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Arias Yadira
NIVEL : Sexto
Los bovinos son animales de sangre caliente por tal razón deben
mantener constante su temperatura corporal. Gracias a los mecanismos
de regulación térmica de que disponen, estas hembras se muestran en
general más tolerantes al frío que al calor o, dicho de otro modo,
mantienen la homeotermia más fácilmente con temperaturas bajas que
con las altas, de donde se infieren pérdidas de productividad más
prontas y acusadas en el segundo caso que en el primero (Nogal, 2015).
II. OBJETIVOS
Aún un estrés calórico leve puede tener efectos significativos en el corto plazo sobre la
productividad. También puede haber un impacto sobre la salud y la fertilidad en
general. Las vacas de mayor productividad se ven más afectadas porque ellas generan
más calor mientras digieren el alimento adicional necesario para una mayor producción
de leche (Beltrán, 2018).
Las vacas también se ven más afectadas durante ciertos períodos críticos. Apenas un 10
% de las inseminaciones en ganado bajo estrés calórico producen preñeces y las vacas
bajo estrés en el inicio de la lactancia, acusan una fertilidad disminuida 2-3 meses
después,debido a daño en el desarrollo folicular (Beltrán, 2018).
III.2. Manejo
Proporcione sombra y ventilación adecuada.
Optimice el suministro de agua.
Suministre alimento durante los períodos más fríos al final de cada día. Asigne 33%
del alimento diario en la mañana y 67% en la tarde.
Instale aspersores de agua en el patio general y a lo largo del comedero. Utilice
aspersores de gotas grandes y ventiladores para garantizar la evaporación del agua.
III.3. ¿Qué es el stress calórico?
Los bovinos al igual que todos los mamíferos, son animales homeotermos, es decir,
organismos que a pesar de las fluctuaciones en la temperatura ambiental son capaces de
mantener relativamente constante la temperatura corporal. Esta capacidad es esencial
para una multitud de reacciones bioquímicas y procesos fisiológicos asociados con el
normal metabolismo; incluso, también es de interés para el funcionamiento del tejidos
cerebrales (Páez, 2016).
El calor corporal total procede de tres fuentes básicas que son, en orden de importancia,
el metabolismo normal, el medio ambiente y la actividad física y productiva.
El segundo punto crítico es el rango de temperatura ambiental entre los 6ºC y los 21ºC
denominado zona de confort o comodidad térmica, entendida ésta como la zona en la
cual la vaca obtiene por los mecanismos termorreguladores normales, el ajuste de la
temperatura interna sin gasto alguno de energía adicional (Páez, 2016).
En cambio, cuando la temperatura excede los 27ºC, aún con niveles bajos de humedad,
la vaca se encuentra por fuera de la zona de confort y empieza a presentar (Páez, 2016).
Además, relacionado con este asunto, desde los años 60 se dispone de un Índice de
Temperatura Humedad, ITH. El aumento de cada punto en el ITH por encima de los
18o C significa en ganado de leche:
III.4. Nutrición
Las estrategias nutricionales se asocian al hecho de que las vacas consumirán menos
alimento (Contexto ganadero, 2014).
III.4.1.Incorporar zinc
III.4.2.Más potasio
En concreto, “el manejo de la dieta para disminuir los efectos del estrés calórico es
particularmente importante en países como la Argentina, donde la ganadería se lleva a
cabo, en gran medida, de forma extensiva” (Agrovoz, 2018).
III.5. Impacto económico
Además, es stress por calor reduce la concentración de proteína y grasa de leche, inhibe
la conducta de rumia y causa inmunodepresión, aumentando la incidencia de algunas
enfermedades. Finalmente, el estrés por calor reduce drásticamente los índices
reproductivos, ya que al disminuir la síntesis y liberación de las hormonas LH y GnRH,
inhibe la ovulación y expresión de la conducta de estro. Por cada unidad de índice de
temperatura u humedad (ITH) por encima de 72, la producción de leche disminuye en
0,2 kg por vaca y día. (Salvador, 2017)
Los efectos del estrés calórico sobre el animal pueden ser de dos tipos:
Directos
Son las alteraciones del metabolismo para acomodarse al incremento de calor, con
repercusión hormonal, las cuales afectan directamente el inicio de la actividad ovárica.
Indirectos
Ocurre una alteración de la calidad y cantidad del alimento. Entre los factores que
influyen el grado de afección por estrés calórico se pueden mencionar: raza, estado
fisiológico, nivel de producción láctea, edad, color de la piel, exposición al ambiente y
variación propia de los animales. (Agrovoz, 2018)
El estrés por calor afecta los índices reproductivos del ganado al reducir la calidad del
semen en machos debido a sobrecalentamiento de la piel del escroto. El estrés térmico
también compromete el sistema inmune; vacas lecheras son más propensas a mastitis y
metritis durante el verano debido al crecimiento bacteriano en ambientes y tejidos a
altas temperaturas y a la reducción de la inmunidad. El estrés por calor también produce
efectos negativos durante la preñez; como resultado de la reducción del flujo sanguíneo
al útero, se observa una reducción del volumen placentario, reducción del tejido fetal,
partos tempranos, terneros débiles con bajo peso al nacimiento o muertos y baja calidad
del calostro. Por lo tanto el manejo de estrés por calor debe ser enfocado tanto a las
vacas lecheras de alta producción como a las vacas secas (González, 2016).
Aunado a esto, la hipertermia crónica puede disminuir el peso al nacer de los becerros,
puede también prolongar el curso del parto natural lo cual puede resultar en becerros de
viabilidad sub-óptima, reduce en forma notoria la tasa de concepción, disminuye la
cantidad y calidad del eyaculado e incrementa la mortalidad embrionaria. Los machos
también son afectados en su eficiencia reproductiva por el efecto de stress calórico.
Aunque bovinos, caprinos, ovinos y bufalinos tienen mecanismos de disipar calor en el
escroto, a medida que aumenta la temperatura ambiental se ve disminuida la
espermatogénesis, y aumenta el porcentaje de atipias y de espermatozoides muertos.
Excelente: Toros que montaron con erección total del pene y eyaculación completa.
Bueno: Toros que montaron con erección total del pene, pero no eyacularon en el
primer intento
Deficiente: Toros que no montaron con o sin interés sexual (Román, 2014).
III.12. Estrés calórico y lactancia
El estrés calórico en las vacas lecheras incide directamente en la producción láctea que
las mismas puedan llegar a tener, por lo que es muy importante brindar las condiciones
más adecuadas a estos animales. Hay que evitar la radiación directa, mediante la
sombra, proporcionada por los árboles nativos y exóticos (Bedolla, 2008).
III.13. Índice de temperatura y humedad
HR
ITH=0 , 81∗T ° + ∗( T ° −14 , 4 ) +46 , 4
100
Hasta un ITH del 72% las vacas no están en riesgo de estrés por calor
72% y 78% las vacas ya tienen un estrés leve,
79% y 89% las vacas lecheras entran en un estrés severo,
90% y 98% las vacas entran en un estrés muy severo
Por encima de 98% las vacas mueren de golpe de calor (Bedolla, 2008).
En la estrategia para minimizar los efectos del estrés en donde podría provocar
rendimientos bajos ya sea ganado que es solo para leche, para carne o el de doble
propósito en el cual debe existir estrategia para asegurar altos rendimientos, debido a
eso es la denominada zona de confort donde los animales no tienen que activar sus
mecanismos de termorregulación, pero en áreas cálidas como en el trópico donde la
temperatura promedio es de 27-28°C, el animal tiene que disipar calor activando sus
mecanismos como son (Salvador, 2017):
1. Radiación: Está en relación con la superficie del animal y depende de la postura
del animal; si está encogido, pierde menos calor que si está estirado. Este
mecanismo no es muy importante.
2. Convección: Se transmite el calor a otro cuerpo distante sin necesidad de
calentar el medio que los separa; también depende de la postura del animal y la
velocidad del aire.
3. Conducción: Aquí hay pérdida de calor al entrar en contacto la superficie del
animal con una superficie fría dependiendo entonces del área de contacto del
animal, la diferencia entre temperaturas y el tiempo que está el animal en
contacto.
Si bien lo ideal es tener sombra natural, una opción muy útil es armar estructuras con
malla plástica de media sombra con 80 % de densidad y orientadas de norte a sur, a fin
de lograr una superficie cubierta de cuatro metros cuadrados por animal. “Todos los
animales deben tener acceso libre a la sombra y a los bebederos, que tienen que contar
con agua en cantidades y calidades óptimas” (Román, 2014).