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El acoso laboral, conocido asimismo como acoso moral, y muy frecuentemente a través del término
inglés mobbing ('acosar', 'hostigar', 'acorralar en grupo'), es tanto la acción de un hostigador u
hostigadores conducente a producir miedo o terror en el trabajador afectado hacia su lugar de trabajo,
como el efecto o la enfermedad que produce en el trabajador.
Esta persona o grupo de personas reciben una violencia psicológica injustificada a través de actos
negativos y hostiles en el trabajo por parte de sus compañeros, subalternos (vertical ascendente) o
superiores (vertical descendente o el tradicional bossing), de forma sistemática y recurrente, durante un
tiempo prolongado, a lo largo de meses e incluso años.
También es confundido con el bullying o el acoso escolar, al que se asemeja en mayor medida; la
diferencia radica en que en este último siempre está presente la violencia física, mientras que en el
mobbing, las estrategias que utilizan los acosadores o mobbers siempre son más sutiles, más bien de
índole psicológica, pues la intención es no dejar rastro o huella del acoso, para hacer notar al acosado, o
mobbed, como un incompetente o problemático, y, de paso, no poder ser acusados de nada, debido a
la difícil demostrabilidad de una agresión de tipo psicológico.
El término mobbing (del verbo inglés to mob, con el significado antes aludido) proviene de la etología,
ciencia que estudia el comportamiento de los animales, sobre todo del campo de la ornitología, donde
la conducta defensiva de un grupo de pequeños pájaros consiste en el atosigamiento continuado a un
enemigo más grande, con frecuencia un ave rapaz.
Estos comportamientos en la naturaleza terminan frecuentemente, o bien con la huida, o con la muerte
del animal acosado por varios otros.
El mobbing puede desembocar en enfermedad profesional, es decir, derivada del trabajo, aunque tanto
autoridades como empresas se muestran muy reacias a admitirlo como tal.
5. Enfrentar la situación.
El mejor modo de mantener nuestra integridad psicológica es enfrentar la situación de modo maduro,
sin ira y rechazando las calumnias, críticas y manipulación que intenta el acosador.
El acosador es quien está realmente solo, es un cobarde, y solo puede mantener su conducta de acoso
mientras la situación no salga a la luz y se haga pública.