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EFECTO DEL ESTRÉS CALÓRICO EN VACAS LECHERAS EN EL

MUNICIPIO BOLIVAR DEL ESTADO TRUJILLO

EFFECT OF HEAT STRESS ON MILK PRODUCTION OF CROSSBRED


COWS IN THE MUNICIPALITY OF TRUJILLO STATE BOLÍVAR

Parra Cevallos Eduardo J.*


Vetencourt Alarza Pablo A.*
Ing. M.Sc. Nelson León**

RESUMEN

Se realizó un ensayo con el objetivo de determinar el efecto del estrés calórico en la


producción de leche de vacas mestizas en el Municipio Bolívar del Estado Trujillo.
La unidad de ensayo estuvo conformada por cada vaca mestiza Mosaico Perijanero,
con promedio de 6.5 litros leche/día. Las vacas se ordeñaron en dos horarios uno en la
mañana y otro en la tarde, el de la mañana (6:00am) se realizó a mano, no existe
ordeño mecánico, se ordeñan con el becerro el cual sirve para que las vacas apoyen la
leche y luego se amarran en las patas de la vacas dejándole un pezón para que beban
leche. Luego del ordeño se pasan los becerros a un potrero y las madres a otro
potrero. Se recogen los becerros a las 9:30 am y se meten en su becerrera de concreto
y techo de acerolit. La leche producida por cada vaca fue pesada sacándose un
promedio mensual. El análisis de los resultados indicó que el estrés calórico ejerce
una marcada influencia en la producción de leche de vacas mestizas, consideradas en
este estudio bajo las condiciones climáticas presentadas en el Municipio Bolívar del
Estado Trujillo para los meses de duración del ensayo. Se encontraron valores bajos
de producción durante los meses de más calor del ensayo. Se demostró el efecto del
estrés calórico sobre la producción total de leche, la cual alcanzó los valores más altos
en los meses de bajas temperaturas, en este caso, octubre y noviembre que
coincidieron con un invierno prematuro en el país, producto de las lluvias que se
presentaron.

Palabras claves: Estrés calórico. Producción de leche. Promedio mensual y total de


leche.

* Autores
** Tutor
ABSTRACT

Assay in order to determine the effect of heat stress on milk production of crossbred
cows in the municipality of Trujillo State Bolívar was performed. The sample is
mixed cow each Mosaico Perijanero, averaging 6.5 liters milk / day. Cows were
milked two times: one in the morning and another in the afternoon. The morning
(6:00 am) was done by hand (no milking), and runs with calf to cow milk and then
release is tied to the legs of the cow leaving a nipple so they drink. After milking, the
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calves of mothers are separated in different pastures. At 9.30 am calves are collected
and taken to the hutch and concrete roof acerolit. The milk produced by each cow
was weighed pulling a monthly average. The analysis of the results indicated that heat
stress exerts a marked influence on milk production of crossbred cows, considered in
this study under the climatic conditions presented in the Bolívar Municipality of
Trujillo State for the months of trial duration. Low production values were found
during the warmer months in the study period and the effect of heat stress on total
milk production were demonstrated, which reached the highest production values in
the months of low temperatures in this case, October and November which coincided
with untimely rains in the country.

Key words: Heat stress. Milk production. Average monthly and total milk.

Introducción

Los cambios que se están experimentando a nivel global afectarán la producción


agropecuaria a nivel mundial y local. En prácticas de estabulación y manejo pecuario,
bajo sistemas intensivos, reflejan un creciente interés sobre asuntos morales del
bienestar animal (Silanikove, 2000; Gutiérrez, 2010). Por otro lado, la Organización
Mundial de la Salud (2003), define al estrés como el conjunto de reacciones
fisiológicas que prepara al organismo para la acción metabólica.
Estrés es una expresión que deriva del latín, la cual fue utilizada con mucha
insistencia, durante el siglo XVII para representar adversidad o aflicción. El estrés
implica cualquier factor que actúe interna o externamente al cual se hace difícil
adaptar y que induce un aumento en el esfuerzo por parte del animal, para mantener
un estado de equilibrio dentro de él mismo y con su ambiente externo. El estrés
calórico sobre el animal trastorna las necesidades nutritivas afligiendo su sistema
gastrointestinal y metabólico.
El desempeño productivo del ganado bovino de leche y carne es directamente
afectado por los factores climáticos de su entorno productivo, particularmente la
temperatura ambiental, la humedad relativa, la radiación solar y la velocidad del
viento, los que en su conjunto afectan su balance térmico (Arias, Mader y Escobar,
2008). En ganado lechero, el nivel óptimo de temperatura ambiente para obtener los
mejores resultados oscila entre los 13 y 20°C, con temperaturas por debajo de 13°C,
el animal sufre de estrés de frío, por el contrario, cuando la temperatura fluctúa entre
20 y 24°C el animal inicia su utilización de medios para disipar el calor corporal, y a
temperaturas por sobre 25°C, el animal se encuentra en estrés por calor (Araujo,
2011), que son las condiciones que se encuentran en las diferentes regiones de
Venezuela (Blanco, 2009).
Por otro lado, diversos autores señalan que el estrés por calor al que están expuestos
los animales durante los meses de verano, produce una disminución en su eficiencia
productiva y reproductiva (Fuquay, 1981; Wilson y col., 1998; Bernabucci y col.,
1999; Hahn, 1999), lo que se traduce en pérdidas económicas significativas (Wilson y
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col., 1998). En vacas lecheras, el estrés por calor se suma, además, a la elevada
temperatura interna asociada con la lactación. Las pérdidas productivas se traducen
en una reducción de la producción de leche, debido a factores tales como disminución
del consumo de materia seca (MS), aumento del consumo de agua y de la temperatura
rectal (Bernabucci y col., 1999). Las pérdidas reproductivas se asocian con una
disminución de los estros, provocadas por una escasa ovulación, dado que el estrés de
calor inhibe el desarrollo folicular del ovario (Wilson y col., 1998).
Los animales responden de distinta forma frente al estrés térmico, de manera de
mantener la temperatura del cuerpo. Las pérdidas de calor se producen
principalmente por la eliminación de productos del metabolismo en heces, orina y
leche (Fuquay, 1981). La alteración de las características dinámicas de la digestión es
reconocida como un posible mecanismo a través del cual el estrés por calor puede
afectar la nutrición de los animales. Una de ellas es la reducción del consumo de MS,
lo que genera menos calor durante la fermentación ruminal y del metabolismo
corporal, ayudando a mantener el balance de calor (Beede y Collier, 1986,
Bernabucci y col., 1999).
No obstante estar adaptados a las condiciones medioambientales en las que viven, hay
ciertas ocasiones en las que los animales sufren estrés debido a las oscilaciones en las
temperaturas o bien por una combinación de factores negativos a los que se someten
durante un corto período. Los animales hacen frente a estos eventos desfavorables
primordialmente a través de modificaciones fisiológicas y de comportamiento (Arias
y col., 2008).
De acuerdo con Nienaber y Hahn (2007), las respuestas de los animales varían de
acuerdo al tipo de desafío térmico que se presenten: cambios adaptativos a corto
plazo (de comportamiento, fisiológicas e inmunológicos) son la respuesta inicial a
eventos agudos mientras que desafíos de mayor duración impactan en respuestas
orientadas al desempeño (se altera el consumo voluntario y se afecta el crecimiento,
reproducción y eficiencia productiva).
Al mismo tiempo, los animales de granja pueden minimizar los efectos adversos y
compensar el desempeño reducido durante desafíos térmicos moderados mediante
mecanismos de adaptación. La tasa respiratoria es una alerta temprana del incremento
del estrés calórico y aumenta marcadamente intentando disipar el exceso de calor
mediante la vaporización respiratoria; también hay un decremento en el consumo
voluntario a medida que la temperatura corporal aumenta como consecuencia de la
temperatura ambiental, lo cual reduce su desempeño productivo y reproductivo
además de amenazar su salud y bienestar si las condiciones adversas persisten.
El estrés por calor ocurre cuando alguna de las condiciones ambientales como la
temperatura del aire, la humedad relativa, el movimiento del aire y la radiación solar
causan que la temperatura efectiva del ambiente sea más alta que la zona termoneutral
o de confort (Srikandakumar, 2004), por lo que la combinación de temperatura
ambiente y la humedad relativa es la que determina la sensación térmica externa de
las vacas. El régimen alimenticio de la vaca determina también un mayor o menor
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calor corporal, así mismo influye la agitación a la que está expuesto al animal, en el
sentido del manejo y su traslado. (Moriya, 2000).
Las pérdidas económicas se presentan al haber un menor desempeño (en cuanto a
consumo voluntario, crecimiento, producción de leche, etc.), lo cual resulta en un
incremento en la mortalidad y una disminución en la eficiencia reproductiva (St-
Pierre y col., 2006). Cada especie o raza animal tiene una manera distinta de
responder a las temperaturas elevadas. Las razas de pelo corto, suave y brillante y
cobertura oscura de la piel son más termotolerantes que vacas con pelo normal,
similar al del ganado pura sangre Holstein. Es de esperar que haya diferencias
mayores en las temperaturas rectales del ganado que lacta y pastorea bajo un alto
grado de estrés por calor en lugares carentes de sombra (Olson y col, 2002).
Tomando en consideración lo anteriormente planteado, el propósito del trabajo de
grado se orientó a evaluar el efecto del estrés calórico por elevada temperatura en
vacas lecheras mestizas en el Municipio Bolívar del Estado Trujillo. Por lo cual se
plantearon los siguientes objetivos:
Objetivo General
Determinar el efecto del estrés calórico en la producción de leche de vacas mestizas
en el Municipio Bolívar del Estado Trujillo.
Objetivos Específicos
Medir el efecto del estrés calórico en la producción mensual de leche en vacas
mestizas.
Determinar el efecto del estrés calórico en la producción total de leche en vacas
mestizas.

Revisión de Literatura
El efecto del clima en el ganado bovino es variable y complejo, ya que condiciona el
medioambiente en el que los animales viven y se reproducen (Arias, Mader y
Escobar, 2008). Sus influencias en el bienestar y producción animal han sido
reconocidas y estudiadas desde 1950. El clima afecta al ganado directa e
indirectamente, ya que modifica la calidad y/o cantidad de alimentos disponibles, los
requerimientos de agua y energía, la cantidad de energía consumida y el uso de ésta.
Los animales hacen frente a las condiciones adversas del clima mediante la
modificación de mecanismos fisiológicos y de comportamiento para mantener su
temperatura corporal dentro de un rango normal. Como consecuencia, es posible
observar alteraciones en el consumo de alimento, comportamiento y productividad.
Estos cambios se acentúan bajo condiciones extremas de frío o calor, implicando
drásticas reducciones en los índices productivos, tales como tasa de ganancia de peso
y producción diaria de leche.
Jahn y col. (2002), determinaron el efecto de la suplementación a la sombra durante
los meses de verano para vacas que pastorean una pradera de trébol blanco-ballica
5

perenne (Trifolium repens L.-Lolium multiflorum L.). Compararon 4 tratamientos: I.


Pastoreo día y noche sin suplementación; II. Pastoreo día y noche más
suplementación; III. Pastoreo día y noche más suplementación a la sombra entre
11:30 y 17:00 h; y IV. Pastoreo día y noche más suplementación al sol entre 11:30 y
17:00 h. Se utilizaron 32 vacas Holstein con una producción promedio inicial de
leche de 20,5 L d-1, las que fueron distribuidas en un diseño de bloques.
Los resultados mostraron que no hubo un efecto significativo (P<0,05) de los
tratamientos sobre la producción de leche, siendo el tratamiento III donde se obtuvo
la mayor producción de leche (19,5 L d-1). Las temperaturas ambientales durante los
meses de enero y febrero alcanzaron 33,5 y 34,5ºC, respectivamente. Las
temperaturas rectales fueron significativamente más altas (P<0,05) en los
tratamientos donde los animales permanecieron al sol, alcanzando los 39,55; 39,00 y
39,43ºC para los tratamientos II, III y IV, respectivamente.
Se observó un leve aumento en el consumo de ensilaje de maíz en los animales que
permanecieron a la sombra. El menor consumo de ensilaje de los animales que
permanecieron al sol fue aparentemente compensado con un mayor consumo de
pradera en el período nocturno. Se realizaron mediciones de comportamiento animal
por observación durante las 24 h.
Hernández y col. (2007), evaluaron la respuesta al estrés por calor en un rebaño de
100 vacas Criollo Lechero Tropical (CLT), mantenido bajo un sistema de doble
propósito por más de 40 años, en el trópico de México. Analizaron además, el
comportamiento de indicadores del clima; temperatura ambiente (TA, ºC) y humedad
relativa (HR, %) en la región de estudio, durante los 2 años y los 40 años previos. Se
consideraron como respuestas fisiológicas al estrés la temperatura rectal (TR) (ºC) y
la frecuencia respiratoria (FR) (rpm).
El clima de la región mostró una gran estabilidad entre los años de estudio y los 40
previos, así como una clara estacionalidad entre las épocas secas y de lluvias, con un
índice de temperatura y humedad (ITH) diferente entre épocas y entre las lecturas
matutina y vespertina (p<0.001). Los cambios entre las variables de respuesta al
estrés por calor de la FR de las vacas permitieron, por medio de la prueba de
CLUSTER, establecer tres tipos distintos de respuesta al estrés por calor; 36 sin
estrés, (FR>36 rpm), 29 con estrés suave y moderado (46-60 rpm) y 35 con estrés alto
(61-90 rpm). Estos datos demuestran que las vacas de la raza CLT no son un grupo
homogéneo ante el estrés por calor, y permiten establecer criterios para futuros
programas de selección de esta raza.
Arias y col. (2008), describieron los principales factores ambientales que afectan la
productividad del ganado y establecieron las bases para la cuantificación del impacto
climático en la producción de carne y leche en Chile. Sus resultados señalan que el
efecto del clima en el ganado bovino es variable y complejo, ya que condiciona el
medioambiente en el que los animales viven y se reproducen. Sus influencias en el
bienestar y producción animal han sido reconocidas y estudiadas desde 1950.
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El clima afecta al ganado directa e indirectamente, ya que modifica la calidad y/o


cantidad de alimentos disponibles, los requerimientos de agua y energía, la cantidad
de energía consumida y el uso de ésta. Los animales hacen frente a las condiciones
adversas del clima mediante la modificación de mecanismos fisiológicos y de
comportamiento para mantener su temperatura corporal dentro de un rango normal.
Como consecuencia, es posible observar alteraciones en el consumo de alimento,
comportamiento y productividad. Estos cambios se acentúan bajo condiciones
extremas de frío o calor, implicando drásticas reducciones en los índices productivos,
tales como tasa de ganancia de peso y producción diaria de leche.
Muñóz y col. (2013), determinaron los efectos negativos que tienen las altas
temperaturas combinadas con elevada humedad sobre la producción lechera en la
región. El estudio se realizó en el Módulo Tambo de la Facultad de Ciencias
Agrarias-UNR (Zavalla). Los resultados indicaron que los animales no han sufrido
episodios de estrés calórico capaces de afectar negativamente la calidad de la leche.
Probablemente debido a las características del sistema productivo, en especial al
manejo nutricional que es el que mayormente determina la composición láctea; así
como también, al suministro de sombra, la disponibilidad de agua limpia y fresca, y
los horarios de ordeño que fueron adecuados a las condiciones climáticas imperantes.
Otro factor que pudo haber resultado ventajoso fue la amplitud térmica que les
permitió recuperarse durante la noche cuando el ITH disminuyó sensiblemente
debido a un importante descenso de la temperatura.

Estrés calórico en vacas lecheras

El término estrés es comúnmente utilizado para indicar una condición


medioambiental que es adversa al bienestar animal (Stott, 1981). Sin embargo, la
magnitud del estrés y su impacto asociado en la producción animal son difíciles de
definir. Stott (1981) señaló que la única forma de medir la magnitud del estrés es a
través de la respuesta animal. Muchos intentos han sido realizados para lograr obtener
un índice de fácil cálculo y aplicación.
La primera respuesta que se produce en el bovino expuesto a altas temperaturas es un
aumento del ritmo respiratorio, seguido de aumento de la temperatura corporal. Al
aumentar la frecuencia respiratoria aumenta la ventilación de las vías por las que pasa
el aire, y por tanto, favorece la evaporación de esas superficies húmedas entre las que
figuran, lengua, boca y vías nasales. Como consecuencia del enfriamiento de estas
superficies, se enfría la sangre que fluye por las mismas.
Efectos sobre la producción: La disminución en la producción láctea es el resultado
conjunto de los tres hechos siguientes: el descenso en el consumo de alimento; la
reducción de la actividad metabólica concomitante con una secreción rebajada de la
hormona del crecimiento; y la menor llegada de nutrientes a la glándula mamaria a
causa de la redistribución de la circulación sanguínea que concentra la sangre en la
periferia del cuerpo tratando de facilitar la evacuación del calor corporal.
7

Respuesta de la vaca ante el calor

Las respuestas de las vacas varían de acuerdo al tipo de desafío térmico que se
presenten: cambios adaptativos a corto plazo (de comportamiento, fisiológicas e
inmunológicos) son la respuesta inicial a eventos agudos, mientras que desafíos de
mayor duración impactan en respuestas orientadas al desempeño (se altera el
consumo voluntario y se afecta el crecimiento, reproducción y eficiencia productiva)
(Nienaber y Hahn, 2007). Al mismo tiempo, los animales de granja pueden minimizar
los efectos adversos y compensar el desempeño reducido durante desafíos térmicos
moderados mediante mecanismos de adaptación.
La tasa respiratoria es una alerta temprana del incremento del estrés calórico y
aumenta marcadamente intentando disipar el exceso de calor mediante la
vaporización respiratoria; también hay un decremento en el consumo voluntario a
medida que la temperatura corporal aumenta como consecuencia de la temperatura
ambiental, lo cual reduce su desempeño productivo y reproductivo además de
amenazar su salud y bienestar si las condiciones adversas persisten.

Metodología
El ensayo se realizó en la C. A. Agropecuaria Santa Teresa, Fundo La Victoria,
localizado en la Parroquia Cheregüé del Municipio Bolívar del Estado Trujillo. La
Parroquia Cheregüé del Municipio Bolívar presenta un clima cálido con temperaturas
promedio 32ºC. Cabe resaltar que en ciertas épocas puede alcanzar una temperatura
de hasta 36ºC. La precipitación promedio anual es 1261 mm. Está ubicado entre las
isoyetas de 1000 y 1300, a una altitud de 135 msnm.
La unidad de ensayo estuvo conformada por cada vaca mestiza Mosaico Perijanero,
con promedio de 6.5 litros leche/día. El Fundo La Victoria donde se realizó el estudio
está conformado por 43 vacas mestizas en producción, adaptadas a estas condiciones
ambientales desde su nacimiento. Los corrales donde se suplementan las vacas están
provistos de comederos y bebederos fijos tipo canoa. La alimentación del hato en
producción consiste en un aporte de pasto Guinea (Panicum maximum), el cual se
consume por pastoreo en 21 días y suplementación con silos de maíz, suministrando 5
kg/vaca, además melaza y minerales. Todos los animales son desparasitados usando
Ivermectina y Bainet cada 2 meses vía oral o intramuscular. Se realizan dos jornadas
de vacunación al año, se aplica la vacuna triple y contra la aftosa lo que va a depender
de la clasificación del animal.
Las vacas se ordeñaron en dos horarios uno en la mañana y otro en la tarde; el de la
mañana (6:00am) y el de la tarde (3:00pm) se realizan a mano, no existe ordeño
mecánico, se ordeñan con el becerro el cual sirve para que las vacas apoyen la leche y
luego se amarran en las patas de la vacas dejándole un pezón para que beban leche.
Luego del ordeño se pasan los becerros a un potrero y las madres a otro potrero. Se
recogen los becerros a las 9:30 am y se meten en su becerrera de concreto y techo de
acerolit.
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La información de los pesajes fue tabulada y recopilada desde el mes de octubre 2013
hasta el mes de febrero 2014. Para el análisis de los datos se utilizó la prueba de
diferencia de medias t, a través del SPSS (Sistema de Análisis Estadístico para las
Ciencias Sociales) v. 21.0.
Resultados y Discusión

Producción mensual de leche

Tabla 1. Promedios de producción de leche mensual (lt/mes)


Meses Promedio
Octubre 9.45±2.810

Noviembre 10.93±1.432

Diciembre 10.41±1.505

Enero 12.13±1.524

Febrero 9.07±1.962

Los valores descriptivos de la producción de leche mensual para el total de ordeños


realizados durante los meses del ensayo, demostraron que para el inicio del estudio el
promedio de leche fue de 9.45±2.810 lt/leche, incrementándose este promedio para el
segundo mes, luego para el tercer mes se mantuvo un promedio similar, y al cuarto
mes del estudio hubo un descenso de la producción mensual láctea.

14
12.13

12 10.93
10.41
9.45
9.07
Lt/leche/mensual

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0
Columna1
9

De acuerdo con los diversos momentos climáticos que fueron ocurriendo en el


transcurso de estos meses se deduce que cuando se inició el ensayo en el mes de
octubre coincidió con las bajas temperaturas que se dieron para el momento, pero en
el mes de febrero, ocurrió el aumento de temperatura con la consecuente disminución
de la producción, observándose que la producción mensual de leche disminuyó a
9.07±1.962 lt/leche.
Es conveniente aclarar que para el mes de octubre y principios de noviembre se
presentó un efecto climático, producto de convergencias en el trópico que produjo un
incremento de las lluvias que condujo a una especie de invierno prematuro para esa
fecha, y que en consecuencia incrementó la proteína de los pastos y la disminución de
las temperaturas que permitió una mayor producción de leche.
Respecto al efecto del estrés calórico sobre los hábitos de pastoreo de vacas lecheras,
se detectó que los hábitos de alimentación son severamente afectados lo que
explicaría claramente la disminución de la producción, lo cual coincide con Muñóz y
col. (2013), Arias, Mader y Escobar (2008), cuando señalan que el consumo de
alimento disminuye cuando la temperatura ambiente sobrepasa los 26ºC, y, en
situación de pastoreo, este efecto es más pronunciado.

Producción total de leche


Se realizó una prueba de medias para determinar el efecto de los meses en la
producción total de leche, en este sentido, la prueba de medias t demostró que no hay
diferencias estadísticas significativas (p>.05) entre las producciones de los diferentes
meses de duración del ensayo, lo cual coincide con Jahn y col. (2002), quienes no
encontraron efecto significativo (P>0,05) de las temperaturas ambientales (33,5 a
35,5ºC) durante los meses de ensayo sobre la producción de leche.

Tabla 2. Prueba de medias para la producción de leche total

Diferencias relacionadas t gl Sig.


(bil)

Media Desviación Error


Mes Octubre - Febrero -1.0863 4.5896 .7989 -1.360 42 .183

Asimismo, los resultados concuerdan con Arias y col. (2008), quienes informaron
sobre drásticas reducciones en los índices productivos por efecto del calor, tales como
tasa de ganancia de peso y producción diaria de leche.

Conclusiones y recomendaciones

Se determinó que el estrés calórico ejerce una marcada influencia en la producción de


leche de vacas mestizas, consideradas en este estudio bajo las condiciones climáticas
10

presentadas en el Municipio Bolívar del Estado Trujillo para los meses de duración
del ensayo.
Se determinó el efecto del estrés calórico sobre la producción mensual de leche,
encontrándose valores bajos de producción durante los meses de más calor del
ensayo.
Se demostró el efecto del estrés calórico sobre la producción total de leche, la cual
alcanzó los valores más altos en los meses de bajas temperaturas, en este caso,
octubre y noviembre que coincidieron con un invierno prematuro en el país, producto
de las lluvias que se presentaron.
Tomando en consideración los resultados alcanzados en este ensayo y bajo las
condiciones climáticas establecidas para la zona, para disminuir el efecto del estrés
calórico se recomienda un manejo nutricional del estrés calórico, alternativa que se
basa en la respuesta natural del ganado de reducir de manera voluntaria el consumo
de alimento para disminuir el calor metabólico. Además, se debe evitar el aumento de
la temperatura del agua de bebida, no interferir en los hábitos naturales de consumo
de forraje en las horas más frescas del día y el uso de suplementos alimenticios
energéticos y proteicos, también son medidas recomendadas.
También es recomendable la siembra de árboles para sombra en los potreros. Un
punto muy importante de recordar es que el confort de los animales redunda en
mayores niveles de producción e ingresos.

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