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MANUAL
J. E.
PARA
RESPONDER
CASOS
CLÍNICOS DE
URGENCIAS
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Tono anormal de la voz, ruidos respiratorios anormales, taquipnea o alteración del estado
mental.
La presencia de sangre, vómito, la lengua, cuerpos extraños e hinchazón de tejidos
blandos pueden ocasionar obstrucción de las vías respiratorias.
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
Debe suponerse que todo paciente tiene lesión de la columna cervical, y por tanto es
esencial la inmovilización y alineación manual de la misma.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
la sala de operaciones donde la luz es óptima y se dispone de equipo adicional (p. ej.,
sierra para esternón). En tales casos, a menudo después de traumatismos directos al
cuello, la visualización directa y la instrumentación de la tráquea suele llevarse a cabo a
través de las lesiones traumáticas en la cara anterior del cuello o a través de incisiones
transversales siguiendo las líneas de la piel. Si hubo sección transversal completa de la
tráquea se coloca una pinza atraumática en el borde distal para evitar la retracción de la
tráquea hacia el mediastino; esto es de particular importancia antes de colocar la sonda
endotraqueal.
En pacientes conscientes, sin taquipnea y con voz de tono normal no es necesaria la atención
inicial de las vías respiratorias. Las excepciones a la aseveración anterior incluyen a pacientes con
lesiones penetrantes de cuello y hematomas en expansión, evidencia de lesiones químicas o
térmicas en la boca, narinas o hipofaringe; la presencia de abundante gas subcutáneo en el cuello,
traumatismos maxilofaciales complejos o la hemorragia de las vías respiratorias. Aunque al inicio
tales pacientes pueden tener una permeabilidad satisfactoria de las vías respiratorias, es posible
que sufran obstrucción si hay hinchazón de tejidos blandos, formación de hematomas o edema
progresivo. En tales casos, debe llevarse a cabo la intubación programada antes que se encuentre
compromiso de la vía respiratoria.
Hemotórax masivo
Taponamiento cardiaco
Hemoperitoneo masivo
Fracturas pélvicas inestables desde el punto de vista mecánico.
Traumatismo cerrado
Traumatismo penetrante
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
En términos generales, la presión arterial sistólica debe encontrarse en 60 mmHg para que
pueda palparse el pulso carotídeo, 70 mmHg para el pulso femoral y 80 mmHg para el
pulso radial.
Se asume que todo episodio de hipotensión (definido como presión arterial sistólica <90
mmHg) es causado por hemorragia, hasta que se demuestre lo contrario.
Se miden la presión arterial y el pulso en forma manual al menos cada 5 min en pacientes
con hemorragia significativa hasta que se restablezcan cifras normales en los signos
vitales.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Choque hipovolémico
ESTADO DE CHOQUE
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
El segundo paso en el manejo inicial del shock es identificar la causa probable del estado
de shock.
Los valores de laboratorio de hematocrito o concentración de hemoglobina no son
confiables para estimar la pérdida aguda de sangre y no deben ser usados para excluir la
presencia de shock. La pérdida masiva de sangre puede producir solo una disminución
aguda mínima en la concentración de hematocrito o hemoglobina. Por lo tanto, un valor
de hematocrito muy bajo obtenido poco después de la lesión sugiere una pérdida masiva
de sangre o bien una anemia preexistente, mientras que un hematocrito normal no
excluye la pérdida significativa de sangre.
El déficit de base y/o los niveles de lactato pueden ser útiles para determinar la presencia
y severidad del shock. Las mediciones seriadas de estos parámetros pueden utilizarse para
monitorear la respuesta del paciente al tratamiento.
Ningún signo vital ni examen de laboratorio pueden diagnosticar shock; más bien, el diagnóstico se
basa en la apreciación de la presencia de una perfusión tisular y una oxigenación inadecuada.
El gasto cardiaco se define como el volumen de sangre que el corazón bombea por minuto; se
determina multiplicando la frecuencia cardiaca por el volumen sistólico. El volumen sistólico, o
sea, la cantidad de sangre bombeada con cada contracción cardiaca, clásicamente se determina
por la precarga, la contractilidad miocárdica y la postcarga.
La precarga se refiere al volumen del retorno venoso al corazón; está determinada por la
capacitancia venosa, por el estado de la volemia y por la diferencia entre la presión venosa
sistémica media y la presión de la aurícula derecha. Esta diferencia de presiones determina el flujo
venoso. El sistema venoso puede ser considerado como un reservorio o sistema de capacitancia en
el que el volumen sanguíneo se divide en dos componentes:
1. venosa sistémica media y representa el volumen de sangre que permanecería en este circuito
de capacitancia si la presión del sistema fuera cero.
El volumen de sangre venosa que regresa al corazón determina la longitud de las fibras musculares
miocárdicas después del llenado ventricular al final de la diástole. La longitud de las fibras
musculares se relaciona con la propiedad de contractilidad del músculo miocárdico de acuerdo a la
ley de Starling. La contractilidad miocárdica es la bomba que hace funcionar el sistema. La
postcarga es la resistencia vascular sistémica (periférica) o, dicho en forma simple, la resistencia
anterógrada al flujo de sangre.
La respuesta usual a la pérdida aguda del volumen circulante, asociada a una lesión, es el aumento
de la frecuencia cardiaca en un esfuerzo por conservar el gasto cardiaco. En la mayoría de los
casos, la taquicardia es la señal circulatoria medible más temprana del estado de shock. La
liberación de las catecolaminas endógenas aumenta la resistencia vascular periférica, que a su vez
aumenta la presión arterial diastólica y reduce la presión del pulso, pero hace poco para aumentar
la perfusión de los órganos. Durante el estado de shock, se liberan a la circulación otras hormonas
con propiedades vasoactivas que incluyen histamina, bradiquinina, 13-endorfinas y una cascada de
prostanoides y otras citoquinas. Estas sustancias tienen efectos profundos en la microcirculación y
en la permeabilidad vascular.
Gasto Cardíaco
-VS
VS= VDF-VSF
-VDF normal
120ml
-VSF normal
50ml
Ejemplo
La presión durante el llenado del ventrículo (la precarga), la presión arterial contra la que se debe
contraer el ventrículo (la poscarga) o ambas están alteradas con respecto a su situación normal en
un grado importante.
La curva de Frank-Starling describe que la fuerza de la contracción ventricular guarda relación con
su precarga. Esta relación se basa en que la longitud inicial del músculo determina la fuerza de
contracción. Las enfermedades cardiacas intrínsecas cambian la curva de Frank-Starling y alteran
el funcionamiento mecánico del corazón.
Después de una hemorragia, las arteriolas más grandes se constriñen; sin embargo, en caso de
septicemia o choque neurógeno, los vasos se dilatan.
El factor de necrosis tumoral α (TNFα) fue una de las primeras citocinas descritas y es una de las
que se liberan más temprano en respuesta a estímulos lesivos. Los monocitos, los macrófagos y las
células T producen esta potente citocina proinflamatoria. Las concentraciones de TNFα llegan al
máximo en un lapso de 90 min tras la estimulación y con frecuencia regresan a los valores basales
en el transcurso de 4 h. La secreción de TNFα puede inducirse por bacterias o endotoxinas y
conduce al desarrollo de choque y disminución de la irrigación observada más a menudo en el
choque séptico. La producción de TNFα también se induce después de otros agresores, como la
hemorragia o la isquemia. Las concentraciones de TNFα se correlacionan con la mortalidad en
modelos animales de hemorragia. En cambio, el incremento de los valores séricos de TNFα
publicado en seres humanos es mucho menor que el notificado en enfermos sépticos. Una vez que
se libera TNFα, casi siempre ocasiona vasodilatación periférica, producción de otras citocinas,
actividad procoagulante y estimulación de una extensa gama de cambios metabólicos celulares.
Durante la respuesta a la lesión, el TNFα contribuye al catabolismo de proteínas musculares y
caquexia.
La interleucina-1 (IL-1) ejerce acciones similares a las del TNFα. La IL-1 posee una vida media muy
corta (6 min) y actúa sobre todo en forma paracrina para modular las respuestas celulares locales.
A nivel sistémico, la IL-1 genera una reacción febril a la lesión por activación de prostaglandinas en
el hipotálamo posterior y causa anorexia porque estimula el centro de la saciedad. Esta citocina
aumenta también la secreción de ACTH, glucocorticoides y endorfinas β. En conjunto con el TNFα,
la IL-1 puede es timular la liberación de otras citocinas como interleucina-2 (IL-2), interleucina- 4
(IL-4), interleucina-6 (IL-6), interleucina-8 (IL-8), factor estimulante de colonias de granulocitos y
macrófagos (GM-CSF) e interferón gamma (INFγ).
La IL-2 se produce en células T activadas en respuesta a una diversidad de estímulos y activa otras
subpoblaciones de linfocitos y células citolíticas naturales. La falta de claridad sobre la función de
la IL-2 en respuesta al choque se relaciona de manera estrecha con el conocimiento de la función
inmunitaria después de una lesión. Algunos investigadores postularon que un incremento de la
secreción de IL-2 promueve la lesión hística inducida por el choque y el desarrollo de este último.
Otros especialistas demostraron que la producción deprimida de IL-2 se vincula con depresión de
la función inmunitaria, y tal vez contribuye a ella después de una hemorragia que puede agudizar
la susceptibilidad a infecciones de pacientes que desarrollan choque.
Se ha aseverado que la activación proinflamatoria muy excesiva promueve lesión de los tejidos,
disfunción orgánica y disfunción/supresión inmunitarias subsecuentes que pueden manifestarse
más tarde. Quizá en la progresión del choque son importantes la producción excesiva inicial de IL-
2 y su depresión ulterior, lo que destaca la importancia de los cambios temporales en la
producción de mediadores.
En consecuencia, esta interleucina puede tener participación en el desarrollo del daño alveolar
difuso y el síndrome de insuficiencia respiratoria del adulto (ARDS). La IL-6 e IL-1 son mediadores
de la respuesta hepática de fase aguda a la lesión e incrementan la expresión y actividad del
complemento, la proteína C reactiva, el fibrinógeno, la haptoglobina, el amiloide A y la antitripsina
α1 y favorecen la activación de neutrófilos.28
CHOQUE HEMORRÁGICO
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
Traumatismo cerrado
Traumatismo penetrante
Sangrado de tubo digestivo
Traumatismo cerrado
Traumatismo penetrante
Sangrado de tubo digestivo
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
cifras menores a esta presión. Aunque por definición choque hipovolémico ocurre cuando
se presenta hipotensión (PAS 90 mmHg o PAM 65 mmHg) asociada a un parámetro
metabólico, lactato ≥ 4 mmol/L o un déficit de base (DB) ≤ -5 mmol/L.
o La pérdida de sangre con una hemorragia clase III (aproximadamente 1500 - 2000
ml en un adulto) puede ser devastadora.
o Casi siempre, los pacientes presentan signos clásicos de perfusión inadecuada que
incluyen taquicardia marcada y taquipnea, cambios significativos en el estado
mental y una caída considerable en la presión sistólica.
o En un caso no complicado, esta es la menor cantidad de pérdida sanguínea que
provoca consistentemente una caída en la presión sistólica. Los pacientes con este
grado de pérdida sanguínea casi siempre requieren de transfusión.
o Sin embargo, la prioridad en el manejo inicial de estos pacientes es detener la
hemorragia mediante intervención quirúrgica o embolización si es necesario. La
mayoría de pacientes en esta categoría requerirán paquetes de glóbulos rojos
concentrados y reanimación con otros productos sanguíneos con el fin de revertir
el estado de shock. La decisión de transfundir sangre se basa en la respuesta del
paciente a la reanimación inicial con líquidos.
Hemorragia Grado IV. Pérdida mayor al 40% del volumen de sangre
o El grado de exanguinación con una hemorragia grado IV amenaza inmediatamente
la vida. Los síntomas incluyen una marcada taquicardia, una significativa
disminución de la presión sistólica y una presión de pulso muy estrecha (o una
presión diastólica no obtenible). El gasto urinario es escaso y el estado mental se
halla marcadamente deprimido. La piel está fría y pálida.
o Los pacientes con hemorragia grado IV frecuentemente requieren de transfusión
rápida y de intervención quirúrgica inmediata. Estas decisiones se basan en la
respuesta del paciente a las técnicas de manejo inicial descritas en este capítulo.
La pérdida de más del 50% del volumen sanguíneo resulta en pérdida de la
conciencia y en disminución del pulso y de la presión arterial.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
sangre y también hay que considerar una intervención quirúrgica para controlar la
hemorragia. El déficit de base y/o lactato puede ser de utilidad para determinar la
presencia y severidad del shock. Las mediciones seriadas de estos parámetros pueden
utilizarse para monitorear la respuesta al tratamiento. En el tratamiento de la acidosis
metabólica secundaria a shock hipovolémico, no se debe utilizar bicarbonato de sodio.
En los adultos, los sitios preferidos para la colocación de vías venosas periféricas son las
venas de los antebrazos y las antecubitales. Si las circunstancias impiden el uso de estas
venas periféricas, se recomienda utilizar la técnica de Seldinger en el acceso venoso
central (femoral, yugular o subclavia) con catéteres de grueso calibre. La venodisección de
la vena safena interna se debe realizar tomando en cuenta la habilidad y experiencia del
médico que realizaría el procedimiento.
En niños menores de 6 años se debe intentar la colocación de una aguja intraósea antes
de obtener una vía venosa central. El factor determinante para seleccionar la ruta de
acceso vascular es la experiencia y la habilidad del médico. El acceso intraóseo, con
equipos diseñados para tal fin, se puede realizar en todas las edades, y cada vez se utiliza
con mayor frecuencia. Al igual que en el grupo pediátrico, este acceso puede utilizarse en
pacientes hospitalizados hasta que se obtenga un acceso venoso.
La reanimación con líquidos y evitar la hipotensión son principios importantes en el
manejo inicial de pacientes con trauma contuso, particularmente en aquellos con lesión
cerebral traumática.
En pacientes con trauma penetrante y hemorragia, se pueden prevenir pérdidas
adicionales posponiendo una reanimación agresiva con líquidos hasta que se logre el
control definitivo del sangrado.
Los pacientes con lesiones penetrantes que presentan choque necesitan intervención
quirúrgica.
La reanimación con líquidos es un coadyuvante importante para el control físico de la
hemorragia en pacientes con choque. Aún se debate el tipo ideal de líquidos que deben
administrarse a pacientes en choque. Sin embargo, las soluciones cristaloides se
mantienen como los líquidos de elección.
Para la reanimación inicial se deben utilizar soluciones electrolíticas isotónicas como
Ringer Lactato o solución fisiológica normal (Cristaloides). Este tipo de soluciones permite
una expansión intravascular transitoria, que estabiliza el volumen vascular mediante la
reposición de las pérdidas agregadas de líquidos desplazados hacia los espacios intersticial
e intracelular.
Se administra inicialmente un bolo de líquidos tibios. La dosis usual es de 1 a 2 litros para
un adulto y 20 ml/kg para los pacientes pediátricos. Los volúmenes absolutos para
reanimación deben basarse en la respuesta del paciente. Es importante recordar que esta
cantidad inicial de líquidos incluye cualquier líquido administrado en la fase
prehospitalaria.
La observación de la respuesta a la reanimación inicial identifica a los pacientes cuya
hemorragia fue mayor a la estimada y a los que continúan sangrando y requieren de
cirugía para controlar su hemorragia interna.
Es sumamente importante evaluar la respuesta del paciente a la reanimación con líquidos
y tener evidencias de una perfusión y oxigenación adecuadas (por ejemplo, a través del
gasto urinario, el nivel de conciencia y la perfusión periférica).
Varios estudios demostraron el aumento de riesgo en pacientes con traumatismos con
hemorragia tratados con coloides, en comparación con los que recibieron cristaloides.
En caso de hemorragia grave, la restauración del volumen intravascular debe hacerse con
hemoderivados.
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES.
Las mujeres embarazadas tienen incremento progresivo del volumen sanguíneo circulante
a lo largo del embarazo; por tanto, deben perder volúmenes relativamente más grandes
de sangre antes de manifestar signos y síntomas de hipovolemia.
En pacientes no traumatizados, siempre debe considerarse el tubo digestivo como sitio de
hemorragia.
Pueden ser obvios los signos clínicos de choque en un paciente agitado e incluyen extremidades
frías y pegajosas, taquicardia, ausencia o debilidad de pulsos periféricos e hipotensión. Este
choque clínico aparente resulta de una pérdida cuando menos de 25 a 30% del volumen
sanguíneo. Sin embargo, es posible que se pierdan volúmenes considerables de sangre antes de
que sean obvias las manifestaciones clínicas típicas del choque. Por consiguiente, cuando un
individuo presenta taquicardia o hipotensión significativa, representa una pérdida importante de
sangre y una descompensación fisiológica. Las respuestas clínica y fisiológica a la hemorragia se
clasifican según sea la magnitud de la pérdida de volumen. Una pérdida hasta de 15% del volumen
circulante (700 a 750 ml en un paciente de 70 kg) puede ocasionar pocas alteraciones en términos
de síntomas obvios, en tanto que la pérdida hasta de 30% del volumen circulante (1.5 L) produce
taquicardia leve, taquipnea y ansiedad. Es posible que no sean obvias hipotensión, taquicardia
intensa (es decir, pulso >110 a 120 latidos por minuto [lpm]) y confusión hasta que se pierda más
de 30% del volumen sanguíneo; la pérdida de 40% del volumen circulante (2 L) pone en peligro la
vida de inmediato y debe realizarse control quirúrgico de la hemorragia. Los pacientes jóvenes
sanos con mecanismos compensadores enérgicos toleran volúmenes mayores de pérdida
sanguínea al tiempo que manifiestan menos signos clínicos a pesar de una hipoperfusión periférica
importante. Tales enfermos pueden conservar una presión arterial casi normal hasta que
sobreviene un colapso cardiovascular precipitado.
Un estudio más reciente corroboró que la taquicardia no era un signo seguro de hipotensión
después de un traumatismo y sólo 65% de los pacientes hipotensos experimentó taquicardia.
Cuando no es visible de inmediato una pérdida de sangre mayor, debe sospecharse hemorragia
interna (intracavitaria). Cada cavidad pleural puede alojar 2 a 3 L de sangre y, por consiguiente, ser
un punto de pérdida notable de sangre.
Es peligroso esperar a que el paciente traumatizado sea clasificado en un grado fisiológico preciso
de shock antes de iniciar una reposición agresiva de volumen. El control de la hemorragia y la
reanimación balanceada con líquidos deben iniciarse cuando los signos y síntomas tempranos de
pérdida sanguínea sean aparentes o sospechados, no cuando la presión sanguínea esté
disminuyendo o está ausente. Los pacientes que sangran ¡necesitan sangre!
Las lesiones graves de partes blandas y las fracturas comprometen el estado hemodinámico del
paciente en dos formas:
1. En primer lugar, y sobre todo en casos de fracturas mayores, se pierde sangre en el sitio de la
lesión. Por ejemplo, una fractura de tibia o húmero pueden asociarse a una pérdida de hasta 1,5
unidades de sangre (750 ml). El doble de esta cantidad (hasta 1500 ml) frecuentemente se asocia a
fracturas de fémur y muchos litros de sangre pueden acumularse en un hematoma retroperitoneal
asociado a una fractura de la pelvis.
2. El segundo factor que se debe considerar es el edema que ocurre en el sitio de lesión de los
tejidos blandos. El grado de pérdida adicional de volumen está relacionado con la magnitud de la
lesión de las partes blandas. La lesión tisular determina la activación del sistema de respuesta
inflamatoria con la producción y la liberación de múltiples citoquinas. Muchas de estas hormonas
localmente activas tienen efectos profundos en el endotelio vascular, lo cual incrementa su
Cateterización Vesical
Reconocer la fuente de hemorragia oculta. Recuerde, "Sangre en el suelo y cuatro más": tórax,
pelvis (retroperitoneo), abdomen y muslo.
Por esta razón, el gasto urinario es uno de los principales parámetros en la reanimación y en la
respuesta del paciente. Los cambios en la PVC pueden proporcionar información útil y los riesgos
que implican la colocación de un catéter para su medición están justificados para casos complejos.
Dentro de ciertos límites, el gasto urinario se utiliza para monitorizar el flujo sanguíneo renal. La
reanimación adecuada con líquidos debe producir una diuresis de aproximadamente 0,5
ml/kg/hora en el adulto, mientras que 1 ml/kg/hora se considera un gasto urinario adecuado en el
paciente pediátrico. En niños menores de 1 año de edad, se debe mantener una diuresis de 2
ml/kg/hora. La incapacidad de obtener volúmenes urinarios a estos niveles o una disminución en
el gasto urinario con un incremento en la densidad de la orina sugieren una reanimación
inadecuada.
Esta situación debe estimular una mayor reposición de volumen y esfuerzos adicionales para
lograr un diagnóstico.
En casos de hipotermia severa, está indicado el calentamiento central (lavado de las cavidades
peritoneal o torácica con soluciones cristaloides calentadas a 39º C [102,2º FJ o por bypass
extracorpóreo).
https://www.medigraphic.com/pdfs/abc/bc-2018/bc181h.pdf
CHOQUE SÉPTICO
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Es bien conocido que el daño primario es una infección y una de las piedras angulares del
tratamiento es el control de la fuente y la administración de terapia empírica dirigida, y la
recomendación es que se realice en la primera
hora de establecer el diagnóstico.
El tratamiento para sepsis grave y/o choque séptico, debe iniciarse en las primeras
6 horas, lo cual disminuye la mortalidad en un 16.5%.
El volumen intravascular decrece y, además del proceso séptico, disminuye el volumen
sistólico, por lo que esta fase inicial de sepsis caracterizada por hipovolemia, taquicardia y
gasto cardiaco reducido se alivia con la administración de soluciones cristaloides por vía
endovenosa.
la Campaña para Sobrevivir a la Sepsis, creada por la SCCM, la ESICM y el ISF, con el
objetivo de mejorar los estándares de manejo, seguridad e investigación y reducir la
mortalidad de la sepsis severa en el mundo. Recomienda que la resucitación inicial debe
llevarse a cabo en los pacientes con lactato mayor de 4 mmol o hipotensión arterial a
pesar de haber recibido una prueba de volumen.
Las metas de la terapia hídrica inicial son presión venosa central de 8-12 mmHg, presión
arterial media de 65 mmHg, gasto urinario mayor a 0.5 mL/kg/h y saturación venosa
central o mixta de 70 o 65%, respectivamente.
De igual forma se deben realizar estudios de imagen en busca de la fuente
infecciosa. La terapia hídrica inicial debe ser con cristaloides, evitando otro tipo de
soluciones, asimismo, hay que administrar albúmina a todos los pacientes con
requerimiento hídrico abundante. La terapia hídrica inicial debe ser con una velocidad de
infusión de 30 mL/kg (una porción debe ser albúmina), y continuar así hasta lograr
estabilidad hemodinámica.
Todos los pacientes con choque séptico requieren vasopresores para alcanzar presión
arterial media de 65 mmHg.
El vasopresor de elección es norepinefrina, y se le puede agregar epinefrina si el paciente
no responde a dosis máximas de norepinefrina, o también se puede agregar vasopresina a
0.03 unidades/minuto. Dosis mayores a éstas deben reservarse como dosis de
salvamento, y la dopamina sólo se limita a los pacientes con bradicardia o sin riesgo de
taquiarritmias, o bien, con SvcO2 por debajo de 70 mmHg, pese a un manejo adecuado.
Las metas de la reanimación en sepsis grave y choque séptico incluyen:
o Presión venosa central (PVC) 8-12 mm Hg
o Presión arterial media (PAM) ≥65 mm Hg
o Gasto urinario (GU) 0.5 mL/ kg/ hr.
o Saturación de oxigeno de sangre venosa (SATVO2) ≥70% o Saturación de
oxigeno de sangre venosa mezclada (SATV mezclada) ≥65%.
Los pacientes en choque séptico con:
APACHE II ≥25 o Falla orgánica múltiple
Que no tengan contraindicaciones (cirugía reciente, riesgo de hemorragia o
hemorragia activa)
Que no hayan respondido al tratamiento establecido.
Pueden ser candidatos a recibir proteína C activada recombinante humana PCArh.
Debe tomarse la decisión de forma individualizada e iniciarse inmediatamente al
ser identificado que el paciente se encuentra en alto riesgo de muerte.
La PCArh no debe utilizarse en pacientes con bajo riesgo de muerte, aquellos con
APACHE II <20 o con una sola falla orgánica.
Los pacientes deben recibir profilaxis de trombosis venosa profunda (TVP) con:
Bajas dosis de heparina no fraccionada dos o tres veces al día, o Heparina de bajo
peso molecular una vez al día
Aproximadamente 50% de los pacientes con sepsis grave responden a la
reanimación con líquidos y restauran su estabilidad hemodinámica.
A pesar de los adelantos en cuidados intensivos, la mortalidad por septicemia grave es aún
de 30 a 50%. En Estados Unidos ocurren cada año 750 000 casos de septicemia y de ellos
una tercera parte es letal. Este trastorno causa 9.3% de las muertes anuales en ese país,
tantas como el infarto del miocardio.
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES.
CRITERIOS DE REFERENCIA.
La valoración del sujeto en choque séptico inicia con la revisión de la permeabilidad de las vías
respiratorias y la ventilación. Los individuos con embotamiento grave y los enfermos cuyo trabajo
respiratorio es excesivo requieren intubación y ventilación para evitar un colapso respiratorio.
Una vez que se dispone de los datos del cultivo deben seleccionarse los antibióticos con actividad
contra los microorganismos causales y, si es apropiado, disminuirse el espectro de protección. Es
necesario reducir al mínimo el uso prolongado de antibióticos empíricos de amplio espectro para
atenuar el desarrollo de patógenos resistentes y evitar las posibles complicaciones del crecimiento
micótico florido y colitis relacionada con antibióticos por el desarrollo excesivo de Clostridium
difficile. Los antibióticos intravenosos no son suficientes para tratar de manera apropiada el
episodio infeccioso cuando existen acumulaciones de líquidos infectadas, cuerpos extraños
infectados y tejido desvitalizado. Esta situación se denomina control de la fuente u origen e
incluye drenaje percutáneo y manejo quirúrgico para dirigirse al foco de infección. Tales casos
podrían requerir múltiples operaciones para asegurar una higiene y cicatrización de la herida
adecuadas.
Después del tratamiento de primera línea del paciente séptico con antibióticos, líquidos
intravenosos e intubación, en caso necesario, a veces se requieren vasopresores para el
tratamiento del choque séptico. Las catecolaminas son los vasopresores utilizados con mayor
frecuencia. En ocasiones, los pacientes con choque séptico desarrollan resistencia arterial a las
catecolaminas. La arginina-vasopresina, un vasoconstrictor potente, a menudo es eficaz en tales
casos.
Sepsis grave: síndrome de sepsis asociada con disfunción orgánica, anormalidades de la perfusión
o hipotensión dependiente de la sepsis y que responde a la adecuada administración de líquidos.
Choque séptico: Sepsis grave con hipotensión que no responde a la reanimación con líquidos.
-SEPSIS 3 (2016)
Hipotensión
Ausencia de hipovolemia
Requerimiento de vasopresores para mantener una PAM =>65* y lactato >2 mmol/L
El shock séptico es el tipo de shock distributivo más frecuente en los niños. Otras causas son la
anafilaxia, las lesiones neurológicas y algunos fármacos. E l shock distributivo puede manifestarse
con un síndrome de respuesta infl amatoria sistémica (SRIS), que se defi ne como la presencia de
dos o más de los siguientes criterios: temperatura superior a 38°C o inferior a 36°C, frecuencia
cardíaca superior a 90 latidos/min o más de dos desviaciones estándar por encima de lo normal
para la edad, taquipnea, más de 12.000 leucocitos/mm3 o menos de 4.000 leucocitos/mm3, o más
de un 10% de formas inmaduras.
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=368
http://www.medigraphic.com/pdfs/medintmex/mim-2017/mim173j.pdf
CHOQUE CARDIOGÉNICO
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
Infarto del miocardio (MI) agudo y extenso con falla del ventrículo izquierdo. (causa más
común) Es una complicación de 5 a 10% de los MI agudos
Contusión miocárdica
Taponamiento cardiaco
Embolia aérea
Trauma cardiaco contuso (mecanismo de lesión del tórax es la desaceleración rápida)
ruptura del septo ventricular
ruptura de la pared libre del ventrículo izquierdo
ruptura del músculo papilar
miopericarditis
enfermedad de Tako–Tsubo
miocardiopatías
cardiopatía hipertrófica
disección aórtica
bloqueo de rama izquierda del haz de His
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Disfunción miocárdica
Falla de la bomba circulatoria que conduce a reducción del flujo anterógrado e hipoxia
hística subsecuente, con un volumen intravascular adecuado.
Una función cardiaca inadecuada puede ser el resultado directo de una lesión cardiaca,
incluidos la contusión profunda del miocardio, lesión valvular cardiaca contusa o daño
directo del miocardio
Ciclo vicioso de isquemia del miocardio que causa disfunción miocárdica y resulta en
mayor isquemia del miocardio. Cuando hay necrosis o isquemia de una cantidad suficiente
de pared del ventrículo izquierdo y se presenta falla de bomba, disminuye el volumen
sistólico.
En series de necropsias de fallecidos por choque cardiógeno se encontró daño de 40% del
ventrículo izquierdo
La isquemia distante de la zona infartada puede contribuir a disfunción sistólica en sujetos
con choque cardiógeno. Casi todos estos enfermos tienen una afección de múltiples vasos,
con reserva vasodilatadora limitada y flujo coronario dependiente de la presión en
múltiples áreas del corazón. En el choque cardiógeno también se encuentra deteriorada la
función miocárdica diastólica. La isquemia del miocardio origina una disminución de la
adaptabilidad y se observan, de modo progresivo, incrementos compensadores de las
presiones de llenado del ventrículo izquierdo.
La disminución del gasto o la contractilidad cardiacos cuando existe un volumen
intravascular adecuado (precarga) puede originar lechos vasculares con disminución de la
perfusión y descarga simpática refleja. La mayor estimulación simpática del corazón, por
impulsos neurales directos o catecolaminas circulantes, eleva la frecuencia cardiaca, la
contracción del miocardio y el consumo miocárdico de oxígeno, que tal vez no se alivien al
incrementar el flujo sanguíneo de la arteria coronaria en individuos con estenosis fija de
las arterias coronarias. La disminución del gasto cardiaco también puede reducir el flujo
sanguíneo coronario y suscitar un cuadro de aumento de la demanda de oxígeno del
miocardio en un momento en que puede estar limitado el aporte miocárdico de oxígeno.
La insuficiencia cardiaca aguda también puede ocasionar acumulación de líquido en el
lecho microcirculatorio pulmonar y reducir aún más el aporte de oxígeno al miocardio.
El paso más importante en el tratamiento de los individuos con choque cardiógeno por MI
agudo es la definición de la anatomía coronaria y revascularización temprana.
Una vez que se asegura la permeabilidad de la vía respiratoria y que la ventilación es
adecuada, se dirige la atención al apoyo de la circulación.
Con frecuencia es necesaria la intubación y ventilación mecánica, tan sólo para disminuir
el trabajo ventilatorio y facilitar la sedación del paciente. Es esencial excluir rápidamente
hipovolemia y establecer la presencia de disfunción cardiaca. El tratamiento de esta última
comprende conservar la oxigenación adecuada para asegurar el aporte apropiado de
oxígeno al miocardio y la administración razonable de líquidos para evitar la sobrecarga de
éstos y el desarrollo de edema pulmonar cardiógeno. Deben corregirse las anomalías
electrolíticas, las más de las veces hipopotasiemia e hipomagnesiemia.
Es vital iniciar pronto el tratamiento para conservar la presión arterial y el gasto cardiaco.
Son esenciales una valoración rápida, reanimación adecuada y reversión de la isquemia
miocárdica para optimizar el resultado final en pacientes con MI agudo. Un elemento
crítico es evitar la extensión del infarto.
En el MI agudo es imprescindible restablecer a la brevedad el gasto cardiaco para reducir
al mínimo la mortalidad; la extensión del posible miocardio que puede salvarse disminuye
de manera exponencial cuanto mayor es el tiempo para restablecer el flujo sanguíneo
coronario. El grado de este último después de una angioplastia coronaria transluminal
percutánea (PTCA) se correlaciona con la mortalidad en el hospital (esto es, 33% con la
reanudación de la perfusión completa, 50% con la reanudación incompleta del riego y 85%
de mortalidad cuando no se reanuda).
La piedra angular del tratamiento son los inotrópicos y vasopresores a dosis bajas.
Los lineamientos actuales de la American Heart Association recomiendan la angiografía
coronaria transluminal percutánea en personas con choque cardiógeno, elevación de ST,
bloqueo de rama izquierda y edad menor de 75 años.
La angioplastía coronaria deberá efectuarse dentro de las primeras 6 h después del inicio
de los síntomas. Esto demostró disminuir la mortalidad en el registro ALKK en el cual tres
adecuado del dolor y corregir los desequilibrios electrolíticos son maniobras inespecíficas
directas que pueden mejorar la función cardiaca existente o evitar complicaciones
cardiacas futuras.
En el infarto agudo de miocardio se administran anticoagulación y ácido acetilsalicílico.
Aunque el tratamiento trombolítico disminuye la mortalidad en pacientes con infarto
agudo de miocardio, es menos clara su función en el choque cardiógeno.
Los enfermos con insuficiencia cardiaca por MI agudo se benefician casi siempre del apoyo
circulatorio farmacológico o mecánico en forma similar a los sujetos con insuficiencia
cardiaca relacionada con una lesión cerrada del corazón. Los medios farmacológicos
adicionales pueden incluir el uso de bloqueadores β para controlar la frecuencia cardiaca y
el consumo de oxígeno del miocardio, nitratos para promover el flujo sanguíneo coronario
por vasodilatación e inhibidores de la ACE para atenuar los efectos vasoconstrictores
mediados por la ACE que incrementan la carga de trabajo del miocardio y el consumo
miocárdico de oxígeno.
Cuando es factible, el tratamiento de elección es la PTCA (por lo general con la colocación
de una prótesis). Al parecer, la revascularización coronaria con injerto es más apropiada
en pacientes con afección de múltiples vasos o enfermedad de la arteria coronaria
izquierda.
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES.
CRITERIOS DE REFERENCIA.
La falla en el ventrículo derecho representa menos del 5% de los choques cardiogénicos. La falla en
el ventrículo derecho disminuye el llenado del VI. De igual manera la falla del VD condiciona un
aumento de volumen telediastólico, por lo regular 20 mmHg.
Otro punto a considerar como factores que favorecen el choque cardiogénico es el uso de
medicamentos como lo son beta bloqueadores, IECAS y diuréticos. Dichos medicamentos podrían
estar implicados en el deterioro de pacientes con choque cardiogénico hasta en un 30%.
http://www.medigraphic.com/pdfs/rma/cma-2009/cmas091n.pdf
CHOQUE NEUROGÉNICO
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
Hematoma epidural.
Fracturas de los cuerpos vertebrales de la región cervical o torácica alta.
Traumatismo de médula espinal.
Neoplasia de médula espinal.
Anestesia espinal/epidural.
Trauma raquimedular
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
El trauma raquimedular cervical o torácico alto puede producir hipotensión por la pérdida
del tono simpático. El cuadro clásico de un shock neurogénico consiste en hipotensión sin
taquicardia o hipotensión sin vasoconstricción cutánea. En el shock neurogénico no se
observa disminución de la presión de pulso.
La lesión aguda de la médula espinal puede ocasionar bradicardia, hipotensión, arritmias
cardiacas, disminución del gasto cardiaco y reducción de la resistencia vascular periférica.
En apariencia, la gravedad de la lesión de la médula espinal se correlaciona con la
magnitud de la disfunción cardiovascular.
La descripción típica del choque neurógeno incluye disminución de la presión arterial
acompañada de bradicardia (ausencia de taquicardia refleja por alteración de la descarga
simpática), extremidades calientes (pérdida de la vasoconstricción periférica), déficit
motores y sensoriales que indican una lesión de la médula espinal y prueba radiológica de
una fractura de la columna vertebral.
Dependiendo del nivel de lesión medular, pueden presentarse hemiplejía superior con
incapacidad para movilización de las extremidades, falta de sensibilidad en las mismas y
en muchas ocasiones insuficiencia respiratoria.
Si existe daño medular bajo, se observará hemiplejía inferior con falta de sensibilidad en
las extremidades e incontinencia de esfínteres.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Una vez que se aseguran las vías respiratorias y es adecuada la ventilación, la reanimación
con líquidos y la sustitución del volumen intravascular mejoran la perfusión en el choque
neurógeno. Casi todos los pacientes en este estado responden a la sustitución del
volumen intravascular sola, con mejoría satisfactoria de la perfusión y resolución de la
hipotensión.
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES.
Las lesiones intracraneales aisladas no causan shock. La presencia de shock en un paciente con
trauma craneoencefálico requiere que se investigue su etiología por causas distintas de la lesión
intracraneal.
Los individuos con traumatismo multisistémico que incluye lesiones de la médula espinal suelen
tener anomalías de la cabeza que dificultan la identificación del déficit motor y sensorial en la
valoración inicial. Más aún, es posible que ocurran lesiones adjuntas que causen hipovolemia, lo
cual complica de modo adicional el cuadro clínico.
CHOQUE OBSTRUCTIVO
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
Taponamiento cardiaco
o Trauma torácico penetrante, pero también puede darse en lo traumas contusos.
o Padecimientos médicos crónicos, como insuficiencia cardiaca o uremia.
o Heridas precordiales que lesionen el corazón
o Cualquier proyectil o agente lesivo que pasa cerca del mediastino puede producir
taponamiento.
o Rotura cardiaca por contusión, un acontecimiento poco común en víctimas de
traumatismos que sobreviven lo bastante para llegar al hospital, causa choque
resistente y taponamiento en un individuo con múltiples lesiones.
Neumotórax a tensión
Embolia pulmonar
Obstrucción de vena cava inferior.
o Trombosis venosa profunda
o Útero grávido sobre la vena cava inferior.
o Neoplasia
Aumento de presión intratorácica
o Exceso de presión positiva al final de la espiración
o Neoplasia
Taponamiento cardiaco
o Hipotensión
Traumatismo penetrante (más frecuente)
Traumas contusos
Padecimientos médicos crónicos, como insuficiencia cardiaca o uremia.
o Dolor torácico
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Taponamiento cardiaco
o La ecocardiografía puede ser útil en el diagnóstico de taponamiento o de ruptura
valvular, pero a menudo no es práctico o no se encuentra inmediatamente
disponible en el departamento de emergencia. El FAST puede identificar líquido
pericárdico y la posibilidad de un taponamiento cardiaco como causa de shock.
o El trauma cardiaco contuso puede ser una indicación de monitorización temprana
de la PVC como guía en la reanimación con líquidos en esta situación particular.
o La vigilancia hemodinámica con penetración corporal puede apoyar el diagnóstico
de taponamiento cardiaco si se encuentran presión venosa central alta, pulso
paradójico (es decir, descenso de la presión arterial sistémica con la inspiración) o
elevación de la presión de la aurícula y el ventrículo derechos mediante un catéter
en la arteria pulmonar. Estos perfiles hemodinámicos adolecen de falta de
especificidad, tiempo necesario para obtenerlos en personas lesionadas de
gravedad e incapacidad para excluir una lesión cardiaca cuando no existe
taponamiento.
o Las radiografías de tórax pueden proporcionar información sobre la posible
trayectoria de un proyectil, pero rara vez son diagnósticas ya que el pericardio que
se llena en forma aguda apenas se distiende.
Neumotórax a tensión.
Taponamiento cardiaco
o La ecocardiografía es la prueba preferida para el diagnóstico del taponamiento
cardiaco. Se han publicado buenos resultados en la detección de líquido
pericárdico pero su rendimiento para identificarlo depende de la habilidad y
experiencia del ecografista, el hábito corporal del paciente y la ausencia de
heridas que impiden observar el pericardio.
o Las ecocardiografías bidimensional o transesofágica estándar son técnicas
sensibles para valorar la presencia de líquido en el pericardio y las realizan clínicos
hábiles en la valoración de la función ventricular, anomalías valvulares e
integridad de la aorta torácica proximal. Por desgracia, rara vez se dispone de
inmediato de estos clínicos hábiles por la noche, cuando se presentan muchos
pacientes con traumatismos; por consiguiente, aguardar a este estudio puede
ocasionar retrasos excesivos. Además, si bien ambas técnicas de ultrasonido
demuestran la presencia de líquido o los datos característicos de taponamiento
(volumen grande de líquido, colapso de la aurícula derecha, distensibilidad
deficiente del ventrículo derecho), no excluyen una lesión cardiaca por sí mismos.
o Puede emplearse pericardiocentesis para diagnosticar sangre pericárdica y aliviar
un posible taponamiento. Este procedimiento guiado por ultrasonido hizo posible
que fuera más segura y confiable esta intervención. En pacientes con derrames
pericárdicos crónicos puede colocarse un catéter permanente durante varios días.
o La ventana pericárdica diagnóstica es un método más directo para determinar la
presencia de sangre en el pericardio.
Neumotórax a tensión.
o La presencia de dificultad respiratoria aguda, de enfisema subcutáneo, la ausencia
de sonidos respiratorios, la hiperresonancia al percutir y la desviación traqueal
sustentan el diagnóstico del neumotórax a tensión
Taponamiento cardiaco
TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO
PACIENTE HOMBRE A CUALQUIER EDAD.
Presentar impacto súbito, que involucra un intercambio brusco de energía mecánica entre
el cráneo y una superficie, acompañado de
o Pérdida de conciencia es un predictor de lesión intracraneal (riesgo relativo -RR-
de 2.23).
o Focalización neurológica está altamente asociada con lesión intracraneal (RR:
9.43).
o Signos de fractura de cráneo son fuertes predictores de lesión intracraneal (RR:
6.13).
o Vómito repetitivo es un débil predictor de lesión intracraneal (RR: 0.88).
o Cefalea tiene un riesgo relativo de 1.02 para lesión intracraneal.
o Amnesia postraumática es considerada un factor de mediano riesgo, lo mismo que
la amnesia retrógrada >30 min anterior al trauma.
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
La clasificación y el manejo de los pacientes con una lesión craneal deben ser guiados por
evaluaciones clínicas y protocolos de atención basados en la escala de coma de Glasgow;
se emplea verificando la disminución de la puntuación a lo largo del tiempo entre varias
mediciones, no en una medición única.
Escala de coma de Glasgow (MOTOVEROCU)
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Después de manejar el ABCDE, es prioritario identificar lesiones con efecto de masa que
requieran evacuación quirúrgica; la mejor forma de hacerlo es obteniendo de inmediato
una tomografía computarizada (TAC) de cráneo.
Se debe hacer una TAC en todos los pacientes con sospecha de lesión cerebral en quienes
se sospecha clínicamente una fractura expuesta de cráneo, o cualquier signo de fractura
de base del cráneo, o más de dos episodios de vómito, y en los mayores de 65 años de
edad
La TAC debe ser un estudio a considerar si el paciente ha tenido: pérdida de conciencia por
más de 5 minutos, amnesia retrógrada por más de 30 minutos, un mecanismo peligroso de
lesión, cefalea severa o déficit neurológico focal.
En pacientes que presenten alguno de los factores que se enumeran a continuación, la
tomografía axial computada puede realizarse en un período de 8 horas tras el
traumatismo, si aún no transcurre este lapso; en el caso de que ya hayan transcurrido más
de 8 horas después del traumatismo, la TAC debe realizarse inmediatamente.
o Amnesia anterógrada de más de 30 minutos
o Mecanismo del traumatismo peligroso (atropello por vehículo de motor,
despedido de vehículo, caída de más de 1 metro o cinco escalones), siempre que
hayan experimentado pérdida de conciencia o amnesia.
o Cefalea
o Edad >65 años, siempre que hayan presentado pérdida de conciencia o amnesia.
o Coagulopatía (historia de sangrado, alteraciones de la coagulación, tratamiento
actual con anticoagulantes)
o Signos clínicos de fractura de base de cráneo ( ojos de mapache, signo de Battle,
rinorraquia u otorraquia)
Se debe solicitar tomografía axial computada craneal en pacientes con TCE y alguno de los
siguientes factores de riesgo:
o Glasgow <13/15 en cualquier momento tras el traumatismo
o Glasgow igual a 13/15 o 14/15 a las 2 horas del traumatismo
o Sospecha de fractura craneal abierta o fractura con hundimiento
o Cualquier signo de fractura de la base del cráneo
o Crisis convulsiva postraumática
o Déficit neurológico focal
o Cefalea persistente generalizada
o Vómito en dos o más episodios
o Evidencia de traumatismo por encima de la clavícula
o Amnesia anterógrada >30 minutos
Hematomas Epidurales: Típicamente, estos hematomas separan la duramadre de la tabla
interna del cráneo y tienen una forma biconvexa o lenticular. Se localizan más
frecuentemente en la región temporal o temporoparietal y, por lo general, son el
resultado de una ruptura de la arteria meníngea media causada por una fractura. Estos
coágulos son generalmente de origen arterial; sin embargo, también pueden deberse a la
ruptura de un seno venoso mayor o al sangrado de una fractura del cráneo.
Hematomas subdurales: A diferencia de la imagen lenticular de un hematoma epidural en
la TAC, los hematomas subdurales parecen adaptarse más al contorno del cerebro. El daño
cerebral subyacente en un hematoma subdural es mucho más severo que el que se asocia
a un hematoma epidural, debido a la presencia de lesión parenquimatosa concomitante.
Las contusiones pueden evolucionar en un período de horas o días hasta transformarse en
un hematoma intracerebral, o confluir en una gran masa que requiere evacuación
quirúrgica inmediata. Esto sucede en alrededor del 20% de los pacientes que presentan
una contusión en la TAC de cráneo inicial. Por esta razón, en los pacientes con diagnóstico
de contusión se debe repetir la TAC dentro las 24 horas después de la TAC inicial para
evaluar los cambios.
Aplicando estos parámetros a pacientes con GCS de 13, el 25% aproximadamente tendrán
una TAC con signos de trauma y el 1,3% requerirán intervención quirúrgica.
Aplicando esto a pacientes con GCS de 15, solo 10% van a tener una TAC que manifieste
un trauma, y un 0,5% van a requerir intervención neuroquirúrgica. Con base en la
evidencia actual, ningún paciente con una lesión cerebral clínicamente importante o que
requiera neurocirugía debe pasar desapercibido.
En todos los pacientes con traumatismo craneoencefálico moderado debe obtenerse una
TAC de cráneo y se debe contactar a un neurocirujano. Todos ellos requieren ser
internados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para observación o en una unidad
similar que tenga capacidad de vigilancia estrecha por enfermería y de valoraciones
neurológicas frecuentes por lo menos durante las primeras 12 y 24 horas. Si la TAC inicial
es anormal, o si el paciente presenta deterioro en su estado neurológico, se recomienda
repetir la TAC dentro de las 24 horas.
Para la detección de complicaciones agudas o lesiones en un paciente con TCE, la
tomografía axial computada de cráneo es el estudio de imagen de elección.
Las fracturas de la base del cráneo que atraviesan los canales carotídeos pueden lesionar
las arterias carótidas (disección, seudoaneurismas o trombosis); por esto, debe
considerarse la necesidad de una arteriografía cerebral (angioTAC o Angiografía Digital).
No se recomienda la utilización habitual de la radiografía de cráneo en la evaluación inicial
de un paciente con traumatismo craneoencefálico leve.
La radiografía de cráneo está indicada en el caso de contusión o laceración del cuero
cabelludo, cuando su profundidad sea hasta el hueso o tenga una longitud >5 cm.
En el daño axonal difuso la CT puede mostrar borramiento de la interfaz entre las
sustancias gris y blanca y múltiples hemorragias puntiformes, pero la resonancia
magnética nuclear es más sensible.
Se cree que una intracranial pressure (ICP) de 10 mmHg se encuentra en el límite superior
normal, pero no se inicia tratamiento hasta que se encuentra por arriba de 20 mmHg.
Un desplazamiento de más de 5 mm (herniación) por lo común se considera indicación
para evacuación, pero no existe una regla absoluta.
el grupo de solución salina hipertónica. La tasa de falla clínica fue significativamente más
baja en el grupo de solución salina hipertónica.
La solución salina hipertónica no ofrece ventajas a largo plazo en la respuesta neurológica
del paciente.
La actividad convulsiva que se presenta en el periodo inicial posterior a TCE, puede causar
daño cerebral secundario, como resultado del aumento de las necesidades metabólicas,
de la hipertensión intracraneal y del incremento en la liberación de neurotransmisores
excitadores. Por estas razones se ha recomendado el uso profiláctico de fármacos
anticonvulsivos en el manejo del TCE.
Las convulsiones concusivas que suceden inmediatamente al traumatismo, no suelen
repetirse si no están asociadas a lesiones craneales importantes, por lo que no es
necesario el tratamiento profiláctico con anticonvulsivos.
La fenitoína, carbamezepina, fenobarbital y ácido valproico son eficaces para la
prevención de crisis convulsivas en la primera semana posterior a la ocurrencia de TCE
grave.
El tratamiento profiláctico con fenitoína, iniciando con dosis intravenosa de impregnación,
debe establecerse tan pronto como sea posible después del trauma, para disminuir el
riesgo de crisis convulsivas postraumáticas que ocurren dentro de los primeros 7 días,
particularmente en los casos de:
Puntuación de Glasgow <10
o Contusión cortical
o Fractura hundida
o Hematoma subdural
o Hematoma epidural
o Herida penetrante de cráneo
o Convulsiones en las primeras 24 horas
CRITERIOS DE REFERENCIA.
Los pacientes con TCE SEVERO, deben ser transportados inmediatamente a un centro
hospitalario con disponibilidad de tomógrafo, cuidados neurorquirúrgicos y con la
capacidad de reducir y tratar la hipertensión endocraneana.
Los pacientes trasladados directamente al centro de trauma tienen una estancia en la
unidad de cuidados intensivos más corta y una estancia hospitalaria menor, aunque la
mortalidad no es diferente a la de los pacientes que son llevados inicialmente a un
hospital rural y, posteriormente, son transferidos al centro de trauma.
Siempre que sea posible, la selección del hospital debe realizarse en función de los
cuidados y recursos, tanto técnicos como humanos, que pueda requerir el paciente:
Centro de atención primaria (primer nivel): no requiere TAC, UCI o sala de choque, ni
neurocirugía (requiere acceso a traslado expedito en unidad de alta tecnología)
Hospitales de segundo nivel: puede requerir TAC o neurocirugía; requiere recursos de
cuidados críticos o módulo de choque
Hospitales de alta especialidad (tercer nivel): requiere TAC, unidad de cuidados intensivos
y neurocirugía, las 24 horas del día todos los días del año.
Los pacientes que han sufrido TCE deberían ser remitidos al servicio de urgencias de un
hospital, si presentan alguna de las siguientes condiciones:
o Glasgow <15/15 en cualquier momento desde el traumatismo
o Cualquier déficit neurológico focal, desde el trauma (dificultad para comprender,
hablar, leer o escribir, disminución en la sensibilidad, alteraciones del equilibrio,
debilidad generalizada, cambios en la visión, alteración en la deambulación)
o Sospecha de fractura de cráneo o trauma penetrante
o Amnesia para sucesos anteriores o posteriores al trauma
o Dolor de cabeza que persiste
o Vómito repetido
o Crisis convulsivas no inmediatas al momento del TCE
o Traumatismo con mecanismo de alta energía
o Intoxicación por drogas
o Alcoholismo crónico
o Alteración de la coagulación, historia de sangrado, tratamiento anticoagulante o
antiagregante
o Edad >65 años
o Irritabilidad o comportamiento alterado (principalmente en menores de 5 años)
Por lo menos el 90% de las muertes prehospitalarias relacionadas con trauma involucran al trauma
craneoencefálico.
Aproximadamente el 75% de los pacientes con trauma craneoencefálico que reciben atención
médica pueden ser clasificados con lesiones leves; el 15%, como moderadas, y el 10%, como
graves.
Los automóviles están involucrados en 64.1% de los casos de siniestros de tránsito, mientras que
en segundo lugar se encuentra a las camionetas de carga, que representan 11 % ; los ocupantes de
los vehículos son los que presentan el mayor número de muertes, generando un total de 11 747,
mientras que los decesos por atropellamiento representan 4 618 muertes en el año 2011. Aunado
a esto, el incremento del número de muertes por accidentes de motocicleta ha aumentado de
manera significativa; al comparar las muertes ocurridas en el 2006 respecto del 2010, se produjo
un incremento de 78.6 % (Diagnóstico situacional de las lesiones por accidentes en motocicleta,
2011).
Los cascos son efectivos al reducir la incidencia del TCE en motociclistas en 69% y la muerte en
42%
La edad se asocia directamente con el pronóstico funcional. Una edad >35 años se asocia con un
mal pronóstico; la población >65 años tiene un peor pronóstico, comparado con otros grupos de
edad.
El vaso meníngeo que se lesiona más comúnmente es la arteria meníngea media, localizada sobre
la fosa temporal.
El hemisferio izquierdo contiene los centros del lenguaje en prácticamente toda la población
diestra y en más del 85% de la población con mano izquierda dominante.
El lóbulo frontal se relaciona con las emociones, las funciones motoras y, en el hemisferio
dominante, con la expresión del lenguaje (áreas motoras del lenguaje).
Los centros vitales cardiorrespiratorios residen en el bulbo, el que se continúa hacia abajo para
formar la médula
El edema y las lesiones que producen efecto de masa (por ejemplo, los hematomas) pueden
causar desaparición o desplazamiento de los ventrículos que usualmente son simétricos, lo cual
puede ser fácilmente identificado en la TAC de cráneo.
El mesencéfalo pasa a través de una apertura de la tienda del cerebelo o hiato. El nervio
oculomotor (III par) pasa por el borde del ten torio y puede ser comprimido contra él durante la
herniación del lóbulo temporal. Las fibras parasimpáticas, constrictoras de la pupila, van en la
superficie del III par craneal.
La compresión de estas fibras durante la herniación causa dilatación pupilar (midriasis) debido a
una actividad simpática no inhibida.
La parte del cerebro que habitualmente se hernia a través de la apertura tentorial es la parte
media del lóbulo temporal conocida como uncus
Herniación (Uncal) Lateral producida por un Hematoma Epidural Temporal causado por una lesión
de la arteria meníngea media debido a una fractura del hueso temporal. El uncus comprime la
parte alta del tronco cerebral con el sistema reticular activador función principal el mantenimiento
del estado de alerta (disminución de la GCS), al nervio oculomotor (cambios pupilares), y al tracto
corticoespinal en el mesencéfalo (hemiparesia contralateral).
DOCTRINA MONRO-KELLIE
Hematomas Subdurales: Los hematomas subdurales son más frecuentes que los hematomas
epidurales y ocurren en cerca del 30% de los traumatismos craneoencefálicos graves.
Existen otras causas que pueden ocasionar un estado de agitación y que no están relacionadas
directamente con la lesión cerebral:
Se recomienda solicitar inmediatamente una radiografía de columna cervical en pacientes con TCE
que presentan cierto grado de dolor cervical o rigidez y alguno de los siguientes factores de riesgo:
Tanto el paciente como su acompañante deben recibir información escrita de cómo mantener al
paciente bajo observación estricta y de retornar al departamento de urgencias si desarrolla
cefalea, disminución del estado de conciencia o bien déficit neurológico focal.
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1659
TRAUMATISMO DE CUELLO
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
Trauma cerrado
Trauma penetrante
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
En todo paciente con traumatismo cerrado debe suponerse que existe lesión de la
columna cervical, hasta que se demuestre lo contrario.
Aproximadamente el 5% de los pacientes con trauma craneoencefálico tienen una lesión
de columna asociada, mientras que el 25% de los pacientes con lesiones de la columna
tienen, cuanto menos, un traumatismo craneal leve.
Aproximadamente el 55% de las lesiones de columna ocurren en la región cervical; 15%,
en la torácica; 15%, en la unión toracolumbar, y 15%, en la lumbosacra.
Aproximadamente el 10% de los pacientes con una fractura de columna cervical tiene una
segunda fractura, no contigua, de la columna vertebral.
Las heridas penetrantes de la cara anterior del cuello que atraviesan el músculo cutáneo
del cuello ponen en riesgo la vida por la abundancia de estructuras anatómicas en esta
región. La exploración puede ser apropiada en algunas circunstancias, pero en la mayor
parte de centros hospitalarios se practica el tratamiento conservador, no quirúrgico.
Las indicaciones para intervención quirúrgica inmediata por lesión cervical penetrante
incluyen inestabilidad hemodinámica o hemorragia externa significativa. El algoritmo de
tratamiento para pacientes estables desde el punto de vista hemodinámico se basa en los
síntomas y ubicación anatómica de la lesión, para lo cual el cuello se divide en tres zonas
distintas
o La zona I se encuentra entre la clavícula y el cartílago cricoides
o La zona II entre el cartílago cricoides y el ángulo de la mandíbula
o La zona III por arriba del ángulo de la mandíbula.
Por las dificultades técnicas de la exposición y métodos quirúrgicos variables, es deseable
el diagnóstico preoperatorio preciso para lesiones sintomáticas en las lesiones de las zonas
I y III.
Por tanto, tales pacientes deben someterse, de manera ideal, a estudios diagnósticos de
imagen antes de realizar la intervención quirúrgica si se encuentran estables desde el
punto de vista hemodinámico. La CT de cuello y tórax establecen el trayecto de la lesión, y
se realizan estudios adicionales con base en la proximidad a estructuras de importancia.
Tales estudios adicionales incluyen angiografía por CT, angiografía de grandes vasos,
esofagograma con medio de contraste hidrosoluble seguido por esofagograma con trago
de bario, esofagoscopia o broncoscopia. El diagnóstico angiográfico, en particular en
lesiones de la zona III pueden continuarse con intervenciones endovasculares para el
tratamiento definitivo.
Los pacientes con heridas en la zona II que no rebasan el musculocutáneo del cuello
pueden ser dados de alta desde la sala de urgencias.
Aquellos con heridas penetrantes en la zona II se dividen en individuos sintomáticos y
asintomáticos. Deben buscarse síntomas específicos, lo que incluye compromiso de la vía
respiratoria, hematoma pulsátil o en expansión, disfagia, disfonía y enfisema subcutáneo.
En pacientes sintomáticos debe realizarse exploración urgente de cuello. Los individuos
asintomáticos con lesiones de la zona II pueden dividirse en pacientes con o sin lesiones
por proyectil de arma de fuego en la región cervical. Aquellos con componente
transcervical deben mantenerse en observación por 12 a 24 h, en tanto que los que tienen
heridas por proyectil de arma de fuego transcervicales deben estudiarse con CT para
establecer el trayecto del proyectil. Con base en el trayecto y la transferencia de energía
cinética, deben realizarse estudios diagnósticos adicionales con angiografía, esofagograma
o broncoscopia.
Cuadriplejía
Paraplejia
Los médicos y el personal que atienden a pacientes con lesiones espinales deben saber y estar
conscientes, en todo momento, de que la manipulación excesiva y la inmovilización inadecuadas
de un paciente con lesión de columna pueden causar daño neurológico adicional y empeorar el
pronóstico general del paciente. Al menos 5% de los pacientes con daño medular comienzan a
presentar síntomas neurológicos o empeoran los preexistentes después de llegar al departamento
de urgencias. Normalmente esto se debe a isquemia o a progresión del edema medular, pero
también puede deberse a una inmovilización inadecuada.
La lesión de columna cervical en niños es bastante rara, y ocurre en menos del 1 % de los casos.
Lesiones de
o Columna cervical baja (55%)
En las fracturas de columna cervical baja, los mecanismo de lesión son
resultado de la combinación de: flexión distracción, extensión-
compresión, extensión-distracción, compresión vertical, flexión lateral.
o Unión toracolumbar (15%)
o Torácica (15%)
o Lumbosacra (15%)
Las zonas anatómicas que se afectan con mayor frecuencia son las denominadas zonas de
transición, como la cervical baja y la unión cervico-torácica (C6-T1), seguido por la unión
toraco lumbar (T11 - L2).
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
De forma práctica, los dermatomas cervicales superiores (C1 a C4) son algo variable en su
distribución cutánea, pero su localización no suele ser necesaria. Sin embargo, debe
recordarse que los nervios supraclaviculares (C2 a C4) dan inervación sensorial a la región
sobre el músculo pectoral (capelina cervical).
Los músculos clave deben ser evaluados bilateralmente. Cada músculo es categorizado en
una escala de seis puntos, que va desde fuerza muscular normal hasta parálisis
Cualquier función motora o sensorial por debajo del nivel de lesión constituye una lesión
incompleta. Los signos de una lesión incompleta incluyen cualquier sensación (incluyendo
el sentido de posición) o movimiento voluntario en las extremidades inferiores, la
preservación sacra (por ejemplo, sensación perianal), la contracción voluntaria del esfínter
anal y la flexión voluntaria de los dedos de los pies. Los reflejos sacros como el
bulbocavernoso o el anal no pueden calificarse como preservación sacra.
ESCALA DE EVALUACIÓN ASIA
o A= Completa: No hay función sensitiva o motora preservada en los segmentos
sacros S4-S5.
o B= Incompleta: Función sensitiva preservada, no así la función motora por debajo
del nivel neurológico e incluye segmentos sacros S4-S5.
o C= Incompleta: la función motora esta preservada por debajo del nivel neurológico
y más de la mitad de los músculos clave por debajo del nivel neurológico tienen
fuerza menor de 3.
o D= Incompleta: La función motora se encuentra preservada por debajo del nivel
neurológico y más de la mitad de los músculos claves se encuentra con fuerza
mayor a 3.
o E= Normal: las funciones motora y sensitiva se encuentran sin alteraciones.
Los pilares básicos de una correcta exploración neurológica son:
o Fuerza muscular, la lesión del tracto cortico espinal produce déficit ipsilateral, se
valora mediante la escala de Daniels (0-5).
o Reflejos, los reflejos desaparecen el shock medular y tras la reversión de este se
produce una fase de recuperación con hiperreflexia.
o Reflejo bulbocavernoso o contracción brusca del esfínter anal como consecuencia
del estímulo sobre el pene o la vulva, está siempre presente aun que desaparece
durante el periodo de shock medular, la reaparición de este indica que el grado de
lesión es prácticamente definitivo, lo cual sucede en las primeras 48hrs.
o Sensibilidad, superficial transmitida por el haz espinotalámico lateral (táctil, fina,
dolor y temperatura). Los cordones posteriores transmiten ipsilateralemnte la
sensibilidad profunda (táctil profunda, propioceptiva y vibratoria).
o Funciones autonómicas, valorando la disfunción vegetativa.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Proveer una vía aérea permeable así como soporte ventilatorio en pacientes que cursan
con tetraplejia temprana.
Prevenir y tratar la hipotensión.
o El objetivo de la reanimación es resolver el estado de shock, el objetivo final es
mantener una perfusión adecuada de la medula espinal, manteniendo una presión
arterial media de 85mmHg por un mínimo de 7 días en pacientes con lesión
medular, por medio del uso de terapia de fluidos o vasoconstrictores.
o La Hipotensión (presión arterial sistólica <90 mm Hg) deben ser evitados si posible
o corregido tan pronto como sea posible después de SCI aguda.
Monitorizar y tratar la bradicardia sintomática.
o Se deben escoger vasopresores para minimizar la exacerbación de la bradicardia,
el agente ideal deberá tener acciones alfa y beta adrenérgicas como la dopamina,
norepinefrina, epinefrina.
No existe evidencia clínica para recomendar definitivamente el uso de cualquier agente
farmacológico neuroprotector, incluyendo esteroides, en el tratamiento del daño agudo al
cordón espinal en orden a mejorar la recuperación funcional.
La clasificación ASIA es la herramienta de evaluación neurológica recomendada para
médicos implicados en el manejo de pacientes con lesión raquimedular.
ESCALA DE EVALUACIÓN ASIA
o A= Completa: Lesión completa de la función motora y sensitiva por debajo de la
lesión.
o B= Incompleta: Lesión incompleta. Ausencia de la función motora pero tiene
sensibilidad por debajo del nivel neurológico. Tipos:
Sensibilidad superficial táctil conservada
Además conserva la térmico dolorosa
o C= Incompleta: Lesión incompleta
Tiene sensibilidad
Tiene motilidad: músculos con fuerza menor de 3 (Test de Daniel) por
debajo del nivel neurológico
o D= Incompleta: Lesión incompleta
Tiene sensibilidad.
Tiene motilidad, músculos con fuerza igual o mayor que 3 (Test de Daniel)
o E= Normal: las funciones motora y sensitiva se encuentran sin alteraciones.
Está demostrado que el uso de la metilprednisolona puede beneficiar al paciente con
trauma raquimedular. Se ha observado mejoría sensorial y motora a las 6 semanas, seis
meses y un año en pacientes con lesiones completas e incompletas en los que se
administró metilprednisolona en las primeras 8 horas posteriores al trauma.
La Metilprednisolona durante 24 o 48 horas se recomienda como una opción en el
tratamiento de pacientes con lesiones agudas de la médula espinal que debe llevarse a
cabo sólo con el conocimiento de que la evidencia que sugiere que los efectos
secundarios perjudiciales son más consistente que cualquier sugerencia de beneficio
clínico.
Tratamiento de pacientes con lesiones agudas de la médula espinal con el gangliósido GM-
1 es recomienda como una opción, sin beneficio demostrado clínico.
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES
o se caracteriza por una pérdida del poder motor de las extremidades superiores
desproporcionadamente mayor en comparación con las extremidades inferiores,
con grados variables de pérdida sensorial.
o Suele presentarse después de lesiones por hiperextensión en pacientes con una
estenosis del canal cervical preexistente (a menudo debido a cambios
osteoartríticos degenerativos) y el antecedentes es, habitualmente, el de una
caída hacia adelante con impacto facial.
o Parece estar causado por un compromiso vascular de la distribución arterial de la
arteria vertebral anterior. Esta arteria irriga la porción central de la médula.
Debido a que las fibras motoras para los segmentos cervicales están
topográficamente ordenadas hacia el centro de la médula, los brazos y las manos
son los que se afectan con mayor gravedad.
o Puede ocurrir con o sin fractura o luxación de la columna cervical. La recuperación
suele seguir un patrón característico, primero con la recuperación de la fuerza en
las extremidades inferiores, después la función vesical y al final la parte proximal
de las extremidades superiores y de las manos. El pronóstico en las lesiones de la
médula central es, de alguna manera, mejor que el de otras lesiones incompletas.´
El síndrome medular anterior
o se caracteriza por paraplejia y por una pérdida sensorial disociada con pérdida de
sensación al dolor y a la temperatura. La función de la columna posterior
(propiocepción, vibración y presión profunda) se encuentra conservada.
Habitualmente, este síndrome se debe al infarto medular en el territorio irrigado
por la arteria espinal anterior. De todas las lesiones incompletas, este síndrome
tiene el peor pronóstico.
El síndrome de Brown-Séquard
o Es el resultado de la hemisección de la médula, por lo general como consecuencia
de un traumatismo penetrante. Aunque este síndrome es visto raramente, no son
infrecuentes las variaciones de la presentación clásica.
o En su forma pura, el síndrome consiste en pérdida motora ipsilateral (tracto
corticoespinal) y pérdida de la propiocepción (columna posterior) asociadas con
pérdida contralateral del dolor y la sensación de temperatura, empezando uno a
dos niveles debajo de la lesión (tracto espinotalámico).
o Este tipo de síndrome puede tener algo de recuperación incluso si la lesión es
causada por traumatismo penetrante directo de la médula.
CRITERIOS DE REFERENCIA.
El manejo de pacientes con Lesión medular cervical aguda, sobre todo los pacientes con
graves lesiones cervicales, se recomienda mantenerlos en una unidad de cuidados
intensivos.
El uso de dispositivos cardiacos, la monitorización hemodinámica y respiratoria para
detectar disfunción cardiovascular e insuficiencia respiratoria en los pacientes después de
lesión aguda de la médula espinal cervical se recomienda.
El 25% de los pacientes con lesiones de la columna tienen, cuanto menos, un traumatismo craneal
leve.
Aproximadamente el 10% de los pacientes con una fractura de columna cervical tiene una segunda
fractura, no contigua, de la columna vertebral.
Los médicos y el personal que atienden a pacientes con lesiones espinales deben saber y estar
conscientes, en todo momento, de que la manipulación excesiva y la inmovilización inadecuadas
de un paciente con lesión de columna pueden causar daño neurológico adicional y empeorar el
pronóstico general del paciente.
La lesión de columna cervical en niños es bastante rara, y ocurre en menos del 1 % de los casos.
Aunque los riesgos de la inmovilización inadecuada han sido ampliamente documentados, hay
también riesgo en una inmovilización prolongada sobre una superficie dura, como es la tabla
espinal. Aparte de producir importante incomodidad en el paciente despierto, la inmovilización
prolongada puede dar origen a la formación de úlceras graves por decúbito en pacientes con
lesión de la médula espinal. Por lo tanto, se debe utilizar la tabla espinal larga únicamente como
medio de transporte y debe hacerse todo lo posible para que el paciente sea evaluado por los
especialistas adecuados y así poder retirar la tabla espinal tan pronto como sea posible.
Si no es posible realizar esta evaluación en las primeras 2 horas, se debe retirar al paciente de la
tabla espinal y, con el objetivo de reducir el riesgo de formación de úlceras por decúbito, se lo
debe cambiar de posición cada 2 horas, siempre manteniendo la integridad de la columna.
La columna cervical en niños tiene marcadas diferencias con los adultos hasta los 8 años de edad.
Estas diferencias incluyen cápsulas articulares y ligamentos interespinosos más flexibles, así como
facetas articulares planas, cuerpos vertebrales acuñados en su parte anterior y que tienden a
deslizarse hacia adelante con la flexión. Las diferencias disminuyen a ritmo constante hasta
aproximadamente los 12 años de edad, cuando la columna cervical es más similar a la del adulto.
El shock neurogénico es infrecuente en una lesión de la médula espinal por debajo de T6; si el
shock está presente en estos pacientes, debería sospecharse una causa diferente.
La columna vertebral está formada por 7 vértebras cervicales, 12 torácicas y 5 lumbares, así como
por el sacro y el cóccix.
La típica vértebra está formada por el cuerpo vertebral colocado anteriormente, el que forma la
columna principal de transmisión del peso.
Los cuerpos vertebrales están separados por los discos intervertebrales y están unidos anterior y
posteriormente por los ligamentos longitudinales anterior y posterior, respectivamente.
Posterolateralmente hay 2 pedículos que forman los pilares en los que descansan las paredes del
canal vertebral (por ejemplo, la lámina). Las facetas articulares, los ligamentos interespinosos y los
músculos paraespinales contribuyen a la estabilidad de la columna.
Si no existe función sensorial o motora demostrable por debajo de un cierto nivel, significa una
lesión completa de la médula espinal. Durante los primeros días después del traumatismo, el
diagnóstico no se puede hacer con seguridad porque puede existir un shock espinal. Si existe algo
de función motora o sensorial, la lesión es incompleta y el pronóstico de recuperación es
significativamente mejor que los que presentan una lesión completa. La preservación de la
sensación en la región perianal (preservación sacra) puede ser el único signo de función residual.
Cabe mencionar que las lesiones vertebrales cervicales superiores en niños (C1 - C4) son casi el
doble de frecuentes que las lesiones cervicales inferiores.
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A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
o Fractura aislada del arco posterior, que puede comprometer uno o ambos lados
del arco. Se produce por mecanismo de compresión entre el cráneo y C2;
raramente se desplaza.
o Fractura aislada del arco anterior; es muy infrecuente.
o Fractura transglenoídea; se debe a una compresión axial lateralizada sobre una de
las masas laterales, la que se encuentra comprendida entre el cóndilo occipital y la
apófisis articular respectiva del Axis.
o Fractura de Jefferson; se produce cuando hay fractura del arco anterior y posterior
del Atlas. De este modo, las masas laterales del Atlas pueden deslizarse hacia
lateral sobre la superficie articular del Axis; se produce así un desplazamiento de
las masas del Atlas.
o La fractura más común del atlas consiste en una fractura por estallido (fractura de
Jefferson). El mecanismo de lesión es por lo general una sobrecarga axial, como
cuando un gran peso cae verticalmente sobre la cabeza, o en una caída donde el
paciente cae sobre la punta de la cabeza en una posición relativamente neutral.
o El atlas es un anillo óseo, delgado, con anchas superficies articulares. Las fracturas
del atlas representan aproximadamente 5% de las fracturas traumáticas de la
columna cervical. Cerca del 40% de las fracturas del atlas se asocian con fracturas
del axis (C2).
Fractura del axis (C2) es la vértebra cervical más grande y de forma más inusual. Por lo
tanto, es susceptible de lesiones variables dependiendo de la fuerza y dirección del
impacto.
o Este tipo de fractura representan cerca del 20% de todas las fracturas del axis y
habitualmente se producen por una extensión forzada. Los pacientes con este tipo
de lesión deben ser mantenidos con inmovilización externa hasta contar con un
especialista.
o Esto debe ser complementado con la tomografía computarizada para definir las
áreas que son sospechosos o bien que no se visualiza correctamente en la
radiografía del cuello.
En las radiografías debe visualizarse las dos zonas críticas como son la unión cervico-
torácica (C6-C7) y la charnela toraco-lumbar (T11-L1) ya que en estas zonas ocurre el 80%
de las lesiones.
La proyección lateral de columna cervical es recomendada para el diagnóstico de la
luxación atlanto occipital.
Las radiografías que ayudan a la identificación de una luxación atlantoccipital, incluyendo
el índice de Power
Las fracturas de la odontoide son identificadas inicialmente por una radiografía lateral de
columna cervical o una proyección para la odontoide con la boca abierta. Sin embargo,
una TAC suele ser necesaria para delimitación posterior.
o Fractura de la odontoide tipo I afecta la punta de la odontoide y es bastante poco
común.
o Fractura de la odontoide tipo II ocurre a través de la base y es la más común. En
niños menores de 6 años, la epífisis puede ser prominente y confundirse con una
fractura a ese nivel.
o Fractura de la odontoide tipo III ocurre en la base y se extiende oblicuamente
hacia el cuerpo del axis.
Los pacientes que se quejan de dolor de cuello y tienen radiografías normales pueden ser
evaluados mediante una resonancia magnética (RMN), radiografías de flexión-extensión o
tratados con un collar cervical semirrígido por 2 a 3 semanas con exploración repetida
subsecuente e imágenes si fuese necesario.
La RMN parece ser más sensible para evaluar lesión de tejidos blandos si se realiza dentro
de las primeras 72 horas después de la lesión.
En presencia de déficit neurológico, es recomendable realizar una resonancia magnética
nuclear (RMN) para detectar cualquier lesión compresiva de los tejidos blandos que no
pueda ser detectada por radiología simple como, por ejemplo, un hematoma epidural
espinal o una hernia de disco traumática.
La RMN detectará también contusiones o disrupciones de la médula espinal y lesiones de
los ligamentos paraespinales o de los tejidos blandos. Sin embargo, habitualmente la RMN
no puede ser realizada en un paciente inestable. Cuando la RMN no está disponible o no
es apropiada, puede utilizarse una mielografía con TAC para descartar la presencia de
compresión medular aguda causada por una hernia de disco traumática o un hematoma
epidural.
La mayoría de estos pacientes mueren por destrucción del tallo cerebral y apnea o tienen
una alteración neurológica muy grave (dependencia del respirador y cuadriplejia).
La frecuencia de lesiones neurológicas se incrementa drásticamente con las luxaciones
facetarias. En presencia de luxación facetaria unilateral, el 80% de los pacientes tienen
lesión neurológica; aproximadamente el 30%, solo lesión de las raíces; el 40%, lesión
medular incompleta, y el 30%, lesión medular completa. En presencia de cierre bilateral de
las facetas, la morbilidad es mucho mayor, con un 16% de lesiones medulares incompletas
y un 84% completas.
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES.
Trastornos Miofasciales
o El examen físico revela sólo dolor a la palpación en la zona referida. Se puede
apreciar la contractura de la musculatura y si se palpa con cuidado se notan
algunos puntos que despiertan mayor dolor. Al estudiar la movilidad cervical y de
los hombros se perciben crujidos, sobre todo al mover la escápula (escápula
crujiente dolorosa)
o La columna cervical mantiene la movilidad completa.
Hernia de disco cervical aguda.
o Se produce una intensa contractura muscular antálgica. El paciente adopta una
posición de la cabeza en leve flexión e inclinación lateral hacia el lado opuesto del
dolor, en el afán de procurar abrir el foramen intervertebral y dar mayor lugar a la
raíz nerviosa comprimida; además tiene sensaciones parestésicas que siguen el
trayecto del dolor.
o Por medio del examen físico se aprecia la contractura muscular con inclinación de
la cabeza que impide cualquier movimiento. La palpación paravertebral es
dolorosa. Se observa hiporreflexia o arreflexia bicipital o tricipital si la raíz
comprimida es la sexta o la séptima respectivamente. La fuerza del puño se ve
disminuida y hay hipoestesia en el dermatoma correspondiente.
Espondiloartrosis
o Este se localiza en la región paravertebral cervical y se propaga hacia la cabeza
siguiendo el trayecto del nervio suboccipital de Arnold, hacia la región dorsal y
ocasional-mente hacia los hombros y a lo largo del brazo. La movilidad del cuello
se ve notoriamente disminuido sobretodo la inclinación lateral. Raramente se
observa una raíz nerviosa tan comprimida como para causar alteraciones
neurológicas.
Esguince cervical
o La WAD (Quebec) cataloga al esguince cervical, grado 1:
Aquel con síntomas cervicales "dolor, sensibilidad y rigidez", en ausencia
de signos físicos.
o La WAD (Quebec) cataloga al esguince cervical grado 2:
Presencia de síntomas cervicales y signos musculoesqueléticos "menor
amplitud de movimiento o debilidad muscular"
o La WAD (Quebec) cataloga al esguince cervical grado 3:
Presencia de síntomas cervicales y signos neurológicos "déficit sensorial,
disminución o ausencia de reflejos tendinosos profundos y debilidad"
o La WAD (Quebec) cataloga al esguince cervical grado 4:
Presencia de síntomas cervicales y fractura o luxación.
En pacientes con fracturas del atlas que sobreviven, usualmente no están asociadas a lesión
medular. Sin embargo, estas fracturas son tratadas como inestables hasta que el paciente sea
examinado por el especialista calificado apropiado, habitualmente un neurocirujano o un
ortopedista.
Otras Fracturas de C2 Aproximadamente 20% de todas las fracturas del axis no afectan a la
odontoide y no son fracturas del ahorcado.
Incluyen fracturas a través del cuerpo, pedículos, masas laterales, láminas y procesos espinosos.
FRACTURA DE JEFFERSON
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https://www.medigraphic.com/pdfs/orthotips/ot-2007/ot073h.pdf
Lesiones a nivel
o Unión toracolumbar (15%)
o Torácica (15%)
o Lumbosacra (15%)
o Las zonas anatómicas que se afectan con mayor frecuencia son las denominadas
zonas de transición, como la cervical baja y la unión cervico-torácica (C6-T1),
seguido por la unión toraco lumbar (T11 - L2).
Lesiones en cuña por compresión anterior
Lesiones por estallido
Fracturas de Chance
Fracturas-luxaciones
Las lesiones penetrantes más frecuentes son las causadas por arma de fuego o por arma
blanca.
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
o Reflejos osteotendinosos
ESCALA DE EVALUACIÓN ASIA
o A= Completa: Lesión completa de la función motora y sensitiva por debajo de la
lesión.
o B= Incompleta: Lesión incompleta. Ausencia de la función motora pero tiene
sensibilidad por debajo del nivel neurológico. Tipos:
Sensibilidad superficial táctil conservada
Además conserva la térmico dolorosa
o C= Incompleta: Lesión incompleta
Tiene sensibilidad
Tiene motilidad: músculos con fuerza menor de 3 (Test de Daniel) por
debajo del nivel neurológico
o D= Incompleta: Lesión incompleta
Tiene sensibilidad.
Tiene motilidad, músculos con fuerza igual o mayor que 3 (Test de Daniel)
o E= Normal: las funciones motora y sensitiva se encuentran sin alteraciones.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Fractura vertebral
o es una lesión que compromete desde un cuerpo vertebral hasta la unidad
vertebral funcional; esta última está formada por dos vértebras adyacentes y el
disco intervertebral, además de las articulaciones, ligamentos, y estructuras
óseas de la vértebra toracolumbar.
Lesiones anteriores en cuña por compresión por sobrecarga axial con flexión
o La proporción de acuñamiento es habitualmente pequeña, y raras veces la porción
anterior del cuerpo vertebral es más del 25% más corta que el cuerpo posterior.
Debido a la rigidez de la caja torácica, la mayor parte de estas fracturas son
estables.
Las lesiones asociadas se presentan hasta en el 50% de los casos, la mitad de las lesiones
asociadas son la rotura de una viscera abdominal o un vaso las cuales se producen por una
fuerza de distracción, las lesiones pulmonares se observan en el 20% de los casos, las
hemorragias intraabdominales secundarias a lesión del higado y del bazo en el 10%
y lesiones de vertebras contiguas o no, entre el 6 y 15% de los casos
Hallazgos que se pueden encontrar en un paciente con trauma de la columna vertebral
a nivel dorsolumbar:
Anomalías de alineación: -Interrupción de las líneas anterior o posterior del cuerpo
vertebral -La interrupción de la línea espinolaminar -Luxación facetaria -Rotación de las
apófisis espinosas
o Angulación cifótica.- a menudo se asocia con falta de alineación y fracturas
óseas.
o Disrupción del margen posterior del cuerpo vertebral y ensanchamiento de la
distancia interpedicular.- son signos importantes de alteración vertebral.
o Estrechamiento de un espacio discal.- por lo general acompaña a una lesión
por flexión y se ve en el nivel superior de la vértebra fracturada.
o Ensanchamiento de la articulación facetaria dejando al descubierto una de las
facetas.- indica una lesión grave de los ligamentos posteriores. Estos hallazgos
por lo general están asociados con el ensanchamiento de la distancia
interespinosa.
Es importante determinar la trayectoria del proyectil o del arma blanca. Esto puede
hacerse analizando la información de la historia, del examen clínico (sitios de entrada y
salida), y de los estudios radiográficos simples y por TAC. Si la trayectoria de la lesión pasa
directamente a través del canal vertebral, por lo general ocurre un déficit neurológico
completo. También puede presentarse déficit completo como resultado de la lesión
causada por la transferencia de energía asociada a un proyectil de alta velocidad que pasa
cerca de la médula espinal sin atravesarla. Las lesiones penetrantes de la médula suelen
ser estables a menos que el proyectil destruya una gran porción vertebral.
Paciente adulto con trauma de la columna torácica, lumbar o toracolumbar agudo (menos
de 2 semanas). Ausencia de dolor, exploración física normal y ausencia de déficit
neurológicos. Radiografías no indicadas rutinariamente.
Si está disponible, puede utilizarse la TAC de columna torácica y lumbar como modalidad
de estudio inicial. Las radiografías simples AP y lateral junto a la TAC con cortes finos de las
áreas sospechosas pueden detectar más del 99% de las lesiones inestables.
Las proyecciones laterales detectan subluxaciones, fracturas por compresión y fracturas
de Chance.
En las radiografías debe visualizarse las dos zonas críticas como son la unión cervico-
torácica (C6-C7) y la charnela toraco-lumbar (T11-L1) ya que en estas zonas ocurre el 80%
de las lesiones.
Es necesario conocer los parámetros radiográficos en las fracturas toracolumbares, que
son:
o alineación sagital
o compresión del cuerpo vertebral
o dimensiones del canal espinal
FRACTURAS LUMBARES
Los signos radiológicos asociados a una fractura lumbar son similares a aquellos de las fracturas
torácicas o toracolumbares.
Sin embargo, como solo la cola de caballo está involucrada, la probabilidad de un déficit
neurológico completo es mucho menor con estas lesiones.
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1784
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1724
https://www.medigraphic.com/pdfs/orthotips/ot-2010/ot102b.pdf
https://www.medigraphic.com/pdfs/orthotips/ot-2010/ot102f.pdf
General
o Accidentes de vehículo de motor (43%)
o Suicidios (29%)
o Homicidios (22%)
Neumotórax simple
o Causado por un trauma de tórax penetrante o cerrado
o En el trauma cerrado, la causa más común de neumotórax es la laceración
pulmonar con salida de aire.
o Espontaneo
o Bulla o bleb
o Enfermedad crónica obstructiva pulmonar
o Lesiones intersticiales pulmonares
a) fibrosis pulmonar idiopática
b) sarcoidosis
c) histiocitosis x
d) linfangiomatosis
o Neoplasias
o Tromboembolismo pulmonar
o Infarto
o Embolismo séptico
o Neumotórax catamenial
o Barotrauma (ventilación mecánica)
o Tras la intubación, una de las causas más comunes de la pérdida de los sonidos
respiratorios en el hemitórax izquierdo es la intubación selectiva del bronquio
derecho. Durante la reevaluación, hay que comprobar la colocación del tubo
endotraqueal antes de suponer que el cambio en el examen físico se debe a un
neumotórax o a un hemotórax.
Neumotórax a tensión
o Ambos tipos de trauma, tanto el penetrante como el no penetrante, pueden
causar esta lesión.
o Ventilación mecánica con presión positiva en pacientes con lesión de la pleura
visceral (causa más común).
o Neumotórax simple causado por un trauma de tórax penetrante o cerrado puede
complicarse con un neumotórax a tensión debido a un intento fallido de inserción
de catéter venoso en la vena subclavia o yugular interna o a la falta de sellado de
una lesión del parénquima pulmonar.
o Defectos traumáticos de la pared del tórax también pueden causar neumotórax a
tensión si son cubiertos de forma incorrecta con apósitos cerrados (por sus cuatro
lados) o si el defecto mismo constituye un mecanismo valvular.
Neumotórax simple
o Dolor torácico o pleurítico homolateral agudo o subagudo, que aumenta con los
movimientos respiratorios profundos o con los brotes de tos y se alivia con la
respiración superficial.
o Disnea.
Neumotórax a tensión
o Dolor torácico de aparición brusca, no opresivo, no irradiado, sudoración excesiva
(puede o no ser secundario a traumatismo)
o Sensación de falta de aire.
o Disnea de reposo.
Neumotórax abierto
o Trauma de tórax penetrante
o Herida por arma blanca en tórax
o Dolor torácico y sensación de falta de aire.
o Disnea que aumenta con cada inspiración
Tórax inestable
o Trauma de tórax penetrante o cerrado
Hemotórax
o Caídas de altura
o Lesiones por mecánica de aplastamiento del tórax
o Heridas por arma de fuego ó arma blanca que penetren el tórax
o Accidentes de vehículos con motor
o Politrauma
o Costillas fracturadas
o Dolor torácico.
o Disnea
o Hemoptisis (espontaneo, malformaciones arteriovenosas)
Hemotórax masivo
o Lesión de vasos sistémicos o hiliares, pero también puede ser consecuencia de un
trauma cerrado.
Taponamiento Cardiaco
o Trauma de tórax penetrante o cerrado
o Dolor torácico
o Síncope o Presíncope
o Disnea
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
Neumotórax simple
o Ante la presencia de un neumotórax, los ruidos respiratorios en el lado afectado a
veces están disminuidos y la percusión es hiperresonante.
o Taquicardia.
Neumotórax a tensión
o El diagnóstico de neumotórax a tensión se sospecha por insuficiencia respiratoria
e hipotensión en presencia de cualquiera de los siguientes signos en pacientes con
traumatismo torácico: desviación traqueal al lado sano, disminución o ausencia de
ruidos respiratorios en el lado afectado y enfisema subcutáneo en el lado
afectado. Los pacientes pueden tener distensión de las venas del cuello por
incremento de la presión sobre la vena cava superior, pero puede haber colapso
de las primeras por hipovolemia sistémica. Los signos vitales permiten diferenciar
entre neumotórax a tensión y neumotórax simple; ambos tienen signos y síntomas
similares pero la hipotensión hace sospechar neumotórax a tensión.
o Hipoxia.
o Taquicardia.
o Elevación de un hemitórax sin movimientos respiratorios
o Venas del cuello distendidas
o Cianosis (como una manifestación tardía)
o Disminución o ausencia de ruidos respiratorios del lado afectado
o Timpanismo a la percusión torácica
o Deformidad torácica con abombamiento del lado afectado
o Estado de choque con hipotensión sostenida
o Tanto el neumotórax a tensión como el hemotórax masivo cursan con disminución
de los ruidos respiratorios en la auscultación. La percusión marca la diferencia en
el examen físico; la presencia de hiperresonancia sugiere neumotórax a tensión,
mientras que la matidez indica hemotórax masivo. La tráquea se desvía a menudo
en el neumotórax a tensión y el hemitórax afectado puede estar elevado y con
ausencia de movimientos respiratorios.
Neumotórax abierto
Hipotensión
Ruidos cardiacos apagados
o Taquicardia
o Edema periférico
o Pulso paradójico.
Una caída anormalmente grande en la presión arterial sistémica
durante la inspiración, habitualmente definida como una caída
>10 mmHg en la presión sistólica.
El tabique interventricular se desplaza a la izquierda de forma
exagerada durante la inspiración, invadiendo el ventrículo izquierdo
de tal manera que su volumen sistólico, gasto cardiaco y la generación
de la presión, se reducen aún más.
o Signo de Kussmaul (aumento de la presión venosa durante la inspiración cuando el
paciente está respirando espontáneamente) es una verdadera alteración
paradójica de la presión venosa anormal asociada al taponamiento.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Traumatismo de tórax
o Son las lesiones producidas en la pared torácica, en órganos o estructuras
intratorácicas, por fuerzas externas de aceleración, desaceleración, compresión,
impacto de baja y alta velocidad, penetración de baja velocidad y
electrocutamiento.
Neumotórax simple
o Se produce por la entrada de aire al espacio virtual que existe entre la pleura
visceral y la parietal. En el trauma cerrado, la causa más común de neumotórax es
la laceración pulmonar con salida de aire.
Neumotórax a tensión
o Se desarrolla cuando ocurre una pérdida de aire con un mecanismo de válvula
unidireccional, ya sea desde el pulmón o a través de la pared del tórax. El
mecanismo valvular hace que el aire entre en la cavidad torácica sin tener vía de
escape, lo que produce el colapso del pulmón afectado. Más tarde, el mediastino
se desplaza hacia el lado opuesto, reduciendo el retorno venoso y comprimiendo
el pulmón contralateral. La situación de shock, en este caso, se debe al marcado
descenso del retorno venoso y, como consecuencia, la disminución del gasto
cardiaco, siendo clasificado como un shock obstructivo.
o En casos de neumotórax a tensión, el desgarro del parénquima pulmonar actúa
como válvula unidireccional, con la cual cada inhalación añade aire adicional que
se acumula en la cavidad pleural. La presión intrapleural, que en condiciones
normales es negativa, se torna positiva, lo que desplaza aún más el hemidiafragma
ipsolateral y desplaza las estructuras del mediastino hacia el lado sano. Más tarde,
el pulmón contralateral sufre compresión y hay rotación del corazón con respecto
a las venas cavas superior e inferior, con disminución del retorno venoso y por
último del gasto cardiaco, lo que da origen a colapso cardiovascular.
Neumotórax Abierto (Herida Succionante de Tórax)
o Los defectos grandes de la pared torácica que quedan abiertos pueden producir
un neumotórax abierto
o El equilibrio entre la presión intratorácica y la presión atmosférica es inmediato. El
aire tiende a seguir el camino de menor resistencia. Si la apertura en la pared del
tórax es aproximadamente de dos tercios del diámetro de la tráquea, con cada
movimiento respiratorio el aire pasa preferentemente a través del defecto, ya que
sigue la vía de menor resistencia. De este modo se dificulta una ventilación eficaz,
lo que resulta en hipoxia e hipercapnia.
Tórax inestable
o Ocurre cuando un segmento de la pared del tórax pierde la continuidad ósea con
el resto de la caja torácica. La presencia de un segmento torácico móvil da como
resultado una alteración grave del movimiento normal de la pared.
o Esta afección resulta del trauma relacionado con múltiples fracturas costales, es
decir, de dos o más costillas consecutivas fracturadas en dos o más sitios.
o El compromiso más importante en el tórax inestable proviene de la lesión
pulmonar subyacente (contusión pulmonar).
o El dolor asociado con la restricción del movimiento de la pared torácica sumado a
la lesión subyacente pulmonar son las causas principales de hipoxia.
Hemotórax
o Se define como la presencia de sangre en la cavidad pleural
o La causa más frecuente de hemotórax (< 1500 ml) es la laceración pulmonar, la
ruptura de un vaso intercostal o de la arteria mamaria interna, causada tanto por
un trauma cerrado como penetrante.
o un hemotórax persistente que no frena a través de dos sondas de toracostomía se
denomina hemotórax retenido y es indicación para toracotomía a corto plazo
Hemotórax masivo
o Se define al hemotórax masivo (la lesión más importante que pone en riesgo la
vida) como la presencia en la cavidad pleural de más de 1 500 ml de sangre o, en
la población pediátrica, de más de 30% del volumen sanguíneo del paciente
o Se define de acuerdo a los siguientes criterios: más de 1500 ml de sangre ,
drenados inmediatamente a través del tubo de pleurostomía, hemorragia
torácica persistente con volumen de 150 a 200 ml/hora en las siguientes 2 a 4
horas y cuando se requieren transfusiones de sangre para mantener la
estabilidad hemodinámica.
o El hemotórax masivo se produce por la acumulación rápida de más de 1500 ml de
sangre o de un tercio o más de la volemia del paciente en la cavidad torácica
o Después de traumatismos cerrados, el hemotórax por lo común es ocasionado por
fracturas costales múltiples con lesión de arterias intercostales, pero en ocasiones
la hemorragia proviene de la laceración del parénquima pulmonar. Después de un
traumatismo penetrante debe sospecharse lesión vascular del hilio pulmonar o de
vasos sistémicos.
Taponamiento Cardiaco
o El taponamiento cardiaco (la segunda lesión en importancia que pone en riesgo la
vida) ocurre más a menudo después de heridas torácicas penetrantes, aunque en
ocasiones hay rotura cardiaca cerrada, sobre todo en las orejuelas auriculares. En
situaciones agudas, menos de 100 ml de sangre en el espacio pericárdico pueden
causar taponamiento pericárdico.
o El pericardio es un saco fibroelástico que contiene una capa
delgada de líquido que rodea el corazón. Cuando se acumulan grandes
cantidades de fluido en el espacio pericardio o cuando el pericardio se
torna rígido, se puede desarrollar el taponamiento cardiaco.
o El pericardio se llene de sangre proveniente del corazón, de los grandes vasos o de
los vasos pericárdicos
o El taponamiento cardiaco constituye un síndrome clínico
hemodinámico, en el cual se presenta una compresión cardiaca, lenta o
súbita; por acumulación en el pericardio de líquido, coágulos, pus, o
sangre; producto de algún derrame, trauma o bien rotura cardiaca.
o Los dos principales mecanismos que producen este taponamiento
son ruptura de pared libre del ventrículo y pericarditis
hemorrágica.
o El taponamiento cardiaco representa un continuo, desde un derrame
que produce mínimos efectos o hasta un colapso circulatorio. Desde
el punto de vista clínico, el punto más crítico se produce cuando un
derrame reduce el volumen de las cavidades cardiacas de modo que el
gasto cardiaco empieza a disminuir.
Neumotórax simple
o Radiografía de tórax en proyecciones postero-anterior o antero-posterior y la
tomografía simple de tórax.
o La existencia de una línea fina, claramente definida, producida por el margen
externo de la pleura visceral la cual representa el límite del pulmón, separada de
la pleura parietal a nivel de la pared costal por un espacio lleno de aire, en la
proyección AP
o La parte superior de la línea se incurva hacia el ápex pulmonar
o Hiperclaridad, secundaria a un espacio interpleural
o Habitualmente existe desplazamiento mediastínico, descenso o aplanamiento de
la curva diafragmática ipsilateral
o Esta hiperresonancia es muy difícil de percibir en un escenario ruidoso como es el
de un departamento de urgencias. Una radiografía de tórax en espiración y de pie
puede ayudar en el diagnóstico.
Neumotórax a tensión
o El neumotórax a tensión es un diagnóstico clínico que indica que hay aire a presión
en el espacio pleural. Su tratamiento no debe demorarse por la espera de
confirmación radiológica.
o Radiografía de tórax en proyecciones postero-anterior o antero-posterior y la
tomografía simple de tórax.
o Hiperclaridad, secundaria a un espacio interpleural
Se sugiere realizar ultrasonido de tórax en pacientes con trauma de tórax, en los que
exista duda diagnóstica o inestabilidad hemodinámica, siempre y cuando se cuente
con el recurso de manera inmediata.
o En una revisión sistemática(RS),se encontró que el ultrasonido tienen una
sensibilidad del 78.6% (IC 95% 68.1 a 98.1) y una especificidad del 98.4% (IC 95%
97.3 a 99.5), mientras que la radiografía de tórax mostró una sensibilidad del
39.8% (IC 95% 29.4 a 50.3) y una especificidad del 99.3% (IC 95% 98.4 a 100).
En otra RS se encontró que el ultrasonido tiene una sensibilidad y
especificidad del 88% y 99%, mientras que la tomografía simple de tórax
tienen una sensibilidad y especificidad del 52% y 100% respectivamente.
o Para el ultrasonido realizado por médicos no radiólogos, se encontró una
sensibilidad del 89%y especificidad del 99%. Se compararon las áreas bajo la
curva ROC, no se encontraron diferencias significativas entre el ultrasonido
y tomografía simple de tórax. Sin embargo, para el ultrasonido el análisis
de meta-regresión encontró que el operador está fuertemente asociado con la
exactitud (OR 0.21; IC 95% 0.05 a 0.96, p=0.0455). Una RS Cochrane, no encontró
evidencia de la utilidad de realizar de tomografía simple de tórax de rutina en
pacientes con trauma de tórax
curación oclusiva (por ejemplo, una bolsa de plástico o una gasa vaselinada), como
medida temporal para poder continuar sin demoras evaluación.
o Se suele requerir posteriormente reparación quirúrgica del defecto.
Tórax inestable
o El tratamiento inicial del tórax inestable incluye ventilación adecuada,
administración de oxígeno humidificado y reanimación con líquidos. En ausencia
de hipotensión sistémica, la administración intravenosa de soluciones cristaloides
debe ser cuidadosamente controlada para prevenir la sobre hidratación que
puede comprometer la situación respiratoria del paciente.
o El tratamiento definitivo consiste en asegurar una adecuada oxigenación,
administrar cuidadosamente los líquidos y suministrar analgesia para mejorar la
ventilación. Esto último se consigue usando opioides intravenosos o con la
administración de anestesia local, evitando así la depresión respiratoria observada
con los opioides sistémicos.
o Las distintas opciones de administración de anestesia local incluyen el bloqueo
local del nervio intercostal, los espacios pleural y extrapleural, o la anestesia
epidural.
o Cuando se usan apropiadamente, los agentes anestésicos locales pueden asegurar
una excelente analgesia y evitar la necesidad de intubación. Sin embargo, la
prevención de la hipoxia es de vital importancia en el paciente traumatizado y
podría ser necesario un breve período de intubación y de ventilación hasta que se
haya logrado el diagnóstico completo y definitivo de todas las lesiones.
Hemotórax
o La clave del tratamiento se relaciona estrechamente con la etiología del
hemotórax.
o Hemotórax agudo. El manejo inicial debe enfocarse en la identificación de
situaciones que comprometan la vida, control del sangrado y reanimación
para controlar el estado hemodinámico.
o En pacientes hemodinámicamente estables y con hemotórax pequeño (volumen
menor o igual a 300 ml) puede optarse por vigilancia clínico-radiológica.
o Pacientes con inestabilidad hemodinámica y/o cuyo hemotórax tenga volumen
calculado mayor de 300 ml, deberán someterse a drenaje pleural.
La sonda debe dirigirse hacia la parte posterior del tórax para
permitir el drenaje incluso en decúbito supino. El tubo torácico
recomendado oscila entre 28 y 36 Fr o 36 y 40 Fr.
Cabe hacer mención, que 80-90 % de los casos resuelven el hemotorax
con la colocación de drenaje pleural
o El tubo torácico evacúa la sangre, reduce el riesgo de que se produzca un
hemotórax coagulado y provee de un método eficaz para poder monitorizar la
hemorragia de forma continua. La evacuación de sangre o de líquido también
puede contribuir a una mejor valoración de una potencial lesión del diafragma.
o Aunque son muchos los factores involucrados en la toma de decisión de operar a
un paciente con hemotórax, los más importantes son el estado fisiológico del
paciente y el volumen de sangre drenado a través del tubo torácico.
Hemotórax masivo
o El hemotórax masivo es indicación para intervención quirúrgica de urgencia, pero
la toracostomía con sonda es crítica para facilitar la reexpansión pulmonar y
puede ocasionar cierto grado de taponamiento de los vasos hemorrágicos.
o Se recomienda en pacientes con trauma de tórax con diagnóstico de hemotórax
masivo realizar toracotomía de manera inicial. (GPC)
o Hemotórax masivo. Es una indicación de intervención quirúrgica. No
obstante, el estado hemodinámico es la condicionante principal para definir el
mejor momento de la cirugía. La ruta de resolución sugerida es vía toracotomía
anterior; no obstante, centros con gran experiencia sugieren el empleo de
video-toracoscopía asistida (VATS)
o El tratamiento inicial del hemotórax masivo consiste en la restitución del volumen
sanguíneo y, simultáneamente, la descompresión de la cavidad torácica. A través
de vías endovenosas de grueso calibre se iniciará la infusión rápida de cristaloides
y, en cuanto sea posible, de sangre de tipo específico. La sangre que sale a través
del tubo torácico puede ser recolectada en un dispositivo apropiado para
autotransfusión. Se coloca un tubo torácico (36 o 40 French), usualmente a nivel
del pezón, justo por delante de la línea axilar media, y se continúa con una rápida
restitución del volumen mientras se lleva a cabo la descompresión de la cavidad
torácica. Cuando se sospecha un hemotórax masivo se deben hacer todos los
preparativos para una autotransfusión.
o Si se evacúan 1500 ml de sangre en forma inmediata, es muy probable que el
paciente requiera una toracotomía temprana.
o En algunos pacientes, el volumen inicial drenado puede ser menor a los 1500 ml,
pero, si el sangrado continúa, puede requerir una toracotomía. La decisión no se
basa solo en la pérdida continua de sangre (200 ml/hora por 2 a 4 horas), sino
también en el estado fisiológico del paciente. Otra indicación de toracotomía es el
requerimiento de transfusiones repetidas. Durante la reanimación, el volumen de
sangre drenado al comienzo a través del tubo torácico y el que se cuantifica en
forma de pérdida continua de sangre deben sumarse al reemplazo de los líquidos
intravenosos. El color de la sangre (arterial o venosa) por el drenaje pleural es un
pobre indicador de la necesidad de una toracotomía.
o Las heridas penetrantes de la pared anterior del tórax, mediales a la línea del
pezón y las de la pared posterior, mediales al omóplato, deben alertar al médico
sobre la necesidad de una toracotomía por la posibilidad de lesión de grandes
vasos, de las estructuras del hilio pulmonar y del corazón. Todas ellas pueden
asociarse potencialmente a un taponamiento cardiaco. No se debe practicar una
toracotomía, a menos que esté presente un cirujano calificado y con experiencia.
o Como pauta a seguir, si de manera inmediata se obtienen más de 1500 ml de
sangre a través del tubo torácico, si drena más de 200 ml/h durante 2 a 4 horas, o
si es necesaria la transfusión de sangre, se debe considerar la posibilidad de una
exploración quirúrgica. La decisión final de intervenir a un paciente debe estar
basada en su situación hemodinámica.
Taponamiento Cardiaco
Hipoxia
Hipercapnia
Acidosis
Shock
Fracaso multiorgánico.
El riesgo de mortalidad con presencia de neumotórax a tensión es 7.4 veces mayor en
los que reciben apoyo ventilatorio mecánico, contra los no asistidos.
La tasa de empiema secundario a hemotórax es del 5%; no obstante, se incrementa entre
28 y 33% en los casos con hemotórax retenidos secundarios a trauma
Cualquier agresión o trauma sobre las paredes del tórax producirá un trauma de tórax. Los
traumatismos torácicos pueden ser cerrados (contusos) y penetrantes, ocasionados directamente
desde la pared torácica o a través de la vía aérea. Se ha reportado que 8 de cada 100
000 son letales, las principales causas son las asociadas a accidentes de vehículo de motor (43%),
suicidios (29%), homicidios (22%)
Los pacientes con neumotórax a tensión, sin ventilación asistida, presentaron mayor disnea
(41.9%), menor hipoxia (50%), enfisema subcutáneo (10.5%) y desviación traqueal
contralateral (2.9%).
http://www.medigraphic.com/pdfs/revbio/bio-2016/bio163d.pdf
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1720
http://www.medigraphic.com/pdfs/revmedcoscen/rmc-2016/rmc161zh.pdf
TRAUMA ABDOMINAL
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
Colisión vehicular
Lesiones por arma blanca
Lesiones por arma de fuego
Trauma cerrado. Los órganos lesionados con mayor frecuencia en pacientes que sufren un
trauma cerrado incluyen
o Bazo (40%-55%)
o Hígado (35%-45%) el más susceptible por tamaño.
o Intestino delgado (5%-10%).
o Además, hay una incidencia del 15% de hematoma retroperitoneal en pacientes
que se someten a una laparotomía por trauma cerrado
Trauma penetrante. Las lesiones por arma blanca atraviesan las estructuras abdominales
adyacentes, más comúnmente
o Hígado (40%)
o Intestino delgado (30%)
o Diafragma (20%)
o Colon (15%)
Las heridas por arma de fuego pueden causar lesiones intraabdominales adicionales
debidas a la trayectoria, el efecto de cavitación y la posibilidad de fragmentación del
proyectil. Los órganos lesionados con mayor frecuencia en las heridas por arma de fuego
son:
o Intestino delgado (50%)
o Colon (40%)
o Hígado (30%)
o Estructuras vasculares abdominales (25%).
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
Inspección
o En busca de abrasiones, contusiones producidas por los sistemas de seguridad,
laceraciones, heridas penetrantes, empalamiento por cuerpos extraños,
evisceración de epiplón o intestino delgado y signos de embarazo. El paciente
debe ser rotado con cuidado para facilitar un examen completo.
o Hay que inspeccionar los flancos, el escroto y la región perineal, y buscar sangre
en el meato uretral, laceraciones, contusiones o hematomas en periné, vagina,
recto o región glútea, que sugieren fractura pélvica abierta.
Auscultación
o La sangre o el contenido gastrointestinal intraperitoneal libre pueden producir
íleo, resultando en la pérdida de ruidos intestinales; sin embargo, este hallazgo no
es específico, ya que el íleo también puede ser causado por lesiones
extraabdominales.
o Estos hallazgos resultan más útiles cuando son normales al principio y luego
cambian durante la evolución del cuadro.
Percusión y Palpación
o La percusión causa movimientos leves del peritoneo y puede poner de manifiesto
signos de irritación peritoneal.
o Estando presente, no se requiere la evidencia del "signo de rebote", ya que puede
causar más dolor innecesario.
o La contracción muscular voluntaria que ejerce el paciente puede hacer que el
examen abdominal no sea confiable.
o En contrapartida, la defensa muscular involuntaria es un signo confiable de
irritación peritoneal. La palpación también puede diferenciar el dolor superficial
(de la pared abdominal) del profundo. También puede determinarse a través de la
palpación la presencia de un útero grávido, así como la estimación de la edad
fetal.
Aproximadamente 55 a 60% de los pacientes con heridas por arma blanca que penetran el
peritoneo anterior tienen hipotensión, peritonitis o evisceración del epiplón o intestino
delgado. Estos pacientes requieren una laparotomía de urgencia.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Trauma cerrado importante en el torso por golpe directo, por desaceleración o que tenga
una herida penetrante en el torso, debe sospecharse una lesión visceral o vascular,
abdominal o pelviana hasta que se pruebe lo contrario.
Trauma penetrante las lesiones por arma blanca y las de arma de fuego por proyectiles de
baja velocidad causan daño a los tejidos lacerándolos y cortándolos. Las heridas por
proyectiles de alta velocidad transfieren más energía cinética a las vísceras abdominales.
Estas lesiones pueden causar mayor daño a los tejidos vecinos debido a la cavitación
temporaria que se produce alrededor del trayecto del proyectil.
Sonda Gástrica
o Los objetivos terapéuticos de colocar una sonda gástrica temprano durante el
proceso de reanimación son: aliviar una dilatación gástrica aguda, descomprimir el
estómago antes de efectuar un LPD y extraer contenido gástrico. La colocación de
sonda gástrica puede disminuir el riesgo de aspiración; sin embargo, en el
paciente despierto, con reflejo nauseoso presente, puede provocar vómitos. La
diagnósticos o terapéuticos. Las indicaciones son las mismas que para el LPD.
(Pacientes con trauma cerrado compensados hemodinámicamente)
o Además, puede detectar una de las causas de hipotensión no hipovolémica, el
taponamiento cardíaco.
Se obtienen imágenes del pericardio (1)
Fosa hepatorrenal (2)
Fosa esplenorenal (3)
Pelvis (4) o fondo de saco de Douglas
Los métodos diagnósticos difieren para traumatismo penetrante y traumatismo abdominal
cerrado. Como regla, se requiere una valoración mínima para la realización de laparotomía
en heridas por proyectil de arma de fuego o de escopeta que atraviesan la cavidad
peritoneal, porque más de 90% de los pacientes tienen lesiones internas significativas. Se
exploran por medios quirúrgicos las heridas por proyectil de arma de fuego en la cara
anterior del tronco entre el cuarto espacio intercostal y la sínfisis del pubis, cuya
trayectoria se establece por medios radiográficos o por los sitios de entrada y salida que
sugieren penetración peritoneal.
La excepción es el traumatismo penetrante aislado en el cuadrante superior derecho; en el
paciente con estabilidad hemodinámica con trayectoria del proyectil confinada al hígado,
demostrada por CT, puede valorarse la observación, sin tratamiento quirúrgico.
Las heridas por proyectil de arma de fuego en la espalda o en el flanco son más difíciles de
valorar por la ubicación retroperitoneal de los órganos abdominales lesionados. La CT con
triple medio de contraste puede delinear la trayectoria del proyectil e identificar la
penetración a la cavidad peritoneal o al espacio retroperitoneal, pero puede pasar por alto
lesiones específicas. De la misma forma, en individuos obesos, si la herida por proyectil de
arma de fuego parece ser tangencial a través del tejido subcutáneo, la CT puede delinear
el trayecto y descartar la penetración a la cavidad peritoneal. La laparoscopia es otra
opción para valorar la penetración peritoneal y se continúa con laparotomía para la
reparación de las lesiones, si las hubiera. Si existen dudas, siempre es más seguro explorar
el abdomen que cometer errores.
A diferencia de las heridas por proyectil de arma de fuego, las heridas por instrumento
punzocortante que penetran la cavidad peritoneal tienen menor probabilidad de lesionar
órganos intraabdominales. Las heridas en la cara anterior del abdomen por instrumento
punzocortante (del borde costal al ligamento inguinal y entre ambas líneas mesoaxilares)
deben explorarse bajo anestesia local en la sala de urgencias para establecer si se lesionó
la aponeurosis. Las lesiones que no alcanzan la cavidad peritoneal no precisan de
valoración adicional, y el paciente puede ser dado de alta de la sala de urgencias.
En pacientes con penetración del peritoneo deben buscarse lesiones intraabdominales,
porque existe la posibilidad de hasta 50% de que sea necesaria la laparotomía.
Tomografía axial computarizada
o La TAC es un procedimiento diagnóstico que requiere el traslado del paciente
hasta el tomógrafo, la administración de contraste, el estudio del abdomen
superior e inferior, así como la parte inferior del tórax y la pelvis. Este
procedimiento requiere tiempo y debe usarse sólo en pacientes
hemodinámicamente compensados en los que no hay indicación aparente de
o En las lesiones de estas zonas también se puede usar el LPD como prueba de
evaluación temprana. Un LPD positivo es indicación de la realización de una
laparotomía de urgencia.
Las lesiones abdominales y pélvicas no reconocidas siguen siendo una causa de muerte
prevenible después de un trauma del tronco.
LESIONES DIAFRAGMÁTICAS
Los desgarros del diafragma por trauma cerrado pueden ocurrir en cualquier porción de este, pero
el izquierdo es el que se lesiona con más frecuencia. Lo más habitual es una lesión de 5 a 10 cm de
largo en la porción posterolateral del diafragma izquierdo. Los hallazgos en la radiografía inicial de
tórax incluyen: elevación o "borramiento" del diafragma, hemotórax, una sombra anormal de gas
que oscurece el diafragma o la sonda gástrica posicionada en el tórax. Sin embargo, en un
porcentaje pequeño de pacientes, la radiografía inicial de tórax puede ser normal. Se debe
sospechar el diagnóstico en cualquier herida toracoabdominal, y debe ser confirmado por
laparotomía, toracoscopia o laparoscopia.
LESIONES DUODENALES
LESIONES PANCREÁTICAS
La lesión pancreática ocurre generalmente por un golpe directo en el epigastrio que comprime el
órgano contra la columna vertebral. Un dosaje de amilasa normal en la evaluación inicial no
excluye una lesión pancreática mayor. Por otro lado, la amilasa sanguínea puede estar elevada por
causas no pancreáticas. Sin embargo, la persistencia de una amilasa elevada o en aumento
requiere una rápida evaluación del páncreas y de otras vísceras abdominales. Una TAC con doble
contraste puede no identificar una lesión pancreática significativa de inmediato (hasta 8 horas) y
debe ser repetida más tarde si se sospecha lesión pancreática. Si existe alguna duda luego de una
TAC que no es concluyente, es necesario realizar una exploración quirúrgica del páncreas.
LESIONES GENITOURINARIAS
Los golpes directos en la espalda o flancos que ocasionan contusiones, hematomas o equimosis,
indican posibles lesiones renales y requieren una evaluación del aparato urinario (TAC o
pielografía endovenosa). Otras indicaciones para evaluar el aparato urinario incluyen hematuria
macroscópica o microscópica en pacientes con: (1) herida penetrante abdominal, (2) un episodio
de hipotensión (presión sistólica menor de 90 mm Hg) en pacientes con trauma abdominal
cerrado y (3) lesiones intraabdominales asociadas en pacientes con trauma cerrado. En pacientes
con un episodio de shock, la hematuria abundante y la hematuria microscópica son un indicador
de riesgo de presentar lesiones abdominales no renales. Una TAC abdominal con contraste
endovenoso puede documentar la presencia y el nivel de una lesión renal en un trauma cerrado,
95% de las cuales pueden tratarse sin cirugía. La trombosis de la arteria renal o la disrupción del
pedículo renal secundaria a desaceleración es una lesión poco usual del tracto genitourinario
superior en el que puede no haber hematuria, aunque el paciente puede tener dolor abdominal
severo. En el diagnóstico de cualquiera de estas lesiones, son de mucha utilidad una TAC, una
pielografía endovenosa o una arteriografía renal.
Las lesiones uretrales generalmente se asocian a una fractura pélvica anterior. Se dividen en
aquellas por encima (posteriores) o por debajo (anteriores) al diafragma urogenital. Por lo general,
una lesión uretral posterior ocurre en pacientes con lesiones múltiples y con fracturas pélvicas. Por
el contrario, la lesión uretral anterior es consecuencia de un impacto a horcajadas y puede ser una
lesión aislada.
Las lesiones intestinales por trauma cerrado generalmente ocurren por una desaceleración brusca,
con el desgarro ulterior cercano a un punto de fijación, en especial si el paciente ha utilizado el
cinturón de seguridad incorrectamente. La presencia de equimosis lineal o transversal en la pared
abdominal (signo del cinturón de seguridad) o la presenciaradiológica de una fractura lumbar por
distracción (fractura de Chance) deben alertar al médico sobre la posibilidad de una lesión
intestinal. Aunque algunos pacientes presentan dolor abdominal temprano, en otros el
diagnóstico puede ser dificil, especialmente porque las lesiones intestinales pueden solo producir
sangrados mínimos.
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1718
Falla hemodinámica
Complicaciones pulmonares
Infecciones
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Las indicaciones para el tiempo quirúrgico inicial y comenzar las técnicas de DCS incluyen
temperatura inferior a 35°C, pH arterial <7.2, déficit de base menor que 15 mmol/L (o <6
mmol/L en pacientes mayores de 55 años de edad), INR o PTT >50% de lo normal.
Las víctimas de heridas abdominales por PAF que arriban al hospital con inestabilidad
hemodinámica y deterioro metabólico significativo (acidosis grave), son candidatos
potenciales a requerir CCD.
En las víctimas de heridas abdominales por PAF, es recomendable que la CCD se instituya
bajo indicadores objetivos.
En pacientes con trauma abdominal por PAF, la inestabilidad hemodinámica y el deterioro
metabólico son condiciones clínicas que los hacen candidatos a CCD
Pronta detención del sangrado y la prevención de la pérdida de calor corporal eran clave
para disminuir la tasa de decesos.
Las lesiones aórticas deben repararse con injerto de interposición con
politetrafluoroetileno PTFE.
Las lesiones de la arteria celiaca pueden ligarse, no debe mantenerse el flujo a través de la
SMA y se recomienda la colocación de derivaciones intravasculares.
La perfusión de los vasos iliacos e infrainguinales puede restablecerse con una derivación
vascular con injerto de interposición colocado varias horas después.
Las lesiones venosas se tratan de manera preferencial con ligadura en situaciones de
control de daños, excepto para la vena cava inferior por arriba de las venas renales y la
vena poplítea.
Para lesiones de órganos sólidos como el bazo o el riñón, está indicada ablación en lugar
de intentar la reparación, por ejemplo, con esplenorrafia.
Para lesiones hepáticas, el taponamiento del hígado causa compresión y detiene la
hemorragia.
Las heridas por proyectil de arma de fuego que atraviesan el hígado se controlan mejor
con taponamiento con catéter, en tanto que las laceraciones profundas pueden
controlarse con colocación de catéter de Foley inflado colocado profundo en el trayecto
de la lesión.
Para lesiones torácicas que requieren DCS existen varias opciones. Las lesiones
pulmonares periféricas sangrantes pueden tratarse con resección en cuña con grapadora
de anastomosis gastrointestinal (GIA, gastrointestinal anastomosis). En lesiones
penetrantes se realiza “destechamiento” pulmonar para dividir el parénquima; los vasos y
bronquios se ligan con polidioxanona (PDS, polidioxanone) calibre 3-0 y se deja el trayecto
abierto.
Los pacientes con lesiones más proximales pueden necesitar neumectomía pulmonar o
neumonectomía para controlar la hemorragia.
Las lesiones cardiacas pueden controlarse en forma transitoria con sutura de polipropileno
3-0, en surgete continuo o con grapas para piel. Si esta técnica no controla la hemorragia
en forma definitiva, debe realizarse la reparación de la lesión con la colocación de material
para refuerzo de tejido.
Normalización de la oxidinamia
Reversión de la acidosis, hipotermia y coagulopatía
Intención planificada de reconstrucción definitiva de lesiones con control quirúrgico
temporal o de cierre abdominal definitivo
Creación de estomas
Instalación de accesos enterales
Choque hipovolémico
Sepsis
Daño multiorgánico
Muerte
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1718
TRAUMA PÉLVICO
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
Colisiones de motocicleta
Colisiones de peatones por vehículo a motor
Aplastamiento directo de la pelvis o por caídas mayores a 4 metros.
Trauma pélvico
Hipotensión inexplicada puede ser la única manifestación inicial de una fractura pelviana
importante con inestabilidad del complejo ligamentario posterior.
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
Una hipotensión inexplicada puede ser la única manifestación inicial de una fractura
pelviana importante con inestabilidad del complejo ligamentario posterior. Hay que
sospechar inestabilidad del anillo pelviano en los pacientes con fracturas de pelvis que
presentan hipotensión y que no tienen otra fuente de sangrado.
Los hallazgos del examen físico sugestivos de fractura de pelvis incluyen:
o evidencia de ruptura de uretra (próstata alta, hematoma escrotal, sangre en el
meato uretral)
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Las fracturas de pelvis asociadas a hemorragia con frecuencia presentan ruptura del
complejo ligamentario óseo posterior (sacroilíaco, sacroespinoso, sacrotuberoso y el piso
pélvico fibromuscular) por fracturas y/o luxaciones sacroilíacas complejas o por una
fractura sacra.
La ruptura del anillo pelviano compromete el plexo venoso pélvico y a veces involucra la
arteria ilíaca interna (lesión por compresión anteroposterior).
Los vasos ilíacos pueden estar lesionados por desplazamiento vertical de la unión
sacroilíaca, provocando una hemorragia importante.
Los cuatro patrones de lesión que provocan fracturas de pelvis son:
o compresión anteroposterior (AP)
o compresión lateral
o cizallamiento vertical
o complejo (combinado).
Una lesión por compresión AP puede ser causada por atropellamiento, por accidente de
motocicleta, por lesión directa por aplastamiento de la pelvis o por una caída de una
altura mayor a 4 metros.
La lesión por compresión lateral es a menudo producida por una colisión vehicular y causa
la rotación interna de la hemipelvis afectada. El volumen pélvico se reduce por la
compresión y no es frecuente una hemorragia que ponga en peligro la vida.
Una gran energía aplicada en el plano vertical provoca cizallamiento de la pelvis, con
ruptura de los ligamentos sacroespinosos y sacrotuberosos, lo que provoca inestabilidad
pélvica mayor. Este tipo de lesión suele verse en las caídas de altura.
El tratamiento inicial de una ruptura pélvica con hemorragia asociada requiere control de
la pérdida hemática y la reanimación con fluidos.
El control de la hemorragia se logra a través de la estabilización mecánica del anillo pélvico
y la compresión externa. Los pacientes con este tipo de lesiones pueden ser evaluados y
tratados inicialmente en centros que no cuenten con los recursos necesarios para el
tratamiento definitivo del grado de hemorragia.
Las lesiones abdominales y pélvicas no reconocidas siguen siendo una causa de muerte
prevenible después de un trauma del tronco.
Los pacientes con hipotensión y fracturas pélvicas tienen una alta mortalidad, por lo que la
toma de decisiones apropiadas es crucial.
La mortalidad de los pacientes con cualquier tipo de fractura de pelvis es
aproximadamente de uno cada seis (5-30%).
En pacientes con trauma cerrado de pelvis asociado a hipotensión, la mortalidad aumenta
a uno cada cuatro (10-40%) y llega casi al 50% en fracturas pélvicas abiertas. La
hemorragia es el principal factor potencialmente reversible que contribuye a esta
mortalidad.
La hemorragia es el principal factor potencialmente reversible que contribuye a esta
mortalidad.
Las hemorragias pelvianas graves ocurren velozmente; por ello, el diagnóstico debe hacerse
cuanto antes para iniciar la reanimación.
Las lesiones uretrales generalmente se asocian a una fractura pélvica anterior. Se dividen en
aquellas por encima (posteriores) o por debajo (anteriores) al diafragma urogenital. Por lo general,
una lesión uretral posterior ocurre en pacientes con lesiones múltiples y con fracturas pélvicas. Por
el contrario, la lesión uretral anterior es consecuencia de un impacto a horcajadas y puede ser una
lesión aislada.
Edema intestinal
Ascitis
Hemorragia
Compresas
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
Disminución de la diuresis
Incremento de las presiones pulmonares durante la inspiración
Disminución de la precarga cardiaca e incremento de la poscarga
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Insuficiencia multiorgánica
La mortalidad se afecta de manera directa por la descompresión, con tasas de mortalidad
de 60% en pacientes sometidos a descompresión presuncional, 70% de mortalidad en
QUEMADURAS
PACIENTE CUALQUIER GENERO A CUALQUIER EDAD.
Autoinmolación
Maltrato.
Exposición
o Vapor caliente
o Inhalación de gases inflamables
o Ácidos, a álcalis
o Derivados del petróleo
o Llamas
o Líquido caliente (escaldadura)
o Sólido caliente (quemadura de contacto)
o Corriente eléctrica
o Frío
o Químicos (cáusticos) y biológicos
o Lesiones por radiación ultravioleta
o Radioactividad
o Electricidad el daño respiratorio resultante de la inhalación de humo.
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
La evaluación de un paciente con lesiones por quemaduras se inicia con la historia del
paciente, seguida por la estimación del área de superficie de superficie corporal y la
profundidad de la quemadura.
La Regla del Nueve es una guía útil y práctica para determinar la extensión de la
quemadura
o La configuración del cuerpo de un adulto está dividida en regiones anatómicas que
representan el 9% o un múltiplo de 9% de la superficie corporal total.
o La palma de la mano del paciente (incluyendo los dedos) representa
aproximadamente el 1% de su superficie corporal.
o La superficie corporal de los niños es muy diferente.
o La cabeza del lactante o del niño pequeño representa una proporción mayor de la
superficie corporal que la del adulto, y las extremidades inferiores representan
una proporción menor que la del adulto.
o El porcentaje de la superficie corporal total de la cabeza de un infante es el doble
que la del adulto normal.
o Esta pauta es útil para calcular la extensión de las quemaduras de contorno o
distribución irregular.
La gráfica de Lund-Bowder permite evaluar con mayor exactitud el área afectada en
los niños.
o La congelación leve reversible es la forma más leve de las lesiones por exposición
al frío y se caracteriza por dolor inicial, palidez y entumecimiento de la parte del
cuerpo afectado. Este tipo de lesión es reversible con medidas de recalentamiento
y no causa la pérdida tisular, a menos que se presente en forma repetida en el
transcurso de varios años, lo que causa atrofia o pérdida del tejido celular
subcutáneo.
Congelación Severa Irreversible (Frostbite)
o Frostbite de primer grado: Hiperemia y edema sin necrosis de la piel.
o Frostbite de segundo grado: Amplia y clara formación de vesículas acompañadas
de hiperemia y edema con necrosis cutánea de espesor parcial.
o Frostbite de tercer grado: Necrosis cutánea de espesor completo, generalmente
con hemorragia y formación de vesículas.
o Frostbite de cuarto grado: Necrosis cutánea de espesor completo, incluyendo
músculo y hueso con gangrena.
Lesión sin Congelación
o Aunque el pie entero pueda aparecer negro, la destrucción de tejido profundo
puede no estar presente. Hay una alternancia entre vasoespasmo arterial y
vasodilatación, el tejido afectado inicialmente está frío y entumecido, y luego
progresa a un estado de hiperemia en 24 a 48 horas. La hiperemia se acompaña
de un dolor intenso con ardor y disestesia, también se presenta en daño tisular
que está caracterizado por edema, ampollas, eritema, equimosis y ulceraciones.
o Pueden aparecer complicaciones como infección local, celulitis, linfangitis y
gangrena; sin embargo, la apropiada higiene del pie puede impedir que ocurran la
mayor parte de estas lesiones.
Los pacientes traumatizados también son susceptibles a la hipotermia, y cualquier grado
de hipotermia en estos pacientes puede ser perjudicial. En ellos, se debe considerar que
existe hipotermia cuando la temperatura corporal central sea menor a 36º C (96,8º F); e
hipotermia severa cuando la temperatura corporal central sea menor a 32º C (89,6ºF).
Congelación Leve Reversible (Frostnip)
o La congelación leve reversible es la forma más leve de las lesiones por exposición
al frío y se caracteriza por dolor inicial, palidez y entumecimiento de la parte del
cuerpo afectado.
Congelación Severa Irreversible (Frostbite)
o La congelación severa irreversible se debe al congelamiento de los tejidos y a la
formación de cristales de hielo intracelulares con oclusión microvascular y, por
ende, anoxia del tejido. Una parte del daño al tejido se debe a la lesión por
reperfusión que ocurre cuando se vuelve a calentar. El frostbite se clasifica como
lesión de primero, segundo, tercero y cuarto grado, según la profundidad de la
lesión.
Lesión sin Congelación
o La lesión sin congelación se debe a daño endotelial microvascular, estasis y
oclusión vascular. El pie de trinchera o el pie (o la mano) por inmersión al frío
describe una lesión sin congelamiento de las manos o de los pies, típica en
soldados, marineros y pescadores. Este tipo de lesión resulta por exposición
SE SOSPECHA DE (FISIOPATOGENIA).
Quemadura como una lesión en la piel u otro tejido orgánico causado por trauma térmico.
o El calor causa la lesión más inmediata y evidente. El calor excesivo provoca rápida
desnaturalización de las proteínas y el daño celular, y por lo tanto inicia una lesión
compleja y en evolución, con consecuencias tanto locales como sistémicas; esta
última se manifiesta una vez que el área de la quemadura supera el 20% del área
de la superficie corporal. A nivel local, la herida por quemadura tiende a
extenderse durante la fase (primera) aguda de la lesión como resultado de
cambios microvasculares, activación profunda de glóbulos blancos y plaquetas, y
el desarrollo de edema. Muchos vasos pequeños se coagulan mediante la
aplicación de calor, mientras que otros se trombosarán más tarde y desarrollarán
deshidratación del tejido. La respuesta sistémica a la quemadura se caracteriza
por un edema intersticial en órganos distantes, es decir, la inflamación de
cualquier órgano o tejido debido a la acumulación de líquido linfático en exceso y
esto secundario a una combinación de mediadores liberados por la herida e
hipoproteinemia.
o Esta respuesta hipermetabólica se caracteriza por una respuesta circulatoria
hiperdinámica, con un aumento de la temperatura corporal, mayor consumo de
oxígeno y glucosa, aumento de la producción de dióxido de carbono,
hiperglucemia, resistencia a la insulina periférica, glucogenólisis, proteólisis,
lipólisis, pérdida de masa corporal magra, desgaste muscular y óseo. Estos
síntomas pueden durar de uno a dos años después de la lesión por quemadura
Alteraciones en la ventilación: hipoxia, envenenamiento por monóxido de carbono y daño
por inhalación de humo.
Lesiones químicas
o pueden ser causadas por exposición a ácidos, a álcalis y a derivados del petróleo.
Las quemaduras por álcali son generalmente más graves que las quemaduras por
ácido, porque los álcalis penetran más profundamente.
Quemaduras eléctricas se producen por una fuente de energía eléctrica que hace contacto
con el cuerpo del paciente. El cuerpo puede servir como volumen conductor de energía, y
el calor generado causa una lesión térmica a los tejidos. La diferente tasa de disipación
térmica entre los tejidos superficiales y los profundos permite que una piel relativamente
normal coexista con una necrosis muscular profunda. Las quemaduras eléctricas en sí
frecuentemente son más serias de lo que aparentan en la superficie del cuerpo, y las
extremidades, en especial los dedos, son muy vulnerables a las lesiones. Además, el paso
de corriente a través de los vasos sanguíneos y los nervios puede causar trombosis local y
lesión nerviosa.
Lesiones por exposición al frío: lesión por congelación leve y reversible (frostnip), lesión
por congelación severa e irreversible (frostbite) y lesión sin congelación.
“Gran Quemado” a los que poseen las siguientes características:
o Índice de gravedad >70 puntos o con quemaduras AB o B (2° y 3°) > 20% de SC
o Pacientes pediátricos menores de 2 años, o adultos mayores de 65 años con
10% o más de quemadura AB o B (2° y 3°)
o Todo paciente con quemaduras respiratorias o por inhalación de humo
o Todo paciente con quemaduras eléctricas por alta tensión
o Todo paciente con quemaduras asociado a politraumatismo
o Quemados con patologías graves asociadas
Primer grado.
o Las quemaduras de primer grado (por ejemplo, una quemadura de sol) No ponen
en peligro la vida y generalmente no requieren reposición intravenosa de líquidos
porque la epidermis permanece intacta.
Segundo grado
o Se recomienda la utilización de plata como tratamiento local de la quemadura
o Se sugiere la utilización de apósitos con plata nano cristalina cuando exista la
disponibilidad de los mismos.
o Se sugiere la utilización de sulfadiazina de plata cuando no se cuente con apósitos
con plata.
o Se recomienda que en quemaduras de espesor parcial (segundo grado superficial
y profunda) con riesgo de infección se utilicen apósitos impregnados con
antibióticos.
o Se recomienda que en quemaduras de espesor parcial limpias se utilicen apósitos
biológicos. Hay disminución significativa del dolor y ansiedad, una mejor cicatriz,
menos costo y mayor efectividad con el uso de apósito de Aquacel Ag
o Hay evidencia de que el aloe vera es útil en quemaduras de primero
y segundo grado, pero también se reportan efectos adversos como irritación
en 40% de los pacientes tratados con aloe vera y en 45% en pacientes en los
cuales se utilizó sulfadiazina argéntica por lo que debe emplear con cautela.
o Se recomienda evaluar cuidadosamente las características de cada
una de los sustitutos de piel para determinar cuál es la más adecuada en cada
caso en particular, sin embargo, en las quemaduras de 2° grado el Biobrane
ofrece ventajas en efectividad y costo.
o Se sugiere utilizar queratinocitos cultivados en quemaduras de espesor parcial con
probabilidad de epitelizar en menos de dos semanas y en áreas donadoras.
cuando se cuente con el recurso.
Tercer grado
o Se recomienda considerar que en las quemaduras profundas o de tercer grado los
apósitos son de utilidad para preparar el lecho de la herida, o temporal cuando no
se cuente con una cobertura definitiva.
o Acticoat es una opción terapéutica en el tratamiento de quemaduras graves,
sin embargo se requieren estudios adicionales bien diseñados,
especialmente análisis económicos capaces de demostrar los beneficios
económicos de Acticoat en el cuidado de las quemaduras.
o Se recomienda realizar escisión e injerto de las quemaduras de espesor profundo
en las primeras 72 horas.
o Se recomienda no utilizar queratinocitos cultivados en quemaduras de espesor
total o quemaduras que potencialmente requerirán injertos.
o Se recomienda el uso de piel de cadáver en pacientes con grandes extensiones de
quemaduras de espesor total.
o Se sugiere utilizar injertos con expansión tisular con técnica de Meek en niños y
adolescentes con extensiones de quemaduras de espesor total mayor al 60% de
superficie corporal.
o Se recomienda utilizar injertos con expansión tisular tradicional en pacientes con
quemaduras de espesor total de extensiones menores de 60% de superficie
corporal.
Se recomienda el inicio temprano de alimentación enteral en tanto se
llevan a cabo los estudios clínicos necesarios.
Se sugiere considerar que niños y adolescentes con quemaduras de más del 20% de
superficie corporal son más susceptibles de requerir colocación de sonda orogástrica para
el inicio de la alimentación enteral.
La gravedad de la lesión por quemadura depende tanto de la profundidad del daño de la
piel como del porcentaje de área de superficie corporal total afectada. En los casos en los
que está involucrado más de 20%, puede producirse un estado catabólico grave, lo que da
como resultado descomposición de las proteínas de todo el cuerpo, balance negativo de
nitrógeno y masa corporal reducida similar a la desnutrición grave. Los pacientes con
quemaduras graves (quemaduras de segundo o tercer grado a más del 10% de su
superficie corporal total) a menudo requieren apoyo nutricional agresivo. La alimentación
enteral es un pilar del tratamiento para pacientes con quemaduras graves. Este estado
metabólico deteriorado puede llegar a ser mortal; por lo tanto, el apoyo nutricional
comúnmente juega un papel importante en el manejo de quemaduras graves. Este apoyo
se puede proporcionar en forma de dietas orales fortificadas, bebidas complementarias,
alimentación enteral por sonda o soporte parenteral. La decisión de comenzar con el
apoyo nutricional puede depender de los requisitos energéticos generales o de las
barreras para la alimentación normal, como el apoyo invasivo de las vías aéreas o la
disfagia (dificultades para tragar) y el riesgo de aspiración.
Cualquier paciente con quemaduras de más del 20% de la superficie corporal requiere
reanimación con volumen.
o De inmediato, se debe establecer una vía intravenosa de grueso calibre (por lo
menos con un catéter calibre 16G) en una vena periférica. Si el grado de
quemadura impide la colocación del catéter por piel que no esté quemada, habrá
que colocar el catéter en una vena accesible aunque sea por piel quemada. Debido
a la alta frecuencia de flebitis y de flebitis séptica al usar las venas safenas para el
acceso venoso, preferentemente se deben utilizar los miembros superiores antes
que los inferiores para hacer un acceso venoso.
o Comience la infusión con una solución cristaloide isotónico, preferentemente
Ringer Lactato.
De primera elección, el uso de cristaloides, continúa siendo el estándar para la
resucitación hídrica, para la expansión de volumen y reponer las perdidas por la
magnitud del área quemada. El uso de coloides se considera de segunda instancia
Los pacientes quemados requieren 2-4 ml de Ringer Lactato por kilogramo de peso por
porcentaje de superficie corporal quemada (SCQ), en quemaduras de segundo o tercer
grado, durante las primeras 24 horas para mantener un volumen circulatorio sanguíneo
La aplicación de compresas frías puede causar hipotermia; no se debe aplicar agua fría a
un paciente con quemaduras extensas (> 10% de la superficie corporal total).
Quemaduras químicas
o Si presenta polvo seco en la piel, debe ser eliminado con un cepillo suave antes de
irrigar con agua. De lo contrario se debe eliminar la sustancia química lavando el
área con gran cantidad de agua; de ser posible, utilizando una ducha o manguera
por lo menos durante 20 a 30 minutos.
o Las quemaduras por álcali requieren una irrigación más prolongada.
o Las quemaduras alcalinas en los ojos requieren de irrigación continua durante las
primeras 8 horas después de la quemadura. Para la irrigación, se puede fijar una
cánula de pequeño calibre en el surco palpebral.
Quemaduras eléctricas
o Se recomienda esperar mínimo 5 días para realizar injertos en niños y
adolescentes con quemaduras eléctricas. para establecer el tiempo adecuado de
necrosis y recuperación de tejidos.
o Los pacientes con quemaduras eléctricas suelen necesitar fasciotomìas y deben
ser trasladados tempranamente a un centro de trauma para su tratamiento.
o El tratamiento inmediato de los pacientes con quemaduras eléctricas significativas
incluye prestar atención a la vía aérea y la ventilación, establecer vías venosas en
la extremidad no afectada, monitorización del ECG y colocación de un catéter
urinario. La electricidad produce arritmias cardiacas que requieren compresiones
torácicas. Si no hay arritmias dentro de las primeras horas, el monitoreo
prolongado no es necesario.
o No hay que esperar la confirmación del laboratorio para iniciar el tratamiento de
la mioglobinuria. Si la orina del paciente es oscura, hay que suponer que hay
hemocromógenos en orina. La administración de líquidos debe incrementarse
para asegurar un gasto urinario de 100 ml/h en adultos o 2 ml/kg/h en niños <30
kg. La acidosis metabólica debe ser corregida manteniendo una buena perfusión.
o Si hay una quemadura de tercer grado en la pared anterior y lateral del tórax que
causa restricción severa del movimiento de la pared torácica, e incluso en
ausencia de una quemadura circunferencial, puede ser necesaria una escarotomía
de la pared torácica.
Rabdomiólisis
o Provoca la liberación de mioglobina, que puede causar falla renal aguda.
Las quemaduras pueden producir edema masivo, la vía aérea superior tiene riesgo de
obstruirse.
Las arritmias cardiacas pueden ser el primer signo de hipoxia y de anormalidades
electrolíticas o ácido-base.
o El electrocardiograma (ECG) debe realizarse en búsqueda de anomalías del ritmo
cardiaco. La acidosis persistente puede ser causada por envenenamiento con
cianuro; por tanto, si se sospecha este diagnóstico, se debería consultar a un
centro de quemados o de intoxicaciones.
El cianuro es una toxina que puede ser inhalada naturalmente en un incendio en espacios
cerrados.
La meta de la evaluación de la circulación periférica en el paciente con quemaduras es
descartar un síndrome compartimental.
o El síndrome compartimental es el resultado del incremento de la presión dentro
del compartimento que interfiere con la perfusión de las estructuras situadas en
él. En una extremidad, la principal preocupación es la perfusión del músculo
dentro del compartimento. Aunque para perder el pulso distal a la quemadura se
requiera una presión del compartimento mayor que la presión sistólica, una
presión mayor de 30 mm Hg dentro del compartimento puede provocar una
necrosis muscular. Una vez que el pulso se pierde, puede ser muy tarde para
salvar el músculo. Por lo tanto, los médicos deben estar alertas ante los signos de
síndrome compartimental:
o Incremento del dolor con los movimientos pasivos
o Tensión
o Entumecimiento
o Finalmente, disminución del pulso distal.
Si hay sospecha de un síndrome compartimental, la presión del compartimento puede ser
fácilmente medida insertando una aguja conectada a un tubo de presión (monitor de
presión central o arterial) dentro del compartimento. Si la presión es > 30 mm Hg, está
indicada la escarotomía.
Para mantener la circulación periférica en pacientes con quemaduras circunferenciales de
las extremidades, el médico debe:
o Quitar todas las joyas de las extremidades del paciente.
CRITERIOS DE REFERENCIA.
Existen ciertas quemaduras químicas (como las quemaduras por ácido hidrofluórico) que
requieren consulta especializada con la unidad de quemados.
La Asociación Americana del Quemado ha identificado las siguientes clases de
quemaduras que típicamente requieren el traslado a un centro de quemados:
o Quemaduras de segundo y tercer grado que afecten más del 10% en cualquier
paciente.
o Quemaduras de segundo y tercer grado que comprometan la cara, los ojos, los
oídos, las manos, los pies, los genitales y el periné, así como las que
comprometan la piel que recubre articulaciones principales.
o Quemaduras de tercer grado de cualquier tamaño y cualquier grupo etario.
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1671
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1665
El grupo etáreo con mayor riesgo de afección es entre los 15 y los 44 años de edad
(48.75%)
Predominando el género masculino (64%)
Las actividades relacionadas al riesgo de afección son:
o El trabajo de campo (44%)
o Estudiantes (22%)
o Las labores del hogar (17%)
o Otras actividades (8%)
o Obreros (2%)
o Causas desconocidas (7%)
Mordedura de serpiente
La distribución de los sitios anatómicos por mordedura de serpiente fue la siguiente:
o Pies y tobillos (72%)
o Muslos (14%)
o Manos (13%)
o Cabeza (1 %)
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
o Flictenas (ampollas)
o Bulas (ampollas)
o Necrosis local
o Parestesias regionales
Las manifestaciones de tipo sistémico más frecuentes son:
o Náuseas
o Vómito
o Taquicardia
o Dolor abdominal y torácico
o Somnolencia
o Pérdida de la conciencia
o Hematuria
o Hipotensión
o Estado de choque
La gravedad del envenenamiento se clasifica dependiendo del grado del edema y de los
signos agregados, de acuerdo a la clasificación de Christopher-Rodning para la familia
Viperidae (Cascabel o Crotalus y Nauyaca o Bothrops) y para la familia Elapidae (Micrurus
o Coral verdadera)
Síntomas hemorrágicos, de la coagulación o necrosis (Hemotoxinas) familia Viperidae
(Cascabel o Crotalus y Nauyaca o Bothrops)
inmovilizar la parte afectada del cuerpo. También se deben remover anillos, relojes y la
ropa ajustada que cubra la lesión.
Se ha demostrado que la succión no remueve el veneno, que no existe ningún beneficio
clínico para el paciente y que puede agravar el daño, condicionando una mayor frecuencia
de infecciones, además de que se puede lesionar alguna estructura importante y
condicionar sangrado persistente. Se demostró que al usar succionadores en voluntarios
sanos durante simulacros de mordeduras de serpientes no se obtuvo ninguna cantidad de
veneno.
En la actualidad está contraindicado el uso de torniquetes, ya que complica la circulación
linfática del miembro afectado, condicionando una mayor morbilidad, además de
favorecer la necrosis y fibrinólisis de los nervios periféricos. En caso de que el paciente
llegue con un torniquete a la unidad médica para su atención es importante que antes de
retirar el torniquete se administre el antiveneno (faboterápico), ya que si el torniquete se
retira antes puede desencadenar un envenenamiento masivo. Cuando se tenga el recurso
de bandas de presión se pueden utilizar en el miembro afectado a una presión de 50 a 70
mmHg, inmovilizando el miembro y aplicando un vendaje para disminuir la perfusión del
veneno.
La zona del edema debe ser marcada con una línea indeleble, ya que los pacientes con
mordedura de serpiente tienen riesgo de desarrollar síndrome compartamental.
SE DEBE ESTABILIZAR AL PACIENTE, ADMINISTRARLE ANALGÉSICOS PARA EL DOLOR:
OPIOIDES, FAMILIA VIPERIDAE Y AINES A LA CORAL FAMILIA ELAPIDAE
En los pacientes mordidos por las serpientes de la familia Viperidae (Cascabel y
Nauyaca) se recomienda el uso de opioides en lugar de analgésicos-antiinflamatorios no
esteroideos (AINES), debido al riesgo asociado a coagulopatía o trombocitopenia.
Algunos estudios reportan que solo el 3% de los pacientes con accidente ofídico
desarrollan infecciones agregadas, por lo que además debe realizarse un cultivo de la
lesión.
En el abordaje inicial del paciente que ha sido mordido por serpientes venenosas, además
de lo descrito en el punto anterior, está indicada la prescripción de toxoide tetánico.
Se recomienda llamar de inmediato a un centro toxicológico para asesoría o traslado en
caso de encontrarse cercano.
EL TRATAMIENTO DEFINITIVO.
o Intoxicación leve o grado 1 (mordida reciente por una víbora, huellas de colmillos,
hemorragia por los orificios de la mordedura, dolor y edema en un diámetro menor de
10 cm en el área afectada). EN ADULTOS APLICAR COMO DOSIS INICIAL DE 3 A 5
FRASCOS Y COMO DOSIS DE SOSTÉN 5 FRASCOS. EN NIÑOS APLICAR COMO DOSIS
INICIAL DE 6 A 10 FRASCOS Y COMO DOSIS DE SOSTÉN 5 FRASCOS.
o Intoxicación moderada o grado 2 (manifestaciones leves más acentuadas y además
edema de 10 cm o más en el área afectada y flictenas con contenido seroso o
sanguinolento, náusea, vómito, oliguria leve y pruebas de coagulación alteradas). EN
ADULTOS APLICAR COMO DOSIS INICIAL DE 6 A 10 FRASCOS Y COMO DOSIS DE
o Intoxicación leve o grado 1 (mordida reciente por víbora Micrurus sp, huellas de
colmillos, hemorragia por los orificios de la mordedura, dolor, edema y parestesias en
el área afectada): EN ADULTOS APLICAR COMO DOSIS INICIAL 2 FRASCOS Y COMO
DOSIS DE SOSTÉN 2 O MÁS FRASCOS. EN NIÑOS APLICAR COMO DOSIS INICIAL DE 2
A 3 FRASCOS Y COMO DOSIS DE SOSTÉN 3 O MÁS FRASCOS.
o Intoxicación moderada o grado 2 (manifestaciones leves más acentuadas y, entre 30
minutos y 15 horas después de la mordida, astenia, adinamia, ptosis palpebral,
oftalmoplejía, visión borrosa, diplopia y dificultad para respirar): EN ADULTOS
APLICAR COMO DOSIS INICIAL 5 FRASCOS Y COMO DOSIS DE SOSTÉN 5 O MÁS
FRASCOS. EN NIÑOS APLICAR COMO DOSIS INICIAL DE 5 A SEIS FRASCOS Y COMO
DOSIS DE SOSTÉN 6 O MÁS FRASCOS.
o Intoxicación grave o grado 3 (manifestaciones moderadas más acentuadas, además de
pérdida del equilibrio, dolor en maxilar inferior, disfagia, sialorrea, voz débil, arreflexia,
parálisis flácida, cianosis ungueal, gran dificultad para respirar, coma): EN ADULTOS
APLICAR COMO DOSIS INICIAL 8 FRASCOS Y COMO DOSIS DE SOSTÉN 8 O MÁS
FRASCOS. EN NIÑOS APLICAR COMO DOSIS INICIAL DE 8 A 9 FRASCOS Y COMO DOSIS
DE SOSTÉN 9 O MÁS FRASCOS.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Mordedura por falsa coral. No es venenosa. FALSA CORAL (ROJO, NEGRO, AMARILLO),
CORAL VERDADERA (ROJO, AMARILLO, NEGRO) (nemotecnia RANA) O FALSA CORAL: 2
BANDAS NEGRAS Y CORAL VERDADERA: 2 BANDAS AMARILLAS
En escasos estudios se describe que los niños sean víctimas más vulnerables al veneno de las
serpientes venenosas debido a su superficie corporal y a la cantidad de veneno, de tal manera que
pueden ser más propensos a sufrir efectos sistémicos.
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1698
https://www.medigraphic.com/pdfs/evidencia/eo-2013/eo134d.pdf
http://data.salud.cdmx.gob.mx/portal/images/infosalud/archivos/cuadrobasicoZIP/fichas_tecnica
s_de_medicamentos_2016/Vacunas_ED_2016.pdf
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5270654&fecha=28/09/2012
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
pueden iniciar desde cuatro minutos después de la picadura hasta dos horas (a veces,
hasta 24-48 horas o más), la GPC menciona que los síntomas inician en los primeros 20 a
40 minutos después de la picadura, estos datos sirven para normar el tiempo de
evaluación del paciente asintomático.
Los sitios más frecuentes afectados son los miembros superiores e inferiores, aunque
también puede ser en cualquier parte del cuerpo.
Cuadro clínico por picadura de alacrán:
o GRADO 1 (Leve): Dolor local, Parestesias locales, Prurito e inquietud leve.
o GRADO 2 (Moderado): Signos y síntomas del cuadro leve más: Llanto persistente
en menores de 5 años Angustia, Cefalea, Epifora(lagrimeo), Enrojecimiento ocular
Prurito en nariz, Boca y garganta, Estornudos rinorrea (hipersecreción nasal),
Sialorrea (hipersecreción salival), Sensación de cuerpo extraño en la faringe
disfagia(dificultad para tragar), Fasciculaciones linguales, Sensación de sequedad
de boca, TAQUICARDIA, Disnea, Distensión abdominal, Dolores abdominales y
musculares, Priapismo, Prurito vulvar.
o GRADO 3 (Severo): Signos y síntomas del cuadro moderado más: Hipertensión o
hipotensión arterial, FIEBRE O HIPOTERMIA, Miosis, Midriasis, Fotofobia,
NISTAGMUS, Dislalia, Cianosis peribucal, Convulsiones, Amaurosis temporal,
BRADICARDIA, Arritmias (alteraciones electrocardiográficas de HIPERKALEMIA),
Dolor retroesternal, Oliguria inconsciencia, Falla orgánica múltiple, Coma, Muerte
En embarazadas se puede desencadenar motilidad uterina, y los pacientes pediátricos
suelen tener llanto inconsolable.
Se consideran síntomas de alarma o señales de alerta, los que se mencionan a
continuación:
o Sialorrea
o Sensación de cuerpo extraño en la faringe
o Fasciculaciones linguales
o Nistagmus
o Distensión abdominal
Todo paciente que presente síntomas de alarma o señales de alerta debe ser tratado
como intoxicado por veneno de alacrán.
Ya que los alacranes son artrópodos con hábitos nocturnos (cuando los alacranes salen
para alimentarse de insectos) la incidencia del accidente aumenta en ese horario y en
tiempo de calor. El alacrán usa su veneno para cazar y para su defensa. De día
permanecen ocultos en lugares oscuros.
Los accidentes por picadura de alacrán son más frecuentes en los meses de abril a julio
(época de lluvias), debido a que los alacranes en estas fechas suelen salir en busca de sus
parejas para aparearse, aunque otros han encontrado mayor frecuencia en agosto-
octubre (época de cosecha de maíz y su traslado a la troje), y otros encuentran más casos
en primavera-verano (marzo-octubre), por ser la época en que los alacranes se
reproducen y, por tal motivo, suelen alimentarse más, por lo que en este tiempo es más
fácil su encuentro con el humano.
Existe una gran variedad de especies en México; el género más frecuente es Centruroides,
que se localiza en 30.3% del territorio nacional (593,468 km2) el 30.3% de la superficie del
país es considerada zona alacranígena, en donde radica 36.8% del total de la población
mexicana. El veneno está contenido en el telson (cola) y es inoculado a través del aguijón.
Morfológicamente, para fines prácticos, para unos, la característica distintiva es que los
alacranes de cola grande y pedipalpos (tenazas) pequeños son más venenosos que los de
cola chica y pedipalpos grandes; para otros, la atención debe fijarse en el esternón del
alacrán, pues en nuestro medio, los venenosos lo suelen tener triangular.
1. C. limpidus (Guerrero)
2. C. elegans (Jalisco)
Cualquier paciente que presente datos compatibles con el cuadro clínico por picadura de
alacrán y viva en zona endémica debe ser considerado como paciente picado por éste.
Analgesia:
Debe evitarse la administración de analgésicos narcóticos por interferir con la valoración
clínica, puede administrarse metamizol (dipirona) o paracetamol, o infiltración local de
lidocaína sin epinefrina. Asimismo, no se recomienda la administración de
benzodiacepinas.
Antiveneno antialacrán (faboterápico polivalente) (NOM ESPECIFICA 033, LA NOM 036
TAMBIÉN INCLUYE EL ESQUEMA):
Es una preparación modificada por digestión enzimática, liofilizada y libre de albúmina.
Indicaciones: intoxicación por picadura de alacranes venenosos del género Centruroides.
Vía de administración: intravenosa directa en forma lenta; la vía IM se puede emplear,
pero reduce efectividad.
Grupos de edad y de riesgo: personas de todas las edades que hayan sido picadas por
alacranes venenosos del género Centruroides.
Dosis: 5 a 15 ml (uno a tres frascos), que dependiendo de la severidad del cuadro pueden
aumentarse.
Entre más pronto se identifiquen las señales de alerta por picadura de alacrán y se aplique
el faboterápico, mejor evolucionará el paciente. El tiempo que transcurre entre la picadura
de alacrán y la aplicación del antiveneno faboterápico (antídoto neutralizante) es
fundamental para salvar la vida de los individuos picados e intoxicados.
En pacientes < 5 años de edad, > 60 años, desnutridos, diabéticos, hipertensos,
nefrópatas y embarazadas se debe actuar con mayor cuidado y rapidez en la aplicación
del faboterápico específico. La vulnerabilidad a la intoxicación por veneno de alacrán en
las edades tempranas (< 5 años) se debe a que los niños tienen menor índice de masa
corporal y, por lo tanto, la cantidad de veneno inoculado resulta letal en una mayor
proporción.
En todo paciente con datos de envenenamiento que viva en zona endémica hay que
aplicar el faboterápico específico.
Ante llanto súbito de un menor de 5 años de edad en entidades endémicas de alacranismo
es válido instituir el tratamiento con base en el cuadro clínico. Aunque no esté clara la
picadura, estos pacientes deben ser considerados de alto riesgo para actuar
rápidamente con la aplicación del faboterápico.
El faboterápico polivalente debe aplicarse en el transcurso de los primeros 30 minutos
posteriores a la picadura, o en el momento en que el paciente llegue a solicitar la
atención, evitando esperar a que el cuadro evolucione y se presenten manifestaciones
graves.
Se considera fundamental conocer los mecanismos de acción de los venenos para
entender la fisiopatología del envenenamiento y de esa manera dar el mejor tratamiento a
los pacientes, CUYA PIEDRA ANGULAR ES LA APLICACIÓN DEL FABOTERÁPICO ESPECÍFICO
(FABOTERÁPICO (SUERO) POLIVALENTE ANTIALACRÁN).
Faboterápico, mecanismo de acción: basado en el fraccionamiento de la inmunoglobulina
G (IgG) por digestión enzimática con pepsina a pH ácido (o con papaína), precipitación con
sulfato de amonio, precipitación con ácido caprílico, coagulación por calor, cromatografía
o ambos, se separan las fracciones F(ab)2 responsables de la actividad terapéutica
(faboterapia), de la fracción cristalizable (Fc) responsable de los efectos indeseables,
dando como resultado un antiveneno más seguro (incluso puede aplicarse en
embarazadas). Además, en el proceso debe eliminarse cualquier virus que pudiera
contener; sin embargo, debe tenerse presente la posibilidad de reacciones de anafilaxia
(1.7-8% de los casos) (mecanismo de daño tipo I con participación de IgE y reacción tardía
(enfermedad del suero) tipo III por inmunocomplejos (C3)), SIENDO AL PARECER LA
REACCIÓN TARDÍA LA MÁS FRECUENTE, PARA LA TIPO I SE REQUERIRÍA LA
ADMINISTRACIÓN DE ADRENALINA y también debe tenerse en mente la posibilidad de
leptospirosis secundaria, pues se han detectado anticuerpos contra Leptospira interrogans
(enfermedad de Weil) en equinos dedicados a la producción de sueros hiperinmunes. LA
MÁXIMA CONCENTRACIÓN DE ANTIVENENO SE ALCANZA EN UNA HORA EN LOS TEJIDOS
SUPERFICIALES Y EN 6 HORAS EN LOS TEJIDOS PROFUNDOS, LA VIDA MEDIA EN
CIRCULACIÓN DE LOS FRAGMENTOS F(AB)2 ES DE APROXIMADAMENTE 36 HORAS (GPC
HASTA 124 HRS).
EN GENERAL, EL PRONÓSTICO DE SOBREVIDA ES DE 100% SI LOS INDIVIDUOS SON
ATENDIDOS DENTRO DE LAS 2 PRIMERAS HORAS DESPUÉS DEL ACCIDENTE.
En los niños con efectos neurotóxicos severos del veneno de alacrán la administración
intravenosa del antiveneno específico (Fab 2) resuelve el síndrome clínico dentro de las
primeras 4 horas.
Esquema:
o Menores de 5 años y mayores de 60: Aplicación inmediata de 2 frascos de
faboterápico con observación durante 20 minutos; si no hay mejoría, aplicar otra
dosis igual a la inicial. Monitoreo permanente de signos vitales.
Mayores de 5 años y adultos:
o NOM: Grado 1 (LEVE) (dolor local, parestesias locales, prurito, inquietud leve): 1
frasco ámpula vía intravenosa, lenta, con observación durante 20 minutos; si no
hay mejoría, aplicar otro frasco. Monitoreo permanente de signos vitales, reposo
absoluto, observación.
o NOM: Grado 2 (MODERADO) (los síntomas leves más: llanto persistente en < 5
años, angustia, cefalea, epifora, enrojecimiento ocular, prurito en nariz, boca y
garganta, estornudos, rinorrea, sialorrea, sensación de cuerpo extraño en la
faringe, disfagia, fasciculaciones linguales, sensación de sequedad de boca,
taquicardia, disnea, distensión abdominal, dolores abdominales y musculares,
priapismo, prurito vulvar): Monitoreo permanente de signos vitales y aplicación
inmediata de faboterápico en bolo desde 2 hasta un máximo de 5 frascos (2 A 5)
por paciente. GPC: 4 frascos en Menores de 5 años y mayores de 60; reposo
absoluto, observación, vías aéreas y vena permeable.
o NOM: Grado 3 (SEVERO) (Los síntomas moderados más: hipertensión o
hipotensión arterial, fiebre o hipotermia, miosis, midriasis, fotofobia, nistagmus,
dislalia, cianosis peribucal, convulsiones, amaurosis temporal, bradicardia,
arritmias, dolor retroesternal, oliguria, inconciencia, falla orgánica múltiple, coma,
muerte): Monitoreo permanente de signos vitales y aplicación inmediata de
faboterápico, en bolo un máximo de 5 frascos por paciente. GPC: 4 frascos y 6 en
Menores de 5 años y mayores de 60; reposo absoluto, observación, vías aéreas y
vena permeable, oxígeno.
Menores de 5 años con grado 2-3 y mayores de 65; mujeres embarazadas y pacientes con
cardiopatía, asma, insuficiencia renal, desnutrición, cirrosis, alcoholismo, diabetes,
hipertensión y con rápida evolución de grado 1 a grado 2: Por su alto riesgo, requieren que
una vez iniciada la terapéutica con faboterápicos se trasladen a la unidad médica más
cercana de segundo nivel de atención o de mayor capacidad resolutiva.
Contraindicaciones: casos conocidos de alergia a los faboterápicos. No está contraindicado
en la embarazada que ha sufrido picadura de alacrán. Durante la lactancia ésta debe
suspenderse hasta que el paciente sea dado de alta.
Reacciones secundarias: en personas hiperreactoras pueden presentarse reacciones de
hipersensibilidad tipo I y III. También puede llegar a presentarse una reacción por
complejos inmunes caracterizada por urticaria y artralgias después de cinco a diez días de
administrar el producto (TIPO III TARDÍA POR INMUNOCOMPLEJOS). En pacientes
asmáticos se debe estar vigilante para evitar complicaciones con un ataque de asma. En el
caso de que el paciente tenga una patología agregada como hipertensión, diabetes o
cualquier otra patología, se debe vigilar y controlar de acuerdo a la intensidad y gravedad
del cuadro que presente.
Aunque no existe un límite para el número de antivenenos a emplear, se recomienda
utilizar hasta un máximo de 5 frascos por paciente por dosis (La ficha técnica de Birmex
dice que hasta 10), cantidad suficiente para neutralizar una dosis importante de veneno.
Máximo esperar 20 minutos de observación, si no hay respuesta al tratamiento aplicar una
nueva dosis y, en su caso. enviar al siguiente nivel de atención, con una vena permeable
preferentemente con soluciones salinas, con cálculo adecuado de líquidos para la edad y
condición del paciente atendido.
En los pacientes con un cuadro clínico de intoxicación por picadura de alacrán grave se ha
observado: inducción de pancreatitis, síndrome de dificultad respiratoria, edema
pulmonar, alteraciones de la hemostasia y falla orgánica múltiple. Algunos autores han
propuesto que el daño a tejidos, la pancreatitis, el síndrome de dificultad respiratoria y la
falla múltiple de órganos están asociados con una producción incontrolada de citoquinas y
otros productos de la activación de macrófagos y linfocitos.
El veneno de alacrán causa lesión renal por la interacción de la isquemia renal debido a la
vasoconstricción intensa y reacciones inflamatorias debidas a las citocinas
proinflamatorias y mediadores. La vasoconstricción renal no sólo es inducida por la
tormenta de catecolaminas, sino también por la angiotensina II y la acción directa del
veneno sobre los canales iónicos vasculares. El aumento de la aldosterona también
contribuye a la hipertensión. El bloqueo de los canales de K tubulares renales disminuye la
excreción renal de K y aumenta el nivel de K sérico que aumenta la liberación de
aldosterona. La presencia del inhibidor de enzima convertidora de angiotensina en algunas
especies de alacranes puede aumentar el K en el suero. Por lo tanto, hay tanto aumento
sérico como disminución de la excreción renal de K.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Debe hacerse diagnóstico diferencial con: mordeduras de araña (por ejemplo, viuda negra
o capulina (Latrodectus mactans) (neurotóxica) , violinista o reclusa (Loxosceles reclusa)
(hematotóxica), picadura de otros insectos, otras causas de hiperexcitabilidad simpática
(intoxicación por anfetaminas o cocaína, suspensión brusca de antihipertensivos de acción
corta –por ejemplo, betabloqueadores–, feocromocitoma), intoxicación por
organofosforados, disautonomía familiar –neuropatía sensorial y autonómica hereditaria
tipo 3–.
Enviar al paciente a segundo nivel de atención médica ante la dificultad para mantener acceso
venoso, estado de somnolencia, crisis convulsivas, insuficiencia cardíaca, dificultad respiratoria,
fiebre y taquicardia.
PICADURA DE ALACRÁN Y ALACRANISMO. MED INT MÉX. 2020; 36 (5): 696-712. 4. NORMA
OFICIAL MEXICANA NOM-033-SSA2-2002, PARA LA VIGILANCIA, PREVENCIÓN Y CONTROL DE LA
INTOXICACIÓN POR PICADURA DE ALACRÁN. 5. FICHA TÉCNICA DE FABOTERÁPICO POLIVALENTE
ANTIALACRÁN. BIRMEX. SECRETARIA DE SALUD.
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1681
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5270654&fecha=28/09/2012
https://www.medigraphic.com/pdfs/medintmex/mim-2020/mim205k.pdf
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5223520&fecha=08/12/2011#:~:text=Que%20el%20
15%20de%20septiembre,d%C3%ADa%20siguiente%20de%20su%20publicaci%C3%B3n.
https://www.birmex.gob.mx/assets/faboter%C3%A1pico-antialacr%C3%A1n.pdf
Vivir en zona endémica para Latrodectus mactans (araña del trigo, araña capulina, viuda
negra, y mico-mico): León, Guanajuato y Guadalajara, Jalisco.
Vivir en zona endémica para Loxosceles Reclusa, Laeta (araña ermitaña parda, araña
violinista o araña reclusa marrón): Norte de México, Estados Unidos en su oeste medio y
sur, pero la araña se puede encontrar en todo su territorio.
Mantener condiciones óptimas para su habitad: piedras apiladas, cúmulos de maderas o
leña, en plantas, en grietas o agujeros, en terraplenes de suciedad y en graneros.
Verano: la mayoría de las mordeduras ocurren en esta época del año. Junio es el mes con
más mordeduras.
Por grupo de edad, las mordeduras ocurren predominantemente en niños entre los 10 y
19 años, pues éstos se encuentran realizando actividades en el campo tanto recreativas
como de ayuda laboral y, en ocasiones, por imprudencia capturan y manipulan las arañas
sin medir los riesgos.
A LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
Con respecto a la mortalidad por mordeduras de araña, los estados que más casos han
presentado son Ciudad de México, Jalisco, Puebla, Guerrero, Oaxaca y Sonora.
Los accidentes por mordeduras de arañas del género Loxosceles, siendo Loxosceles
reclusa, la especie más importante, junto con las del género Latrodectus.
Loxoscelismo:
o De las arañas reclusa, se han identificado seis especies en el Continente
Americano: L. arizónica, L. deserta, L. laeta, L. devia, L. rufescens y L. reclusa. Son
tímidas, atacan cuando se sienten agredidas. En sus características morfólogicas:
la HEMBRA es más grande y venenosa en comparación con el macho que mide
de 10 a 35mm. Tienen un cefalotórax de donde emergen 4 pares de patas y un
abdomen ovalado, tres pares de ojos (1 par anterior y 2 pares posteriores). Todas
las arañas Loxosceles son de color marrón, en ocasiones no tienen ninguna marca
de identificación a excepción de la hembra reclusa parda que la identifica una
marca en figura de violín (con la base en el extremo de la cabeza), de ahí su
nombre común o popular de "araña violinista".
o La mayoría de las mordeduras por estás arañas, ocurre en la noche o temprano
por la mañana. Son de hábitos intra y extradomiciliarios, tejen telarañas y sólo
muerden, cuando se les comprime contra el cuerpo al refugiarse entre las ropas
o toallas.
o Las mordeduras pueden ocurrir a través de la ropa de cama, cuando las víctimas
se están vistiendo, con la ropa que rara vez usan, o bien al ponerse los zapatos; los
pacientes también han sido mordidos mientras duermen. Se ha descrito que el
envenenamiento por este arácnido puede ocurrir en cualquier estación del año,
sin embargo, el período de mayor frecuencia del envenenamiento es durante el
verano. Las mordeduras también se han reportado que ocurren cuando se saca la
ropa para el frío.
o La timidez de las especies de Loxosceles y una alta tolerancia a los pesticidas para
su exterminio, dificulta su extinción ya que la distribución de los insecticidas como
los piretroides sintéticos o piretrinas naturales en los hogares, rara vez llega bajo
las rocas, a los rincones y en los apilados de leña donde la araña reside. Por lo que
es recomendable fumigar en estos lugares.
Latrodectismo:
o Se conocen cinco especies de la araña Latrodectus. En los Estados Unidos se han
identificado a la L. bishopi, L. geometricus, L. hesperus, L. variolus y L. mactans.
Las características morfológicas son de color marrón o geométricas, gris obscuro y
negro, tienen un cefalotórax, de dónde emergen 4 pares de patas y un abdomen
redondo, las hembras son más obscuras, más venenosas y significativamente
mayor que los machos, llegan a medir con las patas extendidas de 30 a 40mm en
comparación con el macho que mide 16 a 20mm. Los machos también son
capaces de morder, pero rara vez el envenenamiento es grave. Ambos son de
color gris oscuro o negro, con una figura rojo o naranja que en ocasiones aparece
en el abdomen ventral. Estas arañas tienen una mayor incidencia de
proliferación durante la primavera y verano.
o Este tipo de araña, se le encuentra en gran parte del Norte de América. La
hembra es responsable de la toxicidad local y sistémica, es de color negro
brillante, el abdomen es redondo, la caracteriza una cutícula roja en forma de
reloj de arena; sin embargo, en ocasiones la forma de reloj de arena se
distorsiona y se encuentran dos franjas rojas o una, estas últimas son variables.
Es frecuente que se encuentren en las habitaciones humanas.
o El veneno de la Latrodectus mactans, contiene una familia de NEUROTOXINAS
relacionadas, conocidas como lactrotoxinas, entre éstas se encuentran:
latrodectina alfa, latrocrustotoxina, latroinsectotoxina y neurexinas. Las cuáles
causan una ESTIMULACIÓN Y LIBERACIÓN DE LOS NEUROTRANSMISORES POR
EXOCITOSIS DE LAS VESÍCULAS MEDIANTE DOS MECANISMOS CALCIO-
DEPENDIENTE E INDEPENDIENTE DEL CALCIO EN LAS NEURONAS Y DE CÉLULAS
ENDOCRINAS. La alfa-latroxina presenta tres tipos de mecanismos de acción de las
neuronas, que llevan a la liberación de iones intracelulares como el calcio y el
sodio, terminando en la activación de las mismas. Uno de los mecanismos es el
realizado por la alfa-latroxina sobre a membrana citoplasmática, en la cual se
origina la aparición de poros que llevan a la salida de cationes divalentes y
monovalentes como el Ca++, Mg ++, K + y Na + de la célula. LA ACTIVACIÓN DE
CANALES IÓNICOS GENERA AL INICIO LA MASIVA LIBERACIÓN DE ACETILCOLINA,
NOREPINEFRINA, DOPAMINA Y EL GLUTAMATO, DE CATECOLAMINAS DE LAS
TERMINACIONES NERVIOSAS DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO.
PREVENCIÓN
Es recomendable sacudir la ropa de vestir y de cama, que ha estado guardada por tiempo
prolongado, además se debe de realizar una limpieza de las áreas; separar la cama de la
pared. Por último, antes de colocarse los zapatos deben sacudirse.
Loxoscelismo:
o General:
o El tratamiento general en la fase de emergencia es mantener la herida limpia y
descubierta, mantener a la víctima en reposo e inmovilizar la parte afectada del
cuerpo para evitar la propagación del veneno y una mayor lesión necrótica.
o La aplicación de hielo local en la lesión reduce el daño y la inflamación y
previene la propagación del veneno a través de la vasoconstricción. Es
importante señalar que hay estudios sustentables que han observado que la
enzima esfingomielinasa D aumenta su actividad con el calor.
o En todo paciente pediátrico o adulto, la lesión por mordedura de L. reclusae,
nunca deberá cubrirse el área afectada con vendajes u otro tipo de material, ya
que impedirá vigilar la evolución de la gravedad de la lesión.
o La profilaxis con antitoxina tetánica equina se recomienda en pacientes mordidos
por este arácnido.
o Esteroides:
o No hay estudios suficientes que justifiquen el uso de antihistamínicos y esteroides
para el loxoscelismo cutáneo, ya que se ha reportado un retraso en la granulación
y cicatrización de la lesión. SIN EMBARGO, EXISTE UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA
QUE SUSTENTAN EL USO DE ESTEROIDES EN LOXOSCELISMO CUTÁNEO-VISCERAL
EN FORMA OPORTUNA, ya que ayuda a mitigar la contribución del sistema
inmunológico en la morbilidad, ya que estabiliza la pared celular, reduciendo la
hemólisis y la liberación de radicales libres.
o EXISTEN NUMEROSOS ESTUDIOS QUE DOCUMENTAN QUE LA ADMINISTRACIÓN
DE ESTEROIDES SISTÉMICOS EN LOXOSCELISMO CUTÁNEO, ES MÁS PERJUDICIAL
y porque la forma del edema inducido por la esfingomielinasa-D, no es sensible a
éstos. CONCLUYENDO QUE EL USO DE ESTEROIDES, ÚNICAMENTE ESTÁ
INDICADO PARA LOXOSCELISMO CUTÁNEO-VISCERAL Y EN EL EMBARAZO.
EL TRATAMIENTO DEFINITIVO.
Este tiene dos sitios de unión específicos contra el veneno de Latrodectus sp. La
fracción Fc de la inmunoglobulina completa puede unirse a receptores de
monocitos y linfocitos, activa el complemento, y permite su transferencia
placentaria. Asimismo, es la región de la molécula con mayor capacidad
inmunogénica y antigénica. Todas estas características se eliminan en el
Faboterápico® disminuyendo considerablemente el riesgo del desarrollo de
efectos secundarios.
o Para que el veneno pueda ejercer su efecto tóxico necesita llegar al órgano blanco
de su acción nociva. Una vez en el órgano, debe acoplarse al receptor o sustrato
especifico donde ejerce su efecto tóxico. El Faboterápico® impide que el sitio
activo del veneno interactúe con su receptor, y por lo tanto evita que se
desencadenen los mecanismos fisiopatológicos de la intoxicación. Si el veneno
ya se unió a su receptor, se requieren fragmentos F(ab')2 que tengan mayor
afinidad por el veneno que la afinidad del veneno por su receptor para revertir la
intoxicación.
o Vía de administración: la vía de administración ideal es la intravenosa directa,
puede aplicarse por vía IM aunque su reacción es muy lenta.
o Grupos de edad y de riesgo: personas de todas las edades que hayan sido
mordidas por araña Latrodectus mactans.
o Esquema:
Intoxicación leve o grado 1 (dolor en el sitio de la mordedura, dolor de
intensidad variable en extremidades inferiores, región lumbar o abdomen
o en los tres sitios, diaforesis, sialorrea, astenia, adinamia, mareo,
hiperreflexia). En todas las edades aplicar un frasco.
Intoxicación moderada o grado 2 (manifestaciones leves más acentuadas y
disnea, lagrimeo, cefalea, sensación de opresión sobre el tórax, rigidez de
las extremidades, espasmos musculares, contracturas musculares y
priapismo). En mayores de 15 años aplicar de uno a dos frascos y en
menores de 15 años aplicar dos frascos.
Intoxicación grave o grado 3 (manifestaciones moderadas más acentuadas
y midriasis o miosis, trismus, confusión, delirio, alucinaciones, retención
urinaria, arritmias, taquicardia o bradicardia, broncoconstricción, rigidez
muscular generalizada). En mayores de 15 años aplicar de dos a tres
frascos y en menores de 15 años aplicar tres frascos.
o Dosis: 5 a 15 ml (Uno a tres frascos), que dependiendo de la severidad del cuadro
pueden aumentarse.
o Contraindicaciones: casos conocidos de alergia a los faboterápicos. No está
contraindicado en la embarazada que ha sufrido una mordedura de araña.
Durante la lactancia ésta debe suspenderse hasta que la paciente sea dada de alta.
o Reacciones secundarias: en personas hiperreactoras pueden presentarse
reacciones de hipersensibilidad tipo I y III. También puede llegar a presentarse una
reacción por complejos inmunes caracterizada por urticaria y artralgias después de
cinco a diez días de administrar el producto. En pacientes asmáticos se debe estar
vigilante para evitar complicaciones con un ataque de asma. En el caso de que el
o Existen ensayos controlados y serie de casos de antiveneno para viuda negra por
vía I.V. que han observado en un 5% reacciones adversas agudas, incluyendo
anafilaxis en 1-2% y reacciones tardías.
o Existen estudios que han observado que las reacciones adversas agudas se
presentan cuando el antiveneno para araña viuda negra es aplicado por vía I.V. en
forma rápida. Por lo que es recomendable que la velocidad de administración del
antiveneno sea en forma lenta y diluido en solución salina.
o Las reacciones tardías o Enfermedad del Suero, se presentan entre la 2ª a 4ª
semana, después de haber recibido el antiveneno para viuda negra, por lo que es
recomendable que cuando el paciente se haya egresado se le brinde información
de signos de alarma y se le den citas periódicas.
Loxoscelismo
o Cutáneo: La mayoría de las mordeduras por arañas se resuelven sin
complicaciones, cuando se realiza una intervención oportuna de ellas. Sin
embargo, en el loxoscelismo local por araña reclusa, la necrosis de la piel puede
ser grave y requiere de un exhaustivo manejo de la herida, hasta tratamientos
quirúrgicos y dependiendo del miembro afectado, en caso de que la lesión fuera
en la mano debe ser intervenido por especialistas de cirugía de mano.
o En pacientes que se reciben tardíamente en los servicios de urgencias, después de
7 días de haber sido lesionados por este arácnido, las secuelas de la necrosis se
extienden y dejan cicatrices, con un tiempo de curación de hasta 2 meses,
dependiendo de enfermedades coexistentes o la edad.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Como punto de buena práctica, los autores de la GPC, han considerado que, en las
enfermedades de diagnóstico diferencial, que comenta la literatura, están incluidas dos
entidades: síndrome de Steven Johnson y la Necrólisis Epidérmica Tóxica, las cuales NO
deben incluirse, ya que las manifestaciones dérmicas de estas entidades son
generalizadas y las manifestaciones dérmicas del Loxoscelismo son localizadas.
Los diagnósticos diferenciales en niños que reporta la literatura es con: alacranismo
(Latrodectismo), abdomen agudo, aneurisma abdominal, colecistitis, isquemia intestinal,
hipocalcemia y tétanos.
Latrodectus mactans VS picadura de alacrán del genero Centruroides: las dos especies
estimulan el sistema nervioso autónomo.
Latrodectus mactans VS serpiente coralillo (Micrurus): El veneno de las serpientes de la
familia Micrurus tiene polipéptidos de bajo peso molecular (neurotoxina alfa) que
bloquean la postsinapsis de las uniones neuromusculares en los receptores nicotínicos y
de acetilcolina. La alfa-latroxina presenta tres tipos de mecanismos de acción de las
neuronas, que llevan a la liberación de iones intracelulares como el calcio y el sodio,
terminando en la activación de las mismas. Uno de los mecanismos es el realizado por la
alfa-latroxina sobre a membrana citoplasmática, en la cual se origina la aparición de poros
que llevan a la salida de cationes divalentes y monovalentes como el Ca++, Mg ++ , K + y
Na + de la célula.
Loxosceles reclusa VS serpientes de la familia Viperidae: Crotalus (Serpiente de cascabel) y
Bothrops (La Nauyaca) generalmente son necrotoxicas y hematotóxicas al igual que L.
Reclusa.
Es evidente que no se desconoce acerca de las mordeduras por L. mactans durante el embarazo,
ya que hay pocos estudios sobre los efectos de envenenamiento durante el mismo, sin embargo,
se puede concluir que la alfa-latrotoxina es un
https://cenetec-difusion.com/gpc-sns/?p=1748
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5270654&fecha=28/09/2012
https://www.actuamed.com.mx/dochtm/23909.htm
http://www.facmed.unam.mx/sg/css/documentos_pdf/guia%20de%20tratamiento%202014.pdf
https://www.medigraphic.com/pdfs/revinfcie/ric-2018/ric182t.pdf