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Comunicación Efectiva
Segundo ciclo, 2022
Análisis de película:
«No mires arriba»
En la película «No mires arriba» dos científicos, Kate Dibiasky y Randall Mindy,
descubren un nuevo cometa que se aproxima a la Tierra y que acabará con el planeta
en seis meses. Puesto que el gobierno no escucha sus advertencias acuden a los
medios de comunicación solo para ser ignorados de nuevo, ya que su noticia no es lo
suficientemente entretenida para los espectadores.
El panorama cambia cuando, finalmente, el cometa puede ser visto desde cualquier
lugar de la Tierra. Entonces, el público se divide en dos: los que están a favor de la
ciencia y los que están del lado del gobierno. A pesar de que varios países intentan
ejecutar una misión para salvar al mundo, todos sus planes fracasan y solo perdura el
de Estados Unidos.
Cuando esta última misión no tiene éxito, todos se dan cuenta de que la llegada del
fin del mundo es inevitable. Dibiasky y Mindy pasan sus últimos momentos
compartiendo en familia, mientras que la presidente y un grupo de políticos y
empresarios ricos escapan en una nave espacial buscando un nuevo planeta para vivir.
Veintidós mil años después aterrizan en un nuevo mundo habitado por una especie
extraña de dinosaurios. Uno de ellos asesina a la presidente Orlean y, entonces, el
futuro del grupo parece fatídico.
«No mires arriba» es una sátira y una crítica sociopolítica que hace referencia a temas
sumamente actuales como a los medios de comunicación, a los gobiernos de la
modernidad y a la indiferencia de la sociedad.
Es justo este último el tema central de la película. El cometa es un símbolo que utiliza
el director para representar aquellas situaciones que, a pesar de que están respaldadas
por una amplia y válida evidencia, decidimos ignorar. Por ejemplo, las guerras que se
aproximan, las nuevas enfermedades y los problemas religiosos. La situación más
evidentemente representada y con la que la película tiene una relación íntimamente
estrecha es con el calentamiento global.
El filme no hace una referencia explícita a ningún partido en particular, sin embargo,
es un retrato casi exacto de nuestra realidad política. En los últimos años hemos
presenciado gobiernos que tienen las mismas características que el de Jane Orlean:
no tienen la suficiente preparación para estar en el poder; no le dan importancia a los
datos científicos e, incluso, los tergiversan a su favor; utilizan los temas importantes
para desviar la atención del público; se ven envueltos en una serie de escándalos;
emplean falacias para convencer a los votantes; ponen sus intereses propios antes que
los de la población y favorecen solamente a a un pequeño grupo privilegiado de
personas.
Finalmente, «No mires arriba» nos habla acerca de los medios de comunicación y de
las redes sociales. Estas herramientas deberían utilizarse para informar a la población,
para mejorar la comunicación global y para compartir datos relevantes de la
actualidad. Sin embargo, ahora se dedican a compartir el contenido que vende más,
que atrae a más espectadores y que genera una mayor participación por parte del
público, aunque esto signifique arriesgar el bienestar de toda la humanidad.
La película hace reflexionar sobre una gran variedad de problemas éticos. Uno de los
más importantes es el que se relaciona con la «posverdad». Este término, seleccionado
en el 2016 como la palabra del año por el diccionario Oxford, se define como la
«información o afirmación en la que los datos objetivos tienen menos importancia para
el público que las opiniones y emociones que suscita» (Coughlan, 2017).
Esto se convierte en un problema ético pues, tal como lo muestra la película, ahora
más que nunca nos enfrentamos constantemente al dilema de tener que elegir qué
consideramos como «la verdad». ¿Es más importante la realidad o nuestra opinión?
¿Debemos abogar por la objetividad o por la subjetividad? ¿Nuestros sentimientos
valen más que la verdad? ¿Es importante luchar por compartir la información verídica?
Si nuestras opiniones son más importantes, entonces, ¿es correcto tomar decisiones
que las antepongan al bien común?
Todo lo que lidia con la verdad es siempre importante pues sobre ella basamos
nuestras creencias, pensamientos y conductas. Además, es necesario resaltar que,
aunque no seamos totalmente conscientes, esta cuestión forma parte de nuestro día a
día.
Manifestamos nuestra predilección por la verdad o por la posverdad al elegir los
medios de comunicación que consumimos. ¿Preferimos aquellos que comparten
contenido amarillista o los que se dedican a tratar temas importantes para la sociedad?
Nuestra conducta en las redes sociales también refleja nuestra elección. ¿Seguimos a
personas que comparten únicamente nuestra opinión o a aquellos con puntos de vista
diferentes? ¿Compartimos contenido que tenga relación con la realidad o preferimos
aquel que nos conseguirá más seguidores? Y, finalmente, ¿forzamos nuestras
creencias basándonos en lo que compartió un influenciador o un científico estudiado?
Cada una de nuestras elecciones refleja, entonces, la postura que tomamos respecto
a este problema ético y cada una de ellas nos afecta no solo a nosotros, sino también
a toda la sociedad. Escojamos, entonces, votar por aquellos políticos que utilicen
argumentos válidos, informarnos a través de medios de comunicación que sean
imparciales y utilizar las redes sociales como una oportunidad para educarnos.
La película también abarca otros problemas éticos que vale la pena mencionar.
¿Debemos actuar para conseguir beneficios propios o comunes? ¿Es válido tergiversar
un mensaje si este es verdadero? ¿Cómo podemos comunicar la verdad sin incurrir en
el sensacionalismo? ¿Estar del lado de la verdad implica cierto grado de sufrimiento?
¿Es mejor vivir siendo conscientes o darle prioridad a nuestro bienestar emocional?
El título «No mires arriba» genera interés y crea varios enigmas. Al escucharlo,
podemos plantearnos preguntas como: ¿Por qué no debemos ver hacia arriba? ¿Qué
es lo que hay arriba que no podemos ver? ¿Quién nos manda a no levantar la vista? ¿A
qué debemos prestarle atención en la tierra? ¿Qué implicaciones tiene no poder
observar el cielo? ¿De qué nos perdemos si no podemos ver hacia arriba? ¿Si no
podemos levantar la vista, entonces, en qué debemos enfocar nuestra atención?
Además, tiene una relación con algunos de los temas ya mencionados. Usualmente,
asociamos el cielo con la verdad. Los religiosos, por ejemplo, lo relacionan con Dios;
el resto, con el universo, con las verdades que entraña, con lo que nos dice acerca de
nosotros y de las leyes naturales que nos gobiernan, con la ciencia. Por lo tanto, «No
mires arriba» significa no poder ver la verdad o decidir ignorarla, no ser curiosos, no
plantearnos cuestionamientos y no desarrollar un pensamiento crítico.
Este llamado implica, entonces, poder ver solo al suelo, a nuestros propios pasos. Es
una invitación al egoísmo, a preocuparnos únicamente por nuestros propios intereses,
a tener una visión reducida de la vida. No es casualidad que las letras anunciando el
nombre de la película aparezcan justo en el momento en el que Kate está vomitando
en un bote de basura. Así, se muestra la dificultad de cargar con la verdad, pero
también en la oscuridad que se ven sumidos aquellos que no miran hacia arriba.
(McKay, 2021)
Las personas más observadoras, además de tomar al título como una evidencia,
podrán predecir que el descubrimiento no tendrá repercusiones positivas, pues
en las paredes puede notarse la imagen de un astronauta con una leyenda que
dice: «Oh, mierda». Asimismo, Kate está cantando una canción de hip hop que
dice: «No hay lugar para esconderse cuando entro en la habitación. Dr. Doom,
prepárate para el boom».
El dialogo de «No mires arriba» es un logro, pues a través del humor y de las
situaciones absurdas, logra entretener al público mientras realiza una atinada
crítica de la sociedad, de la política y de los medios de comunicación. Por otra
parte, trata situaciones sumamente actuales a las que nos enfrentamos
diariamente.
El siguiente diálogo ilustra la poca comprensión que tienen los políticos de las
estadísticas científicas y cómo las modifican para alcanzar sus objetivos:
Presidente Orlean: No puedes ir por ahí con la gente diciéndoles que hay un 100%
de posibilidades de que vayan a morir (McKay, 2021)».
«Peter Isherwell: Así que puedes imaginar, wow, lo felices que estábamos en BASH
cuando nuestros astrogeólogos descubrieron que este cometa que se precipita
hacia la Tierra en realidad contiene al menos treinta y dos trillones de dólares de
estos materiales.
Randall: Lo siento, lo siento, ¿es por eso que abortaron toda esta misión?, ¿porque
estáis intentando minar el cometa?
Peter Isherwell: Cuando se tienen en cuenta otros metales este cometa contiene
casi 140 billones de dólares en activos.
Randall: Pero ¿qué importa todo esto si todos vamos a morir? (McKay, 2021)».
En esta frase, el Dr. Randall nos habla sobre la importancia de compartir la verdad
aunque no siempre sea lo más placentero de hacer:
«Dr. Randall: Lo siento. No todo tiene que sonar tan malditamente inteligente o
encantador o simpático todo el tiempo. A veces, sólo tenemos que ser capaces de
decir cosas a los demás. Necesitamos escuchar cosas (McKay, 2021)».
Brie Evantee: Aquí mantenemos las malas noticias ligeras (McKay, 2021)».
La siguiente frase es una de las mejores de la película, pues nos enseña que
muchas veces nuestras ideologías políticas son un estorbo que nos impiden
prestarle atención a la verdad:
«Dr. Randall: Y ahora están despidiendo científicos como yo por oponerse a ellos.
Y estoy seguro de que muchas de las personas por ahí ni siquiera van a escuchar
lo que acabo de decir porque tienen su propia ideología política. Pero, les aseguro
que no estoy en un lado o el otro. Sólo les digo la verdad (McKay, 2021)».
«No mires arriba» tiene una serie de escenas muy importantes, ya sea porque
transmiten claramente el mensaje central de la película o porque impactan
fuertemente en el espectador. El final alcanza los dos objetivos y se diferencia del
resto pues tiene un tono más grave y menos cómico.
La secuencia inicia cuando la presidente Jean Orlean llama al Dr. Randall para
ofrecerle un lugar en la nave que irá en búsqueda de un nuevo mundo para
habitar. El científico declina la oferta y da un discurso televisivo que concluye
diciendo: «La cosa es que realmente lo teníamos todo, ¿verdad?».
Esta escena, que fue improvisada por el actor Leonardo DiCaprio, nos hace
cuestionarnos sobre nuestra la realidad. ¿Es la modernidad un ambiente tan
cómodo que nos impide actuar para evitar las consecuencias? ¿Vivimos en un
mundo tan relativamente estable que nos hace creer que nuestro bienestar será
infinito? Tendemos a creer que todo saldrá bien, sin embargo, esta escena nos
demuestra lo valioso que es tener lo que tenemos y, aún más, lo triste y doloroso
que sería perderlo.
Al mostrar cómo la opinión pública se divide en dos extremos opuestos, «No mires
arriba» condena la polarización social. Tomar una posición extremista, como
quienes urgían a la población a ver hacia arriba, no siempre contribuye a crear
soluciones para solucionar el problema, pues el enfoque se inclina más hacia el
sensacionalismo.
Por último, la película enfatiza y muestra como deseables los siguientes valores: el
ser conscientes, el actuar responsablemente, el preferir la objetividad y el
desarrollar el pensamiento crítico. Una sociedad que cuente con estos valores
estaría mejor equipada para enfrentar una situación que atente en contra de la
humanidad.
A pesar de que la película es bastante larga (dura dos horas con veinticinco
minutos) y de que toca una gran variedad de temas, logra transmitir un mensaje
coherente. Los juicios que emite sobre los gobiernos, sobre los líderes
empresariales, sobre los medios de comunicación y sobre la sociedad moderna
contribuyen a presentar una idea predominante: Es importante prestar atención,
buscar soluciones y tomar acción respecto a los temas que hemos descubierto que
están afectando a toda la sociedad.
9. ¿En qué imagen termina la película? Explique el efecto que pretende crear o
crea en el espectador.
Además del final ya mencionado en el inciso número seis, la película cuenta con
dos escenas post créditos, las cuales están llenas del humor negro que caracteriza
a «No mires arriba».
De nuevo, el director decidió incluir esta escena final para retratar hasta qué punto
podemos llevar nuestra actitud de negación y el sinsentido que tienen muchas de
nuestras acciones, especialmente las relacionadas con las redes sociales. Así como
Jonah, utilizamos estas plataformas para compartir nuestros momentos más
difíciles cuando, tal vez, deberíamos atravesarlos privadamente y rodeados de
nuestras personas más cercanas. La obsesión por ganar seguidores nos lleva a
compartir cualquier situación, aunque no sea apropiada. Para concluir, esta escena
nos deja con una pregunta en la mente: ¿Qué pasaría si alguien como Jonah fuera
el único en sobrevivir y se convirtiera en el último hombre en la tierra?
10. En conclusión, ¿qué podemos aprender de esa película? ¿Por qué vale la pena
verla?
«No mires arriba» es una película que todos los que vivimos en la era de los años
2000 debemos ver, pues funciona como un retrato de nuestra sociedad y de la
política. Utilizando la risa y las situaciones exageradas, logra que tomemos
distancia de nuestras acciones y que las evaluemos. Aunque en el momento no
parezca como tal, el largometraje nos invita a analizar la información que se publica
en los medios de comunicación, a interesarnos más por la ciencia, a tener una
predilección por la objetividad y a votar por políticos que estén lo suficientemente
preparados y que antepongan el bienestar común al propio.
Considero que «No mires arriba» es un acierto del cine, pues logra lo que Kate y
Randall no alcanzan a hacer durante la película. La ciencia es una necesidad y
debería tener una gran importancia para todos. Sin embargo, suele cometer un
error: no sabe comunicar sus mensajes a la población. Por ejemplo, no simplifica
su contenido ni lo adapta a su público. Esta película funciona entonces como un
puente entre la ciencia y la sociedad, pues a través del entretenimiento transmite
mensajes sumamente importantes, como el del calentamiento global.
Todas estas características ya mencionadas son muy valiosas, pero hay una más
que podría resaltar como la más importante: «No mires arriba» nos hace
cuestionarnos, nos hace pensar y reflexionar. Aún después de redactar varias
páginas llenas de reflexiones, podría seguir mencionando preguntas que han
surgido luego de verla: ¿Es parte del ser humanos el poner atención
exclusivamente a las cosas buenas? ¿Ser cada vez más públicos nos hace perder
la intimidad? ¿Cómo podemos hacer conciencia sin caer en el sensacionalismo?
En un mundo en el que el contenido está creado casi exclusivamente para
entretener y para divertirnos, esta película es un tesoro.
Referencias
Climate Change Evidence: How Do We Know? (n.d.). Climate Change: Vital Signs
of the Planet. Retrieved September 9, 2022, from
https://climate.nasa.gov/evidence
Coughlan, S. (2017, December 1). Qué es la “posverdad”, el concepto que puso
de moda el “estilo Trump” en Estados Unidos. BBC News Mundo.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-38594515
McKay, A. (Director). (2021, December 24). Don’t Look Up [Comedy, Drama, Sci-
Fi]. Hyperobject Industries, Province of British Columbia Production Services Tax
Credit, Bluegrass Films.