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Epígonos:

Torrente Ballester

F. Ayala

Mª Luz Bort Caballero

Facultad de Humanidades

mlbort@uhu.es
Francisco Ayala
• Francisco Ayala (1906-2009) fue un destacado escritor, sociólogo y
académico español, conocido por su amplia producción literaria, que
incluye novelas, cuentos, ensayos y estudios sobre teoría política y
sociología. Nació en Granada, en una familia de intelectuales y artistas, y
estudió Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid. A lo
largo de su vida, también ocupó diversos cargos académicos en
universidades de Europa, América Latina y Estados Unidos.

• El contexto histórico y literario en el que desarrolló su obra abarca desde


la Segunda República Española y la Guerra Civil hasta la posguerra y el
exilio, así como el período de la Transición y la consolidación de la
democracia en España. Ayala pertenece a la Generación del 27, un grupo
de escritores y artistas que buscaba renovar la literatura española
mediante la experimentación formal y la incorporación de nuevas
corrientes europeas, como el surrealismo y el simbolismo.
Francisco Ayala
• Durante la Guerra Civil, Ayala se unió al bando republicano y, al finalizar la
guerra, se exilió a Argentina, donde trabajó como profesor universitario y
desarrolló una importante parte de su obra. A lo largo de su vida, también vivió y
trabajó en otros países, como Puerto Rico, Italia y Estados Unidos.
• La obra de Francisco Ayala se caracteriza por su diversidad temática y
estilística, así como por su compromiso con la realidad social y política de su
tiempo. Sus primeras novelas, como Tragicomedia de un hombre sin espíritu
(1925) y Historia de un amanecer (1926), reflejan la influencia de la vanguardia y
la preocupación por los problemas existenciales y morales. Durante su etapa en
el exilio, Ayala se centró en la narrativa breve y publicó importantes colecciones
de cuentos, como Los usurpadores (1949) y El hechizado (1954), que abordan
temas como el poder, la justicia y la condición humana. A su regreso a España,
en 1960, Ayala continuó escribiendo y publicó obras como El fondo del vaso
(1962) y El jardín de las delicias (1971).
• Francisco Ayala fue galardonado con numerosos premios a lo largo de su carrera,
como el Premio Nacional de Literatura, el Premio Príncipe de Asturias de las
Letras y el Premio Cervantes, entre otros. Su obra es un testimonio de la
complejidad y riqueza de la literatura española del siglo XX tras su vuelta en la
democracia.
Rasgos de su narrativa: progresión y
totum
• el novelista parece advertir, desde sus primeros textos, allá en los años
veinte, una crisis muy honda del hombre vía sociedad moderna, abatida y
desarraigada, sin espíritu. Usurpada de su conciencia de ser, sin proyecto,
atomizada, envilecida: su obra está llena de personajes anodinos, sin sur ni
norte, acorralados por la sociedad, fruto tragicómico de sus vaivenes,
escasamente motivados, si acaso, por pulsiones punto menos que obscenas:
falta un proyecto, individual y colectivo

• desdoblamiento de los personajes, con una enorme capacidad para verse


desde fuera, que se percibe también desde su primera novela y que es un
nuevo y radical rasgo estilístico y constante estructural en la narrativa de
Ayala, hace de sus personajes entidades doblemente autónomas, pues
escapan no ya de las manos del autor sino de sí propios: ellos mismos se
sorprenden al verse y juzgarse desde fuera.
Según Ayala
• Para nuestro novelista, la razón de ser del
intelectual, más aún en épocas de crisis, es dar
razón del mundo y del ser humano desde su
particular observatorio.

• la literatura no suscita solamente emociones


estéticas, sino que transmite siempre, a la par,
una explícita interpretación de la realidad: el
novelista universaliza lo presente, lo concreto,
para verde captar con ello lo perdurable. Ello se
puede hacer revistiendo de presente un
argumento del pasado, o literario.
Etapas
• Primera etapa (1920-1930): Durante esta etapa inicial, Ayala se adentra en el mundo literario y
comienza a publicar sus primeras obras, que aún reflejan la influencia del modernismo y la
vanguardia. Algunos de sus primeros libros son Tragicomedia de un hombre sin espíritu (1925) e
Historia de un amanecer (1926).

• Etapa de consolidación (1930-1939): Durante esta etapa, Ayala se consolida como escritor y
comienza a desarrollar su estilo personal. Sus obras de este período reflejan su interés por la
crítica social y política, así como por la exploración de la psicología humana. Algunas obras
destacadas de esta etapa incluyen Cazador en el alba (1930), El boxeador y un ángel (1932) y
Muertes de perro (1952), aunque esta última fue escrita en el exilio.

• Exilio (1939-1957): Después de la Guerra Civil española, Ayala se exilió en varios países de
América Latina y en Estados Unidos. Su obra durante este período refleja la influencia del exilio y
la preocupación por la situación política y social en España. Algunas de sus obras más destacadas
de esta etapa son Los usurpadores, La cabeza del cordero (1949) y El fondo del vaso (1962).

• Regreso a España y etapa final (1957-2009): Tras su regreso a España en 1957, Ayala siguió
escribiendo y publicando obras que reflejan su preocupación por la evolución política y social de su
país, así como por temas universales como la condición humana y la relación entre el individuo y
la sociedad. Durante esta etapa, publicó libros como El jardín de las delicias (1971), El rapto
(1978), Recuerdos y olvidos (1982-1983), y El dueño del secreto (1994), entre otros.

• A lo largo de estas etapas, la obra de Francisco Ayala evolucionó y se enriqueció con nuevas
temáticas, estilos y enfoques, siempre manteniendo su compromiso con la crítica social y la
exploración de la naturaleza humana.
Rasgos generales
1. Estilo sobrio y elegante: Ayala es conocido por su prosa precisa, clara y refinada, que evita el exceso de
ornamentación y se centra en la construcción de imágenes y situaciones eficaces. Su estilo ha sido calificado
como "neoclásico" por su preferencia por la simplicidad y la armonía.

2. Temática variada: A lo largo de su extensa obra, Ayala abordó una amplia variedad de temas, desde la crítica
social y política hasta la introspección psicológica y la reflexión sobre el arte y la cultura. Su preocupación por
la condición humana y sus conflictos es un hilo conductor que atraviesa toda su producción narrativa.

3. Influencia del exilio: La experiencia del exilio, tras la Guerra Civil española, marcó profundamente la vida y la
obra de Ayala. Muchas de sus narraciones tratan sobre personajes desarraigados, enfrentados a situaciones
límite y sometidos a la presión de circunstancias adversas. La mirada del exilio también le permitió adoptar
una perspectiva crítica y analítica sobre la realidad española.

4. Experimentación formal: Ayala fue un autor interesado en la exploración de nuevas formas narrativas y en la
renovación de los géneros literarios. A lo largo de su carrera, experimentó con la estructura y el punto de vista
en sus relatos y novelas, buscando siempre la forma más adecuada para expresar sus ideas y planteamientos.

5. Ironía y humor: Uno de los rasgos más característicos de la obra de Ayala es su empleo de la ironía y el humor
como recursos para la crítica social y la reflexión sobre la condición humana. A través de la ironía, Ayala pone
de relieve las contradicciones y las debilidades de sus personajes y desvela las tensiones y los desafíos que
subyacen en las relaciones humanas.

6. Interés por la psicología: Ayala fue un escritor muy interesado en la exploración de la psicología de sus
personajes, a quienes retrata en toda su complejidad y ambigüedad. Sus relatos y novelas a menudo indagan
en las motivaciones, los deseos y los miedos de los personajes, así como en las relaciones de poder y dominación
que se establecen entre ellos.
La cabeza del cordero
• La cabeza del cordero, verdadero cuadro monográfico sobre la guerra
civil, sobre las consecuencias en seres humanos concretos de esa
guerra, por mejor decir. El tema se universaliza, se estiliza.

• en el Proemio: «Cuando, como en nuestro caso, se produce una


súbita y descomunal mutación histórica, uno puede captar su propio
pasado personal como algo desprendido, ajeno, y pronunciarse
acerca de la suerte, no ya de las generaciones inmediatamente
anteriores, sino también de su propia generación, con notable
objetividad y hasta —por eso mismo— con un cierto aire de
impudicia.»

• De esa suerte, la guerra civil queda, como tema, trascendida hasta


un panorama ético más amplio, hasta el punto de que las
narraciones expongan de qué forma perdura el fantasma de la
guerra y sus demonios en los protagonistas de la misma: el pasado
bélico se convierte así en un desagradable, nauseabundo. , indigesto
presente.
“La vida por la opinión”
1. ¿Cómo se presenta el contexto histórico y social de la época
en la que se desarrolla la historia?

2. ¿Qué función cumple el lenguaje y el estilo narrativo en este


relato? ¿Hay alguna técnica literaria o recurso estilístico que
destaque y que ayude a transmitir el ambiente y las
emociones de los personajes?

3. ¿Qué mensaje parece querer transmitir el autor a través de


las acciones y dilemas de los personajes?
G. Torrente Ballester
• Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999) fue un destacado escritor y
académico español, cuya obra abarca una amplia variedad de géneros,
incluyendo la novela, el teatro y el ensayo.

• Nació en Ferrol, Galicia, y comenzó su educación en un colegio jesuita en


Gijón. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Santiago de
Compostela y más tarde se doctoró en la Universidad de Madrid.

• Durante la Guerra Civil Española, Torrente Ballester se alistó en el bando


franquista y posteriormente trabajó en distintos medios de comunicación,
como periodista y crítico teatral. No obstante, con el paso del tiempo, su
relación con el régimen de Franco se fue distanciando y sus obras
comenzaron a mostrar una mayor libertad y crítica hacia el sistema político
imperante.
• Crítico teatral en prensa y radio

• Estados Unidos: ida y vuelta State University of New York

• En el caso de Torrente Ballester, su obra evoluciona desde un


realismo crítico en sus primeras novelas, como Javier Mariño
(1943), hasta la experimentación formal y la metaficción en
obras posteriores, como La saga/fuga de J.B. (1972) y Crónica
del rey pasmado (1989). Su estilo se caracteriza por la ironía, el
humor y la mezcla de elementos históricos y míticos, así como
por un profundo conocimiento de la tradición literaria
española.

• Gonzalo Torrente Ballester fue galardonado con numerosos


premios a lo largo de su carrera, incluyendo el Premio Nacional
de Literatura, el Premio Cervantes y el Premio Príncipe de
Asturias de las Letras.
Su narrativa en general
• 3 raíces fundamentales: romanticismo, Cervantes y
vanguardia
• Del romanticismo: narración histórica y lo grotesco
• Habla de una novela histórica posmoderna: narración
histórica y metaficción. La novela se mira a sí misma
como un espejo: cuestiona aspectos del acto narrativo,
lenguaje y sujeto.
• De la vanguardia: arbitrariedad del lenguaje
• De Cervantes: la realidad como construcción: Alonso
Quijano se crea a sí mismo como D. Quijote, juego
cervantino como libertad creadora. Historias
entrometidas.
• Javier Mariño (1943): fue escrita a principios de los años cuarenta, poco
después de la guerra civil. Torrente, tras terminarla, la dio a leer a un
censor amigo para que le dijera si iba a pasar la censura o no. Este amigo le

La
aconsejó seriamente que cambiara el final por ser muy poco patriótico y
poco acorde con el régimen español (Javier al final se va a Argentina
huyendo de la guerra civil y en busca de su propio destino). Tras cambiar el
final, la publica en 1943, pero con tan mala fortuna que al poco tiempo es
sacada de las librerías y prohibida su venta. problemática
• El propio autor la considera como una obra “destrozada”.
de Javier
Mariño
• Incongruencias en las diferentes versiones.
• 1943 y 1977: notamos la falta de un pasaje profundamente racista
muy acorde con las ideas del momento: «estas gentes carecen de
sensibilidad para lo monstruoso: delante de mí se sentaban una
jovencita rubia, deliciosa, y un caballero negro como el infierno: no
se amaban más exageradamente que otras parejas, pero en su amor
había algo de diabólico. Pensé que en los Estados Unidos él hubiera
sido 'lynchado', y sentí una simpatía fugaz por los Estados Unidos»
(Javier Marino, págs. 112-13).

• La edición de Seix-Barral que sale en 1985 es incluso más evidente,


aunque el autor en este caso sí anuncia cambios textuales en su
prólogo: «He peinado el único [texto] existente en varios párrafos,
expresiones e incluso palabras sueltas que considero innecesarios;
añadí una ligera manipulación de las últimas páginas que me
permitió, creo, darle al desenlace una mayor verosimilitud».
 Las supresiones son más que simples «párrafos» en alguna
ocasión (como en la supresión del capítulo 9 de la segunda parte),
y en muchos casos bastante significativas: cambia «falangista» por
«de los nacionales» o “Arriba España” por “viva España”
• El propósito que lo guiaba de manera consciente era: «situar en el
centro de la narración alguien que no fuese yo [subrayado del autor],
pero cuyas circunstancias, necesariamente, habrían de coincidir, en
parte, con las mías; alguien que también necesariamente, habría de
ver la realidad con mis ojos, habría de participar conmigo en
experiencias idénticas o semejantes».

• Javier Marino, usando su propia terminología, podría ser sin duda


una de las máscaras de Torrente. Desde el principio de la obra se
presenta a sí mismo como portador de una misión personal: quiere
ser un hombre de acción.

• Javier Marino desde el principio de la novela se nos presenta como


un mentiroso compulsivo. Curiosamente, todas sus mentiras
consisten en recrearse como fascista y ultracatólico.
• En la introducción de 1985, el autor comenta: «En
cuanto a la inevitable 'lectura política' de la novela,
pienso que un personaje de mentalidad reaccionaria,
como lo es Javier Marino, tiene el mismo derecho a
ser incorporado a una novela que alguien que no lo
sea».

• La introducción y la edición de 1977 de Javier


Mariño, la nueva edición de 1985 y los numerosos
comentarios que el autor ha hecho sobre esta novela,
son exactamente eso, la nueva mirada de Torrente,
aquella que niega u oculta un fascismo temprano
llevada por el pudor de su presente. Esta nueva
mirada le llevará primero a una perspicaz
desmitificación histórica y, posteriormente, a la
desmitificación de la novela en la metaficción de la
Trilogía fantástica, un apocalipsis literario
supuestamente alejado de lo político.

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