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Que, por este acto y conforme lo dispuesto en el artículo 2314 y siguiente del
Código Civil, vengo en interponer DEMANDA DE INDEMNIZACION DE
PERJUICIOS, en contra de MARKO ANTONIO BALTAZAR CAYO, empleado,
cédula de identidad 10.332.916-7, domiciliado en calle Soldado Ángel Muñoz,
número 827, de la comuna y región de Antofagasta, de acuerdo a los argumentos
de hecho y de derecho que paso a exponer:
ARGUMENTOS DE HECHO.
DE LOS ANTECEDENTES
DE LA VICTIMA DIRECTA
Rodrigo era una persona profesional con grandes sueños, aquel terminó sus
estudios superiores en la Universidad Católica del Norte, titulándose de Contador
Auditor en el año 2019, a la edad de 27 años. Una vez que se titula, Rodrigo prestó
servicios como contador auditor, en diferentes empresas, siendo su último lugar de
trabajo, Sociedad de Inversiones Duomaq Limitada.
Una vez que Rodrigo, Marko y María José, ingresan al centro de eventos Astore, la
fiesta se desarrolló con normalidad, sin embargo, según lo señalado por testigos,
Marko Baltazar Cayo, quien estaba a cargo de conducir el vehículo que trasladaría
a Rodrigo, había ingerido alcohol e incluso intentó besar a María José quien lo
rechazó, tras lo cual Rodrigo, se molestó. Según lo indicado por María José, a las
4:30 am, Rodrigo al ver el comportamiento de Marko, le indicó al demandado de
autos que se regresaría a su domicilio, indicándole a éste y a María José, que
solicitaría un Uber, sin embargo, Marko intentando disculparse, le insiste en que él
lo llevaría, “no estoy curado, si puedo manejar, no te enoji”, insistiendo que no se
fuera. A las 5:00 am, Rodrigo confiando en lo señalado por Marko, se sienta en el
asiento trasero detrás del conductor, mientras que María José iba de copiloto.
Marko Baltazar Cayo quien se encontraba en estado de ebriedad, al salir del centro
de eventos, aceleró el vehículo, en donde María José y Rodrigo, le solicitaron que
bajara la velocidad. Lamentablemente al llegar a la curva existente en la Avenida
Jaime Guzmán a la altura del número 06320 de la comuna de Antofagasta, 5:20
a.m., el vehículo Automóvil Chevrolet del año 2014, placa patente GHJR.65, que
era conducido por Marko Baltazar Cayo con dirección al norte de la ciudad de
Antofagasta, pierde el control traspasando el eje que divide la calzada,
colisionando de forma frontal con el Microbús de Transporte Público de la línea
121 placa patente JBHV.97, el que se dirigía al sur de la ciudad de Antofagasta, el
que al intentar esquivar el vehículo, conducido por Marko Baltazar Cayo, impactó
en la parte delantera izquierda del vehículo, donde se encontraba sentado Rodrigo,
hijo de mi representada, quien sufrió un corte en su cráneo y rostro, falleciendo en
el acto por un traumatismo cráneo encefálico facial.
ARGUMENTOS DE DERECHO.
Se debe de señalar que, en este caso, se configuran los 3 requisitos del daño:
1.-El daño es cierto, ya que es un daño que es real y efectivo y que se verifica con el
certificado de defunción de Rodrigo Montenegro Zevallos.
2.-El daño no ha sido indemnizado, ya que sin perjuicio que el demandado de
autos fue condenado en causa RIT O-7679-2022, del Juzgado de Garantía de
Antofagasta, pena que le fue sustituida por libertad vigilada intensiva, la
responsabilidad civil a diferencia de la de carácter penal, que guarda más bien
relación con la vulneración a la ley 18.290, tiene por objeto reparar el daño causado
y no castigar.
TOTAL…………………………………………………………………………$7.676.000,
más intereses, reajustes y costas.
DAÑO MORAL
Que, frente a lo anterior, esta parte solicita la suma de $100.000.000, en virtud del
daño moral.
Según nuestro Código Civil, ambos daños, tanto el daño material como moral, son
plenamente indemnizables:
El artículo 2314 del Código Civil, establece expresamente “El que ha cometido un
delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es obligado a la indemnización,
sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el delito o cuasidelito”.
Por su parte el artículo 2329 en su inciso I, establece “Por regla general todo daño
que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra persona, debe ser reparado
por éste”. De forma que todo daño es indemnizable, tanto el daño patrimonial,
como el daño moral. Fernando Fueyo, señala que la jurisprudencia chilena ha
tenido la oportunidad de recalcar que la palabra daño, comprende según el
diccionario de la Lengua, el perjuicio, dolor o molestia que se causa, por lo cual,
interpretando este vocablo en su sentido natural y obvio conforme lo dispuesto en
el artículo 19 del Código Civil, debe entenderse que comprende no solo el perjuicio
pecuniario, sino que también el de carácter inmaterial, que se ocasiona por un acto
ajeno.
N° 10. A los juicios en que se deduzcan las acciones civiles derivadas de un delito o
cuasidelito, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 59 del Código Procesal
Penal y siempre que exista sentencia penal condenatoria ejecutoriada.
4.-Mandato Judicial.
POR TANTO.
POR TANTO.
RUEGO A SS., tenerlo presente.
EN EL TERCER OTROSI: Que, por este acto vengo en proponer forma especial de
notificación al correo electrónico abogadoyasesoriaintegral@gmail.com
POR TANTO.