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INFORME DE

IPS

ALUMNA: MICAELA BUSTILLOS RODRIGUEZ


CURSO: 3 “A”
DOCENTE: GABRIEL VEIZAGA REYNOLDS
FECHA: 05-09-19
Equipos para mantener una vía aérea
permeable
Cánula orofaríngea
Indicaciones:
 Aseguramiento de la permeabilidad de las vías respiratorias en pacientes
inconscientes que conservan su función respiratoria, protección del tubo
traqueal de mordeduras, inmovilización del tubo traqueal.
 Pacientes que no pueden mantener la vía área permeable por si mismo
 Evitar que el paciente muerda el tubo
Contraindicaciones:
 El paciente no debe estar consciente ni semiconsciente
 Conservación del reflejo nauseoso
 Imposibilidad de abrir la boca del paciente.
Cánula naso faríngea
Indicaciones:
 Se utiliza para asegurar inicialmente la permeabilidad de las vías aéreas en
una persona inconsciente.
 A diferencia de la cánula orofaríngea, la cánula nasofaríngea puede
emplearse en pacientes que conservan los reflejos de la pared posterior de
la faringe.
Contraindicaciones:
 Sospecha de fractura de la base del cráneo (riesgo de inserción de la
cánula a la cavidad craneal).
Tubo laríngeo
Indicaciones:
 Paciente inconsciente en pnea o con frecuencia ventiladora menos de 10
rpm
Contraindicaciones:
 Reflejo del vomito
 Paciente consciente o semiconsciente
Combitubo
Indicaciones:
 Anormalidades faciales congénitas(micrognatia,macroglosia).
 Anormalidades faciales traumáticas.
 Anormalidades de la columna cervical (fracturas y luxaciones, artritis
reumatoidea, subluxación atlantoaxial).
 Otras indicaciones (historia de intubación difícil, situación de emergencia,
evidencia de intubación difícil al examen físico).
Contraindicaciones:
 Pacientes con reflejos faríngeos intactos.
 Pacientes menores de 16 años.
 Pacientes con altura menor a 150 cm.
 Historia o sospecha de ingestión de cáusticos.
 Patología esofágica proximal.
Mascarilla laríngea
Indicaciones:
 Esá indicada como una alternativa para obtener el mantenimiento de la vía
aérea durante los procedimientos anestésicos de rutina o emergencia:
como una guía para intubación traqueal en las intubaciones difíciles
programadas o inesperadas, en situaciones en donde la intubación traqueal
sea necesaria con mínimo movimiento cervical (trauma, neurocirugía,
etcétera, en donde se procure minimizar las respuestas fisiopatológicas a la
laringoscopía convencional, como método para establecer una vía aérea
libre en pacientes inconscientes con ausencia de reflejos laríngeos y
glosofaríngeos (35).
 El uso de la MLI-Fastrach® es de fácil aprendizaje, inclusive por otros
profesionales de la salud, no médicos. Por su intermedio se consigue un
alto índice de éxito de intubación (80-98%), además de proporcionar una
vía aérea garantida, aun en aquellos casos en donde no fue posible obtener
la intubación. Su inserción es usualmente rápida y atraumática, con
inmediato acceso a la vía aérea y a la ventilación, siendo posible su
inserción incluso con el paciente despierto (debidamente preparado con
anestesia tópica o sedación). Durante el pasaje del fibroscopio y/o el tubo
traqueal a través de la MLI la ventilación puede ser mantenida
continuamente.
Contraindicaciones:
 Como cualquier dispositivo supraglótico, cuando se utiliza solamente la MLI
no ofrece certeza de protección de la vía aérea de una eventual
regurgitación o aspiración. Por lo tanto, en principio este dispositivo está
contraindicado en pacientes que no tienen ayuno, incluidos los casos en
que esa información no pueda ser confirmada y en situaciones donde se
sepa que hay retención de contenido gástrico (35).
 Es claro que en los casos de reanimación o de emergencia en vía aérea
(“no intubable, no ventilable”), el riesgo de regurgitación y aspiración debe
ser cuidadosamente pesado en relación al beneficio de una inmediata
obtención de la vía aérea.
 De acuerdo a diferentes autores (34,35) se sospecha que la incidencia de
aspiración o regurgitación del contenido gástrico con el uso de MLI es bajo,
aproximadamente 2/10.000, siendo comparable a aquella asociada a
pacientes ambulatorios sometidos a anestesia general con máscara facial o
tubo traqueal (28,34,35).
Intubación endotraqueal
Indicaciones:
 Pacientes que necesitan alta concentración de oxigeno
 Paciente con un deterioro respiratorio que necesita ventilación asistida
Contraindicaciones:
 Ausencia de materiales
 Alta probabilidad de fracaso
 Operador sin entrenamiento
Procedimiento de como colocar la sonda nasogástrica y la sonda Foley e
indicaciones y contraindicaciones
Sonda nasogástrica
Procedimiento: Antes de que una sonda nasogástrica sea insertada, ésta se
debe medir desde la punta de la nariz del paciente,y luego hasta
aproximadamente 5 cm por debajo de la apófisis xifoides, el tubo es entonces
marcado a este nivel para asegurar que ha sido insertado lo suficiente en el
estómago del paciente. El tubo de plástico debe ser lubricado, el gel lubricante
puede ser con o sin anestésico ( con anestésico local puede disminuir las
molestias del paciente: gel de xilocaína al 2%, además puede usarse un
aerosol anestésico y/o vasoconstrictor nasal puede aplicarse antes de la
inserción) y se introduce en una de las fosas nasales del paciente. El tubo
debe orientarse hacia la parte posterior del paciente mientras éste se mueve a
través de la cavidad nasal y por abajo de la garganta. Cuando el tubo entra en
la orofaringe y se desliza hacia abajo en la pared faríngea posterior, el paciente
puede tratar de vomitar; en esta situación al paciente, si está despierto y alerta,
se le pide que imite tragar o se le da un poco de agua y al momento de llegar a
la orofaringe se le pide que trague mientra el tubo sigue insertándose mientras
el paciente traga. Una vez que el tubo está más allá de la faringe y entra en el
esófago, se inserta fácilmente hacia abajo en el estómago, una vez que hemos
introducido la sonda hasta la marca deberemos comprobar si ha llegado al
estómago, esto se puede comprobar de varias maneras. Se debe tener mucho
cuidado para asegurar que el tubo no ha pasado a través de la laringe hacia la
tráquea y hasta los bronquios. Para asegurar la colocación correcta es
recomendado (aunque no inequívocamente confirmado) inyectar aire en el
tubo, si se escucha el aire en el estómago con un estetoscopio, entonces el
tubo está en la posición correcta. Otro método más fiable es aspirar el líquido
del tubo con una jeringa. Este líquido se prueba entonces con papel pH (no
papel de tornasol) para determinar la acidez del fluido. Si el pH es 5.5 o inferior
el tubo está en la posición correcta. Si esto no es posible la verificación
correcta de la posición del tubo se obtiene con un rayo X del tórax/abdomen.
Este es el medio más confiable de asegurar la correcta colocación de la sonda
nasogástrica.
Indicaciones: Contenido residual en el estómago, obstrucción intestinal,
sospecha de hemorragia del tracto gastrointestinal superior, alimentación
intragástrica, ectasia y dilatación del estómago (p. ej. después de la ventilación
con bolsa auto expandible con mascarilla facial).
Contraindicaciones: El uso de la sonda nasogástrica está contraindicado en
pacientes con fracturas de cráneo, fracturas faciales graves especialmente con
la nariz y el esófago obstruido, varices esofágicas, y/o obstrucción de las vías
aéreas, así como trastornos de la coagulación, estenosis o ruptura del esófago;
falta de reflejos faríngeos (en pacientes no intubados). Hay que tener
precauciones e incluso considerar la consulta con un cirujano en caso de
cirugías recientes de estómago o de esófago. No introducir la sonda a través
de la nariz si los conductos nasales tienen una permeabilidad limitada (más
frecuentemente a consecuencia de la desviación del tabique nasal).
Sonda Foley
Procedimiento: Se introduce un tubo flexible y estéril (sonda), a través de la
uretra y hasta la vejiga, con fines diagnósticos o terapéuticos.Las sondas
utilizadas pueden ser de distinto material, tamaño y calibre. Así mismo, pueden
estar conectadas a una bolsa colectora o tener un simple orificio para vaciarse
directamente en el váter.Se trata de un procedimiento muy extendido y
frecuente en todas las áreas médicas, no siendo exclusivo del servicio de
urología. Hoy en día, una buena parte de los pacientes hospitalizados son
sometidos a este tipo de técnica.
Indicaciones:
 Tratamiento de la retención urinaria.
 Tratamiento de la obstrucción de las vías urinarias.
 Recogida de muestras de orina de forma estéril o cuando no se pueda
hacer de forma voluntaria.
 Tratamiento intra y postoperatorio de algunas intervenciones quirúrgicas.
 Control de la diuresis.
 Administración de medicación, como ocurre en la quimioterapia vesical.
 Presencia de sangre en la orina.
 Situaciones de inmovilización prolongada.
 Afecciones tales como demencia, esclerosis múltiple o lesiones en la
médula espinal.
Contraindicaciones:
 Cuando existen heridas en uretra asociada a traumatismos pélvicos.
 Si existe la sospecha de una rotura uretral.
 En prostatitis aguda.
 Cuando existe la presencia de sangre en el meato o hematuria franca
asociada a un traumatismo.
Aplicación de inyectables en general
Vía Intravenosa
La usaremos para administrar medicación urgente, para tratamientos de
sueroterapia y para la administración de fármacos diluídos. Lo haremos mediante
la canalización de una vía venosa periférica o un catéter central. La canalización
de una vía periférica ya se explicó en otro capítulo, por lo que no lo repetiremos y
la canalización de una vía central la realizará un facultativo. Es la vía más rápida,
es decir, el tiempo de absorción del medicamento es inmediato.
Vía Intradérmica
La usaremos para realizar la prueba del mantoux, pruebas cutáneas, como la de la
alergia y la administración de anestésicos locales. Se trata de introducir en la
dermis una cantidad de medicamento no superior a 0,3 ml mediante aguja y
jeringa. La zona más usada para el uso de esta vía es la cara anterior del
antebrazo, entre cuatro traveses de dedo por encima de la muñeca y dos por
debajo de la flexura del codo..
Procedimiento
Lo primero que haremos es informar al paciente, nos lavaremos las manos y nos
pondremos los guantes. Limpiaremos la zona con alcohol, siempre en circulos de
dentro hacia fuera. Con una mano mano tensaremos la piel de la zona a puncionar
y con la otra introduciremos la aguja casi paralela a la piel y con el bisel hacia
arriba. Inocularemos la medicación muy lentamente, hasta que veamos que se
forma una pápula. Retiraremos la aguja sin hacer presión sobre la pápula y la
rodearamos con un circulo que dibujaremos con el rotulador.
Vía Subcutánea
La usaremos para la introducción de un medicamento en el tejido subcutáneo,
adiposo o tejido graso. Los medicamentos más utilizados para esta vía son las
vacunas, heparinas e insulinas. El volumen a introducir suele oscilar entre 1,5 ml y
2 ml. Es una vía de absorción lenta. Laz zonas más usadas para esta vía son la
cara externa del brazo, cara anterior del muslo, tejido laxo del abdomen y la zona
escapular de la espalda.
Procedimiento
Informaremos al paciente de la técnica a realizar, nos lavaremos las manos y nos
pondremos los guantes. Elegiremos la zona de punción y la limpiaremos con
alcohol (si se trata de la administración de vacunas, limpiaremos con suero
fisiológico). A continuación cogeremos un pellizco de la piel y pincharemos en un
ángulo de 45º y con el bisel de la aguja hacia arriba (si se trata de administrar
heparina, el ángulo de punción será de 90º). Introduciremos el medicamento y
retiraremos la aguja. Es importante informar al paciente al que se le administra
heparina, que no toque ni presione la zona de punción, para evitar la aparición de
hematomas.
Vía Intramuscular
La usaremos para la administración de medicación en el músculo. Los
medicamentos más utilizados para esta vía son las vacunas y otros fármacos
como analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos, corticoides, etc. El volumen que
se inyecta no sobrepasa los 15 ml. Es una vía de absorción mas rápida que la
subcutánea, su efecto aparece alrededor de 15 minutos debido a la
vascularización del músculo. Las zonas de punción que se utilizan son el
cuadrante superior externo del glúteo, deltoides y vasto lateral de la pierna.
Tendremos en cuenta que a los niños menores de 3 años, se les pinchará en el
vasto lateral de la pierna.
Procedimiento
Informaremos al paciente, nos lavaremos las manos y nos pondremos los guantes.
Elegiremos la zona de punción y la limpiaremos con alcohol (como en la vía
subcutánea, si se trata de administrar una vacuna, limpiaremos con suero).
Introduciremos la aguja rápidamente en un ángulo de 90º directamente al
músculo, adaptaremos la jeringa cargada y aspiraremos para comprobar que no
hayamos pinchado un capilar. A continuación inocularemos el medicamento
lentamente, ya que es una vía dolorosa (ésto se debe a que las fibras musculares
permanecen muy pegadas y al inyectar líquido o material oleoso, vamos haciendo
que éstas se despeguen provocando el dolor). Al acabar, retiraremos la aguja y la
jeringa a la vez y presionaremos con una gasa la zona de punción haciendo leves
movimientos musculares.

Preparación del medicamento


Los medicamentos inyectables nos los encontraremos en dos tipos de recipientes
de cristal que son:

 Ampollas: Son un sistema cerrado, tienen un cuello largo que presenta una
constricción en su base. Una vez roto el cuello será un sistema abierto del
cual podemos aspirar el medicamento por la abertura que hemos creado.
 Viales: Son un sistema cerrado, tienen un cuello corto y un tapón de
plástico duro forrado externamente por metal. Para extraer el contenido,
inyectaremos un volumen de aire igual al volumen de la sustancia que
queremos extraer.
El fármaco puede venir presentado para administrarlo directamente (forma líquida)
o para mezclarlo previamente con un disolvente (en polvo).
La aguja que usaremos para cargar la medicación no será la misma que usaremos
para administrárselo al paciente. Ya hemos visto las distintas agujas a usar según
el tipo de vía de administración. Las que usaremos para cargar la medicación se
llaman cargadoras, son de color rosa, tienen un calibre de 14-16 G y un bisel
medio.

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