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1. DEFINICION
El estreñimiento a menudo incluye dificultad o frecuencia reducida en la defecación. Debido a los cambios
con el crecimiento y el desarrollo, la frecuencia y el tipo de las deposiciones deben compararse con los
patrones normales esperados para la edad, la dieta y la etapa de maduración del niño.
Defecación normal
Además del estreñimiento, existen otros trastornos ligados a alteraciones en la defecación con los que es
obligatorio realizar un diagnóstico diferencial:
La disquecia del lactante es un trastorno funcional que se manifiesta en lactantes menores de 9
meses en forma de episodios de gran esfuerzo y llanto que duran unos 10 minutos y cesan con el
paso de las heces que suelen ser líquidas o blandas. Se debe a un fallo en la coordinación entre el
aumento en la presión intraabdominal y la relajación de la musculatura del suelo pélvico. Su
evolución natural es hacia la resolución de forma espontánea, una vez que el niño aprende a realizar
correctamente ambas actividades.
Incontinencia fecal funcional : la incontinencia fecal funcional es el paso involuntario repetido de
heces en la ropa interior después de la adquisición de las habilidades para ir al baño (típicamente
después de los cuatro años de edad), en ausencia de una disfunción anorrectal neuromuscular
manifiesta. Se clasifica como "retentiva" si se asocia con estreñimiento funcional y "no retentiva" si
ocurre en ausencia de síntomas y signos de estreñimiento functional.
Impactación fecal : este término se usa para describir cantidades notablemente mayores de heces en
el recto y el colon
2. EPIDEMIOLOGIA
Es un problema frecuente en la edad pediátrica. El estreñimiento afecta del 10 al 30 por ciento de los niños y
representa aproximadamente del 3 al 5 por ciento de todas las visitas al pediatra. La prevalencia máxima es
durante los años preescolares en la mayoría de los informes. No existe una predisposición consistente por
sexo sobre la prevalencia del estreñimiento infantil.
3. ETIOLOGIA
Existen 2 causas: Orgánica y Funcional
Múltiples causas orgánicas que representan un 5% han sido descritas dentro de ellas se incluyen
trastornos neurológicos, endocrinos y metabólicos, otros
Sin embargo, la causa más común es funcional o de origen idiopático (i.e. no existe evidencia de una
etiología orgánica y no hay un único mecanismo responsable del estreñimiento), lo cual corresponde
a un 95% de los pacientes con constipación.
• Cambios de la lactancia materna a la artificial: La alimentación con fórmula para lactantes suele
cambiar la consistencia de las heces
• Defecación dolorosa: Cuando el niño evita la defecación por el
dolor, las heces se acumulan en el recto y se vuelven más duras
o más grandes, causando aún más dolor cuando se expulsan
• Problemas de control de esfínteres o entrenamiento
inadecuado para ir al baño: Para dominar el uso del baño, un
niño pequeño debe desarrollar la habilidad y el interés en
retener una evacuación intestinal hasta que pueda ser liberada
en el inodoro. Este comportamiento a menudo conduce a una
defecación menos frecuente y puede provocar evacuaciones
intestinales duras y dolorosas, lo que a su vez conduce a una
mayor retención voluntaria. El problema puede empeorar si se fomenta demasiado el control del uso
del baño antes de que el niño esté listo para su desarrollo. Se pueden desarrollar luchas de poder si
un padre o cuidador obliga a un niño que no está preparado a ir al baño. Los niños con trastornos de
hiperactividad, trastornos sensoriales y/o autismo pueden correr un mayor riesgo de tener
dificultades adicionales con el entrenamiento para ir al baño. El control de los esfínteres se suele
alcanzar entre los 2-3 años, con variaciones individuales. La retirada del pañal debe comenzarse
cuando el niño tenga un patrón de defecación normal y muestre que ya está preparado mediante
indicadores fisiológicos, conductuales y del desarrollo.
Todas las personas implicadas en este proceso deben mantener las mismas pautas de actuación:
1. Postura adecuada para defecar. Los pies del niño deben estar apoyados para facilitar la prensa abdominal.
Para ello pueden emplearse:
o Orinales sólidos y rígidos, con la base grande para que el niño pueda apoyarse sin el riesgo de que
pierda el equilibrio y pueda asustarse.
o Adaptadores para el váter, evitando la posición de nalgas hundidas y proporcionando un apoyo para
los pies.
2. Lugar. Evitar baños sucios, desagradables que pudieran asustar al niño, siendo de utilidad los protectores
desechables para inodoro y los váteres portátiles.
3. Se debe aprovechar el reflejo gastrocólico que se produce después de las comidas y sentar al niño después
de las mismas durante periodos no superiores a 10-15 minutos. Periodos más largos ocasionan
intranquilidad y rechazo. Es conveniente acostumbrar al niño a defecar a una hora determinada.
4.La alimentación será adecuada en la cantidad de agua y fibra. En caso de ser esta insuficiente se pueden
dar consejos para aumentar su ingesta. Conviene evitar el exceso de lácteos.
5. Realizar actividad física a menudo y de intensidad adecuada para la edad.
6. Refuerzo positivo. Se deben elogiar los intentos y logros pero no de manera excesiva ya que podría inducir
a preocupación en el niño si hubiera fallos. No conviene reñir si se producen escapes ni tampoco mostrar
exceso de preocupación ante ellos.
7. Observar la aparición de posturas retentivas (bailoteo, cruce de piernas, etc.) y animar al niño a defecar en
ese momento
Inicio de escolarización: Si el niño está entrenándose, conviene mantener en el colegio o guardería
las mismas pautas de actuación e incidir sobre todo en: • Facilitar que el niño pueda ir al baño
cuando sienta necesidad. • No reñir ni ponerlo en evidencia delante de otros compañeros si se
producen escapes. • Evitar baños sucios que puedan resultar desagradables
Consideraciones dietéticas : se ha citado que la dieta moderna contribuye al estreñimiento
infantil. A diferencia de las generaciones anteriores, los niños de hoy consumen grandes cantidades
de alimentos altamente procesados a expensas de frutas, verduras y fibra. Aunque a menudo se
recomienda aumentar la ingesta de fibra para el estreñimiento agudo y crónico.
Condiciones predisponentes : los trastornos del espectro autista (TEA) parecen predisponer al
estreñimiento funcional con o sin incontinencia fecal. En una población de referencia. De manera
similar, el estreñimiento funcional y la incontinencia fecal asociada son particularmente comunes
entre los niños con TDAH, el mecanismo puede incluir un procesamiento sensorial atípico o ignorar
los estímulos sensoriales, otros factores que interfieren con el progreso normal del control de
esfínteres o los efectos secundarios de los medicamentos utilizados.
Predisposición familiar: Antecedentes familiares de EH, alergias alimentarias, enfermedad
inflamatoria intestinal, celiaquía, patología vesical, fibrosis quística, anomalías tiroideas, paratiroideas
y renales.
Enfermedad de Hirschprung: Una de las enfermedades que más nos interesa descartar, y precozmente, es la
enfermedad de Hirschsprung (EH). Afecta a 1/5000 recién nacidos, siendo más frecuente en varones (4:1).
Consiste en una ausencia de células ganglionares en la pared intestinal que se extiende desde el ano; en un
75%, afecta únicamente al rectosigma, pero en el 10% de los casos, se afecta todo el colon. Es importante su
diagnóstico precoz, ya que se puede complicar con enterocolitis grave por hiperproliferación bacteriana y
provocar una sepsis. Esto suele ocurrir especialmente en el 2º-3 er mes de vida y su pronóstico es grave, con
una mortalidad del 20%; debemos tener en cuenta que, un lactante estreñido que comienza con diarrea
sanguinolenta y distensión abdominal puede presentar una EH con enterocolitis. La EH debe sospecharse en
un recién nacido que expulsa el meconio más tarde de lo habitual (48 horas), así como en los que comienzan
a tener dificultades para defecar en los primeros días de vida.
5. FISIOPATOLOGIA
Las alteraciones en la formación, transporte y eliminación de las heces están implicadas en la patogenia del
estreñimiento.
Las heces son el resultado del paso del material procedente de la digestión a través del colon. Al colon
derecho llega el quimo, a través de la válvula ileocecal, allí se realiza la absorción de agua y electrolitos y,
mediante los movimientos peristálticos, las heces resultantes se transportan hacia el colon transverso y,
desde aquí, hacia el rectosigma, donde se almacenan.
El esfínter anal tiene dos partes bien diferenciadas: el esfínter interno y el externo
El esfínter interno es el responsable del 80% del tono del esfínter anal y se encuentra contraído de forma
permanente; el externo permite la contracción de forma voluntaria. Cuando el recto está repleto de heces, se
produce el deseo de defecar, que desencadena estos tres reflejos:
1. Reflejo anorrectal, que provoca una contracción del recto que provoca el avance del bolo fecal.
2. Reflejo anal inhibitorio (RAI), que relaja el esfínter interno, facilitando que las heces lleguen al canal
anal; es innato y está ausente en la enfermedad de Hirschsprung.
3. Reflejo anal excitador (RAE), que permite mantener la continencia contrayendo el esfínter externo
hasta que se encuentra el momento adecuado para la defecación; entonces cesa este reflejo y el
esfínter se relaja de forma voluntaria; si se demora mucho el realizar la deposición, el niño comienza
con actitudes retentivas: estira las piernas, se balancea, contrae la musculatura pélvica y glútea. El
RAE es aprendido a partir de los 18-30 meses.
Cualquier alteración en los elementos anatomofuncionales que intervienen en la defecación puede originar
estreñimiento:
EN LA CONSTIPACION FUNCIONAL:
La constipación funcional es originada por la retención voluntaria de materia fecal debido al dolor o miedo
evacuatorio. Los desencadenantes pueden ser por un cambio en la dieta, la dificultad en el abandono del
pañal, durante el período de escolarización o, simplemente, el antecedente de haber padecido una
deposición previa dolorosa, que produce conductas retentivas secundarias al temor. Estas conducen a que las
heces retenidas se deshidratan y endurecen es decir habrá una mayor absorción colónica de agua,
aumentando progresivamente su volumen y por ende las heces sean duras. Cuando el proceso retentivo se
vence, el bolo fecal produce en su salida fisuras, sangrado y dolor. Este dolor origina un bloqueo voluntario de
la defecación, y el conocido círculo del dolor.
6. CLASIFICACION
Según la duración
7. MANIFESTACIONES CLINICAS
8. DIAGNOSTICO
Ante un paciente constipado, el “mejor test diagnóstico” es una historia y examen clínico completos e
interrogar, además característica de las heces utilizando la Escala de Bristol.
El diagnóstico de estreñimiento funcional también requiere la exclusión de causas orgánicas de los síntomas.
Son más comunes entre los bebés pequeños y entre los bebés y niños que presentan características atípicas o
"signos de alarma"
HISTORIA CLINICA
EXAMEN FISICO
- La posición que ocupa el ano en relación a la vulva en las niñas y el escroto en los niños, a través del:
El índice de posición anal (API) puede utilizarse como guía para respaldar el diagnóstico de
desplazamiento anterior del ano. Debemos calcular las distancias entre la horquilla vulvar/escroto y
el cóccix y la distancia de la horquilla vulvar/escroto al ano
Cuando la comunicación es anormalmente cercana a la horquilla o al escroto, el ano se considera
"desplazado anteriormente" o "ectópico". Un ano desplazado anteriormente se pasa por alto
fácilmente. La anormalidad se sugiere al notar que la abertura anal no está ubicada en el centro del
área pigmentada del perineo. l diagnóstico se apoya en la medición del índice de posición anal, que
se define como la relación entre la distancia ano-horquilla/escroto y la distancia
coxis-horquilla/escroto. Las mediciones se realizan más fácilmente colocando una tira de cinta
transparente en el eje longitudinal del perineo, marcando las posiciones del cóccix, el ano y la
horquilla/escroto, y luego retirando la cinta para medir con una regla estándar.
En mujeres, el API normal es 0,4±0,1 (media ±2 SD). Así, el ano está en una posición anormal si el
API es <0,3.
En los hombres, el API normal es de 0,53 ± 0,12 (media ± 2 SD). Por lo tanto, el ano está en una
posición anormal si el API es <0,41
Los anos de implantación anterior se asocian con una mayor incidencia de impactación fecal (IF)
y estreñimiento grave; y, en muchos casos, traducen una malformación ano-rectal menor
Tono del esfínter anal El aumento del tono sugiere enfermedad de Hirschsprung; el
tono bajo sugiere estreñimiento neurogénico.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS.
Se realizarán solo en los casos dudosos con síntomas de alarma; ante el fracaso del tratamiento habitual a
dosis adecuadas, una vez comprobada la adherencia y previo a cirugía.
Se deben realizar pruebas de laboratorio y radiográficas enfocadas para niños con características atípicas
(signos de advertencia de posible estreñimiento orgánico) o para aquellos que no responden a un programa
de intervención sistemático y cuidadosamente administrado, que incluye desimpactación, uso frecuente y
efectivo de laxantes y manejo del comportamiento. durante al menos seis meses.
- Radiografía abdominal : no está indicada para la evaluación de rutina del estreñimiento funcional a
por su alta carga de radiación. Puede ser útil en casos muy concretos de duda en la exploración
(palpación abdominal o examen rectal dificultosos) y para la detección de alteraciones de la columna
lumbosacra. No se debe utilizar la radiografía de abdomen para establecer el contenido fecal y definir
la existencia de un estreñimiento, puesto que el diagnóstico del mismo siempre debe ser clínico.
- Enema de contraste: proporciona evidencia de apoyo para la enfermedad de Hirschsprung y debe
realizarse en niños con características sugestivas de este trastorno, como estreñimiento de inicio
temprano en el período neonatal, especialmente con eliminación tardía de meconio, o hallazgos
sugestivos en el examen anorrectal. algunos médicos proceden directamente a la biopsia rectal o
utilizan la manometría anorrectal como investigación inicial.
- Radiografías de columna: en niños con evidencia de disrafismo espinal o deterioro neurológico del
área perianal o de las extremidades inferiores. Si existe una alta sospecha de disfunción neurológica,
se debe considerar la resonancia magnética para investigar la posibilidad de tumores de la médula
anclada y de la médula espinal
- Analítica: en pacientes con signos o síntomas que sugieran una causa orgánica de estreñimiento
Incluirá hemograma, hormonas tiroideas, bioquímica sérica, ionograma, calcemia, sistemático y
sedimento de orina y marcadores serológicos de enfermedad celíaca junto a IgA total
- Otras: Una patología orgánica que requiere una mención especial es la EH. Para descartar la
aganglionosis, se cuenta con 3 métodos de estudios adicionales:
Biopsia rectal por succión o quirúrgica (gold standard), en la que el anatomopatólogo debe evaluar la
presencia o no de células ganglionares.
Manometría anorrectal (MAR), que sirve para evaluar la presencia o no de reflejo recto-anal
inhibitorio. Si el reflejo está ausente, sugiere EH y, en ese caso, se debe realizar la biopsia rectal; en
cambio, si el reflejo está presente, podría ser utilizada la manometría como única herramienta
diagnóstica
El enema de bario no debe realizarse como estudio de inicio. Pero es de utilidad para conocer la
extensión del segmento agangliónico antes de la cirugía.1
CRITERIOS ROMA IV
10.TRATAMIENTO
Disquecia: se presenta en lactantes menores de seis meses el cual se define como: pujo y llanto durante al
menos 10 min antes de lograr la evacuación de heces blandas y lactante sin ningún problema de salud
11. TRATAMIENTO
NO FARMACOLOGICO
FARMACOLOGICO
cuyo objetivo es disminuir la consistencia de la materia fecal y facilitar la expulsión fecal, puede ser breve en
los casos de constipación leve o de reciente comienzo. En cambio, cuando ya el paciente padece de
constipación de larga data, con dilatación rectocolónica, va a requerir un tratamiento escalonado y
prolongado.
- Desimpactación: Puede realizarse por vía oral o rectal, su elección dependerá del paciente y sus
familiares. La impactación fecal es la presencia de una gran masa fecal en el recto. Se produce en,
aproximadamente, el 50 % de los niños con estreñimiento funcional y se acompaña, en la gran
mayoría de los casos, de encopresis (incontinencia fecal). La eliminación del bolo fecal
(desimpactación) se recomienda antes del inicio del tratamiento de mantenimiento para aumentar su
efectividad. La desimpactación con fármacos por vía oral es la primera indicación y debe realizarse
con altas dosis de polietilenglicol.
Sugerimos un paso de desimpactación para niños con alguna de las siguientes características:
- Incontinencia fecal asociada al estreñimiento
- Masa fecal significativa palpable en el examen abdominal o rectal digital o en la radiografía
abdominal (si se realizó)
- Historial de evacuación incompleta o poco frecuente
Oral: con o sin electrolitos en dosis de 1 – 1.5/kg/dia por 3 a 6 dias, se debe alertar a los pacientes y
familiares sobre la posibilidad de mayor incontinencia fecal durante este tratamiento.
En caso de intolerancia se utilizará: Lactulosa: 1 – 3 ml/kg/dosis, 1 -2 veces/dia
Rectal: Existen diferentes alternativas como:
- Enema de suero salino isotónico: 5ml/kg
- Enemas de fosfatos hipertónicos: 3-5ml/kg/12h, máximo 140ml. No debe utilizarse mas de 5
dias. Las soluciones de fosfatos no se recomiendan para menores de 2 años debido al riesgo
de hiperfosfatemia e hipocalcemia
Los supositorios de bisacodilo se pueden usar para niños mayores y los supositorios de glicerina se
pueden usar para bebés. Estos enfoques generalmente no son tan efectivos como los enemas, pero
se toleran bien.
- Tratamiento de mantenimiento: Una vez logrado la desimpactacion, el tratamiento se enfoca a evitar
la recurrencia y a mejorar la consistencia y regularidad de las evacuaciones, esto se hace mediante la
intervención dietética y manejo farmacológico. Se recomienda evaluar el efecto del tratamiento 1-2
semanas después de haberse iniciado. Este debe continuar, como mínimo, durante 2 meses y los
síntomas deben resolverse durante el primer mes.
Intervención dietética
Intervención farmacológica: : 0,2-0,8 g/kg/día (1-2 dosis)
- Destete: Aproximadamente, el 50 % de los niños con constipación funcional logra destetarse de la
medicación utilizada luego de 6-12 meses de haberse iniciado el tratamiento. La medicación debe
reducirse de modo gradual
- Calendario de seguimiento: Un seguimiento cercano y regular es la clave del éxito. Inicialmente,
debe ser mensual hasta lograr estabilidad y deposiciones voluntarias sin dolor. Luego se recomienda
controlar cada 3 meses por dos años y después anualmente de ser necesario. En cada visita, se
recomienda revisar los registros de las heces del paciente.
PEG 3350 existe en dos formas, el PEG 3350 puro y el PEG 3350 al que se añaden
electrolitos (PEG + E) como bicarbonato de sodio, cloruro de sodio, cloruro de
potasio y sulfato de sodio en concentraciones variables, con lo que se pretende
evitar la posible deshidratación causada por un efecto diarreico severa
MODIFICACION DE CONDUCTA: Después de iniciar el tratamiento con laxantes, se debe agregar el plan de modificación
de conducta. La modificación del comportamiento consiste en un régimen regular de ir al baño con refuerzo del
comportamiento
Sentarse en el baño: para un niño que sabe ir al baño, los padres o cuidadores deben implementar y supervisar un
programa de sentarse en el baño con regularidad:
El niño debe sentarse en el inodoro poco después de una comida durante 5 a 10 minutos, dos o tres
veces al día
Los episodios de sentarse en el baño deben ocurrir a la misma hora todos los días y deben medirse
con un temporizador o un cronómetro
La rutina debe seguirse todos los días, especialmente durante los momentos de transición (p. ej.,
feriados, vacaciones o fines de semana)
La adhesión del niño al programa debe fomentarse con refuerzos positivos, como se describe a
continuación, en lugar de refuerzos negativos (crítica o castigo).
Para los niños cuyos pies no tocan el suelo sentados en un asiento de inodoro normal, es útil usar un
taburete para apoyar los pies. Un reposapiés que eleve las rodillas por encima del nivel de las caderas
puede ayudar a relajar el suelo pélvico y es particularmente útil para un niño que tiende a retener las
heces.
Sistema de recompensas: los padres o cuidadores deben implementar un sistema de recompensas que se adapte al
niño y en el que la recompensa se brinde por el esfuerzo (es decir, sentarse en el inodoro) en lugar del éxito (es decir,
evacuar en el inodoro)
QUIRURGICO
La cirugía es una opción solo en casos extremos. Los niños en los que falla el tratamiento convencional
requieren una evaluación por un especialista en motilidad, quien realizará diferentes estudios, como una
manometría rectoanal y/o colónica junto con estudios contrastados que permitan descartar otras
enfermedades y decidir cuál es la mejor opción para ese niño.
Aún no se cuenta con estudios prospectivos y de buena calidad que definan correctamente qué paciente es
candidato a cirugía y qué cirugía debe recibir
FARMACOS
El estreñimiento se evalúa y trata de manera algo diferente en los bebés que en los niños. Cuando el
estreñimiento se presenta temprano en la vida, se debe considerar una enfermedad orgánica (p. ej., fibrosis
quística, enfermedad de Hirschsprung), una malformación anorrectal y, especialmente, estenosis anal. Las
causas orgánicas del estreñimiento en los bebés se analizan en una revisión de tema separada.
Medidas iniciales (no farmacológicas) : los bebés con estreñimiento funcional suelen responder al
tratamiento con carbohidratos no digeribles osmóticamente activos, como los jugos que contienen sorbitol
(p. ej., manzana, ciruela pasa o pera). Aunque anteriormente se usaba jarabe de maíz oscuro, ya no lo
sugerimos, porque no todas las preparaciones contienen carbohidratos osmóticamente activos.
Farmacoterapia : si estas medidas no tienen éxito, puede ser útil agregar laxantes osmóticos y/o
desimpactación ocasional con ovulos de glicerina . Las opciones apropiadas para bebés incluyen las siguientes
(todos son usos no indicados en la etiqueta para este grupo de edad):
Lactulosa o sorbitol : estos se usan con frecuencia y generalmente son efectivos en bebés. Una dosis
típica de lactulosa o sorbitol es de 1 ml/kg, una o dos veces al día.
Polietilenglicol 3350 : la experiencia con polietilenglicol 3350 (o Miralax) está aumentando en bebés,
aunque la seguridad está menos establecida que con grupos de mayor edad. El uso de este laxante
para bebés y niños menores de 24 meses de edad se informó en varias series de casos. Además, un
ensayo aleatorizado que comparó el polietilenglicol con y sin electrolitos en niños incluyó algunos
sujetos de entre 6 y 24 meses de edad. En general, el tratamiento fue eficaz y no se observaron
efectos adversos en estos estudios. La dosis media efectiva de mantenimiento fue de
aproximadamente 0,8 g/kg de peso corporal al día.
Supositorios de glicerina : la desimpactación ocasional con ovulos de glicerina puede ser útil. Sin
embargo, estos deben usarse con precaución porque pueden causar irritación rectal y anal y pueden
provocar síntomas crónicos.
Para los bebés que no responden a los laxantes osmóticos, se puede probar el sen a corto plazo (p. ej.,
administrando de 1 a 2,5 ml diarios de jarabe con 8,8 mg de senósidos por 5 ml durante un máximo de tres
meses). Sin embargo, esto no ha sido bien estudiado en este grupo de edad y es un uso no indicado en la
etiqueta. Senna puede causar ruptura de la piel perianal y ampollas si las heces se dejan en contacto con la
piel durante un tiempo prolongado y/o si se administran dosis altas.
Aceite mineral: no se recomienda la administración oral de aceite mineral para bebés, debido a los
riesgos potenciales de neumonitis si se aspira.
Enemas: posibles complicaciones en este grupo de edad, como hiperfosfatemia (que podría poner en
peligro la vida), hipocalcemia o perforación. Ocasionalmente, se pueden usar enemas de solución
salina pura (sin fosfato) para bebés, pero solo cuando sea necesario y bajo estrecha supervisión
médica.
Bisacodyl: las tabletas de bisacodyl tienen una cubierta entérica y, por lo tanto, son ineficaces cuando
se trituran, por lo que no existe una preparación adecuada para los bebés.