a) Garantizar que los procedimientos, instalaciones y materiales electorales sean adecuados, accesibles y fáciles de
entender y utilizar.
b) Proteger el derecho de la persona mayor a emitir su voto en secreto en elecciones y referendos públicos, sin
intimidación.
c) Garantizar la libre expresión de la voluntad de la persona mayor como elector y a este fin, cuando sea necesario y
con su consentimiento, permitir que una persona de su elección le preste asistencia para votar.
d) Crear y fortalecer mecanismos de participación ciudadana con el objeto de incorporar en los procesos de toma de
decisión en todos los niveles de Gobierno las opiniones, aportes y demandas de la persona mayor y de sus
agrupaciones y asociaciones.
Artículo 28
Derecho de reunión y de asociación
La persona mayor tiene derecho a reunirse pacíficamente y a formar libremente sus propias agrupaciones o
asociaciones, de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos.
A tal fin los Estados Parte se comprometen a:
a) Facilitar la creación y el reconocimiento legal de dichas agrupaciones o asociaciones, respetando su libertad de
iniciativa y prestándoles apoyo para su formación y desempeño de acuerdo con la capacidad de los Estados Parte.
b) Fortalecer las asociaciones de personas mayores y el desarrollo de liderazgos positivos que faciliten el logro de
sus objetivos y la difusión de los derechos enunciados en la presente Convención.
Artículo 29
Situaciones de riesgo y emergencias humanitarias
Los Estados Parte tomarán todas las medidas específicas que sean necesarias para garantizar la integridad y los
derechos de la persona mayor en situaciones de riesgo, incluidas situaciones de conflicto armado, emergencias
humanitarias y desastres, de conformidad con las normas de derecho internacional, en particular del derecho
internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Los Estados Parte adoptarán medidas
de atención específicas a las necesidades de la persona mayor en la preparación, prevención, reconstrucción y
recuperación en situaciones de emergencias, desastres o conflictos.
Los Estados Parte propiciarán que la persona mayor interesada participe en los protocolos de protección civil en caso
de desastres naturales.
Artículo 30

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Igual reconocimiento como persona ante la ley
Los Estados Parte reafirman que la persona mayor tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica.
Los Estados Parte reconocerán que la persona mayor tiene capacidad jurídica en igualdad de condiciones con las
demás en todos los aspectos de la vida. Los Estados Parte adoptarán las medidas pertinentes para proporcionar acceso
a la persona mayor al apoyo que puedan necesitar en el ejercicio de su capacidad jurídica. Los Estados Parte
asegurarán que en todas las medidas relativas al ejercicio de la capacidad jurídica se proporcionen salvaguardias
adecuadas y efectivas para impedir los abusos de conformidad con el derecho internacional en materia de derechos
humanos. Esas salvaguardias asegurarán que las medidas relativas al ejercicio de la capacidad jurídica respeten los
derechos, la voluntad y las preferencias de la persona mayor, que no haya conflicto de intereses ni influencia indebida,
que sean proporcionales y adaptadas a las circunstancias de la persona mayor, que se apliquen en el plazo más corto
posible y que estén sujetas a exámenes periódicos por parte de una autoridad o un órgano judicial competente,
independiente e imparcial. Las salvaguardias serán proporcionales al grado en que dichas medidas afecten a los
derechos e intereses de la persona mayor.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el presente artículo, los Estados Parte tomarán todas las medidas que sean
pertinentes y efectivas para garantizar el derecho de la persona mayor, en igualdad de condiciones con las demás, a ser
propietaria y heredar bienes, controlar sus propios asuntos económicos y tener acceso en igualdad de condiciones a
préstamos bancarios, hipotecas y otras modalidades de crédito financiero, y velarán por que la persona mayor no sea
privada de sus bienes de manera arbitraria.
Artículo 31
Acceso a la justicia
La persona mayor tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o
tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral,
fiscal o de cualquier otro carácter.
Los Estados Parte se comprometen a asegurar que la persona mayor tenga acceso efectivo a la justicia en igualdad
de condiciones con las demás, incluso mediante la adopción de ajustes de procedimiento en todos los procesos
judiciales y administrativos en cualquiera de sus etapas.
Los Estados Parte se comprometen a garantizar la debida diligencia y el tratamiento preferencial a la persona mayor
para la tramitación, resolución y ejecución de las decisiones en procesos administrativos y judiciales.
La actuación judicial deberá ser particularmente expedita en casos en que se encuentre en riesgo la salud o la vida
de la persona mayor.
Asimismo, los Estados Parte desarrollarán y fortalecerán políticas públicas y programas dirigidos a promover:
a) Mecanismos alternativos de solución de controversias.
b) Capacitación del personal relacionado con la administración de justicia, incluido el personal policial y penitenciario,
sobre la protección de los derechos de la persona mayor.
CAPÍTULO V
TOMA DE CONCIENCIA
Artículo 32
Los Estados Parte acuerdan:
a) Adoptar medidas para lograr la divulgación y capacitación progresiva de toda la sociedad sobre la presente
Convención.
b) Fomentar una actitud positiva hacia la vejez y un trato digno, respetuoso y considerado hacia la persona mayor y,
sobre la base de una cultura de paz, impulsar acciones de divulgación, promoción de los derechos y empoderamiento de
la persona mayor, así como evitar el lenguaje e imágenes estereotipadas sobre la vejez.
c) Desarrollar programas para sensibilizar a la población sobre el proceso de envejecimiento y sobre la persona
mayor, fomentando la participación de ésta y de sus organizaciones en el diseño y formulación de dichos programas.
d) Promover la inclusión de contenidos que propicien la compresión y aceptación de la etapa del envejecimiento en
los planes y programas de estudios de los diferentes niveles educativos, así como en las agendas académicas y de
investigación.
e) Promover el reconocimiento de la experiencia, la sabiduría, la productividad y la contribución al desarrollo que la
persona mayor brinda a la sociedad en su conjunto.
CAPÍTULO VI
MECANISMO DE SEGUIMIENTO DE LA CONVENCIÓN Y MEDIOS DE PROTECCIÓN
Artículo 33
Mecanismo de Seguimiento

66
Con el fin de dar seguimiento a los compromisos adquiridos y promover la efectiva implementación de la presente
Convención se establece un mecanismo de seguimiento integrado por una Conferencia de Estados Parte y un Comité de
Expertos. El Mecanismo de Seguimiento quedará constituido cuando se haya recibido el décimo instrumento de
ratificación o adhesión.
Las funciones de la secretaría del Mecanismo de Seguimiento serán ejercidas por la Secretaría General de la
Organización de los Estados Americanos.
Artículo 34
Conferencia de Estados Parte
La Conferencia de Estados Parte es el órgano principal del Mecanismo de Seguimiento, está integrada por los
Estados Parte en la Convención y tiene, entre otras, las siguientes funciones:
a) Dar seguimiento al avance de los Estados Parte en el cumplimiento de los compromisos emanados de la presente
Convención.
b) Elaborar su reglamento y aprobarlo por mayoría absoluta.
c) Dar seguimiento a las actividades desarrolladas por el Comité de Expertos y formular recomendaciones con el
objetivo de mejorar el funcionamiento, las reglas y procedimientos de dicho Comité.
d) Recibir, analizar y evaluar las recomendaciones del Comité de Expertos y formular las observaciones pertinentes.
e) Promover el intercambio de experiencias, buenas prácticas y la cooperación técnica entre los Estados Parte con
miras a garantizar la efectiva implementación de la presente Convención.
f) Resolver cualquier asunto relacionado con el funcionamiento del Mecanismo de Seguimiento. El Secretario General
de la Organización de los Estados Americanos convocará la primera reunión de la Conferencia de Estados Parte dentro
de los noventa días de haberse constituido el Mecanismo de Seguimiento. La primera reunión de la Conferencia será
celebrada en la sede de la Organización, a menos que un Estado Parte ofrezca la sede, para aprobar su reglamento y
metodología de trabajo, así como para elegir a sus autoridades. Dicha reunión será presidida por un representante del
Estado que deposite el primer instrumento de ratificación o adhesión de la presente Convención. Las reuniones
ulteriores serán convocadas por el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos a solicitud de
cualquier Estado Parte, con la aprobación de dos tercios de los mismos. En ellas podrán participar como observadores
los demás Estados Miembros de la Organización.
Artículo 35
Comité de Expertos
El Comité estará integrado por expertos designados por cada uno de los Estados Parte en la Convención. El quórum
para sesionar será establecido en su reglamento. El Comité de Expertos tiene las siguientes funciones:
a) Colaborar en el seguimiento al avance de los Estados Parte en la implementación de la presente Convención,
siendo responsable del análisis técnico de los informes periódicos presentados por los Estados Parte. A tales efectos,
los Estados Parte se comprometen a presentar un informe al Comité de Expertos con relación al cumplimiento de las
obligaciones contenidas en la presente Convención, dentro del año siguiente de haberse realizado la primera reunión.
De allí en adelante, los Estados Parte presentarán informes cada cuatro años.
b) Presentar recomendaciones para el cumplimiento progresivo de la Convención sobre la base de los informes
presentados por los Estados Parte de conformidad con el tema objeto de análisis.
c) Elaborar y aprobar su propio reglamento en el marco de las funciones establecidas en el presente artículo.
El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos convocará la primera reunión del Comité de
Expertos dentro de los noventa días de haberse constituido el Mecanismo de Seguimiento. La primera reunión del
Comité de Expertos será celebrada en la sede de la Organización, a menos que un Estado Parte ofrezca la sede, para
aprobar su reglamento y metodología de trabajo, así como para elegir a sus autoridades. Dicha reunión será presidida
por un representante del Estado que deposite el primer instrumento de ratificación o adhesión de la presente
Convención. El Comité de Expertos tendrá su sede en la Organización de los Estados Americanos.
Artículo 36
Sistema de peticiones individuales
Cualquier persona o grupo de personas, o entidad no gubernamental legalmente reconocida en uno o más Estados
Miembros de la Organización de los Estados Americanos, puede presentar a la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos peticiones que contengan denuncias o quejas de violación de alguno de los artículos de la presente
Convención por un Estado Parte.
Para el desarrollo de lo previsto en el presente artículo se tendrá en cuenta la naturaleza progresiva de la vigencia de
los derechos económicos, sociales y culturales objeto de protección por la presente Convención.
Asimismo, todo Estado Parte puede, en el momento del depósito de su instrumento de ratificación o de adhesión a la
presente Convención, o en cualquier momento posterior, declarar que reconoce la competencia de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos para recibir y examinar las comunicaciones en que un Estado Parte alegue que
otro Estado Parte ha incurrido en violaciones de los derechos humanos establecidos en la presente Convención. En

67
dicho caso, se aplicarán todas las normas de procedimiento pertinentes contenidas en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
Los Estados Parte podrán formular consultas a la Comisión en cuestiones relacionadas con la efectiva aplicación de
la presente Convención. Asimismo, podrán solicitar a la Comisión asesoramiento y cooperación técnica para asegurar la
aplicación efectiva de cualquiera de las disposiciones de la presente Convención. La Comisión, dentro de sus
posibilidades, les brindará asesoramiento y asistencia cuando le sean solicitados.
Todo Estado Parte puede, en el momento del depósito de su instrumento de ratificación o de adhesión a la presente
Convención, o en cualquier momento posterior, declarar que reconoce como obligatoria y de pleno derecho y sin
acuerdo especial la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre todos los casos relativos a la
interpretación o aplicación de la presente Convención. En dicho caso, se aplicarán todas las normas de procedimiento
pertinentes contenidas en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
CAPÍTULO VII
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 37
Firma, ratificación, adhesión y entrada en vigor
La presente Convención está abierta a la firma, ratificación y adhesión por parte de todos los Estados Miembros de la
Organización de los Estados Americanos. Después de que entre en vigor, todos los Estados Miembros de la
Organización que no la hayan firmado estarán en posibilidad de adherirse a la Convención.
Esta Convención está sujeta a ratificación por parte de los Estados signatarios de acuerdo con sus respectivos
procedimientos constitucionales. Los instrumentos de ratificación o adhesión se depositarán en la Secretaría General de
la Organización de los Estados Americanos.
La presente Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha en que se haya depositado el segundo
instrumento de ratificación o adhesión en la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos.
Para cada Estado que ratifique o se adhiera a la presente Convención después de que haya sido depositado el
segundo instrumento de ratificación o adhesión, la Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha en
que tal Estado haya depositado el instrumento correspondiente.
Artículo 38
Reservas Los Estados Parte podrán formular reservas a la Convención en el momento de su firma, ratificación o
adhesión, siempre que no sean incompatibles con el objeto y fin de la Convención y versen sobre una o más de sus
disposiciones específicas.
Artículo 39
Denuncia La Convención permanecerá en vigor indefinidamente, pero cualquiera de los Estados Parte podrá
denunciarla mediante notificación escrita dirigida al Secretario General de la Organización de los Estados Americanos.
Transcurrido un año contado a partir de la fecha de depósito del instrumento de denuncia, la Convención cesará en sus
efectos para dicho Estado, permaneciendo en vigor para los demás Estados Parte. La denuncia no eximirá al Estado
Parte de las obligaciones impuestas por la presente Convención con respecto a toda acción u omisión ocurrida antes de
la fecha en que la denuncia haya entrado en vigor.
Artículo 40
Depósito El instrumento original de la Convención, cuyos textos en español, francés, inglés y portugués son
igualmente auténticos, será depositado en la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos, la que
enviará copia certificada de su texto para su registro y publicación a la Secretaría de las Naciones Unidas, de
conformidad con el artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas.
Artículo 41
Enmiendas Cualquier Estado Parte puede someter a la Conferencia de Estados Parte propuestas de enmiendas a
esta Convención.
Las enmiendas entrarán en vigor para los Estados ratificantes de las mismas en la fecha en que dos tercios de los
Estados Parte hayan depositado el respectivo instrumento de ratificación. En cuanto al resto de los Estados Parte,
entrarán en vigor en la fecha en que depositen sus respectivos instrumentos de ratificación.

Convenio OIT 102 relativo a la norma mínima de la seguridad social


Preámbulo
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, y congregada en
dicha ciudad el 4 junio 1952 en su trigésima quinta reunión;

68
Después de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas a la norma mínima de seguridad social, cuestión
que constituye el quinto punto del orden del día, y
Después de haber decidido que dichas proposiciones revistan la forma de un convenio internacional, adopta, con
fecha veintiocho de junio de mil novecientos cincuenta y dos, el siguiente Convenio, que podrá ser citado como el
Convenio sobre la seguridad social (norma mínima), 1952:
Parte I. Disposiciones Generales
Artículo 1
1. A los efectos del presente Convenio:
(a) el término prescrito significa determinado por la legislación nacional o en virtud de la misma;
(b) el término residencia significa la residencia habitual en el territorio del Miembro, y el término residente designa la
persona que reside habitualmente en el territorio del Miembro;
(c) la expresión la cónyuge designa la cónyuge que está a cargo de su marido;
(d) el término viuda designa la cónyuge que estaba a cargo de su marido en el momento de su fallecimiento;
(e) el término hijo designa un hijo en la edad de asistencia obligatoria a la escuela o el que tiene menos de quince
años, según pueda ser prescrito;
(f) la expresión período de calificación significa un período de cotización, un período de empleo, un período de
residencia o cualquier combinación de los mismos, según pueda ser prescrito.
2. A los efectos de los arts. 10, 34 y 49, el término prestaciones significa sea prestaciones directas en forma de
asistencia o prestaciones indirectas consistentes en un reembolso de los gastos hechos por la persona interesada.
Artículo 2
Todo Miembro para el cual esté en vigor este Convenio deberá:
(a) aplicar:
(i) la parte I;
(ii) tres, por lo menos, de las partes II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX y X, que comprendan, por lo menos, una de las partes
IV, V, VI, IX y X;
(iii) las disposiciones correspondientes de las partes XI, XII, y XIII;
(iv) la parte XIV; y
(b) especificar en la ratificación cuáles son, de las partes II a X, aquellas respecto de las cuales acepta las
obligaciones del Convenio.
Artículo 3
1. Todo Miembro cuya economía y cuyos recursos médicos estén insuficientemente desarrollados podrá acogerse,
mediante una declaración anexa a su ratificación —si las autoridades competentes lo desean, y durante todo el tiempo
que lo consideren necesario—, a las excepciones temporales que figuran en los artículos siguientes: 9, d); 12, 2; 15, d);
18, 2; 21, c); 27, d); 33, b); 34, 3; 41, d); 48, c); 55, d), y 61, d).
2. Todo Miembro que haya formulado una declaración de conformidad con el párrafo 1 del presente artículo deberá
incluir, en la memoria anual sobre la aplicación del Convenio que habrá de presentar, en virtud del art. 22 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, una declaración con respecto a cada una de las excepciones
a que se haya acogido, en la cual exponga:
(a) las razones por las cuales continúa acogiéndose a dicha excepción; o
(b) que renuncia, a partir de una fecha determinada, a acogerse a dicha excepción.
Artículo 4
1. Todo Miembro que haya ratificado el presente Convenio podrá notificar ulteriormente al Director General de la
Oficina Internacional del Trabajo que acepta las obligaciones del Convenio respecto de una o varias de las partes II a X
que no hubiera especificado ya en su ratificación.
2. Las obligaciones previstas en el párrafo 1 del presente artículo se considerarán parte integrante de la ratificación y
producirán sus efectos desde la fecha de su notificación.
Artículo 5
Cuando, a los efectos del cumplimiento de cualquiera de las partes II a X de este Convenio que hubieren sido
mencionadas en su ratificación, un Miembro esté obligado a proteger a categorías prescritas de personas que en total
constituyan por lo menos un porcentaje determinado de asalariados o de residentes, dicho Miembro deberá cerciorarse
de que el porcentaje correspondiente ha sido alcanzado, antes de comprometerse a cumplir dicha parte.
Artículo 6

69
A los efectos del cumplimiento de las partes II, III, IV, V, VIII (en lo que se relaciona con la asistencia médica), IX o X
de este Convenio, todo Miembro podrá tener en cuenta la protección resultante de aquellos seguros que en virtud de la
legislación nacional no sean obligatorios para las personas protegidas, cuando dichos seguros:
(a) estén controlados por las autoridades públicas o administrados conjuntamente por los empleadores y los
trabajadores, de conformidad con normas prescritas;
(b) cubran una parte apreciable de las personas cuyas ganancias no excedan de las de un trabajador calificado de
sexo masculino;
(c) cumplan, juntamente con las demás formas de protección, cuando fuere apropiado, las disposiciones
correspondientes del Convenio.
Parte II. Asistencia Médica
Artículo 7
Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio deberá garantizar a las personas protegidas la
concesión, cuando su estado lo requiera, de asistencia médica, de carácter preventivo o curativo, de conformidad con
los artículos siguientes de esta parte.
Artículo 8
La contingencia cubierta deberá comprender todo estado mórbido cualquiera que fuere su causa, el embarazo, el
parto y sus consecuencias.
Artículo 9
Las personas protegidas deberán comprender:
(a) sea a categorías prescritas de asalariados que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los
asalariados, así como a las cónyuges y a los hijos de los miembros de esas categorías;
(b) sea a categorías prescritas de la población económicamente activa que en total constituyan, por lo menos, el 20
por ciento de todos los residentes, así como a las cónyuges y a los hijos de los miembros de esas categorías;
(c) sea a categorías prescritas de residentes que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los
residentes;
(d) o bien, cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3, a categorías prescritas de asalariados que
en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de los asalariados que trabajen en empresas industriales en las que
estén empleadas, como mínimo, veinte personas, así como a las cónyuges y a los hijos de los asalariados de esas
categorías.
Artículo 10
1. Las prestaciones deberán comprender, por lo menos:
(a) en caso de estado mórbido:
(i) la asistencia médica general, comprendida la visita a domicilio;
(ii) la asistencia por especialistas, prestada en hospitales a personas hospitalizadas o no hospitalizadas, y la
asistencia que pueda ser prestada por especialistas fuera de los hospitales;
(iii) el suministro de productos farmacéuticos esenciales recetados por médicos u otros profesionales calificados; y
(iv) la hospitalización, cuando fuere necesaria; y
(b) en caso de embarazo, parto y sus consecuencias;
(i) la asistencia prenatal, la asistencia durante el parto y la asistencia puerperal prestada por un médico o por una
comadrona diplomada; y
(ii) la hospitalización, cuando fuere necesaria.
2. El beneficiario o su sostén de familia podrá ser obligado a participar en los gastos de asistencia médica recibida por
él mismo en caso de estado mórbido; la participación del beneficiario o del sostén de familia deberá reglamentarse de
manera tal que no entrañe un gravamen excesivo.
3. La asistencia médica prestada de conformidad con este artículo tendrá por objeto conservar, restablecer o mejorar
la salud de la persona protegida, así como su aptitud para el trabajo y para hacer frente a sus necesidades personales.
4. Los departamentos gubernamentales o las instituciones que concedan las prestaciones deberán estimular a las
personas protegidas, por cuantos medios puedan ser considerados apropiados, para que utilicen los servicios generales
de salud puestos a su disposición por las autoridades públicas o por otros organismos reconocidos por las autoridades
públicas.
Artículo 11
Las prestaciones mencionadas en el art. 10 deberán garantizarse, en la contingencia cubierta, por lo menos a las
personas protegidas que hayan cumplido el período de calificación que se considere necesario para evitar abusos, o a
los miembros de las familias cuyo sostén haya cumplido dicho período.

70
Artículo 12
1. Las prestaciones mencionadas en el art. 10 deberán concederse durante todo el transcurso de la contingencia
cubierta, si bien, en caso de estado mórbido, la duración de las prestaciones podrá limitarse a veintiséis semanas en
cada caso; ahora bien, las prestaciones no podrán suspenderse mientras continúe pagándose una prestación monetaria
de enfermedad, y deberán adoptarse disposiciones que permitan la extensión del límite antes mencionado, cuando se
trate de enfermedades determinadas por la legislación nacional para las que se reconozca la necesidad de una
asistencia prolongada.
2. Cuando se formule una declaración en virtud del art. 3, la duración de las prestaciones podrá limitarse a trece
semanas en cada caso.
Parte III. Prestaciones Monetarias de Enfermedad
Artículo 13
Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio deberá garantizar la concesión de prestaciones
monetarias de enfermedad a las personas protegidas, de conformidad con los artículos siguientes de esta parte.
Artículo 14
La contingencia cubierta deberá comprender la incapacidad para trabajar, resultante de un estado mórbido, que
entrañe la suspensión de ganancias según la defina la legislación nacional.
Artículo 15
Las personas protegidas deberán comprender:
(a) sea a categorías prescritas de asalariados que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los
asalariados;
(b) sea a categorías prescritas de la población económicamente activa que en total constituyan, por lo menos, el 20
por ciento de todos los residentes;
(c) sea a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de límites prescritos de
conformidad con las disposiciones del art. 67;
(d) o bien, cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3, a categorías prescritas de asalariados que
en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los asalariados que trabajen en empresas industriales en las
que estén empleadas, como mínimo, veinte personas.
Artículo 16
1. Cuando la protección comprenda a categorías de asalariados o a categorías de la población económicamente
activa, la prestación consistirá en un pago periódico calculado de conformidad con las disposiciones del art. 65 o con las
del art. 66.
2. Cuando la protección comprenda a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de
límites prescritos, la prestación consistirá en un pago periódico calculado de conformidad con las disposiciones del art.
67.
Artículo 17
La prestación mencionada en el art. 16 deberá garantizarse, en la contingencia cubierta, por lo menos a las personas
protegidas que hayan cumplido el período de calificación que se considere necesario para evitar abusos.
Artículo 18
1. La prestación mencionada en el art. 16 deberá concederse durante todo el transcurso de la contingencia, a reserva
de que su duración podrá limitarse a veintiséis semanas en cada caso de enfermedad, con la posibilidad de no pagarse
la prestación por los tres primeros días de suspensión de ganancias.
2. Cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3°, la duración de la prestación podrá limitarse:
(a) sea a un período tal que el número total de días por los cuales se conceda la prestación en el transcurso de un
año no sea inferior a diez veces el promedio de personas protegidas durante dicho año;
(b) o bien trece semanas por cada caso de enfermedad, con la posibilidad de no pagarse la prestación por los tres
primeros días de suspensión de ganancias.
Parte IV. Prestaciones de Desempleo
Artículo 19
Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio deberá garantizar a las personas protegidas la
concesión de prestaciones de desempleo, de conformidad con los artículos siguientes de esta parte.
Artículo 20
La contingencia cubierta deberá comprender la suspensión de ganancias, según la define la legislación nacional,
ocasionada por la imposibilidad de obtener un empleo conveniente en el caso de una persona protegida que sea apta
para trabajar y esté disponible para el trabajo.

71
Artículo 21
Las personas protegidas deberán comprender:
(a) sea a categorías prescritas de asalariados que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los
asalariados;
(b) sea a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de límites prescritos de
conformidad con las disposiciones del artículo 67;
(c) o bien, cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3°, a categorías prescritas de asalariados que
en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los asalariados que trabajen en empresas industriales en las
que estén empleadas, como mínimo, veinte personas.
Artículo 22
1. Cuando la protección comprenda a categorías de asalariados, dicha prestación consistirá en un pago periódico
calculado de conformidad con las disposiciones del art. 65 o con las del art. 66.
2. Cuando la protección comprenda a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de
límites prescritos, la prestación consistirá en un pago periódico calculado de conformidad con las disposiciones del art.
67.
Artículo 23
La prestación mencionada en el art. 22 deberá garantizarse, en la contingencia cubierta, por lo menos a las personas
protegidas que hayan cumplido el período de calificación que se considere necesario para evitar abusos.
Artículo 24
1. La prestación mencionada en el art. 22 deberá concederse durante todo el transcurso de la contingencia, pero su
duración podrá limitarse:
(a) cuando la protección comprenda a categorías de asalariados, a trece semanas en el transcurso de un período de
doce meses;
(b) cuando la protección comprenda a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de
límites prescritos, a veintiséis semanas en el transcurso de un período de doce meses.
2. Cuando la legislación nacional establezca que la duración de la prestación variará de conformidad con el período
de cotización o de conformidad con las prestaciones recibidas anteriormente en el transcurso de un período prescrito, o
con ambos factores a la vez, las disposiciones del apartado a) del párrafo 1 se considerarán cumplidas si el promedio de
duración de la prestación comprende, por lo menos, trece semanas en el transcurso de un período de doce meses.
3. La prestación podrá no ser pagada por un período de espera fijado en los siete primeros días en cada caso de
suspensión de ganancias, contando como parte del mismo caso de suspensión de ganancias los días de desempleo
antes y después de un empleo temporal que no exceda de una duración prescrita.
4. Cuando se trate de trabajadores de temporada, la duración de la prestación y el período de espera podrán
adaptarse a las condiciones de empleo.
Parte V. Prestaciones de Vejez
Artículo 25
Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio deberá garantizar a las personas protegidas la
concesión de prestaciones de vejez, de conformidad con los artículos siguientes de esta parte.
Artículo 26
1. La contingencia cubierta será la supervivencia más allá de una edad prescrita.
2. La edad prescrita no deberá exceder de sesenta y cinco años. Sin embargo, la autoridad competente podrá fijar
una edad más elevada, teniendo en cuenta la capacidad de trabajo de las personas de edad avanzada en el país de que
se trate.
3. La legislación nacional podrá suspender la prestación si la persona que habría tenido derecho a ella ejerce ciertas
actividades remuneradas prescritas, o podrá reducir las prestaciones contributivas cuando las ganancias del beneficiario
excedan de un valor prescrito, y las prestaciones no contributivas, cuando las ganancias del beneficiario, o sus demás
recursos, o ambos conjuntamente, excedan de un valor prescrito.
Artículo 27
Las personas protegidas deberán comprender:
(a) sea a categorías prescritas de asalariados que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los
asalariados;
(b) sea a categorías prescritas de la población económicamente activa que en total constituyan, por lo menos, el 20
por ciento de todos los residentes;
(c) sea a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de límites prescritos, de
conformidad con las disposiciones del art. 67;

72
(d) o bien, cuando se haya formulado una declaración, en virtud del art. 3°, a categorías prescritas de asalariados que
en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los asalariados que trabajen en empresas industriales en las
que estén empleadas, como mínimo, veinte personas.
Artículo 28
La prestación consistirá en un pago periódico, calculado en la forma siguiente:
(a) cuando la protección comprenda a categorías de asalariados o a categorías de la población económicamente
activa, de conformidad con las disposiciones del art. 65 o con las del art. 66;
(b) cuando la protección comprenda a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de
límites prescritos, de conformidad con las disposiciones del art. 67.
Artículo 29
1. La prestación mencionada en el art. 28 deberá garantizarse, en la contingencia cubierta, por lo menos:
(a) a las personas protegidas que hayan cumplido, antes de la contingencia, de conformidad con reglas prescritas, un
período de calificación que podrá consistir en treinta años de cotización o de empleo, o en veinte años de residencia;
(b) cuando en principio estén protegidas todas las personas económicamente activas, a las personas protegidas que
hayan cumplido un período de calificación prescrito de cotización y en nombre de las cuales se hayan pagado, durante el
período activo de su vida, cotizaciones cuyo promedio anual alcance una cifra prescrita.
2. Cuando la concesión de la prestación mencionada en el párrafo 1 esté condicionada al cumplimiento de un período
mínimo de cotización o de empleo, deberá garantizarse una prestación reducida, por lo menos:
(a) a las personas protegidas que hayan cumplido, antes de la contingencia, de conformidad con reglas prescritas, un
período de calificación de quince años de cotización o de empleo; o
(b) cuando en principio estén protegidas todas las personas económicamente activas, a las personas protegidas que
hayan cumplido un período de calificación prescrito de cotización y en nombre de las cuales se haya pagado, durante el
período activo de su vida, la mitad del promedio anual de cotizaciones prescrito a que se refiere el apartado b) del
párrafo 1 del presente artículo.
3. Las disposiciones del párrafo 1 del presente artículo se considerarán cumplidas cuando se garantice una
prestación calculada de conformidad con la parte XI, pero según un porcentaje inferior en diez unidades al indicado en el
cuadro anexo a dicha parte para el beneficiario tipo, por lo menos a las personas que hayan cumplido, de conformidad
con reglas prescritas, diez años de cotización o de empleo, o cinco años de residencia.
4. Podrá efectuarse una reducción proporcional del porcentaje indicado en el cuadro anexo a la parte XI cuando el
período de calificación correspondiente a la prestación del porcentaje reducido sea superior a diez años de cotización o
de empleo, pero inferior a treinta años de cotización o de empleo. Cuando dicho período de calificación sea superior a
quince años se concederá una pensión reducida, de conformidad con el párrafo 2 del presente artículo.
5. Cuando la concesión de la prestación mencionada en los párrafos 1, 3 o 4 del presente artículo esté condicionada
al cumplimiento de un período mínimo de cotización o de empleo, deberá garantizarse una prestación reducida, en las
condiciones prescritas, a las personas protegidas que, por el solo hecho de la edad avanzada a que hubieren llegado
cuando las disposiciones que permitan aplicar esta parte del Convenio se hayan puesto en vigor, no hayan podido
cumplir las condiciones prescritas de conformidad con el párrafo 2 del presente artículo, a menos que, de conformidad
con las disposiciones de los párrafos 1, 3 o 4 de este artículo, se conceda una prestación a tales personas a una edad
más elevada que la normal.
Artículo 30
Las prestaciones mencionadas en los arts. 28 y 29 deberán concederse durante todo el transcurso de la contingencia.
Parte VI. Prestaciones en Caso de Accidente del Trabajo y de Enfermedad Profesional
Artículo 31
Todo Miembro para el que esté en vigor esta parte del Convenio deberá garantizar a las personas protegidas la
concesión de prestaciones en caso de accidente del trabajo y de enfermedad profesional, de conformidad con los
artículos siguientes de esta parte.
Artículo 32
Las contingencias cubiertas deberán comprender las siguientes, cuando sean ocasionadas por un accidente de
trabajo o una enfermedad profesional prescritos:
(a) estado mórbido;
(b) incapacidad para trabajar que resulte de un estado mórbido y entrañe la suspensión de ganancias, según la defina
la legislación nacional;
(c) pérdida total de la capacidad para ganar o pérdida parcial que exceda de un grado prescrito, cuando sea probable
que dicha pérdida total o parcial sea permanente, o disminución correspondiente de las facultades físicas; y
(d) pérdida de medios de existencia sufrida por la viuda o los hijos como consecuencia de la muerte del sostén de
familia; en el caso de la viuda, el derecho a las prestaciones puede quedar condicionado a la presunción, conforme a la

73
legislación nacional, de que es incapaz de subvenir a sus propias necesidades.
Artículo 33
Las personas protegidas deberán comprender:
(a) a categorías prescritas de asalariados que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los
asalariados, y, para las prestaciones a que da derecho la muerte del sostén de familia, también a las cónyuges y a los
hijos de los asalariados de esas categorías; o
(b) cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3°, a categorías prescritas de asalariados que en total
constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los asalariados que trabajen en empresas industriales en las que
estén empleadas, como mínimo, veinte personas, y, para las prestaciones a que da derecho la muerte del sostén de
familia, también a los cónyuges y a los hijos de los asalariados de esas categorías.
Artículo 34
1. Con respecto al estado mórbido, las prestaciones deberán comprender la asistencia médica, tal como se especifica
en los párrafos 2 y 3 de este artículo.
2. La asistencia médica comprenderá:
(a) la asistencia médica general y la ofrecida por especialistas, a personas hospitalizadas o no hospitalizadas,
comprendidas las visitas a domicilio;
(b) la asistencia odontológica;
(c) la asistencia por enfermeras, a domicilio, en un hospital o en cualquier otra institución médica;
(d) el mantenimiento en un hospital, centro de convalecencia, sanatorio u otra institución médica;
(e) el suministro de material odontológico, farmacéutico, y cualquier otro material médico o quirúrgico, comprendidos
los aparatos de prótesis y su conservación, así como los anteojos; y
(f) la asistencia suministrada por miembros de otras profesiones reconocidas legalmente como conexas con la
profesión médica, bajo la vigilancia de un médico o de un dentista.
3. Cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3°, la asistencia médica deberá comprender, por lo
menos:
(a) la asistencia médica general, comprendidas las visitas a domicilio;
(b) la asistencia por especialistas, ofrecida en hospitales a personas hospitalizadas o no hospitalizadas, y la
asistencia que pueda ser prestada por especialistas fuera de los hospitales;
(c) el suministro de productos farmacéuticos esenciales recetados por médicos u otros profesionales calificados; y
(d) la hospitalización, cuando fuere necesaria.
4. La asistencia médica prestada de conformidad con los párrafos precedentes tendrá por objeto conservar,
restablecer o mejorar la salud de la persona protegida, así como su aptitud para el trabajo y para hacer frente a sus
necesidades personales.
Artículo 35
1. Los departamentos gubernamentales o las instituciones que concedan la asistencia médica deberán cooperar,
cuando fuere oportuno, con los servicios generales de reeducación profesional, a fin de readaptar para un trabajo
apropiado a las personas de capacidad reducida.
2. La legislación nacional podrá autorizar a dichos departamentos o instituciones para que tomen medidas destinadas
a la reeducación profesional de las personas de capacidad reducida.
Artículo 36
1. Con respecto a la incapacidad para trabajar o a la pérdida total de capacidad para ganar, cuando es probable que
sea permanente, a la disminución correspondiente de las facultades físicas o a la muerte del sostén de familia, la
prestación deberá consistir en un pago periódico calculado de conformidad con las disposiciones del art. 65 o con las del
art. 66.
2. En caso de pérdida parcial de la capacidad para ganar, cuando es probable que sea permanente, o en caso de una
disminución correspondiente de las facultades físicas, la prestación, cuando deba ser pagada, consistirá en un pago
periódico que represente una proporción conveniente de la prestación prevista en caso de pérdida total de la capacidad
para ganar o de una disminución correspondiente de las facultades físicas.
3. Los pagos periódicos podrán sustituirse por un capital pagado de una sola vez:
(a) cuando el grado de incapacidad sea mínimo; o
(b) cuando se garantice a las autoridades competentes el empleo razonable de dicho capital.
Artículo 37
Las prestaciones mencionadas en los arts. 34 y 36 deberán garantizarse, en la contingencia cubierta, por lo menos a
las personas protegidas que estuvieran empleadas como asalariados en el territorio del Miembro en el momento del

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accidente o en el momento en que se contrajo la enfermedad; y si se trata de pagos periódicos resultantes del
fallecimiento del sostén de familia, a la viuda y a los hijos de aquél.
Artículo 38
Las prestaciones mencionadas en los arts. 34 y 36 deberán concederse durante todo el transcurso de la contingencia;
sin embargo, con respecto a la incapacidad para trabajar, la prestación podrá no pagarse por los tres primeros días en
cada caso de suspensión de ganancias.
Parte VII. Prestaciones Familiares
Artículo 39
Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio deberá garantizar a las personas protegidas la
concesión de prestaciones familiares de conformidad con los artículos siguientes de esta parte.
Artículo 40
La contingencia cubierta será la de tener hijos a cargo en las condiciones que se prescriban.
Artículo 41
Las personas protegidas deberán comprender:
(a) sea a categorías prescritas de asalariados que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los
asalariados;
(b) sea a categorías prescritas de la población económicamente activa que en total constituyan, por lo menos, el 20
por ciento de todos los residentes;
(c) sea a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de límites prescritos;
(d) o bien, cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3°, a categorías prescritas de asalariados que
en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los asalariados que trabajen en empresas industriales en las
que estén empleadas, como mínimo, veinte personas.
Artículo 42
Las prestaciones deberán comprender:
(a) sea un pago periódico concedido a toda persona protegida que haya cumplido el período de calificación prescrito;
(b) sea el suministro a los hijos, o para los hijos, de alimentos, vestido, vivienda y el disfrute de vacaciones o de
asistencia doméstica;
(c) o bien una combinación de las prestaciones mencionadas en a) y b).
Artículo 43
Las prestaciones mencionadas en el art. 42 deberán garantizarse, por lo menos, a las personas protegidas que hayan
cumplido, durante un período prescrito, un período de calificación que podrá consistir en tres meses de cotización o de
empleo, o en un año de residencia, según se prescriba.
Artículo 44
El valor total de las prestaciones concedidas, de conformidad con el art. 42, a las personas protegidas, deberá ser tal
que represente:
(a) el 3 por ciento del salario de un trabajador ordinario no calificado adulto de sexo masculino, determinado de
conformidad con las disposiciones del art. 66, multiplicado por el número total de hijos de todas las personas protegidas;
o
(b) el 1,5 por ciento del salario susodicho, multiplicado por el número total de hijos de todos los residentes.
Artículo 45
Cuando las prestaciones consistan en un pago periódico, deberán concederse durante todo el transcurso de la
contingencia.
Parte VIII. Prestaciones de Maternidad
Artículo 46
Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio deberá garantizar a las personas protegidas la
concesión de prestaciones de maternidad, de conformidad con los artículos siguientes de esta parte.
Artículo 47
La contingencia cubierta deberá comprender el embarazo, el parto y sus consecuencias, y la suspensión de
ganancias resultantes de los mismos, según la defina la legislación nacional.
Artículo 48
Las personas protegidas deberán comprender:

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(a) sea a todas las mujeres que pertenezcan a categorías prescritas de asalariados, categorías que en total
constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los asalariados, y, en lo que concierne a las prestaciones médicas
de maternidad, también a las cónyuges de los hombres comprendidos en esas mismas categorías;
(b) sea a todas las mujeres que pertenezcan a categorías prescritas de la población económicamente activa,
categorías que en total constituyan, por lo menos, el 20 por ciento de todos los residentes, y, en lo que concierne a las
prestaciones médicas de maternidad, también a las cónyuges de los asalariados comprendidos en esas mismas
categorías;
(c) o bien, cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3°, a todas las mujeres que pertenezcan a
categorías prescritas de asalariados que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los asalariados que
trabajen en empresas industriales en las que estén empleadas, como mínimo, veinte personas, y en lo que concierne a
las prestaciones médicas de maternidad, también a las cónyuges de los hombres comprendidos en esas mismas
categorías.
Artículo 49
1. En lo que respecta al embarazo, al parto y sus consecuencias, las prestaciones médicas de maternidad deberán
comprender la asistencia médica mencionada en los párrafos 2 y 3 de este artículo.
2. La asistencia médica deberá comprender, por lo menos:
(a) la asistencia prenatal, la asistencia durante el parto y la asistencia puerperal prestada por un médico o por una
comadrona diplomada; y
(b) la hospitalización, cuando fuere necesaria.
3. La asistencia médica mencionada en el párrafo 2 de este artículo tendrá por objeto conservar, restablecer o
mejorar la salud de la mujer protegida, así como su aptitud para el trabajo y para hacer frente a sus necesidades
personales.
4. Las instituciones o los departamentos gubernamentales que concedan las prestaciones médicas de maternidad
deberán estimular a las mujeres protegidas, por cuantos medios puedan ser considerados apropiados, para que utilicen
los servicios generales de salud puestos a su disposición por las autoridades públicas o por otros organismos
reconocidos por las autoridades públicas.
Artículo 50
Con respecto a la suspensión de ganancias resultante del embarazo, del parto y de sus consecuencias, la prestación
consistirá en un pago periódico calculado de conformidad con las disposiciones del art. 65 o las del art. 66. El monto del
pago periódico podrá variar en el transcurso de la contingencia, a condición de que el monto medio esté de conformidad
con las disposiciones susodichas.
Artículo 51
Las prestaciones mencionadas en los arts. 49 y 50 deberán garantizarse, en la contingencia cubierta, por lo menos, a
las mujeres pertenecientes a las categorías protegidas que hayan cumplido el período de calificación que se considere
necesario para evitar abusos; las prestaciones mencionadas en el art. 49 deberán también garantizarse a las cónyuges
de los trabajadores de las categorías protegidas, cuando éstos hayan cumplido el período de calificación previsto.
Artículo 52
Las prestaciones mencionadas en los arts. 49 y 50 deberán concederse durante todo el transcurso de la contingencia;
sin embargo, los pagos periódicos podrán limitarse a doce semanas, a menos que la legislación nacional imponga o
autorice un período más largo de abstención del trabajo, en cuyo caso los pagos no podrán limitarse a un período de
menor duración.
Parte IX. Prestaciones de Invalidez
Artículo 53
Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio deberá garantizar a las personas protegidas la
concesión de prestaciones de invalidez, de conformidad con los artículos siguientes de esta parte.
Artículo 54
La contingencia cubierta deberá comprender la ineptitud para ejercer una actividad profesional, en un grado prescrito,
cuando sea probable que esta ineptitud será permanente o cuando la misma subsista después de cesar las prestaciones
monetarias de enfermedad.
Artículo 55
Las personas protegidas deberán comprender:
(a) sea a categorías prescritas de asalariados que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los
asalariados;
(b) sea a categorías prescritas de la población activa que en total constituyan, por lo menos, el 20 por ciento de todos
los residentes;

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(c) sea a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de límites prescritos de
conformidad con las disposiciones del art. 67;
(d) o bien, cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3°, a categorías prescritas de asalariados que
en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los asalariados que trabajen en empresas industriales en las
que estén empleadas, como mínimo, veinte personas.
Artículo 56
La prestación deberá consistir en un pago periódico calculado en la forma siguiente:
(a) cuando la protección comprenda a categorías de asalariados o a categorías de la población económicamente
activa, de conformidad con las disposiciones del art. 65 o con las del art. 66;
(b) cuando la protección comprenda a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de un
límite prescrito, de conformidad con las disposiciones del art. 67.
Artículo 57
1. La prestación mencionada en el art. 56 deberá garantizarse, en la contingencia cubierta, por lo menos:
(a) a las personas protegidas que hayan cumplido, antes de la contingencia, según reglas prescritas, un período de
calificación que podrá ser de quince años de cotización o de empleo o de diez años de residencia; o
(b) cuando en principio todas las personas económicamente activas estén protegidas, a las personas protegidas que
hayan cumplido un período de tres años de cotización y en nombre de las cuales se haya pagado, en el transcurso del
período activo de su vida, el promedio anual prescrito de cotizaciones.
2. Cuando la concesión de las prestaciones mencionadas en el párrafo 1 esté condicionada al cumplimiento de un
período mínimo de cotización o de empleo, deberá garantizarse una prestación reducida, por lo menos:
(a) a las personas protegidas que hayan cumplido, antes de la contingencia, según reglas prescritas, un período de
cinco años de cotización de empleo; o
(b) cuando en principio todas las personas económicamente activas estén protegidas, a las personas protegidas que
hayan cumplido un período de tres años de cotización y en nombre de las cuales se haya pagado en el transcurso del
período activo de su vida la mitad del promedio anual prescrito de cotizaciones a que se refiere el apartado b) del párrafo
1 del presente artículo.
3. Las disposiciones del párrafo 1 del presente artículo se considerarán cumplidas cuando se garantice una
prestación calculada de conformidad con la parte XI, pero según un porcentaje inferior en diez unidades al indicado en el
cuadro anexo a esta parte para el beneficiario tipo, por lo menos a las personas protegidas que hayan cumplido, de
conformidad con reglas prescritas, cinco años de cotización, empleo o residencia.
4. Podrá efectuarse una reducción proporcional en el porcentaje indicado en el cuadro anexo a la parte XI cuando el
período de calificación correspondiente a la prestación de porcentaje reducido sea superior a cinco años de cotización o
de empleo, pero inferior a quince años de cotización o de empleo. Deberá concederse una prestación reducida de
conformidad con el párrafo 2 del presente artículo.
Artículo 58
Las prestaciones previstas en los arts. 56 y 57 deberán concederse durante todo el transcurso de la contingencia o
hasta que sean sustituidas por una prestación de vejez.
Parte X. Prestaciones de Sobrevivientes
Artículo 59
Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio deberá garantizar a las personas protegidas la
concesión de prestaciones de sobrevivientes, de conformidad con los artículos siguientes de esta parte.
Artículo 60
1. La contingencia cubierta deberá comprender la pérdida de medios de existencia sufrida por la viuda o los hijos
como consecuencia de la muerte del sostén de familia; en el caso de la viuda, el derecho a la prestación podrá quedar
condicionado a la presunción, según la legislación nacional, de que es incapaz de subvenir a sus propias necesidades.
2. La legislación nacional podrá suspender la prestación si la persona que habría tenido derecho a ella ejerce ciertas
actividades remuneradas prescritas, o podrá reducir las prestaciones contributivas cuando las ganancias del beneficiario
excedan de un valor prescrito, y las prestaciones no contributivas, cuando las ganancias del beneficiario, o sus demás
recursos, o ambos conjuntamente, excedan de un valor prescrito.
Artículo 61
Las personas protegidas deberán comprender:
(a) sea a las cónyuges y a los hijos del sostén de familia que pertenezca a categorías prescritas de asalariados,
categorías que en total constituyan, por lo menos, el 50 por ciento de todos los asalariados;
(b) sea a las cónyuges y a los hijos del sostén de familia a que pertenezca a categorías prescritas de la población
económicamente activa, categorías que en total constituyan, por lo menos, el 20 por ciento de todos los residentes;

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(c) sea, cuando sean residentes, a todas las viudas y a todos los hijos que hayan perdido su sostén de familia y cuyos
recursos durante la contingencia cubierta no excedan de límites prescritos, de conformidad con las disposiciones del art.
67;
(d) o bien, cuando se haya formulado una declaración en virtud del art. 3°, a las cónyuges y a los hijos del sostén de
familia que pertenezca a categorías prescritas de asalariados, categorías que en total constituyan, por lo menos, el 50
por ciento de todos los asalariados que trabajen en empresas industriales en las que estén empleadas, como mínimo,
veinte personas.
Artículo 62
La prestación deberá consistir en un pago periódico, calculado en la forma siguiente:
(a) cuando la protección comprenda a categorías de asalariados o a categorías de la población económicamente
activa, de conformidad con las disposiciones del art. 65 o con las del art. 66; o
(b) cuando la protección comprenda a todos los residentes cuyos recursos durante la contingencia no excedan de
límites prescritos, de conformidad con las disposiciones del art. 67.
Artículo 63
1. La prestación mencionada en el art. 62 deberá garantizarse en la contingencia cubierta, por lo menos:
(a) a las personas protegidas cuyo sostén de familia haya cumplido, según reglas prescritas, un período de
calificación que podrá consistir en quince años de cotización o de empleo o en diez años de residencia; o
(b) cuando en principio las cónyuges y los hijos de todas las personas económicamente activas estén protegidos, a
las personas protegidas cuyo sostén de familia haya cumplido un período de tres años de cotización, a condición de que
se haya pagado en nombre de este sostén de familia, en el transcurso del período activo de su vida, el promedio anual
prescrito de cotizaciones.
2. Cuando la concesión de la prestación mencionada en el párrafo 1 esté condicionada al cumplimiento de un período
mínimo de cotización o de empleo, deberá garantizarse una prestación reducida, por lo menos:
(a) a las personas protegidas cuyo sostén de familia haya cumplido, según reglas prescritas, un período de cinco
años de cotización o de empleo; o
(b) cuando en principio las cónyuges y los hijos de todas las personas económicamente activas estén protegidos, a
las personas protegidas cuyo sostén de familia haya cumplido un período de tres años de cotización, a condición de que
se haya pagado en nombre de ese sostén de familia, en el transcurso del período activo de su vida, la mitad del
promedio anual prescrito de cotizaciones a que se refiere el apartado b) del párrafo 1 del presente artículo.
3. Las disposiciones del párrafo 1 del presente artículo se considerarán cumplidas cuando se garantice una
prestación calculada de conformidad con la parte XI, pero según un porcentaje inferior en diez unidades al que se indica
en el cuadro anexo a esa parte para el beneficiario tipo, por lo menos a las personas cuyo sostén de familia haya
cumplido, de conformidad con las reglas prescritas cinco años de cotización, empleo o residencia.
4. Podrá efectuarse una reducción proporcional en el porcentaje indicado en el cuadro anexo a la parte XI cuando el
período de calificación correspondiente a la prestación de porcentaje reducido sea inferior a cinco años de cotización o
de empleo, pero inferior a quince años de cotización o de empleo. Deberá concederse una prestación reducida de
conformidad con el párrafo 2 del presente artículo.
5. Para que una viuda sin hijos, a la que presuma incapaz de subvenir a sus propias necesidades, tenga derecho a
una prestación de sobreviviente, podrá prescribirse una duración mínima del matrimonio.
Artículo 64
Las prestaciones mencionadas en los arts. 62 y 63 deberán concederse durante todo el transcurso de la contingencia.
Parte XI. Cálculo de los Pagos Periódicos
Artículo 65
1. Con respecto a cualquier pago periódico al que se aplique este artículo, la cuantía de la prestación, aumentada con
el importe de las asignaciones familiares pagadas durante la contingencia, deberá ser tal que, para el beneficiario tipo a
que se refiere el cuadro anexo a la presente parte, sea por lo menos igual, para la contingencia en cuestión, al
porcentaje indicado en dicho cuadro, en relación con el total de las ganancias anteriores del beneficiario o de su sostén
de familia y del importe de las asignaciones familiares pagadas a una persona protegida que tenga las mismas cargas
de familia que el beneficiario tipo.
2. Las ganancias anteriores del beneficiario o de su sostén de familia se calcularán de conformidad con reglas
prescritas, y, cuando las personas protegidas o su sostén de familia estén repartidos en categorías según sus ganancias,
las ganancias anteriores podrán calcularse de conformidad con las ganancias básicas de las categorías a que hayan
pertenecido.
3. Podrá prescribirse un máximo para el monto de la prestación o para las ganancias que se tengan en cuenta en el
cálculo de la prestación, a reserva de que este máximo se fije de suerte que las disposiciones del párrafo 1 del presente
artículo queden satisfechas cuando las ganancias anteriores del beneficiario o de su sostén de familia sean inferiores o
iguales al salario de un trabajador calificado de sexo masculino.

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4. Las ganancias anteriores del beneficiario o de su sostén de familia, el salario del trabajador calificado de sexo
masculino, la prestación y las asignaciones familiares se calcularán sobre el mismo tiempo básico.
5. Para los demás beneficiarios, la prestación será fijada de tal manera que esté en relación razonable con la del
beneficiario tipo.
6. Para la aplicación del presente artículo se considerará como trabajador calificado del sexo masculino:
(a) sea un ajustador o un tornero en una industria mecánica que no sea la industria de máquinas eléctricas;
(b) sea un trabajador ordinario calificado definido de conformidad con las disposiciones del párrafo siguiente;
(c) sea una persona cuyas ganancias sean iguales o superiores a las ganancias del 75 por ciento de todas las
personas protegidas, determinándose estas ganancias sobre base anual o sobre la base de un período más corto, según
se prescriba;
(d) o bien una persona cuyas ganancias sean iguales al 125 por ciento del promedio de las ganancias de todas las
personas protegidas.
7. Se considerará como trabajador ordinario calificado, a los efectos del apartado b) del párrafo precedente, al
trabajador de la categoría que ocupe el mayor número de personas protegidas de sexo masculino para la contingencia
considerada, o de sostenes de familia de personas protegidas, en el grupo que ocupe al mayor número de estas
personas protegidas o de sus sostenes de familia; a este efecto, se utilizará la clasificación internacional tipo, por
industrias, de todas las ramas de actividad económica, adoptada por el Consejo Económico y Social de la Organización
de las Naciones Unidas, en su séptimo período de sesiones, el 27 de agosto de 1948, la cual se reproduce como anexo
al presente Convenio, teniendo en cuenta toda modificación que pudiera haberse introducido.
8. Cuando las prestaciones varíen de una región a otra, el obrero calificado de sexo masculino podrá ser elegido
dentro de cada una de las regiones, de conformidad con las disposiciones de los párrafos 6 y 7 del presente artículo.
9. El salario del trabajador calificado de sexo masculino se determinará de acuerdo con el salario de un número
normal de horas de trabajo fijado por contratos colectivos, por la legislación nacional o en virtud de ella, y, si fuera
necesario, por la costumbre, incluyendo los subsidios de carestía de vida, si los hubiere; cuando los salarios así
determinados difieran de una región a otra y no se aplique el párrafo 8 del presente artículo, deberá tomarse el promedio
del salario.
10. Los montos de los pagos periódicos en curso atribuidos para la vejez, para los accidentes del trabajo y las
enfermedades profesionales (a excepción de los que cubran la incapacidad de trabajo), para la invalidez y para la
muerte del sostén de familia serán revisados cuando se produzcan variaciones sensibles del nivel general de ganancias
que resulten de variaciones, también sensibles, del costo de la vida.
Artículo 66
1. Con respecto a cualquier pago periódico al que el presente artículo se aplique, la cuantía de la prestación,
incrementada con el importe de las asignaciones familiares pagadas durante la contingencia, deberá ser tal que para el
beneficiario tipo, a que se refiere el cuadro anexo a la presente parte, sea por lo menos igual, para la contingencia en
cuestión, al porcentaje indicado en dicho cuadro del total del salario del trabajador ordinario no calificado adulto del sexo
masculino, y del importe de las asignaciones familiares pagadas a una persona protegida que tenga las mismas cargas
de familia que el beneficiario tipo.
2. El salario del trabajador ordinario no calificado adulto del sexo masculino, la prestación y las asignaciones
familiares serán calculados sobre el mismo tiempo básico.
3. Para los demás beneficiarios, la prestación se fijará de tal manera que esté en relación razonable con la del
beneficiario tipo.
4. Para la aplicación del presente artículo se considerará como trabajador ordinario no calificado adulto del sexo
masculino:
(a) un trabajador ordinario no calificado de una industria mecánica que no sea la industria de máquinas eléctricas; o
(b) un trabajador ordinario no calificado definido de conformidad con las disposiciones del párrafo siguiente.
5. El trabajador ordinario no calificado, a los efectos del apartado b) del párrafo precedente, será uno de la categoría
que ocupe el mayor número de personas protegidas del sexo masculino para la contingencia considerada, o de sostenes
de familia de personas protegidas, en la rama que ocupe el mayor número de personas protegidas o de sus sostenes de
familia; a este efecto, se utilizará la clasificación internacional tipo, por industrias, de todas las ramas de actividad
económica, adoptada por el Consejo Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas, en su 7a reunión,
el 27 de agosto de 1948, y que se reproduce como anexo al presente Convenio, teniendo en cuenta cualquier
modificación que pudiera haberse introducido.
6. Cuando las prestaciones varíen de una región a otra, el trabajador ordinario no calificado adulto del sexo masculino
podrá ser elegido, dentro de cada una de las regiones, de conformidad con las disposiciones de los párrafos 4 y 5 del
presente artículo.
7. El salario del trabajador ordinario no calificado adulto del sexo masculino se determinará de acuerdo con el salario
por un número normal de horas de trabajo fijado por contratos colectivos, por la legislación nacional o en virtud de ella, y
si fuera necesario, por la costumbre, incluyendo los subsidios de carestía de vida, si los hubiere; cuando los salarios así

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determinados difieran de una región a otra y no se aplique el párrafo 6 del presente artículo, deberá tomarse el promedio
del salario.
8. Los montos de los pagos periódicos en curso atribuidos para la vejez, para los accidentes del trabajo y las
enfermedades profesionales (a excepción de los que cubran la incapacidad de trabajo), para la invalidez y para la
muerte del sostén de familia serán revisados, a consecuencia de variaciones sensibles del nivel general de ganancias
que resulten de variaciones, también sensibles, del costo de la vida.
Artículo 67
Con respecto a cualquier pago periódico al que se aplique el presente artículo:
(a) el monto de la prestación deberá determinarse de acuerdo con una escala prescrita o según una regla fijada por
las autoridades públicas competentes, de conformidad con reglas prescritas;
(b) el monto de la prestación no podrá reducirse sino en la medida en que los demás recursos de la familia del
beneficiario excedan de sumas apreciables prescritas o fijadas por las autoridades competentes, de conformidad con
reglas prescritas;
(c) el total de la prestación y de los demás recursos de la familia, previa deducción de las sumas apreciables a que se
refiere el apartado b) anterior, deberá ser suficiente para asegurar a la familia condiciones de vida sanas y convenientes,
y no deberá ser inferior al monto de la prestación calculada de conformidad con las disposiciones del art. 66;
(d) las disposiciones del apartado c) se considerarán cumplidas si el monto total de las prestaciones pagadas, para la
parte en cuestión, excede, por lo menos, del 30 por ciento del monto total de las prestaciones que se obtendrían
aplicando las disposiciones del art. 66 y las disposiciones siguientes:
(i) apartado b) del art. 15, para la parte III;
(ii) apartado b) del art. 27, para la parte V;
(iii) apartado b) del art. 55, para la parte IX;
(iv) apartado b) del art. 61, para la parte X.
CUADRO ANEXO A LA PARTE XI. PAGOS PERIÓDICOS AL BENEFICIARIO TIPO

PARTES CONTINGENCIAS BENEFICIARIOS TIPO PORCENTAJE


Hombre con cónyuge y
III Enfermedad 45
dos hijos
Hombre con cónyuge y
IV Desempleo 45
dos hijos
Hombre con cónyuge
V Vejez 40
en edad de pensión
Accidentes del
trabajo y
VI
enfermedades
profesionales:
Incapacidad para Hombre con cónyuge y
50
trabajar dos hijos
Hombre con cónyuge y
Invalidez 50
dos hijos
Sobrevivientes Viuda con dos hijos 40
VIII Maternidad Mujer 45
Hombre con cónyuge y
IX Invalidez 40
dos hijos
X Sobrevivientes Viuda con dos hijos 40

Parte XII. Igualdad de Trato a los Residentes no Nacionales


Artículo 68
1. Los residentes no nacionales deberán tener los mismos derechos que los residentes nacionales. Sin embargo,
podrán prescribirse disposiciones especiales para los no nacionales y para los nacionales nacidos fuera del territorio del
Miembro, en lo que respecta a las prestaciones o partes de prestaciones financiadas exclusivamente o de manera
preponderante con fondos públicos, y en lo que respecta a los regímenes transitorios.
2. En los sistemas de seguridad social contributivos cuya protección comprenda a los asalariados, las personas
protegidas que sean nacionales de otro Miembro que haya aceptado las obligaciones de la parte correspondiente del
Convenio deberán tener, respecto de dicha parte, los mismos derechos que los nacionales del Miembro interesado. Sin
embargo, la aplicación de este párrafo podrá estar condicionada a la existencia de un acuerdo bilateral o multilateral que
prevea la reciprocidad.

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Parte XIII. Disposiciones Comunes
Artículo 69
Una prestación a la cual tendría derecho una persona protegida, si se aplicara cualquiera de las partes III a X del
presente Convenio, podrá ser suspendida, en la medida en que pueda ser prescrita:
(a) tanto tiempo como el interesado no se encuentre en el territorio del Miembro;
(b) tanto tiempo como el interesado esté mantenido con cargo a fondos públicos o a costa de una institución o de un
servicio de seguridad social; sin embargo, si la prestación excede del costo de esa manutención, la diferencia deberá
concederse a las personas que estén a cargo del beneficiario;
(c) tanto tiempo como el interesado reciba otra prestación, en dinero, de seguridad social, con excepción de una
prestación familiar, y durante todo período en el transcurso del cual esté indemnizado por la misma contingencia por un
tercero, a condición de que la parte de la prestación suspendida no sobrepase la otra prestación o la indemnización
procedente de un tercero;
(d) cuando el interesado haya intentado fraudulentamente obtener una prestación;
(e) cuando la contingencia haya sido provocada por un crimen o delito cometido por el interesado;
(f) cuando la contingencia haya sido provocada por una falta intencionada del interesado;
(g) en los casos apropiados, cuando el interesado no utilice los servicios médicos o los servicios de readaptación
puestos a su disposición, o no observe las reglas prescritas para comprobar la existencia de la contingencia o la
conducta de los beneficiarios de las prestaciones;
(h) en lo que se refiere a las prestaciones de desempleo, cuando el interesado deje de utilizar los servicios del empleo
disponibles;
(i) en lo que se refiere a las prestaciones de desempleo, cuando el interesado haya perdido su empleo como
consecuencia directa de una suspensión de trabajo debida a un conflicto profesional o haya abandonado su empleo
voluntariamente sin motivo justificado; y
(j) en lo que se refiere a las prestaciones de sobrevivientes, tanto tiempo como la viuda viva en concubinato.
Artículo 70
1. Todo solicitante deberá tener derecho a apelar, en caso de que se le niegue la prestación o en caso de queja sobre
su calidad o cantidad.
2. Cuando, al aplicar el presente Convenio, la administración de la asistencia médica esté confiada a un
departamento gubernamental responsable ante un parlamento, el derecho de apelación previsto en el párrafo 1 del
presente artículo podrá substituirse por el derecho a hacer examinar por la autoridad competente cualquier reclamación
referente a la denegación de asistencia médica o a la calidad de la asistencia médica recibida.
3. Cuando las reclamaciones se lleven ante tribunales especialmente establecidos para tratar de los litigios sobre
seguridad social y en ellos estén representadas las personas protegidas, podrá negarse el derecho de apelación.
Artículo 71
1. El costo de las prestaciones concedidas en aplicación del presente Convenio y los gastos de administración de
estas prestaciones deberán ser financiados colectivamente por medio de cotizaciones o de impuestos, o por ambos
medios a la vez, en forma que evite que las personas de recursos económicos modestos tengan que soportar una carga
demasiado onerosa y que tenga en cuenta la situación económica del Miembro y la de las categorías de personas
protegidas.
2. El total de cotizaciones de seguro a cargo de los asalariados protegidos no deberá exceder del 50 por ciento del
total de recursos destinados a la protección de los asalariados y de los cónyuges y de los hijos de éstos. Para determinar
si se cumple esta condición, todas las prestaciones suministradas por el Miembro, en aplicación del presente Convenio,
podrán ser consideradas en conjunto, a excepción de las prestaciones familiares y en caso de accidentes del trabajo y
enfermedades profesionales, si estas últimas dependen de una rama especial.
3. El Miembro deberá asumir la responsabilidad general en lo que se refiere al servicio de prestaciones concedidas en
aplicación del presente Convenio y adoptar, cuando fuere oportuno, todas las medidas necesarias para alcanzar dicho
fin; deberá garantizar, cuando fuere oportuno, que los estudios y cálculos actuariales necesarios relativos al equilibrio se
establezcan periódicamente y, en todo caso, previamente a cualquier modificación de las prestaciones, de la tasa de las
cotizaciones del seguro o de los impuestos destinados a cubrir las contingencias en cuestión.
Artículo 72
1. Cuando la administración no esté confiada a una institución reglamentada por las autoridades públicas o a un
departamento gubernamental responsable ante un parlamento, representantes de las personas protegidas deberán
participar en la administración o estar asociados a ella, con carácter consultivo, en las condiciones prescritas; la
legislación nacional podrá prever asimismo la participación de representantes de los empleadores y de las autoridades
públicas.
2. El Miembro deberá asumir la responsabilidad general de la buena administración de las instituciones y servicios
que contribuyan a la aplicación del presente Convenio.

81
Parte XIV. Disposiciones Diversas
Artículo 73
Este Convenio no se aplicará:
(a) a las contingencias sobrevenidas antes de la entrada en vigor de la parte correspondiente del Convenio para el
Miembro interesado;
(b) a las prestaciones concedidas por contingencias que hayan sobrevenido después de la entrada en vigor de la
parte correspondiente del Convenio para el Miembro interesado, en la medida en que los derechos a dichas
prestaciones provengan de períodos anteriores a la fecha de dicha entrada en vigor.
Artículo 74
No deberá considerarse que este Convenio revisa ninguno de los convenios existentes.
Artículo 75
Cuando un convenio adoptado posteriormente por la Conferencia, relativo a cualquier materia o materias tratadas por
el presente Convenio así lo disponga, las disposiciones de éste que se especifiquen en el nuevo convenio cesarán de
aplicarse a todo Miembro que lo hubiere ratificado, a partir de la fecha de entrada en vigor para el Miembro interesado.
Artículo 76
1. Todo Miembro que ratifique el presente Convenio se obliga a incluir en la memoria anual que habrá de presentar
sobre la aplicación del Convenio conforme al art. 22 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo:
(a) información completa sobre la legislación que dé efecto a las disposiciones del Convenio; y
(b) pruebas de haber observado las condiciones estadísticas especificadas en:
(i) los arts. 9, a), b), c) o d); 15, a), b) o d); 21, a) o c); 27, a), b) o d); 33, a) o b); 41,
a) b) o d); 48, a), b) o c); 55, a), b) o d); 61, a), b) o d), en cuanto al número de personas protegidas;
(ii) los arts. 45, 65, 66 o 67, en cuanto a la cuantía de las prestaciones;
(iii) el párrafo 2 del art. 18, en cuanto a la duración de las prestaciones monetarias de enfermedad;
(iv) el párrafo 2 del art. 24, en cuanto a la duración de las prestaciones de desempleo; y
(v) el párrafo 2 del art. 71, en cuanto a la proporción de los recursos que provengan de las cotizaciones del seguro de
los asalariados protegidos.
Hasta donde sea posible, estas pruebas deberán suministrarse de conformidad, en cuanto a su presentación, a las
sugestiones formuladas por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, con objeto de dar
mayor uniformidad a este respecto.
2. Todo Miembro que ratifique el presente Convenio informará al Director General de la Oficina Internacional del
Trabajo, a intervalos apropiados, conforme lo decida el Consejo de Administración, sobre el estado de su legislación y su
aplicación en lo que concierne a cada una de las partes II a X, que no hayan sido especificadas ya en la ratificación del
Miembro en cuestión o en una notificación hecha posteriormente, en virtud del art. 4°.
Artículo 77
1. Este Convenio no se aplica a la gente de mar ni a los pescadores de alta mar; las disposiciones para la protección
de la gente de mar y de los pescadores de alta mar fueron adoptadas por la Conferencia Internacional del Trabajo en el
Convenio sobre la seguridad social de la gente de mar, 1946, y en el Convenio sobre las pensiones de la gente de mar,
1946.
2. Todo Miembro podrá excluir a la gente de mar y a los pescadores de alta mar del número de asalariados, de
personas de la población económicamente activa o de residentes, considerado en el cálculo del porcentaje de
asalariados o residentes protegidos en aplicación de cualquiera de las partes II a X cubiertas por la ratificación.
Parte XV. Disposiciones Finales
Artículo 78
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro, al Director General de la
Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 79
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización Internacional del Trabajo cuyas
ratificaciones haya registrado el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos Miembros hayan sido registradas
por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce meses después de la fecha en
que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 80

82
1. Las declaraciones comunicadas al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo, de acuerdo con el
párrafo 2 del art. 35 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, deberán indicar:
(a) los territorios respecto de los cuales el Miembro interesado se obliga a que las disposiciones del Convenio o de
cualquiera de sus partes sean aplicadas sin modificaciones;
(b) los territorios respecto de los cuales se obliga a que las disposiciones del Convenio o de cualquiera de sus partes
sean aplicadas con modificaciones, junto con los detalles de dichas modificaciones;
(c) los territorios respecto de los cuales es inaplicable el Convenio y los motivos por los cuales es inaplicable;
(d) los territorios respecto de los cuales reserva su decisión en espera de un examen más detenido de su situación.
2. Las obligaciones a que se refieren los apartados a) y b) del párrafo 1 de este artículo se considerarán parte
integrante de la ratificación y producirán sus mismos efectos.
3. Todo Miembro podrá renunciar, total o parcialmente, por medio de una nueva declaración, a cualquier reserva
formulada en su primera declaración en virtud de los apartados b), c) o d) del párrafo 1 de este artículo.
4. Durante los períodos en que este Convenio pueda ser denunciado de conformidad con las disposiciones del art.
82, todo Miembro podrá comunicar al Director General una declaración por la que modifique, en cualquier otro respecto,
los términos de cualquier declaración anterior y en la que indique la situación en territorios determinados.
Artículo 81
1. Las declaraciones comunicadas al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo, de conformidad con los
párrafos 4 y 5 del art. 35 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, deberán indicar si las
disposiciones del Convenio, o de cualquiera de las partes aceptadas en la declaración, serán aplicadas en el territorio
interesado con modificaciones o sin ellas; cuando la declaración indique que las disposiciones del Convenio o de
cualquiera de sus partes serán aplicadas con modificaciones, deberá especificar en qué consisten dichas
modificaciones.
2. El Miembro, los Miembros o la autoridad internacional interesados podrán renunciar, total o parcialmente, por
medio de una declaración ulterior, al derecho a invocar una modificación indicada en cualquier otra declaración anterior.
3. Durante los períodos en que este Convenio pueda ser denunciado de conformidad con las disposiciones del art.
82, el Miembro, los Miembros o la autoridad internacional interesados podrán comunicar al Director General una
declaración por la que modifiquen, en cualquier otro respecto, los términos de cualquier declaración anterior, y en la que
indiquen la situación en lo que se refiere a la aplicación del Convenio.
Artículo 82
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciar el Convenio, o una o varias de las partes II a X,
a la expiración de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en vigor, mediante un
acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá
efecto hasta un año después de la fecha en que se haya registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año después de la expiración del período
de diez años mencionado en el párrafo precedente, no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo
quedará obligado durante un nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar el Convenio o cualquiera de
las partes II a X a la expiración de cada período de diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 83
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo el registro de cuantas ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los Miembros de
la Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación que le haya sido comunicada, el
Director General llamará la atención de los Miembros de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el
presente Convenio.
Artículo 84
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al Secretario General de las Naciones Unidas,
a los efectos del registro y de conformidad con el art. 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa
sobre todas las ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con los artículos
precedentes.
Artículo 85
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo presentará a
la Conferencia una memoria sobre la aplicación del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir en el orden del
día de la Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.
Artículo 86
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión total o parcial del presente, y a
menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en contrario:

83
(a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará, ipso jure, la denuncia inmediata de este
Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el art. 82, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en
vigor;
(b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente Convenio cesará de estar abierto a
la ratificación por los Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales, para los Miembros que lo hayan
ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
Artículo 87
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.
ANEXO
(55)
Clasificación Industrial Internacional Uniforme de todas las actividades económicas (Revisión 4)
Sección A. Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
Agricultura, ganadería, caza y actividades de servicios
01
conexas
02 Silvicultura y extracción de madera
03 Pesca y acuicultura

Sección B. Explotación de minas y canteras

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
04 Extracción de carbón de piedra y lignito
05 Extracción de petróleo crudo y gas natural
06 Extracción de minerales metalíferos
07 Extracción de minerales metalíferos
08 Explotación de otras minas y canteras
Actividades de servicios de apoyo para la explotación
09
de minas y canteras

Sección C. Industrias manufactureras

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
10 Elaboración de productos alimenticios
11 Elaboración de bebidas
12 Elaboración de productos de tabaco
13 Fabricación de productos textiles
14 Fabricación de prendas de vestir
Fabricación de productos de cuero y productos
15
conexos
Producción de madera y fabricación de productos de
16 madera y corcho, excepto muebles; fabricación de
artículos de paja y de materiales trenzables
17 Fabricación de papel y de productos de papel
18 Impresión y reproducción de grabaciones
Fabricación de coque y productos de la refinación del
19
petróleo
20 Fabricación de sustancias y productos químicos
Fabricación de productos farmacéuticos, sustancias
21 químicas medicinales y productos botánicos de uso
farmacéutico
22 Fabricación de productos de caucho y de plástico
23 Fabricación de otros productos minerales no metálicos
24 Fabricación de metales comunes
25 Fabricación de productos elaborados de metal,

84
excepto maquinaria y equipo
Fabricación de productos de informática, de
26
electrónica y de óptica
27 Fabricación de equipo eléctrico
28 Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p.
Fabricación de vehículos automotores, remolques y
29
semirremolques
30 Fabricación de otro equipo de transporte
31 Fabricación de muebles
32 Otras industrias manufactureras
33 Reparación e instalación de maquinaria y equipo

Sección D. Suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
Suministro de electricidad, gas, vapor y aire
35
acondicionado

Sección E. Suministro de agua; evacuación de aguas residuales, gestión de desechos y descontaminación

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
36 Captación, tratamiento y distribución de agua
37 Evacuación de aguas residuales
Recogida, tratamiento y eliminación de desechos;
38
recuperación de materiales
Actividades de descontaminación y otros servicios de
39
gestión de desechos

Sección F. Construcción

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
41 Construcción de edificios
42 Obras de ingeniería civil
43 Actividades especializadas de construcción

Sección G. Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
Comercio al por mayor y al por menor y reparación de
45
vehículos automotores y motocicletas
Comercio al por mayor, excepto el de vehículos
46
automotores y motocicletas
Comercio al por menor, excepto el de vehículos
47
automotores y motocicletas

Sección H. Transporte y almacenamiento

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
49 Transporte por vía terrestre y transporte por tuberías
50 Transporte por vía acuática
51 Transporte por vía aérea
52 Almacenamiento y actividades de apoyo al transporte
53 Actividades postales y de mensajería

Sección I. Actividades de alojamiento y de servicio de comidas

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN

85
55 Actividades de alojamiento
56 Actividades de servicio de comidas y bebidas

Sección J. Información y comunicaciones

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
58 Actividades de edición
Actividades de producción de películas
59 cinematográficas, vídeos y programas de televisión,
grabación de sonido y edición de música
60 Actividades de programación y transmisión
61 Telecomunicaciones
Programación informática, consultoría de informática
62
y actividades conexas
63 Actividades de servicios de información

Sección K. Actividades financieras y de seguros

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
Actividades de servicios financieros, excepto las de
64
seguros y fondos de pensiones
Seguros, reaseguros y fondos de pensiones, excepto
65
planes de seguridad social de afiliación obligatoria
Actividades auxiliares de las actividades de servicios
66
financieros

Sección L. Actividades inmobiliarias

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
68 Actividades inmobiliarias

Sección M. Actividades profesionales, científicas y técnicas

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
69 Actividades jurídicas y de contabilidad
Actividades de oficinas principales; actividades de
70
consultoría de gestión
Actividades de arquitectura e ingeniería; ensayos y
71
análisis técnicos
72 Investigación científica y desarrollo
73 Publicidad y estudios de mercado
74 Otras actividades profesionales, científicas y técnicas
75 Actividades veterinarias

Sección N. Actividades de servicios administrativos y de apoyo

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
77 Actividades de alquiler y arrendamiento
78 Actividades de empleo
Actividades de agencias de viajes y operadores
79
turísticos y servicios de reservas y actividades conexas
80 Actividades de seguridad e investigación
81 Actividades de servicios a edificios y de paisajismo
Actividades administrativas y de apoyo de oficina y
82
otras actividades de apoyo a las empresas

86
Sección O. Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
Administración pública y defensa; planes de seguridad
84 social de afiliación obligatoria
Sección p. Enseñanza

Sección P. Enseñanza

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
85 Enseñanza

Sección Q. Actividades de atención de la salud humana y de asistencia social

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
86 Actividades de atención de la salud humana
87 Actividades de atención en instituciones
88 Actividades de asistencia social sin alojamiento

Sección R. Actividades artísticas, de entretenimiento y recreativas

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
90 Actividades creativas, artísticas y de entretenimiento
Actividades de bibliotecas, archivos y museos y otras
91
actividades culturales
92 Actividades de juegos de azar y apuestas
93 Actividades deportivas, de esparcimiento y recreativas

Sección S. Otras actividades de servicios

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
94 Actividades de asociaciones
Reparación de ordenadores y de efectos personales y
95
enseres domésticos
96 Otras actividades de servicios personales

Sección T. Actividades de los hogares como empleadores; actividades no diferenciadas de los hogares como
productores de bienes y servicios para uso propio

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
Actividades de los hogares como empleadores de
97
personal doméstico
Actividades no diferenciadas de los hogares como
98
productores de bienes y servicios para uso propio

Sección U. Actividades de organizaciones y órganos extraterritoriales

DIVISIÓN DESCRIPCIÓN
Actividades de organizaciones y órganos
99
extraterritoriales

(1) Chirinos, Bernabé L., Tratado de la seguridad social, La Ley, Buenos Aires, 2009, t. I, p. 10.
(2) Podetti, Humberto, "Política Social", en Tratado de Derecho del Trabajo, Astrea, Buenos Aires, 1982. Citado en Chirinos, Bernabé
L., Tratado de la seguridad social, cit., t. I, p. 15.
(3) Beveridge, William, informe titulado Report to the Parliament on Social Insurance and Allied Services, o "Informe al Parlamento acerca de
la seguridad social y de las prestaciones que de ella se derivan". Disponible
en: http://news.bbc.co.uk/2/shared/bsp/hi/pdfs/19_07_05_beveridge.pdf.
(4) Etala, Juan J., Derecho de la Seguridad Social, Ediar, Buenos Aires, 1996.

87
(5) Ídem.
(6) Goñi Moreno, José M., Derecho de la previsión social, Ediar, Buenos Aires, 1956.
(7) Chirinos, Bernabé L., Tratado de la seguridad social, cit., t. I, p. 26.
(8) Goldín, Adrián, Curso de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, La Ley, Buenos Aires, 2009, p. 782.
(9) ANSES, Fuentes de Financiamiento de los Sistemas de Seguridad Social en Países de América del Sur, noviembre de 2010.
(10) Grisolia, Julio A., Manual de derecho laboral, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2016, p. 981.
(11) Grisolia, Julio A., Manual de derecho laboral, cit., p. 989.
(12) Courtis, Christian (comp.), Ni un paso atrás. La prohibición de regresividad en materia de derechos sociales, Editores del Puerto, Buenos
Aires, 2006.
(13) Goldín, Adrián, Curso de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, cit., p. 786.
(14) BO del 27/9/1974.
(15) BO del 12/4/2013.
(16) BO del 18/10/1996.
(17) BO del 18/10/1993.
(18) BO del 21/10/1948.
(19) BO del 20/5/1997.
(20) BO del 22/7/2016.
(21) BO del 4/10/1995.
(22) BO del 17/12/1991.
(23) BO del 2/1/2001.
(24) BO del 20/5/1997.
(25) Ferreirós, Estela M., "Claves para el desarrollo económico con inclusión social", Revista de la SADL, año X, nro. 39, agosto-septiembre
de 2008, ps. 33 y ss.
(26) González, Horacio, Ni un paso atrás. La prohibición de regresividad en materia de derechos sociales, cit., p. 208.
(27) El documento se acompaña en el anexo de este capítulo.
(28) http://www.oas.org/es/sla/ddi/tratados_multilaterales_interamericanos_A-
70_derechos_humanos_personas_mayores_firmas.asp. (9/9/2020).
(29) BO del 31/5/2017.
(30) https://oiss.org/convenio-multilateral/estado-de-situacion/ (16/7/2020).
(31) BO del 24/10/1979.
(32) Reseña histórica, disponible en: https://taemperuconsulting.com/resena-historica-de-la-comunidad-andina-de-naciones/ (9/9/2020).
El 26 de mayo de 1969 cinco países sudamericanos (Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú) firmaron el Acuerdo de Cartagena con el
propósito de mejorar, juntos, el nivel de vida de sus habitantes mediante la integración y la cooperación económica y social. De esa manera, se
puso en marcha el proceso andino de integración conocido, en ese entonces, como Pacto Andino, Grupo Andino o Acuerdo de Cartagena.
El 13 de febrero de 1973, Venezuela se adhirió al Acuerdo (fue miembro activo hasta el año 2006). El 30 de octubre de 1976, Chile se retiró
de él. La historia del Grupo Andino, que hoy conocemos con el nombre de Comunidad Andina, se ha caracterizado por avances y retrocesos
como ocurre con cualquier otro grupo de integración.
En los diez primeros años del proceso de integración (década del setenta) se formaron casi todos los órganos e instituciones andinas, con
excepción del Consejo Presidencial Andino que nació en 1990.
(33) Reseña OEA: http://www.oas.org/es/acerca/quienes_somos.asp (9/9/2020).
La Organización de los Estados Americanos es el organismo regional más antiguo del mundo, cuyo origen se remonta a la Primera
Conferencia Internacional Americana, celebrada en Washington DC, de octubre de 1889 a abril de 1890. En esta reunión, se acordó crear la
Unión Internacional de Repúblicas Americanas y se empezó a tejer una red de disposiciones e instituciones que llegaría a conocerse como
"sistema interamericano", el más antiguo sistema institucional internacional.
La OEA fue creada en 1948 cuando se suscribió, en Bogotá, Colombia, la Carta de la OEA que entró en vigencia en diciembre de 1951.
Posteriormente, la Carta fue enmendada por el Protocolo de Buenos Aires, suscrito en 1967, que entró en vigencia en febrero de 1970; por el
Protocolo de Cartagena de Indias, suscrito en 1985, que entró en vigencia en noviembre de 1988; por el Protocolo de Managua, suscrito en
1993, que entró en vigencia en enero de 1996, y por el Protocolo de Washington, suscrito en 1992, que entró en vigor en septiembre de 1997.
La Organización fue fundada con el objetivo de lograr en sus Estados miembros, como lo estipula el art. 1° de la Carta, "un orden de paz y de
justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia".
Hoy en día, la OEA reúne a los 35 Estados independientes de las Américas y constituye el principal foro gubernamental político, jurídico y
social del hemisferio. Además, ha otorgado el estatus de Observador Permanente a 67 Estados, así como a la Unión Europea (UE).
Para lograr sus más importantes propósitos, la OEA se basa en sus principales pilares que son la democracia, los derechos humanos, la
seguridad y el desarrollo.
(34) El Consejo de Europa. http://www.exteriores.gob.es/RepresentacionesPermanentes/ConsejodeEuropa/es/quees2/Paginas/Historia.aspx.
El Consejo de Europa fue creado por el Tratado de Londres, el 5 de mayo de 1949. Diez Estados participaron en su fundación: reino Unido,
Francia, Italia, Bélgica, Luxemburgo, Holanda, Irlanda, Noruega, Suecia y Dinamarca. Pocos meses después se incorporaron Grecia y Turquía.
Alemania lo hizo en 1950.
España se convirtió en el décimo noveno miembro el 24 de noviembre de 1977.
Desde la caída del muro de Berlín, el Consejo de Europa ha desempeñado una función crucial en la evolución democrática de las naciones
europeas vinculadas al bloque soviético, que se han incorporado progresivamente a la Organización, comenzando por Hungría (1990). Rusia
se adhirió al Consejo de Europa en febrero de 1996 y ostentó la presidencia de su comité de ministros entre mayo y noviembre de 2006.
Con posterioridad a la última guerra balcánica entraron en la organización los países de la ex Yugoslavia. Desde la incorporación de
Montenegro en 2007, 47 Estados son miembros del Consejo de Europa. Bielorrusia es hoy el único Estado europeo que no forma parte de la
organización.
(35) En https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/history/lang--es/index.htm (10/9/2020).
(36)En https://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11200:0::NO:11200:P11200_COUNTRY_ID:102536 (8/9/2020).
(37) https://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11200:0::NO:11200:P11200_COUNTRY_ID:102536 (10/9/2020).
(38) https://oiss.org/convenios-acuerdos-e-instrumentos/ (10/9/2020).
(39) "El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y
equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por
igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el
despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un
registro especial.
"Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los
representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad
de su empleo.
"El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el
seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por

88
los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección
integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna".
(40) Chirinos, Bernabé L., Tratado de la seguridad social, cit., t. I, p. 158.
(41) Almansa Pastor, José, Derechos de la seguridad social, Tecnos, Madrid, 1983.
(42) Etala, Juan J., Derecho de la seguridad social, cit.
(43) Chirinos, Bernabé L., Tratado de la seguridad social, cit., t. I.
(44) Goñi Moreno, José María, Derecho de la previsión social, Ediar, Buenos Aires, 1956. t. I, p. 99.
(45) Citado en: jaureguiberry, Luis M., El artículo nuevo (constitucionalismo social), Castellví, Santa Fe, 1957, p. 135.
(46)En un artículo publicado por la Revista de Derecho del Trabajo, 1949, p. 116.
(47) Bidart Campos, Germán, Tratado elemental de derecho constitucional argentino, Ediar, Buenos Aires, 1989, t. I.
(48) Badeni, Gregorio, Tratado de derecho constitucional, La Ley, Buenos Aires, 2006, t. I.
(49) Navarro, Vicenç - Torres López, Juan t. - Garzón Espinosa, Alberto, ¿Están en peligro las pensiones públicas?, ATTAC, España, 2010.
(50) Carnota, Walter F., "¿Es la movilidad provisional un concepto constitucionalmente indeterminado?", ED 1998-175-897 a 900.
(51) Jaureguiberry, Luis María (1911-1976). Abogado. Convencional Constituyente de la Nación y profesor universitario argentino.
(52) Jaureguiberry, Luis María, El artículo 14 nuevo, Castellví, Santa Fe, 1957.
(53) Diario de sesiones Constitución Nacional, p. 1422.
(54) Carnota, Walter F., "¿Es la movilidad un concepto constitucionalmente indeterminado?", cit., p. 898.
(55) Conforme a los arts. 65 (párrafo 7) y 66 (párrafo 5) del Convenio, su anexo original fue actualizado para reflejar la versión revisada de la
Clasificación Industrial Internacional Uniforme de todas las actividades económicas (CIIU) Rev. 4, como aprobado por la División de Estadística
del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas en marzo de 2006 (Informes estadísticos, serie M, núm. 4, Rev.
4 - La publicación completa se encuentra disponible en: http://unstats.un.org/unsd/cr/registry/isic-4.asp).

89
Capítulo II - Sistema previsional

I. La legislación y el marco general del sistema jubilatorio

Breve reseña de la normativa involucrada


Los primeros antecedentes del sistema previsional argentino pueden encontrarse en la época de la Colonia. Para esa
época solo existían las jubilaciones y pensiones graciables (voluntarios y según las necesidades de los beneficiarios),
otorgadas por la Corona española a sus servidores, y surgen los montepíos, que eran instituciones encargadas de
organizar la previsión social para militares y funcionarios. Estos montepíos se apoyaban en la solidaridad, la mutualidad,
se mantuvieron incluso luego de 1810 y empezaron a mostrar características del seguro social moderno: régimen legal,
afiliación y aporte económico obligatorio de los afiliados.
Luego de la caída del gobierno español, las nuevas autoridades reglamentaron los beneficios graciables e incluso se
dejaron muchos sin efecto para poder hacer frente a los requerimientos económicos de las guerras de la independencia.
Hacia fines del siglo XIX surgen las primeras leyes jubilatorias, que continúan siendo graciables o al menos
semigraciables y destinadas a funcionarios y empleados de la Nación.
En las leyes de presupuesto para los años 1901 a 1904 se dispuso reducir el 5% los sueldos de los empleados
públicos y de los jubilados en concepto de aportes personales para ir generando un fondo de jubilaciones.
(56)
En el año 1904 se dictó la ley 4349 , "Ley de montepío civil", que estableció el primer régimen orgánico de
previsión social, dando inicio a la etapa moderna en esta evolución.
Esta ley creó la Caja Civil para los trabajadores en relación de dependencia de la Administración Pública nacional,
cuyas remuneraciones figuraban en el Presupuesto Anual de Gastos de la Nación: docentes y empleados del Consejo
Nacional de Educación, empleados de bancos oficiales, magistrados judiciales y funcionarios con cargos electivos.
A partir de esta ley, que sirvió de modelo para otras que la sucedieron, se modificó la denominación de la entidad
administradora del régimen, que pasó a llamarse caja en lugar de Montepío.
La ley 4349 introduce en el art. 1° que la propiedad de los fondos y rentas de la caja son de las personas
comprendida en su régimen. Es decir, los fondos solo tenían un destino pagar jubilaciones y pensiones a los afiliados.
Los ferroviarios iniciaron una lucha para lograr beneficios previsionales, cuando el personal de los ferrocarriles del
Estado se incluyó en la ley 4349 llegaron incluso a la huelga. Esta situación provocó que el diputado Carlos Carlés
presentara un proyecto de ley para incorporar a la Caja Civil al personal de los ferroviarios de empresas particulares. El
proyecto no prosperó, pero instaló la cuestión de la previsión social para empleados y obreros de empresas privadas y
de capital extranjero, que en esa época tenían a su cargo casi la totalidad de los servicios públicos.
A partir de la ley 10.650 que puso en marcha un sistema previsional para el sector ferroviario, la previsión dejó de ser
exclusiva para empleados del Estado. Entre 1904 y 1939 se crearon las siguientes cajas:

AÑO LEY CAJA


Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones
1904 4349 para los Funcionarios, Empleados y Agentes
Civiles (o Caja Civil) (empleados públicos)
Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones de
1915 9653
Empleados Ferroviarios
Nuevo régimen jubilatorio para el sector
1919 10.650
ferroviario
Caja Nacional de Jubilaciones, Pensiones y
Subsidios para el personal permanente de las
empresas particulares de tranvías, teléfonos,
telégrafos, gas, electricidad y radiotelegrafía
1921 11.110
constituidas en virtud de autorización del
Gobierno Nacional o de la Municipalidad de la
Ciudad de Buenos Aires (o Caja de Servicios
Públicos)
Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones de
Empleados de Empresas Bancarias (cambiará
1923 11.232
su nombre a partir de la sanción de la ley
orgánica 11.575)
1929 11.575 Caja Nacional de Jubilaciones Bancarias
Caja de Jubilaciones y Pensiones de
1939 12.581
Periodistas

90
AÑO LEY CAJA
Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de la
1939 12.612
Marina Mercante Nacional

Elaboración: Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Libro Blanco de la Previsión Social, Buenos Aires, 2003.
A partir de 1944 se inicia un proceso de expansión de los beneficios previsionales a todos los trabajadores, incluidos
los trabajadores autónomos. Esta expansión fue desprolija, con tratamiento desigual de requisitos y beneficios, cada
actividad establecía en forma independiente los requisitos y condiciones para jubilarse y en la mayoría de los casos la
cuantía del haber jubilatorio estaba librado a la mala o buena administración de la Caja.
Ese mismo año, el dec.-ley 10.424 crea el Consejo Nacional de Previsión Social cuya finalidad sería la de "estudiar y
proyectar la unificación de los distintos regímenes legales existentes". Este objetivo no se cumpliría en lo inmediato sino
a través de un largo camino legislativo, con el objetivo de atenuar las desigualdades existentes entre los distintos
regímenes.
(57)
Por el dec. 29.176 , se crea el Instituto Nacional de Previsión Social (INPS); de esta forma se organiza el sistema
previsional argentino y se va extendiendo de forma tal de incluir a todos los trabajadores. El organismo tenía como
función centralizar las cajas y redistribuir los fondos, de manera que las cajas que mejor funcionaban financiaran a
aquellas con menos recursos.
Uno de los grandes problemas que históricamente padece el sistema previsional argentino es la utilización de los
superávit para fines distintos a la previsión social. Los excedentes de fondos eran "prestados" al Estado nacional,
respaldados con letras del tesoro cuyo interés no alcanzaba para paliar los efectos negativos de la inflación.
Durante esta época de "universalización" se dictaron principalmente las siguientes normas:
• Dec.-ley 10.315/1944: incorpora al régimen de la ley 11.110 (Caja de Servicios Públicos) el personal que realizaba
tareas permanentes o transitorias en instituciones médicas (hospitales, casas de salud, etc.), de las asociaciones y
entidades profesionales o gremiales vinculadas a dichas actividades y de entidades de socorro mutuo que prestaban
asistencia médica a sus asociados.
• Dec.-ley 14.535/1944: ley orgánica de jubilaciones para periodistas.
• Dec.-ley 23.682/1944: incorpora a los trabajadores de entidades de seguros, reaseguros, capitalización y ahorro a la
Caja Bancaria.
• Dec.-ley 31.665/1944: ley orgánica de previsión para el personal del comercio, las actividades afines y las civiles.
• Dec.-ley 6395/1946: ley orgánica de previsión para el personal de la marina mercante, que comprende también al de
la aeronáutica civil y las actividades afines.
• Dec.-ley 13.937/1946: incorpora a los obreros industriales al sistema previsional.
• Ley 14.067 (1951): incorpora obligatoriamente a la Caja de Servicios Públicos (ley 11.110) al:
- Personal que prestaba servicios permanentes, accidentales o transitorios en empresas de transportes automotores
colectivos de pasajeros de jurisdicción nacional.
- Personal de empresas de capital privado que explotaran idéntico servicio, cuya concesión o permiso emanara de los
gobiernos de las provincias o municipalidades que estuvieran adheridas al régimen de la ley 11.110 y el de las que en lo
sucesivo se adhirieran.
• Ley 14.397 (1954): régimen único, administrado por tres Cajas distintas, para la jubilación de los profesionales, los
empresarios y los trabajadores independientes. Esto constituyó un hecho revolucionario en la historia previsional
argentina.
• Ley 14.399 (1954): régimen previsional para los trabajadores rurales.
• Dec.-ley 11.911/1956: en conformidad con lo previsto en el estatuto laboral para el personal del servicio doméstico
(dec.-ley 326/1956), extensión del amparo jubilatorio a dicho sector.
• Ley 14.588 (1958): incorporación de los trabajadores gráficos a la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Periodistas.
El proceso de extensión de los beneficios previsionales se completó recién a fines de la década de los 60, con la
sanción de las siguientes leyes:
• La ley 18.038 (1969) sobre jubilación para trabajadores autónomos que permitió la afiliación voluntaria de personas
que no realizaran actividad lucrativa alguna.
• En esta medida se puede entrever una transición de la previsión social para el trabajador y su familia hacia la
seguridad social para todos, independientemente de la posición que se ocupe o de la función que se cumpla en la
sociedad.
• La ley 18.916 (1970) declaró expresamente que entre las personas que podían afiliarse voluntariamente al régimen
de trabajadores autónomos estaban comprendidas las amas de casa.
A partir de esta época se concreta una reforma administrativa con la ley 17.575 (1968). Esta ley otorgó a la Secretaría
de Seguridad Social la función de órgano de conducción y supervisión del Régimen Nacional de Seguridad Social.

91
Además, estableció la unificación de los distintos regímenes nacionales de previsión bajo la administración de tres Cajas
Nacionales de Previsión:
a) Caja Nacional de Previsión para el Personal de la Industria, Comercio y Actividades Civiles. Comprendía las
antiguas Cajas Nacionales de Previsión para:
- Personal bancario y de seguros.
- Personal de comercio y actividades civiles, incluida la sección trabajadores del servicio doméstico.
- Personal de la industria.
- Personal de la navegación.
- Periodistas y gráficos.
- Trabajadores rurales.
b) Caja Nacional de Previsión para el Personal del Estado y Servicios Públicos. Comprendía las antiguas Cajas
Nacionales de Previsión para:
- Personal del Estado.
- Personal ferroviario.
- Personal de servicios públicos.
c) Caja Nacional de Previsión para Trabajadores Autónomos. Comprendía las antiguas Cajas Nacionales de Previsión
para:
- Empresarios.
- Profesionales.
- Trabajadores independientes.
Las Cajas Nacionales de Previsión son los organismos de aplicación del Régimen Nacional de Previsión Social ley
(58)
19.575 (1968) . En 1968 se crea la Dirección Nacional de Recaudación Previsional.
(59)
La uniformidad legislativa comienza a concretarse a fines de 1968, cuando se sancionaron las leyes 18.037 , que
(60)
determina un único régimen para los trabajadores en relación de dependencia del sector privado, y 18.038 , en cuanto
establece un único régimen para los trabajadores autónomos. El objetivo general de estas normas era, una vez más,
reordenar las cajas, establecer requisitos comunes para acceder a las prestaciones y aumentar los fondos. Para ello se
utilizaron herramientas como bajar a 16 años la edad para comenzar a aportar y fomentar el retardo en solicitar la
jubilación para obtener un monto mayor.
La edad jubilatoria era de 60 para los hombres y 55 para las mujeres con 30 años de servicios y 15 de aportes, para
trabajadores en relación de dependencia.
Para los trabajadores autónomos la edad para jubilarse era de 65 años para las mujeres y 70 años para los hombres.
Mientras que los servicios y aportes eran los mismos que para los trabajadores en relación de dependencia.
(61)
Ambos textos legales fueron reglamentados por el dec. 8525/1968  y comenzaron a regir el 10 de enero de 1969,
haciéndolo durante casi 26 años (hasta el 14 de julio de 1994, fecha en que ambas normas quedaron derogadas por la
ley 24.241, que instituyó un nuevo sistema previsional, aún vigente).
Con la sanción de las leyes 18.037 y 18.038 se constituyó el denominado Sistema Nacional de Previsión Social
(SNPS), el cual comprendía a casi el 90% de la población económicamente activa y que se hallaba constituido por los
dos subsistemas mencionados: el correspondiente a los trabajadores en relación de dependencia, regulado por la ley
18.037 y el de los autónomos regido por la ley 18.038.
Aportar al SNPS era, en principio, obligatorio para todo aquel que llevara a cabo una actividad laboral remunerada o
ejerciera en forma autónoma una actividad lucrativa.
En ambas leyes se otorgaban las siguientes prestaciones:
• Jubilación ordinaria
• Jubilación por edad avanzada
• Jubilación por invalidez
• Pensión por fallecimiento
El haber de la jubilación ordinaria de los trabajadores en relación de dependencia se calculaba a partir del promedio
de los ingresos percibidos en los tres años de mayores retribuciones dentro de los últimos diez de aportes. Tales
ingresos eran actualizados a la fecha del cese de actividades mediante un índice, confeccionado por la Secretaría de
Seguridad Social, que reflejaba la evolución del nivel general de las remuneraciones de la economía. El haber jubilatorio
representaba entre el 70% y el 82% del promedio de ingreso así determinado, según la edad a la que se producía el
cese del trabajador.

92
Para los trabajadores autónomos el haber de su jubilación ordinaria dependía de la categoría en la cual se hubieran
ingresado los aportes. La ley 18.038 establecía criterios para encuadrar a cada trabajador autónomo en una categoría
determinada.
El SNPS era administrado exclusivamente por el Estado.
En 1980 el sistema de reparto entra en crisis, la crisis tenía dos aspectos. Por un lado, los ingresos del sistema no
permitían cumplir con las prestaciones comprometidas, y por otro, los beneficiarios veían como sus prestaciones se
depreciaban monetariamente.
Las causas de la crisis del sistema son variadas; ausencia de una política social a largo plazo, caída del número de
activos registrados provocado por el desempleo y el trabajo en negro, evasión previsional, la mayor expectativa de vida y
el consiguiente envejecimiento de la población, políticas de reducción de aportes patronales y el proceso inflacionario de
la década de los 80 se muestran como las principales causas.
Estas cuestiones provocaban un deterioro de los haberes previsionales. A partir de 1983 los jubilados comenzaron a
iniciar juicios contra el Estado nacional en virtud de la gran diferencia existente entre los sueldos de la clase activa y los
haberes del sector pasivo. La justicia hacía lugar a estos reclamos lo que implicó la acumulación de una gran deuda a
favor de la clase pasiva.
En 1986 se decreta el Estado de Emergencia del Sistema Previsional y se suspende el pago de sentencias.
El régimen de las leyes 18.037 y 18.038 respondía a un concepto de reparto por el que las nuevas generaciones
contribuían para que los pasivos gozarán de un haber digno (solidaridad intergeneracional), basado en la relación de
cuatro activos por un pasivo, aproximadamente. La realidad era distinta y el sistema así planteado se encontraba
agotado. Había que replantear el sistema previsional en un contexto difícil: jubilaciones bajas y endeudamiento del
sistema previsional con sus afiliados.
(62)
En el año 1991 el dec. 2741  crea la Administración Nacional de Seguridad Social —ANSES— como organismo
descentralizado, en jurisdicción del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Tiene facultades para administrar
los fondos correspondientes a los regímenes nacionales de jubilaciones y pensiones, en relación de dependencia y
autónomo.
En septiembre del año 1993 se sanciona la ley 24.241 que implica una reforma integral y crea un sistema mixto
integrado por dos regímenes el de reparto administrado por el Estado a través de la ANSES y un régimen de
capitalización administrado por las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), entidades de
derecho privado encargadas de recibir los aportes de los trabajadores y administrarlos. Eran supervisadas por la
Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (SAFJyP).
Los afiliados al régimen público que deseaban permanecer en el sistema debían optar por este, de lo contrario eran
compulsivamente incorporados al régimen de capitalización. El traspaso del sistema de capitalización al sistema de
(63)
reparto solo fue permitido hasta el 15/7/1996 por la ley 24.347 . Sin embargo, no existía límite temporal para ejercer la
opción a favor del régimen de capitalización.
Aquellas personas que se incorporaban por primera vez a un trabajo podían ejercer la opción por el sistema de
reparto en el plazo perentorio de 90 días y comunicarla a su empleador, el no ejercicio de esta opción implicaba la
incorporación en el sistema de capitalización. Los trabajadores autónomos debían efectuar la opción directamente en la
ANSES.
Los trabajadores que no optaban en el momento oportuno por el régimen de reparto ni se afiliaban a una AFJP eran
distribuidos entre las existentes.
El sistema previsional creado con la sanción de la ley 24.241 fue objeto de múltiples críticas: a) Los altos costos de
las comisiones percibidas por las AFJP para administrar los fondos. b) Demora en la tramitación de los expedientes. c)
Diseño defectuoso generador de más déficit. d) Errores en las liquidaciones mixtas (aportes en la ANSES y en la AFJP)
que aumentaron la litigiosidad.
(64)
Con fecha 27 de febrero de 2007, se sancionó la ley 26.222  de "libre opción jubilatoria", básicamente permitía que
desde el 12 de abril hasta el 31 de diciembre de 2007 (fecha que fijo la reglamentación) aquellas personas que a ese
momento aportaban a una AFJP podían optar por volver al régimen de reparto si así lo deseaban.
Asimismo, resuelve en forma contraria el caso de los indecisos, es decir, aquellos trabajadores que ingresan por
primera vez al mercado laboral o se inscriben como trabajadores autónomos podían ejercer la opción por cualquiera de
los sistemas desde el 1 de abril y por noventa días, de lo contrario, quedaban incorporados al régimen de reparto.
La facultad de optar por cualquiera de los regímenes se renovaba cada 5 años.
Los afiliados al régimen de capitalización, mayores de 55 años de edad los hombres y mayores 50 años de edad las
mujeres, cuya cuenta de capitalización individual arrojaba un saldo que no superaba los $ 20.000, eran transferidos
automáticamente al régimen de reparto, salvo que el afiliado manifestara ante su AFJP la voluntad de permanecer en el
sistema de capitalización. La ley buscaba rescatar, del sistema de capitalización, a aquellos trabajadores que en virtud
de sus bajos ingresos no lograrían capitalizar lo necesario para acceder a una prestación digna proveniente del
mencionado sistema.
Otro aspecto importante de la norma era la limitación al 1% de las comisiones cobradas por las AFJP.

93
Solo alrededor de 2.000.000 de trabajadores habían optado por el traspaso al sistema de reparto, lo que representaba
el 18% de los afiliados al régimen de capitalización. Evidentemente este no era el resultado esperado, por esto, el 20 de
(65)
noviembre de 2008 se sanciona la ley 26.425  de unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en un
único régimen previsional público que se denomina Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Este sistema será
financiado a través de un sistema solidario de reparto, garantizando a los afiliados y beneficiarios del régimen de
capitalización vigente hasta la fecha idéntica cobertura y tratamiento que la brindada por el régimen previsional público.
Como consecuencia inevitable, se elimina el régimen de capitalización, que es absorbido y sustituido por el régimen
de reparto, en las condiciones que establece la ley.
El art. 2° de la norma garantiza a los afiliados del régimen de capitalización iguales o mejores prestaciones que las
que estaban percibiendo. Es decir, las prestaciones otorgadas por el eliminado régimen no podrán disminuirse como
consecuencia de esta ley.
Los principales efectos son:
1. Los períodos trabajados en el exsistema de las AFJP se considerarán a los efectos de la liquidación de los
beneficios, como si hubieran sido prestado al régimen Previsional Público.
2. Los beneficios de jubilación ordinaria, retiro por invalidez y pensión por fallecimiento bajo la modalidad de retiro
programado o fraccionario que al momento abonaban las AFJP serán, a partir de ahora, abonados por el régimen
previsional público. En cambio, aquellos abonados bajo la modalidad de renta vitalicia previsional seguirán abonándose
a través de la correspondiente compañía de seguros de retiro.
3. Se transfieren en especie a la ANSES todos los recursos que integran las cuentas de capitalización individual,
dichos activos pasarán a integrar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Régimen Previsional Público de Reparto
creado por el dec. 897/2007.
4. Por el art. 8° se establece el uso exclusivo de los recursos para el pago de los beneficios del SIPA, estando
permitidas solo las inversiones previstas en el art. 74 de la ley 24.241 y prohibidas las previstas en el art. 75 del mismo
cuerpo legal.
5. El control de los fondos estará a cargo de la Comisión Bicameral de Control de los Fondos de la Seguridad Social a
crearse en el ámbito del Honorable Congreso de la Nación.

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II. Sistema Integrado Previsional Argentino

1. Aspectos generales

94
1.1. Introducción
La reforma introducida por la ley 26.425 constituye un hito en nuestro agitado derecho previsional.
Distintas perspectivas pueden utilizarse para analizar los cambios y efectos de la reforma.
(66)
Siguiendo los lineamientos del Dr. Lucas A. Piaggio  utilizaremos la siguiente:
- Desde el punto de vista de la delegación transestructural de cometidos públicos:
El autor citado resalta que en la esencia misma del instituto de la delegación de cometidos públicos, mediante la
invocación de razones de interés general, el Estado puede en cualquier momento reasumir la ejecución de un cometido
estatal anteriormente delegado a un particular. Esto como consecuencia de que el Estado solamente habrá delegado
reservando la titularidad, esta reserva lo habilita a retomar en cualquier momento la gestión de esa función.
La ley 26.425 no hizo otra cosa que reasumir exclusivamente la gestión de aquella parte del cometido público
previsional para cuya ejecución había solicitado la colaboración de sujetos privados (AFJP).
Como se señaló, el Estado no cedió la titularidad ni podría haberlo hecho válidamente, esto porque no caben dudas
en nuestro régimen constitucional acerca del carácter público del cometido analizado.
Tan público es el cometido que el art. 14 bis de la CN lo pone en cabeza del Estado y en forma imperativa ("...
otorgará los beneficios de la seguridad social..."). Es innegable la titularidad estatal.
En este contexto y teniendo en cuenta las motivaciones invocadas para la reforma en el Mensaje PE 1732. Entre
otras cosas, se cuestiona allí la existencia de un sistema de capitalización que "deja el futuro de los ingresos de nuestros
trabajadores y jubilados a merced de los avatares del mercado financiero, es decir, sujeto a operaciones de riesgo, tal
como se hace evidente ante la crisis financiera internacional...", siendo que la previsión social "es una institución creada
para otorgar certezas, por lo que lo misma no puede tener como pilar central una actividad intrínsecamente riesgosa".
Asimismo, consideró que "el sistema previsional requiere más certezas que interrogantes y que el Estado debe tener un
rol activo en la Seguridad Social, con la convicción de que es posible una buena administración de los recursos públicos
y una gestión estatal eficiente y eficaz".
Por esto debe reconocerse la licitud de la medida legislativa. Podrá cuestionarse la oportunidad política, no
compartirse las razones invocadas, pero no quedan dudas de que el núcleo de la reforma no es cuestionable
judicialmente, por tratarse de una valoración discrecional del órgano constitucional competente (Congreso Nacional),
para adoptar una decisión de esta índole.
La licitud no quita que su implementación haya afectado derechos de los particulares afiliados al régimen de
capitalización, por lo que aun válida la medida, el Estado deba resarcir las posibles consecuencias dañosas.
- Desde el punto de vista del régimen jurídico aplicable:
En este punto la reforma no trajo aparejado grandes cambios en este aspecto.
Los únicos vínculos que permanecen son aquellos que enlazan a la ANSES, como gestor monopólico del sistema
previsional, con aquellas personas incorporadas al SIPA.
Todos los trabajadores y beneficiarios incorporados al SIPA se encuentran ahora vinculados a la ANSES, esto es, el
organismo público a cargo de la gestión del SIPA sin la colaboración de empresas privadas (salvo las compañías de
seguro de retiro que continuarán abonando las rentas vitalicias provisionales).
- Desde el punto de vista de la responsabilidad del Estado:
Como se ha señalado anteriormente, la medida adoptada por el congreso fue lícita, sin embargo, en sus efectos no ha
podido evitar la producción de importantes perjuicios económicos a los principales actores, estas son las AFJP. Se
trataría de un supuesto de responsabilidad estatal por actividad lícita.
A modo de conclusión, se trata de una de las medidas más importantes de los últimos años. Con la sanción de esta
ley se ha eliminado el régimen de gestión privada en materia previsional.

1.2. Aclaraciones
En este estudio resulta necesario aclarar que la ley 26.425 que crea el SIPA y elimina el régimen de capitalización no
derogó la ley 24.241 que continúa vigente y regula todo el sistema previsional. No obstante, no existe un texto ordenado
y aun consultando la versión "actualizada" de la ley, continúa refiriéndose al derogado sistema de capitalización.
Por esto resulta necesario remarcar algunas cuestiones que permitan entender el funcionamiento actual:
- No existe el régimen de capitalización.
- El SIPA se encuentra administrado únicamente por el Estado a través de la ANSES.
- No existe un texto ordenado de la ley 24.241, por lo cual sigue refiriéndose a aspectos del derogado régimen de
capitalización. Por esta razón, cualquier referencia a las AFJyP debe ser omitida, al igual que la SAFJyP. Dejaron de
existir con la sanción de la ley 26.425.

95
- La ley 26.425 es modificatoria de la ley 24.241 que continúa vigente y regula los aspectos más importantes del
sistema: aportes, contribuciones, obligaciones de los empleadores, afiliados y beneficiarios, etcétera.
- Toda referencia al ex SIJP debe ser entendida como referida al SIPA.

1.3. Incorporación al sistema


El art. 2° de la ley 24.241 detalla las personas obligatoriamente incluidas al SIJP (hoy SIPA), y en el art. 3° los
supuestos de incorporación voluntaria.
Obligatoria:
Están obligatoriamente comprendidas en el SIJP y sujetas a las disposiciones que sobre afiliación establece esta ley y
las normas reglamentarias que se dicten, las personas físicas mayores de dieciocho (18) años de edad que a
continuación se detallan:
a) Personas que desempeñen alguna de las actividades en relación de dependencia que se enumeran en los
apartados siguientes, aunque el contrato de trabajo o la relación de empleo público fueren a plazo fijo:
1. Los funcionarios, empleados y agentes que en forma permanente o transitoria desempeñen cargos, aunque sean
de carácter electivo, en cualquiera de los poderes del Estado nacional, sus reparticiones u organismos centralizados,
descentralizados o autárquicos, empresas del Estado, sociedades del Estado, sociedades anónimas con participación
estatal mayoritaria, sociedades de economía mixta, servicios de cuentas especiales y obras sociales del sector público,
con exclusión del personal militar de las fuerzas armadas y del personal militarizado o con estado policial de las fuerzas
de seguridad y policiales.
2. El personal civil de las fuerzas armadas y de las fuerzas de seguridad y policiales.
3. Los funcionarios, empleados y agentes que en forma permanente o transitoria desempeñen cargos en organismos
oficiales interprovinciales, o integrados por la Nación y una o más provincias, cuyas remuneraciones se atiendan con
fondos de dichos organismos.
4. Los funcionarios, empleados y agentes civiles dependientes de los gobiernos y municipalidades provinciales, a
condición que previamente las autoridades respectivas adhieran al SIJP, mediante convenio con el Poder Ejecutivo
Nacional.
5. Las personas que en cualquier lugar del territorio del país presten en forma permanente, transitoria o eventual,
servicios remunerados en relación de dependencia en la actividad privada.
6. Las personas que en virtud de un contrato de trabajo celebrado o relación laboral iniciada en la República, o de un
traslado o comisión dispuestos por el empleador, presten en el extranjero servicios de la naturaleza prevista en el
apartado anterior, siempre que dichas personas tuvieran domicilio real en el país al tiempo de celebrarse el contrato,
iniciarse la relación laboral o disponerse el traslado o comisión.
7. En general, todas las personas que hasta la vigencia de la presente ley estuvieran comprendidas en el régimen
nacional de jubilaciones y pensiones por actividades no incluidas con carácter obligatorio en el régimen para
trabajadores autónomos.
Cuando se trate de socios en relación de dependencia con sociedades, se estará a lo dispuesto en el inciso d).
b) Personas que por sí solas o conjunta o alternativamente con otras, asociadas o no, ejerzan habitualmente en la
República alguna de las actividades que a continuación se enumeran, siempre que éstas no configuren una relación de
dependencia:
1. Dirección, administración o conducción de cualquier empresa, organización, establecimiento o explotación con fines
de lucro, o sociedad comercial o civil, aunque por esas actividades no obtengan retribución, utilidad o ingreso alguno.
2. Profesión desempeñada por graduado en universidad nacional o en universidad provincial o privada autorizada
para funcionar por el Poder Ejecutivo, o por quien tenga especial habilitación legal para el ejercicio de profesión
universitaria reglamentada.
3. Producción o cobranza de seguros, reaseguros, capitalización, ahorro, ahorro y préstamo, o similares.
4. Cualquier otra actividad lucrativa no comprendida en los apartados precedentes.
c) Personas al servicio de las representaciones y agentes diplomáticos o consulares acreditados en el país, como
también el dependiente de organismos internacionales que preste servicios en la República, si de conformidad con las
convenciones y tratados vigentes resultan aplicables a dicho personal las leyes de jubilación y pensiones argentinas. Al
personal que quede excluido le será de aplicación lo dispuesto en el segundo párrafo del art. 4º.
d) Cuando se trate de socios o sociedades, a los fines de su inclusión obligatoria en los incisos a) o b), o en ambos,
serán de aplicación las siguientes normas:
1. No se incluirán obligatoriamente en el inciso a):
1.1. Los socios de sociedades de cualquier tipo cuya participación en el capital sea igual o superior al porcentual que
resulte de dividir el número cien (100) por el número total de socios.

96
1.2. El socio comanditado único de las sociedades en comandita simple o por acciones. Si hubiera más de un socio
comanditado se aplicará lo dispuesto en el punto anterior, tomando en consideración solamente el capital comanditado.
1.3. Los socios de las sociedades civiles y de las sociedades comerciales irregulares o de hecho, aunque no se
cumpla el requisito a que se refiere el punto 1.1.
1.4. Los socios de sociedades de cualquier tipo —aunque no estuvieran comprendidos en los puntos anteriores—,
cuando la totalidad de los integrantes de la sociedad estén ligados por un vínculo de parentesco de hasta el segundo
grado de consanguinidad y/o afinidad.
2. Sin perjuicio de su inclusión en el inciso b), cuando un socio quede incluido obligatoriamente en el inciso a) la
sociedad y el socio estarán sujetos a las obligaciones de aportes y contribuciones obligatorios por la proporción de la
remuneración y participación en las utilidades que el socio perciba y/o se le acrediten en cuenta, en la medida que
exceda el monto que le hubiera correspondido de conformidad con su participación en el capital social.
Incorporación voluntaria:
El art. 3° de la ley 24.241 enumera los casos de incorporación voluntaria para las personas mayores de 18 años de
edad que a continuación se detallan:
a) Con las obligaciones y beneficios que corresponden a los incluidos en el inciso a) del artículo anterior:
1. Los directores de sociedades anónimas por las asignaciones que perciban en la misma sociedad por actividades
especialmente remuneradas que configuren una relación de dependencia.
2. Los socios de sociedades de cualquier tipo que no resulten incluidos obligatoriamente conforme a lo dispuesto en
el inciso d) del artículo anterior;
b) Con las obligaciones y beneficios que corresponden a los incluidos en el inciso b) del artículo anterior:
1. Los miembros de consejos de administración de cooperativas que no perciban retribución alguna por esas
funciones, socios no gerentes de sociedades de responsabilidad limitada, síndicos de cualquier sociedad y fiduciarios.
2. Los titulares de condominios y de sucesiones indivisas que no ejerzan la dirección, administración o conducción de
la explotación común.
3. Los miembros del clero y de organizaciones religiosas pertenecientes al culto católico apostólico romano, u otros
inscriptos en el Registro Nacional de Cultos.
4. Las personas que ejerzan las actividades mencionadas en el art. 2º, inciso b), apartado 2, y que por ellas se
encontraren obligatoriamente afiliadas a uno o más regímenes jubilatorios provinciales para profesionales, como
asimismo aquellas que ejerzan una profesión no académica autorizada con anterioridad a la promulgación de esta ley.
Esta incorporación no modificará la obligatoriedad que dimana de los respectivos regímenes locales.
5. Las amas de casa que decidan incorporarse voluntariamente al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones lo
harán en la categoría mínima de aportes, pudiendo optar por cualquier otra categoría superior. (Inciso sustituido por art.
1º de la ley 24.347 B.O. 28/6/1994).
Excepción:
Conforme al art. 4°, quedan exceptuados del sistema los profesionales, investigadores, científicos y técnicos
contratados en el extranjero para prestar servicios en el país por un plazo no mayor de 2 años y por una sola vez, a
condición de que no tengan residencia permanente en la República y estén amparados contra las contingencias de
vejez, invalidez y muerte por las leyes del país de su nacionalidad o residencia permanente. La solicitud de exención
(67)
deberá ser formulada ante la autoridad de aplicación por el interesado o su empleador. Por art. 5º de la ley 26.566  se
amplió a 4 años el plazo establecido.
La precedente exención no impedirá la afiliación a este sistema, si el contratado y el empleador manifestaren su
voluntad expresa en tal sentido, o aquel efectuare su propio aporte y la contribución correspondiente al empleador.
Las disposiciones precedentes no modifican las contenidas en los convenios sobre seguridad social celebrados por la
República con otros países, ni las de la ley 17.514.
Actividades simultáneas:
La circunstancia de estar también comprendido en otro régimen jubilatorio nacional, provincial o municipal, así como
el hecho de gozar de cualquier jubilación, pensión o retiro, no eximen de la obligatoriedad de efectuar aportes y
contribuciones a este sistema, salvo en los casos expresamente determinados en la presente ley (art. 5°).
Las personas que ejerzan en forma simultánea más de una actividad de las comprendidas en los incisos a), b) o c) del
art. 2º, así como los empleadores en su caso, contribuirán obligatoriamente por cada una de ellas.

1.4. Remuneración sujeta a aportes y contribuciones


A los fines previsionales se considera remuneración a todo ingreso que percibiere el afiliado en dinero o en especie
susceptible de apreciación pecuniaria, en retribución o compensación o con motivo de su actividad personal, en
concepto de sueldo, sueldo anual complementario, salario, honorarios, comisiones, participación en las ganancias,
habilitación, propinas, gratificaciones y suplementos adicionales que tengan el carácter de habituales y regulares,

97
viáticos y gastos de representación, excepto en la parte efectivamente gastada y acreditada por medio de comprobantes,
y toda otra retribución, cualquiera que fuere la denominación que se le asigne, percibida por servicios ordinarios o
extraordinarios prestados en relación de dependencia.
La autoridad de aplicación determinará las condiciones en que los viáticos y gastos de representación no se
considerarán sujetos a aportes ni contribuciones, no obstante, la inexistencia total o parcial de comprobantes que
acrediten el gasto.
Las propinas y retribuciones en especie de valor incierto serán estimadas por el empleador. Si el afiliado estuviera
disconforme, podrá reclamar ante la autoridad de aplicación, la que resolverá teniendo en cuenta la naturaleza y
modalidad de la actividad y de la retribución. Aun mediando conformidad del afiliado, la autoridad de aplicación podrá
rever la estimación que no considerara ajustada a estas pautas.
Se consideran asimismo remuneración a las sumas a distribuir a los agentes de la Administración Pública o que estos
perciban en carácter de:
1. Premio estímulo, gratificaciones u otros conceptos de análogas características. En este caso también las
contribuciones estarán a cargo de los agentes, a cuyo efecto antes de proceder a la distribución de dichas sumas se
deberá retener el importe correspondiente a la contribución.
2. Cajas de empleados o similares, cuando ello estuviere autorizado. En este caso, el organismo o entidad que tenga
a su cargo la recaudación y distribución de estas sumas deberá practicar los descuentos correspondientes a los aportes
personales y depositarlos dentro del plazo pertinente.
No se consideran remuneración las asignaciones familiares, las indemnizaciones derivadas de la extinción del
contrato de trabajo, por vacaciones no gozadas y por incapacidad permanente provocada por accidente del trabajo o
enfermedad profesional, las prestaciones económicas por desempleo, ni las asignaciones pagadas en concepto de
becas. Tampoco se considera remuneración las sumas que se abonen en concepto de gratificaciones vinculadas con el
cese de la relación laboral en el importe que exceda del promedio anual de las percibidas anteriormente en forma
habitual y regular.
El concepto de remuneración resulta ser un factor importante a los fines previsionales, toda vez que el cálculo del
haber de jubilación contempla el promedio de los salarios percibidos en los últimos 10 años.
La existencia de trabajo no registrado o parcialmente registrado atenta contra los derechos previsionales de las y los
trabajadores, que inevitablemente verán o impedido el acceso a un haber jubilatorio (por no alcanzar los 30 años
requeridos) o disminuido su haber ante la existencia de remuneraciones menores a realmente percibidas.
En distintos fallos la justicia ordenó recalcular haberes considerando la real remuneración.
En autos "Rainone de Ruffo, Juana c. ANSES s/reajustes varios", la actora fue empleada de la ANSES y percibió
durante mucho tiempo pagos en negro. La CS ordenó al organismo a incorporar las sumas consideradas como "sin
aportes" al cómputo del haber inicial, sin perjuicio de efectuar los cargos correspondientes. Esto con fundamento en el
art. 10 de la ley 24.241.
En la causa "Real, Antonio Lorenzo c. ANSES s/reajustes varios", la CS revocó el pronunciamiento de la Cámara por
ignorar que el juez laboral condenó al empleador a realizar los aportes y contribuciones omitidos, también ignoró que la
demandante en su demanda denunció los incumplimientos. En la medida en que la sentencia ordena al empleador la
obligación de ingresar los aportes y contribuciones correspondientes, las consecuencias de la falta de cumplimiento de
tal requerimiento no pueden recaer en el trabajador. Con estos argumentos revocó la sentencia de Cámara he hizo lugar
al reclamo de reajuste.
Como se analizó, las remuneraciones percibidas por los trabajadores dependientes resultan de suma importancia a
los efectos previsionales. En lo relativo a los trabajadores autónomos efectuarán los aportes previsionales obligatorios,
sobre los niveles de rentas de referencia calculadas con base en categorías que fijarán las normas reglamentarias de
acuerdo con la capacidad contributiva y la calidad de sujeto o no en el impuesto al valor agregado y, en su caso, su
condición de responsable inscripto, de responsable no inscripto o no responsable por dicho impuesto. La renta imponible
de estos trabajadores así determinada será actualizada conforme al índice de movilidad del art. 32 de la ley 24.241.

1.5. Obligaciones
El capítulo III de la ley 24.241 se ocupa de las obligaciones de los empleadores, de los afiliados y de los beneficiarios:
Son obligaciones de los empleadores (art. 12):
a) Inscribirse como tales ante la autoridad de aplicación y comunicarle toda modificación en su situación como
empleadores, en los plazos y con las modalidades que dicha autoridad establezca.
b) Dar cuenta a la autoridad de aplicación de las bajas que se produzcan en el personal.
c) Practicar en las remuneraciones los descuentos correspondientes al aporte personal, y depositarlos en la orden del
SUSS.
d) Depositar en la misma forma indicada en el inciso anterior las contribuciones a su cargo.
e) Remitir a la autoridad de aplicación las planillas de sueldos y aportes correspondientes al personal.

98
f) Suministrar todo informe y exhibir los comprobantes justificativos que la autoridad de aplicación les requiera en
ejercicio de sus atribuciones y permitir las inspecciones, investigaciones, comprobaciones y compulsas que aquella
ordene en los lugares de trabajo, libros, anotaciones, papeles y documentos.
g) Otorgar a los afiliados y beneficiarios y sus derechohabientes, cuando estos lo soliciten, y en todo caso a la
extinción de la relación laboral, las certificaciones de los servicios prestados, remuneraciones percibidas y aportes
retenidos y toda otra documentación necesaria para el reconocimiento de servicios u otorgamiento de cualquier
prestación.
h) Requerir de los trabajadores comprendidos en el SIJP, al comienzo de una relación laboral, en los plazos y con las
modalidades que la autoridad de aplicación establezca, la presentación de una declaración jurada escrita de si son o no
beneficiarios de jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, con indicación, en caso afirmativo, del organismo
otorgante y datos de individualización de la prestación;
i) Denunciar a la autoridad de aplicación todo hecho o circunstancia concerniente a los trabajadores, que afecten o
puedan afectar el cumplimiento de las obligaciones que a estos y a los empleadores imponen las leyes nacionales de
previsión.
j) En general, dar cumplimiento en tiempo y forma a las demás disposiciones que la presente ley establece, o que la
autoridad de aplicación disponga.
Las reparticiones y organismos del Estado mencionados en el apartado 1 del inciso a) del art. 2º, están también
sujetos a las obligaciones enumeradas precedentemente.
Obligaciones de los afiliados y de los beneficiarios (art. 13):
1. Suministrar los informes requeridos por la autoridad de aplicación, referentes a su situación frente a las leyes de
previsión.
2. Presentar al empleador la declaración jurada a la que se refiere el inciso h) del art. 12, y actualizar la misma cuando
adquieran el carácter de beneficiarios de jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, en el plazo y con las
modalidades que la autoridad de aplicación establezca.
3. Denunciar a la autoridad de aplicación todo hecho o circunstancia que configure incumplimiento por parte del
empleador a las obligaciones establecidas por las leyes nacionales de jubilaciones y pensiones.
La autoridad de aplicación, en un plazo no mayor de 45 días, deberá investigar los hechos denunciados, dictar
resolución desestimando la denuncia o imponiendo las sanciones pertinentes y efectuar la denuncia penal, según
corresponda y notificar fehacientemente al denunciante todo lo actuado y resuelto. El funcionario público que no diera
cumplimiento a las obligaciones establecidas en este inciso incurrirá en falta grave.
b) Son obligaciones de los afiliados autónomos sin perjuicio de las demás establecidas en la presente ley:
1. Depositar el aporte a la orden del SUSS.
2. Suministrar todo informe referente a su situación frente a las leyes de previsión y exhibir los comprobantes y
justificativos que la autoridad de aplicación les requiera en ejercicio de sus atribuciones, y permitir las inspecciones,
investigaciones, comprobaciones y compulsas que aquélla ordene en los lugares de trabajo, libros, anotaciones, papeles
y documentos.
3. En general, dar cumplimiento en tiempo y forma a las demás disposiciones que la presente ley establece, o que la
autoridad de aplicación disponga.
c) Son obligaciones de los afiliados, sin perjuicio de las demás establecidas en la presente ley:
1. Suministrar los informes requeridos por la autoridad de aplicación, referentes a su situación frente a las leyes de
previsión.
2. Comunicar a la autoridad de aplicación toda situación prevista en las disposiciones legales que afecte o pueda
afectar el derecho a la percepción total o parcial de la prestación que gozan.
3. Presentar al empleador la declaración jurada respectiva en el caso que volvieren a la actividad.
Si el beneficiario fuera incapaz, el cumplimiento de las obligaciones, precedentemente establecidas incumbe a su
representante legal.
Si existiera incompatibilidad total o limitada ente el goce de la prestación y el desempeño de la actividad, y el
beneficiario omitiere denunciar esta circunstancia, a partir del momento en que la autoridad de aplicación tome
conocimiento de la misma, se suspenderá o reducirá el pago de la prestación según corresponda. El beneficiario deberá
además reintegrar lo cobrado indebidamente en concepto de haberes previsionales, con los accesorios
correspondientes, importe que será deducido íntegramente de la prestación que tuviere derecho a percibir, si continuare
en actividad; en caso contrario se le formulará cargo en los términos del inciso d) del art. 14.
El empleador, que conociendo que el beneficiario se encuentra en infracción a las normas sobre incompatibilidad, no
denunciara esta circunstancia a la autoridad de aplicación, se hará pasible de una multa equivalente a diez (10) veces lo
percibido indebidamente por el beneficiario en concepto de haberes previsionales. El hecho de que el empleador no
practique las retenciones en concepto de aportes hace presumir, cuando el trabajador fuere el beneficiario de prestación
previsional, que aquél conocía la circunstancia señalada precedentemente.

99
1.6. Carácter de las prestaciones
Las prestaciones que se acuerden por el sistema previsional tienen, conforme al art. 14, los siguientes caracteres:
a) Son personalísimas, y solo corresponden a sus titulares; como consecuencia no pueden cederse, o delegarse en
terceros.
b) No pueden ser enajenadas ni afectadas a terceros por derecho; alguno, salvo las prestaciones mencionadas en los
incs. a) y b) del art. 17, las que, previa conformidad formal y expresa de los beneficiarios, pueden ser afectadas a favor
de organismos públicos, asociaciones sindicales de trabajadores con personería gremial, asociaciones de empleadores,
obras sociales, cooperativas, mutuales y entidades bancarias y financieras comprendidas en la ley 21.526, con las
cuales los beneficiarios convengan el anticipo de las prestaciones o el otorgamiento de créditos. Las deducciones por el
pago de obligaciones dinerarias no podrán exceder del 40% del haber mensual de la prestación resultante del previo
descuento de las retenciones impuestas por las leyes.
(68)
Por el art. 1° del dec. 246/2011  se fija un límite máximo para el costo de los créditos otorgados a través de la
operación del sistema de código de descuento a favor de terceras entidades, en la forma de Costo Financiero Total
(CFT) expresado como Tasa Efectiva Anual (TEA), que permita determinar la cuota mensual final a pagar por los
beneficiarios de los mismos, la cual incluirá el importe abonado en concepto de cuota social, los cargos, impuestos y
erogaciones por todo concepto. El CFT máximo no podrá exceder en un 5% adicional la tasa informada mensualmente
por el Banco de la Nación Argentina como aplicable a las operaciones de préstamos personales para jubilados y
pensionados del Sistema Integrado Previsional Argentino, que sean reembolsados a través del sistema de código de
descuento.
c) Son inembargables, con la salvedad de las cuotas por alimentos y litisexpensas.
d) Las prestaciones están sujetas a las deducciones que las autoridades judiciales y administrativas competentes
dispongan en concepto de cargos provenientes de créditos a favor de organismos de seguridad social o por la
percepción indebida de haberes de jubilaciones, pensiones, retiros o prestaciones no contributivas.
Dichas deducciones no podrán exceder del 20% del haber mensual de la prestación, salvo cuando en razón del plazo
de duración de esta no resultara posible cancelar el cargo mediante ese porcentaje, en cuyo caso la deuda se
prorrateará en función de dicho plazo.
e) Son imprescriptibles, salvo las establecidas en el art. 17, que se regirán por las normas del art. 82 de la ley 18.037
(texto ordenado 1976).
La excepción refiere a la prescripción de 1 año para el pago de haberes jubilatorios y de pensión, inclusive los
provenientes de transformación o reajuste, devengados antes de la presentación de la solicitud en demanda del
beneficio. Y del plazo de prescripción de dos años la obligación de pagar los haberes devengados con posterioridad a la
solicitud del beneficio.
La presentación de la solicitud ante la Caja interrumpe el plazo de prescripción, siempre que al momento de
formularse el peticionario fuere acreedor al beneficio solicitado.
f) Solo se extinguen por las causas previstas por la ley.
Todo acto jurídico que contraríe lo dispuesto precedentemente será nulo y sin valor alguno.

1.7. Conceptualizaciones
Previo al estudio y análisis de cada prestación, es necesario aclarar algunos conceptos:
Haber mínimo garantizado (HMG): se trata del monto mínimo que puede percibir un beneficiario por cualquiera de las
prestaciones previstas en el SIPA. Se actualiza con motivo de los incrementos de movilidad.
El HMG a diciembre de 2020 es de $ 19.035,29.
Haber máximo: se trata del monto máximo en concepto de haber que puede percibir un beneficiario en concepto de
haber previsional.
El monto máximo vigente a diciembre de 2020 es de $ 128.089,54.
Distintos fallos declararon la inconstitucionalidad de los topes en la medida que su aplicación implique una merma que
resulte confiscatoria (superior al 15%). En autos "Tudor, Enrique José c. ANSES", la CS, con fecha 19 de agosto de
2004, estimó que, si bien la implementación de topes máximos es legítima, estos no pueden provocar una merma
superior al 15% sobre los haberes; más allá de ese porcentaje, la quita es considerada confiscatoria.
Base imponible máxima: es el monto máximo de la remuneración sujeta a aportes. El sistema prevé que
independientemente de la real remuneración del trabajador, solo se efectúen aportes hasta los límites dispuestos por la
norma que se actualizarán conforme la movilidad.
La base imponible máxima vigente a diciembre de 2020 es de $ 208.357,30.
La jurisprudencia:

100
Respecto de la remuneración máxima y su impacto en el cálculo del haber existen dos líneas jurisprudenciales, la de
la Cámara Federal de la Seguridad Social y la seguida por la CS.
La primera línea está dada con el fallo "Cruz Oscar Tadeo c. ANSES s/reajustes varios". En este fallo la Cámara
sostuvo que surgía del expediente que las remuneraciones del titular, aún sin actualizar, superan el límite del tope
previsto por el art. 25 de la ley 24.241 en varios períodos, por lo que declaró la inconstitucionalidad de la norma referida
y su reglamentación, en tanto su aplicación irrestricta afecte la justa proporcionalidad entre el haber de actividad y el
haber jubilatorio, y su aplicación importe una diferencia superior al 15%, apoderamiento que ha sido considerado
confiscatorio.
La segunda línea, seguida por la CS, surge del fallo "Gualtieri Alberto c. ANSES s/reajustes varios". La Corte
considera la falta de aportes sobre la totalidad de sus ingresos estando en actividad, por lo cual entiende la Corte que la
prohibición de computar una remuneración mayor no es más que la lógica consecuencia de la falta de cotizaciones. El
fallo hace referencia a que el esfuerzo realizado por los afiliados al afrontar las cargas de la seguridad social debe ser
especialmente considerado y que, por el contrario, permitir que el trabajador que cotizó solo por una parte de su salario
de actividad, en virtud del límite contenido en el arto 9° de la ley 24.241, obtenga una prestación que incluya las sumas
por las que no contribuyó al sistema, constituiría un verdadero subsidio contrario a la protección del esfuerzo contributivo
realizado por el conjunto de los afiliados. Con estos argumentos la Corte revocó la declaración de inconstitucionalidad
del art. 25 de la ley 24.241.
No obstante el fallo "Gualtieri" de la Corte, la Cámara Federal de la Seguridad Social insiste en la declaración de
inconstitucionalidad del art. 25 de la ley 24.241 por las siguientes razones:
1. Que no resulta decisión del afiliado efectuar aportes por encima de dicha base, sino que la falta de debió a la
actitud deliberada del Poder Ejecutivo de no actualizar la base imponible máxima. Dicho tope se mantuvo igual durante
varios años.
2. La falta de actualización puede ocasionar mermas confiscatorias, por lo que corresponde su recálculo pero que, a
la vez, se compense al Estado por los aportes no percibidos.
3. En cuanto a la referencia al "esfuerzo realizado", solo se considera una parte, ya que en muchos casos los aportes
se realizaron sin tope alguno por la totalidad de la remuneración.
4. Por último, es necesario aclarar que las contribuciones efectuadas por los empleadores carecen de tope o se
realizan por el total de las remuneraciones de los trabajadores.
Aportes simultáneos:
Si un trabajador percibe simultáneamente más de una remuneración o renta como trabajador en relación de
dependencia o autónomo, cada remuneración o renta será computada separadamente. En función de las características
particulares de determinadas actividades en relación de dependencia, la reglamentación podrá establecer excepciones a
lo dispuesto en el presente párrafo. Al respecto, en un reciente fallo la Corte ratificó este supuesto. La señora Lohle
(Fallos 338:1017) cobra una pensión como viuda de un trabajador que, hasta su fallecimiento, cobraba ingresos por tres
actividades simultáneas: autónomo y dependiente de la empresa YPF y de la Federación de Sindicatos Unidos
Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPE). Para todas estas actividades, realizaba los aportes correspondientes.
Sin embargo, al momento de fijar el monto de la pensión, la ANSES consideró que la suma de todas las actividades
superaba el límite del mencionado art. 25 (remuneración máxima sujeta a aportes), por lo que dejó de lado dos de esas
actividades por las que efectivamente se habían realizado aportes. Ellas fueron excluidas de la cuenta y no incidieron
sobre el monto de la pensión de la actora.
La Corte Suprema consideró que, al proceder de ese modo, la ANSES confiscó los aportes realizados por el
trabajador; no reconoció su mayor esfuerzo contributivo, transformando esos aportes en una suerte de impuesto, lo que
se opone a la Constitución Nacional en cuanto establece la protección al trabajo y la familia y el deber del Estado de
otorgar los beneficios de la seguridad social (art. 14 bis, CN).
Por esa razón, el tribunal confirmó la sentencia de la Cámara Federal de la Seguridad Social que había declarado la
inconstitucionalidad de la reglamentación del art. 25 de la ley 24.241, aplicada por la ANSES.
Base Imponible Mínima: Monto mínimo de la remuneración sujeta a aportes y contribuciones. A diciembre de 2020, la
base imponible mínima es de $ 6.411,08.
Complemento al haber mínimo (CHM) garantizado: suma complementaria reconocida en los casos en que el haber
real determinado no alcance el HMG. Su importe consiste en la diferencia hasta alcanzar dicho importe.
Aportes y contribuciones:
Aportes: aporte personal de los trabajadores en relación de dependencia y de los trabajadores autónomos
comprendidos en el sistema (art. 10, ley 24.241).
El aporte personal de los trabajadores es del 11% respecto del monto de sus remuneraciones, mientras que para los
trabajadores autónomos es del 27%.
Contribuciones: a cargo de los empleadores respecto de sus trabajadores en relación de dependencia y que resulta
del 16% (art. 11, ley 24.241).
Los aportes y contribuciones obligatorios serán ingresados a través del Sistema único de Seguridad Social (SUSS). A
tal efecto, deberán ser declarados e ingresados por el trabajador autónomo o por el empleador en su doble carácter de

101
agente de retención de las obligaciones a cargo de los trabajadores y de contribuyente, según corresponda, en los
plazos y con las modalidades que establezca la autoridad de aplicación.

1.8. Financiamiento
Conforme al art. 18 de la ley 24.241, las prestaciones del régimen previsional público serán financiadas
exclusivamente con los siguientes recursos:
a) Los aportes personales de los afiliados comprendidos en el régimen previsional público;
b) Las contribuciones a cargo de los empleadores, establecidas por el art. 11 de la ley 24.241 en el 16%.
c) Los veintisiete puntos correspondientes a los aportes de los trabajadores autónomos.
d) La recaudación del impuesto sobre los bienes personales no incorporados al proceso económico o aquel que lo
sustituya en el futuro, y otros tributos de afectación específica al sistema jubilatorio;
e) Los recursos adicionales que anualmente fije el Congreso de la Nación en la Ley de Presupuesto;
f) Intereses, multas y recargos;
g) Rentas provenientes de inversiones;
h) Todo otro recurso que legalmente corresponda ingresar al régimen previsional público.
De la redacción de art. 18 de la ley 24.241 se advierte que el Sistema Previsional Argentino no se financia únicamente
con aportes y contribuciones, sino que el sistema de reparto es "asistido" con impuestos coparticipados y de afectación
específica que se detallan a continuación:
Impuestos coparticipados
- Impuesto al valor agregado (leyes 23.966, 26.078 y 27.432)
De la recaudación del impuesto se detraen los reintegros a las exportaciones y del saldo se asigna el 11% a la
ANSES, que a su vez se distribuye:
I. 6,27%: a las provincias cuyas cajas previsionales no fueron transferidas a la Nación.
II. 93,73%: aNSES.
Impuestos con asignación específica
- Impuesto sobre los créditos y débitos en cuentas bancarias (leyes 25.413 y 27.432)
El 100% de lo recaudado por el tributo se destina a la ANSES.
- Impuestos sobre los combustibles líquidos y al dióxido de carbono (leyes 23.966, título III, y 27.430)
El 28,69% del producido de los impuestos, para el caso de las naftas, gasolinas, solvente, aguarrás, gasoil, diésel oil y
kerosene, se distribuirá al SUSS, para ser destinado a la atención de las obligaciones previsionales nacionales.
- Impuesto sobre los bienes personales (leyes 23.966, 26.078 y 27.432)
En primer término, se detrae en forma mensual la suma de $ 250.000 para ser transferida al Instituto Nacional Central
Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) y del saldo de la recaudación el 6,27% se distribuye a las
provincias cuyas cajas previsionales no fueron transferidas a la Nación.
- Adicional de emergencia sobre cigarrillos (leyes 24.625, 26.658 y 27.432)
El 100% de lo recaudado por el tributo se destina a la ANSES.
- Régimen simplificado para pequeños contribuyentes (Monotributo) (leyes 26.545 y 27.432)
Del componente previsional se destina el 100%, mientras que, del componente impositivo, se destina el 70% a la
ANSES.
Contribuciones a la seguridad social (leyes 24.241 y 27.541, dec. 99/2019)
El aporte personal de los trabajadores en relación de dependencia, que representa el 11% de su salario imponible, se
destina al SIPA.
Las contribuciones a cargo del empleador varían el porcentaje que representan en el salario del trabajador
dependiendo del tipo de actividad y tope de ventas totales anuales; las contribuciones correspondientes a trabajadores
del sector privado, cuya actividad principal se encuadre en el sector "Servicios" o "Comercio" y estén categorizadas por
la Secretaría de Emprendedores y de la Pequeña y Mediana Empresa como empresa mediana del tramo 2, el porcentaje
aplicado al salario del trabajador destinado al SIPA es del 12,35%, mientras que el del resto de los trabajadores es del
10,77%.
En el siguiente cuadro se grafican los impuestos:

102
Elaboración propia. Fuente: Ministerio de Economía.

2. Contingencias cubiertas y prestaciones del SIPA

2.1. Introducción
El SIPA prevé la protección de las contingencias de vejez, invalidez y muerte.
El art. 17 de la ley 24.241 establece que el régimen otorgará las siguientes prestaciones: a) Prestación básica
universal; b) Prestación compensatoria; c) Retiro por invalidez; d) Pensión por fallecimiento; e) Prestación adicional por
permanencia, y f) Prestación por edad avanzada.
Independientemente de lo que se explica en forma particular para cada prestación, el trámite de cualquiera de las
prestaciones se inicia ante la ANSES previa solicitud de turno en la página web del organismo, www.anses.gov.
El inicio de las prestaciones preveía la presentación de múltiples formularios que se unificaron en el formulario de
solicitud PS 6.18 (se acompaña en el anexo a este capítulo).
A continuación, se analizarán los requisitos de acceso a las prestaciones y su cálculo, esta obra solo analizará las
prestaciones previstas por la ley 24.241 no adentrándonos, en esta oportunidad, al estudio de regímenes especiales y
diferenciales ni a prestaciones no contributivas.

103
2.2. Contingencia de vejez

2.2.1. Jubilación. Derecho y cálculo del haber


Actualmente el cálculo del haber de jubilación incluye las prestaciones mencionadas en los incs. a), b) y e) del art. 17
de la ley 24.241, modificada por el art. 3° de la ley 24.463, es decir, la Prestación Básica Universal (PBU), la Prestación
Compensatoria (PC) y la Prestación Adicional por Permanencia (PAP).
La PBU (art. 19, ley 24.241) es básica porque constituye el componente primario indispensable para tener derecho,
en su caso, a la PC (art. 23, inc. a], ley 24.2421) y a la PAP (art. 30, inc. d]), y es universal porque no guarda relación con
los aportes, con las remuneraciones, ni con las situaciones particulares de los extrabajadores, sino que justamente su
monto es universal.
Por aplicación del dec. 899/2020 que estableció la movilidad aplicable a partir de diciembre de 2020, el monto de la
PBU asciende a la suma de $ 8.144,14. Este monto se verá nuevamente incrementado con motivo de la movilidad que
determine el Poder Ejecutivo a partir del mensual diciembre de 2020 y así sucesivamente hasta que se sancione una
nueva ley de movilidad.
La PC es una prestación que consiste en compensar a los afiliados por los años aportados al sistema provisional
hasta el momento de la entrada en vigencia del Libro I de la ley 24.241, es decir, hasta el 15/7/1994 (art. 23, ley 24.241)
A diferencia de la PBU, esta prestación guarda relación directa con las remuneraciones o rentas percibidas por el
(69)
afiliado durante su vida laboral, ya que su monto surge de efectuar el siguiente cálculo :

Siendo PR: el promedio de remuneraciones (si es trabajador en relación de dependencia) sujetas a aportes y
contribuciones actualizadas y percibidas durante los últimos 10 años inmediatamente anteriores al cese o el promedio
mensual de los montos actualizados de las categorías en que revistó el afiliado, si es trabajador autónomo. Si se
computaren sucesiva o simultáneamente servicios con aportes en relación de dependencia y autónomos, el haber se
establecerá sumando el que resulte para los servicios en relación de dependencia y el correspondiente a los servicios
autónomos, en forma proporcional al tiempo computado para cada clase de servicios.
La actualización de remuneraciones es analizada en el título III, de este capítulo.
Siendo años con aportes: cada año o fracción mayor a 6 meses hasta un máximo de 35.
Siendo tope: el resultado que arroje el cálculo del 1,5% por PR no podrá en ningún caso ser superior al 0,208 del
(70)
Haber Mínimo Garantizado (HMG) .
PAP: el art. 30 preveía que la opción por el régimen de reparto tenía por efecto el derecho de los afiliados a la PAP. El
haber mensual de esta prestación se determinará computando el 1,5% por cada año de servicios con aportes realizados
al régimen, en igual forma y metodología que la establecida para la PC. Es decir, su cálculo será:

Como señala la norma, el cálculo de esta prestación será en igual forma y metodología que para la PC, con la única
diferencia que se considerarán los años aportados a partir del 15/7/1994. Respecto de las demás variables del cálculo,
nos remitimos a lo dicho para la PC.

104
La suma entre las tres prestaciones (PBU — PC — PAP) determina el haber real, el haber jubilatorio al pago en
(71)
ningún caso podrá ser superior al haber máximo  que se establezca en función del art. 17, último párrafo.
Por otra parte, si la suma de las tres prestaciones resultara un haber inferior al HMG, la ANSES abonará el
complemento al haber mínimo (CHM) por la diferencia entre el haber real y el HMG de forma tal que ningún beneficiario
perciba un haber menor a dicho monto.
A las sumas determinadas se les descontará la obra social por el 3% sobre el equivalente al HMG, mientras que las
sumas que superen dicho monto abonarán el 6%.
A modo de ejemplo, se agrega en el anexo un detalle de beneficio, donde puede observarse una liquidación completa
de PBU, PC y PAP, y los descuentos efectuados.

2.2.2. Prestación por edad avanzada. Derecho y cálculo del haber


El art. 34 bis de la ley 24.241establece el derecho a los trabajadores que hubieran cumplido 70 años de edad o más y
acrediten 10 años como mínimo con aportes computables en uno o más regímenes jubilatorios comprendidos en el
sistema de reciprocidad, con una prestación de servicios de por lo menos 5 años durante el período de ocho
inmediatamente anteriores al cese. La ley refiere a cese, es decir, cuando el afiliado dejó de trabajar y lo que requiere es
cierta continuidad.
En el caso de trabajadores autónomos deberán acreditar, además, una antigüedad en la afiliación no inferior a 5 años.
El haber de la prestación será equivalente al 70% de la PBU, más la PC y la PAP.
El goce de esta prestación es incompatible con la percepción de toda jubilación, pensión o retiro civil o militar,
nacional, provincial o municipal, sin perjuicio del derecho del beneficiario a optar por percibir únicamente la prestación
mencionada en primer término.
En el caso de fallecimiento del titular de esta prestación, sus derechohabientes tendrán derecho a la pensión por
fallecimiento del beneficiario cuyo haber se determinará y distribuirá en la forma prevista para las pensiones por
fallecimiento de un beneficiario.

2.3. Contingencia de invalidez


En el punto anterior se estudió la protección de la contingencia de vejez en el otorgamiento de la prestación prevista
para ello que es la jubilación. La ley prevé la protección de la invalidez a través de dos prestaciones que se explicarán en
los siguientes puntos.

2.3.1. El retiro por invalidez


2.3.1.1. Derecho a la prestación
El art. 48 de la ley 24.241 establece que tendrán derecho al retiro por invalidez los afiliados que se incapaciten física o
intelectualmente en forma total por cualquier causa. Se presume que la incapacidad es total cuando la invalidez
produzca en su capacidad laborativa una disminución del 66 % o más; se excluyen las invalideces sociales o de
ganancias, tengan menos de 65 años de edad y sean aportantes regulares o irregulares con derecho.
Conforme al artículo mencionado, no da derecho a la prestación la invalidez temporaria que solo produzca la
incapacidad verificada o probable que se exceda del tiempo en que el afiliado en relación de dependencia fuere acreedor
a la percepción de remuneración u otra prestación sustitutiva, o de un año en el caso del afiliado autónomo.
La percepción del retiro por invalidez resulta incompatible con el desempeño de cualquier actividad en relación de
dependencia.
2.3.1.2. Calificación de los aportes del afiliado. Dec. 460/1999 (BO 5/5/1999)
La reglamentación del art. 95 de la ley 24.241 establece las pautas para la determinación de la calidad de aportante:
Aportante regular: aquel afiliado en relación de dependencia al que se le hubieran efectuado las retenciones
previsionales correspondientes durante 30 meses como mínimo dentro de los 36 meses anteriores a la fecha de la
solicitud del retiro por invalidez. El afiliado autónomo será considerado aportante regular si registra el ingreso de sus
aportes durante 30 de los 36 meses anteriores a la fecha de solicitud, siempre que cada pago se hubiere efectuado
dentro del mes calendario correspondiente a su vencimiento. Cuando los afiliados en relación de dependencia o
autónomos acrediten el mínimo de años de servicio exigido en el régimen común o diferencial en que se encuentren
incluidos para acceder a la jubilación ordinaria, serán considerados en todos los casos como aportantes regulares
siempre que acrediten el ingreso de las cotizaciones correspondientes.
En el caso de trabajadores que realicen tareas discontinuas, en las que la discontinuidad derive de su naturaleza, al
que se le hubieren efectuado las retenciones previsionales correspondientes durante 10 meses, como mínimo, dentro de
los 36 meses anteriores a la fecha de solicitud, siempre que dichas retenciones se hubieran efectuado sobre
remuneraciones que representen la base imponible mínima.

105
Aportante irregular con derecho: aquel afiliado en relación de dependencia al que se le hubieran efectuado las
retenciones previsionales correspondientes durante 18 meses como mínimo dentro de los 36 meses anteriores a la fecha
de la solicitud del retiro por invalidez. A los fines de la misma calificación, el afiliado autónomo deberá registrar el ingreso
de sus aportes durante 18 de los 36 meses anteriores a la solicitud, siempre que cada pago se hubiere efectuado dentro
del mes calendario correspondiente a su vencimiento.
Cuando se trate de trabajadores que realicen tareas discontinuas, en las que la discontinuidad derive de su
naturaleza, al que se le hubieren efectuado las retenciones previsionales correspondientes 6 meses, como mínimo,
dentro de los 36 meses anteriores a la fecha de solicitud, siempre que dichas retenciones se hubieran efectuado sobre
remuneraciones que representen, como mínimo, el valor de la base imponible mínima. Estos períodos se reducirán a 12
meses dentro de los 60 meses anteriores a la fecha de la solicitud del retiro por invalidez cuando el afiliado en relación
de dependencia o autónomo no alcanzare el mínimo de años de servicio exigido en el régimen común o diferencial en
que se encuentre incluido para acceder a la jubilación ordinaria, siempre que acredite al menos un 50% de dicho mínimo
y el ingreso de las cotizaciones correspondientes.
Si el período de afiliación fuera inferior a 36 meses se considerará, a los efectos de la determinación de la calidad de
aportante, el total de meses de afiliación respetando las proporciones de meses aportados allí establecidas a los fines de
la calificación del aportante. Esto implica que, en caso de una afiliación inferior a los 36 meses, el afiliado será regular si
acredita al menos el 83,33% de dicho período aportado en tiempo y forma, mientras que será irregular con derecho si
logra acreditar al menos el 50% de dicho período.
Aportante irregular sin derecho: no tendrán derecho a la percepción del retiro transitorio por invalidez aquellos
afiliados que no alcancen ninguno de los supuestos mencionados para ser considerados regulares o irregulares con
derecho, como consecuencia, no tendrán derecho al retiro por invalidez.
En el caso de los trabajadores en relación de dependencia y a los fines de la calificación de la regularidad de los
aportes, se considerarán como meses aportados aquellos durante los cuales se devengaron las remuneraciones,
aunque no hubieran sido percibidas por causas no imputables al afiliado. Asimismo, tendrán igual tratamiento aquellos
meses durante los cuales el afiliado estuviere percibiendo la prestación por desempleo prevista en la ley 24.013.
Por otra parte, el Memorando de la Secretaría de Seguridad Social (SSS), de fecha 9 de marzo de 1995, dispuso la
valoración a los fines de la calificación de aportante de determinadas situaciones particulares:
1. "Pagos parciales de los aportes: no serán tenidos en cuenta a los fines de la determinación de la regularidad de los
aportes aquellos períodos en los que por cualquier motivo se hayan ingresado cotizaciones inferiores a las fijadas por las
normas pertinentes".
2. "Licencias sin goce de haberes: tampoco serán considerados los períodos en los que no hubieran ingresado
cotizaciones por haber hecho uso el afiliado de licencia sin goce de haberes".
3. "Plazo de conservación de empleo por causa de enfermedad sin percepción de remuneraciones: se considera
que corresponde considerar como válido a los fines de la condición de aportante regular el plazo máximo de un año a
que alude el art. 211 de la Ley de Contrato de Trabajo, no así el período posterior a dicho lapso" (el destacado me
pertenece).
Esto resulta de mucha importancia atento a que se generan situaciones dudosas en la normativa por lo que el
memorando que se comenta aporta claridad respecto de la consideración de los períodos en que existió conservación de
puesto derivada de una enfermedad.
4. "Período en el que la mujer hace uso de la licencia por maternidad establecida en el art. 177 de la Ley de Contrato
de Trabajo: atento que ésta es una licencia obligatoria, se estima que debe reconocérsele tal período como válido a los
fines previstos en los incisos 1) y 2) del apartado a) del art. 94 de la Ley 24.241".
5. "Estado de excedencia: siendo ésta una licencia sin goce de haberes asimilable en sus efectos a la situación
prevista en el punto 2 del presente, debe dársele igual tratamiento, o sea, no se considerará tal período a los fines de la
regularidad de los aportes".
En este caso el memorando dispone una diferenciación, a mi entender, injusta, arbitraria y discriminatoria, toda vez
que se trata de una licencia que puede ser asimilada al período de reserva de puesto, sin embargo se le da un
(72)
tratamiento distinto en una nueva discriminación de una licencia que poco tiene de protectoria .
6. "Servicio militar y convocatorias especiales: en los casos previstos en el art. 214 de la Ley de Contrato de Trabajo,
habida cuenta del carácter obligatorio de la convocatoria, debe reconocerse como período hábil a los fines de la
valoración de los aportes el plazo de conservación de empleo a que alude el citado art. 214. Idéntico tratamiento deberá
darse a los ciudadanos comprendidos en las disposiciones de los arts. 19 y 21 de la Ley 24.429".
7. "Suspensiones por falta o disminución de trabajo o fuerza mayor: los períodos en los que el trabajador estuvo
suspendido por falta o disminución de trabajo o por fuerza mayor debidamente comprobados, serán computados como
trabajados y aportados a los efectos tratados en la presente comunicación, pero sólo respecto del plazo máximo que
para cada caso prevé la Ley de Contrato de Trabajo (arts. 220 y 221)".
Esto resulta importante de considerar en el marco de la pandemia y de las suspensiones existentes con motivo del
art. 223 bis de la LCT.
En materia de determinación de la calidad de aportante, adquiere particular importancia el fallo "Villalobo" de la CS,
en tanto reconoció el derecho del actor al retiro por invalidez solicitado y a tal efecto dejó establecido que, para acreditar

106
el carácter de aportante regular o irregular con derecho, los plazos a que se refiere la reglamentación del art. 95 de la ley
24.241 deben computarse desde la fecha en que el recurrente se había incapacitado y no desde la solicitud del
beneficio. El fallo se agrega como anexo en este capítulo.

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2.3.1.3. La incapacidad laborativa y las comisiones médicas


La determinación de la disminución de la capacidad laborativa del afiliado será establecida por una comisión médica
cuyo dictamen deberá ser técnicamente fundado, conforme a los procedimientos establecidos en la ley y los que
dispongan el decreto reglamentario de la presente.
No da derecho a la prestación la invalidez total temporaria que solo produzca una incapacidad verificada o probable
que no exceda del tiempo en que el afiliado en relación de dependencia fuere acreedor a la percepción de remuneración
u otra prestación sustitutiva, o de 1 año en el caso del afiliado autónomo.
El afiliado podrá solicitar el retiro por invalidez ante la ANSES.
Para efectuar tal solicitud el afiliado deberá acreditar su identidad, denunciar su domicilio real, adjuntar los estudios,
diagnósticos y certificaciones médicas que poseyera, las que deberán ser formuladas y firmadas exclusivamente por los
médicos asistentes del afiliado, detallando los médicos que lo atendieron o actualmente lo atienden, si lo supiera, así
como también la documentación que acredite los niveles de educación formal alcanzados, si la poseyera, y en su defecto
una declaración jurada sobre el nivel de educación formal alcanzado (DDJJ Formulario PS6.3). Esta declaración no se
encuentra incluida en el formulario de solicitud, por esa razón se agrega como anexo en este capítulo.
2.3.1.4. Trámite ante las comisiones médicas
Una vez iniciada la solicitud del beneficio, la ANSES comunicará al afiliado la fecha en deberá presentarse ante la
comisión médica. Si el afiliado no concurriere a la citación, se reservarán las actuaciones hasta que comparezca. La
comisión médica realizará un psicodiagnóstico completo; el informe deberá contener en sus conclusiones las aptitudes
del afiliado para capacitarse en la realización de tareas acordes con su minusvalía psicofísica.
Asimismo, si la comisión médica lo considerare oportuno, podrá solicitar la colaboración de médicos especialistas en
la afección que padezca el afiliado.
Si con los antecedentes aportados por el afiliado y la revisación practicada por los médicos, estos no estuvieran en
condiciones de dictaminar, la comisión médica deberá en ese mismo momento: a) Indicar los estudios diagnósticos
necesarios que deben practicarse al afiliado; b) Concertar con los profesionales que los efectuarán, el lugar, fecha y hora
en que el afiliado deberá concurrir a practicárselos; c) Extender las órdenes correspondientes; d) Entregar dichas
órdenes al afiliado con las indicaciones pertinentes; e) Fijar nueva fecha y hora para una segunda revisación del afiliado,
y f) Dejar constancia de lo actuado en un acta que suscribirá el afiliado y los médicos designados por los interesados, si
concurrieran.
Los estudios complementarios serán gratuitos para el afiliado y a cargo de la comisión médica, al igual que los de
traslado del afiliado para practicarse los estudios complementarios y asistir a las citaciones de la comisión médica,
cuando estuviera imposibilitado de movilizarse por sus propios medios. El afiliado podrá realizar los estudios solicitados y

107
los que considere pertinentes para aportar a la comisión médica con los profesionales que él designe, pero a su costa.
Ello no lo releva de la obligación de practicárselos conforme a las indicaciones de la comisión médica.
Si el afiliado no concurriera ante la comisión médica a la segunda revisación o lo hiciere sin los estudios
complementarios solicitados, se reservarán las actuaciones hasta que se presente nuevamente con dichos estudios, en
cuyo caso se le fijará nueva fecha de revisación dentro de los 10 días corridos siguientes.
Si el afiliado concurriera ante la comisión médica con los estudios complementarios solicitados, esta, dentro de los 10
días siguientes, deberá emitir dictamen considerando si cumple con los requisitos e indicando el grado de incapacidad
determinado. Este dictamen deberá ser notificado fehacientemente dentro de los 3 días corridos al afiliado y a la ANSES.
En el supuesto de considerar verificados en el afiliado dichos requisitos por parte de la comisión médica, el trabajador
tendrá derecho al retiro transitorio por invalidez a partir de la fecha en que se declare la incapacidad. En este caso el
dictamen deberá indicar el tratamiento de rehabilitación psicofísica y de recapacitación laboral que deberá seguir el
afiliado. Dichos tratamientos serán gratuitos para el afiliado y, si este se negare a cumplirlos en forma regular, percibirá el
70 % del haber de este retiro.
En caso de existir tratamientos médicos curativos de probada eficacia para la curación de la o las afecciones
invalidantes del afiliado, la comisión médica los prescribirá.
Si el afiliado se negare a someterse a ellos o no los concluyera sin causa justificada, será suspendido en la
percepción del retiro transitorio por invalidez. Estos tratamientos también serán gratuitos.
Si la comisión médica no emitiera dictamen en el plazo estipulado, el afiliado tendrá derecho al retiro transitorio por
invalidez hasta tanto se pronuncie la comisión médica.
Los dictámenes que emitan las comisiones médicas serán recurribles ante una comisión médica central por el afiliado
o la ANSES. Bastará para ello con hacer una presentación, dentro de los 5 días de notificado el dictamen, consignando
que se apela la resolución notificada.
En cuanto a las modalidades y plazos para la actuación en esta instancia, rige íntegramente lo dispuesto en el
procedimiento establecido para las comisiones médicas, fijándose un plazo de 48 horas desde la finalización del plazo
de apelación para que la comisión remita las actuaciones a la central.
Por último, las resoluciones de la comisión médica central serán recurribles por ante la Cámara Nacional de
Seguridad Social por el afiliado cuando no alcance el porcentaje de incapacidad requerido o por la ANSES. La comisión
médica central elevará las actuaciones a la Cámara dentro de las 48 horas de concluido el plazo para interponer la
apelación.
La Cámara deberá expedirse dentro de los 45 días de recibidas las actuaciones por la comisión médica central,
conforme al siguiente procedimiento: a) Inmediatamente de recibidas las actuaciones, dará vista por 10 días al cuerpo
médico forense para que dé su opinión sobre el grado de invalidez del afiliado. En casos excepcionales y
suficientemente justificados el cuerpo médico forense podrá someter a nueva revisión médica al afiliado y solicitarle
nuevos estudios complementarios, los que deberán concluirse en 10 días. Del dictamen del cuerpo médico forense se
dará vista a la ANSES y al afiliado, por el término de 5 días para que aleguen sobre el mérito de las actuaciones y
pruebas producidas; vencido dicho plazo, la Cámara dictará sentencia dentro de los 10 días siguientes.
Los honorarios y gastos que irrogue la apelación ante la Cámara Nacional de Seguridad Social serán soportados por
el recurrente vencido. Las apelaciones en estos procedimientos serán con efecto devolutivo.
Los profesionales e institutos que lleven adelante los tratamientos de rehabilitación psicofísica y recapacitación laboral
deberán informar, en los plazos que establezcan las normas reglamentarias, la evolución del afiliado a las comisiones
médicas.
Cuando la comisión médica, conforme a los informes recibidos, considere rehabilitado al afiliado, procederá a citarlo y
emitirá un dictamen definitivo revocando el derecho a retiro transitorio por invalidez. Transcurridos 3 años desde la fecha
del dictamen transitorio, la comisión médica deberá citar al afiliado, a través de la administradora, y procederá a la
emisión del dictamen definitivo de invalidez que ratifique el derecho al retiro definitivo por invalidez o lo deje sin efecto en
un todo de acuerdo con los requisitos establecidos y ya mencionados para la obtención del retiro. Este plazo podrá
prorrogarse excepcionalmente por 2 años más, si la comisión médica considerare que en dicho plazo se podrá rehabilitar
el afiliado. El dictamen definitivo será recurrible por el afiliado o por la ANSES (art. 50, ley 24.241).
2.3.1.5. Comisiones médicas. Integración y financiamiento
Las comisiones médicas y la Comisión Médica Central estarán integradas por cinco médicos que serán designados:
tres por la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones y dos por la Superintendencia
de Riesgos del Trabajo, los que serán seleccionados por concurso público de oposición y antecedentes. Contarán con la
colaboración de personal profesional, técnico y administrativo.
Las normas de evaluación, calificación y cuantificación del grado de invalidez fueron establecidas por el dec.
478/1998.
Las normas deberán contener: a) Pruebas y estudios diagnósticos que deban practicarse a las personas, conforme a
las afecciones denunciadas o detectadas; b) el grado de invalidez por cada una de las afecciones diagnosticadas; c) el
procedimiento de compatibilización a fin de determinar el grado de invalidez psicofísica de la persona; d) los coeficientes
de ponderación del grado de invalidez psicofísica conforme al nivel de educación formal que tengan las personas; e) Los

108
coeficientes de ponderación del grado de invalidez psicofísica conforme a la edad de las personas. De la combinación de
los factores de los incs. c), d) y e) deberá surgir el grado de invalidez.
La autoridad de aplicación convocará a una comisión honoraria para la preparación de las normas de evaluación,
calificación y cuantificación del grado de invalidez, invitando a integrarla al decano del cuerpo médico forense, al
presidente de la Academia Nacional de Medicina y a los representantes de las universidades públicas o privadas del
país. Esta comisión honoraria será convocada por el secretario de Seguridad Social de la Nación, quien la presidirá,
dentro de los 60 días de promulgada la presente ley y deberá expedirse dentro de los 6 meses de constituida.
2.3.1.6. Haber del retiro por invalidez
Conforme al art. 97 de la ley 24.241, para determinar el haber de la prestación se deberá determinar el valor del
ingreso base. Se entenderá por ingreso base el valor representativo del promedio mensual de las remuneraciones o
rentas imponibles declaradas hasta 5 años anteriores al mes en que se declare la invalidez transitoria de un afiliado. No
se tendrán en cuenta en el cálculo precedente los importes correspondientes al sueldo anual complementario ni los
importes que superen la base imponible máxima.
El haber de la prestación establecida será equivalente a:
a) El 70 % del ingreso base para el supuesto de que los aportes del afiliado hayan sido calificados como regulares.
b) El 50 % del ingreso base, para el supuesto de que los aportes del afiliado hayan sido calificados como irregulares.
En el caso de fallecimiento del titular de esta prestación, sus derechohabientes tendrán derecho a la pensión por
fallecimiento del beneficiario cuyo haber se determinará y distribuirá en la forma prevista para las pensiones por
fallecimiento de un beneficiario.

2.3.2. Prestación por edad avanzada por invalidez


Derecho y cálculo del haber
El art. 34 bis de la ley 24.241establece el derecho a los trabajadores que tengan 65 años de edad o más y revistan al
menos la calidad de aportante irregular con derecho, en los términos explicados para el retiro por invalidez, a percibir
esta prestación.
El haber de la prestación será equivalente al 70% de la PBU, más la PC y la PAP.
El goce de esta prestación es incompatible con la percepción de toda jubilación, pensión o retiro civil o militar,
nacional, provincial o municipal, sin perjuicio del derecho del beneficiario a optar por percibir únicamente la prestación
mencionada en primer término.
En el caso de fallecimiento del titular de esta prestación, sus derechohabientes tendrán derecho a la pensión por
fallecimiento del beneficiario cuyo haber se determinará y distribuirá en la forma prevista para las pensiones por
fallecimiento de un beneficiario.

2.4. Contingencia de muerte


El sistema previsional cubre la contingencia de muerte a través de prestaciones que tienen carácter sustitutivo de los
ingresos del causante y que se destinan al grupo familiar determinado por el art. 53 de la ley 24.241. Según fallezca un
beneficiario de alguna de las prestaciones vistas o muera un afiliado en actividad, la pensión será derivada o directa
respectivamente.

2.4.1. Haber de las prestaciones


En ambas prestaciones, para determinar el haber, se requiere determinar las prestaciones de referencia.
En el caso de las pensiones por fallecimiento de un beneficiario, la prestación de referencia es el monto del beneficio
que percibía el causante.
Mientras que para el caso de las pensiones directas la prestación de referencia debe ser calculada conforme lo
dispone el art. 97, determinando previamente la calidad de aportante regular o irregular con derecho conforme a los
siguientes parámetros:
Aportante regular: aquel afiliado en relación de dependencia al que se le hubieran efectuado las retenciones
previsionales correspondientes durante 30 meses como mínimo dentro de los 36 meses anteriores al fallecimiento. El
afiliado autónomo será considerado aportante regular si registra el ingreso de sus aportes durante 30 de los 36 meses
anteriores al fallecimiento, siempre que cada pago se hubiere efectuado dentro del mes calendario correspondiente a su
vencimiento. Cuando los afiliados en relación de dependencia o autónomos acrediten el mínimo de años de servicio
exigido en el régimen común o diferencial en que se encuentren incluidos para acceder a la jubilación ordinaria, serán
considerados en todos los casos como aportantes regulares siempre que acrediten el ingreso de las cotizaciones
correspondientes.

109
En el caso de trabajadores que realicen tareas discontinuas, en las que la discontinuidad derive de su naturaleza, al
que se le hubieren efectuado las retenciones previsionales correspondientes durante 10 meses, como mínimo, dentro de
los 36 meses anteriores al fallecimiento, siempre que dichas retenciones se hubieran efectuado sobre remuneraciones
que representen la base imponible mínima.
Aportante irregular con derecho: aquel afiliado en relación de dependencia al que se le hubieran efectuado las
retenciones previsionales correspondientes durante 18 meses como mínimo dentro de los 36 meses anteriores al
fallecimiento. A los fines de la misma calificación, el afiliado autónomo deberá registrar el ingreso de sus aportes durante
18 de los 36 meses anteriores al fallecimiento, siempre que cada pago se hubiere efectuado dentro del mes calendario
correspondiente a su vencimiento.
Cuando se trate de trabajadores que realicen tareas discontinuas, en las que la discontinuidad derive de su
naturaleza, al que se le hubieren efectuado las retenciones previsionales correspondientes durante 6 meses, como
mínimo, dentro de los 36 meses anteriores al fallecimiento, siempre que dichas retenciones se hubieran efectuado sobre
remuneraciones que representen, como mínimo, el valor de la base imponible mínima. Estos períodos se reducirán a 12
meses dentro de los 60 meses anteriores al fallecimiento cuando el afiliado en relación de dependencia o autónomo no
alcanzare el mínimo de años de servicio exigido en el régimen común o diferencial en que se encuentre incluido para
acceder a la jubilación ordinaria, siempre que acredite al menos un 50% de dicho mínimo y el ingreso de las cotizaciones
correspondientes.
Si el período de afiliación fuera inferior a 36 meses, se considerará, a los efectos de la determinación de la calidad de
aportante, el total de meses de afiliación respetando las proporciones de meses aportados allí establecidas a los fines de
la calificación del aportante. Esto implica que en caso de una afiliación inferior a los 36 meses el afiliado será regular si
acredita al menos el 83,33% de dicho período aportado en tiempo y forma, mientras que será irregular con derecho si
logra acreditar al menos el 50% de dicho período.
Aportante irregular sin derecho: no tendrán derecho a la percepción del retiro transitorio por invalidez aquellos
afiliados que no alcancen ninguno de los supuestos mencionados para ser considerados regulares o irregulares con
derecho. En consecuencia, no generará derecho a pensión.
En el caso de los trabajadores en relación de dependencia y a los fines de la calificación de la regularidad de los
aportes, se considerarán como meses aportados aquellos durante los cuales se devengaron las remuneraciones aunque
no hubieran sido percibidas por causas no imputables al afiliado. Asimismo, tendrán igual tratamiento aquellos meses
durante los cuales el afiliado estuviere percibiendo la prestación por desempleo prevista en la ley 24.013.
También resultan de aplicación los supuestos especiales incluidos en el memorando SSS de fecha 9/3/1995,
analizados en el punto 2.3.1.2. de este título.
Respecto de la calificación de aportante, la CS adoptó la teoría de la proporcionalidad en autos "Pinto Ángela Amanda
c. ANSES", atenuando los requisitos para acreditar la condición de aportante.
Este fallo, cuyo texto completo se acompaña en el anexo de este capítulo, constituye un hito en materia de
consideración de la calidad de aportante.
El fallo adopta la teoría de la proporcionalidad, en tanto analiza el régimen general de la siguiente manera:
El art. 19 establece, como requisito para tener derecho a las prestaciones que prevé el sistema legal, acreditar treinta
años de servicios y contar con sesenta y cinco años de edad —para los hombres—, lo que representa una vida útil
laboral de cuarenta y siete años si se comienza a aportar a los dieciocho, por lo que el cumplimiento de la totalidad de
dichos requisitos equivaldría al 100% de los aportes de la vida laboral masculina. Sin embargo, el régimen no exige el
aporte de los 47 años, sino 30, lo que equivale al 63% de la vida útil de un hombre.
El causante no alcanzó la edad de 65, su fallecimiento se produjo a los 54, por lo que su historia laboral quedó
reducida a 36 años. Adoptando la teoría de la proporcionalidad, si dentro de ese lapso hubiese completado al menos 22
años de servicios, habría cumplido, de acuerdo con el criterio del referido art. 19, el equivalente al 100% de sus aportes
posibles. Esto surge de aplicar el porcentaje del 63% a la vida útil del causante, el 63% de 36 equivale a 22. Si el
causante hubiera alcanzado 22 años de servicios con aportes hubiera sido calificado como regular, conforme a la
interpretación de la Corte.
Sin embargo, en autos se encontraba acreditado que el causante contaba con 20 años y 3 meses, lo que representan
más del 50% del mínimo de servicios que se le podrían haber exigido en forma proporcional con su vida laboral, por esta
razón la CS le reconoce la calidad de aportante irregular con derecho en los términos del art. 1°, inc. 3°, del dec.
460/1999.

QR con información complementaria

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2.4.2. Derechohabientes
El art. 53 de la ley 24.241 establece que en caso de muerte del jubilado, del beneficiario de retiro por invalidez o del
afiliado en actividad, gozarán de pensión los siguientes parientes del causante: a) La viuda, b) El viudo, c) La
conviviente, d) El conviviente, e) Los hijos solteros, las hijas solteras y las hijas viudas, siempre que no gozaran de
jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, salvo que optaren por la pensión que acuerda la presente, todos
ellos hasta los 18 años de edad. La limitación a la edad establecida en el inc. e) no rige si los derechohabientes se
encontraren incapacitados para el trabajo a la fecha de fallecimiento del causante o incapacitados a la fecha en que
cumplieran 18 años de edad.
Con la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial, la limitación de parientes con derecho a pensión comenzó a
ser cuestionada en la justicia, en particular en los supuestos de convivientes con dos años de convivencia o de hijos
(73)
mayores de 18 años que se encontraban a cargo del causante al producirse el fallecimiento .
Se entiende que el derechohabiente estuvo a cargo del causante cuando concurre en aquel un estado de necesidad
revelado por la escasez o carencia de recursos personales, y la falta de contribución importa un desequilibrio esencial en
su economía particular. La autoridad de aplicación podrá establecer pautas objetivas para determinar si el
derechohabiente estuvo a cargo del causante.
En los supuestos de los incs. c) y d) se requerirá que el o la causante se hallase separado de hecho o legalmente, o
haya sido soltero, viudo o divorciado y hubiera convivido públicamente en aparente matrimonio durante por lo menos 5
años inmediatamente anteriores al fallecimiento. El plazo de convivencia se reducirá a 2 años cuando exista
descendencia reconocida por ambos convivientes.
El o la conviviente excluirá al cónyuge supérstite cuando este hubiere sido declarado culpable de la separación
personal o del divorcio. En caso contrario, y cuando el o la causante hubiere estado contribuyendo al pago de alimentos
o estos hubieran sido demandados judicialmente, o el o la causante hubiera dado causa a la separación personal o al
divorcio, la prestación se otorgará al cónyuge y al conviviente por partes iguales.

2.4.3. Cálculo
Si el causante hubiera sido calificado como aportante regular, la prestación de referencia del afiliado será igual al 70%
del ingreso base, mientras que si fuera irregular con derecho la prestación de referencia será del 50% del ingreso base.
Determinadas las prestaciones de referencia como la prestación que percibía el causante (si se trata de una pensión
derivada) o como el 70% del ingreso base (si se tratada de una pensión por fallecimiento de un afiliado en actividad
regular) o como el 50% del ingreso base (si se tratada de una pensión por fallecimiento de un afiliado en actividad
irregular con derecho), se aplicarán sobre dichos importes los siguientes porcentajes de referencia:
a) El 70% para la viuda, viudo o conviviente, no existiendo hijos con derecho a pensión;
b) El 50% para la viuda, viudo o conviviente, cuando existan hijos con derecho a pensión;

111
c) El 20% para cada hijo.
Además de los porcentajes enunciados se deberán tener en cuenta las siguientes pautas:
I. Si no hubiera viuda, viudo o conviviente con derecho a pensión, el porcentaje de haber de la pensión del o los hijos
establecido se incrementará distribuyéndose por partes iguales el porcentaje fijado.
Ejemplo:

VIUDA O
PARENTESCO % TOTAL
CONVIVIENTE
0 HIJO 70%
70%
0 HIJO 45%
HIJO 45%
90%

II. La suma de las pensiones de todos los beneficiarios no podrá exceder el 100% de la prestación del causante. En
caso de que así ocurriera, la pensión de cada uno de los beneficiarios deberá recalcularse, manteniéndose las mismas
proporciones que les correspondieran de acuerdo con los porcentajes antes señalados.
Ejemplos:

VIUDA O CONVIVIENTE PARENTESCO % TOTAL


0 HIJO 33,33%
HIJO 33,33%
HIJO 33,33%
100%

En el ejemplo le corresponde a cada hijo el 20% más 1/3 del 50% del cónyuge que no está por lo que se distribuye
proporcionalmente, esto daría un 36,66% que por tres hijos daría un 110%. Por lo que se efectúa una reducción
proporcional de la siguiente forma: 36,66 x100 / 110= 33,33%

HIJOS PARENTESCO % TOTAL


0 VIUDA O CONVIVIENTE 45,45%
HIJO 18,18%
HIJO 18,18%
HIJO 18,18%
100%

En el ejemplo le corresponde a la viuda o conviviente el 50% y el 20% a cada hijo, esto arrojaría un total del 110% por
lo que se procedió a su reducción proporcional conforme al punto anterior. Multiplicando porcentaje que le
correspondería por 100 y dividiendo por el porcentaje total al que llegaría si le pagara a cada derechohabiente el
porcentaje que le correspondería.
III. Si alguno de los derechohabientes perdiera el derecho a la percepción del beneficio, se recalculará el beneficio de
los otros derechohabientes con exclusión de este, de acuerdo con lo explicado.

III. Actualización de las remuneraciones en el SIPA

1. La problemática
La actualización de las remuneraciones a los efectos de utilizarlas en el cómputo del haber, en particular para la PC y
PAP y el ingreso base, ha sido un problema histórico. Los arts. 24, inc. a), y 97 de la ley 24.241 imponen la actualización
de las remuneraciones consideradas a los efectos de la PC, la PAP y el ingreso base.
La res. ANSES 140/1995 dispuso que las remuneraciones mensuales percibidas con anterioridad al 31 de marzo de
1991 se actualizarán conforme al índice de salarios básicos de la industria de la construcción (ISBIC). La reglamentación
introdujo una limitación temporal a la actualización de remuneraciones no contemplada en la ley 24.241, ni en el dec.
regl. 679/1995.
Al respecto, la CS, en autos "Elliff, Alberto José c. ANSES s/reajustes varios" (su texto se acompaña como anexo en
este capítulo) ordenó que la actualización de las remuneraciones computables a efectos de determinar las prestaciones

112
compensatoria y adicional por permanencia se practicara hasta la fecha de adquisición del beneficio, sin la limitación
temporal contenida en la resolución de la ANSES 140/1995 —que acotó la actualización de las remuneraciones—. El
fallo reconoce la importancia del índice a utilizar para actualizar las remuneraciones como condicionante del haber inicial
y que los mecanismos de actualización no resultaban alcanzados por las previsiones normativas que vedaban la
indexación. El fallo "Elliff" tuvo en la jurisprudencia del fuero una aplicación pacífica hasta la sanción de la ley 27.260,
momento en que el organismo previsional inició el camino jurisprudencial para lograr un nuevo pronunciamiento de la
Corte entendiendo de aplicación el índice combinado previsto en dicha ley, el dec. 807/2016 y la res. SSS 6/2016, en
cuanto refleja la evolución del índice nivel general de remuneraciones (INGR), del índice de remuneraciones imponibles
promedio de los trabajadores estables (RIPTE) y las variaciones resultantes de las movilidades establecidas por la ley
26.417.
El intento del organismo culminó con el dictado de la CS del fallo "Blanco Lucio Orlando", sentencia del 18 de
diciembre de 2018, en la que, por voto mayoritario, confirmó la aplicación del precedente "Elliff". El texto completo de
estos fallos se acompaña como anexo en este capítulo.
El fallo en comentario hace aplicación de los precedentes de la CS y manda a actualizar las remuneraciones
conforme el ISBIC hasta la fecha de adquisición del derecho y declaró la inconstitucionalidad de las resoluciones de la
ANSES 56/2018 y de la Secretaría de Seguridad Social 1/2018.

2. Actualidad en actualización de remuneraciones


Desde la sanción de la ley 26.417, de movilidad, las remuneraciones devengadas fueron actualizadas conforme al
índice combinado que dicha norma creó y la Secretaría de Seguridad Social sería la encargada de establecer el modo de
aplicación de dicho índice.
El dec. 807/2016 modificó el índice para actualizar las remuneraciones. El índice a utilizar para actualizar las
remuneraciones, a partir de esta norma, resulta de la combinación entre el índice previsto en el inc. b), apart. 1, de la ley
27.260 y el índice establecido por la remuneración promedio para trabajadores estables (RIPTE). Se establece la
actualización de remuneraciones hasta la adquisición del derecho con un índice combinado. Este contemplará las
variaciones del índice nivel general de remuneraciones (INGR) desde el 1 de abril de 1991 hasta el 31 de marzo de
1995, luego el índice de la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE) hasta el 30 de junio
de 2008, y desde allí las equivalentes a las movilidades establecidas en la ley 26.417.
Con la sanción de la ley 27.426 se introducen nuevas modificaciones a la actualización de las remuneraciones, para
solicitudes realizadas a partir del 1 de marzo de 2018, este índice se formará de la siguiente manera: las variaciones del
índice nivel general de remuneraciones (INGR) desde el 1 de abril de 1991 hasta el 31 de marzo de 1995, luego el índice
de la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE) hasta el 30 de junio de 2008. Desde el 1 de
marzo de 2009 hasta el 30 de junio de 2017 el equivalente a las movilidades establecidas conforme al art. 32 de la ley
24.241 y desde el 1 de julio de 2017 por las variaciones del RIPTE.
Con la sanción de la ley 27.541 se dispuso la suspensión de la movilidad. Como consecuencia se modificó
nuevamente la actualización de remuneraciones. La res. ANSES 76/2020 dispuso que las remuneraciones de los
afiliados que cesaren en la actividad a partir del 29 de febrero de 2020 o los que, encontrándose encuadrados en la
compatibilidad establecida por el art. 34 de la ley 24.241 y sus modificatorias, continúen en actividad y solicitaren la
prestación a partir del 1 de marzo de 2020, se actualizarán a los fines establecidos por el art. 24, inc. a), de la ley 24.241
y sus modificatorias, según el texto introducido por el art. 12 de la ley 26.417, mediante la aplicación de los índices de
actualización determinados por la Secretaría de Seguridad Social en concordancia con la nota NO-2020-07523971-APN-
SSS#MT, de fecha 3 de febrero de 2020. Conforme a la nota mencionada, serán actualizadas conforme a las variaciones
del RIPTE ocurridas el tercer trimestre de 2019 (julio-septiembre).
Con motivo del dictado de la movilidad a aplicar a los haberes a partir de junio de 2020, se dictó la res. SSS 11/2020
que estableció que las remuneraciones mensuales percibidas por los trabajadores en relación de dependencia que
cesen desde el 31 de mayo de 2020 o soliciten su beneficio desde el 1 de junio de 2020, según lo establecido en el art.
2° de la ley 26.417, serán actualizadas de conformidad con los valores consignados en el anexo, el anexo aplica a
dichas remuneraciones las variaciones del RIPTE ocurridas el último trimestre de 2019 (octubre-diciembre).
Lo propio hizo la res. SSS 18/2020 respecto de las remuneraciones mensuales percibidas por los trabajadores en
relación de dependencia que cesen desde el 31 de agosto de 2020 o soliciten su beneficio desde el 1 de septiembre de
2020, que ordena sean ajustadas conforme al anexo que mantiene la aplicación del RIPTE y traslada las variaciones
ocurridas en el primer trimestre de 2020 (enero-marzo).
Por último, la res. SSS 27/11/2020 establece que las remuneraciones mensuales percibidas por los trabajadores en
relación de dependencia que cesen desde el 30 de noviembre de 2020 o soliciten su beneficio desde el 1 de diciembre
de 2020, serán ajustadas conforme al anexo que mantiene la aplicación del RIPTE y traslada las variaciones ocurridas
en el segundo trimestre de 2020 (abril- junio).

3. La actualización de remuneraciones en los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "Ellif"


y "Blanco"

113
La CS dictó sentencia el 11/8/2009 en la causa "Elliff", en la que trató el tema de la actualización de las
remuneraciones computables a efectos de determinar la PC y la PAP. La situación planteada es anterior a la vigencia de
la ley 26.417, pero la solución a la que arriba el tribunal difiere de los resultados de su aplicación.
La CS ordenó al organismo previsional el ajuste de las remuneraciones tenidas en mira para el otorgamiento de la PC
y de la PAP en caso de corresponder, con arreglo al índice que señala la res. ANSES 140/1995, sin la limitación temporal
referida hasta la fecha de adquisición del beneficio.
Asimismo, declaró la inconstitucionalidad del inc. 2° del art. 7°, ley 24.463, y dispuso el reajuste del haber jubilatorio
del actor, desde la fecha de adquisición del beneficio hasta el 31/12/2006, de acuerdo con el índice de salario nivel
general del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), según lo resuelto por el Alto Tribunal en la causa
"Badaro, Adolfo Valentín c. ANSES s/reajustes varios" (Fallos 330:4866 su texto se acompaña como anexo a este
capítulo).
Señala el Máximo Tribunal que la res. 140/1995, al acotar las actualizaciones de las remuneraciones hasta el
1/4/1991, excedió la facultad de reglamentar "... la aplicación del índice salarial a utilizar...", que la ley 24.241 delegó en
el organismo.
Resalta el principio de la necesaria proporcionalidad entre los haberes de pasividad y de actividad, y rechaza los
planteos de la ANSES que pretenden "desvincular totalmente el monto de las jubilaciones de lo acontecido con las
retribuciones de los activos y tener como única referencia las asignaciones presupuestarias...".
Por ello, la CS declaró parcialmente procedente el recurso extraordinario deducido por la ANSES y confirmó la
sentencia apelada.
En el considerando 10 del fallo, la Dra. Argibay explica: "los argumentos efectuados en el fallo 'Badaro' resultan
aplicables en el caso, dado que la situación de los que obtuvieron su beneficio previsional al amparo de la ley 24.241 no
difiere de los que lo han hecho por el sistema anterior de la ley 18.037, ya que a partir de la ley 24.463 y hasta la entrada
en vigencia de la ley 26.417 ambos tuvieron la movilidad que debía contemplar el presupuesto general".
El fallo es sumamente importante, pues resuelve los puntos más conflictivos, como actualizar las remuneraciones que
determinarán el monto de la PC y la PAP y aplica el precedente "Badaro" a una jubilación otorgada en el marco de la ley
24.241.
La ley 26.417, en su art. 12, al referirse al cálculo de la PC se refiere únicamente al caso previsto en el art. 24, inc. a),
ley 24.241 y su reforma, es decir, si todos los servicios con aportes computados lo fueren en relación de dependencia.
No ha contemplado las situaciones previstas en los incs. b) y c) del citado art. 24, esto es, si todos los servicios con
aportes computados fueren autónomos y si se computaren sucesiva o simultáneamente servicios con aportes en relación
de dependencia y autónomos, respectivamente. Es la res. SSS 6/2909 la que reglamentó pormenorizadamente los incs.
(74)
a), b) y c) del art. 24 .
Como se ha mencionado, la ley 27.426 modificó el cálculo de la movilidad y la actualización de remuneraciones. Es la
SSS la encomendada para aprobar los coeficientes de actualización de remuneraciones, sin embargo, de su aplicación
resultaba un promedio de remuneraciones menor al que resulta de la aplicación del índice dispuesto en la res. ANSES
140/1995 de la forma establecida por la CS en la causa analizada, es decir, aplicado hasta la adquisición del beneficio.
Esto ocasionó desde el mismo momento del otorgamiento del beneficio una causa más de litigiosidad, por cuanto los
índices aplicados por la ANSES difieren de los indicados por la CS. El fallo "Elliff" tuvo en la jurisprudencia del fuero una
aplicación pacífica hasta la sanción de la ley 27.260, momento en que el organismo previsional inició el camino
jurisprudencial para lograr un nuevo pronunciamiento de la Corte entendiendo de aplicación el índice combinado previsto
en dicha ley, el dec. 807/2016 y la res. SSS 6/2016, en cuanto refleja la evolución del INGR, del índice RIPTE y las
variaciones resultantes de las movilidades establecidas por la ley 26.417.
El intento del organismo culminó con el dictado de la CS del fallo "Blanco, Lucio Orlando", sentencia del 18 de
diciembre de 2018, en la que, por voto mayoritario, confirmó la aplicación del precedente "Elliff".

IV. La llamada tasa de sustitución

1. Conceptualización
La intromisión de la ley 24.241 en el ordenamiento previsional argentino dejó a nuestro cálculo del haber sin
referencia alguna a la tasa de sustitución.
Puede entenderse por tasa de sustitución el porcentaje que el haber de jubilación debe tener respecto de la
remuneración en actividad. Esa referencia sí existía, al menos en la letra de la ley, en el art. 49 de la ley 18.037, pero fue
dejada de lado e incluso se estableció normativamente que no existía tal relación.
Así, la jurisprudencia sostuvo que "no corresponde fijar una tasa de sustitución para que el beneficio de jubilación
ordinaria otorgada bajo el régimen de la ley 24.241 alcance un mínimo determinado —tal como establecía el art. 49 de la
ley 18.037—".

114
2. La tasa de sustitución en los fallos de la Corte: "Betancour, José c. ANSES s/reajustes varios", sala
III, 19/10/2010, y "Benoist, Gilberto c. ANSES s/previsional ley 24.463", CS, 12/6/2018
En la causa "Betancour", la parte actora cuestiona la validez constitucional del porcentaje multiplicador (1.5%) de la
fórmula establecida por la ley 24.241 a los fines de la determinación de la PC, y a fin de evitar la consecuencia
confiscatoria de su aplicación y obtener que su haber alcance el 70% de su remuneración, propone sustituirlo por un 3%
por año computable.
En el caso analizado se trata de un trabajador de ingresos medios y de un haber previsional superior al mínimo
garantizado.
El fallo resalta que los regímenes para trabajadores dependientes y autónomos vigentes a partir del 1/1/1969
contenían reglas precisas para la determinación del haber inicial de sus prestaciones con tasas de sustitución
expresamente definidas, como la del art. 49 de la ley 18.037 que establecía una misma pauta mínima del 70%, tanto
para la jubilación ordinaria como para la jubilación por invalidez.
El 70% al que hacía alusión el citado artículo constituía un piso de sustitución legalmente establecido para la
jubilación del trabajador dependiente. Este mismo guarismo fue fijado de modo explícito como referencia para el cálculo
del "retiro por invalidez" y la "pensión por fallecimiento" por los arts. 97 y 98 de la ley 24.241, a punto tal que el dec. regl.
460/1999 establece en el 70% el porcentaje a computar en caso de tratarse de aportante regular.
Sin embargo, resalta el fallo, no se advierte que en la sanción de la ley 24.241 se haya puesto el mismo celo acerca
de la "tasa de sustitución" para la cobertura de la contingencia de vejez, cuya cuantía dejó de ser el resultado de una
fórmula legalmente prevista de reemplazo para convertirse en un importe incierto o aleatorio, derivado del saldo que
pudiera alcanzar la CCI de administración privada.
Para el caso en que la cobertura estuviese íntegramente a cargo del régimen previsional público, la cobertura quedó
atomizada a partir del 14/7/1994 en tres prestaciones PBU, PC, PAP, con distintas reglas de cálculo, no estando la
primera relacionada con la remuneración o renta imponible sobre la que se aportó en actividad.
Señala que la regulación legal actual no contiene regla expresa sobre la tasa de sustitución para la contingencia de
vejez siendo de destacar la incidencia inversamente proporcional de la PBU en relación con los ingresos de actividad.
La sentencia ordena al organismo previsional a incrementar el haber inicial que resulta de su revisión conforme al fallo
"Elliff", con más la adición de un suplemento por sustitutividad de monto suficiente para alcanzar la cuantía originaria
correspondiente al 70% de la base remuneratoria de cálculo ya actualizada, debiéndose aplicar al haber así
recompuesto la pauta de movilidad dispuesta por remisión al precedente ya citado y al caso "Badaro". El fallo de Cámara
quedó firme debido a que la Corte desestimó el recurso interpuesto por la ANSES por carecer de fundamento.
Años después la CS tuvo oportunidad de expedirse en una causa que guardaba similitud. En autos "Benoist", por
unanimidad señaló que la ley 24.241 que establece el régimen general de jubilaciones y pensiones reemplazó la tasa de
sustitución única que existía en el régimen de la ley 18.037. Sostuvo que en el régimen vigente el haber jubilatorio total
debe surgir de distintos componentes variando la relación entre ingresos y prestaciones según la cantidad de servicio
con aportes que hubiere acreditado cada peticionario y el nivel de remuneraciones percibidas. El fallo sostuvo la
inexistencia en el régimen actual de una tasa de sustitución, dejando de lado el precedente de la Cámara. El texto del
fallo se acompaña como anexo en este capítulo.

V. Moratorias previsionales

1. Introducción
Actualmente existen en el régimen previsional dos leyes que contemplan moratorias a los efectos de alcanzar los
requisitos para obtener alguna de las prestaciones contributivas del SIPA.
Estas leyes son la 24.476 y la 26.970. Si bien estas normas tenían muchas diferencias en sus orígenes, actualmente
y con motivo de diversas modificaciones se encuentran asimiladas.
La particularidad de estas moratorias es que permiten la regularización de años con aportes mediante el pago al
contado o en un plan de hasta sesenta cuotas, cuyos montos son detraídos del beneficio que se obtenga.

(75)
2. Plan de regularización de la ley 24.476
Esta ley, en su art. 5°, establece que los trabajadores autónomos voluntariamente se presenten a regularizar su
situación respecto de aportes que adeuden a la ANSES, devengados hasta el 30 de setiembre de 1993.
Quedan comprendidos en este plan todos los trabajadores autónomos inscriptos o no.
Para la determinación de la deuda se deberá tener en cuenta la categoría mínima obligatoria en la que debió
encuadrarse el trabajador autónomo o la que optó en el caso de ser mayor, el valor del aporte personal vigente, para la
respectiva categoría, al mes de junio de 1994 y lo regulado por la ley 25.865 en su título II y sus normas reglamentarias,

115
no siendo de aplicación la limitación temporal establecida en su art. 4º, con los intereses y en las condiciones dispuestas
hasta el día 31 de julio de 2004, inclusive.
Los trabajadores autónomos que se acojan al presente régimen podrán solicitar como deuda exigible los años
necesarios para cumplir con los requisitos establecidos para la jubilación.
Los trabajadores autónomos, a los fines de cumplir con los requisitos exigidos para acceder a los beneficios de
jubilación y prestación por edad avanzada, tendrán derecho a inscribirse en el régimen de regularización voluntaria de la
deuda instrumentado en este capítulo y podrán solicitar y acceder a dichos beneficios a los que tengan derecho. De igual
modo, tendrán derecho a inscribirse en el precitado régimen los derechohabientes previsionales del trabajador autónomo
fallecido, con el objeto de lograr la pensión por fallecimiento.
La percepción de los beneficios mencionados por el artículo que antecede por parte del trabajador autónomo o de sus
derechohabientes se encuentra sujeta al estricto cumplimento del pago de las cuotas de la deuda reconocida. Una vez
otorgado el beneficio respectivo, sus titulares podrán solicitar el descuento de las cuotas mensuales pendientes del plan
de regularización voluntaria de la deuda que hubieran optado, hasta el límite establecido por el art. 14, inc. d), de la ley
24.241.
Los trabajadores autónomos que se hubieren acogido a moratorias o planes de facilidades vigentes podrán continuar
con ellos o acogerse al presente régimen de regularización. La misma opción de acogimiento al presente régimen
tendrán los trabajadores autónomos respecto de los cuales se haya operado la caducidad de las moratorias y planes de
facilidades.
La característica de este régimen es que es de carácter permanente, no se prevé fecha para su finalización, pero,
como veremos, su utilización resulta cada vez más restringida por ser cada vez menor la cantidad de años que permite
regularizar. En un principio esta moratoria fue muy amplia, lo que permitió la inclusión previsional de un gran número de
trabajadores incluidos, posteriormente la res. ANSES 884/2006 dispuso, en su art. 4°, que cuando los trabajadores
percibieran algún otro beneficio solo adquirirán el derecho a partir de la cancelación total de la deuda. Esto limitó el
acceso al plan de regularización y por consiguiente al beneficio, por lo que rápidamente se planteó la
inconstitucionalidad, con acogida favorable.
Funcionamiento:
El plan de facilidades es voluntario y personal, por lo que se accede a través del SICAM con clave fiscal, el sistema
con base en la información proporcionada (categoría y períodos a regularizar) determina la deuda, calcula intereses y
proporciona la opción de cantidad de cuotas entre 1 y 60. Se pueden regularizar los años desde que la persona cumplió
los 18 años (consignando en el SICAM siempre el mes siguiente al mes en que cumplió los 18 años) y hasta septiembre
de 1993. Para acceder al beneficio se requiere el pago de una cuota, las restantes son descontadas del beneficio que se
adquiere.
En virtud del funcionamiento de la moratoria, esta permite regularizar cada vez menos años, como se muestra en el
siguiente cuadro:

AÑO DE AÑOS REGULARIZABLES POR


AÑO NACIMIENTO
CUMPLIMIENTO LEY 24.476
HOMBRE MUJER EDAD REQUERIDA HOMBRE MUJER
1951 1956 2016 24 19
1952 1957 2017 23 18
1953 1958 2018 22 17
1954 1959 2019 21 16
1955 1960 2020 20 15
1956 1961 2021 19 14

En el cuadro se puede advertir que una mujer que nació en 1960 y cumple los 60 años durante el año 2020 solo
podrá, por esta moratoria, regularizar 15 años, y un hombre que nació en 1955 podrá regular 20 años, por lo que
necesariamente deberán tener años de servicios con aportes posteriores a septiembre de 1994, para poder utilizar esta
moratoria.
Del cuadro también se desprende que cada año que transcurre se puede regularizar un año menos.
La reforma introducida por la ley 27.260:
Por el art. 20 de esta ley se dispone la aplicación a esta moratoria de las previsiones del art. 3° de la ley 26.970, esto
implica que, en forma previa a determinar el derecho a una prestación previsional, ANSES realizará evaluaciones
patrimoniales o socioeconómicas sobre la base de criterios objetivos que determine la reglamentación, a fin de asegurar
el acceso al régimen de las personas que presenten mayor vulnerabilidad.
Por el art. 21 de la ley analizada, se establece que la cancelación de las obligaciones incluidas en el régimen de
moratoria previsto en la ley 24.476 y su modificatoria, será efectuada en la forma y condiciones que establezca la AFIP,

116
mediante el pago al contado o en un plan de hasta sesenta cuotas, cuyos importes se adecuarán semestralmente
mediante la aplicación del índice de movilidad establecido por el art. 32 de la ley 24.241 y sus modificatorias.
(76)
La reglamentación la realizó la res. conj. AFIP - ANSES 4222/2018   de fecha 28 de marzo de 2018. El art. 1°
estableció que los solicitantes de prestaciones previsionales con reconocimiento de servicios en los términos de la ley
24.476, modificada por el dec. 1454 del 25 de noviembre de 2005, que requieran la adhesión al régimen de facilidades
de pago previsto por dicha ley o peticionen su reformulación a partir de la vigencia de la presente reglamentación,
deberán cumplir con la evaluación patrimonial y socioeconómica ante el organismo previsional, conforme a las
(77)
disposiciones de la norma conjunta, res. gral. AFIP 3673, res. ANSES 533  y el art. 2°, dispuso que la actualización
trimestral de los importes de las cuotas correspondientes a este plan de regularización, por el índice de movilidad, regirá
a partir de esta resolución y aplicable únicamente a las obligaciones que se regularicen a partir de su vigencia, esto es
desde el 28 de marzo de 2018.

3. Plan de regularización de la ley 26.970


Ante la disminución de la tasa de cobertura en nuestro país, esto es el porcentaje de personas en edad jubilatoria que
pueden jubilarse, se decidió ampliar el programa de inclusión previsional.
De esta forma, la ley 26.970 estableció que los trabajadores autónomos inscriptos o no en el SIPA, y los sujetos
adheridos al Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (RS), en adelante monotributistas, que hayan
cumplido a la fecha o cumplan la edad jubilatoria prevista en el art. 19 de la ley 24.241 dentro del plazo de 2 años desde
la vigencia de la presente, podrán regularizar sus deudas previsionales.
Los trabajadores autónomos podrán regularizar su situación respecto de la deuda que mantengan por aportes,
mientras que los monotributistas lo harán con relación a las deudas originadas en las cotizaciones previsionales fijas con
destino al SIPA, haya sido incluida o no en regímenes de regularización de deudas vigentes.
En ambos casos, la referida deuda comprenderá las obligaciones devengadas hasta el mes de diciembre de 2003
inclusive y los intereses resarcitorios devengados hasta la fecha de su consolidación, y regirá por el término de 2 años,
contados a partir de la fecha de entrada en vigencia de la presente.
El trabajador autónomo o el monotributista que se inscriba en el régimen de regularización podrá acceder a las
prestaciones de jubilación y prestación por edad avanzada. De igual modo, tendrán derecho a inscribirse en el precitado
régimen los derechohabientes previsionales del trabajador autónomo o monotributista fallecido mencionados en el art. 53
de la ley 24.241 y sus modificatorias, que pretendan acceder a la pensión, siempre que existiera inscripción del causante
previo al deceso en calidad de trabajador autónomo o monotributista formalizada y registrada ante la ANSES o la AFIP,
según el período que corresponda.
La ley desde su origen fue más restrictiva que la ley 24.476, y en su art. 3° dispuso que estaba dirigido a los
trabajadores autónomos y monotributistas, que por su situación patrimonial o socioeconómica no puedan acceder a otros
regímenes de regularización vigentes y presenten mayor vulnerabilidad. Para verificar dicho extremo, la ANSES, en
forma previa a determinar el derecho a una prestación previsional, realizará evaluaciones patrimoniales o
socioeconómicas sobre la base de criterios objetivos que determine la reglamentación. Los pagos que los trabajadores
pudieran realizar en forma previa a esta evaluación no tendrán efecto cancelatorio y serán considerados pagos a cuenta
de la eventual deuda que mantenga con la AFIP. La realidad es que en la práctica no resulta posible efectuar pagos en
forma previa, ya que el envío del plan siempre estuvo condicionado al análisis patrimonial que realice la ANSES.
El régimen de facilidades que establece esta ley requiere que el trabajador autónomo o monotributista se encuentre
inscripto ante la AFIP y cuente con la Clave Fiscal otorgada por esta.
Para la evaluación de la condición de aportante prevista en el art. 95 de la ley 24.241 y su acreditación a los efectos
del retiro por invalidez y de la pensión directa, se podrán considerar servicios reconocidos por el presente régimen de
regularización de deuda, pero únicamente para alcanzar la regularidad completando los 30 años o la totalidad de los
servicios requeridos por un régimen diferencial y en cuanto a la irregularidad solo para el supuesto de alcanzar, 12
meses de aportes dentro de los 60 meses anteriores a la fecha de solicitud del retiro por invalidez o la fecha de
fallecimiento del afiliado en actividad, siempre que acredite el 50% del mínimo de años exigido para el goce de la PBU.
Se pueden utilizar los años al amparo de la presente ley para ser acreditados ante sistemas previsionales diferentes
del SIPA que habiliten formalmente su consideración en el marco del régimen de reciprocidad jubilatoria establecido en
el dec.-ley 9316/1946.
Fecha inicial de pago:
La fecha inicial de pago de las prestaciones que se otorguen por aplicación de este régimen de regularización será el
primer día del mes siguiente a la fecha de cumplimiento del requisito de la cuota mínima previa abonada establecido en
el art. 3°.
Vigencia:
La ley 26.970 tenía una vigencia de dos años, por lo que su primer vencimiento operó el 18 de septiembre de 2016.
La ley 27.260, en su art. 22, dispuso que respecto de las mujeres que durante los próximos 3 años cumplieran la edad
de 60 años se prorrogará su vigencia. Este vencimiento operó el 23 de julio de 2019.

117
Respecto de los hombres, el artículo mencionado de la ley restablece la vigencia de del art. 6° de la ley 25.994 y el
dec. 1454/2005 por el término de 1 año, el cual puede ser prorrogable por 1 año más.
La res. conj. ANSES-AFIP 4222/2018 reglamentó las disposiciones de la ley 27.260 estableciendo que, a los efectos
de acceder a las prestaciones por vejez, las mujeres que, dentro del período comprendido entre el 23 de julio de 2016 y
el 23 de julio de 2019, cumplan 60 años y, a su vez, fueran menores de 65 años de edad, podrán optar por el ingreso en
el régimen especial de regularización de deudas previsionales en las condiciones dispuestas por la ley 26.970.
Las edades indicadas en el párrafo precedente no condicionan la opción al régimen de regularización de deudas
previsionales por parte de la solicitante, en los casos en que la edad requerida para acceder a la prestación por vejez
sea menor, como resultado de la aplicación de los regímenes previsionales con servicios de carácter diferencial
actualmente vigentes.
Respecto de los hombres, la resolución indica que podrán acceder al régimen del art. 6° de la ley 25.994 y el dec.
1454/2005, a efectos de regularizar períodos comprendidos hasta el 31 de diciembre de 2003, los varones que durante
el transcurso del año 2004 hayan cumplido la edad de 65 años, en el carácter de trabajadores autónomos —inscriptos o
no— o de monotributistas.
La opción referida en el párrafo anterior regirá por el término de 1 año contado a partir de la vigencia de la presente
reglamentación.
La opción otorgada a los hombres presenta claras restricciones, sobre todo relacionadas con la edad, por lo cual en la
práctica no tienen acceso a una moratoria con características similares a las de esta ley.
Por último, la res. ANSES 158/2019 prorrogó nuevamente por tres años este plan de regularización para las mujeres,
por lo que el vencimiento operará el 23 de julio de 2022.
La resolución no hace mención relativa a los hombres, quienes actualmente no pueden regularizar por esta ley.
Funcionamiento:
La cancelación de las obligaciones incluidas en el presente régimen será efectuada en la forma y condiciones que
establezca la AFIP a través del Sistema de Información para Contribuyentes y Monotributistas (SICAM), mediante el
pago al contado o en un plan de hasta sesenta cuotas, cuyos importes se adecuarán semestralmente mediante la
aplicación del índice de movilidad establecido por el art. 32 de la ley 24.241 y sus modificatorias.
La tasa de interés de financiamiento será del 1,35% mensual.
A los fines de la ley, en los casos en que se hubieran solicitado prestaciones previsionales, una vez abonada la cuota
primera cuota, las restantes serán detraídas por la ANSES de los importes correspondientes a las prestaciones que se
otorguen.
La deuda que incluyan los trabajadores que se inscriban en el presente régimen será calculada de acuerdo con el
sistema de liquidación informático implementado por la AFIP y se compondrá por el capital adeudado por sus aportes
previsionales o cotizaciones fijas, con más los intereses correspondientes.
En ningún supuesto el importe total de los intereses por cada una de las deudas incluidas en la presente
regularización podrá superar el 30% del capital que se cancela.
No se encuentran sujetas a reintegro o repetición las sumas que, con anterioridad a la fecha de entrada en vigencia
de la presente ley, se hayan ingresado en concepto de capital, intereses resarcitorios, punitorios y multas, por las
obligaciones indicadas en el presente artículo.
Por esta ley se pueden regularizar los años desde que la persona cumplió los 18 años (consignando en el SICAM
siempre el mes siguiente al mes en que cumplió los 18 años) y hasta diciembre de 2003, al igual que para la moratoria
de la ley 24.476. En virtud de su funcionamiento permite regularizar cada vez menos años, como se muestra en el
siguiente cuadro:

AÑO DE AÑOS REGULARIZABLES POR


AÑO NACIMIENTO
CUMPLIMIENTO EDAD LEY 26.970
HOMBRE MUJER REQUERIDA HOMBRE MUJER
34
(hasta
1951 1956 2016 29
septiembre
2016)
1952 1957 2017 NO 28
1953 1958 2018 NO 27
1954 1959 2019 NO 26
1955 1960 2020 NO 25
1956 1961 2021 NO 24

118
4. Análisis patrimonial
Res. conj. gral. AFIP 3673 y res. ANSES 533:
El análisis socioeconómico consiste en una evaluación patrimonial que resultará positiva cuando no se verifique
respecto del peticionante alguna de las siguientes circunstancias:
a) Ingresos brutos anuales percibidos en los últimos 12 meses anteriores a la fecha de la evaluación, cuyo promedio
supere a los límites vigentes para el derecho a la percepción de la asignación familiar prevista en el inc. a) del art. 6° de
la ley 24.714 y sus modificaciones.
Si el período de percepción es menor a 12 meses, se considerará la cantidad de meses efectivamente liquidados o
declarados, según corresponda. Se tendrán en cuenta en este análisis, los sueldos brutos en relación de dependencia,
haberes previsionales brutos y los ingresos declarados en el impuesto a las ganancias o el rango de ingresos brutos
anuales declarados en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (RS).
El hecho de que el interesado supere la evaluación socioeconómica no obsta a la aplicación de las previsiones
establecidas en el art. 9° de la ley 26.970. Esto implica que no debe percibir una prestación no contributiva y, en caso de
que sea contributiva, su importe no debe superar el haber previsional mínimo vigente a la fecha de solicitud.
b) Manifestación patrimonial en las declaraciones juradas del impuesto sobre los bienes personales que supere cuatro
veces el importe anualizado del ingreso previsto en el inc. a), o la tenencia de bienes informados por la Dirección
Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad Automotor y de Créditos Prendarios que supere uno coma cinco
veces el importe anualizado del referido ingreso, o la tenencia de bienes informados por la Administración Nacional de
Aviación Civil, o la tenencia de embarcaciones de más de 9 metros de eslora informada por la Prefectura Naval
Argentina.
c) Gastos o consumos que superen en más del 30% los ingresos calculados de acuerdo con las pautas del inc. a). A
tal fin serán tenidos en cuenta los gastos efectuados con tarjetas de crédito y/o débito.
Para la evaluación prevista en este artículo, la ANSES requerirá a la AFIP la información necesaria para resolver la
aptitud para adherir al régimen, guardando expresa confidencialidad sobre ella.
La ANSES hará saber al interesado si se encuentra habilitado o no para ingresar al presente régimen, en virtud de los
resultados de la evaluación efectuada, informándole, de corresponder, la circunstancia de exclusión verificada.
En los casos en que la evaluación sea positiva, le entregará al interesado un código de autorización.
Conforme a lo mencionado, este análisis patrimonial resulta aplicable también a los planes de regularización de la ley
24.476 a partir del 28 de marzo de 2018.
A continuación, se muestran los topes por concepto actualizados:

RES. RES.
RES. ANSES
RG AFIP ANSES ANSES RES. ANSES
312/2020 ART.
3673/2014 75/2020 166/2020 XX/20 ART.
DESCRIPCIÓN 5°
ANSES 533/2014 ART. 5° ART. 5° 5° (DESDE
DE LOS TOPES (DESDE
TOPES ART. 8° (DESDE (DESDE DICIEMBRE
SEPTIEMBRE
POR INCISO MARZO JUNIO 2020)
2020)
2020) 2020)
Promedio de
ingresos brutos
$ 77.664,00 $ 77.664,00 $ 77.664,00 $ 77.664,00 $ 77.664,00
anuales percibidos
8 (mensual) (mensual) (mensual) (mensual) (mensual)
en los 12 meses
A) $ 931.968,00 $ 931.968,00 $ 931.968,00 $ 931.968,00 $ 931.968,00
anteriores a la
(anual) (anual) (anual) (anual) (anual)
fecha de la
evaluación

Patrimonio en DDJJ
de Bienes $ 3.727.872,00 $ 3.727.872,00 $ 3.727.872,00 $ 3.727.872,00 $ 3.727.872,00
Personales

Tenencia de
automotores
8 $ 1.397.952,00 $ 1.397.952,00 $ 1.397.952,00 $ 1.397.952,00 $ 1.397.952,00
informados por la
B) DNRPA

Tenencia de
No permitido No permitido No permitido No permitido No permitido
aviones
Tenencia de 9 metros de 9 metros de
9 metros de eslora 9 metros de eslora 9 metros de eslora
embarcaciones eslora eslora
Gastos y consumos
mensuales con $ 100.963,20 $ 100.963,20 $ 100.963,20 $ 100.963,20 $ 100.963,20
8 tarjeta de (mensual) (mensual) (mensual) (mensual) (mensual)
C) crédito/débito $ 1.211.558,40 $ 1.211.558,40 $ 1.211.558,40 $ 1.211.558,40 $ 1.211.558,40
(incluye (anual) (anual) (anual) (anual) (anual)
extensiones)

119
5. Moratoria de la ley 27.541, modificada por la ley 27.562
Regularización de obligaciones tributarias, de la seguridad social y aduanera:
La ley crea una nueva e importante moratoria para los contribuyentes, y las contribuyentes y responsables de los
tributos y de los recursos de la seguridad social cuya aplicación, percepción y fiscalización estén a cargo de la AFIP,
podrán acogerse, por las obligaciones vencidas al 31 de julio de 2020 inclusive o infracciones relacionadas con dichas
obligaciones, al régimen de regularización de deudas tributarias y de los recursos de la seguridad social y de
condonación de intereses, multas y demás sanciones.
Se excluyen de lo dispuesto en el párrafo anterior las deudas originadas en cuotas con destino al régimen de riesgos
del trabajo, los aportes y contribuciones con destino a las obras sociales.
Si bien permite regularizar deudas correspondientes a recursos de la seguridad social, no tiene los mismos alcances
que las moratorias analizadas en los puntos anteriores, en virtud de que no prevé la posibilidad de descontar sus cuotas
de prestaciones previsionales, no obstante, dada su importancia, se analizarán sus aspectos más importantes. Se reitera
que requiere su cancelación en forma previa a su utilización a los efectos previsionales.
El art. 8° excluye a los siguientes sujetos: Personas humanas o jurídicas que, no revistiendo la condición de: i)
MiPymes; ii) entidades sin fines de lucro y organizaciones comunitarias inscriptas como fundaciones, asociaciones
civiles, simples asociaciones y entidades con reconocimiento municipal y que, con domicilio propio y de sus directivos
fijado en territorio nacional, no persigan fines de lucro en forma directa o indirecta y desarrollen programas de promoción
y protección de derechos o actividades de ayuda social directa, y iii) personas humanas y sucesiones indivisas que sean
consideradas pequeños contribuyentes en los términos que determine la Administración Federal de Ingresos Públicos,
posean activos financieros situados en el exterior, excepto que se verifique la repatriación de al menos el 30% del
producido de su realización, directa o indirecta, dentro de los 60 días desde la adhesión al presente régimen, en los
términos y condiciones que determine la reglamentación.
Para el caso de personas jurídicas, la condición de repatriación será de aplicación para sus socios y accionistas,
directos e indirectos, que posean un porcentaje no inferior al 30% del capital social. Quedan incluidos en estas
disposiciones quienes revistan la calidad de uniones transitorias, agrupamientos de colaboración, consorcios de
cooperación, asociaciones sin existencia legal como personas jurídicas, agrupamientos no societarios o cualquier otro
ente individual o colectivo, incluidos fideicomisos.
A los fines previstos en el primer párrafo del presente inciso, se entenderá por activos financieros situados en el
exterior, la tenencia de moneda extranjera depositada en entidades bancarias y/o financieras y/o similares del exterior,
participaciones societarias y/o equivalentes (títulos valores privados, acciones, cuotas y demás participaciones) en todo
tipo de entidades, sociedades o empresas, con o sin personería jurídica, constituidas, domiciliadas, radicadas o ubicadas
en el exterior incluidas las empresas unipersonales; derechos inherentes al carácter de beneficiario, fideicomisario (o
similar) de fideicomisos (trusts o similares) de cualquier tipo constituidos en el exterior, o en fundaciones de interés
privado del exterior o en cualquier otro tipo de patrimonio de afectación similar situado, radicado, domiciliado y/o
constituido en el exterior; toda clase de instrumentos financieros o títulos valores, tales como bonos, obligaciones
negociables, valores representativos y certificados de depósito de acciones, cuotapartes de fondos comunes de
inversión y otros similares, cualquiera que sea su denominación; créditos y todo tipo de derecho del exterior, susceptible
de valor económico y toda otra especie que se prevea en la reglamentación.
La ley invita a las obras sociales y a las aseguradoras de riesgos de trabajo a establecer programas de regularización
de deudas en condiciones similares a las previstas en el presente capítulo que, en su caso, no podrán establecer
condiciones adicionales.
Se prevé la posibilidad de incluir en este régimen la refinanciación de planes de pago vigentes y las deudas
emergentes de planes caducos.
También, resultan alcanzadas las obligaciones e infracciones vinculadas con regímenes promocionales que concedan
beneficios tributarios, como asimismo podrán regularizarse por este régimen las deudas impositivas resultantes de su
decaimiento, con más sus accesorios correspondientes.
El acogimiento previsto en el presente artículo podrá formularse entre la fecha de entrada en vigencia de la normativa
complementaria que dicte la Administración Federal de Ingresos Públicos y el 31 de octubre de 2020, inclusive.
Las reformas de la ley 27.562:
A partir de la sanción y publicación de la ley 27.562 (BO 26/8/2020), se relanza el régimen de regularización de
obligaciones impositivas, aduaneras y de tributos de la seguridad social dispuesto originalmente por la ley 27.541.
Las diferencias entre la versión original, que ya tuviera su cierre para la adhesión el 31/8/2020, y esta segunda
versión generada por la ley mencionada son realmente importantes.
En primer lugar, resulta mucho más amplio que la versión original de la ley 27.541 en cuanto a los sujetos alcanzados.
En lo específicamente técnico, el régimen de regularización de obligaciones impositivas, de seguridad social y
aduaneras que se encuentra incorporado al título IV de la ley 27.541 ha sufrido la modificación de importancia.
Uno de los temas trascendentes es su extensión temporal, alcanza a las obligaciones vencidas al 31/7/2020. La
primera versión incluía obligaciones vencidas al 30/11/2019. Resultaba de toda lógica extender este espectro temporal.

120
Las situaciones económicas provocadas por la pandemia generaron estragos que aún persisten y cuyos efectos,
lamentablemente, se prolongarán en el tiempo.
Nos referiremos, únicamente, a la situación relativa a los tributos de la seguridad social, desde todas las facetas que a
ellos incumben en el marco de la ley ahora modificada.
Para el supuesto que nos ocupa, la ley incorporó dentro de los sujetos incluidos a los sujetos de cualquier naturaleza
que no posean activos financieros situados en el exterior.
En principio, poseer activos financieros en el exterior es una causal de exclusión del régimen.
Se puede revertir esta situación, como ya se señaló, si el sujeto verifica la repatriación de al menos el 30% del
producido de su realización, directa o indirecta, dentro de los 60 días de la adhesión al presente régimen, en los términos
y condiciones que determine la reglamentación.
La amplitud actual del régimen permitió incluir a todos los sujetos, sean o no Pymes, con lo cual los trabajadores
autónomos pueden regularizar aportes con destino a la seguridad social en las condiciones mencionadas.
Vigencia:
La ley dispuso originalmente una vigencia hasta el 30 de abril de 2020 inclusive. El dec. 569/2020 extendió dicho
plazo hasta el 31 de julio de 2020. Posteriormente, el art. 1° del dec. 634/2020 prorrogó dicha fecha hasta el 31 de
agosto de 2020, inclusive, para que los contribuyentes puedan acogerse al régimen de regularización. Finalmente, la ley
27.562 extendió dicho plazo hasta el 31 de octubre de 2020.
(78)
Por medio de la res. AFIP 4816/2020  se regularizaron los aspectos más importantes de esta moratoria.

VI. La movilidad

1. El concepto de movilidad
Reiterando el concepto de movilidad utilizado, entendemos por movilidad la garantía constitucional para que el haber
de pasividad guarde una adecuada proporción con la remuneración que le hubiera correspondido de continuar en
actividad, pues la jubilación constituye la prolongación de la remuneración y debe garantizar, entonces, el mismo nivel de
vida que tenía la persona antes de la pasividad, procurando ser suficiente para todos aquellos gastos necesarios para
una vejez digna y acorde al esfuerzo realizado.
La forma de determinar el contenido de la garantía es facultad y deber privativo del Poder Legislativo, y puede ser
establecida de formas diferentes según las épocas siempre que mantenga una proporción razonable con los ingresos de
los trabajadores, esto en virtud del carácter sustitutivo del haber y del carácter integral de los beneficios de la seguridad
social.

2. Formas de establecer la actualización de los haberes previsionales


Existen muchos sistemas de actualización de haberes previsionales en la doctrina, Etala (1994) señala los
(79)
siguientes :
1. Aumentar los haberes mínimos o efectuar un aumento fijo al haber primitivo, la consecuencia negativa es que se
nivelan los haberes eliminando las diferencias originarias.
2. Fijar coeficientes de revalorización o actualización, teniendo en cuenta la antigüedad en el goce del beneficio.
3. Fijar el valor periódicamente (actualizándose conforme al nivel de costo de vida, salarial o de la productividad).
Como señala Goñi Moreno, el mayor problema no radica en encontrar un procedimiento técnico adecuado para
adaptar las prestaciones al costo de vida, sino en considerar la sustentación económica y financiera de ellos.
Las pautas de movilidad de los beneficios pueden ser previstas directamente en la legislación, y a lo largo de la
historia se han distinguido las siguientes formas:
1. La de circunstancias, en la cual se establece por normas específicas sin tener creado un sistema, cuando se crea
necesario en un momento determinado. Esto ocurrió en la Argentina hasta la sanción de la ley 26.417 en que la
movilidad era establecida por decretos que en general se dirigían a los haberes mínimos.
2. El traslado a los pasivos de los incrementos derivados de las variaciones de un índice salarial. Esto ocurrió con la
ley 18.037 que disponía la aplicación del índice nivel general de remuneraciones (INGR).
3. Disposiciones de principios imponiendo la revisión de los aportes y de los haberes sin que la ley indique el
procedimiento a seguir para establecer la actualización, la cual surgirá de la ley que se dicte.
4. Movilidad automática establecida por la ley que no requiere ninguna actividad posterior del Estado. Esto ocurrió
durante la vigencia de las leyes 26.417 y 27.426 (actualmente suspendida), si bien resultaba automática sí requería

121
actividades posteriores como el cálculo de la movilidad y el dictado de normas complementarias que permitan su
aplicación.
5. La movilidad también puede consistir en una referencia al salario de actividad y su mantenimiento en el tiempo.
Esto ocurre con algunos regímenes especiales como los docentes (82% móvil), investigadores (85% móvil).
La Corte Suprema de Justicia ha sostenido que la Constitución Nacional establece este mandato en el art. 14 bis
ordenando la movilidad imperativamente pero sin indicar un sistema determinado para su aplicación, habilitando a la ley
(80)
para optar por el que crea conveniente, a condición de su razonabilidad y no confiscatoriedad .

3. Determinación del haber y su movilidad en la legislación argentina


Como se ha señalado en capítulo 1, título III, punto 2, el art. 14 bis incorpora definitivamente en nuestra Constitución
el concepto de jubilaciones y pensiones móviles.
Tomando como base el concepto de movilidad que entendemos se desprende del art. 14 bis de nuestra CN, cuya
manda ordena la existencia de un haber de pasividad que resguarde la dignidad del hombre, nos adentraremos en la
legislación que con posterioridad a la Constitución de 1957 legisló y reglamentó la garantía de movilidad.
En este contexto era necesario implementar un mecanismo que mantuviese la capacidad adquisitiva del haber
jubilatorio y con ello la dignidad de los beneficiarios, reconociendo el esfuerzo de los mayores desde una perspectiva de
(81)
equidad social. Con fecha 27 de septiembre de 1958 se sancionó la ley 14.499 , y con fecha 22 de septiembre de
(82)
1960 su reglamentación por el dec. 11.732/1960 .
(83)
La ley 14.499 introduce por primera vez el famoso e ilusorio 82% móvil en su art. 2° . Sin embargo, esta ley de
apariencia bondadosa escondía en su art. 3° una escala de deducción cuya aplicación implicaba que solo se concediera
el 82% móvil de la remuneración en actividad a la escala más baja de remuneraciones. Para un sueldo medio podía
representar un 60% y para salarios más altos podía llegar a ser solo un 12%. Este sistema fue calificado de confiscatorio
ya que los afiliados aportaban al sistema sobre el total de las remuneraciones.
(84)
Las modificaciones no se hicieron esperar, con fecha 30 de diciembre de 1968 se sanciona la ley 18.037   para
trabajadores en relación de dependencia. Con esta ley se reemplazó el sistema de ajuste basado en una comparación
individual con el sueldo de actividad por un método uniforme consistente en trasladar al haber previsional los aumentos
otorgados en promedio a los trabajadores activos, según las variaciones registradas en el INGR.
El art. 45 de la versión original establecía la determinación del haber en el equivalente al 70% de promedio de las
remuneraciones actualizadas de los tres mejores años calendario del período de 10 años anteriores al cese,
incrementándose en un 1% de ese promedio por cada año de servicios que exceda del mínimo de antigüedad requerido
para la jubilación ordinaria (por entonces 60 años de edad los varones y 55 las mujeres).
El art. 51 establecía que los haberes serán móviles y se aplicará anualmente mediante un coeficiente que se aplicará
sobre el último haber, en la fecha y forma que establezca la reglamentación. Dicho coeficiente sería fijado por el Poder
Ejecutivo en función de las variaciones del nivel general de las remuneraciones.
(85)
Posteriormente, la ley 21.118   introdujo modificaciones importantes, en particular modificó la determinación del
haber mensual y su movilidad, el entonces art. 46 de la ley reestableció la mecánica de fijar el haber inicial de la
prestación, sobre la base de la remuneración actualizada correspondiente al mejor cargo, oficio o función desempeñado
por el afiliado en cualquier momento de su carrera y dispone la movilidad basándose en aumentos equiparados a los
(86)
concedidos a los activos aquí radica su mayor acierto. La ley 21.327  deroga las modificaciones dispuestas por la ley
21.118.
(87)
La ley 21.451  sustituyó el art. 46 determinando el haber mensual de las jubilaciones ordinarias en un porcentaje
que alcanzará desde un 70% a un 82% del promedio mensual de las remuneraciones actualizadas, dependiendo de los
años de edad en exceso al momento de cesar en el servicio. El art. 52 disponía que la movilidad fuera en función del
(88)
índice de salarios nivel general .
(89)
Con fecha 16 de noviembre de 1976 se sanciona la res. SSS 522/1976  que aprueba el texto ordenado de la ley
18.037 con las modificaciones introducidas por la ley 21.451 asignándose a la determinación del haber y a la movilidad
los arts. 49 y 53 respectivamente.
El sistema de movilidad previsto en la ley 18.037 fluía con normalidad hasta la década de los setenta, donde
empezaron a sentirse los efectos de la inflación.
La SSS dejó de elaborar los índices necesarios en el marco de este sistema, tanto para determinar el haber inicial
cuanto para mantener la proporcionalidad entre activos y pasivos.
A partir de allí comenzaron a iniciarse numerosas demandas judiciales que cuestionaban la determinación del haber
inicial (art. 49), la movilidad (art. 53) y los topes dispuestos por el art. 55, estos reclamos se fundamentaban en el

122
principio de necesaria o razonable proporcionalidad con la remuneración de actividad, de modo que conserve su
situación patrimonial y cubra la contingencia de vejez demostrada en la falta de percepción del salario.
Es, creo, a partir de aquí que la justicia asume un rol fundamental en la materia, cada sala iba fijando su posición
acerca de la forma de suplir la omisión incurrida por la SSS, aplicando según su criterio distintos índices. Sala I: iPI, sala
II: índice de salarios industriales elaborado y publicado por el INDEC y la sala III se inclinó por un índice combinado de
salarios de peón industrial y costo de vida elaborado por el INDec. Ante las discrepancias existentes en la sala se dicta el
plenario "Bordó" del 30 de agosto de 1991 que dispuso la aplicación del índice de salario básico de convenio de la
industria y de la construcción que informa el INDEC, en todos los casos en que la sentencia disponga la sustitución de
los índices previstos en los arts. 49 y 53 de la ley 18.037.
Es así que, con posterioridad al fallo, las tres salas aplicaron el índice dispuesto por el plenario a efectos de
determinar tanto el haber inicial cuanto lo que le correspondía durante el tiempo del proceso hasta que la SSS retomó su
obligación y comenzó a realizar el índice general de remuneraciones, lo que llevó a la entonces Cámara Nacional de
Apelaciones a inclinarse por su aplicación.
(90)
En este relato histórico es necesario mencionar la sanción de la ley 23.928 , que si bien no se trataba de una ley
previsional, la interpretación que de ella diera la CS hace necesaria su mención.
(91)
Paralelamente, la ley 18.038  regulaba de forma similar el haber inicial y la movilidad de las jubilaciones de los
trabajadores autónomos.
El sistema previsional de las leyes 18.037 y 18.038 entró en crisis y en el año 1991 se efectúo un cambio radical con
la sanción de la ley 24.241 que, en cuanto a lo que nos ocupa, modificó radicalmente la determinación del haber y la
movilidad. El monto del haber inicial, como se vio con detalle en el título II de este capítulo, sería el resultado de la suma
de tres prestaciones: PBU, PC y PAP.
La PBU será el equivalente a 2,5 veces el Aporte Medio Previsional (AMPO). El AMPO se obtendría dividiendo el
promedio mensual de los aportes, ingresados en cada semestre, excluyendo el sueldo anual complementario, por el
número total promedio mensual de afiliados que se encuentren aportando.
El monto de la prestación así determinada se incrementaba en un 1% por cada año adicional entre los 30 y 45 años
de servicios.
(92)
El art. 20 de la ley 24.241 es modificado por el art. 4° de la ley 26.417  que sustituyó su cálculo en un monto fijo de
$ 326. Al cual le resultarán aplicables los aumentos que se dispongan por movilidad.
Conforme a la res. SSS 6/2009, las disposiciones de la ley 26.417 entraron en vigencia a partir del 1 de marzo de
2009. A partir de su vigencia los incrementos por movilidad motivaron el dictado de resoluciones de ANSES y circulares
que, brindando las distintas pautas que deben aplicarse a fin de determinar las distintas aplicaciones del porcentaje
acordado en concepto de movilidad, esto es: haber mínimo, haber máximo, escala de deducción, base imponible mínima
y máxima y PBU.
La PC se encuentra regulada en el art. 24 de la ley, su monto surge de multiplicar 1,5% por cada año de servicio con
aportes, o fracción mayor a seis meses, hasta un máximo de 35 años por el promedio de las remuneraciones (sin sueldo
anual complementario y hasta el monto determinado como base imponible máxima) sujetas a aportes y contribuciones,
actualizadas y percibidas durante el período de diez años inmediatamente anteriores a la cesación en el servicio.
Para practicar la actualización, la reglamentación dispondrá la aplicación del índice salarial a utilizar. Este índice sería
de carácter oficial. El tema es analizado en el título III de este capítulo.
En cumplimiento de este cometido la ANSES seleccionó como índice a aplicar el de "... salarios básicos de la
(93) (94)
industria y la construcción —personal no calificado— res. 918/94 , concordante con la res. ANSES 63/94" , sin
(95)
embargo, por entender de aplicación las disposiciones de la ley 23.928 , la referida actualización solo se practicó para
las remuneraciones percibidas hasta marzo de 1991, esto motivó el dictado del fallo "Elliff" que es analizado en el título
III, punto 3 de este capítulo.
La ley 27.426 dispuso que, a fin de practicar la actualización de las remuneraciones, se aplicará un índice combinado
entre el previsto en el inc. b) del apart. 1 del art. 5° de la ley 27.260 y su modificatorio y el índice establecido por la
remuneración promedio para trabajadores estables. Esto implica que las remuneraciones serán actualizadas entre el
1/4/1991 y el 31/3/1995 según las variaciones del INGR, luego se aplicará el RIPTE hasta el 30/6/2008, y desde allí se
actualizarán conforme a la ley de movilidad.
Por el art. 4° de la ley 27.426 le encomienda a la SSS la realización del cálculo trimestral de la movilidad y su
posterior publicación. A partir de marzo de 2020 la movilidad dispuesta por esta ley se encuentra suspendida conforme
analizaremos en el tratamiento específico de esta ley.
(96)
Como consecuencia de la facultad delegada la res. SSS 18/2020  estableció los índices de actualización de las
remuneraciones mensuales percibidas por los trabajadores en relación de dependencia que cesen desde el 31 de mayo
de 2020 o soliciten su beneficio desde el 1 de junio de 2020.
La PAP: esta prestación en principio era exclusiva para los afiliados que hayan optado por permanecer en el régimen
(97)
de reparto con posterioridad a julio de 1994, sin embargo, con la entrada en vigencia de la ley 26.425 , se unificó para

123
todos los afiliados al SIPA.
Su monto se determinará computando el 1.5% por cada año de servicios con aportes realizados al régimen con
posterioridad a julio de 1994, en igual forma y metodología que la establecida por la prestación compensatoria.
Movilidad: en la versión originaria de la ley 24.241 el art. 32 establecía que
"los haberes de las prestaciones correspondientes al Régimen de Reparto serán móviles, en función de las
variaciones entre dos (2) estimaciones consecutivas del AMPO, no pudiendo ello importar por ningún concepto la
disminución en términos nominales del haber respectivo".
Durante la vigencia del AMPO se dieron las siguientes variaciones:
1. 4/1994: Valor del AMPO: $ 61
2. 10/1994: Valor del AMPO: $ 63
3. 4/1995: Valor del AMPO: $ 72
4. 10/1995: Valor del AMPO: $ 75
5. 4/1996: Valor del AMPO: $ 76
6. 4/97: Valor del AMPO: $ 80
Variación acumulada del AMPO: 26,9% por todo el periodo de su vigencia.
La ley 24.463 modificó el artículo y estableció que "las prestaciones del régimen previsional público tendrán la
movilidad que anualmente determine la ley de presupuesto conforme el cálculo de recursos respectivo".
En sintonía con las normas de carácter economicista que marcaron la década de los 90, en agosto de 1997 el
(98)
entonces presidente Dr. Carlos Menem firmó el dec. 833/1997 , por el que se eliminó por completo de la historia el
AMPO, con esto se dio de baja al último mecanismo de actualización de los haberes jubilatorios que todavía sobrevivía,
aunque con un campo muy limitado de aplicación y con distorsiones en sus efectos: el decreto reemplaza al AMPO por
el MOPRE (Módulo Previsional). La diferencia entre ambos radica en que el primero surgía de un confuso cálculo que
realizaba el Ministerio de Economía, el MOPRE sería fijado por los ministros de Economía y de Trabajo de acuerdo con
las posibilidades del presupuesto nacional de cada ejercicio. Este MOPRE tendría las mismas aplicaciones que el
AMPO, esto es: la determinación de las prestaciones, los haberes mínimos y máximos, los aumentos a los aportes
autónomos y la movilidad.
Esto en la práctica llevó al congelamiento de los haberes previsionales —el AMPO no tuvo variaciones desde 1997
(99)
hasta su derogación por la ley 26.417 — y al propio tiempo al utilizarse para determinar la PBU y los haberes
máximos generó una distorsión evidente e injusta en las nuevas jubilaciones.

4. La ley 26.198
Esta ley, publicada el 10/1/2007, aprobó el presupuesto general de la Administración Nacional para el ejercicio 2007.
La ley se ocupa de las jubilaciones y pensiones a partir del art. 42 y hasta el art. 51. En particular el art. 45 determina
una movilidad del 13% a partir del 1/1/2007 para las prestaciones del Régimen Provisional Público del Sistema Integrado
de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), otorgadas o a otorgarse en el marco de la ley 24.241.
Establece el haber mínimo en la suma de $ 530. El art. 47 autoriza al Poder Ejecutivo nacional a otorgar incrementos
durante el ejercicio presupuestario cuando las finanzas lo permitan. El art. 49 crea el Fondo de Garantía de Movilidad del
régimen previsional público del SIJP, dentro de la ANSES, integrado por los activos financieros de esta y le asigna una
partida presupuestaria de $ 4.100.000.000 para afrontar los incrementos (art. 50). Lo dispuesto por la ley es la movilidad
mínima garantizada (art. 51).
La CS, en oportunidad de expedirse en la causa "Badaro", de fecha 26/11/2007, Fallos 330:4866, analizó los alcances
de la ley 26.198:
"Que resulta igualmente claro que las prescripciones de la ley 26.198, que se han reseñado, no son aquéllas que el
Tribunal reclamó en la sentencia de fecha 8 de agosto de 2006. Tal conclusión deriva del texto legal aprobado por el
Congreso, que ejerce por primera vez las facultades reservadas por la ley de solidaridad previsional y de tal forma
establece el incremento anual de las prestaciones, pero que no contiene precepto alguno dirigido a resolver la particular
situación que se ha comprobado en autos, vinculada con años anteriores. Así lo expresa su art. 51, en tanto interpreta
que las alzas acordadas constituyen la movilidad mínima garantizada para el ejercicio 2007" (consid. 10).
"Que, por otra parte, el porcentaje de aumento otorgado para el corriente año por la citada ley —al igual que el
previsto por el decreto 1.346/07— rige para la totalidad de la clase pasiva, sin examinar el achatamiento en la escala de
beneficios señalado por esta Corte, además de que no se ha hecho cargo de que ese desfase se ha venido agravando
durante los últimos cinco años, por lo que no podría sostenerse que la ley 26.198 haya cumplido el deber de corregirlo,
máxime cuando ha convalidado en su art. 48 las normas que lo originaron. De estas últimas, sólo el decreto 764/06
introdujo una mejora en el haber del actor, pero su magnitud, como se verá, no guarda relación con la disminución
evidenciada en la causa" (consid. 11).

124
En consecuencia, se concluye que el contenido de los artículos analizados no reglamenta la garantía de movilidad
dispuesta por el art. 14 bis de la CN, sino que se trata de un incremento de haberes. Tampoco cumple con lo que la
Corte transmitió en "Badaro" y en su antecedente "Sánchez" como deber del legislador de promover el pleno goce de los
(100)
derechos reconocidos particularmente a los ancianos .

5. La ley 26.417
(101)
En el marco de las reformas implementadas al sistema previsional se sancionó la ley 26.417  de Movilidad de las
Prestaciones del Régimen Previsional Público. La ley era una gran deuda con los jubilados argentinos. Consta de
dieciséis artículos y dispone que, a partir de marzo del año 2009, los haberes se ajustarán dos veces por año, el ajuste
se aplicará en los meses de marzo y septiembre, el porcentaje de incremento se obtiene de la fórmula detallada en el
anexo de la ley y cuyas variables son la evolución de los salarios y la variación de los recursos tributarios.
(102)
El art. 6°  de la ley sustituye el art. 32 de la ley 24.241 estableciendo que el ajuste por movilidad se aplicará sobre
la PBU, PC y PAP, Retiro por invalidez, Pensión por Fallecimiento y Prestación por Edad Avanzada.
(103)
Para Álvarez Chávez  la ley 26.417:
- Buscaba fijar la movilidad de las prestaciones con un sistema permanente y normal.
- El índice se guía por la variación positiva de los salarios, medido por el INDEC o la Secretaría de Seguridad Social
(el RIPTE, que contempla solo los movimientos de sueldos de trabajadores formales), otro componente del índice son
los ingresos previsionales —aportes y contribuciones— y los recursos tributarios. Si los salarios aumentasen en un
período el 18% y la recaudación un 22%, se dividirán por dos ambos coeficientes y el aumento semestral para los
jubilados será del 20%.
- Ante una eventual crisis económica, las jubilaciones nunca bajarán.
- Rige para ser aplicada en la actualidad a 5,6 millones de jubilados y pensionados, incluyendo a los pasivos de las
Cajas provinciales o municipales transferidos a la Nación, a los regímenes especiales derogados y la parte pública de los
beneficiarios de capitalización, jubilación por invalidez y pensiones.
- El Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Régimen de Reparto creado para asegurar la prestación de todos los
beneficiarios evita que estos sean la histórica variable de ajuste en los momentos de problemas financieros.
(104)
El cálculo de movilidad :

El ajuste de los haberes se realizará semestralmente, aplicándose el valor de "m" para los haberes que se devenguen
en los meses de marzo y septiembre.
El valor se calcula de enero a junio para el ajuste a aplicar en septiembre del mismo año y de julio a diciembre para el
ajuste a aplicar en marzo del año siguiente.
El valor de "m" se determina en función del monto de "a" siempre que este monto sea igual o menor a "b", es decir, el
valor de "b" funciona como límite al ajuste por movilidad.
Así, "a" se determinará como el 0,5 por los recursos tributarios por beneficio sumado a la multiplicación de 0,5 por la
variación del índice general de salarios publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos o la variación del
índice RIPTE, la que resulte mayor. En ambos casos se compararán semestres consecutivos.
Es así que los mayores incrementos salariales serán compensados por una eventual disminución de los recursos
(105)
tributarios por beneficio (RT ), esto es: siendo 30% los incrementos salariales y el 10% la recaudación el ajuste a
aplicar será del 20%, no trasladando así los aumentos salariales puros sino que esto estará influido por los famosos
recursos.
A su vez el monto de "a" no puede ser superior a "b"; "b" se calcula como el 1,03 por la variación de los recursos
totales por beneficio de la Administración Nacional de la Seguridad Social neto de aportes del Tesoro nacional.
Es decir, el monto de "a" no podrá ser superior al monto que arroje "b", destacando en este punto que el valor de "b"
prescinde totalmente de los incrementos salariales constituyendo su única variable los recursos totales.
Esto implica un segundo límite, el primero surge del mismo cálculo de "a" al condicionar los aumentos salariales a los
recursos tributarios por beneficio. El segundo se aplica luego de determinar el monto de "a" y cuando este sea mayor al

125
resultado de 1,03 por recursos totales por beneficio de la Administración Nacional de la Seguridad Social.
Como se advierte, si bien una de las variables son los incrementos salariales, los recursos del Estado resultan
determinantes y pueden llegar a ser la única variable a considerar para determinar el incremento por movilidad.
Por otra parte, la ley habla de recursos por beneficio, es decir que, cuando se incorporen masivamente nuevos
beneficios a través de moratorias o de cualquier otra forma de inclusión, esta variación disminuirá y por ende la
movilidad. La utilización de parámetros relacionados con los recursos "RT" y "r" provocaba dudas y desconfianzas en el
ámbito académico.
La Corte ha establecido como uno de los principios básicos que sustentan al sistema previsional argentino el de la
necesaria proporcionalidad que debe existir entre el haber de pasividad y el de actividad, atendiendo a la naturaleza
sustitutiva que cabe reconocer al primero respecto del segundo y a los fines que inspiran el ordenamiento jurídico sobre
la materia (Fallos 265:256, 267:196).
Estos principios vinculados con el carácter sustitutivo del beneficio previsional con el ingreso del trabajador en su
condición de activo, como así también a la razonable proporcionalidad que debe existir entre el ingreso del activo y el
beneficio jubilatorio o pensionario, han sido ratificados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los fallos
"Sánchez María del Carmen c. ANSES s/reajustes varios", sentencia del 17/5/2007, y en "Badaro Adolfo Valentín c.
ANSES s/reajustes varios", fallos que serán analizados en el título siguiente.
Este tema ha sido extensamente explicado por el Dr. Guillermo José Jáuregui en el Informe al Honorable Congreso de
(106)
la Nación (Comisiones de Previsión Social y Presupuesto), sobre el proyecto de régimen de movilidad previsional ,
en el que dice:
"Siguiendo la fórmula del proyecto de ley se va a dar a o b lo que sea menor, ocurre lo siguiente: en los primeros años
2003/2004 en los cuales los recursos superan en crecimiento ampliamente a los salarios, la fórmula nos dice: 'No les
puedo dar más aumentos que el de los salarios, porque la movilidad está supeditada a éstos, no importando que la
recaudación crezca a una velocidad mayor'. Cuando, en los años 2005/2007, los salarios crecen más que la recaudación
ponderada por beneficio, la fórmula nos dice: 'No les puedo dar más aumentos que el de la recaudación por beneficio,
porque ésta limita los aumentos. Aunque los salarios crezcan más que la recaudación, ésta nos limita'".
"... El ejercicio de cálculo realizado aplicando la fórmula desde el año 2003 hasta el 2007, revela que tanto RT como r
dependen de ciertas decisiones de política previsional y fiscal, que alteran la presunta automaticidad de la fórmula. En el
período 2003/2007 se puede afirmar que la decisión de utilizar los recursos fiscales previsionales para otorgar beneficios
en parte previsionales (jubilación anticipada) y en parte asistenciales (personas que no podían pagar la deuda autónoma
al contado) hubiera conducido a la limitación en el ajuste de los beneficios con el incremento de w".
"Muchos pensarán que aplicando la fórmula desde el año 2009 en adelante, si se mantiene estable la cantidad de
beneficios (5.200.000), un incremento en RT o en r deberían reflejarse en la fórmula y no limitar el incremento de w. Eso
es cierto, pero no hay que olvidar que así como en el pasado (2003/2008) decisiones políticas pueden influir en la
movilidad, también en el futuro decisiones políticas van a influir en el resultado de la fórmula de la movilidad, como por
ejemplo:
"1) Apertura de nuevas moratorias para determinados conjuntos de personas (por ejemplo: trabajadores que
perdieron sus empleos como consecuencia de las privatizaciones de la década del noventa u otras situaciones);
"2) Reapertura de la jubilación anticipada;
"3) Incorporación de nuevos derecho-habientes actualmente no incluidos,
"4) Disminución o aumento del porcentaje de aportes o contribuciones;
"5) Modificación de las edades mínimas jubilatorias o de los años de servicios mínimos para regímenes jubilatorios
comunes;
"6) Cumplimiento o no de movilidades con el sueldo del activo para regímenes especiales (docentes e
investigadores);
"7) Creación de regímenes diferenciales, con menor edad o servicios; Con esto queremos decir que existen
decisiones políticas y otros hechos que no dependen del gobierno (crisis nacionales o internacionales) que van a gravitar
en la fórmula de la movilidad aunque los beneficios se mantengan estables".

(107)
6. La ley 27.426
Con fecha 28 de diciembre de 2017 el Congreso Nacional sancionó la ley 27.426 que modifica el cálculo de movilidad.
La nueva fórmula de movilidad opta por un índice basado en las variaciones del nivel general del índice de precios al
consumidor nacional (IPC) que publica el INDEC y las variaciones de la RIPTE que publica la SSS, con una ponderación
del 70% y 30% respectivamente.
La ley encomienda a la SSS a realizar el cálculo de la movilidad y su posterior publicación.
La primera aplicación de la nueva fórmula se hizo efectiva a partir del 1 de marzo de 2018 de acuerdo con las
variaciones del tercer trimestre del año 2017. La fórmula prevé una aplicación trimestral en los meses de marzo, junio,
septiembre y diciembre de cada año.

126
La aplicación de la movilidad dispuesta por la ley 27.426 arrojó para marzo de 2018 un incremento del 5,71%. La
movilidad que resultaría de la aplicación de la ley 26.417 para igual período arrojó un incremento del 14,03%, esta
diferencia radica principalmente en el cambio de una fórmula de aplicación semestral por una de aplicación trimestral, y
trascurriendo 6 meses desde la última movilidad aplicada, se genera un desfasaje en la transición entre una fórmula y
(108)
otra .
Respecto de esta aplicación, la CFSS declaró su inconstitucional en la causa "Fernández, Pastor Miguel Ángel c.
ANSES s/amparos y sumarísimos", expediente 138.932/2017, que se encuentra actualmente apelada en la CS por
ambas partes.
No obstante, se expidió al respecto el procurador, quien se inclinó por la declaración de inconstitucionalidad de la
aplicación en marzo de la nueva fórmula.
Cálculo de la movilidad:

En el anexo de este capítulo se agrega el cálculo de todas las movilidades otorgadas al amparo de la ley 27.426
desde su sanción.

7. Suspensión de la movilidad
(109)
Con fecha 23 de diciembre se dictó la ley 27.541  de Seguridad Social y reactivación productiva en el marco de la
emergencia pública que suspende por 180 días la aplicación del art. 32 de la ley 24.241 (movilidad).
Durante el plazo que dure la suspensión el Poder Ejecutivo nacional deberá fijar trimestralmente el incremento de los
haberes previsionales correspondientes al régimen general de la ley 24.241, atendiendo prioritariamente a los
beneficiarios de más bajos ingresos. En este orden de ideas, se dictó el dec. 163/2020 que estableció un incremento
aplicable a marzo de 2020 del 2,3% más un importe fijo equivalente a $ 1500. Para el mensual la ley 27.426 hubiera
incrementado los haberes en un 11,61%.
La aplicación de este decreto genera consecuencias distintas según el monto del haber, variando la movilidad entre
un 12,96%, sobre el haber mínimo y un 3,76%, sobre el haber máximo. Así, por ejemplo, hasta la suma de $ 16.111,71
(pagados al mensual febrero 2020) puede afirmarse que el decreto no genera diferencias en contra (comparado con la
movilidad de la ley 27.426). A partir de los haberes superiores a dicho monto, la movilidad aplicada resulta menor a la
que hubiese resultado de la ley de movilidad, siendo la afectación superior en haberes más altos.
El dec. 495/2020 dispuso que, a partir del mensual junio 2020, la movilidad será del 6,12%. Por el art. 5° se dispone
que igual incremento se aplicará a las prestaciones previsionales otorgadas a los investigadores científicos y
tecnológicos a que se refiere la ley 22.929 y sus modificatorias, en el marco del dec. 160/2005.
El análisis comparado de dicho aumento nos lleva a afirmar un impacto negativo ya que el aumento por la ley 27.426
hubiera resultado del 10,91%.
(110)
El dec. 692/2020  dispuso que la movilidad a aplicar en septiembre será del 7,50%, mientras que la aplicación de
la suspendida fórmula de movilidad hubiera arrojado un incremento del 9,87%.
El dec. 899/2020 dispuso que la movilidad a aplicar en diciembre será del 5%, mientras que la aplicación de la
suspendida fórmula de movilidad hubiera arrojado un incremento del 4,49%.

127
Recientemente un fallo de la Cámara Federal de Salta, sala II, en autos "Caliva, Roberto Daniel c. ANSES s/reajustes
varios", expediente 1382/2016 CA2, se dispuso la aplicación de la fórmula de alquileres para actualizar los haberes
(111)
previsionales mientras dure la suspensión dispuesta por la ley 27.426 .

8. La nueva movilidad
Su justificación:
La fórmula de movilidad dispuesta por la ley 27.426 fue suspendida por el art. 55 de la Ley de Solidaridad Social y
Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública 27.541 y su modificatoria, desde marzo de 2020 y hasta
el 31 de diciembre de 2020 por el decreto de necesidad y urgencia 542/2020. El proyecto de ley también trata la
actualización de las remuneraciones a las que se refiere el art. 24, inc. a), y las mencionadas en el art. 97 de la ley
24.241 y sus modificaciones, mediante la sustitución del art. 2º de la ley 26.417.
El Poder Ejecutivo nacional convocó a representantes del MTEySS, de la ANSES y a miembros de las Comisiones del
Honorable Congreso de la Nación con el fin de integrar una Comisión Mixta Bicameral para que proponga un Proyecto
de Ley de Movilidad de los Haberes Previsionales que garantice una adecuada participación de los ingresos de los
beneficiarios y las beneficiarias del sistema en la riqueza de la Nación, de acuerdo con los principios de solidaridad y
redistribución, el cual fue aprobado con fecha 12 de noviembre de 2020 por dictamen de mayoría, cuyos fundamentos se
transcriben a continuación: "... a fin de hacer más justo, equitativo y sostenible el sistema, se propone modificar la
periodicidad de la aplicación del índice de actualización de las remuneraciones, insumo necesario para el cálculo del
haber inicial de los jubilados y pensionados. Debe tenerse asimismo en cuenta, que la fórmula de movilidad debe ser
leída como parte del programa macroeconómico para la reconstrucción argentina y no como una medida aislada de su
contexto social, económico y político y que se expresa en un proceso que tiene como norte no dejar atrás a los sectores
más vulnerables de la población y que precisamente por ello, requiere de una alta dosis de responsabilidad para no
volver a caer en profundas decepciones. El presente proyecto recoge la experiencia de nuestro país en las últimas
décadas en relación a garantizar el acceso de la ciudadanía a la seguridad social, y se nutre de los valiosos aportes de
especialistas y referentes en la materia, expertos y expertas nacionales e internacionales, jueces, juezas, abogados y
abogadas previsionalistas, economistas y cientistas sociales, así como representantes de las centrales sindicales,
invitados e invitadas a propuesta de los diferentes bloques parlamentarios, que han conformado y participado, en una
perspectiva pluralista y multidisciplinaria, para aportar su visión en el ámbito de esta Comisión. A la luz de esos valiosos
aportes, creemos haber alcanzado una síntesis precisa que permite definir una nueva fórmula que, por un lado, recupera
lo mejor de las experiencias ya transitadas y, por el otro, incluye las nuevas condiciones que nos impone la presente
coyuntura".
(112)
La ley 27.609  toma los aspectos más importantes de la ley 26.417, vigente desde marzo de 2009 hasta fines de
2017, y en sus fundamentos se señala que dicha fórmula permitió que el aumento de los salarios y los recursos del
sistema se distribuyeran entre los beneficiarios, no habiendo recibido mayores cuestionamientos por parte de la justicia.
Incluso se ha mencionado que una fórmula similar sería la más adecuada para un país cuya política macroeconómica
apunta a la centralidad de la producción y al desarrollo económico, al pleno empleo y al crecimiento de los salarios
reales de los trabajadores y trabajadoras. La aplicación de esta norma se tradujo en significativos aumentos de los
haberes en términos reales, acompañados también por un contexto de crecimiento económico, aumento del empleo
registrado y del salario real. Resaltan que la decisión de vincular a los recursos de la ANSES con la movilidad de las
prestaciones implica que la mejora de las prestaciones se encuentre en armonía con la sustentabilidad del sistema, no
poniendo en riesgo la capacidad del estado de financiar adecuadamente estas prestaciones u otras políticas públicas,
teniendo en cuenta su fundamental incidencia en el presupuesto de la Nación. Por estos motivos, mediante el art. 1° de
la ley se modifica el art. 32 de la ley 24.241 y modificatorias y su anexo, tomando como base las disposiciones de la
citada ley a la que le fueron introducidos algunos cambios.
Los factores para la determinación de la nueva movilidad son:
- Retomar el criterio que pondera en un 50% salarios y en un 50% la recaudación tributaria de la ANSES.
- Si bien originalmente se contemplaba la Remuneración Imponible para los Trabajadores Estables (RIPTE) como
único índice salarial, se modificó y finalmente se incorporó el Índice de Salarios, de ambos, el que resulte mayor en
sintonía con lo que establecía la derogada ley 26.417.
- Consideración de valores homogéneos de las variables involucradas en la fórmula (o "legislación constante") para
calcularlas entre dos períodos, la razón informa que de esta manera se evita que los resultados sean sensibles a
decisiones de política tributaria o políticas de la seguridad social, así se minimizan efectos no deseados sobre la
movilidad derivados de cambios en la política tributaria, en la distribución federal de recursos o en las condiciones de
acceso a los beneficios. Lo cierto es que tampoco se beneficiaría la fórmula ante incrementos en los recursos que no
serían considerados.
- No indica la fórmula si para los recursos por beneficio considerará la totalidad de los beneficiarios o se excluirán
aquellos con moratoria, a fin de preservar los aumentos.
- Se intentó volver a la fórmula semestral, pero finalmente se optó por una trimestral al igual que la suspendida.
La movilidad prevista en el art. 14 bis de la CN no refiere a una actualización por inflación, sino que es un derecho a
que el haber de pasividad sea móvil para conservar el poder adquisitivo relacionado con la remuneración que se tenía en

128
actividad. En los fundamentos se menciona que constituye una regla establecida por la CS, que sostiene que la
movilidad, si bien cumple con el objetivo de neutralizar los efectos negativos de los procesos inflacionarios, no debe
vincularse estricta y necesariamente con los índices de la inflación (conforme al fallo "Badaro" del 8/8/2006, consid. 14).
Se señala en los fundamentos de la ley que una fórmula atada a la inflación no es deseable en la Argentina actual en
donde los ingresos de las jubiladas y jubilados se encuentran en niveles bajos.
De los fundamentos se desprende que los aumentos no deberían quedar por debajo de la inflación.
La nueva, no tan nueva, fórmula:

Donde:
• "mm" es la movilidad del mes de marzo.
• "mj" es la movilidad del mes de junio.
• "ms" es la movilidad del mes de septiembre.
• "md" es la movilidad del mes de diciembre.
• "RT" es la variación de los recursos tributarios por beneficio (netos de eventuales aportes del Tesoro Nacional para
cubrir déficits de la Administración Nacional de la Seguridad Social) elaborado por el organismo, este comparará
trimestres idénticos de años consecutivos.

129
• "W" es la variación del Índice General de Salarios (IS) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos o
la variación del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables), publicado por la
Secretaría de Seguridad Social, la que resulte mayor. En ambos casos se compararán trimestres consecutivos.

• "R" es la variación de los recursos totales por beneficio de la Administración Nacional de la Seguridad Social (netos
de eventuales aportes del Tesoro Nacional para cubrir déficits del organismo). El mismo compara períodos de doce
meses consecutivos.

130
A los fines de la comparación de los valores de "W", beneficios, "RT" y "R" entre dos períodos, deberán tomarse
ambos valores en forma homogénea. La reglamentación establecerá los mecanismos a utilizar para ajustar los valores
de cada variable.
Índice de actualización de las remuneraciones
El art. 4° dispone que, a fin de practicar la actualización trimestral de las remuneraciones, se aplicará un índice
combinado entre el previsto en el inc. b) del apart. I del art. 5° de la ley 27.260 y sus modificatorias y el índice establecido
por la RIPTE que elabora la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social o quien
en el futuro lo sustituya.

VII. La movilidad en los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación


Para introducirnos en el análisis de la jurisprudencia más importante de la CS en el tema se agrupó en tres etapas: la
primera desde la incorporación del art. 14 bis hasta la década de los 90, la segunda entre la década de los 90 y hasta la
sanción del fallo "Sánchez", y la última a partir de este precedente.

1. Primera etapa: "El nacimiento"


En la década del sesenta, en el caso "Ponzo, Alfredo Blas" del 13 de mayo de 1963, el tribunal consideró que el
criterio de movilidad establecido entonces por el art. 2º de la ley 14.499 imponía que las exigencias de una conveniente
adaptación de la prestación jubilatoria debían considerarse cumplidas, en principio, cuando a través de su haber
actualizado, el jubilado conservara una situación patrimonial proporcionada a la que correspondería de haber continuado
en actividad (Fallos 255:306).
En la sentencia dictada el 17 de marzo de 1965, en la causa "Puchulú, Próspero" decidió, con arreglo a lo dispuesto
en los arts. 2º de la ley 14.499 y 2º, inc. b), del dec. 11.732/1960, que el reajuste del haber jubilatorio debía efectuarse
sobre el sueldo actual y real del cargo que desempeñaba el afiliado, fijado por los convenios colectivos o por el
presupuesto de la empresa. Resaltó el tribunal que era el propósito de la ley colocar al jubilado en la posición más
acorde con su última remuneración actualizada, como consecuencia del fenómeno inflacionario que padecía la
República (Fallos 261:145). En el caso "Alfieri, Víctor Hugo" del 14 de junio de 1967, reiteró esos principios, al señalar
que la movilidad prevista para el beneficio estaba dada sobre la base de las modificaciones del sueldo asignado al cargo
tenido en cuenta al otorgarse aquel (Fallos 268:52).
En la década del setenta, y en relación con el alcance del concepto de movilidad del art. 14 bis, en el caso "Bercaitz,
Miguel Ángel" sostuvo que "... la jubilación constituye una prolongación, después de la cesación regular y definitiva de la
actividad social laboral del individuo, de la remuneración, como débito de la comunidad por el servicio que él ha
prestado. La Constitución garantiza 'jubilaciones y pensiones móviles' (art. 14 bis), o sea, prescribe que estas
prestaciones asistenciales deben ser actualizadas permanentemente para compensar la continua desvalorización que en
nuestra época experimentan los signos monetarios, perjudicando a los vastos sectores de la sociedad cuyas únicas
rentas son entradas periódicas fijas en dinero. El principio básico que sustenta el sistema previsional argentino es el de
la necesaria proporcionalidad que debe existir entre el haber de pasividad y el de actividad (Fallos:263:400; 265:256;
267:196; 279:389) (...) las leyes en materia previsional deben interpretarse conforme a la finalidad que con ellas se
persigue, lo que impide fundamentar una interpretación restrictiva..." (Fallos 248:115; 266:19; 266:202, y muchos otros)
(12/9/1974, Fallos 289:430).
Asimismo, llamado el Alto Tribunal a verificar la razonabilidad del sistema implementado por las leyes 18.037 y 18.038
en lo relativo a la movilidad de las prestaciones de pasividad, reconoció en la causa "Baldini, Alberto Augusto" —del 17
de julio de 1975— la validez de esas normas, en tanto autorizaban al Poder Ejecutivo a fijar el haber máximo de las
jubilaciones a otorgarse y a limitar implícitamente las movilidades comprendidas en el art. 51, que integraban el concepto
amplio del haber jubilatorio (Fallos 292:312).
En el mismo período, en los supuestos de regímenes que no autorizan la movilidad y en relación con la pauta de
interpretación del art. 14 bis utilizada por la Corte, en el caso "Soler Pujol, César y otros c. Provincia de Corrientes" —30
de mayo de 1978—, estableció que "el congelamiento de los haberes de jubilación y pensión por un término incierto
configura un claro apartamiento de lo preceptuado por el art. 14 bis de la Constitución Nacional que garantiza la
movilidad de las jubilaciones (...) Ello así, pues si bien lo atinente a la adopción del sistema a seguir para actualizar los
haberes jubilatorios es materia propia del legislador, motivo por el cual los cambios operados en el mismo no pueden ser

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cuestionados constitucionalmente, es evidente que la elección de un régimen que de derecho o de hecho suprime la
movilidad, contraría la cláusula constitucional citada..." (Fallos 300:571).
En la década de los ochenta, la Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo la naturaleza sustitutiva que tienen
las prestaciones previsionales y el rechazo de toda inteligencia restrictiva de la obligación que impone al Estado otorgar
"jubilaciones y pensiones móviles". En tal sentido, en el precedente "Grassi, Fernando c. caja de Jubilaciones, subsidios
y pensiones del personal del Banco de la provincia de Buenos Aires" —7 de mayo de 1981— señaló que "debe
concederse la corrección numérica actualización por desvalorización monetaria a fin de salvaguardar la justicia y la
garantía de la propiedad, cuando ese denominador común, que es el dinero, ha sido afectado de suyo por la progresiva
depreciación monetaria, de modo tal que de abonarse la prestación debida nominalmente, en circunstancias que no
pueden imputarse al acreedor, se vería frustrada su finalidad esencialmente alimentaria, con desmedro del principio de la
movilidad de las prestaciones que consagra el art. 14 de la Constitución Nacional..." (Fallos 303:645).
Y en relación con los supuestos de cambio de un régimen de movilidad por otro, y también en orden a los alcances de
la garantía contemplada en el art. 14 bis de la CN, la Corte —con remisión al dictamen del procurador general— sostuvo
en el caso "Zárate Jades y otros c. Provincia de La Pampa" que "... se ha dicho reiteradamente que el cambio de un
régimen de movilidad por otro no contraría el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, pues tal disposición no
especifica el procedimiento a seguir para el logro del objetivo propuesto (Fallos 293:551) y que el artículo 17 de la Ley
Fundamental no impide que los beneficios jubilatorios sean disminuidos por razones de orden público e interés general,
ello siempre que la reducción no se traduzca en un desequilibrio de la razonable proporción que debe existir entre las
situaciones de actividad y pasividad y que no se afecte el nivel de vida del beneficiario en forma confiscatoria o
injustamente desproporcionada (Fallos 170:12; 179:394; 190: 428; 192:260; 243:717; 235:738; 242:441; 249:156;
258:14; 266:279; 270:294; 295:441, entre otros)..." (13/8/1981, Fallos 303:1155).
También ha dicho en "Farina, Teresa Carmen" con remisión al dictamen del procurador general que "... la jubilación
constituye una consecuencia de la remuneración que percibía el beneficiario como contraprestación de su actividad
laboral una vez cesada ésta y como débito de la comunidad por dicho servicio, razón por la cual el principio básico que
se privilegia es el de la necesaria proporcionalidad entre el haber de pasividad y el de actividad..." (10/5/1983, Fallos
305:611).
Respecto del otorgamiento del beneficio y la determinación del monto mediando cambios en la situación
escalafonaria, la Corte sostuvo en el precedente "Baglietto, Francisco E." que "lo que importa es que los elementos
constitutivos del 'status' jubilatorio, resultante de la situación del agente al momento del cese, sean mantenidos y que no
se opere en los hechos una retrogradación por obra de modificaciones escalafonarias que alteren en pasividad el nivel
jerárquico que se tuvo en cuenta al concederse el beneficio".
De tal modo consideró que "... si bien es cierto que la Municipalidad estuvo facultada para poner en 'comisión' a los
agentes que hubiesen ejercido funciones de conducción, y para reubicarlos en los nuevos cuadros escalafonarios,
conforme con el criterio que imponía la legislación, tal método no pudo ir válidamente en menoscabo de la situación del
personal que había culminado su actividad laboral para ese momento. En efecto, dado que el acto administrativo que
concede el beneficio incorpora un bien al patrimonio del jubilado, no puede aceptarse que so color de efectuar
modificaciones administrativas, con posterioridad se lo pueda modificar indebidamente con relación a uno de los
elementos que constituyeron el 'status jubilatorio', ya que tal proceder importa una real retrogradación en la condición de
pasividad, incompatible con las garantías consagradas en los arts. 14 bis, 17 y 18 de la Constitución Nacional..."
(11/6/1985, Fallos 307:906).
Acorde con tales principios, sostuvo en "Ibáñez, Ángel Bernabé" que "... el conveniente nivel del haber jubilatorio sólo
se considera alcanzado cuando el jubilado conserva una situación patrimonial equivalente a la que habría correspondido
gozar de haber continuado en actividad..." (Fallos 307:2376).
A su vez, en el precedente "Bisso, Victorio" —10 de diciembre de 1985— dijo que "La razón de ser de la movilidad, no
es otra que acompañar a las prestaciones en el transcurso del tiempo para reforzarlas a medida que decaiga su poder
adquisitivo" (Fallos 307:2366). Asimismo, en la causa ya citada "Ibáñez, Ángel Bernabé" —10 de diciembre de 1985—,
estableció que cuando un precepto frustra o desvirtúa los propósitos de la misma ley en que se encuentra inserto, de
modo tal que llega inclusive a ponerse en colisión con enunciados de jerarquía constitucional o su aplicación torna
ilusorios derechos por estos consagrados, le es lícito al juzgador apartarse de tal precepto y dejarlo de aplicar a fin de
asegurar la primacía de la Ley Fundamental, como medio de afianzar la justicia que está encargado de administrar.
Asimismo, señaló que la latitud de facultades que se ha reconocido al legislador para organizar los sistemas jubilatorios y
establecer las condiciones con sujeción a las cuales se acuerdan los beneficios derivados de aquellos, debía entenderse
condicionada a que esas facultades se ejerciten dentro de límites razonables, o sea de modo que no hieran de manera
sustancial los derechos emergentes de la seguridad social, acordados a las personas comprendidas en los regímenes
previsionales (Fallos: 307: 2376).
En la causa "Tallo, Antonio" —22 de abril de 1986—, reconoció que de las constancias de la causa surgía
inequívocamente que el interesado tuvo razones valederas para impugnar los arts. 53 y 55 de la ley 18.037, en razón del
menoscabo patrimonial sufrido en virtud de la aplicación de topes e índices que desconocían la realidad económica con
la consiguiente pérdida de la naturaleza sustitutiva que deben conservar las prestaciones de pasividad (Fallos 308:615).
Sin perjuicio de ello, en el precedente "Valles, Eleuterio S." —29/10/1987— y en torno al alcance de la garantía del
art. 14 bis la Corte resaltó que "... la Constitución Nacional establece que 'el Estado otorgará los beneficios de la
seguridad social', dispone que las jubilaciones y pensiones serán móviles. Es indudable que el mandato constitucional se
dirige primordialmente al legislador, que es el que tiene la facultad de establecer criterios que se estimen adecuados a la

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realidad para determinar los haberes previsionales, pero los cambios de circunstancias pueden hacer que la solución
legal, correcta en su comienzo, se torne irrazonable. Cuando ello sucede el cumplimiento de aquel mandato
constitucional atañe también a los restantes poderes públicos, los que deberán dentro de la órbita de su competencia,
hacer prevalecer el espíritu de los constituyentes, dentro del marco que exigen las diversas formas de justicia (Fallos
301:317). En virtud de tales principios, en el caso la Corte entendió que la circunstancia de que la Cámara, al declarar la
inconstitucionalidad de los arts. 49 y 53 de la ley 18.037, haya instrumentado una pauta extraña al criterio utilizado por
aquel régimen legal para establecer el haber inicial y la movilidad de las prestaciones cuando se acredita que la
reducción operada resulta confiscatoria, no importa la creación de un sistema general obligatorio sino sólo una solución
razonable dada con relación al caso concreto..." (Fallos 310:2212).
En torno a los aportes opcionales superiores permitidos por ley en el caso de los trabajadores autónomos
(contribuciones voluntarias), la Corte estableció en el caso "Rodríguez, Emilio" —31/10/1989— que "el modo mediante el
cual la autoridad administrativa practicó la liquidación se aparta del criterio de este Tribunal en cuanto ordenó que se
abonara un haber que conservara la proporción debida con relación a los aportes efectuados, toda vez que el apelante
—a pesar de haber realizado la contribución voluntaria— percibe nuevamente el haber mínimo, lo que importa afirmar
que se reitera la violación a las garantías constitucionales invocadas..." (Fallos 312:2089).
En "Gutiérrez Castañón, Miguel" —26/11/1991—, cita el precedente anterior y agrega que "... se deben recomponer
las prestaciones de los trabajadores independientes, de manera que respeten la intención que tuvo el legislador al crear
las categorías que permitirían obtener mayores ingresos a quienes efectuaron mayores aportes durante su vida útil..."
(Fallos 314:1667).
Del análisis de la jurisprudencia se pueden esbozar algunos principios que en materia de movilidad marcaron esta
época:
Las leyes en materia previsional deben interpretarse de conformidad con el sentido que ellas persiguen y deben
adecuarse a la manda constitucional en tanto impone jubilaciones y pensiones móviles. La garantía de movilidad existe
porque así lo quisieron nuestros convencionales constituyentes, y entonces existe, aunque el legislador la omita, con
carácter general o particular.
El legislador válidamente puede modificar o reemplazar el sistema de movilidad, en tanto nuestra CN no especifica el
procedimiento a seguir, pero siempre con el límite de que su aplicación no importe un desequilibrio de la razonable
proporción que debe existir respecto de la remuneración de actividad.
La garantía constitucional de movilidad se entiende cumplida cuando el haber actualizado del jubilado le permite
conservar una situación patrimonial proporcionada a la que le correspondería de haber continuado en actividad,
reflejando los esfuerzos realizados por el jubilado durante su vida laboral. La razón de ser de la movilidad no es otra que
acompañar a las prestaciones en el transcurso del tiempo.
La jubilación constituye una prolongación de la actividad laboral del individuo, como débito que la sociedad tiene con
él, por los aportes que oportunamente financiaron el pago de las prestaciones del sector pasivo.
Siguiendo los principios elaborados por la Corte en esta etapa, podemos definir a la movilidad como el derecho
constitucional que obliga a los legisladores a adoptar normas que garanticen una jubilación digna y acorde al esfuerzo
realizado por el trabajador durante su vida activa, quien solventó en su momento el sistema previsional.
Se entiende por haber digno aquel que guarda adecuada proporción con la remuneración al momento del cese,
respetando así el estatus económico que tenía antes de jubilarse y manteniendo de esta forma similar poder adquisitivo,
conforme al principio de integralidad que inspira todas las prestaciones de la seguridad social.

2. Segunda etapa: "El deceso"


En esta etapa es trascendental el fallo "Chocobar, Sixto c. Caja Nacional de Previsión para el Personal del Estado y
Servicios Públicos", fallo de fecha 27/12/1996, ya que su doctrina marcó toda esta etapa. En esta oportunidad el Máximo
Tribunal consideró que la ley 23.928 había derogado el sistema de movilidad de la ley 18.037. Y luego de declarar la
invalidez constitucional del art. 7°, apart. 1º, inc. b), de la ley 24.463 y a los efectos de preservar satisfactoriamente la
garantía de orden superior vulnerada, ordena que por el período transcurrido desde el 1 de abril de 1991 hasta el
31/3/1994, deberá ser aplicada, por cada año, una movilidad del 3,28%, por ser esta la variación de igual extensión
cuantitativa que la experimentada por el AMPO, estimado por las resoluciones de la SSS 9/1994 y 171/1994, hasta que
comenzó a regir el nuevo régimen instituido por el art. 7º, inc. 2º, de la ley 24.463.
Puntos centrales del fallo:
a) Respecto del alcance de la garantía de movilidad del art. 14 bis y la contemplada en los tratados internacionales
referidos en el art. 75, inc. 22, de la Constitución Nacional (art. 22 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
y art. 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos), la CS entendió que la referencia a los recursos
disponibles en el sistema puede constituir una directriz adecuada a los fines de determinar el contenido económico de la
movilidad jubilatoria en el momento de juzgar sobre el reajuste de las prestaciones o de su satisfacción (consids. 11, 16 y
19 de la mayoría).
b) Respecto de los derechos previsionales y su alcance, la Corte, en el considerando 41 de la mayoría, consideró que
las relaciones jurídicas previsionales son de derecho público y de manifiesto contenido asistencial, por lo cual no es
forzoso que exista una estricta proporcionalidad entre los aportes recibidos y las prestaciones acordadas por las cajas.

133
c) Con relación a la proporcionalidad y el carácter sustitutito del haber, la Corte sostuvo que estos principios fueron
utilizados para reglamentar la garantía de la movilidad sobre la base de circunstancias y condiciones que fueron
consideradas por el legislador, dando lugar a un sistema que juzgó como razonable y apropiado al propósito buscado,
pero no deben ser elevados a la categoría de principios cardinales, convirtiéndolos en valla infranqueable para que el
Congreso cumpla con su función de reglamentar derechos de la seguridad social (consid. 24 de la mayoría).
d) El Poder Legislativo cuenta con la atribución de dotar de determinada extensión y cualidad a todo el sistema de la
seguridad social —del que forma parte la cláusula constitucional de la movilidad—, por cuanto la sustitución de un
sistema por otro de diferente naturaleza no irroga agravio constitucional alguno, pues no existe un derecho adquirido al
mantenimiento de las leyes o reglamentaciones.
e) "Si bien ninguna ley podría hacer caducar beneficios jubilatorios concedidos, el alcance de dicha protección no
alcanza en igual medida a la cuantía de los haberes, pues éstos pueden limitarse en lo sucesivo de acuerdo con
exigencias superiores de una política salvadora de su propia subsistencia, de su desenvolvimiento regular o por razones
de interés colectivo, siempre que no resulten sustancial y arbitrariamente alterados" (consids. 16, 39 y 42 de la mayoría).
f) Con relación a la interpretación del art. 160 de la ley 24.241 al consagrar la operatividad de las leyes que tengan
una fórmula diferente a la del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones reconoce la vigencia de los estatutos
especiales que contengan una fórmula distinta para el cálculo de la movilidad de los haberes (consid. 32 de la mayoría).
g) Debido a que la ley 23.928 tuvo como efecto impedir el cómputo de la depreciación monetaria como factor de
medición, perdió virtualidad el sistema de las leyes 18.037 y 21.451, ya que desapareció el presupuesto del sistema de
movilidad previsional instrumentado para resguardar el contenido de las prestaciones de la erosión constante del signo
monetario, y como consecuencia dejaron de modificarse sistemáticamente las retribuciones, lo cual deja sin sustento el
régimen legal que definió la movilidad en orden a tales pautas. (consids. 34 y 35 de la mayoría).
h) La Corte en los consids. 47 y 48 de la mayoría, declaró la inconstitucionalidad del art. 7º, inc. 1º, de la ley 24.463 ya
que se verifica la frustración del propósito enunciado por no haberse dictado resoluciones reglamentarias de la
movilidad, lo que afecta en forma directa e inmediata la operatividad de la cláusula constitucional y obliga a establecer un
porcentaje de movilidad para los períodos en discusión.
i) Respecto de la validez constitucional de los topes previstos en la ley 18.037, entendió que la fijación de haberes
máximos en materia de jubilaciones y pensiones debe ser convalidada, pues la previsibilidad de las erogaciones
máximas constituye un valor inherente a la eficacia del sistema previsional instaurado, circunstancia que torna razonable
entender incluida la movilidad dentro de los máximos que establezca el Poder Legislativo para los haberes jubilatorios,
ya que ello permite alcanzar una distribución justa y general de los beneficios previsionales con resultados eficaces
(consid. 50 del voto de la mayoría).
Con igual criterio que el sentado en autos "Chocobar", la Corte se expidió respecto del art. 39 de la ley 18.038 sobre
jubilación de trabajadores autónomos —en cuanto dispone un sistema de cálculo de movilidad con un año de
periodicidad, actualizable de acuerdo con las categorías que la ley establece—, es idéntico al establecido en el art. 53 de
la ley 18.037, y por consiguiente quedó derogado por la ley 23.928 —de convertibilidad—-, debiéndose emplear el
método establecido en "Chocobar" para practicar la liquidación del reajuste por movilidad de los trabajadores incluidos
(113)
en la ley de referencia .
La Corte extendió la doctrina del fallo a regímenes especiales al entender que la ley 14.473 (Estatuto del Personal
Docente) —que solo se utilizaba en caso de que se produjeran diferencias confiscatorias respecto del sistema que regía
al cesar el causante su actividad— quedó derogada por el art. 53 de la ley 18.037 y este último régimen perdió eficacia a
partir de la entrada en vigencia de la ley de convertibilidad, por lo cual corresponde —a partir del 1 de abril de 1991 hasta
el 31 de marzo de 1994— calcular, por cada año, una movilidad del 3,28% (doctrina "Chocobar").
Con relación a los topes la Corte se expidió en el fallo 320:2039, "Del Azar Suayar" (25/9/1997), donde convalidó el
criterio de "Chocobar", expresando: "Que la remisión efectuada por la mayoría de esta Corte en la sentencia de fs. 57/57
vta. al precedente sentado en Fallos: 319:3241, importa haber convalidado la razonabilidad del sistema de topes
máximos establecido por el Art. 55 de la ley 18.037 en la medida en que su aplicación no implique una merma en el
haber previsional que, por su magnitud, sea confiscatoria de conformidad con las pautas señaladas por este Tribunal en
la jurisprudencia mencionada en aquel precedente, lo que supone necesariamente que han quedado a resguardo los
derechos del jubilado en caso de comprobarse la existencia de aquella circunstancia fáctica al tiempo de ser practicada
la liquidación de la sentencia".
Asimismo, sostiene que "el Poder Ejecutivo fijará, el haber máximo de las jubilaciones a otorgarse de conformidad con
la ley". En este sentido al dictar sentencia en la causa "Actis Caporale, Loredano Luis Adolfo c. INPS s/reajustes por
movilidad", fallo de fecha 19/8/1999, la CS confirmó el fallo de la Cámara Federal de la Seguridad Social que declaró la
inconstitucionalidad de los topes que establece el art. 55 de la ley 18.037 en los casos en que su aplicación provocara
una merma de más del 15% respecto de los haberes calculados de acuerdo con el fallo de la anterior instancia que
había dispuesto el reajuste del beneficio.
Con relación al haber inicial en la causa "Baudou, Osvaldo Jorge c. INPS - Caja Nacional de Previsión de la Industria
Comercio y Actividades Civiles s/reajustes por movilidad" del 31/8/1999, Fallos 325:269, la Corte hizo extensiva la
doctrina del fallo "Chocobar" al cálculo del haber inicial para el beneficio que fue adquirido luego del 31 de marzo de
1991 y antes de la entrada en vigencia de la ley 24.241 —SIJP—. La Corte revocó la sentencia de Cámara en cuanto
había dispuesto la actualización de salarios hasta el cese de servicios, ya que al ser posterior a marzo de 1991 solo
corresponde su cálculo hasta el 1 de abril de 1991 en virtud de lo dispuesto en la ley de convertibilidad.

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En la causa "Heit Rupp, Clementina c. Administración Nacional de la Seguridad Social" del 16/9/1999, la Cámara
Federal de la Seguridad Social aplicó la pauta establecida en el precedente "Chocobar" tanto para las liquidaciones de
haberes comprendidos entre el 1 de abril de 1991 y el 31 de marzo de 1995, como para las liquidaciones posteriores,
período en que ya se encontraba en vigencia la ley 24.463, cuyo art. 7º, apart. 2º, le encomienda al legislador el mandato
de determinar la movilidad anualmente en la ley de presupuesto. Como tal normativa no fue cumplida, la alzada entendió
que existía una situación similar a la del momento del dictado del precedente aplicado, y por esa razón es que extendió
la pauta de "Chocobar" hasta el 31/5/1995. La ANSES dedujo recurso extraordinario contra tal pronunciamiento, que fue
revocado por la Corte. Los argumentos más importantes de la Corte fueron:
a) Que en el referido caso "Chocobar" y en numerosas causas análogas resueltas posteriormente, esta Corte ha
reafirmado las atribuciones con que cuenta el Congreso de la Nación para reglamentar el art. 14 bis de la Constitución
Nacional y, en particular, para establecer el modo de hacer efectivo ese derecho a partir de la vigencia de la ley 24.463,
que remite a las disposiciones de la ley de presupuesto, por lo que ha rechazado los planteos de invalidez del citado art.
7º, inc. 2°, basados en agravios conjeturales que no alcanzaban a demostrar el perjuicio concreto ocasionado por dicho
sistema a los interesados (consid. 5° de la mayoría).
b) Este tribunal ha señalado que la declaración de inconstitucionalidad no puede tener simplemente carácter
consultivo, sino que el interesado debe sostener y demostrar que esa contradicción con la Ley Fundamental le produce
un gravamen concreto y actual, extremos que no han quedado comprobados en autos, por lo que corresponde admitir
los agravios deducidos en el remedio federal. Como se ha dicho, el restablecimiento de derechos de orden superior
tendrá lugar, eventualmente, si se demuestra que la modalidad adoptada significa una abrasión al carácter sustitutivo de
la prestación previsional (consid. 6° de la mayoría).
En el fallo "González, Herminia del Carmen c. ANSES s/reajustes por movilidad", la Cámara Federal de la Seguridad
Social se apartó en autos del precedente "Chocobar" para calcular la movilidad, para lo que declaró inconstitucional el
art. 19 de la ley 24.463 —que enfatiza sobre la obligatoriedad de las sentencias de la Corte Suprema—, y aplicó la pauta
que establece el art. 53 de la ley 18.037. Asimismo, aplicó, para el período posterior a 1994, la pauta del art. 160 de la
ley 24.241 —SIJP—, mientras no se implementara el mandato del art. 7º, apart. 2º, de la ley 24.463 —Ley de Solidaridad
Previsional, el artículo refiere al método según el cual el Congreso anualmente determinaría la movilidad mediante la Ley
de Presupuesto—. La ANSES y el Ministerio Público interpusieron recursos ordinarios ante dicha sentencia. La Corte
Suprema revocó la sentencia y mandó aplicar lo establecido en "Chocobar".
Conforme al análisis de la jurisprudencia más importante de esta época, pueden señalarse los siguientes principios
que en materia de movilidad marcaron esta triste etapa:
La Corte por entonces entendía que la referencia a "los recursos disponibles" que hacían algunos de los tratados de
derechos humanos podían constituir una directriz adecuada a fin de determinar el contenido económico de la movilidad,
introduciendo de esta forma un principio economicista como rector de la movilidad.
El principio de proporcionalidad entre el haber de pasividad y la remuneración de actividad, y el carácter sustitutivo de
la jubilación, no constituyen principios cardinales, sino solo una forma que el legislador utilizó para reglamentar la
garantía de movilidad y que válidamente puede dejar de lado, no existe un derecho adquirido al mantenimiento de las
leyes o reglamentaciones. La cuantía de los haberes puede limitarse de acuerdo con exigencias superiores.
La ley 23.928 impidió el cómputo de la depreciación monetaria como factor de medición y por esto perdió vigencia la
ley 18.037.
Con base en estos principios elaborados por la CS en la etapa analizada puede esbozarse un nuevo concepto de
movilidad.
La garantía de movilidad para la Corte de esta etapa puede ser definida como el instrumento para resguardar el
contenido de las prestaciones de la erosión constante del signo monetario, quedando así reducida a un simple ajuste por
inflación, que no guarda relación alguna con la remuneración en actividad, pero sí con los recursos del Estado, que en
definitiva serán los que determinen su cuantía.

3. Tercera etapa: "La resurrección"


Con fecha 17/5/2005, en autos "Sánchez María del Carmen c. ANSES s/reajustes varios" (se incluye en el anexo de
este capítulo), el Máximo Tribunal se expidió nuevamente en una causa que guardaba similitud con el precedente
"Chocobar", sin embargo, en esta oportunidad el voto mayoritario consideró: que la ley 18.037 se hallaba plenamente
vigente a la fecha de la sanción de la ley 23.928 y solo fue derogada por la ley 24.241, de creación del SIJP, con el límite
fijado en su art. 160, que mantenía las fórmulas de movilidad de las prestaciones reguladas por leyes anteriores. No
surge ni expresa ni tácitamente del régimen de convertibilidad que haya tenido en miras modificar la reglamentación del
art. 14 bis de la Constitución Nacional, por lo que la Corte considera que una comprensión sistemática y dinámica del
ordenamiento jurídico aplicable no admite otra solución que no sea el cabal cumplimiento del método específico de
movilidad establecido por el legislador. Que por ser ello así y dado que las remuneraciones de los activos no han sido
alcanzadas por la Ley de Convertibilidad y registraron, en general, variables significativas después de su sanción, no
existe fundamento válido que justifique retacear los ajustes que debían ser trasladados a los haberes de los jubilados en
la forma prevista por el art. 53 de la ley 18.037, que fue mantenida por el art. 160 de la ley 24.241 para las prestaciones
otorgadas o que correspondiera otorgar por aquel régimen previsional, hasta su derogación por la ley 24.463 (consids. 7º
y 8º).

135
La Corte revoca la sentencia apelada en lo que fue materia de agravios y mantiene el ajuste por movilidad hasta el 30
de marzo de 1995 según las variaciones registradas en el índice del nivel general de remuneraciones a que remitía el
art. 53 de la ley 18.037, consideró innecesario expedirse sobre la tacha de inconstitucionalidad formulada por la
recurrente contra la ley 23.928, pues no resulta de aplicación al tema debatido.
Los puntos centrales del fallo son:
a) La Constitución Nacional exige que las jubilaciones y pensiones sean móviles, aunque no establece un sistema o
mecanismo especial para hacer efectiva dicha exigencia, por lo que es atribución y deber del legislador fijar el contenido
concreto de esa garantía teniendo en cuenta la protección especial que ha otorgado la Ley Fundamental al conjunto de
los derechos sociales (consid. 4° de la mayoría).
b) La Corte Suprema ratifica la naturaleza sustitutiva que tienen las prestaciones previsionales y rechaza toda
inteligencia restrictiva de la obligación que impone al Estado otorgar "jubilaciones y pensiones móviles", según el art. 14
bis de la Constitución Nacional y los fines tuitivos que persiguen las leyes reglamentarias en esta materia (consid. 3º).
c) Los Tratados internacionales promueven el desarrollo progresivo de los derechos humanos y sus cláusulas no
pueden ser entendidas como una modificación o restricción de derecho alguno establecido por la primera parte de la
Constitución Nacional (art. 75, inc. 22). La consideración de los recursos disponibles de cada Estado —conf. arts. 22 de
la Declaración Universal de Derechos Humanos y art. 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos—
constituye una pauta que debe evaluar cada país al tiempo de establecer nuevos o mayores beneficios destinados a dar
satisfacción plena a los compromisos asumidos por esos documentos, mas no importa disculpa alguna para desconocer
o retacear los derechos vigentes (consid. 6º).
d) Una proporción justa y razonable entre el haber de pasividad y la situación de los activos es consecuencia del
carácter integral que reconoce la Ley Suprema a todos los beneficios de la seguridad social y de la íntima vinculación
que guardan las prestaciones aseguradas al trabajador con aquellas de naturaleza previsional, que son financiadas
primordialmente con los aportes efectuados durante el servicio (consid. 5º).
e) Las amplias facultades legislativas otorgadas por el art. 75, inc. 23, de la Ley Fundamental, reformada en 1994,
tienen como finalidad promover mediante acciones positivas el ejercicio y goce de los derechos fundamentales
reconocidos, en particular, a los ancianos.
f) La ley 18.037 se hallaba plenamente vigente a la fecha de la sanción de la referida ley 23.928 y solo fue derogada
por la ley 24.241, de creación del SIJP, con el límite fijado en su art. 160, que mantenía las fórmulas de movilidad de las
prestaciones reguladas por leyes anteriores. No surge ni expresa ni tácitamente del régimen de convertibilidad que haya
tenido en miras modificar la reglamentación del art. 14 bis de la Constitución Nacional, por lo que esta Corte considera
que una comprensión sistemática y dinámica del ordenamiento jurídico aplicable no admite otra solución que no sea el
cabal cumplimiento del método específico de movilidad establecido por el legislador (consid. 7º).
g) La ley 24.241, dictada en vigencia de la ley 23.928, estableció un criterio de movilidad para el régimen de reparto y
dispuso expresamente reconocer la movilidad otorgada por regímenes anteriores, así como que los beneficios se
liquidaran según las fórmulas que regían al tiempo de su entrada en vigencia. La disposición del art. 7°, inc. 1°, apart. b),
de la ley 24.463 debe ser interpretada evitando producir una confrontación con lo reglado en los arts. 10, inc. 1°, y 11,
inc. 1°, del mismo cuerpo legal y, por otro lado, con lo dispuesto en la ley 24.241.
En esta etapa comienza a cuestionarse la movilidad dispuesta por la ley 24.463 en tanto imponía que la Ley de
Presupuesto cada año establezca la movilidad, que al no ser determinada generó innumerable cantidad de reclamos.
Tanto la justicia de primera instancia como la Cámara Federal de la Seguridad Social comenzó a reconocer el derecho
que le asistía a los jubilados que reclamaban la movilidad de sus haberes previsionales, principalmente para el período
posterior a enero de 2002, cuando comenzó la carrera del alza del costo de vida.
Ahora bien, el problema que los jueces enfrentaban ahora era determinar la movilidad posterior a la entrada en
vigencia de la ley 24.463, es decir, el período posterior a marzo de 1995. Si bien la ley establece, en el inc. 2° del art. 7°,
que para ese período era la Ley de Presupuesto la que determinaría la movilidad, nunca lo hizo.
En la Cámara de la Seguridad Social, las tres salas emitieron sentencias sobre el tema durante el año 2005, pero sin
unificar sus criterios. La recomposición dispuesta por entonces variaba, según los casos, entre un 35% y casi un 50%, y
tiene relación con la evolución de salarios. Además de la cuantía del ajuste, los fallos difieren al fijar la fecha desde la
cual deberían aplicarse las alzas.
Frente a esa situación, los reclamos judiciales reclamaban el derecho a la movilidad de sus haberes previsto en el art.
14 bis de la Constitución. Además, la ley 24.463, de solidaridad previsional, prevé que las jubilaciones "tendrán la
movilidad que anualmente determine la ley de presupuesto". Ese artículo, sin embargo, aclara que los ajustes podrán ser
distribuidos "en forma diferenciada a fin de incrementar las prestaciones mínimas". Por eso, en la ANSES —que apela
los fallos— afirman que se privilegió dar incrementos a quienes menos perciben, y que la norma respalda esa
discriminación.
Como señalamos, la jurisprudencia no era uniforme en cuanto a las pautas de movilidad a aplicar en este período, sin
embargo, todas coincidieron en que debía otorgarse movilidad en dicho período y, por ende, apartarse del precedente
"Heitt Rupp", en tanto los argumentos ya no eran conjeturales.
Así la sala I, por voto de la mayoría, dictó el fallo "González, Elisa Lucinda c. ANSES s/reajustes varios", de fecha
16/6/2005. En este precedente, la sala se aparta de "Heit Rupp" por el cual la CS había dicho que después de 1995 la

136
movilidad será la que determine el Congreso de la Nación. No se pronuncia sobre la inconstitucionalidad de la ley
24.463, simplemente establece pretorianamente las pautas de movilidad. Divide la movilidad según el siguiente criterio:
a) Para el período comprendido entre abril de 1995 y septiembre de 1997: ordena aplicar la variación del
AMPO/MOPRE como movilidad, reviviendo un sistema que expresamente derogó la ley 24.463. La solución adoptada
por la sala no aparece del todo acertada, ya que el AMPO no refleja aumento de salarios sino incremento de porcentaje
de aportes.
b) Sin movilidad entre octubre de 1997 y diciembre de 2001, esto como consecuencia de que no hubo variaciones
significativas de salarios.
c) A partir de enero de 2002: mantiene su apartamiento de "Heit Rupp", y sin pronunciarse sobre la constitucionalidad
del art. 7°, inc. 2°, de la ley 24.463 pretorianamente elige el índice general de remuneraciones, índice de salarios nivel
general que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC) y como base el 4º trimestre de 2001=100.
Reconoce el derecho a movilidad con base en este índice aplicando en forma semestral hasta tanto el Congreso fije una
pauta. Admite confiscatoriedad del 15% sin expresar la fórmula de cálculo. Total acumulado por aplicación del índice
elegido por la sala a julio de 2006: 74,51%, menos la quita de confiscatoriedad admitida arroja un total de 59,51% de
aumento.
La sala II se expide por voto de la mayoría, según fundamentos del Dr. Fernández y la Dra. De Lucas en "Ortino, José
Ángel c. ANSES s/reajustes varios", sentencia de fecha 17/10/2005. Analiza el período que va desde abril de 1995 a
diciembre de 2001 y llega a la conclusión de que en él no hubo una variación significativa del nivel general de
remuneraciones. Dice que hubo una deflación del 2,33% según los índices de precios al consumidor nivel general. No
revive el AMPO, sino que acepta su derogación por la ley 24.463.
A partir de año 2002 se aparta del precedente "Heit Rupp", pondera los aumentos dados por el Poder Ejecutivo
nacional (PEN) pero los considera insuficientes, en particular para aquellos beneficiarios que cobran por encima de los $
1.000.
Sin declarar la inconstitucionalidad de la ley 24.463, ni siquiera por omisión reconoce pretorianamente movilidad por el
período posterior a enero de 2002 hasta tanto el Congreso reglamente la pauta, conforme a estos parámetros: elige
como índice el promedio de remuneraciones declaradas al SIJP que publica el INDEC; si bien la sentencia no lo dice,
cotejados los índices por la ANSES, surge que se están tomando aquellas remuneraciones que contiene SAC en cada
mes. En cuanto a la aplicación dispone que la variación del índice elegido entre enero del 2002 y julio 2005 la variación
fue del 45,5%, admite quita por confiscatoriedad del 10% y ordena pagar por ese período el 35,5%.
La sala III en el fallo "Sirombra, Lucila Elvira c. ANSES s/reajustes varios", sentencia del 14/9/2005 y con voto de la
mayoría Dr. Poclava Lafuente y Dr. Fasciolo, también se aparta del fallo "Heitt Rupp", sostiene que ahora los argumentos
no son conjeturales, sino evidentes frente al incremento salarial que reflejan los índices y el deber de garantizar una
adecuada proporcionalidad. Pondera los aumentos dados por el PEN, pero los considera insuficientes. No declara la
inconstitucionalidad, pero reconoce movilidad; al igual que la sala II, elige el promedio de las remuneraciones declaradas
al SIJP, incluido el Sac por ser remunerativo y estar sujeto a aportes. Ordena aplicar el 70% de este índice, en forma
semestral, a partir de julio 2002 en adelante.
Finalmente, con fecha 8/8/2006, la CS, en la causa "Badaro Adolfo Valentín c. ANSES s/reajustes varios" (Fallos
330:4866), debió expedirse sobre la validez constitucional del art. 7°, inc. 2°, de la ley 24.463 (movilidad posterior a
marzo del año 1995). La Corte en este caso resaltó que no solo es facultad sino también deber del legislador fijar el
contenido concreto de la garantía constitucional en juego, teniendo en cuenta la protección especial que la Ley Suprema
ha otorgado al conjunto de los derechos sociales, ya que en su art. 75, incs. 19 y 23, impone al Congreso proveer lo
conducente al desarrollo humano y al progreso económico con justicia social, para lo cual debe legislar y promover
medidas de acción positiva que garanticen el pleno goce de los derechos reconocidos, en particular, a los ancianos,
norma que descalifica todo accionar que en la práctica lleve a un resultado que afecte tales derechos.
Que en las condiciones reseñadas y habida cuenta de las relaciones que deben existir entre los departamentos de
Estado, corresponde llevar a conocimiento de las autoridades que tienen asignadas las atribuciones para efectuar las
correcciones necesarias que la omisión de disponer un ajuste por movilidad en el beneficio del actor ha llevado a privarlo
de un derecho conferido por la Ley Fundamental. Por estos motivos la Corte entiende que se debe diferir el
pronunciamiento sobre el período cuestionado por un plazo que resulte suficiente para el dictado de las disposiciones
pertinentes. Al expedirse nuevamente en esta causa con fecha 26/11/2007 declara la inconstitucionalidad del art. 7°, inc.
2°, de la ley 24.463. Dispone que la prestación del actor se ajuste, a partir del 1 de enero de 2002 y hasta el 31 de
diciembre de 2006, según las variaciones anuales del índice de salarios, nivel general, elaborado por el INDEC.
Con fecha 11/8/2009 la Corte se expide en el fallo "Elliff, Alberto José c. ANSES s/reajustes varios". El tribunal, en
esta oportunidad, confirma la sentencia de la sala II que ordenó que se recalcule la PC y la PAP, actualizando los salarios
—que se toman como base del cálculo— con arreglo al índice de la res. ANSES 140/1995 (salarios básicos de la
industria y construcción —personal no calificado—) hasta la fecha de cese, sin el límite temporal impuesto en dicha
normativa; por otro lado, declaró la inconstitucionalidad del inc. 2º del art. 7º de la ley 24.463 y dispuso el reajuste de su
haber jubilatorio, desde la fecha de adquisición del beneficio (15/1/2004) hasta el 31/12/2006 de acuerdo con el índice de
salarios, nivel general del INDEC, según lo resuelto por el Alto Tribunal en la causa "Badaro Adolfo Valentín c. ANSES
s/reajustes varios", quedando subsumidos en él los aumentos que se hayan acordado al beneficio en dicho período.
Al igual que en las demás etapas, señalaremos los principios que surgen de la jurisprudencia que marcó esta etapa.

137
Las jubilaciones y las pensiones deben ser móviles por imperativo constitucional, sin embargo, la forma de determinar
su contenido es facultad y obligación del Poder Legislativo. La legislación deberá reglamentar la garantía teniendo en
cuenta la protección especial asignada por la CN.
Las prestaciones previsionales tienen carácter sustitutivo y cualquier interpretación restrictiva es violatoria del art. 14
bis. No debe identificarse la actualización monetaria con el principio de movilidad, las variables que integran la
determinación de la movilidad buscan hacer efectivos los derechos reconocidos por la CN y los tratados internacionales,
logrando un haber digno que no es otro que el que guarda una adecuada proporción con los servicios de actividad.
La consideración de los recursos disponibles de cada Estado, a que se refiere el art. 22 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos, constituye una pauta que debe evaluar el país al tiempo de establecer nuevos derechos o
ampliar los existentes, pero nunca para justificar la reducción de derechos vigentes.

VIII. El procedimiento administrativo y judicial de la seguridad social

1. Proceso administrativo de la seguridad social

1.1. Recurso de reconsideración


(114)
El dec. 1759/1972   en su art. 84 dispuso que podrá interponerse recurso de reconsideración contra todo acto
administrativo definitivo o que impida totalmente la tramitación del reclamo o pretensión del administrado y contra los
interlocutorios o de mero trámite que lesionen un derecho subjetivo o un interés legítimo. Deberá interponerse dentro de
los 10 días de notificado el acto ante la misma UDAI que dictó el acto, que será competente para resolver lo que
corresponda conforme a lo dispuesto por el art. 82.
Conforme al art. 82 del mismo cuerpo legal, la ANSES puede limitarse a desestimarlo, o ratificar o confirmar el acto de
alcance particular impugnado, o bien aceptarlo, revocando, modificando o sustituyendo el acto, sin perjuicio de los
derechos de terceros.
Al ser administrativo, no requiere patrocinio letrado y suspende los plazos para recurrir a la justicia.
En la práctica el recurso es utilizado para supuestos de errores materiales manifiestos u omisiones. Según el caso
dependerá de la prueba ofrecida.

1.2. Reclamo ante la Comisión Administrativa de Revisión de la Seguridad Social


Las resoluciones que denieguen total o parcialmente peticiones podrán ser recurridas ante la Comisión Administrativa
de Revisión de la Seguridad Social (CARSS) en forma previa a la instancia judicial, presentando un escrito ante la misma
UDAI que dictó la resolución que se impugna, pero dirigida a la CARSS, dentro de los 30 días hábiles administrativos
desde su notificación.
La CARSS fue creada por res. MTSS 456/1999 y disuelta por res. MTEyFRH 964/2001, y encomienda a la SSS que
elabore un proyecto normativo para la creación de una instancia de revisión administrativa de las resoluciones que
recaigan en trámites de petición de prestaciones de la seguridad social.
La res. ANSES 61/2002 suspende desde la fecha de su dictado y hasta tanto entre en funcionamiento la instancia de
revisión administrativa encomendada a la SSS, la res. MTEyFRH 964/2001 por lo que se restablece el funcionamiento de
la CARSS.
La res. SSS 17/2002 dispuso en su art. 1° que a partir del 1 de noviembre de 2002 la CARSS dependerá orgánica y
jerárquicamente de la Gerencia General de la ANSES.
La Comisión estará presidida por un funcionario que ocupará el cargo de presidente, designado por la SSS y
funcionará con una sala única, que entenderá en todas las materias que sean sometidas a su consideración y que el
presidente integrará. La sala estará conformada por tres miembros designados por la SSS, la ANSES y preveía la
participación de las eliminadas Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones. El presidente de la CARSS, con
acuerdo de los integrantes de la sala, deberá dictar su reglamento interno, el que deberá ser puesto a consideración y
aprobado posteriormente por el gerente general de la ANSES, quien, asimismo, designará el funcionario que
desempeñará las tareas de secretario general de la Comisión y sus relatores.
La res. ANSES 85/2003 aprobó el reglamento interno.
La CARSS es un órgano creado para resolver las solicitudes de revisión de resoluciones de la seguridad social, con
excepción de: reajuste de haberes por movilidad, declaración de inconstitucionalidad de normas y grado de invalidez del
solicitante.
No requiere asistencia letrada y suspende los plazos para recurrir a la justicia. Se trata de un trámite opcional para el
beneficiario que puede optar por iniciar este procedimiento o acudir a la justicia.

138
Ha dado buenos resultados en los casos de pensiones cuando se impugna la calificación de aportante, o en materia
probatoria de uniones convivenciales o de servicios.

1.3. Reclamo administrativo previo


En materia de seguridad social, la ANSES actúa como organismo descentralizado de la Administración nacional, tiene
a su cargo la facultad de administrar los fondos correspondientes a los regímenes de jubilaciones y pensiones
nacionales, subsidios y asignaciones familiares, le son aplicables las normas del procedimiento administrativo. Tanto la
tramitación de cualquier beneficio previsional como todo lo que de ello derive se regirá por las disposiciones de la ley
(115)
19.549 . Este procedimiento es de necesaria utilización debido a la necesidad de agotar la etapa administrativa, con
el dictado del acto administrativo pertinente que abre el camino para poder impugnarlo judicialmente.
No me referiré en esta obra a las consideraciones relativas a la pertinencia de este requisito, solo indicaré que no lo
comparto.
Este procedimiento administrativo consiste en un conjunto de actos realizados en forma progresiva con la finalidad de
obtener el dictado de un acto administrativo que Cassagne define como toda declaración de un órgano del Estado en
ejercicio de la función administrativa caracterizada por un régimen jurídico exorbitante del derecho privado que genera
efectos jurídicos individuales directos con relación a terceros.

2. Principios generales del procedimiento administrativo


El art. 1° de la ley 19.549 enumera una serie de principios a los cuales debe sujetarse el procedimiento administrativo:
1) Impulsión de oficio: la autoridad administrativa es la encargada de regentear el procedimiento como, así mismo, de
ordenar toda diligencia conducente a la verdad material.
Respecto de este punto, la jurisprudencia entiende que no parece razonable eximir de responsabilidad a la
administración por su obrar moroso, por el hecho de que el actor no haya cumplido con el art. 61 ni con el plazo previsto
(116)
en el art. 86 de la Ley de Procedimiento Administrativo  (LPA).
2) Celeridad, economía, sencillez y eficacia en los trámites: en esta materia este punto es de vital importancia debido
a la vulnerabilidad de las personas que reclaman, este principio no se condice con largas colas, ni con procedimientos
complicados que no permitan la fácil realización por parte de sus titulares. Este principio se contrapone con apelaciones
reiteradas y dilataciones arbitrarias.
3) La ley dispone la "excusación de la inobservancia por los interesados de exigencias formales no esenciales" y que
puedan ser cumplidas posteriormente. Al respecto no parece ajustado a este principio el rechazo de reclamos por
reajuste de haberes fundado en la falta de presentación de determinados formularios que en la mayoría de los casos no
son conocidos por los afiliados (solo para dar un ejemplo: formulario ps. 6.273).
En este sentido se resolvió que si el peticionante solicitó en dos oportunidades la intervención del ente previsional sin
obtener respuesta, teniendo presente que para los procesos administrativos rige el principio de informalismo a favor del
interesado, debe concluirse que el segundo escrito reúne las condiciones de un "pronto despacho" aunque no haya sido
(117)
titulado de tal manera .
4) Debido proceso adjetivo: este principio se relaciona con la garantía constitucional de defensa en juicio. Esta
garantía radica en el derecho a ser oído, ofrecer y producir prueba, presentar escritos, tomar vista de los expedientes,
derecho a una decisión fundada, etcétera.
El debido proceso legal no constituye un derecho del administrado, sino una exigencia de mejor administración, pues
él no es oponente de la administración, sino un coadyuvante importante en el logro de una actividad administrativa
legítima y eficaz, para que aquella pueda cumplir últimamente su rol de gestor indirecto del interés público y social que le
(118)
ha sido conferido .

3. El reclamo administrativo previo a la demanda judicial


El procedimiento que nos ocupa puede suscitar conflictos entre los particulares y la administración (denegación de
beneficios, discrepancias en la liquidación, etc.), ante estas circunstancias el administrado puede plantear esta
disconformidad siguiendo un procedimiento que tiene dos etapas; la primera la resuelve la ANSES, mientras que, en la
segunda, se ventila ante el Poder Judicial.
(119)
Con la sanción de la Ley de Emergencia Económica (ley 25.344 ), que sustituyó los arts. 30 a 32 de la LPA, se
deduce que el reclamo administrativo previo se ha consagrado como requisito sine qua non para la posterior procedencia
de la vía judicial.
Este reclamo administrativo no será necesario cuando el administrado solicite la inconstitucionalidad de una norma,
ya que dicha facultad solo le compete a los jueces en virtud del control de constitucionalidad.

139
Puede ocurrir que, ante el reclamo de un particular, la administración guarde silencio, para estos casos el art. 10 de la
LPA dispone que "... el silencio o la ambigüedad de la Administración frente a pretensiones que requieran de ella un
pronunciamiento concreto, se interpretarán como negativa...", es un principio que admite excepciones, en la medida en
que existan leyes que taxativamente dispongan lo contrario.
Así, el silencio es un puro hecho al que la ley le reconoce ciertos efectos jurídicos. Estos se limitan a la finalidad
seguida por el legislador, es decir, a evitar que la ausencia de una decisión determine la pérdida de eventuales derechos
de los particulares.
Respecto de este punto, es necesario traer a nuestro análisis el art. 10 de la LPA, en tanto establece que si las
normas especiales no prevén un plazo determinado para que la administración se pronuncie, este no podrá exceder de
sesenta días. Vencido dicho plazo —o el que en su caso corresponda— el interesado deberá requerir pronto despacho.
Si transcurrieran otros 30 días sin que el organismo emita resolución alguna, se considerará que hay silencio de la
administración.
Entendemos que cualquier comunicación efectuada por la administración, que no resuelva la pretensión formulada, no
debe ser considerada con capacidad para suspender o interrumpir este silencio. Entender lo contrario habilitaría a que el
organismo dilate el procedimiento indefinidamente, impidiendo al titular acceder a la justicia.
Existe otro instituto que tiene por finalidad compeler al organismo al dictado de un pronunciamiento requerido en
(120)
relación con una petición concreta del administrado, se trata del amparo por mora .
Este instituto se presenta como un pedido que hace el administrado a los jueces, para que estos últimos coaccionen a
la administración a cumplir con su deber de emitir una resolución fundada ante el reclamo de los particulares.
Si ante dicha orden judicial, el organismo administrativo se mantuviera reticente, evitando cumplir con su obligación —
de dictar una resolución fundada—, el juez interviniente deberá poner a conocimiento de las autoridades superiores
jerárquicas la falta que hubieran cometido los empleados o funcionarios de los otros poderes u organismos del Estado, a
los efectos que sean sancionados (art. 17, dec.-ley 1285/1958). En caso de corresponder, el juzgador también podría
denunciar penalmente al funcionario reticente en los términos del art. 249 del Código Penal.
El amparo por mora y el silencio de la administración son dos institutos completamente distintos e independientes.
Puede suceder que en determinados casos le convenga al titular obtener un pronunciamiento de la administración para
lo cual usará el amparo por mora, mientras que en otros casos le alcance con tener por configurado el silencio de la
administración y habilitar la instancia judicial.
De esta forma lo entendió la jurisprudencia:
"Ante la morosidad de la Administración la solución que brinda el silencio como denegación tácita es facultativa para
el particular —no un derecho de la Administración— quien puede estar interesado en obtener una decisión expresa por
parte de aquélla. En ningún caso la denegación presunta excluye el deber de pronunciarse, de dictar una resolución
expresa debidamente fundada. Por eso el particular no sólo tiene la opción prevista en el art. 10 de la ley 19.549, sino
que además puede urgir la decisión expresa mediante queja (art. 71 de la LPA) o en sede judicial a través del amparo
por mora (art. 28 de la citada ley). Así también la jurisprudencia señaló que a efectos de la interposición de una acción
de amparo por mora no constituye requisito la previa interposición de un pedido de pronto despacho en sede
(121)
administrativa" .
Sintetizando, para iniciar demanda debemos haber agotado todo el procedimiento administrativo previo, sea que
concluya por el dictado del correspondiente acto administrativo o por el silencio del organismo administrativo.
A modo de ejemplo, se acompaña en el anexo un modelo de resolución denegatoria de reclamo administrativo por
reajuste y movilidad de ley 24.241.

4. El fuero de la Seguridad Social


Antes de la creación del fuero, las causas previsionales eran dirimidas en la Cámara Nacional de Apelaciones del
(122)
Trabajo, así lo ordenaba el art. 14 de la ley 14.236 .

4.1. Creación de la Cámara Nacional de la Seguridad Social. Ley 23.473


(123)
El fuero de la Seguridad Social nace en el año 1986 con la sanción de la ley 23.473   que creó la "Cámara
Nacional de Apelaciones de la Seguridad Social", de esta forma se sacaron las causas previsionales del conocimiento de
la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo y por ende dejaron de aplicarse sus principios (in dubio pro operario,
impulso de oficio, etc.). Esta ley fue el primer intento de regular el procedimiento previsional. Como puede observarse, se
habla de Cámara Nacional de Apelaciones, sin embargo, la Cámara operaba en el terreno fáctico, como jurisdicción
federal, por cuanto entendía en todos los litigios previsionales suscitados en cualquier punto de nuestro extenso
(124)
territorio , sin embargo había sido creada con la ambigua calificación de "nacional".
Esta Cámara, con asiento en la Capital Federal, estaba conformada por tres salas con tres jueces cada una y un
secretario en cada una de ellas. Así, contaba también con un secretario general y el personal administrativo, técnico y de

140
servicio que era nombrado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Se crearon dos Fiscalías de Cámara cuyos titulares tenían a su cargo ejercer el Ministerio Público. El art. 8° de la ley
establecía su competencia. Este fuero carecía por entonces de una primera instancia.

4.2. Creación de la Cámara Federal de la Seguridad Social. Ley 24.463


(125)
En el año 1995 con la sanción de la ley 24.463  se le da al derecho de la seguridad social el rango de derecho
federal y en ese contexto la Cámara pasa a ser "Cámara Federal de la Seguridad Social". Se mantuvo su estructura.
Se trata de un contencioso previsional, la actividad administrativa no aparece desligada de ninguna revisión posterior,
sino que, por el contrario, se encuentra siempre sujeta al control judicial ulterior suficiente.
Otro cambio relevante fue el hecho de darle competencia al fuero Contenciosoadministrativo como tribunal de primera
instancia de la Cámara. Paralelamente, se le dio competencia para entender temas de seguridad social a los juzgados
federales con asiento en las provincias. Esto era lógico ante la federalización del fuero. Concluyendo, las decisiones de
los juzgados del fuero Contenciosoadministrativo con sede en la Capital Federal y los juzgados federales diseminados
en el interior del país podían ser recurridas ante la Cámara Federal de la Seguridad Social con asiento en la Ciudad de
Buenos Aires.
(126)
Siguiendo con el proceso evolutivo, la ley 24.655  creó, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, diez Juzgados
Federales de primera instancia de la Seguridad Social, que asumieron la competencia de los juzgados del fuero
Contenciosoadministrativo. Así se terminó de plasmar la autonomía del fuero. Se crearon dos fiscalías de primera
instancia para actuar ante los diez juzgados.
Estos tribunales, en principio, fueron creados con una secretaría, pero luego, mediante las resoluciones 2191/1997 y
925/1999 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se agregó una secretaría más dedicada exclusivamente a la
tramitación de ejecuciones fiscales —provisionales y tributarias—.
Así, los Juzgados Federales de Primera Instancia de la Seguridad Social entenderán en:
1. Las causas enunciadas en el art. 15 de la ley 24.463.
2. Las demandas que versen sobre la aplicación del SIJP establecido por la ley 24.241 y sus modificatorias.
3. Las demandas que versen sobre la aplicación de los regímenes de retiros, jubilaciones y pensiones de las Fuerzas
Armadas y de Seguridad.
4. El amparo por mora previsto en el art. 28 de la ley 19.549, modificada por la ley 21.686, en materia de seguridad
social.
5. Las ejecuciones de créditos de la Seguridad Social perseguidas por la Dirección General Impositiva en ejercicio de
las funciones asignadas por el dec. 507/1993.
6. Las causas actualmente asignadas a la Justicia Nacional de Primera Instancia del Trabajo por el art. 24 de la ley
(127)
23.660 .
Mientras que la actual Cámara Federal de la Seguridad Social entenderá:
a) En los recursos de apelación interpuestos en contra de las sentencias dictadas en las causas sustanciadas con
motivo de impugnaciones judiciales contra resoluciones o actos administrativos que afecten pretensiones de los afiliados,
beneficiarios, peticionarios de prestaciones o de afiliación empleadores y, en general, de cualquier persona que alegare
la afectación de su derecho respecto del régimen de reparto del SIJP.
b) En los recursos interpuestos contra resoluciones que dicte la Dirección General Impositiva que denieguen total o
parcialmente impugnaciones de deuda determinadas por el citado organismo en ejercicio de las funciones asignadas por
el dec. 507/1993, siempre que en el plazo de interposición se hubiere depositado el importe resultante de la resolución
impugnada.
c) En los recursos interpuestos contra resoluciones de los entes que administran los subsidios familiares.
d) En los recursos de apelación interpuestos contra resoluciones de la Comisión Nacional de Previsión Social, al
decidir conflictos suscitados con motivo de la aplicación del régimen de reciprocidad instituido por el dec. 9316/1946.
e) En los recursos de queja por apelación denegada y en los pedidos de pronto despacho de conformidad con el art.
28 de la ley 19.549.
La ley 24.463 en su art. 18 dispone al respecto:
"La Cámara Nacional de Apelaciones de la Seguridad Social, creada por Ley 23.473, se transformará en Cámara
Federal de la Seguridad Social y conocerá en la materia enumerada en el artículo 39 bis del Decreto-Ley 1.285/58, con
la salvedad de que en lo concerniente al inciso a) de dicho artículo intervendrá en grado de apelación contra las
sentencias dictadas por los juzgados mencionados en el artículo 15".
Lo que señala el artículo es que la Cámara Federal de la Seguridad Social sería competente para entender en todos
los recursos de apelación contra sentencias dictadas por los Juzgados Federales de todo el país.

141
Esta situación había generado un colapso en las salas de dicha Cámara y provocó el dictado del fallo: "Pedraza,
Héctor Hugo c. ANSES s/acción de amparo", 6/5/2014, Fallos 337:530.
La situación generada atentaba contra los derechos a los beneficios de la seguridad social de centenas de miles de
jubilados, el Poder Judicial ve comprometida su misión de velar por la vigencia real y efectiva de la Constitución Federal,
por lo que declara —conforme a lo establecido en el art. 15 de la ley 24.463— la competencia de la Cámara Federal
local para entender en la acción de amparo iniciada por un pensionado con el objeto de obtener el pago de haberes
retroactivos, y para ello declara la inconstitucionalidad del art. 18 de la ley 24.463 y establece que la Cámara Federal de
la Seguridad Social dejará de intervenir en grado de apelación contra las sentencias dictadas por los jueces federales
con asiento en las provincias, que serán de competencia de las cámaras federales que sean tribunal de alzada, en
causas que no sean de naturaleza penal, de los juzgados de distritos competentes.
Entiende el Máximo Tribunal que la ampliación de la competencia de la Cámara Federal de la Seguridad Social, que
en su momento pudo ser considerada una ventaja para los beneficiarios del sistema previsional, ha derivado con su
aplicación en el tiempo en una clara postergación injustificada de la protección que el Estado debe otorgar a los
jubilados.
La aplicación de las disposiciones establecidas en el art. 18 de la ley 24.463, en tanto asignan competencia exclusiva
de la Cámara Federal de la Seguridad Social para conocer, en grado de apelación, de todas las sentencias que dicten
los juzgados federales con asiento en las provincias en los términos del art. 15 de la citada ley, importan una clara
afectación de la garantía a la tutela judicial efectiva de los jubilados y pensionados que no residen en al ámbito de la
Ciudad de Buenos Aires, pues mediante este sistema recursivo centralizado ven incrementados los costos y plazos para
el tratamiento de sus planteos, lo que claramente les dificulta la posibilidad de ejercer adecuadamente su derecho de
defensa en el proceso que persigue el reconocimiento de derechos alimentarios.
Sostiene el fallo: "El derecho de ocurrir ante un órgano judicial en procura de justicia, consagrado en el artículo 18 de
la Constitución Nacional no se encuentra satisfecho con la sola previsión legal de la posibilidad de acceso a la instancia
judicial sino que requiere que la tutela judicial de los derechos en cuestión resulte efectiva; esto es, que sea oportuna y
posea la virtualidad de resolver definitivamente la cuestión sometida a su conocimiento, tal como lo reconocen los
tratados internacionales con jerarquía constitucional a partir de 1994 (art. 75, inc. 22), como ser, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (arts. 8 y 25.2.a) y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art.
14.1)".
La competencia que el art. 18 de la ley 24.463 atribuye a la Cámara Federal de la Seguridad Social en materia de
apelación respecto de las sentencias dictadas por los juzgados federales provinciales en los términos del art. 15 de la ley
citada, no resulta un medio ni adecuado, ni idóneo, ni necesario, ni proporcional en relación con los derechos, intereses y
valores que el Estado está llamado a proteger en dicha materia.
Por ello y con sustento en lo dispuesto en el art. 24, inc. 7°, del dec.-ley 1285/1958, cabe declarar que, hasta nueva
disposición del tribunal, la Cámara Federal de la Seguridad Social dejará de intervenir en grado de apelación contra las
sentencias dictadas por los jueces federales con asiento en las provincias, que con el alcance establecido en el
considerando 5° serán de competencia de las Cámaras Federales que sean tribunal de alzada en causas que no sean
de naturaleza penal, de los juzgados de distritos competentes (voto del juez Enrique S. Petracchi).

4.3. La ley 24.463 y sus normas procesales


Esta norma, ya analizada, en tanto federaliza el fuero, vino también a regular el procedimiento de impugnación de los
actos administrativos emanados de la ANSES. Desde el art. 16 al art. 25 establece normas de procedimiento que en su
mayoría se encuentran derogadas pero que vale la pena analizar, en tanto manifestación de una política social que duró
más de una década en nuestro país.
"Artículo 16: la Administración Nacional de la Seguridad Social podrá articular en su defensa la limitación de recursos
en el régimen de reparto para atender el mayor gasto que se derivaría del acogimiento de las pretensiones del actor y su
eventual extensión a casos análogos".
Este artículo es una clara demostración del tinte economicista que se le dio al derecho previsional en esa época. Toda
(128)
la controversia de la época quedó reducida a la cuestión de los recursos disponibles, en desmedro de la juridicidad ,
con el agravante que en el marco de este artículo la situación económica financiera del organismo de gestión puede ser
ahora introducida en juicio por el propio organismo a modo de defensa o excepción.
La CS, en el fallo "Chocobar", sostuvo, al resolver cuestiones de reajustes de pensiones y jubilaciones, que los jueces
debían ponderar las posibilidades financieras de los entes previsionales.
La sala II había declarado la inconstitucionalidad de esta norma por colisionar con el debido proceso y sujetar a un
(129)
marco economicista derechos sociales .
(130)
La ley 26.153  derogó la norma en cuestión.
"Artículo 19: la sentencia definitiva de la Cámara Federal de la Seguridad Social será apelable ante la CSJN por
recurso ordinario, cualquiera fuere el monto del juicio. Los fallos de la CSJN serán de obligatorio seguimiento por los
jueces inferiores en las causas análogas".

142
El artículo altamente cuestionado posibilitaba, en primer lugar, la apelación ordinaria ante la CS y, en segundo lugar,
consagra un acatamiento obligatorio de su jurisprudencia, en clara violación a los arts. 116 y 117.
(131)
Por aplicación de la ley 26.025  este artículo fue derogado.
"Artículo 21: en todos los casos las costas serán por su orden".
El artículo tiene sus raíces o su justificación en la calidad de autoridad pública del demandado que impedía
considerarlo como parte en el sentido técnico procesal del vocablo; es decir, se entendía que cuando la Administración
Pública es traída ante la justicia por recurso mediante el cual solo se puede impugnar la legalidad de un acto, no
defiende derechos particulares, sino que actúa, como poder público, en defensa de la legalidad de un acto administrativo
de interés general y en procura de la unidad interpretativa del derecho previsional, por lo cual no cabe equipararla a las
partes en las contiendas judiciales comunes ni someterla a los requisitos ni a las responsabilidades impuestas
ordinariamente a aquellas.
Es dable advertir que dicho criterio no resulta aplicable en las acciones de amparos y sumarísimos, ya que tienen su
propio régimen regulatorio que establece que las costas se impondrán a la parte vencida conforme al art. 14 de la ley
16.896, tampoco en las acciones meramente declarativas iniciadas en los términos del art. 322, Cód. Proc. Civ. y Com., y
en las ejecuciones de sentencias firmes en las cuales se aplica el principio general de la derrota objetiva.
La adopción de las costas por el orden causado tuvo acogida favorable en la justicia. Sin embargo, en los últimos
años, distintos juzgados de primera instancia, e incluso la Cámara Federal de la Seguridad Social, comenzaron a
declarar su inconstitucionalidad.
En autos "Carini, María Susana c. ANSES s/restitución de beneficio", del 3/10/1997, la sala III de la CFed. Seg. Social
—por mayoría— declaró la inconstitucionalidad de este artículo. Sin embargo, el Alto Tribunal vino a poner fin a estos
planteos sosteniendo que la circunstancia de que la ley disponga que las costas se abonen en el orden causado no trae
aparejado una lesión a las garantías de igualdad y propiedad, pues el régimen favorece a ambas partes por igual, y no
se advierte que la circunstancia de abonar sus trabajos a un profesional implique la confiscación de los bienes del
obligado, aparte de que el tema en debate es materia de carácter procesal y puede ser resuelto por las leyes en la forma
(132)
que consideren más justa, sin que sea indispensable que en todos los casos aquellas se impongan al vencido .
Actualmente no parece coherente el apartamiento de los cánones de la derrota objetiva, o sea, el vencido es quien
debe sufragar los gastos causídicos.
En particular en esta materia y en el marco de normas internacionales que obligan al Estado argentino.
Conforme al art. 75, inc. 23, de nuestra CN: "corresponde al Congreso legislar y promover medidas de acción positiva
que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por
esta constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los
niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad" (el destacado me pertenece).
La Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores", ya estudiada
en el capítulo I, título II, punto 3, dispone que los Estados parte "adoptarán y fortalecerán todas las medidas legislativas,
administrativas, judiciales, presupuestarias y de cualquier índole, incluido un adecuado acceso a la justicia a fin
de garantizar a la persona mayor un trato diferenciado y preferencial en todos los ámbitos" (art. 4°, inc. c]) (el destacado
me pertenece).
En el particular, y para demostrar lo absurdo de mantener dicha cláusula, podría mencionarse la reforma introducida
(133) (134)
por la ley 14.437  a la ley 12.008  (Cód. Contencioso Administrativo Buenos Aires) que modificó el art. 51 que
establecía que el pago de las costas sería soportado en el orden causado. La reforma volvió al criterio de las costas a la
vencida y en los fundamentos de tal decisión expresamente sostuvo: "Entendemos que esta disposición, además de ser
injusta e inconveniente, es abiertamente inconstitucional, y expone a la provincia a incurrir en responsabilidad
(135)
internacional" .
No parece una medida positiva legislar en sentido contrario a los intereses de quienes integran los grupos más
vulnerables y respecto de los cuales, nuestra CN impone al Poder Legislativo garantizar su preferente tutela y la
Convención Interamericana impone se les otorgue un trato diferenciado (en sentido favorable). Sin embargo, en forma
discriminatoria, la legislación se aparta del criterio general que resulta aplicable a cualquier persona que litigue en
cualquier fuero no pagar las costas cuando aquello que se pretende resulta receptado en un fallo judicial.
El Estado condena a los jubilados a tener que litigar para lograr lo que por derecho les corresponde, no obstante, las
costas de dicho proceso, aun tratándose de personas mayores que gozan de preferente tutela y respecto de derechos
de carácter alimentario, recaen sobre ellos. Dicha diferenciación se muestra arbitraria y discriminatoria y atenta contra el
pleno goce y ejercicio de derechos constitucionales. No puede, conforme a los compromisos internacionales suscriptos
(136)
por nuestro país, seguir siendo mantenida por el Estado y convalidada por la justicia .
Es necesario resaltar, para que no queden dudas, que esta norma mantiene su vigencia.
"Artículo 22: las Sentencias condenatorias contra la Administración Nacional de Seguridad Social serán cumplidas
dentro de los 90 días de notificadas, hasta el agotamiento de los recursos presupuestarios destinados a ello para el año
fiscal en el que venciera dicho plazo. Agotados dichos recursos se suspenderá el cumplimiento de aquellas sentencias
pendientes de pago, reanudándose el cómputo de los plazos para su cumplimiento a partir del comienzo del año fiscal

143
para el que se aprueben nuevos recursos presupuestarios destinados a atender sentencias judiciales y hasta su nuevo
agotamiento. La Administración Nacional de la Seguridad Social deberá respetar estrictamente el orden cronológico de
notificación de las sentencias definitivas para su cumplimiento, salvo cuando queden sentencias pendientes de
cumplimiento para el siguiente período fiscal, en cuyo caso dará prioridad los beneficiarios de mayor edad. Serán de
aplicación las leyes 23.982 y 24.130 y supletoriamente la ley 3.952".
Esta norma constituye una manifestación más de la lógica económica que inspiró toda la normativa provisional de la
época.
Este artículo fue modificado por la ley 26.153 y quedó redactado de la siguiente forma:
"Las sentencias condenatorias contra la Administración Nacional de la Seguridad Social serán cumplidas dentro del
plazo de ciento veinte (120) días hábiles, contado a partir de la recepción efectiva del expediente administrativo
correspondiente. Si durante la ejecución presupuestaria se agotara la partida asignada para el cumplimiento de dichas
sentencias, el Jefe de Gabinete de Ministros podrá disponer ampliaciones o reestructuraciones presupuestarias con el
objeto de asegurar el pago en el plazo indicado".
Se advierte que la nueva redacción establece un plazo mayor de cumplimiento, pero suprime el hecho de que el
Estado pueda invocar la falta de recursos y de este modo posponer el pago de los créditos para el año fiscal posterior.
El texto actual habilita al jefe de Gabinete de Ministros a disponer ampliaciones o reestructuraciones presupuestarias
a fin de dar cumplimiento al pago en el plazo indicado

5. El proceso judicial de la seguridad social


Dado que hasta la actualidad el Congreso de la Nación no ha dictado una norma procesal específica y autónoma que
se adecue a las características y requerimientos específicos de esta materia, las disposiciones del Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación resultan aplicables.
Se trata de un proceso ordinario regulado por el Cód. Proc. Civ. y Com. y por las normas específicas (que quedaron
vigentes) de la ley 24.463.
Abarcaremos el procedimiento civil y comercial intentando solo hacer referencia a aquellos aspectos o situaciones
particulares de la materia.

5.1. Demanda
Como se señaló anteriormente, previo a la interposición de la demanda debió agotarse la vía administrativa, de lo
contrario el juez interviniente por aplicación de lo dispuesto en el art. 31 de la ley 19.549 declarará la inhabilidad de
instancia.
En los casos de beneficios la resolución denegatoria resulta suficiente y acredita el agotamiento de la instancia. En
caso de tratarse de un reclamo de reajuste y movilidad, necesariamente se deberá interponer un reclamo administrativo
que verse sobre los mismos hechos que se reclamarán judicialmente.
La demanda deberá deducirse por escrito y cumplir los requisitos establecidos en el art. 330 del Cód. Proc. Civ. y
Com.
El mayor inconveniente planteado en esta materia es que los actores, al solicitar, por ejemplo, un reajuste, no
denunciaban la ley por la que se jubilaban o lo hacían incorrectamente, esto en algunos casos tampoco era advertido por
juzgados que dictaban sentencias de imposible cumplimiento, por ordenar reajustes con base en una ley debiendo ser
otra.
En el fallo, "Stucchi, Judith Beatriz c. ANSES s/reajustes varios (18/12/2007) de la CS, el titular había obtenido la
determinación del haber y la movilidad en un régimen disímil del régimen general que impugnó. El Máximo Tribunal
entendió que los agravios de la apelante vinculados con la omisión por parte del a quo de suplir el derecho erróneamente
citado y resolver el conflicto según las normas aplicables, conforme a la regla iura curia novit, no resultan procedentes
para variar la solución adoptada en las instancias anteriores "... disponer una recomposición del haber requeriría no solo
aplicar la normativa correcta sino sustituir por completo el daño invocado y la pretensión esgrimida, lo cual es claramente
improcedente".
En cuanto a la determinación del monto reclamado, no le es aplicable, por cuanto no resulta posible en casi la
mayoría de los juicios previsionales.
Conforme al art. 333 del Cód. Proc. Civ. y Com., junto con la demanda, la reconvención y contestación de ambas
deberá acompañarse la prueba documental y ofrecerse la demás prueba de que las partes intenten valerse.
La prueba documental dependerá del caso y de la prestación que se reclama. En materia previsional (que constituye
la mayor causa de litigiosidad) la prueba por excelencia es el expediente administrativo por el que tramitó el beneficio
previsional objeto, por ejemplo, del reajuste pretendido, en estos casos deberá individualizarla, indicando su contenido,
el lugar, archivo u oficina donde se encuentre.
Con la demanda los actores deberán acompañar constancia de números de CUIT o CUIL y copia de la resolución
administrativa si la hubiere y fuere objeto de impugnación.

144
Podrá ofrecerse prueba testimonial indicando los extremos a probar y pericial indicando los puntos de pericia. La
prueba testimonial es muy utilizada en materia de convivencias previsionales.
Una vez presentada la demanda ante la Mesa General de Entradas del Tribunal, cita en la calle Lavalle 1268, se
procederá al sorteo del juzgado de primera instancia que entenderá en la causa.
El fuero de la Seguridad Social en un notable y elogiable avance dictó el acta 274, mediante la cual se instituyó el
inicio de demandas vía web a fin de agilizar el proceso.
Los letrados, para poder sortear las demandas, deben contar con domicilio electrónico (CUIT) y clave. Luego deberán
habilitar específicamente el fuero de la Seguridad Social.
También se firmó un acuerdo con la ANSES, a fin de digitalizar los expedientes administrativos y disminuir la cantidad
de los que se encuentran en el fuero.
(137)
El art. 8° de la ley 25.344  establece que en todos los casos en que se promueva acción contra organismos de la
Administración Pública nacional centralizada y descentralizada, entidades autárquicas, obras sociales del sector público,
bancos y entidades financieras oficiales, fuerzas armadas y de seguridad, sociedades anónimas con participación estatal
mayoritaria, sociedades de economía mixta, servicios o cuentas especiales, y todo otro ente en que el Estado nacional o
sus entes descentralizados posean participación total o mayoritaria de capital o en la conformación de las decisiones
societarias, se remitirá por oficio a la Procuración del Tesoro de la Nación copia de la demanda.
El artículo dispone que la notificación deberá hacerse por oficio a la procuración con copia de la demanda y toda la
prueba documental acompañada. Una vez cumplido, se dará vista al fiscal, para que se expida acerca de la procedencia
y competencia del tribunal.
Conforme al convenio suscripto entre la Cámara Federal de la Seguridad Social y la Procuración del Tesoro de la
Nación con fecha 28/8/2009, no deberá efectuarse diligenciamiento de oficio o documental alguna a dicha entidad.

5.2. Contestación de demanda


Cumplidos los recaudos, el juez dará traslado de la demanda por 60 días.
La jurisprudencia de la Cámara sostuvo que no es asimilable la falta de contestación de la demanda con su
extemporaneidad. Sostuvo al respecto que la tardía contestación de la demanda solo trae aparejado la pérdida del
derecho en esta etapa, pero no la declaración de rebeldía, de acuerdo con lo previsto en el art. 59 del Cód. Proc. Civ. y
(138)
Com. .
Al respecto sí corresponde la declaración de rebeldía, aunque el organismo previsional haya presentado el escrito de
conteste en término en otro juzgado. Ello así, ya que las polémicas reformas procesales implementadas por la ley 24.463
tuvieron por finalidad, según sus defensores, brindar a la ANSES la posibilidad de ejercer plenamente su derecho de
defensa como parte de un proceso bilateral, quedando sometida en igualdad de condiciones que su oponente a las
(139)
mismas normas de procedimiento .
La demandada podrá oponer las excepciones de previo y especial pronunciamiento (art. 346 Cód. Proc. Civ. y Com.).
En el art. 347 del Cód. Proc. Civ. y Com. enumera taxativamente las excepciones admisibles.
En el caso específico de la seguridad social, el que resulta demandado en general la ANSES puede oponer la
(140)
excepción de prescripción establecida en el art. 82  de la ley 18.037.
La prescripción no puede ser declarada de oficio, sino que debe ser opuesta en la primera presentación judicial por
quien pretenda valerse de ella, siendo extemporáneo todo intento posterior al trabado de la litis.
En la causa "Domínguez, Amparo Carmen c. ANSES s/reajuste por movilidad", sentencia de la CS de fecha
24/4/2003, el Máximo Tribunal sostuvo "que no puede mantenerse al presente el criterio que aceptaba la validez de la
excepción de prescripción opuesta en la resolución administrativa, habida cuenta de que el cambio en la regulación legal
impone tratar a la demandada como una parte más, sin otros derechos que los que resultan de la propia ley...". Dicho
esto, el tribunal ordena a la demanda al pago de las sumas que resulten devengadas desde la fecha de otorgamiento del
beneficio".
El precedente mencionado  supra  es aplicado por los juzgados en las distintas causas en las que la ANSES no
contesta demanda o lo hace en forma extemporánea, poniendo así de manifiesto la gravedad de la falta de contestación
de la demanda por parte del organismo previsional, que podrá ser condenado al pago de las diferencias desde el mismo
otorgamiento del beneficio, sin aplicación de la prescripción aun cuando la haya interpuesto en la resolución denegatoria.
La cosa juzgada como excepción merece una apreciación especial en esta materia. Existen dos consideraciones a
efectuar, la primera se da cuando el jubilado solicita un nuevo reajuste de su haber previsional habiendo obtenido
oportunamente sentencia definitiva por un reclamo anterior. Al respecto no existe cosa juzgada si la nueva presentación
formulada se sustenta en otro período de movilidad. El otro aspecto se da en los casos en que la nueva presentación
efectuada por el jubilado intenta la aplicación de un cambio jurisprudencia para igual período, al respecto la CS, en el
fallo "Andino, Basilio Modesto c. ANSES s/reajustes varios", de fecha 9/8/2005, entendió "que las razones aducidas por
la apelante para justificar su planteo de 'hecho nuevo' y solicitar que se aplique al caso la solución del precedente
S.2758.XXXVIII 'Sánchez, María del Carmen c/ ANSeS s/ reajustes varios' del 17 de mayo de 2005, encuentra obstáculo

145
decisivo en lo dispuesto por el art. 280, último apartado, del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y en las
propias circunstancias del caso, ya que no sólo media expresa prohibición legal de invocar hechos nuevos ante la Corte,
sino que la parte pidió al demandar la aplicación del precedente 'Chocobar' para obtener el reajuste de la prestación en
el lapso posterior al 31 de marzo de 1991 (fs. 7/14 - punto X) y consintió el fallo de primera instancia que así lo había
resuelto (fs. 63/68, 86 y 96)". "... que los fundamentos de justicia invocados por el demandante para sustentar el pedido,
bien que tienen entidad para generar en el ámbito de los otros poderes del Estado medidas con el objeto de evitar la
situación de desigualdad que podría derivarse del cambio de jurisprudencia, no permiten a esta Corte prescindir de la
cosa juzgada, de los límites de su jurisdicción y de las normas procesales en juego, pues de su aplicación depende el
debido proceso y el respeto a otras garantías constitucionales por las cuales el Tribunal también debe velar".
Concluyendo, de la doctrina sentada por este precedente se desprende la inviabilidad de solicitar la movilidad
dispuesta por el fallo "Sánchez" si existe cosa juzgada respecto de la aplicación del precedente "Chocobar". Es decir,
que no puede solicitarse nuevamente el mismo período de movilidad.
Independientemente de los puntos tratados es necesario resaltar que en el tema que nos ocupa el instituto de la cosa
juzgada (que establece que las situaciones consolidadas no pueden ser replanteadas) se enfrenta a derechos sociales,
derechos humanos, por lo que corresponde que nos preguntemos si corresponde considerar al instituto como inamovible
o por el contrario permite excepciones.
La CS en el fallo "Carutti, Myriam Guadalupe c. ANSES", de fecha 19/2/2008, indicó que la cosa juzgada tiene
naturaleza procesal; el instituto de la movilidad está referenciado a un derecho sustancial aceptado por la legislación
positiva como el instrumento para hacer gozar del derecho de subsistencia, derecho este que hace a la persona
humana.
A modo de opinión, cuando la modificación de la cosa juzgada intenta hacer variar una situación económica entre
particulares, esta es inamovible y debe ser respetada a ultranza, pero si el instituto se enfrenta con un derecho
sustancial reconocido para resguardo de la dignidad del ser humano, no hay dudas de que la cosa juzgada debe ceder.

5.3. Declaración de puro derecho o apertura a prueba


De conformidad con el art. 359, contestado el traslado de la demanda o reconvención, o vencido los plazos para
hacerlo, resueltas las excepciones previas, si la cuestión pudiera ser resuelta como de puro derecho, así se decidirá y
firme que se encuentra la providencia se llamará autos para sentencia.
La declaración de puro derecho no impide la dilucidación de los hechos controvertidos a partir de las constancias
agregadas en la causa, y la subsunción de tales hechos en el marco jurídico que el juzgador estime que corresponde al
(141)
caso .
Si existieran hechos controvertidos que requieran producción de prueba, conforme al art. 360 citará a las partes a una
audiencia. Esta audiencia pocas veces se practica en el fuero de la Seguridad Social, por un lado, porque la prueba más
importante es el expediente administrativo y por otro lado, por el gran cúmulo de tareas que recaen sobre los Juzgados
Federales de la Seguridad Social.
También puede suceder que en la audiencia (para el hipotético caso de que esta se celebre), las partes manifiesten
que no tiene más prueba para producir, en este caso la causa quedará conclusa para definitiva y el juez llamará autos
para sentencia.

5.4. Caducidad de instancia


Se trata de un modo anormal de culminación del proceso por la inactividad de la parte interesada en impulsarlo. El art.
310 del Cód. Proc. Civ. y Com. establece los distintos plazos en que se producirá la caducidad de las distintas instancias.
En esta materia la jurisprudencia de la Cámara entiende que ante la falta prolongada de impulso procesal el juez
intime a la parte interesada a fin de que se pronuncie si mantiene su interés en la causa bajo apercibimiento de decretar
(142)
la caducidad en los términos del art. 310 del Cód. Proc. Civ. y Com. .

5.5. Sentencia
Declarada la cuestión de puro derecho o habiendo transcurrido el plazo para alegar, el secretario pondrá el
expediente a despacho agregando los alegatos si no se hubiesen presentado. Acto seguido el juez llamará a sentencia.
Quedará, entonces, cerrada toda discusión y no se presentarán más escritos ni se producirá más prueba.
La sentencia será notificada de oficio, dentro del tercer día.

5.6. Recursos
Contra las sentencias de primera instancia de los juzgados federales de la seguridad social o de los juzgados
federales del interior del país pueden interponerse los recursos previstos en el Código Procesal Civil y Comercial de la

146
Nación.
Los recursos procedentes contra las resoluciones o sentencias de los juzgados y de la Cámara Federal de la
Seguridad Social, son:
• Recurso de aclaratoria: art. 166, inc. 2°, Cód. Proc. Civ. y Com.
• Recurso de reposición o revocatoria: art. 238, Cód. Proc. Civ. y Com.
• Recurso de apelación: art. 242, Cód. Proc. Civ. y Com.
• Recurso de queja por apelación denegada: art. 282, Cód. Proc. Civ. y Com.
• Recurso de nulidad: art. 253, Cód. Proc. Civ. y Com.
• Recurso extraordinario federal: art. 14, ley 48; art. 256, Cód. Proc. Civ. y Com.
• Recurso de inaplicabilidad de la ley: arts. 288 y ss., Cód. Proc. Civ. y Com.

5.7. Procedimiento en segunda instancia


El procedimiento en la alzada difiere según el recurso se haya concedido en relación o libremente.
Si la apelación fue concedida libremente (sentencias definitivas dictadas en juicio ordinario), el expediente deberá
elevarse a Cámara dentro del quinto día de concedido el recurso. En el día que el expediente llega a la Cámara, el
secretario dará cuenta y se ordenará que sea puesto en la oficina. Esta providencia se notificará a las partes
personalmente o por cédula. El apelante deberá expresar agravios dentro de 10 días. De la expresión de agravios
presentada en el plazo y la forma prescripta se correrá traslado por diez días a la parte contraria.
Con la expresión de agravios y su contestación, o vencido el plazo para la representación de esta y, en su caso,
sustanciadas y resueltas las cuestiones a que se refieren los arts. 260 y siguientes, se llamará a autos y, consentida esta
providencia, el expediente pasará al acuerdo sin más trámite. El orden para el estudio y votación de las causas será
determinado por sorteo.
En el caso de que la apelación haya sido concedida en relación, recibido el expediente con sus memoriales —que
deberán presentarse ante el juez de primera instancia dentro del plazo de 5 días de concedido el recurso— y su
contestación, en su caso, su tuviese radicación de sala, el tribunal resolverá directamente. Si el expediente llega por
primera vez a la sala se tendrá que dictar la "providencia de autos".

5.8. Ejecución de sentencia


Tal como lo indiqué al analizar la ley 24.463, el plazo para que la ANSES cumpla con las sentencias dictadas en su
contra es de 120 días contados desde la recepción definitiva del expediente administrativo.
Actualmente, y ante la digitalización de los expedientes administrativos, el plazo comienza a correr desde la
notificación a la demandada de la sentencia firme.
En los casos en que el organismo haya incumplido total o parcialmente con la manda judicial, el acreedor puede
iniciar la ejecución procesal forzada de su crédito, tendiente a hacer cumplir la sentencia.
Este proceso se conforma con una serie de actos procesales ordenados a dicho fin, y es forzada, porque predomina
el uso de la fuerza sobre los bienes y, a veces, también sobre la persona del deudor.
En la materia que me ocupa resultan aplicables las disposiciones de los arts. 499 y ss. del Cód. Proc. Civ. y Com.
(143)
.
El título ejecutivo es la propia sentencia dictada en el proceso de conocimiento. La ejecución puede iniciarse en el
propio expediente donde se dictó la sentencia de conocimiento, en este caso no es necesario acompañar la copia de la
sentencia. Si la ejecución se inicia en forma autónoma del proceso de conocimiento por aplicación de la res. 47/2009 de
la CFed. Seg. Social, deberá acompañarse copias certificadas de las sentencias que se hubieran dictado en las
anteriores instancias. Las respectivas certificaciones están a cargo de los secretarios de juzgado y de sala.
Generalmente las sentencias son meramente declarativas. Por esto, será necesario que previo a todo se establezca
el monto adeudado por el organismo administrativo. A estos efectos podrá solicitarse en este proceso prueba pericial.
Puede suceder que ambas partes efectúen la liquidación y que exista discrepancia entre ellas. En estos casos, el
juzgador debe dilucidar cuál es la que se ajusta a los parámetros de la sentencia, a fin de lograr este objetivo podrá
valerse de audiencias, informes, etcétera.
También puede suceder que debidamente intimado el organismo previsional para que practique liquidación, no lo
haga. En estos casos podrá practicarla la parte actora.
Una vez aprobada la liquidación, esta puede ser apelada en la Cámara Federal de la Seguridad Social. Determinado
el monto adeudado, el juez podrá intimar a la demandada al pago de las sumas debidas. Si esto no ocurriera, el juez
(144) (145)
podrá aplicar sanciones conminatorias como astreintes  y embargo .

147
Consentida o ejecutoriada la sentencia, pasa en autoridad de cosa juzgada y no podrá ser ya cuestionada ni revisada
por el órgano administrativo.
(146)
Como se señaló oportunamente, en esta etapa las costas se deben imponer a la demanda .

6. Opinión sobre el contexto actual


Como se ha señalado en este análisis sobre el proceso de la seguridad social, en un comienzo las causas
previsionales eran dirimidas en el fuero laboral, los actores eran alcanzados por la protección especial que el derecho
otorga al trabajador que acude a la justicia en reclamo de un derecho de preferente tutela.
Las causas previsionales comenzaron a colmar los tribunales laborales y se advirtió la necesidad de un fuero
específico, así nació la Cámara de la Seguridad Social que surgió como nacional al menos en su denominación. Hasta
aquí se trataba de un procedimiento por el cual se impugnaba la legalidad de un acto, y la administración no era
considerada parte contraria con intereses contrapuestos a los de los administrados, sino órganos de control y aplicación
práctica de la legislación de la seguridad social, debiendo buscar la verdad material en cada caso particular.
Es en este punto donde puede encontrarse un acierto en la ley 24.463, la cual es que se debe admitir que aquí hay
contienda, hay debate y es necesario que la ley así lo diga, como lo hizo en su art. 15 donde señaló claramente que la
ANSES será parte demandada.
Esta nueva situación nos llevaba inevitablemente a preguntarnos: si se sacaron las causas previsionales del fuero del
Trabajo y se había creado un fuero específico, ¿este atendería las particularidades de los derechos que se pondrían en
juego ante estos estrados y por ende regularía un proceso a través de normas tuitivas? La respuesta vino rápidamente
en el artículo siguiente (art. 16, versión original de la ley). La ley, fruto de una época signada por el dictado de normas
previsionales de tinte economicista, había decidido proteger a alguien, pero el sujeto elegido para otorgarle preferente
tutela no sería otro que el propio Estado.
Esta bilateralidad se vio desdibujada al dotar al Estado de herramientas que le permitirían dilatar, entorpecer y hasta
aniquilar la posibilidad de obtener una sentencia que recomponga el derecho lesionado; y si aun así y pese a los
esfuerzos de la ley, el jubilado obtenía una sentencia favorable, el Estado podía en cualquier momento del proceso
oponer como defensa la falta de recursos para no cumplir con la sentencia condenatoria.
Es decir, la ley había convertido el procedimiento de la seguridad social en una trampa para los actores y en un gran
salvataje económico para el Estado.
Como vimos, las normas más nefastas de la ley 24.463 fueron derogadas. Se mantuvo, sin embargo, la imposición de
costas en el orden causado, situación que no se condice con la bilateralidad que rige el actual procedimiento. Esta
situación sigue siendo legitimada por la CS, sin embargo, seguimos sosteniendo que es más adecuado y justo mantener
el criterio de la derrota objetiva.
Luego de más de 30 años desde la creación del fuero continuamos con un procedimiento incompleto. No se ha
dictado una norma procesal que responda a los principios de la seguridad social, al carácter alimentario de los derechos
involucrados y a la preferente tutela de los derechos involucrados.
(147)
La ANSES procede al rechazo in limine  de los reclamos administrativos, sin efectuar análisis alguno y pese a la
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Esto obliga a los jubilados a iniciar acciones judiciales.
El procedimiento actualmente tiene una duración mínima de dos años, solo en primera instancia la ANSES sigue
(148)
apelando las sentencias , aun en los casos en que lo que se reclama es un beneficio de carácter sustitutivo.
Solo podemos decir que mientras no se dicte una norma procesal acorde a las necesidades de las personas a
quienes va dirigido —y cuando nos referimos a estas personas, hablamos de nuestros padres, de nuestros abuelos y de
nosotros mismos en algunos años—, personas que ya no pueden seguir esperando, mientras no exista un procedimiento
judicial autónomo y específico que tenga por objetivo la recomposición de derechos sociales, de derechos urgentes, de
derechos que hacen a la dignidad del ser humano, los que podemos hacerlo, seguiremos esperando.

7. La medida cautelar como herramienta procesal


Dentro del contexto en algún momento surgió con fuerza la alternativa de la medida cautelar dentro del proceso
ordinario de seguridad social como la herramienta procesal más idónea para lograr la justa composición de los derechos
sin dilaciones.
Es importante definir al proceso cautelar como aquel que tiende a impedir que el derecho cuyo reconocimiento o
actuación se pretende obtener a través de otro proceso pierda su virtualidad o eficacia durante el tiempo que transcurre
entre la iniciación de ese proceso y el pronunciamiento de la sentencia definitiva.
Dado que la satisfacción instantánea de una pretensión de conocimiento o de ejecución resulta materialmente
irrealizable, la ley ha debido prever la posibilidad de que, durante el lapso que inevitablemente transcurre entre la
presentación de la demanda y la emisión del fallo final, sobrevenga cualquier circunstancia que haga imposible la
ejecución o torne inoperante el pronunciamiento judicial definitivo, lo que ocurriría, por ejemplo, si desapareciesen los

148
bienes o disminuyese la responsabilidad patrimonial del presunto deudor, o se operase una alteración del estado de
(149)
hecho existente al tiempo de la demanda .
De esta definición surge la característica esencial de las medidas cautelares, la cual es, tal como lo describe
Carnelutti ya desde principios del siglo pasado, que los procesos cautelares en sí mismos no constituyen un verdadero
proceso ya que carecen de autonomía, son accesorios, tienen carácter instrumental y, en definitiva, reportan a un
proceso principal que es aquel que le da vida. De ahí que a través del dictado de una medida cautelar la decisión del
(150)
juez no hace cosa juzgada .
Por consiguiente, estas carecen de autonomía, pues su finalidad consiste en asegurar el resultado práctico de la
sentencia que debe recaer en otro proceso. De allí que Carnelutti haya expresado que el proceso cautelar sirve no
inmediata, sino mediatamente a la composición de una litis, porque su fin inmediato está en la garantía del desarrollo o
del resultado de un proceso distinto. Calamandrei enuncia un concepto semejante cuando expresa que las medidas
cautelares, en tanto se hallan ineludiblemente preordenadas a la emisión de una ulterior resolución definitiva, carecen de
(151)
un fin en sí mismas .
En otras palabras, nacen al servicio del proceso principal con el objetivo de allanar el terreno y aportar los medios
más aptos para el éxito de la sentencia que pudiere recaer en este, siempre que dicha sentencia tuviere un serio e
inminente riesgo de tornarse inoperante o imposible de ejecutar.
Con base en esta descripción, podemos decir que para hallar el debido concepto de las medidas cautelares hay que
estudiar su composición y génesis. De allí surge la proposición de Valencia de verificar que "la realización de los
procesos concretos no puede olvidar que sí importa, desde luego, el resultado del mismo; esto es, el contenido de la
decisión judicial. También importa, y no menos, el camino, el cómo se llega a ese resultado. Pues el fin (el resultado o
decisión judicial de tutela del derecho subjetivo) no justifica el desconocimiento de la legalidad procesal (el camino o
modo de llegar a la decisión) (...)".
Dentro de tal aspiración se inscribe tanto como una garantía en sí misma, la tutela cautelar, como el resultado de la
justicia en su aspecto de utilidad para los justiciables, aspiración que conlleva a examinar en la moción citada: "... El
resultado y el modo de llegar al mismo están indisolublemente unidos, de manera que si se prima al resultado sobre el
camino para llegar a él, se convierte en inadmisible el resultado mismo, dado que a él se ha llegado sin respetar las
(152)
garantías previstas para ello" .
No debemos olvidar que las medidas cautelares son una herramienta procesal que, atendiendo a su carácter
precautorio, tramitan inaudita parte, es decir, sin la participación de la otra parte. Es por ello que deben ser interpretadas
siempre de forma restrictiva para evitar una posible utilización genérica y desprovista de su carácter excepcional
afectando la garantía constitucional de defensa en juicio y debido proceso legal.
Dentro de este equilibrio entre lo precautorio y la garantía de defensa en juicio, surgen distintas medidas que pueden
requerirse y disponerse dentro del proceso, siendo este uno solo.
Lo anterior surge de que no se puede circunscribir a las medidas cautelares como un proceso (el llamado proceso
"cautelar"), dado que en el ámbito cautelar ni tenemos dos partes enfrentadas ni su objeto constituye un conflicto para
resolver, ni tampoco la jurisdicción hace actuar la voluntad de la ley para poner fin a ese litigio, ni menos aún lo hace a
(153)
través de una decisión que puede adquirir el carácter de cosa juzgada .
De allí que Jorge A. Rojas los haya denominado como sistemas cautelares, concepto que permite determinar todas
las formas a través de las cuales la ley actúa en el proceso con su carácter asegurativo, e incluir dentro de ellas algunos
nuevos fenómenos que se dan en la realidad procesal y que se discute si se trata de medidas cautelares, si se trata de
tutela anticipada, si se trata de medida autosatisfactiva o si se trata de cautela material. Precisamente porque la finalidad
(154)
de todos estos nuevos fenómenos es mantener un determinado status quo, una actuación asegurativa .
Calamandrei ya decía en 1936 que "mantener un status quo significa mantenerlo o eventualmente alterarlo, porque lo
que hay que tener en cuenta es el origen del perjuicio que se trata de evitar; entonces, si el daño o el perjuicio es
inminente o hay un peligro en ciernes en su máxima expresión, ya no se trata del simple peligro de la demora, sino de un
agravio de carácter irreparable o de muy dificultosa reparación"; ya que no se puede esperar todo el desarrollo del
(155)
'ordinario íter procesal', precisamente por el tiempo que consume el proceso" .
El debido concepto de lo cautelar obliga a considerar y revisar permanentemente cuál es el justo término en equidad,
para lograr el equilibrio que debe imperar en todo proceso judicial. Esto significa mantener en un pie de igualdad a las
partes durante el desarrollo del proceso.

7.1. Verosimilitud en el derecho, peligro en la demora y contracautela


Tres son los presupuestos de las medidas cautelares: 1) La verosimilitud en el derecho invocado como fundamento
de la pretensión principal; 2) El temor fundado de que ese derecho se frustre o sufra menoscabo durante la
sustanciación del proceso tendiente a tutelarlo; 3) La prestación de una contracautela por parte del sujeto activo.
Así lo establece normativamente casi toda la legislación procesal de la argentina (art. 199, Cód. Proc. Civ. y Com.) y
códigos que tomaron el modelo de la ley de enjuiciamiento civil española.

149
Asimismo, debe tenerse en cuenta que "... los requisitos de verosimilitud del derecho invocado y del peligro que cause
un daño irreparable se hallan de tal modo relacionados que a mayor verosimilitud del derecho cabe no ser tan exigente
en la gravedad e inminencia del daño y, viceversa, cuando existe el riesgo de un daño extremo e irreparable, el rigor
(156)
acerca del fumus se puede atenuar" .
Verosimilitud en el derecho: en primer lugar, la verosimilitud del derecho (fumus boni iuris) es la posibilidad de que
este exista en forma tal que, de conformidad con un cálculo de probabilidades, sea factible prever que en el proceso
principal se declarará la certeza de ese derecho.
En otras palabras, el dictado de medidas cautelares no exige un examen de certeza sobre la existencia del derecho
pretendido, sino solo de su verosimilitud; además el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición a la
finalidad del instituto cautelar, que no es otra cosa que atender a aquello que no excede del marco de lo hipotético,
(157)
dentro del cual agota su virtualidad .
Por lo que surge en forma nítida, para el caso de los reajustes de haberes y movilidad de los beneficios previsionales,
la verosimilitud del derecho al realizar un repaso somero sobre la jurisprudencia abundante y pacífica de la CS, la cual
será analizada en el capítulo III, título VII.
En conclusión, la verosimilitud en el derecho surge en forma pacífica de la jurisprudencia del fuero y de nuestro
Máximo Tribunal, encontrando solo reparos en cuanto al otorgamiento o no de una medida cautelar. Desarrollo que
continuaremos en el siguiente punto.
En los casos de prestaciones denegadas la verosimilitud del derecho depende de la prueba producida.
Urgencia en la demora: en segundo lugar, el presupuesto de la urgencia en la demora (periculun in mora) es el que
despierta actualmente un mayor debate doctrinario acerca de su alcance.
Toda medida cautelar se halla condicionada a la circunstancia de que exista un peligro en la demora, es decir, a la
posibilidad de que, en caso de no adoptarse la medida solicitada, sobrevenga un perjuicio o daño inminente que
transformará en tardío el eventual reconocimiento del derecho invocado como fundamento de la pretensión.
Corresponde destacar, asimismo, que en ese riesgo reside el interés procesal que respalda toda pretensión cautelar.
Por otra parte, no siempre es necesario que el peticionario de la medida acredite, prima facie, la existencia de peligro
en la demora, pues hay situaciones en que este se presume por las circunstancias del caso. Tal suele ser el caso de lo
que ocurre en la seguridad social, ya que se atiende generalmente peticiones de personas jubiladas de edad avanzada.
Por ello la importancia, a los fines del presente trabajo, se encuentra en ahondar el contenido de los peligros que puedan
contener de no dictarse la medida cautelar solicitada.
El periculum in mora que constituye la base de este presupuesto en las medidas cautelares no es el peligro de daño
jurídico, sino que es específicamente "el peligro del daño marginal" que podrá derivarse del retardo de la providencia
definitiva. Es la imposibilidad práctica de acelerar la emanación de la sentencia definitiva, la que hace surgir el interés en
(158)
el dictado de una medida cautelar .
Morello, Sosa y Berizonce expresan que "el Estado de peligro en el cual se encuentra el derecho principal, y que da
características propias a aquéllas frente a la duración o demora del proceso, pues la prolongación del mismo durante un
tiempo más o menos largo crea siempre un riesgo a la justicia y si bien no es necesaria la plena acreditación de su
existencia, se requiere que resulte en forma objetiva. No basta el simple temor o aprensión del solicitante, sino que debe
derivar de hechos que puedan ser apreciados —en sus posibles consecuencias— aun por terceros. Se acredita
sumariamente o prima facie o mediante una summaria cognitio, pudiendo en ciertas hipótesis presumirse a través de las
(159)
constancias de autos" .
Se puede distinguir entre las medidas de carácter asegurativa e innovativa. La cautelar asegurativa (embargo
preventivo, secuestro, inhibición general de bienes) sirve para facilitar el resultado práctico de una futura ejecución
forzada, impidiendo la dispersión de los bienes que pudieran ser objeto de ella. El carácter instrumental de estas
providencias se manifiesta en que procuran el aseguramiento de la futura ejecución forzada, tratando de evitar el riesgo
de insolvencia sobreviniente del demandado (periculum in inopiae).
En cambio, tratándose de cautelares innovativas, estas contienen un auténtico juicio de mérito. La resolución
provisoria recae directamente sobre la relación sustancial controvertida, constituyendo una declaración interina sobre el
fondo.
Al respecto, la CS sostuvo que dentro de las medidas cautelares, la innovativa es una decisión excepcional porque
altera el Estado de derecho existente al tiempo de su dictado, habida cuenta de que configura un anticipo de jurisdicción
favorable respecto del fallo final de la causa, lo que justifica una mayor prudencia en la apreciación de los recaudos que
hacen a su admisión; y por su intermedio se intenta aventar, más que el periculum in mora, el periculum in damni o  in
facti, esto es un "perjuicio irreparable" que se produciría si no se otorga (total o parcialmente) alguna prestación al actor
o peticionario.
De ahí que en la cautelar satisfactiva o anticipatoria lo fundamental no es el  periculum in mora  sino el  periculum
praense (actual) o in futuro (eventual); procurando aventar el "perjuicio irreparable", denominado periculum in damni, o
(160)
sea, el peligro que involucra el hecho. Desde una perspectiva del efecto es conjuratoria y asistencial .

150
La irreparabilidad del perjuicio, entonces, constituye un presupuesto propio y característico de la medida cautelar
innovativa, consistente en que la situación que se pretende innovar ocasionaría, de subsistir, un daño irreparable al
pretensor o de dificultosa reparación.
Ahora bien, en cuanto a la prueba del "peligro de daño", a semejanza de lo que sucede con el fumus bonis iuris, debe
acreditarse con un grado de "verosimilitud" para que la cautelar resulte procedente.
En algunos casos ese peligro se encuentra implícito, tal como sucede con las cautelares asegurativas, donde
el  periculum in mora  se configura porque durante el transcurso del tiempo más o menos prolongado que dura la
sustanciación del proceso, el deudor puede caer en estado de insolvencia, y en otros casos se requiere de prueba
especial, o bien, de la cognitio sumaria prevista por el art. 153 del Cód. Proc. Civ. y Com.
El juez debe sopesar la prueba del "daño irreparable" que invoca el peticionario y el efecto que el acogimiento de esta
medida tendrá en la esfera jurídica subjetiva del afectado, quien, por este motivo, también sufrirá un daño.
En el caso de los reajustes de haberes y movilidad, el peligro en la demora podría acreditarse incluso implícitamente;
en primer lugar, por tratarse de un derecho alimentario; en segundo lugar, por la dilación en el tratamiento de las causas,
principalmente, a causa del desborde al cual se encuentra sometido al fuero de la Seguridad Social y, por último, por
tratarse de un fragmento de la población de una gran vulnerabilidad social y biológica.
La CS tiene dicho que "el examen de la concurrencia del peligro irreparable en la demora exige una apreciación
atenta de la realidad comprometida, con el objeto de establecer cabalmente si las secuelas que pudieran llegar a
producir los hechos que se pretende evitar pueden restar eficacia al ulterior reconocimiento del derecho en juego,
(161)
originado por la sentencia dictada como acto final y extintivo del proceso" .
Asimismo, en materia previsional, esa realidad comprometida se encuentra definida por la propia Constitucional
Nacional y los tratados internacionales que han sido incorporados a ella. Los tratados internacionales vigentes, lejos de
limitar o condicionar los principios básicos de interpretación acerca de la naturaleza sustitutiva que tienen las
prestaciones previsionales, obligan a adoptar todas las medidas necesarias para asegurar el progreso y plena
efectividad de los derechos humanos, compromiso que debe ser inscripto, además, dentro de las amplias facultades
legislativas otorgadas por el art. 75, inc. 23, de la Ley Fundamental, reformada en 1994, con el fin de promover mediante
(162)
acciones positivas el ejercicio y goce de los derechos fundamentales reconocidos, en particular, a los ancianos .
El Dr. Emilio Lisandro Fernández ha expresado en su voto, en la causa "Capa Néstor Fernando c. ANSES s/reajustes
(163)
varios" , en contraposición de quienes han sostenido que el peligro en la demora, como aval para la concesión de la
medida cautelar, debe existir en forma fehaciente, juzgado de acuerdo a un criterio objetivo o derivar de hechos que
puedan ser apreciados incluso por terceros, que "en el específico marco de humanidad en que se inserta la acción
judicial de naturaleza alimentaria, el peligro en la demora no es material, sino vital, es la vida misma del actor que se
apaga frente a la penuria que es sortear el laberinto procesal a que lo somete el Estado. No tengo duda que ante la
íntima evidencia de un derecho, que se envilece en su poder de compra, el peligro en la demora, se deriva de la propia
naturaleza humana. Por lo tanto, aun cuando pudiera objetarse la cautelar desde una perspectiva procesal ortodoxa
enraizada en los abstractos fines de la precaución, a mi ver, existe un bien jurídico mayor a resguardar por sobre la mera
formalidad, que no es otro que un deber moral que legitima a un orden justo en cuanto rescata a la dignidad del hombre
como objeto del derecho y también existe un deber ético del ejercicio judicial que como magistrado no puedo
desconocer, frente un requerimiento de naturaleza alimentaria".
También se puede observar la urgencia en la demora del voto del Dr. Emilio Lisandro Fernández, para avalar una
(164)
petición cautelar, en la causa "Bachrach, Marcos c. ANSES s/reajustes varios" . Allí procura demostrar el periculum in
mora fundamentando: "no desconozco el masivo y ya casi incontrolable aumento del grado de litigiosidad que se observa
en la actualidad, fomentado por la actitud de los poderes políticos de utilizar, con manifiesto abuso del derecho a la
jurisdicción, la vía que ella contempla para judicializar y dilatar el pago de las obligaciones que la Constitución Nacional
impone observar (...) Por incomprensible transmutación de las cosas, paradojalmente quienes ayer fueron artífices de
buena parte del producto nacional hoy son los causantes del déficit público (...) En este sentido —concluye el doctor
Fernández— la discusión se centra no ya prioritariamente en el reconocimiento de un haber jubilatorio acorde con la
situación previsional de cada beneficiario, sino en la preservación del derecho mismo alimentario".
Finalmente, destacamos los fundamentos del Dr. Luis René Herrero en la causa "Capa, Néstor Fernando c. ANSES
(165)
s/reajustes varios" , en donde expresa, con relación al presupuesto del peligro en la demora que "es público y notorio
el irrazonable tiempo que insume el proceso previsional y el grave daño que esta demora le propina al derecho de
naturaleza alimentario del actor que por mandato constitucional debería preservar durante todo su transcurso. El Tribunal
Europeo de Derechos Humanos —en idéntico sentido— ha dictado una serie de pronunciamientos sancionando a varios
países signatarios del Convenio de Roma por no emitir sus sentencias en un plazo razonable (p. ej., caso 'Milasi, del
25/06/1987; B.J.C., Tribunal Europeo de Derechos Humanos, 1988-90 p. 1361; Boletín de Jurisprudencia Constitucional).
También la CSJN ha destacado que 'la defensa en juicio incluye el derecho a obtener un pronunciamiento rápido, dentro
de un plazo razonable, pues la dilación injustificada podría implicar que los derechos pudiesen quedar indefinidamente
sin su debida aplicación en grave perjuicio de quienes lo invocan' (CSJN, 'Enderle, José C. c/ANSeS', sentencia del 14
de junio de 2001, publicada en JA 2002-II-4)".
Contracautela: Por último, la contracautela surge del presupuesto que tienen todas las medidas cautelares que
recaen sobre bienes, el previo otorgamiento, por su beneficiario, de una caución que asegure a la otra parte  el
resarcimiento de los daños que aquellas pueden ocasionarle en la hipótesis de haber sido pedida indebidamente. Por

151
consiguiente, la contracautela surge en tanto asegura al destinatario de la medida la efectividad del resarcimiento de los
posibles daños y concreta, en cierto modo, la igualdad de las partes en el proceso, pues viene a contrarrestar la falta de
(166)
contradicción inicial que caracteriza al proceso cautelar .
Con respecto al tema que nos convoca, decimos que "la naturaleza alimentaria de la pretensión objeto del proceso
constituye el ápice sobre el cual confluyen los componentes de la reflexión jurídica en el presente caso, como también el
criterio hermenéutico que debe aplicarse, en orden al cual —y a partir de la señalada prosapia alimentaria de la materia
en disputa— deviene razonable y oportuno sustentar la solución en el principio tutelar contenido en el art. 376 del Código
Civil sobre el crédito por alimentos (exención de contracautela, fianza o caución y efecto devolutivo del recurso de
apelación interpuesto contra la resolución que ordenara el pago de los alimentos provisorios), con sujeción al cual la
doctrina ha coincidido en que las sumas efectivamente percibidas en concepto de alimentos provisorios serán
(167)
irrepetibles, salvo en supuestos de dolo comprobado" .

7.2. Distinción del objeto de una medida cautelar respecto de la pretensión sustancial
En este punto surge una nueva cuestión que reviste gran importancia, ya que todavía puede observarse una gran
confusión respecto del objeto de una petición cautelar con la pretensión sustancial del proceso.
Son dos cosas distintas. La pretensión es la declaración de voluntad del justiciable dirigida a la jurisdicción, pero en
contra de la persona que la emitió para resolver un conflicto y para que se le reconozca el derecho que él invocó
(168)
respecto del objeto de una petición cautelar, a través de la cual se pretende asegurar un determinado status quo .
Existe una última variante a la cual hacía mención Calamandrei en el siglo pasado y que se aplica precisamente al
caso de las medidas cautelares en el proceso de la seguridad social, es la llamada "tutela anticipada", donde la
jurisdicción anticipa en todo o en parte aquello que tiene que ser objeto de la decisión del mérito.
Cabe recordar al respecto que la resolución que adopta la jurisdicción en este caso es una resolución que tiene
carácter provisorio y esta es la confusión que a veces existe en algunos jueces cuando expresan que no hacen lugar a la
medida cautelar solicitada porque su objeto se confunde con su pretensión sustancial.
Para desterrar esta errónea concepción es importante analizar, a la luz de la doctrina asentada por la CS en el
precedente "Camacho Acosta", si esta medida cautelar reúne los presupuestos de permisibilidad.
La CS no requiere que exista indefectiblemente un gravamen irreparable, solo ha expresado que los jueces debían
ser mucho más cuidadosos cuando concedían una cautelar de estas características porque podían proyectarse los
efectos de la decisión cautelar sobre la sentencia de mérito.
Al revés de lo que en algunos casos se sostiene, no se trata de una sentencia anticipada, ya que como lo enunciamos
anteriormente, no se puede comparar una decisión cautelar provisoria con la sentencia definitiva de mérito, más allá de
que posteriormente se pueda subsumir la realidad a lo que nosotros pretendemos.
Siempre que exista cautela no existe condena, con lo que no consideramos un argumento jurídico válido, tal como
lamentablemente se ha expandido en el fuero, la desestimación de esta medida con el argumento de que expone al
demandado a una situación de sumo riesgo que importaría una clara violación a la garantía constitucional de defensa en
juicio y debido proceso legal del art. 18, CN.
Cabe señalar el precedente de la sala II de la CFed. Seg. Social, "Anchorena, Tomás Joaquín y otros c. ANSES
(169)
s/recomposición de haber —medida cautelar—"  (en donde se otorgó en forma "provisoria" el "goce del derecho"
alimentario por vía cautelar, mientras continúa el proceso principal), en el que dicha sala señaló, con relación al falaz
argumento desestimatorio de la confusión de objetos entre la demanda y la petición cautelar, lo siguiente:
"De consuno con esta línea argumental —y fiel al axioma que predica que el procedimiento debe operar en función
del derecho y no el derecho en función del procedimiento— va de suyo que no constituye un argumento serio para
rechazar la medida cautelar, que su despacho importa 'entrar de lleno en la cuestión de fondo', no sólo porque —como
es sabido— en las medidas cautelares sólo se requiere para su procedencia la 'verosimilitud' y no la 'certeza' del
derecho, sino porque los argumentos que esgrimen los actores al respecto son tan convincentes, la ley es tan clara y la
jurisprudencia tan pacífica, que se convierte en un ineludible imperativo de justicia restituirle —bien que en forma
precaria dada la etapa temprana en que se halla el proceso— el goce y ejercicio provisorio del derecho disputado, hasta
tanto se dicte la sentencia definitiva sobre la cuestión de fondo (cf. C.P.C.C.N. art. 230), trasladando de este modo sobre
el Estado incumplidor los efectos perjudiciales de la demora del proceso —normalmente a cargo del actor— dada la
fuerte verosimilitud del obrar arbitrario de aquel, y, básicamente, la naturaleza alimentaria que revisten las pretensiones
esgrimidas por los accionantes —cf. C.N. art. 14 bis, 75 inc. 23; ídem, 'Camacho Acosta Máximo v. Grafi Graf S.R.L. y
(170)
otro'—" .
El objeto de la pretensión de amparo en la citada causa consistía en desbaratar la abusiva "vía de hecho" de la
administración con miras a restablecer el pleno goce y ejercicio de la garantía constitucional conculcada. La
restricción sine die de los derechos alimentarios de los actores devenía a todas luces ilegal y arbitraria, entrañando tal
(171)
conducta "(...) una flagrante y grosera violación al orden jurídico establecido" .

152
La medida cautelar peticionada en "Anchorena" solo procuraba "asegurar" el goce y ejercicio efectivo y "provisorio"
del derecho alimentario de los accionantes hasta el dictado del pronunciamiento definitivo, no una declaración fondal de
certeza sobre él (cometido exclusivo y excluyente de la sentencia que pone fin al proceso), por lo que sin riesgo de
incurrir en una evidente falacia y en un grave error jurídico, jamás podría predicarse que existiera identidad de objetos
entre una petición cautelar "asegurativa" y una pretensión sustancial "declarativa" de derechos (Cód. Proc. Civ. y Com.,
(172)
art. 163, apart. 6°) .
Por el otro lado, la vertiente jurisprudencial y doctrinaria que deniega el otorgamiento en estos casos análogos de una
medida cautelar de "tutela anticipada", además de confundir el objeto de uno y otro, ponen el énfasis en el debido
proceso adjetivo (aceptando igualmente las medidas cautelares innovativas como un modo excepcional, sobre lo cual
nadie ha dicho que no lo sean) y, por último, en la valorable pero ajena argumentación de la prudencia y cautela de los
jueces en esta materia más que en ninguna otra, para no estimular la aventura por la presión que ejerce la traba de esta
medida.

7.3. Opinión sobre la procedencia de una medida cautelar de tutela anticipada


Hemos analizado hasta aquí la situación actual del fuero de la Seguridad Social, la lentitud de los procedimientos
puede provocar el cierto riesgo de que la resolución del conflicto resulte tardía, con una sentencia que quizás sea
absolutamente justa pero paradojalmente ineficaz. Puede suceder que mientras se aguarda el normal desenlace del
proceso común, se alteren deliberada o involuntariamente las circunstancias fácticas y jurídicas existentes al momento
en que se procuró la puesta en marcha del órgano jurisdiccional, tornando de esta manera en ilusorias o ineficaces las
(173)
decisiones jurisdiccionales destinadas a restablecer la plena vigencia del derecho sometido a debate .
A partir de esta situación, se han ido elaborando y proponiendo distintas alternativas para intentar solucionar, al
menos progresivamente, la enorme litigiosidad existente en todo el fuero de la seguridad social, que afecta la correcta
administración de justicia debido a la gran cantidad de causas, y con ello, sumado a un proceso con largos plazos en
favor del Estado, la frustración de los derechos de esta franja etaria de la ancianidad, que debiera gozar de una mayor
protección y no de indefensión, atento su mayor vulnerabilidad.
Sin dudas que la llave principal para destrabar esta problemática que, reiteramos, ha comenzado en los 80 y se ha ido
agravando con el tiempo, se encuentra en manos del mismo Estado.
El segundo medio en importancia para atenuar esta problemática estaría en la solución legislativa. Por ejemplo, la
redacción de un procedimiento especial, con plazos acorde a las necesidades de las personas a quienes va dirigido, en
donde se acorten los plazos actuales en favor del Estado y se dinamice su ejecución; o la creación de más juzgados de
primera y segunda instancia de Seguridad Social.
Por último, dentro de los medios que tenemos hoy en día al alcance de los jueces y abogados, nos quedaría la
utilización de alguna herramienta procesal que nos guíe en la búsqueda de agilizar el goce efectivo de los derechos ya
reconocidos en favor de la ancianidad, pero sin que ello implique el descuido de la garantía constitucional del debido
proceso adjetivo y la defensa en juicio, afecte la división de los poderes o implique un desequilibrio inmediato que pueda
poner en riesgo institucional al Sistema Previsional Argentino.
Es dentro de este marco en el cual introducimos la posibilidad de una medida cautelar de "tutela anticipada" en el
proceso de seguridad social, con el objetivo de lograr una actuación asegurativa, que propenda a una mayor eficacia del
proceso, resguardando aquellos casos urgentes que pudieran generar, con alto grado de probabilidad, un agravio
irreparable.
Y aquí merece la pena destacar cuáles serían casos urgentes, ya que, como hemos desarrollado, una medida
cautelar de "tutela anticipada", de carácter provisorio hasta el pronunciamiento definitivo, es una medida excepcional y,
por ende, de carácter restrictivo, ya que se estaría innovando sobre la situación preexistente y se estaría anticipando —
inaudita parte—, en su totalidad o en parte, la sentencia de fondo buscada.
Es aquí donde sostenemos que, de ninguna forma, esta medida podría otorgarse con base en presunciones basadas
en las alegaciones del peticionante basadas únicamente en su edad, más allá de que será un término a tomar en cuenta
a medida que sea más avanzada, sino que deberá acreditar fehacientemente la urgencia en la demora. Y qué
consideramos que acreditaría fehacientemente la necesidad de una medida de este tipo, por ejemplo: acreditando su
situación de pobreza; acompañando los certificados médicos que especifiquen un tratamiento que demanda de cierta
medicación que conlleva un costo que no pudiere hacer frente con su actual haber sin reajustar; o el costo de un alquiler
o expensas que sumado a la canasta básica alimentaria no pudiere hacer frente con el nivel de ingresos actual; o el
padecimiento de una enfermedad terminal; entre otras situaciones que pudieren demostrar, con un grado de certeza muy
aproximado, la frustración irreparable de sus derechos alimentarios.
En este sentido, podemos decir, en defensa de la jurisprudencia imperante, la cual deniega las medidas cautelares,
que en la casi totalidad de los casos, los abogados se han conformado con realizar una petición de medida cautelar
genérica, la cual no describen, confunden con el fondo de la demanda y lo justifican en alegaciones genéricas que
otorgarían una presunción en virtud del principio venter non patitur dilationem que autoriza al juez a despachar sin más
trámite la providencia cautelar asegurativa del derecho sustancial alimentario cuando existe un riesgo de sufrir un daño
irreparable, más nunca acompañando los elementos probatorios específicos que refuercen tales argumentaciones.

153
Ahora bien, si, como dijéramos en los párrafos precedentes, se lograra acreditar cómo la irrazonable demora en el
dictado de la sentencia definitiva va a representar un agravio irreparable, dado que dicho menoscabo se magnifica y
alcanza su máxima expresión cuando afecta, no solo pretensiones de naturaleza alimentaria, sino a un actor que integra
un sector socialmente vulnerable, la ancianidad, el periculum in mora se torna a todas luces indiscutible, y por lo tanto
fundada su protección por una medida cautelar de "tutela anticipada".
Piero Calamandrei —indiscutido pionero y artífice de la tutela anticipatoria por vía cautelar— ha vaticinado hace más
de sesenta años lo que de hogaño representa una tangible realidad a través de las providencias anticipatorias y
autosatisfactivas, a saber:
"Se puede, ante todo, imaginar que, mientras pende o está por iniciarse el juicio ordinario de cognición sobre una
acción de condena dirigida al pago de una suma de dinero todavía no liquidada, el estado de necesidad urgente en que
se encuentra el acreedor (porque se trata, supongamos de un crédito de naturaleza alimentaria, frente al cual tiene
aplicación el principio 'venter non patitur dilationem'), aconseje al juez a reservar de decidir definitivamente, mediante
cognición a fondo, la existencia y el monto del crédito ('an debeatur' y 'quantum debeatur'), ordenar mientras tanto al
demandado, para evitar el peligro de que el actor sucumba en la demora del juicio, el pago inmediato y provisorio de un
anticipo, establecido en la medida que, mediante el cálculo de verosimilitud, se pueda prever inferior a la mayor suma
que probablemente resultará debida en el juicio definitivo. En tal caso —continúa el eminente jurista florentino— la
'provisional' asume indudablemente todos los caracteres de una verdadera providencia cautelar: se pronuncia en vía de
urgencia, para evitar los daños que derivarían del retardo de la providencia principal, y en la hipótesis, basada sobre
(174)
cognición sumaria, de que esta providencia se pronunciará en sentido favorable al actor" .
La impecable lógica que exhibe el siguiente razonamiento del célebre procesalista peninsular, por lo demás, disipa
cualquier halo de duda que pudiera empañar la procedencia de la decisión jurisdiccional anticipatoria en estos supuestos
de excepción, y echa suficiente luz sobre sus irrebatibles fundamentos jurídicos, a saber:
"Indudablemente puede haber casos en los cuales, entre el daño que podría sufrir el titulado acreedor constreñido a
no obtener la satisfacción del crédito hasta el pronunciamiento de la providencia definitiva, y el que podría sufrir el
pretendido deudor constreñido a pagar antes de que exista contra él la declaración de certeza de la subsistencia del
crédito, el primero se presente a priori como de mayor consideración que el segundo, hasta el extremo de aconsejar una
medida cautelar que dé inmediata satisfacción a una parte de la demanda del actor, cuando todavía pende la cognición
ordinaria sobre la totalidad de la demanda, y, por lo tanto, sobre la parte de la misma que provisoriamente acoge la
(175)
medida provisional" .
En total sintonía con lo arriba expresado, el ministro Ricardo L. Lorenzetti señaló en la sentencia "Itzcovich, Mabel c.
ANSES" (sentencia del 29 de marzo de 2005), lo siguiente:
"La calificación constitucional de los ancianos como un grupo particularmente vulnerable, incorpora una regla
hermenéutica que no se compadece con la introducción de diferencias que, lejos de protegerlos, desmejoran su posición
jurídica" (consid. 11°).
"Que en particular, el procedimiento previsional se vincula con personas que, por lo general, han concluido su vida
laboral y, en la mayoría de los casos han supeditado su sustento a la efectiva percepción de los haberes que les
corresponden por mandato constitucional. En consecuencia, el fin protector de las prestaciones debe ser coherente con
una tutela procesal adecuada encaminada a la protección efectiva que todo derecho merece, atenuada en este supuesto
en razón de las particularidades de la edad avanzada" (consid. 12°). "Estos principios son recibidos en la Constitución
Nacional, al establecer la regla de la igualdad (art. 16) y justificar la distribución diferenciada a través de medidas de
acción positiva destinadas a garantizar la igualdad real de oportunidades y el pleno goce de los derechos reconocidos
por la Carta Magna y los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños,
(176)
las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad (art. 75 inc. 23, párrafo 1)" (consid. 11) .
Por lo que estas argumentaciones, en su conjunto, en las que la jurisprudencia es pacífica en cuanto a la verosimilitud
del derecho, sumado a la acreditación fehaciente del peligro en la demora y lo dispuesto por los Tratados de Derechos
Humanos incorporados expresamente a nuestra Carta Magna para la protección de las personas mayores o vulnerables
llevan la discusión jurídica en cuanto a la posibilidad de la aplicación de una medida cautelar de "tutela anticipada", en
nuestro punto de vista, al terreno de lo definitivamente zanjado.

7.4. Conclusiones al respecto


Restaría definir ahora qué alcance sería razonable otorgar a estos pronunciamientos, atendiendo a las razonables
consideraciones de la Dra. Nora Carmen Dorado quien expresa que "el Juez debe ser cauto y prudente en esta materia
(177)
más que en ninguna otra, tratando de no estimular la aventura por la presión que ejerce la traba de la medida" .
Y haciendo propio lo expresado por el Prof. Dr. Walter Carnota en su comentario sobre la acordada 36 del 9/9/2009
de la CS:
"Las decisiones que adopta el Tribunal en estas materias tienen influencia en el desenvolvimiento económico del país,
que debe ser adecuadamente ponderado, como también lo debe ser el estudio de los indicadores a la hora de medir la
trascendencia de una sentencia (...) Cuanta más información —económica, consecuencialista, comparativa— dispongan

154
los jueces de la Corte, estarán mejor posicionados para poder realizar el derecho sobre bases firmes y no sobre
(178)
quimeras..." .
Por lo que partiendo del carácter provisorio y accesorio de una medida cautelar en relación con el proceso principal
que busca asegurar, no se discute que los montos que surjan de la retroactividad del reajuste del haber solo se harán
efectivos con la sentencia de fondo.
Si lo que se reclama es el otorgamiento de un beneficio denegado, la cautela debe ser aún mayor, toda vez que
desde el punto de vista de la administración la sentencia ordenaría a la ANSES a otorgar un beneficio y modificar un
estatus. Desde el punto de vista del peticionante, su no otorgamiento importa una denegatoria de derechos de carácter
alimentario cuya demora en el tiempo atenta contra principios elementales. Esta es la diferencia fundamental frente a
una medida cautelar sobre reajuste de haberes y otorgamiento de beneficios denegados. En los juicios de reajuste y
movilidad se discute el monto del beneficio, en los casos de denegatoria se discute el derecho mismo a la cobertura.
Tanto su otorgamiento como su denegatoria importan una gran responsabilidad para los magistrados.
Por si no fuera suficiente, la tercera limitación del alcance atendería, como mencionáramos anteriormente, al
acompañamiento de elementos probatorios que, en forma determinante, demuestren un peligro en la demora.
Con lo que consideramos que, atendiendo a estas tres limitaciones, quedaría verificado, sobremanera, la
razonabilidad de la medida y resguardado también el temor acerca de una generalización de peticiones similares.

IX. Programa nacional de reparación histórica

1. El programa
(179)
La ley 27.260  declaró la emergencia en materia de litigiosidad previsional, solo a los fines del Programa Nacional
de Reparación Histórica (PNRH), con una vigencia de tres años desde la promulgación de la ley.
El Programa estuvo vigente desde el 22 de julio de 2016 hasta igual fecha de 2019.
(180)
El objeto fue implementar acuerdos  que permitan reajustar los haberes y cancelar las deudas previsionales. El
Programa permitía celebrar acuerdos en los casos en que hubiera juicio iniciado, con o sin sentencia firme, y también en
los que no hubiera juicio iniciado, pero únicamente respecto de titulares de beneficios previsionales cuyo haber se
(181)
hubiera calculado por los métodos previstos en el art. 49 de la ley 18.037   o en los arts. 24, 97, o 98 de la ley
(182)
24.241 . También, alcanzó a aquellos titulares de un beneficio previsional adquirido con anterioridad al 1 de diciembre
de 2006, cuya movilidad se rigiera por el art. 53 de la ley 18.037, por el art. 38 de la ley 18.038, hasta el 31/12/1995, o
(183)
por el art. 7°, inc. 2°, de la ley 24.463  entre el 1 de enero de 2002 y el 31 de diciembre de 2006, y los titulares de
beneficios derivados de los anteriores.
Como puede advertirse, el Programa no incluyó a los beneficios otorgados al amparo de leyes especiales que
(184) (185)
también obtuvieron acogida favorable de la CS, por ejemplo, en las causas "Gemelli"  y "Masani de Sese"  que
(186) (187)
versan sobre los regímenes establecidos por las leyes 24.016   para docentes y 22.929   para investigadores.
Tampoco incluye a quienes cotizaron total o parcialmente como trabajadores autónomos y para quienes respecto de sus
cotizaciones no se aplicará ninguna de las pautas que la CS ha establecido desde hace 30 años en las causas "Volonté,
(188)
Luis M."   y "Rodríguez, Emilio"; entre otros. El Programa tampoco incluyó a los beneficiarios del ex Régimen de
Capitalización titulares de una Renta Vitalicia Previsional que también obtuvieron acogida de la C en las causas "Etchart,
(189)
Fernando Martín c. ANSES s/amparos y sumarísimos" , respecto del haber mínimo garantizado y en el fallo "Deprati,
(190)
Adrián Francisco c. ANSES s/amparos y sumarísimos" , respecto de la movilidad.
Los acuerdos, conforme al art. 1°, deberían ser homologados en sede judicial en todos los casos y contener
transacciones. Los acuerdos transaccionales versarán sobre: redeterminación del haber inicial y movilidad.
Para mostrar la instrumentación de estos acuerdos se incluye, a modo de ejemplo, en el anexo de este capítulo, un
acuerdo transaccional y un recibo con liquidación del concepto de reparación histórica.

2. Redeterminación del haber inicial


En este punto, para los beneficios otorgados por ley 18.037, las remuneraciones a que refiere su art. 49 serían
actualizadas hasta el 31/3/1995 o la fecha de adquisición del derecho, según el INGR. Es necesario mencionar que,
respecto de los beneficios otorgados por la ley 18.038, no se contemplaba el reajuste sino, como veremos, solo su
movilidad.
Para los beneficios otorgados por ley 24.241 se establecía la actualización según un índice combinado entre INGR
(191)
entre el 1 de abril de 1991 y el 31 de marzo de 1995, y RIPTE hasta el 30 junio de 2008, de allí la ley 26.417 .

155
El índice mencionado en último término, es decir, el utilizado para actualizar las remuneraciones a que refieren los
(192)
arts. 24 y 97 de la ley resulta significativamente inferior al ISBIC utilizado por la CS en el fallo "Elliff" .

3. Movilidad
Respecto de los beneficios otorgados por leyes 18.037 y 18.038 serían reajustados, conforme al INGR, hasta el 31 de
marzo de 1995. Los beneficios cuya movilidad se hubiera regido por la ley 24.463 se reajustarían entre el 1 de enero de
2002 y el 31 de diciembre de 2006 conforme al índice de salarios, nivel general, elaborado por el INDec. En este punto el
Programa reproduce lo resuelto en las causas "Sánchez" - "Badaro" para beneficios otorgados por ley 18.037 y en la
causa "Elliff" para beneficios otorgados por ley 24.241 en materia de movilidad.

4. Retroactivo
El pago de los retroactivos se contemplaba en efectivo, cancelándose el 50% en 1 cuota y el restante 50% en 12
cuotas trimestrales, iguales y consecutivas, actualizadas hasta el efectivo pago, con los mismos incrementos que se
otorguen por movilidad.
El acuerdo debía contener propuestas de pago teniendo en consideración el estado de avance del juicio al 30/5/2016.
Esto resultó incorrecto, las ofertas se demoraron muchísimo, incluso algunas no se efectuaron, por esto hubiera
resultado lógico que la pertenencia a un grupo u otro no sea según el avance al 30/5/2016 sino, en virtud del principio de
igualdad, al momento en que el beneficiario aceptaba la oferta y se incorporaba al Programa.
a) Primer grupo: beneficiarios que tenían sentencia firme con anterioridad al 30/5/2016. La propuesta contemplaba
abonar las diferencias desde los dos años previos a la notificación de la demanda.
b) Segundo grupo: beneficiarios con juicios iniciados con anterioridad al 30/5/2016 y que carecían de sentencia firme
a dicha fecha, la propuesta contemplaría abonar las diferencias devengadas desde los dos años previos a la notificación
de la demanda y hasta un máximo de 48 meses de retroactivo.
c) En los casos en los que no hubiere juicio iniciado con anterioridad al 30/5/2016, se realizaría una propuesta que
contemplaba abonar las diferencias devengadas desde la solicitud de ingreso al Programa.
Intereses:
En la ley, los intereses serían calculados de conformidad con la tasa pasiva promedio que publica el BCRA, siendo de
aplicación la normativa relativa a consolidación de deuda previsional según leyes 23.892, 24.130 y 25.344.
Ganancias:
Las sumas reconocidas en concepto de capital abonarán impuesto a las ganancias conforme al criterio de lo
devengado, respecto de las sumas por actualización de dicho capital que estará exento de dicho pago.

5. Conclusiones del PNRH


El PNRH no logró de modo significativo disminuir la litigiosidad e incluso, en algunos casos, la generó, por ejemplo, en
materia de aplicación de topes o bien cuando lo ofrecido no satisfizo las expectativas de los beneficiarios.
Por otra parte, a la finalización del PNRH quedaban aún acuerdos sin cumplir cuyos reclamos continúan
incrementando la litigiosidad de un fuero, que, como ya manifestamos, se encuentra colapsado.
Por último, existen tres cuestiones más a tener en cuenta que podrían incrementar la litigiosidad: a) La relativa a la
movilidad de las cuotas pendientes de reparación histórica, b) El reclamo de las cuotas pendientes por los herederos
ante el fallecimiento del titular de reparación histórica y c) el alcance la renuncia efectuada en estos acuerdos por el
titular.
a) La relativa a la movilidad de las cuotas pendientes de reparación histórica:
Como se ha explicado, las sumas retroactivas reconocidas por el programa serían abonadas el 50% en 1 cuota y el
restante 50% en 12 cuotas trimestrales, iguales y consecutivas, actualizadas hasta el efectivo pago, con los mismos
incrementos que se otorguen por movilidad.
La movilidad se encuentra actualmente suspendida y los incrementos otorgados por decreto resultan menores a los
que resultaría de la suspendida ley. Esto puede ocasionar planteos relativos a un posible incumplimiento de lo pactado.
A continuación, se muestran los incrementos otorgados y aplicados sobre las cuotas y los resultantes de la ley.
ACTUALIZACIÓN CUOTAS PROGRAMA NACIONAL DE REPARACIÓN HISTÓRICA

MAR/20 JUN/20 SEP/20 DIC/20


(193) (194) (195) (196)
MOVILIDAD ANSES 9,38% 6,12% 7,50% 5%

156
LEY 27.426 11,61% 10,91% 9,87% 4,49%

b) El reclamo de las cuotas pendientes por los herederos ante el fallecimiento del titular de reparación histórica:
La reparación histórica solo está prevista para titulares, es decir, que fallecido el beneficiario pasa a la pensión, pero
no a los herederos. Los herederos que pretendan el cobro de las cuotas de reparación histórica pendientes a la fecha del
fallecimiento deberán reclamarlo judicialmente.
c) El alcance de la renuncia efectuada en estos acuerdos por el titular:
Por último, puede advertirse, del modelo que se agrega como anexo, que la suscripción del acuerdo contempla en
forma explícita una renuncia. Así, del acuerdo mencionado puede leerse que en el punto IV. Aceptación del beneficiario,
expresamente dice:
"... En tal sentido, EL BENEFICIARIO encontrándose debidamente informado, y obrando con discernimiento, intención
y libertad, acepta la propuesta efectuada por ANSES que arroja el resultado indicado en el punto III.-2., cuya liquidación
ha sido practicada en los términos de la Ley Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados y sus
normas reglamentarias, manifestando que no tiene nada más que reclamar a la ANSES por ningún concepto emergente
del beneficio considerado en este acuerdo, que desiste de todos los reclamos judiciales y administrativos por recálculo o
redeterminación del haber inicial, por reajuste de haberes, y  por cualquier otro concepto vinculado a este beneficio
previsional, iniciados contra el organismo y/o el Estado Nacional, y que renuncia a cualquier otro reajuste que no sea el
reconocido en este acuerdo" (el destacado me pertenece).
La renuncia tiene tal magnitud que comprometería, inconstitucionalmente, reclamos futuros derivados de situaciones
futuras, por ejemplo, la suspensión de la movilidad que atravesamos en este momento. Si la ANSES articulara en su
defensa ante nuevos planteos esta renuncia, claramente se generaría un nuevo punto de conflicto que incrementaría la
litigiosidad que se pretendía reducir.

Anexo

Formulario ANSES PS 6.18. Solicitud de prestaciones previsionales

157
158
159
160
161
Formulario ANSES PS 6.3. Declaración jurada sobre nivel de educación formal alcanzado

162
Detalle del beneficio

163
164
165
166
167
168
169
Fallo "Villalobo"
Corte Suprema de Justicia de la Nación
RETIRO POR INVALIDEZ. CARÁCTER DE APORTANTE REGULAR O IRREGULAR CON DERECHO. CÓMPUTO
DE LOS PLAZOS.
Causa: "Villalobo, Mario José Mercedes c. ANSES s/jubilación por invalidez".
Corte Suprema de Justicia de la Nación, V. 33. XXXVI, 6/2/01.
1 El asunto: el fallo de cámara reconoció el derecho del actor al retiro por invalidez solicitado y a tal efecto dejó
establecido que para acreditar el carácter de aportante regular o irregular con derecho, los plazos a que se refiere la
reglamentación del art 95 de la ley 24241 deben computarse desde la fecha en que el recurrente se había incapacitado y
no desde la solicitud del beneficio
2 La Corte Suprema declara desierto el recurso ordinario de apelación interpuesto por la ANSeS, por la falta de una
fundamentación adecuada
Considerando:
1°) Que contra el pronunciamiento de la Sala I de la Cámara Federal de la Seguridad Social que confirmó el fallo de la
instancia anterior que había revocado la resolución del organismo previsional y ordenado que se otorgara el beneficio
solicitado, la ANSeS interpuso el recurso ordinario de apelación que fue concedido y es formalmente procedente según
lo establecido en el art. 19 de la ley 24.463.
2°) Que, a tal efecto, el  a quo  señaló que el plazo para acreditar el carácter de aportante regular o irregular con
derecho, en el caso, debía computarse desde la fecha en que el peticionario se había incapacitado —14 de abril de 1994
— y no desde la solicitud del beneficio por invalidez.
3°) Que el memorial de la demandada contiene planteos genéricos en los cuales enumera los diversos decretos que
reglamentaron el art. 95 de la ley 24.241, pero no impugna los fundamentos del fallo que ataca mediante una crítica
concreta y razonada; confunde el caso con una solicitud de pensión y menciona una fecha de cese de tareas que no
condice con las constancias de la causa, circunstancias que impiden su tratamiento y llevan a declarar la deserción del
recurso.
Por ello, se declara desierta la apelación deducida. Costas por su orden (art. 21 de la ley 24.463). Practíquese la
comunicación a la Procuración del Tesoro a los fines del art. 6° de la ley 25.344. Notifíquese y devuélvase.

Fallo "Pinto"
P. 1861. XL.
R.O.
"Pinto, Ángela Amanda c. ANSeS s/pensiones"
Corte Suprema de Justicia de la Nación
Buenos Aires, 6 de abril 2010.
Vistos los autos: "Pinto, Ángela Amanda c. ANSeS s/pensiones"
Considerando:
1) Que contra el pronunciamiento de la Sala II de la Cámara Federal de la Seguridad Social que revocó el fallo de la
instancia anterior —que había admitido la demanda dirigida a obtener el beneficio de pensión— por entender que a la
fecha del deceso el causante no se hallaba desempeñando actividad alguna, ni reunía los extremos exigidos por la ley
24.241 ni por sus decretos reglamentarios para transmitir el derecho a pensión, la cónyuge supérstite dedujo recurso
ordinario de apelación que fue concedido en los términos del art. 19 de la ley 24.463.
2) Que la recurrente sostiene que el art. 95 de la ley 24.241 y sus sucesivas reglamentaciones resultan
inconstitucionales, pues la privan de un beneficio de carácter alimentario que cuenta con protección constitucional; que el

170
tribunal ha omitido valorar que el causante ha contribuido durante 22 años al sistema y que convalidar lo decidido por
el a quo constituiría un enriquecimiento sin causa a favor del Estado.
3) Que más allá de que los argumentos propuestos se dirigen a objetar la validez constitucional del decreto 460/99,
esta Corte ha propiciado una interpretación amplia de dicha norma a partir del precedente "Tarditti" (Fallos: 329:576), en
el que ha dicho que la regularidad de los aportes no debe ser evaluada sobre la base de considerar sólo un período
laboral que no pudo ser completado por la muerte del causante, sino que debe ser valorada de modo proporcional con
los lapsos trabajados y el período de afiliación.
4) Que, en esa línea de razonamiento, las consideraciones que sustentan al cuestionado decreto dan cuenta de que
no fue dictado para restringir el acceso de los asalariados a las prestaciones de la seguridad social, sino para subsanar
situaciones de injusticia ocasionadas por las anteriores reglamentaciones —decretos 1120/94 y 136/97— y contemplar
las de aquellos afiliados que para el tiempo de la invalidez o fallecimiento se encontraran con dificultades de empleo.
5) Que, en tal sentido, el art. 1, inc. 3, del decreto 460/99, con el fin de que un afiliado pudiese acreditar la calidad de
aportante irregular con derecho y, de tal modo, acceder a un beneficio, redujo a doce meses los aportes que debía tener
dentro de los últimos sesenta previos a la fecha de la solicitud o fallecimiento, siempre que también completase al menos
un 50% del mínimo de servicios requeridos en el régimen común (15 años).
6) Que, en relación con este último punto, la resolución 57/1999 de la Secretaría de Seguridad Social, estableció que
cuando el decreto 460/99 se refiere al mínimo de años de servicios exigidos en el régimen común "... para acceder a la
jubilación ordinaria", se remite al requisito de años de servicios establecido por el art. 19, inc. c, de la ley 24.241 (art. 5).
7) Que el citado art. 19 establece como requisito para tener derecho a las prestaciones que prevé el sistema legal,
acreditar treinta años de servicios y contar con sesenta y cinco años de edad —para los hombres—, lo que representa
una vida útil laboral de cuarenta y siete años si se comienza a aportar a los dieciocho, por lo que el cumplimiento de la
totalidad de dichos requisitos equivaldría al 100% de los aportes de la vida laboral masculina.
8º) Que la conclusión que antecede resulta de particular relevancia habida cuenta de que la norma establece el inicio
de los aportes a los 18 años de edad, y teniendo en cuenta que el de cujus falleció a los 54, su historia laboral quedó
reducida a 36 años, por lo que si dentro de ese lapso hubiese completado al menos 22 años de servicios, habría
cumplido, de acuerdo con el criterio del referido art. 19, el equivalente al 100% de sus aportes posibles.
9º) Que, en tales condiciones, como los 20 años y 3 meses que surgen del cómputo de fs. 37, representan más del
50% del mínimo de servicios que se le podrían haber exigido al causante en forma proporcional con su vida laboral, no
cabe sino reconocerle la calidad de aportante irregular con derecho en los términos del art. 1, inc. 3, del decreto 460/99.
10) Que, en el particular caso de autos, el de cujus, no se hallaba desempeñando actividad laboral alguna desde el
año 1990 hasta la fecha de su fallecimiento ocurrido el 30 de junio de 1998, razón por la cual los servicios computados
no están comprendidos dentro de los últimos 60 meses previos al deceso, tal como lo exige el art. 1, inc. 3, del decreto
460/99, no obstante lo cual, en atención a los 20 años de servicios con aportes realizados por el causante, no cabe
imputar falta de solidaridad social sin incurrir en una ligera apreciación de los antecedentes de autos (Fallos: 329:576).
11) Que merece una consideración especial de este Tribunal la situación del causante. Como surge de las
constancias de autos se trata de un supervisor de fábrica que trabajó en empresas metalúrgicas y aportó al sistema de la
seguridad social durante la mayor parte de su vida activa y que el hecho de encontrarse desempleado en un período
socio económico del país caracterizado por esa circunstancia, no puede redundar en su contra.
Por ello, el Tribunal resuelve: declarar procedente el recurso ordinario deducido, revocar la sentencia apelada
respecto de lo decidido y ordenar a la ANSeS que otorgue el beneficio de pensión solicitado, considerando al causante
aportante irregular con derecho en los términos del art. 1, inc. 3, del decreto 460/99. Notifíquese y devuélvase.

Fallo "Elliff"
E.131 XLIV.
R.0.
"Elliff, Alberto José c. ANSeS s/reajustes varios"
Corte Suprema de Justicia de la Nación
Buenos Aires, 11 de agosto 2009.
Vistos los autos: "Elliff, Alberto José c. ANSeS s/reajustes varios"
Considerando:
1) Que contra la sentencia de la Sala II de la Cámara Federal de la Seguridad Social que revocó parcialmente la de la
instancia anterior que había ordenado nuevos cálculos del nivel inicial y de la movilidad del haber del jubilado, la
demandada dedujo recurso extraordinario que fue concedido.
2) Que el  a quo  ordenó que la actualización de las remuneraciones computables a efectos de determinar las
prestaciones compensatoria y adicional por permanencia se practicara hasta la fecha de adquisición del beneficio, sin la
limitación temporal contenida en la resolución de la ANSeS número 140/95, a la vez que dispuso una movilidad

171
equivalente a la variación anual del índice de salarios, nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y
Censos, hasta el 31 de diciembre de 2006.
3) Que el organismo previsional se agravia de lo resuelto sobre el cálculo del haber inicial ya que entiende que la
actualización no puede efectuarse sino hasta el 31 de marzo de 1991, toda vez Corte Suprema de Justicia de la Nación
que la ley 23.928, además de prohibir toda indexación desde esa fecha, dio estabilidad a los precios y salarios de modo
que no registraron variaciones durante el período en cuestión.
4) Que dichos planteos no pueden prosperar. Ello es así por cuanto el art. 24, inc. a, de la ley 24.241 dispone que el
haber mensual de la prestación compensatoria se calculará "... sobre el promedio de las remuneraciones sujetas a
aportes y contribuciones actualizadas y percibidas durante el período de 10 años inmediatamente anterior a la cesación
del servicio", sin efectuar distinción alguna sobre ingresos computables a valor nominal ni sobre períodos excluidos de la
actualización, aspecto que tampoco se observa en su reglamentación dada por decreto 679/95.
5) Que tal circunstancia adquiere particular relevancia para la solución de la controversia, por tratarse de una norma
específica de la seguridad social y posterior a la ley 23.928 invocada por la ANSeS, lo que lleva a concluir que la
actualización de las remuneraciones a fin de calcular el valor de las prestaciones no se halla comprendida en la genérica
derogación de normas que establecían o autorizaban cláusulas indexatorias contenida en el art. 10 de la citada ley de
convertibilidad (véase voto de la Dra. Argibay en la causa "López", publicada en Fallos: 331:2538).
6) Que tal conclusión concuerda con lo señalado por el Tribunal en el sentido de que el empleo de un indicador
salarial en materia previsional no tiene como finalidad compensar el deterioro inflacionario sino mantener una razonable
proporción entre los ingresos activos y pasivos, que se vería afectada si en el cálculo del haber jubilatorio no se
reflejaran las variaciones que se produjeron en las remuneraciones (causas "Sánchez" y "Monzo" en Fallos: 328:1602,
2833 y 329:3211).
7) Que ello lleva a considerar que la resolución 140/95, al acotar las actualizaciones de las remuneraciones, excedió
la facultad de reglamentar "... la aplicación del índice salarial a utilizar..." que la ley 24.241 delegó en el organismo,
debiendo señalarse además que los argumentos desarrollados por la demandada sobre el punto resultan contradictorios
ya que hallándose aún vigente la prohibición genérica de indexar que invoca —conforme el art. 42 de la ley 25.561—,
dictó las resoluciones 298/08 y 135/09 que introdujeron modificaciones en los coeficientes de actualización a partir del
mes de octubre de 2004.
8) Que respecto de la movilidad ordenada por la alzada, la recurrente sostiene que al declarar la invalidez
constitucional del art. 72, inc. 2, de la ley 24.463 el  a quo  ha procurado restablecer regímenes derogados,
particularmente las disposiciones del art. 53 de la ley 18.037 y 32 de la ley 24.241 en su texto original. Dicho agravio no
guarda relación alguna con la sentencia apelada, por lo cual el recurso debe ser parcialmente rechazado por falta de
fundamento.
9) Que la demandada afirma también que la determinación del nivel de las prestaciones es competencia exclusiva del
Congreso Nacional, que la ley 24.241 difiere de los regímenes anteriores por la menor incidencia que tienen en el haber
inicial las retribuciones de los últimos años, y que a partir de la ley 24.463 es remota la vinculación del beneficio con el
salario percibido al cese.
10) Que, al respecto, cabe señalar que la Corte ha reconocido invariablemente las facultades del legislador para
organizar el sistema previsional, ejercitadas dentro de límites razonables, es decir, de modo que no afecten de manera
sustancial los derechos garantizados por la Constitución Nacional (Fallos: 311:1937; 329:3089).
11) Que, desde tal perspectiva, el Tribunal ha destacado que la prestación previsional viene a sustituir el ingreso que
tenía el peticionario como consecuencia de su labor (Fallos: 289:430; 292; 447; 293:26; 294:83 entre muchos otros), de
modo que el nivel de vida asegurado por la jubilación debe guardar una relación justa y razonable con el que le
proporcionaban al trabajador y a su núcleo familiar las remuneraciones que venía recibiendo y que definían la cuantía de
sus aportes.
Ello ha llevado a privilegiar como principio el de la necesaria proporcionalidad entre los haberes de pasividad y de
actividad (Fallos: 279:389; 300:84; 305:2126; 328:1602).
12) Que dichas consideraciones llevan a descartar los planteos que pretenden, esgrimiendo diferencias en las
técnicas de cálculo de los haberes y genéricas alegaciones sobre la solidaridad propia del sistema, desvincular
totalmente el monto de la jubilación de lo acontecido con las retribuciones de los activos y tener como única referencia
las asignaciones presupuestarias, aspecto este último que ha sido examinado por el Tribunal en el precedente "Badaro"
(Fallos: 329:3089 y 330:4866), que resulta aplicable en autos en virtud de las disposiciones del art. 5 de la ley 24.463, de
contenido análogo al art. 72, inc. 2, de dicha norma.
Por ello, y de conformidad —en lo pertinente— con lo dictaminado por la señora Procuradora Fiscal, el Tribunal
resuelve: declarar parcialmente procedente el recurso extraordinario deducido por la ANSeS y confirmar la sentencia
apelada. Notifíquese y devuélvase.

Fallo "Blanco"
CSS42272/2012/CS1-CA1
"Blanco, Lucio Orlando c. ANSeS s/reajustes varios"

172
Corte Suprema de Justicia de la Nación
Buenos Aires, 18 de diciembre 2018.
Vistos los autos: "Blanco, Lucio Orlando c. ANSeS reajustes varios"
Considerando:
1°) Que el actor dedujo una demanda dirigida a obtener la recomposición de su jubilación, adquirida en el año 2003
bajo el régimen de la ley 24.241 (t.o. según Boletín Oficial 1993). Explicó que el haber inicial fue calculado según las
disposiciones del art. 24 de la ley citada y de las resoluciones de la ANSeS Nros. 63/94 y 140/95, que ordenaban
actualizar las remuneraciones de los últimos diez años de servicios solo hasta el mes de marzo de 1991, a efectos de
cumplir con lo previsto en la Ley de Convertibilidad.
El demandante sostuvo que el congelamiento de una parte de los salarios percibidos a partir de la última fecha
indicada y el cómputo de los devengados con posterioridad según sus montos nominales, sin incluir las variaciones
habidas hasta el momento de adquisición de su derecho al beneficio, deterioró significativamente el valor de su
jubilación.
2°) Que la Sala II de la Cámara Federal de la Seguridad Social —en lo que interesa al caso— confirmó el
pronunciamiento de la instancia anterior en lo atinente a la realización de un nuevo cálculo del nivel inicial de las
prestaciones compensatoria y adicional por permanencia. Juzgó que para calcular dichas prestaciones, las
remuneraciones debían ser actualizadas mediante el índice de salarios básicos de la industria y la construcción (ISBIC)
hasta la fecha de vigencia de la ley 26.417 y, a partir de allí, según las disposiciones del art. 32 de la ley 24.241
(reformada por la ley citada en primer término).
De tal modo, desestimó el planteo de la demandada de que se empleara el índice contemplado por el decreto
807/2016 y por la ley 27.260, que mide la evolución de la "Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores
Estables" (RIPTE).
3°) Que contra dicha sentencia, la Administración Nacional de la Seguridad Social dedujo el recurso extraordinario
que fue concedido.
La recurrente aduce que las instancias anteriores hicieron una incorrecta interpretación del precedente de esta Corte
"Elliff" (Fallos: 332:1914), dado que ese fallo no especifica la utilización de un determinado índice para la recomposición
de los haberes iniciales. Afirma además que la sentencia apelada prescinde de la legislación vigente, en particular, del
citado decreto 807/2016 y de la mencionada ley 27.260, que establecieron cuáles eran los apropiados para actualizar
salarios, distinguiendo tres períodos, para ninguno de los cuales se previó el uso del ISBIC.
Sostiene que al momento en que el actor adquirió el beneficio jubilatorio —año 2003— había un vacío legal en
materia de actualización de remuneraciones, que no puede ser razonablemente suplido mediante el empleo pretoriano
del ISBIC, ya que este indicador refleja solo lo acontecido con los sueldos de un sector de la economía y no los cambios
ocurridos en los ingresos de la generalidad de los trabajadores, además de arrojar, en el período que cuestiona,
variaciones que duplican a las de otras series estadísticas sobre ingresos. Peticiona, en consecuencia, que se ordene la
sustitución del ISBIC por el indicador que mide las variaciones de la Remuneración Imponible Promedio de los
Trabajadores Estables (RIPTE).
4°) Que el remedio intentado es formalmente admisible, pues se encuentra en tela de juicio la interpretación de
normas federales y la decisión atacada ha sido contraria al derecho que la recurrente funda en ellas (art. 14, inciso 30,
de la ley 48).
Las objeciones con sustento en la doctrina de la arbitrariedad de sentencia se encuentran referidas a la cuestión
federal indicada, por lo que quedan comprendidas en ella y, por ende, deben ser tratadas en forma conjunta (doctrina de
Fallos: 323:1625 y 338:556, entre otros). Con el objetivo de establecer la interpretación de las normas federales bajo
análisis, la Corte no está limitada en su decisión por los argumentos de las partes o del a quo, sino que le incumbe
realizar una declaratoria sobre el punto disputado (conf. Fallos: 308:647; 318:1269; 330:2286; 333:604, 2396 y 339:609).
5°) Que los agravios de la ANSeS dirigidos a hacer valer las modificaciones introducidas al sistema previsional por el
dec. 807/2016 y por la ley 27.260, no pueden prosperar pues dichas normas no resultan aplicables al caso.
En efecto, el dec. 807/2016 limitó los ajustes que fijó, a las prestaciones que se otorgasen con alta mensual a partir de
agosto de 2016 (art. 5°), lo cual deja al titular de estas actuaciones fuera de sus prescripciones.
Por otro lado, el "Programa Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados" —ley 27.260—, se
aplica a los beneficiarios "que voluntariamente decidan participar" (art. 4°), condición esta última que no se verifica en el
caso.
6°) Que con posterioridad a la interposición del recurso extraordinario, la ANSeS dictó la resolución N° 56/2018, de
fecha 3 de abril del corriente año, invocando las facultades conferidas por el art. 36 de la ley 24.241. La nueva
disposición ordena que para realizar los cálculos del nivel inicial de las prestaciones con altas anteriores al 1°de agosto
de 2016, las remuneraciones deben actualizarse con el índice combinado aprobado por la resolución de la Secretaría de
Seguridad Social N°6/2016, que en lo que respecta al período cuestionado en el presente caso, contempla la aplicación
del índice de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) desde el 1°de abril de 1995
hasta el 30 de junio de 2008.
7°) Que habida cuenta de la incidencia de dicha resolución en el examen de las cuestiones planteadas en la presente
causa, el Tribunal decidió oír a las partes a los efectos de que pudieran ejercer su derecho de defensa en juicio (fs. 97;

173
98/101; 102; 104/112 y 113/116). Asimismo, corresponde señalar que el organismo previsional puso en conocimiento del
Tribunal el dictado de la resolución N° 1/2018 de la Secretaría de Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Salud
y Desarrollo Social, y solicitó una medida para mejor proveer.
8°) Que la cuestión pendiente de tratamiento por este Tribunal se circunscribe entonces a determinar así, como pide
la ANSeS, resulta válida la aplicación de la resolución N° 56/2018 al caso, ratificada por la citada resolución N°1/2018 de
la Secretaría de la Seguridad Social, en cuanto determina la actualización de las remuneraciones por el índice RIPTE.
La factibilidad de tal aplicación conduce a recordar inicialmente que el Congreso de la Nación —como poder
representativo de la voluntad popular— recibe de la Constitución Nacional el mandato de reglamentar el ejercicio de los
derechos constitucionales mediante el dictado de leyes, siempre cuidando de no desnaturalizar su contenido (arts. 14 y
28 de la Constitución Nacional).
En particular, el art. 14 bis de la Constitución Nacional dispone que "la ley establecerá (...) jubilaciones y pensiones
móviles", lo cual revela la voluntad del constituyente de que dicho departamento del Estado sea el que disponga la
extensión y las características del sistema de seguridad social con el objeto de otorgar "sus beneficios" a los habitantes
de la Nación.
9°) Que la autoridad legislativa en materia de seguridad social ha sido reconocida por esta Corte desde antiguo
(Fallos: 170:12; 173:5; 179:394; 326:1431; 328:1602 y 329:3089), en el entendimiento de que son facultades propias de
la competencia funcional de ese poder con el fin de cumplir con el objetivo establecido en el Preámbulo de "promover el
bienestar general".
10) Que en ejercicio de esta facultad, al dictar la ley 24.241 en el año 1993, el Congreso derogó la ley 18.037 —que
preveía la utilización del índice del nivel general de remuneraciones para calcular el haber inicial de las prestaciones— y
encomendó a la ANSeS que reglamente la aplicación del índice salarial que debía utilizarse a los fines de establecer el
promedio de las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones, actualizadas y percibidas durante el período de diez
años inmediatamente anteriores a la cesación en el servicio, poniendo como única condición que fuese de carácter
oficial (confr. art. 24, inc. a —concordante con el art. 158, inc. 50, apartado 1— del texto original de la ley 24.241,
publicada en el Boletín Oficial el 18 de octubre de 1993).
11) Que en cumplimiento de ese mandato, el organismo previsional dictó la resolución N° 63/94. En sus
consideraciones puede leerse que para la mentada actualización "resulta razonable aplicar como índice salarial, el de
salario básico de convenio de la industria y la construcción (promedio general personal no calificado), por resultar el más
adecuado a los fines de la ley". La ANSeS entendió, sin embargo, que en la fórmula debía emplearse el "... índice
promediado al 31 de marzo dé 1991 de acuerdo a lo que prescribe la ley 23.928". Aprobó, en consecuencia, una tabla de
coeficientes anuales.
El indicador y su alcance temporal fueron ratificados por la demandada en el año 1995 al fijar la tabla de coeficientes
mensuales para las actualizaciones, en tanto ordenó que para determinar el ingreso base debía emplearse "el índice de
salarios básicos de convenio de la industria y la construcción (promedio general personal no calificado) base marzo de
1991, en concordancia con el criterio adoptado en la Res. N°63/94 de esta Administración nacional" (art. 1°de la
resolución de la ANSeS 140/95).
12) Que en la causa "Elliff" (Fallos: 332:1914), fallada en 2009, este Tribunal rechazó la pretensión de la
administración previsional de mantener, en el cálculo de las prestaciones obtenidas bajo el régimen de la ley 24.241, el
valor nominal de las remuneraciones desde el mes de marzo de 1991, tal como lo establecía la última resolución citada.
Para fundar su decisión, el Tribunal explicó que los salarios tenidos en cuenta para el cálculo del primer haber no
podían ser congelados al 31 de marzo de 1991, porque el empleo de un índice salarial en materia de jubilaciones apunta
a mantener una razonable proporción entre el ingreso de los trabajadores y los del sector pasivo y que, por lo tanto, no
podía ser utilizado para limitar la actualización de los beneficios jubilatorios. De aceptar el razonamiento propuesto por la
ANSeS en la resolución citada —prosiguió la Corte— se desconocería el principio de proporcionalidad previsional, según
el cual el nivel de vida del jubilado debe guardar una relación justa y razonable con el que alcanza un trabajador y su
familia por el ingreso que percibe de su labor.
13) Que en el citado precedente, al defender el contenido de la resolución N°140/95, la ANSeS sostuvo que la
potestad de determinar el nivel de las prestaciones pertenecía en forma "exclusiva" al Congreso de la Nación.
La Corte le recordó entonces que desde siempre sus fallos han reconocido la facultad del Poder Legislativo para
organizar el sistema de jubilaciones y pensiones, y precisó que la ley 24.241 no había efectuado distinción alguna sobre
ingresos computables a valor nominal ni sobre períodos excluidos de la actualización, de manera tal que, al distinguir
situaciones no previstas en la ley, la resolución citada había incurrido en un exceso reglamentario.
Finalmente, la Corte agregó que si el legislador hubiese querido limitar el cálculo del promedio con. fundamento
genérico en la Ley de Convertibilidad —ley 23.928—, no hubiese dictado tiempo después una ley especial de carácter
previsional —la ley 24.241— que no establece ningún límite al cálculo sobre el promedio de 10 años.
Como puede advertirse, el alcance del fallo "Elliff" no ha sido adecuadamente interpretado por la ANSeS al apelar la
sentencia de la cámara.
14) Que la facultad de elegir el indicador para la actualización de los salarios computables fue reasumida por el
legislador al sancionar la ley 26.417 en el año 2008. Este cuerpo normativo, por el que se modificó la movilidad del
régimen previsional público, escogió un índice combinado (detallado en su Anexo) y ordenó su aplicación a las
remuneraciones "que se devenguen a partir de la vigencia de la presente ley" (arts. 2°y 6°).

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Asimismo, al modificar el segundo párrafo del inciso a del art. 24 de la ley 24.241 —sancionada en 1993— facultó a la
Secretaría de Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a dictar las normas
reglamentarias que establecerían los procedimientos de cálculo del correspondiente promedio de remuneraciones (art.
12 de la ley 26.417 citada).
Dicha secretaría, por resolución N° 6/2009, estableció que las disposiciones de la ley 26.417 serían aplicables a partir
del 1°de marzo de 2009 y que la ANSeS "elaborará y aprobará el índice previsto en el art. 32 de la Ley N° 24.241, y
determinará los coeficientes aplicables a fin de practicar la actualización de las remuneraciones que dispone el art. 24,
inciso a) de la citada ley, el cual se aplicará según los criterios definidos en la presente resolución, para las prestaciones
cuyos titulares hubieran cesado a partir del 28 de febrero de 2009 inclusive" (arts. 1° y 4°).
15) Que la ANSeS sustentó su facultad para dictar la resolución N° 56/2018 en el art. 36 de la ley 24.241, que no fue
modificado por la ley 26.417.
El mencionado art. 36 confirió al organismo previsional la autoridad para aplicar, controlar y fiscalizar el régimen de
reparto y, en particular, para dictar normas reglamentarias en los ítems que señaló en una enumeración meramente
enunciativa, que no excluía a aquellas funciones no especificadas que hagan al normal ejercicio de sus facultades de.
administración del sistema.
16) Que corresponde examinar si el mencionado art. 36 de la ley 24.241 atribuye al organismo previsional
competencia para fijar el índice de actualización de las remuneraciones correspondiente, en el caso, al período aquí
cuestionado. Asimismo, cabe indagar si la Secretaría de la Seguridad Social —que ratificó la resolución N° 56/2018—
está facultada para elegir el mencionado índice, en virtud de lo dispuesto por el art. 12 de la citada ley 26.417.
En primer lugar, resulta conveniente recordar que el art. 36 de la ley 24.241 es contemporáneo a la redacción original
del art. 24 de la ley 24.241 (de 1993), que encomendaba a la ANSeS la elección del índice de actualización y que quedó
derogado con el dictado de la ley 26.417.
No es posible considerar que la potestad para decidir el índice de recomposición de las remuneraciones pueda
razonablemente inferirse de la previsión genérica del art. 36 ya citado. Ello es así toda vez que el legislador que lo
concibió consideró necesario disponer en forma expresa sobre el punto y lo hizo asignándola en ese momento a la
ANSeS por medio del entonces vigente art. 24, inciso a, de la ley 24.241, texto original.
En segundo lugar, cabe destacar que el art. 12 de la citada ley 26.417, sustituyó el órgano encargado de dictar
normas reglamentarias (de la ANSeS a la Secretaría de Seguridad Social) y la función que debía cumplir. Asimismo, de
manera mucho más significativa, a partir de la sanción de esta ley, el legislador reasumió la atribución de elegir el índice
de actualización de los salarios (art. 2°).
En efecto, el nuevo art. 24 de la ley 24.241 -texto según ley 26.417- solo otorga a la Secretaría de la Seguridad Social
la potestad de establecer los procedimientos de cálculo del promedio de remuneraciones. El contenido de esta facultad
no puede ser ponderado de manera aislada y genérica, sino que debe ser entendido en conjunto con el art. 25 de la ley
24.241 en cuanto establece que "Para establecer el promedio de las remuneraciones no se considerará el sueldo anual
complementario ni los importes que en virtud de lo establecido en el segundo párrafo del art. 9; excedan el máximo fijado
en el primer párrafo del mismo artículo".
17) Que por lo expresado resulta imperativo concluir que la fijación del índice de actualización no puede considerarse
incluida dentro de las atribuciones genéricas que la ley 24.241 —texto según ley 26.417— reconoce en cabeza de la
ANSeS (art. 36) como tampoco dentro de la facultad específica otorgada a la Secretaría de la Seguridad Social (art. 24,
inciso a, segundo párrafo), habida cuenta de que la elección de la variable de ajuste no es un aspecto menor, de detalle,
referente al cumplimiento del régimen de jubilaciones, sino que es una cuestión de la mayor relevancia pues tiene directa
incidencia sobre el contenido económico de las prestaciones, pudiendo afectar el mandato protectorio del art. 14 bis de
la Constitución Nacional o el derecho de propiedad de los beneficiarios.
18) Que, en consecuencia, al no hallarse la determinación del índice de actualización dentro del poder reglamentario
del art. 36 de la ley 24.241 y al haberse dictado la resolución N° 56/2018 después de que finalizara —con la sanción de
la ley 26.417— la vigencia de la redacción original del art. 24 de la mencionada ley 24.241, cabe concluir que la ANSeS
se ha arrogado una facultad que ya no poseía, como tampoco la tenía la Secretaría de Seguridad Social, dependiente
del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, al dictar la resolución N° 1/2018 que ratifica el índice fijado por la norma que
es objeto de examen en la presente decisión.
En efecto, no puede admitirse el ejercicio de una potestad de exclusivo resorte del Poder Legislativo Nacional,
ejecutada por ese departamento del Estado desde el año 2008 en dos oportunidades (leyes 26.417 y 27.426).
19) Que habida cuenta de que la resolución N° 56/2018 en debate (ratificada por la mencionada resolución N° 1/2018
de la Secretaría de Seguridad Social) ha sido sobreviniente a la deducción del recurso y las partes han tenido
oportunidad de expedirse sobre su incidencia en el caso, ejerciendo su derecho de defensa en juicio, nada obsta a que
esta Corte, como ya lo ha resuelto en la causa "Rodríguez Pereyra" (Fallos: 335:2333 y sus citas), declare de oficio su
inconstitucionalidad.
20) Que, en suma, el alcance del poder que el constituyente ha otorgado al Congreso de regular la distribución de "los
beneficios de la seguridad social" debe inscribirse en una comprensión que enlaza la realización del proyecto social de la
Constitución Nacional con el juicio y decisión de los representantes del pueblo y de las provincias, pues son los
legisladores quienes en mejores condiciones están de realizar los designios de nuestro texto constitucional.

175
La intervención indebida que lleva a cabo el Poder Ejecutivo Nacional —a través de la ANSeS y de la Secretaría de la
Seguridad Social— al dictar y ratificar la resolución N° 56/2018 sin tener la potestad constitucional para hacerlo,
contradice el art. 14 bis de la Ley Fundamental que conjuga el ideal representativo con la realización de los derechos
sociales. Asimismo, transgrede la regla básica republicana según la cual cada poder del Estado Federal debe actuar
dentro de su ámbito de competencia, siendo respetuoso del ejercicio que los otros pudieran hacer de los poderes que la
Constitución les atribuye. También desconoce que las normas que desde hace más de cincuenta años han reconocido
las obligaciones del Estado de tutelar al trabajador en situación de pasividad no pueden ser entendidas fuera de la nueva
cláusula del progreso (art. 75, inciso 19, de la Constitución Nacional), según la cual corresponde al Congreso proveer lo
conducente "al desarrollo humano" y "al progreso económico con justicia social".
21) Que por lo expuesto, es el Congreso Nacional en su carácter de órgano representativo de la voluntad popular, el
que deberá establecer, conforme a las facultades conferidas por la Constitución Nacional, el índice para la actualización
de los salarios computables para el cálculo del haber inicial en el período en juego, toda vez que se trata de un
componente decisivo para asegurar la vigencia de los derechos consagrados en el art. 14 bis de la Ley Fundamental.
Reasumida la facultad por el Congreso, será en el marco de la tarea legislativa —a través del diálogo de las dos
cámaras que deben confluir en la sanción de una ley— que se establecerán las pautas adecuadas para hacer efectivo el
mandato del art. 14 bis de establecer "jubilaciones y pensiones móviles".
22) Que hasta que ello suceda y dado que la misión más delicada del Poder Judicial es la de saberse mantener
dentro del ámbito de su jurisdicción, sin menoscabar las funciones que incumben a los otros poderes ni suplir las
decisiones que deben adoptar para solucionar el problema, las cuestiones suscitadas en la presente causa en torno al
haber inicial deberán ser resueltas de conformidad con las consideraciones dadas por el Tribunal en el caso "Elliff"
(Fallos: 332:1914).
23) Que por lo demás, la decisión que se adopta en la presente causa se enrola dentro de la jurisprudencia de esta
Corte Suprema en materia de seguridad social, en la que el Tribunal se ha manifestado particularmente sensible a las
cuestiones que atañen al resguardo de los créditos pertenecientes a la clase pasiva, grupo vulnerable e históricamente
postergado, procurando con sus decisiones hacer efectiva la protección que la Constitución Nacional garantiza a la
ancianidad (art. 75, inc. 23). Con este objetivo, declaró la inconstitucionalidad de normas procesales que conspiraban
contra la celeridad de los procesos previsionales (Fallos: 328:566 "Itzcovich"); reconoció el derecho al reajuste de las
prestaciones previsionales y la movilidad jubilatoria (Fallos: 328:1602 "Sánchez" y 329:3089 "Badaro"); admitió la
actualización de las remuneraciones a los fines de los cálculos de los haberes jubilatorios (Fallos: 332:1914 "Elliff");
reconoció el derecho a la devolución de los aportes voluntarios efectuados al sistema de capitalización (Fallos: 337:1564
"Villarreal"); reconoció la naturaleza previsional de la renta vitalicia extendiéndole la garantía de la movilidad y garantizó
la percepción de una suma equivalente al haber mínimo del régimen ordinario (Fallos: 338:1092 y 339:61 "Etchart" y
"Deprati", respectivamente), y tomó diversas decisiones en materia de atribución de competencia judicial con el objeto de
evitar la postergación injustificada en la tramitación de las causas (Fallos: 337:530 y 339:740 "Pedraza" y "Constantino",
respectivamente).
24) Que razones de seguridad jurídica también deben ser consideradas, ya que esta Corte Suprema de Justicia de la
Nación se ha pronunciado en numerosas oportunidades aplicando el citado precedente "Elliff", del cual no cabe
apartarse, excepto que hubiera una razón suficiente y excepcional.
Un principio de justicia que goza de amplio consenso es aquel que manda desarrollar las libertades y derechos
individuales hasta el nivel más alto compatible con su igual distribución entre todos los sujetos que conviven en una
sociedad dada, así como introducir desigualdades excepcionales con la finalidad de maximizar la porción que
corresponde al grupo de los menos favorecidos (Rawls, John, "A theory of Justice", 1971, Harvard College).
Estos principios se adecuan a la regla de la igualdad (art. 16 de la Constitución Nacional) y se compadecen con la
distribución diferenciada a través de medidas de acción positiva destinadas a garantizar la igualdad real de
oportunidades y el pleno goce de los derechos reconocidos por la Carta Magna y los tratados internacionales vigentes
sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con
discapacidad.
El fin protector de las prestaciones debe ser coherente con una tutela procesal adecuada encaminada a la protección
efectiva que todo derecho merece, acentuada en este supuesto en razón de las particularidades de la edad avanzada,
siempre y cuando las partes hayan tenido oportunidad de ser oídas con arreglo a las reglas del debido proceso.
25) Que en tales condiciones, corresponde llevar a conocimiento del Congreso Nacional la presente decisión a fin de
que en un plazo razonable haga uso de las atribuciones constitucionales que le competen para hacer efectivo el
mandato del art. 14 bis citado, fijando el contenido concreto de las jubilaciones en el período en debate, con especial
ponderación de los principios de proporcionalidad y sustitutividad, según fueron establecidos por este Tribunal en
numerosos precedentes (Fallos: 279:389; 280:424; 292:447; 293:235; 300:84, 571; 305:866; 328:1602), de conformidad
con la protección especial que ha otorgado la Ley Fundamental al conjunto de los derechos sociales.
26) Que, por último, cabe destacar que es precisamente en tiempos de crisis económica cuando la actualidad de los
derechos sociales cobra su máximo significado. En tales etapas críticas, deben profundizarse las respuestas
institucionales en favor de los grupos más débiles y postergados, pues son las democracias avanzadas y maduras las
que refuerzan la capacidad de los individuos y atienden las situaciones de vulnerabilidad en momentos coyunturales
adversos.

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Así lo ha establecido el Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales de las Naciones Unidas en la
Observación General N°19, relativa a los derechos de la Seguridad Social. Allí se reconoce que el ejercicio del derecho a
la seguridad social conlleva importantes consecuencias financieras para los Estados Partes, pero observa que la
importancia fundamental de la seguridad social para la dignidad humana y el reconocimiento jurídico de este derecho,
supone que se le debe dar la prioridad adecuada en la legislación y en la política del Estado. Establece que los Estados
Partes deben elaborar una estrategia nacional para lograr que se ponga plenamente en práctica el derecho a la
seguridad social, y asignar suficientes recursos fiscales y de otro tipo a nivel nacional (conf. Observación General 19 del
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, punto 41).
Por ello, el Tribunal resuelve:
1) Declarar formalmente admisible el recurso extraordinario de la demandada y confirmar la aplicación al caso del
precedente "Elliff".
2) Declarar la inconstitucionalidad de las resoluciones de ANSeS N°56/2018 y de la Secretaría de Seguridad Social
N° 1/2018.
3) Comunicar al Congreso de la Nación el contenido de esta sentencia a fin de que, en un plazo razonable, se fije el
indicador para la actualización de los salarios computables para el cálculo del haber inicial en el período en cuestión.
Asimismo, póngase en conocimiento el escrito presentado por la ANSeS a que alude el considerando 7°, a los efectos
que estime corresponder.
Hasta tanto el Congreso de la Nación sancione la ley con el indicador citado, se aplicará el criterio judicial emergente
del presente caso a las causas pendientes de resolución.
4) Costas por su orden en atención a la complejidad de las cuestiones planteadas. Notifíquese y devuélvase.

Fallo "Benoist"
FRE 12001599/2006/1/RHl
"Benoist, Gilberto c. ANSeS s/previsional ley 24.463".
Corte Suprema de Justicia de la Nación
Buenos Aires, 12 de junio 2018.
Vistos los autos: "Recurso de hecho deducido por la demandada en la causa Benoist, Gilberto c. ANSeS s/previsional
ley 24.463", para decidir sobre su procedencia.
Considerando:
1°) Que el actor, jubilado en el año 2000 tras haberse desempeñado como jefe de departamento de primera en el
Banco del Chaco, inició demanda de reajuste de su prestación por entender que no guardaba la debida relación con los
ingresos de actividad. El Juzgado Federal de Resistencia interpretó que la recomposición del haber inicial había sido
resuelta favorablemente en sede administrativa y dispuso que se aplicara la movilidad reconocida por esta Corte en el
precedente "Badaro" (Fallos: 329:3089 y 330:4866).
2°) Que la Cámara Federal de Resistencia modificó la solución adoptada en lo atinente al cálculo del haber de alta, ya
que no había constancias de que la corrección prevista por la ANSeS se hubiera cumplido, por lo que ordenó que las
remuneraciones empleadas para determinar las prestaciones compensatoria y adicional por permanencia se actualizarán
de conformidad con lo indicado por el Tribunal en el caso "Elliff" (Fallos: 332:1914).
3°) Que el a quo admitió también los planteos del jubilado referentes a la insuficiencia de ese primer haber, lesión que
—según señaló— no podía repararse mediante las soluciones adoptadas. Consideró al respecto que la ley 24.241 no
fijaba, para las prestaciones ordinarias, una tasa de sustitución entre el monto de la jubilación y el promedio de las
remuneraciones de los últimos años de actividad, como lo había hecho para el retiro por invalidez y la pensión por
fallecimiento, para los cuales previó una pauta del 70%.
4°) Que la alzada remarcó que tal omisión debía suplirse, por similitud con las restantes prestaciones y en base a una
exégesis progresiva del derecho, mediante la integración normativa prevista por el art. 156 de la misma ley 24.241. De
tal forma, dejó establecido que el beneficio no podía ser inferior al 70% del promedio de las remuneraciones actualizadas
de los últimos diez años a computar, es decir, la misma tasa otrora prevista por el art. 49 de la ley 18.037, y señaló que
cualquier guarismo inferior resultaba insuficiente y confiscatorio.
5°) Que contra dicha sentencia la demandada dedujo el recurso extraordinario cuya denegación dio origen a la
presente queja, en el que se agravia por entender que resulta arbitraria, ya que no existe una omisión del legislador que
deba ser suplida. Añade que por tal razón la disposición de la cámara excede sus facultades jurisdiccionales y atenta
contra las bases del sistema previsional, cuya más importante innovación ha sido la eliminación de la tasa de sustitución
salarial, complementada con la prohibición de toda referencia a una relación fija con las remuneraciones.
6°) Que a fin de esclarecer la procedencia de tales críticas, es menester analizar el encuadramiento legal empleado
por el a quo. Cabe recordar para ello que el art. 156 de la ley 24.241 prevé efectivamente la aplicación de la ley 18.037,
para lo cual deben cumplirse dos requisitos: que se trate de un supuesto no contemplado en el sistema integrado y que
las disposiciones del régimen anterior no sean opuestas ni incompatibles con el vigente.

177
7°) Que el porcentaje sobre el promedio de remuneraciones al que aludía el art. 49 de la ley 18.037 no constituía un
mínimo impuesto a un haber jubilatorio que se hubiera fijado por otros medios sino que era la esencia misma del método
de determinación del nivel inicial de la prestación, sin cuya existencia este no hubiera podido precisarse.
8°) Que en la ley 24.241, por el contrario, no resulta necesaria la existencia de un porcentual para calcular el monto
del beneficio, sino que este surge del empleo de las normas que regulan sus distintos componentes. De tal modo, el
régimen vigente no se basa en una tasa de sustitución expresa y aplicable a todos los beneficiarios sino que esa relación
entre ingresos y prestaciones surge implícita de los cálculos realizados y varía según la cantidad de servicios con
aportes que hubiere acreditado cada peticionario y del nivel de las remuneraciones percibidas.
9°) Que en este aspecto, le asiste razón a la demandada cuando expresa que el sistema previsional ha sido
concebido como una herramienta de redistribución. Ello es así por cuanto uno de los componentes de la jubilación, la
prestación básica universal, es una suma fija independiente de las remuneraciones individuales de los afiliados, que
adquiere mayor relevancia en los sectores de menores ingresos hasta hacerlos alcanzar tasas de sustitución
considerablemente superiores al porcentaje al que alude la sentencia apelada, y resulta de menor significación para
quienes han percibido remuneraciones elevadas, que ven reducido el porcentual de sustitución en cuestión.
10) Que de lo examinado hasta este punto se desprende que el a quo ha declarado la existencia de un supuesto no
contemplado en la ley 24.241, sin realizar el análisis exhaustivo de la normativa en juego que lo hubiera llevado a una
conclusión opuesta, y que al proceder de tal manera ha contrariado el criterio interpretativo, reiterado en numerosas
oportunidades por esta Corte, de que no cabe presumir que el legislador haya actuado con inconsecuencia o imprevisión
al dictar las leyes (Fallos: 315:1922; 321:2021 y 2453; 322:2189; 329:4007, entre otros). Tampoco se advierte que la
sentencia en crisis haya efectuado consideración alguna sobre el restante recaudo del art. 156 de la ley 24.241, es decir,
la compatibilidad entre el uso del porcentaje del art. 49 de la ley 18.037, despojado de su función de herramienta de
cálculo de una jubilación para asumir el rol de "piso" de las prestaciones del sistema, con el conjunto de normas de la ley
24.241.
11) Que lo dicho lleva a descalificar el fallo apelado por no cumplirse en el caso los recaudos del art. 156 citado.
12) Que los restantes agravios de la ANSeS son inadmisibles (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación).
Por ello, y lo concordemente dictaminado por el señor Procurador Fiscal, el Tribunal resuelve: declarar admisible la
queja, parcialmente procedente el recurso extraordinario interpuesto por la ANSeS y revocar la sentencia apelada con el
alcance que surge de las consideraciones que anteceden. Notifíquese, agréguese la queja al principal y, oportunamente,
devuélvase.

Fallo "Sánchez"
S. 2758. XXXVIII.
R.0.
"Sánchez, María del Carmen c. ANSeS s/reajustes varios".
Corte Suprema de Justicia de la Nación
Buenos Aires, 28 de julio 2005.
Autos y Vistos; Considerando:
1°) Que contra el pronunciamiento de la Sala II de la Cámara Federal de la Seguridad Social que confirmó las pautas
establecidas por el fallo de primera instancia para la movilidad de los haberes y desestimó los planteos de
inconstitucionalidad formulados por la actora, las partes dedujeron sendos recursos ordinarios de apelación que fueron
concedidos de conformidad con lo dispuesto por el art. 19 de la ley 24.463.
2°) Que los planteos de la demandante que se refieren a que la entrada en vigencia de la ley 23.928 no afectó la
movilidad establecida por la ley 18.037, suscitan la consideración de cuestiones sustancialmente análogas a las
examinadas en las disidencias de los jueces Petracchi, Belluscio, Bossert y Fayt en el precedente publicado en Fallos:
319:3241 ("Chocobar"), a cuyas consideraciones corresponde remitirse por razón de brevedad.
3°) Que, sin perjuicio de ello, resulta pertinente agregar que esta Corte ratifica los principios básicos de interpretación
sentados acerca de la naturaleza sustitutiva que tienen las prestaciones previsionales y rechaza toda inteligencia
restrictiva de la obligación que impone al Estado otorgar "jubilaciones y pensiones móviles", según el art. 14 bis de la
Constitución Nacional y los fines tuitivos que persiguen las leyes reglamentarias en esta materia. Los tratados
internacionales vigentes, lejos de limitar o condicionar dichos principios, obligan a adoptar todas las medidas necesarias
para asegurar el progreso y plena efectividad de los derechos humanos, compromiso que debe ser inscripto, además,
dentro de las amplias facultades legislativas otorgadas por el art. 75, inc. 23, de la Ley Fundamental, reformada en 1994,
con el fin de promover mediante acciones positivas el ejercicio y goce de los derechos fundamentales reconocidos, en
particular, a los ancianos.
4°) Que la Constitución Nacional exige que las jubilaciones y pensiones sean móviles, aunque no establece un
sistema o mecanismo especial para hacer efectiva dicha exigencia, por lo que es atribución y deber del legislador fijar el
contenido concreto de esa garantía teniendo en cuenta la protección especial que ha otorgado la Ley Fundamental al

178
conjunto de los derechos sociales. Una inteligencia sistemática de sus cláusulas acorde con los grandes objetivos de
justicia social que persigue el art. 14 bis, obsta a una conclusión que, a la postre, convalide un despojo a los pasivos
privando al haber previsional de la naturaleza esencialmente sustitutiva de las remuneraciones que percibía el trabajador
durante su actividad laboral.
5°) Que la necesidad de mantener una proporción justa y razonable entre el haber de pasividad y la situación de los
activos, es consecuencia del carácter integral que reconoce la Ley Suprema a todos los beneficios de la seguridad social
y de la íntima vinculación que guardan las prestaciones aseguradas al trabajador con aquellas de naturaleza previsional,
que son financiadas primordialmente con los aportes efectuados durante el servicio. Los derechos a una retribución justa
y a un salario mínimo vital y móvil —dirigidos a garantizar alimentación y vivienda, educación, asistencia sanitaria y, en
definitiva, una vida digna— encuentran su correlato en las jubilaciones y pensiones móviles que deben ser garantizadas
a los trabajadores cuando entran en pasividad.
6°) Que los tratados internacionales promueven el desarrollo progresivo de los derechos humanos y sus cláusulas no
pueden ser entendidas como una modificación o restricción de derecho alguno establecido por la primera parte de la
Constitución Nacional (art. 75, inc. 22). La consideración de los recursos disponibles de cada Estado —conf. arts. 22 de
la Declaración Universal de Derechos Humanos y 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos—
constituye una pauta que debe evaluar cada país al tiempo de establecer nuevos o mayores beneficios destinados a dar
satisfacción plena a los compromisos asumidos por esos documentos, mas no importa disculpa alguna para desconocer
o retacear los derechos vigentes (conf. art. 29 de la convención citada). Debe suponerse que el legislador ha sopesado
los factores humanos, sociales y económicos al establecer la extensión de las prestaciones reconocidas y no
corresponde a los jueces sustituir dicha valoración mediante razonamientos regresivos que, en la práctica, sólo
conducen a negar el goce efectivo de esos derechos en los momentos de la vida en que su tutela es más necesaria.
7°) Que la ley 18.037 se hallaba plenamente vigente a la fecha de la sanción de la referida ley 23.928 y sólo fue
derogada por la ley 24.241, de creación del sistema integrado de jubilaciones y pensiones, con el límite fijado en su art.
160, que mantenía las fórmulas de movilidad de las prestaciones reguladas por leyes anteriores. No surge ni expresa ni
tácitamente del régimen de convertibilidad que haya tenido en miras modificar la reglamentación del art. 14 bis de la
Constitución Nacional, por lo que esta Corte considera que una comprensión sistemática y dinámica del ordenamiento
jurídico aplicable no admite otra solución que no sea el cabal cumplimiento del método específico de movilidad
establecido por el legislador.
8°) Que por ser ello así y dado que las remuneraciones de los activos no han sido alcanzadas por la ley de
convertibilidad y registraron, en general, variables significativas después de su sanción, no existe fundamento válido que
justifique retacear los ajustes que debían ser trasladados a los haberes de los jubilados en la forma prevista por el art. 53
de la ley 18.037, que fue mantenida por el art. 160 de la ley 24.241 para las prestaciones otorgadas o que
correspondiera otorgar por aquel régimen previsional, hasta su derogación por la ley 24.463.
9°) Que por tales razones y las demás expresadas en las disidencias de los jueces Petracchi, Belluscio, Bossert y
Fayt en la referida causa "Chocobar, Sixto Celestino", corresponde revocar la sentencia apelada en lo que fue materia de
agravios y mantener el ajuste por movilidad hasta el 30 de marzo de 1995 según las variaciones registradas en el índice
del nivel general de remuneraciones a que remitía el art. 53 de la ley 18.037, criterio que hace innecesario expedirse
sobre la tacha de inconstitucionalidad formulada por la recurrente contra la ley 23.928, pues no resulta de aplicación al
tema debatido.
Por ello y por no haber expresado la demandada agravios en tiempo y forma, el Tribunal —por mayoría— resuelve:
declarar desierto el recurso de la ANSeS y hacer lugar al de la actora; en consecuencia, revocar la sentencia con el
alcance que surge de lo precedentemente expresado y disponer que se mantenga el ajuste por movilidad hasta el 30 de
marzo de -1995, según las variaciones registradas en el índice del nivel general de remuneraciones. Notifíquese y
devuélvase.

Fallo "Badaro"
B. 675. XLI.
R.0.
"Badaro, Adolfo Valentín c. ANSeS s/reajustes varios".
Corte Suprema de Justicia de la Nación
Buenos Aires, 26 de noviembre 2007.
Vistos los autos: "Badaro, Adolfo Valentín c. ANSeS s/reajustes varios".
Considerando:
1°) Que en oportunidad de pronunciarse sobre los recursos ordinarios de apelación deducidos contra la sentencia de
la Sala III de la Cámara Federal de la Seguridad Social que había establecido pautas para el ajuste del haber del
jubilado, el Tribunal declaró desierto el interpuesto por la ANSeS y procedente el del actor, revocó parcialmente la
decisión impugnada con el alcance del precedente "Sánchez", publicado en Fallos: 328:1602 y 2833, y ordenó al
organismo previsional que efectuara los reajustes que habían quedado firmes (fs. 169/172 vta.).

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2°) Que al expedirse también sobre los agravios referentes a la falta de movilidad del beneficio en el período que se
inició el 31 de marzo de 1995 en adelante, la Corte consideró que correspondía al Congreso de la Nación fijar los
incrementos mediante las leyes de presupuesto, de acuerdo con lo dispuesto por el art. 7, inc. 2, de la ley 24.463, pero
que hasta el año 2006 no lo había hecho y esa omisión había producido, a partir de la crisis del año 2002, un severo
deterioro en las condiciones de vida del apelante, que juzgó particularmente evidenciado por las variaciones registradas
en los indicadores económicos.
3°) Que el Tribunal ponderó además que los decretos de necesidad y urgencia dictados por el Poder Ejecutivo en la
materia habían otorgado aumentos, en especial a los haberes más bajos, pero no habían subsanado la merma sufrida
en los beneficios superiores a $ 1.000, en desmedro del derecho del actor a cobrar de acuerdo con el mayor esfuerzo
contributivo realizado, por lo que concluyó que se verificaba en el caso una lesión a la garantía prevista en el art. 14 bis
de la Constitución Nacional, ya que la prestación no había sido acompañada en el transcurso del tiempo y reforzada a
medida que perdía la razonable relación que debía mantener con los ingresos de los trabajadores.
4°) Que después de examinar las atribuciones con que cuentan los distintos departamentos del Estado para fijar los
incrementos y evaluar las condiciones económicas, financieras y de distribución del gasto público, el Tribunal estimó
prudente diferir la decisión sobre la validez del sistema de movilidad impugnado por el recurrente por un plazo que
resultara suficiente para el dictado de las disposiciones faltantes. A fin de hacer saber a las autoridades responsables la
necesidad observada, comunicó al Poder Ejecutivo y a las dos cámaras del Congreso de la Nación el contenido del fallo
(fs. 176 y 177/178).
5°) Que el actor denunció posteriormente que la ANSeS no había dado cumplimiento a lo resuelto en lo relacionado
con el ajuste del nivel inicial del beneficio, el cómputo de la movilidad hasta el 31 de marzo de 1995 y el pago de
retroactividades (fs. 191/192); empero, dado que el organismo presentó una liquidación de esos créditos (fs. 377/390) y
el jubilado ha señalado que continuará la discusión de las diferencias que indicó en la instancia de ejecución (fs. 677), no
corresponde tratar dicha cuestión ni el pedido de aplicación de sanciones (fs. 245/246).
6°) Que la ley 26.198, que aprobó el presupuesto general de la administración nacional del año 2007, convalidó las
modificaciones en los valores mínimos de las prestaciones dispuestas en los decretos 391/03, 1194/03, 683/04, 1199/04,
748/05 y 764/06, el suplemento por movilidad establecido en el decreto 1199/04 y el incremento general de los beneficios
dispuesto por el citado decreto 764/06 (art. 48).
7°) Que, por otra parte, otorgó un aumento del trece por ciento (13%), a ser percibido por todos los jubilados a partir
del 11 de enero de 2007 sobre los importes correspondientes al 31 de diciembre de 2006 (art. 45); fijó el haber mínimo
en la suma total de quinientos treinta pesos ($ 530) mensuales (art. 46) y autorizó al Poder Ejecutivo a conceder en el
curso del año incrementos adicionales en las prestaciones, cuando la evolución de las finanzas públicas lo permitiera
(art. 47), lo cual se concretó —después de que la Corte oyera a las partes sobre la ley— a través del decreto 1346/07,
que incrementó las prestaciones en un 12,50% a partir del 11 de setiembre del corriente año.
8°) Que el actor plantea la inconstitucionalidad de las disposiciones de la ley 26.198, pues sostiene que no cumplen
con las pautas fijadas por esta Corte en lo relacionado con la comprensión y alcance de la garantía de la movilidad (fs.
204/225). Destaca que la aplicación de los incrementos del decreto 764/06 y de la ley 26.198 no han recompuesto su
prestación sino que la han dejado en un nivel muy inferior a los haberes de actividad acreditados, correspondientes al
año 2003 (fs. 101), y con una mayor desproporción aún respecto del salario a julio de 2006 cuya constancia acompaña
(fs. 209), por lo que entiende que su jubilación ha sufrido una disminución confiscatoria al punto que ha perdido el
carácter sustitutivo del ingreso. De esas objeciones se corrió traslado a la demandada, que no las contestó en término.
9°) Que al respecto cabe señalar que el fallo dictado en la causa fue preciso al detallar la omisión legislativa que la
Corte había advertido y el daño derivado de ella, por lo que no podían suscitarse dudas respecto del contenido de la
norma cuyo dictado se estimó necesario: debía reparar adecuadamente el menoscabo sufrido por los beneficiarios que
percibían haberes superiores a los mínimos por la falta de una oportuna adaptación a los cambios en las condiciones
económicas.
10) Que resulta igualmente claro que las prescripciones de la ley 26.198, que se han reseñado, no son aquéllas que
el Tribunal reclamó en la sentencia de fecha 8 de agosto de 2006. Tal conclusión deriva del texto legal aprobado por el
Congreso, que ejerce por primera vez las facultades reservadas por la ley de solidaridad previsional y de tal forma
establece el incremento anual de las prestaciones, pero que no contiene precepto alguno dirigido a resolver la particular
situación que se ha comprobado en autos, vinculada con años anteriores. Así lo expresa su art. 51, en tanto interpreta
que las alzas acordadas constituyen la movilidad mínima garantizada para el ejercicio 2007.
11) Que, por otra parte, el porcentaje de aumento otorgado para el corriente año por la citada ley —al igual que el
previsto por el decreto 1346/07— rige para la totalidad de la clase pasiva, sin examinar el achatamiento en la escala de
beneficios señalado por esta Corte, además de que no se ha hecho cargo de que ese desfase se ha venido agravando
durante los últimos cinco años, por lo que no podría sostenerse que la ley 26.198 haya cumplido el deber de corregirlo,
máxime cuando ha convalidado en su art. 48 las normas que lo originaron. De estas últimas, sólo el decreto 764/06
introdujo una mejora en el haber del actor, pero su magnitud, como se verá, no guarda relación con la disminución
evidenciada en la causa.
12) Que desde tal perspectiva y agotado el plazo razonable a que aludía el fallo anterior, corresponde expedirse sobre
las impugnaciones al sistema instituido por el art. 7, inc. 2, de la ley 24.463, a la luz de su concreto ejercicio durante el
período comprendido entre el 11 de enero de 2002 y el 31 de diciembre de 2006. Deben desestimarse, en consecuencia,
las objeciones que el actor formula referentes a la insuficiencia del aumento del 13% previsto en la citada ley 26.198, ya
que su adecuación sólo podrá ser examinada eventualmente, en forma conjunta con el incremento dispuesto por el

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decreto 1346/07, recién cuando se conozca la evolución definitiva del estándar de vida del jubilado durante el corriente
ejercicio.
13) Que la Corte ha aceptado la validez constitucional de los cambios de los regímenes de movilidad, esto es, del
reemplazo de un método de determinación de incrementos por otro, realizado a fin de lograr una mejor administración o
dar mayor previsibilidad financiera al sistema de seguridad social (Fallos: 255:262; 295:694; 308:199; 311:1213;
318:1327); empero, el reconocimiento de esa facultad se encuentra sujeto a una indudable limitación, ya que tales
modificaciones no pueden conducir a reducciones confiscatorias en los haberes (Fallos: 158:132; 170:394; 179:394;
234:717; 253:783; 258:14; 300:616; 303:1155).
14) Que la ley 24.463 consagró un régimen de movilidad con un nivel de protección menor que el que tenían los
existentes hasta el momento de su entrada en vigencia. La eliminación de los ajustes basados en la comparación con
indicadores salariales, mediante la derogación del art. 160 de la ley 24.241, que había mantenido el art. 53 de la ley
18.037, justifica dicha afirmación. También contribuye a demostrar el objetivo de la norma bajo análisis el hecho de que
suprimiera los aumentos según las variaciones en los ingresos del sistema que preveía el art. 32 de la ley 24.241 y la
prohibición de disponer recomposiciones sobre la base de las remuneraciones individuales. Tales disposiciones, en
suma, despojaron a los beneficios de parámetros para su recomposición.
15) Que en el fallo dictado en la causa, esta Corte señaló que el art. 7, inc. 2, de la ley 24.463, que vino a sustituir los
procedimientos derogados, únicamente atribuyó una competencia, pero que no sólo era facultad sino también deber del
Congreso fijar el contenido concreto de la garantía en juego. Ello es así porque la Constitución Nacional ha reconocido el
derecho a la movilidad no como un enunciado vacío que el legislador puede llenar de cualquier modo, sino que debe
obrar con el objeto de darle toda su plenitud, que no es otra que la de asegurar a los beneficiarios el mantenimiento de
un nivel de vida acorde con la posición que tuvieron durante sus años de trabajo (Fallos: 279:389; 280:424; 292:447;
293:235; 300:84, 571; 305:866; 328:1602).
16) Que ese mandato no fue cumplido en las oportunidades y con el alcance exigidos por el art. 14 bis de la
Constitución Nacional. Para conferir eficacia a la finalidad protectora de la ley fundamental, su reglamentación debe
guardar una razonable vinculación con los cambios que afectan al estándar de vida que se pretende resguardar, lo que
no sucede si el régimen en cuestión termina desconociendo la realidad que debe atender (Fallos: 327:3677), con
correcciones en los haberes que se apartan por completo de los indicadores económicos.
17) Que tal defecto se comprueba en el caso pues, frente a subas en el nivel de precios del 91,26% en el período
examinado y modificaciones en los salarios del 88,57%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la
prestación del actor se encuentra alcanzada sólo por el incremento general del 11% dispuesto por el decreto 764/06 en
ese mismo lapso, guarismos que acreditan suficientemente la pérdida invocada por el apelante.
18) Que no se ha demostrado en la causa la existencia de muy graves circunstancias de orden económico o
financiero que impidan acatar en lo inmediato el mandato constitucional o disponer, cuando menos, una recuperación
sustancial del deterioro sufrido por la prestación del actor, y ello tampoco surge de los antecedentes de las normas en
juego, lo cual lleva a desestimar por falta de fundamento las invocaciones del organismo previsional referentes a la
gravedad institucional del caso y la crisis de las cuentas públicas (fs. 28/31 y 128/131), manifestaciones que no
condicen, por lo demás, con la mejora en las cifras de la recaudación y balance fiscal que son de público conocimiento.
19) Que no puede ignorarse que en este marco normativo y mediante los decretos de necesidad y urgencia
convalidados por el art. 48 de la ley 26.198, se ha producido una recuperación en las prestaciones mínimas que excede
con amplitud las variaciones registradas en los índices de precios y de salarios, ni el esfuerzo presupuestario que ello
representa. Tampoco puede soslayarse la circunstancia de que, frente a los reparos constitucionales formulados por el
Tribunal en su anterior pronunciamiento, se ha producido una suerte de ratificación de la prioridad en la asignación de
recursos que se infiere de dichas normas. Tales consideraciones, empero, no constituyen la respuesta que la garantía
conculcada requería.
20) Que por las razones expuestas, y dado que el único aumento en el beneficio jubilatorio del actor que se ha
dispuesto durante el período examinado es insuficiente para reparar su deterioro, corresponde declarar en el caso la
inconstitucionalidad del régimen de movilidad aplicable y ordenar su sustitución y el pago de las diferencias pertinentes,
criterio compartido por el Ministerio Público que, al ser oído sobre una temática análoga en la causa G.2708.XXXVIII.
"Gómez Librado, Buenaventura c/ ANSeS s/ reajustes por movilidad", consideró que estaban dadas las condiciones para
que esta Corte determinara los porcentajes adecuados para nivelar la prestación (véase dictamen de fecha 12 de abril
de 2005, fs. 231/232).
21) Que en los numerosos precedentes que esta Corte ha dictado en materia de movilidad, citados en la sentencia de
fecha 8 de agosto de 2006 y en la presente, se ha puesto particular énfasis en que los beneficios jubilatorios, que desde
su determinación inicial se han vinculado con un promedio de salarios devengados, deben ajustarse de modo de dar
adecuada satisfacción a su carácter sustitutivo. Ello lleva a resolver la cuestión planteada mediante la utilización del nivel
general del índice de salarios elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
22) Que ello no obsta a la ulterior aplicación de las disposiciones del art. 45 de la ley 26.198 y del decreto 1346/07,
pues aunque los aumentos fijados evidencian una favorable relación con las correcciones salariales producidas durante
el corriente año, no pueden ser interpretados como que responden al cumplimiento del deber impuesto por la sentencia
del Tribunal, que puso el acento en el deterioro de las prestaciones jubilatorias durante los años 2002 a 2006, por lo que
no obstante su finalidad de continuar con la política de mejoramiento de los ingresos de la totalidad de la clase pasiva, tal
propósito no podría llenarse en el caso si no se mantuviera el nivel de la prestación del actor según los términos ya
establecidos.

181
23) Que, en cuanto a la proyección de la presente decisión sobre la numerosa cantidad de pleitos en los que se
debaten controversias similares, cabe recordar que las consideraciones expuestas en el presente fallo en torno al ajuste
de la prestación del actor por el período reclamado se limitan únicamente al caso concreto reseñado: ese es el acotado
ámbito de debate traído en esta oportunidad a conocimiento del Tribunal. Ello es así, en tanto no es propio del cometido
fijado al Poder Judicial en el art. 116 de la Constitución Nacional dictar una sentencia con carácter de norma general
denegatoria de las disposiciones cuestionadas, pues ello implicaría sustituirse al Congreso en las funciones que le son
propias de mantener el equilibrio que armoniza las garantías individuales con las conveniencias generales.
24) Que en este entendimiento, esta Corte considera que contribuiría a dar mayor seguridad jurídica el dictado de una
ley que estableciera pautas de aplicación permanentes que aseguren el objetivo constitucional. Una reglamentación
prudente de la garantía en cuestión, además de facilitar el debate anual sobre la distribución de recursos y evitar el uso
de facultades discrecionales, permitiría reducir la litigiosidad en esta materia, que ha redundado en menoscabo de los
derechos de los justiciables y del adecuado funcionamiento del Poder Judicial (Fallos: 328:566 Itzcovich), por lo que se
formula una nueva exhortación a las autoridades responsables a fin de que examinen esta problemática. Por ello, el
Tribunal resuelve: declarar en el caso la inconstitucionalidad del art. 7, inc. 2, de la ley 24.463, disponer que la prestación
del actor se ajuste, a partir del 11 de enero de 2002 y hasta el 31 de diciembre de 2006, según las variaciones anuales
del índice de salarios, nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, y ordenar a la
demandada que abone el nuevo haber y las retroactividades que surjan de la liquidación, en el plazo previsto por el art. 2
de la ley 26.153, estas últimas con más los intereses a la tasa pasiva según el precedente de Fallos: 327:3721 (Spitale),
autorizándose la deducción de las sumas que pudieran haberse abonado en cumplimiento de las disposiciones del
decreto 764/06. Notifíquese y devuélvase.

Cálculo movilidad jubilatoria 2018 - Ley 27.426

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Cálculo movilidad jubilatoria 2019 - Ley 27.426

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Cálculo movilidad jubilatoria 2020 - Ley 27.426

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Resolución denegatoria

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Modelo de acuerdo transaccional del PNRH
Se presentan - Constituyen domicilio - Presentan acuerdo transaccional - Solicitan homologación
Señor Juez:
XXXXX XXXX, DNI XXXXXXXX, CUIL XXXXXXXXXXX con domicilio real en la calle XXXXXX XXX, localidad de
XXXXXXX, C.P. XXXX, por su propio derecho, en adelante "EL BENEFICIARIO", con el patrocinio letrado del Dr. / Dra.
XXXXX XXXX, Matrícula T° XX, F° XXX, CUIT XXXXXXXXXXX constituyendo domicilio legal conjuntamente en la calle
XXXXXX XXX, localidad de XXXXXXX y domicilio electrónico bajo el número XXXXXXXXXXX; y EMILIO BASAVILBASO
en su carácter de Director Ejecutivo de la Administración Nacional de la Seguridad Social conforme Decreto PEN N°
58/15 y las facultades conferidas por el art. 30 del Decreto N° 2741/1991 y por art. 36 de la Ley N° 24.241, con el
patrocinio letrado del Dr. XXXXX XXXX XXXX T° XX, F° XXX, CPACF, Matrícula Federal T° XX F° XXX, en su carácter
de Secretario Legal y Técnico, y en representación de la Administración Nacional de la Seguridad Social, en adelante
"ANSES"; constituyendo domicilio legal conjuntamente en AV. PASEO COLÓN 329 DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE
BUENOS AIRES, y domicilio electrónico bajo el número XXXXXXXXXXX, a V.S. como mejor proceda dicen:
I.- OBJETO. Que en el marco de lo previsto por el PROGRAMA NACIONAL DE REPARACIÓN HISTÓRICA PARA
JUBILADOS Y PENSIONADOS, establecido por Ley N° 27.260 y sus normas complementarias y reglamentarias,

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venimos por medio del presente a solicitar la homologación judicial del acuerdo transaccional, al que las partes hemos
arribado en los términos que a continuación se detalla.
II.- ANTECEDENTES. EL BENEFICIARIO manifiesta que obtuvo su jubilación pensión bajo el Beneficio nro.
XXXXXXXXXXX, y que en la actualidad percibe un haber mensual que asciende a la suma bruta de $ 8.224,15.
III.- CONTENIDO DE LA PROPUESTA.  Sin reconocer hechos ni derechos, al solo efecto transaccional, y con
sujeción a la efectiva homologación judicial firme y consentida del presente convenio, ANSES efectúa la siguiente
propuesta:
1. PAUTAS: las pautas a aplicar para calcular la propuesta según corresponda a la situación de hecho del beneficiario
y de conformidad a la liquidación señalada en el punto 2.- son las que se detallan a continuación.
A) i.  Redeterminar el haber inicial de EL BENEFICIARIO, a cuyo fin procederá a actualizar las remuneraciones
consideradas para el cálculo del salario promedio, hasta la fecha de adquisición del derecho, utilizando a tal fin el índice
combinado establecido en el Anexo I de la Resolución de la Secretaría de Seguridad Social N° 6 de fecha 18 de julio de
2016, que contempla las siguientes variaciones: l) Hasta el 31 03 95 del Índice Nivel General de las Remuneraciones
(I.N.G.R.); 2) Desde ahí hasta el 30/06/08, del índice de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores
Estables (R.I.P.T.E.); y 3) Desde ahí en adelante, las equivalentes a las movilidades establecidas en la Ley NO 26.417.
Producto de dicha actualización, se recalculará la Prestación Compensatoria (PC) y/o la Prestación Adicional por
Permanencia (PA P), según corresponda; ii.  Reconocer la movilidad del haber previsional, conforme a las siguientes
pautas: l) Entre el 10 de enero de 2002 y el 31 de diciembre de 2006, según las variaciones anuales del índice de
Salarios, Nivel General, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), deduciéndose las sumas
que pudieran haberse abonado en cumplimiento de las disposiciones de los Decretos N° 1.199 del año 2004 y N° 764
del año 2006; y 2) Desde el 10 de enero de 2007, se aplicarán los aumentos generales, y las movilidades dispuestas en
la Ley N° 26.417.
B) En el caso de que ANSES no cuente en sus bases de datos con la información necesaria para poder efectuar el
cálculo en la forma detallada en el punto A), se aplicarán los coeficientes publicados en el Anexo III de la Resolución DE
-N N° 305/16, conforme lo prevé el art. 50 del Decreto 894/16. Los coeficientes han sido confeccionados en base a
pautas objetivas y generales, que consistieron en calcular los promedios de incrementos recibidos en casos similares al
presente (en el supuesto de Ley N° 018.037/8), o las variaciones existentes entre los índices aplicados en el
otorgamiento y el dispuesto por la Ley N° 27.260 (en el supuesto de Ley N° 24.241). Si bien dichas pautas tienden a
replicar el resultado que daría la aplicación exacta de los índices dispuestos en la Ley N° 27.260, es posible que en el
caso concreto existan diferencias entre un cálculo y otro. La aplicación de los coeficientes referidos se complementa con
los índices de movilidad previstos en la Ley de Reparación Histórica, según corresponda al caso.
2. RESULTADO:  bajo dichos parámetros, ANSES abonará en concepto de nuevo haber reajustado, calculado al
mensual agosto, la suma bruta de PESOS ONCE MIL CUARENTA Y DOS CON CINCUENTA Y UNO ($ 11.042,51)
según liquidación provista por la página web de ANSES que se adjunta como ANEXO que se identifica bajo el número
XXXXXXX y que es considerada parte integrante del presente. Al haber reajustado mencionado se le efectuarán los
descuentos establecidos por la normativa aplicable. El haber reajustado informado en este punto recibirá las movilidades
establecidas en la normativa vigente.
3. PAGO: el pago del nuevo haber reajustado se efectuará —cumplidos todos los recaudos de ley y las condiciones
pactadas— luego de la notificación de la homologación del acuerdo, que deberá estar firme y consentida. Junto con el
nuevo haber reajustado se abonarán las diferencias existentes entre el haber reajustado y el haber percibido, por los
meses que transcurrieron desde la aceptación de la propuesta mediante la huella digital, por parte del BENEFICIARIO y
su letrado, hasta la fecha del pago.
Las sumas resultantes serán depositadas en la cuenta donde EL BENEFICIARIO percibe sus haberes habitualmente.
IV.- ACEPTACIÓN DEL BENEFICIARIO. A efectos de obtener el reajuste de su haber previsional EL BENEFICIARIO
voluntariamente decide participar del PROGRAMA, que declara de su conocimiento y del que también ha sido
debidamente informado por su representación letrada a los fines y efectos del presente.
En tal sentido, EL BENEFICIARIO encontrándose debidamente informado, y obrando con discernimiento, intención y
libertad, acepta la propuesta efectuada por ANSES que arroja el resultado indicado en el punto III.- 2., cuya liquidación
ha sido practicada en los términos de la LEY NACIONAL DE REPARACIÓN HISTÓRICA PARA JUBILADOS Y
PENSIONADOS y sus normas complementarias y reglamentarias, manifestando que no tiene nada más que reclamar a
ANSES por ningún concepto emergente del beneficio considerado en este acuerdo, que desiste de todos los reclamos
judiciales y administrativos por recálculo o redeterminación del haber inicial, por reajuste de haberes, y por cualquier otro
concepto vinculado a este beneficio previsional, iniciados contra el Organismo y/o el Estado Nacional, y que renuncia a
cualquier otro reajuste que no sea el reconocido en este acuerdo.
En particular, manifiesta haber sido debidamente asesorado por su abogado, quien le ha informado las diferencias
que eventualmente se hubieren podido derivar como consecuencia de un proceso judicial, y por la aplicación del
PROGRAMA.
V.- HONORARIOS. De acuerdo a lo establecido en el art. 60 del Decreto N° 894/16, y en sus normas
complementarias, ANSES abonará la suma única de PESOS UN MIL CIENTO CUARENTA Y UNO CON 60/100 ($
1.141,60) calculados al 30/09/2016, en concepto de honorarios y gastos, a la representación letrada del BENEFICIARIO.
El importe referido será actualizado hasta la fecha de homologación del presente acuerdo, por el régimen de movilidad
establecido por la Ley N° 26.417. En caso de corresponder, se agregará el Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre los

191
honorarios. El letrado del BENEFICIARIO expresa su total conformidad con dicho importe, no teniendo nada más para
reclamar por ningún concepto, y declara haber denunciado ante ANSES su correspondiente Clave Bancaria Uniforme
(CBU N XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX), cuenta donde se efectuará el pago acordado en este punto, el que queda
supeditado a la homologación judicial del presente acuerdo. Será responsabilidad del abogado informar el eventual
cambio de la CBU y/o de su condición tributaria.
VI.- HOMOLOGACIÓN. En virtud de las concesiones recíprocas realizadas, ambas partes solicitan de V.S. la
homologación del presente acuerdo, en los términos de los arts. 1641 CCCN, 308 CPCCN y normas concordantes, y de
la Ley N° 27.260, Decreto N° 894/16, y Resolución de ANSES DE -N N° 305/16.
VII.- PROCESO DIGITAL. Ambas partes y los profesionales actuantes, prestan expresa conformidad con la
celebración del acuerdo mediante los mecanismos digitales y/o electrónicos aplicados, así como con la implementación
del Programa a través de actuaciones digitales y/o electrónicas.
En ese marco, con los alcanees establecidos en el art. 14 y en el Anexo VIII de la Resolución DE -N° 305 16, ANSES
certifica: a) que de acuerdo a la base de datos del Organismo, recopilada a través de los procedimientos establecidos
mediante la Resolución N° 567/13 —modificada por las Resoluciones N° 648/14 y N° 302/15—, las huellas digitales que
obran al pie del presente, se corresponden con las del BENEFICIARIO y su abogado; y b) que los datos sobre beneficios
y haberes, incluidos en el presente acuerdo se condicen con los obrantes en los registros del Organismo.
VIII.- AUTORIZA. A los efectos de la homologación judicial del presente EL BENEFICIARIO autoriza a ANSES a la
presentación del mismo por ante el Poder Judicial, bajo la instrumentación electrónica prevista por la Ley N° 27.260, y
sus normas complementarias y reglamentarias.
IX.- PETITORIO. Por 10 expuesto, de V.S. solicitamos:
a)  Se nos tenga por presentados, por parte y por constituidos los domicilios procesales y por denunciados los
domicilios electrónicos.
b) Se homologue el presente acuerdo en todo y cada una de sus partes.
Proveer de conformidad, que
SERÁ JUSTICIA.

Ejemplo de recibo haber jubilatorio con liquidación de reparación histórica

192
(56) Sancionada el 10/9/1904.
(57) BO del 6/11/1944.
(58) BO del 24/4/1972.
(59) BO del 10/1/1969.
(60) BO del 10/1/1969.
(61) BO del 10/1/1969.
(62) BO del 8/1/1992.
(63) BO del 29/6/1994.
(64) BO del 8/3/2007.
(65) BO del 9/12/2008.
(66) Piaggio, Lucas A., "Sistema Integrado Previsional Argentino: la reasunción estatal de la gestión de cometido provisional", ED 234-839.
(67) BO del 24/12/2009.
(68) BO del 22/12/2011.
(69) Art. 24: "El haber mensual de la prestación compensatoria se determinará de acuerdo a las siguientes normas:
"a) Si todos los servicios con aportes computados lo fueren en relación de dependencia, el haber será equivalente al UNO Y MEDIO POR
CIENTO (1,5%) por cada año de servicio con aportes o fracción mayor de SEIS (6) meses, hasta un máximo de TREINTA Y CINCO (35) años,
calculado sobre el promedio de remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones actualizadas y percibidas durante el período de DIEZ (10)
años inmediatamente anterior a la cesación del servicio. No se computarán los períodos en que el afiliado hubiere estado inactivo, y
consecuentemente no hubiere percibido remuneraciones.
"Facúltase a la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social a dictar las normas reglamentarias que
establecerán los procedimientos de cálculo del correspondiente promedio. (Inciso a) sustituido por art. 12 de la Ley N° 26.417 B.O. 16/10/2008.
Vigencia: la reglamentación establecerá las fechas a partir de las cuales comenzarán a regir las distintas normas incluidas en la presente ley).
"b) Si todos los servicios con aportes computados fueren autónomos, el haber será equivalente al uno y medio por ciento (1,5%) por cada año
de servicios con aportes o fracción mayor de seis (6) meses, hasta un máximo de treinta y cinco (35) años, calculado sobre el promedio
mensual de los montos actualizados de las categorías en que revistó el afiliado. A los referidos efectos, se computará todo el tiempo con
aportes computados en cada una de las categorías; c) Si se computaren sucesiva o simultáneamente servicios con aportes en relación de

193
dependencia y autónomos, el haber se establecerá sumando el que resulte para los servicios en relación de dependencia, y el correspondiente
a los servicios autónomos, en forma proporcional al tiempo computado para cada clase de servicios.
"Las normas reglamentarias establecerán la forma de determinación del haber para los diferentes supuestos de servicios sucesivos y
simultáneos buscando la equiparación con lo dispuesto en los incisos b) y c) anteriores.
"Si el período computado excediera de treinta y cinco (35) años, a los fines de este inciso se considerarán los treinta y cinco (35) más
favorables.
"Para determinar el haber de la prestación, se tomarán en cuenta únicamente servicios de los indicados en el inciso b) del artículo anterior".
(70) Por la ley 26.417, cualquier referencia al AMPO queda sustituida por un porcentaje del HMG. El artículo 14, inciso 6°, de la res. SSS
6/2009 determinó que ese porcentaje sería de 0,208 del HMG a partir de 1 de marzo de 2009.
(71) El haber máximo se incrementará con cada aumento que se dé con motivo de la movilidad.
(72) Véase al respecto: García, Nadia G., "La brecha de género y su impacto en el régimen de jubilaciones", Revista IDEIDES. UNTREF, nro.
44, febrero 2020. Disponible en: http://revista-ideides.com/revista-ideides-no-44-febrero-2020/ (10/9/2020).
Ver también: https://youtu.be/xui7v721L70 (10/9/2020).
(73) García, Nadia G., "El Código Civil y el derecho a pensión de los convivientes y ex cónyuges", Revista de Derecho Laboral y Seguridad
Social, 5/3/2016, ps. 453-460.
(74) Art. 14: "Apruébese la reglamentación de los artículos 24 y 32 de la Ley Nº 24.241, textos sustituidos por los artículos 12 y 6º de la Ley
Nº 26.417, respectivamente.
"Reglamentación ARTÍCULO 24:
"1. A los fines establecidos en el inciso a), se entiende por cesación de servicios la fecha en que se adquiere derecho al beneficio; fuere ésta
la extinción del contrato de trabajo o relación de empleo público, o la de solicitud del beneficio de todas ellas la que ocurra en último término.
"2. Para el cálculo del haber de la Prestación Compensatoria (PC), cuando se computen servicios en relación de dependencia, se entenderá
que el período de DIEZ (10) años inmediatamente anteriores a la cesación en el servicio será el de CIENTO VEINTE (120) meses durante los
cuales el afiliado haya percibido remuneraciones, las cuales serán actualizadas por los coeficientes que establezca la ADMINISTRACION
NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL, aplicando el índice previsto en el artículo 32 de la Ley Nº 24.241, texto sustituido por el artículo 6º de
la Ley Nº 26.417.
"Las remuneraciones actualizadas no deberán superar el monto máximo de la base imponible establecida en el artículo 9º de la Ley Nº
24.241, texto sustituido por el artículo 1º de la Ley Nº 26.222, vigente a la fecha de la cesación de servicios entendida en los términos definidos
en el apartado 1. Estarán exentas de este límite las remuneraciones imponibles devengadas con anterioridad al 1º de febrero de 1994.
"3. El cálculo del promedio de las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones a que hace referencia el inciso a), en el caso de
trabajadores que hayan percibido más de una remuneración en relación de dependencia de manera simultánea, durante los CIENTO VEINTE
(120) meses a que alude el apartado 2 precedente, se efectuará de acuerdo con el siguiente procedimiento:
"a) Se sumarán mes a mes las remuneraciones actualizadas según lo previsto por la Ley Nº 26.417, percibidas durante los CIENTO VEINTE
(120) meses a considerar.
"b) En el caso en que las remuneraciones actualizadas en cada mes analizado superen el máximo establecido en el artículo 9º de la Ley Nº
24.241, texto sustituido por el artículo 1º de la Ley Nº 26.222, deberá tenerse en cuenta como tope para cada mes, aquél vigente a la cesación
de servicios entendida en los términos definidos en el apartado 1. Estarán exentas de este límite las remuneraciones imponibles devengadas
con anterioridad al 1º de febrero de 1994.
"c) Se promediarán los valores que surjan de la aplicación de los incisos a) y b) por CIENTO VEINTE (120) meses.
"4. Cuando se computaren exclusivamente servicios autónomos se tendrán en cuenta los montos o rentas de referencia correspondientes a
las categorías en que revistó el afiliado, considerando los valores vigentes al momento de la cesación de servicios entendida en los términos
definidos en el apartado 1.
"5. Cuando se computaren sucesiva y/o simultáneamente servicios con aportes en relación de dependencia y autónomos, el cálculo del haber
de la Prestación Compensatoria (PC) se realizará de acuerdo con el siguiente procedimiento:
"a) Se actualizarán mes a mes las remuneraciones en relación de dependencia correspondientes a los CIENTO VEINTE (120) meses a que
hace referencia el apartado 2. Si el período con aportes en relación de dependencia fuera inferior a CIENTO VEINTE (120) meses, se
considerarán la totalidad de los meses aportados como trabajador dependiente.
"b) Se considerarán los montos o rentas de referencia para los servicios autónomos de igual manera al procedimiento establecido en el
apartado 4 anterior.
"c) Si durante los meses considerados en el caso de servicios en relación de dependencia existiera simultaneidad con aportes por actividades
autónomas, se sumarán las remuneraciones y rentas correspondientes a los servicios en relación de dependencia y autónomos. Si tal suma
supera el máximo establecido en el primer párrafo del artículo 9º de la Ley Nº 24.241, modificado por el artículo 1º de la Ley Nº 26.222 vigente
a la fecha de cesación entendida en los términos del apartado 1. El excedente resultante se descontará de manera proporcional de las
remuneraciones y rentas de cada uno de los meses considerados.
"Estará exenta de dicho límite la suma de las remuneraciones y rentas devengadas con anterioridad al 1º de febrero de 1994.
"d) Se calcularán por separado el promedio de las remuneraciones en relación de dependencia y el promedio de los montos o rentas de las
categorías de autónomos a partir de los cálculos señalados en los incisos a), b) y c) precedentes.
"La suma de los meses computables no excederá de CUATROCIENTOS VEINTE (420), eliminándose los que excedan, tomándolos de los
meses menos favorables para el cálculo.
"e) Los promedios obtenidos según el inciso d) anterior se aplicarán al cálculo del haber de la Prestación Compensatoria (PC) como se indica
en el Anexo que forma parte de la presente resolución.
"6. A los fines de establecer el haber máximo de la prestación compensatoria a que refiere el artículo 26 de la Ley Nº 24.241, fijase a partir
del 1º de marzo de 2009 la suma equivalente a 0,208 haberes mínimos, por cada año de servicios con aportes computados.
"7. A los efectos de la aplicación de los límites mínimo y máximo de la base imponible para el cálculo de los aportes y contribuciones al
Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), establecidos por el artículo 9º de la Ley 24.241 texto sustituido por el artículo 1º de la Ley
26.222, fíjanse a partir del mes devengado marzo de 2009 las sumas equivalentes a 0,34783 haberes mínimos como límite inferior y 11,30435
haberes mínimos como límite superior".
(75) BO del 23/11/1995.
(76) BO del 3/4/2018.
(77) BO del 12/4/2014.
(78) BO del 16/9/2020.
(79) Etala, Juan J., Derecho de la seguridad social, Ediar, Buenos Aires, 1994.
(80) Bidart Campos, Germán J., Manual de la Constitución reformada, 3ª ed., Ediar, Buenos Aires, 2006, t. II.
(81) BO del 17/10/1958.
(82) BO del 2/7/1960.
(83) El haber de la jubilación ordinaria será equivalente al 82% móvil de la remuneración mensual asignada al cargo, oficio o función de que
fuere titular el afiliado, a la fecha de cesación en el servicio o al momento de serle otorgada la prestación, o bien al cargo, oficio o función de
mayor jerarquía que hubiese desempeñado. A este efecto se requerirá haber cumplido en el cargo, oficio o función, un período mínimo de 12
meses consecutivos. Si este período fuere menor o si aquellos no guardaren una adecuada relación con la jerarquía de los desempeñados por
el agente en su carrera, se promediarán los que hubiese ocupado durante los 3 años inmediatamente anteriores a la cesación de servicios.

194
Entiéndase por remuneración la asignación fijada por el presupuesto o los convenios colectivos de trabajo, más los suplementos adicionales,
cualquiera que fuere su concepto, siempre que tengan carácter de habituales, regulares y permanentes.
Para los casos de remuneraciones establecidas sobre la base de comisiones, el haber jubilatorio será determinado por el promedio de los 12
meses consecutivos más favorables, por los cuales se hubiera aportado a la caja respectiva, y la actualización de las prestaciones se efectuará
anualmente mediante la aplicación de los coeficientes en razón del índice del costo de vida, obtenido por la Dirección Nacional de Estadística y
Censos.
Esta movilidad no modifica el régimen de prestaciones establecido por sistemas más favorables al afiliado.
Quedan excluidos de estos aumentos los legisladores, mientras dure el actual ejercicio de su mandato.
(84) BO del 10/1/1969.
(85) BO del 21/11/1975.
(86) BO del 10/6/1976.
(87) BO del 10/11/1976.
(88) Art. 52: "Los haberes de las prestaciones serán móviles, en función de las variaciones del nivel general de las remuneraciones.
"Dentro de los sesenta (60) días de producida una variación mínima del diez por ciento (10 %) en dicho nivel general o de establecido un
incremento general de las remuneraciones, cualquiera fuere su porcentaje, la Secretaría de Estado de Seguridad Social dispondrá el reajuste
de los haberes de las prestaciones en un porcentaje equivalente a esa variación.
"La mencionada Secretaría de Estado establecerá asimismo el índice de corrección a aplicar para la determinación del haber de las
prestaciones, el que reflejará las variaciones tenidas en cuenta a los fines de la movilidad prevista en el párrafo precedente.
"Para determinar las variaciones del nivel general de las remuneraciones, la Secretaría de Estado de Seguridad Social realizará una encuesta
permanente, ponderando las variaciones producidas en cada una de las actividades significativas, en relación al número de afiliados
comprendidos en ellas. Los coeficientes a los que se refiere el artículo 46 y los índices de corrección mencionados en el presente artículo serán
publicados en el Boletín Oficial".
(89) BO del 10/12/1976.
(90) BO del 28/3/1991. Art. 10: "Deróguense, con efecto a partir del 1º del mes de abril de 1991, todas las normas legales o reglamentarias
que establecen o autorizan la indexación por precios, actualización monetaria, variación de costos o cualquier otra forma de repotenciación de
las deudas, impuestos, precios o tarifas de los bienes, obras o servicios. Esta derogación se aplicará aun a los efectos de las relaciones y
situaciones jurídicas existentes, no pudiendo aplicarse ni esgrimirse ninguna cláusula legal, reglamentaria, contractual o convencional —
inclusive convenios colectivos de trabajo— de fecha anterior, como causa de ajuste en las sumas de Australes que corresponda pagar, sino
hasta el día 1º de abril de 1991, en que entra en vigencia la convertibilidad del Austral".
(91) BO del 10/1/1969.
(92) BO del 16/10/2008.
(93) BO del 29/9/1994.
(94) BO del 4/2/1994.
(95) BO del 28/3/1991.
(96) BO del 27/8/2020.
(97) BO del 9/12/2008.
(98) BO del 29/8/1997.
(99) BO del 16/10/2008.
(100) Peón, Rodolfo A., "La movilidad de los beneficios previsionales establecida por la Ley 26.198 de Presupuesto General de la
Administración Nacional para el ejercicio 2007", Revista de Derecho Laboral y Seguridad Social, LexisNexis, Buenos Aires, 2007, p. 665.
(101) BO del 16/10/08.
(102) Sustitúyase el art. 32 de la ley 24.241 y sus modificatorias, por el siguiente: art. 32: "Movilidad de las prestaciones. Las prestaciones
mencionadas en los incisos a), b), c), d), e) y f) del artículo 17 de la ley 24.241 y sus modificatorias, serán móviles. El índice de movilidad se
obtendrá conforme la fórmula que se aprueba en el Anexo de la presente ley. En ningún caso la aplicación de dicho índice podrá producir la
disminución del haber que percibe el beneficiario".
(103) Álvarez Chávez, Víctor H., Sistema Integrado Previsional Argentino y movilidad jubilatoria, leyes 26.425 y 26.417, García Alonso,
Buenos Aires, 2008.
(104) Donde:
• "m" es la movilidad del período, la misma es una función definida por tramos; • "a" es el tramo de la función de movilidad previo a la
aplicación del límite; • "RT" es la variación de los recursos tributarios por beneficio (netos de eventuales aportes del Tesoro Nacional para cubrir
déficits de la Administración Nacional de la Seguridad Social) elaborado por el organismo, el mismo comparará semestres idénticos de años
consecutivos; • "w" es la variación del índice general de salarios publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos o la variación del
índice RIPTE —Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables—, publicado por la Secretaría de Seguridad Social, la que
resulte mayor. En ambos casos se compararán semestres consecutivos; • "b" es el tramo de la función de movilidad que opera como eventual
límite; • "r" es la variación de los recursos totales por beneficio de la Administración Nacional de la Seguridad Social (netos de eventuales
aportes del Tesoro Nacional para cubrir déficits de la Administración Nacional de la Seguridad Social). El mismo compara períodos de 12
meses consecutivos. El ajuste de los haberes se realizará semestralmente, aplicándose el valor de "m" para los haberes que se devenguen en
los meses de marzo y septiembre. Para establecer la movilidad se utilizará el valor de "m" calculado conforme el siguiente detalle: enero-junio
para el ajuste de septiembre del mismo año y julio-diciembre para el ajuste a aplicar en marzo del año siguiente.
(105) Recursos tributarios: estaba integrado por: 1. El 15% de la coparticipación federal: impuestos nacionales que se reparten entre las
provincias. 2. El 10,3% del IVA. 3. 120 millones de pesos anuales del impuesto a las ganancias y el 20% de la recaudación restante del
gravamen. 4. El 21% del impuesto a los combustibles, más los ingresos que aporten los tributos específicos al gasoil, diésel, kerosene y GNC.
5. El 100% del impuesto adicional a los cigarrillos. 6. El 70% del Monotributo).
(106) Publicado en la Revista de Jubilaciones y Pensiones, nro. 105, ps. 317-320.
(107) BO del 28/12/2017.
(108) García, Nadia G., "Movilidad: la pandemia de siempre", LL 2020-D-134.
(109) BO del 23/12/2019.
(110) BO del 25/8/2020.
(111) Sobre el tema, puede verse: García, Nadia G., "¿Pueden modificarse las movilidades a aplicar en marzo y junio?, comentario al fallo
'Caliva'", LL 2020-E-6 a 11.
(112) BO del 04/01/2021.
(113) CS, 10/12/1997, "Aguiar López, Eduardo c. INPS - Caja Nacional de previsión para Trabajadores autónomos s/reajustes por movilidad"
(Fallos 320:2786).
(114) BO del 12/4/1972.
(115) BO del 27/4/1972.
(116) CNFed. Contenciosoadministrativo, sala IV, 7/5/1998, "Campos, Danilo c. Estado nacional - Ministerio de Defensa".
(117) 17/6/1999, "Vega, Juan Carlos c. ANSES", sentencia interlocutoria 49.416.
(118) CFed. Seg. Social, sala II, 31/10/1996, "Laboratorio Medex Omicron", citado por Chirinos, Bernabé L., Tratado de la seguridad social, La
Ley, Buenos Aires, 2009, t. I, p. 256.

195
(119) BO del 21/11/2000.
(120) Art. 28 de la ley 19.549, sustituido por ley 21.868, BO del 25/11/1977.
(121) CFed. Seg. Social, sala I, "Casotti, María Clara c. ANSES s/amparo por mora".
(122) BO del 16/10/1953.
(123) BO del 25/3/1987.
(124) Confirma Bidart Campos, Germán J., "La competencia en materia de seguridad social es exclusiva de la Cámara Nacional del fuero",
en ED 141-707, citado por Carnota, Walter F., en Procedimiento de la Seguridad Social, Depalma, Buenos Aires, 1998, p. 2.
(125) BO del 30/3/1995.
(126) BO del 4/10/1995.
(127) BO del 20/1/2006.
(128) Carnota, Walter F., Procedimiento de la seguridad social, cit.
(129) CFed. Seg. Social, sala II, 11/4/1997, "Ciampagna, Rodolfo Nicolás c. ANSES s/reajustes por movilidad".
(130) BO del 26/10/2006.
(131) BO del 22/4/2005.
(132) CS, 20/8/2008, "Flagello, Vicente c. ANSES s/interrupción de prescripción".
(133) BOBA, 8/2/2013.
(134) BOBA, 3/11/1997.
(135) https://intranet.hcdiputados-ba.gov.ar/refleg/fw14437.pdf. (1/8/2020).
(136) Sobre el tema puede verse: García, Nadia G., "¿Pueden modificarse las movilidades a aplicar en marzo y junio?, comentario al fallo
'Caliva'", cit.
(137) BO del 21/11/2000.
(138) CFed. Seg. Social, sala I, 30/9/1999, "Martínez, Teresio c. Ministerio de Defensa - Gendarmería Nacional".
(139) CFed. Seg. Social, sala III, 1/11/2000, "Urquiza, Delicia Enriqueta c. ANSES".
(140) El art. 82 de la ley 18.037 prescribe en lo pertinente: "Prescribe al año la obligación de pagar los haberes jubilatorios y de pensión,
inclusive los provenientes de transformación o reajuste, devengados antes de la presentación de la solicitud en demanda de beneficio.
Prescribe a los dos años la obligación de pagar los haberes devengados con posterioridad a la solicitud del beneficio. La presentación de la
solicitud ante la Caja interrumpe el plazo de prescripción, siempre que al momento de formularse el peticionante fuere acreedor al beneficio
solicitado".
(141) CFed. Seg. Social, sala I, 21/2/2000, "Carnovali, Osvaldo Emilio c. ANSES".
(142) Confirma CFed. Seg. Social, sala I, 10/7/1998, "Barloa, Luis Argentino".
(143) Confirma, CFed. Seg. Social, sala I, 30/9/2004, "Gómez, Lidia Beatriz c. ANSES s/recurso de queja", sentencia interlocutoria 62.764.
(144) Confirma, CFed. Seg. Social, sala II, 13/9/2007, "Escobar de Cuello, Carmen Concepción c. ANSES s/reajustes por movilidad",
sentencia interlocutoria 65.904.
(145) Confirma, CFed. Seg. Social, sala II, 17/3/2009, "Chatte, Amado c. ANSES y otros s/ejecución provisional, sentencia interlocutoria
71.222.
(146) Confirma, CS, 15/4/2004, "Rueda, Orlinda c. ANSES s/reajustes por movilidad".
(147) Auditoría General de la Nación (AGN), Informe Gestión Judicial respecto de los reclamos por reajuste de haberes o movilidad (res.
85/2015), Buenos Aires, 2015.
https://www.agn.gob.ar/sites/default/files/informes/informe_085_2015.pdf (25/9/2020).
(148) Auditoría General de la Nación (AGN), Informe Gestión Judicial respecto de los reclamos por reajuste de haberes o movilidad (res.
85/2015), cit.
(149) Sartori, José A., "El debido concepto de lo cautelar",
en http://www.academiadederecho.org/upload/biblio/contenidos/SARTORI.pdf (14/9/2020).
(150) Rojas, Jorge A., "Las medidas cautelares en el arbitraje", ponencia presentada durante la Segunda Jornada de Arbitraje Institucional
organizado por la Defensoría del Pueblo de la CABA, 16/9/2009, en http://www.defensoria.org.ar/publicaciones/pdf/papeleso06.pdf (5/11/2011).
(151) Calamandrei, Piero, Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares, trad. de Sentís Melendo, Santiago, Bibliográfica
Argentina, Buenos Aires, 1945, p. 31.
(152) "Moción de Valencia. El proceso civil en el siglo XXI", en http://www.tirant.com/mex/monocnt?daId=116&patron=01&. (14/9/2020).
(153) Rojas, Jorge A., "Las medidas cautelares en el arbitraje", cit.
(154) Ídem.
(155) Calamandrei, Piero, Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares, cit., p. 31.
(156) CNFed. Contenciosoadministrativo, sala II, LL 1984-459.
(157) "Adyfi Sociedad Anónima empresa Nueve de Julio Sociedad Anónima de transporte c. Banco La Nación s/amparo ley 16.986", LL 1996-
C-434.
(158) Perrachione, Mario C. K., Medidas cautelares, Mediterránea, Buenos Aires, 2006, p. 16.
(159) Morello, Augusto M. - Sosa, Gualberto L. - Berizonce, Roberto O., Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la Provincia de
Buenos Aires y de la Nación, Platense, Buenos Aires, 1996, p. 536.
(160) Palacio, Lino E., "La venerable antigüedad de la medida cautelar innovativa", en Medidas cautelares. Revista de Derecho Procesal,
Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 1998, t. I.
(161) CS, 26/9/2006, "Neuquén, Provincia del c. Estado Nacional (Ministerio del Interior) s/medida cautelar —incidente sobre medida cautelar
— IN1", Fallos 329:4161.
(162) 17/5/2005, "Sánchez, María del Carmen c. ANSES s/reajustes varios", Fallos 328:2833.
(163) 26/10/2009, "Capa, Néstor Fernando c. ANSES s/reajustes varios", expte. 45.666/2008.
(164) 26/4/2002, "Bachrach, Marcos c. ANSES s/reajustes varios", expte. 511.198/1996.
(165) 16/10/2009, "Capa, Néstor Fernando c. ANSES s/reajustes varios", expte. 45.666/2008.
(166) Alsina, Hugo, Tratado teórico-práctico de derecho procesal civil y comercial, Ediar, Buenos Aires, 1961.
(167) Llambías, Jorge J., Código Civil anotado, doctrina-jurisprudencia, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1985, t. I, p. 1112, parág. 3º, citado en
CFed. Seg. Social, sala II, "Peter, Adolfo c. ANSES s/medidas cautelares", resolución interlocutoria del 8 de febrero de 2001.
(168) Rojas, Jorge A., "Las medidas cautelares en el arbitraje", cit.
(169) 19/4/1999, "Anchorena, Tomás Joaquín y otros c. ANSES s/recomposición de haber —medida cautelar—".
(170) Morello, Augusto M., "La tutela anticipada en la Corte Suprema", LL 1995-E-652, ED 176-72.
(171) Marienhoff, Miguel, Tratado de derecho administrativo, 3ª ed. actual., Abeledo Perrot, Buenos Aires, t. II, p. 213.
(172) 16/10/2009, "Capa, Néstor Fernando c. ANSES s/reajustes varios", expte. 45.666/2008, voto del Dr. Luis René Herrero.
(173) Ídem.
(174) Del voto del Dr. Luis René Herrero en la causa "Capa, Néstor Fernando c. ANSES s/reajustes varios", cit.
(175) Ídem.
(176) Del voto del Dr. Luis René Herrero en la causa "Capa, Néstor Fernando c. ANSES s/reajustes varios", cit.
(177) Del voto de la Dra. Nora Carmen Dorado en la causa "Capa, Néstor Fernando c. ANSES s/reajustes varios", cit.
(178) Carnota, Walter, citado por la Dra. Nora Carmen Dorado en la causa "Capa, Néstor Fernando c. ANSES s/reajustes varios", cit.

196
(179) BO del 22/7/2016.
(180) A modo de ejemplo, en el anexo a este capítulo se acompaña un modelo de acuerdo de reparación histórica y un modelo de recibo con
dicho concepto.
(181) BO del 10/1/1969.
(182) BO del 18/10/1993.
(183) BO del 30/3/1995.
(184) Fallos 328:2829.
(185) Fallos 328:4044.
(186) BO del 17/12/1991.
(187) BO del 30/9/1983.
(188) Fallos 307:224.
(189) Fallos 340:1695.
(190) Fallos 339:61.
(191) BO del 16/10/2008.
(192) Fallos 330:4866.
(193) RIPTE (julio-septiembre 2019).
(194) Dec. 495/2020.
(195) Dec. 692/2020.
(196) Dec. 899/2020.

197
Capítulo III - El sistema de prestaciones por desempleo

I. El trabajo y la desocupación

1. El trabajo humano
Es una realidad indiscutida que el trabajo humano acompañó la historia de la humanidad y fue generador de riqueza
junto con el capital necesario para hacerlo efectivo.
Desde un punto de vista subjetivo, el trabajo es la expresión del ser humano y es inescindible de él. El hombre se
expresa y se realiza mediante su actividad laboral. Al mismo tiempo el trabajo tiene un fin social, ya que beneficia y
transforma la vida de otras personas.
Desde esta concepción, el trabajo se convierte en un derecho humano fundamental que requiere especial atención de
la sociedad y del Estado.
El Dr. Eduardo Stortini dice al respecto:
"Desde este enfoque, debemos partir de la base de considerar que el trabajo dignifica al hombre y lo realiza en lo
moral y espiritual, lo cual le permite integrarse adecuadamente a la comunidad. En una primera observación, podría
decirse que el trabajo le posibilita al individuo la obtención de bienes y servicios para satisfacer sus necesidades y las de
su familia. Pero la sola obtención de bienes materiales no satisface su razón de ser, sino que al estar empleado le
permite incrementar su personalidad para intentar lograr plenitud en sus valores morales y espirituales, que son los que
(197)
verdaderamente interesan en la vida humana" .
Como nos enseña el autor citado, el desocupado, por el contrario, se ve impedido de obtener ingresos y esta
situación incide negativamente en su vida personal y de relación porque le provoca desaliento y, probado está, genera
depresión y, en el ámbito social, conflictos. El individuo sin empleo y su grupo familiar deben acudir a la asistencia social,
se ven en la necesidad de requerir servicios públicos estatales (de salud y asistencia social).
De acuerdo con lo dicho, el empleo y el desempleo actúan como contrapartida, mientras el trabajo dignifica, integra al
trabajador y a su familia a la sociedad, en el otro extremo, la desocupación lo segrega, lo excluye, atenta contra sus
proyectos de vida, lo frustra y ello disminuye su autoestima, le ocasiona frustración e irritación pues se encuentra
"impotente para superarla".
El derecho humano a trabajar puede ser ejercido en forma autónoma o en forma dependiente. En el sistema
legislativo argentino el empleo protegido por la seguridad social es el dependiente, nacido del contrato de trabajo y de la
organización del trabajo a través de la conjunción del capital y trabajo.
El contrato de trabajo genera gran parte de la población activa, elemento esencial para construir cualquier sistema de
seguridad social basado en la solidaridad intergeneracional.
El legislador ha tomado conciencia de la importancia que tiene el trabajo subordinado, y sobre él estructuró el tejido
de obligaciones que garantizan el ejercicio de los derechos de la seguridad social creando normas para su formalidad y
ulteriores obligaciones contributivas.
El trabajo subordinado está íntimamente relacionado con el derecho de la seguridad social y eso lleva a la doctrina a
concluir desde una visión integradora que ambos son "el derecho social".

2. El desempleo
La falta de trabajo se denomina desempleo o desocupación, pero no son sinónimos, como se verá más adelante. La
protección actual del derecho de la seguridad social, en la Argentina, está referida a la carencia de trabajo de aquel que
lo prestaba en relación de dependencia, y está en condiciones de trabajar y no encuentra trabajo. Se trata siempre de un
desempleo involuntario.
Se presenta como la falta de oportunidades laborales para aquellas personas que encontrándose disponibles para
trabajar y en busca de un empleo, no logran obtenerlo.
Consiste en la carencia o reducción de empleo de quien estando en condiciones de trabajar, no puede hacerlo.
Es para el derecho de la seguridad social una contingencia social que afecta a la persona debiendo arbitrar los
medios para aventar, ya sea su existencia, ya sea las necesidades que ella puede acarrear.
El trabajo humano se convierte en un bien jurídico que debe ser protegido. Cuando la protección se refiere al periodo
de prestación de trabajo en relación de dependencia, sus características, modalidades, duración, etc., el cuerpo legal
indicado para su regulación es el derecho del trabajo. Cuando estamos frente a su pérdida involuntaria, nos
encontramos frente a la contingencia del desempleo que, como ya lo anticipamos, se encuentra regulado por el derecho
de la seguridad social.
(198)
Señala Chirinos  que la doctrina ha sintetizado los factores generadores de desempleo involuntario en:

198
• Políticos: bajo este factor se incluyen las políticas estatales, por ejemplo, la globalización de la economía. En estas
condiciones, ante procesos de integración de países, los Estados deben prever el bien común intentando crear
condiciones que garanticen el ejercicio del derecho a trabajar e implementar políticas para luchar contra el desempleo.
• Económicos: Planteada y reconocida la relación intrínseca entre trabajo y economía, resulta claramente importante
la implementación práctica de la generación de riquezas. Los procesos económicos por los que atraviesa un país
impactan en el mercado laboral.
• Migratorios: los procesos migratorios generados por distintas cuestiones provocan un desequilibrio entre la oferta y
demanda de trabajo.
• Morales o éticas: dentro de este factor la doctrina incluye la "falta de cultura del trabajo" y relacionado con el
conformismo: se subsiste con lo poco que se tiene o recibe.
• Culturales: carencia de planes de formación cuyo objetivo sea adquirir la cultura del trabajo.
Para nosotros dentro de los factores expuestos es necesario incluir a los factores tecnológicos que año tras año
reemplazan el trabajo humano por una máquina o un robot y no olvidarnos en el contexto actual del COVID-19 como
(199)
gran generador de desempleo. Así y siguiendo la clasificación de José Almansa Pastor , el desempleo puede ser:
• Friccional: es el que ocurre en las circunstancias en las que un trabajador cambia de un trabajo a otro, las razones
son variadas. La doctrina propone como posible solución la organización de eficientes servicios de colocación que
faciliten el acercamiento entre la oferta y demanda de empleo.
• Estacional: se produce en ciertos sectores profesionales con actividades cíclicas o discontinuas y que es
característico de los trabajos por temporada, esto genera que los trabajadores no estén ocupados la cantidad de tiempo
que necesitan. El remedio propuesto es la creación de flujos migratorios que propicie la ocupación en otras zonas.
• Tecnológicos: es el producido en ciertos sectores industriales con la adaptación de nuevos métodos de trabajo o
inserción de nueva tecnología. Este factor es el particularmente analizado en este trabajo y la propuesta es la adaptación
profesional, la capacitación hacia nuevas habilidades y la reforma de la prestación por desempleo.
• Estructural: nace con procesos de reconversión industrial o transformación de estructuras de un país que afecta a
todo un sector económico. El remedio también consiste en la readaptación profesional y políticas públicas.
• Encubierto o subempleo: la doctrina identifica dos hipótesis. Una cuando existe excedente del trabajo realizado y se
ejecuta con bajos rendimientos, reducción de jornadas a cambio de salarios reducidos. El segundo emerge de las
situaciones en las que se realizan trabajos de menor categoría de la especialización o titulación por no haber suficientes
puestos en esa categoría. El remedio es estructural y exige una mayor vigilancia para que esta forma de trabajo informal
no se introduzca en la economía formal.
• Cíclico: aparece ante grandes recesiones económicas que colocan a la economía en crisis, y por lo tanto acrecienta
la desocupación. El autor citado propone, por ejemplo, la realización de obras públicas y planificación económica de
programas adecuados. Nosotros agregamos la reforma de la prestación por desempleo en particular y en general
políticas públicas adecuadas para contener la situación social en todos sus aspectos.
Como puede advertirse, las razones, los factores y las causas generadoras de desempleo son variadas y pueden
presentarse más de una al mismo tiempo. Claramente no existen inconvenientes para identificarlas, pero los Estados
encuentran serios inconvenientes en combatirlas, suprimirlas o bien, atenuar las consecuencias que sobre las personas
(200)
ocasiona. Un informe reciente de la OIT  señala que en 2018 había 172 millones de personas desempleadas en el
mundo, una tasa de desempleo del 5,0 por ciento. La OIT advierte que el panorama actual es incierto. Suponiendo que
las condiciones económicas fueran estables, se prevé que la tasa de desempleo de muchos países seguirá
reduciéndose. Sin embargo, los riesgos macroeconómicos han aumentado y ya tienen un impacto negativo en el
mercado de trabajo de diversos países. Sostiene el informe que en 2019 y 2020 la tasa de desempleo mundial debería
mantenerse aproximadamente al mismo nivel. Las previsiones indican que el crecimiento de la población activa hará
aumentar el número de personas desempleadas en 1 millón al año, hasta situarlo en 174 millones en 2020. El informe
nos permite tomar dimensión de la problemática que enfrenta el mundo, el trabajo sigue siendo un bien preciado y
escaso.

3. Concepto y diferenciaciones
Tal como se ha mencionado, resulta necesario aclarar y diferenciar la desocupación como indicador económico del
desempleo del que se ocupa la prestación por desempleo en particular en la Argentina.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC), a través de la Encuesta Permanente
de Hogares (EPH), es el organismo encargado de generar la información estadística sobre la desocupación entre otros
indicadores.
(201)
De acuerdo con el informe elaborado por el INDEC   para determinar los índices se utilizan los siguientes
conceptos:
• Población económicamente activa: la integran las personas que tienen una ocupación o que sin tenerla la están
buscando activamente. Está compuesta por la población ocupada más la población desocupada.

199
• Población ocupada: conjunto de personas que tiene por lo menos una ocupación, es decir que en la semana de
referencia ha trabajado como mínimo una hora (en una actividad económica). El criterio de una hora trabajada, además
de preservar la comparabilidad con otros países, permite captar las múltiples ocupaciones informales o de baja
intensidad que realiza la población.
• Población desocupada: se refiere a personas que, no teniendo ocupación, están buscando activamente trabajo y
están disponibles para empezar a trabajar. Corresponde a desocupación abierta. Esto implica que, no considerada la
precariedad laboral, jornadas inferiores a las necesarias, etcétera.
• Población subocupada horaria: se refiere a los ocupados que trabajan menos de 35 horas semanales por causas
involuntarias y están dispuestos a trabajar más horas. Comprende a todos los ocupados en empleos de tiempo reducido
(incluye, entre otros, a agentes de la Administración Pública provincial o municipal cuyo horario de trabajo ha sido
disminuido) y están dispuestos a trabajar más horas.
• Población subocupada demandante: se refiere a la población subocupada (por causas involuntarias y dispuestos a
trabajar más horas) que además busca activamente otra ocupación.
• Población subocupada no demandante: se refiere a la población subocupada (por causas involuntarias y dispuestos
a trabajar más horas) que no está en la búsqueda activa de otra ocupación.
• Población inactiva: conjunto de personas que no tienen trabajo ni lo buscan activamente. Puede subdividirse en
inactivos marginales e inactivos típicos según estén dispuestos o no a trabajar.
En virtud de estos conceptos, la tasa de actividad es calculada como porcentaje entre la población económicamente
activa y la población total. La tasa de empleo es calculada como el porcentaje entre la población ocupada y la población
total. La tasa de desocupación es calculada como el porcentaje entre la población desocupada y la población
económicamente activa. La tasa de subocupación horaria es calculada como el porcentaje entre la población
subocupada y la población económicamente activa. La tasa de subocupación demandante es calculada como el
porcentaje entre la población de subocupados demandantes y la población económicamente activa y, por último, la tasa
de subocupación no demandante es calculada como porcentaje entre la población de subocupados no demandantes y la
población económicamente activa.
Sintetizando y como puede advertirse de estos conceptos netamente económicos, para el INDEC se consideran
desocupados a los que no tienen trabajo, pero lo buscan activamente. Conforme a este concepto, que como ya se
remarcó reviste el carácter de económico, son desocupados los individuos que durante la semana anterior a que se
realizara la encuesta no trabajaron —con o sin sueldo— ni una sola hora y que, al mismo tiempo, vienen buscando
empleo activamente en el último mes.
Es necesario entender que la tasa de desocupación no hace referencia al porcentaje de habitantes del país que no
tiene empleo, sino que toma solo al conjunto de la población activa, esto es que busca trabajo. (Las personas que no
tienen trabajo y no lo buscan son consideradas inactivas).
Así, la tasa de desocupación es calculada como el porcentaje entre la población desocupada y la población
económicamente activa.
Concluyendo, la tasa de desocupación no refleja los siguientes indicadores:
• Subocupación: Personas que trabajan involuntariamente por debajo del número de horas considerado normal. Este
índice es considerado por el INDEC en forma independiente.
• Desaliento: personas que no buscan empleo porque evalúan que no hay posibilidad de conseguirlo.
• Ocupados en puestos de trabajo por debajo de la remuneración mínima o en trabajos que no desean o en trabajos
no registrados.
El seguro de desempleo del que nos ocuparemos no se refiere al desocupado que se releva en las estadísticas, sino
que únicamente se refiere a personas que tenían empleo y lo perdieron por causas no imputables.
A su vez, el empleo que tenían era en relación de dependencia y cumplía los requisitos que cada legislación le
impone. El carácter restrictivo de las prestaciones por desempleo en América Latina y que explicaremos más adelante
hace que solo quienes cumplen los estrictos requisitos impuestos se encuentren protegidos.

II. El seguro de desempleo en el derecho comparado

1. El seguro de desempleo en el mundo


La mayoría de los países desarrollados cuentan con un seguro de desempleo, aunque sus características varían
ampliamente entre países.
Algunos de los elementos que deben considerarse en el análisis de un esquema de seguro de desempleo son:
• Población beneficiaria potencial;
• Requisitos para hacer efectivo el seguro de desempleo;

200
• Tasa de reposición (porcentaje del salario cubierto por el seguro de desempleo);
• Duración de las prestaciones por desempleo;
• Forma de financiamiento del seguro de desempleo;
• Relación con políticas activas de mercado de trabajo (capacitación, readiestramiento, etcétera).
(202)
La Cepal  distingue tres grupos de países según el nivel de su seguro de desempleo: los países con sistemas de
nivel alto, medio y bajo. En general, los países europeos son los que tienen mejores sistemas de seguro de desempleo,
con mayor cobertura y mayores beneficios. El resto de los países con seguro de desempleo tienen beneficios
insuficientes y baja cobertura como se indica en las siguientes tablas:
Países con alto nivel de protección

PAÍSES CARACTERÍSTICAS
La protección frente al desempleo consiste en
Alemania varios niveles de prestaciones.
Austria Primer Nivel: indemnización por concepto de
Bélgica seguro de desempleo que se abona al
Dinamarca desempleado durante un periodo inicial
Finlandia subsiguiente a la pérdida de trabajo.
Francia El porcentaje de indemnización sobre el salario es
España superior al 60% del salario nacional medio.
Islandia En Finlandia las prestaciones dinerarias son de
Luxemburgo 63% del salario nacional medio y en España de
Noruega 77%.
Países Bajos Segundo Nivel: se denomina subsidio. Protege a
Portugal los trabajadores que han agotado su derecho al
Suecia seguro de desempleo y les concede un periodo de
Suiza gracia antes de ser incluidos en planes de
asistencia social menos generosos.

Países con nivel medio de protección

PAÍSES CARACTERÍSTICAS
Los desempleados que reciben prestaciones son
relativamente pocos y la compensación es inferior
Australia
a las del primer grupo de países.
Canadá
Las prestaciones en dinero van desde 23% del
Irlanda
salario en Nueva Zelanda a 58% en Canadá y en
Japón
los Estados Unidos.
Nueva
La duración de la indemnización por desempleo es
Zelanda
corta, pues las prestaciones se abonan durante un
Reino Unido
tiempo inferior al año.
Estados
En los Estados Unidos y Canadá no existe un
Unidos
segundo nivel de ayuda al desempleo al agotarse
el tiempo del primer nivel.

Países con bajo nivel de protección

PAÍSES CARACTERÍSTICAS
Europa Central y Solo la mitad de los desempleados reciben
oriental prestaciones de desempleo o asistencia social.
América Latina y El número de beneficiarios ha disminuido
El Caribe considerablemente en varios países.
Asia En la mayoría de los países se tienen planes
de compensación por finalización del trabajo
en la forma de una única suma como
indemnización.
Normas de acceso muy restrictivas a los
planes de seguro de desempleo.
Generalmente excluye a los asalariados más
vulnerables.
Los porcentajes de indemnización
compensatoria oscilan entre el 40 y el 80 % de
los salarios.
Chile y Argentina: Poseen prestaciones que
disminuyen por tramos de acuerdo con la
duración del desempleo.
En 1998 solo 4 economías tenían alguna
forma de plan de prestaciones por desempleo:

201
china, Mongolia, República de Corea y Hong
Kong.
En general las tasas de indemnización son
modestas.

(203)
En un informe de alcance mundial, la OIT   reveló que solo el 21,8% de los trabajadores desempleados se
beneficia de prestaciones de desempleo (indicador 1.3.1 de los ODS con respecto a las personas desempleadas),
mientras que 152 millones de trabajadores desempleados no tienen cobertura. El informe señala:
"Las prestaciones de desempleo son esenciales para garantizar los ingresos en caso de pérdida del empleo y
mientras se encuentra otro. Contribuyen a reducir y prevenir la pobreza, así como a mejorar la correspondencia entre
oferta y demanda de empleo, y a facilitar el cambio estructural de la economía. Sin embargo, en comparación con otras
contingencias, el acceso a las prestaciones de desempleo es todavía muy limitado en todo el mundo. La variación
regional es grande. En Europa y Asia Central, la cobertura efectiva es del 43 por ciento de los trabajadores
desempleados; aunque existen sistemas de seguridad social maduros e integrales, la cobertura efectiva en Europa solo
abarca a aproximadamente la mitad de los trabajadores desempleados. Entre otros posibles motivos de esa baja
cobertura, cabe citar el agotamiento del derecho a las prestaciones o el incumplimiento de los requisitos para tener
derecho a las mismas. En otras regiones, el nivel de la cobertura es incluso más bajo, situándose en el 23 por ciento de
las personas que buscan empleo en Asia y el Pacífico, el 17 por ciento en las Américas y el 6 por ciento en África. La
mayoría de los países de esas regiones aún carecen de regímenes de prestaciones de desempleo eficaces. Incluso en
aquellos países que cuentan con regímenes de seguro de desempleo, el porcentaje de trabajadores desempleados que
perciben prestaciones de desempleo es relativamente bajo, debido a que sigue existiendo un nivel relativamente elevado
de empleo informal".
A pesar de que, a nivel mundial, existen brechas importantes en la cobertura, algunos países, incluidos países de
ingresos bajos y medios, han extendido el acceso a las prestaciones de desempleo vigentes o a otras nuevas, o han
extendido la cobertura a personas que estaban excluidas. En otros países, se ha extendido el alcance de la protección
mediante la adopción de medidas de promoción del empleo, como el desarrollo de las competencias y servicios de
empleo, en el marco de un conjunto integrado de medidas y complementando las prestaciones monetarias de
desempleo con políticas de formación y otras políticas de mercado de trabajo. Sin embargo, en ocasiones, a esas
medidas expansivas les han sucedido medidas de consolidación fiscal, que han supuesto el establecimiento de
condiciones más estrictas para tener derecho a las prestaciones de desempleo, un menor periodo máximo de duración
de la prestación o la reducción del nivel de las prestaciones.
El informe demuestra una vez más que pese al unánime reconocimiento de la importancia de la prestación por
desempleo para atenuar los efectos negativos que ocasiona el desempleo sobre las personas, sigue siendo la cobertura
más restrictiva y de menor alcance en el mundo, las razones y causas son variadas pero sus consecuencias son
uniformes: desprotección, exclusión, pobreza y desigualdad.

2. El seguro de desempleo en América Latina


(204)
En América Latina, conforme a un informe elaborado por la Social Security Administration de USA , únicamente
seis países cuentan con seguro de desempleo (Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Uruguay y Venezuela), los cuales
cuentan con una larga tradición en la materia. El seguro de desempleo más antiguo es el de Uruguay que data de 1934.
(205)
Un informe de la Cepal  confirma que únicamente seis países poseen seguro de desempleo y señala como alguna
de sus principales características las siguientes:
• En todos los casos son sistemas contributivos y con características del sistema de reparto (Argentina, Venezuela y
Uruguay), aunque su diseño particular varía entre países, ya sea en aportaciones del empleado, el empleador y el
gobierno. Existen significativas variaciones en los porcentajes que aporta cada agente.
Chile y Ecuador presentan estructuras mixtas con existencia de Fondos de Cesantía.
• Generalmente cubre a trabajadores por contrato de duración indefinida, pero la cobertura se ha ido ampliando hacia
otros grupos de beneficiarios, como trabajadores rurales, agrícolas, de la construcción y con contratos eventuales.
• Los requisitos para tener acceso al seguro de desempleo varían entre países, pero generalmente se requiere haber
trabajado en un empleo con contrato y haber contribuido al seguro de desempleo cierta cantidad de meses anteriores a
la fecha de la situación de desempleo.
• La duración de la prestación es variada, pero en general no excede del año.
• En cuanto a la cuantía suele determinarse una proporción del salario percibido en el empleo previo a la cesantía y
en general se establecen montos mínimos máximos.
• Los montos otorgados son decrecientes.
El informe citado pone en evidencia que los seguros de desempleo en América Latina son muy restrictivos y excluyen
a los trabajadores asalariados más vulnerables, como trabajadores de la construcción, domésticos, agrícolas y jóvenes.
Los porcentajes de indemnización compensatoria son variados y en general en función de los salarios percibidos, sin
embargo, puede verse afectado por la imposición de topes como veremos es el caso de la Argentina.

202
(206)
En el caso de México, el informe ya mencionado , da cuenta de la aprobación por parte de la Cámara de
Diputados de un programa constituido por una cuenta de ahorro individual por desempleo denominada subcuenta mixta.
Consiste en una subcuenta dentro de la cuenta individual de ahorro para el retiro que disponen los trabajadores.
De la investigación realizada se tuvo acceso a la Ley de Protección y Fomento al Empleo para el Distrito Federal que
en el título segundo crea el seguro de desempleo como un sistema de protección para personas desempleadas, pero
únicamente para quienes residan en el Distrito Federal.
Es de destacar el caso de Colombia que, si bien no posee un seguro de desempleo propiamente dicho, existe un
mecanismo de protección al cesante (MPC) que garantiza la protección social de los trabajadores manteniendo el
acceso a la salud, los aportes previsionales, subsidios familiares y a servicios de capacitación.
En el resto de los países de América Latina, generalmente existe el pago de una indemnización al finalizar el trabajo
que se espera que ayude al trabajador durante el tiempo que dura el desempleo. De hecho, en algunos países con
seguro de desempleo también se paga una indemnización por despido, por ejemplo, la Argentina.
Entre la problemática identificada en relación con los seguros de desempleo en América Latina, además de su
carácter restrictivo ya señalado, están la falta de relación con las políticas de mercado de trabajo como la capacitación y
los servicios de empleo. En algunos países, como la Argentina, se encuentra prevista esta relación, pero no funciona en
los hechos.

III. La prestación por desempleo en la Argentina. Leyes 24.013 y 25.371

1. Marco legal. Concepto y alcances


La ley 24.013, en sus arts. 111 a 152, prevé la protección de los trabajadores que estén sin empleo por medio de un
sistema integral de prestaciones por desempleo y un sistema de formación, empleo y estadística. A fin de financiar
dichos institutos, crea el Fondo Nacional de Empleo (FNE), que es una cuenta que se nutre de una contribución patronal
sobre la masa salarial.
Su objeto es cubrir y amparar la contingencia social del desempleo por medio de un impuesto a cargo de todo
empleador y brindar una prestación transitoria a quienes han perdido su ocupación por causas que no le son imputables.
Esta es una característica fundamental del seguro de desempleo argentino, toda vez que solo cubre a aquellas
personas que hayan perdido su empleo, no a aquellas que se encuentren sin empleo y, dentro de aquel grupo que
perdió su empleo, solo a los trabajadores que lo perdieron por causas que no le son imputables.
A su vez, dentro del grupo que perdieron su trabajo es necesario que el trabajador haya estado en relación de
dependencia registrada, y que atento a lo dicho en el punto anterior, la ruptura del contrato laboral se deba a causas que
no le sean imputables; esto es despido sin causa, falta o disminución de trabajo o por quiebra del empleador, etcétera.
En cuanto a la duración de la prestación varía desde los dos meses hasta el año según el período de cotización al
FNE dentro de los 36 meses anteriores al cese del contrato de trabajo que originó el estado de desempleo.
El dec. 267/2006 establece que cuando el trabajador cuente con 45 o más años de edad, el tiempo total del seguro
por desempleo se extenderá por seis meses adicionales por un valor equivalente al 70% de la prestación original (valor
de las primeras cuatro cuotas).
Se excluyen de la prestación por desempleo de la ley 24.013 a los trabajadores agrarios, el personal de casas
particulares y a quienes dejen de prestar servicios en la Administración Pública nacional provincial o municipal.
Sin embargo, se crean dos regímenes más específicos de prestaciones por desempleo, el destinado a trabajadores
de la construcción y para los trabajadores agrarios que será analizado en el título IV de este capítulo.
Los trabajadores de la construcción cuentan con un sistema integrado de prestaciones por desempleo, de acuerdo
con lo estatuido por ley 25.371. El tiempo de duración de la prestación oscila entre 3 y 8 meses, según el período de
cotización dentro de los dos años anteriores al cese del contrato laboral y el monto será calculado como un porcentaje
del importe neto de la mejor remuneración sujeta a aportes, percibida durante los 6 meses anteriores a la desvinculación
laboral.
En lo que hace a la ley 25.371, dictada para el personal de la construcción, ella complementa con características
propias el sistema creado por la ley 24.013, y exhibe diferencias entre ambos regímenes, en lo siguiente:
a) en el período mínimo de cotización ("8 meses durante los 2 años anteriores al cese de la relación laboral para el
personal de la construcción" en lugar de "6 meses anteriores a los últimos tres años anteriores al cese del contrato de
trabajo"),
b) en la cantidad de cuotas a otorgar ("8" en vez de "12", como máximo, según los plazos de cotización antes
mencionados),
c) en la base para el cálculo de la cuota de la prestación básica ("importe neto de la remuneración sujeta a aportes
percibida" en vez de "como un porcentaje del importe neto de la mejor remuneración mensual, normal y habitual del

203
trabajador (MRMNyH)", y en ambos casos, de los 6 meses anteriores al cese del contrato de trabajo que dio lugar a la
situación de desempleo).
Este sistema específico cumple la delegación de la ley 24.013 en su art. 112 y regula el tratamiento de solicitudes de
la prestación por desempleo de aquellos trabajadores cuya última relación laboral y en la que se produjo el cese,
corresponda al Régimen Nacional de la Industria de la Construcción (RNIC).
La ley 25.371 establece la creación y características del Sistema Integrado de Prestaciones por Desempleo para los
trabajadores comprendidos en el RNIC de la ley 22.250.
El dec. 777/2001 reglamenta la prestación y establece que la ANSES será la autoridad de aplicación de la ley 25.371.
La normativa establece la aplicación supletoria de las disposiciones del título IV de la ley 24.013 y le resultan de
aplicación los mismos topes.

2. Incompatibilidades
Conforme lo establece la normativa vigente, no pueden acceder a la prestación por desempleo los trabajadores que
• Perciban prestaciones previsionales (excepto pensiones directas o derivadas).
• Perciban prestaciones no contributivas (excepto titulares de pensión no contributiva "Pensión Honorífica de Veterano
de la Guerra del Atlántico Sur").
• Perciban otra retribución o ingreso por cualquier actividad desempeñada.
• Se encuentren contratados bajo la modalidad de pasantías.
• Se encuentren contratados como becarios.
• Hayan renunciado, cesado en la relación laboral de mutuo acuerdo con el empleador, cesado por retiro voluntario o
por cualquier otra causa que no sea involuntaria para el trabajador.
• Hayan cesado por cumplir los requisitos para acceder al beneficio jubilatorio (art. 252, ley 20.744 de Contrato de
Trabajo).
• Hayan hecho denuncia de accidente o enfermedad laboral ante el empleador o ante la Aseguradora de Riesgos del
Trabajo (ART) o estén cubiertos por una ART por accidente de trabajo y no tengan aún el alta médica o resolución de
incapacidad permanente, parcial (menor al 66%) y definitiva.
• Hayan padecido una enfermedad inculpable (sin ART) y no tengan el certificado médico de aptitud laboral.
Por otra parte, no corresponde la Prestación por Desempleo a aquellos trabajadores cuyo último trabajo donde se
produjo el cese corresponda a actividades, empresas que no aportan al Fondo Nacional de Empleo (FNE) o pertenezcan
a los siguientes regímenes:
• Trabajo agrario, se rige por la ley 26.727 (la actividad de obreros y empleados vitivinícolas y afines no se considera
trabajo agrario y le corresponde la prestación por desempleo siempre que sus empleadores aporten al FNE).
• Administración Pública nacional, provincial y municipal. En tanto la estabilidad del empleado público y la
imposibilidad de despedir sin causa no poseen este tipo de cobertura.
• Establecimientos privados de enseñanza (ley 13.047 y res. SSS 71/1999).
• Personal docente de la educación superior de instituciones universitarias privadas reguladas conforme a la ley
24.521.
• Personal de servicio doméstico. Pese a tratarse de uno de los grupos de trabajadores más vulnerables carece en la
actualidad de cobertura alguna contra el desempleo involuntario.

3. Obligaciones de las partes


Ambas partes —empleadores y beneficiaros— deben cumplir determinadas obligaciones ante el Sistema Integrado
de Prestaciones por Desempleo (arts. 120 y 121, 24.013).
Los empleadores tienen la obligación de:
• Efectuar las inscripciones que el sistema prevé.
• Ingresar las contribuciones al Fondo Nacional de Empleo.
• Brindar la documentación que la autoridad de aplicación requiera.
• Comprobar en caso de que el trabajador fuese beneficiario de prestaciones por desempleo, que cursó la baja del
beneficio.
Los beneficiarios tienen la obligación de:
• Comunicar a la autoridad de aplicación los cambios de domicilio o residencia y proporcionar la documentación que
se requiera.

204
• Aceptar los controles que ordene la autoridad de aplicación.
• Efectuar la baja del beneficio en caso de nuevo empleo.
• Reintegrar los montos percibidos en forma indebida.
• Declarar las gratificaciones percibidas por cese laboral en los últimos 6 meses.

4. Tramitación y plazo
El trámite de la prestación por desempleo es personal, no admitiéndose gestión por terceros.
El trámite debe iniciarse dentro de los 90 días hábiles de producido el cese laboral, mediante el formulario ps. 3.23
(se agrega en el anexo de este capítulo). En el caso de que la solicitud se presente después de dicho plazo, el tiempo
transcurrido (mora) se descontará del total del período contemplado en la prestación a razón de 1 día de prestación por
cada día hábil de mora.
En carácter de excepción, ante la solicitud interpuesta por parte del titular solicitante fundado en situaciones no
atribuibles a su responsabilidad y que requieran de entendible consideración, el jefe de la UDAI posee la atribución para
autorizar al operador en la no aplicación del descuento por mora en la presentación. De determinarse que existe una
situación que requiere ser contemplada, la correspondiente autorización deberá constar debidamente justificada y
documentada en el legajo de la prestación del interesado.
A fin de documentar que una solicitud de prestación ha sido retenida, se le debe entregar al interesado la "Constancia
de Estado de Trámite". La retención del trámite corta el plazo de los 90 días hábiles mencionado en el primer párrafo, si
no resulta posible emitir la constancia de retención a través del sistema informático, se deberá extender al trabajador una
constancia manual.
Con motivo del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), se dictó la res. MTEySS 444/2020, que autorizó a
la ANSES a establecer en forma virtual la totalidad de los trámites relativos a la solicitud, acceso, opción de modalidad
de pago y suspensión, de las prestaciones por desempleo establecidas por las leyes 24.013 y 25.371.

5. Prestaciones
El art. 119 la ley 24.013 enumera las prestaciones que forman parte de la protección por desempleo:
• La prestación económica por desempleo: se trata de una prestación mensual dineraria cuya extensión depende de
la cantidad de meses cotizados al FNE y su monto depende de las últimas remuneraciones, al menos en su redacción,
porque la aplicación de topes desvirtúa el espíritu de la ley.
• El pago de asignaciones familiares: debiendo, para ello, acompañar previamente la documentación que acredite
debidamente el vínculo en el sistema utilizado para ello por la ANSES (el sistema es el Administrador de Personas —
ADP—) y cuyos montos se incrementan con la ley de movilidad y sus montos son publicados en la página de la ANSES.
• El cómputo del período de las prestaciones  a los efectos previsionales: los períodos de desempleo podrán ser
considerados como servicios, en los términos del art. 12 de la ley 24.013, es decir, sin acreditar aportes ni
remuneraciones.
• Cobertura médico asistencial de las leyes 23.660 y 23.661: tres meses a cargo de la obra social a la que hubiera
aportado el beneficiario y el restante tiempo a cargo del Presupuesto General de la ANSES. A fin de implementar la
prestación médico asistencial, la ANSES dictó las resoluciones 1203/2003 y 423/2010, las que establecen que, finalizado
el plazo indicado en la ley 23.660, art. 10, inc. a) —3 meses a cargo del sistema de obras sociales—, los titulares y el
grupo familiar primario definido en dicha ley tendrán derecho a continuar recibiendo cobertura médica mientras dure la
percepción de la prestación por desempleo. Los requisitos y documentación exigida para acceder a la cobertura médica
se regirán en todos los casos por las normas y procedimientos aplicables por el régimen de obras sociales.

6. Requisitos y documentación necesaria


Respecto del desempleo:
El art. 113, ley 24.013, establece los requisitos para tener derecho a las prestaciones por desempleo:
• Estar en situación legal de desempleo y estar dispuesto a ocupar un puesto adecuado.
• Estar inscripto en el Sistema único de Registro Laboral o en el Instituto Nacional de Previsión Social. Se refiere a la
inscripción en la ANSES.
• Haber aportado al FNE por un período mínimo de 6 meses durante los 36 meses anteriores al cese del contrato de
trabajo que originó el estado de desempleo.
• Si el trabajador fue contratado por una empresa de servicios eventuales habilitada, haber aportado durante un
período mínimo de noventa días durante los doce meses anteriores al cese de la relación y posterior estado de

205
desempleo.
• No percibir beneficios previsionales o prestaciones no contributivas.
• Por último, solicitar la prestación en tiempo y forma.

7. Situación legal de desempleo


Los trabajadores comprendidos en la situación legal de desempleo son los incluidos en las causales que enumera el
art. 114 de ley 24.013.
Como principio general, se puede establecer que la relación laboral no se debe haber extinguido por responsabilidad
del trabajador ni por su voluntad o decisión unilateral. Es decir, que no le debe ser imputable al trabajador la causal de
extinción del vínculo.
Las causales enumeradas por el artículo y la documentación necesaria según la normativa interna de la ANSES,
(207)
individualizada como DESE-01-07 , son:
• Despido sin causa: es aquel despido dispuesto por el empleador sin justa causa, es decir, sin imputación de culpa al
trabajador. El empleador dispone el despido por razones que no implican la atribución al trabajador de un ilícito laboral
materializado en faltas o incumplimientos.
Se requiere, para acreditar el desempleo, alguno de los siguientes documentos:
• Nota de despido.
• Acuerdos de partes que no sean bajo el art. 241, LCT.
• Actas notariales.
• Despido por fuerza mayor o falta o disminución de trabajo no imputable al empleador (contemplada en el art. 247,
LCT): se trata de un supuesto de despido dispuesto por el empleador que al no serle imputable prevé una indemnización
menor y da derecho al desempleo.
Se requiere, para acreditar el desempleo, alguno de los documentos indicados en el punto anterior que
específicamente contemple la situación mencionada. Atento a las características de la causal puede suceder que la nota
o acuerdo contemplen a varios trabajadores, en estos casos, es necesario verificar la inclusión correcta del trabajador
que solicita el desempleo.
• Despido por quiebra o concurso preventivo del empleador: es necesario recordar que la Ley de Concursos y
Quiebras (ley 24.522) prevé en su art. 196 que la declaración de quiebra no extingue los contratos laborales, sino que
estos se suspenden de pleno derecho por el término de 60 días corridos. Vencido este plazo, si no se decidió la
continuación de la empresa, el contrato queda disuelto a la fecha de declaración de la quiebra y los créditos deberán ser
verificados.
Por esta razón, para acreditar la causal, es necesario, alguna de la siguiente documentación:
• Nota del síndico certificando la disolución del contrato de trabajo.
• Sentencia de quiebra autenticada por el juzgado.
• Telegrama del empleador notificando el cese por quiebra.
• Ejemplar del Boletín Oficial donde se publicó la quiebra.
• Despido indirecto dispuesto por el trabajador (art. 242, LCT): esta causal es la más compleja. El despido es
dispuesto por el trabajador, pero imputado al empleador. El trabajador se considera despedido indirectamente
atribuyendo al empleador un incumplimiento o falta grave que hace imposible la prosecución del vínculo.
En este supuesto lo más usual es que el empleador rechace la causal invocada por el trabajador, en esos casos, será
necesaria la intervención sumaria del ex Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS) para acreditar la
situación legal de desempleo al solo efecto de la percepción del seguro.
En este caso es necesario, para acreditar el desempleo:
• Si el trabajador se colocó en situación de despido, se requieren los telegramas correspondientes, el de intimación
previa y el de desvinculación por denuncia del trabajador fundada en justa causa.
• Si el empleado cuestionó la causal invocada por el empleador, será necesario la presentación del formulario ps. 3.2
"Requerimiento de Actuación Administrativa Prestación por Desempleo". El trámite ante el MTEySS lo hace el solicitante
y lo debe acreditar ante la ANSES, con la correcta intervención del MTEySS, donde conste que entiende conveniente el
otorgamiento de la prestación.
• Despido dispuesto por empleador fundado en justa causa de despido (art. 242, LCT): en este caso, el despido es
dispuesto por el empleador imputando al trabajador un incumplimiento grave, como esta causal no daría derecho a la
percepción del seguro, toda vez que resulta imputable al trabajador, es necesario que el trabajador la haya rechazado
expresamente.
Será necesario para acreditar el despido:

206
• Telegrama de despido del empleador y telegrama del trabajador rechazando la causa de despido.
• Como existe duda respecto de la causal de despido, será necesario el formulario ps. 3.2 mencionado en el punto
anterior, dando intervención al Ministerio de Trabajo para que se expida sobre su procedencia o no.
• Muerte o invalidez del empleador: cuando conlleve la extinción del contrato de trabajo, podrá acreditarse mediante
telegrama en que se invoque esta causal o copia certificada del acta de defunción.
• Contrato a plazo fijo: se trata de una modalidad del contrato de trabajo que prevé un plazo de finalización de este.
Se requiere copia del contrato en que conste la fecha de finalización.

8. Intervenciones del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social


El Ministerio tiene dos intervenciones fundamentales:
a) Dudas para determinar la situación legal de desempleo
Cuando hubiera duda sobre la existencia de relación laboral o la justa causa del despido, como se indicó en el punto
anterior, se requerirá actuación administrativa del ex Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, de los
organismos provinciales o municipales del trabajo, para que determinen sumariamente la verosimilitud de la situación
invocada. Dicha situación no podrá hacerse valer en juicio laboral. Para dar intervención al organismo correspondiente,
debe completarse el formulario "Requerimiento de Actuación Administrativa Prestación por Desempleo" Formulario ps.
3.2 (se acompaña en el anexo de este capítulo) y adjuntar copia de la documentación del cese.
b) Citaciones del MTEySS
El MTEySS selecciona mensualmente una muestra de titulares y los cita para una entrevista utilizando como medio
de comunicación la Orden de Pago Desempleo (OPD) o el Comprobante de Pago Desempleo (CPD). No puede acceder
a un alta aquel titular que registre un incumplimiento a las citaciones del MTEySS. En este caso, la Unidad de Atención
Integral (UDAI) deberá requerir al titular que se presente en el organismo. La UDAI, una vez que el interesado presente
el formulario "F08" emitido por el ex MTEySS, debe efectuar un análisis de la situación actual de la prestación y al
determinar el estado correcto de esta, solicitar por procedimiento de excepción a la Dirección Unidad Central de Apoyo
el cambio de estado pertinente conforme al circuito establecido. En la práctica las citaciones no cumplen ninguna
función, son citaciones burocráticas que en muchos casos provocan innecesariamente la suspensión de la prestación
con la consiguiente necesidad del trabajador de incurrir en gastos de viáticos para poder resolverlo.

9. Cálculo de la prestación: duración y cuantía de la prestación

9.1. Duración y cuantía

9.1.1. Ley 24.013


Conforme al art. 117 de la ley 24.013, la duración de la prestación por desempleo es en función del tiempo cotizado al
FNE durante los últimos 36 meses anteriores al cese del contrato de trabajo que dio origen a la situación legal de
desempleo y la cuantía en función del promedio de remuneraciones y con aplicación de una escala decreciente con
arreglo a la siguiente tabla:
Duración y cuantía de la prestación por desempleo:

PERIODO DE
DURACIÓN CUANTÍA
COTIZACIÓN
50% de la MRMNyH neta
De 6 a 11 meses 2 meses
(valor A)
De 12 a 23 meses 4 meses Ídem valor A
De 24 a 35 meses 8 meses 85 % del valor A
36 meses 12 meses 70 % del valor A

El cuadro refiere en primer término los períodos cotizados agrupados conforme lo indica la ley y en virtud de dicha
cotización el periodo de duración que corresponda. En la última columna se acompaña la información del monto de
dichas cuotas.
El monto de la prestación por desempleo será el 50% del importe neto de la mejor remuneración mensual normal y
habitual (MRMNyH) del trabajador en los 6 meses anteriores al cese del contrato de trabajo que dio lugar a la situación
legal de desempleo (art. 118). Distinta normativa regula los procedimientos a aplicar para determinar la MRMNyH, sin
embargo, en la práctica y por aplicación de los topes, esto deviene casi innecesario toda vez que el tope durante las
últimas décadas fue menor al 50% del SMVYM, solo con el incremento dispuesto en abril de 2020 con motivo de la
emergencia que atraviesa el país el tope resulta mayor al 50% del SMVyM.

207
Conforme se expone en el cuadro, durante los primeros cuatro meses el importe será el equivalente al 50% de la
MRMNyH, en ningún caso dicho importe será superior al tope, luego se aplica la escala de reducción siempre usando
como referencia el monto establecido para las primeras cuatro cuotas.

9.1.2. Ley 25.371


Como se ha mencionado, la ley 25.371 establece la creación y características del Sistema Integrado de Prestaciones
por Desempleo para los trabajadores comprendidos en el RNIC de la ley 22.250.
El dec. 777/2001 reglamenta la prestación y establece que la ANSES será la autoridad de aplicación de la ley 25.371.
La normativa establece la aplicación supletoria de las disposiciones del título IV de la ley 24.013 y le resultan de
aplicación los mismos topes.
En lo particular se establece un sistema diferenciado para la determinación de la cantidad de cuotas:

PERIODO DE
DURACIÓN CUANTÍA
COTIZACIÓN
50% de la remuneración
De 6 a 11 meses 2 meses neta
(valor A)
De 12 a 17 meses 4 meses Ídem valor A
De 18 a 24 meses 8 meses 85 % del valor A

Como se muestra en el cuadro, para este régimen las cuotas se determinan en función del período cotizado durante
los últimos 24 meses. La primera columna muestra el tiempo de cotización agrupado conforme lo indica la norma, en la
columna de al lado el tiempo de duración que corresponde, conforme al tiempo cotizado al FNE, y por último el monto.
Durante los primeros 4 meses el monto será equivalente al 50% de la remuneración neta sujeta a aportes de los
últimos 6 meses, no pudiendo superar el tope. Luego se aplica la escala de reducción.

9.2. Reducción del monto de las cuotas


Con la finalidad de desalentar la permanencia en el desempleo, la ley prevé una escala decreciente; del quinto al
octavo mes, la prestación será equivalente al 85% de la correspondiente a los primeros cuatro meses y del noveno al
duodécimo mes la prestación (en el caso de prestaciones de la ley 24.013) será equivalente al 60% de la de los primeros
cuatro meses.

9.3. Topes
Los topes de la prestación por desempleo permanecieron congelados por 10 años en $ 250 el tope mínimo y $ 400 el
tope máximo, mientras que para dicho período el SMVyM se incrementó un 2.930% (en el anexo se acompaña la
evolución del SMVyM en comparación con el tope máximo de la prestación).
Ante esta situación, la justicia comenzó a declarar la inconstitucionalidad del dec. 267/2006, principalmente en tres
fallos;
Con fecha 2/10/2014 el Juzgado Federal nro. 4 de Mar del Plata, en los autos "Benítez, Oscar Daniel c. Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social y otros s/amparo ley 16.986", ordenó al PEN a que, por medio del MTEySS
disponga que el Consejo Nacional de Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil, dé cumplimiento a las
actualizaciones periódicas de las prestaciones por desempleo de conformidad con los arts. 118 y 135 de la ley 24.013.
Con fecha 29 de marzo de 2016 el Juzgado Federal de Salta nro. 1, en autos "Arias, Julia Elizabeth — Ruiz, Sandra
Patricia c. Poder Ejecutivo nacional - Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y otro s/amparo", condenó al PEN a
abonar el 51,28% del monto establecido como SMVYM a la fecha de otorgamiento del beneficio de la prestación por
desempleo. Siendo el SMVyM a esa fecha de $ 3.600, correspondía abonar $ 1.846,08 como valor máximo, aplicando
luego la escala de deducción, que restando lo percibido correspondía abonar la suma de $ 14.749,96 en concepto de
retroactivo para ambas actoras.
En un sentido similar, con fecha 24 de agosto de 2016 se pronunció el Juzgado Federal de la Seguridad Social nro.
10, en autos "Deffis, Ernesto Luis c. Min. Trabajo Empleo y Seguridad Social s/amparos y sumarísimos". El magistrado
entendió que el Poder Ejecutivo omitió desde el año 2006 y hasta el año 2016 incrementar los montos correspondientes
al beneficio de desempleo. Existe una omisión inconstitucional al momento de cumplir con las actualizaciones periódicas
que fueran impuestas por el art. 118 de la ley 24.013.
El fallo pone de manifiesto que fue el Congreso quien dictó la ley que desarrolla el principio protectorio de la situación
de desempleo, por lo que su incumplimiento se transforma en ilegal, pues resulta irrazonable pensar que las sumas que
se establecieron en el año 2006 de $ 250 y $ 400, decrecientes con el transcurso del tiempo, cumplieran, al momento en
que debió concertarse la protección, con la función a la que estaban destinadas. La prestación por desempleo se
financia con el Fondo Nacional del Empleo —creado por el art. 143 de la citada ley— el que se constituye, entre otros
recursos, con el 1,5 punto porcentual de la contribución, aporte obligatorio a cargo de los empleadores sobre el total de

208
las remuneraciones, incluido el sueldo anual complementario (arts. 145 y 146); por lo que resulta arbitrario que a pesar
de que anualmente el Consejo aumenta el salario mínimo, vital y móvil, no proceda en forma similar con la prestación
por desempleo, cuando es el mismo organismo el que debe concretar el ajuste, máxime ponderando la situación de
desempleo y de inflación existente en nuestro país desde hace largo tiempo y que el objeto de la prestación es
justamente proteger al trabajador desocupado.
El magistrado resalta las subas en el salario mínimo vital y móvil para el período examinado, y dado que no hubo
aumentos en el beneficio del actor, declara en el caso la inconstitucionalidad por omisión del régimen aplicable y ordenó
el pago de las diferencias pertinentes para nivelar la prestación, ante la constatación de una omisión en el cumplimiento
de lo establecido en las normas que rigen el caso y de una agresión al derecho constitucional a la percepción de un
digno salario por desempleo a quien circunstancialmente transita por la penosa situación de haber perdido su trabajo.
No debemos olvidar, enfatiza el fallo mencionado, que la ley en su art. 2°, inc. h), establece como uno de sus
objetivos organizar un sistema eficaz de protección a los trabajadores desocupados. A la vez que el art. 135 que crea el
Consejo Nacional del Empleo la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil (CNEPySMVyM) establece dentro de sus
funciones: a) determinar periódicamente el salario mínimo vital y móvil (SMVyM) y b) determinar periódicamente los
mínimos y máximos de la prestación por desempleo. Sin embargo, la periodicidad elegida para el tope de esta
prestación difirió de la utilizada para determinar el SMVyM, sin razón legal alguna.
Si bien, a partir de la res. 1/16, CNEPYSMVYM que incrementó los irrisorios topes del dec. 267/2006 y, que
posteriormente, por primera vez se prevén aumentos para cada modificación del SMVyM, aún no se logra recomponer la
prestación a fin de lograr la proporción dispuesta en la ley. No resulta razonable, justo ni equitativo, y la modalidad
reglamentaria que se adopte debe guardar una razonable vinculación y proporción con los elementos fácticos que el
propio legislador estableció (conf. CS, "Vizzoti, Carlos Alberto c. AMSA SA" del 14/9/2004, Fallos 304:972).
Actualmente, la irrazonabilidad del monto se mantiene pese a los aumentos aplicados, mientras el SMVYM vigente a
octubre de 2019 era de $ 16.875, el tope máximo de la prestación por desempleo fue de $ 6.280,28 hasta marzo de
2020. En el anexo se exponen los incrementos del SMVyM en comparación con los incrementos al tope máximo de la
prestación analizada para mostrar cómo con el tiempo perdió proporcionalidad con el salario.
A todas luces la situación actual de la prestación por desempleo no fue la buscada al sancionarse la ley, esto se
advierte de su simple lectura que establece como parámetro para determinar la cuantía de la prestación la remuneración
percibida antes de producirse el desempleo y del análisis de los topes existentes al sancionarse la ley, que representaba
aproximadamente el doble del SMVyM, lo que actualmente, a diciembre de 2020, sería equivalente a $ 41.175. La
existencia de un tope tan desproporcionado con los salarios percibidos por los trabajadores y sobre los que se efectúan
las contribuciones, atenta contra el principio de integralidad.
Emergencia:
En el marco de la situación económica y sanitaria generada por la pandemia se adoptaron distintas medidas sociales
entre las cuales se encuentra el incremento y extensión de las prestaciones por desempleo.
(208)
Por dec. 376/20  en el marco de la emergencia sanitaria, se elevaron los montos mínimos y máximos a $ 6.000 y
$ 10.000, respectivamente.
(209)
En este mismo orden de ideas por res. MTEySS 260/2020   se prorrogaron hasta el 31 de mayo de 2020 los
vencimientos de las prestaciones por desempleo que se produzcan entre el 1 de febrero y el 30 de abril de 2020.
(210)
Por res. 228/2020 de la Secretaria de Empleo  se prorrogaron hasta el 31 de agosto de 2020 los vencimientos que
se produzcan entre el 1 de mayo y el 31 de julio de 2020.
(211)
Por último, la res. 432/2020 de la Secretaria de Empleo   prorrogó los vencimientos que ocurran entre el 1 de
agosto y el 30 de noviembre de 2020 hasta el 31 de diciembre de diciembre de 2020.
En síntesis, con motivo de la pandemia generada por el COVI-19, todas las prestaciones por desempleo con
vencimientos desde febrero de 2020 se encuentran prorrogadas hasta el 31 de diciembre de 2020. En todos los casos
los montos a percibir serán equivalentes al 70% de la prestación original.

9.4. Aplicación de los topes. Opinión de la Auditoria General de la Nación (AGN)


Independientemente de los cuestionamientos al tope máximo de la prestación, existe en la actualidad y desde ya
hace muchos años un conflicto relacionado con el momento en que los topes deben ser aplicados. Entendemos que
debe ser después de haber calculado la totalidad de las cuotas conforme a los parámetros legales. Una vez
determinadas estas, conforme a los parámetros legales, aquellas que superen el tope serán reemplazadas por dicho
importe, mientras que la ANSES entiende que el tope se aplica al determinar el monto de las primeras cuatro cuotas,
aplicándose la reducción dispuesta sobre el monto topeado en claro detrimento de una prestación que, como se explicó
en el punto anterior, ya resulta insuficiente por aplicación del tope máximo.
Nuestra interpretación es confirmada por la AGN (2017). En siguientes cuadros se muestra la aplicación de topes
conforme al criterio de la AGN y de la ANSES respectivamente. Para efectuarlo se consideró un salario de $ 60.000.
Aplicación de topes según AGN:

209
CUOTAS MONTO IMPORTE TOPEADO
1a4 $ 15.000 $ 10.000
5a8 $ 12.750 $ 10.000
9 a 12 $ 10.500 $ 10.000

Aplicación de topes según la ANSES:

CUOTAS MONTO IMPORTE TOPEADO


1a4 $ 15.000 $ 10.000
5a8 $ 12.750 $ 8.500
9 a 12 $ 10.500 $ 7.500

10. Suspensión y extinción de la prestación

10.1. Causales de suspensión


Conforme al art. 122 de la ley 24.013, la percepción de las prestaciones se suspenderá cuando el beneficiario:
a) No comparezca ante requerimiento de la autoridad de aplicación sin causa que lo justifique;
b) No dé cumplimiento a las obligaciones establecidas en los incs. a), b) y c) del art. 121 de la ley 24.013;
c) Cumpla el servicio militar obligatorio salvo que tenga cargas de familia;
d) Sea condenado penalmente con pena de privación de la libertad;
e) Celebre contrato de trabajo de duración determinada por un plazo menor a 12 meses.
La suspensión de la prestación no afecta el período de prestación que le restaba percibir al beneficiario pudiendo
reanudarse al finalizar la causa que le dio origen.

10.2. Causales de extinción


El art. 123 de la ley 24.013 establece que el derecho a la prestación se extinguirá en caso de que el beneficiario
quede comprendido en los siguientes supuestos:
a) Haber agotado el plazo de duración de las prestaciones que le hubiere correspondido;
b) Haber obtenido beneficios previsionales o prestaciones no contributivas;
c) Haber celebrado contrato de trabajo por un plazo superior a 12 meses;
d) Haber obtenido las prestaciones por desempleo mediante fraude, simulación o reticencia;
e) Continuar percibiendo las prestaciones cuando correspondiere su suspensión;
f) Incumplir las obligaciones establecidas en los incs. d) y e) del art. 121 de la ley 24.013;
g) No haber declarado la percepción de gratificaciones por cese de la relación laboral correspondiente a los últimos
seis meses;
h) Negarse reiteradamente a aceptar los empleos adecuados ofrecidos por la entidad de aplicación.

11. Topes y financiamiento


Los cuestionamientos a la falta de actualización de la prestación y al tope máximo encuentran fundamento en el
financiamiento del Sistema de Prestaciones de Desempleo que se logra por medio del Fondo Nacional de Empleo (FNE)
especialmente creado por la ley 24.013 (arts. 143 a 150) con recursos provenientes de aportes y contribuciones.
El art. 145 dispone que los empleadores deben aportar el 1,5% del total de las remuneraciones y las empresas de
servicios eventuales contribuyen con el 3% sobre el total de las remuneraciones que tengan a cargo. También nutren al
FNE los aportes personales de los beneficiarios de prestaciones previsionales que reingresen a la actividad.
El FNE financia también programas y proyectos tendientes a la generación de empleo por medio de aportes que
efectúa el Estado mediante partidas que asigna anualmente la Ley de Presupuesto, los recursos aportados por las
provincias, las donaciones, los legados, los subsidios y las subvenciones, las rentas provenientes de la inversión de las
sumas ingresadas al Fondo por cualquier concepto, las multas que se originan en la infracción de la ley, los saldos no
utilizados de ejercicios anteriores y los recursos provenientes de la cooperación internacional en la medida en que se
destinen a programas, acciones y actividades generadoras de empleos y formación profesional.
Como puede advertirse en el siguiente gráfico, el SIPD se financia de forma completamente contributiva, siendo la
única de las prestaciones del sistema de seguridad social en la Argentina que en la actualidad no poseen otra fuente de

210
financiamiento que aquella que proviene de aportes y contribuciones.

En el informe ya citado de la AGN (2017) se da cuenta de que para el año 2014 ingresaron al FNE la suma de $
6.495,97 millones de los cuales se utilizaron para gastos del programa $ 2.902,54 millones, lo que implica que para dicho
año el FNE tenía un excedente de $ 3.593,43 millones, mientras que para el primer trimestre de 2015 dicho excedente
fue de $ 2.345,91 millones. Esta situación resulta lógica, ya que, como se ha explicado, los salarios fueron
incrementándose exponencialmente desde la creación del FNE y en consecuencia los ingresos de este fondo que se
calculan sobre la nómina salarial para calcular las contribuciones de los empleadores, mientras que los topes previstos
para la prestación económica por desempleo se incrementaron recién en el año 2016 y, como se manifestó
anteriormente, a nuestro entender en forma insuficiente.

12. Modalidades

12.1. La modalidad de pago único


La percepción del seguro por desempleo mediante la modalidad de pago único podrá llevarse a cabo de acuerdo con
la res. MTEySS 1016/2013. Esta resolución crea el Programa Prestaciones por Desempleo aplicable a todos los
regímenes de prestaciones por desempleo (leyes 24.013, 25.191 y 25.371).
El art. 14 de la resolución mencionada dispone la ampliación de la prestación económica por desempleo a solicitud de
parte, con el exclusivo fin de llevar a cabo el financiamiento de: 1) la constitución de cooperativas de trabajo; 2) la
conformación de programas de propiedad participada; 3) la constitución de empresas juveniles; 4) la constitución de
sociedades de propiedad de los/as trabajadores/as; 5) la constitución de sociedades de hecho de hasta cinco personas
humanas u otra empresa asociativa; 6) la formulación, presentación y ejecución de un proyecto en el marco de
cualquiera de los programas o acciones de promoción de empleo independiente o asociativo administrados por el
MTEySS.
La ampliación a otorgar en todos los casos consistirá en la duplicación del monto correspondiente a la prestación
económica por desempleo, neto de las asignaciones familiares.
La solicitud de suspensión de los pagos mensuales para la ampliación del seguro por desempleo deberá ser
presentada ante la ANSES, después de liquidada la primera cuota de la prestación y siempre que resten al menos tres
cuotas por liquidar de la prestación original o de la extensión por edad. En el anexo de este capítulo se agrega el
formulario de Solicitud de Pago Único PS.3.4.

211
12.2. La extensión por edad y su necesidad de ampliación
El dec. 267/2006 en su art. 4º dispuso que cuando el trabajador cuente con 45 o más años de edad, el tiempo total
del seguro por desempleo se extenderá por 6 meses adicionales, por un valor equivalente al 70% de la prestación
original y, por res. 1016/2013 el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social en su art. 10 estableció que a los
efectos de la extensión prevista en el presente artículo, el trabajador deberá contar con 45 años o más al momento de
liquidarse la última cuota de la prestación.

13. Percepciones indebidas

13.1. Definiciones y alcance


La Ley Nacional de Empleo 24.013, título IV, Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo, art. 124, establece que
las acciones u omisiones contrarias a las obligaciones dispuestas serán consideradas como infracciones y sancionadas.
Por otra parte, el art. 121 de la mencionada ley indica que el beneficiario está obligado a reintegrar los montos de las
prestaciones indebidamente percibidas.
Puede definirse a las prestaciones indebidamente percibidas, como aquellas prestaciones percibidas en este caso por
el trabajador cuando no existía derecho al cobro.
El dec. 739/1992, art. 11, establece la obligación del beneficiario de comunicar a la ANSES, dentro de los 5 días
hábiles, la fecha de incorporación a un nuevo empleo.
La res. ANSES 27/2006 establece los recargos aplicables a los trabajadores que incumplan sus obligaciones con el
Sistema de Prestaciones por Desempleo, tanto por percepción indebida como por falta de suspensión o suspensión
fuera de término.
En los casos en que el beneficiario haya incurrido en una percepción indebida, igualmente se le aplicará el recargo
por falta de suspensión o suspensión fuera de término.
La UDAI efectúa la ratificación o rectificación de una percepción indebida y realiza la liquidación de la deuda y los
recargos que puedan corresponder por la infracción verificada.
El reintegro de los importes percibidos en forma indebida, así como el pago de los recargos, puede efectuarse de tres
modos: 1) Por medio de la red bancaria del Banco de la Nación Argentina a través del aplicativo Gestión Control y
Recupero de Percepciones Indebidas (GECOR) disponible en Intranet; 2) Por medio del descuento de una prestación
por desempleo a la que tenga derecho, o 3) Descuento de un beneficio previsional.
No existen dudas de que las sumas percibidas indebidamente deben ser reintegradas por el trabajador al igual que
resultan lógicas las sanciones aplicables por el incumplimiento de obligaciones debidamente comunicadas al trabajador.
Sin embargo, existen supuestos en que la percepción indebida en que incurre el trabajador se debe al error por parte de
la administración, por ejemplo, al tipificar incorrectamente la situación legal de desempleo. En estos casos, el error en
que incurrió la administración no puede ser imputable al trabajador y como consecuencia no puede dar lugar ni a
restitución ni a sanción alguna.

13.2. Casos que no se consideran percepción indebida


No constituyen percepción indebida y por consiguiente no están sometidos a sanción alguna los siguientes casos:
• El cobro de la cuota correspondiente al mes de ingreso laboral o mes de inicio de actividad autónoma o de cualquier
actividad remunerada. Se podrá tomar como documentación probatoria la primera declaración jurada del SIPA del nuevo
empleador.
• Si el beneficiario percibió la prestación y trabajó hasta 5 días hábiles, aunque abarque dos meses consecutivos.
• Si el beneficiario fue despedido en el mes de ingreso laboral a un nuevo empleo y percibió la cuota siguiente al mes
de ingreso.
• Cuando para tramitar una jubilación el beneficiario se haya adherido a una moratoria previsional del Régimen de
Regularización Voluntaria y por dicho motivo se hayan incorporado innecesariamente en la moratoria períodos que se
superponen con las cuotas de la prestación por desempleo, se le tomará una declaración jurada en la que manifieste
que no estuvo trabajando en los períodos que percibió la prestación y que estos fueron incluidos erróneamente en la
moratoria previsional, al solo efecto de completar la antigüedad requerida para su jubilación.
• Cuando se trate de una superposición con un aporte de autónomo y el interesado presente talonario de facturas en
cero (sin haber emitido ninguna factura durante el período de superposición). Si no presenta facturación se considera
como mes de ingreso laboral el correspondiente a la fecha de inscripción como autónomo.

13.3. Infracciones por falta de suspensión o efectuada fuera de término

212
Recargos por suspensión fuera de término: se considera que una suspensión fue realizada fuera de término si se
realizó mientras la prestación se encontraba en curso de pago, pero excedió los 5 días hábiles desde la fecha de ingreso
a un nuevo empleo, la que se verificará del recibo de sueldo o documentación emitida por el empleador que así lo
demuestre o podrá considerarse la fecha de alta temprana cuyo acceso tiene la ANSES.
Cuando un trámite se encuentre en curso de pago y el beneficiario solicita suspender la prestación, se la tramitará
exclusivamente y solo de contar con documentación de respaldo se efectuará el análisis de aplicación del recargo. Caso
contrario, se realizará en el momento de la rehabilitación o solicitud de una nueva prestación.
Importe: 10% del valor de la cuota pura en la que correspondía efectuar la suspensión a abonar en un solo pago. No
se aplican intereses por mora en el pago como tampoco de actualización.
Recargo por falta de suspensión: se considera que existe falta de suspensión cuando la prestación se encuentra en
curso de pago y luego del análisis no se detecte percepción indebida.
Importe: 20% del valor de la cuota pura en la que correspondía efectuar la suspensión. No se aplican intereses por
mora en el pago como tampoco de actualización.

14. Los principios de seguridad social y el principio de integralidad


Hemos visto que el derecho de la seguridad social tiene principios propios, principios que al igual que en otras ramas
cumplen la función de inspirar al legislador, son herramienta de interpretación para el intérprete e integran la normativa
en caso de lagunas. "Tanto el legislador, como el técnico y el juez deben atender a estos principios inspirados en la
equidad y la justicia, en función de las necesidades de las personas protegidas, con el objeto de promover su bienestar y
(212)
calidad de vida" . La doctrina reconoce una serie de principios, entre los más importantes se encuentran los
siguientes: solidaridad, subsidiariedad, universalidad, igualdad, unidad de gestión, inmediatez e integralidad entre otros
que fueron estudiados en el capítulo I, título I, punto 5.
Para el objeto de estudio resulta de particular importancia el principio de integralidad.
El principio de integralidad significa que "la norma de seguridad social cubre la totalidad de las contingencias a las
(213)
cuales puede estar expuesta una persona y la totalidad de la necesidad creada por ella" .
Se refiere al objeto de la seguridad social y es movilizador para el dictado de leyes reparadoras de contingencias.
El autor citado lo denomina principio de suficiencia, ya que las prestaciones a concederse deben ser adecuadas a las
diferentes necesidades emergentes del hecho generador de protección y en medida de ellas.
Notamos claramente que el principio cuenta con dos fases: una faz horizontal y una faz vertical.
Mientras la faz horizontal obliga a cubrir la totalidad de contingencias que pueden afectar a una persona, en la faz
vertical resulta necesario cubrir toda la necesidad generada. En este entendimiento no basta con la existencia de la
prestación por desempleo, sino que se requiere su suficiencia, situación que no puede ser alcanzada debido al tope
existente en la prestación y su aplicación por parte del organismo.
Tampoco resulta suficiente la existencia de la prestación y la cobertura de necesidades económicas, el desempleo
provoca aislamiento, inseguridad, frustración y atenta contra el capital más importante de una nación. Por lo que
entendemos que para que un sistema de protección por desempleo cumpla el principio de integralidad debe articular una
prestación de contenido económico suficiente y determinada en función del salario percibido por el trabajador en
conjunto con un sistema de contención y capacitación debidamente orientado que genere habilidades y capacite al
trabajador.
Estas conclusiones abarcan a todas las prestaciones existentes e involucra la necesidad de alcanzar a aquellos
colectivos hoy excluidos de la prestación como las y los trabajadores del servicio doméstico y no registrados.

IV. La prestación por desempleo en la Argentina. Ley 25.191

1. Marco legal

1.1. Alcance
El art. 16 de la ley 25.191 instituye el Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo, con alcance nacional.
El sistema es destinado a los trabajadores rurales que desempeñen tareas agrarias relacionadas principal o
accesoriamente con la actividad rural en cualquiera de sus especializaciones, tales como la agrícola, frutihortícola,
pecuaria, forestal, avícola o apícola de acuerdo con lo establecido por el Régimen Nacional de Trabajo Agrario,
aprobado por la ley 22.248, incluyéndose los trabajadores comprendidos en la ley 23.808.

213
1.2. Registro Nacional de Trabajadores Agrarios y Empleadores (RENATRE)
La ley 25.191 creó el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), como ente autárquico
de derecho público no estatal. En él deberán inscribirse obligatoriamente los empleadores y trabajadores comprendidos
en el régimen de esta ley.
La dirección y administración del RENATRE estará a cargo de un directorio, integrado por cuatro directores en
representación de entidades empresarias de la actividad y cuatro directores provenientes de la asociación de
trabajadores rurales con personería gremial con mayor representación nacional de la actividad.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación designará un síndico titular y un suplente que tendrán por
función fiscalizar y vigilar todas las operaciones contables, financieras y patrimoniales del RENATRE, y tendrán los
derechos que establezca la reglamentación.
Los directores serán designados por las entidades mencionadas en el artículo precedente, quienes nombrarán un
igual número en calidad de suplentes. En la primera sesión, elegirán de entre ellos al presidente del RENATRE, cuyo
mandato será de un año. La presidencia será ejercida anualmente y en forma alternativa por un representante de la
entidad gremial y un representante empresario, correspondiendo el ejercicio de la primera presidencia a uno de los
representantes designado a propuesta de la entidad gremial.
El mandato de los directores durará 4 años, pudiendo ser reelegidos. Su retribución será fijada en el respectivo
presupuesto.
Conforme al art. 10 de la ley, no podrán formar parte del directorio los quebrados, los concursados, los condenados
en causa criminal no culposa y los exonerados de la Administración Pública nacional, provincial o municipal.
Con fecha 21 de diciembre de 2011 se dicta la ley 26.727 que a través de los arts. 106 y 107 de la ley 26.727 crea el
Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) como entidad autárquica en jurisdicción del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, absorbiendo las funciones y atribuciones que desempeñaba el
RENATRE.
El art. 16 de la ley 25.191, texto según ley 26.727, instituyó el Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo y
Servicios de Sepelios para los trabajadores agrarios, y por el inc. c) de dicho artículo se estableció el pago de las
asignaciones familiares que corresponden a cargo de la Administración Nacional de la Seguridad Social a los
beneficiarios de la prestación por desempleo. Tanto el servicio de sepelio como el reconocimiento de asignaciones
familiares no existían hasta esta ley.
Mediante una demanda presentada por su representante legal, el RENATRE solicitó que se declarara la invalidez
constitucional de los arts. 106 y 107 de la ley 26.727 que dispusieron el traspaso de las funciones, del personal y del
patrimonio de dicho ente público no estatal —creado por la ley 25.191— a un ente autárquico estatal en jurisdicción del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, el RENATEA.
Al respecto, la Corte señala con gran precisión las diferencias existentes entre dichos organismos: "a) el RENATRE
era un ente administrado por un directorio conformado por representantes de los sectores empresario y sindical y
fiscalizado por un síndico designado por el Ministerio de Trabajo, y, entre sus funciones, estaba la de brindar a los
trabajadores rurales las prestaciones de la seguridad social previstas en la ley 25.191 (sistema integral de prestaciones
por desempleo); b) dichas funciones fueron transferidas por la ley 26.727 al RENATEA, que es un ente autárquico
administrado por un Director General designado por el Poder Ejecutivo Nacional a propuesta del Ministerio de Trabajo, y
en el cual los representantes de los trabajadores y de los empleadores solo participan conformando un órgano de
asesoramiento (consejo asesor) y c) de ese modo, el mencionado seguro social obligatorio dejó de estar a cargo de una
entidad con autonomía financiera y económica, administrada por los interesados con participación del Estado, es decir,
constituida con arreglo a lo previsto en el tercer párrafo del art. 14 bis de la Constitución Nacional, para pasar a manos
de un ente que no reunía todas esas características, lo cual vulneraba dicho precepto constitucional y comportaba,
además, 'un caso claro de regresividad en materia de derechos sociales'".
Luego de esa comparación, la Corte indica que, si el legislador optó por un seguro social a cargo de un ente
ateniéndose al modelo de administración por los interesados que el constituyente mandó establecer, cualquier reforma
legal ulterior que pretendiera imponer un régimen de administración del seguro que no respete dicho modelo comportaría
vulnerar tanto la letra como el espíritu del citado art. 14 bis.
El principio de progresividad o no regresión, que veda al legislador la posibilidad de adoptar medidas
injustificadamente regresivas, no solo es un principio arquitectónico del derecho internacional de los derechos humanos
sino también una regla que emerge de las disposiciones de nuestro propio texto constitucional en la materia. Con estos
fundamentos el Máximo Tribunal, en los autos "Recurso de hecho deducido por la actora en la causa Registro Nacional
de Trabajadores Rurales y Empleadores c. Poder Ejecutivo Nacional y otro s/acción de amparo", del 24 de noviembre de
2015, resolvió dejar sin efecto el fallo de la sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que convalidaba
los arts. 106 y 107 de la ley 26.727, que le quitó a los trabajadores y empleadores rurales la administración directa del
seguro por desempleo correspondiente a esa actividad y ordenó se dicte un nuevo pronunciamiento con arreglo a lo
decidido.
En virtud de ello, la Cámara de Apelaciones del Trabajo, sala IV, resolvió confirmar la sentencia de primera instancia,
declarándose la inconstitucionalidad de los arts. 106 y 107 de la ley 26.727.
Con base en estos antecedentes, el Poder Ejecutivo nacional, mediante el dec. 1014 de fecha 13 de septiembre de
2016, decretó la reorganización institucional del RENATEA y el restablecimiento del RENATRE a partir del 1 de enero de

214
2017.
El art. 61 de la ley 27.341 que aprueba el Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2017,
derogó los arts. 106 y 107 de la ley 26.727, restableciéndose la vigencia de la ley 25.191 en su redacción original junto
con la normativa reglamentaria. Se derogó también a partir del 1 de enero del año 2017 el dec. 300 del año 2013 que
reglamentaba la ley 25.191, con las modificaciones de la ley 26.727.
Sin embargo y en virtud del principio de "no regresividad en materia de derechos sociales", se mantiene el pago de
las asignaciones familiares a los trabajadores beneficiarios de la prestación por desempleo del RENATRE considerado
como un derecho adquirido que importa en materia de seguridad social un gran avance para atender la contingencia
social constituida por la familia directa y primaria a cargo del trabajador, la que genera normalmente la necesidad de una
ayuda especial en orden a sus integrantes y cargas económicas suplementarias.
Como consecuencia de estos cambios y del fallo de la CS, se dicta una nueva reglamentación del Sistema Integral de
Prestaciones por Desempleo de la ley 25.191, que contemple un régimen general y un régimen especial, de acuerdo con
las distintas modalidades de contratación establecidas en la ley 26.727.
Se establece la necesidad de que el seguro social que administra el RENATRE sea universal para todos los
trabajadores rurales, sin distinción alguna, ya que la "unicidad" —más allá de la diversidad laboral— es una
característica propia de la seguridad social, lo cual significa una inclusión generalizada del trabajador rural sin importar
cuál es el régimen —estatutario, normativo o convencional— que regule las condiciones de trabajo en que deben
desempeñar las tareas.
El dec. 45.320/2001, reglamentario de la ley 25.191, establece expresamente que el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social de la Nación, a propuesta del RENATRE, dictará las normas que regirán al SIPD, el que deberá incluir
a la "totalidad" de los trabajadores rurales.
(214)
En esta evolución, finalmente se dicta la res. RENATRE 68/2017  que aprueba provisoriamente la reglamentación
del SIPD para todos los trabajadores rurales, instituido por la ley 25.191, hasta tanto la autoridad de aplicación se expida
con el nuevo procedimiento.
Así, se continúa con el pago de las asignaciones familiares para los beneficiarios de la prestación por desempleo del
SIPD otorgada por el RENATRE por las relaciones familiares declaradas, a través de la ANSES.
Conforme a la res. 68/2017, el RENATRE podrá, como organismo con competencia en materia de seguridad social,
instrumentar medidas y acciones excepcionales o extraordinarias que garanticen la plena operatividad de la ley 25.191
ante severas contingencias de carácter social, económico, jurídico, climático, entre otras, que afecten la empleabilidad
de los trabajadores rurales y sus familias.
La nueva reglamentación de la res. RENATRE 68/2017 rige a partir del 1 de marzo de 2017.

1.3. Financiamiento
El art. 14 de la ley 25.191 establece que el empleador rural deberá aportar una contribución mensual con destino al
RENATRE del 1,5% del total de la remuneración abonada a cada trabajador.
Esta contribución reemplaza a la establecida por el art. 145, inc. a), punto 1, de la ley 24.013.

2. Incompatibilidades
Conforme al art. 6° de la res. RENATRE 68/2017, la prestación económica por desempleo es incompatible con la
percepción de:
a) Cualquier suma originada en prestaciones contributivas o no contributivas nacionales, provinciales, municipales o
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, incluyendo las prestaciones de las leyes 24.013 y 24.241 y sus respectivas
modificatorias y complementarias, o cualquier otra prestación de carácter asistencial.
Excepciones:
Las pensiones directas o derivadas de carácter contributivo obtenidas en calidad de derechohabiente del causante.
La Pensión Vitalicia de ex Combatientes del Atlántico Sur, ley 23.848 y ley 24.892.
b) Prestaciones correspondientes a la Ley de Riesgos del Trabajo (ley 24.557). Por otra parte, el trabajador no debe
encontrarse en situación de incapacidad laboral temporaria (ILT) o incapacidad laboral permanente (ILP), toda vez que
debe encontrarse apto para trabajar.
En todos los casos de incompatibilidad, el trabajador deberá solicitar la suspensión de una de las prestaciones
dinerarias.
Si durante el tiempo de prestación otorgado el trabajador consiguiese un nuevo empleo, deberá solicitar la
suspensión de las prestaciones dinerarias aquí previstas.

215
3. Obligaciones de las partes
La reglamentación en análisis establece obligaciones para beneficiarios y empleadores.
Los beneficiarios están obligados a:
a) proporcionar al RENATRE la documentación que reglamentariamente se determine, así como comunicar los
cambios de domicilio o de residencia;
b) Asistir a las acciones de formación y capacitación para las que sean convocados;
c) Aceptar los controles que establezca el RENATRE;
d) Solicitar la extinción o suspensión del pago de la prestación económica por desempleo al momento de incorporarse
a un nuevo puesto de trabajo;
e) Comunicar al RENATRE el reingreso o reinserción laboral, o cualquier otra circunstancia de incompatibilidad
sobreviniente a la prestación por desempleo según las disposiciones del art. 6°.
f) reintegrar los montos de prestaciones económicas indebidamente percibidas de conformidad con lo que el
RENATRE determine mediante normas complementarias;
El beneficiario de la prestación deberá notificar fehacientemente al RENATRE dentro de los cinco días, su
incorporación al nuevo empleo, sin perjuicio de su obligación de comunicar a su empleador, cuando así corresponda,
que se encuentra percibiendo el beneficio instituido por la ley 25.191.
Los empleadores están obligados al cumplimiento de las disposiciones del art. 12 de la ley 24.241, y además
deberán:
a) Registrar en la Libreta de Trabajo Rural o en el instrumento que haga sus veces, todos los datos relativos al inicio,
desarrollo y extinción de la relación laboral.
b) Depositar la contribución mensual establecida en el art. 14 de la ley 25.191 reglamentada por el art. 21 del dec.
453/2001 y modificada por el dec. 606/2002, o las que en un futuro las reemplazaren.
c) Comprobar fehacientemente que el trabajador, en el caso de que fuera perceptor de prestaciones del SIPD,
hubiera cursado la correspondiente baja al momento de incorporarse a la empresa.
Además, se establecen obligaciones específicas para el último empleador, que deberá:
1) Proporcionar al trabajador documento que acredite la extinción de la relación o la notificación fehaciente que
comunique la finalización de la actividad cuando la modalidad de contratación sea de trabajadores permanentes
discontinuos.
2) Acreditar el cumplimiento de las obligaciones previstas en la ley 25.191 para los casos de cese de la relación
laboral.
3) Proporcionar al RENATRE la documentación laboral y la certificación de datos del trabajador, en la forma y
oportunidad en que le sean requeridos.

4. Tramitación y plazo
Los trabajadores deberán efectuar la solicitud mediante formulario ante el RENATRE dentro de los 90 días contados a
partir del cese de la relación laboral o de la fecha en la que culminó la prestación de servicios para el caso de los
trabajadores permanentes discontinuos. Si se presentare fuera del plazo, los días que excedan de aquel serán
descontados del total del período de prestación que le correspondiere.
Con motivo de la emergencia sanitaria generada por el COVID-19 y el ASPO, se dictó la res. MTEySS 444/2020 que
autorizó al RENATRE a establecer en forma virtual la totalidad de los trámites relativos a la solicitud, acceso, opción de
modalidad de pago y suspensión de las prestaciones por desempleo establecidas por la ley 25.191. En consonancia con
esto se implementó por res. RENATRE 87/2020 un trámite de solicitud excepcional que prevé los siguientes pasos:
El/La trabajador/a que desee iniciar la prestación por desempleo deberá completar un formulario con sus datos
personales solicitando la prestación, conforme al modelo que se puede descargar desde la página oficial presionando en
el botón "Solicitud Virtual Excepcional de la Prestación por Desempleo". En caso de no poder descargarse, podrá
presentarse de manera manuscrita. En ambos casos, será suscripto por el solicitante de la prestación.
Una vez completo el formulario y firmado por el/la trabajador/a, se deberá remitir por WhatsApp junto a la
documentación correspondiente al número de celular que se encuentra publicado debajo del formulario correspondiente
a la delegación de la provincia donde resida. La documentación deberá ser enviada en imágenes que contengan el
documento completo, con la mayor resolución posible para su correcto análisis.
La aprobación o denegación de esta se comunicará por mensaje de texto al solicitante.
Con el formulario de solicitud (en el anexo se acompaña el modelo) deberán acompañar la siguiente documentación:
1) Copia de DNI del solicitante. 2) Copia de telegramas y CD, actuación notarial o judicial que acredite el despido
(trabajadores permanentes, permanentes discontinuos y de temporada) o documentación que acredite la situación legal

216
de desempleo. 3) Constancia de baja de la AFIP donde conste fecha de cese (temporarios). 4) Copia de los últimos seis
recibos de sueldo. 5) Copia de documentación de su grupo familiar (DNI del grupo familiar, certificados que acrediten el
vínculo y demás documentación de acuerdo con cada caso en particular).

5. Prestaciones
La protección por desempleo para los trabajadores agrarios incluye:
a) La prestación económica por desempleo;
b) Las prestaciones médico-asistenciales de acuerdo con lo dispuesto por las leyes 23.660 y sus modificatorias y
23.661;
c) El pago de las asignaciones familiares que correspondieren a cargo de la ANSES.
El beneficiario de la prestación por desempleo percibirá las asignaciones familiares por las relaciones familiares
declaradas en la ANSES, pudiendo declarar nuevas cargas de familia o solicitar la asignación prenatal durante el
transcurso de la vigencia de la prestación por desempleo (art. 22, res. 68/2017).
Las asignaciones familiares que se liquiden a los sujetos comprendidos en el SIPD serán las que correspondan a los
beneficiarios del seguro de desempleo de la ley 24.013, se trata de un subsistema contributivo fundado en los principios
de reparto.
d) El cómputo del período de las prestaciones a los efectos previsionales, con los alcances de los incs. a) y b) del art.
12 de la ley 24.013.
El art. 14 de la res. RENATRE 68/2017 específicamente dispone que el período de percepción de las prestaciones se
computará a los efectos previsionales, como tiempo efectivo de servicio.
e) Cobertura de sepelio para el titular y su grupo familiar directo por el tiempo que dure la prestación por desempleo.
Se trata de una prestación específica del sistema de protección de los trabajadores agrarios que no es contemplado
para el régimen de prestaciones por desempleo para los trabajadores de la LCT ni para el régimen de la construcción.
Si bien no es mencionado en la res. 68/2019, el trabajador adquiere también el derecho a las capacitaciones, para lo
cual en el formulario de solicitud el solicitante debe prestar conformidad para la publicación de sus datos personales en
el Portal RENATRE cuenta personal de los empleadores, con el fin de ser incluido en la oferta laboral rural del programa
de reinserción laboral.

6. Requisitos y documentación necesaria

6.1. Trabajadores rurales permanentes de prestación continua


Se trata del principio general, conforme al art. 16 de la ley 26.727 el contrato de trabajo agrario se entenderá
celebrado con carácter permanente y como de prestación continua, salvo los casos previstos expresamente. No podrá
ser celebrado a prueba por período alguno. Para tener derecho a las prestaciones por desempleo, deberán:
a) Encontrarse en situación legal de desempleo. El trabajador deberá estar a disposición para ocupar un puesto de
trabajo adecuado, salvo que el impedimento tenga origen en supuestos de fuerza mayor u en otras causas no
imputables al trabajador;
b) Estar inscripto en el RENATRE;
c) Contar con los períodos declarados como empleado, de 6 meses continuos o discontinuos como mínimo, dentro de
los 3 años inmediatos anteriores al cese de la relación laboral que dio lugar a la situación legal de desempleo;
d) Solicitar la prestación por desempleo ante en el RENATRE en tiempo y forma.

6.2. Trabajadores rurales temporarios y permanentes discontinuos comprendidos en el título III de la ley 26.727
Contrato de trabajo temporario: habrá contrato de trabajo temporario cuando la relación laboral se origine en
necesidades de la explotación de carácter cíclico o estacional, o por procesos temporales propios de la actividad
agrícola, pecuaria, forestal o de las restantes actividades consideradas agrarias conforme a lo establecido por la ley
26.727, así como las que se realizaren en ferias y remates de hacienda.
Se encuentran también comprendidos en esta categoría los trabajadores contratados para la realización de tareas
ocasionales, accidentales o supletorias (art. 17, ley 26.727).
Trabajador permanente discontinuo: cuando un trabajador temporario es contratado por un mismo empleador en más
de una ocasión de manera consecutiva, para la realización de tareas de carácter cíclico o estacional, conforme a los
supuestos señalados para los trabajadores temporarios, será considerado a todos sus efectos como un trabajador
permanente discontinuo.

217
Estos trabajadores deberán cumplir con los siguientes requisitos:
a) Encontrarse en situación legal de desempleo. Se les exigirá constancia de baja de la AFIP donde conste fecha de
cese y notificación fehaciente por parte del empleador al trabajador (temporarios), y constancia de baja de la AFIP donde
conste fecha de cese y la situación de revista y notificación fehaciente por parte del empleador que comunique al
trabajador la finalización de la temporada o ciclo de prestación de servicios (permanentes discontinuos);
b) Estar inscripto en el RENATRE;
c) Contar con los períodos declarados como empleado de 180 jornadas efectivas de trabajo dentro de los 36 meses
inmediatamente anteriores al cese de la relación laboral que dio lugar a la situación legal de desempleo;
d) Solicitar la prestación por desempleo ante en el RENATRE en tiempo y forma.

6.3. Situaciones especiales


El RENATRE tendrá a su cargo el otorgamiento de las prestaciones por desempleo de aquellos trabajadores cuyas
cotizaciones se hayan efectuado conjunta o alternadamente a los regímenes previstos en las leyes 24.013 y 25.191.
En estos supuestos, la duración de las prestaciones se determinará conforme a lo normado en este SIPD,
debiéndose sumar los meses trabajados en los que haya cotizado al Fondo Nacional de Empleo (ley 24.013) y en el
presente régimen, a los fines de reunir los períodos mínimos de cotización.
Los requisitos de cotización al régimen exigidos por las normas vigentes para acceder a las prestaciones por
desempleo se tendrán por cumplidos de acuerdo con las constancias que existan en el SIPA o el que lo reemplace en el
futuro.

7. Situación legal de desempleo


Se considerará acreditada la situación legal de desempleo cuando se acompañe la documentación que acredite
alguno de los siguientes hechos.
a) Despido sin justa causa: es aquel despido dispuesto por el empleador sin justa causa, es decir, sin imputación de
culpa al trabajador. El empleador dispone el despido por razones que no implican la atribución al trabajador de un ilícito
laboral materializado en faltas o incumplimientos.
Se requiere, para acreditar el desempleo, alguno de los siguientes documentos:
• Nota de despido.
• Actas Notariales.
b) Despido con causa: la res. RENATRE 68/2017 no contempla este supuesto, se trata del despido dispuesto por
empleador fundado en justa causa. En este caso, el despido es dispuesto por el empleador imputando al trabajador un
incumplimiento grave, como esta causal no daría derecho a la percepción del seguro, toda vez que resulta imputable al
trabajador, es necesario que la haya rechazado expresamente.
Será necesario para acreditar la situación legal de desempleo:
• Telegrama de despido del empleador y telegrama del trabajador rechazando la causa de despido.
• Como existe duda respecto de la causal de despido, será necesaria la intervención del Ministerio de Trabajo para
que se expida sobre su procedencia o no.
c) Resolución del contrato por denuncia del trabajador fundada en justa causa (despido indirecto). En este caso, el
despido es dispuesto por el trabajador, pero imputado al empleador. El trabajador se considera despedido indirectamente
atribuyendo al empleador un incumplimiento o falta grave que hace imposible la prosecución del vínculo.
En este supuesto lo más usual es que el empleador rechace la causal invocada por el trabajador, en esos casos será
necesaria la intervención sumaria del MTEySS para acreditar la situación legal de desempleo al solo efecto de la
percepción del seguro.
En este caso, es necesario para acreditar el desempleo:
• La presentación de los telegramas correspondientes, el de intimación previa y el de desvinculación por denuncia del
trabajador fundada en justa causa.
d) Despido por fuerza mayor, falta o disminución de trabajo por causa no imputable al empleador que impida la
continuidad de la relación. Se requiere, para acreditar el desempleo, alguno de los documentos indicados para el
despido sin causa que específicamente contemple la situación mencionada. Atento a las características de la causal
puede suceder que la nota o acuerdo contemplen a varios trabajadores, en esto casos es necesario verificar la inclusión
correcta del trabajador que solicita el desempleo.
e) Extinción colectiva total por motivos económicos o tecnológicos de los contratos de trabajo.
f) Quiebra o concurso del empleador. Es necesario recordar que la Ley de Concursos y Quiebras (24.522) prevé en
su art. 196 que la declaración de quiebra no extingue los contratos laborales, sino que estos se suspenden de pleno

218
derecho por el término de 60 días corridos. Vencido este plazo, si no se decidió la continuación de la empresa, el
contrato queda disuelto a la fecha de declaración de la quiebra y los créditos deberán ser verificados.
Por esta razón, para acreditar la causal, es necesario alguna de la siguiente documentación:
• Nota del síndico certificando la disolución del contrato de trabajo.
• Sentencia de quiebra autenticada por el juzgado.
• Telegrama del empleador notificando el cese por quiebra.
• Ejemplar del Boletín Oficial donde se publicó la quiebra.
g) Expiración del tiempo convenido, finalización del ciclo o período estacional o temporal propio de la actividad objeto
del contrato permanente discontinuo, o finalización de la tarea asignada o del servicio objeto del contrato temporario. Se
podría acreditar con el contrato de trabajo que prevé un plazo de finalización o documentación que acredite la
finalización de la relación.
h) Muerte, jubilación o invalidez del empleador individual, cuando estas sean impeditivas de la continuidad del
contrato de trabajo. Podrá acreditarse mediante telegrama en que se invoque esta causal o copia certificada del acta de
defunción.

8. Intervenciones administrativas
Si hubiere duda sobre la existencia de la relación laboral o sobre las situaciones de extinción, específicamente en los
casos en que se discuta la causal de despido (despido con causa, despido indirecto o el supuesto de expiración del
tiempo convenido, finalización del plazo u objeto del contrato), podrá requerirse la actuación administrativa al MTEySS o
a los organismos en que este delegue la determinación sumaria de la verosimilitud de la situación invocada, al solo y
exclusivo efecto de la habilitación del cobro de la prestación por desempleo.

9. Cálculo. Duración y cuantía de la prestación

9.1. Duración de la prestación


El tiempo total de la prestación económica por desempleo se determinará en relación con el período en que el
trabajador se haya encontrado registrado en relación de dependencia y con cotización devengada del Sistema Único de
Seguridad Social, de acuerdo con una escala que toma como referencia los últimos tres años previos a la situación legal
de desempleo:

PERIODO DE
DURACIÓN CUANTÍA
COTIZACIÓN
50% de la MRNyH
De 6 a 11 meses 2 meses
(valor A)
De 12 a 23 meses 4 meses Ídem valor A
De 24 a 35 meses 8 meses 85 % del valor A
36 meses 12 meses 70 % del valor A

El cuadro refiere en primer término los períodos cotizados agrupados conforme lo indica la ley y en virtud de dicha
cotización el periodo de duración que corresponda. En la última columna se acompaña la información del monto de
dichas cuotas.
El monto de la prestación por desempleo será el 50% del importe de la mejor remuneración normal y habitual
(MRNyH) del trabajador sujeta a aportes y contribuciones. Conforme con lo que se expone en el cuadro, durante los
primeros cuatro meses el importe será el equivalente al 50% de la MRNyH, dicho monto nunca será mayor al tope, luego
se aplica la escala de reducción siempre usando como referencia el monto establecido para las primeras cuatro cuotas.

9.2. Cómputo de los plazos


Cuando el período trabajado no coincida con el mes calendario, a los efectos del cálculo del tiempo de la prestación
económica por desempleo, se contabilizará un mes de período trabajado por cada 30 días trabajados, computándose
tanto los días trabajados en sucesiva como aquellos laborados con intervalos de inactividad.
Los períodos sin percepción de remuneración correspondientes a los supuestos previstos en los arts. 50 a 53 de la
ley 26.727 (licencia por maternidad, parental y accidentes y enfermedades inculpables) y arts. 177, 211 y 221 de la ley
20.744 de Contrato de Trabajo y sus modificatorias, se computarán como tiempo efectivo de servicio a los exclusivos
fines del cómputo del tiempo de la prestación económica por desempleo.
Esta última situación es muy importante y no se encuentra contemplado en el caso de las prestaciones por
desempleo para trabajadores de la LCT, lo que genera situaciones injustas en el caso, por ejemplo, de las trabajadoras

219
que perciban durante los últimos tres años licencia por maternidad.

9.3. Cuantía de la prestación


La cuantía de la prestación económica por desempleo será calculada teniendo en cuenta la mejor remuneración
normal y habitual sujeta a aportes, percibida durante el período de 12 meses anteriores al momento de encontrarse en
situación legal de desempleo. Cuando el trabajador, por razones ajenas a su voluntad debidamente comprobadas, no
hubiera percibido remuneración mensual, normal y habitual durante el período señalado, deberá considerarse como
período de referencia los 36 meses anteriores a ingresar en situación legal de desempleo.
En el caso de los trabajadores temporarios y permanentes discontinuos, se tendrá en cuenta la mejor remuneración
normal y habitual, que surja de las doce mejores remuneraciones normales y habituales sujetas a aportes durante los
meses anteriores al momento de encontrarse en situación legal de desocupación.

9.4. Escala de reducción


Se mantiene el esquema de la ley 24.013, y como mecanismo para desalentar la permanencia en el desempleo se
prevé una escala de disminución de los importes abonados. La prestación económica por desempleo será del 100% de
la mejor remuneración mensual normal y habitual, percibida durante los últimos 12 meses, del primero al cuarto mes. Del
quinto al octavo mes, la prestación económica será equivalente al 85% de la de los primeros 4 meses. Del noveno al
décimo segundo, la prestación será equivalente al 70% de la de los primeros 4 meses.

9.5. Topes
No obstante, la forma de cálculo explicada en los puntos anteriores, al igual que la prestación por desempleo del
régimen de la LCT, se establecen topes máximos y mínimos. La res. RENATRE 55/2020 incrementó los topes de la
prestación por desempleo, para todos los trabajadores rurales, los que quedaron fijados en un monto mínimo de $ 5.500
y un máximo de $ 11.000, que comenzó a regir para las prestaciones percibidas desde el mes de abril de 2020.
Las erogaciones financieras serán atendidas con los recursos económico-financieros del RENATRE previstos en el
art. 13 de la ley 25.191.

10. Suspensión y extinción


Conforme al art. 17, la percepción de la prestación económica por desempleo se suspenderá cuando el beneficiario:
a) no comparezca ante requerimiento de la autoridad de aplicación o del RENATRE sin causa que lo justifique;
b) no dé cumplimiento a las obligaciones establecidas en los incs. b) y c) del art. 15 de la presente reglamentación.
c) Sea condenado penalmente con pena privativa de la libertad de cumplimiento efectivo.
d) No denunciare su reingreso o reinserción laboral al RENATRE.
La suspensión no afecta a las prestaciones económicas que resten percibir al beneficiario, reanudándose su pago al
finalizar la causa que le dio origen.
Conforme al art. 18 de la resolución analizada, la prestación por desempleo se extingue en los siguientes supuestos:
a) haber agotado el plazo de duración de las prestaciones que le hubiere correspondido;
b) haber obtenido beneficios previsionales o prestaciones no contributivas o cualquier otra prestación de carácter
asistencial;
c) haber celebrado y ejecutado un nuevo contrato de trabajo;
d) haber obtenido las prestaciones mediante fraude, simulación o reticencia;
e) continuar percibiendo las prestaciones cuando correspondiere su suspensión;
f) incumplir las obligaciones establecidas en el inc. d) del art. 15 de la presente reglamentación;
g) negarse reiteradamente a aceptar empleos adecuados ofrecidos por la autoridad de aplicación y los organismos
que esta designe a tales fines.

11. Modalidades

11.1. Pago único

220
Se permite a los beneficiarios de la prestación por desempleo hacer uso de la modalidad de "Pago Único" y percibir el
total la prestación para ser invertida en el desarrollo de un proyecto productivo asociativo. Sobre el particular, cabe
destacar que este beneficio esta normado por la res. MTEySS 1016/2013. Esta resolución crea el Programa
Prestaciones por Desempleo y resulta también aplicable a este régimen.
El art. 14 de la resolución mencionada dispone la ampliación de la prestación económica por desempleo a solicitud de
parte, con el exclusivo fin de llevar a cabo el financiamiento de: 1) la constitución de cooperativas de trabajo; 2) la
conformación de programas de propiedad participada; 3) la constitución de empresas juveniles; 4) la constitución de
sociedades de propiedad de los/as trabajadores/as; 5) la constitución de sociedades de hecho de hasta cinco personas
humanas u otra empresa asociativa; 6) la formulación, presentación y ejecución de un proyecto en el marco de
cualquiera de los programas o acciones de promoción de empleo independiente o asociativo administrados por el
MTEySS.
La ampliación a otorgar en todos los casos consistirá en la duplicación del monto correspondiente a la prestación
económica por desempleo, neto de las asignaciones familiares.
La solicitud de suspensión de los pagos mensuales para la ampliación del seguro por desempleo deberá ser
presentada ante la ANSES o el RENATEA, después de liquidada la primera cuota de la prestación y siempre que resten
al menos tres cuotas por liquidar de la prestación original o de la extensión por edad.

11.2. Extensión por edad


El tiempo total de la prestación económica por desempleo se extenderá por 6 meses adicionales, por un valor
equivalente al 70% de la prestación mensual correspondiente a los cuatro primeros meses según lo dispuesto en el art.
12; cuando el trabajador tuviera 45 o más años de edad.

12. Normas de procedimiento aplicables


El art. 20 de la res. RENATRE 68/2017 dispone las siguientes normas de procedimiento específicas:
a) La resolución del RENATRE que decida sobre el reconocimiento, suspensión, reanudación y extinción del derecho
a las prestaciones deberá fundarse y dictarse dentro de los 60 días corridos de recibida la solicitud en el RENATRE, y
contra ella podrá interponerse recurso de alzada.
Dicho plazo se suspenderá si debiera requerirse al solicitante que complete la documentación necesaria a tal efecto.
Tanto la resolución definitiva como el requerimiento deberán ser notificados al solicitante por modo fehaciente.
b) La resolución que resuelva el recurso jerárquico contra la resolución que aprueba o deniega el otorgamiento de la
prestación agotará vía administrativa y se podrá recurrir a la Cámara Federal de Apelaciones de la Seguridad Social.
Si no recae resolución expresa en la reclamación administrativa en el plazo de cuarenta y cinco días de presentada,
el interesado podrá requerir pronto despacho y si transcurrieren otros treinta días sin emitir resolución, se considerará
que existe silencio del Registro y quedará expedita la vía judicial.
c) Será de aplicación subsidiaria y supletoria la Ley Nacional de Procedimientos Administrativos 19.549 y el
Reglamento de Procedimientos Administrativos, dec. 1759/1972 (t.o. 1991).

13. Inembargabilidad
Las prestaciones económicas por desempleo son inembargables, no pudiendo ser objeto de deducciones ni
gravámenes, excepto por embargos de carácter alimentario, dispuestos por autoridad judicial.

Anexo

Evolución del salario mínimo vital y móvil en comparación con los topes

SALARIO TOPE MÁXIMO


MÍNIMO PRESTACIÓN
AÑO MES NORMA
VITAL Y POR
MÓVIL DESEMPLEO
Resolución MT
1985 Abril ¿ 36,644
317/1985
Resolución MT
1985 Mayo ¿ 47,454
355/1985

221
SALARIO TOPE MÁXIMO
MÍNIMO PRESTACIÓN
AÑO MES NORMA
VITAL Y POR
MÓVIL DESEMPLEO
Resolución MT
1985 Junio ¿ 59,365
474/1985
Decreto
1986 Enero ¿ 70
2466/1985
Decreto
1986 Abril ¿ 80
666/1986
Decreto
1986 Julio ¿ 93
1290/1986
Decreto
1986 Octubre ¿ 110
1771/1986
Decreto
1987 Enero ¿ 150
2491/1986
Decreto
1987 Marzo ¿ 170
284/1987
Decreto
1987 Mayo ¿ 200
721/1987
Decreto
1987 Octubre ¿ 350
1687/1987
Resolución
1988 Abril ¿ 520 CNSMVM
1/1988
Resolución
1988 Junio ¿ 680 CNSMVM
2/1988
Resolución
1988 Agosto ¿ 924 CNSMVM
3/1988
Resolución
1988 Octubre ¿ 1.310,00 CNSMVM
4/1988
Resolución
1989 Enero ¿ 1.700,00 CNSMVM
5/1988
Resolución
1989 Marzo ¿ 2.100,00 CNSMVM
1/1989
Resolución
1989 Abril ¿ 2.400,00 CNSMVM
2/1989
Resolución
1989 Mayo ¿ 4.000,00 CNSMVM
4/1989
Resolución
1989 Junio ¿ 8.700,00 CNSMVM
61989
Resolución
1989 Julio ¿ 20.000,00 CNSMVM
7/1989
Resolución
¿
1990 Septiembre CNSMVM
720.000,00
1/1990
Resolución
¿
1991 Marzo CNSMVM $ 400
970.000,00
1/1991
Resolución
1993 Agosto $ 200,00 CNSMVM $ 400
2/1993
Resolución
1994 Agosto $ 200,00 CNSMVM $ 400
2/1993

222
SALARIO TOPE MÁXIMO
MÍNIMO PRESTACIÓN
AÑO MES NORMA
VITAL Y POR
MÓVIL DESEMPLEO
Decreto
2003 Julio $ 250,00 $ 300,00
388/2003
Decreto
2003 Agosto $ 260,00 $ 300,00
388/2003
Decreto
2003 Septiembre $ 270,00 $ 300,00
388/2003
Decreto
2003 Octubre $ 280,00 $ 300,00
388/2003
Decreto
2003 Noviembre $ 290,00 $ 300,00
388/2003
Decreto
2003 Diciembre $ 300,00 $ 300,00
388/2003
Decreto
2004 Enero $ 350,00 $ 300,00
1349/2004
Resolución
2004 Septiembre $ 450,00 CNEPySMVyM $ 300,00
2/2004
Resolución
2005 Mayo $ 510,00 CNEPySMVyM $ 300,00
2/2005
Resolución
2005 Junio $ 570,00 CNEPySMVyM $ 300,00
2/2005
Resolución
2005 Julio $ 630,00 CNEPySMVyM $ 300,00
2/2005
Resolución
2006 Marzo $ 630,00 CNEPySMVyM $ 400,00(*)
2/2005
Resolución
2006 Agosto $ 760,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2006
Resolución
2006 Septiembre $ 780,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2006
Resolución
2006 Noviembre $ 800,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2006
Resolución
2007 Agosto $ 900,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2007
Resolución
2007 Octubre $ 960,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2007
Resolución
2007 Diciembre $ 980,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2007
Resolución
2008 Agosto $ 1.200,00 CNEPySMVyM $ 400,00
3/2008
Resolución
2008 Diciembre $ 1.240,00 CNEPySMVyM $ 400,00
3/2008
Resolución
2009 Agosto $ 1.400,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2009
Resolución
2009 Octubre $ 1.440,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2009
Resolución
2010 Enero $ 1.500,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2009

223
SALARIO TOPE MÁXIMO
MÍNIMO PRESTACIÓN
AÑO MES NORMA
VITAL Y POR
MÓVIL DESEMPLEO
Resolución
2010 Agosto $ 1.740,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2010
Resolución
2011 Enero $ 1.840,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2010
Resolución
2011 Septiembre $ 2.300,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2011
Resolución
2012 Septiembre $ 2.670,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2012
Resolución
2013 Febrero $ 2.875,00 CNEPySMVyM $ 400,00
2/2012
Resolución
2013 Agosto $ 3.300,00 CNEPySMVyM $ 400,00
4/2013
Resolución
2014 Enero $ 3.600,00 CNEPySMVyM $ 400,00
4/2013
Resolución
2014 Septiembre $ 4.400,00 CNEPySMVyM $ 400,00
3/2014
Resolución
2015 Enero $ 4.716,00 CNEPySMVyM $ 400,00
3/2014
Resolución
2015 Agosto $ 5.588,00 CNEPySMVyM $ 400,00
4/2015
Resolución
2016 Enero $ 6.060,00 CNEPySMVyM $ 400,00
4/2015
Resolución
2016 Junio $ 6.810,00 CNEPYSMVYM $ 3.000,00
1/2016
Resolución
2016 Septiembre $ 7.560,00 CNEPYSMVYM $ 3.000,00
1/2016
Resolución
2017 Enero $ 8.060,00 CNEPYSMVYM $ 3.000,00
1/2016
Resolución
2017 Julio $ 8.860,00 CNEPYSMVYM $ 3.297,60
4/2017
Resolución
2018 Enero $ 9.500,00 CNEPYSMVYM $ 3.535.68
4/2017
Resolución
2018 Julio $ 10.000,00 CNEPYSMVYM $ 3.721,65
4/2017
Resolución
2018 Septiembre $ 10.700,00 CNEPYSMVYM $ 3.982,17
3/2018
Resolución
2018 Diciembre $ 11.300,00 CNEPYSMVYM $ 4.205,47
3/2018
Resolución
2019 Junio $ 12.500,00 CNEPYSMVYM $ 4.652,06
1/2019

224
SALARIO TOPE MÁXIMO
MÍNIMO PRESTACIÓN
AÑO MES NORMA
VITAL Y POR
MÓVIL DESEMPLEO
Resolución
2019 Agosto $ 14.125,00 CNEPYSMVYM $ 5.256,83
6/2019
Resolución
2019 Septiembre $ 15.625,00 CNEPYSMVYM $ 5.815,08
6/2019
Resolución
2019 Octubre $ 16.875,00 CNEPYSMVYM $ 6.280,28
6/2019
Decreto
2020 Abril $ 16.875,00 $ 10.000,00 (**)
376/2020
Resolución
2020 Octubre $ 18.900,00 CNEPYSMVYM $ 10.000,00
4/2020
Resolución
2020 Diciembre $ 20.587,50 CNEPYSMVYM $ 10.000,00
4/2020
Resolución
2021 Marzo $ 21.600,00 CNEPYSMVYM $ 10.000,00
4/2020

Nota: Un $ (peso) equivale a ¿ 10.000


(*) Decreto 267/2006
(**) Decreto 332/2020
Ref: ¿ Australes

Formulario ANSES PS 3.23. DD.JJ. Desempleo

225
226
227
Formulario ANSES PS 3.2. Requerimiento de actuación administrativa. Prestación por desempleo
(Situación Legal de Desempleo Controvertida)

Formulario ANSES PS 3.4. Solicitud pago único prestación por desempleo

228
Capítulo IV - Régimen de asignaciones familiares

I. Introducción

1. Justificación
Dentro de las contingencias sociales se encuentra la contingencia de "cargas de familia". En el reconocimiento de la
dignidad de la persona, la protección integral de la familia y la compensación económica familiar prevista en el art. 14 bis
de la CN, surge la necesidad de proteger en principio a la persona respecto de aquellos mayores gastos en que pueda
incurrir con motivo de la composición de su grupo familiar.
La familia, cuya constitución no obedece a otra cosa más que al amor, la familia como unión de personas, es la
primera de las sociedades. Es la unión primera y vital. La familia tiene derechos: a existir con la forma y valores que sus
integrantes decidan, a progresar y subsistir dignamente, a ejercer las responsabilidades que le competen, a la intimidad,
a profesar su culto, a educar a los hijos, a una vivienda digna, a expresarse, a la protección del estado, al esparcimiento,
etcétera.
El Código Civil y Comercial de la Nación se ocupa de regular temas referidos a la familia en el Libro segundo, al
referirse al matrimonio, a las uniones convivenciales, la filiación, la adopción y las responsabilidades parentales.
El derecho del trabajo protege especialmente el matrimonio y la maternidad (arts. 177 a 186). La protección reside en
establecer la estabilidad, la prohibición de despidos discriminatorios fundados en alguna de estas situaciones.
La LCT también prevé la protección del trabajo de menores y adolescentes al disponer la prohibición del trabajo de
los menores de 16 años, excepto que se trate de empresa familiar, para trabajar en jornadas no superiores a las 3 horas
diarias (arts. 189 y 189 bis). Los arts. 32 y 187 de la misma ley establecen que el menor puede celebrar contrato de
trabajo a partir de los 16 años, con autorización de sus padres en jornadas no superiores a las 6 horas diarias y 36
semanales.
Cuando regula la protección de los trabajadores enfermos o accidentados la LCT hace expresa mención a la situación
de los trabajadores "con cargas de familia", para duplicar el tiempo de licencia reconocido.
En el ámbito de la seguridad social, la familia siempre estuvo especialmente protegida desde nuestra CN como en las
distintas leyes que contemplan diferentes contingencias. Así, la ley 24.241, al regular el derecho a pensión, determina en
el art. 53 los distintos familiares con derecho a pensión.
El régimen de obras sociales, como se verá en el capítulo V, dispone expresamente la protección del titular y su grupo
familiar.
La protección de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales reconoce las relaciones familiares a los
efectos del cobro de indemnizaciones en caso de muerte del trabajador, al remitir al art. 53 de la ley 24.241.
En particular la ley 24.714 regula el régimen de asignaciones familiares que analizaremos a continuación.

2. Evolución histórica
El origen de las asignaciones familiares puede situarse en Francia en 1860, el Ministerio de la Marina acordó el pago
de una suma diaria a los marinos inscriptos con más 5 años de servicios por cada hijo menor de 13 años. Esta iniciativa
se propaga hacía otros organismos públicos, hasta que en 1917 se establece el pago generalizado a todos los
funcionarios públicos. Paralelamente, en 1890 el industrial León Halmer crea la Caja de Familia destinada a distribuir
dinero entre los trabajadores de su empresa, a fin de compensar los gastos en que incurrían aquellos con familias a
cargo.
A fines de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) se toma definitiva conciencia de las necesidades diferenciadas
entre los trabajadores solteros y aquellos con familias a cargo. En 1916 comenzaron a crearse cajas compensadoras
que bonificaban manualmente a los trabajadores con niños menores a 13 años, esto se extendió a otras actividades y
repercutió en los costos de producción y los empresarios comenzaron a despedir trabajadores con familias numerosas,
provocando una situación peor a la que se quería compensar.
En 1920 existían en Francia seis cajas compensadoras que reconocían el pago de estas compensaciones, para el
año 1923 eran 107 y en 1932 el sistema agrupaba a 30.000 empresas en 244 cajas compensadoras.
La primera norma jurídica de ayuda familiar se sancionó en 1926 en Nueva Zelanda, el sistema era de carácter
asistencial y no se vinculaba con la condición de trabajador, financiado íntegramente por impuestos generales. Estos
sistemas de protección comienzan a expandirse y así Bélgica en 1930 dicta una novedosa legislación que generaliza el
pago de asignaciones familiares en favor de los trabajadores asalariados.
En Francia se consigue recién en 1932 implantar en forma obligatoria y general el pago de asignaciones familiares y
la afiliación a cajas compensadoras en 1932. Posteriormente, distintos países sancionan normas de este tipo: italia

229
(1937), España (1938), Mónaco y Países Bajos (1939), Australia (1941), Bulgaria, Marruecos y Portugal (1942),
Finlandia, Uruguay y Suiza (1943) y en 1945 Inglaterra sanciona una completísima legislación en la materia.
De este modo se extiendo por el mundo la institución del subsidio o compensación de las cargas de familia.
En la Argentina, el primer antecedente puede encontrarse en 1956 con el reconocimiento de un pago por hijo a cargo,
a través de una caja compensadora financiada con contribuciones de los empleadores.
En 1957 se dictan los decs. 7913/1957 y 7914/1957 que crean la Caja de Subsidios Familiares para el Personal de
Comercio y la Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria. Luego le siguió la Caja de Asignaciones
Familiares para el Personal de la Estiba (dec. 3256/1965). Estos organismos operaban con el sistema de compensación,
que reintegraba a los empleadores las sumas abonadas a través de la compensación por contribuciones, lo que permitía
que los trabajadores no sean discriminados por las cargas de familia que tuvieran.
Todas estas Cajas fueron disueltas por el dec. 2284/1991 de "desregulación económica", que crea el Sistema Único
de Seguridad Social (SUSS), quedando a su cargo todas las funciones y objetivos que hasta entonces tenían las cajas y
pasando, posteriormente, todo al órgano de gestión creado por el dec. 2741/1991, la Administración Nacional de la
Seguridad Social (ANSES).
El régimen de asignaciones familiares se creó, finalmente, en 1969 con la ley 18.017 que rigió hasta 1996, año en
que fue sustituida por la ley 24.714. Este régimen se mantuvo vigente hasta que fue derogado por el DNU 1382/2001 y
recobró su vigencia —que se mantiene actualmente— por el dec. 1604/2001.

3. Definición
Se trata de prestaciones de la seguridad social, dinerarias, no remunerativas, no constituyen una contraprestación por
los servicios prestados, su finalidad es cubrir los mayores gastos generados por las llamadas "cargas de familia" que no
son otra cosa que la familia del trabajador. Tal como veremos, ya no están vinculadas estrictamente con el trabajador
dependiente, sino que existen subsistemas no contributivos e incluso para trabajadores autónomos.
Al no estar vinculadas con el contrato de trabajo, no inciden en el cálculo de indemnizaciones, en el sueldo anual
complementario, ni se tienen en cuenta para calcular aportes y contribuciones.

II. Régimen de asignaciones familiares. Ley 24.714

1. Régimen legal y financiamiento


Se instituye con alcance nacional y obligatorio el Régimen de Asignaciones Familiares. Este régimen se integra con
dos subsistemas:
Un sistema contributivo destinado a:
1. Trabajadores que presten servicios remunerados en relación de dependencia en la actividad privada, cualquiera
que sea la modalidad de contratación laboral, beneficiarios de la ley sobre riesgos de trabajo y beneficiarios del seguro
de desempleo.
Estas asignaciones se financiarán con los siguientes recursos:
a) Una contribución a cargo del empleador del nueve por 9 % que se abonará sobre el total de las remuneraciones de
los trabajadores comprendidos en el ámbito de aplicación de esta ley. De ese nueve por 9 %, 7,5 % se destinarán
exclusivamente a asignaciones familiares y el 1,5 % restante al Fondo Nacional del Empleo, con la escala de
reducciones prevista en el dec. 2609/1993, y sus modificatorios decs. 372/1995, 292/1995 y 492/1995, los que
mantienen su vigencia en los porcentajes y alícuotas especificados para cada caso.
b) Una contribución de igual cuantía a la establecida en el punto anterior, a cargo del responsable del pago de
prestaciones dinerarias derivadas de la ley 24.557, sobre riesgos de trabajo.
c) Otras: intereses, multas y recargos. Rentas provenientes de inversiones y donaciones, legados y otro tipo de
contribuciones.
2. Trabajadores inscriptos y con aportes realizados en el régimen simplificado para pequeños contribuyentes (RS)
establecido por la ley 24.977, sus complementarias y modificatorias, el que se financiará con el porcentaje de impuesto
integrado que corresponda, con destino al SIPA a cargo de las personas adheridas al RS.
Un sistema no contributivo destinado a:
1. Los beneficiarios del SIPA, beneficiarios del régimen de pensiones no contributivas por invalidez, y para la pensión
universal para el adulto mayor, el que se financiará con los recursos del régimen previsional previstos en el art. 18 de la
ley 24.241.
2. El pago de asignación por embarazo para protección social y la asignación universal por hijo para protección social
(AUH), destinado, respectivamente, a las mujeres embarazadas y a aquellos niños, niñas y adolescentes con residencia

230
en el país, que pertenezcan a grupos familiares que se encuentren desocupados o se desempeñen en la economía
informal. Estas asignaciones también serán financiadas con el art. 18 de la ley 24.241.
La ley 26.844 crea el régimen de asignaciones familiares para el personal de casas particulares e incluye a las y los
trabajadores del servicio doméstico en el sistema no contributivo compuesto la asignación por embarazo para protección
social y la asignación universal por hijo para protección social, destinado, respectivamente, a las mujeres embarazadas y
a aquellos niños, niñas y adolescentes residentes en el país.
Para estos trabajadores la circular ANSES DAFYD 4/2014 dispuso que en virtud de la entrada en vigencia de la ley
26.844 "Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares" que los incluye en el universo
de titulares de la AUH y las asignaciones por embarazo para protección social (AXE) corresponde equiparar a los
trabajadores del servicio doméstico con los trabajadores formales del sector privado regidos por la LCT. Por este motivo
la condición de un salario menor al SMVyM no será considerada como requisito para el acceso a la percepción de la
(215)
AUH y la AXE, conforme a la nota DGAJ 500/2013 .
Asimismo, se faculta a la AFIP para que establezca las alícuotas correspondientes al financiamiento de la asignación
familiar por maternidad correspondiente a las trabajadoras y los trabajadores (AUH) de este régimen.

2. Mecanismo de percepción
La res. ANSES 641/2003 implementó el "Sistema único de Asignaciones Familiares (SUAF)" como un sistema de
control, validación, liquidación y puesta al pago de las asignaciones familiares en forma directa a través de la ANSES,
correspondientes a los trabajadores en relación de dependencia de la actividad privada.
La creación del SUAF eliminó los mecanismos de pago de las asignaciones por los empleadores y la posterior
compensación contra las contribuciones que debían hacer al sistema. Esto dotó al sistema de mayor transparencia
permitiendo identificar claramente los ingresos y egresos y garantizar que las asignaciones efectivamente lleguen a sus
beneficiarios.
De esta forma, el Estado es el único que abona las asignaciones familiares.
Posteriormente, la res. ANSES 203/2019 crea el Sistema de Cobertura Universal de Niñez y Adolescencia (CUNA),
como un procedimiento de control, validación, liquidación y puesta al pago de las asignaciones en forma directa a través
de la ANSES para los titulares de las asignaciones previstas en la ley 24.714, a fin de igualar los períodos de liquidación
a considerar y la puesta al pago de las asignaciones.
Es importante resaltar que el dec. 614/2013, en su art. 7°, dispuso que el efectivo pago de las asignaciones
correspondientes a los regímenes contributivos se realizará a la mujer con independencia de quien genera el derecho al
cobro de la prestación, salvo en los casos de guarda, curatela, tutela y tenencia que se realizará al guardador, curador,
tutor o tenedor respectivamente que correspondiere (se acompaña en el anexo el formulario PS.2.73 requerido para este
trámite).

3. Exclusiones
El art. 3° de la ley 24.714 excluye de las prestaciones, con excepción de las asignaciones por maternidad, por hijos
con discapacidad y ayuda escolar para hijo con discapacidad, a los trabajadores que perciban una remuneración inferior
o superior a los topes establecidos.
El dec. 1667/2012 dispuso que los límites que condicionan el otorgamiento de las asignaciones familiares se
calcularán en función de los ingresos correspondientes al grupo familiar.
La conjunción de estas normas establece los siguientes topes vigentes y determinantes del acceso a las
asignaciones:
Tope mínimo de ingreso del grupo familiar (IGF): $ 6105,79 (res. ANSES 312/2020)
El art. 12 del dec. 840/2020 dispuso que no regirá el límite mínimo de ingresos para el cobro de las asignaciones
familiares de los y las titulares de los incisos a) y b) del art. 1 de la Ley 24.714.
Tope máximo de ingreso del grupo familiar —considerando a todo el grupo familiar—: $ 155.328 (res. ANSES
75/2020)
Tope ingreso máximo individual: $ 77.664 (res. ANSES 75/2020)
Se trata de un régimen de exclusión que determina la no percepción de asignaciones para los trabajadores cuyos
ingresos individuales superen el tope individual de $ 77.664. La percepción por cualquier integrante de un ingreso
superior a dicho tope determina la exclusión del régimen de todo el grupo familiar. Por otra parte, la percepción de un
ingreso superior a $ 155.328 considerando a todos los integrantes del grupo familiar también excluye a todo el grupo.
Los topes no aplican para los supuestos de asignaciones por maternidad, hijo con discapacidad y ayuda escolar para
hijo con discapacidad.

231
Del análisis de esta normativa se advierte que desde la res. ANSES 75/2020 (aplicable desde marzo de 2020) que
incrementó el tope máximo individual y el aplicable a todo el grupo familiar, estos no fueron incrementados, lo que sigue
aumentando la exclusión de un régimen ya excluyente.

4. Cálculo del ingreso del grupo familiar


Se define grupo familiar al titular más el cónyuge o conviviente o concubino previsional. Si el titular es soltero,
divorciado, separado legal o de hecho se lo considera como integrante único del grupo familiar (art. 5°, ley 27.253).
En caso de titular soltero, se toman ambos padres (aun cuando se encuentren separados de hecho, separados
legalmente o divorciados) o del curador (en caso de titular con discapacidad).
Si el cónyuge o los padres se encuentran fallecidos o no cuentan con curador, se toma solo el ingreso del titular.
El art. 8°, del capítulo I de la res. SSS 11/2019 entiende por grupo familiar de los titulares de asignaciones familiares,
al siguiente:
a) Los cónyuges, para la asignación por cónyuge y para la asignación por matrimonio.
b) Los padres y las madres del niño, niña, adolescente o persona mayor con discapacidad, o las personas que lo
tienen a su cargo, para la asignación por hijo, hijo con discapacidad y ayuda escolar anual.
En el caso del niño, niña, adolescente o persona mayor de edad con discapacidad, titular de un beneficio previsional,
entiéndase por grupo familiar a aquel y a las personas relacionadas que lo tienen a su cargo.
c) La mujer embarazada y su cónyuge o conviviente, para la asignación prenatal y para la asignación por embarazo
para protección social.
d) Los progenitores, para la asignación por nacimiento.
e) Los adoptantes, para la asignación por adopción.
f) El niño, niña, adolescente y persona mayor de edad con discapacidad que genera la asignación y los padres,
madres o las personas que lo tienen a su cargo, para la asignación universal por hijo para protección social.
En los supuestos de las asignaciones por hijo, hijo con discapacidad, ayuda escolar anual, asignación universal por
hijo para protección social, prenatal, asignación por embarazo para protección social y nacimiento se tendrá en cuenta a
ambos progenitores o adoptantes, aun cuando se encuentren separados de hecho o divorciados.
Para determinar los montos que percibe el grupo familiar, se tienen en cuenta los siguientes ingresos: la suma de las
remuneraciones brutas de los trabajadores en relación de dependencia registrados, más la asignación familiar por
maternidad/ maternidad Down. Se excluyen las horas extras, el plus de zona desfavorable, el aguinaldo. Las rentas de
referencia para trabajadores autónomos, monotributistas y servicio doméstico. Los haberes de jubilación y pensión, el
monto de la prestación por desempleo, los planes sociales, las sumas originadas en prestaciones contributivas y no
contributivas de cualquier índole y las sumas no remunerativas declaradas por el empleador en el formulario 931 que
presenta mensualmente a la AFIP (ley 24.714, art. 4°).

5. Situaciones particulares
El dec. 592/2016 dispone que los trabajadores temporarios del régimen agrario y aquellos dependientes que presten
servicios en forma discontinua conservarán el derecho a la percepción de asignaciones familiares previstas en la ley
24.714, después del cese de la relación de trabajo, siempre que registraren al menos 3 meses de servicios con aportes o
el equivalente a noventa jornadas efectivas de trabajo, dentro de los 12 meses anteriores al cese.
La res. SSS 333/2016 considera comprendidos dentro del dec. 592/2016 y por consiguiente en el régimen de
asignaciones familiares a los siguientes trabajadores:
1. Trabajadores rurales que prestan servicios discontinuos en los términos del art. 17 de la ley 26.727 (temporarios);
2. Trabajadores de la construcción comprendidos en la ley 22.250 y sus modificatorias (trabajadores de la industria de
la construcción);
3. Actores-intérpretes comprendidos en la ley 27.203;
4. Trabajadores discontinuos de la industria cinematográfica;
5. Trabajadores que prestan servicios discontinuos en la estiba y trabajadores discontinuos embarcados;
6. Trabajadores contratados bajo la modalidad eventual prevista en el art. 99 de la ley 20.744 y sus modificatorias.
La resolución aclara que la enumeración no es taxativa y que la SSS podrá considerar incluidos a otros colectivos de
trabajadores si constatare el carácter discontinuo de sus tareas.
El dec. 592/2016 sustituye el art. 6° del dec. 1245 y dispone que tendrán derecho a las asignaciones familiares de la
ley 24.714 los trabajadores de temporada comprendidos en las disposiciones del art. 96 de la ley 20.744, los
trabajadores permanentes discontinuos a que se refiere el art. 18 de la ley 26.727, los trabajadores de empresas de

232
servicios eventuales durante el período de suspensión establecido en el art. 5°, inc. a), del dec. 1694/2006, las
trabajadoras en relación de dependencia que se encuentren en goce de licencia legal por maternidad o en estado de
excedencia, los trabajadores que se encuentren en período de conservación del empleo por causa de accidente o
enfermedad inculpable, y los trabajadores dependientes que se encuentren suspendidos por causa de fuerza mayor o
falta o disminución del trabajo no imputable al empleador previstas en la ley 20.744, todos ellos aun durante períodos en
que no presten tareas o devenguen remuneraciones, siempre que registraren al menos 3 meses de servicios con
aportes o el equivalente a noventa jornadas efectivas de trabajo, dentro de los 12 meses inmediatamente anteriores.
Para ser así considerados, los trabajadores deben encontrarse registrados en las situaciones de revista o modalidad de
contratación definida y que se encuentren sin percepción de remuneraciones a mes completo, en todas sus relaciones
laborales (res. SSS 333/2016).
Por el contrario, no se prevé la percepción de asignaciones en los supuestos de licencia sin goce de sueldo por
razones personales, licencia gremial sin goce de sueldo, suspensiones por causas disciplinarias o aquellas no previstas
expresamente en el párrafo anterior, por los períodos en que no se devenguen remuneraciones, ni se efectúen
contribuciones al sistema de asignaciones familiares.

6. Prestaciones
El art. 6° de la ley establece el reconocimiento de siguientes prestaciones, que según su modalidad de pago pueden
ser clasificadas en:

6.1. Asignaciones de pago mensual


Las solicitudes de estas asignaciones se canalizan mediante la presentación del formulario de DD.JJ. de Novedades
Unificadas PS.2.55 (se acompaña en el anexo).
Asignación por hijo:
Consiste en el pago de una suma de dinero abonada al beneficiario por cada hijo menor de 18 años. Corresponde el
pago de las asignaciones a quien acredite tener a su cargo a un niño, niña, adolescente, en función de las disposiciones
del Código Civil y Comercial de la Nación y de conformidad con la documentación que la ANSES disponga a estos fines.
Corresponde también el pago de las asignaciones a niños, niñas y adolescentes que se encuentren institucionalizados,
en función de la información que la Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (SENNAF) o el organismo
que en el futuro lo reemplace, remita a la ANSES.
No resulta procedente el pago de la asignación por hijo cuando se produce el nacimiento sin vida.
Asignación por hijo con discapacidad:
Consiste en el pago de una suma mensual que se abonara al trabajador por cada hijo que se encuentre a cargo en
esa condición, sin límite de edad, a partir del mes en que se acredite tal condición ante el empleador. Se entiende por
discapacidad toda alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que en relación con su edad y medio
social implique desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o laboral (ley 22.431, art. 2°).
La Agencia Nacional de Discapacidad, dependiente de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación,
certificará en cada caso la existencia de la discapacidad, su naturaleza y grado, así como las posibilidades de
rehabilitación del afectado e indicará, teniendo en cuenta la personalidad y los antecedentes del afectado, qué tipo de
actividad laboral o profesional puede desempeñar.
El certificado expedido se denominará "Certificado único de Discapacidad" y acreditará plenamente la discapacidad
en todo el territorio nacional, en todos los supuestos en que sea necesario invocarla, salvo en materia de jubilaciones y
pensiones.
La asignación por hijo se abonará por cada hija o hijo soltero que resida en el país, aunque trabaje en relación de
dependencia o perciba cualquier beneficio de la seguridad social.
La asignación por hijo con discapacidad se abonará por cada hijo o hija con discapacidad que resida en el país,
soltero/a, viudo/a, divorciado/a o separado/a legalmente de acuerdo con las disposiciones del Código Civil y Comercial
de la Nación, aunque trabaje en relación de dependencia o perciba cualquier beneficio de la seguridad social.
Las asignaciones por hijo con discapacidad serán liquidadas desde la fecha en la que la ANSES se notifique de la
discapacidad acreditada con el certificado único de discapacidad vigente, y siempre que se cumpla con los requisitos
establecidos.
El niño, niña, adolescente y la persona mayor de edad con discapacidad, titular de una pensión del SIPA percibirá a
través de su propio beneficio las asignaciones familiares en las mismas condiciones y modalidades a las que hubieran
tenido derecho sus padres, solo cuando quien los tiene a su cargo no tuviera derecho a percibirlas y siempre que se
verifique el cumplimiento de la totalidad de los requisitos y los límites que condicionan el otorgamiento de las
asignaciones.
No resulta procedente el pago de la asignación por hijo cuando se produce el nacimiento sin vida.
Asignación prenatal:

233
Consiste en el pago de una suma mensual equivalente a la asignación por hijo, que se abonará desde la concepción
hasta el mes del nacimiento o interrupción del embarazo inclusive, siempre que no exceda de nueve mensualidades.
Para la percepción íntegra de la asignación prenatal se deberá presentar el certificado médico o certificado extendido
por un licenciado en obstetricia, a partir de la decimosegunda semana de gestación o de los tres meses cumplidos de
gestación, y hasta los seis meses cumplidos de gestación.
Para la percepción de esta asignación se requiere una antigüedad mínima y continuada en el empleo de tres meses.
La antigüedad requerida para el cobro de esta asignación prenatal deberá computarse al mes de ocurrido el hecho
generador correspondiente.
Si el estado de embarazo se acredita con posterioridad al sexto mes cumplido de gestación, se abonarán las cuotas
que resten desde la presentación del certificado referido hasta el nacimiento. Si el estado de embarazo se acredita con
posterioridad al nacimiento o interrupción del embarazo, no corresponde el pago de la asignación prenatal.
El pago de la asignación prenatal es compatible con la percepción de la asignación por hijo correspondiente al mes
en que se produce el nacimiento.
Asignación por maternidad:
Consiste en el pago de una suma mensual equivalente a la que la trabajadora hubiera debido percibir en su trabajo.
La ANSES abonará la asignación por maternidad durante el período de licencia legal que la trabajadora haya acordado
con su empleador en función de los arts. 177 de la ley 20.744, 39 de la ley 26.844 y, por su parte, el nuevo estatuto
profesional para el trabajo agrario ha incorporado —arts. 51 y 52 de la ley 26.727— desde enero de 2012 la licencia por
maternidad.
En el caso de las trabajadoras de la LCT la solicitud se canaliza mediante el mismo formulario unificado ps. 2.55,
mientras que en el caso de las trabajadoras del régimen especial para trabajadores de casas particulares debe
presentarse el formulario ps. 2.75 que se incluye en el anexo.
La trabajadora percibirá íntegramente la asignación por maternidad cuando haya notificado a su empleador la opción
de licencia a la que se refieren los arts. 177 de la ley 20.744 y 39 de la ley 26.844, antes de iniciada. Si la notificación se
efectúa con posterioridad al inicio de la licencia, solo se le abonarán los días que le resten gozar, hasta completar el
período legal.
En el caso de nacimiento a término en el cual no se haya iniciado la licencia por maternidad por no haberse
denunciado el estado de embarazo, solo corresponderá el pago de los 45 días posteriores al parto.
Para el cobro de esta asignación se requiere una antigüedad en el empleo mínima y continuada de tres meses. En el
caso de la trabajadora que logra la antigüedad exigida con posterioridad a la fecha en que inició la licencia legal, la
asignación por maternidad se abonará a partir de ese momento y por el período de licencia restante.
El monto de la asignación por maternidad consistirá en una suma igual a la remuneración bruta que le hubiese
correspondido percibir a la trabajadora durante el transcurso de la licencia, salvo en el caso de remuneraciones variables
en donde se deberá tener en cuenta el promedio de las remuneraciones brutas percibidas durante los tres meses
anteriores a su inicio. Dicho monto se tomará en función de lo declarado por el empleador ante la AFIP, el cual estará
sujeto a los controles que la ANSES disponga.
A los efectos del régimen de asignaciones se entiende que el hecho generador para la asignación por maternidad
ocurrió en la fecha de inicio de la licencia legal correspondiente.
Distintos supuestos:
Nacimiento pretérmino: cuando el parto se produce con anterioridad al inicio de la licencia legal, corresponderá el
pago de la asignación por maternidad durante los 90 días de la licencia legal, que comienza a contarse desde el día del
parto.
Nacimiento postérmino: ni la LCT ni el régimen de asignaciones familiares se refieren expresamente a esta situación,
sin embargo, si se diese el supuesto de nacimiento en una fecha posterior a la fecha probable de parto, la licencia
anterior debe ser prolongada hasta la fecha efectiva del parto y la licencia posparto no se debería reducir. Esto en virtud
de lo previsto en el Convenio 3 de la OIT, revisado por el Convenio 103 de la OIT, sobre protección de la maternidad, que
fue ratificado por nuestro país con la ley 11.726.
Interrupción del embarazo: en el caso de interrupción del embarazo o de nacimiento sin vida, corresponderá el pago
íntegro de la asignación por maternidad si la gestación fue igual o mayor a veintiséis semanas o seis meses.
Las trabajadoras que una vez transcurrida la licencia por maternidad opten por quedar en situación de excedencia en
los términos del art. 183, inc. c), de la ley 20.744, podrán percibir las asignaciones familiares previstas en los incs. a), b),
c), d), f), g) y h) del art. 6° a que tuvieran derecho.
Asignación universal por hijo para protección social
El dec. 1602/2009 incorpora esta asignación a la ley 27.417. La Asignación universal por hijo para protección social
consistirá en una prestación monetaria no retributiva de carácter mensual, que se abonará a uno solo de los padres,
tutor, curador o pariente por consanguinidad hasta el tercer grado, por cada menor de 18 años que se encuentre a su
cargo o sin límite de edad cuando se trate de persona con discapacidad; en ambos casos, siempre que no estuviere
empleado, emancipado o percibiendo alguna de las prestaciones previstas en la ley 24.714, modificatorias y
complementarias.

234
Consiste en el pago de una suma mensual equivalente a la asignación por hijo que será percibida por quien resulte
titular, cuando los integrantes del grupo familiar se encuentren desocupados, se desempeñen en la economía informal
con un ingreso inferior al salario mínimo vital y móvil, sean monotributistas sociales, o sean trabajadores de casas
particulares, y en todos los casos siempre que no se encuentren alcanzados por alguna de las incompatibilidades
determinadas por la ANSES.
Para su percepción se requerirá:
a) Que el menor sea argentino, hijo de argentino nativo o por opción, naturalizado o residente, con residencia legal en
el país no inferior a 2 años previos a la solicitud.
b) Acreditar la identidad del titular del beneficio y del menor, mediante Documento Nacional de Identidad.
c) Acreditar el vínculo entre la persona que percibirá el beneficio y el menor, mediante la presentación de las partidas
correspondientes y en los casos de adopción, tutelas y curatelas los testimonios judiciales pertinentes.
d) La acreditación de la condición de discapacidad será determinada en los términos del art. 2º de la ley 22.431,
certificada por autoridad competente.
e) Hasta los 4 años de edad —inclusive—, deberá acreditarse el cumplimiento de los controles sanitarios y del plan
de vacunación obligatorio. Desde los 5 años de edad y hasta los 18 años, deberá acreditarse además la concurrencia de
los menores obligatoriamente a establecimientos educativos públicos.
f) El titular del beneficio deberá presentar una declaración jurada relativa al cumplimiento de los requisitos exigidos
por la presente y a las calidades invocadas, de comprobarse la falsedad de algunos de estos datos, se producirá la
pérdida del beneficio, sin perjuicio de las sanciones que correspondan.
La existencia de niños, niñas, adolescentes y personas mayores de edad con discapacidad que no cumplan las
condiciones para generar el derecho al cobro de la asignación universal por hijo para protección social, cualquiera que
fuese el motivo, no impedirá el cobro de la prestación por el resto de los integrantes del grupo familiar en condiciones de
percibirlo, a las personas que lo tienen a su cargo.
Para acceder a la asignación universal por hijo para protección social, el niño, niña, adolescente o persona mayor de
edad con discapacidad y la persona que lo tiene a su cargo, deberán residir en la República Argentina, y ser argentinos
nativos o naturalizados, o extranjeros con residencia legal en el país no inferior a 2 años previos a la solicitud.
Cuando el grupo familiar se encuentre integrado por más de niños, niñas, adolescentes o personas mayores de edad
con discapacidad, la asignación universal por hijo para protección social será abonada considerando en primer término a
las personas con discapacidad y luego a los demás niños y adolescentes de más baja edad hasta el máximo de cinco
beneficiarios. El límite referido fue eliminado por el dec. 840/2020 y no existe actualmente un límite máximo de
beneficiarios.
Por otra parte, en cuanto al mecanismo de pago, se establece que el 80% del monto de la asignación se abonará
mensualmente a sus titulares a través del sistema de pagos de la ANSES. El restante 20% será reservado a nombre del
titular, y podrá cobrarse cuando este haya cumplimentado los controles sanitarios, el plan de vacunación, con la
presentación del certificado que acredite el cumplimiento del ciclo escolar lectivo correspondiente y la respectiva
declaración jurada de ingresos.
Para la percepción del 20% de la asignación universal por hijo para protección social que fuera reservado
mensualmente, en virtud de las previsiones del inc. k) del art. 18 de la ley 24.714, el titular del beneficio deberá acreditar
el cumplimiento de los controles sanitarios y el plan de vacunación, respecto de los niños y niñas de hasta 5 años,
sumando a ello la certificación que acredite el cumplimiento del ciclo escolar respectivo en establecimientos públicos o
privados incorporados a la enseñanza oficial, cuando se trate de niños y niñas a partir de los 5 años de edad.
Oportunamente y a los fines indicados, la ANSES determinará los procesos a través de los cuales se acreditará el
cumplimiento de las condiciones establecidas en el párrafo anterior.
La falta de acreditación producirá la pérdida del beneficio.
Por res. DEA 132/2010 se estableció que la ANSES entregará al adulto responsable titular de la asignación por hijo
para protección social, por cada menor de 18 años a su cargo, la "Libreta Nacional de Seguridad Social, Salud y
Educación", por la cual se acreditará el cumplimiento anual de controles sanitarios, planes de vacunación obligatorios y
asistencia a establecimientos educativos públicos para la percepción del 20% del importe total. Por la norma interna
individualizada como ACTI 12-02 se unifican distintas normas y se admite la presentación de la Libreta Nacional de
Seguridad Social, Salud y Educación o el formulario ps. 1.47 "Asignación Universal - Salud, Educación y Declaración
Jurada".
Para el cumplimiento de estos requisitos se establece:
• La acreditación en la libreta del requisito correspondiente al ciclo escolar estará a cargo de las autoridades del
establecimiento educativo al que concurra el niño, niña o adolescente.
• La acreditación en la libreta de los controles sanitarios y el plan de vacunación obligatoria estará a cargo de los
profesionales de la salud matriculados que se desempeñen en establecimientos de salud privados o públicos de carácter
nacional, provincial o municipal.
• El 20% de la asignación universal por hijo para protección social reservado entre los meses de enero y diciembre de
cada año será puesto al pago por la ANSES a partir de la primera liquidación que se efectúe con posterioridad a la

235
presentación en dicho organismo de la "Libreta Nacional de Seguridad Social, Salud y Educación", o del formulario PS
1.47 "Asignación Universal - Salud, Educación y Declaración Jurada" (norma interna individualizada como Act. 01-26),
previa verificación del cumplimiento de los requisitos y plazos exigidos.
• Para acreditar la asistencia escolar exigida, la autoridad del establecimiento educativo deberá certificar la condición
de alumno regular al finalizar el ciclo lectivo anterior al de la fecha de presentación de la libreta.
• La acreditación referida al control sanitario se deberá certificar en la Libreta a partir de los 6 años de edad y hasta
los 18 años. En relación con los niños y niñas menores de 6 años la certificación del control sanitario consistirá en la
inscripción de los mismos en el "Plan Nacer - Programa Sumar". Dicha información será remitida periódicamente por el
Ministerio de Salud. La falta de registración del niño o niña en el mencionado padrón solo podrá ser salvada con la
presentación, por parte del adulto responsable, del comprobante o credencial que acredite la inscripción de los niños/as
en el referido Plan/Programa.
• La acreditación del plan de vacunación obligatorio se asentará en la Libreta a partir del nacimiento del niño o niña y
hasta los 18 años, debiendo el profesional de la salud indicar si fue cumplido en su totalidad o se encuentra en curso de
cumplimiento.
• Los menores de 18 años que cuenten con autorización expresa de la ANSES para el cobro de la asignación por
discapacidad y acrediten la imposibilidad de asistir a establecimientos educativos mediante certificación médica emitida
por médicos matriculados de establecimientos de salud privados o públicos de carácter nacional, provincial o municipal,
deberán cumplir únicamente con los controles sanitarios y plan de vacunación obligatorio.
• La falta de acreditación del cumplimiento en tiempo y en forma, de los controles sanitarios o del plan de vacunación
obligatorio o de educación, generará la suspensión del pago de la asignación universal por hijo para protección social.
• En todos los casos el adulto deberá completar la declaración jurada, donde conste su condición laboral (formal,
cuenta propia, desempleado, informal, relación de dependencia, servicios domésticos), teniendo en cuenta que, si
declara que trabaja informalmente, debe informar que la remuneración que percibe es inferior al SMVyM. La falta de
presentación de esta declaración ocasionará la suspensión del pago de esta asignación. En el caso de servicio
doméstico la circular DAFYD 04/2014 dispuso que en virtud de la entrada en vigencia de la ley 26.844 "Régimen
Especial de contrato de trabajo para el personal de casas particulares", que los incluye en el universo de titulares de la
AUH y la AXE corresponde equiparar a los trabajadores del servicio doméstico con los trabajadores formales del sector
privado regidos por la LCT. Por este motivo la condición de un salario menor al SMVyM no será considerada como
requisito para el acceso a la percepción de la AUH y la AXE, conforme a la nota DGAJ 500/2013.
Las libretas no se emiten por las personas con discapacitados mayores de edad, y no deben presentarse por ningún
adolescente mayor de 18 años.
La libreta debe presentarse en la ANSES una vez al año para informar los datos de salud y educación, y toda vez que
surja una novedad en la relación laboral del adulto responsable.
Asignación por embarazo para protección social:
Por el dec. 446/2011 se creó la Asignación por embarazo para protección social, que entró en vigencia el 1/5/2011,
incorporada a la ley 27.417, art. 1°, inc. c).
Esta asignación consiste en una prestación monetaria no contributiva mensual que se abona a la mujer embarazada
desde la decimosegunda semana de gestación hasta el nacimiento o interrupción del embarazo, siempre que no exceda
las seis mensualidades. Se aclara que, en caso de gestación múltiple, solo se abona una sola asignación, dado que lo
que se está cubriendo con esta asignación es el "cuidado de su embarazo".
Se debe solicitar mediante el formulario ps. 2.67 que se incluye en el anexo.
Los requisitos a cumplir para obtener el derecho a percibir esta asignación son los siguientes:
• Tener DNI.
• Ser argentina, nativa o por opción o tener una residencia mínima de 3 años en el país, en el caso de ser extranjera a
la fecha de solicitud de la prestación.
• Estar inscripta en el Plan Nacer - Programa Sumar y contar con los controles, que ese plan establece, debidamente
realizados.
• La presentación por parte de la titular de una declaración jurada relativa al cumplimiento de los requisitos exigidos
por la presente y a las calidades invocadas.
También se requiere que tanto la mujer embarazada como su cónyuge/concubino/conviviente previsional, se
encuentren desocupadas o sean trabajadoras de temporada que se encuentren declaradas con "reserva de puesto" o
bien sean monotributistas sociales o se desempeñen en la economía informal percibiendo una suma igual o inferior al
SMVyM.
En el caso del servicio doméstico, la condición de la percepción de salario menor al SMVyM no será considerada
como un requisito para el acceso a la percepción de la asignación por hijo o embarazo universal desde el mensual enero
de 2014.
Por otra parte, no deben poseer ninguna de las incompatibilidades establecidas para la AUH establecidas en el dec.
1602/2009.

236
La solicitud de esta asignación debe realizarse a partir de la semana doce de gestación y con anterioridad al
nacimiento o interrupción del embarazo.
En el caso de que el estado de embarazo se acreditara con posterioridad al nacimiento o interrupción del embarazo
no corresponde el pago de la asignación por período correspondiente a la gestación.
El monto de la Asignación por embarazo para protección social es igual al monto estipulado para la Asignación
universal por hijo para protección social.
Mensualmente se liquida el 80% de su valor, dado que el 20% restante se hace efectivo una vez que se haya
constatado el nacimiento o interrupción de embarazo, previa verificación de todos los controles médico-sanitarios e
inscripción del niño en el Plan Nacer - Sumar.
En el caso que la titular sea menor de 18 años, debe presentar un representante legal/natural del menor de 18 años a
fin de que este perciba la prestación liquidada a la titular menor de edad.

6.2. Asignaciones de pago anual


Asignación por ayuda escolar anual para la educación inicial, general básica y polimodal/ayuda escolar para hijo con
discapacidad:
Consiste en el pago de una suma de dinero que se hará efectiva en el mes de marzo de cada año. Se abonará por
cada hijo que concurra regularmente a establecimientos de enseñanza básica y polimodal o bien cualquiera que sea su
edad, si concurre a establecimientos oficiales o privados donde se imparta educación diferencial.
Los establecimientos educativos a los que refiere el art. 10 de la ley 24.714 son aquellos de carácter nacional,
provincial, municipal o privados incorporados a la enseñanza oficial y sujetos a su fiscalización o adscriptos a ella,
siempre que se encuentren reconocidos y funcionen con permiso expreso de la autoridad educacional oficial.
El pago de la Asignación por Ayuda Escolar respecto de un niño, niña, adolescente o persona mayor de edad con
discapacidad procederá cuando reciban enseñanza general o de tipo diferencial o especial impartida en algunos de los
establecimientos de dichos niveles.
En el caso de una persona con discapacidad, también procederá el pago en los siguientes supuestos:
a) Cuando concurra regularmente a un establecimiento estatal o privado, controlado por autoridad competente, en el
que se presten servicios de rehabilitación exclusivamente.
b) Cuando reciba enseñanza de maestros o maestras particulares con matrícula habilitante; impartida
individualmente, aunque no se realice en establecimientos educacionales, y aun en los casos en que concurra a
establecimientos educativos donde se imparta Nivel Inicial, Educación General Básica o Primaria y Polimodal o
Secundaria.
c) Cuando asista a talleres protegidos, instituciones de formación laboral o a centros de formación profesional.
Corresponde el pago de la asignación por ayuda escolar por los hijos o hijas con discapacidad, aun cuando sean
mayores de 18 años y sin tope de ingresos.
Para la percepción de la asignación por ayuda escolar se deberá acreditar la escolaridad. Los plazos de acreditación
se extienden hasta el 31 de diciembre de cada año.

6.3. Asignaciones de pago único


Se agrega en el anexo de este capítulo la nota requerida para la solicitud de las asignaciones de
nacimiento/adopción/matrimonio.
Asignación por nacimiento:
Consiste en el pago de una suma de dinero, que se abonará en el mes que se acredite dicho acto ante su empleador.
Corresponde el pago de la asignación por nacimiento cuando el mismo se produce sin vida, siempre que la gestación
hubiere tenido un mínimo de veintiséis semanas o seis meses.
Asimismo, corresponde el pago de la asignación por nacimiento en el caso de reconocimiento de un hijo o hija,
siempre que no hubieren transcurridos dos años contados a partir de la fecha del nacimiento y que no se hubiere
abonado esta asignación con anterioridad. También corresponde el pago cuando el evento ocurrió en el extranjero,
siempre que el interesado acredite el hecho generador mediante la documentación correspondiente.
En el caso de nacimiento múltiples, corresponde el pago de una asignación por nacimiento por cada hijo o hija.
Para determinar la procedencia del pago de la asignación por nacimiento, se considerará el mes en que se produce el
hecho generador. A los efectos de este régimen y para la asignación por nacimiento, se entiende que el hecho
generador ocurrió en la fecha del nacimiento asentada en la partida o certificado respectivo.
Asignación por adopción:
Consiste en el pago de una suma de dinero que se abonará en el mes que se acredite dicho evento ante el
empleador. En el caso de adopciones múltiples, corresponde el pago de una asignación por adopción o nacimiento por

237
cada hijo o hija.
Para determinar la procedencia del pago de la asignación por adopción, se considerará el mes en que se produce el
hecho generador. El hecho generador a los efectos de este régimen es la fecha de la sentencia.
Asignación por matrimonio:
Consiste en el pago de una suma de dinero que se abonará al trabajador en el mes en que se acredite tal hecho ante
el empleador. Para percibir esa asignación, se requiere una antigüedad en el empleo de mínima y continuada de 6
meses.
Corresponde el pago de la asignación por matrimonio ocurrido en el extranjero, siempre que el interesado acredite el
hecho generador mediante la documentación correspondiente.
Para determinar la procedencia del pago de la asignación por matrimonio, se considerará el mes en que se produce
el hecho generador. A los efectos del régimen de asignaciones, el hecho generador para la asignación por matrimonio es
la fecha de su celebración consignada en la partida o certificado correspondiente.
A modo de resumen sobre asignaciones familiares:

ASIGNACIÓN FAMILIAR POR MATRIMONIO


Suma de dinero que se abona a uno o a
DEFINICIÓN ambos cónyuges por haber contraído
enlace.
Solicitar la liquidación ante la ANSES, una
vez transcurridos los dos meses y dentro de
CADUCIDAD
los dos años contados a partir de la fecha de
celebrado el matrimonio.
• Antigüedad mínima y continuada de seis
meses a la fecha de celebrado el
matrimonio.
• Encontrarse en relación de
REQUISITOS dependencia/prestación efectiva de servicios
al momento de ocurrido el matrimonio.
• Cumplir con los topes establecidos en la
normativa vigente a la fecha de ocurrido el
matrimonio.
• Nota del trabajador solicitando el pago.
• Original y copia del DNI del trabajador y de
DOCUMENTACIÓN su cónyuge.
• Original y copia de la Partida de
Matrimonio.
ASIGNACIÓN FAMILIAR POR NACIMIENTO
Suma de dinero que se abona a uno solo de
DEFINICIÓN
los padres por el nacimiento de su hijo.
Solicitar la liquidación ante la ANSES, una
vez transcurridos los dos meses y dentro de
CADUCIDAD
los dos años contados a partir de la fecha de
ocurrido el nacimiento.
• Antigüedad mínima y continuada de seis
meses a la fecha de ocurrido el nacimiento.
• Encontrarse en relación de
dependencia/prestación efectiva de servicios
REQUISITOS
al momento de ocurrido el nacimiento.
• Cumplir con los topes establecidos en la
normativa vigente a la fecha de ocurrido el
nacimiento.
• Nota del trabajador solicitando el pago.
• Original y copia del DNI del trabajador y de
DOCUMENTACIÓN su hijo.
• Original y copia de la Partida de
Nacimiento.
ASIGNACIÓN FAMILIAR POR ADOPCIÓN
Suma de dinero que se abona a uno solo de
DEFINICIÓN
los adoptantes por la adopción de un menor.
Solicitar la liquidación ante la ANSES, una
vez transcurridos los dos meses y dentro de
CADUCIDAD
los dos años contados a partir de la fecha de
dictada la sentencia de adopción.
REQUISITOS • Antigüedad mínima y continuada de seis
meses a la fecha de dictada la sentencia de
adopción.

238
• Encontrarse en relación de
dependencia/prestación efectiva de servicios
al momento de dictada la sentencia de
adopción.
• Cumplir con los topes establecidos en la
normativa vigente a la fecha de dictada la
sentencia de adopción.
• Nota del trabajador solicitando el pago.
• Original y copia del DNI del trabajador y del
adoptado.
• Original y copia del Testimonio de
DOCUMENTACIÓN
sentencia de adopción
• Original y copia de la Partida de
Nacimiento del adoptado con los datos
rectificados.
ASIGNACIÓN FAMILIAR POR PRENATAL
Suma de dinero que puede abonarse desde
DEFINICIÓN la concepción hasta el nacimiento y siempre
que no exceda las nueve mensualidades.
Solicitar la liquidación ante la ANSES, para
la percepción íntegra de esta asignación,
entre el tercer mes (12 semanas) y el sexto
mes (30 semanas) cumplido de gestación.
Si se solicita ante la ANSES con
posterioridad al sexto mes, solo se perciben
CADUCIDAD los meses que restan desde la presentación
de la documentación hasta el nacimiento o
la interrupción del embarazo.
Si la presentación de la documentación ante
la ANSES se realiza con posterioridad al
nacimiento no corresponde el pago de la
asignación familiar prenatal.
• Se abona independientemente del estado
civil de la mujer.
• Si quien solicita el pago no es la mujer
embarazada, se deberá tener acreditado
ante la ANSES la relación de convivencia o
matrimonio con la embarazada.
• Antigüedad mínima y continuada de tres
REQUISITOS meses al momento de la concepción.
• El requisito de antigüedad en el empleo
condiciona el pago íntegro de esta
asignación, pero no impide que se perciban
las mensualidades que restan a partir de la
fecha en que adquiera la antigüedad.
• Cumplir con los topes establecidos en la
normativa.
• Formulario PS.2.55 "DDJJ Novedades
Unificadas - SUAF" debidamente
cumplimentado. El Rubro 6 puede ser
reemplazado por un Certificado Médico que
contenga: nombre y apellido y tipo y número
de documento de Identidad de la
embarazada, fecha probable de parto,
meses o semanas de gestación, fecha del
Certificado Médico, nombre y apellido del
médico, tipo y número de matrícula del
médico y firma del médico. El Certificado
DOCUMENTACIÓN Médico que obre en el Rubro 6 o aquel que
lo reemplace tiene una validez de treinta
días contados a partir de la fecha de su
emisión.
• Original y copia del Certificado de
Nacimiento dentro de los ciento veinte días
de ocurrido el Nacimiento.
• Si quien solicita el pago no es la mujer
embarazada, se deberá presentar además
Original y copia de la Partida de Matrimonio
o Información Sumaria Judicial o Policial que
acredite la convivencia.
ASIGNACIÓN FAMILIAR POR MATERNIDAD
DEFINICIÓN En el caso de remuneraciones fijas: suma
de dinero igual a la remuneración que la
trabajadora hubiera debido percibir en su

239
empleo. En el caso de remuneraciones
variables (entiéndase por remuneración
variable, a aquellas percibidas en base a
comisión, destajo, producción, etc.): suma
de dinero que se obtiene del promedio de
las remuneraciones declaradas por el
empleador ante la AFIP correspondiente a
los tres meses anteriores al comienzo de la
licencia por maternidad.
Solicitar la liquidación ante la ANSES hasta
el mismo día de la finalización de la licencia
por maternidad respectiva. Si se presenta la
documentación ante la ANSES con
posterioridad a la finalización de la licencia
por maternidad no corresponde el pago de
la Asignación Familiar por Maternidad.
En el caso de nacimiento pretérmino, la
solicitud de la liquidación de la Asignación
CADUCIDAD
Familiar por Maternidad ante la ANSES
debe efectuarse durante el transcurso de la
licencia por maternidad y hasta el mismo día
de su finalización. Si la presentación de la
documentación ante la ANSES se realiza
con posterioridad a la finalización de la
licencia por maternidad, no corresponde el
pago de la Asignación Familiar por
Maternidad.
• Antigüedad mínima y continuada en cada
uno de los empleos de tres meses. Si se
alcanza durante la licencia, se abonan los
días restantes.
REQUISITOS
• Trabajadoras de temporada: Para acceder
al cobro de la Asignación Familiar por
Maternidad, la licencia por maternidad debe
iniciarse durante la temporada.
• Formulario PS.2.55 "DDJJ Novedades
Unificadas - SUAF" por cada uno de los
empleos, debidamente cumplimentado. El
Rubro 6 puede ser reemplazado por copia
autenticada por el empleador del Certificado
Médico con el que la trabajadora le notificó
su estado de embarazo y le solicitó la
licencia por maternidad, en el que conste la
fecha de emisión, tiempo de gestación y la
fecha probable de parto.
DOCUMENTACIÓN En caso de nacimiento pretérmino, del
Certificado Médico deberá surgir con
cuántas semanas o meses de gestación se
produjo el alumbramiento y si ocurrió con o
sin vida.
Se recomienda presentar la documentación
ante la ANSES con anterioridad al inicio de
la licencia por maternidad para que la
liquidación de Ia Asignación por Maternidad
pueda efectuarse en el transcurso de la
Licencia respectiva.
ASIGNACIÓN FAMILIAR POR MATERNIDAD DOWN
Suma de dinero equivalente a la Asignación
Familiar por Maternidad que se liquidará
DEFINICIÓN
durante el período de licencia establecido en
la ley 24.716.
Solicitar la liquidación ante la ANSES hasta
el mismo día de la finalización de la Licencia
por Maternidad Down respectiva. Si se
presenta la documentación ante la ANSES
CADUCIDAD
con posterioridad a la finalización de la
Licencia por Maternidad Down no
corresponde el pago de la Asignación
Familiar por Maternidad Down.
• Comunicar fehacientemente el diagnóstico
de síndrome de Down del recién nacido al
REQUISITOS empleador, por lo menos con quince días de
anticipación al vencimiento del período de
prohibición de trabajo por maternidad.

240
DOCUMENTACIÓN • Formulario PS.2.55 "DDJJ Novedades
Unificadas - SUAF" por cada uno de los
empleos, debidamente cumplimentado. El
diagnóstico de síndrome de Down obrante
en el Rubro 7 puede ser reemplazado por
copia autenticada por el empleador del
Certificado Médico con el que la trabajadora
le notificó el diagnóstico de su hijo.
• Original y copia de la Partida de
Nacimiento.
ASIGNACIÓN FAMILIAR POR HIJO
Suma mensual que se liquida por cada hijo
menor de dieciocho años que se encuentre
a cargo del trabajador. Tiene derecho a
reclamarla también el abuelo de nietos
naturales siempre que los padres de estos
DEFINICIÓN
últimos sean menores de 18 años y el
solicitante conviva con ese nieto y con el
padre/madre. También se abona al
trabajador que tenga la Guarda, Tenencia,
Tutela o Adopción de un menor.
Se reconocerán hasta dos años de
retroactivo, anteriores a la fecha de
efectuado el reclamo ante la ANSES y
CADUCIDAD presentada la documentación respectiva,
siempre que durante ese período cumpla
con todos los requisitos establecidos para el
cobro de esta asignación.
• Que el hijo sea menor de dieciocho años,
resida en el país, sea soltero, se encuentre
a cargo del trabajador, aunque trabaje en
REQUISITOS relación de dependencia o perciba un
beneficio de la seguridad social.
• Cumplir con los topes establecidos en la
normativa vigente.
• Original y copia de la Partida de
Nacimiento.
• En caso de Guarda/Tutela: original y copia
del Testimonio Judicial.
• En caso de Tenencia: original y copia del
Testimonio Judicial de Tenencia.
• Si el reclamante es el abuelo, debe
DOCUMENTACIÓN presentar: Partidas de Nacimiento de los
padres menores de 18 años y del nieto;
Información Sumaria para acreditar la
convivencia y que tiene a su cargo a hijo y
nieto. Certificado de Pluricobertura del
padre/madre menor de 18 años o
Declaración Jurada de no encontrarse bajo
relación de dependencia.
ASIGNACIÓN FAMILIAR POR HIJO CON DISCAPACIDAD
Suma mensual que se liquida por cada hijo
con discapacidad que se encuentre a cargo
del trabajador, sin requisito de topes, sin
límite de edad y siempre que obre
autorización expresa de la ANSES. Tiene
derecho a reclamarla también el abuelo de
nietos naturales con discapacidad siempre
DEFINICIÓN que los padres de estos últimos sean
menores de 18 años y el solicitante conviva
con ese nieto y con el padre/madre.
También se abona al trabajador que tenga la
Guarda, Tenencia, Tutela, Adopción,
Curatela a la Persona, o sea pariente por
consanguinidad o afinidad, comprendido en
los arts. 367 y 368 del Código Civil.
Cada periodo prescribe a los dos años
contados a partir de la omisión o
CADUCIDAD interrupción de la liquidación siempre que
cuente con autorización expresa de la
ANSES vigente.
REQUISITOS • Contar con autorización expresa de la
ANSES.
• Hijos con discapacidad sin límite de edad,

241
residentes en el país, solteros, viudos,
divorciados o separados legalmente, a cargo
del trabajador, aunque trabajen en relación
de dependencia o perciban un beneficio de
la seguridad social.
• No rigen requisitos de topes.
• La misma que se exige para "hijo", más
autorización expresa de la ANSES.
• Pariente por consanguinidad o afinidad:
original y copia de la Partida de Nacimiento
de la persona con discapacidad; original y
copia de la Partida de Defunción de los
padres; original y copia del Testimonio
DOCUMENTACIÓN
Judicial o Información Sumaria donde se
establezca que se encuentra a cargo y
comprendido en los arts. 367 y 368 del
Código Civil.
• Curador a la persona: original y copia del
Testimonio Judicial de Curatela a la
Persona.
ASIGNACIÓN FAMILIAR POR AYUDA ESCOLAR ANUAL
Suma de dinero que se liquida una vez al
año, por cada hijo que concurra a un
establecimiento nacional, provincial,
municipal o privado, incorporado a la
Enseñanza Oficial donde se imparta
Educación Inicial, Primaria, General Básica,
Secundaria, Polimodal o Diferencial.
También para el hijo con discapacidad, sin
DEFINICIÓN límite de edad, que cuente con autorización
expresa de la ANSES vigente, cuando
concurra a los establecimientos y niveles
antes detallados y además cuando reciba
Rehabilitación, Educación Diferencial por
Maestros Particulares que posean matrícula
o registro/legajo habilitante o concurran a
Talleres Protegidos o Centros de Formación
Laboral.
Presentar la documentación ante la ANSES
desde el inicio del ciclo lectivo o tratamiento
CADUCIDAD
de rehabilitación hasta el 31 de diciembre de
cada año.
• Tener derecho al cobro de la Asignación
Familiar por Hijo/Hijo con Discapacidad
entre enero y diciembre de cada año.
REQUISITOS
• No rigen requisitos de topes, para la Ayuda
Escolar Anual en caso de hijo con
discapacidad.
• Formulario ps. 2.68 "Acreditación de
Escolaridad/Escolaridad
DOCUMENTACIÓN
Especial/Formación" debidamente
cumplimentado.

7. Monto de las asignaciones familiares


Los montos de las asignaciones familiares dependen en el régimen actual de dos variables: la escala de ingresos y la
consideración de la zona.
La variable de ingresos del grupo familiar determinará que los montos pagados sean más altos en los casos de
rangos de ingresos más bajos y se irán decreciendo ante ingresos más altos.
La variable relativa a ubicación geográfica incrementa el monto de las asignaciones en función de la consideración de
desfavorable de la zona. Para los titulares en relación de dependencia registrados, titulares de las prestaciones de la ley
de riesgos del trabajo se considera, a estos efectos, dónde realizan sus actividades. En el caso de beneficiarios del
SIPA, prestaciones no contributivas, prestaciones por desempleo y trabajadores monotributistas se considerará el lugar
de residencia para la calificación de la zona.
La determinación de la cuantía de las asignaciones en función de la zona en la que se desempeñen los trabajadores
en relación de dependencia se efectuará tomando en consideración el domicilio de explotación declarado ante la AFIP
por el empleador respecto de cada trabajador. Respecto del titular que no se encuentre bajo relación de dependencia, se
considerará su lugar de residencia, entendiéndose por tal el lugar donde la persona habita con carácter permanente.

242
En los siguientes cuadros se exponen los rangos y montos de las asignaciones familiares percibidas desde el
1/12/2020, por tipo de asignación, rango y zona, conforme a los dec. 840/2020 y 899/2020 y a la res. ANSES 427/2020.
Estos valores se encontrarán vigentes hasta el incremento que se dé con motivo de la movilidad.
MONTOS Y RANGOS DE ASIGNACIONES FAMILIARES DESDE EL 1 DE DICIEMBRE DE 2020 (res. ANSES
427/2020, BO del 4/12/2020)
ANEXO I RANGOS Y MONTOS DE ASIGNACIONES FAMILIARES PARA TRABAJADORES EN RELACIÓN DE
DEPENDENCIA REGISTRADOS Y TITULARES DE LA LEY DE RIESGOS DEL TRABAJO

ASIGNACIONES VALOR ZONA 1 ZONA 2 ZONA 3 ZONA 4


FAMILIARES GRAL.
1 MATERNIDAD
Sin tope de Ingreso Familiar (IGF) Remuneración Bruta
2 NACIMIENTO
IGF hasta $ $ 4.335.- $ 4.335.- $ 4.335.- $ 4.335.- $ 4.335.-
155.328,00.-
3 ADOPCIÓN
IGF hasta $ $ 25.929.- $ 25.929.- $ 25.929.- $ 25.929.- $ 25.929.-
155.328,00.-
4 MATRIMONIO
IGF hasta $ $ 6.491.- $ 6.491.- $ 6.491.- $ 6.491.- $ 6.491.-
155.328,00.-
5 PRENATAL
IGF hasta $ $ 3.717.- $ 3.717.- $ 8.020.- $ 7.427.- $ 8.020.-
57.609.-
IGF entre $ $ 2.506.- $ 3.311.- $ 4.962.- $ 6.599.- $ 6.599.-
57.609,01.- y $
84.491.-
IGF entre $ $ 1.514.- $ 2.984.- $ 4.480.- $ 5.962.- $ 5.962.-
84.491,01.- y $
97.548.-
IGF entre $ $ 779.- $ 1.527.- $ 2.289.- $ 3.029.- $ 3.029.-
97.548,01.- y $
155.328,00.-
6 HIJO
IGF hasta $ $ 3.717.- $ 3.717.- $ 8.020.- $ 7.427.- $ 8.020.-
57.609.-
IGF entre $ $ 2.506.- $ 3.311.- $ 4.962.- $ 6.599.- $ 6.599.-
57.609,01.- y $
84.491.-
IGF entre $ $ 1.514.- $ 2.984.- $ 4.480.- $ 5.962.- $ 5.962.-
84.491,01.- y $
97.548.-
IGF entre $ $ 779.- $ 1.527.- $ 2.289.- $ 3.029.- $ 3.029.-
97.548,01.- y $
155.328,00.-
7 HIJO CON DISCAPACIDAD
IGF hasta $ $ 12.112.- $ 12.112.- $ 18.153.- $ 24.197.- $ 24.197.-
57.609.-
IGF entre $ $ 8.566.- $ 11.683.- $ 17.510.- $ 23.339.- $ 23.339.-
57.609,01.- y $
84.491.-
IGF superior a $ $ 5.406.- $ 11.248.- $ 16.860.- $ 22.476.- $ 22.476.-
84.491.-
8 AYUDA ESCOLAR ANUAL
IGF hasta $ $ 3.115.- $ 4.156.- $ 5.200.- $ 6.214.- $ 6.214.-
155.328.-
9 AYUDA ESCOLAR ANUAL PARA HIJO CON DISCAPACIDAD

243
ASIGNACIONES VALOR ZONA 1 ZONA 2 ZONA 3 ZONA 4
FAMILIARES GRAL.
Sin tope de IGF $ 3.115.- $ 4.156.- $ 5.200.- $ 6.214.- $ 6.214.-

Valor General: todo el país a excepción de las localidades comprendidas como Zona 1, Zona 2, Zona 3 o Zona 4.
Zona 1: Provincias de La Pampa, Río Negro y Neuquén; en los Departamentos Bermejo, Ramón Lista y Matacos en
Formosa; Departamento Las Heras (Distrito Las Cuevas); Departamento Luján de Cuyo (Distritos Potrerillos, Carrizal,
Agrelo, Ugarteche, Perdriel, Las Compuertas); Departamento Tupungato (Distritos Santa Clara, Zapata, San José,
Anchoris); Departamento Tunuyán (Distrito Los Árboles, Los Chacayes, Campo de Los Andes); Departamento San
Carlos (Distrito Pareditas); Departamento San Rafael (Distrito Cuadro Venegas); Departamento Malargüe (Distritos
Malargüe, Río Grande, Río Barrancas, Agua Escondida); Departamento Maipú (Distritos Russell, Cruz de Piedra,
Lumlunta, Las Barrancas); Departamento Rivadavia (Distritos El Mirador, Los Campamentos, Los Árboles, Reducción,
Medrano) en Mendoza; Orán (excepto la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán y su tejido urbano) en Salta.
Zona 2: Provincia del Chubut.
Zona 3: departamento Antofagasta de la Sierra (actividad minera) en Catamarca; Departamentos Cochinoca,
Humahuaca, Rinconada, Santa Catalina, Susques y Yavi en Jujuy; Departamentos Los Andes, Santa Victoria, Rivadavia
y Gral. San Martín (excepto la ciudad de Tartagal y su tejido urbano) en Salta.
Zona 4: Provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
ANEXO II RANGOS Y MONTOS DE ASIGNACIONES FAMILIARES PARA TITULARES DE LA PRESTACIÓN POR
DESEMPLEO

ASIGNACIONES FAMILIARES VALOR GRAL.


1 NACIMIENTO
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 4.335.-
2 ADOPCIÓN
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 25.929.-
3 MATRIMONIO
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 6.491.-
4 PRENATAL
IGF hasta $ 57.609.- $ 3.717.-
IGF entre $ 57.609,01.- y $ 84.491,00.- $ 2.506.-
IGF entre $ 84.491,01.- y $ 97.548,00.- $ 1.514.-
IGF entre $ 97.548,01.- y $ 155.328,00.- $ 779.-
5 HIJO
IGF hasta $ 57.609.- $ 3.717.-
IGF entre $ 57.609,01.- y $ 84.491,00.- $ 2.506.-
IGF entre $ 84.491,01.- y $ 97.548,00.- $ 1.514.-
IGF entre $ 97.548,01.- y $ 155.328,00.- $ 779.-
6 HIJO CON DISCAPACIDAD
IGF hasta $ 57.609,00.- $ 12.112.-
IGF entre $ 57.609,01.- y $ 84.491,00.- $ 8.566.-
IGF superior a $ 84.491,00.- $ 5.406.-
7 AYUDA ESCOLAR ANUAL
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 3.115.-
8 AYUDA ESCOLAR ANUAL HIJO CON DISCAPACIDAD
Sin tope de IGF $ 3.115.-

ANEXO III RANGOS Y MONTOS DE ASIGNACIONES FAMILIARES PARA TITULARES DEL SISTEMA INTEGRADO
PREVISIONAL ARGENTINO

ASIGNACIONES FAMILIARES VALOR ZONA 1


GRAL.

244
ASIGNACIONES FAMILIARES VALOR ZONA 1
GRAL.

1 CÓNYUGE
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 900.- $ 1.787.-
2 HIJO
IGF hasta $ 57.609.- $ 3.717.- $ 3.717.-
IGF entre $ 57.609,01.- hasta $ $ 2.506.- $ 3.311.-
84.491.-
IGF entre $ 84.491,01.- y $ 97.548.- $ 1.514.- $ 2.984-
IGF entre $ 97.548,01.- y $ $ 779.- $ 1.527.-
155.328,00.-
3 HIJO CON DISCAPACIDAD
IGF hasta $ 57.609.- $ 12.112.- $
12.112.-
IGF entre $ 57.609,01.- hasta $ $ 8.566.- $
84.491.- 11.683.-
IGF desde $ 84.491,01.- $ 5.406.- $
11.248.-
4 AYUDA ESCOLAR ANUAL
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 3.115.- $ 4.156.-
5 AYUDA ESCOLAR ANUAL PARA HIJO DISCAPACIDAD
Sin tope de IGF $ 3.115.- $ 4.156.-

Valor General: todo el país a excepción de las localidades comprendidas como Zona 1.
Zona 1: Provincias de La Pampa, Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur y el Partido de Patagones, Pcia. de Buenos Aires.
ANEXO IV RANGOS Y MONTOS DE ASIGNACIONES FAMILIARES PARA VETERANOS DE GUERRA DEL
ATLÁNTICO SUR

ASIGNACIONES FAMILIARES VALOR ZONA 1


GRAL.
1 NACIMIENTO
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 4.335.- $ 4.335.-
2 ADOPCIÓN
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 25.929.- $
25.929.-
3 MATRIMONIO
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 6.491.- $ 6.491.-
4 CÓNYUGE
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 900.- $ 900.-
5 PRENATAL
IGF hasta $ 57.609.- $ 3.717.- $ 3.717.-
IGF entre $ 57.609,01.- y $ $ 2.506.- $ 3.311.-
84.491,00.-
IGF entre $ 84.491,01.- y $ $ 1.514.- $ 2.984.-
97.548,00.-
IGF entre $ 97.548,01.- y $ $ 779.- $ 1.527.-
155.328,00.-
6 HIJO
IGF hasta $ 57.609.- $ 3.717.- $ 3.717.-
IGF entre $ 57.609,01.- y $ $ 2.506.- $ 3.311.-
84.491,00.-

245
ASIGNACIONES FAMILIARES VALOR ZONA 1
GRAL.

IGF entre $ 84.491,01.- y $ $ 1.514.- $ 2.984.-


97.548,00.-
IGF entre $ 97.548,01.- y $ $ 779.- $ 1.527.-
155.328,00.-
7 HIJO CON DISCAPACIDAD
IGF hasta $ 57.609,00.- $ 12.112.- $
12.112.-
IGF entre $ 57.609,01.- y $ 84.491.- $ 8.566.- $
11.683.-
IGF superior a $ 84.491,01.- $ 5.406.- $
11.248.-
8 AYUDA ESCOLAR ANUAL
IGF hasta $ 155.328,00.- $ 3.115.- $ 4.156.-
9 AYUDA ESCOLAR ANUAL PARA HIJO DISCAPACITADO
Sin tope de IGF $ 3.115.- $ 4.156.-

Valor General: todo el país a excepción de las localidades comprendidas como Zona 1.
Zona 1: Provincias de La Pampa, Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur y el Partido de Patagones, Pcia. de Buenos Aires.
ANEXO V MONTOS PARA TITULARES DE ASIGNACIONES UNIVERSALES PARA PROTECCIÓN SOCIAL

ASIGNACIONES VALOR 80%* 20%** ZONA 80%* 20%**


FAMILIARES GRAL. 1
1 Embarazo para $ 3.717.-
$
$ 743,40.- $ 4.833.- $ 3.866,4.- $ 966,60.-
Protección social 2.973,60.

2 Hijo para $ 3.717.-


$
$ 743,40.- $ 4.833.- $ 3.866,4.- $ 966,60.-
protección social 2.973,60.

3 Hijo
discapacitado $ 12.112.-
$ $
$ 15.746.-
$ $
para protección 9.689,60.- 2.422.40.- 12.596,80.- 3.149,20.-
social
4 Ayuda escolar $ 3.115.- $ 4.833.-
anual
5 Ayuda escolar
anual para hijo $ 3.115.- $ 3.115.-
con discapacidad

(*) 80% en la liquidación normal.


(**) 20% acumulado de la Asignación Universal por Hijo e Hijo con Discapacidad contra la presentación de la Libreta
Nacional de Seguridad Social, Salud y Educación y DD.JJ. del Adulto Responsable.
Valor General: todo el país a excepción de las localidades comprendidas como Zona 1.
Zona 1: Provincias de La Pampa, Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur y el Partido de Patagones, Pcia. de Buenos Aires.
ANEXO VI RANGOS Y MONTOS DE ASIGNACIONES FAMILIARES PARA TRABAJADORES MONOTRIBUTISTAS

ASIGNACIONES CATEGORÍAS
FAMILIARES
A, B Y C DYE F, G Y H I, J Y K
1 Prenatal $ 3.717.- $ 2.506.- $ 779.-
2 Hijo $ 3.717.- $ 2.506.- $ 779.-
3 Hijo discapacitado $ 12.112.- $ 8.566.- $ 5.406.- $ 5.406.-
4 Ayuda escolar $ 3.115.- $ 3.115.- $ 3.115.-
anual

246
ASIGNACIONES CATEGORÍAS
FAMILIARES
A, B Y C DYE F, G Y H I, J Y K
5 Ayuda escolar $ 3.115.- $ 3.115.- $ 3.115.- $ 3.115.-
anual para hijo con
discapacidad

8. Normas comunes para el pago de asignaciones familiares (res. MDyAS 11/2019)


Cuando un niño, niña, adolescente o persona mayor de edad con discapacidad, se encuentre a cargo de más de una
persona con derecho a percibir asignaciones a través de la ANSES en el marco de la ley 24.714, estas serán liquidadas
a quien en función de su monto le corresponda la asignación de mayor cuantía, salvo disposición expresa en contrario.
Cuando la persona o las personas que tengan a cargo un niño, niña, adolescente o persona mayor de edad con
discapacidad, gocen del derecho a percibir las asignaciones a través de la ANSES en el marco de la ley 24.714 y, a su
vez, a través de otro régimen provincial o municipal, deberán optar a través de qué régimen las percibirán.
En caso de fallecimiento del titular de una asignación, los pagos pendientes de liquidación o cobro deberán
efectuarse al representante legal del niño, niña, adolescente o persona mayor de edad con discapacidad, al cónyuge
supérstite o a los hijos o hijas mayores de edad, de cada grupo familiar del titular, según corresponda.
Corresponde la percepción íntegra de las asignaciones en el mes de nacimiento, fallecimiento, cumplimiento de la
edad límite o cese de la discapacidad.

9. Situaciones especiales para determinar el monto de las asignaciones


Situación de los trabajadores rurales temporarios, trabajadores de temporada, trabajadores rurales permanentes con
prestaciones discontinuas y trabajadores de empresas de servicios:
Los montos de las asignaciones familiares a abonar a los trabajadores en los supuestos enunciados en los arts. 1° y
2° del dec. 592/2016 (enumerados en el punto 5 de este título), serán los que surjan de considerar el ingreso del titular y
el de su grupo familiar, independientemente del monto de la remuneración que el titular percibía con anterioridad al cese
de la relación laboral o al inicio de la suspensión efectiva de tareas, según corresponda.
Cuando el titular y su grupo familiar no tuvieran ingresos o bien los declarados fueran inferiores al límite mínimo de
ingresos previsto en la ley 24.714, sus modificatorias y complementarias, las asignaciones familiares se liquidarán al
monto correspondiente al valor general del menor nivel de ingresos. No se aplicarán los incrementos por zona.
El monto mensual de la asignación por maternidad, a la que tuvieran derecho las trabajadoras comprendidas en los
arts. 1° y 2° del dec. 592/2016, será equivalente al valor del salario mínimo vital y móvil vigente en el período a liquidar.
En caso de que la trabajadora estuviera prestando servicios al momento del inicio de la licencia por maternidad o
maternidad Down, el monto mensual de la asignación a percibir será equivalente a la remuneración que habría percibido
si hubiera prestado servicios, siempre que su valor resultare mayor al del SMVyM.
Acreditados los extremos para la percepción de la asignación por maternidad, la trabajadora tendrá derecho en todos
los supuestos al cobro íntegro de esta con independencia de la fecha de solicitud del beneficio, ello, sin perjuicio del
período de prescripción legal aplicable. Para gozar de esta asignación las trabajadoras deberán contar con una
antigüedad mínima en el empleo de tres meses, se tendrá por acreditada si la trabajadora registrare al menos tres
meses de servicios con aportes o el equivalente a noventa jornadas efectivas de trabajo, dentro de los doce meses
inmediatamente anteriores a la fecha de inicio del período de prohibición de trabajar establecido por el art. 177 de la ley
20.744.
Para el goce de las asignaciones familiares por prenatal, nacimiento, adopción y matrimonio por parte de estos
trabajadores, la antigüedad mínima requerida se tendrá por acreditada cuando el trabajador registrare al menos tres
meses de servicios con aportes o el equivalente a noventa jornadas efectivas de trabajo, dentro de los doce meses
inmediatamente anteriores a la fecha de ocurrido el hecho generador del beneficio.
Los trabajadores que no reúnan el mínimo de servicios con aportes requerido por el dec. 592/2016 para acceder a las
asignaciones familiares del subsistema contributivo, mantendrán su derecho a gozar de las asignaciones universales del
subsistema no contributivo, si cumplieran con sus requisitos.

10. Movilidad de las asignaciones familiares


La ley 27.160 dispuso que las asignaciones familiares previstas en la ley 24.714, sus normas complementarias y
modificatorias, con excepción de la asignación por maternidad, serán móviles.
El cálculo del índice de movilidad que se aplicará será el previsto por el art. 32 de la ley 24.241 y sus modificatorias,
aplicable a las prestaciones previsionales.

247
La movilidad se aplicará al monto de las asignaciones familiares y a la actualización de los rangos de ingresos del
grupo familiar que determinan el monto de las asignaciones, en los casos en que corresponde su utilización.
En ningún caso la aplicación de dicho índice podrá producir una disminución del valor de la asignación.
Es necesario remarcar que la movilidad se aplica a los montos de las distintas asignaciones y a los rangos que
determinan el monto a percibir por cada asignación, pero no se aplica al tope de ingreso individual cuya actualización,
conforme al art. 5° de la ley, se ajustará de acuerdo con la variación que se produzca en la ganancia no imponible o en
las deducciones por cargas familiares, previstas en la Ley de Impuesto a las Ganancias.
Asimismo, la ley dispone que un mismo titular no podrá recibir prestaciones del régimen de asignaciones familiares y
a la vez aplicar la deducción especial por hijo o cónyuge prevista en el impuesto a las ganancias.
Por último, es necesario mencionar que la ley 27.541, ya estudiada en el capítulo II, título VI, punto 7, declaró la
emergencia y suspendió la aplicación del art. 32 de la ley 24.241, es decir, la movilidad. El dec. 542/2020 prorrogó la
suspensión hasta el 31/12/2020.
Los aumentos son otorgados mediante decretos desde marzo de 2020, en este orden de ideas, el art. 2° del dec.
692/2020 determinó un incremento de los rangos de ingreso del grupo familiar y de los montos de las asignaciones
familiares. Como se señaló, estos aumentos no alcanzan a los topes, que se mantienen, desde marzo de 2020, en el
mismo monto.

11. Prescripción: (res. 11/2019)


La prescripción de las asignaciones se regirá por el mismo plazo aplicable para la prescripción de los haberes
jubilatorios y de pensión, conforme a lo dispuesto en el tercer párrafo del art. 82 de la ley 18.037 (t.o. 1976). Esto es a
los dos años contados a partir de la fecha de ocurrido el hecho generador para las asignaciones de pago único, y a partir
del mes en que debería haberse liquidado o percibido la asignación para las de pago mensual.
Las presentaciones administrativas interrumpirán el curso de la prescripción cuando sean idóneas para impulsar el
trámite respectivo. Se suspenderán los plazos de prescripción y de caducidad de las respectivas asignaciones cuando el
titular no pudiere formular su solicitud o el reclamo pertinente por circunstancias, hechos o actos imputables al Estado
nacional, provincial o municipal o a cualquiera de sus respectivas dependencias u organismos.
El pago retroactivo de las asignaciones se liquidará al valor que se encontraba vigente en el período que
corresponda.

12. Percepciones indebidas


Se entiende por percepción indebida el cobro por parte del titular de alguna/s de las asignaciones previstas en este
régimen, cuando no existía derecho a ellas.
Cuando corresponda el recupero de asignaciones percibidas indebidamente, se procederá a descontar los importes
respectivos en forma mensual, compensándolos automáticamente con las restantes asignaciones que le corresponda
percibir al titular y hasta su límite, hasta cubrir el total de la deuda.
Dentro de ese límite máximo, la ANSES podrá establecer el porcentaje de afectación de las asignaciones, atendiendo
a su naturaleza.
Cuando deban recuperarse asignaciones percibidas indebidamente, y la titular solo perciba la asignación por
maternidad, la compensación automática se aplicará hasta un máximo de un 20% de ella.
En los supuestos en que los titulares no percibieran asignaciones o el monto a liquidar no cubriera el total de lo
percibido indebidamente, la compensación automática dispuesta se aplicará sobre:
a) La totalidad de los importes provenientes de una primera liquidación de un beneficio previsional en todo lo que
corresponda al monto retroactivo, como también la retroactividad proveniente de reajuste o actualización normativa;
b) Los importes que tengan a percibir de las prestaciones previsionales de las que son titulares, hasta un máximo de
un 20% de cada prestación. Cuando no sea factible el recupero de las asignaciones percibidas indebidamente a través
de la compensación automática, la ANSES iniciará las acciones administrativas o judiciales que correspondan.
Tendrá por acreditadas las relaciones y cargas familiares con la información obrante en sus registros. Las altas, bajas
o modificaciones respecto de aquellas deben ser informadas por quien resulte obligado en cada caso ante las oficinas
del organismo citado habilitadas a tal efecto.
Asimismo, considerará la información que se reciba de las provincias, municipios y otros organismos públicos
nacionales a efectos de liquidar y controlar el debido cumplimiento de las condiciones y requisitos que habiliten la
liquidación y pago de las asignaciones.

Anexo

248
Formulario ANSES PS 2.55. Declaración Jurada - Novedades Unificadas

249
250
251
252
253
254
Solicitud prestación por nacimiento, adopción, matrimonio

255
Formulario ANSES PS 2.75. Declaración Jurada - Maternidad servicio doméstico

256
257
Formulario ANSES PS 2.67. Solicitud asignación por embarazo para protección social

258
259
Formulario ANSES PS 2.73. Solicitud de asignaciones por aplicación del dec. 614/2013

260
261
262
263
(215) AGN, "Informe Asignación Universal por Hijo para Protección Social y Asignación Universal por Embarazo para la Protección Social
(Resolución 192/2019)", Buenos Aires, 2019. https://www.agn.gob.ar/sites/default/files/informes/informe_192_2019.pdf (25/9/2020).

264
Capítulo V - Derecho a la salud y su protección. Una visión holística
Por Alberto Chartzman Birembaum

(216)
I. El derecho a la salud y su protección
El estudio del derecho a la salud no tiene sentido, emancipándolo de la vida. La salud representa un delicado equilibrio que garantiza
la continuidad de la vida.
El derecho a la vida no abarca solo un período, sino toda la vida, desde la concepción hasta la muerte.
La protección de la salud es un derecho y un deber dentro de un marco económico y social determinado; para ello, la política de
salud se vale de diversos medios instrumentales. Strictu sensu, dicha protección es el objetivo primordial de una política de salud.
a) Salud y enfermedad
Los conceptos de salud y de enfermedad no resultan fáciles de definir, entre otros motivos porque la segunda determina en los
individuos una forma especial de comportamiento, que, como señalan Alderstein y otros, "representa la manifestación empírica de una
(217) (218)
respuesta adaptativa ante estímulos procedentes del medio ambiente" . En un análisis más profundizado, Escardó   cuestiona
que se pueda alcanzar una definición racional-dialéctica de la salud: "La salud no se sabe, se la siente y se la disfruta".
"En el último trasfondo la salud es tan solo la posibilidad que tiene el ser vivo de enfermarse; una expresión vital de la mismísima
esencia de la enfermedad, y en algún modo su hermana gemela, y, en cualquier caso, un fenómeno que afecta la totalidad del sujeto
hasta su integridad cósmica".
Pero cabe referirse a la salud no solamente con relación a las condiciones corporales y fisiológicas de la persona, sino también
señalando su inserción en el medio social, tal como aparece definida en la Constitución de la Organización Mundial de la Salud: "La
salud no es algo puramente negativo, como si la salud, en general, consistiere en la simple exclusión de la enfermedad corporal y de las
tareas físicas, como si la salud mental, en particular, no significara otra cosa que la ausencia de toda alienación o anomalía. La salud
comprende positivamente el bienestar espiritual y social de la humanidad y, por este título, es una de las condiciones de la paz mundial
(219)
y de la seguridad común" . Por lo tanto, se trata de un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no meramente de la
ausencia de afecciones o enfermedades.
b) El derecho a la salud
En instrumentos internacionales y en declaraciones constitucionales de derechos sociales se incluye el derecho a la salud, a cuyo
reconocimiento debe aunarse la imposición del deber de cuidar la salud propia y la ajena.
Resulta, que el derecho a la salud, por pertenecer a la categoría de derechos personalísimos, es oponible frente a todos (erga
omnes); es decir, ante otras personas y también frente al propio Estado.

1. Principales instrumentos internacionales


En 1946, como un nuevo derecho social en la Constitución de la OMS, como se observó, se declara que el goce del grado máximo
de salud que se puede lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, sin distinción de raza, religión, ideología
política o condición económica o social.
Ese derecho de la persona y su familia es recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos del año 1948, como un
componente del derecho a un nivel de vida adecuado y con expresa mención a la asistencia médica y al derecho al seguro en caso de
enfermedad (art. 25.1). En el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, del año 1966, hay un reconocimiento
del derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental (art. 12.1). El derecho del niño al desarrollo en
forma saludable y normal y a crecer y desarrollarse en buena salud está reconocido en la Declaración de los Derechos del Niño del año
1959 (principios 2 y 4), como asimismo en la Convención sobre los Derechos del Niño del año 1989, concepción que hoy refuerza su
contenido, a la luz de nuestro Código Civil y Comercial, en orden a sus arts. 30, 680, 681, 682, 683 y concs. en un todo al interés
superior del niño.
En América se calificó a la desnutrición y a la enfermedad como situaciones lamentables y transitorias de la vida humana que las
Naciones americanas se comprometían a combatir con energía y decisión (Declaración de los Principios Sociales de América, 1945,
punto 4), y se afirmó que el trabajo debe prestarse en condiciones que aseguren, entre otros aspectos, la salud del trabajador y su
familia (Carta de la OEA, con el Protocolo de Buenos Aires, 1967, art. 43, inc. b]).
En la reunión cumbre del Mercosur realizada en Río de Janeiro el 10/12/1998 los presidentes suscribieron la "Declaración
sociolaboral", la cual contiene principios y derechos básicos en el área laboral, y entre los derechos reconocidos se expresa la salud y
seguridad en el trabajo (art. 17). Asimismo, en su art. 18, aspectos vinculados a la inspección en el trabajo, con el compromiso de los
Estados de controlar el cumplimiento de las disposiciones en materia de protección de condiciones y medio ambiente de trabajo.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define al sistema de salud como el conjunto de mecanismos a través de los cuales
la capacidad instalada y los recursos humanos y financieros se organizan, mediante un proceso administrativo y una tecnología médica,
para ofrecer prestaciones médicas integradas en cantidad, calidad y oportunidad adecuadas para cubrir la demanda de servicios de la
población.

2. Caracterización del derecho a la salud y organización política del sistema


No cabe duda, entonces, de que corresponde al Estado tutelar la salud, como uno de los fundamentales derechos del individuo e
intereses de la colectividad, pudiendo caracterizárselo como un derecho natural, subjetivo, de libertad, fundamental, y la integridad
física, que es una síntesis de aspectos particulares del derecho de la personalidad.

265
La salud, además de constituir —como se ha visto— un derecho humano fundamental, debe ser examinada como uno de los factores
de más directa incidencia en la armonía del orden social. Asimismo, si el análisis se hace desde el punto de vista económico, aparece,
por una parte, como determinante de la potencialidad económica individual y social, y por la otra, se visualiza el costo de su atención,
tanto por acciones curativas como preventivas. Es así que, dentro de una política social global dirigida a solucionar los efectos de las
deficiencias sociales, la observancia del principio de la coherencia de los fines, denominado por De Torres de la homogeneización: "...
(220)
que sean homogéneos o coherentes los fines entre las distintas ramas de la política" , determina que se armonicen las acciones
sobre condiciones de trabajo, seguridad social, educación, vivienda, nutrición y población con las de la salud, por la conexidad e
interdependencias de unas y otra.
El derecho a la preservación de la salud no se encuentra explícitamente consagrado en la CN —con salvedad a lo establecido por el
art. 42 respecto de los consumidores y usuarios—, pero desde siempre ha sido considerado como uno de aquellos que nacen del
principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno, es decir, integrante de la categoría de los denominados
derechos implícitos (art. 33, CN).
El sistema de salud tiene en nuestro país una organización de tipo federal, en el cual la responsabilidad primaria de la atención de las
personas desde el punto de vista sanitario-asistencial es de los estados provinciales. Las Constituciones provinciales, incluida la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (CABA), reafirman el carácter local de la atención sanitaria, contando con recursos propios que distribuyen
entre sus efectores para la promoción de la asistencia a la salud pública.
En diversas provincias argentinas se han incorporado normas en sus Constituciones que versan sobre el derecho y la protección de
la salud de las personas, por ejemplo: chaco (art. 36); provincia de Buenos Aires (art. 36); Río Negro (art. 59); Catamarca (art. 64); Salta
(art. 41); Tucumán (art. 146); CABA (art. 20); Córdoba (arts. 51 y 59); San Juan (art. 61); Santiago del Estero (arts. 16 y 21).
Con la aparición del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación —en vigencia desde el 1 de agosto del año 2015—, impregnado por
el constitucionalismo, ya no solo deben verse los aspectos de la responsabilidad estatal en torno a la salud pública, teniendo presente
tan solo normas locales o nacionales y aun las especiales o reglamentarias, sino que se impone contemplar aquellas consideradas
"supralegales o internacionales de derechos humanos".
Al Estado nacional le cabe la función rectora, como garante del sistema de salud.
La CS ha expresado y ha destacado la obligación impostergable que tiene la autoridad pública de garantizar ese derecho con
acciones positivas, sin perjuicio de las obligaciones que deban asumir en su cumplimiento las jurisdicciones locales, las obras sociales o
las entidades de la llamada medicina prepaga...

II. Contingencias sociales y problemática sanitaria

Breve reseña
La seguridad social emplea los medios técnicos necesarios para proteger al hombre de las necesidades contingentes o, dicho de otro
modo, de las necesidades derivadas de las contingencias sociales.
Las contingencias sociales son los eventos que normalmente provocan una necesidad económica que se traduce en la disminución o
pérdida de los ingresos habituales, o bien generan gastos adicionales o suplementarios. De allí que el objeto de la seguridad social sea
amparar al hombre contra esas contingencias sociales.
La OIT ha utilizado la expresión "contingencias sociales" a raíz del Convenio 102 llamado "Norma mínima de seguridad social". Toda
contingencia requiere una "cobertura" que se hace efectiva por medio de beneficios o prestaciones y está amparada por distintos
(221)
regímenes normativos .
En la República Argentina la cobertura de las contingencias derivadas de la pérdida de la salud se ha venido prestando básicamente
a nivel estatal, a través de la asistencia social en los hospitales públicos, centros de salud y algunos dispensarios; pues los sectores de
bajos ingresos casi no han tenido acceso a la medicina privada. Precisamente, esa circunstancia determinó el nacimiento —en el siglo
XIX— de las asociaciones mutuales o mutualidades, instituciones que agruparon en forma voluntaria, por ejemplo, a personas de la
misma nacionalidad (Unione e Benevolenza, Asociación Española de Socorros Mutuos, etc.).
Pero la modalidad de cobertura que más se entronca dentro de la seguridad social es la de las obras sociales sindicales, pues estas
denotan las características propias del sistema previsional: financiamiento a través de los aportes obligatorios de sus afiliados y de los
empleadores.
(222)
Siguiendo el análisis de Rovella, Vaisman y Adduci , "el sector sanitario es un claro ejemplo de la necesidad de una relación más
fluida entre el Estado y la sociedad, ya que reúne diversos actores y elementos tales como grupos de presión, interés, relaciones
individuales, factores ecológicos, organizaciones complejas, etc. Una de las cuestiones más relevantes es que los planes sanitarios
suelen ser indicativos. Esto significa que sus objetivos son obligatorios para el Estado, pero no para el sector privado. Existe en la
Argentina una mala distribución geográfica de los recursos sanitarios, incluidos los propios médicos, sumado a una absoluta inexistencia
de coordinación hospitalaria real (excepto en los papeles); y los intereses privados de la profesión médica y la industria farmacéutica
están protegidos contra un control eficaz de precios y calidad de la asistencia médica. Pero lo más notorio en la problemática sanitaria
es que la existencia de una organización bicéfala (pública y privada) crea diferencias entre las clases sociales y un problema coyuntural
particular en la clase media, la cual tiene una deficitaria atención. Es imperioso una reforma sanitaria que apunte a cubrir las
necesidades del número absoluto de aquellos que no pueden acceder a los sistemas públicos que el Estado brinda. De hecho, es un
deber del Estado recuperar su rol iniciador y regulador de las políticas sanitarias, entendiendo cuáles son los espacios que deja
desatendidos, y cuáles son sus deficiencias y debilidades de capacidades en este ámbito. Debe cobrar significación la participación de
otros actores tales como agentes privados económicos, ONG., etc., quienes asumen un rol activo en la definición de objetivos y
beneficios de las políticas públicas de salud, planificación y desarrollo de las mismas, en tanto canales de acceso institucional,
mediando justamente entre Estado y la ciudadanía. En este sentido, cabe destacar que la gestión pública no es sólo una cuestión de
capacidad de gestión, sino que inevitablemente se trata de capacidades políticas, las cuales determinarán a su vez las condiciones de
gobernabilidad del Estado. Existen brechas político-institucionales: relacionadas al marco normativo (gobierno, Constitución,
reglamentación, legislación, etc.) que constituye el telón de fondo del cual las políticas sanitarias deben ser articuladas)".

266
"Hay una cuestión que excede cualquier aspecto sanitario central y es que para resolver hay que atacar el déficit generado por la
inequidad y la exclusión".
La OPS define al sistema de salud como el conjunto de mecanismos a través de los cuales la capacidad instalada y los recursos
humanos y financieros se organizan, mediante un proceso administrativo y una tecnología médica, para ofrecer prestaciones médicas
integradas en cantidad, calidad y oportunidad adecuadas para cubrir la demanda de servicios de la población.
(223)
Señala Berstein : "El sistema de salud está interconectado con otros sistemas del país, que se encuentran inmersos en su
ambiente inmediato o suprasistema, tales como el sistema político, el económico, el educativo, etc., que constituyen a determinar la
política de salud y el contexto socio-político-económico y cultural".
Coexisten varios modelos de atención a la salud, con predominio de la financiación pública a través de un sistema de seguro social
(las obras sociales) por una parte y de rentas generales por la otra; los servicios son provistos por el sector privado en el primer caso, o
por establecimientos estatales en el segundo.

III. El sistema de salud en la Argentina

1. Componentes de un sistema de salud


Un sistema de salud es un modelo de organización social para dar respuesta a los problemas de salud de la población. El sistema de
salud es el resultado de la articulación de tres componentes: el político, el económico y el técnico. La articulación de estos tres
componentes da lugar a tres modelos:
1. Modelo de gestión (político).
2. Modelo de financiación (económico).
3. Modelo de atención (técnico).
El modelo de gestión define las prioridades del sistema en función de los valores que lo guían y establece las actividades que le
corresponden al Estado. En cuanto a los valores: cada sistema de salud privilegia determinados aspectos sobre otros; por ejemplo,
algunos se preocupan más por la universalidad de la cobertura, mientras otros lo hacen por la efectividad de las acciones y su impacto
sobre la calidad de vida de los ciudadanos. En cuanto a las actividades del Estado se pueden mencionar: informar a la población;
proveer directamente servicios a la población; comprar servicios al sector privado; financiar servicios de salud; regular la salud (ejercicio
de las profesiones, exigencias de los establecimientos, aprobación de medicamentos).
El modelo de financiación define: ¿Cuánto debe gastar en salud el país? ¿De dónde provienen los recursos? ¿Cómo se asignan los
recursos? Los cambios en la economía (en especial en las bases tributarias de los países) llevan a la redefinición permanente de las
fuentes de recursos para financiar las acciones de salud. Una serie de variables deben ser consideradas para dar respuestas a estos
interrogantes: los niveles de salud de la población; los modelos de sistemas de salud; el tamaño de la economía. La mayoría de los
países expandió y consolidó sus sistemas de salud sobre la base de un impuesto al trabajo (obras sociales). En la actualidad la
tendencia es reemplazar esta fuente de financiación por otras.

267
El modelo de atención define qué tipo de acciones y servicios se debe prestar a la población. ¿A quién cubrir? (criterios de
elegibilidad o inclusión dentro del sistema); ¿cómo prestar? (con qué criterios o padrones); ¿dónde prestar? (en qué lugares, de qué
manera distribuir la oferta, qué criterios de referencia y contrarreferencia adoptar).

2. Breve historia del sistema de salud argentino


La organización del sistema de salud de nuestro país es compleja. Un brevísimo repaso de su historia ilustrará sobre cómo se
desarrollaron sus principales sectores. Todas las sociedades, cualquiera que sea su evolución cultural, cuentan con algún tipo de
medicina. La que en nuestro territorio preexistió a la llegada del conquistador europeo todavía se mantiene viva en regiones con
tradición indígena como la puna norteña, o en poblaciones rurales. El español trajo a América su medicina occidental, representada
tanto por los cirujanos que acompañaban las expediciones militares cuanto por quienes —en buena o dudosa ley— ejercieron luego sus
artes curativas en los asentamientos coloniales.
Desde 1611 la ciudad-puerto tenía un pequeño hospital, limitado primero a la atención de los militares del presidio; una cédula real de
1745 lo convirtió en Hospital General de Hombres, a cargo de los padres bethlemitas y sostenido en parte por la caridad pública.
Hacia 1780 el virrey Vértiz instala en Buenos Aires el Tribunal del Protomedicato, cuyas funciones y facultades permiten considerarlo
el primer organismo de salud pública de nuestras tierras. A comienzos del siglo XIX se inicia, sobre todo en Buenos Aires, la etapa
fundacional hospitalaria; en poco tiempo se crearon hospitales, dispensarios, asilos y pequeñas salas de atención, en todo el territorio
nacional, que tendieron a solucionar los problemas de salud de los grupos de bajos recursos económicos.
La medicina mutual —un rasgo peculiar de la Argentina— surge con la incorporación masiva de inmigrantes, que fundan sociedades
de socorros mutuos basadas en el agrupamiento por colectividades étnicas. Ya por 1827 los comerciantes ingleses habían establecido
una precursora Sociedad Filantrópica y a fines del siglo XIX han surgido mutualidades tales como Hospital Italiano, Español, Británico o
Francés. Estas organizaciones se basan en los siguientes principios: adhesión voluntaria, organización democrática, neutralidad
ideológica, contribución pecuniaria en consonancia con los beneficios a recibir y capitalización de los excedentes.
Estas mutuales han ido perdiendo poco a poco importancia relativa dentro del sistema, especialmente por el desarrollo avasallador
de las obras sociales.
En la evolución de las obras sociales en la Argentina, como en muchos otros países donde se ha impuesto el concepto de la
seguridad social, se pueden identificar tres etapas.
La primera etapa, voluntarista, muestra la aparición espontánea y dispersa de servicios sociales de diferente naturaleza —tanto de
salud como de turismo y recreación—, por lo general vinculados a la acción de las asociaciones gremiales de trabajadores. Este
proceso se acelera a partir de los años cuarenta al mismo tiempo que se manifiestan signos de la segunda etapa, la del seguro social
obligatorio. Lentamente el Estado toma intervención en el tema y con diferentes medidas de gobierno convalida legalmente la previa
existencia de "obras sociales" y crea directamente otras nuevas.
El dictado de la ley 18.610, que ordenó y consolidó con criterio general el régimen de obras sociales de nuestro país, cierra el período
voluntarista y señala la plenitud de la segunda etapa del desarrollo de la seguridad social: la extensión, por imposición del Estado, de la
obligatoriedad legal de la afiliación y la contribución pecuniaria a las obras sociales.
(224)
A la par del creciente poder de los sindicatos, con la promulgación de leyes como la ley 18.610 , se tuvo por finalidad establecer
con carácter generalizado para los trabajadores en relación de dependencia un punto de partida al seguro nacional de salud que
plasmara, en su configuración, la realización de principios de la seguridad social.
Sin embargo, existieron insuficiencias de contralor que no pudieron garantizar que los fondos fueran utilizados exclusivamente en el
sostenimiento de las obras sociales comprendidas en el régimen de la ley (conf. su art. 10, párr. 1º), y por otra parte, como señalara
(225)
Justo López , "la viabilidad constitucional del sistema de la ley 18.610 había sido atacada basándose en que el art. 14 bis, en su
contenido programático, no incluía prestaciones del tipo de las atendidas por obras sociales, a cargo de las asociaciones profesionales
de trabajadores, sino más bien... el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía
financiera y económica, administradas por los interesados y con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de
aportes".
(226)
Un aspecto de dicha ley, criticado por Simón , fue el "que por un lado declaraba asegurar a todos los trabajadores en relación de
dependencia el goce de las prestaciones y por otro limitaba a algunas categorías de aquéllos (los comprendidos en convenciones
colectivas de trabajo), la financiación y goce de los beneficios del sistema".
Lo cierto es que el punto crucial estuvo en la administración de las obras sociales y una inadecuada supervisión por parte del Estado
en las facultades de control atribuidas al Ministerio de Trabajo y al Instituto Nacional de Obras Sociales (INOS).
(227)
Con el advenimiento del gobierno militar se derogó la ley 18.610 mediante la ley 22.269  con el objetivo de separar la conducción
de las obras sociales de los sindicatos, pero tuvo una vigencia solo formal, pues la mayoría de sus disposiciones nunca llegó a tener
aplicación práctica.
El sistema de obras sociales fue iniciando su tercera etapa: la progresiva articulación de las múltiples y diversas entidades que lo
integran en una política general común de cobertura poblacional, de régimen de prestaciones y de procedimientos operativos que las
vincule apropiadamente con la política de salud sin perderse por ello la identidad de cada obra social, aunque muchas han tenido que
salir a convenir con entidades de medicina prepaga, para poder subsistir frente a la crisis de hace años del sector.
El ejercicio profesional privado de médicos, dentistas, farmacéuticos, etc., en cambio, ha crecido, en silencio, paralelamente al
desarrollo del país y a la capacidad de sus habitantes para afrontar los gastos de atención médica. Su conjunto constituye hoy un sector
de principal importancia en la provisión de servicios asistenciales junto con los numerosos sanatorios y clínicas privados, con y sin lucro.
Pero no menor es el costo agregado que traspasa la barrera de ese crecimiento, y ha llevado a que muchos afiliados migraran a otras
prestadoras de menor costo, o bien regresaran al sistema de las obras sociales de fondo.
Los prestadores privados son hoy los principales proveedores de servicios asistenciales para los beneficiarios de las obras sociales y
por agrupamientos locales, provinciales y nacionales han constituido grandes organizaciones representativas de los prestadores de todo
el país como la Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (CONFECLISA), Confederación Médica de la

268
República Argentina (COMRA), Confederación Odontológica de la República Argentina (CORA), Confederación Unificada Bioquímica de
la República Argentina (CUBRA).

3. Situación actual
La Constitución Argentina en su art. 13 establece la salud como derecho del pueblo y deber del Estado. La República Argentina es un
Estado federal; integrada por veintitrés provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Capital Federal). Estas veinticuatro unidades
político-administrativas son las que tienen, por mandato constitucional, la responsabilidad del cuidado y la protección de la salud de la
población. Como la salud es un derecho constitucional, se puede afirmar que no existen barreras legales que impidan el acceso de los
argentinos a los servicios públicos de salud. Por eso es que se considera que estos brindan una "cobertura universal".
Ya hemos señalado que con la aparición del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación —en vigencia desde el 1 de agosto del año
2015—, impregnado por el constitucionalismo, ya no solo deben verse los aspectos de la responsabilidad estatal en torno a la salud
pública, teniendo presente tan solo normas locales o nacionales y aun las especiales o reglamentarias, sino que se impone contemplar
aquellas consideradas "supralegales o internacionales de derechos humanos".
La cantidad de personas que es atendida por el sistema de salud se identifica como "cobertura", mientras que las prestaciones se
llevan adelante por los llamados "efectores de salud".
Según los datos del Censo de 2001, aproximadamente un 50% de la población total de la Argentina estaba atendida —cubierta— por
el sector público y otro 50 % eran beneficiarios de alguna obra social o de un seguro de salud voluntario (prepago).
La Argentina enfrenta fuertes desafíos en materia de salud:
• Proteger el terreno ganado en los últimos veinte años.
• Alcanzar la equidad en salud, cerrando la brecha que existe entre los sectores más ricos y los más pobres y que los promedios
estadísticos suelen esconder.
• Garantizar el acceso de toda la población a servicios y medicamentos esenciales.
• Lograr que los servicios de salud asuman la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades como herramientas para
transformar la salud de la población.
El Ministerio de Salud de la Nación es la máxima autoridad en materia de salud; a nivel provincial y municipal existen los respectivos
Ministerios y Secretarías de Salud. El Estado actúa a través de sus tres niveles: nación, provincias y municipios. La financiación de
estos servicios se realiza a través de los impuestos que se recaudan. La Nación ejerce funciones de coordinación, regulación y
asistencia técnica y financiera. Las provincias y municipios brindan servicios directos de asistencia a la población.
El Ministerio de Salud de la Nación tiene a su cargo la conducción del sector en su conjunto a través del diseño de políticas, el
dictado de normas y la ejecución de acciones que permiten la coordinación entre los distintos subsectores. Todas estas decisiones son
compartidas en el marco del Consejo Federal de Salud (COFESA), y luego son llevadas adelante por las provincias y los municipios.
Un organismo de alta importancia dentro del sistema es la Superintendencia de Servicios de Salud, cuya función central es regular y
ejercer el control sobre las obras sociales nacionales y administrar un fondo de redistribución que compensa a las obras sociales más
desfavorecidas.
El sistema de salud en la Argentina incluye tres subsectores cuya regulación es responsabilidad del Estado nacional.
• Público
• Seguridad Social
• Privado
El sector público presta servicios a la población a través de hospitales y de los centros de salud, los gobiernos provinciales y
municipales tienen los establecimientos de atención bajo su jurisdicción y son sus responsables directos. Atiende a las familias de
menores ingresos, a las personas que no tienen cobertura de la seguridad social porque no son trabajadores en relación de
dependencia o porque no tienen capacidad de pago. También atiende a personas que, si bien tienen cobertura por alguna obra social,
poseen limitaciones de acceso por razones geográficas o económicas.
El subsector de la seguridad social presta servicios a los trabajadores en relación de dependencia y sus familiares directos.
El subsector privado presta servicios a personas y familias que pagan por acto médico o que pagan las cuotas de un plan de salud
(prepago).
El sistema de salud argentino se caracteriza por una excesiva fragmentación. Esta fragmentación se expresa en distintas fuentes (y
volúmenes) de financiamiento. Diferentes coberturas, coseguros y copagos aplicados. Regímenes y órganos de control y fiscalización.
Además, la fragmentación también se observa al interior de cada uno de los subsectores.
El subsector público, fragmentado en niveles: nacional, provincial y municipal, queda sometido a normativas emanadas de las
distintas jurisdicciones.
El subsector de la seguridad social resulta el ejemplo más claro de esta situación de fragmentación.
Podemos ilustrar lo referido supra, en materia de subsectores, en el siguiente cuadro:

269
IV. Cobertura de la salud en la Argentina. Coexistencia de varios modelos de atención a la salud

270
Subsistema
1. Obras Sociales de las Fuerzas Armadas
2. Obra Social del Poder Judicial
3. Obras Social del Poder Legislativo
4. Obras Sociales Universitarias

1. Obras sociales
a) Preliminar
Sería auspicioso poder interiorizar al educando acerca del desarrollo del hospital público y de las primeras mutuales, creciendo a la
vera de las sociedades de beneficencia desde principios de siglo hasta la década de los 40, como asimismo respecto de un análisis
pormenorizado de la evolución de las obras sociales como modelo de prestación social surgida de la praxis sindical en la década de los
70, pero ello excedería el marco de esta obra.
Las obras sociales fueron determinantes en el crecimiento de los prestadores privados de clínicas, sanatorios y organizaciones
profesionales que se generaron alrededor de la cobertura de 12 millones de ciudadanos.
(228)
b) La ley que las regula es la 23.660 de Obras Sociales .

2. Aspectos terminológicos
Existen términos o expresiones que los profesionales de las ciencias médicas emplean frecuentemente en el lenguaje coloquial, aun
(229)
con el paciente, pero cuyo significado es para muchos desconocido. Por ello, y siguiendo a Hünicken , es necesario clarificar tres
expresiones que a menudo se encuentran en la temática referida a las prestaciones de salud:
a) Efectores de salud: se puede definir como efectores de atención médica, o efectores de salud, a todos aquellos recursos humanos
(médicos, obstetras, odontólogos, fisioterapeutas, etc.) o materiales (aparatos, equipos, etc.) destinados a la aplicación de la medicina a
favor de la comunidad. Efectores materiales de salud también lo constituyen aquellos lugares donde se brindan los servicios: hospitales,
sanatorios, clínicas, etcétera.
b) Capacidad instalada: en realidad no existe una definición científica del término "capacidad instalada", pero podríamos
aproximarnos conceptualmente diciendo que es el conjunto de elementos materiales (camas disponibles, aparatos de radiología,

271
instrumental médico, etc.) que posibilitan la prestación de los servicios médicos. Visto desde otro ángulo, sería la cantidad y calidad de
las prestaciones médicas que puede brindar una determinada institución sanitaria, sea pública o privada.
c) Agentes naturales: instituciones especialmente destinadas a llevar adelante los enunciados que fija la ley en materia de
prestaciones médicas.

3. Ámbito de aplicación
(230)
El art. 1° de la ley 23.660, modificado por ley 23.890 , establece el ámbito de aplicación, abarcando a las obras sociales
sindicales, las de empresas y sociedades del Estado, las del personal de dirección y asociaciones profesionales de empresarios, del
personal civil y militar de las fuerzas armadas, de seguridad, Policía Federal Argentina, etcétera.

4. Caracteres
Las obras sociales sindicales, las del personal de dirección y de las asociaciones profesionales de empresarios, y las constituidas por
convenio con empresas privadas o públicas (incs. a], e] y f], art. 1°, ley 23.660) funcionarán con individualidad administrativa, contable y
financiera, con carácter de sujeto de derecho. Esta normativa tiende a delimitar la separación de cada obra social de la asociación
sindical respectiva. En cambio, las mencionadas en los incs. c), d) y h), Administración central del Estado nacional y organismos
autárquicos y descentralizados, empresas y sociedades del Estado y otra actividad creada o a crearse, funcionarán como entidad de
derecho público no estatal, como sujeto de derecho con individualidad jurídica administrativa y financiera.
El encuadre depende de la categorización jurídica del trabajador en la actividad donde presta servicios. No obstante, no se permite el
cambio de una a otra categoría. No se podrá ejercer el cambio de una obra social sindical a una de dirección, pero sí se permite a la
inversa, como asimismo en caso de unificación de aportes.
Los recursos deberán destinarse prioritariamente a las prestaciones de salud (el 80% de los recursos brutos: el cálculo se efectúa
previa deducción del monto destinado al fondo solidario de redistribución, tema que se analizará en el seguro nacional de salud). La ley
anterior no contenía una garantía como la del art. 5° de la ley 23.660, referida al 80% citado.
(231)
El gobierno creó una única obra social para las Fuerzas Armadas, la Prefectura y la Gendarmería. A través del dec. 637/2013  se
creó el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA). Históricamente, la cobertura para el Ejército y Gendarmería estaba a
cargo del Instituto de Obra Social del Ejército (IOSE); la Marina y Prefectura, de la Dirección de Bienestar de la Armada (DIBA), y la
aeronáutica, de la Dirección de Bienestar del Personal de la Fuerza Aérea (DIBPFA).
Sin embargo, en la práctica, los amparos deben direccionarse todavía ante los entes creados con anterioridad.
¿Por qué hablamos de obras sociales cautivas?
Porque respecto de ellas el aporte es irrenunciable y no existe la libre opción. Si uno tiene un cargo nacional y por ende debe aportar
a una obra social nacional y además tiene un cargo provincial, está obligado al aporte a la obra social provincial, aun cuando no la
utilice.
Por otra parte, La obra social de los trabajadores judiciales, del personal legislativo, de los trabajadores de DOSSUBA, entre otras, no
pueden ejercer libremente otra del sistema.
Existe la irrenunciabilidad que colisiona el principio general de fondo consagrado por la normativa.
Los convenios que permitieron que algunas obras sociales ofrezcan servicios de las prepagas cambiaron el mapa del sistema de
salud. Hoy en los primeros puestos en el ranking de las obras sociales figuran gremios chicos que escalaron posiciones porque pudieron
captar a trabajadores de otras actividades, en especial los que ganan sueldos altos, derivando el aporte y ofreciendo los servicios de las
entidades de medicina privada.

5. Beneficiarios
Básicamente la enumeración es análoga a la de la ley anterior, incluyendo expresamente a los dependientes de la ex Municipalidad
de Buenos Aires y de reparticiones de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (art. 8°, modificado por ley 23.890), pero se
amplía el concepto de grupo familiar primario —art. 9°, inc. a)— para incluir, además del cónyuge, al hijo soltero no emancipado por
edad o por desarrollo de actividad hasta los veintiún años; en caso de estar a exclusivo cargo del afiliado titular, hasta los veinticinco
años, si cursa estudios regulares oficialmente reconocidos; a los hijos del cónyuge, y, además, conforme al art. 9°, inc. b), a las
personas que convivan con el afiliado titular y reciban de él un trato familiar de manera ostensible.
Asimismo, se autoriza a la Dirección Nacional de Obras Sociales (antes INOS) a incluir como beneficiarios a otros ascendientes o
descendientes por consanguinidad del beneficiario titular que se encuentren a cargo. Para estos últimos se fija un aporte adicional del
1,5% por cada una de las personas que se incluyan. Debemos advertir que este aporte adicional del 1,5% no es exigible para quienes
conviven con el afiliado titular (art. 9°, inc. b], párr. 1º; sí, en cambio, art. 9°, inc. b], párr. 2º).

6. Situaciones especiales en las que se mantiene para el trabajador o su grupo familiar primario el carácter de
beneficiario (art. 10)
Si bien el principio general es que el carácter de beneficiario rige mientras el trabajador perciba remuneración, sin embargo, se
plantean algunas salvedades:
a) Suspensión de alguno de los efectos del contrato de trabajo:
- interrupción por enfermedad o accidente inculpable: se mantiene durante todo el plazo de conservación del empleo y sin
remuneración, sin efectuar aportes;

272
- suspensión sin goce de haberes: se mantiene durante tres meses; pero si la suspensión se extiende por más tiempo se lo
mantendrá, si opta por hacerse cargo del aporte y de la contribución del empleador;
- mujer trabajadora en estado de excedencia: puede optar por mantenerlo, haciendo los aportes y contribuciones;
- licencia sin goce de remuneración por motivos particulares: mantiene por el lapso con cargo de aportes y contribuciones.
b) Extinción del contrato:
- cualquier causal del distracto: se mantiene por tres meses sin aportes, mientras se haya desempeñado durante más de tres meses;
- muerte del trabajador: se mantiene por tres meses a los causahabientes, sin aportes, y luego pueden continuar con los beneficios si
se hacen cargo de los aportes y contribuciones; cesa cuando adquieren la categoría de beneficiarios titulares.
c) Trabajadores de temporada:
- se mantiene durante el período de inactividad, de receso, si efectúan el aporte y la contribución, y cesa por otro contrato como
titulares.

7. Administración (art. 12 modificado por ley 23.890)


La ley prevé la forma en que serán administrados los distintos tipos de obras sociales (sindicales, de administración mixta, de los
poderes del Estado, del personal de dirección, etc.). Interesan algunos casos en particular:
a) Las obras sociales sindicales serán administradas por un organismo colegiado, integrado por no más de cinco miembros elegidos
por las asociaciones sindicales con personería gremial; asociaciones sindicales de la actividad y signatarias del convenio colectivo.
Es importante señalar la enfática declaración de que las obras sociales sindicales son patrimonio de los trabajadores que las
componen y que expresamente se establece que no existirá incompatibilidad entre el desempeño en tales cuerpos colegiados y la
administración de las asociaciones sindicales respectivas. En el marco de la ley 22.269 existía dicha incompatibilidad, puesto que se
buscaba asegurar una separación entre las respectivas administraciones.
b) En cuanto a las obras sociales del personal de dirección y de las asociaciones profesionales de empresarios, también se prevé la
administración por un organismo colegiado integrado por hasta cinco miembros representantes de los beneficiarios.
c) Para el caso de las obras sociales de la Administración central del Estado nacional y organismos autárquicos y descentralizados,
estas serán conducidas por un presidente propuesto por la Subsecretaría de Salud de la Nación y vocales, con representación por parte
de los beneficiarios y de la asociación sindical con personería gremial.
Los requisitos para ser elegidos en la administración de las obras sociales se señalan en el art. 13, ley 23.660, donde el punto
saliente está en no tener inhabilidades civiles ni penales (en la ley anterior se refería a no tener antecedentes penales), y además ahora
expresamente se autoriza la reelegibilidad.

8. Financiación
Las obras sociales se financian con los aportes y contribuciones que deben efectuar los integrantes del sistema conforme al art. 16
de la ley 23.660 y sus modificaciones. El trabajador aporta con un 3% de la remuneración bruta, con más el 1.5% en caso de haber
incorporado familiares adherentes en grado ascendiente o descendiente, y el empleador contribuye con el 6% de la masa salarial bruta.
Tanto el aporte del 3%, como la contribución del 6% a las obras sociales (llega el 7,65% a las OS), no les ingresan totalmente, sino que
se redistribuyen en su mayor parte a ellas y en menor medida al Fondo Solidario de Redistribución. Esta distribución la calculan
directamente los aplicativos mediante los cuales se confecciona el formulario F 931 mensual, de Declaración Jurada que presenta el
empleador ante la AFIP, y con destino a los distintos subsistemas de la seguridad social. Legados, donaciones, partidas
presupuestarias, etcétera.
Según lo establecido en el art. 19, el depósito de los empleadores deberá hacerse atendiendo el diferente origen de los fondos,
disponiéndose diferentes destinos: si se trata de aportes y contribuciones, el 90% tiene como destino a las obras sociales.
La res. gral. AFIP 2558 y el dec. 10/2009 del 8 de enero de 2009 modificó el importe de remuneración bruta mensual de referencia
para la determinación de los porcentajes de los aportes y contribuciones correspondientes al Régimen Nacional de Obras Sociales,
destinados al financiamiento del Fondo Solidario de Redistribución, instituido por el art. 22 de la ley 23.661 y sus modificaciones,
incrementándolo de $ 1.000 a $ 2.400 a partir del 1 de enero de 2009.
Con motivo de esta modificación, las remuneraciones brutas mensuales y los porcentajes a considerar para la determinación de
aportes y contribuciones con destino al Fondo Solidario de Redistribución, será el siguiente:
Si se trata de una obra social sindical, en la remuneración bruta mensual de hasta $ 2.400 el 10% de los aportes y contribuciones
correspondientes al Régimen Nacional de Obras Sociales se destinará al financiamiento del Fondo Solidario de Redistribución y el 90%
restante a la obra social respectiva.
Si la remuneración bruta mensual es mayor o igual a $ 2.400, el 15% de los aportes y contribuciones correspondientes al Régimen
Nacional de Obras Sociales se destinará al financiamiento del Fondo Solidario de Redistribución y el 85% restante a la obra social
respectiva.
Si se trata de una obra social de dirección, en la remuneración bruta mensual de hasta $ 2.400, el 15% de los aportes y
contribuciones correspondientes al Régimen Nacional de Obras Sociales se destinará al financiamiento del Fondo Solidario de
Redistribución y el 85% restante a la obra social respectiva.
Si la remuneración bruta mensual es mayor o igual $ 2.400, el 20% de los aportes y contribuciones correspondientes al Régimen
Nacional de Obras Sociales se destinará al financiamiento del Fondo Solidario de Redistribución y el 80% restante a la obra social
respectiva.
Conforme a dichos niveles remuneratorios, el 10% o el 15% y el 15% o el 20%, según el caso, se destinará al Fondo Solidario de
Redistribución; si se trata de otros recursos de distinta naturaleza, el 50% a la orden de la obra social correspondiente y el otro 50% a la
orden de la ANSSAL.

273
OBRA
ANSSAL
SOCIAL
Hasta $
10% 90%
2.400
SINDICAL
Más de $
15% 85%
2.400
Hasta $
15% 85%
2.400
JERÁRQUICO
Más de $
20% 80%
2.400

Por otra parte, dicho Fondo de Redistribución Solidario, instituido en el marco del dec. 1400/2001, tiene destinado la atención de
obras sociales de escasos recursos, el financiamiento del sistema de prestaciones por desempleo, como asimismo la cápita mínima que
debe ingresar al sistema.
El Sistema Único de Reintegros (SUR), ex Administración de Programas Especiales (APE), es un organismo descentralizado en la
órbita de la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación, cuya función es asegurar a todos los beneficiarios del sistema de
obras sociales, el acceso a prestaciones de salud de alto impacto económico originadas en la atención de enfermedades de alto costo y
de carácter crónico.
Para ello, el SUR dispone el pago de subsidios y reintegros a los agentes de salud del sistema (regulado por las leyes 23.660 y
23.661), como respuesta a sus solicitudes para financiar prestaciones médicas a sus afiliados.
El producto principal del SUR es el otorgamiento de subsidios y reintegros a las obras sociales. Su tramitación se efectúa mediante
diligenciamiento de expedientes
El organismo se financia casi en su totalidad con los recursos provenientes del Fondo Solidario de Redistribución y en pequeña
proporción con recursos propios. Estos últimos provienen de devoluciones por revocaciones de subsidios y reintegros pagados.
Hoy, el organismo se nutre del Fondo Solidario de Redistribución, que, a su vez, recibe aportes de los salarios de los afiliados. Se
encarga de cubrir terapias costosas y divide sus fondos en la cobertura de tratamientos y medicamentos de alta complejidad, como
oncológicos, trasplantes y discapacidad, entre otros rubros.

9. Acciones y recursos
El tema se vincula con las previsiones del art. 24 de la ley 23.660 con relación al cobro judicial de los aportes, contribuciones,
recargos, intereses y actualizaciones adeudados a las obras sociales, el cual se hará por la vía de apremio prevista en el Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, sirviendo de suficiente título el certificado de deuda expedido por las obras sociales o por algún
funcionario facultado para ello.
La acción por cobro de aportes y sus accesorios prescribe a los diez años. Las obras sociales, en casos de violación a las
disposiciones legales y reglamentarias, son pasibles de apercibimiento, multas e intervención. Las sanciones por multa e intervención
son recurribles dentro de los diez días hábiles desde la notificación ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Federal y
Contencioso Administrativo o la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, a opción del recurrente. En las provincias, la Cámara
Federal del domicilio del sancionado.

(232)
10. Competencia del Fuero Federal de la Seguridad Social para las ejecuciones de aportes y contribuciones

10.1. Argumentos jurisprudenciales para sostener la competencia del fuero


En la causa "OS-OSTEP c. Instituto Nuestra Señora del Perpetuo Socorro D68 s/cobro de aportes o contribuciones", la sala II de la
Cámara Federal de la Seguridad Social, con votos de los jueces Luis Herrero, Rodolfo Milano y la disidencia de Nora Dorado, revocó un
fallo de grado y decretó la competencia del fuero para las ejecuciones de aportes y contribuciones.
El tribunal hizo lugar a la apelación deducida por la parte actora, que cuestionó el argumento de la jueza de primera Instancia, que
remitió la causa a la justicia laboral, por el hecho de que la acción se funda en el incumplimiento de la demandada a lo dispuesto en el
CCT 319/1999, celebrado entre las cámaras empresariales respectivas y el Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la
Educación.
Ese CCT, celebrado "en el marco de las paritarias que dieron origen a la rectificación del Convenio Colectivo citado", declaró que la
Obra Social de los Trabajadores de la Educación Privada (OSTEP) es "la obra social originaria", por lo tanto, para la magistrada de
grado se trata de una cuestión ajena a la competencia del fuero federal de la Seguridad Social y corresponde al fuero del Trabajo. Ese
temperamento fue compartido por el voto en disidencia de la jueza Dorado.
El juez Herrero, autor del voto que dirimió la cuestión, discrepó de ese criterio, que le daba primacía a las reglas de la Ley de
Procedimiento Laboral que asignan competencia al fuero en "las causas en las que tenga influencia decisiva la determinación de
cuestiones directamente vinculadas con aspectos individuales o colectivos del derecho del trabajo", al remitirse a la doctrina de la causa
"Yeri, Fructuoso", que dio fin a una contienda de competencia entre fueros de casi siete años.
En esa oportunidad, se sostuvo: "La naturaleza tuitiva del derecho de la seguridad social (que incluye el derecho a la salud), y el
carácter alimentario del crédito que se reclama en estos autos, son dos fuertes condimentos que operan sobre el derecho a la
jurisdicción del titular de modo tal que cualquier nueva postergación en el trámite implicaría sin más una clara denegación de justicia".
Sobre esa base, la mayoría de la Cámara entendió que la decisión de la jueza de grado "se abastece de fundamentos equivocados,
confunde la materia sobre la que se sustenta la demanda y decide —naturalmente— en forma arbitraria".
Para Herrero, la demanda persigue el cobro de "aportes y contribuciones" impagos a la obra social actora, en los términos de la ley
23.660 y no el "encuadramiento de trabajadores en una obra social, conforme lo establece una Convención Colectiva de Trabajo", por lo
que "la materia en la que se funda la pretensión articulada en la demanda (C.P.C.C.N., art. 5), integra el derecho de la Seguridad Social
y no el Derecho del Trabajo".

274
10.2. Argumentos para sostener la competencia de la justicia federal
A modo de corolario del fallo comentado, se puede señalar:
1. Resulta competente la justicia federal para intervenir en las acciones por cobro de créditos de las obras sociales.
(233)
2. Ello surge del plexo normativo vigente que determina la jurisdicción federal. La ley 23.660 de Obras Sociales , art. 24,
establece que a los fines del cobro judicial de los aportes, contribuciones, recargos, intereses y actualizaciones adeudadas a las obras
(234)
sociales, serán competentes los juzgados federales de 1ª instancia en lo Civil y Comercial y la ley 23.661 , en su art. 38,
expresamente afirma que los agentes de seguro (entiéndase obras sociales, según lo indica en su art. 15, estarán sometidos
exclusivamente a la jurisdicción federal, agrega "pudiendo optar por la correspondiente justicia ordinaria cuando fueren actoras".
3. Esta opción ha perdido vigencia desde que todas las facultades acordadas legalmente a los organismos a cuyo cargo se
encontraba la aplicación, recaudación, fiscalización y ejecución judicial de los recursos de la seguridad social, fueron transferidos a la
(235) (236)
Dirección General Impositiva mediante dec. 507, art. 28 , ratificado por el art. 22 de la ley 24.447  a partir del 1/4/1993. La ley
(237)
24.655 de creación de la justicia federal de 1ª instancia de la Seguridad Social , en el art. 2° expresamente determina su
competencia en las ejecuciones de créditos de la seguridad social, perseguidos por la DGI, en el ejercicio a las funciones asignadas por
el dec. 507/93 (inc. c]) y en todas las causas que hasta ese momento estuvieran asignadas a la justicia nacional de 1ª instancia del
Trabajo por el art. 24 de la ley 23.660. Relacionado: "Obra Social Conductores de Transporte Colectivo de Pasajeros c. Empresa 9 de
Julio S.R.L. s/ordinario". Interlocutorio Cámara de Apelaciones del Trabajo, 4/2/1999.

10.3. Fuero federal vs. fuero ordinario


Un análisis de recorrido necesario aggiornando del fallo que se estuvo comentando interesa poner de relieve algunas cuestiones
relativas a la aplicación del fuero federal o del fuero ordinario en temas vinculados con los servicios de salud prestados por distintos
Agentes del Seguro de Salud (ASS), previstos en la ley 23.660 (ley de obras sociales) y la ley 26.682 (ley de empresas de medicina
prepaga) y la posibilidad de aplicación de la competencia ordinaria prevista en la ley 24.240 de Defensa del Consumidor.
Existe en la práctica litigiosa un planteo muy común que efectúan algunos ASS, al contestar demandas en el fuero ordinario,
articulando la excepción de incompetencia en base a las disposiciones del art. 38 de la ley 23.661 (Sistema Nacional del Seguro de
Salud) citado oportunamente, o por la declinatoria de oficio y previo a cualquier traslado que hacen los propios jueces con fundamento
en el artículo citado. La mencionada norma dispone: "La ANSSAL y los agentes del seguro estarán sometidos exclusivamente a la
jurisdicción federal, pudiendo optar por la correspondiente justicia ordinaria cuando fueren actoras. El sometimiento de los agentes del
seguro a la justicia ordinaria estará limitado a su actuación como sujeto de derecho en los términos dispuestos en la Ley de Obras
Sociales".
Ante cualquier reclamo incoado en el fuero ordinario, surge mecánicamente esta excepción.
En este marco, es opinión de quien suscribe (y será motivo de análisis oportunamente), que dicha mecánica, si bien homologada por
la costumbre, dista bastante de ser jurídicamente correcta o, por lo menos, es pasible de cuestionamientos.
Los derechos involucrados en la prestación de servicios de salud:
Si deseáramos explicar o abordar el tema en todas sus aristas (o en la mayor parte de ellas), el presente análisis sería mucho más
extenso. Pues bien, antes que nada, debemos entender a grandes rasgos qué es lo que estamos analizando. Se trata nada más ni nada
menos que del derecho a la salud garantizado por la Constitución Nacional (arts. 14 bis, 33, 41, 42, 43 y 75, inc. 22), por la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (arts. I y XI), por la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada y
proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 (arts. 1°, 2° y 3°), y por la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de Santa José de Costa Rica) (art. 4°).
Pero también se trata de la articulación de este derecho fundamental en contratos regulados, en parte, por el derecho privado, en
tanto contratos con las empresas de medicina prepaga (EMP) o con otros agentes.
Sin embargo, tal como dice el Dr. Lorenzetti: "el derecho a las prestaciones de salud ha sido tratado como si fuera un derecho
subjetivo absoluto, lo que no parece posible en nuestro ordenamiento jurídico. (...) no es actualmente posible que todos los individuos
tengan acceso a todas las prestaciones que desean en lo atinente a salud. (...) Por esta razón la norma constitucional reconoce el
derecho a la salud, y encomienda al legislador la implementación efectiva de este recurso: el goce del derecho es indirecto".
Para el caso que nos interesa, este derecho a la salud se materializa mediante la prestación de servicios de los ASS que pueden ser
públicos o privados.
Volviendo sobre nuestros pasos y recordando la problemática que motiva este apartado, tenemos como punto álgido el art. 38 de la
ley 23.661. Dice el artículo: "La ANSSAL y los agentes del seguro estarán sometidos exclusivamente a la jurisdicción federal, pudiendo
optar por la correspondiente justicia ordinaria cuando fueren actoras. El sometimiento de los agentes del seguro a la justicia ordinaria
estará limitado a su actuación como sujeto de derecho en los términos dispuestos en la Ley de Obras Sociales". No cabe duda,
entonces, de que el artículo establece competencia federal para "los agentes del seguro". Por su parte, dichos agentes están definidos
en el art. 2° de la ley: "(...) Se consideran agentes del seguro a las obras sociales nacionales, cualquiera sea su naturaleza o
denominación, las obras sociales de otras jurisdicciones y demás entidades que adhieran al sistema que se constituye, las que deberán
adecuar sus prestaciones de salud a las normas que se dicten y se regirán por lo establecido en la presente ley, su reglamentación y la
ley de Obras Sociales, en lo pertinente".
Dijimos que las obras sociales están reguladas por la ley 23.660 y entonces se les aplicaría, en virtud del art. 38 la competencia
federal. Con la salvedad, a criterio de quien suscribe, de que ello sea así con las prestaciones del PMO, como más adelante se
desarrollará.
Con respecto a las EMP, cabrían dentro del término "demás entidades que adhieran al sistema (...)", que, repitamos, fueron
legisladas especialmente 22 años después de la entrada en vigencia de la ley 23.661, por la ley 26.682.
Estos son los artículos que tanto las obras sociales como las EMP (y sobre todo estas últimas) invocan con un altisonante  hocus
pocus, plasmado en un libelo jurídico, esperando que esas palabras mágicas surtan el efecto deseado, convirtiendo, por una suerte de

275
alquimia jurídica, la competencia ordinaria en federal. Ello, si es que los jueces no lo hacen antes y de oficio. Muchas veces, esto no es
más que una apariencia y, cuando indagamos sobre la cuestión, se nos hace visible el error.
Con las consideraciones precedentes, sancionada y publicada la ley 26.682 en 2011, encontramos un artículo clave, que muchas
veces resulta ignorado al momento de elegir o decidir sobre el fuero: me refiero al art. 4°, que dice: "Autoridad de Aplicación. Es
Autoridad de Aplicación de la presente ley el Ministerio de Salud de la Nación. En lo que respecta a la relación de consumo y a la
defensa de la competencia serán autoridades de aplicación las establecidas en las leyes 24.240 y 25.156 y sus modificatorias, según
corresponda".
Es decir que, claramente la propia ley EMP desentiende de competencia al Ministerio de Salud en los casos adscriptos a la Ley de
Defensa del Consumidor o de la Ley de Defensa de la Competencia respectivamente, en donde la atribuye a los órganos de aplicación
correspondientes a tales leyes.
Con respecto a la ley 24.240 de defensa del consumidor, regula no solo las generalidades de las prestaciones de servicios dirigidas al
consumidor entre las que cabe la prestación de servicios de salud, sino también que posee normas procesales y de atribución de
competencia. Al respecto, nos dice el art. 53 de la ley 24.240: "Normas del Proceso. Se aplicarán las normas del proceso de
conocimiento más abreviado que rijan en la jurisdicción del tribunal ordinario competente (...)".
La ley claramente indica que los tribunales competentes serán los ordinarios y es concluyente al respecto, no dando cabida a la
justicia federal.
Podría decirse que nada impediría que en el fuero federal se resuelvan pretensiones resguardadas por la ley 24.240. Sin embargo,
con esta solución no se estaría favoreciendo ni lo dispuesto en la propia ley 24.240 ni lo querido por el legislador, no solo en los
proyectos, sino en la sanción misma de la ley 26.682 de EMP, pues, como se explicó, este entendió que los contratos de medicina
prepaga son contratos realizados con consumidores; consumidores de servicios de salud.
También, podría decirse que corresponde la competencia federal por las implicancias que la resolución podría tener en un ASS, al
afectarse indirectamente el sistema nacional de salud. Sin embargo, este argumento no encuentra sustento en la ley y, de hecho,
entiendo que no es un argumento jurídico válido.

10.4. Los límites del fuero federal y el avance del fuero ordinario
Con la sanción de la ley 24.240 y de la ley 26.682 se ha restringido, ahora normativamente y no ya solo pretorianamente, la
aplicación del fuero federal.
En efecto, si bien aún subsiste el fuero federal para los ASS, queda acotado a cuestiones que tengan relación con temas federales y
no con cualquier reclamo.
Las EMP tienen carácter lucrativo; lucran prestando servicios de salud, asumen riesgos empresarios, tienen proyecciones
probabilísticas de riesgos, invierten en publicidad captando nuevos afiliados, realizan prestaciones por encima del PMO y cobran una
cuota que les permite subsistir como organización empresaria. Resulta, entonces, injusto que realizando una actividad comercial tengan
un fuero especial cualquiera que sea la naturaleza del reclamo que se les haga.
Si bien prestan servicios de salud y son agentes del seguro de salud, dicha calidad, por sí sola, no tiene la fuerza necesaria para
apartarlas de la legislación ordinaria que regula el resto de las empresas prestadoras de servicios.
Entiendo que a la luz de la legislación sancionada 22 años después de la ley 23.661, las EMP quedarán alcanzadas por el fuero
ordinario cuando las pretensiones que se discutan en el proceso no versen directamente sobre cuestiones federales alcanzadas por las
leyes 23.660 y 23.661. Así, por ejemplo, el reclamo de un afiliado por cobros de cuotas en infracción a la ley y las resoluciones de
Ministerio de Salud o por encima de lo permitido, el reclamo por demora o negativa de prestaciones por encima del PMO, el reclamo de
proveedores por facturas impagas, son todas cuestiones que no merecen tener asignada la competencia federal para resolverlas.
Con respecto a las prestaciones por encima del PMO, cabe agregar que se trata de prestaciones que justamente hacen atractiva la
contratación con la EMP. Responden a una ecuación económica, de riesgos y de marketing que las empresas realizan a los fines de
captar nuevos afiliados. Ofreciendo distintas alternativas pretenden competir entre sí y con el sistema público y de las obras sociales y
ese "plus" ofrecido tiene un precio que el afiliado paga. Es decir, se trata de prestaciones con un origen netamente contractual y
predispuesto por la EMP en el contrato de adhesión. Ocurrido el siniestro, el origen de la obligación de la EMP de responder, no será en
principio la res. MS 201/2002, ni alguna ley en particular, sino que será el contrato suscripto con el afiliado. Por ello, las prestaciones por
encima del PMO son directamente alcanzadas por la ley 24.240 de defensa del consumidor.
Distinto sería el caso, si la prestación que originó el reclamo se encuentra dentro del PMO, dado que este tiene origen legal y no
contractual. En estos casos, se aplicaría la competencia federal del art. 38 antes analizada.
Debemos recordar también la doctrina de la CS en cuanto a que, a los fines de resolver cuestiones de competencia, se ha de tener
en cuenta en primer término la exposición de los hechos que el actor hace en su demanda, y después, solo en la medida en que se
adecue a ellos, el derecho que invoca como fundamento de su pretensión (v. Fallos 303:1453, 1465; 306:229, 2230; 311:157, 557, 2198;
313:971, 1467, entre otros).

10.5. La situación de obras sociales que prestan servicios por encima del PMO
La complejidad del tema aumenta cuando nos referimos a obras sociales y no ya a EMP, puesto que aquellas aún conservan la vieja
ley 23.660 como marco regulatorio en tanto, idealmente, no poseen ánimo de lucro.
Se da entonces el caso de OO.SS. que prestan servicios por encima del PMO, cobrando un diferencial por ello, y sin embargo
formalmente no son EMP y por lo tanto no tienen —en teoría— ánimo de lucro. Y digo que la situación se vuelve complicada porque
dichas OO.SS. actúan como EMP y, más allá de lo que diga la ley, no es difícil dudar de la carencia de ánimo de lucro y, por el contrario,
resulta harto complicado y complejo hacer un seguimiento de sus fondos y de la aplicación de los mismos, muchas veces espuriamente
utilizados por el poder político.
Pero eso rebasa ampliamente el marco de nuestra cuestión y, por estar fuera de lo estrictamente jurídico, diremos que las OO.SS.
que prestan servicios por encima del PMO siguen siendo OO.SS. y las cuestiones que con estos servicios se susciten y que permitan

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inferir en forma directa una afectación o una potencial afectación al sistema de salud nacional o su financiamiento deberían tramitar por
la justicia federal.
Sin embargo, cabe hacer una última distinción. Hay OO.SS. que se presentan en el mercado como una EMP, induciendo a confusión
al consumidor en forma indirecta mediante la remisión de folletos explicativos o simplemente informando aumentos de las cuotas
invocando legislación aplicable únicamente a las EMP. No obstante actuar como "empresas", formalmente son OO.SS. y, por lo tanto,
supuestamente, carecen de ánimo de lucro. Es decir, tienen la picardía de presentarse ante el usuario como una "prepaga",
usufructuando el prestigio y el marketing que esta denominación actualmente tiene en el mercado y la consideración general negativa
que existe sobre las OO.SS. Pero, no obstante, ante cualquier problema, no dudan ni un segundo en traer a juicio toda la
documentación que las encuadra como OO.SS. y, lógicamente, solicitan el pase a la justicia federal. Ello si es que el juez no lo hace de
oficio y previo a correr traslado.
En estos casos, se les debe aplicar el criterio seguido para las EMP, pues no resulta admisible que se genere una apariencia —de
mala fe— y luego convenientemente se desconozcan sus efectos. Donde se observa un claro y patente abuso de la personalidad
jurídica y la creación de una apariencia ante el consumidor, induciéndolo a error sobre la calidad de su cocontratante, es donde se debe
aplicar la legislación consumeril y evaluar, con este criterio y con sumo rigor, la incompetencia de los tribunales ordinarios ante una
demanda ante ellos incoada. Pues si bien la competencia federal es improrrogable, no puede ser un recurso hábilmente esgrimido para
burlar los derechos de ciudadanos y consumidores, más aún luego de la sanción de la ley 24.240 y del fuero ordinario por ella
consagrado.

10.6. Situación de la jurisprudencia relevante


Por los caracteres propios del fuero federal, la doctrina de la CS ha sido muy restrictiva en la concesión del fuero ordinario para la
discusión de temas que conciernen a los ASS.
Por ejemplo, en amparos promovidos contra empresas de medicina prepaga, cuyo objeto era la cobertura económica integral de
tratamientos de fertilización asistida, la CS advirtió que encontrándose demandada una obra social comprendida en los términos de los
arts. 1° de la ley 23.660 y 2°, 2° párr., de la ley 23.661, resulta aplicable el art. 38 de esta última norma, en cuanto prevé el sometimiento
exclusivo de sus agentes a la jurisdicción federal, pudiendo optar por la justicia ordinaria solo cuando fueran actores (CSJN, 25/8/2009,
"Crova, María Gabriela y otro c. Organización de Servicios Directos Empresarios —OSDE— s/amparo", expediente C.244.XLV; en igual
sentido, 25/8/2009, "Rodríguez, Guillermo Oscar y Cadenas, Gisela Noelia c. Consolidar Salud SA (hoy perteneciente al Grupo Omint)
s/amparo-medida cautelar", expediente C.252.XLV; dictamen de la Procuración General de la Nación en "Pesce, Luciano Carlos Ariel y
otra c. Swiss Medical SA s/amparo", expediente C.348.XLV, con cita de Fallos 328:1600 y 329:4414).
En los autos "Kogan, Jonathan c. Swiss Medical SA s/amparo", Fallos 328:4095, del 25/11/2005, mantuvo el criterio sostenido en
"Wraage, Rolando Bernardo c. Omint SA s/amparo", Fallos 326:3535, del 16/9/2003, oportunidad en la que declaró la competencia del
fuero federal, por encontrarse en juego normas y principios institucionales y constitucionales de prioritaria trascendencia, para la
estructura del sistema de salud implementado por el Estado nacional, al establecer la prestación médica obligatoria, que involucra tanto
a las obras sociales como a las prestadoras privadas de servicios médicos, en razón de que la ley 24.754 hizo extensivas las
prestaciones básicas implementadas por las leyes 23.660, 23.661 y sus reglamentaciones, a las prestadoras privadas. En la primera de
las causas mencionadas, insistió en que la materia compromete el estudio de preceptos con influencia decisiva respecto de cuestiones
concernientes a la "estructura del sistema de salud implementado por el Estado Nacional, que involucra tanto a las obras sociales, como
a las prestadoras privadas de servicios médicos".
Sin embargo, los fallos citados fueron elaborados a la luz de otros tiempos, donde la normativa no tenía un desarrollo como en el
presente, donde no existía aún el reciente Código Civil y Comercial de la Nación y donde tampoco existía la ley de EMP.
Evidentemente, los tiempos han cambiado y así debería reflejarlo la doctrina de la CS.

10.7. El fallo de la Corte de Justicia de Mendoza


Un muy interesante precedente, a mi parecer, lo ha fijado la sala primera de la Excma. Suprema Corte de Justicia de Mendoza en la
causa 106.309 "Arcana, Juan Manuel y ot. en J° 13.951 Arcana, J. M. en J° 3129 Arcana, J. M. F. ots. C. Swiss Medical Group p/amparo
p/acc. amparo s/inc. cas.", de fecha 24/4/2013. En esta causa, se promovió una demanda contra Swiss Medical Group (que es una
EMP), requiriendo la cobertura tendiente a cubrir los costos del tratamiento de fertilización asistida por el método ICSI, indicado por el
médico especialista, como también el costo de demás intentos que deban realizarse, la totalidad del procedimiento médico tendiente a
lograr el embarazo y posterior nacimiento y atención del recién nacido.
El juez de primera instancia se declara incompetente para entender en la causa. Señala, siguiendo jurisprudencia de la Corte
nacional, que la competencia es de la justicia federal. Dicha decisión es apelada por los actores y, luego de tramitar el recurso directo, la
quinta Cámara Civil de Apelaciones de la Primera Circunscripción Judicial rechaza la apelación planteada. Esto motiva a que los actores
planteen recursos de inconstitucionalidad y casación en contra de la sentencia de Cámara.
La Suprema Corte de Mendoza, en primer término, desestima la opinión del procurador general del tribunal de que, en principio, las
cuestiones de competencia no son definitivas, pues "para que la decisión sea susceptible de ser revisada mediante un recurso
extraordinario, no le basta versar sobre una cuestión que no puede ser revocada, sino que, en principio, debe poner fin al pleito y
resolver sobre la cuestión fundamental debatida en la causa, es decir, el fondo de los derechos en disputa". Dice el tribunal: "cuando se
deniega la competencia de los juzgados provinciales para entender en un asunto tan delicado como es el derecho a la salud y el acceso
a la justicia, existe agravio constitucional suficiente a los fines de permitir la admisión de la queja ante esta instancia extraordinaria".
Admitida la jurisdicción de la Corte, analiza el nuevo marco normativo otorgado por la ley 26.682, ley específica para las EMP.
Advierte el tribunal que esta ley nada dice sobre la competencia federal, "por el contrario, dentro de sus disposiciones particulares, el art.
4 califica a la relación que existe entre las partes contratantes como una relación de consumo, agregando, además, que las autoridades
de aplicación serán las establecidas en las leyes 24.240 y 25.156.
"Esta expresa calificación legal, que ya venía siendo sostenida por la casi totalidad de la doctrina y la jurisprudencia, importa una
decidida protección al consumidor o usuario, destinatario de los servicios de medicina prepaga, cuyas consecuencias no pueden ser
desatendidas por los Tribunales en sus implicancias concretas, entre ellas, la competencia territorial que establece la ley 24.240, en su
art. 53 modificado por ley 26.631".

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También, sostuvieron que "... la ley 24.240 ejecuta el mandato constitucional dispuesto por el art. 42 de la Constitución Nacional, que
otorga como derechos de los consumidores en la relación de consumo el 'derecho a la salud', que desde el punto de vista normativo,
está reconocido en los tratados internacionales con rango constitucional (art. 75, inc. 22) entre ellos, el art. 12, inc. c) del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, inc. 1, arts. 4 y 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
e inc. 1 del art. 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, extensivo no solo a la salud individual, sino también a la salud
colectiva (cf. In re Corte Suprema de Justicia de la Nación, S.670.XLII; RHE 'Sánchez Elvira Norma c/Instituto Nacional de Servicios
Sociales para Jubilados y Pensionados y otro', de fecha 15/05/2007)". En razón de ello, resulta aplicable el art. 53 de la ley 24.240, en
tanto: "en las causas iniciadas por ejercicio de los derechos establecidos en esta ley regirán las normas del proceso de conocimiento
más abreviado que rijan en la jurisdicción del tribunal ordinario competente...".
Citando la jurisprudencia del caso "Wraage, Rolando c. Omint SA", el tribunal entiende que "la única limitación que podrían encontrar
los consumidores o usuarios al momento de elegir la jurisdicción de los tribunales ordinarios competentes, estaría dada cuando la
materia discutida sea estrictamente federal, porque dicha competencia resulta improrrogable. (...) la materia federal no se encuentra
discutida en autos. (...) la cuestión controvertida en esta litis se vincula a la cobertura médico asistencial derivada de un contrato de
medicina prepaga, con respecto al cual, en tanto contrato de locación de servicios médicos y protegido por la Ley de Defensa del
Consumidor, su conocimiento corresponde a la justicia ordinaria, por constituir legislación ordinaria o común".
Por lo tanto, "... el hecho de que un usuario, afiliado a una empresa de medicina prepaga, reclame a dicha empresa una determinada
prestación, encontrándose en juego su salud y su integridad, en modo alguno puede comprometer la organización del sistema de salud
nacional, ni afectarse con ello legislación federal que motive la intervención de la jurisdicción de excepción". "En el mejor de los casos
para la demandada, podría invocar la competencia federal en razón de su 'persona', conforme lo dispuesto por el art. 38 de la ley
23.661, pero, tal como surge del texto de la nueva ley 26.682, dicho fuero federal no ha sido establecido para las empresas de medicina
prepaga".

10.8. Un precedente de la Cámara Federal de la Seguridad Social


La Cámara Federal de la Seguridad Social declaró ser competente para entender en un amparo presentado por un hombre que
denunció que su empresa de medicina prepaga retenía los importes cobrados en exceso del valor de la cobertura que brinda.
Una contienda negativa de competencia se trabó entre el fuero de la Seguridad Social y el Civil para determinar a cuál le
correspondía entender en un amparo contra una prepaga, con el objeto de que se declare "ilegítima y arbitraria" la apropiación de una
empresa de medicina prepaga referente "a los montos que por aportes y contribuciones laborales".
El amparista en autos "Díaz, Juan Alberto c. OSDE s/amparos y sumarísimos" denunció que la firma "percibe en exceso del valor de
la cobertura que brinda, solicitando la devolución de dichos emolumentos que por tal cobertura tiene contratada".
La causa fue iniciada ante la Justicia Federal de la Seguridad Social, donde el juez de Primera Instancia se declaró incompetente por
entender que el reclamo tenía "directa relación con las condiciones contractuales y no remite al examen de normas de naturaleza
federal". El accionante apeló el fallo y la sala II de la Cámara Federal le dio la razón.
Para resolver de esa forma, los jueces Luis Herrero, Nora Dorado y Emilio Fernández se plantearon el siguiente interrogante: "¿qué
juez debe entender en esta causa y qué pauta legal así lo determina?", como respuesta, tomaron lo estipulado por el Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, que "proporciona la respuesta a dicho interrogante en su art. 5, 1° párr., en los siguientes términos: 'La
competencia se determinará por la naturaleza de las pretensiones deducidas en la demanda y no por las defensas opuestas por el
demandado'".
Ello condujo a un segundo interrogante: "¿la pretensión deducida por la actora se funda en un derecho de la seguridad social, o en
un derecho comercial, administrativo, civil, etc.?"; en esa respuesta, se encontraba la solución al caso. Es que los jueces determinaron
que "no existe la menor duda de que la pretensión actora atañe de manera directa, central, al derecho de la seguridad social, ni bien se
repare en que el beneficio de pensión del que es titular se traduce materialmente en una de las tres modalidades que contempla
expresamente el art. 100 inc. a) de la ley 24.241 que regula el 'Régimen Integrado de Jubilaciones y Pensiones', esto es, la de 'renta
vitalicia previsional'".
"Es que el vínculo que existe entre el derecho prestacional y su concreción económica deviene inescindible a la hora de establecer la
competencia judicial frente a cualquier conflicto vinculado a esta última, toda vez que su dilucidación incidirá en forma directa sobre la
sustancia del mencionado derecho prestacional en orden al goce y/o ejercicio efectivo", justificaron los firmantes del fallo.
La sentencia explica: "Raúl C. Jaime y José I. Brito Peret aportan su agudeza jurídica a este aparente vacío de la ley sustantiva,
cuando destacan que si bien es cierto el art. 15 de la ley 24.463 no dejaba ninguna duda en torno a la incompetencia de la justicia
federal en lo contencioso administrativo (por entonces, primera instancia del fuero de la seguridad social) y de la Cámara Federal de la
Seguridad social en las cuestiones vinculadas al régimen de 'capitalización', la ley 24.655, por el contrario, ha zanjado la incertidumbre
que dichas disposiciones ocasionaban al intérprete, al disponer en su art. 2 inc. b, que los juzgados federales con sede en la Capital
Federal del fuero de la seguridad social, serán competentes para entender 'en las demandas que versen sobre la aplicación del sistema
integrado de jubilaciones y pensiones establecido por la ley 24.241 y sus modificaciones'".
Por lo que, para esos autores, "en esta disposición el legislador también ha incluido a los asuntos relacionados con el régimen de
'capitalización', al menos los de naturaleza íntegramente 'previsional' entre las materias cuyo juzgamiento corresponde a la justicia
federal de la seguridad social (v. Raúl C. Jaime y José I. Brito Peret, op. cit., págs. 505 y 506)".
Reiterando y para concluir: "La naturaleza tuitiva del derecho de la seguridad social (que incluye el derecho a la salud), y el carácter
alimentario del crédito que se reclama en estos autos, son dos fuertes condimentos que operan sobre el derecho a la jurisdicción del
titular de modo tal que cualquier nueva postergación en el trámite implicaría sin más una clara denegación de justicia".

11. Dirección Nacional de Obras Sociales


Este organismo, creado en el ámbito del entonces Ministerio de Salud y Acción Social, coordina e integra las actividades de las obras
sociales, actuando como ente de contralor. Sustituye al INOS.

278
12. Superintendencia de Servicios de Salud
Es el ente de regulación y control de los actores del sector, con el objeto de asegurar el cumplimiento de las políticas del área, con
capacidad para dictar normas que regulen y reglamenten los servicios de salud. Entre otras, interesa mencionar su competencia en la
aprobación del Programa Médico Obligatorio (PMO).

V. Opción de cambio de obra social


Los beneficiarios del Sistema Nacional del Seguro de Salud tienen el derecho de ejercer la opción de cambio entre las obras sociales
habilitadas a ese fin.
En este sentido, analizaremos cómo opera ese cambio, conforme a algunos parámetros:
Cambio para beneficiarios titulares activos:
1. Beneficiarios de obras sociales sindicales.
2. Beneficiarios de obras sociales del personal de dirección.
3. Monotributistas, sus empleados y personal del servicio doméstico.

1. Beneficiarios de obras sociales sindicales


El trabajador puede ejercer el derecho de opción desde el momento mismo del inicio de la relación laboral (dec. 1400/2001, art. 15).
El trámite debe hacerse en forma personal e individual por el titular afiliado, correspondiendo en el caso de tratarse de un beneficiario
con residencia a más de 100 km de una boca habilitada de la obra social, que ejercite su opción por correo, o a través del traslado de un
funcionario de la obra social con la documentación pertinente.
El único lugar autorizado para realizar la opción de cambio es la sede o delegación de la obra social elegida. No debe ejercerse en
oficinas de medicina privada ni en el lugar de trabajo.
La opción de cambio puede realizarse una vez al año y se efectiviza el primer día del tercer mes desde la fecha en que se realiza la
opción.
La obra social de origen debe otorgar al afiliado la prestación médica correspondiente hasta que se efectivice la opción.
No pueden ejercer el derecho de opción los trabajadores cuya retribución mensual sea inferior a dos bases imponibles mínimas
jubilatorias. Desde diciembre de 2020 y conforme al incremento dispuesto por el dec. 899/2020, la res. ANSES 433/2020 estableció la
base imponible mínima en la suma de $ 6.411,08, por lo que la opción puede ser ejercida por trabajadores cuya remuneración sea
superior a $ 12.822,16.
Con relación a las prestaciones de obra social, resultaba de aplicación lo previsto por el art. 7°, del cap. IV del dec. 492/1995, que
establecía en tres AMPOS la remuneración de los trabajadores como el mínimo garantizado para gozar de la totalidad de las
prestaciones del Sistema Nacional del Seguro de Salud.
Para el cálculo de los aportes y contribuciones a obra social en los términos de las leyes 23.660 y 23.661, se estableció como base el
equivalente a cuatro bases mínimas de las previstas por el art. 7° de la res. ANSES 135/2009 o la que la reemplace en el futuro.
(238)
Sin embargo, el Poder Ejecutivo, por medio del dec. 921/2016 , ha modificado al dec. 576/1993 y al dec. 488/2011, en lo que hace
a la matriz de ajuste por riesgo por individuo, que subsidia el Estado a las obras sociales, disponiendo a través de él, en su art. 3°, que
se tomará como base el equivalente a dos bases imponibles mínimas, adoptando en tal sentido los plazos y coeficientes de
actualización previstos en la ley de movilidad. Actualmente, como ya se ha señalado, la fórmula de movilidad se encuentra suspendida y
la movilidad es otorgada por decretos, aplicando dichos parámetros el equivalente a dos veces la base imponible mínima asciende a $
12.822,16 a partir del mensual de diciembre.
Sin tope para el cálculo del importe de la contribución de Ley de Riesgos del Trabajo.
La res. MSyDS 3368/2019 determinó que a partir del 1 de diciembre de 2019 los valores de la matriz de ajuste por riesgo por
individuo del Subsidio Automático Nominativo de Obras Sociales (SANO), de acuerdo con lo previsto en el art. 2° del dec. 921/2016,
serán los siguientes:

GRUPO EDAD VALOR ASIGNADO


EDAD MASCULINO FEMENINO
0 a 14 451,06 451,06
15 a 49 709,22 834,04
50 a 64 834,04 834,04
65 en adelante 1.843,96 1.843,96

Asimismo, cabe advertir la res. SSSalud 1436/2012 que implementó el llamado corrección de padrón facilitando al afiliado que
cambie de empleo, elegir la obra social de la nueva actividad, operando como una excepción al principio restrictivo del año, ya que
nulifica la anterior elegida que estuviere en la base de datos, y comunicando ello al nuevo empleador, tiene automáticamente la
prestación de la obra social de la nueva actividad de dicho nuevo empleo.

2. Beneficiarios de obras sociales del personal de dirección


Conforme al dec. 638/1997, el trabajador puede elegir obra social desde el momento mismo del inicio de la relación laboral. El trámite
se realiza en forma individual ante la ANSES y en forma colectiva ante la obra social elegida. La opción de cambio puede realizarse una
vez al año y se efectiviza el primer día del mes posterior a la presentación de la solicitud. Durante ese período, la obra social de origen
debe otorgar al afiliado la prestación médica correspondiente. El afiliado puede elegir entre las obras sociales inscriptas en el Registro
Nacional de Obras Sociales.

279
3. Cambio para jubilados y pensionados
(239)
Conforme al art. 11 del dec. 292/1995 , quienes finalizan su trámite jubilatorio pueden elegir de inmediato una obra social si no
desean permanecer en el PAMI. Los beneficiarios que se jubilan reciben con su grupo familiar primario las prestaciones médicas de la
obra social en la que se encontraban, durante noventa días; finalizado este período, y de no haber obtenido su jubilación, pueden
solicitar una credencial provisoria para recibir prestaciones por el PAMI.
Los jubilados y pensionados pueden ejercer su opción de cambio una vez por año, dentro de aquellas que adhieren a esta
posibilidad, y el trámite se realiza ante la ANSES o en la UDAI más cercana al domicilio, sin embargo, el padrón es muy selectivo, por
ello la prestadora PAMI se ha convertido en otra obra social cautiva, salvo que el jubilado puede ser nuevamente empadronado en la
obra social que tenía al momento de obtener su beneficio previsional.

4. Obligaciones de la obra social elegida


La obra social debe brindar las prestaciones del PMO y otras coberturas obligatorias, sin carencias, preexistencias o exámenes de
admisión. El afiliado puede elegir abonar un plan superador al PMO y la correspondiente cuota adicional queda a cargo del beneficiario.

5. Monotributistas
Hoy el trabajador monotributista y de acuerdo con la categoría por escala de facturación en el marco de la nueva normativa a partir
de enero de 2010 tiene asegurado sus aportes y cobertura médica. Impuesto integrado: varía según la categoría y actividad.
El pago de la obra social (Sistema Nacional del Seguro de Salud) tiene un monto fijo de $ 1041.22 (valor a enero de 2020), para
todas las categorías.
También el contribuyente puede aportar $ 1.041.22 (valor a enero de 2020), a la obra social por la incorporación de cada integrante
de su grupo familiar primario.
El catálogo de obras sociales que adhieren a monotributistas no es tan amplio, generalmente son obras sociales sindicales, hay
nuevas organizaciones que se están promocionando y pueden consultarse en el padrón de SSSALUD.gov.ar.

6. Mecanismo de opción de cambio de obra social


(240)
Por el art. 6º de la res. SSSALUD 233/2020 , se dispuso que los trámites de opción de cambio tomados por los Agentes del
Seguro de Salud deberían remitirse bajo el formato de FTP (Protocolo de transferencia de archivos conectados a una red), conforme a
lo dispuesto en el anexo I.a de la res. SSSalud 170/2011, y que los Agentes del Seguro de Salud quedarían exceptuados de la
presentación de formularios de opción de cambio en formato papel, establecida en el art. 4º de la res. SSSALUD 1240/2009, durante el
plazo establecido en el art. 1º de la resolución, que luego fue prorrogado hasta la finalización de la vigencia del "aislamiento social,
preventivo y obligatorio" dispuesto por el dec. 297/2020 y sus sucesivas prórrogas.
El dec. 561/2016 aprobó la implementación del sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE) como sistema integrado de
caratulación, numeración, seguimiento y registro de movimientos de todas las actuaciones y expedientes del sector público nacional, el
que actúa también como plataforma para la implementación de gestión de expedientes electrónicos.
En el contexto reseñado, se postula que ningún organismo debe exigir la presentación de documentación en soporte papel y que, en
aquellos casos en que la normativa prevea la presentación de documentación en papel o el uso de papeles de trabajo, se entenderá que
dicho requisito se encuentra cumplido por el uso de documentos o archivos de trabajo digitales en el sistema de GDE.
El dec. 1063/2016 aprobó la implementación de la plataforma de "Trámites a distancia" (TAD) del sistema de GDE, como medio de
interacción del ciudadano con la Administración, a través de la recepción y remisión por medios electrónicos de presentaciones, escritos,
solicitudes, notificaciones y comunicaciones, entre otros.
El dec. 182/2019, por el cual se reglamentó la ley 25.506, de firma digital, estableció en su art. 3º que, cuando una norma requiera la
formalidad de escritura pública para otorgar poderes generales o particulares, para diligenciar actuaciones, interponer recursos
administrativos, realizar trámites, formular peticiones o solicitar inscripciones, dicho requisito se considera satisfecho mediante el
apoderamiento realizado por el interesado en la plataforma de TAD del sistema de GDE, salvo disposición legal en contrario.
La modalidad de ejercicio del derecho de opción requiere indefectiblemente de un breve período de ajuste para poner operativos los
sistemas y capacitar adecuadamente al personal de las obras sociales interviniente en los procesos, durante el cual no podrá ejercitarse
la opción por parte de los beneficiarios en relación de dependencia.
También, en el último tiempo, se han recepcionado diversas denuncias de beneficiarios, en las cuales manifiestan que se les ha
asignado por opción una obra social a la que no optaron y, en virtud de lo cual, solicitan se anule el registro de dicha opción.
Por ello se ha previsto aprobar un procedimiento para la anulación de opciones de cambio de obra social, en el régimen vigente hasta
el día de la fecha, no suscriptas por el beneficiario.
Por esta razón existen dos procedimientos diferenciados:
1. El procedimiento para el ejercicio del derecho a la libre elección de su obra social por parte de los beneficiarios del Sistema
Nacional del Seguro de Salud que como anexo I se aprueba y forma parte integrante de la presente resolución.
2. El procedimiento para la tramitación de reclamos de beneficiarios que soliciten la anulación de su opción de obra social vigente por
no haber suscripto el formulario de opción vigente anteriormente, que como anexo II se aprueba y forma parte integrante de la presente
resolución.
Los reclamos por anulación de opciones de cambio que se encuentren en trámite a la fecha de la entrada en vigencia de la res.
1216/2020, SSSN, deberán adecuarse al procedimiento aprobado en el art. 2º, en todo aquello que resulte aplicable de conformidad con

280
el estado del trámite, procurando adoptar el procedimiento más ágil y beneficioso para el reclamante.
La res. 1216/2020 entró en vigencia el día 16 de octubre de 2020 para beneficiarios titulares en relación de dependencia, y el 1 de
diciembre de 2020 para los beneficiarios monotributistas, monotributistas sociales y personal de casas particulares, quienes —hasta
dicha fecha— podrían seguir ejerciendo el derecho de opción de cambio, solamente mediante formularios firmados ante escribano
público o entidad bancaria.
Entre el día de publicación de la resolución bajo análisis (1216/2020, SSSN), BO del 2/10/2020, y el día 16 de octubre de 2020, los
agentes del seguro de salud no pudieron recibir más formularios de opciones de cambio de beneficiarios titulares en relación de
dependencia.
Se derogan las res. 37/1998, 53/1998, 76/1998 y 433/2003; el título I de la res. 576/2004; los arts. 2º, 4º, 5º, 6º, 7º, 8º, 9º y 19 de la
res. 287/2006; los arts. 2º y 3º de la res. 995/2008; las res. 950/2009, 1240/2009 (sistema de opción de cambio anteriores) y 170/2011,
todas de la Superintendencia de Servicios de Salud.
Las normas antedichas conservarán su vigencia, exclusivamente, en lo que resulte estrictamente necesario para resolver cuestiones
que hubieran acontecido durante la vigencia del procedimiento de opción de cambio previo a la presente resolución.
Procedimiento para el ejercicio del derecho de opción de obra social (anexo I, res. 1216/2020):
"La &'opción de cambio&' deberá ser ejercida en forma personal por el beneficiario del Sistema Nacional del Seguro de Salud,
ingresando a través del aplicativo que estará disponible en el sitio web institucional de la Superintendencia de Servicios de Salud.
"1. El link deberá encontrarse disponible y fácilmente visible en las páginas web institucionales de las obras sociales habilitadas para
ser elegidas.
"2. Al ingresar a la aplicación, el beneficiario deberá autenticarse mediante el ingreso de su CUIT/L y clave fiscal, lo que será
certificado a través de la AFIP. Una vez autenticado, el beneficiario deberá completar el formulario de opción de cambio digital.
"3. Al aceptar el formulario, el sistema validará los datos consignados y remitirá un correo electrónico a la dirección informada por el
beneficiario, a fin de que éste confirme el trámite dentro de las 48 hs.
"4. El beneficiario deberá ingresar a su casilla de correo electrónico y confirmar el trámite (en caso de no observarse el correo en la
bandeja de entrada, se sugiere revisar la carpeta de correo no deseado), dentro del lapso de 48 horas posteriores al envío. Como
resultado de dicha confirmación, se le asignará —a partir de ese momento— un número identificatorio unívoco al trámite.
"5. La impresión de la confirmación de la asignación de la obra social elegida será documento suficiente para recibir cobertura, a
partir del primer día del tercer mes posterior a dicha confirmación.
"6. Una vez finalizado el trámite indicado en el numeral anterior, el beneficiario tendrá que realizar los trámites de la incorporación
personal y de su grupo familiar en la obra social elegida, la cual deberá recibir este trámite dentro de los quince (15) días posteriores al
referido pedido de incorporación, bajo apercibimiento de aplicar la suspensión de la posibilidad de continuar recibiendo opciones de
cambio de beneficiarios de todos los regímenes.
"Una vez confirmado el trámite, el sistema informará de manera automática, por vía del sitio web de la Superintendencia de Servicios
de Salud a:
"a) la obra social aún vigente;
"b) la obra social elegida;
"c) la Superintendencia de Servicios de Salud, mediante la Intranet del organismo;
"d) la AFIP, a los efectos del cumplimiento con lo dispuesto por el art. 3º, inciso c, del Decreto Nº 504/1998, mediante la publicación
de archivos en la Ventanilla Electrónica de la Superintendencia de Servicios de Salud.
"7. La opción se registrará en la base de datos de la Superintendencia de Servicios de Salud, pero se hará efectiva a partir del primer
día del tercer mes posterior al de la fecha de confirmación del trámite prevista en el punto 6.
"8. La AFIP validará la opción de cambio y comunicará a la Superintendencia de Servicios de Salud que la opción ha sido
definitivamente dada de alta, procediendo al correspondiente redireccionamiento de los aportes.
"9. Recibida por parte de AFIP esta información, la Superintendencia de Servicios de Salud informará, a través del aplicativo, a cada
obra social, la nómina de altas y bajas producidas por el procedimiento de opción de cambio.
"10. Las obras sociales deberán registrar las opciones de cambio en el libro especial rubricado previsto en el último párrafo del art. 3º
del Decreto Nº 504/1998, el que podrá ser reemplazado por el registro en el aplicativo informático de la Superintendencia de Servicios
de Salud, si así lo optaren".
Procedimiento para la anulación de opciones de cambio de obra social no suscriptas por el beneficiario (anexo II, res. 1216/2020):
"1. El beneficiario que denuncie no haber suscripto el correspondiente formulario de opción de obra social y alegue haber sido
traspasado contra su voluntad, deberá presentar el pedido de anulación de dicha opción a través de la plataforma de TRÁMITES A
DISTANCIA (TAD, www.tramitesadistancia.gob.ar), por correo electrónico o postal o en forma personal ante esta Superintendencia de
Servicios de Salud en cualquiera de sus sedes.
"2. Recibida la presentación, la Gerencia de Atención y Servicios al Usuario de Servicios de Salud (GASUSS) correrá traslado a la
obra social supuestamente elegida, intimándola a que, en el plazo perentorio de cinco (5) días hábiles administrativos, remita copia
certificada por escribano público del formulario de opción o del libro rubricado de actas donde conste el trámite, o acredite en forma
fehaciente haber dado prestaciones al beneficiario y/o a su grupo familiar, bajo apercibimiento de anular la opción, reasignando los
aportes y contribuciones, desde la fecha en que se había consignado el traspaso, de iniciar el proceso sumarial y de aplicar las
sanciones que correspondan.
"3. En caso de que el Agente del Seguro de Salud debidamente notificado no cumpla con lo requerido en la intimación prevista en el
numeral anterior, se procederá a la anulación inmediata del trámite de opción de cambio, reasignando los aportes y contribuciones,
desde la fecha de vigencia de la opción anulada.
"4. En caso de que el Agente del Seguro de Salud remitiere la copia certificada del formulario de opción y/o del libro rubricado, se
correrá traslado al usuario denunciante de toda la documentación, a fin de que manifieste si reconoce como propia la firma incluida en
los documentos que se le atribuyen, con carácter de declaración jurada. Para el caso de que la firma fuere desconocida, se procederá a

281
la anulación inmediata de la opción de cambio, reasignando los aportes y contribuciones, desde la fecha de vigencia de la opción
anulada, previa intervención de la Gerencia de Asuntos Jurídicos.
"5. En caso de que el Agente del Seguro de Salud acreditare fehacientemente haber brindado prestaciones al denunciante o su grupo
familiar, el pedido de anulación quedará sin efecto, previo traslado al denunciante e intervención de la Gerencia de Asuntos Jurídicos.
"6. En caso de que la firma del formulario o el libro de opción de cambio fuera desconocida por el denunciante, la Gerencia de
Atención y Servicios al Usuario de Servicios de Salud (GASUSS) elevará las actuaciones a la Gerencia de Asuntos Jurídicos a fin de
que inicie el procedimiento sumarial correspondiente.
"7. Si la Gerencia de Asuntos Jurídicos evaluare que existen elementos suficientes para presumir la comisión de un delito, se deberá
formular la denuncia penal correspondiente, sin perjuicio de las sanciones que pudieren corresponder al Agente del Seguro de Salud
denunciado en el plano administrativo.
"8. En el supuesto en que el reclamo de anulación de opción se encuentre acompañado de la acreditación de una necesidad de
atención médica de urgencia, las áreas intervinientes se encontrarán facultadas para acortar los plazos previstos en el presente
procedimiento o, incluso, proceder a efectuar la anulación de la opción en forma inmediata
"9. Frente a reiteradas anulaciones de trámites de opción de cambio, la Gerencia de Atención y Servicios al Usuario de Servicios de
Salud (GASUSS) podrá inhabilitar temporariamente al Agente del Seguro de Salud de destino de las opciones de cambio anuladas a
recibir trámites de opción de cambio, sin perjuicio de otras sanciones que pudieren corresponder, previa intervención de la Gerencia de
Asuntos Jurídicos.

6.1. Monotributistas sociales


Para recibir la cobertura de la obra social para el grupo familiar, el monotributista social debe abonar $ 520,61 por cada integrante.
La Superintendencia de Servicios de Salud suspendió hasta el 30 de noviembre los traspasos entre obras sociales de los
monotributistas sociales. El motivo es que fueron cambiados de obra social de "manera fraudulenta".
De acuerdo con la res. SSSalud 1219, "se han recepcionado diversas denuncias efectuadas por beneficiarios —incluidos en el
régimen de 'monotributo social'— y por organizaciones que los aglutinan, manifestando que se habrían producido, en ese
sector, opciones de cambio masivas que no fueron solicitadas por los titulares, de manera compulsiva y —por ende— fraudulenta...".
En síntesis, fueron traspasados, sin el consentimiento de afiliados monotributistas sociales, a determinadas obras sociales para
recibir los aportes de salud en detrimento de otras entidades.
Los monotributistas sociales suman unos 350.000.
Son trabajadores independientes o que integran una cooperativa de trabajo de menos de seis personas que tienen ingresos bajos,
inferiores a los 18.000 pesos mensuales.
Para recibir la cobertura de la obra social para el grupo familiar, el monotributista social debe abonar $ 520,61 por cada integrante de
la familia. El aporte jubilatorio está subsidiado al 100%.
En consecuencia, la SSSalud sostiene que reglamentará nuevos procedimientos "para hacer efectivo el derecho de opción, utilizando
instrumentos y plataformas digitales" para todos los monotributistas sociales y afiliados del sistema. Y agrega que hasta tanto se pongan
en vigencia esos nuevos procedimientos, "se considera necesario suspender preventivamente y por un breve plazo, la efectivización del
ejercicio del derecho de libre elección de obra social por parte de los trabajadores incluidos en el Régimen de Inclusión Social y
Promoción del Trabajo Independiente", los llamados monotributistas sociales.
Derecho a la libre elección de la obra social. Suspensión preventiva de la efectivización del ejercicio del derecho de libre elección de
obra social por parte de los trabajadores incluidos en el anexo de la ley 24.977, título IV: "Régimen de inclusión social y promoción del
trabajo independiente" (res. SSSalud 1219/2020):
Se suspendió "... a partir de la entrada en vigencia de la presente y hasta el día 30 de noviembre de 2020, inclusive, la
efectivización del ejercicio del derecho de libre elección de obra social por parte de los trabajadores incluidos en el Anexo de la Ley
24.977, Título IV: 'Régimen de inclusión social y promoción del trabajo independiente'.
"Al respecto, se dispone que, durante el período señalado en el párrafo anterior, las obras sociales deberán abstenerse de
recepcionar y/o instrumentar y/o formalizar cualquier trámite alcanzado por la suspensión dispuesta".
Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes Agropecuarios, ley 24.977, título IV (arts. 32 al 47):
El régimen simplificado e integrado relativo a los impuestos previstos en esta ley será de aplicación con las salvedades indicadas en
el presente título, para los titulares de pequeñas explotaciones agropecuarias, allí se dividen categorías y por facturación, muy similar a
los monotributistas clásicos, con otro target.

6.2. Las obras sociales y el COVID-19


La Superintendencia de Servicios de Salud reitera a los Agentes del Seguro de Salud (Obras Sociales) y Entidades de Medicina
Prepaga que, ante la pandemia de COVID-19 actualmente vigente, tienen la obligación de cubrir en todo el país la totalidad de los
tratamientos que requieran los pacientes con casos sospechosos o confirmados de haber contraído la enfermedad. Esta obligación
incluye la realización de tests diagnósticos (PCR y/u otros), traslados, medidas de aislamiento, internaciones, etcétera.
Las res. SSSalud 326/2020 (BO 15/4/2020) y 1095/2020 (BO 15/9/2020) establecen los módulos prestacionales de atención de casos
sospechosos y confirmados de COVID-19 y los valores de reintegro a que podrán acceder los agentes del seguro de salud que los
brinden.
Es lamentable que, en el marco de la grave situación socio sanitaria que atravesamos debido a la pandemia COVID-19, a algunos
beneficiarios y/o usuarios se les limite el acceso a las prestaciones o se los derive a los servicios del sistema público
El anexo I de la resolución analizada aprueba los módulos prestacionales y valores de cada uno de ellos:
1. Módulo de aislamiento y diagnóstico res. 326/2020

282
Valor del reintegro: hasta pesos diez mil ($ 10.000) por día, hasta un máximo de siete (7) días.
2. Módulo de unidad de cuidados críticos por COVID-19 sin asistencia respiratoria mecánica (ARM)
Valor del reintegro: hasta pesos diecinueve mil setecientos ($agregar espacio en todos los casos19.700) por día, hasta un máximo de
catorce (14) días.
3. Módulo de unidad de cuidados críticos por COVID-19 con asistencia respiratoria mecánica (ARM)
Valor del reintegro: hasta pesos veintitrés mil seiscientos cuarenta ($ 23.640) por día, hasta un máximo de catorce (14) días.
El anexo II prevé el procedimiento especial de reintegro de aranceles por prestaciones moduladas por COVID-19 para los agentes del
seguro de salud.
A requerimiento de los agentes de salud, para el financiamiento directo de las prestaciones, se prevé la presentación de
documentación (facturación, prestación brindada, declaración jurada etcétera) para que la partida sea imputada al Fondo de emergencia
y asistencia creado en el art. 6° del dec. 908/2016, destinados a la financiación prestaciones brindadas por COVID-19.
Posteriormente, la res. SSSalud 1095/2020 modifica la res. SSSalud 326/2020 y dispone que, al momento de la sanción de la res.
SSSalud 326/2020, resultaba difícil cuantificar el impacto y afectación de recursos necesarios que produciría la pandemia de COVID-19,
como así también determinar por cuánto tiempo se extendería esta crisis, por lo que resultaba imperiosa la adopción de medidas
oportunas tendientes a asegurar el normal funcionamiento de los agentes del seguro de salud y su capacidad de financiar las
prestaciones médico-asistenciales que deben brindar a sus beneficiarios, con motivo de sospecha o diagnóstico de COVID-19. Por esta
razón, sustituye los anexos I y II de la res. SSSalud 326/2020, conforme a los siguientes valores para cada prestación:
Anexo I
1. Módulo de aislamiento y diagnóstico
Valor del reintegro: hasta pesos diez mil ($ 10.000) por día, hasta un máximo de cinco (5) días.
2. Módulo de unidad de cuidados críticos sin asistencia respiratoria mecánica (ARM)
Valor del reintegro: hasta pesos diecinueve mil setecientos ($ 19.700) por día, hasta un máximo de diez (10) días.
3. Módulo de unidades de cuidados críticos por COVID-19 con asistencia respiratoria mecánica (ARM)
Valor del reintegro: hasta pesos veintitrés mil seiscientos cuarenta ($ 23.640) por día, hasta un máximo de diez (10) días.
Otros insumos: incluye todo lo indicado como tal, tanto del punto de vista cualitativo como cuantitativo de utilización para pacientes
asistidos en domicilio requeridos para una correcta asistencia del paciente. Este módulo podrá ser solicitado por pacientes que no hayan
percibido otros apoyos financieros contemplados por la res. 326/2020. Valor del reintegro: hasta pesos tres mil ($ 3.000) por día, hasta
un máximo de cinco (5) días.
Anexo II
Procedimiento especial de reintegro de aranceles por prestaciones moduladas por covid-19 para los agentes del seguro de salud
Procedimientos y requisitos que deben cumplimentar los agentes del Sistema Nacional del Seguro de Salud para acceder a la
asignación de recursos extraordinarios del Fondo de emergencia y asistencia creado en el art. 6° del dec. 908/2016, destinados a la
financiación de prestaciones brindadas por COVID-19.

7. Beneficiarios que deseen unificar sus aportes y contribuciones en un agente del seguro de salud
(241)
La res. SSSalud 362/2009  dispuso que los matrimonios en los que ambos cónyuges sean beneficiarios titulares podrán afiliarse a
un único agente del seguro, acumulando sus aportes y contribuciones.
También podrán realizar esta unificación: a) las personas que convivan con el afiliado titular y reciban del mismo ostensible trato
familiar. b) Los cónyuges o convivientes que pertenezcan a obras sociales con sistemas de opción de cambio diferenciados. c) Los
casos de pluriempleo de uno o ambos de los cónyuges o convivientes, desarrollando la posibilidad de direccionar los aportes y
(242)
contribuciones hacia el agente del seguro de salud elegido por los presentantes .

VI. Seguro nacional de salud

1. Preliminar
(243)
Quizá la más importante de las ideas rectoras de la ley 23.661  sea la de reafirmar el rol del Estado como conductor, coordinador
y controlador de las acciones tendientes a asegurar las prestaciones de salud; proponiendo articular las acciones de salud de las obras
sociales, de los servicios públicos y de los prestadores privados en un seguro nacional de salud de cobertura universal, estructura
participativa y administración descentralizada (progresiva por delegación a las autoridades jurisdiccionales mediante convenios).
El objetivo primordial del seguro es otorgar prestaciones igualitarias de salud, integrales y humanizadas, que tiendan a la promoción,
protección, recuperación y rehabilitación de la salud y que mejoren la calidad de vida.

2. Principios y criterios básicos incorporados a la ley


La cobertura universal —cumplimiento de un principio básico en el ámbito de la seguridad social— que se procura quedaría
efectivizada por la incorporación de los trabajadores autónomos y de aquellas personas que se encuentran sin protección médica
asistencial por no desarrollar tareas remuneradas.

283
Otro principio receptado por la ley es el de la solidaridad. Tal como ha funcionado hasta el presente, el régimen de obras sociales ha
perfilado en cada una de sus etapas un principio de solidaridad grupal, a través de los aportes de todos los adherentes que contribuyan
al sostenimiento financiero de cada obra social.
En la actual legislación se avanza aún más hacia una solidaridad más extendida, como lo muestra el mecanismo del fondo solidario
de redistribución a cargo de todas las obras sociales y cuyo destino es el financiamiento de las obras sociales de menos recursos.
Se ha procurado asegurar el principio de participación por medio del cual se crea, en el ámbito de la ANSSAL, una Comisión
Permanente de Concertación (art. 35), con representación de los agentes del seguro y de los organismos prestadores con el objetivo de
proponer procedimientos encuadrados en los objetivos fundamentales del sistema y elaborar las normas a que se ajustará la prestación
de los servicios.
El principio de inmediatez —ejecución descentralizada con fácil acceso del beneficio a la agencia local— se concreta por medio de la
introducción del criterio federalista (art. 48) a través de la posibilidad de permitir a las provincias, dentro de sus jurisdicciones, la
administración del seguro de salud. Ello implica para las jurisdicciones adheridas incorporar en su ámbito a las personas que, teniendo
residencia permanente en el país, se encuentren sin cobertura médico-asistencial, incluyendo a los trabajadores autónomos del régimen
nacional con residencia permanente en la jurisdicción que no sean beneficiarios de otros agentes del seguro (art. 49).

3. Carácter del sistema. Los agentes del seguro


La creación del Sistema Nacional del Seguro de Salud, que se establece en virtud del art. 1°, tiene el carácter de un seguro social y
tiende a asegurar el derecho a la salud, sin lugar a discriminaciones injustificadas. Pero ello implica, aún, mancomunar esfuerzos para
organizar y coordinar los recursos en una justa redistribución tendiente a eliminar la brecha que existe por la inequidad social que
excluye a determinados sectores de una cobertura mínima.
En su art. 17 se crea un registro especial, el Registro Nacional de Agentes del Seguro de Salud, del cual tal inscripción tiene vital
importancia, por cuanto habilita a los agentes del seguro para aplicar los recursos destinados a las prestaciones de salud previstos en la
Ley de Obras Sociales.
A modo de reparo, respecto de la administración de los fondos, se determina que la ANSSAL designará sindicaturas colegiadas (art.
19) para la fiscalización y control de los actos de los órganos y funcionarios de los agentes del seguro, en tanto tengan relación con las
disposiciones de la ley; está previsto que tales sindicaturas puedan abarcar a más de un agente del seguro.

4. Financiación
Los recursos de que dispone el sistema se conforman con:
- recursos de las obras sociales;
- aportes del presupuesto nacional y los de jurisdicciones adheridas;
- aportes del Tesoro nacional;
- sumas que ingresan al Fondo Solidario de Redistribución.

5. Sanciones. Cobro judicial. Competencia


La ley contempla la utilización de mecanismos sancionatorios de importancia en caso de inobservancia de las obligaciones
establecidas en el marco de la ley (art. 42).
Entre otras infracciones, podemos destacar:
- violación a las disposiciones de la ley 23.661 y a los estatutos de los agentes del seguro;
- violación de los prestadores de las condiciones acordadas en la contratación de los servicios;
- incumplimiento de directivas impartidas por la autoridad de aplicación;
- presentación extemporánea de programas, presupuestos y balances a que se está obligado.
Dentro de las sanciones cabe señalar:
Apercibimiento, multa, suspensión de hasta un año o cancelación de la inscripción en el Registro de Prestadores.
Son recurribles las multas y las suspensiones dentro de los diez días hábiles de notificación ante la Cámara Federal que corresponda
de acuerdo con el domicilio del recurrente.
El recurso se interpone ante la Subsecretaría de Salud de la Nación.

6. Capacidad instalada y prestación de servicios médicos


Señalamos que debe entenderse por capacidad instalada el conjunto de elementos materiales (camas disponibles, aparatos de
radiología, instrumental médico, etc.) que posibilita la prestación de los servicios médicos. Visto desde otro ángulo, referimos a la
cantidad y calidad de las prestaciones médicas que puede brindar una determinada institución sanitaria, sea pública o privada. En tal
sentido, se dispone que los agentes del seguro mantengan la actual capacidad instalada y se establece que no podrán incrementar la
existente, a menos que se adecuen a las normativas de la ANSSAL.
Las prestaciones de servicios de salud garantizados en el marco de la ley tienen el carácter de servicio de asistencia social de interés
público, subrayándose en este sentido la esencial e indelegable conducción del sistema por el Estado, a través del organismo técnico de
aplicación.

284
VII. PMO y emergencia sanitaria nacional

1. El PMO
(244)
El programa médico obligatorio de emergencia (PMOE), creado por dec. de necesidad y urgencia 486/2002  y aprobado por res.
(245)
MS 201/2002 , establece las prestaciones básicas esenciales que deben garantizar las obras sociales y agentes del seguro a toda la
población beneficiaria.
(246)
La res. MS 1714/2007  aclara que el PMO quedó conformado por la res. MS 1991/2005 que aprobó el PMO, el cual había sido
incorporado en el marco de la emergencia sanitaria nacional (res. MS 201/02), manteniendo su vigencia desde el 1 de enero de 2006 en
su actual conformación, distinguiéndolo del dictado en aquella emergencia.
La ley 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública fortalece las facultades
regulatorias del Ministerio de Salud dotándolo de un margen de actuación muy amplio.
Mantiene la prioridad prevista para los programas del Ministerio de Salud, establecidos por el art. 1° del dec. 450/2002, sustituido por
el dec. 1053/2002, y los que en un futuro los reemplacen para el ejercicio 2020 (art. 64).

(247)
2. La res. MS 781/2020
En el marco de la situación económica y social que atravesaba el país, el Congreso dictó la ley 27.541, de Solidaridad Social y
Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública. Esta ley declaró la emergencia pública en materia económica,
financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social hasta el 31 de diciembre de 2020.
Con fecha 11 de marzo de 2020, la OMS declaró el brote del nuevo coronavirus COVID-19 como una pandemia, luego de que el
número de personas infectadas a nivel global llegara a 118.554 y el número de muertes a 4281, afectando hasta ese momento a 110
países.
Ante esta situación, el Poder Ejecutivo nacional, mediante el DNU 260/2020, amplió la emergencia pública en materia sanitaria
establecida por la ley 27.541 por el plazo de un año a partir de su entrada en vigencia, la que se produjo el día 13 de marzo de 2020.
Resulta de público conocimiento que, desde tiempo antes que se dictara la emergencia sanitaria, el sector salud se encuentra en un
estado crítico.
Que de las casi trescientas obras sociales que actualmente están inscriptas en el Registro Nacional de Obras Sociales (RNOS),
aproximadamente cien están en situación de crisis económico-financiera.
En este sentido, la recaudación de aportes genuinos de muchas de ellas no cubre la canasta básica prestacional necesaria para
cumplir las normativas vigentes, lo que repercute en que solo sea sostenible su cobertura bajo política de subsidios del Fondo Solidario
de Redistribución.
El art. 79 de la ley 27.541 suspendió hasta el 31 de diciembre de 2020 las ejecuciones forzadas de los créditos que el Estado
nacional, sus entes centralizados o descentralizados o autárquicos, las empresas estatales o mixtas, cualquier entidad en la que el
Estado nacional tenga el control del capital o de la toma de decisiones y los entes públicos no estatales, posean contra los prestadores
médico asistenciales públicos o privados de internación, de diagnóstico y tratamiento, que cuenten con el certificado de inscripción del
Registro Nacional de Prestadores Sanatoriales que emite la Superintendencia de Servicios de Salud, así como contra los
establecimientos geriátricos y de rehabilitación prestadores del Sistema Nacional del Seguro de Salud y del Instituto Nacional de
Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, incluyéndose dentro de la suspensión prevista, la traba de las medidas cautelares
preventivas o ejecutivas dictadas contra los agentes del Sistema Nacional del Seguro de Salud incluyendo al Instituto Nacional de
Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados. Las sentencias que se dicten dentro del plazo establecido no podrán ejecutarse hasta
su expiración, en tanto importen desapoderamiento de los bienes afectados al giro de la actividad que desempeña o traba al normal
desempeño de su funcionamiento.
Por el art. 82 de la ley 27.541 se suspendieron hasta el 31 de diciembre de 2020 las ejecuciones forzadas de los créditos que la AFIP
posea contra los prestadores médico-asistenciales en internación, de diagnóstico y tratamiento, en ambos casos públicos o privados, a
cuyo efecto deberán contar con el certificado de inscripción del Registro Nacional de Prestadores Sanatoriales que emite la
Superintendencia de Servicios de Salud.
Por el art. 80 de la ley 27.541 se instruyó a la AFIP para que establezca prórrogas y planes especiales de facilidades de pago de los
tributos, sus intereses y multas, adeudados por los citados sujetos, requiriendo a quienes pretendan acogerse a estos beneficios contar
con el certificado de inscripción del Registro Nacional de Prestadores Sanatoriales que emite la Superintendencia de Servicios de Salud.
El art. 81 de la misma ley creó en el ámbito del Ministerio de Salud una comisión asesora con el objeto de relevar la situación de
endeudamiento sectorial público y privado, con énfasis en el ámbito prestacional y las alternativas para la regularización de las
acreencias de los prestadores del Sistema Nacional del Seguro de Salud, a excepción del Instituto Nacional de Servicios Sociales para
Jubilados y Pensionados.
Como puede verse, las medidas señaladas se encuentran orientadas en todos los casos a paliar la situación desfavorable en que se
encuentran actualmente los diversos actores del sistema de salud.
En el marco de la emergencia pública actualmente vigente en distintas materias, pero fundamentalmente en materia sanitaria, la
incorporación de nuevas entidades en los Registros Nacionales de Obras Sociales (RNOS) y de Entidades de Medicina Prepaga
(RNEMP) se considera contraproducente para la debida atención de la población beneficiaria.
Que, como recurso escaso, el Fondo Solidario de Redistribución no puede soportar mayor drenaje de fondos hacia nuevos agentes
del seguro de salud, por lo que se hace imperioso que los recursos del sistema no se sigan distribuyendo entre nuevos agentes para
cubrir una misma población.
La fragmentación y segmentación del sistema de salud torna inconveniente profundizar su atomización con la creación de nuevas
entidades o con la ampliación territorial de las ya existentes.

285
Que los pedidos de registro de nuevas entidades actualmente en curso o la extensión de su ámbito territorial, en caso de obtener
acogida favorable, perjudicarían el funcionamiento de otras obras sociales y entidades de medicina prepaga en funcionamiento, al
sustraer necesariamente una porción de su población.
Resulta necesario, a fin de garantizar la sostenibilidad del sistema de salud, suspender, en tanto dure la emergencia sanitaria, la
inscripción por parte de la Superintendencia de Servicios de Salud de nuevos Agentes del Seguro de Salud en el Registro Nacional de
Obras Sociales (RNOS) y nuevas entidades en el Registro Nacional de Entidades de Medicina Prepaga (RNEMP), e instruir a la
autoridad de aplicación para que, durante el período de suspensión, proceda a la revisión de las condiciones de inscripción de las
entidades inscriptas.
La ley 27.541 ha puesto en cabeza del Ministerio de Salud la instrumentación de las políticas referidas a la emergencia sanitaria
declarada y lo ha facultado para dictar las normas aclaratorias y complementarias pertinentes. Como consecuencia se dictó la res. MS
781/2020 que suspende, durante la vigencia de la emergencia pública en materia sanitaria: 1) la recepción de pedidos de inscripción de
nuevos agentes del seguro de salud al Registro Nacional de Obras Sociales (RNOS), así como todo trámite que se encuentre
actualmente en curso al mismo efecto o para extender su ámbito de actuación territorial. 2) la recepción de pedidos de inscripción de
nuevas entidades en el Registro Nacional de Entidades de Medicina Prepaga (RNEMP), así como todo trámite que se encuentre
actualmente en curso al mismo efecto o para extender su ámbito de actuación territorial. La presente medida no afectará el
funcionamiento de aquellas entidades que cuenten con inscripción provisoria y se encuentren tramitando la inscripción definitiva.
También se instruye a la Superintendencia de Servicios de Salud para que, durante el período de suspensión dispuesto, proceda a la
revisión de las condiciones de inscripción de las entidades actualmente inscriptas en los mencionados registros.
Por último, la ley 27.541 restablece el objetivo de universalizar el acceso a medicamentos esenciales a través del Programa Nacional
"Remediar" (art. 76).
(248)
En este orden de ideas, se dicta la res. MS 248/2020  que relanza el Programa Nacional Remediar con el fin de dar cumplimiento
a la delegación efectuada por la ley 27.541 de "procurar el suministro de medicamentos esenciales para tratamientos ambulatorios a
pacientes en condición de alta vulnerabilidad social, el acceso a medicamentos e insumos esenciales para la prevención y tratamiento
de enfermedades infecciosas y crónicas no transmisibles".

3. Sobre el PMO

3.1. Contenido
El PMO es la canasta de prestaciones básicas que todo seguro de salud debe cubrir en forma obligatoria. El programa que se hallaba
en vigencia hasta la sanción del actual tenía fallas estructurales desde el momento mismo de su creación. Esto dio lugar a que la gran
mayoría de los agentes del seguro de salud se vieran imposibilitados de cumplirlo. En consecuencia, muchos beneficiarios no recibían
nada, alterándose el principio de solidaridad que se halla en el germen mismo de la creación del sistema de obras sociales de nuestro
país.
Se trata de una canasta de prestaciones básicas que todo seguro de salud debe cubrir en forma obligatoria, obras sociales de fondo
y entidades de medicina prepaga, sin carencias ni preexistencias.
Lo que se busca con el PMO, que tiene validez por sucesivas prórrogas, es garantizar a los beneficiarios del Sistema de Seguro de
Salud el acceso a las prestaciones médicas básicas. Mientras las prestadoras de salud señalan que es un techo, por la gran cantidad de
contingencias que se fueron agregando, la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación puja por contraatacar que es un piso
mínimo.
El programa es un catálogo de referencia para el conjunto de las prestaciones a llevar a cabo en el país.
Hoy el beneficiario de la seguridad social no tiene garantizada la cobertura porque existe una incompatibilidad absoluta entre aquello
que se decía garantizar y los fondos que había para hacerlo.
En el anterior PMO se les pedía a los agentes del seguro de salud que tuvieran un médico de familia por cada 1000 habitantes. Si
hacemos la cuenta, se necesitaban 37.000 médicos de familia. Se garantizaba algo que no se podía cumplir. Y además se pagaban
prácticas de alta complejidad no basadas en evidencia científica, es decir, sin justificación; por lo tanto, la perversión del sistema llevaba
a una dilapidación de las prestaciones, de modo que podría ocurrir perfectamente que una persona con discapacidad tuviera alguna
necesidad imperiosa de atención y no hubiera fondos para pagarlo.
Otra cuestión fundamental es la referida al formulario terapéutico. La Confederación Médica de la República Argentina presentó el
nuevo formulario terapéutico nacional, en su afán de mejorar la calidad de la atención, proponiendo con esta herramienta el uso racional
de medicamentos y estimular la prescripción de los más seguros. Además, se trata de que la provisión de los fármacos esenciales
llegue a los sectores más desprotegidos. Ello no solo conduce a bajar los costos para racionalizar los gastos, sino que también trata de
desarrollar en el profesional un pensamiento crítico en el momento de realizar la prescripción, para lograr un tratamiento adecuado y
evitar así los actos reflejos o conductas inducidas por mala información, publicidad abrumadora y exceso de nombres comerciales.
Este formulario terapéutico debe ser la base y la guía para que se conforme una nueva calidad en la prescripción médica. Para ello
será necesario el apoyo de la educación continua de los profesionales de la salud, con vistas a una estrategia de conjunto, donde los
distintos actores: universidades, instituciones y organizaciones intermedias brinden toda la información para la prescripción de
genéricos.
(249)
El Dr. Héctor Buschiazzo , representante de la Comisión de Medicamentos de la Confederación Médica de la República
Argentina, señaló "que es indispensable considerar criterios claros de selección frente a las distintas patologías a tratar (demanda real) y
a la inmensa oferta del mercado. Cuando dos medicamentos poseen diferente eficacia (efecto final buscado) a iguales riesgos (efectos
tóxicos y/o adversos), se debe seleccionar el más eficaz o beneficioso sin tener en cuenta los costos. Estas conclusiones deben llevarse
a cabo considerando estudios fármaco-epidemiológicos, que han evaluado la utilidad de las respectivas patologías y el grado de
efectividad de dichos tratamientos sobre poblaciones (IV nivel) en cuanto a los efectos sobre las variaciones de morbimortalidad
ocasionada. En cambio, si dos medicamentos poseen la misma relación beneficio/riesgo, se deben utilizar parámetros económicos de
beneficio/costo, siempre y cuando los criterios de bioequivalencia, biodisponibilidad o grados de disolución demuestren calidad y
seguridad similares".

286
De ello se desprende, entonces, el esquema que la Nación traza a través del "uso racional del medicamento" como la aplicación del
conjunto de conocimientos avalados científicamente y por evidencias basadas en calidad, eficiencia, eficacia y seguridad; que
permitirían seleccionar, prescribir, dispensar y utilizar un determinado medicamento en el momento preciso y problema de salud
apropiado, con la participación activa del paciente, posibilitando su adhesión y el seguimiento del tratamiento.
Dentro del esquema del PMO, se pueden citar las contingencias cuya cobertura se garantiza:
1. Se contempla la cobertura durante el embarazo y el parto a partir del diagnóstico y hasta el primer mes luego del nacimiento, en el
marco del Plan Materno Infantil.
La cobertura es del 100% tanto en internación como en ambulatorio. Atención del recién nacido hasta cumplir un año de edad.
Se contemplan actividades para la promoción de la salud en general y la salud mental en particular.
La obra social debe otorgar la cobertura del 100% de tratamientos y medicamentos de la madre y del niño por nacer, hasta el año de
vida del bebé, conforme lo prevé el anexo I de la res. 201/2002 del PMO - Plan Materno Infantil, siendo dicho plazo razonable en función
a los intereses tutelados.
2. Se incorpora al PMO la cobertura integral de leche medicamentosa, para cualquier paciente, sin límite de edad.

(250)
3.2. La ley 27.305
La Nación, la Dirección de Ayuda Social para el Personal del Congreso de la Nación, las entidades de medicina prepaga y las
entidades que brinden atención al personal de las universidades, así como también todos aquellos agentes que brinden servicios
médico-asistenciales a sus afiliados independientemente de la figura jurídica que posean, incorporarán como prestaciones obligatorias y
a brindar a sus afiliados o beneficiarios, la cobertura integral de leche medicamentosa para consumo de quienes padecen alergia a la
proteína de la leche vacuna (APLV), así como también de aquellos que padecen desórdenes, enfermedades o trastornos
gastrointestinales y enfermedades metabólicas, las que quedan incluidas en el PMO.
Será beneficiario de esta prestación cualquier paciente, sin límite de edad, que presente la correspondiente prescripción del médico
especialista que así lo indique.

3.3. Cobertura en materia de SIDA y drogadicción


La ley 24.455 sancionada el 8 de febrero de 1995 prevé el 100% de cobertura en materia de SIDA y drogadicción.
En este tema interesa el siguiente precedente:
Una empresa de medicina prepaga debe reafiliar a quien se asoció sin declarar que padecía HIV, ya que se encuentra comprometido
su derecho a la salud e integridad física.
Partes: "G. N. N. c. OSDE s/incidente de medida cautelar"
Tribunal: cNFed. Civ. y Com., sala/Juzgado II, 10/12/2015, publ. 23/5/2016. Cita: MJ-JU-M-97896-AR | MJJ97896 | MJJ97896
La empresa de medicina prepaga debe reafiliar a quien se asoció sin declarar que padecía HIV, ya que se encuentra comprometido el
derecho a la salud e integridad física de las personas, reconocido por los pactos internacionales de jerarquía constitucional.

3.4. Sistema de Prestaciones Básicas en Habilitación y Rehabilitación Integral a Favor de las Personas con Discapacidad, ley
(251)
24.901 . Sancionada: noviembre 5 de 1997. Promulgada de hecho: diciembre 2 de 1997
Frente al énfasis puesto en los tratados internacionales para preservar la vida de los niños —con quienes corresponde equiparar a
las personas con diferentes capacidades—, el Estado no puede desentenderse de sus deberes haciendo recaer el mayor peso de la
realización del servicio de salud en entidades que no han dado siempre adecuada tutela asistencial.
Según la jurisprudencia, ¿qué prestaciones deben cubrir el Estado nacional, las obras sociales y las empresas de medicina prepaga
a las personas con síndrome de Down?
Entre otras, deben cubrir el costo de:
— prestación de escolaridad (conf. CNFed. Civ. y Com., 12/8/2014, "S. L. F. c. OSDE", MJJ89607);
— estimulación temprana (conf. CFed. Bahía Blanca, 14/2/2014, "F. A. J. c. Swiss Medical SA y otro", MJJ84959), y
— formación laboral y servicio de transporte (conf. CNFed. Civ. y Com., 18/3/2014, "P. V. D. c. Comisión Nacional Asesora para la
internación de personas discapacitadas y otro", MJJ86417).
Las leyes 22.431 y 24.901, y el dec. 762/1997 ponen a cargo del Estado nacional, a través de sus organismos o dependencias
(Ministerio de Salud y Acción Social; SNR y CONADIS), el sistema de prestaciones básicas para la preservación de la salud y la
integridad física de las personas con capacidades diferentes, en la medida en que estas, las personas de quienes dependan o las obras
sociales no puedan afrontarlas.

3.5. Personas electrodependientes, ley 27.351


(252)
El gobierno nacional publicó en el Boletín Oficial el dec. 740/2017  que reglamenta la ley 27.351.
Habrá un registro de electrodependientes, los cuales gozarán de un tratamiento tarifario especial gratuito en el servicio público de
provisión de energía eléctrica que se encuentre bajo jurisdicción nacional que garantiza el servicio y la gratuidad del suministro eléctrico
para los hogares con personas cuyos problemas de salud los obliga a depender del uso permanente de equipos eléctricos.
Asimismo, se establece que el Ministerio de Energía y Minería será la autoridad a cargo de su aplicación.
El beneficio para los denominados "electrodependientes" fue aprobado el 19 de abril del año pasado por unanimidad en la Cámara de
Diputados.

287
Además de garantizar el suministro y la gratuidad del servicio, la nueva ley exime a los hogares "electrodependientes" de los costos
que demanden la instalación o adaptación del inmueble a las necesidades del paciente, al tiempo que los exceptúa de cualquier
programa de premios y castigos destinado a incentivar la baja del consumo eléctrico.

3.6. Programa Nacional de Salud Sexual


(253)
La ley 25.673  crea el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, prevención del aborto, prevención de
enfermedades de trasmisión sexual. Acceso a orientación, métodos y prestaciones de servicios. Incluye prevención de embarazos no
deseados y tiene también como objetivo potenciar la participación femenina en la toma de decisiones relativas a su salud sexual.

3.7. Cobertura de medicamentos en enfermedades crónicas


La res. 310/2004 modificatoria de la res. 201/2002 asegura el 70% de descuento en medicamentos destinados a patologías crónicas
prevalentes (enfermedades cardiovasculares, respiratorias, neurológicas, reumáticas, etc.).

3.8. Cobertura de medicamentos contra la diabetes


(254)
La ley 26.914  modifica las disposiciones de la ley 23.753 y en lo particular dispone el 100% de la cobertura de medicamentos y
reactivos de diagnóstico para autocontrol de los pacientes con diabetes, y en las cantidades que indique la prescripción médica.

3.9. Prevención y control de trastornos alimenticios


(255)
La ley 26.396  declara de interés nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios, que comprenderá la investigación
de sus agentes causales, el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vinculadas, asistencia integral y rehabilitación, incluyendo la
de sus patologías derivadas, y las medidas tendientes a evitar su propagación.
Se entiende por trastornos alimentarios, a los efectos de esta ley, a la obesidad, a la bulimia y a la anorexia nerviosa, y a las demás
enfermedades que la reglamentación determine, relacionadas con inadecuadas formas de ingesta alimenticia.
En el particular, resulta importante el siguiente precedente que dispone que la obra social debe cubrir la operación de bypass gástrico
al amparista sin exigirle el cumplimiento del tratamiento multidisciplinario.
Autos: "M. E. E. c. OSPE s/amparo ley 16.986 s/inc. de medida cautelar". Tribunal: cFed. Mar del Plata, 3/4/2019.
La obra social debe cubrir en su totalidad la operación de by pass gástrico con el equipo médico elegido por el amparista y sin exigirle
el cumplimiento de veinticuatro meses previos de tratamiento multidisciplinario.
El fallo ordenó a la obra social a brindar cobertura total del  by pass  gástrico a realizarse con el equipo médico elegido por el
amparista, ya que si bien este no cumplió con los requisitos del dec. 742/2009 porque no acreditó la realización de veinticuatro meses
previos de tratamiento multidisciplinario, el sentido común indica como excesivo requerirle a un paciente enfermo la acreditación
mensual (con certificados médicos) de esos tratamientos, cuando lo más probable es que durante esos años previos a este tipo de
cirugías los pacientes no tengan en miras realizar una cirugía bariátrica, sino mejorar su salud mediante el descenso de peso, máxime
cuando la certificación del médico tratante refiere a la realización de tratamientos anteriores seguidos durante años.
Cuando hay riesgo y es inminente el peligro de daño a la salud y a una buena calidad de vida, la seguridad previsible obliga antes y
no después a impedir su generación y, en todo caso, a contar a cargo de quien lo provoca, con las fuentes de financiamiento al
padecimiento, que sean oportunas y funcionales.

3.10. Enfermedades oncológicas


Si bien se derogaron las normas específicas que establecían la cobertura de medicamentos para pacientes oncológicos, el PMO
dispuesto por la res. MS 201/2002 en el art. 7.3 del anexo I, contempla la cobertura del 100% para los beneficiarios, a cargo del agente
del seguro de salud, de los medicamentos que se detallan y los que la autoridad de aplicación incorpore en el futuro y en la lista se
contempla, entre otros, los medicamentos para uso oncológico según protocolos oncológicos aprobados por la autoridad de aplicación.

3.11. Enfermedad celíaca


(256)
Ley 26.588  declara de interés nacional la atención médica, la investigación clínica y epidemiológica, la capacitación profesional
en la detección temprana, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad celíaca, su difusión y el acceso a los alimentos libres de gluten.
(257)
La res. MS 407/ 2012  dispone que "las obras sociales enmarcadas en las leyes 23.660 y 23.661, la obra social del Poder Judicial
de la Nación, la Dirección de Ayuda Social para el Personal del Congreso de la Nación, las entidades de medicina prepaga y las
entidades que brinden servicios médicos asistenciales a sus afiliados independientemente de la figura jurídica que posean, deben
brindar cobertura asistencial a las personas con celiaquía, que comprende la detección, el diagnóstico, el seguimiento y el tratamiento
de la misma, incluyendo las harinas y premezclas libres de gluten, cuya cobertura determinará la autoridad de aplicación".
Que la reglamentación a dicho artículo (dec. 528/2011, anexo I, art. 9º) obliga a las entidades aludidas a brindar una cobertura a sus
afiliados del 70% de la diferencia del costo de harinas y premezclas libres de gluten respecto de aquellas que poseen gluten.
(258)
La res. MSyDS 775/2019  determinó que el valor que deberá ser cubierto mensualmente por las entidades alcanzadas por el art.
9º de la ley 26.588 a sus afiliados con diagnóstico de celiaquía, será de $ 900,90, que deberá actualizarse periódicamente.

288
"La implementación depende de las obras sociales y prepagas, algunas lo descuentan de la cuota, otras lo reintegran; lo que
estamos viendo es que la celiaquía se está tomando como enfermedad preexistente, entonces cuando alguien con celiaquía quiere
ingresar a una obra social o prepaga es rechazada o bien se le cobra un plus", otra problemática que visualizamos es que en las
provincias que no adhirieron a la ley no sólo no se cumple este beneficio, sino que además no están cubiertos algunos anticuerpos para
hacer el diagnóstico".

3.12. Reproducción medicamente asistida


(259)
La ley 26.862  estableció el acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamente
asistida.
Quedan obligados a brindar cobertura en los términos de la presente reglamentación y sus normas complementarias los agentes del
Sistema Nacional del Seguro de Salud enmarcados en las leyes 23.660 y 23.661, las entidades de medicina prepaga (ley 26.682), el
Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (ley 19.032), la Obra Social del Poder Judicial de la Nación, la
Dirección de Ayuda Social para el Personal del Congreso de la Nación, el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas, las Obras
Sociales Universitarias (ley 24.741), y todos aquellos agentes que brinden servicios médico asistenciales independientemente de la
forma jurídica que posean.
El sistema de salud público cubrirá a todo argentino y a todo habitante que tenga residencia definitiva otorgada por autoridad
competente, y que no posea otra cobertura de salud.
En los términos que marca la ley 26.862, una persona podrá acceder a un máximo de cuatro tratamientos anuales con técnicas de
reproducción médicamente asistida de baja complejidad, y hasta tres tratamientos de reproducción médicamente asistida con técnicas
de alta complejidad, con intervalos mínimos de tres meses entre cada uno de ellos.
Se deberá comenzar con técnicas de baja complejidad como requisito previo al uso de las técnicas de mayor complejidad. A efectos
de realizar las técnicas de mayor complejidad deberán cumplirse como mínimo tres intentos previos con técnicas de baja complejidad,
salvo que causas médicas debidamente documentadas justifiquen la utilización directa de técnicas de mayor complejidad.
Quedan incluidos en el PMO los procedimientos y las técnicas de diagnóstico, medicamentos y terapias de apoyo para la
reproducción médicamente asistida reguladas en el art. 8° de la ley 26.862.
No se considerará como situación de preexistencia, en los términos del art. 10 de la ley 26.682, la condición de infertilidad o la
imposibilidad de concebir un embarazo.
El Ministerio de Salud de la Nación avanza en la clarificación de la ley 26.862, que reglamenta la cobertura de la reproducción
médicamente asistida.
(260)
La res. MS 1044/2018  dispuso que cuando se trate tratamientos con óvulos propios, la edad máxima será de 44 años; mientras
que para los casos en que se utilicen óvulos donados, se extiende hasta 51 años al momento de acceder al tratamiento. Para el
supuesto que la mujer de entre 44 y 51 años de edad haya criopreservado sus propios óvulos antes de la edad de 44 años, podrá
realizar cualquier tratamiento médico asistido con dichos óvulos.
La ley establece que el tratamiento deberá ser cubierto por la obra social o empresa de medicina prepaga del paciente, y para
aquellas personas que no cuentan con ninguna de las dos opciones, será el Estado quien se haga cargo de cubrirlo.
Sobre este aspecto, surge una primera duda, sobre quién debe cubrir el tratamiento cuando los integrantes de una pareja tienen
distinta obra social, o empresa de medicina prepaga, para cada uno.
No está determinado en la reglamentación cuál deberá hacerse cargo del gasto del tratamiento, o si debieran compartirlo. En la
práctica, es común que el tratamiento lo cubra la obra social de la mujer porque es quien se hace la estimulación y la punción, pero
entendemos que la situación requiere reglamentación al respecto.
(261)
La res. MS 1045/2018  dispone que todo medicamento aplicado a cualquier tratamiento de reproducción médicamente asistida
deberá ser brindado con cobertura al 100% por los agentes obligados y ya mencionados.

VIII. De las acciones por reclamos

1. La acción de amparo
La acción de amparo es la vía procesal apta para formular el reclamo contra el Estado nacional.
Lo expuesto no impide que el Estado nacional —si corresponde— recupere los costos que le insuma la atención, por las vías
pertinentes de quien —en definitiva— resulte obligado a afrontarla financieramente.
La existencia de una obra social que deba cumplir el PMO no puede redundar en perjuicio del afiliado y menos aún de una persona
con necesidades especiales que merece particular atención, no solo de quienes están directamente obligados a su cuidado, sino
también la de los jueces y de la sociedad toda (Fallos 322:2701 y 324:122).
El remedio judicial del amparo es el camino idóneo frente a la negativa, sin perjuicio de las acciones que correspondan por imperio de
la ley 24.240 y modificatorias (usuarios y consumidores) para que se aplique la sanción pecuniaria.
El fuero competente para interponer el amparo en el orden nacional es el fuero en lo Civil y Comercial Federal, siendo en las
provincias el fuero federal por excelencia
El trabajador tiene derecho a una obra social que le garantiza el sistema, independientemente de que la empresa donde presta
servicios tenga su propia prestadora.
La obra social es irrenunciable, aun en los supuestos de tener contratada una medicina prepaga, sea quien fuere. Se pueden derivar
aportes a esta, y el afiliado paga el plus por el plan superador contratado con la prestadora.

289
2. Reclamo administrativo de reclamos
La res. SSSalud 75/1998 permite al afiliado efectuar su reclamo administrativo ante la Superintendencia, por problemas de
prestaciones, de afiliación, de adherentes, pero la Superintendencia no tiene imperium, salvo en los casos administrativos, para ordenar
las falencias, por ello la vía idónea es el amparo judicial.
Se ha pensado en una instancia obligatoria administrativa previa, pero eso aún no ha prosperado.

3. Defensor del beneficiario


El dec. 1547/2007 crea la figura del defensor del beneficiario, en el marco de la res. SSSalud 75/1998, pero tiene injerencia
solamente administrativa.
El reclamo puede ser iniciado por el usuario titular, incluso en representación de miembros del grupo familiar a su cargo, por
apoderado, o en caso de urgencia, por una persona que actúe como gestor oficioso, que actúa sin mandato en un interés ajeno. En este
último caso, la actuación debe ser ratificada por el usuario titular, dentro de los treinta días siguientes.
El procedimiento es gratuito para esas personas y el trámite es sumarísimo, lo que implica la utilización de plazos muy breves. El
plazo en que la obra social o entidad de medicina prepaga debe notificar la respuesta al reclamo depende del tipo de trámite que se le
asigna.
Si el trámite es normal, el plazo es de hasta 10 días corridos desde la recepción del reclamo.
En cambio, cuando el reclamo se relacione con ciertos tratamientos (por ejemplo, los tratamientos oncológicos), o con la internación,
el embarazo, o la atención al recién nacido hasta el primer año de vida, el trámite se considera especial y la respuesta (informe de
solución) debe ser brindada en un plazo que no exceda de 5 días corridos.
Si el usuario que haya presentado su reclamo ante la obra social o entidad de medicina prepaga, al recibir la notificación del informe
de solución de cualquiera de estas entidades, lo considerare no satisfactorio, podrá insistir con el reclamo, dentro del plazo de 10 días
corridos, ante la Superintendencia de Servicios de Salud.
En el ámbito judicial, los beneficiarios o usuarios pueden iniciar una demanda para obtener el cumplimiento de la prestación de salud
que reclamen, lo que incluye, si procediera, la vía de la acción de amparo, en la que es posible solicitar, como medida cautelar, el
otorgamiento provisional de la prestación anticipada a la resolución final, cuando se acredite la verosimilitud del derecho y la existencia
del peligro en la demora que acarrearía la espera de la sentencia que resuelva el reclamo.

4. Visión en el derecho comparado


A continuación, se reproducen, a modo de ejemplo, dos mecanismos de reclamación de distintos países:
Conamed en México: comisión Nacional de Mediación y Arbitraje Obligatorio previo a la instancia judicial.
Perú: instancia de Mediación y Arbitraje previo a la instancia judicial.

5. Sanciones a las obligaciones establecidas en la ley 23.661


La ley dispone distintas sanciones a los incumplimientos que van desde el apercibimiento, multa y suspensión hasta un año o
cancelación de la inscripción en el Registro de Prestadores.
Las sanciones son recurribles dentro de los 10 días hábiles de notificación ante la Cámara Federal que corresponda, de acuerdo con
el domicilio del recurrente
Se establece la competencia de la ley 24.240 y modificatorias (usuarios y consumidores) en cuanto a la aplicación de multas por
infracciones administrativas de las prestadoras médico-asistenciales (valor de cuota, cartillas, etc.).
También resultan de aplicación las sanciones por vía de la ley 18.695, multas por infracciones al incumplimiento de las normas de
seguridad social, como asimismo la res. gral. AFIP 2766/2010 y sus modificatorias.

IX. Nuevos desafíos

1. Telemedicina y salud digital


"En Salud Digital el objetivo es aumentar la seguridad del paciente y hacer más accesibles los servicios sanitarios a todos los
ciudadanos.
"Transitamos esta era caracterizada por la irrupción de la nueva tecnología, una nueva relación médico-paciente y un nuevo modelo
de organización sanitaria.
"La salud digital como conjunto de las tecnologías aplicadas al ecosistema sanitario que provocan cambios disruptivos, tienen que
tener en cuenta el acceso y la seguridad junto a calidad y equidad.
"La transformación digital supone la transformación de los pacientes en cuidados sanitarios, en torno al mejoramiento del cuidado de
la salud y de la sustentabilidad del sistema".
La clave para abordar esta problemática —cuyos impactos van más allá del papeleo extra— está en la inversión tecnológica y en la
simplificación de procesos. Por eso, desde hace un tiempo el Estado nacional apuesta a consolidar una plataforma que permita

290
interconectar los diferentes sistemas de información existentes en el país. Una plataforma que contenga todos los datos médicos del
paciente y resulte a la vez accesible y confidencial.

2. Programa Federal de Salud Digital


La iniciativa promueve acortar las brechas tecnológicas entre las jurisdicciones y promover la gestión de los servicios de salud a
través de la integración de los subsistemas de salud público y privado.
A partir de la Red Nacional de Salud Digital cada ciudadano tiene a disposición una historia clínica electrónica interoperable y puede
acceder a otros servicios digitales como recetas electrónicas, permitiendo que en un futuro cercano la información en términos de salud
sea propiedad del paciente.
El proyecto se originó a mediados de 2018, y desde la primera implementación se registraron ya de forma voluntaria casi tres
millones de pacientes de veinticuatro provincias. Gracias al uso de una interfaz central de programación de aplicaciones, todos los
centros de salud del país pueden solicitar y transferir información que se verifica con un sistema de identificación cruzada de pacientes
en tiempo real.
Con la nueva Red Nacional de Salud Digital la Argentina puede ahora seguir en la búsqueda de soluciones que mejoren la
experiencia de los pacientes.
De hecho, se está en proceso de implementar un estándar nacional de prescripciones digitales que permitirá a los médicos expedir
recetas, corroborar las interacciones con otros proveedores y compartirlas de forma digital con las farmacias, para eliminar el papeleo y
las verificaciones de cobertura.

3. La historia clínica electrónica unificada


Se había intentado hacer esto durante años en pos de alcanzar la difícil interoperabilidad entre distintos formatos correspondientes a
cada centro de salud.
Hoy, en la Red Nacional de Salud Digital, no fue necesario el cambio del software, ni la base, ni la plataforma que usa cada uno de
los proveedores de salud, Ahora no se necesita un mismo formulario, sino que la plataforma puede tomar diferentes planillas con
diversos formatos, integrar los datos y hacerlos legibles. Es la primera vez que en la Argentina se pueden juntar todos los datos de
distintas fuentes.
Con esta tecnología se logró al fin interoperar con distintos formatos, integrando información de diferentes fuentes y cumpliendo con
estándares de información de salud, sin que los hospitales y proveedores de salud tengan que cambiar su infraestructura de TI
(tecnología de la información).
El Senado de la Nación dio media sanción a un proyecto de ley que permitirá la regulación de la prestación de servicios de
telemedicina
Dicho proyecto aprobado por unanimidad en la Cámara alta y remitido a Diputados para su sanción definitiva, tiene como objetivo
"regular los principios y alcances de la telesalud como modalidad de prestación de servicios de salud y de capacitación del recurso
humano, con la incorporación del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y dispositivos, para mejorar la
accesibilidad y las condiciones sanitarias de la población".
La nueva ley de telemedicina abarcará a todos los agentes y prestadores del Sistema Nacional de Seguro de Salud y las empresas
de medicina prepagas, quienes deberán adaptar todos sus programas de prestación.
El objetivo de la norma será garantizar el cumplimiento de las prestaciones básicas esenciales que integran el Programa Médico
Obligatorio (PMO) a todos sus beneficiarios, cuando ellas se realicen en forma remota o digital.
Las prestaciones básicas esenciales garantizadas en el PMO deberán cumplirse mediante el uso de las diversas tecnologías de la
Información y las Comunicaciones (TICs) existentes.
En caso de aprobarse, la ley establece un Sistema de Registro Único de Historias Clínicas de Salud, para garantizar a los ciudadanos
y a los profesionales de la salud, el acceso a una base de datos de información clínica de un paciente desde cualquier lugar del territorio
nacional.
En tanto, se busca que toda la población tenga la posibilidad de acceder a los servicios de salud sin distinciones, ya que uno de los
puntos principales del proyecto es que descentraliza la utilización de los recursos sanitarios. Además, se mantiene la confidencialidad en
la relación entre el médico y el paciente en el intercambio de la información.
El sistema de telemedicina, además, posibilita que los profesionales de la salud que tienen una patología de base o que por
cuestiones de edad no pueden ir a trabajar a los centros de salud "puedan continuar brindando asistencia a sus pacientes desde sus
domicilios".
A raíz de la pandemia, en abril el Ministerio de Salud puso en marcha un sistema de telemedicina, denominado TeleCovid, que por
videollamada o teléfono permite realizar consultas médicas con especialistas sin moverse del domicilio, mediante un celular,
computadora o tablet.
Es gratuito, no toma más de 15 minutos y está apuntado a casos sospechosos o confirmados de coronavirus, así como a pacientes
crónicos y grupos de riesgo.
Por ejemplo, el TeleCovid permite a la población sin obra social con cobertura pública exclusiva realizar una consulta con un
especialista de salud a través de un sistema de videollamada con cualquier dispositivo electrónico.
Es la primera vez que se utiliza la telemedicina a domicilio en el sistema de salud público, la herramienta permite brindar atención y
asistencia a las personas con síntomas de coronavirus y dar seguimiento a las personas diagnosticadas con coronavirus evitando su
circulación.

4. Plan Nacional de Investigación Traslacional en Salud para la Red de Hospitales — res. MS 2060/2020 (26/11/2020)

291
La implementación del referido Plan tiene como objetivos promover el desarrollo de estrategias y dispositivos de apoyo para
investigadores/as y personal sanitario que actúen en los ámbitos hospitalarios de la red nacional de hospitales que se encuentran bajo la
órbita del Ministerio de Salud. El Plan Nacional de Investigación Traslacional en salud para la red de hospitales tiene como propósito
fomentar la creación de Unidades de Conocimiento Traslacional Hospitalarias (UCT-Hospitalarias), las cuales representarán espacios
para canalizar e institucionalizar los proyectos y actividades científico-técnicas que se correspondan con este campo del conocimiento
en salud, siendo decisión de cada hospital los modos de implementación, formas y alcances de dichas unidades en sus instituciones,
pero en forma consolidada con los pacientes y orientada a los problemas prevalentes de cada región y territorio.

X. Equidad o inequidades, a modo de colofón


Hubo tiempos en que se aceptaba, como un hecho normal, que existieran diferencias en el estado de salud, al igual que en las
características físicas de las personas. No obstante, con el paso del tiempo ha quedado claro que muchas de las diferencias en el
estado de salud de las personas, en lo individual o colectivo, no están predeterminadas en modo alguno. Hay diferencias derivadas del
entorno en el que viven, como también en la disponibilidad de los recursos con que puede hacerse frente a los problemas de salud que
se presentan.
Llamamos inequidades a las diferencias que consideramos injustificadas e injustas. George A. O. Alleyne, director de OPS, señala:
"¿Qué diferencias en materia de salud pueden considerarse injustas? ¿Es injusto que un niño tenga síndrome de Down y que otros sean
normales? ¿Es injusto que un niño tenga anemia de células falciformes, mientras que sus hermanos son portadores del rasgo pero sin
presentar ninguno de estos terribles síntomas de la enfermedad? ¿Es justo que en zonas urbanas mueran menos mujeres durante el
parto que en zonas rurales? ¿Es posible crear un indicador de justicia aplicable a la salud individual o poblacional?". Las diferencias en
este campo son, señala Alleyne, injustificadas o injustas, cuando son evitables, e indeseadas, cuando no son consecuencia del libre
albedrío de la persona ni del grupo afectado. En este sentido, los dos ejemplos que acaba de mencionar no presentan situaciones de
inequidad, mientras que las diferencias en la mortalidad materna de las mujeres de zonas urbanas y rurales sí lo es a todas luces.
Quizás debamos tener en cuenta el concepto de responsabilidad, atribuyendo aquellas diferencias que son poco equitativas a algún
agente responsable. Esto último cobra especial interés en el contexto de las medidas que se pueden aplicar para reducir las faltas de
equidad.
El problema de la equidad en todos sus aspectos está convirtiéndose a paso acelerado en uno de los temas más debatidos en el
ámbito de la salud, al reconocerse que para eliminarla no basta con mejorar el nivel sanitario medio. Gran parte de la discusión gira en
torno a la medición de la equidad —más bien, de la inequidad—, y se debaten las diferencias entre la llamada equidad vertical en
contraposición con la equidad horizontal. No cabe duda de que la definición de inequidad —no así la de desigualdad— conlleva un juicio
moral acerca de cómo debe funcionar la sociedad y distribuir sus recursos. Algunas personas rehúsan emitir juicios morales, que se
basan en valores no siempre compartidos. Gran parte del debate sobre la desigualdad en círculos ajenos al de la salud se centra en la
distribución desigual de la riqueza. "Esta inquietud se ha silenciado parcialmente, siendo mayor la atención prestada a la pobreza que a
la desigualdad de los ingresos. Por ello, los que estamos preocupados por las diferencias injustificadas en materia de salud, que son
ejemplos de injusticia distributiva, solemos ser quienes clamamos por la equidad. Y lo hacemos, entre otras cosas, porque sabemos que
(262)
las naciones nunca podrán realizar su pleno potencial, mientras haya graves inequidades en materia de salud" .
Cierto es que las posibilidades de resolver las diferencias creadas por estratificación social única y exclusivamente mediante la
actuación individual son casi nulas. El Estado tiene que intervenir considerablemente. En las situaciones o en los países donde se ha
logrado reducir las diferencias en materia de salud siempre ha habido una presencia estatal fuerte. También es necesario aceptar una
base moral cuando se describen diferencias de salud que constituyen inequidad. Aunque todas las políticas sectoriales deban
considerarse en un enfoque global de la política social, al tratar la política de salud debe hacerse hincapié, junto con la necesidad de un
enfoque circunscripto a la imprescindible coordinación con las otras, e incluso señalar su íntima conexidad con la política de seguridad
social, en tanto la enfermedad es considerada una contingencia social. Rigurosamente, la política de salud aparece como parte de la de
seguridad social, en lo referente a la prestación de asistencia médica y en lo que atañe a la política de prevención; pero cabe tratarla en
forma separada, por las peculiaridades de su objeto y de los medios de carácter médico a que es necesario recurrir.
En un enfoque más amplio aún, se ha puesto de relieve que "... el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social
sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de muchos otros sectores sociales y económicos,
(263)
además del de la salud" .
Como señala Lamas López, Francisco: "El hospital, los medios, el medicamento, despersonalizan al médico y al enfermo y, al final,
se considera al hospital como una empresa a la que se exige un rendimiento; el médico se ve convertido en un asalariado y el enfermo
(264)
en un objeto que conviene reparar, es un simple ser cibernético a pesar de todos los gritos de la medicina psicosomática" .
La generalización de la asistencia médica se procura alcanzar, entre otras vías, con la atención primaria de la salud. A esta se la
concibe como la asistencia sanitaria esencial basada en métodos y tecnologías prácticos, científicamente fundados y socialmente
aceptables, puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad, mediante su plena participación y a un costo que la
comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada una de las etapas de su desarrollo, con un espíritu de autorresponsabilidad y
autodeterminación. La atención primaria forma parte integrante tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la función central
y el núcleo principal, como del desarrollo social y económico global de la comunidad. Representa el primer nivel de contacto entre los
individuos, la familia y la comunidad con el sistema nacional de salud, llevando lo más cerca posible la atención de la salud al lugar
donde residen y trabajan las personas, y constituye el primer elemento de un proceso permanente de asistencia sanitaria.
La equidad se ha convertido en el objetivo ineludible, entendida como la respuesta a los problemas de salud de cada uno de los
miembros de la población. Implica una solidaria asignación de los recursos para desiguales necesidades sanitarias. Para alcanzarla se
requieren decisiones en política sanitaria y su identificación en términos epidemiológicos.
Reiterando: ¿por qué debemos preocuparnos por la equidad en materia de salud? Quizás la razón más importante sea que se trata
de una cuestión de justicia. No podemos separar las inequidades en el ámbito del desarrollo humano de las inequidades en otros
campos.
Hay que conceder la misma importancia a las capacidades o libertades esenciales, como señala Amartya Sen, y una de ellas es la
salud.

292
Anexo

Apéndice. Jurisprudencia relevante general


A) Las trabas burocráticas para dilatar el goce de prestaciones médicas resultan contrarias a la Constitución Nacional.
Partes: "O. R. A. c. Obra Social del Somu (Marítimos) s/amparo ley 16.986"
Tribunal: cFed. Mar del Plata
Fecha: 11/3/2016. Publ. 1/8/2016
Cita: MJ-JU-M-99318-AR | MJJ99318 | MJJ99318
Toda obra social debe facilitar en forma clara, precisa y sin dilaciones burocráticas la cobertura de los tratamientos prescriptos a sus
afiliados para no eludir disposiciones constitucionales.
Sumario:
1. Corresponde hacer lugar al amparo interpuesto por quien ha padecido un accidente cerebrovascular y necesita de forma urgente
que se le practique una craneoplastía, ya que acreditó que dicha cobertura le es negada por la obra social en base a una serie de
confusas argumentaciones al consignarse una fecha de baja que no se condice con la verdad material.
El actor obtuvo su jubilación en el mes de enero de 2015 habiendo sido dado de alta en el PAMI el 10 de enero de 2015, aclarando
que la acción de amparo fue promovida el 3 de febrero del mismo año.
De acuerdo con la documental aportada por el amparista al iniciar su pretensión puedo evidenciar que ha padecido un accidente
cerebro vascular en julio de 2014, superado el cual necesita de forma urgente se le practique una craneoplastía, cobertura que le es
negada por la obra social con base en una serie de confusas argumentaciones que expone al contestar el informe circunstanciado
obrante a fs. 52/5 y que han colocado al actor en una situación de peligro e incertidumbre.
La actitud de la demandada que surge del intercambio epistolar indica que ha actuado con descuido, arbitrariedad y negligencia para
con el amparista pues todas las circunstancias fácticas que describe resultan inconstantes y desprovistas de medios de prueba
fehacientes que la justifiquen conforme lo requiere el art. 377 del CPCCN.
Si sostiene que el amparista obtuvo su beneficio jubilatorio el 22 de enero de 2015, no se entiende cómo a la fecha de la cirugía —
programada para el 6 de enero de 2015— ya el accionante era afiliado al PAMI.
Tampoco resulta siquiera verosímil la interpretación que hace del art. 10 de la ley 23.660 dado que el carácter de beneficiario en el
caso que se examina no corresponde encuadrarlo en el inc. a) como intenta persuadir su parte, sino en el inc. b) que fija concretamente
que "En caso de interrupción del trabajo por causa de accidente o enfermedad inculpable, el trabajador mantendrá su calidad de
beneficiario durante el plazo de conservación del empleo sin percepción de remuneración, sin obligación de efectuar aportes".
B) Partes: "A. M. Y. del V. c. IAPOS - Delegación Rafaela s/recurso de amparo"
Tribunal: cCiv., Com. y Lab. Rafaela
Fecha: 26/12/2019
Cita: MJ-JU-M-124232-AR | MJJ124232 | MJJ124232
Procedencia de la acción de amparo mediante la que se persigue la provisión, por parte de la demandada, de una silla de ruedas
modelo compacta ultraliviana para autopropulsión.
Sumario:
1. Corresponde confirmar la sentencia que hizo lugar a la acción de amparo mediante la que la actora persigue la provisión por parte
de la demandada, de una silla de ruedas modelo compacta ultraliviana para autopropulsión y demás detalles técnicos según
prescripción médica, toda vez que la demora en el otorgamiento del elemento prescripto impacta en la salud de la paciente, ya que la
misma se encuentra actualmente en una silla de ruedas inadecuada a sus necesidades posturales y que además dificulta su
independencia imposibilitándole una inserción socio familiar plena.
C) Partes: "M. t. G. V. c. Instituto Provincial de Salud de Salta (IPS) s/amparo"
Tribunal: cCiv. y Com. Salta, sala/Juzgado III
Fecha: 22/1/2020
Cita: MJ-JU-M-123306-AR | MJJ123306 | MJJ123306
Se rechaza la acción de amparo a fin de que la obra social demandada dé cobertura integral al 100% del costo de los tratamientos de
fertilización in vitro.
Sumario:
1. Corresponde rechazar la acción de amparo a fin de que la obra social demandada arbitre todo lo conducente para la realización y
cobertura integral al 100% del costo de los tratamientos de fertilización in vitro que sean necesarios hasta que se logre la consecución
de un embarazo, pues el art. 8, párr. 3° del decreto 956/13, Reglamentario de la ley 26.862, establece que una persona podrá acceder a
un máximo de tres tratamientos con técnica de alta complejidad, con intervalos mínimos de tres meses entre cada uno de ellos.
D) Partes: "V. M. y otros c. Proteger Salud (Obra Social de la Policía Metropolitana) s/amparo"
Tribunal: jContenciosoadministrativo y Trib. nro. 13, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Fecha: 5/4/2016
Cita: rubinzal Online RC J 2686/16
Sumario:
Se declaró la inconstitucionalidad del art. 1V.I.I. A), Reglamento de la Obra Social de la Policía Metropolitana, y la nulidad de la
resolución que rechazó la afiliación de la amparista en su carácter de conviviente del afiliado coactor, ordenándose su incorporación

293
como beneficiaria de la accionada en tal carácter.
Acreditado que los coactores convivían desde hace más de tres años, la limitación temporal (dos años de convivencia para los
convivientes con hijos y cinco para los que no tienen hijos en común) invocada en la resolución cuya nulidad se declara, con sustento en
el reglamento de la obra social demandada, se presenta como una reglamentación irrazonable ante la solicitud de los actores. Ello así,
dado que la reglamentación mencionada desconoce la propia dictada por el Ejecutivo local (Estatuto Constitutivo de la Obra Social de la
Policía Metropolitana) y resulta más restrictiva que las pautas impuestas por la propia normativa local. Por otro lado, confrontado el
Reglamento de la obra social accionada con la normativa nacional aplicable, surge que dicha reglamentación carece de razonabilidad.
E) Partes: "Requena Enrique Alberto c. OSPE s/amparo ley 16.986"
Tribunal: cFed. La Plata
Fecha: 6/12/2018
Cita: MJ-JU-M-115757-AR
Sumario:
La Cámara confirmó la sentencia que ordenó a la demandada la reincorporación cautelar del afiliado, quien había sido dado de baja
por haber obtenido su jubilación, pues las leyes 23.660 y 23.661 le permiten al beneficiario escoger un agente diferente que el INSSJP,
sin que se realice una automática desafiliación de la obra social primigenia y una obligatoria incorporación a aquél. El derecho a la
salud, especialmente cuando se trata de enfermedades graves, está íntimamente relacionado con el derecho a la vida y con el principio
de autonomía personal, toda vez que un individuo gravemente enfermo no está en condiciones de optar libremente por su propio plan de
vida.
Se sostuvo que los decretos 292/1995 y 492/1995 invocados por la accionada para desafiliar al actor han tenido por finalidad alentar
la posibilidad de que los beneficiarios del sistema nacional del seguro de salud elijan el agente que les brindará la prestación, pero no
impiden expresamente que quienes ya gozaban de una cobertura puedan continuar en ella.
F) Partes: "R. S. M. c. OSTEL s/amparo contra actos de particulares"
Tribunal: cFed. Rosario, sala B
Fecha: 27/10/2017
Cita: MJ-JU-M-108210-AR
Sumario:
Se ordenó a la Obra Social del Personal de Telecomunicaciones de la República Argentina —OSTEL— que procediera a reincorporar
al padrón a la actora como afiliada, disponiéndose el cese de la afiliación provisoria al INSSJP, en virtud del artículo 8º del decreto
292/1995, que elimina las múltiples coberturas, con costas en el orden causado.
G) Partes: "P. R. c. Unión Personal s/leyes especiales"
Tribunal: cFed. Mar del Plata
Fecha: 28/3/2016
Cita: MJ-JU-M-97911-AR
La Cámara sostuvo que corresponde declarar la nulidad de la baja de la amparista y condenar a la obra social demandada a su
reafiliación compulsiva y automática, ya que, si bien la actora recibía un beneficio previsional aportando a PAMI, el art. 10 de La ley
23.660 es contundente cuando refiere a la subsistencia del carácter de los beneficiarios, no contemplando la norma en ningún caso la
posición arbitrariamente adoptada por la obra social demandada
H) Partes: "A. B. M. de los M. c. Swiss Medical SA s/prestaciones médicas"
Tribunal: cFed. Mendoza, sala B
Fecha: 20/9/2016
Cita: MJ-JU-M-101444-AR
Sumario:
La Cámara afirmó que corresponde hacer lugar a la acción de amparo y ordenar a la empresa de medicina prepaga a incorporar a la
actora como afiliada, en tanto su solicitud fue denegada por embarazo en curso, ya que resulta erróneo calificar al embarazo como
enfermedad preexistente y por ello la negativa de afiliar a la actora resulta incausada.
En tanto la OMS define a la enfermedad como una alteración leve o grave del funcionamiento normal de un organismo o de alguna
de sus partes debida a una causa interna o externa, según el pensamiento lógico, si el embarazo responde al funcionamiento normal del
organismo de una mujer, ello implica que una mujer embarazada no puede ser considerada mujer enferma, de modo que no cabe ni
siquiera insinuar la preexistencia por tal motivo.
La Cámara Federal de La Plata ordenó a PAMI a proveer a una afiliada con hipertensión arterial pulmonar una medicación específica
indicada por el médico tratante, que había sido negado por no contar la obra social con esa cobertura.
Los jueces —Julio Víctor Reboredo y Roberto Agustín Lemos Arias— recordaron que la amparista, de 65 años de edad, es afiliada al
INNSJP - PAMI y fue diagnosticada de hipertensión arterial pulmonar, por lo que su médico de confianza le prescribió un tratamiento con
la medicación peticionada por el cuadro que padece.
La amparista inició el trámite de excepción pertinente ante la obra social demandada. Sin embargo, la respuesta fue su rechazo y la
solicitud de optar por otra droga que tenga cobertura por PAMI, por no contar el medicamento peticionado con operador logístico.
"Es menester poner especial atención a la relación médico-paciente entablada, ya que los médicos tratantes poseen una amplia
libertad para escoger el método, técnica o medicamento que habrá de utilizarse para afrontar la enfermedad, y tal prerrogativa queda
limitada tan solo a una razonable discrecionalidad y consentimiento informado de la paciente"
"En tal sentido, el derecho a la vida ha sido considerado reiteradamente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación como el
primer derecho de la persona humana que resulta reconocido y garantizado por la Constitución Nacional (...) la Corte ha reafirmado el
derecho a la preservación de la salud comprendido dentro del derecho a la vida y ha destacado la obligación impostergable que tiene la

294
autoridad pública de garantizar ese derecho con acciones positivas, sin perjuicio de las obligaciones que deban asumir en su
cumplimiento las jurisdicciones locales, las obras sociales o las entidades de la llamada medicina prepaga".
I) Partes: "P., E. G. c. GCBA y otros sobre amparo - salud - medicamentos y tratamientos"
Tribunal: jContenciosoadministrativo y Trib. nro. 13, Ciudad de Buenos Aires
Fecha: 11/9/2018.
Sumario:
Una paciente con cáncer acudió a la justicia para que se le entregue la medicación oncológica prescripta por sus médicos. El GCBA
deberá proveérsela en el término de dos días o brindarle los fondos necesarios para proceder a su compra.
El Juzgado nro. 13 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, a cargo del juez Guillermo Scheibler, hizo lugar a la
medida cautelar solicitada por una paciente y ordenó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires —Ministerio de Salud o área que
corresponda— que provea a la mujer de una medicación prescripta o le brinde los fondos necesarios para proceder a su compra.
Dicha medicación le fue suministrada desde el inicio del tratamiento y de forma regular por el Ministerio de Salud de la Nación,
mediante un programa de Dirección de Asistencia Directa a Situaciones Especiales.
Sin embargo, en mayo de 2018 último le informaron telefónicamente que su pedido de autorización de seis envases "se encontraba
en trámite ordinario y que no estaba contemplado dentro del vademécum".
En este contexto, la mujer hizo hincapié que hace más de 90 días que no toma la medicación, por lo que su tratamiento oncológico
"se ha interrumpido" y no puede adquirirlo por una "precaria situación económica" dado que no tienen ingresos fijos y subsisten con la
ayuda de familiares.
En los autos "P., E. G. c. GCBA y otros sobre Amparo - Salud - Medicamentos y Tratamientos", el magistrado advirtió "la gravedad del
estado de salud de la actora, la falta de provisión del medicamento prescripto por la médica tratante y por consiguiente la interrupción
del tratamiento oncológico, expresamente indicado y con carácter de urgencia a fin de evitar perjuicios irreparables en la salud de la
actora".
J) Partes: "M. p. A. c. Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados s/amparo de salud"
Tribunal: cNFed. Civ. y Com., sala/Juzgado III
Fecha: 26/9/2017.
Publ.: 4/6/2018
Cita: MJ-JU-M-108780-AR | MJJ108780 | MJJ108780
Se ordena al INSSJP a otorgar el 100% de cobertura de los medicamentos oncológicos.
Sumario:
1. Corresponde confirmar la medida cautelar y ordenar al organismo demandado a otorgar al actor la cobertura del 100% de los
medicamentos prescriptos por su médico tratante, por estar acreditada la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora, ya que,
tratándose de un paciente oncológico, resulta aplicable la res. MS 201/2002 que reglamenta el PMO y establece en sus arts. 7.3 y 7.4
específicamente la cobertura pretendida.
2. Independientemente de la cobertura prevista en el PMO, en virtud de las resoluciones MS 939/2000 y 201/2002 no existen
patologías excluidas, en tales condiciones, la limitación en la cobertura debe ser entendida como un "piso prestacional", por lo que no
puede, como principio, derivar en una afectación del derecho a la vida y a la salud de las personas, que tiene jerarquía constitucional,
máxime cuando la ley 23.661 creó el Sistema Nacional del Seguro de Salud con el objetivo fundamental de proveer el otorgamiento de
prestaciones de salud integrales que tiendan a la protección de la salud con el mejor nivel de calidad disponible.
3. Cabe admitir la pretensión del actor y ordenar al organismo demandado a otorgar la cobertura de 100% de los medicamentos
oncológicos prescriptos por su médico tratante en virtud del cáncer que padece ya que no corresponde detenerse en la consideración de
razones puramente económicas pues, el derecho a la vida —que incluye a la salud— es el primer derecho de la persona garantizado
por la CN y por tratados internacionales, y constituye un valor fundamental respecto del cual los restantes valores tienen siempre
carácter instrumental.
La justicia marplatense resolvió que la Obra Social de Empleados Comercio se debe hacer cargo del 100% del tratamiento de la
afección respiratoria del paciente.
El Estado nacional es "garante del sistema de salud", en caso de que no sea cumplido con la asistencia.
K) Partes: "Sánchez, Carmen Ramona c. INSSJyP y otro s/amparo" y "Ramos, Zulema c. INSSJyP y otro s/amparo".
Tribunal: cFed. Mar del Plata
Fecha: 18/2/2011
Sumario:
La Cámara Federal de Mar del Plata ordenó a la Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades Civiles (OSECAC) a cubrir
el 100% del tratamiento de un afiliado que padece Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) con insuficiencia respiratoria y
requería una serie de medicamentos, prácticas de oxigenoterapia y una mochila de oxígeno, mientras dure el tratamiento y/o la
prescripción médica que así lo indique y sin perjuicio que el Estado Nacional arbitre los medios necesarios para el cumplimiento de lo
dispuesto.
Además, "los jueces entendieron que el Estado Nacional tiene una responsabilidad subsidiaria en caso de que la obra social no se
haga cargo del tratamiento".
Esa responsabilidad "nace del compromiso internacional que asumió de asegurar a todos los habitantes el derecho a la salud dentro
del nivel que permitan los recursos públicos y de crear las condiciones necesarias para que puedan acceder en caso de enfermedad a
un efectivo servicio médico, social y/o asistencial", expresaron los camaristas.
"Como garante del sistema de salud el Estado tiene una responsabilidad subsidiaria en la cuestión, de manera que, si la obra social
demandada no brindara una adecuada atención a sus beneficiarios, el Estado Nacional no podría desentenderse de su deber de suplir

295
tal déficit con acciones positivas encaminadas a brindar la prestación retaceada".
L) Partes: "Campodónico de Beviacqua, Ana Carina c. Ministerio de Salud y Acción Social - Secretaría de Programas de Salud y
Banco de Drogas Neoplásicas".
Tribunal: cS
Fecha: 24/10/2000.
Sumario:
En el fallo la CS ha expresado: y ha destacado la obligación impostergable que tiene la autoridad pública de garantizar ese derecho
con acciones positivas, sin perjuicio de las obligaciones que deban asumir en su cumplimiento las jurisdicciones locales, las obras
sociales o las entidades de la llamada medicina prepaga.
M) Partes: "B., G. A. s/recurso de casación",
Tribunal: TCasación Penal San Nicolás, sala I
Fecha: 23/11/2016
Fallo sobre el derecho de la salud en el sistema carcelario.
El tribunal dispuso la libertad asistida de un detenido que padece numerosos problemas de salud y no tuvo acceso a la asistencia
médica correspondiente.
Los jueces entendieron que el trato recibido en el penal fue "cruel e inhumano".
La defensora de Ejecución Penal de San Nicolás, María Celina Berterame, interpuso un recurso de casación contra la resolución de
grado que le negó la libertad asistida a un preso que necesita asistencia médica por diferentes padecimientos.
Sostuvo que el detenido mantiene una conducta calificada alfanuméricamente como "ejemplar 10", y que cumplió exhaustivamente
las obligaciones impuestas en el marco de las salidas transitorias y que se encuentra en un régimen abierto de casas por cárcel en la
Unidad nro. 41 de Campana.
Frente el reclamo, los integrantes del tribunal expresaron que en cuanto al cumplimiento de las reglas de convivencia intracarcelaria,
el imputado no recibió sanciones disciplinarias en la Unidad Penal.
Asimismo, no se encuentra incorporado dentro de las áreas laboral y educativa debido a su estado de salud.
Según los informes médicos, presenta tumoraciones a nivel de cuello, antecedentes de herida de arma de fuego y atrofia muscular.
El detenido manifestó que los padecimientos lo vuelven vulnerable ante eventuales ataques y que no le brindaron la atención médica
suficiente, ya que perdió muchos turnos en el Hospital de Zárate porque no lo llevaron
Los magistrados resaltaron que no pueden omitir esas circunstancias de donde emerge una violación al derecho a la salud, cuyo
garante es el Estado provincial a través del Servicio Penitenciario Bonaerense y, que la falta de atención médica "es a todas luces cruel
e inhumano".
Los jueces citaron la jurisprudencia de la CS, la cual sostiene que "si el Estado no puede garantizar la vida de los internos ni evitar las
irregularidades que surgen de la causa de nada sirven las políticas preventivas del delito ni menos aún las que persiguen la reinserción
social de los detenidos.
"Es más, indican una degradación funcional de sus obligaciones primarias que se constituye en el camino más seguro para su
desintegración y para la malversación de los valores institucionales que dan soporte a una sociedad justa".
Por todo lo expuesto, los camaristas resolvieron hacer lugar al recurso de casación y disponer la libertad asistida del detenido.

Formulario SSSalud res. 1240/2009. Libre elección de obra social

296
Constancia trámite unificación de aportes y contribuciones res. SSSalud 362/2009

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(242) En el anexo se acompaña el Modelo de Constancia de Unificación.
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329:4161.
CS, 26/11/2007, "Badaro, Adolfo Valentín", Fallos 330:4866.
CS, 20/8/2008, "Flagello Vicente c. ANSES s/interrupción de prescripción", F. 444. XXXVII.
CS, 11/8/2009, "Elliff, Alberto José c. ANSES s/reajustes varios", Fallos 332:1914.
CS, 6/5/2010, "Pinto, Ángela Amanda c. ANSES s/reajustes varios", p. 1861. XL. R.O.
CS, 6/5/2014, "Pedraza, Héctor Hugo c. ANSES s/acción de amparo", Fallos 337:530.
CS, 15/10/2015, "Lohle, María Teresa c. ANSES s/reajustes varios", Fallos 338:1017.
CS, 18/12/2018, "Blanco, Lucio Orlando c. ANSES s/reajustes varios", Fallos 341:1924.

Otros fallos
CFed. Seg. Social, sala II, 11/4/1997, "Ciampagna Rodolfo Nicolás c. ANSES s/reajustes por movilidad".
CFed. Seg. Social, sala I, 1/7/1998, "Barloa Luis Argentino".
CFed. Seg. Social, sala I, 30/9/1999, "Martínez, Teresio c. Ministerio de Defensa - Gendarmería Nacional".
CFed. Seg. Social, 17/6/1999, "Vega, Juan Carlos c. ANSES", sentencia interlocutoria 49.416.
CFed. Seg. Social, sala I, 21/2/2000, "Carnovali, Osvaldo Emilio c. ANSES".
CFed. Seg. Social, sala III, 1/11/2000, "Urquiza, Delicia Enriqueta c. ANSES".
CFed. Seg. Social, sala II, 26/4/2002, "Bachrach, Marcos c. ANSES s/reajustes varios".
CFed. Seg. Social, sala I, 30/9/2004, "Gómez, Lidia Beatriz c. ANSES s/recurso de queja, sentencia interlocutoria 62.764.
CFed. Seg. Social, sala II, 13/9/2007, "Escobar de Cuello, Carmen Concepción c. ANSES s/reajustes por movilidad", sentencia Interlocutoria 65.904.
CFed. Seg. Social, sala I, 6/3/2009, "Casotti María Clara c. ANSES s/amparo por mora".
CFed. Seg. Social, sala II, 17/3/2009, "Chatte, Amado c. ANSES y otros s/ ejecución provisional", sentencia interlocutoria 71.222.
CFed. Seg. Social, sala II, 16/10/2009, "Capa Néstor Fernando c. ANSES s/reajustes varios".
CFed. Seg. Social, sala III, 19/10/2010, "Betancour José c/ ANSES s/reajustes varios".
CNFed. Contenciosoadministrativo, sala IV, 7/5/1998, "Campos Danilo c. Estado Nacional - Ministerio de Defensa".
CNFed. Contenciosoadministrativo, sala III, 2/7/2009, "Adyfi Sociedad Anónima empresa Nueve de Julio Sociedad Anónima de transporte c. Banco La
Nación s/amparo ley 16.986").

Páginas de Internet
Sitio oficial de la Administración Nacional de la Seguridad Social, www.anses.gov.ar.
Sitio oficial de la Asociación Internacional de la Seguridad Social, www.issa.int.
Sitio oficial de la Auditoría General de la Nación, www.agn.gob.ar.
Sitio oficial de la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social, www.oiss.org.
Sitio oficial de la Organización Internacional del Trabajo, www.ilo.org.
Sitio oficial de la Secretaría de la Seguridad Social, https://www.argentina.gob.ar/trabajo/seguridadsocial.
Sitio oficial de la Secretaría Permanente del Mercosur, https://www.mercosur.int/.
Sitio oficial del Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios, www.renatre.org.ar.
Sitio oficial del Sistema Argentino de informática jurídica del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, www.saij.jus.gov.ar.

303
ABREVIATURAS

ADP: Administrador de Personas. Sistema de la ANSES utilizado para acreditar y consultar las relaciones de familia.
AFIP: Administración Federal de Ingresos Públicos.
AFJP: Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones.
AGN: Auditoría General de la Nación.
AMPO: Aporte Medio Previsional.
ANSES: Administración Nacional de la Seguridad Social.
ANSSAL: Administración Nacional de Servicios de Salud (actualmente reemplazado por el Fondo Solidario de Redistribución).
APE: Ex Administración de Programas Especiales.
APLV: Alergia a la Proteína de la Leche Vacuna.
ASPO: Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.
AUH: Asignación Universal por Hijo para Protección Social.
AXE: Asignaciones por Embarazo para Protección Social.
CABA: Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
CARSS: Comisión Administradora de Revisión de la Seguridad Social.
CHM: Complemento al Haber Mínimo.
CNEPySMVyM: Consejo Nacional del Empleo la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil.
COFESA: Consejo Federal de Salud.
COMRA: Confederación Médica de la República Argentina.
Concs.: Concordantes.
CONFECLISA: Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados.
CORA: Confederación Odontológica de la República Argentina.
CS: Corte Suprema de Justicia de la Nación.
CUBRA: Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina.
EMP: Empresas de medicina prepaga.
EPH: Encuesta Permanente de Hogares.
FNE: Fondo Nacional de Empleo.
HMG: Haber mínimo Garantizado.
Inc.: Inciso.
Incs.: Incisos.
INDEC: Instituto Nacional de Estadística y Censo.
INGR: Índice Nivel General de Remuneraciones.
INOS: Instituto Nacional de Obras Sociales.
INPS: Instituto Nacional de Previsión Social.
INSSJP: Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI).
LPA: Ley de Procedimiento Administrativo.
MDS: Ministerio de Desarrollo Social.
Mercosur: Mercado Común del Sur.
MOPRE: Módulo Previsional.
MRMNyH: Mejor Remuneración Mensual Norma y Habitual.
MTEYSS: Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
OEA: Organización de Estados Americanos.
OIT: Organización Internacional del Trabajo.
OMS: Organización Mundial de la Salud.
OO.SS.: Obras Sociales.
OPS: Organización Panamericana de la Salud.
OSTEP: Obra Social de los Trabajadores de la Educación Privada.
PEN: Poder Ejecutivo nacional.
PMO: Programa Médico Obligatorio.
PMOE: Programa Médico Obligatorio de Emergencia.
PNRH: Programa Nacional de Reparación Histórica.
RENATEA: Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios.
RENATRE: Registro Nacional de Trabajadores Agrarios y Empleadores.
RIPTE: Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables.
RNEMP: Entidades de Medicina Prepaga.
RNIC: Régimen Nacional de la Industria de la Construcción.
RNOS: Registro Nacional de Obras Sociales.
RS: Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes.
SADL: Sociedad Argentina de Derecho Laboral.

304
SAFJyP: Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones.
SANO: Subsidio Automático Nominativo de Obras Sociales.
SENNAF: Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia.
SICAM: Sistema de Información para Contribuyentes y Monotributistas.
SIJP: Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones.
SIPA: Sistema Integrado Previsional Argentino.
SIPD: Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo.
SMVyM: Salario Mínimo Vital y Móvil.
SNPS: Sistema Nacional de Previsión Social.
SSS: Secretaría de Seguridad Social.
SSSalud: Superintendencia de Servicios de Salud.
SUR: Sistema Único de Reintegros.
UDAI: Unidad de Atención Integral.
UNICEF: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

305
Ejercicios prácticos

I. Sistema Integrado de Previsional Argentino (SIPA)

1. Cálculo haber de jubilación

Ejercicio 1
Calcular el haber de jubilación (real, bruto y neto) y la tasa de sustitución para un hombre de 65 años de edad con un total de 40 años de servicios
con aportes computados en el SIPA (15 años antes de jul/1994 y 25 años posteriores) con un promedio de remuneraciones actualizadas de $300.000.
Resolución:
PBU = 8.144,14 (monto vigente dic/20 - feb/21)
PC = 1,5% * Promedio de remuneraciones actualizadas * Años anteriores a jul/1994
1,5% * 208.357,29* 15
3.125,36 * 15
Como el promedio de remuneraciones actualizadas supera la base imponible máxima vigente, se reemplaza por dicho monto.
Verificar que la multiplicación 1,5% por el promedio de remuneraciones actualizadas no supere el 0,208 del HMG, de lo contrario reemplazar por
dicho tope, desde dic/2020 a feb2021, el tope es 3.959,34 (0,208 x 19.035,29 [HMG a diciembre]).
TOTAL PC = 46.880,40
PAP = 1,5% * Promedio de remuneraciones actualizadas * Años posteriores a jul/1994
1,5% * 208.357,29* 25
3.125,36 * 25
Verificar que la multiplicación 1,5% por el promedio de remuneraciones actualizadas no supere el 0,208 del HMG, de lo contrario reemplazar por
dicho tope, desde dic/2020 a feb/2021, el tope es 3.959,34 (0,208 x 19.035,29 [HMG a diciembre]).
TOTAL PAP = 78.134
Haber real = PBU + PC + PAP
8.144,14 + 46.880,40+ 78.134
TOTAL haber real = 133.158,54
Haber bruto = PBU + PC + PAP + DESCUENTO (haber máximo — haber real)
Como el haber real supera al haber máximo, se efectúa un descuento por el monto excedente, que surge de la diferencia entre el haber máximo y
el haber real.
8.144,14 + 46.880,40+ 78.134 — 5.069 (128.089,54 — 133.158,54)
Haber bruto = 128.089,54
Tasa de sustitución = haber bruto / promedio de remuneraciones actualizadas
Tasa de sustitución = 128.089,54 / 300.000,00
Tasa de sustitución = 0,4269 = 42,69%
Descuento obra social (OS):
a) Dto. OS sobre HMG = 3% * HMG
3% * 19.035,29 (monto vigente dic/20 - feb/21)
Dto. OS sobre HMG = 571,06
b) Dto. OS sobre la diferencia entra haber bruto y HMG = 6% * (haber bruto - HMG)
6% * (128.089,54 -19.035,29)
6% * 109.054,25
Dto. OS sobre la diferencia entra haber bruto y HMG = 6.543,25
Descuento obra social = Dto. s/HMG + Dto. s/dif. haber bruto y HMG
571,06 + 6.543,25
Descuento obra social = 7.114,31
Haber neto = Haber bruto - Descuento obra social
128.089,54 — 7.114,31
Haber neto = 120.975,23

Ejercicio 2
Calcular el haber de jubilación (real, bruto y neto) y la tasa de sustitución para un hombre de 65 años de edad con un total de 40 años de servicios
con aportes computados en el SIPA (15 años antes de jul/1994 y 25 años posteriores) con un promedio de remuneraciones actualizadas de $80.000.
Resolución:
PBU = 8.144,14 (monto vigente dic/20 - feb/21)
PC = 1,5% * promedio de remuneraciones actualizadas * años anteriores a jul/1994
1,5% * 80.000 * 15
1.200 * 15

306
Verificar que la multiplicación 1,5% por el promedio de remuneraciones actualizadas no supere el 0,208 del HMG, de lo contrario, reemplazar por
dicho tope, desde dic/2020 a feb/2021, el tope es 3.959,34 (0,208 x 19.035,29 (HMG a diciembre)).
TOTAL PC = 18.000,00
PAP = 1,5% * promedio de remuneraciones actualizadas * años posteriores a jul/1994
1,5% * 80.000 * 25
1.200 * 25
Verificar que la multiplicación 1,5% por el promedio de remuneraciones actualizadas no supere el 0,208 del HMG, de lo contrario reemplazar por
dicho tope, desde dic/2020 a feb/2021, el tope es 3.959,34 (0,208 x 19.035,29 (HMG a diciembre)).
TOTAL PAP = 30.000,00
Haber Real = PBU + PC + PAP
8.144,14 + 18.000,00 + 30.000,00
TOTAL haber real = 56.144,14
Haber bruto = PBU + PC + PAP
8.144,14 + 18.000,00 + 30.000,00
Haber bruto = 56.114,14
Tasa de sustitución = haber bruto / promedio de remuneraciones actualizadas
Tasa de sustitución = 56.114,14/ 80.000,00
Tasa de sustitución = 0,7018 = 70,18%
Descuento obra social (OS):
a) Dto. OS sobre HMG = 3% * HMG
3% * 19.035,29 (monto vigente dic/2020 - feb/2021)
Dto. OS sobre HMG = 571,06
b) Dto. OS sobre la diferencia entre haber bruto y HMG = 6% * (haber bruto - HMG)
6% * (56.114,14 - 19.035,29)
6% * 37.078,85
Dto. OS sobre la diferencia entra haber bruto y HMG = 2.224,73
Descuento obra social = Dto. s/HMG + Dto. s/dif. haber bruto y HMG
571,06 + 2.224,73
Descuento Obra Social = 2.795,79
Haber neto = haber bruto - descuento obra social
56.114,14 — 2.795,79
Haber neto = 53.318,35

Ejercicio 3
Calcular el haber de jubilación (real, bruto y neto) y la tasa de sustitución para un hombre de 65 años de edad con un total de 30 años de servicios
con aportes computados en el SIPA (15 años antes de jul/1994 y 15 años posteriores) con un promedio de remuneraciones actualizadas de $25.000.
Resolución:
PBU = 8.144,14 (monto vigente dic/20 - feb/21)
PC = 1,5% * promedio de remuneraciones actualizadas * años anteriores a jul/1994
1,5% * 22.000 * 15
330 * 15
Verificar que la multiplicación 1,5% por el promedio de remuneraciones actualizadas no supere el 0,208 del HMG, de lo contrario reemplazar por
dicho tope, desde dic/2020 a feb/2021, el tope es 3.959,34 (0,208 x 19.035,29 (HMG a diciembre)).
TOTAL PC = 4.950,00
PAP = 1,5% * promedio de remuneraciones actualizadas * años posteriores a jul/94
1,5% * 22.000 * 15
330 * 15
Verificar que la multiplicación 1,5% por el promedio de remuneraciones actualizadas no supere el 0,208 del HMG, de lo contrario reemplazar por
dicho tope, desde dic/2020 a feb/2021, el tope es 3.959,34 (0,208 x 19.035,29 (HMG a diciembre)).
TOTAL PAP = 4.950,00
Haber real = PBU + PC + PAP
8.144,14+ 4.950,00 + 4.950,00
TOTAL haber real = 18.044,14
Haber Bruto = PBU + PC + PAP + complemento (HMG - haber real)
Como el haber real no alcanza al HMG, se liquida un complemento por la suma faltante, que surge de la diferencia entre el HMG y el haber real.
8.114,14 + 4.950,00 + 4.950,00 + 991,15 (19.035,29 — 18.044,14)
Haber bruto = 19.035,29
Tasa de sustitución = haber bruto / promedio de remuneraciones actualizadas
Tasa de sustitución = 19.035,29 / 22.000
Tasa de sustitución = 0,8652 = 86,52%

307
Descuento obra social = 3% * HMG
3% * 19.035,29 (monto vigente dic/2020 - feb/2021)
Descuento obra social = 571,06
Haber neto = haber bruto - descuento obra social
19.035,29 - 571,06
Haber neto = 18.464,23

II. Sistema de prestaciones por desempleo

1. Ley 24.013

Ejercicio 1
Conforme a los siguientes datos, indique si puede obtener la prestación por desempleo. Justifique su respuesta. En caso afirmativo, indique la
cantidad de cuotas y su monto.
El Sr. Giménez trabajó en WALTMARK SA desde el 1/1/2018 hasta el 28/2/2020 en que renuncia para trabajar en La Pecera SRL donde se
desempeña desde el 1/3/2020 hasta el 2/7/2020 en que es despedido por insultar a su superior. El trabajador impugna la causal y señala que son
inventos para no pagar las indemnizaciones. La MRMNyH percibida fue de $50.000.
Respuesta:
Corresponde la prestación por desempleo toda vez que impugnó la causal de despido y, en cuanto al tiempo cotizado, computa todo el tiempo
cotizado, incluyendo aquel en la empresa anterior. Conforme a los datos, el tiempo cotizado es de 30 meses, por lo que le corresponden un total de 8
meses de duración. Como el 50% de la MRMNyH percibida supera el tope máximo de la prestación, durante los primeros 4 meses percibirá $10.000 y
del 5° al 8° mes, por aplicación de la escala de reducción, percibirá cuotas de $8.500.

Ejercicio 2
Conforme a los siguientes datos, indique si puede obtener la prestación por desempleo. Justifique su respuesta. En caso afirmativo, indique la cantidad de
cuotas y su monto.
El Sr. Giménez trabajó en La Casal SA desde el 1/1/2018 hasta el 28/5/2020 por sustraer productos de la empresa.
Respuesta:
El caso no indica que haya impugnado la causal, por lo cual no le corresponde la prestación.

Ejercicio 3
Conforme a los siguientes datos, indique si puede obtener la prestación por desempleo. Justifique su respuesta. En caso afirmativo, indique la
cantidad de cuotas y su monto.
La Sra. Suarez trabajó en la empresa NOCOCINE desde el 1/1/1990 hasta el 15/9/2020 en que, luego de finalizada la licencia por maternidad,
comunica a su empleador que se acogerá a la opción prevista en el art. 183, inc. b), de la ley 20.744.
Respuesta:
No tiene derecho a la prestación toda vez que la opción mencionada implica una extinción de contrato de trabajo que surge de la voluntad exclusiva
de la trabajadora.

Ejercicio 4
Conforme a los siguientes datos, indique si puede obtener la prestación por desempleo. Justifique su respuesta. En caso afirmativo, indique la
cantidad de cuotas y su monto.
El Sr. Gutiérrez trabajó en ANSES desde el 15/3/2020 hasta la actualidad en que es despedido por no poseer título secundario, requisito para
trabajar en el Estado. El trabajador impugna la causal, manifiesta que dicha situación era conocida por el organismo desde el inicio de la relación
laboral y que el despido obedece a razones políticas.
Respuesta:
No le corresponde la prestación por desempleo ya que trabajaba para la Administración Pública.

III. Asignaciones familiares

1. Asignaciones de pago mensual

Ejercicio 1
Conforme a los siguientes datos, indique si puede obtener la asignación por cónyuge. Justifique su respuesta.
La Sra. Gutiérrez trabaja en relación de dependencia y gana $50.000, su cónyuge trabaja en relación de dependencia y percibe una remuneración
de $70.000.
Respuesta:
No le corresponde, la asignación solicitada solo está prevista para beneficiarios del SIPA.

Ejercicio 2

308
Conforme a los siguientes datos, indique si puede obtener la asignación por maternidad. Justifique su respuesta.
La Sra. Fernández tiene una remuneración de $200.000, una antigüedad en el empleo de 15 años y comunicó a su empleador el embarazo y la
fecha probable de parto. Su cónyuge es trabajador autónomo con ingresos presuntos de $80.000 mensuales.
Respuesta:
Le corresponde la asignación por maternidad toda vez que se trata de una de las asignaciones en que no se aplican los topes de ingreso.

309
Anexo exclusivo Proview

310
LA JUBILACIÓN ANTICIPADA EN LA ARGENTINA

La ley 25.994, en su art. 1°, creó la prestación de jubilación anticipada que perdió vigencia el 30/4/2007. Se
presentaron diversos proyectos de ley para reestablecer esta prestación que nunca lograron superar
la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
El 29/9/2021, el Poder Ejecutivo nacional dictó el dec. 674/2021 que instauró nuevamente una prestación
anticipada que guarda similitud con la jubilación anticipada prevista en la ley 25.994.
El decreto dispone quiénes tendrán derecho a la prestación, con los siguientes requisitos:
a) Edad: haber cumplido 60 años los varones o 55 años las mujeres; es decir, cinco años antes de la edad
prevista en el art. 19 de la ley 24.241.
b) Servicios: acreditar treinta años de servicios con aportes computables en uno o más regímenes
jubilatorios comprendidos en el régimen de reciprocidad.
A los efectos del cómputo de los años de servicios con aportes requeridos para el derecho a la prestación
de jubilación anticipada, no podrán reconocerse años de servicios mediante declaración jurada, ni ningún otro
beneficio, es decir, se trata de aportes efectivos.
c) Situación de desempleo: acreditar estar en situación de desempleo al 30/6/2021.
d) El monto del haber será equivalente al 80% del correspondiente al beneficio de jubilación al que tuvieran
derecho al cumplir la edad requerida de acuerdo con la ley 24.241; en ningún caso puede resultar inferior al
haber mínimo garantizado del régimen previsional público de reparto.
En la fecha en que los beneficiarios de la jubilación anticipada cumplan el requisito de edad exigido por el
art. 19 de la ley 24.241, pasarán a percibir automáticamente el haber que corresponda, de conformidad con las
prestaciones a las que cada cual tenga derecho.
El beneficio tiene carácter extraordinario y su solicitud debe efectuarse dentro de los dos años contados a
partir de la fecha de entrada en vigencia del presente decreto. Además, no corresponderá su otorgamiento si
la persona afiliada tuviera derecho a un beneficio ordinario y la prestación se extinguirá en el supuesto en que
la persona beneficiaria se incapacite y acceda a las prestaciones de retiro por invalidez.
En caso de fallecimiento del beneficiario, sus causahabientes tendrán derecho a pensión conforme la ley
24.241.
La prestación será incompatible con cualquier actividad en relación de dependencia o por cuenta propia y
con la percepción de cualquier tipo de planes sociales, pensiones graciables o no contributivas, jubilación,
pensión o retiro.

311
PROGRAMA DE RECONOCIMIENTO DE SERVICIOS POR TAREAS DE CUIDADO.
DEC. 475/2021

I. Introducción
El dec. 475/2021 formalizó el programa tan anunciado de reconocimiento de tareas de cuidado.
En distintas oportunidades manifestamos la necesidad de un reconocimiento mucho más amplio que el que se
analizará; sin embargo, se celebra la iniciativa y a continuación se analizará su alcance.
Todas las brechas que se advierten en el mercado laboral, menor participación, mayor desocupación, trabajo no
registrado, subocupación, falta de acceso a cargos jerárquicos, características de la licencia por maternidad (previo al
decreto), sumado a la división sexual del trabajo (265)   , van a reproducir la situación y la brecha en el sistema de
jubilaciones, no solo en cuanto al acceso a las prestaciones, sino también en cuanto a su cuantía.
II. El decreto (266)
El decreto efectúa dos grandes incorporaciones al sistema previsional: la primera, relativa al reconocimiento de
aportes por tareas de cuidado y, el segundo, establece pautas sobre el cómputo de la licencia por maternidad y el estado
de excedencia a los efectos previsionales, lo que constituía una gran deuda.
1. Reconocimiento de servicios por tareas de cuidado
Por el art. 1° del decreto en análisis se incorpora el art. 22 bis a la ley 24.241. El artículo incorporado dispone que al
único fin de acreditar el mínimo de servicios necesarios para el logro de la prestación básica universal (PBU), las
mujeres y/o personas gestantes podrán computar un año de servicio por cada hijo y/o hija que haya nacido con vida.
En caso de adopción de personas menores de edad, la mujer adoptante computará dos años de servicios por cada
hijo y/o hija adoptado y/o adoptada.
Se reconocerá un año de servicio adicional por cada hijo y/o hija con discapacidad, que haya nacido con vida o haya
sido adoptado y/o adoptada, que sea menor de edad.
Las personas que hayan accedido a la asignación universal por hijo (en adelante, AUH) para protección social por un
período de, al menos, doce meses continuos o discontinuos, además podrán computar otros dos años adicionales de
servicio por cada hijo y/o hija que haya nacido con vida o haya sido adoptado y/o adoptada, que sea menor de edad, en
la medida en que por este se haya computado el tiempo previsto en el presente apartado.
No existe tope al reconocimiento.
2. Requisitos
- Un año de servicios por hijo/a nacido/a con vida: la res. ANSES 154/2021 estableció disposiciones complementarias
y aclaratorias. Respecto del reconocimiento de hijos o hijas a mujeres o personas gestantes, se requiere que estos se
encuentren acreditados en los registros de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) y relacionados
con la persona solicitante. De lo contrario, deberá presentar la prueba pertinente.
- Dos años de servicios por hijo/a adoptado/adoptada: igual que en el supuesto anterior, si no está registrado, deberá
acompañarse prueba. Solo se reconoce a la mujer, y la adopción se considerará si al efectuarse el niño o niña era menor
de edad.
- Adicionalmente, se reconocerá un año por hijo/a con discapacidad: conforme la res. SSS 17/2021 y res. ANSES
154/2021, la acreditación de la discapacidad de cada hijo y/o hija, cuando no se encuentre registrada en las bases de la
ANSES, podrá efectuarse mediante alguno de los siguientes medios de prueba: a. certificado único de discapacidad
establecido en el art. 3° de la ley 22.431, sustituido por el art. 8° del dec. 95/2018. b. Certificado de discapacidad emitido
por los organismos provinciales competentes en la materia. c. Constancia que acredite haber registrado derecho a
percibir la asignación por hijo con discapacidad mediante las autorizaciones emitidas por las ex cajas de asignaciones
familiares o por la ANSES. d. Constancia que acredite el derecho a una pensión no contributiva por invalidez instituida
por el art. 9° de la ley 13.478, reglamentada por el dec. 432/1997.
- También, se reconocerán dos años si la persona percibió la AUH por ese niño o niña durante por lo menos doce
meses continuos o discontinuos. La res. ANSES 154/2021 dispone: "Entiéndase por persona que haya accedido a la
Asignación Universal por Hijo para Protección Social..., a la mujer y/o persona gestante a la que se le haya liquidado y/o
puesto al pago la mencionada Asignación, por el niño o la niña por quien se ha computado el año o los años adicionales
de servicios, independientemente del estado de rendición de la liquidación; a excepción de aquellos períodos de
liquidación de la Asignación Universal por Hijo para Protección Social que hayan sido suspendidos". El cómputo
adicional en los casos en que se percibió la AUH surge del reconocimiento de una situación de vulnerabilidad y la
necesidad de generar un acompañamiento adicional porque ellas atraviesan incluso más dificultades para poder
insertarse en el mercado laboral o para poder delegar en otros las tareas de cuidado; todo ello, en el marco del
cumplimiento de las corresponsabilidades que requiere la AUH para protección social para mantener la titularidad. El
adicional se reconocerá aun cuando la asignación no haya sido percibida y solo basta que hayan sido liquidadas, salvo
el caso de suspensión. Si la asignación fue suspendida, ese período no será considerado.
La res. SSS 17/2021 introdujo algunas aclaraciones y dispuso que resulta necesario que la persona solicitante del
beneficio acredite el cumplimiento de las condiciones previstas en el artículo al momento de la solicitud; de esta forma, la

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fecha inicial de pago en los trámites donde se computen estos servicios no podrá ser anterior a la fecha de vigencia del
dec. 475/2021 (19/7/2021). Respecto de las prestaciones que se encuentren en trámite, donde la persona solicitante no
acredite el mínimo de años de servicios requeridos, para la consideración de los servicios por hijos/as y excedencia que
(267)
habilita el dec. 475/2021, conforme la Prev- 11-67 , serán denegadas y la persona solicitante deberá iniciar una
nueva solicitud.
Además, aclara que el beneficio podrá corresponder a más de una mujer o persona gestante por el mismo hijo o hija
si cada una de ellas cumple con los requisitos de la norma.
Por último, el reconocimiento es al único efecto de lograr el mínimo requerido para la PBU, sin considerarse para el
cálculo; por esa razón, serán excluidos del cálculo de la Prestación Compensatoria (PC) y de la Prestación Adicional por
Permanencia (PAP). Tampoco podrán ser utilizados para acceder a otras prestaciones, como el retiro por invalidez o la
pensión por fallecimiento de afiliado en actividad.
3. Pautas sobre el cómputo de la licencia por maternidad y el estado de excedencia a los efectos previsionales
Al respecto, los arts. 2° y 3° introducen importantes modificaciones sobre situaciones que afectaban derechos de las
trabajadoras que hacían uso de la licencia por maternidad, en una clara penalización de la maternidad.
El pago de la licencia por maternidad se encuentra a cargo del régimen de asignaciones familiares, ley 24.714; como
consecuencia, se trata de una asignación dineraria no remunerativa que no está sujeta a aportes y contribuciones y, por
(268)
tal motivo, genera distintas consecuencias disvaliosas que fueron analizadas en varios trabajos .
En lo que nos ocupa, el período no se consideraba a los efectos previsionales.
En el caso particular del retiro por invalidez y de la pensión por fallecimiento de afiliado en actividad que requiere la
acreditación de la condición de aportante, el memorando de la Secretaría de Seguridad Social (SSS), del 9/3/1995,
dispuso la valoración a los fines de la calificación de aportante de determinadas situaciones; en lo particular, estableció
que el "período en el que la mujer hace uso de la licencia por maternidad establecida en el art. 177 de la Ley de Contrato
de Trabajo, por tratarse de una licencia obligatoria, se estima que debe reconocerse a tal período como válido a los fines
previstos en los incisos 1) y 2) del apartado a) del art. 94 de la Ley 24.241".
El supuesto debía ser aclarado, ya que durante esa licencia no se devenga remuneración, sino asignación familiar. La
solución resultaba correcta.
Esto no ocurría con el período de excedencia; al respecto, el memorando entiende que como esta es una licencia que
no devenga salarios debe asimilarse en sus efectos a una licencia sin goce de haberes y debe dársele igual tratamiento,
o sea, no se consideraba tal período a los fines de la regularidad de los aportes. En este caso, el memorando dispone
una diferenciación, a mi entender, injusta, arbitraria y discriminatoria, toda vez que se trata de una licencia que responde
a razones distintas con una finalidad específica y cuya protección se encuentra tutelada en distintos tratados y convenios
y, por ello, no puede ser asimilada a una licencia sin goce de haberes. Resultaba más correcto asimilarla al período de
reserva de puesto; sin embargo, se le da un tratamiento distinto en una nueva discriminación de una licencia que poco
(269)
tiene de protectoria .
Respecto de los puntos analizados, el decreto incorporó, como art. 27 bis de la ley 24.241, el siguiente texto:
"Declárase computable a los fines de la acreditación de la condición de aportante de acuerdo a lo estipulado por los
incisos a) o b) del artículo 95 para el logro de las Prestaciones de Retiro Transitorio por Invalidez o de la Pensión por
Fallecimiento del afiliado o de la afiliada en actividad que prevén los artículos 97 y 98, el período correspondiente a la
licencia por maternidad establecida por las leyes de alcance nacional y Convenios Colectivos de Trabajo respectivos".
El decreto incorpora al texto legal la solución brindada por el memorando y mantiene la exclusión relativa al período
de excedencia. Sin embargo, el art. 3°, apart. 3° de la res. 154/2021 indica que "para aquellos trámites de Retiro
Transitorio por Invalidez y Pensión Directa por Fallecimiento, cuando la solicitante o causante, respectivamente, sea
mujer y/o persona gestante, el estado de excedencia sólo podrá computarse a fin de acreditar el mínimo de años de
servicios exigido para acceder a la jubilación ordinaria o el 50% del mismo, para cumplir con la condición de Aportante
Regular o Irregular con Derecho según corresponda, conforme lo establecido en el Decreto N° 460/99, reglamentario del
artículo 95 de la Ley N° 24.241".
Es la resolución la que amplía la consideración del período de excedencia a los efectos de la regularidad, pero
limitándolo al total de servicios para la jubilación o el 50% de los requisitos de la jubilación, para acreditar la condición de
aportante regular o irregular con derecho, según corresponda. Es decir, en el caso de solicitudes de retiro por invalidez y
pensión directa, el período correspondiente a la licencia por maternidad y, entendemos, el de maternidad Down, se
computará como tiempo de servicio a todos sus efectos para la acreditación de la condición de aportante regular en los
términos del dec. 460/1999 (conforme el art.  27 bis, ley 24.241). En cambio, el estado de excedencia solo podrá
computarse a fin de acreditar el mínimo de años de servicios exigido para acceder a la jubilación ordinaria o el 50% de
este para cumplir con la condición de aportante regular o irregular con derecho, según corresponda, conforme lo
establecido en el dec. 460/1999, reglamentario del art.  95 de la ley 24.241. En el caso de pensión, solo resultará de
aplicación para causantes mujeres y/o personas gestantes cuyo fallecimiento hubiera ocurrido a partir de la vigencia del
dec. 475/2021.
La consideración de estos tiempos de servicios no tendrá efecto alguno como incremento o bonificación de los
haberes jubilatorios. Por lo tanto, no deberá ser considerado para establecer la PC y la PAP ni ser considerado para el
promedio de remuneraciones o ingreso base.

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El art. 3° dispone que "los plazos de licencia por maternidad y de estado de excedencia establecidos por las leyes de
alcance nacional y por los Convenios Colectivos de Trabajo respectivos, como así también los de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires y de las provincias y municipios que hayan transferido su régimen previsional a la Nación se
computarán como tiempo de servicio solo a los efectos de acreditar el derecho a una prestación previsional en todos los
regímenes previsionales administrados por la ANSES, con el mismo carácter que los que desarrollaba la persona al
momento de comenzar el usufructo de las mismas y siempre que se verifique que la mujer y/o persona gestante haya
retornado a la misma actividad que realizaba al inicio de la licencia o del período de excedencia. Para el caso de que la
persona no retome la actividad o lo haga en una distinta, los servicios se computarán como del régimen general.
"La consideración de estos servicios no tendrá efecto alguno como incremento o bonificación de los haberes
jubilatorios".
"El tiempo de servicios a computar por el período de excedencia en los términos del artículo 3° no podrá exceder a los
estipulados en el artículo 183 de la Ley Nº 20.744" (art. 4°).
4. Prueba
A estos fines, se considerará la información que surja inequívocamente de las declaraciones juradas remitidas por los
y las empleadoras y que pueden visualizarse en el Sistema Integrado Previsional Argentino. Si no surge, se considerará
válido el período indicado en la certificación de servicios siempre que el nacimiento hubiera ocurrido inmediatamente
antes del goce de la licencia por maternidad o durante esta. También se requiere que se encuentre probado el período
anterior trabajado para el empleador o empleadora que otorgó la licencia.
Las trabajadoras de casas particulares que prestaron sus servicios en el ámbito de la ley 26.844 y que hubieran
gozado de la licencia por maternidad podrán solicitar su cómputo mediante la presentación de una declaración jurada
(anexo) en la que se indique su fecha de inicio y finalización. Dicho período se considerará válido en tanto hubiera
percibido durante este la asignación por maternidad.
Respeto del plazo para computar el caso de nacimientos con síndrome de Down, el decreto ni las normas
complementarias lo aclaran, pero sí se menciona en la Prev-11-67 (norma interna de la ANSES), por lo que dicho
período se encuentra incluido y, por ello, es computable la extensión de la licencia por maternidad de seis meses en el
caso en que la persona gestante dé a luz a un niño o niña con síndrome de Down, previsto en la ley 24.716, en virtud de
compartir iguales características que la licencia prevista en el art. 177 de la LCT. Por esta razón, debe asimilarse a la
licencia por maternidad con iguales alcances.
En todos los casos, la ANSES se reserva el derecho de solicitar prueba adicional.
5. Caja otorgante
Los servicios computados conforme al decreto serán considerados tiempo de servicios de ANSES a los
efectos de la determinación de la caja otorgante. En este sentido, ante la solicitud de una prestación donde se
realiza la presentación de servicios reconocidos en el marco de la reciprocidad jubilatoria, los servicios
correspondientes a los conceptos analizados se deberán computar solo hasta alcanzar el requisito de servicios
necesarios para adquirir el derecho a la prestación. En este orden de ideas, si el total de servicios computados
en la ANSES (considerando los de cuidado) superan los informados por el o los otros regímenes, procede el
derecho a la prestación; caso contrario, no sería la ANSES la caja otorgante, por lo que denegará el beneficio
incoado.

(265) La división sexual del trabajo implica que las labores asociadas con lo femenino no hayan sido remuneradas, como tareas de crianza
(niñeras), limpieza (domésticas) o de cuidado (enfermeras). Cuando empezaron a ser remuneradas, se instalaron en el mercado en forma
precaria, con su consiguiente informalidad y salarios bajos, justamente factores que definen el acceso a la jubilación en regímenes
contributivos. Esto provoca un acceso menor a las prestaciones y, entre quienes acceden, los montos de las jubilaciones son muchos más
bajos.
(266) Pueden consultarse mis comentarios al decreto en https://www.instagram.com/tv/CSHeHxAHYid/?utm_medium=copy_link.
(267) Norma interna de la ANSES.
(268) Ver p. ej.: García, Nadia, "Maternidad: la licencia que discrimina", elDial.com DC2D82, del 23/3/2021, www.eldial.com.
(269) Véase al respecto: García, Nadia G., "La brecha de género y su impacto en el régimen de jubilaciones", Revista Ideides. Untref, nro. 44, febrero de
2020, disponible enhttp://revista-ideides.com/revista-ideides-no-44-febrero-2020/(10/9/2020). Ver tambiénhttps://youtu.be/xui7v721L70(10/9/2020).

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