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SECUENCIA DE INTUBACION RAPIDA

El objetivo Minimizar el tiempo necesario en el aseguramiento de la vía aérea, en pacientes en situación


de emergencia llevándolo a un estado de inconsciencia y relajación muscular lo que facilita la
colocación de un tubo endotraqueal y disminuye el riesgo de complicaciones, (broncoaspiración,
intubación
esofágica, lesión de la vía aérea)

La vía aérea es una de las más altas prioridades en un paciente críticamente enfermo. Su alteración e
inadecuado manejo son una de las principales causas de muerte en este tipo de pacientes. La
indicación de realizar una intubación está basada en un adecuado juicio clínico, para lo cual el personal
de salud debe ser idóneo y estar sensibilizado con este procedimiento. La secuencia de intubación
rápida implica un proceso ordenado de pasos que termina con el aseguramiento de la vía aérea de los
pacientes y disminuyendo la probabilidad de presentar complicaciones como consecuencia de la
hipoxemia.

Uno de los puntos más importantes del manejo de la emergencia y la reanimación cardiopulmonar es
lograr el control de la vía aérea y permitir la función respiratoria, a través de la intubación endotraqueal
(IET).

La IET es uno de los procedimientos que más frecuentemente se realizan en los servicios de
emergencias y cuidados intensivos, independientemente de la patología que origine la necesidad del
manejo avanzado de la vía aérea.
Este procedimiento presenta dificultades originadas por la anatomía propia de las estructuras
laríngeas.
La Intubación, consiste en la introducción rápida de un tubo en la tráquea para proveer un conducto
abierto de aire, permitiendo un manejo definitivo de la vía aérea

La atención a la vía aérea constituye un aspecto esencial en el enfermo en situación crítica, por lo que,
los médicos de un primer nivel de atención deben mejorar los conocimientos en esta área, tanto en la
técnica en sí, como en la disponibilidad de medicamentos que la institución brinda. Ya que a pesar de
, la intubación endotraqueal es el método preferido de control de la vía aérea por los siguientes
aspectos:

A. Aísla la vía aérea, permitiendo mantener la permeable.


B. Previene la insuflación gástrica.
C. Facilita la aspiración traqueal profunda.
D. Asegura la administración de una concentración alta (100%)
de oxígeno.
E. Elimina la necesidad de mantener un sellado adecuado mascarilla-cara.
F. Supone una vía adicional para la administración de
medicamentos.
G. Reduce de forma significativa el riesgo de bronco-aspiración (vómitos, cuerpo extraño o sangre).

Existen indicaciones precisas para la realización de este procedimiento, una de las más frecuentes
es el paro cardiorrespiratorio;

A. Necesidad de aislamiento o protección de la vía aérea.


B. Trauma craneoencefálico con Glasgow menor a 8 puntos.
C. Insuficiencia respiratoria (> 30 o < 10 respiraciones por
minuto).
D. Fallo respiratorio inminente.
E. Edema de vía aérea (quemaduras, anafilaxia).
F. Elevación de la PaCO2 (> 40 mm Hg) con caída del pH.
G. PaO2 < 50 mm Hg con mascarilla de no re-inhalación, especialmente cuando asocia signos
clínicos de hipoxemia (agitación, confusión)

Las contraindicaciones para la realización de una secuencia rápida de intubación son escasas y dichas
no contraindican absolutamente la realización del procedimiento.
En condiciones de emergencia (riesgo de muerte del paciente) y en ausencia de un proveedor experto
en la técnica, puede ser realizado por médicos con el conocimiento teórico; llegando a ser realmente
contraindicaciones relativas.

El procedimiento de intubar la vía aérea, aún realizado por expertos, no se encuentra exento de riesgos;
pueden aparecer complicaciones agudas (inmediatas) las cuales han sido descritas en la literatura
internacional como factores negativos que influyen en la evolución del paciente que requiere de manejo
avanzado de la vía aérea y están relacionadas con el intento de colocación del tubo endotraqueal.

las complicaciones agudas de la intubación endotraqueal se pueden clasificar de dos maneras:


complicaciones mayores y complicaciones menores.

COMPLICACIONES MAYORES : Son las complicaciones inmediatas que ocasionan un aumento del
riesgo de lesión traumática de la vía aérea y/o un incremento en la morbimortalidad inmediata:
A. Neumotórax y enfisema por barotrauma.
B. Intubación esofágica no detectada por el personal que lleva a cabo el procedimiento.
C. Aparición de déficit neurológico, en una lesión de columna cervical que no existía previamente.
D. Traumatismo de la vía aérea con hemorragia resultante: presencia de laceraciones, abrasiones o
edema de las estructuras laríngeas en la laringoscopia directa.
E. Broncoaspiración: presencia de líquido gástrico y/o alimento en fauces durante la intubación más
radiografía de tórax patológica a las 48 horas y/o aparición de hipoxemia inexplicada por la patología
de base.
F. Paro cardiorrespiratorio: pérdida de pulsos centrales y/o asistolia durante o inmediatamente después
de la intubación.
G. Bradicardia: frecuencia cardiaca < 60 latidos por minuto y/o descenso rápido de la misma durante
o inmediatamente después de la intubación.

COMPLICACIONES MENORES: Son las complicaciones inmediatas que ocasionan un aumento de


la morbilidad del paciente pero no aumentaban su mortalidad.
A. Atelectasia lobar.
B. Intubación del bronquio principal derecho.
C. Falla del laringoscopio o sistema de succión.
D. Tiempo de intubación prolongado (mayor a 30 segundos).
E. Tubo endotraqueal desplazado detectado por clínica o por radiografía.
F. Trauma dental: definido como la aparición de lesiones en dientes o encías atribuibles al uso del
laringoscopio.
G. Tubo endotraqueal dañado, ya sea por defecto de fabricación o por ruptura accidental del globo al
momento de introducir la cánula.

VALORACIÓN PREVIA A LA INTUBACIÓN

Realizar una rápida y concisa valoración clínica permite al médico predecir si se encuentra ante un
paciente con predictores de difícil intubación y anticiparse a su manejo.
Se propone una mnemotecnia de A-B-C-D parecida a la utilizada
en reanimación básica.

A. Aérea: tener listos todos los dispositivos para el manejo de la vía aérea.

B. Buena ventilación: disponer de los sistemas de administración


de oxígeno suplementario (ayre-rees, máscara de no reinhalación o dispositivo BVM).

C. Circulación: revisar y garantizar la permeabilidad de los accesos venosos:Siempre se debe contar


con dos accesos venosos permeables y de buen calibre durante la intubación, tanto para la
administración de medicamento de la secuencia de intubación como para reanimación si llega a ser el
caso y monitorizar al paciente: Todos los pacientes bajo sedación/analgesia deben ser monitorizados
permanentemente (con un oxímetro de pulso y con sus alarmas funcionando adecuadamente), y debe
medirse la presión arterial de manera intermitente, al menos cada 5 minutos.

D. Difícil vía aérea: examinar rápidamente si el paciente tiene predictores de vía aérea difícil y tener
listos los dispositivos para enfrentarla

Para la valoración de pacientes que pueden ser difíciles de ventilar con máscara de presión positiva
se resumen con la nemotecnia OBESE

Para pacientes que pueden llegar a tener laringoscopia directa o intubación difícil se describe la
nemotecnia LEMON
SAOS: RONCADOR DIARIO

L: EVALUACIÓN EXTERNA: Se refiere a realizar valoración completa de las consideraciones


estructurales y morfológicas de la cara y cuello, valorando malformaciones congénitas, traumáticas y
deformidades adquiridas.

E: EVALUAR: apertura oral, La distancia tiromentoniana, La distancia mentoesternal estas se


explicaran a fondo más adelante

M: MALLAMPATI: Se determina analizando la anatomía de la cavidad oral; específicamente, está


basada en la visibilidad de la base de la úvula, istmo de las fauces (los arcos delante y detrás de las
amígdalas) y el paladar blando.

Se debe realizar con el paciente en posición sentado si es posible pidiéndole que abra la boca y saque
un poco la lengua.

Se considera que la clasificación 3 y 4 son predictores para intubación difícil.

I Total visibilidad de las amígdalas, úvula y paladar blando.

II Visibilidad del paladar duro y blando, porción superior de las amígdalas y úvula

III Son visibles el paladar duro y blando y la base de la úvula

IV Sólo es visible el paladar duro

El hallazgo de variaciones anatómicas o patológicas a nivel facial, faringe, laringe, cuello, tráquea,
mediastino y tórax, valoración de la apertura oral, la distancia tiromentoniana, diámetro del cuello,
extensión cervical, nos dan una idea de las características de la vía aérea del paciente:
TENEMOS

- La apertura oral que se realiza pidiendo que abra la boca completamente y


tomando la medida entre los bordes de los dientes incisivos o de las encías cuando
son pacientes edéntulos; si esta medida es menor de 4 cm (o menor de 3 dedos
del paciente) se considera factor de riesgo para intubación difícil.

- Distancia Tiromentoniana (DTM), se debe tomar la medida con el cuello en


extensión, tomando la medida desde la base del cartílago tiroides al mentón, se
considera que si es menor de 6,5 (4 dedos) es factor de riesgo para intubación difícil.

- Distancia Esternomentoniana (DEM), no tiene el mismo valor predictivo que las dos mencionadas
previamente que son las que mayor validez tiene para predecir intubación difícil. Se realiza con el cuello
en extensión y es la medida que va desde la horquilla esternal hasta el mentón, debe ser mayor de
6,5 cm (4 dedos)

- Test de Mordida, se pide al paciente que trate de mover la mandíbula por delante del labio superior,
existen tres casos que se exponen en la imagen que adelante se muestra, siendo predictor para
laringoscopia difícil la correspondiente a la clase 3 en la que no es posible pasar los dientes inferiores
del borde los incisivos superiores.

PREPARACIÓN

Incluye verificación del equipo, disponibilidad del material necesario


PREOXIGENACIÓN

•La preoxigenación crea un reservorio de oxígeno en el pulmón que limita la desaturación arterial
mientras se realiza el intento de intubación

•El objetivo de una buena preoxigenación es desplazar el nitrógeno que se encuentra en los alvéolos
y reemplazarlo por oxígeno con el fin de aumentar su aporte a los tejidos y aumentar el tiempo de
tolerancia de la apnea durante las maniobras de intubación orotraqueal, además busca que este
oxígeno alveolar pase de una fracción de 21% a una mayor

•Al realizar una adecuada preoxigenación se logra aumentar el tiempo de apnea en el paciente, por lo
que se logra incluso mantener al paciente hasta por 3 minutos sin presentar desaturación (depende de
la condición del paciente y de la causa por la que se va a intubar)

•De 3-5 minutos previos a la intubación se administra oxígeno al 100%

TÉCNICAS:
•A Través de máscara facial: si el estado de conciencia del paciente lo permite, se le solicita que respire
profundamente durante 90 s o, de otro modo, se le suministra pasivamente durante 3min, Otra técnica
es pedirle al paciente que realice 3 respiraciones profundas.

•Existe una técnica reciente para que se pueda aumentar el tiempo de apnea en estos pacientes sobre
todo en pacientes que consideramos difíciles de intubar o difíciles de ventilar y consiste en la
administración de oxígeno por cánula nasal a 10 lt min durante el tiempo que se encuentra realizando
las maniobras de intubación o se encuentra en apnea. El uso de esta técnica puede aumentar el tiempo
de apnea y preoxigenación entre 1 a 2 minutos adicionales.

•Valga la aclaración que la preoxigenación se realiza con la colaboración del paciente, por lo que toda
maniobra en la que se administra oxígeno con presión positiva ya deja de llamarse preoxigenación y
se convierte en ventilación. El uso de ventilación con presión positiva administrado por máscara facial
se utiliza solo en pacientes que no pueden lograr una oxigenación adecuada respirando oxígeno al
100% por máscara de no reinhalación.
VENTILACION CON PRESION POSITIVA ANTES DE LA INTUBACIÓN:
•VPP antes de la intubación, en el contexto de la SRI, es fuertemente recomendada: paciente obeso,
embarazadas, paciente pediátrico y pacientes críticamente enfermos

PRETRATAMIENTO

Uso de algunos medicamentos en situaciones clínicas especiales con el fin de mitigar los efectos
adversos secundarios a la intubación orotraqueal (hipotensión, bradicardia, taquicardia, aumento de
presión intracraneal y broncoespasmo). El pretratamiento no se realiza siempre por regla general. Para
que sea más efectivo, el fármaco debe ser administrado 3 minutos antes de iniciar la inducción. En
caso de emergencia que no permita retrasar la intubación, puede administrarse en menor tiempo u
omitirse.

Fentanil: (3mcg/kg/IV) Fármaco opioide, que mitiga el incremento del tono simpático asociado a la
laringoscopia directa. Existe evidencia controversial en su efecto sobre la presión intracraneana7.
Lidocaína: (1.5mg/kg/IV) anestésico local, disminuye el reflejo de la tos experimentado durante la
laringoscopia, puede amortiguar el incremento de la presión arterial media secundario a la
laringoscopia. Ha sido usado en pacientes con presión intracraneal elevada, sin embargo, no hay
evidencia consistente de su efectividad en pacientes de emergencia

Atropina: (0.02/mg/kg/IV) Fármaco antimuscarínico, puede disminuir la incidencia de bradicardia


asociada a la laringoscopia o a la administración de succinilcolina. McAuliffe y col demostraron que la
incidencia de bradicardia en niños de 1 a 12 años después del uso de succinilcolina, era menor de lo
estimado, por lo cual el uso rutinario de atropina en niños de 1 a 12 años debe ser reconsiderado.

La literatura sugiere la utilización de estos fármacos en las siguientes situaciones clínicas:


● Trauma craneoencefálico severo con signos de hipertensión intracraneal: lidocaína y fentanilo.
● Disección vascular, cardiopatía isquémica y cualquier paciente que la descarga
simpaticomimética conlleve a hipertensión y aumento de la frecuencia cardiaca: fentanilo.
● Adulto con hiperreactividad de la vía aérea: lidocaína
● Bradicardia clínicamente significativa: atropina.
● Una vez realizada la premedicación se administran los medicamentos para hipnosis y bloqueo
neuromuscular de manera simultánea sin que su infusión dure más de 5 segundos; esto se ha
denominado “Crash Induction” y permite condiciones de inconsciencia y bloqueo
neuromuscular adecuados para IET en aproximadamente 20 a 30 segundos.

INDUCCIÓN
•El término inducción se refiere a la acción de inducir sedación y pérdida de conciencia para realizar la
intubación endotraqueal. Los sedantes se utilizan para facilitar la intubación mediante la inducción de
inconsciencia y el sedante óptimo dependerá de cada situación clínica.

•Las combinaciones de fármacos más frecuentemente utilizadas o recomendadas en los últimos años
para obtener las condiciones óptimas de intubación en una secuencia rápida incluyen de forma casi
constante un agente inductor (hipnótico) y un opiáceo.

•La sedoanalgesia está indicada en todos los casos, excepto en pacientes con Glasgow < 4 y En el
paro cardiorrespiratorio; en estos casos se puede proceder a la intubación sin premedicación dada la
urgencia

•Los analgésicos opioides, morfina y fentanilo, son los más utilizados en situaciones de emergencia.
Son fármacos sedantes y analgésicos, que pueden ser muy útiles como adyuvantes en la intubación
en pacientes con dolor intenso, como en los politraumatizados

•En presencia de un trauma craneoencefálico posible o confirmado, administrar lidocaína, 1,5 mg/kg,
2-3 minutos antes de la administración de un paralizante muscular

•Administrar atropina, 0,01- 0,02 mg/kg, a los pacientes pediátricos, 1-3 minutos antes de la parálisis
muscular para reducir al mínimo la respuesta vagal a la intubación

PARÁLISIS

La utilización de bloqueantes neuromusculares en la SRI tiene como objetivo principal la


inmovilización del paciente y la ausencia de respuesta de los músculos laríngeos a las maniobras de
intubación; y como objetivo secundario permitir dicha maniobra con dosis reducidas de hipnóticos y
coadyuvantes.

•El uso adecuado de estos bloqueadores ha demostrado disminuir la incidencia de laringoscopia difícil
y lesiones de la vía aérea.

•La principal indicación para el uso de bloqueantes neuromusculares es el paciente consciente que
requiere una vía aérea segura y es difícil de intubar por una conducta poco colaboradora (“lucha” contra
las maniobras de introducción del tubo endotraqueal).

•En la mayoría de las ocasiones, la inducción suele producir suficiente relajación muscular para
proceder a la intubación. Nunca se debe paralizar (relajar) a un paciente sin una sedación previa

•El bloqueante neuromuscular idóneo para este procedimiento debería cumplir los siguientes
requisitos:
(1)rápido inicio de acción,
(2)breve tiempo de recuperación,
(3)efectos hemodinámicos mínimos
(4)ausencia de efectos sistémicos indeseables

Los relajantes musculares se clasifican en:


● Bloqueantes neuromusculares despolarizantes (BNMD): Succinilcolina
•Bloqueantes neuromusculares no despolarizantes (BNMND): Los fármacos más utilizados de este
grupo son Rocuronio, Vecuronio, Cisatracurio y Atracurio.

Bloqueantes neuromusculares despolarizantes (BNMD): succinilcolina es el único fármaco


disponible de este grupo. Actúa en el receptor de la acetilcolina de manera bifásica. En primer lugar,
abre los canales de sodio y causa una breve despolarización de la membrana celular, en segundo
lugar previene la transmisión sináptica mediante la ocupación de receptor de acetilcolina.

Bloqueantes neuromusculares no despolarizantes (BNMND): Son antagonistas competitivos de


los receptores postsinápticos. Ocupan estos receptores impidiendo la unión de la acetilcolina lo cual
inhibe la contracción y produce parálisis muscular. Los fármacos más utilizados de este grupo son
Rocuronio, Vecuronio, Cisatracurio y Atracurio6.
No existe ningún bloqueante neuromuscular ideal, pero por sus características farmacodinámicas y
farmacocinéticas los más utilizados en la intubación de secuencia rápida son la succinilcolina y el
rocuronio.

Succinilcolina: Las ventajas de la succinilcolina con respecto a los BNMND son la rapidez en su de
acción, el mayor grado de relajación y el tiempo de acción muy corto.

Los efectos de la succinilcolina en el equilibrio de potasio y el ritmo cardiaco representan sus principales
complicaciones. Sin embargo, se ha determinado que los niveles séricos de potasio cambian muy poco
(entre 0,04 mmol/L hasta 0,6 mmol/L) antes y después de una dosis de succinilcolina para intubación.
Se debe tener en cuenta que el efecto de la hiperpotasemia puede ser marcado en pacientes con
condiciones subagudas o crónicas de neuropatía, quemaduras, infecciones intraabdominales, sepsis
y lesiones musculares por aplastamiento.

El efecto de la succinilcolina se prolonga en pacientes con bajos niveles de acetilcolinesterasa:


embarazo, hipotiroidismo, cirrosis hepática, malnutrición, cáncer y quemados. También puede inducir
hipertermia maligna, por esta razón está absolutamente contraindicado en caso de antecedente de
esta patología.
En el servicio de urgencias todo paciente debe ser considerado como portador de estómago lleno, ya
que en la mayoría de los casos se desconoce la hora de la última ingesta alimentaria.
Teniendo en cuenta este concepto se establece el uso rutinario de medicamentos que permitan un
rápido inicio de la relajación muscular, tal como succinilcolina y rocuronio, lo que reduce la incidencia
de broncoaspiración.

Consideraremos pacientes con riesgo de broncoaspiración en caso de falta de seguridad sobre la hora
de la última ingesta:
•Estómago lleno (menos de 8h de ayuno),
•traumatismos,
•Enfermedad intraabdominal,
•Obstrucción intestinal,
•Paresia gástrica,
•Enfermedades esofágicas,
•Reflujo sintomático,
•Embarazo,
•Obesidad,
•Falla renal,
•Diabetes mellitus
•Quemaduras extensas.

Para administrar relajantes musculares debe contarse con personal idóneo en el manejo de la vía
aérea, con conocimiento de las indicaciones y contraindicaciones de los medicamentos y destreza en
el manejo de todos los dispositivos mencionados antes.

Los relajantes musculares causan parálisis total de la musculatura y supresión del movimiento de la
caja torácica, lo que obliga a realizar una intubación orotraqueal antes de 30 s, pero idealmente antes
de 10 s

POSICIONAMIENTO E INTUBACIÓN

●Una vez que el paciente está adecuadamente relajado (usualmente 30 segundos post medicación);
se realiza una laringoscopia, la visualización de las cuerdas vocales y la protección de la vía aérea se
pueden facilitar mediante las siguientes maniobras laríngeas:

●· Maniobra BURP: (Back, Upper, Right Pressure) se realiza sobre el cartílago tiroides al presionarlo
en estricto orden hacía posterior, superior y a la derecha. Esta maniobra es útil para mejorar la
visualización de la vía aérea.
●Maniobra de Sellick: Consiste en aplicar presión posterior sobre el cartílago cricoides, con el objetivo
de sellar el esófago contra los cuerpos vertebrales de la columna cervical, lo que probablemente
disminuye el riesgo de regurgitación.
Nota: Se debe tener claridad que la maniobra de Sellick es hecha para evitar broncoaspiración y al
realizarla puede dificultad la visualización de la laringe y cuerdas vocales

●Posicionamiento: El objetivo es alinear los ejes oral, faríngeo y laríngeo, mediante la posición de
olfateo. Esta posición se realiza con hiperextensión de la cabeza con respecto al cuello y extensión
atlantoaxoidea, para lo cual se ubica una almohadilla bajo el occipucio elevándose aproximadamente
10 cm.
Para la intubación en paciente obeso se debe considerar la intubación en posición de rampa como se
muestra en la imagen a continuación

●Abrir la boca: Se usan los dedos pulgar y medio de la mano derecha para realizar la apertura oral y
el dedo índice queda disponible para manipular los labios.

●Laringoscopia rígida directa: Se introduce la hoja del laringoscopio por la comisura labial derecha con
el mango del laringoscopio a 45º con respecto a la línea media, así se avanza hasta el pilar anterior de
la faringe, donde se lleva el mango hacia la línea media y la punta de la hoja se ajusta en la vallécula
si es hoja curva o sobre la epiglotis si es hoja recta. Se realiza tracción perpendicular al eje oral y se
lleva la base de la hoja hacia la comisura izquierda.

●Observar la glotis: En caso de cormack I (cuerdas vocales visibles en su totalidad) o II (cuerdas


vocales visibles parcialmente) continúe. Si observa cormack III ( solo se observ la epiglotis) o IV (no se
observa la epiglotis) se considera vía aérea difícil y se deben seguir las recomendaciones de vía aérea
difícil, de acuerdo con la experiencia.

●Intubación: Introducir el tubo endotraqueal con guía hasta la distancia previamente calculada.

CONFIRMACIÓN DEL TUBO ENDOTRAQUEAL

Primero se insufla el neumotaponador y después se verifica que la intubación no fue esofágica o


selectiva en bronquio fuente. La verificación se realiza con la auscultación primero en el epigastrio,
después en ambas bases y por último en ambos ápices, se evalúa además la expansión torácica y el
mantenimiento o la mejora de oxigenación. Una vez comprobado que el tubo está en la tráquea, se
comprueba nuevamente el neumotaponador y se fija el tubo endotraqueal al paciente. Se debe solicitar
una radiografía de tórax y gases arteriales

Manejo ventilatorio: El manejo ventilatorio se divide en tres tipos generales:


espontánea, asistida y controlada, estas dos últimas se subdividen cada una en manual y mecánica.
Es decir que se debe escoger el manejo ventilatorio de 5 opciones, a saber:
- Espontánea (tubo en T)
- Asistida manual (circuitos Jackson o Bain) - Asistida mecánica (ventilación mecánica SIMV) -
Controlada manual (dispositivo balón-máscara -reservorio) - Controlada mecánica (ventilación
mecánica)

Para evitar la lesión pulmonar inducida por ventilación mecánica se debe realizar un ajuste preciso de
los parámetros de la ventilación mecánica.
Estas complicaciones se producen cuando se utilizan volúmenes corrientes altos, altas presiones y
altas concentraciones de oxígeno.
Los signos más característicos de lesión pulmonar son hipotensión y aumento de la resistencia en la
vía aérea.
Se recomienda implementar las estrategias ventilatorias de protección pulmonar, que consiste en: -
Uso de volúmenes corriente bajos (7-8ml/kg de peso ideal) para evitar el volu/barotrauma. - Usar
presión positiva al final de la espiración (PEEP) - Maniobras de reclutamiento alveolar para prevenir el
atelectrauma y disminuir la concentración de oxígeno inspirado (no >60%) para disminuir el biotrauma.

Mantenimiento de la sedación: Muchos de los agentes de inducción y la succinilcolina tienen un periodo


de acción corto. Todo paciente conectado a la ventilación mecánica presenta dolor y ansiedad lo que
genera una respuesta simpática que desencadena hipertensión, taquicardia, taquipnea y movimientos
anormales e inadaptación a la ventilación mecánica, por esta razón es importante el adecuado
mantenimiento de la analgesia y sedación.
El analgésico de elección para el mantenimiento es el fentanil. En pacientes que estarán un corto
periodo de tiempo intubados se recomienda continuar con bolos intravenosos repetidos hasta
conseguir el efecto deseados.
La sedación se debe continuar para conseguir ansiolisis y amnesia. Los sedantes más utilizados para
el mantenimiento son el midazolam, lorazepam y propofol, este último cada vez más utilizado debido
a su rapidez de acción y su corta duración.

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