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Facultad de medicina
Doctorado en medicina
Ciclo VI-2023
Seminario II
Integrantes
★ APORTE Y ABSORCIÓN
La absorción del hierro es limitada (5-10% del hierro aportado, porcentaje que puede
aumentar hasta el 25% en el paciente ferropénico) ocurre fundamentalmente en el duodeno y
es mayor para el hierro del hemo que del no hemo.
Paso 2: El hierro en estado ferroso atraviesa las microvellosidades del enterocito mediante
una proteína transportadora de metales divalentes (DMT-1)
El hierro ligado al hemo se absorbe por otro proceso independiente a través de la membrana
del enterocito, mediado por la proteína transportadora del hemo, liberándose luego en forma
ferrosa gracias a un hemo-oxigenasa dentro del enterocito y uniéndose posteriormente a la
ferritina intraenterocitica.
A. Sensor dietético (la absorción de hierro tiende a disminuir si la dieta durante los días
anteriores es rica en hierro “bloqueo de la mucosa”, que impide la absorción de hierro
por los enterocitos repletos de hierro)
B. Sensor de depósitos (en estados ferropénicos se incrementa la absorción).
C. Sensor eritropoyético (el más importante aumenta la absorción de hierro cuando se
incrementa la actividad eritropoyética, aún con depósitos de hierro normales o
elevados).
★ TRANSPORTE PLASMÁTICO.
Paso 5: Se lleva a cabo por medio de la transferrina. La transferrina dispone de dos lugares
de unión de alta afinidad al hierro. Normalmente, el 20-50% de la transferrina se encuentra
saturada.
★ ALMACENAMIENTO.
★ EXCRECIÓN
Es muy limitada en la especie humana (0,5-1 mg/ día en el adulto y la mujer no menstruante,
2-3 mg/día en la mujer menstruante y unos 3 mg/día en el embarazo por cesión al feto y a la
placenta). Estas pérdidas son menores en el paciente ferropénico. La excreción del hierro se
realiza fundamentalmente mediante descamación de enterocitos con un alto contenido de
ferritina a la luz intestinal. En la mujer premenopáusica hay que tener muy en cuenta las
pérdidas menstruales . También se pierden pequeñas cantidades de hierro con la descamación
cutánea, las uñas, el pelo, la bilis y la orina.
★ ACCIONES ANTIANEMICAS.
El hierro sólo es útil en las anemias causadas por deficiencia de hierro (anemias ferropénicas)
o en los estados nutricionales deficientes en hierro (ferropénicas larvadas). Es ineficaz en el
tratamiento de la anemia de otras etiologías. Tras la administración de hierro a un paciente
anémico por ferropenia, la cifra de reticulocitos aumenta rápidamente (3-4 días) y, de forma
progresiva, se van normalizando los restantes parán1ecros hematológicos en orden inverso al
originado por el estado ferropénico. Si la ferroterapia se aplica durante suficiente tiempo, los
niveles séricos de ferritina son el último parámetro en normalizarse.
★ OTRAS ACCIONES
Otras acciones atribuidas al importante papel que desempeña el hierro como componente de
ciertas enzimas son: aumento de la capacidad de trabajo y normalización de la producción de
lactato en deportistas ferropénicos al comenzar la ferroterapia, desarrollo neurológico,
etcétera.
Los volúmenes grandes de sales ferrosas de hierro son tóxicos. Sin embargo, los
fallecimientos son raros en adultos. Casi todas las muertes ocurren durante la niñez, en
particular entre los 12 y 24 meses de edad.
Se observa casi exclusivamente en niños pequeños que ingieren tabletas del mismo de
manera accidental. Tan sólo 10 tabletas de cualquiera de las preparaciones de hierro oral
comúnmente disponibles pueden ser letales en niños pequeños. Por lo que los pacientes
adultos que tomen preparados orales de hierro deben recibir instrucciones para guardar las
tabletas en recipientes a prueba de niños para que éstos estén fuera de su alcance.
Los niños que son envenenados con hierro oral experimentan gastroenteritis necrotizante
con vómitos, dolor abdominal y diarrea sanguinolenta seguidos de choque, letargo y disnea.
Posteriormente, a menudo se observa mejoría, pero esto puede ser seguido por acidosis
metabólica severa, coma y muerte.
En la valoración de niños que se piensa han ingerido hierro, pueden efectuarse una prueba de
color para su detección en el contenido gástrico y una cuantificación urgente de la
concentración plasmática del metal. Si esta última es menor de 63 μmol (3.5 mg/L), el niño
no estará en peligro inmediato.
Debe realizarse irrigación intestinal completa para eliminar las píldoras no absorbidas. La
deferoxamina, un potente compuesto quelante del hierro, puede administrarse por vía
intravenosa para unir el hierro que ya ha sido absorbido y favorecer su excreción en la orina y
las heces.
El carbón activado, un adsorbente muy efectivo para la mayoría de las toxinas, no se une al
hierro y, por tanto, no es seguro. Se debe proveer una terapia de apoyo para el sangramiento
gastrointestinal, la acidosis metabólica y el choque.
La deferiprona rara vez se ha asociado con agranulocitosis; por tanto, se requiere un control
semanal del CBC para los pacientes tratados con este fármaco.
En pacientes con anemia megaloblástica, el estado del folato se evalúa con análisis de folato
sérico o folato de glóbulos rojos. Los niveles de folato en los glóbulos rojos a menudo son de
un mayor valor diagnóstico que los niveles séricos, porque los niveles séricos de folato
tienden a ser lábiles y no necesariamente reflejan los niveles tisulares.
La deficiencia de ácido fólico a menudo es causada por una ingesta dietética inadecuada de
folatos. Los pacientes con dependencia del alcohol, con un déficit de vitamina C debido a que
la vitamina C es necesaria para la reducción del ácido fólico en folínico y los pacientes con
enfermedad hepática pueden desarrollar deficiencia de ácido fólico debido a la mala
alimentación y el almacenamiento hepático disminuido de folatos. Las mujeres embarazadas
y los pacientes con anemia hemolítica tienen mayores requerimientos de folato y pueden
volverse deficientes en ácido fólico, en especial si sus dietas son marginales.
La deficiencia de ácido fólico puede ser causada por fármacos. El metotrexato y, en menor
medida, el trimetoprim y la pirimetamina inhiben el dihidrofolato reductasa y pueden dar
como resultado una insuficiencia de los cofactores de folato y, en última instancia, anemia
megaloblástica. La terapia a largo plazo con la fenitoína también puede ocasionar deficiencia
de folato, pero rara vez causa anemia megaloblástica.
La eritropoyetina humana es una glicoproteína formada por una cadena única de 165
aminoácidos, a la que se unen cuatro cadenas de hidratos de carbono ricos en ácido siálico. Es
producida fundamentalmente en las células peritubulares de la corteza renal y se libera en
pulsos, en respuesta a la anemia y a la hipoxia (circunstancias éstas que incrementan la
expresión del gen de la eritropoyetina mediante el complejo l-IIF-la/l-IIF-2b [factores
inducibles de la hipoxia] y otros cofactores) . Una pequeña parte se sintetiza en el hígado. Se
libera como hormona intacta y se une a receptores de membrana. Se han identificado dos
tipos de receptores: el de alta afinidad (al parecer, el más importante y necesario para la
diferenciación eritroide) y el de baja afinidad (involucrado en la proliferación eritroide y en el
transporte placentario de la hormona). Tras su unión al receptor, la eriu·poyetina se
internaliza y produce un aumento de la síntesis de ARN.
En los pacientes con cáncer, la anemia tiene una prevalencia del 40-60 % en el momento del
diagnóstico, cifra que se incrementa durante la quimioterapia . La fisiopatología de la anemia
en el paciente con cáncer también tiene una etiología multifactorial , destacando la reducción
en la producción de eritropoyetina endógena y la disminución en la diferenciación de los
precursores eritroides como consecuencia de la producción de citocinas secundarias a la
interacción del cáncer con el sistema inmunitario (interferón gamma, factor de necrosis
tumoral alfa, interleucina l, etc.). Además, contribuyen diversos factores asociados al tumor,
como sangrado, invasión medular, malnutrición, secuestro del hierro en el sistema retículo 11
dotelial (como en la anemia de los estados inflamatorios), etcétera ..
En los nefrópatas, hasta un tercio de los pacientes con insuficiencia renal pueden desarrollar
hipertensión arterial, el efecto secundario más frecuente en esta situación clínica. También se
ha observado enfermedad tromboembólica, generalmente asociada a niveles de hemoglobina
superiores a 11,5 g/dl, y, excepcional nence, convulsión 11es. Estos efectos secundarios
guardan relación con un aumento rápido del hematocrito . Un síndrome gripal que aparece a
las horas de la administración del bolo intravenoso de eritropoyetina puede manifestarse en
una elevada proporción de pacientes. Se reco 1 mienda la administración conco 1 nicante de
hierro, preference 1ente por vía parenteral, si la ferritina es < 500 µg/1 o la saturación de
transferrina es < 30 o/
Efectos adversos
Ambos fármacos son generalmente bien tolerados . El efecto secundario más frecuente es el
dolor óseo, que suele ceder con analgésicos habituales. Cor1 G-CSF se han comunicado
también vasculitis, posibles reacciones anafilactoides y, cuando se administra en dosis altas a
donant es sanos para movilización de precursores para el u·asplante, trombocitopenia
(generalmente no grave)