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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTÍN


FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

PCI – PARÁLISIS CEREBRAL INFANTIL

ASIGNATURA : Salud del Niño y Adolescente

DOCENTE : Lic. Enf. Mg. Myriam Cristina Cango Ramírez

ALUMNA : Tenazoa Sánchez, Andrea Alesandra

SEMESTRE : 2023 – I

TARAPOTO – PERÚ
2023
PCI – PARÁLISIS CERABRAL INFANTIL
La Parálisis Cerebral Infantil (PCI) engloba al conjunto de trastornos crónicos, no
progresivos, del Sistema Nervioso Central (SNC) que afectan a la función motora
provocando anormalidades en el tono muscular, la postura y la coordinación, dando
como resultado una limitación en la movilidad.
Esta patología se produce por una lesión en el cerebro inmaduro en los periodos críticos
del desarrollo:
o Prenatal: El daño en el SNC ocurre durante la gestación. Por:
Infecciones intrauterinas (TORCH), enfermedades de la madre (alteraciones de
coagulación, enfermedades autoinmunes, preeclampsia), exposición a drogas o
tóxicos, alteraciones placentarias, o alteraciones del desarrollo fetal
(malformaciones del SNC, infecciones, embarazos múltiples, bajo peso al nacer,
prematuridad).
o Perinatal: Las lesiones se producen durante el parto o en los momentos
inmediatamente posteriores al nacimiento. Por:
Parto distócico, bradicardia fetal, hipoxia-isquemia perinatal, infecciones
perinatales.
o Postnatal: Los daños encefálicos suceden en la primera infancia (0 – 3 años).
Por:
Infecciones, ictus, anoxia, traumatismos, tumores
Las principales causas por orden de frecuencia son: prematuridad (78%), CIR (34%),
infección intrauterina (28%), hemorragia ante parto (27%), patología placentaria grave
(21%) y parto múltiple (20%).

FISIOPATOLOGÍA
La Parálisis Cerebral Infantil es un síndrome cuyo origen está localizado en el Sistema
Nervioso Central (SNC) primera neurona o motoneurona superior.
La fisiopatología de la Parálisis Cerebral Infantil radica en que la injuria cerebral afecta
grupos de neuronas en áreas primarias del control motor (sistema piramidal) o centros
moduladores del movimiento (sistema extrapiramidal y cerebelo).
La lesión del sistema piramidal produce pérdida o disminución de los movimientos
voluntarios, paresia o parálisis. La lesión del haz piramidal origina también
modificaciones del tono muscular.
Por su parte el sistema extrapiramidal comprende todas las formaciones encefálicas que
intervienen fundamentalmente en la regularización del tono muscular y en la motilidad.
Por lo tanto, su lesión produce modificaciones del tono muscular y aparición de
movimientos anormales.

Las lesiones cerebrales perinatales, susceptibles de dar lugar a PC, son el resultado de
una isquemia cerebral cuya causa esencial es la hipoxia e isquemia y en menor grado,
consecuencia de hemorragias cerebrales

CLASIFICACIÓN DE LAS PC SEGÚN SÍNTOMAS Y SIGNOS PREDOMINANTES Y


TOPOGRAFÍA (1)
Los tipos de PC se diferencian según el segmento corporal comprometido y los síntomas
y signos motores predominantes:
1. Parálisis cerebral espástica: predominan los signos piramidales y según su
distribución topográfica se clasifica en:

A. Hemipléjica: se considera la forma más frecuente de PC espástica, (20 a 40


% de las PC). Se caracteriza por compromiso piramidal de un hemicuerpo,
generalmente con mayor compromiso de la extremidad superior. Es
frecuente la hipotrofia de las extremidades paréticas, desarrollo cognitivo
normal o cercano a lo normal y riesgo de epilepsia que alcanza al 50% en
algunas series publicadas.
B. Diplejia espástica: Constituye aproximadamente el 20% de las PC: Existe
compromiso piramidal de las 4 extremidades, en mayor grado de las
inferiores y se relaciona con antecedente de prematuridad.
C. Cuadriplejia o tetraparesia: Caracterizada por compromiso de las 4
extremidades, constituye cerca del 27%, de las PC. Se asocia
frecuentemente a compromiso cognitivo, déficits sensoriales, epilepsia y
síndrome pseudobulbar.

D. Hemiplejia doble espástica: Se refiere a compromiso motor de las 4


extremidades, sin embargo para algunos el concepto implica compromiso
mayor extremidades superiores, y para otros mayor de un hemicuerpo.
Constituye una forma más grave, habitualmente asociada a compromiso
cognitivo severo.

2. Parálisis cerebral extrapiramidal o diskinética: Predominan los movimientos


anormales con alteración del tono y la postura (13%, 9-22% de las PC).
3. Parálisis cerebral mixta: Asocia síntomas piramidales con extrapiramidales
(20%)
4. Parálisis cerebral atáxica: Predomina la ataxia e hipotonía que se mantiene en
el tiempo. Puede observarse en niños que sufren injuria predominantemente a
nivel cerebeloso.
5. Parálisis cerebral hipotónica: Muy poco frecuente, Consiste en una hipotonía
muscular con hiperreflexia osteotendinosa que permanece pasados los 2 años.
ACTIVIDADES DE ENFERMERÍA (2)

1. Disminuir/Evitar las complicaciones respiratorias:


- Controlar las funciones vitales.
- Colocar en posición semifowler.
- Realizar nebulizaciones e inhalaciones según prescripción médica.
- Controlar SaO2 antes y después de cada nebulización mediante el
pulsioxímetro
En los niños con PCI pueden aparecer complicaciones respiratorias provocadas
por diferentes patologías asociadas que se hacen más frecuentes con la edad y
suponen la primera causa de muerte.
Por esto deben implementarse precozmente técnicas que permitan la mejor
movilización de secreciones y óptima función ventilatoria.
La posición de decúbito lateral facilita el drenaje y la eliminación de secreciones
por la tos en casos de hipersecreción bronquial, y evita la aparición de bronquitis
y neumonías de repetición por broncoaspiración. La intervención de enfermería
consiste en instruir, tanto al niño como los familiares, en la realización de
ejercicios respiratorios que ayudan a movilizar las secreciones. Deben ser
ejercicios agradables, como soplar pompas de jabón, que deben realizarse cada
mañana y, especialmente, antes de ingerir alimentos.

2. Control de crecimiento y nutrición


- Educar al cuidador o a la familia sobre la importancia y los beneficios de la
estimulación temprana.
- Demostrar al cuidador o a la familia como se realiza la estimulación
temprana.
- Valorar el estado nutricional mediante el peso y talla
- Explicar a la madre la importancia de la adecuada alimentación, según sus
requerimientos nutricionales y la higiene en su preparación.

El manejo nutricional en niños con PC tiene por objetivo mantener la eutrofia y


evitar estados carenciales (déficits selectivos vitamínicos o de micronutrientes).
La enfermera evalúa el crecimiento en la primera infancia y el estado nutricional
en función de tres índices fundamentales: peso en relación a la edad, talla en
relación a la edad y peso en relación a la talla, medición de segmentos, cálculo
de ingesta calórica y suplementación de vitaminas y oligoelementos: vitaminas
D, C, A, B, ácido fólico, calcio.
La enfermera debe detectar aquellos casos en los que la ingesta es inadecuada
o que presentan trastornos en la masticación o la deglución, y requieren
reeducación nutricional, alimentación por sonda nasogástrica.
Es necesario considerar que el estado de desnutrición hace al niño con PC más
propenso a infecciones respiratorias, siendo más difícil su recuperación.
También complica la recuperación de los procedimientos quirúrgicos, afecta al
neurodesarrollo, empeora su calidad de vida y, en definitiva, aumenta la
mortalidad.
3. Cuidados de la piel
La piel de estos niños está expuesta a riesgos que la enfermera debe vigilar, ya
que pueden lesionarse con facilidad. Es frecuente la aparición de úlceras por
presión (UPP) a causa de la inmovilidad, fricciones de la piel ocasionadas por
las órtesis, dermatitis en las zonas del pañal. La función enfermera es detectarlas
y educar a los cuidadores sobre los cambios posturales para prevenirlas UPP y
sobre la colocación y frecuencia en el cambio del pañal. En el caso de que
aparezcan lesiones cutáneas, deben detectarse a tiempo para iniciar las curas y
evitar que desencadenen complicaciones más graves.

4. Cuidados del Sistema urinario:


Las alteraciones en el músculo detrusor y los esfínteres vesicales causan
síntomas de vaciado vesical como polaquiuria, urgencia miccional, dificultad
para iniciar la micción, retención urinaria, incontinencia o infecciones de
repetición. Se realiza un seguimiento periódico mediante la exploración física y
analíticas de sangre y orina para detectar las posibles infecciones. La valoración
enfermera de los síntomas se establece a través de una entrevista y el manejo
se basa en medidas conductuales, adaptación física del baño o sondajes
vesicales intermitentes. La enfermera es la responsable de educar a los
cuidadores en el manejo adecuado de las sondas y el uso del pañal tanto para
prevenir la infección de orina y la dermatitis, como para mejorar la calidad de
vida y facilitar la rehabilitación social.

5. Cuidado de la Vista y audición:


Un 40% de los niños con PCI presentan alguna patología visual, siendo el
estrabismo la más frecuente. Las alteraciones auditivas están presentes en el
30-40% de los niños con PCI, principalmente, en las discinéticas. A pesar del
cribado universal a todos los recién nacidos, debe realizar un cribado de
hipoacusia a lo largo de toda la infancia. El problema de hipoacusia aumenta el
aislamiento del niño. Para mejorar la comunicación, la enfermera debe resaltar
la importancia del uso de audífonos y gafas, así como instruir al niño y los
familiares sobre el uso de estos

6. Cuidado de la salud bucodental:


Los niños con PCI presentan una prevalencia de problemas bucodentales
superior a la del resto de la población ya que las deformidades orofaciales, la
dieta blanda, la escasa función masticadora, la sialorrea, la mala higiene dental
favorecen la aparición de caries dentales, maloclusiones, enfermedades
periodontales, inflamación y sangrado gingival. Se recomienda realizar una
interconsulta con el médico odontólogo para que evalúe la salud bucodental del
niño o niña.
Para prevenir estos problemas, es de vital importancia realizar actividades
enfermeras preventivas, que consisten en proporcionar a los padres la
información correspondiente sobre el manejo de una dieta y una higiene dental
adecuadas, indicarles que deben evitar el consumo excesivo de golosinas,
complementando así la función de nutricionistas y odontólogos.

7. Apoyo social y familiar:


Es muy importante que tanto los niños, como los padres se sientan apoyados
por los profesionales sanitarios durante este proceso. Los niños con PCI suelen
presentar síntomas de depresión y ansiedad desde edades muy tempranas.
Para que estos síntomas no se agraven en la adolescencia y la edad adulta, los
profesionales multidisciplinarios deben intervenir eficazmente, contando con el
apoyo de los familiares. Dentro de la atención biopsicosocial del niño no hay que
olvidarse de su entorno cercano, ya que los padres y hermanos también sufren
importantes consecuencias emocionales, laborales y económicas. La enfermera
debe valorar periódicamente los síntomas de alarma que hacen sospechar del
diagnóstico enfermero “Cansancio del Rol del Cuidador”, que afecta al cuidador,
y disminuye su calidad de vida. La intervención enfermera consiste en
proporcionar estrategias de afrontamiento, en las cuales se involucra al grupo
familiar en el cuidado del niño, evitando que la carga recaiga sobre una única
persona.
CONCLUSIONES

- La parálisis cerebral infantil es una patología crónica, no progresiva que se


produce, en la mayoría de los casos, durante el desarrollo embrionario o el parto.

- Estos niños requieren atención de por vida, ya que la PCI no tiene cura. Pero si
esta atención se presta de forma temprana y por un equipo interdisciplinar, su
calidad de vida puede mejorar.

- Los profesionales de Enfermería, en su labor asistencial y como educadores de


la Salud, tienen un rol esencial en la atención integral y continuada que se presta
a estos pacientes en los hospitales, en los centros de Salud.

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