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DERECHO PROCESAL I

Martes 20 de marzo de 2001


PROFESOR: ALBERTO BALBONTIN

BIBLIOGRAFIA:
Constitución Política del Estado actualizada
CÓDIGO ORGANICO DE TRIBUNALES.
Curso de Derecho Procesal de Hugo Pereira Anabalón
La Jurisdicción – La Competencia de José Quezada Meléndez
Temas Fundamentales de Derecho Procesal de Francisco Hoyos
Iuris Dictio de Carlos Cerda Fernández
Los Actos Procesales de Juan Colombo Campbell
Fundamento de Derecho Procesal Civil de Eduardo Couture (uruguayo)
Teoría General del Proceso de Enrique Vescovi (Uruguayo)
Teoría General del Proceso de Hernando Devis y Chandía (colombiano)
Derecho Jurisdiccional de Juan Montero y otros (españoles)
Estudios de Derecho Procesal de Manuel Serra Domínguez (español)
Derecho Procesal de Valentín Cortés Domínguez y otros (españoles)
Tratado Teórico y Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial de Hugo Alcina
Principios de Derecho Procesal Civil de José Chiovenda
Sistema de Derecho Procesal Civil de Francisco Carnelutti
Instituciones de Derecho Procesal Civil de Piero Calamandrei

TAREA: CONTROL DE LECTURA “EVOLUCION Y FUTURO DEL DERECHO PROCESAL” DE JUAN


MONTERO A.

Acción, jurisdicción y proceso, son los 3 temas esenciales del derecho procesal.
Su campo de acción no es sólo el estudio del derecho, si no que abarca muchos más campos.
El autor (JUAN MONTERO A.) hace un análisis de la generación del derecho en la edad media,
pasando por varias etapas. Práctica Forense, Fundamentalismo, Procesalismo y Derecho Jurisdiccional.
Él estima que el centro de toda la actividad del Derecho Procesal está en el ejercicio de la
función jurisdiccional que posee el Estado, es una de las funciones del Estado Organizado.
Para este autor, el Derecho Procesal debería llamarse Derecho Jurisdiccional.
En primer lugar, veremos algunas consideraciones de Manuel Serra D., sobre la importancia de
la actividad jurisdiccional, que se despliega en torno a un proceso jurisdiccional, en donde hay un juez,
e intervienen como sujetos interesados los litigantes.
Serra lo denomina como “importancia de la jurisdicción y del juicio jurisdiccional dentro del
sistema del derecho”, entendiéndose por todas las normas del derecho, material y sustantivo y que
algunos llamaron derecho adjetivo.

- Derecho Material: Modo de comportamiento de los individuos en la sociedad. (C. Civil, C. Comercio,
C. Penal, Ley sobre Medio Ambiente, etc.). Establece mandatos de conducta de los individuos.

- Derecho Sustantivo: Conjunto de normas que regulan el modo en que los individuos deben
resolver sus conflictos jurídicos que los afectan, con la infracción de un derecho material, como por
ejemplo cometer un delito. Para solucionar estos conflictos se debe recurrir al derecho procesal, que
regula la forma en que los individuos deben resolver pacíficamente estos conflictos.

También hay otro método de solución de conflictos, cual es la fuerza, pero esto el derecho no lo
permite.
Cuando fallan ciertas formas de solución de conflictos interviene el Estado por medio de su función
jurisdiccional, a través de los jueces, y por medio del proceso busca la solución que el propio
ordenamiento establece.
El derecho sustantivo recibe su fundamentación práctica por medio del derecho procesal.
Si el comprador paga el precio y recibe la cosa, aplican derecho sustantivo.
Cuando uno de ellos incumple estas reglas o infracciona el derecho sustantivo, se debe recurrir a los
órganos jurisdiccionales para que estos resuelvan en igualdad.
Este autor (Serra Domínguez) reflexiona sobre esto, afirmando que el juez es el centro del
ordenamiento jurídico. La calidad de un ordenamiento jurídico no se mide tanto por la calidad de sus
leyes como por la calidad de sus jueces.
Lo que dice, es que aunque un país tenga leyes muy bien escritas, si no tiene un cuerpo de
magistrados idóneos, inteligentes, comprometidos y honestos, ese ordenamiento jurídico no cumplirá
con éxito el objetivo establecido por el legislador.
Aún así, si hay un mal sistema legislativo, anticuado, o mal formulado, pero tiene buenos jueces, ese
ordenamiento jurídico cumple con éxito la finalidad prevista por el legislador.
Adicionalmente, se puede decir que el ordenamiento jurídico puede tener muchos defectos, pero los
jueces, cuando se sienten comprometidos en la tarea de hacer justicia, y advierten que las partes
interesadas en un conflicto no tienen solución al mismo, estos jueces aún con leyes defectuosas
pueden lograr soluciones justas que se acerquen lo más posible al ideal de justicia.

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El tema de la justicia es muy delicado. Qué se entiende por justicia?
Normalmente las partes no quedarán contentas con la decisión del juez, ya sea que gane o pierda, por
eso es que la solución justa resulta discutible.

Para el observador objetivo, la solución es justa cuando ésta coincide con las normas del derecho
sustantivo, que sirve de base en la sentencia dictada.
La importancia del juez no sólo radica en que emitió un dictamen, sino que el juez está legitimado por
el ordenamiento jurídico para imponer esa decisión, aun por medios coercitivos (uso de la fuerza para
hacer cumplir el derecho).
“La Tutela Jurídica Efectiva” es una teoría española y dice que todas las personas tienen derecho a
recibir tutela de los jueces y los tribunales para el caso de su indefensión.

Jueves 22 de Marzo de 2001

LA IMPORTANCIA DE LA JURISDICCION Y LOS JUICIOS JURISDICCIONALES

La jurisdicción: Es aquella actividad que desarrolla el Estado y que es una de sus 3 funciones
básicas: Actividad, Jurisdicción y Proceso.

Juicios Jurisdiccionales: Se refiere con aquél momento culmine de la actividad jurisdiccional, que es
el órgano que desarrolla esta actividad, emite su sentencia.

Juicio: Existen dos acepciones


Se refiere a la decisión que arroja el juez.
Es todo el fenómeno por el que pasa una controversia jurídica entre partes y que desemboca en una
sentencia.
Cuando Montero habla del juicio jurisdiccional, se refiere a la primera acepción. El juez es el centro del
ordenamiento jurídico. Además dice que para conocer un ordenamiento jurídico no basta con leer sus
leyes, sino que también es necesario saber como se aplican esas leyes por parte de los órganos
jurisdiccionales.
Montero agrega que, los preceptos legales solo se limitan a señalar el deber ser, pero son los
tribunales de justicia los que expresan el ser.
Sin embargo, cuando se producen conflictos, incluso antes de estos, frente a la incertidumbre de una
conducta, los jueces declaran cual es el contenido de ese precepto legal, y cómo debe ser cumplido.
Destaca además la figura del juez como resolvedor de problemas.
Esto no significa que Montero plantee una oposición entre el ordenamiento jurídico positivo y la
autoridad jurisdiccional.
Hoy por hoy, la ley ocupa un lugar preponderante en la actividad jurídica de la sociedad. Es un dato
que el juez debe tener en cuenta al momento de emitir una sentencia.
Sin embargo, Montero llega a una conclusión, cual es que históricamente la jurisdicción estuvo delante
de la ley, y que actualmente también ocurre.
El derecho positivo no es otra cosa que la cristalización de los fallos que en base a la equidad o sentido
de justicia han adoptado los magistrados para resolver los conflictos que se han sometido a su
conocimiento.
Lo que primero nace es la decisión de los jueces (en la época de los romanos tenemos a los pretores),
y de ahí nace el derecho positivo.
Hoy primero está la ley y luego esta el juez, el cual debe aplicarla. El legislador prevé las soluciones y
además autoriza al juez para resolver conforme a la equidad.
El orden de los factores se invierte en la Revolución Francesa, específicamente en los Códigos
Napoleónicos.
La revolución se produce entre otros factores, por el fenómeno de injusticia. Los jueces servían
primero al soberano y luego a la justicia. Por eso se decía que los jueces eran la boca muerta de la ley.
Pero la ley se genera en el pueblo y estos eligen a los gobernantes, los cuales crean la ley.

El art. 1º del Código Civil dice que la ley es una declaración de la voluntad soberana. De aquí se
plantea la idea de que los jueces deben aplicar en su momento, mecánicamente el derecho positivo.
Los jueces ni siquiera podrían interpretar la ley para aplicarla.
Obviamente, este pensamiento duró muy poco porque los revolucionarios no lo aceptaron.
Recién en este momento se produce la inversión, donde el juez está al servicio de la sociedad,
solucionando mecánicamente los problemas.
Después de la Revolución Francesa, se estableció que el juez debía sujetarse a lo establecido en el
mandato legal.
Aún, hoy en día nos aparece esta porfiada realidad de que la solución a los conflictos necesariamente
debe ir siendo ofrecida por los propios jueces, porque la evolución de la humanidad plantea nuevos
desafíos y problemas que no han sido previstos por el legislador, y por ello los magistrados deben
proponer fórmulas de solución.
Los jueces, por el principio de inexcusabilidad, deben resolver los problemas, aunque no esté
legislado.

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A medida que se repiten los conflictos y las soluciones, el legislador las toma y las estabiliza en un
cuerpo legal, como por ejemplo, las leyes del medio ambiente o los problemas relativos a materias de
medio ambiente.
A partir de estas reflexiones es que surgen dos corrientes doctrinarias relacionadas con el fenómeno
jurídico, y que apuntan a establecer la relación que se da entre el derecho sustantivo y el derecho
procesal.

 Teoría monista: Dice que el derecho nace y se agota en la actividad jurisdiccional.


Hay quienes sostienen esta tesis, que no hay derecho fuera de él. El único derecho que existe es aquel
que nace en el proceso jurisdiccional, porque mientras no exista una orden, una decisión de un juez,
que en virtud de la facultad de imperio del juez, que es aquella facultad que les permite disponer de la
fuerza pública para la aplicación coercitiva del Derechos, de sus mandatos, todo lo que está fuera de
esto, carecerían de toda eficacia, y por ello se debe recurrir a la justicia, para hacerla cumplir. Por
ejemplo, si no me pagan el precio en la compraventa, debo recurrir al juez para que obligue al otro a
pagar.
 Teoría Dualista: Sostiene que el derecho está integrado por dos ordenamientos
- El ordenamiento material, que existe antes e independientemente del proceso; y,
- El ordenamiento procesal, el que permite que el proceso se desarrolle.

CONCEPTO DE DERECHO PROCESAL: El derecho procesal regula la aplicación jurisdiccional del


derecho, esto es, disciplina, como se produce, desarrolla y concluye la actividad necesaria para
actualizar en el caso concreto de que se trate la eficacia imperativa de las normas jurídicas, mediante
el mandato determinado y específico de la sentencia judicial. (Harriou y otros).
La norma legal es un mandato de carácter general, abstracto, no referida a un caso concreto, ni está
pensada para personas específicas.
El mandato contenido en una sentencia judicial es concreto y específico, porque en una figura que se
denomina el silogismo de la sentencia se toma una norma general y abstracta y se aplica en un caso
concreto, y ese mandato que obligaba a la sociedad termina especificándose en una situación dada, y
que es aplicable a personas determinadas.
¿Qué se desprende de la primera frase?
“El Derecho Procesal regula la aplicación jurisdiccional del derecho”.
El derecho entendido como un ordenamiento jurídico puede recibir dos formas de aplicación:
1. Una espontánea o voluntaria, la que se produce por ejemplo en una compraventa, se cumple
extrajudicialmente.
2. Pero cuando el derecho es incumplido o surge un conflicto, es necesaria la existencia de una
autoridad que determine como y cuando se debe cumplir, y esa autoridad es la autoridad
jurisdiccional, para lo cual desarrolla toda la actividad jurisdiccional necesaria para hacer cumplir
lo incumplido. Esto es lo que conforma el proceso jurisdiccional.
El Derecho Procesal tiene por función regular la aplicación del proceso jurisdiccional del derecho.

Luego dice “esto es, disciplina, como se produce, desarrolla y concluye la actividad
necesaria”.
Esto significa que el Derecho Procesal está encargado de fijar las reglas de conducta, tanto de los
órganos jurisdiccionales como de las partes litigantes, y eventualmente de los terceros que por alguna
razón se vinculan en los procesos (por ejemplo, peritos, receptores, policía, etc.).

Luego dice: “ para actualizar en el caso concreto de que se trate la eficacia imperativa de las
normas jurídicas, mediante el mandato determinado y específico de la sentencia
jurisdiccional”. Cuando dice actualizar, quiere decir que cuando el legislador crea el derecho positivo,
plantea las hipótesis y los efectos jurídicos que producen esas hipótesis, y sus preceptos legales
quedan establecidos en los códigos, y sólo se aplican cuando en la realidad se produce la situación
hipotética prevista por el legislador y se actualiza cuando opera. Por ejemplo el Código Penal (dictado
en 1875) sanciona al que mata.
Una norma jurídica no tiene ningún sentido sino existen los métodos idóneos para que se haga cumplir
voluntariamente o a través del uso de la fuerza, mediante la sentencia judicial.

Concepto simple: El Derecho Procesal puede ser definido también desde dos perspectivas, una
normativa y otra científica.

1. Perspectiva normativa: Conjunto de preceptos legales, normas y principios jurídicos que regulan
la organización y ejercicio de la organización jurisdiccional del Estado.

El campo del Derecho Procesal cubre tanto el ámbito orgánico (organización y atribuciones de
los órganos encargados de ejercer la función jurisdiccional), y también alcanza a la regulación del
ejercicio o manera en que estos órganos jurisdiccionales deben actuar para cumplir con los fines
previstos por el derecho. En otras palabras, como se llevan adelante los procesos.

2. Perspectiva científica: El Derecho Procesal es aquella rama de la ciencia jurídica que se ocupa
del estudio y desarrollo de aquella parte del ordenamiento jurídico que fija la organización y
ejercicio de la función jurisdiccional del Estado.
Así se aparece como una rama de la ciencia jurídica, con un desarrollo de la doctrina, que explica las
fronteras del conocimiento de esta rama jurídica que es el Derecho Procesal.

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LA JURISDICCION, LA ACCION Y EL PROCESO

1. LA JURISDICCION: (Héctor Fix Zamudio, mexicano) Es la función pública que tiene por objeto
resolver las controversias jurídicas que se plantean entre dos partes contrapuestas, y que deben
someterse al conocimiento de un órgano del Estado, el cual decide dichas controversias de manera
imperativa y en una posición imparcial.
De este concepto se puede destacar que:
Es una función pública (la función jurisdiccional), y el otro elemento importante es el que destaca la
idea de que
este órgano resuelve desde una posición imparcial, cual es un requisito fundamental de la función
jurisdiccional (principio de imparcialidad).

2. LA ACCION: Es el medio a través del cual los justiciables (todas las personas sometidas a la
autoridad de los órganos jurisdiccionales) requieren del Estado la intervención de sus órganos
jurisdiccionales para solucionar sus conflictos jurídicos que les afectan.

3. EL PROCESO: Es el instrumento formal del que se sirve el Estado para desarrollar su función
jurisdiccional, y que consiste en el conjunto de actos jurídicos que se cumplen en un orden
predeterminado, y que se unen por el fin que aspiran alcanzar.
Es una sucesión de actos procesales, unos tras otros, por ejemplo: demanda –> resolución que dicta el
tribunal respecto de la demanda -> notificación de la demanda -> contestación de la demanda –> etc.,
hasta llegar a la sentencia.
Todos estos actos se suceden unos de otros, van vinculados, aunque se desarrollan
independientemente uno de otro.

Estos 3 elementos fundamentales (jurisdicción, acción y proceso) constituyen los pilares sobre los
cuales descansa todo el fenómeno del Derecho Procesal.
Se vinculan entre sí en virtud del requerimiento que una persona puede formular ante un órgano
jurisdiccional del Estado, por medio de una acción, a fin de que tutele efectivamente sus derechos.
Esta acción se ejerce para que la función jurisdiccional actúe o se ponga en movimiento, conozca y
resuelva el conflicto, y el Estado lo hace por medio del proceso, instrumento por el cual los órganos
jurisdiccionales ejercen la acción. Las acciones gatillan el proceso.

UNIDAD Y DIVERSIDAD DEL DERECHO PROCESAL

UNIDAD:
Unos sostienen que el Derecho Procesal es sólo uno, que los principios, categorías, elementos
esenciales que conforman el Derecho Procesal son comunes a cualquier tipo de proceso.
La opinión mayoritaria reconoce la existencia de un solo Derecho Procesal, y esta opinión es sostenida
por los cultores del Derecho Procesal Civil, y desde los orígenes del Derecho Procesal Científico, los
procesalistas o científicos juristas la desarrollaron a partir de la experiencia u observación aplicada a
los procesos civiles.
DIVERSIDAD:
Este tema se vincula con el planteamiento que formula una parte de la doctrina, y que sostiene que el
Derecho Procesal no conforma una unidad, que no existe un sólo Derecho Procesal que contenga
principios, normas, una dogmática común, si no que sostienen que existen tantos derechos procesales
como derechos sustantivos, a los cuales es necesario aplicar el derecho procesal para su aplicación
jurisdiccional.

Los que sostienen la tesis de la diversidad son los cultores del Derecho Penal, dicen que no es posible
plantear la existencia de un solo Derecho Procesal, porque entre el proceso civil y el proceso penal hay
diferencias radicales, y que es imposible considerarlos como una sola rama de la ciencia jurídica.
Las principales razones que han planteado los separatistas son:
El interés comprometido en uno y otro caso (civil y penal).
Los que plantean la diversidad, dicen que el procedimiento civil es de interés privado, no hay un
compromiso social en el conflicto que les afecta. Ejemplo: conflicto entre arrendatarios.
En cambio el interés comprometido en el procedimiento penal, trasciende a quienes afecta el delito.
Trasciende por que el derecho penal es un conjunto de preceptos o normas que suponen la existencia
de hechos que atentan contra la convivencia ordenada, y que la sociedad los cataloga de tal gravedad,
que le asigna una pena a aquel que comete el hecho. Y como la sociedad ha establecido patrones de
conductas, esas mismas características es lo que determina que el interés del proceso afecta a la
sociedad toda.
Luego tenemos la inevitabilidad del proceso penal frente a la eventualidad del proceso civil.
Esto significa que atendidas las características del Derecho Penal, la única forma legítima por la que
una persona sufra sanción es por medio de la imputación de un delito, por medio de un proceso penal.
Nadie puede ser penado si no es previamente juzgado, y desde este punto de vista es inevitable.
Al contrario, en materia civil, el derecho admite que los conflictos por regla general, puedan ser
solucionados sin necesidad de llegar a un enjuiciamiento, por ejemplo por medio de la
heterocompensación del conflicto o la autocompensación del conflicto.
En materia penal esto no sucede, ya que igual se debe llegar a la sentencia definitiva.
Otro argumento se refiere a las atribuciones que tiene el juez en relación con los pleitos en
uno y otro proceso.
En materia civil impera el principio dispositivo, que se traduce entre otras manifestaciones, en que
los hechos sobre los cuales el juez debe emitir su juicio sólo van a ser conocidos por el juez en el

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proceso por medio de las gestiones que realizan las partes dentro del mismo. No tiene atribuciones
para investigar por sí solo ciertos hechos. Los hechos sólo llegan por medio de las partes.
En materia penal en cambio, impera el principio inquisitivo, y que se traduce en que el juez tiene
plenas atribuciones para investigar por sí mismo los hechos. Dirige la investigación, al margen de lo
que digan las partes.

Viernes 23 de marzo de 2001

El principio dispositivo importa desde el punto de vista de la disposición que tienen las partes para
exponer al juez, por medio de las pruebas.
El principio dispositivo comprende entre otras manifestaciones:
Impulso procesal
Las partes deciden si ejercen la acción
Establecimiento de los hechos
Este principio importa la facultad de disposición que tienen las partes sobre una serie de derechos que
pueden hacer valer en el proceso, que de alguna manera tiene una cierta aplicación fuera del proceso.
Las partes son las que deciden si ejercen o no la acción.
Normalmente en los juicios, la discusión versa en dos planos:
Discusión referida a los hechos o cuestión fáctica; y,
Discusión referida al derecho, discusión jurídica.

Es decir, la discusión puede versar sobre los hechos o puede versar sobre el derecho.
Estos dos ámbitos se discuten en un proceso jurisdiccional.

Si bien en la discusión del derecho las partes exponen su punto de vista, pero quien debe buscar en
el elenco de normas jurídicas la aplicable a la solución del proceso es el juez, en función de los hechos
expuestos, cual es la norma que mejor se adecua.

En relación con los hechos, la situación es distinta. En materia civil, el juez debe esperar que las
partes expongan los hechos acontecidos, y para ello las partes deben acompañar medios de prueba,
intentando convencer al juez de sus aseveraciones.
El juez no podrá investigar nada más que lo que las partes han informado. En este sentido, el juez en
materia civil, está limitado por lo que las partes puedan alegar o probar sobre los hechos expuestos.
Las partes son soberanas para proponer los hechos.

CARÁCTER INQUISITIVO:

En materia penal, cuando estamos frente a procesos inquisitivos (también hay acusatorios), los
cuales rigen en Chile (menos en las regiones 4º y 9º). Esto implica que el juez tiene plenas
atribuciones para investigar los hechos por su propia iniciativa.

Los que sostienen la unidad del derecho procesal, fundamentalmente son aquellos que han cultivado el
Derecho Procesal Civil, sostienen lo siguiente:

1.- El interés de las partes en uno (proceso civil) u otro caso (proceso penal); Respecto del primer
argumento, que no es posible hacer esta diferenciación respecto del interés de las partes. Ellos dicen
que en el proceso civil también hay un interés social, ya que si bien involucra a las partes en el
conflicto, la sociedad quiere que esos conflictos se resuelvan pacíficamente. Tanto así, que la función
jurisdiccional constituye una de las 3 funciones esenciales de todo Estado moderno, consagrada en la
Constitución Política, legislación, etc. Por esto no es efectivo que no haya un interés social.

2.- La inevitabilidad del proceso penal frente a la eventualidad del proceso civil; Respecto del segundo
argumento, también se sostiene como contra argumento, que en materia penal existen casos o ciertos
delitos donde el legislador permite que las partes logren un acuerdo directo entre ellas, sin que
necesariamente deba pasarse por un proceso penal. Por ejemplo, tratándose de delitos contra el honor
(injurias y calumnias), en delitos de materia sexual (violación o abusos deshonestos), en donde el
ofendido podría solicitar el término del proceso por haberse encontrado solución con el autor.

En materia penal se distinguen entre delitos de acción pública, acción privada y acción mixta.

a.- Acción Pública: La característica principal es que tan pronto como la autoridad estatal conoce de la
existencia de un hecho que encuadra con un delito, debe iniciar el proceso, condenando al autor o
absolviéndolo.
Por lo tanto, aquí no hay posibilidad de que las partes puedan ponerse de acuerdo en encontrar una
solución para que termine el proceso. El perdón del ofendido no pone fin al proceso.
b.- Acción privada: (por ejemplo injurias y calumnias),
c.- Acción mixta (por ejemplo la violación), por que aquí las partes involucradas pueden llegar a un
acuerdo, y de esa forma la autoridad judicial queda inhibida de iniciar un proceso, y aún habiéndose
iniciado el proceso las partes pueden terminarlo sin llegar a la sentencia.

3.- Otro argumento, es que reconocen que en materia civil las atribuciones del juez se encuentran muy
limitadas en relación a investigar los hechos, a diferencia de la materia penal, donde el juez tiene
amplias atribuciones para investigar en virtud del principio inquisitivo. Aunque en materia civil, en

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forma muy excepcional, se contempla una facultad del juez para investigar como por ejemplo las
medidas para mejor resolver o proveer, las que consisten en la facultad que tiene el juez cuando la
causa ha llegado al estado se sentencia, y él estima que no hay un hecho suficientemente aclarado,
puede decretar ciertas diligencias destinadas a comprobar la existencia o no de este hecho que no ha
quedado muy claro.
Estas medidas hacen la excepción al principio antes señalado.
Además de estas contra argumentaciones expuestas, ellos agregan a su vez otros argumentos para su
postura. Dicen que la función jurisdiccional es en si misma un fenómeno único, de donde se derivan
todas las normativas que regulan tanto los procedimientos civiles como los penales.
El Estado ejerce la función jurisdiccional a través de distintos procedimientos, pero todos ellos a partir
de una sola concepción: “La función jurisdiccional”, y esto queda demostrado en que los tribunales de
justicia por regla general son de competencia común, los cuales conocen de toda clase de materias
(civil, penal, menores, etc.)
En Chile hay mas o menos 400 Juzgados de Letras, 17 Cortes de Apelaciones y una Corte Suprema.
Todos conocen de todas las causas. De los 400 tribunales, más de 300 son de competencia común.

Conceptos tan básicos como acción o proceso, con toda la dogmática jurídica que conllevan, son
comunes y aplicables tanto a procesos civiles y procesos penales. Por lo tanto, también hay elementos
que demuestran la efectividad de la idea de la unidad del Derecho Procesal.
Las normas del derecho positivo que regulan la estructura y organización de los tribunales de justicia,
no distinguen entre tribunales del crimen y tribunales civiles. Por ejemplo el Código Orgánico de
Tribunales es un código único y general para todos los tribunales.
Si bien hay diferencias mas o menos notables entre la estructura de un procedimiento civil y uno
penal, no son tan relevantes como para plantearse que ambos procesos son distintos y separados
entre sí.

En el derecho positivo Chileno, un autor chileno - Hugo Pereira Anabalón - defiende la tesis de la
unidad. Menciona distintos preceptos legales que a su juicio demuestran esta idea de unidad.

Artículo 19 Nº3 de la Constitución Política: “Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe
fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre
las garantías de un racional y justo procedimiento”
Artículo 73 del la Constitución, que define la función jurisdiccional, “La facultad de conocer de las
causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a
los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la República ni el Congreso pueden, en caso
alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse a causas pendientes, revisar los fundamentos o
contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.

Artículo 79 de la Constitución establece la superioridad de la Corte Suprema dentro del Poder Judicial.
“La Corte Suprema tiene la superintendencia directiva, correccional y económica de todos los
tribunales de la nación....etc”. por lo tanto, sólo hay un tribunal superior.

Los artículos 5, 10 y 428 del C. de P.P. contemplan la posibilidad de que en un proceso penal, pueda
introducirse una acción civil, demostrándose nuevamente la unidad de las disposiciones para un
proceso penal y un proceso civil.

El artículo 43 del C.P.P. señala que se hacen aplicables al proceso penal las disposiciones comunes a
todo procedimiento, y que se encuentran en el libro I del Código Civil, las que se aplican en todo
procedimiento, salvo los especiales.
El Código de Procedimiento Penal dispone que en todo lo no regulado por ese código se regulará por lo
dispuesto en el Código Civil.

Martes, 27 de marzo de 2001

Toda esta disputa, si bien aún sigue vigente, respecto de que el derecho procesal sea distinto respecto
del derecho sustantivo que se trata, se funda sobre la base de distintas épocas. Hacia el siglo XIX y XX
regían procedimientos inquisitivos en materias civiles y penales.
Hacia mediados del siglo XX, se planteaba la idea de que los procesos civiles se basaban en un
principio dispositivo, donde el o los dueños del proceso eran las partes litigantes, donde el proceso era
dispuesto a los particulares para que solucionaran sus problemas. Además, el juez debía tener cierta
prescindencia en la suerte del proceso, mantenía el orden del juicio y tenía protagonismo en el fallo,
solucionando el conflicto por medio de la sentencia. Pero durante el juicio mantenía una actitud pasiva,
en virtud del principio de la pasividad (art. 10 inc. 1º del C.O.T. “Los tribunales no podrán ejercer su
ministerio sino a petición de parte, salvo los casos en que la ley los faculte para proceder de oficio”.

Esta norma apunta a que los jueces no pueden iniciar un proceso de oficio, ni tampoco pueden tener
iniciativa en ninguna actuación del proceso, sólo es una especie de árbitro.

En materia de proceso penal, la idea era (hasta principios del siglo XX), que estaban regidos por el
principio inquisitivo, el cual es a la inversa del principio dispositivo.
La iniciativa del proceso penal le corresponde casi exclusivamente al juez. Las partes son
prácticamente irrelevantes (procesos penales de acción penal pública). Aquí no rige el principio
dispositivo o pasividad.

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Esta estructura que tenían los procesos civil y penal hacia mediados del siglo XX cambió por el
desarrollo de la doctrina, especialmente porque sostenían el reconocimiento de ciertos derechos
consagrados en el ordenamiento jurídico.

Por ejemplo, un juicio entre un trabajador del supermercado Unimarc en contra del dueño. Aquí es
difícil que se de, por que detrás de cada parte hay apoyos económicos distintos, y la debilidad
económica del primero le impedirá, por ejemplo, conseguir buenos medio probatorios.
Cuando esto pasa, se produce un desequilibrio, una situación de desigualdad de las partes frente al
órgano jurisdiccional. Por eso no basta solo garantizarlos, y es así que se plantea que el juez debe ser
un “director” de los procesos y no ser solo un observador pasivo, debe ser una autoridad que regule la
igualdad en el desarrollo del proceso.
Tal vez jamás llegaremos a un estado ideal, pero por lo menos en materia civil se comienza a avanzar,
porque la facultad que tienen las partes comienza a estar controlada por el juez, el que tiene mayor
injerencia en la suerte del proceso.
En materia penal, la tendencia moderna es darle mayor protagonismo a las partes, lo que implica
restar protagonismo al juez, y en este sentido el proceso comienza a tener rasgos dispositivos, y es
por eso que los procesos modernos no tienen ese carácter inquisitivo, ya que se rigen por una lógica
distinta, por el principio acusatorio.
Una de las manifestaciones de esta disponibilidad es que en nuestro nuevo Código Penal se incluyan
nuevas formas, como acuerdos preparatorios, etc., que suspenden un proceso cuando el acusado, el
fiscal y eventualmente la víctima, se ponen de acuerdo y se soluciona el conflicto.

La conclusión de todo esto es que, nuestros procesos penales y civiles discurrían por rieles distintos
entre si (dispositivo – inquisitivo). Hoy llevan un curso convergente, y con el tiempo tal vez
encontremos que ambos sistemas se encuentren.

El Derecho Procesal se puede dividir en:

1.- DERECHO PROCESAL ORGANICO


2.- DERECHO PROCESAL FUNCIONAL

1.- DERECHO PROCESAL ORGANICO: Es aquella rama del Derecho Procesal, compuesta por el
conjunto de normas, preceptos o principios legales que tienen por objeto fijar la estructura,
organización y atribuciones de los órganos encargados de ejercer la función jurisdiccional del Estado.
Decide por ejemplo la cantidad de tribunales de un país, su orden interno, su jerarquía, su
competencia, etc. Está consagrado en el Código Orgánico de Tribunales y la Constitución Política.

2.- DERECHO PROCESAL FUNCIONAL: Se entiende como el conjunto de normas que regulan la forma
bajo la cual los órganos jurisdiccionales deben desempeñar sus atribuciones (como deben actuar en la
práctica).
También admite subclasificaciones, que se refieren fundamentalmente a la manera en que los órganos
jurisdiccionales deben actuar frente a los requerimientos de cada una de las ramas del derecho
sustantivo en que se genere el conflicto. Así tenemos:
Derecho Procesal Funcional Civil
Derecho Procesal Funcional Penal
Derecho Procesal Funcional Administrativo
Derecho Procesal Funcional Laboral
Derecho Procesal Funcional de Menores
Etc.

LA LEY PROCESAL

Concepto: “Es aquella que regula el ejercicio de la función jurisdiccional del Estado”.

José Quezada Meléndez la define como “la norma jurídica que regula la actividad jurisdiccional del
Estado para la aplicación de las leyes de fondo, organiza el Poder Judicial, determina su competencia y
establece la actuación del juez y de las partes en la sustanciación del proceso”.

Debemos tener clara la distinción entre ley procesal y ley de fondo (a propósito del recurso de casación
en el fondo o en la forma), por que es muy común que el legislador dicta cuerpos legales destinados a
establecer derechos sustantivos, pero se le incorporan normas de carácter procesal. También se ve por
ejemplo en el Código del Trabajo, que dedica un libro completo a la tramitación del proceso.

FUENTES DEL DERECHO PROCESAL

Las fuentes se pueden distinguir entre:


Fuentes Directas
Fuentes Indirectas

1. - FUENTES DIRECTAS: Corresponden a disposiciones de derecho positivo, que pueden ser


citadas eficazmente en un proceso para fundar un acto de procedimiento. (Hugo Alcina)
Es decir, que tanto las partes litigantes, como el juez, pueden apoyarse en las peticiones los primeros
y en su decisión el segundo, para fundar un procedimiento.
Dentro de las fuentes directas, cuyo orden no es jerárquico, tenemos:
La Constitución Política del Estado
Las Leyes Procesales

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Los Autos Acordados
Las Convenciones Internacionales

LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO: Puede ser citada como la fuente directa más importante
del derecho Procesal.
Mirada desde la perspectiva del Derecho Procesal, es importante porque es el cuerpo normativo
fundamental del Estado, que destina parte de sus disposiciones a establecer la estructura y
organización de los órganos del Estado encargados de ejercer la función jurisdiccional.
Además son principios fundamentales en el plano funcional en que debe ejercerse la función
jurisdiccional.
En el capítulo VI se regula al Poder Judicial (art. 73 al 80).
Hace 3 años se modificó la Constitución agregando el capítulo VI A, agregando al Ministerio Público,
que forma parte del Poder Judicial.

Además hay diversas disposiciones que tienen vinculación directa con la actividad jurisdiccional del
Estado, como por ejemplo el artículo 19, especialmente el principio del debido proceso (art. 19 Nº3
indico 5º), y que apunta a fijar una base fundamental que se refiere a la actividad funcional de los
órganos jurisdiccionales, a lo que es el ejercicio de las potestades jurisdiccionales de los órganos del
Estado. Este principio establece deberes tanto del legislador como de los jueces.
También está la disposición del artículo 19 n°7, que se refiere a la Libertad y seguridad personal.

Además existen los recursos de amparo y protección, que son mecanismos de carácter jurisdiccional,
que permiten una tutela eficaz de las garantías de los derechos individuales, consagrados en la
Constitución Política.
La Constitución consagra los ideales de justicia o bien común que persigue toda sociedad organizada, y
por lo tanto, es la primera fuente directa del Derecho Procesal, todas las ramas del derecho, y al cual
las partes y los jueces pueden remitirse cada vez que requieran ejercer un derecho o potestad. Es la
ley fundamental de un Estado.

Jueves 29 de marzo de 2001

Tradicionalmente se ha sostenido que la Constitución Política contiene un conjunto de disposiciones de


derecho positivo que organiza al Estado, fija sus principales órganos, como deben relacionarse entre sí
y señala sus atribuciones.
Consagra además un conjunto de derechos garantizados por el Estado y que van en directo beneficio
del individuo.
Además de estos objetivos, se dice que la Constitución tiene como principal destinatario al legislador,
lo que significa que debe actuar conforme al campo de atribuciones que señala la propia Constitución.
Además, los derechos que el Estado consagra, no tienen más finalidad que constituir parámetros, a los
cuales debe ceñirse el legislador a la hora de concretar esos derechos en las distintas leyes que dicta.

Sin embargo, esta doctrina ha venido siendo modificada en el sentido que ya no se considera que la
Constitución está para el consumo de los políticos que van a detentar la potestad, o de los
legisladores, si no que sus disposiciones pueden ser invocadas por los justiciables en defensa de sus
derechos y pueden y deben ser aplicadas por los órganos jurisdiccionales.
Esto tiene particular relevancia por cuanto desde mediados del siglo XX surgió la conciencia en el
mundo del pensamiento, que ya no bastaba que las constituciones políticas reconocieran los derechos
fundamentales del la persona humana, y reconocidos como garantías, si no que se hacía necesario
establecer los mecanismos procesales que hicieran posible darles una efectiva tutela, que fueran
efectivamente protegidos por los órganos jurisdiccionales y por el Estado.

Así nace el Recurso de Protección, que ya venía de otros países ,el Recurso de Amparo viene de la
Constitución de 1925, cuya finalidad era la protección y tutela a los derechos relacionado con la
libertad personal o libertad de desplazamiento, el derecho a no ser aprehendido, sino en los casos que
la ley así lo autorice.
Este recurso viene de la Carta Magna Inglesa o de la Leonesa.

Probablemente uno de los países que le consagró este resguardo fue en México, el que consagraba
todos los derechos fundamentales, y así se extendió a los otros países (Brasil, Argentina, etc, y uno de
los últimos fue Chile).
Además, en la mayoría e los países, al Recurso de Amparo se le denomina Habeas Corpus, y a lo que
nosotros llamamos Recurso de Protección, en otros países se le denomina Recurso de Amparo,
Amparo, etc.
En Chile, el Recurso de Protección tiene la virtud, no solo de proteger efectivamente ciertos derechos
consagrados en la Constitución Política de los justiciables, si no que además, tiene la virtud de haber
hecho ver a los juristas el derecho desde un punto de vista distinto, que tenía una trascendencia
práctica en la vida de los individuos, y que era posible invocar los recursos señalados en la
Constitución para proteger los derechos de las personas.
Hoy por hoy, una gran parte de los trabajos de los tribunales superiores de justicia se avocan a los
Recursos de Amparo.
Además se vio la posibilidad de aplicar la Constitución a las distintas ramas del derecho.

Antes por ejemplo, en Derecho Civil sólo se estudiaba el Derecho Civil. Hoy se ha ido
constitucionalizando. Existe cierta convergencia.

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Hoy también vemos cierta convergencia de Derecho Público en otras ramas del Derecho Público, como
por ejemplo el Derecho Penal y Derecho Procesal, no obstante que durante mucho tiempo el Derecho
Procesal se encasillaba dentro del campo del Derecho Privado.
El Recurso de Protección establece un procedimiento (establecidos por un Auto acordado de la Corte
Suprema) bastante breve.
El Recurso de Protección surge en el tiempo de la Unidad Popular, protegiendo el Derecho de Propiedad
(por ejemplo, el problema que presentaban las tomas).

b.- LA LEY PROCESAL (EN SENTIDO ESTRICTO): Esta es la segunda fuente del Derecho Procesal. Aquí
encontramos los códigos Procesales (Código Orgánico de Tribunales, Código de Procedimiento Civil,
Código de Procedimiento Penal, Código Procesal Penal, Código de Justicia Militar, Código del Trabajo,
etc.)
La Ley Procesal como fuente en el Derecho Procesal tiene importancia, porque es el primer auxilio que
tienen los litigantes y el juez frente a la necesidad de solucionar un conflicto jurídico. Es hacia lo
primero que se dirige la mirada para buscar la norma de solución.
La Ley Procesal constituye el orden normativo de jerarquía a la Constitución Política, y cuya finalidad
es fijar el detalle de la organización, atribución y forma de ejercer la función jurisdiccional sobre la
base del marco fijado por la Constitución.
Couture dice que la Ley Procesal reglamenta la garantía de justicia que emana de toda Constitución
Política.

La Constitución consagra el derecho de justicia, a obtener justicia en sus problemas, pero no llega
mucho más allá, por eso es que la encargada de reglamentar el procedimiento es la Ley Procesal.
Obviamente la Ley Procesal debe observar rigurosamente el marco jurídico fijado con la Constitución,
de lo contrario sería inconstitucional.
Por ello, la Ley Procesal tendrá eficacia y validez mientras sus disposiciones no contravengan a la
Constitución.
La Ley Procesal cuenta con algunas características, destacando la autonomía que tiene frente a los
derechos sustantivos. Es un derecho instrumental, que permite llevar a la práctica los preceptos
establecidos por el derecho sustantivo.

CARACTERISTICAS DE LA LEY PROCESAL:

1.- La autonomía: La ley procesal es autónoma, por referencia a las leyes sustantivas, en cuanto la
ley procesal no depende en su existencia de las normas sustantivas, existe por sí misma, y conforma
un ordenamiento jurídico distinto y separado de cada una de las ramas del derecho sustantivo.
Esta autonomía no obsta a que deba considerar los elementos propios del derecho sustantivo, cuando
se trata de establecer los procedimientos concretos destinados a tutelar los derechos consagrados en
el derecho sustantivo.

Sobre la acción se han planteado muchas teorías y una de las teorías postula como frase identificatoria
de ella que “la acción es un derecho puesto en movimiento”, se refiere a que el derecho sustantivo
cuenta entre sus elementos integradores a la acción que permite reclamar la tutela del derecho
sustantivo.
Esta teoría es una derivación de la concepción romana de la acción o la actio.

Como en sus orígenes se planteaba que la acción era un elemento del derecho sustantivo, se
planteaba también que el Derecho Procesal, en el fondo era también como una suerte de apéndice del
derecho sustantivo.
El Derecho Procesal Civil se concebía como parte integrante del Derecho Civil.
En virtud de la evolución de esa ciencia jurídica, especialmente en esta rama, los juristas procesales
establecieron una cierta autonomía que cada vez fue más aceptada, y de ahí nace esta característica
de autonomía.

2.- Es unitaria, en el sentido que sus diferentes expresiones dirigidas a ofrecer un cause jurisdiccional
a la acción de las controversias originadas a partir de las distintas ramas del derecho sustantivo.
También se dice que es unitaria por que las expresiones responden a un principio común en todas las
ramas del Derecho Procesal. Por ejemplo: Partes, notificaciones, recurso, tribunal, acción, proceso,
etc. Todos conceptos comunes al Derecho Procesal, independientemente del derecho sustantivo que se
trate, y esos conceptos comunes son lo que dan unidad al derecho y especialmente a la ley procesal.

3.- Es imperativa, en el sentido de que por pertenecer al ámbito del Derecho Público (porque
organiza y regula una de las principales funciones del Estado), las normas procesales que las
constituyen son siempre imperativas, no están entregadas a la libre disposición de las partes, no
pueden modificar sus efectos, aunque se pongan de acuerdo.
Por ejemplo, los juicios comienzan generalmente por la primera instancia, por los jueces de letras. Las
partes no podrían ponerse de acuerdo en empezar el juicio en la Corte de Apelaciones.

c.- LOS AUTOS ACORDADOS: Esta es la tercera fuente del Derecho Procesal. Son cuerpos normativos
de carácter imperativo y de aplicación general, que se originan en los tribunales superiores de justicia,
y que expresan acuerdos adoptados por estos, con la finalidad de proveer a un mejor funcionamiento
de la actividad que desarrollan los órganos jurisdiccionales.
Generalmente buscan integrar la ley procesal, o perfeccionarla cuando los tribunales de justicia se
encuentran con que los preceptos legales no ofrecen la solución a los problemas concretos con que se

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encuentran en materia procesal, entonces dictan autos acordados para llenar estas lagunas o aclarar
las dudas que se produzcan.
Buscan potenciar el servicio judicial. Como son cuerpos normativos de aplicación general, se hacen
exigibles a todos los justiciables que deban litigar ante los órganos jurisdiccionales y exigir su
aplicación a los tribunales sobre los cuales recae el auto acordado.
Por ejemplo, si la Corte de Apelaciones de Valparaíso dicta un auto acordado, debe ser observado por
todos los tribunales de su jurisdicción.

Los autos acordados constituyen una de las manifestaciones de la facultad económica que se reconoce
a los tribunales de justicia.
Desde el punto de vista del control, son un tema complejo.
Tienen por finalidad perfeccionar un determinado sistema procesal, lo que surge por eventuales vacíos
o interpretaciones de determinados preceptos. Por ello se aconseja que los tribunales de justicia dicten
autos acordados que regulen estas materias. Por ello no deben exceder las atribuciones establecidas
en el marco de la ley, si no respetar ley.
El Tribunal Constitucional podría intervenir, dejándolo sin efecto, o bien la Corte Suprema, por medio
de un Recurso de Inaplicabilidad. Sin embargo no existe ningún tipo de control, y por ello pueden
establecer disposiciones que colisionen con las disposiciones legales que regulan determinadas
materias.
Por ejemplo, el auto acordado sobre la tramitación del Recurso de Protección, que dice que la Corte
Suprema debe dictar un auto acordado destinado a reglamentar el Recurso de Protección.
Nace en el acta constitucional Nº3, que tenía rango constitucional.
Pero la Corte Suprema, por razón de práctica, dictó el auto acordado que estableció una serie de
requisitos y restricciones, que limitaban en cierta forma el Recurso de Protección, y que ni siquiera
esas limitaciones estuvieron en la mente del constituyente, como por ejemplo el plazo de 15 días para
deducir el recurso, en circunstancias que originalmente no se establecía ningún plazo para su
interposición. Sin embargo, la Corte Suprema fijó ese plazo, lo cual va en perjuicio de los justiciables,
porque vencido el plazo, caduca.
Estableció además una segunda instancia, que tampoco estaba contemplada.
Luego fue modificado y siguió introduciendo limitaciones, como por ejemplo, si cumple o no con
determinados requisitos.
Todo esto es un exceso por parte de la Corte Suprema, y han sido criticadas porque no está autorizada
por el texto constitucional, pero no hay quien controle esta situación.
Esto no significa que todo lo que ha hecho la Corte sea malo, ya que también el hecho de, por ejemplo
poner un plazo, ordena el hecho de que se interpongan recursos de hechos ocurridos hace 30 años
atrás, lo cual no quita que sea un exceso.

Los autos acordados pueden ser clasificados según la iniciativa:

a.- aquellos que se dictan por iniciativa del tribunal (Corte Suprema – Corte Apelaciones).
Así ocurrió por ejemplo, con el auto acordado sobre tramitación del Recurso de Queja de 1972.
También ocurre con el auto acordado de 1932 sobre tramitación de Recurso de Inaplicabilidad. En
ambos casos, la Corte Suprema dictó un auto acordado porque estimó que era necesaria la existencia
de un procedimiento en la materia, el cual está en el apéndice del Código de Procedimiento Civil.

b.- Los autos acordados dictados en virtud de algún mandato por la autoridad constituyente o
legislativa, por ejemplo el auto acordado destinado a regular la tramitación del Recurso de Protección.
También se ha discutido sobre la supervivencia de esta facultad y de los autos acordados.
Otro ejemplo de auto acordado por mandato, es el auto acordado sobre la forma de las sentencias, del
año 20, por la ley 3290 de 1918.

Viernes 30 de marzo de 2001.

d.- LOS TRATADOS INTERNACIONALES: Son convenciones que celebran los Estados entre sí, ya sea
bilateral o multilateralmente, en virtud de los cuales se comprometen a desarrollar determinados actos
y conductas en sus relaciones recíprocas.

El objeto puede ser de distintas naturalezas. Pueden referirse a temas relacionados con el intercambio
comercial de los Estados, como deben relacionarse los diplomáticos, etc., y también pueden establecer
formas de vinculación entre los Estados en materias de orden procesal, por ejemplo como debe
cumplirse la sentencia dictada en una país x, en otros país determinado, como se notifica una
resolución etc.
Los Tratados Internacionales son ratificados por Chile, suscritos por el Presidente de la República y
ratificados por el Senado. Pasan a formar parte del ordenamiento jurídico interno, y tienen la misma
fuerza obligatoria que una ley dictada por el parlamento.

Desde este punto de vista, reconociéndose a los Tratados Internacionales, o teniendo una equivalencia
a los textos legales aprobados por el Parlamento, constituyen fuentes directas del Derecho Procesal, y
lo serán cuando contengan disposiciones que encuadren dentro del campo del Derecho Procesal.
Los Tratados pueden contener normas de orden penal. Civil, laboral, etc., y desde esta perspectiva,
pueden ser aplicadas por los tribunales de justicia.

Existen distintos tratados, por ejemplo, de tratados que contienen normas procesales.
a.- Uno de los más importantes es el Código de Derecho Internacional Privado o Código de
Bustamante.

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Este es un tratado que vincula a prácticamente todos los países del continente Americano, y contiene
disposiciones distribuidas en distintos libros, relativos a materias de orden civil, penal, comercial, y en
el libro IV contiene disposiciones de orden procesal internacional.

b.- También hay tratados con gran trascendencia, por ejemplo:


Pacto de San José de Costa Rica, cuyo nombre exacto es “Convención Interamericana de Derechos
Humanos”, publicado en el D. Oficial el 5 de enero de 1961. Su artículo 8º regula las garantías
judiciales. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no
se establezca legalmente su culpabilidad. Luego el artículo 25 regula la “Protección Judicial”, el cual
sostiene que toda persona tiene derecho a un recurso sencillo que los ampare. Estas son las
disposiciones aplicables al campo del Derecho Procesal.

c.- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, publicado en el
Diario Oficial del 29 de abril de 1989. El artículo 14 establece más o menos los mismos derechos que el
San José de Costa Rica.

d.- Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes,
publicado en el Diario Oficial del 26 de noviembre de 1988. Este se usó para disponer la detención del
General Pinochet en Londres.

Se produce un conflicto cuando un Estado se compromete o se adhiere a los Tratados Internacionales


constitucionalmente. El artículo 5º de nuestra Constitución establece “El ejercicio de la soberanía
reconoce como limitación los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana ...”

Uno de los Tratados Internacionales ratificados por Chiles es el de San José de Costa Rica.
El capítulo 8º de este pacto, instituye la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y el art. 68
señala que los Estados partes se comprometen a acatar la decisión de esta Corte.
La soberanía nacional está condicionada al artículo 5º de nuestra Constitución. Además Chile se
comprometió voluntariamente a someterse al pacto.
Por algunos se sostiene que los tratados no sólo están al mismo nivel jerárquico de las leyes, incluso,
tratándose de convenciones internacionales sobre derechos humanos, cada vez que estos colisionen
con preceptos constitucionales, el país debería a lo menos modificar la Constitución, es decir de algún
modo estos Pactos Internacionales tienen un rol de supremacía respecto de los preceptos
constitucionales.

FUENTES INDIRECTAS DEL DERECHO PROCESAL

Dentro de las fuentes indirectas tenemos:


- La Doctrina
- La Jurisprudencia
- El Derecho Extranjero
- El Derecho Histórico
- Los Usos y Costumbres
- La Equidad Natural

Que sean fuentes indirectas significa que sirven para apoyar o ilustrar una opinión, pero jamás
vinculan u obligan al juez a fallar conforme a estas fuentes indirectas.
En nuestro país no tiene fuerza, pero por ejemplo, en el Commonwelt la jurisprudencia sí tiene
importancia.

Jueves 05 de abril de 2001

INTERPRETACION DE LA LEY PROCESAL: Técnicamente no existen normas específicas, salvo las


disposiciones del Código Civil entre los artículos 19 al 24. Por lo tanto, ante la dificultad de aplicar
preceptos legales de carácter procesal, el juez tendrá que comenzar por los criterios de interpretación
consagrados en el Código Civil, cuales son:
- Principio Histórico
- Principio Gramatical
- Principio Sistemático
- Principio Lógico

Adicionalmente, y considerando que el Derecho Procesal que hoy se desplaza dentro del ámbito
público, las normas del Derecho Procesal no sólo pueden ser interpretadas conforme a los criterios del
Código Civil.
Los procesalistas sostienen que no pueden interpretarse de la misma manera.
En materia procesal también se deben contar con otros criterios de carácter más bien formalista.
Atendido que el Derecho Procesal cumple una función instrumental, en la realidad, es necesario que
sus normas sean interpretadas en función de los fines que buscan. Es decir, permitir la aplicación
práctica de derechos sustantivos, a fin de solicitar la solución de los conflictos entre los justiciables.

Por eso, existen ciertos principios jurídicos elaborados por la ciencia jurídica procesal, que
complementan los criterios del Código Civil, de manera de tener una interpretación de las normas
procesales frente a problemas de interpretación.
Hemos hablado así de principios inquisitivos y dispositivos. Ya vimos como operan, por lo tanto, frente
a un problema de interpretación o determinar el verdadero sentido de una norma, puede ser posible

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encontrar ese sentido aplicado al principio dispositivo, debido a la importancia que tienen las partes
litigantes en el proceso.

Otros principios, como el de Preclusión Procesal, Presunción de Inocencia, Pro Reo, sirven para ilustrar
al intérprete para fijar el sentido de las normas procesales, cuando esta no están claras.
Llama la atención de que el juez no sólo debe interpretar la ley procesal, si no que también es
responsabilidad suya interpretar la norma de derecho sustantivo que se deba aplicar.
Por ejemplo, el juez debe interpretar el artículo 200 del Código Penal o el 1315 del Código Civil según
la naturaleza del conflicto.

INTEGRACION DE LA LEY PROCESAL

La integración se refiere a la actividad que debe hacer el operador jurídico, específicamente el juez
frente a los casos denominados de lagunas legales, donde el legislador no ha previsto la hipótesis de
los hechos que se plantean al juez y que éste debe resolver.
Los jueces están sujetos a la inexcusabilidad. El art. 10, inciso 2º del C.O.T. dispone: “Reclamada su
intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no podrán excusarse de ejercer su
autoridad ni aún por falta de ley que resuelva la contienda sometida a su decisión.” Este mismo
precepto se observa en el artículo 73, inciso 2º de la Constitución Política.
El legislador se hace cargo que es imposible de que se plantee todas las hipótesis de los hombres, y
por ello hay muchas hipótesis que no están reguladas por ley.
La libertad de los hombres trae consigo que debe ser asumida con responsabilidad.
Los jueces igualmente deben asumir su deber de administrar justicia y dar una solución al conflicto y
en virtud de eso cuando hay lagunas legales, el juez debe aplicar diversos criterios

1.- La analogía: Consiste en que el juez, ante un vacío legal, debe buscar dentro del ordenamiento
jurídico una norma que en otro ámbito regule una situación análoga que la que se trata de resolver en
un caso concreto, y una vez que la encuentra, debe buscar la Ratio Legis o el fundamento de la norma,
y así, aplicarlo al caso concreto.
Se dice que la analogía es tomar una norma similar y aplicarla al caso concreto, aunque lo que se
aplica no es la norma, sino el fundamento que inspiró al legislador en esa situación para resolver el
conflicto.

2.- La aplicación de los principios generales del derecho: El contenido que se le da a esta expresión
(principios generales del derecho) es muy discutida, porque ¿qué se entiende por principios generales
del derecho?.
Para algunos, están constituidos por las normas de derecho natural, que sería el sentimiento de
justicia natural de toda persona que trata de hacer el bien y evitar el mal.
Para otros, los principios generales del derecho están contenidos en los principios que inspiran cada
ordenamiento jurídico específico, y que se obtienen por inducción a partir del conocimiento de los
preceptos legales concretos.

EFECTOS DEL DERECHO PROCESAL EN EL TIEMPO

Como es razonable y necesario, el legislador produce permanentemente preceptos, normas legales que
modifican, alteran el ordenamiento jurídico o regulan materias que no han sido reguladas. Esas nuevas
leyes producen estos efectos.
A su vez, el proceso, el fenómeno procesal, este instrumento o mecanismo del que se sirve el Estado
por medio de los órganos jurisdiccionales para darle un cause de discusión ordenada y pacífica a los
involucrados en los conflictos a la decisión de un juez, ese fenómeno tiene duración en el tiempo.

Definimos el proceso como un conjunto de actos, que se van sucediendo uno tras otro en función del
objetivo final, que es la sentencia. No existe un proceso que nazca y se agote en un solo acto. Por ser
procesos se despliegan unos de otros.
Por ello es perfectamente posible, y de ocurrencia muy común, que desde que surge un conflicto y
hasta que éste ha finalizado en virtud de sentencia judicial, pueden surgir leyes que alteren la
legislación al momento de iniciarse el conflicto o que alteren el proceso por el cual se resuelve el
conflicto.
Como un juicio puede durar mucho tiempo, puede en ese intertanto dictarse leyes que lo afecten. Por
ello es que los efectos del Derecho Procesal en el tiempo se aprestan a resolver el problema que se
plantea en un conflicto, en cuyo inicio existía un ordenamiento jurídico “A”, pero que durante su
desarrollo se transformó en “B”. Por ejemplo, se dice que este juicio que se inicio en tal tribunal, debe
seguir siendo tramitado en tal otro tribunal, o que si se fijaba un plazo de 15 días para contestar la
demanda, ahora será sólo de 10 días.
Estos problemas se dan permanentemente porque el legislador esta constantemente creando normas.
¿Cómo se resuelve este problema?
Existen soluciones doctrinales y legales del derecho positivo.

Viernes 06 de abril de 2001

Sólo veremos las soluciones del Derecho Positivo.

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Rigen en esta materia 3 disposiciones sobre efectos retroactivos de las leyes, contenidas en el
apéndice del Código Civil.

También operan en esta materia otros preceptos legales y constitucionales. Por ejemplo el artículo 9
del Código Civil, los artículos 73, 19 Nº 24, y 19 Nº 3, inciso 4º de la Constitución Política.
Para poder buscar una fórmula de solución, se pueden distinguir 3 situaciones distintas:
¿Qué ocurre con los juicios ya terminados?
¿Qué ocurre con aquellos casos en que se ha perfeccionado una relación jurídica material pero aun no
ha iniciado el juicio?
Cuando el juicio ya se ha iniciado.

1) ¿Qué ocurre con los juicios ya terminados? Por juicio terminado entendemos como el juicio en
que se ha pronunciado una sentencia que se encuentra ejecutoriada, que ha operado el efecto de cosa
juzgada.
Esto significa que contra esa sentencia no procede recurso alguno, ya sea por que la ley no lo permite,
o bien, permitiéndolo, no se interpusieron recursos dentro de los plazos legales (art. 174 del C. P.C.).
Esta sentencia se convierte en inamovible, ininpugnable, inmodificable, queda firme.
Toda sentencia contiene a lo menos alguna declaración que fija ciertas normas de conducta, que deben
observar las partes que intervinieron en el proceso. Es una norma jurídica de carácter concreto y
determinado, y que es la que se contiene en un precepto legal, con generalidad y abstracción, que es
la que emanan de la sentencia judicial.
De esta norma emanan derechos y obligaciones. Una parte adquiere derechos, y la otra obligaciones,
que vienen interpuestas por esa sentencia.
Por lo tanto, la parte que adquirió derechos o que obtuvo o ganó el juicio, ha adquirido un derecho de
propiedad sobre ese derecho, y está amparada por el artículo 19 Nº24 de la Constitución Política,
porque ese derecho ingresó a su patrimonio.
Por ejemplo, la sentencia indica que Juan debe pagar a Pedro una indemnización de 1 millón de pesos.
Esto ingresa al crédito de Pedro, y es un derecho de propiedad de Juan.
Por lo tanto, ninguna norma legal que se pronuncie con posterioridad a una sentencia firme podrá
alterar ese derecho, a no ser por ejemplo por la vía de expropiación, contemplado también en la CPE.
Por otro lado, la Constitución política, en su art. 73 consagra que “.... Ni el Presidente de la República
ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes,
revisar los fundamentos o contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.
Por lo tanto, ninguna disposición legal puede provocar un efecto tendiente a revivir un procedo
fenecido. Aquí hay una garantía al principio de la cosa juzgada, por lo tanto, esta situación queda
resuelta por esta vía.

2) ¿Qué ocurre con aquellos casos en que se ha perfeccionado una norma pero aun no ha
iniciado el juicio?
El juicio evidentemente es eventual, o la posibilidad de iniciar un juicio es eventual, porque podría o no
haber un juicio en una situación determinada.
En el supuesto que estamos, por ejemplo, se ha celebrado un contrato y entre este momento y el
momento que se inicia el juicio, se dicta una ley que modifica el proceso que solucionará ese conflicto.
En esta materia existe un principio que se aplica en general a todas las disposiciones de orden público,
y es que las leyes que rigen en estas materias rigen In Actum, es decir, desde que entra en vigencia
debe comenzar a aplicarse.
La ley sobre efecto retroactivo de las leyes, dispone en su art. 23 que “Los actos o contratos
válidamente celebrados bajo el imperio de la ley podrán probarse bajo el imperio de otra, por los
medios que aquella establecía para su justificación; pero la forma en que debe rendirse la prueba
estará subordinada a la ley vigente al tiempo en que se rindiere”.
El tema de la prueba tiene que ver con la discusión de los hechos que se produce en el proceso. La
discusión versa sobre los hechos y el derecho.
Sobre los hechos es necesario que las partes los argumenten al juez.
La hipótesis de esta disposición es que se celebró un contrato, pero entre el momento que se celebró y
el juicio, se dictó una ley que modifica la forma de probar los hechos en el juicio.
Por ejemplo, para comprar un vehículo la ley sólo exige que sea escrito y autorizado ante notario. No
dice que debe ser por escritura pública.
Si hoy celebramos un contrato de compraventa de vehículo lo hacemos en conformidad con la ley
vigente, y en dos meses más surgen problemas, por ej. El comprador no pagó el precio, y en el
intertanto surge una ley que dice que los contratos de compra de vehículos se deben celebrar por
escritura pública, ¿cómo se prueba en juicio?. Se respeta la vigencia del contrato privado.
El artículo 24 establece que se podrá probar la existencia del contrato por medio de la escritura
privada.
La ley hace una diferencia, distingue entre lo que se denomina medios de prueba idóneos, que permite
acreditar la existencia de los hechos, y por otro lado, el modo o forma en que esos medios de prueba
se aportan al proceso.
Si la nueva ley no sólo ha modificado la disposición, sino que modifica además la forma en que debe
rendirse la prueba, habrá que aplicar la ley antigua en el modo de hacer valer el contrato antiguo, pero
en el modo de aportarlo debemos referirnos a la ley nueva.

3) Cuando el juicio ya se ha iniciado. El proceso ya se encuentra en tramitación. Aquí también se


aplica el principio in actum, pero esto puede generar consecuencias injustas, y por eso la ley debe
resolver el problema.
Debemos subdistinguir:
Si la nueva ley modifica el régimen orgánico procesal, es decir, si altera la organización y atribuciones
de los tribunales de justicia; y,
Si produce una modificación en el régimen funcional.

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a.- En el primer caso, esa nueva ley puede disponer que un determinado proceso, que estaba siendo
conocido por un tribunal, deba seguir siendo conocido por otro distinto. Por ejemplo en Quilpué se crea
un juzgado del trabajo. Hoy los dos juzgados de Quilpué son de competencia común, y esa nueva ley
dice que todas las causas laborales deben ser conocidas por el juez del trabajo, y las causas que están
viendo los dos tribunales restantes deben trasladarse al nuevo tribunal. Así opera la regla en este
caso, rige in actum.
La aplicación de este principio ha generado problemas y ha provocado discusiones ante los tribunales
de justicia y a nivel doctrinal, cuestionando que una causa conocida por un tribunal deba ser conocida
por otro distinto, por ello se afirma que altera la garantía constitucional del derecho al juez natural
(art. 19 Nº3 inciso 4º), según la cual, “nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, sino por el
tribunal que le señale la ley y que se halle establecido con anterioridad por ésta”.
Alguna vez se planteó la inconstitucionalidad de este tipo de leyes (lo cual es muy común en la
práctica), de hecho la discusión se planteó cuando estaba en vigencia la Constitución de 1925, que
garantizaba también el derecho al juez natural.
Sobre esto la Corte Suprema declaró que lo que se pretende evitar con la garantía constitucional es la
posibilidad de que la persona sea procesada por comisiones ah-hoc, pero no se da cuando el tribunal
ha sido creado por procedimientos democráticos, aprobado por el Poder Legislativo la creación de este
nuevo tribunal, porque además no juzgará sólo esa causa, sino todas las demás de su competencia, y
por ello no transgrede la Constitución Política.

Por otro lado, también se cuestionó esta solución (nuevo tribunal) en el sentido de que lo que dispone
el artículo 109 del C.O.T. “Radicado con arreglo a la ley el conocimiento de un negocio ante tribunal
competente, no se alterará esta competencia por causa sobreviniente” el que consagra la regla de
radicación o fijeza.
Al respecto la Corte Suprema dice que no se altera este precepto, porque de lo que se trata es de que
no exista causa sobreviniente de parte de los litigantes que puedan alterar la competencia del tribunal,
es decir, no puedan crear una situación sobreviniente que determine la erradicación de ese tribunal a
uno distinto.
Por causa sobreviniente se refiere a causas sobrevinientes de las partes, no se refiere a
decisiones emanadas de la autoridad como el poder legislativo, y como tal, además, esa decisión del
poder legislativo puede alterar un precepto que tiene un rango simplemente legal, y no constitucional.

b.- La segunda subdistinción consiste en que esa nueva ley altere el régimen de substanciación o
funcional de ese proceso. Es decir, al modo de cómo se debe tramitarse ese juicio.
Art. 24 de la ley sobre efectos retroactivo señala :”Las leyes concernientes a la substanciación y
ritualidad de los juicios prevalecen sobre las anteriores desde el momento en que deben empezar a
regir. Pero los términos que hubiesen empezado a correr y las actuaciones y diligencias que ya
estuvieren iniciadas se regirán por la ley vigente al tiempo de su iniciación”.
Por lo tanto, si iniciado el juicio se cambia su procedimiento, debe aplicarse el nuevo procedimiento,
salvo aquellos plazos que se hubieren efectuado en sus cómputos.
Por ejemplo, se presentó la demanda y se notificó, y comenzó a correr el plazo para la contestación
(15 días), y en el día 12 entra en vigencia una ley que dice que el plazo es de 10 días, en ese caso rige
la antigua ley.
De esta manera nuestro ordenamiento jurídico trata de resolver los problemas que se producen
cuando se dicta una nueva ley.
Sin perjuicio de ello, normalmente las leyes contienen las disposiciones transitorias, por las cuales el
legislador trata de resolver ciertos problemas concretos que no quedan resueltos y que es necesario
adicionar con normas especiales, o bien porque al legislador le interesa dar una solución distinta al
régimen general.

Ejemplos:
Ley 19.374, que modificó trascendentalmente el régimen de recurso de casación y queja, donde
prácticamente se eliminó el recurso de queja. Su artículo 3º dice que los recursos interpuestos antes
de esa nueva ley seguirán vigentes por la ley anterior (esta norma modificó el régimen funcional)

Ley 19.592 que creó una serie de juzgados nuevos en el país, por ejemplo el juzgado de Quintero
(esta norma modifica el régimen orgánico).

Martes 17 de Abril de 2001

EFECTOS DE LA LEY PROCESAL EN EL ESPACIO

El tema dice relación con la aplicación de las leyes procesales y el ejercicio de los órganos
jurisdiccionales en el plano espacial.

La ley procesal como toda ley, tiene un ámbito espacial, dentro del cual debe ser observada y aplicada,
y si esto se relaciona con las potestades de los órganos jurisdiccionales, los que también están
regulados por las leyes procesales, veremos que la ley procesal y los encargados de aplicarla, sólo
pueden aplicarla y ejercerla dentro de un determinado ámbito espacial.
Esto se relaciona con dos fenómenos jurídicos políticos:
La Soberanía
La Territorialidad

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Uno de los atributos que debe tener un Estado es la capacidad de ejercer su soberanía dentro de un
determinado espacio o segmento de territorio. Debe cubrir su territorio con el ejercicio de la autoridad
y soberanía, e impedir que otros Estados pretendan ejercer sus potestades sobre su territorio.
De ahí que las funciones de un Estado(y cada uno de los órganos que lo componen, específicamente de
los órganos jurisdiccionales) encuentran su limitación en el ámbito territorial, lo que se reivindica
frente a la comunidad internacional. Sus órganos no pueden actuar más allá de sus fronteras, así como
tampoco los órganos de otros Estados pueden inmiscuirse dentro de las fronteras de otros Estados.
Este principio de territorialidad se encuentra consagrado de manera expresa en el art. 14 del Código
Civil “La ley es obligatoria para todos los habitantes de la República, incluso los extranjeros”. Esto
significa que la ley, tanto sustantiva como procesal es aplicable a todos los habitantes que se
encuentren en territorio nacional.
Sin embargo, no obstante darse este principio en orden a que la ley procesal tiene pleno ejercicio en el
espacio de su territorio nacional, hay situaciones que ameritan excepciones y que se traducen en la
posibilidad de que la ley chilena y sus órganos que la aplican puedan extender sus efectos fuera del
territorio nacional, y por la inversa, hay casos en los cuales la ley extranjera puede llegar a tener
efecto dentro del territorio nacional.

Por otra parte, existen situaciones excepcionales derivadas de la necesidad de participar de una buena
vivencia internacional, y que aconsejan establecer regímenes especiales para determinadas personas
que encontrándose en territorio nacional desempeñando determinadas funciones, quedan eximidas de
someterse a las autoridades judiciales del Estado, y se refiere a los Tratados Internacionales.
Por ejemplo, el art. 31 de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas dice que el Agente
Diplomático goza de inmunidad diplomática, civil y administrativa. Es decir que todos los agentes
diplomáticos (no solo el embajador) están exentos de cualquier sometimiento a los tribunales de ese
país. Esto es “inmunidad de la jurisdicción penal” o “inmunidad diplomática”.

El art. 43 de este tratado se denomina “inmunidad de jurisdicción”, que restringe la autoridad sólo al
ejercicio de sus funciones consulares sólo a la jurisdicción de su país de origen.
Como contrapartida, hay excepciones conforme a las cuales la ley de un Estado puede tener efecto
más allá de sus fronteras. Así ocurre por ejemplo en Chile, en el artículo 6º del C.O.T. en sus distintos
numerales.
Art. 6. Quedan sometidos a la jurisdicción chilena los crímenes y simples delitos perpetrados fuera del
territorio de la República que a continuación se indican: 1. Los cometidos por un agente diplomático o
consular de la República, en el ejercicio de sus funciones; 2. La malversación de caudales públicos,
fraudes y exacciones ilegales, la infidelidad en la custodia de documentos, la violación de secretos, el
cohecho, cometidos por funcionarios públicos chilenos o por extranjeros al servicio de la República; 3.
Los que van contra la soberanía o contra la seguridad exterior del Estado, perpetrados ya sea por
chilenos naturales, ya por naturalizados, y los contemplados en el Párrafo 14 del Título VI del Libro II
del Código Penal, cuando ellos pusieren en peligro la salud de habitantes de la República; 4. Los
cometidos, por chilenos o extranjeros, a bordo de un buque chileno en alta mar, o a bordo de un
buque chileno de guerra surto en aguas de otra potencia; 5. La falsificación del sello del Estado, de
moneda nacional, de documentos de crédito del Estado, de las Municipalidades o de establecimientos
públicos, cometida por chilenos, o por extranjeros que fueren habidos en el territorio de la República;
6. Los cometidos por chilenos contra chilenos si el culpable regresa a Chile sin haber sido juzgado por
la autoridad del país en que delinquió; 7. La piratería; 8. Los comprendidos en los tratados celebrados
con otras potencias, y 9. Los sancionados por el Título I del Decreto No. 5 839, de 30 de septiembre de
1948, que fijó el texto definitivo de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, cometidos por
chilenos o por extranjeros al servicio de la República.

En este artículo, el Nº 1 se refiere a delitos de agentes diplomáticos en ejercicio de sus funciones. Los
demás numerales de este artículo se refieren a hechos que interesan al Estado chileno y no al Estado
extranjero, y por ello como esos delitos no serán juzgados en el extranjero, serán juzgados en Chile.
Esto tiene una observación a propósito de la vigencia del principio de la soberanía nacional. ¿Cual es su
verdadero alcance hoy?, por que en la concepción moderna de soberanía nacional hay muchas
situaciones que se dan en un Estado y autoriza a que intervenga otro Estado o algún organismo
internacional.
Hasta hace más o menos 30 años, no se concebía lo anterior. Hoy esto se acepta por muchos países,
lo cual está convenido en los Tratados Internacionales, cuando se afectan derechos esenciales de la
persona humana, por lo tanto estas consideraciones acerca de la Ley Procesal en el espacio deben
reconocerse en el ámbito de la soberanía nacional.
Soberanía, según el jurista francés, es el carácter supremo de un pueblo, supremo en el sentido que
no admite a ningún otro poder, ni encima de él ni en concurrencia con él, y la divide en:
Soberanía externa: Se manifiesta en las relaciones internacionales con los Estados, implica para el
Estado soberano la exclusión de toda otra subordinación, dependencia de otro estado extranjero.
Este concepto hoy, no se ajusta a la realidad, ya que de acuerdo a los T.I. o Convenciones,
excepcionalmente se acepta la intervención de otro Estado.
En Chile la soberanía nacional sigue siendo concebida como lo fue en su origen.

JURISDICCION, ACCION Y PROCESO

I. LA JURISDICCION: El ser humano requiere casi ineludiblemente contar con un entorno humano
con el cual relacionarse. No subsiste en estado de soledad, debe estar inserto en un grupo social para
llenar necesidades materiales y espirituales.

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Pero asimismo, también requiere contar con una serie de elementos que le permitan tener una vida
adecuada. Pero estos elementos (por ejemplo la comida, el abrigo o la habitación) son elementos
finitos, que de algún modo no satisfacen todas necesidades y ambiciones del ser humano.
Por lo tanto, esta situación, que implica que el hombre deba relacionarse y que cuente con los
elementos necesarios, genera conflictos, los que deben de alguna manera resolver para mantener un
cierto orden social.
A lo largo de la historia, el hombre ha creado distintas modalidades de soluciones de conflictos, las que
pueden reducirse a 3:
La Autotutela
La Auto Composición
El Proceso
Y es cuando surge el proceso como modo de solución de conflictos, cuando aparece también la función
jurisdiccional.
La auto composición y el proceso son formas pacíficas de solucionar problemas, ya que la comunidad
favorece y privilegia repugnando la autotutela como forma de solución de conflictos.

1. LA AUTOTUTELA: es aquel modo de solución de conflictos donde el propio individuo es quien asume
la justicia para solucionar los conflictos que le afectan (justicia por su propia mano).
La forma de autotutela o autodefensa incorpora o considera dentro de su dinámica la idea de
violencia, por que el que aplica la fuerza, la aplica asistido por la tribu o su familia, para que de esa
forma se reponga el estado que había antes del hecho que generó la autotutela.
Es la idea de solución más primitiva. Pero en la misma medida en que las ideas se fueron humanizando
y pacificando, se empezó a dejar de lado este modo y se privilegiaron otros modos menos violentos,
pero que cumplían los mismos y de mejor forma los objetivos que cumplía la autotutela.
En la autotutela no existe una intención convencional de la otra parte, ni interviene un tercero que
desde una posición imparcial ofrezca una solución del conflicto, sino que hay una actividad directa de
quien siente afectado su derecho.
La autotutela cada vez fue siendo más proscrita, en la medida en que fue ganando terreno la
modalidad pacífica (autocomposición y proceso), y hoy en día, la autotutela está prácticamente
desterrada como modelo de solución de conflictos. Y está prácticamente desterrada, por que el
derecho permite ciertas actuaciones autotutelares, como por ejemplo:
- El concepto de legítima defensa propia: Art. 10 Nº 4, 5, y 6 del Código Penal, que lo tipifica como
una eximente de responsabilidad penal. La legítima defensa es la reacción necesaria contra la agresión
injusta, actual y no provocada. Aquí se autoriza una forma autotutelar de solución de conflictos.
- El Estado de Necesidad: También constituye una eximente de responsabilidad penal, y consiste en la
situación de peligro para un bien jurídico que sólo puede salvarse mediante la violación de otro bien
jurídico.
Niseto Alcalá Zamora la cita como ejemplo de autotutela. Un ejemplo práctico de lo anterior, sería el
caso de que la madre robe para darle de comer a su hijo.
- La Guerra, cuando constituye una forma legítimamente de defensa de un Estado.
- Derecho a Huelga, contemplado por el Derecho Laboral, donde los trabajadores asumen una
conducta de hecho que importa dejar de trabajar para proteger sus derechos.

Para todo lo anterior es necesario que el derecho lo autorice expresamente, de lo contrario no es


posible realizarlo legítimamente.

Jueves 19 de abril de 2001

2. LA AUTOCOMPOSICION: Es una forma más evolucionada y pacífica de solución de conflictos, y


consiste en el acuerdo a que llegan las partes involucradas para poner término al problema que los
afecta.
Es una forma de componer un conflicto, donde concurre la voluntad de las partes o involucrados, el
que termina con el acuerdo que incorpora la voluntad de no continuar con la disputa que genera su
aplicación. Tiene 2 virtudes:
a.- Es un modo de solución de conflictos, que implica la voluntad de las partes, por la cual se
manifiesta la intención de poner término al conflicto. Esto implica que la solución a la que se llega, va a
ser reconocida por los interesados, y va a recibir la adhesión a sus voluntades, de manera que se va a
facilitar el cumplimiento de los acuerdos a que llegaron los interesados.
b.- Es interesante o tiene la virtud de ahorrar tiempo y recursos, tanto a los propios interesados como
al Estado, ya que se termina con el conflicto en un plazo más breve.

Por ello es que la sociedad y el derecho privilegian cualquier forma de solución autocompositiva que
resuelva el conflicto. (De una solución compositiva se pasa a una heterocompositiva, por que
interviene el juez).
Pero no siempre la autocomposición es admitida por el derecho, ya que existen materias donde no es
admisible la composición, como cuando se encuentra comprometido un interés general de la sociedad.
Por ejemplo la situación del estado civil de un persona, temas de familia, alimentos de menores, etc. Y
también aquellas materias de orden penal, relacionadas con los delitos de acción pública. No así los de
acción privada o mixta.
En estos casos la ley no permite una solución negociada por las partes, ya que esta fija las pautas, las
cuales deben ser respetadas.
Ejemplos de autocomposición:

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* La Transacción: Es el más tradicional de los ejemplos, Art. 2446 inciso 1º: La transacción es un
contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio
eventual.
Por medio de la transacción se precave un juicio eventual o terminar un juicio ya comenzado, y las
partes se ponen de acuerdo antes de la sentencia.

* La Conciliación: Es un trámite judicial que supone la existencia de un proceso, donde las partes
llegan a una solución convenida entre ellas, pero con una intervención protagónica del juez, y se
ponen de acuerdo antes de la sentencia.

* La Renuncia al derecho que cada una de las partes sostiene en el juicio: Se traduce en que el que
sostiene que es titular de un derecho no respetado, renuncia a mantener esa reclamación y de llevarla
ante los órganos jurisdiccionales, y puede hacerlo en forma expresa (por escrito) o tácita (por el
transcurso del tiempo), y a su vez, a quien contra el que se reclama en derecho puede renunciar a él,
allanándose.

La autocomposición es una forma de solución que fomenta el derecho. Tal es así, que hoy en día el
Derecho Comparado y en nuestro país, se han ido introduciendo fórmulas de solución y son impuestas
por el derecho. Es decir, en algunos países la ley dispone que antes que se llegue a juicio, se deber
haber pasado por una instancia de negociación, como por ejemplo una mediación.
En Chile aun no existe, se demanda directamente. Sin embargo existen algunos intentos por
incorporar este método de autocomposición, incluso institucionalizándolo. Por ejemplo hoy las
Corporaciones de Asistencia Judicial tienen departamentos con abogados especializados en la
negociación como forma de solución de conflictos.
En Estados Unidos existe por ejemplo el pequeño juicio, donde se juntan los abogados y sus clientes
para solucionar y evitar los futuros juicios.

3. EL PROCESO: Es una forma de solución “heterocompositiva” de conflictos. Aquí la solución viene


impuesta por una voluntad distinta a la de las partes.
El Estado, por medio del juez, sustituye la voluntad de las partes, quien dirá como debe solucionarse el
conflicto.
El proceso surge como vía alternativa de solución de conflictos, alternativa a la autotutela y
autocomposición.
El proceso es un método de discusión y solución pacífica de los conflictos, en el cual interviene un
tercero distinto que es el juez, por la sentencia declara como debe terminarse la contienda y las partes
se obligan a cumplir, de lo contrario el Estado contempla la aplicación de la fuerza para hacerla
cumplir.
Por lo tanto, el proceso nace y surge como vocación de paz, ya que si las partes no resuelven sus
problemas, el Estado dispone del método procesal, donde el juez en forma imparcial regula la
discusión y define cómo debe ser resuelto.

ACEPCIONES O CONCEPTOS DE JURISDICCION

1.- CONCEPTO ETIMOLOGICO: Etimológicamente, jurisdicción significa decir el derecho (iuris dictio),
pero concebirla desde esta interpretación latina provoca confusiones, porque no solo los jueces dicen el
derecho, si no que también desarrolla esta actividad el legislador al hacer las leyes, el ejecutivo (por
medio de los D.S., D.F.L., Resoluciones, Ordenanzas, etc.), y por último los particulares también
ejercen una actividad en este mismo sentido, cuando firman un contrato.
Por lo tanto atender el criterio etimológico no resulta adecuado, porque así visto, toda la actividad del
hombre tendiente a decir norma, abarca toda la actividad jurisdiccional.
Jurisdicción ha sido utilizada como sinónimo de territorio, para significar un determinado espacio
territorial, en el sentido de señalar que la jurisdicción de determinadas autoridades abarcan un
determinado territorio.
En este sentido, hay una definición del Código del Estado de Luiciana, y dice que jurisdicción es el
poder de los que tienen el derecho de juzgar, y a veces es el lugar donde el juez está facultado para
ejercer su poder.
Esta acepción tampoco responde al contenido real de jurisdicción.

2.- CONCEPTO COMO COMPETENCIA: Otra acepción es la competencia. Se confunde jurisdicción con
competencia. El legislador utilizó jurisdicción para referirse a casos en que técnicamente debió referirse
a competencia. Jurisdicción y competencia no son lo mismo. La jurisdicción es la atribución que
tienen los jueces en virtud de la cual están facultados para juzgar los asuntos sometidos a su
conocimiento.
En cambio competencia, es la facultad que tiene el juez para conocer ciertas cuestiones litigiosas, y
que están determinadas en factores específicos, denominados factores de competencias. Por ejemplo
jueces civiles, del crimen, de menores, del trabajo, etc. A todos se les reconoce jurisdicción pero no
todos tienen la misma competencia. Por ejemplo un juez civil no tiene competencia para conocer de
delitos.
Se dice que la competencia es la medida de la jurisdicción que tiene un juez.
Por lo tanto no es propio confundir jurisdicción con competencia. Sin embargo, durante mucho tiempo
existió esa confusión, incluso el legislador las confundió. Tanto así que en el Código Orgánico de
Tribunales había un párrafo que se llama la “prórroga de jurisdicción”, cuando lo que se prorroga es la
competencia.

3.- CONCEPTO COMO PODER O FACULTAD: Otra acepción es la que concibe jurisdicción como un poder
o facultad, según la cual, la jurisdicción será la facultad que tienen los tribunales de justicia para

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intervenir en asuntos litigiosos emitiendo una decisión que ponga término a ese litigio. Pero aún
cuando esta acepción como sinónimo de facultad se acerca más a lo que hoy se entiende por
jurisdicción, se entiende como una idea parcial, no comprende todo lo que implica la función
jurisdiccional
En este sentido es que se utiliza el Código de Luisiana en su primera acepción, donde se concibe
jurisdicción, como una función del Estado, no sólo reconociéndose facultad a los órganos
jurisdiccionales para intervenir en los litigios, sino que además se le agrega una obligación, cual es que
el juez está obligado a atender los requerimientos que le formulan los justiciables en un determinado
momento, y por eso la hoy en día se ve a la jurisdicción como un “poder-deber”. Poder de facultad y
deber como obligación para pronunciarse el juez.
Este deber es lo que se reconoce por la Constitución Política en el art. 73 y en el art. 10 del C.O.T., y
que se conoce como principio de inexcusabilidad.
Esta norma antes no existía, se incluyó en la Constitución de 1980.
Lo anterior significa que la jurisdicción se concibe una función del Estado, que abarca la facultad de
resolver, pero la obligación de no excusarse de esa facultad.
Por lo tanto, ya no puede entenderse la jurisdicción como un simple poder o facultad

Por lo tanto, jurisdicción podemos entenderla como: “el poder deber del Estado que se cumple
guardando las formas del debido proceso, destinado a la aplicación de la voluntad concreta
de la ley, con eficacia de cosa juzgada en los casos que se invoque su intervención”.
Otro concepto de jurisdicción es el de Chiovenda, dice que “es la función del Estado que tiene por
fin la actuación de la voluntad concreta de la ley mediante la sustitución por la actividad de
los órganos jurisdiccionales, de la actividad de los particulares o de otros órganos públicos,
sea al afirmar la existencia de la voluntad de la ley, sea al hacerla prácticamente efectiva”.

Del concepto de Chiovenda se puede destacar que la idea de función jurisdiccional constituye una
actividad que cumple una función sustitutiva de la voluntad de las partes, o sea, la actividad
jurisdiccional tiene por objeto sustituir la voluntad de los litigantes por la del Estado, manifestada a
través de la sentencia del juez.
La idea de la sustitución tiene que ver con la imposibilidad que por regla general tienen las partes para
solucionar el conflicto por medio de algún modo autotutelar, y también como alternativa a aquella
imposibilidad de las partes para resolver el conflicto de algún modo autocompositivo.
Cuando la ley no permite resolver a las partes un conflicto por su propia mano, y estas no logran
ponerse de acuerdo, no hay voluntad, surge como sustituto de esa voluntad la voluntad del juez, que
suple la voluntad prohibida (en el caso de la autotutela) o suple el desacuerdo de voluntades (en el
caso de la autocomposición).
En esta parte del concepto, el legislador alude a la actividad de los particulares o de otros órganos del
Estado. Significa que cuando el Estado ejerce la actividad jurisdiccional se desdobla, poniendo a los
órganos jurisdiccionales en una posición imparcial, aún en esos casos en que el propio Estado, por
medio de otros órganos, esté involucrado en el conflicto. Y esto es un reconocimiento al Estado de
Derecho. Por ejemplo cuando el Ministerio de Obras Públicas expropia, y el expropiado reclama por el
monto que se quieren pagar.

Otro elemento del concepto es el carácter público que tiene la actividad jurisdiccional. Chiovenda lo
define como la función del Estado. Es una función pública, que viene impuesta por el ordenamiento
jurídico, por la cual el Estado se reserva para sí la facultad exclusiva de resolver con eficacia de cosa
juzgada los conflictos que llegan a conocimiento de los órganos jurisdiccionales.

En principio los únicos facultados para resolver conflictos jurídicos por medio del proceso, son los
órganos jurisdiccionales, y en ese sentido el Estado actúa como autoridad frente a los litigantes, y
como autoridad, la decisión que se da por medio de la sentencia del juez, es lo que deben cumplir y
obedecer los litigantes.

Un tercer elemento son los objetivos o finalidades que se persiguen con la actividad jurisdiccional, cual
es la actuación de la voluntad concreta de la ley.

La ley constituye una norma de conducta, que tiene carácter abstracto y general,
Abstracto porque el legislador se propone las hipótesis de hecho que pueden surgir, pero no está
específicamente pensada para un caso concreto. Y general por que la ley no esta pensada para
resolver el problema de una persona en particular.
En la jurisdicción actúa la voluntad concreta en la ley. Lleva la previsión abstracta y general del
legislador a un caso concreto.

Por último, la definición termina diciendo que la jurisdicción cumple con esta función, sea al
afirmar la existencia de la voluntad de la ley, sea al hacerla prácticamente efectiva.

El alcance de esta idea es que la función jurisdiccional no se cumple cabalmente en tanto no se de


cumplimiento efectivo al mandato emanado de la sentencia judicial.

El órgano jurisdiccional debe ejercer su potestad hasta hacer efectiva la sentencia y su función termina
cuando el mandato ha sido íntegramente cumplido, y para ello tiene la facultad de imperio.

También se puede dar otra situación considerada en este concepto, cuando se dice que debe declarar
la voluntad concreta de la ley no sólo cuando se lesiona un bien jurídico, porque también hay función
jurisdiccional cuando hay incertidumbre jurídica, no se sabe como las partes deben actuar frente a una
determinada situación, por ello la justicia debe poner certeza en una situación que parece incierta, por
ejemplo cuando se demanda la nulidad de un contrato. Las partes no tienen la certeza de si el

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contrato es válido o nulo. Para este caso también se puede recurrir a los órganos jurisdiccionales, para
que pongan certidumbre en una situación incierta.

Viernes 20 de Abril de 2001

JURISDICCION DE DERECHO Y JURISDICCION DE EQUIDAD

Cuando el juez en un tribunal dicta una sentencia, está cumpliendo el acto mas trascendental de la
actividad que se despliega dentro del proceso jurisdiccional.
El proceso jurisdiccional se justifica, la existencia de un proceso se justifica por la existencia de los
órganos jurisdiccionales durante el desarrollo del proceso, y particularmente su justificación la
encontramos en un tipo de resolución judicial que se denomina sentencia definitiva.

Clasificación de las Resoluciones Judiciales: ART 158 C.P.C distingue entre:


1.- Sentencia Definitiva
2.- Sentencia Interlocutoria
3.- Autos
4.- Decretos, Providencias o Proveídos

A lo largo del proceso se dictan numerosas resoluciones judiciales de distintos tipos, pero que hay una
que es la sentencia definitiva, que es la más importante que se dicta en cada instancia del proceso.
Cada instancia termina con estas resoluciones judiciales que se denomina sentencia definitiva.
Durante el proceso jurisdiccional se dictan sentencias interlocutorias, Autos o decretos.
El proceso jurisdiccional se justifica porque lo que buscan las partes litigantes es obtener del órgano
jurisdiccional un pronunciamiento sobre la cuestión que motivó la iniciación del proceso.
El pronunciamiento que lo resuelve es el que se contiene en las sentencias definitivas.

Art. 158 (165). Las resoluciones judiciales se denominarán sentencias definitivas, sentencias
interlocutorias, autos y decretos.
Es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido
objeto del juicio.
Es sentencia interlocutoria la que falla un incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a
favor de las partes, o resuelve sobre algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de
una sentencia definitiva o interlocutoria.
Se llama auto la resolución que recae en un incidente no comprendido en el inciso anterior.
Se llama decreto, providencia o proveído el que, sin fallar sobre incidentes o sobre trámites que sirvan
de base para el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo por objeto determinar o arreglar la
substanciación del proceso.

Algunos autores dicen que las resoluciones de los tribunales se divide entre:
- Las propiamente jurisdiccionales, (Serían sentencias definitivas e interlocutorias).
- Aquellas que serían actos jurisdiccionales, por mera conexión o accesión. (Serían los autos y
decretos)

Ello porque sólo las sentencias definitivas y las interlocutorias emiten pronunciamiento del tribunal,
contienen pronunciamientos del tribunal que fijan derechos permanentes para las partes litigantes.

En cambio las otras(autos, decretos, providencias o proveídos), tienen por finalidad proveer al avance
del proceso sin que contengan decisiones que importen derechos que queden incorporados en el
patrimonio de los litigantes.

Siempre entre las sentencias interlocutorias y sentencias definitivas es mas importante esta última.
Cuando el juez emite su fallo requiere fundamentarlo, es decir, cuando emite su sentencia definitiva,
requiere de los fundamentos por los cuales llega a la conclusión que constituye la decisión que adopta,
sobre la cuestión que ha debido resolver.
No basta que declare quien tiene la razón, sino que debe obligatoriamente dar las razones por las
cuales llegó a esa decisión.
Este deber de los jueces de fundamentar no siempre ha recaído sobre su responsabilidad. En la
antigüedad y después de la E.M., fallaban sin fundamentos, pero como una forma de garantizar la
posibilidad de controlar el razonamiento que los llevó a tomar esa decisión, a conocer los fundamentos,
es que el derecho comenzó a incorporar esta exigencia, por lo que no sólo debe resolver, sino que
además fundamentar.
El juez debe argumentar para convencer a las partes y la sociedad que ha fallado justamente.
Esto le permite a los superiores del juez examinar su decisión y verificar la regularidad con que llegó a
la conclusión de su sentencia.
El deber de fundamentar la sentencia por parte de los jueces significa que debe consignar en su
sentencia, los fundamentos de hecho y de derecho en que apoya su decisión y para ello debe tomar
como elementos de juicio, todos los antecedentes que obran en el proceso. Y en un sistema como el
nuestro que se rige por el principio de la escrituración, debe examinar el expediente y dictar la
sentencia conforme al mérito del proceso, y así lo ordena el Art. 160 del C.P.C. “Las sentencias se
pronunciarán conforme al mérito del proceso, y no podrán extenderse a puntos que no hayan sido

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expresamente sometidos a juicio por las partes, salvo en cuanto las leyes manden o permitan a los
tribunales proceder de oficio.” (se dice que lo que no está en el proceso, no está en el mundo).
El juez debe tomar en consideración los elementos de hecho que las partes aportaron, y las
consideraciones de derecho.
Cuando el juez ha ponderado las pruebas destinadas a demostrar los hechos, corresponde que
determine cual es la solución jurídica que corresponde al conflicto expuesto por las partes.
Ahí el juez debe determinar como resolver jurídicamente la disputa. Aquí entra en juego la jurisdicción
de derecho y la jurisdicción de equidad. Si la solución está en el mundo del derecho, el juez debe
aplicarla y ahí ejerce jurisdicción de derecho.
Al contrario, si por alguna razón el juez no aplica la solución predeterminada por el legislador y aplica
su apreciación, ejerce jurisdicción de equidad.

a.- En el caso de jurisdicción de derecho, el juez lo que hace es poner término a una mecánica de
construcción jurídica que ha comenzado con el constituyente, que ha fijado las bases para solucionar
los conflictos jurídicos, que ha continuado el legislador, respetando las bases dejadas por el
constituyente y que culmina el juez aplicando al caso concreto aquel criterio de solución prescrito por
el legislador.

b.- En cambio, cuando ejerce jurisdicción de equidad, obviamente no aplica un criterio predeterminado
por el legislador. Es él que en base a su experiencia determina cual es el criterio de justicia que debe
inspirar para aplicar la solución. Aquí no sólo cumple una función jurisdiccional, sino que además una
función política, de crear la norma a partir de su observación de los criterios de justicia y equidad que
imperan en ese momento en la sociedad.

Frente a esta situación, ocurre que en un régimen como el nuestro, sometido al principio de legalidad,
nuestros magistrados deben ejercer jurisdicción de derecho conforme al derecho. Sin embargo, hay
casos en que el juez esta facultado para resolver sin atender a las normas legales. Por ejemplo, cada
vez que el juez debe emitir una sentencia y el ordenamiento jurídico no ha previsto esa solución, pero
está sometido al principio del inexcusabilidad, por lo tanto, necesariamente debe crear la norma
jurídica que será la que resuelva el conflicto, y este principio se encuentra en el articulo 170 del C.P.C.,
que señala el contenido que deben tener las sentencias definitivas.
Art. 170 (193). Las sentencias definitivas de primera o de única instancia y las de segunda que
modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de otros tribunales, contendrán:
1. La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio;
2. La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y de sus
fundamentos;
3. Igual enunciación de las excepciones o defensas alegadas por el procesado;
4. Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia;
5. La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los cuales se
pronuncia el fallo; y
6. La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender todas las acciones y
excepciones que se hayan hecho valer en el juicio; pero podrá omitirse la resolución de aquellas que
sean incompatibles con las aceptadas.
En igual forma deberán dictarse las sentencias definitivas de segunda instancia que confirmen sin
modificación las de primera cuando éstas no reúnen todos o algunos de los requisitos indicados en la
enunciación precedente.
Si la sentencia de primera instancia reúne estos requisitos, la de segunda que modifique o revoque no
necesita consignar la exposición de las circunstancias mencionadas en los números 1., 2., 3. del
presente artículo y bastará referirse a ella.

El número 5 de este articulo señala que deben contener la enunciación de las leyes y en su defecto los
principios de equidad, y todo debe quedar fundamentado en la sentencia.
Aquí los jueces están facultados y obligados a resolver en equidad.

Hay otro caso donde los jueces están facultados para resolver conforme a la equidad, aún existiendo
norma legal, como por ejemplo con los árbitros arbitradores.
Los jueces árbitros son una especie de jueces, que son nombrados por las partes interesadas
(característica), y estos se clasifican en tres tipos:
Arbitros de Derecho
Arbitros Arbitradores
Arbitros mixtos

1.- Los árbitros arbitradores están definidos en el Art. 223 del C.O.T. “ El árbitro de derecho fallará
con arreglo a la ley y se someterá tanto en la tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia
definitiva, a las reglas establecidas para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción
deducida. El arbitro fallará obedeciendo a lo que la prudencia y la equidad le dictare, y no estará
obligado a guardar en sus procedimientos y en su fallo otras reglas que la que las partes hayan
expresado en el acto constitutivo del compromiso, y si éstas nada hubieren expresado, a las que se
establecen para este caso en el código de procedimiento civil. Sin embargo, en los casos en que la ley
lo permita, podrán concederse al árbitro de derecho facultades de arbitrador, en cuanto al
procedimiento, y limitarse al pronunciamiento de la sentencia definitiva la aplicación estricta de la ley”.

Por lo tanto, el legislador lo faculta para resolver conforme a su propio criterio independientemente
que existan normas legales.

Jueves 26 de abril de 2001

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MOTIVACIONES O FINES DE LA JURISDICCIÓN

El tema tiene que ver los fundamentos o la existencia de la actividad jurisdiccional, de por qué los
particulares acuden a estos órganos.
La doctrina reconoce cuatro motivaciones:

1.- La jurisdicción con fines restauradores.


2.- La jurisdicción con fines aclaratorios.
3.- La jurisdicción con fines constitutivos.
4.- La jurisdicción con fines cautelares.

1.- JURISDICCION CON FINES RESTAURADORES: La primera motivación que surgió en la historia,
probablemente fue la jurisdicción con fines restauradores. Cuando surge por primera vez es para
avocarse a cuestiones que esperan de la actividad jurisdiccional una acción restauradora, cuando ha
habido una infracción o quebrantamiento a un orden establecido. Cuando se quebranta un orden es
necesaria la intervención de la jurisdicción para restaurar el orden quebrantado.

2.- JURISDICCION CON FINES ACLARATORIOS: Una segunda motivación se refiere a la necesidad de
aclarar una situación jurídica que parece incierta. Se recurre a la actividad jurisdiccional con fines
aclaratorios, con el objeto de poner certidumbre en aquellos conflictos donde la conducta que se debe
tener en una situación determinada, no se encuentra claramente definida.
En este caso la jurisdicción, cumple una función de carácter preventivo mas que restaurador (a
diferencia de la anterior), ya no es una jurisdicción represiva, sino preventiva.
En rigor en esta situación aun no se ha producido el conflicto, y para que se justifique la actividad
jurisdiccional se necesita que esta incertidumbre tenga tal magnitud que pueda llegar a quebrantar el
ordenamiento jurídico.
De allí es que en este caso se señala que la jurisdicción surge a partir de la formulación de la
pretensión de mera certeza. En el primer caso, lo que motiva la actividad jurisdiccional es una
pretensión de condena. Aquí el actor sólo pide que se declare cual es el sentido que se le debe dar a la
norma, de manera que de ahí se sepa a qué atenerse o a que régimen jurídico van a someterse.
Esta categoría de motivación (certeza), históricamente es la última en surgir, que el derecho ha
admitido como gatilladora de la actividad jurisdiccional.
CARNELUTTI explica esta jurisdicción con fines aclaratorios, diciendo que la intervención del juez se
produce primero, en los casos en que la necesidad es más urgente; y segundo, cuando el orden se
presenta como violado y cuando sólo se lamenta su incertidumbre.
De estas diferencias surge otra diferencia y que consta en lo siguiente:
- La jurisdicción con fines restauradores, que supone existencia de quebrantamiento, donde la
pretensión es de condena, la función jurisdiccional sólo se entiende cumplida cuando el acto ha
satisfecho cabalmente la pretensión formulada por el actor.
- En cambio, en el caso de la función jurisdiccional con fines aclaratorios , la función
jurisdiccional se cumple con la mera aclaración formulada por el órgano jurisdiccional.

En el caso anterior no basta con que el tribunal formule la declaración, dictando una sentencia que
condene al infractor a realizar la pretensión que se trata, sino que deberá seguir adelante hasta el
cumplimiento de la sentencia, ya que sólo aquí se cumple el fin de la actividad jurisdiccional.
En cambio, esta fase de ejecución no es necesaria en la jurisdicción con fines meramente aclaratorios.
En términos prácticos, lo normal es que aun en los casos del ejercicio de la jurisdicción con fines
restauradores, el tribunal primero formule una declaración, declarando que el demandado por ejemplo
debe pagar una suma de dinero, luego la sentencia debe obligarlo a pagar.
La fase de ejecución siempre va a ser eventual, por que va a depender de que el condenado cumpla
voluntariamente con lo ordenado en la sentencia, y sólo si no cumple se continúa con la fase de
ejecución.

Ejemplos de actividad jurisdiccional con fines aclaratorios:


a.- La acción destinada a obtener la declaración de nulidad de un contrato.
b.- Alegar que una deuda se encuentra prescrita.

3.- JURISDICCION CON FINES CONSTITUTIVOS: Son situaciones donde se discute sobre derechos en
que el legislador estima que se encuentra comprometido un interés general de la sociedad, de interés
público, y que se les denomina derechos indisponibles, que las partes no pueden disponer por su
propia voluntad.

EJEMPLOS:
Derechos relacionados con el estado civil
Derechos relacionados con la filiación.
La actividad jurisdiccional interviene y ejerce el control, formulando la declaración que corresponda a
derecho, y como consecuencia de esto surge un nuevo estado.
Por ejemplo, cuando se discute sobre la paternidad, sobre la nulidad o sobre el divorcio. Aquí no se
admiten soluciones autocompositivas. La actividad jurisdiccional termina constituyendo un estado
distinto.
Los procesos que se abren a partir de esta motivación, tienen características.

a.- Que los efectos de las sentencias que en ellos se pronuncian, producen efectos ERGA OMNE, a
diferencia de lo que constituye la regla general que produce efectos relativos (Art. 3º CC), donde las
consecuencias de una sentencia afectan sólo a quienes intervienen en el juicio.
b.- los derechos que se discuten son derechos denominados INDISPONIBLES.

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4.- JURISDICCIÓN CON FINES CAUTELARES: Tradicionalmente se ha planteado como una modalidad
de actividad jurisdiccional, que responde a la necesidad de garantizar el resultado práctico de la
decisión adoptada por el tribunal. Nada se saca con tener una sentencia declarativa si no se cuenta con
los mecanismos para que en el evento de no cumplimiento, exija por la fuerza si es necesario, el
cumplimiento.
Además de esto, el derecho se hace cargo de una situación normal, cual es que, entre el momento que
se ejerce la acción y el momento en que se ve satisfecha la acción, pueden pasar años, y en ese
intertanto pueden pasar muchas cosas, por ejemplo, que el demandado sepa que va a perder y vende
todos sus bienes. Para este efecto, la ley toma precauciones y consagra las MEDIDAS PRECAUTORIAS.
El derecho establece mecanismos que aseguran que una sentencia obligatoria sea cumplida.
La ley autoriza que incluso antes de demandar se solicite alguna medida precautoria, y el tribunal
puede adoptar una medida que impida que el derecho del actor se vea burlado.
Art. 290 (280). Para asegurar el resultado de la acción, puede el demandante en cualquier estado del
juicio, aun cuando no esté contestada la demanda, pedir una o más de las siguientes medidas:
1.-El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda;
2.-El nombramiento de uno o más interventores;
3.-La retención de bienes determinados; y
4.-La prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados.

CARACTERISTICAS DE LA JURISDICCION

1.- Es una función pública, por que la desarrolla el Estado en virtud de las atribuciones que le otorga
el ordenamiento jurídico, y que lo autoriza intervenir en la solución de los conflictos que afectan a los
miembros del conflicto, ( Art. 76 de la Constitución y Art. 1º del C.O.T.)

2.- Las autoridades encargadas de ejercer esta función son los tribunales de justicia.

3.- La jurisdicción no es privativa de los tribunales de justicia, lo que significa que cada vez que
un órgano del Estado interviene en un conflicto jurídico, ejerce función jurisdiccional, y lo constituye en
Tribunal de Justicia. Es decir, la función de los órganos es la que define el carácter de Tribunal de
Justicia, por tanto, en principio, se puede afirmar que la función jurisdiccional no sólo la cumplen los
tribunales de justicia definidos como tales, sino que también son tribunales de justicia porque cumplen
función jurisdiccional, por ejemplo el Director Regional de Impuestos Internos, o el Director de
Aduanas, que en determinadas materias están autorizados para solucionar conflictos.
La función jurisdiccional no es privativa de los tribunales de justicia, sino que también en otros órganos
del Estado facultado al efecto.

4.- La parte de jurisdicción que corresponde a cada juez, es la competencia. Todos los tribunales de
justicia ejercen jurisdicción, pero no todos tienen la misma competencia, porque no todos pueden
intervenir en todos los conflictos jurídicos.

5.- La jurisdicción se manifiesta a través de una especie de acto jurídico, que son los Actos Jurídicos
Procesales. Es decir, el acto jurídico es el género, los que pueden ser de distintas especies, y uno de
ellos son los actos jurídicos procesales, que se ejecutan y producen efectos dentro del proceso. Y es a
través de estos actos que se manifiesta la función jurisdiccional.

6.- El resultado que se obtiene de la función jurisdiccional, y que se manifiesta en la sentencia, se


convierte en INAMOVIBLE. La decisión que adoptan los tribunales de justicia al finalizar el proceso, y
cumpliendo ciertos requisitos legales, se convierte en inamovible.
Opera a partir de ese momento el efecto de cosa juzgada, y por lo tanto, ninguna autoridad puede
alterar la decisión contenida en el fallo judicial.
Esto implica que lo que ya ha sido resuelto por un tribunal, y ha producido el efecto de cosa juzgada,
no puede volver a discutirse.

7.- La jurisdicción es improrrogable, en el sentido de que como la jurisdicción es una atribución


que se extiende a todos los órganos que ejercen jurisdicción, no pueden prorrogarse jurisdicción a un
órgano que ya la tiene, a diferencia de la competencia, que sí puede prorrogarse, cumpliendo u
obedeciendo a ciertos factores, y que por ejemplo en materia de territorio puede prorrogarse la
competencia a un lugar determinado.

8.- La jurisdicción es unitaria, por que no admite dividirse ni clasificarse. Es una sola, que es el
poder-deber que tienen todos los jueces de resolver conflictos que caen en su competencia.

9.- En general la jurisdicción es eventual, ya que sólo se pone en movimiento en el evento que las
partes no puedan resolver autocompositivamente un conflicto que les afecta. Y es generalmente
porque hay casos en que la ley no autoriza soluciones autocompositivas.

ATRIBUCIONES QUE TIENEN LOS TRIBUNALES DE JUSTICIA


EN EL EJERCICIO DE LAS FUNCIONES QUE LES ENCARGA
EL ORDENAMIENTO JURÍDICO.

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1.- Tienen esencialmente atribución jurisdiccional, y que se encuentra consagrada en el Art 73 de la
Constitución Política, y 1º del C.O.T.: “La facultad de conocer las causas civiles y criminal, de juzgar y
de hacer ejecutar los juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales que establece la ley”

Conocer, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, conforman la trilogía de los órganos judiciales.

2.- Tienen otras funciones, y están en el ART 2º del C.O.T. “También corresponde a los tribunales
intervenir en todos aquellos actos no contenciosos en que una ley expresa requiera su intervención.”
Entonces tenemos un segundo grupo de funciones, cuales serían intervenir en asuntos no
contenciosos o voluntarios cada vez que la ley disponga expresamente su intervención. Todo el
libro IV del C.P.C. regula algunas de estas actividades, en las cuales no hay contienda entre las partes.
Estas actividades no son propiamente actividades jurisdiccionales, por que no hay contienda. El Art.
817 del C.P.C. define estos actos judiciales no contenciosos. “Son actos judiciales no contenciosos
aquellos que según la ley requieren la intervención del juez y en que no se promueve contienda alguna
entre partes”.
Pero para que los tribunales puedan ejercer estas atribuciones, es necesario que una ley expresamente
lo disponga. Aquí hay una excepción al principio de inexcusabilidad, y por lo tanto un juez puede
excusarse en estos casos por no haber ley que disponga su intervención.

EJEMPLO: Cuando se solicita alzar una hipoteca de una deuda que ya no existe, o donde nunca se
canceló y alzó esa hipoteca. Esto no está regulado, sin embargo los jueces igual han resuelto estos
problemas.

3.- También está la norma del Art. 3º del C.O.T.: “Los tribunales tienen además, las facultades
conservadoras, disciplinarias, económicas que a cada uno de ellos designa en los respectivos títulos de
este Código”.
Las facultades conservadoras, disciplinarias y económicas, cada una de ellas tiene su propio contenido
específico, aún cuando aparecen agrupadas en una sola disposición, en que se podría decir que son
similares, pero lo cierto es que cada una de ellas tiene su propio significado y su propia naturaleza
jurídica.

LOS MOMENTOS DE LA JURISDICCIÓN

La jurisdicción, se despliega por distintas etapas o faces que permiten la culminación y satisfacción de
necesidad que tiene el que solicita la intervención de los órganos jurisdiccionales.
Considerando que la finalidad de la jurisdicción es el cumplimiento de la voluntad de la ley frente a un
conflicto, se considera indispensable que se organice un método de desarrollo que tenga cierta lógica
desde el inicio hasta el final. Así es como se distingue en este desarrollo del proceso, entre el momento
del Conocimiento, Juzgamiento y Ejecución.
Esta secuencia lógica también las recoge nuestros ordenamiento jurídico, y así lo dice el ART 1º del
C.O.T. y 73 de la Constitución.
La actividad jurisdiccional probablemente se justifica esencialmente en el momento del
juzgamiento, porque es precisamente ese momento el que buscan las partes interesadas.
Lo que solicitan, es que el órgano jurisdiccional escuche sus planteamientos y emita una decisión, y
eso está en este momento. Por eso se dice que la función jurisdiccional se justifica en este momento.
Si bien el juzgamiento es importante, también debemos poner atención e importancia al momento de
la ejecución, que nos permite ver satisfecha nuestras necesidades y nuestras pretensiones.
La lógica indica que para que alguien pueda emitir un juicio con seriedad, es necesario que
previamente esté lo suficientemente informado, y sólo una vez reunido todos los antecedentes, se
estará en situación de emitir un juicio. Y es por esto que a veces los tribunales se demoran antes de
dar una solución, y esta es una garantía para las partes litigantes.

I.- Esta primera fase corresponde al momento del conocimiento (Escuchar a las partes, recibir las
pruebas, investigar y decidir), y es indispensable y formar parte del fenómeno procesal.

El conocimiento o cognición, que es la primera fase, tiene por objeto permitir que el juez, deba
comenzar por imponerse de la cuestión que conforma el conflicto, de la “cuestión controvertida”, en
qué consiste el conflicto. Cada parte debe exponerle su relación del conflicto que le afecta.
En esta primera aproximación al conflicto, el juez va a recoger la descripción de los hechos y las
peticiones que las partes le formulan al juez.
Pero como en esta relación las partes van a incorporar afirmaciones de hecho, el juez debe contar con
elementos de convicción que le permitan determinar como ocurrieron efectivamente los hechos, por
que las partes pueden omitir elementos o distorsionarlos.
Por ello, se deben incorporar al proceso los medios de pruebas necesarios para que el juez pueda
resolver de la mejor manera el conflicto.
Entonces, en esta primera fase (Conocimiento)encontramos:
a.- Conocimiento descriptivo.
b.- Actividad destinada a demostrar la existencia de los hechos.

De aquí es que podemos distinguir dos sub fases:


b.1.- Período de discusión.
b.2.- Período de prueba

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b.1.- En el periodo de discusión, las partes pueden postular afirmaciones de hecho y ciertas
peticiones.
b.2.- En el período de prueba se requiere generalmente que haya precedido un período de
discusión. La prueba va a recaer sobre los “hechos controvertidos”, por que pueden haber hechos
donde no hay controversia.

Viernes 27 de Abril de 2001

II.- El segundo momento es el juzgamiento, cual es el más importante desde el punto de vista que la
actividad jurisdiccional se justifica por la decisión que se tomará.
Esta fase se cumple en un momento muy breve, que es cuando el juez exterioriza su decisión. Es
decir, cuando emite la sentencia, y comienza cuando se ha agotado la fase de conocimiento, la cual
podría durar mucho más tiempo que la fase de juzgamiento.
Legalmente la sentencia se entiende pronunciada desde el momento que se da a conocer a las partes.
Las sentencias judiciales se componen de 3 partes:
Expositiva
Considerativa
Resolutiva

Para llegar a su decisión final, el juez debe haber revisado los antecedentes, y a partir de ello cumplirá
con el acto final, que es el de emitir su juicio. Es decir, aquello que corresponde a la parte resolutiva.
En la fase del juzgamiento, el juez desarrolla una labor intelectual, y se ha planteado que lo que hace
es desarrollar un silogismo, cual es una actividad de la lógica, donde el juez subsume el hecho a la
norma jurídica de derecho positivo o equidad natural, para llegar a la conclusión. Y en esta conclusión
del silogismo expresa la voluntad de la ley o de la equidad.
Pero esta semejanza entre la sentencia del silogismo no representa más que una figuración teórica y
pedagógica de su labor intelectual.
Lo cierto es que desde mucho tiempo, la doctrina ha llegado a la conclusión que en la decisión del juez
hay mucho más que esa labor mecánica que implica una relación silogística. Está integrada por otros
elementos que van más allá de las normas jurídicas que están resolviendo el conflicto.
El autor, Francisco Ramos Méndez, en su libro Derecho y Proceso, sostiene que en el juicio que emite
el juez no sólo estará la solución prevista por el legislador o por él mismo, si no que hay otras
consideraciones que influyen en la psiquis del juez, como los juicios históricos, los juicios de valor y los
prejuicios.

Jueves 3 de Mayo de 2001.

III.- Tercer momento, la ejecución: Este momento corresponde a aquella fase del proceso
jurisdiccional que el órgano que pronunció la sentencia, puede verse obligado a ejercer su facultad de
imperio para imponer el cumplimiento de la sentencia por los medios coactivos que franquea el
Ordenamiento Jurídico cuando ésta no es voluntaria.
Si bien, vimos que el juzgamiento es la fase más importante, carece de sentido sin la fase de
ejecución. Por ello es necesario que el Ordenamiento Jurídico contemple ésta, la que se manifiesta en
la decisión del juez.
Este momento está reconocido en el Art 73 de la Constitución y en el Art 1º del C.O.T. donde se
incorpora a la función jurisdiccional esta función para dar cumplimiento a la sentencia.
Algún autor minoritario sostuvo que la ejecución no seria propiamente una función jurisdiccional, sino
que correspondería a una función de un órgano distinto del jurisdiccional, a los órganos
administrativos.
No obstante la doctrina mayoritaria afirma que la jurisdicción cubre la fase de ejecución. En Chile
parece más claro en nuestros textos cuando se define la función jurisdiccional, donde la función
jurisdiccional alcanza la ejecución.
El fundamento de la tesis administrativista radica en que el cumplimiento de la sentencia judicial está
entregada a órganos que pertenecen a la administración del estado, como por ejemplo: El
cumplimiento de las sentencias penales (Gendarmería).

Lo cierto es que esto es así en Chile, sin embargo su cumplimiento está sometido al resguardo y
control de los Tribunales de Justicia, y ello más aún ocurre de manera más clara conforme al nuevo
sistema procesal, donde se estableció que una de las funciones del juez de garantía será intervenir y
vigilar el cumplimiento de las sentencias penales.
Por tanto en Chile, la función jurisdiccional incluye la Ejecución.
La ejecución de la sentencia es una fase del proceso de carácter eventual, no siempre acompaña al
resto de la actividad jurisdiccional. Por ejemplo, eso pasa en las sentencias con fines aclaratorios. En
estos procesos no cabe la ejecución.
Otro caso se da cuando el sujeto vencido en juicio, cumple en forma espontánea lo que ordena el
órgano jurisdiccional.
Otro caso se da cuando el ordenamiento jurídico entrega a ciertos órganos de la administración la
tarea de hacer cumplir la sentencia. Por Ejemplo, con penas alternativas como la libertad condicional,
su control está dado a gendarmería.
¿Cómo ejercen los órganos jurisdiccionales esta función de la ejecución?.
Originalmente tenemos el Art. 11 del C.O.T. dispone que “Para hacer ejecutar sus sentencias y para
practicar y hacer practicar los actos de instrucción que decreten, podrán los tribunales requerir de las

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demás autoridades el auxilio de la fuerza pública que de ellas dependiere, o los otros medios de acción
conducentes que dispusieren.
La autoridad legalmente requerida debe prestar el auxilio, sin que le corresponda calificar el
fundamento con que se le pide ni la justicia o legalidad de la sentencia o decreto que se trata de
ejecutar”.

Conforme a esto tenemos que el C.O.T. atribuye al juez la facultad de requerir de las autoridades
pertinentes el auxilio de la fuerza pública para hacer ejecutar las sentencias.
Esta disposición en su momento significó que los jueces que requerían de Carabineros de Chile para
hacer cumplir sus decisiones, debían dirigirse a la autoridad bajo cuya tutela se encontraba
Carabineros, y que correspondía a una autoridad administrativa del Estado. Esto provocó que la
autoridad administrativa no cumpliera las disposiciones de los órganos judiciales por razones de
conveniencia política, por ello las decisiones de los tribunales no se cumplían.
Por lo tanto, en un momento la Corte Suprema y el Congreso Nacional sostuvieron que el Estado de
Derecho se sobrepasaba por que los Intendentes no autorizaban el uso de la fuerza pública. Esto
determinó que el constituyente en el año 1980, incluyera en el Art. 73 de la Constitución un artículo
que es copia de este, pero agregó “Podrán impartir órdenes directas.” Esta frase corresponde a la mala
experiencia que se produjo por el Art. 11 del C.O.T.
Por eso se elevó esta norma a rango constitucional, y agregó esta frase clave, y se dotó de la eficacia
necesaria para dar cumplimiento a su cometido.
Recordemos que sin sentencia ejecutada, el proceso no tiene ningún sentido.
Esta disposición de la Constitución reafirma de manera más intensa la idea de que la función
jurisdiccional alcanza la fase de la ejecución.
En Chile se ha planteado la idea de crear una policía judicial, un órgano armado con la capacidad de
imponer la voluntad por la fuerza, pero que forme parte del poder judicial.
Por último, dentro de esta fase, en materia civil, regidos por el C.P.C. hay un grupo de disposiciones
contenidas en el libro I que se denomina “De la ejecución de las resoluciones judiciales”, dentro de las
cuales hay diversos preceptos que otorgan los jueces la facultad de intervenir en estos procesos, y la
distinta forma de cumplir según la naturaleza de lo que se quiere hacer cumplir.
Ejemplos:
Art 238 del C.P.C.: “Cuando se trate del cumplimiento de resoluciones no comprendidas en los
artículos anteriores, corresponderá al juez de la causa dictar las medidas conducentes a dicho
cumplimiento pudiendo al efecto imponer multas que no excedan de una unidad tributaria mensual o
arresto hasta de dos meses, determinados prudentemente por el tribunal, sin perjuicio de repetir el
apremio”.
Por medidas conducentes se quiere decir que si en las normas que preceden no existe una norma que
le sirva, que él busque las que le parezcan para hacer efectiva la ejecución, pudiendo incluso aplicar
arresto hasta por dos meses y podrá repetirlo.
Art. 240 del C.P.C.: “Cumplida una resolución, el tribunal tendrá la facultad para decretar las medidas
tendientes a dejar sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo ejecutado. El que quebrante lo
ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado medio a máximo”.
Por ejemplo: Se cumple una resolución que ordena el desalojo en un juicio de arriendo y en la noche la
persona vuelve a ingresar al domicilio, el juez no necesita iniciar el juicio nuevamente, podrá adoptar
las medidas que estime pertinente para hacer ejecutar la sentencia él mismo.

LOS EQUIVALENTES JURISDICCIONALES

Esta expresión fue acuñada por F. CARNELUTTI, para referirse a ciertas situaciones jurídicas que
permiten llegar a una solución en un conflicto jurídico, pero sin pasar por una decisión de un órgano
jurisdiccional, a las cuales el ordenamiento jurídico les reconoce una fuerza similar a la fuerza de las
decisiones jurisdiccionales. Por eso se denominan equivalentes jurisdiccionales.
Ya hemos visto que la importancia de la función jurisdiccional es que la fuerza del Estado puede hacer
cumplir por medio de los tribunales cuando están legítimamente facultado, lo que provienen o están
contenidos en las sentencias judiciales.
En general los jueces no darán la orden del uso de la fuerza si no han estudiado los antecedentes ni
hayan substanciado un proceso jurisdiccional.
El ordenamiento jurídico reconoce a las decisiones de los órganos jurisdiccionales, para legitimar el uso
de la fuerza pública.
Además de la sentencia, están también estas otras figuras, que cumpliendo determinadas condiciones,
también se autoriza el uso de la fuerza pública para hacer cumplir.
Los equivalentes jurisdiccionales son toda forma lícita de resolver conflictos jurídicos, sin
recurrir al ejercicio de la jurisdicción, pero recibiendo de esta el respaldo necesario para
hacerlos efectivos.

EJEMPLOS DE EQUIVALENTES JURISDICCIONALES:


1.- La transacción.
2.- La conciliación.
3.- La sentencia Extranjera.

1.- LA TRANSACCIÓN: Es una de las formas de autocomposición. Se define en el Art. 2446 C.C.: “La
transacción es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un litigio pendiente, o
precaven un litigio eventual”
La doctrina le agrega que existan concesiones recíprocas para que exista la transacción.

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Este contrato constituye un equivalente jurisdiccional por que sirve como fórmula de solución de
conflicto autocompositivamente.
Por lo tanto un conflicto jurídico puede ser terminado por una transacción.
La transacción se reconoce como equivalente jurisdiccional por que el Art 2460 CC: “la transacción
produce el efecto de cosa juzgada en última instancia; pero podrá impetrarse la declaración de nulidad
o la rescisión, en conformidad a los artículos precedentes” y no se pueden volver a discutir esas
materias.
Es decir, la transacción, que es un contrato, tiene el mismo valor o fuerza que una sentencia, y por
tanto, los acuerdos que allí se adopten se convierten en inamovibles, y no pueden ser objeto de una
discusión posterior, por que allí hay cosa juzgada, por ello ese contrato permite requerir de un órgano
jurisdiccional, una resolución que obligue a aplicar procedimientos coactivos que permitan hacer
cumplir el acuerdo contenido en la transacción.

La transacción, cuando consta por escrito, pueden ser reconocida como un título ejecutivo, lo que
significa que como tal puede invocarse ante un órgano jurisdiccional, y este inicie un procedimiento de
ejecución.
Por ello la “gracia” que tiene, es que se “salta” la fase de conocimiento y juzgamiento, por que los
derechos quedaron especificados en el contrato, y solo se pasa a la fase de ejecución en forma directa.
El art. 2450 dispone “No se puede transigir sobre el estado civil de las personas”
El art. 2451 dispone “La transacción sobre alimentos futuros de las personas a quienes se deban por
ley, no valdrá sin aprobación judicial; ni podrá el juez aprobarla, si en ella se contraviene a lo
dispuesto en los artículos 334 y 335”.
El art. 2452 dispone “No vale la transacción sobre derechos ajenos o sobre derechos que no existen”.
Por lo tanto hay limitaciones, salvo la segunda, que si las partes las infringen, esas transacciones
cuando se presenten al tribunal no se les da la misma fuerza.
Si bien el Código Civil define la transacción como un contrato, lo cierto es que también puede
celebrarse esta transacción dentro de un proceso. Por tanto, la transacción también puede ser judicial,
y por ello es que se otorga la facultad de transigir a un abogado o algún procurador.

Por tanto hay limitaciones, salvo la segunda, que si las partes la infringen, esas transacciones cuando
se presentan al tribunal no se les da la misma fuerza.
Si bien el código civil define la transacción como un contrato, lo cierto es que también puede
celebrarse esta transacción dentro de un proceso. Por tanto la transacción también puede ser judicial,
y por ello es que se otorga la facultad de transigir a un abogado o algún procurador.

2. LA CONCILIACIÓN: También es un medio autocompositivo. Es una forma anormal de poner término


a un juicio y consiste en un acuerdo directo de las partes a iniciativa del tribunal y sobre la base de
arreglo de las proposiciones hechas por el juez.

La conciliación esta tratada en el C.P.C. 262 al 268.


Art. 262 “En todo juicio civil, con excepción de los juicios o procedimientos especiales de que tratan los
títulos III, V y XVI del Libro III, el juez podrá en cualquier estado de la causa llamar a las partes a
conciliación y proponerles bases de arreglo”. El juez tiene un doble protagonismo. Toma la iniciativa
para citar a audiencia y debe proponerle esas bases de arreglo.
¿Por qué la conciliación se califica como equivalente jurisdiccional?, por que el Art. 267 del C. de P.C.
dice que de la conciliación total o parcial se levantará acta, que consignará sólo las especificaciones del
arreglo; la cual subscribirán el juez, las partes que lo deseen y el actuario, y se estimará como
sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales.
Aquí tenemos nuevamente un acto jurídico (procesal) que no es sentencia, pero equivale una
sentencia.

Esto significa que la conciliación si bien se logra con un proceso ya iniciado, pudo haberse producido al
inicio del proceso, y no fue necesaria la sentencia, sino que la solución la propone el juez y son
aceptadas voluntariamente por las partes.
En la práctica normalmente no sucede, por que el juez ni siquiera se entrevista con las partes, lo hace
un subalterno.
Esta conciliación queda estampada en un acta, la cual ocupa el lugar de la sentencia. No hay discusión
ni sentencia, y se pasa a la fase de ejecución.

3. LA SENTENCIA EXTRANJERA: También se considera como equivalente jurisdiccional por que tiene un
origen foráneo del que tiene el órgano jurisdiccional que conoce del conflicto, pero no obstante a ello la
solución que contiene esa sentencia extranjera es reconocida por el ordenamiento jurídico interno al
momento de disponer su ejecución en el país.
En este caso, lo que se considera es el hecho de que la solución del conflicto no viene dada por los
órganos del país donde se ejecutará el fallo, sino que la solución viene de un órgano jurisdiccional
extranjero, pero se le reconoce la misma fuerza obligatoria ejecutoria que se le reconoce a una
sentencia emanada por un tribunal nacional.
De este punto de vista no hay una solución jurisdiccional, por que pos órganos jurisdiccionales
encargados de la ejecución no son los mismos que pusieron término al conflicto.
En Chile, las sentencias extranjeras pueden llegar a tener el mismo valor que las sentencias
nacionales, una vez cumplido el tramite del EXEQUATUR, que se traduce en un examen de regularidad
que realiza la Corte Suprema, y si pasa ese examen, esa sentencia podrá ser cumplida en Chile.
El Art. 242 C.P.C. dispone “Las resoluciones pronunciadas en país extranjero tendrán en Chile la fuerza
que les concedan los tratados respectivos; y para su ejecución se seguirán los procedimientos que
establezca la ley chilena, en cuanto no aparezcan modificados por dichos tratados”,

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Y el Art. 251 dispone “Mandada cumplir una resolución pronunciada en país extranjero, se pedirá su
ejecución al tribunal a quien habría correspondido conocer del negocio en primera o en única instancia,
si el juicio se hubiera promovido en Chile”.
¿Cómo se equiparan ambas sentencias?.
En que la solución no emana de Organos Jurisdiccionales Nacionales, pero si se cumple con el
EXEQUATUR, esa sentencia puede ser ejecutada en nuestro país por los medios que corresponda.

LIMITES DE LA JURISDICCIÓN.

El tema se relaciona con el marco jurídico dentro del cual los órganos jurisdiccionales pueden ejercer,
legítima y validamente sus potestades jurisdiccionales.
Los órganos del Estado están sujetos a un conjunto de normas que determinan un campo de
atribuciones dentro del cual pueden ejercer sus potestades, y si lo hacen fuera de él, esos actos
carecen de eficacia.
El Art 7º de la Constitución dispone “Los Órganos del Estado actúan válidamente previa investidura
regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley. Ninguna
magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de
circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan
conferido en virtud de la constitución o las leyes.
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y sanciones que la
ley señale”.

ESQUEMA DE LOS LÍMITES DE LA JURISDICCIÓN.

Pueden agruparse en:


Jueces Perpetuos.
a.- Límites Temporales 
Jueces Temporales

Internacionales (límites)
Externos
Orgánicos (límites)
b.- Límites Funcionales
Internos Corresponde a la Competencia

Viernes 4 de Mayo del 2001.

 LIMITES DE LA JURISDICCION: Es el marco dentro del cual los órganos jurisdiccionales ejercen su
función legítima. Si escapan a él, el resultado de sus actos pierden validez y eficacia.

 LIMITES TEMPORALES: Distinguimos entre


Jueces Temporales.
Jueces Perpetuos.

a) Jueces Temporales: La doctrina, por límites alude a los límites funcionales, no alude al elemento
temporal. Sin embargo, el elemento temporal constituye un límite a la jurisdicción, por que hay ciertas
clases de jueces que por que la ley o las partes lo fijan, sólo pueden ejercer su facultad en un plazo
determinado.
Hay otros jueces que no tienen esta limitación, y por eso la distinción entre Temporales y Perpetuos.
En Chile, la gran mayoría de los jueces caen en la categoría de perpetuos, no tienen limitación de
tiempo. Sólo deben observar un buen comportamiento.
Art. 77 de la Constitución: “Los jueces permanecerán en sus cargos durante su buen comportamiento,
pero los inferiores desempeñarán su respectiva judicatura por el tiempo que determinen las leyes. No
obstante lo anterior, los jueces cesarán en sus funciones al cumplir 75 años de edad, o por renuncia o
incapacidad legal sobreviniente o en caso de ser depuestos de su destinos, por causa legalmente
sentenciada. La norma relativa a la edad no regirá respecto al Presidente de la Corte Suprema, quien
continuará en su cargo hasta el término de su período. En todo caso, la Corte Suprema por
requerimiento del Presidente de la República, a solicitud de parte interesada, o de oficio, podrá
declarar que los jueces no han tenido buen comportamiento y, previo informe del inculpado y de la
Corte de Apelaciones respectiva, en su caso, acordar su remoción por la mayoría del total de sus
componentes. Estos acuerdos se comunicarán al Presidente de la República para su cumplimiento. El
Presidente de la República, a propuesta o con acuerdo de la Corte Suprema, podrá autorizar permutas
u ordenar el traslado de los jueces o demás funcionarios y empleados del Poder Judicial a otro cargo
de igual categoría”.

La regla general a que los jueces en Chile corresponden a la categoría de jueces perpetuos, amparados
por el principio de la inamovilidad, salvo que no observen un buen comportamiento.
Estos jueces en principio no están limitados temporalmente, aunque el Art. 77 establece que “No
obstante lo anterior, los jueces cesarán en sus funciones al cumplir 75 años de edad”. Ahí dejan de ser
tales y pierden su jurisdicción, y lo que hagan después de los 75 años no tiene valor.
Cada vez que se nombra un juez se convierte en perpetuo.

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Hay otras categorías, los jueces Árbitros, que sí caen en esta categoría temporal, (C.O.T., a partir del
Art. 222) Establece que las partes litigantes puedan fijar al juez árbitro un plazo en el cual ejercerá su
función.
Estos árbitros son particulares en principio, designados por las partes, y a falta de acuerdo por la ley.
Las partes pueden fijar el plazo que tendrá para resolver el conflicto.
El mismo C.O.T. establece que si las partes nada dicen respecto al plazo, tendrán como máximo el de
dos años. Aquí tenemos un límite temporal de la jurisdicción, y sólo pueden actuar dentro del plazo
que fijaron las partes o la ley, y sus actuaciones fuera de este plazo no producen efectos, pierde su
jurisdicción.
Hasta 1989 existían los jueces de distrito y subdelegaciones, que eran de menor jerarquía que la que
existe hoy en día, y una de las características era que los designaba el Poder ejecutivo, por el plazo de
dos años, sin perjuicio de volver a ser nombrados, y estos jueces caen en la categoría de los jueces
temporales.

 LIMITES FUNCIONALES: Estos límites están determinados sobre la base de dos elementos.
1.- Elemento Territorial o espacial.
2.- Elemento Orgánico Constitucional.

Estos límites se refieren al marco de atribuciones que tienen los Organos Jurisdiccionales, y se traduce
en que no pueden ejercer sus potestades más allá del Estado en que prestan sus servicios, ni mas allá
que lo que la estructura orgánicas del Estado le permite en su relación con los demás órganos del
Estado. Por ejemplo: no pueden ejercer potestades legislativas, y distinguimos entre:

1.- Límites externos: A su vez están constituidos por los límites internacionales. En cuanto al marco
de facultades alcanza hasta donde entran en colisión con las atribuciones de los órganos
jurisdiccionales extranjeros, y están constituidos también por el marco de facultades que establece el
ordenamiento jurídico interno determinando, cuales son las facultades de cada uno de los órganos del
Estado.

2.- Límites internos: Se vinculan con todo un conjunto de disposiciones y normas jurídicas que
regulan la competencia de los Tribunales de Justicia.

1.- En relación con los límites externos, referidos a la jurisdicción proveniente de los órganos de otros
países, la función jurisdiccional tiene un ámbito de atribuciones que le permite desarrollar sus
potestades sólo dentro de las fronteras del Estado y sus ficciones, y se vinculan con la doctrina de la
Soberanía Nacional y Territorialidad. Es decir, los Órganos jurisdiccionales sólo pueden ejercer sus
potestades dentro de las fronteras de sus respectivos Estados sin que sus atribuciones puedan
traspasar más allá del territorio sobre el cual el estado ejerce su soberanía.
Excepcionalmente pueden darse casos en sentido positivo o negativo referido al hecho de ciertos casos
que los órganos jurisdiccionales de un Estado pueden juzgar como fuera de sus fronteras, y en otros
deben abstenerse de ejercer sus potestades, aún por hechos ocurridos dentro de su frontera,
(Inmunidad Jurisdiccional, Diplomática.)
El fundamento legal está en los Art. 5º y 6º del C.O.T., art. 14 Código Civil y Art. 5º, 6º y 7º, de la
Constitución, Tratados Internacionales como el Código de Bustamante o de D.I.P. o Convenios Sobre
Relaciones Diplomáticas o Consulares.
En cuanto a los límites externos vinculados a las funciones reconocidas a los otros órganos del Estado.
En este sentido, la jurisdicción de los órganos jurisdiccionales reconocen límites a partir del ámbito de
atribuciones que el ordenamiento jurídico le entrega a los demás órganos del Estado.
La Constitución y las leyes tratan de fijar ámbito de atribuciones, lo que se traduce en que los órganos
jurisdiccionales sólo pueden ejercer sus atribuciones en aquellos casos en que la constitución y las
leyes lo señalen. Los otros órganos del Estado tampoco pueden invadir los campos de los órganos
jurisdiccionales.
Sin perjuicio de las disposiciones legales y constitucionales, la ley ha previsto sanciones que van más
allá de la privación de aquellos actos, con sanciones penales contra aquellos que exceden del marco de
sus atribuciones, y eso se denomina “Usurpación de Funciones”.
El Art. 222 del C.P. establece “El empleado del orden judicial que se arrogare atribuciones propias de
las autoridades administrativas o impidiera a éstas el ejercicio legítimo de las suyas, sufrirá la pena de
suspención del empleo en su grado medio.
En la misma pena incurrirá atribuciones judiciales o impidiere la ejecución de una providencia dictada
por tribunal competente.
Las disposiciones de este artículo sólo se harán efectivas cuando entablada la competencia y resuelta
por la autoridad correspondiente, los empleados administrativos o judiciales continuaren procediendo
indebidamente”.

Por lo tanto, además de la sanción constitucional (Art. 7º) se establecen sanciones de tipo penal. (Art.
222). Aquí hay otra limitación a la función jurisdiccional.
Otros fundamentos legales de derecho positivo, tenemos el Art. 73 del inciso 1º C.P.E., art. 1, 2, 3, 12
C.O.T.

2.- Limite interno:


 La competencia: La necesidad de que el Estado deba dotarse de un número razonable de
tribunales para prestar un adecuado servicio judicial, determina que haya una gran cantidad de
tribunales, lo que hace que el ordenamiento jurídico fije un régimen legal que permita distribuir el
trabajo de cada uno de estos Tribunales de Justicia.

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De toda la masa de conflictos dentro de un Estado se hace necesario repartirlas en función del
territorio, especialidad o jerarquía de cada uno de ellos, y para ello hay un criterio determinado por la
competencia o reglas de competencia.
Esto significa que cada tribunal tiene un ámbito definido de atribuciones, determinado por su ubicación
geográfica, jerarquía, especialidad, y todo ello conforma un ámbito de atribuciones que constituye su
propia competencia.

El Art. 108 del C.O.T. la define: “La competencia es la facultad que tiene cada juez o tribunal para
conocer de los negocios que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones”. (Memorizar
del 108 al 114)
La competencia constituye un límite interno de la jurisdicción por que de acuerdo al concepto, el
ámbito de atribuciones de cada tribunal se encuentra delimitado de tal forma que limita con el marco
de atribuciones de los otros tribunales del Estado, y aquí hay un límite a la jurisdicción. Ningún
tribunal puede invadir la competencia de otro tribunal del Estado, si ocurre hay “CONTIENDA DE
COMPETENCIA”, ya sea para captar el conocimiento del negocio o para inhibirse de él.

II.- LOS ACTOS JUDICIALES NO CONTENCIOSOS

Es el otro campo de atribuciones de los órganos jurisdiccionales. Cuando vimos el Art. 2º del C.O.T.
señalábamos que dentro de las atribuciones que se le entregan a los tribunales ordinarios de justicia,
está el deber de avocarse el conocimiento de ciertos casos, que se caracterizan por no tener contienda,
pero por disposición expresa de la ley, son de competencia de los tribunales ordinarios de justicia.
La característica es que en principio no existe contienda entre las partes.
Tradicionalmente se denominaba a este ámbito como Jurisdicción Voluntaria, tratando de significar el
conjunto de facultades de los órganos jurisdiccionales, pero al no haber contienda, el interesado
concurre en forma voluntaria.
Sin embargo, como dice Couture, esta Jurisdicción Voluntaria, no es ni jurisdicción, ni voluntaria.
No es voluntaria porque, si bien es cierto que se acude al Tribunal de Justicia solicitando una
determinada declaración, lo cierto es que el efecto que busca no se va a producir si no previa
intervención del órgano de jurisdiccional que formula esa declaración.
En cuanto la ley exige que intervenga un órgano jurisdiccional ya no puede ser voluntario.
Por otro lado afirma que no son jurisdiccionales por que carece del elemento contencioso propio de
la actividad jurisdiccional, cuyo fin principal es la solución del problema, y aquí no existe controversia,
por eso no puede ser calificada de jurisdiccional.
Además, la actividad jurisdiccional supone la existencia de un modelo de discusión que resuelva el
conflicto, y por ello uno de los elementos esenciales para que exista un proceso es la existencia de
partes. No puede haber una contienda de una persona, y en estos casos de Jurisdicción Voluntaria no
hay contienda.

Martes 8 de Mayo de 2001.

Razones que han tenido los distintos ordenamientos jurídicos para encargar a los tribunales estas
cuestiones voluntarias.

1.- RAZON DE ORDEN HISTORICO: Tiene su origen en la época del Derecho Romano, donde por no
estar estructurado el Estado en tres órganos que ejercen sus respectivas funciones, donde se
planteaba la necesidad de dotar de determinadas actuaciones de una cierta autoridad o sello que les
diera valor, que esos actos tuvieran reconocimiento de parte del ordenamiento jurídico.
Se trataban de casos donde era necesario tutelar derechos de personas incapaces, o resguardar
derechos de terceros, que ignoraban estos actos, buscando evitar fraudes contra ellos.
Por ello es que aún aunque no había contienda, los interesados consideraban que la autoridad más
idónea eran los jueces de la época, los que debían atender estos requerimientos para proteger los
derechos de las personas.
Si bien estas situaciones podían haber sido resueltas por órdenes administrativos, como se trataba de
derechos, se debía acudir a un órgano idóneo, los jueces.

2.- CONVENIENCIA PRACTICA: Los ordenamientos Jurídicos posteriores al Derecho Romano, han
considerado que esta solución que surgió en el Derecho Romano, aparece como la mejor solución para
atender estas situaciones, donde la trascendencia de esos derechos deben ser sometidos al
conocimiento y decisión de los Magistrados Judiciales porque están mejor preparados para resolver
complejidades jurídicas, aunque en ellas no haya contiendas jurídicas, y hoy en día sigue siendo igual.
Esto se estima en principio.

3.- RAZON DE ORDEN PRACTICA: Se refiere a que en un proceso no contencioso puede surgir alguna
oposición de un tercero que se oponga a la declaración que solicita el interesado, y como frente a esto
se va a producir una contienda, y por ende el proceso se vuelve contencioso, quien resuelve es el juez
que inició el conocimiento de la cuestión no contenciosa.
El fundamento de esto es que el proceso contencioso lo conocerá el mismo juez que conoció la
cuestión no contenciosa.
También puede ocurrir que por efecto de las reglas de competencia, el asunto debe conocerlo otro juez
que el que inició el conocimiento originalmente.
Si estos actos judiciales no contenciosos no son jurisdiccionales, se trata entonces de determinar
donde los emplazamos, que tipo de actividad o de actos son. Habrá que descartar que no son actos
legislativos (obviamente), sólo queda como opción la posibilidad de que se traten de actos
administrativos, y ese carácter es el que le atribuye la mayoría de la doctrina. Y esto porque su

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finalidad es satisfacer una necesidad pública, a través de un órgano jurisdiccional, al igual que la
necesidad que se trata de satisfacer a través de los órganos administrativos.
La ley, por estimar que hay casos, en que el interés social se encuentra fuertemente comprometido, le
otorga competencia a estos órganos del Estado, cuya especialidad es la solución de conflictos jurídicos,
para que ellos los resuelvan.
Un autor italiano, FASSALARI, en su obra “Jurisdicción Voluntaria”, señala: “Aunque la jurisdicción
voluntaria haya de ser considerada como una Función Administrativa, presenta ciertos caracteres que
la diferencia de la generalidad de actos administrativos, y las aproximan a la actividad jurisdiccional,
pues en la actividad administrativa, el órgano que la ejerce está interesado en la relación sobre la que
recae su actuación, lo cual no sucede en la Jurisdicción Voluntaria, en la que de modo análogo de lo
que sucede en la actividad jurisdiccional. El Órgano es ajeno a la materia sobre la que recae su
actuación”.

Este párrafo destaca un elemento importante, la actitud psicológica que tiene el órgano jurisdiccional,
que tiene frente a la contienda, la cual es de imparcialidad o debe serlo, ya que es una cualidad de los
órganos jurisdiccionales, respecto del conflicto y de las partes.
Esa posición psicológica no se observa en el órgano administrativo que deba resolver alguna cuestión
propia de su competencia.
Este tiene como rol principal, hacer funcionar al Estado, con el objeto de encontrar soluciones
concretas a los problemas que se plantean para el Estado. Así visto, el trabajo del órgano está
comprometido con el resultado. Por lo tanto, su actitud psicológica es muy distinta (y así debe ser), a
la del órgano jurisdiccional.
A eso apunta FASSALARI.
En los actos no contenciosos, el órgano jurisdiccional, o su decisión, no es comprometida con el
resultado que va a producir.
CALAMANDREI, “Institución de Derecho Procesal Civil“. También se refiere a esto de Jurisdicción
Voluntaria, páginas 191 y siguientes.

FACULTADES CONSERVADORA, DISCIPLINARIA Y ECONOMICAS.


(Art 3º C.O.T y diversas disposiciones)

Ya mencionamos que si bien estas tres disposiciones están en un mismo cuerpo legal (3º C.O.T.) no
tienen la misma naturaleza jurídica, son distintas unas de otras.

1.- FACULTAD CONSERVADORA: Es aquella que tiene por objeto dotar a los Tribunales de justicia de la
autoridad suficiente para intervenir en todas las actuaciones de todos los órganos del Estado, incluso
de particulares que afecten los derechos esenciales de las personas, o que importen una
extralimitación de las atribuciones que les reconoce el ordenamiento jurídico a los diferentes órganos
del Estado.
Los órganos jurisdiccionales deben velar por el Estado de Derecho, y la infracción puede afectar la
invasión de atribuciones de un órgano del Estado, o bien violar derechos esenciales de las personas.

Jueves 10 de Mayo de 2001

Las facultades conservadoras reciben su nombre por la Comisión Conservadora de la Constitución de


1833, integrada por siete senadores cada vez que el Congreso entraba en receso. Su función era velar
durante el receso parlamentario por el cumplimiento y observancia de las distintas materias que le
asignaba la Constitución, y también guardaban el respeto a las garantías y preceptos constitucionales
que se establecían en la Constitución.

Las manifestaciones de las facultades conservadoras que el ordenamiento jurídico entrega a los
tribunales de justicia son:
1.- Facultad que tiene la Corte Suprema para declarar la Inaplicabilidad por inconstitucionalidad de
determinados preceptos legales cuando han infringido la Constitución (Art. 80 Constitución).
Un determinado precepto legal puede ser declarado inconstitucional por la Corte Suprema cuando no
respete una disposición de carácter constitucional.

El Recurso de Inaplicabilidad por Inconstitucionalidad tiene por objeto obtener de la Corte Suprema la
declaración de esta Inaplicabilidad, pero no solamente está concebida como un recurso, sino que
también es una facultad que la Corte Suprema puede ejercer de oficio, por su propia iniciativa, sin que
el interesado la exija. Por lo tanto procede a petición de parte o de oficio.

También el art. 80 de la Constitución consagra la Inaplicabilidad por inconstitucionalidad, pero esta


facultad está muy disminuida o restringida, por que la declaración de inconstitucionalidad de un
precepto legal tiene un efecto muy específico, y es que ese precepto inconstitucional no puede ser
aplicado sino en el caso concreto, en el proceso específico donde iba a ser aplicado, a diferencia de lo
que ocurre con otros ordenamiento jurídicos, donde un precepto legal inconstitucional queda excluido
del ordenamiento jurídico.
En cambio, en el Ordenamiento Jurídico chileno la declaración de inconstitucionalidad pide única y
exclusivamente que el efecto de no poder ser aplicado en el caso concreto, en el proceso específico en
que iba a ser aplicado, por lo que este precepto legal tiene plena vigencia y por lo tanto puede volver a
ser aplicado.

Cuando se escribió el art. 80 de la Constitución, la comisión constituyente propuso este mismo artículo
con un inciso adicional: Cada vez que la Corte Suprema declarara 3 veces un precepto por

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inconstitucional, quedará derogado, pero esa redacción no fue aceptada y quedó muy similar a la
Constitución de 1925.

Es una manifestación de la facultad conservadora, porque el ordenamiento jurídico le entrega a la


Corte Suprema la supervigilancia del principio de Supremacía Constitucional.

Además en Chile existe un doble control de constitucionalidad


Preventivo, por el Tribunal Constitucional
Represivo o Remedial (a posteriori), que ejerce la Corte Suprema, en virtud de lo dispuesto en el
art. 80

2.- Otra manifestación de la facultad conservadora está en el Recurso de Amparo (art. 21 de la


Constitución), conforme al cual, los tribunales superiores de justicia (Corte de Apelaciones en primera
instancia y Corte Suprema), pueden intervenir en cualquier situación que importe la perturbación o
riesgo del derecho de libertad y seguridad personal.
Ejemplo de acto ilegal: arresto, detención, presidio o arraigo o cualquier situación que prohiba la
libertad personal o corporal de desplazamiento, se puede recurrir a la Corte de Apelaciones en primera
instancia, y por la vía de la apelación a la Corte Suprema, con el objeto de que le otorguen la tutela
correspondiente a su derecho de libertad.
Se trata de considerar un mecanismo específico por medio del cual los tribunales de justicia tienen el
deber de proteger y tutelar los derechos esenciales de las personas, el derecho a la libertad y a la
seguridad individual.
No es necesario que haya sufrido privación de libertad, sino que basta con que sólo la sienta
amenazada.
El art. 21 de la Constitución está reglamentado por los arts. 306 y siguientes del C.P.P., que regulan el
Recurso de Amparo, y también por el auto acordado de 1932 de la Corte Suprema sobre la tramitación
de éste.

3.- Otra manifestación de la facultad conservadora está en el Recurso de Protección, consagrado en el


Art. 20 de la Constitución, y reglamentado en el auto acordado de la Corte Suprema que ha sufrido
distintas modificaciones (la primera en 1977).
El recurso de protección es también un instrumento jurisdiccional que se pone a disposición de los
habitantes del país, para requerir de los tribunales de justicia, Corte de Apelaciones y Corte Suprema,
cada vez que consideren que ciertos derechos fundamentales que están garantizados en el Art. 19 se
encuentran en situación de privación, perturbación o amenaza, y con el objeto de que el tribunal
respectivo otorgue tutela de estos derechos, y disponga las medidas para el restablecimiento del
Estado de Derecho.
El Recurso de Protección se había cambiado originalmente, pero el año 1972 (donde se vulneraban
derechos como el de propiedad), donde no existían los mecanismos jurisdiccionales suficientemente
ágiles para brindar la debida protección de esos derechos esenciales.
Y así se concibió como una suerte de Recurso de Amparo ampliado a partir de la experiencia de la
figura del Recurso de Amparo que era bastante ágil en la tutela de estos 2 derechos específicos que
son la libertad personal y la seguridad personal. Se presentó el proyecto de ley con senadores como
Sergio Diez, entre otros, lo cual no alcanzó a ser aprobado.
El Recurso de Protección se incorpora a nuestro ordenamiento jurídico en el año 1977, a través del
Acta Constitucional N°3.

También existen otras manifestaciones no tan trascendentes, pero que constituyen facultades
conservadoras de los tribunales de justicia.
a.- La posibilidad que tienen los tribunales de justicia para declarar que ciertos litigantes pueden gozar
del “privilegio de pobreza”, el cual consiste en que un litigante que carece de medios suficientes para
solventar un juicio o proceso no contencioso, puede solicitar al tribunal que conoce de este asunto que
declare que goza de este privilegio, y para ello deberá demostrar que no goza de recursos, y si lo
aceptan, traerá la posibilidad a este litigante de intervenir en el proceso sin incurrir en gastos.
(principio de gratuidad; la administración de justicia debe ser gratis).

Por lo tanto, lo que deba pagarse, deberá se otorgado gratuitamente, como por ejemplo un abogado
(de la Corporación de Asistencia Judicial o el abogado de turno), receptor de turno, copias de
escrituras públicas, etc.
Por esta vía, el ordenamiento jurídico busca hacer efectiva a la garantía de igualdad ante la ley, y de
esta manera se logra una cierta nivelación entre ambos litigantes.

b.- También en ciertos deberes que deben cumplir los tribunales de justicia relacionados con las visitas
que deben realizar a los establecimientos carcelarios y lugares de detención ubicados en su territorio
jurisdiccional.
En el C.O.T. se establece este deber que deben cumplir los magistrados judiciales de menor jerarquía,
y que deben ejercer como parte de su condición de jueces, y que se traduce en el deber de realizar
visitas periódicas (con y sin aviso previo) a los lugares de detención de personas y establecimientos
carcelarios, para así velar por que las personas se encuentren en buenas condiciones, que no sean
maltratadas, y también que los procesos en los cuales están comprometidos sean llevados con
agilidad.
Estas atribuciones están establecidas entre los arts. 567 al 585 del C.O.T.
El sistema antiguo vigente en nuestra región dispone que el último día hábil de cada semana, el juez
de Garantía deben visitar y ver el estado de las cárceles y otros lugares relacionados con la tramitación
del proceso.
También se le entrega este deber a las Cortes de Apelaciones.
También estas visitas hacen cumplir y tutelar derechos de personas privadas de libertad.

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2.- FACULTADES DISCIPLINARIAS: Son el conjunto de atribuciones, y que además de configurar
deberes que se entregan a los tribunales de justicia con el fin de permitirles mantener un control sobre
la conducta funcionaria de los empleados del orden judicial y de todas las personas que concurran a
sus respectivos tribunales de justicia.

El ordenamiento jurídico contempla disposiciones en las cuales los distintos magistrados judiciales,
cualquiera sea su jerarquía, tienen las atribuciones suficientes para reprimir todas las faltas al buen
funcionamiento del servicio judicial, por lo que deben mantener un control sobre todos los funcionarios
que integran este servicio judicial (magistrados judiciales, personal externo, etc), y también los
magistrados pueden ejercer estas funciones respecto de los particulares que acuden a los tribunales.

El control de la conducta de estas personas está entregado a magistrados que pueden aplicar
sanciones establecidas en el Código Orgánico de Tribunales (Medidas Disciplinarias). Se habla con esto
de garantizar un buen funcionamiento del sector judicial, que los funcionarios cumplan con sus
deberes, que cumplan con los fines, se guarden respeto, etc.
Las potestades disciplinarias pueden ser ejercidas por todos los magistrados judiciales, cualquiera sea
la jerarquía que tengan. Así por ejemplo:

a.- Jueces de Letras: En cuanto ejercen sus funciones en forma unipersonal, ejercen sus atribuciones
también en forma unipersonal, actúan solos.
b.- Ministros de las Cortes de Apelaciones y Ministros de la Corte Suprema: Ejercen sus funciones en
forma colegiada. Sus decisiones son adoptadas por la sala respectiva o por acuerdos, pero no las
pueden ejercer solos, sino con el tribunal al que pertenecen, aunque estos pueden delegar estas
atribuciones, pero sólo en parte, que es controlar el buen funcionamiento de los tribunales o de los
oficios de los auxiliares de la administración de justicia.
La delegación es parcial, pero la aplicación de medidas disciplinarias corresponde al tribunal colegiado.
Los tres quedan englobados en los tribunales ordinarios de justicia.

También hay tribunales especiales, que son los juzgados de letras, de menores, del trabajo, etc., que
también tienen atribuciones disciplinarias en su competencia.
Los art. 532 y siguientes del C.O.T. contienen las facultades que tienen las distintas jerarquías de
jueces para ejercer estas facultades.
Art. 532. A los jueces de letras corresponde inmediatamente mantener la disciplina judicial en toda la
extensión del territorio sujeto a su autoridad, haciendo observar las leyes relativas a la administración
de justicia, y los deberes de los empleados de secretaría y demás personas que ejercen funciones
concernientes a ella. En consecuencia, deberán vigilar la conducta ministerial de todas las personas
que ejercen funciones concernientes a la administración de justicia y que se hallan sujetas a su
autoridad. Las faltas o abusos en la conducta ministerial de las personas expresadas en el inciso
anterior, así como las infracciones u omisiones en que éstas y los empleados de la secretaría
incurrieren en el cumplimiento de sus deberes y obligaciones, podrán ser corregidas por los jueces de
letras con algunas de las siguientes medidas: 1) Amonestación privada; 2) Censura por escrito; 3)
Multa de uno a quince días de sueldo o de una cantidad que no exceda de ocho y media Unidades
Tributarias Mensuales, y 4) Suspensión de sus funciones hasta por un mes, gozando del cincuenta por
ciento de sus remuneraciones, cuando procediere. Las faltas o abusos de los notarios se castigarán
disciplinariamente por las Cortes de Apelaciones, las cuales podrán delegar estas atribuciones en los
jueces de letras correspondientes cuando la notaría no se halle en el mismo lugar del asiento de la
Corte. Las providencias que tomaren los jueces en el ejercicio de sus facultades disciplinarias se
entenderán sin perjuicio de formarse el proceso correspondiente al empleado que hubiere faltado
gravemente a sus deberes o cuya conducta diere lugar a presumir que ha habido en ella dolo o
malicia. En el caso de los juzgados de garantía y de los tribunales orales en lo penal, las facultades
disciplinarias sobre los subadministradores, jefes de unidades y personal serán ejercidas por el
administrador del tribunal, de conformidad a lo previsto en el artículo 389 F. Si el administrador del
tribunal cometiere faltas o abusos, o incurriere en infracciones u omisiones en el cumplimiento de sus
deberes y obligaciones, podrá ser removido de acuerdo al inciso final del mismo artículo.
Art. 533. Si los jueces de letras notaren faltas o abusos en el desempeño de las funciones de los
defensores públicos darán cuenta a la Corte de Apelaciones respectiva, la cual Corte, si lo estimare
conveniente, corregirá dichas faltas o abusos de la manera y por los medios que señalan los artículos
536 y 537.
Art. 534. Derogado.
Art. 535. Corresponde a las Cortes de Apelaciones mantener la disciplina judicial en todo el territorio
de su respectiva jurisdicción, velando inmediatamente la conducta ministerial de sus miembros y la de
los jueces subalternos y haciéndoles cumplir todos los deberes que las leyes les imponen. La misma
facultad corresponderá a las Cortes de Apelaciones respecto de los juzgados especiales de menores. Es
aplicable lo dispuesto en el artículo 537 a las faltas o abusos que los ministros de las Cortes de
Apelaciones cometan en el ejercicio de sus funciones.
Art. 536. En virtud de la atribución de que habla el artículo anterior, las Cortes de Apelaciones oirán y
despacharán sumariamente y sin forma de juicio las quejas que las partes agraviadas interpusieren
contra los jueces de letras por cualesquiera faltas y abusos que cometieren en el ejercicio de sus
funciones; y dictarán, con previa audiencia del juez respectivo, las medidas convenientes para poner
pronto remedio al mal que motiva la queja.
Art. 537. Las faltas o abusos de que habla el artículo anterior podrán corregirlos las Cortes de
Apelaciones por uno o más de los medios siguientes: 1. Amonestación privada; 2. Censura por escrito;
3. Pago de costas; 4. Multa de 1 a 15 días de sueldo o multa no inferior a una ni superior a cinco
unidades tributarias mensuales, y 5. Suspensión de funciones hasta por cuatro meses. Durante este

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tiempo el funcionario gozará de medio sueldo. Lo dicho en este artículo se entiende sólo respecto de
aquellas faltas o abusos que las leyes no califiquen de crimen o simple delito.
Art. 538. Pueden las Cortes de Apelaciones ejercer de oficio las facultades que se les confieren por los
dos artículos anteriores.
Art. 539. Las Cortes de Apelaciones vigilarán la conducta funcionaria de sus respectivos fiscales
judiciales, y podrán corregirlos disciplinariamente en la forma establecida en el artículo 537. La
conducta ministerial de los relatores, secretarios, notarios, conservadores, archiveros, procuradores,
receptores y empleados de secretaría se halla bajo la vigilancia de las Cortes de Apelaciones, quienes
podrán imponer a dichos funcionarios, procediendo de plano, las penas correccionales que se
especifican en los artículos 537 y 542, y a más la de suspensión hasta por sesenta días de sus
respectivos empleos u oficios, siempre que la prudencia y la necesidad de mantener la disciplina así lo
exigieren.
Art. 540. Corresponde a la Corte Suprema, en virtud del artículo 86 de la Constitución Política del
Estado, ejercer la jurisdicción correccional, disciplinaria y económica sobre todos los tribunales de la
Nación. En razón de esta atribución puede la Corte Suprema, siempre que notare que algún juez o
funcionario del orden judicial ha cometido un delito que no ha recibido la corrección o el castigo que
corresponda según la ley, reconvenir al tribunal o autoridad que haya dejado impune el delito a fin de
que le aplique el castigo o corrección debida. Puede, asimismo, amonestar a las Cortes de Apelaciones
o censurar su conducta, cuando alguno de estos tribunales ejerciere de un modo abusivo las facultades
discrecionales que la ley les confiere, o cuando faltare a cualquiera de los deberes anexos a su
ministerio, sin perjuicio de formar el correspondiente proceso al tribunal o ministros delincuentes, si la
naturaleza del caso así lo exigiere. El ejercicio de esta jurisdicción establecida en la Constitución
Política del Estado, regirá también respecto de los tribunales del trabajo.
Art. 541. La Corte Suprema tiene respecto de sus miembros y de su fiscal judicial las facultades que
corresponden a las Cortes de Apelaciones por los artículos 535 y 539, inciso primero. La Corte
Suprema puede, además, siempre que lo juzgare conveniente a la buena administración de justicia,
corregir por sí las faltas o abusos que cualesquiera jueces o funcionarios del orden judicial cometieren
en el desempeño de su ministerio, usando para ello de las facultades discrecionales que corresponden
a las Cortes de Apelaciones con arreglo a los artículos 536 y 537.

La Corte Suprema tiene estas atribuciones a partir del art. 79 de la Constitución, que tiene entre otras
la superintendencia correccional sobre todos los tribunales de la República.

OTRAS MANIFESTACIONES DE ESTAS FACULTADES DISCIPLINARIAS:

a.- Las cuentas, los estados, las visitas


b.- La queja disciplinaria y el recurso de queja.

a.- Las Cuentas, Estados y Visitas: Constituyen un conjunto de deberes que deben cumplir los
magistrados judiciales, como ciertos funcionarios del orden judicial, que tienen por objeto controlar el
buen funcionamiento del servicio judicial.
Son tareas que deben cumplirse periódicamente, y como producto de ellas pueden ser necesario
aplicar medidas disciplinarias.
En este grupo de deberes, los tribunales actúan por imposición legal. Forman parte estas tareas del
conjunto de deberes que deben realizar como tareas funcionarias.
a.1. LAS CUENTAS: Son ciertas informaciones que entrega el Secretario del tribunal o el Relator de
un tribunal colegiado al juez o al tribunal respectivo, Corte de Apelaciones o Corte Suprema, por la
cual denuncia cualquier abuso que hubiere detectado en el ejercicio de las funciones cumplidas por
personal subalterno de ese tribunal. Ello sin perjuicio de que también la cuenta puede tener fines no
disciplinarios, cuando el Relator o Secretario del Tribunal hace una descripción del conflicto. Aquí la
cuenta es con fines jurisdiccionales y no con fines disciplinarios.
El art. 373 del C.O.T. “Funcionamiento de los Relatores” corresponde a fines disciplinarios.

a.2. ESTADOS Y PUBLICACIONES: Son informes estadísticos que deben confeccionar los tribunales
y ciertos funcionarios subalternos y que se refieren al funcionamiento y al manejo de las causas que
están tramitándose en el respectivo tribunal. Se debe hacer periódicamente, como una forma de
control.
Los Estados son listas o nóminas que deben enviar determinados tribunales a sus superiores
jerárquicos, y que deben consignar las causas pendientes, falladas y el estado de las sentencias (Art.
586 y 587)
Las Publicaciones son estadísticas que los funcionarios de los tribunales colegiados deben preparar y
que contienen los movimientos de las causas de ese tribunal (art. 588 y 589 del C.O.T.).

a.3. LAS VISITAS: Son inspecciones que deben realizar los magistrados judiciales a los oficios de los
tribunales subalternos, de los auxiliares de la administración de justicia, o a los establecimientos
carcelarios o lugares de detención.
Estas visitas también deben hacerse con cierta regularidad. Por lo tanto, también corresponden a las
funciones que deben realizar los magistrados judiciales a oficinas de su jurisdicción o a los ministros.
Por ejemplo, el ministro visitador revisa los libros, registros, en el tribunal, notaría, conservador,
etc.
Estas visitas están reguladas entre los arts. 554 al 559.
También hay visitas extraordinarias (en oposición a las periódicas), y dan origen a los ministros en
visita, y cuya fuente está en los arts. 559 al 560 del C.O.T.

Viernes, 11 de mayo de 2001.

33
b.- La Queja Disciplinaria y el Recurso de Queja: Son atribuciones propias de estas facultades
disciplinarias, pero que por regla general los tribunales las cumplen en virtud de petición de parte, es
decir, cuando un litigante concurre al tribunal por una conducta ministerial indebida y formula una
queja o interpone un recurso de queja, todo ellos sin perjuicio que las conductas ministeriales
indebidas pueden ser reprimidas de oficio por propia iniciativa de los tribunales competentes.

Su característica general consiste en que en estos casos la facultad disciplinaria no se ejerce como una
actividad rutinaria, sino solo cuando lo determina una reclamación formulada por alguna parte
interesada que ha sufrido los efectos de alguna conducta abusiva de parte de los jueces o del personal
que pertenece al Poder Judicial o que actúa cerca del Poder Judicial (auxiliares de la Adm. de Justicia)

b.1.- La queja disciplinaria: Está definida en el N°14 del auto acordado sobre tramitación y fallo de los
recursos de queja.
El Recurso de Queja está consagrado en el COT y también regulado por un auto acordado de la Corte
Suprema, en el año 1972, y está incorporado en el apéndice del COT.

El art. 14 dispone que las quejas propiamente tales son aquellas que se refieren a la conducta
ministerial o a las actuaciones de los jueces y demás funcionarios que están sujetos a la jurisdicción
disciplinaria y no secunden en faltas o abusos que se hayan cometido del conocimiento......

b.2.- El recurso de queja: Es un medio de reclamación que establece el Ordenamiento jurídico a favor
de aquella parte litigante que ha sufrido un perjuicio provocado por una falta o abuso grave cometido
por un magistrado judicial en el pronunciamiento de una resolución judicial.
Este último elemento es el más distintivo entre el recurso de queja y la queja disciplinaria. El recurso
de queja se interpone cuando algún magistrado judicial ha cometido una falta o un abuso en la
dictación de una resolución judicial. Falta o abuso grave.

- La queja disciplinaria está prevista para aquellos casos en que se ha faltado a la conducta ministerial
tanto del magistrado como de otras personas o funcionarios sujetos a la jurisdicción disciplinaria,
cuando éstos no han incidido en una resolución judicial.
- Mientras el Recurso de queja solo procede para reclamar de la conducta de los Magistrados
Judiciales, la queja disciplinaria puede aplicarse respecto de cualquier funcionario sujeto a la disciplina
de la Corte de Apelaciones y Suprema, sea esto o no magistrado judicial.

- El recurso de queja se interpone contra el juez o Ministro que ha dictado la resolución abusiva, en
cambio los recursos jurisdiccionales son dirigidos en contra de la resolución en la cual se ha incurrido
en error por parte del juez.

- El recurso de queja procede cuando la falta o abuso se ha cometido en una resolución sobre la cual
no procede un recurso jurisdiccional, lo que significa que se ha incurrido en una falta o abuso grave en
la dictación de una resolución judicial contra la cual la ley contempla la posibilidad de interponer un
recurso de apelación o casación, entonces debe preferirse esos recursos.
- La queja disciplinaria procede tanto contra el magistrado judicial como contra el resto del personal
judicial que está bajo la supervigilancia disciplinaria de las Cortes de Apelaciones o C. Suprema.

A través de la queja disciplinaria se trata de reprimir todas las infracciones al buen comportamiento
funcionario que puedan tener estos empleados.

El recurso de queja está previsto en el COT a partir del art. 545. Art. 545. El recurso de queja tiene por
exclusiva finalidad corregir las faltas o abusos graves cometidos en la dictación de resoluciones de
carácter jurisdiccional. Sólo procederá cuando la falta o abuso se cometa en sentencia interlocutoria
que ponga fin al juicio o haga imposible su continuación o definitiva, y que no sean susceptibles de
recurso alguno, ordinario o extraordinario, sin perjuicio de la atribución de la Corte Suprema para
actuar de oficio en ejercicio de sus facultades disciplinarias. Se exceptúan las sentencias definitivas de
primera o única instancia dictadas por árbitros arbitradores, en cuyo caso procederá el recurso de
queja, además del recurso de casación en la forma. El fallo que acoge el recurso de queja contendrá
las consideraciones precisas que demuestren la falta o abuso, así como los errores u omisiones
manifiestos y graves que los constituyan y que existan en la resolución que motiva el recurso, y
determinará las medidas conducentes a remediar tal falta o abuso. En ningún caso podrá modificar,
enmendar o invalidar resoluciones judiciales respecto de las cuales la ley contempla recursos
jurisdiccionales ordinarios o extraordinarios, salvo que se trate de un recurso de queja interpuesto
contra sentencia definitiva de primera o única instancia dictada por árbitros arbitradores. En caso que
un tribunal superior de justicia, haciendo uso de sus facultades disciplinarias, invalide una resolución
jurisdiccional, deberá aplicar la o las medidas disciplinarias que estime pertinentes. En tal caso, la sala
dispondrá que se dé cuenta al tribunal pleno de los antecedentes para los efectos de aplicar las
medidas disciplinarias que procedan, atendida la naturaleza de las faltas o abusos, la que no podrá ser
inferior a amonestación privada.

No puede dejar de aplicar esta sanción, porque estas facultades están para corregir estas faltas o
abusos.

La ley 19.674 de 1995, modificó el recurso de quejas y el de casación, porque las partes recurrían al
recurso de queja de manera abusiva, se podía interponer contra cualquier clase de resoluciones y
cualquiera fuera la gravedad de la falta o abuso.

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3.- FACULTADES ECONOMICAS : En términos generales corresponde a un conjunto de atribuciones que
se le reconoce a los tribunales de justicia con el objeto de proveer a la optimización de la función
jurisdiccional, por lo que se dice que estas facultades económicas tienen un carácter administrativo.

Los tribunales de justicia pueden dictar Decretos económicos que tienen que ver con el régimen de
vacaciones, horarios, etc.

Pueden dictar instrucciones, circulares, que se refieren a la manera en que debe ofrecerse el servicio
judicial, y además pueden dictar autos acordados, y que se diferencian de otras facultades
económicas, porque apuntan a regular situaciones que exceden el desempeño administrativo de los
tribunales de justicia y que tienen una aplicación general y permanente para una mejor substanciación
de los procesos judiciales.
Ejemplo: Auto acordado de la Corte Suprema sobre la forma en que deben dictarse las sentencias
judiciales.
Si bien, el CPC establece cómo debe dictarse una sentencia, en la práctica se ha estimado que esas
disposiciones no son suficientes para que una sentencia quede debidamente dictada.
Esto está consagrado en los art. 170 CPC y 50 CPP. La Corte Suprema estimó que era necesario
enriquecer esta normativa.

II.- LA ACCION

La acción es el derecho que se reconoce a toda persona para recurrir ante un órgano jurisdiccional
demandando su intervención en un conflicto, cuya solución le interesa.

Eduardo Couture la define como “El poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho para recurrir ante
los órganos jurisdiccionales para reclamar la satisfacción de una pretensión”

¿Cómo surge la acción como fenómeno procesal?


Surge como un elemento necesario de carácter instrumental que el derecho debe poner a disposición
de los justiciables, como consecuencia de la imposibilidad que éstos tienen de hacerse justicia por su
propia mano.

Históricamente la acción nace desde el momento que el Estado o la autoridad que ejerce sus
potestades sobre un conglomerado social decide asumir para sí y en forma exclusiva la función de
dirimir los conflictos jurídicos que afectan a los miembros de la comunidad.

Podríamos decir que la acción nace asociada a la jurisdicción como función destinada a resolver los
conflictos, estableciendo un método de solución pacífico y cuyo producto será una decisión que tendrá
carácter obligatorio, debe dotarse al individuo de un instrumento jurídico que le permita poner en
movimiento la función jurisdiccional, y esa es la acción.

Al hablar de acción es necesario aludir a 2 conceptos que son:


a.- La defensa privada del derecho, y
b.- La defensa pública del derecho.

a.- La defensa privada del derecho, corresponde a aquella actividad que desarrollaba el propio
individuo afectado en sus derechos para conseguir el restablecimiento del orden preexistente.

b.- La defensa pública, consiste en que hay un órgano público que representa el interés de la sociedad,
el que se encarga de defender y tutelar los derechos de las personas. El Estado asume esta defensa,
pero para poder formular esa reclamación debemos contar con un mecanismo que tenga ciertas
características.

La acción reviste tal importancia, que se constituye en un elemento esencial para garantizar la
imparcialidad del juzgador, porque va a ser distinta la actitud psicológica el juez que debe intervenir a
petición de partes a aquella actitud que pueda tener cuando su función la comienza a ejercer por
propia iniciativa.
Cuando el juzgador asume la iniciativa de abrir un proceso sin que nadie se lo pida, es porque estima
que se ha producido un hecho que quebranta el ordenamiento jurídico, y a partir de ese momento ya
se hizo un juicio de valor.

Martes 15 de Mayo de 2.001.

El nacimiento y evolución del Derecho Procesal, desde el procedimentalismo hasta el procesalismo,


estuvo vinculado a los esfuerzos que desarrollaron los juristas en tratar de definir la acción.
Desde la época de mediados del siglo XIX, cuando dos juristas Alemanes comenzaron una suerte de
disputa de cómo se concebía en aquella época en Alemania la ACTIO ROMANA, y si guardaba similitud
con la ANSPRUCH, comenzó a partir de este debate, a producirse todo un movimiento científico, en
torno a las diversas posturas que se planteaban por los juristas que trataban de desentrañar la real
identidad de la acción y buena parte de la evolución de más o menos un siglo, estuvo vinculada con la
Doctrina Jurídica, y sus elaboraciones científicas se acercaron hacia otras ramas del Derecho Procesal,
como por ejemplo: El concepto de parte.

35
El tema de la Acción llevó al mundo científico a encontrarse con gran cantidad de doctrinas respecto a
la acción. Esto significó que viniera una reacción a toda esta y se hablo de una especie de inflación
doctrinaria, y ello nos permite clasificar las doctrinas que tratan el tema.
El tema no sólo se produjo por el querer decir algo al respecto, si no por que el avance de la ciencia se
va produciendo a partir de los conocimientos aceptados por los científicos, pero que aparecen nuevas
aristas que no han sido explicadas. Por eso es que el tema de la acción esta vinculado con el desarrollo
de la ciencia Jurídico Procesal.

CLASIFICACIÓN DE LAS DOCTRINAS SOBRE LA ACCION.

Una permite determinar la vinculación entre la acción y el Derecho Sustantivo. Esta distingue entre:

1.- Teorías Monistas


2.- Teorías Dualistas y dentro de estas se distinguen:
- Dualistas Concretas
- Dualistas Abstractas

TEORÍAS MONISTAS: En este desarrollo fueron las primeras, y conciben a la acción como un
elemento integrante del Derecho Sustantivo.
La acción es uno de los elementos que se trata de tutelar por la acción jurisdiccional.
Aquí se sostiene “La acción es el Derecho puesto en movimiento”. Cada derecho que tiene una persona
está integrado y tutelado por la acción.

TEORÍAS DUALISTAS: Postulan la existencia de una identidad propia y distinta de cada uno de estos
elementos (derecho sustantivo y la acción). La acción sale de Derecho Sustantivo y constituye un
fenómeno independiente.
Un autor dijo que en el campo del Derecho Procesal, el momento que se diferencia por los juristas de
la época, coincidió con el campo de la física, con la división del átomo.
Se distinguen entre teorías Dualistas Concretas y Abstractas.

1.- Teoría Dualista Concreta: Conciben a la acción como un elemento distinto del Derecho
Sustantivo, pero para que la acción consiga el efecto de obtener la tutela del órgano jurisdiccional, el
actor efectivamente sea titular del Derecho, esta supeditada a la existencia del Derecho.
Si el actor no tiene derechos, no tiene acción.

2.- Teoría Dualista Abstracta: Plantean una autonomía absoluta, una independencia de la acción
respecto del derecho, lo que se traduce en que no importa si el actor tiene Derecho respecto de cuya
tutela pide protección al órgano jurisdiccional. La acción existe por si misma, e igual permite a su
titular invocar a los órganos Jurisdiccionales, aunque no tenga el derecho que dice tener.

Hay otra clasificación, que la formula Hugo Alsina (argentino), que agrupa las distintas teorías en
cuatro categorías:

1.- Aquellos que la conciben como un elemento del Derecho Sustancial, (se asimila a la doctrina teoría
monista).

2.- Aquellos que estiman a la acción como un derecho autónomo, pero concreto. Es decir, la acción
corresponde sólo a aquel que tiene el Derecho (concreto).

3.- Los que le da un carácter abstracto.

4.- Aquellos que niegan carácter procesal a la acción y la reconducen a la teoría monista,
identificándola con el Derecho Sustantivo.

Para entender mejor el fenómeno, seguiremos su evolución cronológica, de acuerdo a su fecha de


aparición.
Debemos observar que cuando se formula alguna teoría, el jurista no lo hace pensando en que su
teoría se encuadrará dentro de una determinada categoría, y no bajo su propio conocimiento.

A.- Cronológicamente podríamos mencionar la concepción que tuvieron los Romanos sobre la acción.
Ellos no teorizaron mucho sobre el Derecho, sólo resolvían los problemas a medida que aparecían.

B.- Luego está la teoría clásica de la acción, donde ésta es un elemento del Derecho. Su representante
más destacado es SAVIGNI.

C.- Luego está la teoría Alemana, que permitió que el Derecho Procesal comenzara a tener una
autonomía, a partir de la concepción que formularon los Alemanes sobre la acción. Se puede
denominar como “La acción de Derecho Autónomo”.

D.- Luego está la teoría de CHIOVENDA que se conoce como “La teoría de la acción como Derecho
Potestativo”.

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E.- Luego está la teoría de GOLDSCHMIDT, ”La acción como Derecho Público Subjetivo”.

F.- Luego la teoría de CARNELUTTI, concibe la acción como Función Procesal.

G.- La Doctrina de COUTURE, concibe la acción como una modalidad del DERECHO CONSTITUCIONAL.
H.- La teoría de CALAMANDREI, plantea la tesis de la Relatividad del Concepto de Acción. La
concepción de acción dependerá del momento en el que se ejerce la acción, del Régimen Político del
lugar.

CONCEPTOS DE PRETENSIÓN, ACCIÓN Y DEMANDA:

A.- PRETENSIÓN: Es el acto por el cual un sujeto de Derecho, invocando una Relación Sustantiva con
otro, solicita la intervención del órgano jurisdiccional, mediante el ejercicio de la acción con el objeto
de obtener la precisa declaración de dicho órgano, que tutele su interés en esa relación.
Es un fenómeno que comprende una serie de elementos concretos, tanto así, que uno de ellos consiste
en que el sujeto activo de la pretensión le pide al tribunal una específica declaración, que es que tutele
su interés en esa relación.

B.- LA ACCION: Es la condición de la actuación del Órgano Jurisdiccional. El Órgano Jurisdiccional no se


pone en movimiento en tanto no se ejercite la acción.
La pretensión es la condición del ejercicio de la acción. Constituye el contenido de la acción. Sin
pretensión la acción carece de sentido.

C.- LA DEMANDA: Es el acto material concreto, de la vida práctica, que determina la apertura y el
inicio del proceso. A traves de la demanda se concreta el ejercicio de la acción y se exterioriza en el
mundo real la pretensión del actor.
(Lo primero que conviene reiterar es que pretensión y acción son conceptos abstractos,
mientras que demanda es un acto físico, tangible, contenida en un documento. Tanto así que el C.P.C.
en su Art 254 señala cual es el contenido formal de la demanda.)

La acción, para el profesor, es un elemento ideal de la Doctrina Procesal, que se traduce en la


facultad de requerir de los órganos jurisdiccionales, cuya finalidad es sólo requerir la intervención de
los órganos jurisdiccionales. El la observa como un cascarón vacío, que no tiene por objeto si no recibir
los otros elementos, y dentro de este cascarón encontramos la pretensión.
La pretensión, es aquel concepto ideal abstracto, pero que contiene todo el drama del conflicto,
encontramos a las partes, los hechos, la violación del derecho o la esperanza de obtener solución de
parte del órgano jurisdiccional.
Por lo tanto la acción está siempre presente, es una sola, no es más que este cascarón vacío que lo
llenamos con los distintos conflictos que pudiéramos tener, y con ello llegamos al Proceso.
La acción al ser llenada con la pretensión, es una sola, es siempre la misma.
Por lo tanto, al hablar de los elementos de la acción, en rigor hablamos de los elementos de la
pretensión, porque es ésta la que va a tener el sujeto, objeto y causa.
Hablaremos de los elementos de acción, por que nuestro C.P.C. entró en vigencia en 1902, y Chile
llegó tarde a la elaboración de las Doctrinas Modernas de la acción. Nuestro Código se adscribe a la
Teoría Clásica, confunde Acción y Pretensión.
Se habla de acción mueble, acción inmueble, acción Real, etc, aunque en verdad debería ser
pretensión mueble, pretensión inmueble, pretensión real, etc, por que es un fenómeno abstracto.

Miércoles 17 de Mayo de 2.001.

Habíamos visto Pretensión, Acción y Demanda.


Estos elementos serán la pretensión en cuanto conjunto de circunstancias de tipo subjetivo y objetivo
que pretenden determinar los elementos de la acción.
Nuestro legislador utiliza estos tres términos como sinónimos, aunque no es así, ya que la acción está
formada por elementos, que ahora estudiaremos.

LOS ELEMENTOS DE LA ACCIÓN

1.- Sujeto,
2.- Objeto Pedido; y
3.- Causa o Causa de pedir.

Esta es una afirmación que formula Hugo Alsina, y la recoge nuestro ordenamiento en el Art 177
C.P.C. (triple identidad)
Esta materia es importante porque cada acción tiene su propia y específica identidad, ya que esta
estará determinada por los sujetos entre los cuales existe la disputa, por el objeto pedido y por la
causa de pedir.
En cada acción estos tres elementos van ser distintos, o al menos uno de ellos, lo que determinará que
una acción no sea idéntica a otra, y si coinciden los tres elementos, nos encontramos con un problema,
que se traduce en que esa acción idéntica a otras no podrá ser tramitada o simplemente será
rechazada.

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Existen diversas figuras, cuya existencia o determinación estará supeditada a la concurrencia o no de
la identidad que se hubiere ejercido.
1.- La primera de ellas es el problema de la COSA JUZGADA y particularmente la EXCEPCIÓN DE COSA
JUZGADA.
La excepción de cosa juzgada es una de las formas o medios jurídicos con que cuenta el
demandado para defenderse de una acción entablada en su contra. La excepción es la contra partida
de la acción. (Con la acción se ataca, con la excepción se defiende). Y una de las excepciones es
precisamente, y la más importante, la Excepción de Cosa Juzgada, donde no puede volver a discutirse
lo que ya fue discutido y resuelto en un proceso judicial.
Cuando algo es cosa juzgada se transforma en inamovible, indiscutible, inimpugnable (cuando hay
sentencia firme y ejecutoriada).
Para que se configure esta excepción y ser defensa tenga éxito, debe demostrar al juez que entre la
acción primitiva y la acción que se está ejerciendo por segunda vez existe una identificación perfecta, y
se denomina LA TRIPLE IDENTIDAD, Art 177 C.P.C. “La excepción de cosa juzgada puede alegarse por
el litigante que haya obtenida en el juicio y por todos aquellos a quienes según la ley aprovecha el
fallo, siempre que entre la nueva demanda y la anteriormente resuelta haya:
1º.- Identidad Legal de Personas.
2º.- Identidad de la Cosa Pedida; y
3º.- Identidad de la Causa de Pedir.
Se entiende por causa de pedir el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio”.

Cuando coinciden estos tres elementos estamos frente a una excepción de cosa juzgada.
Es importante porque todo el juicio puede desarrollarse en demostrar si hay o no triple identidad.

2.- Otra figura donde también tiene incidencia la necesidad de conocer los elementos de la acción, es
la LITIS PENDENCIA (juicio pendiente), también constituye un medio de defensa que tiene el
demandado y también constituye una excepción que puede interponerse.
(la anterior es perentoria, y esta es dilatoria). Consiste en sostener en el momento que se interpone
un juicio, existe pendiente otro juicio entre las mismas partes, por el mismo objeto y por la misma
causa.
Si el demandado logra convencer al juez de la existencia de esta triple identidad, el segundo juicio
debe terminar de inmediato.

3.- Otra figura que toma en consideración los elementos de la acción, es la PLURALIDAD DE PARTES.
El Art 18 del C.P.C, dispone que: “En un mismo juicio podrán intervenir como demandantes o
demandados varias personas siempre que se deduzca la misma acción, o acciones que emanen directa
e inmediatamente de un mismo hecho, o que se proceda conjuntamente por muchos o contra muchos
en los casos que autoriza la ley”
Si varias personas ejercen la misma acción, pueden proceder conjuntamente, o pueden ser
demandadas varias personas. Aquí también debemos definir cuales son los elementos de la acción para
ver si es posible que se de la figura de pluralidad de partes o LITIS CONSORCIO.

4.- Otra figura donde aparecen estos elementos de la acción es la ACUMULACIÓN de AUTOS, que es
una situación que se produce cuando dos o más procesos están siendo tramitados separadamente,
pero que por tener coincidencia con los elementos de las acciones, deben ser acumulados. Se da en
materia civil y en materia penal. El C.P.C lo ve desde el Art 92, “La acumulación de autos tendrá lugar
siempre que se tramiten separadamente dos o más procesos que deban constituir un sólo juicio y
terminar por una sola sentencia, para mantener la continencia, o unidad de la causa. Habrá, por tanto,
lugar a ella.
1º.- Cuando la acción o acciones entabladas en un juicio sean iguales a las que se hayan deducido en
otro, y cuando unas y otras emanen directa e inmediatamente de unos mismos hechos;
2º.- Cuando las personas y el objeto o materia de los juicios sean idénticos, aunque las acciones sean
distintas; y
3º.- En general, siempre que la sentencia que haya de pronunciarse en un juicio deba producir la
excepción de cosa juzgada en otro”.

5.- Otra figura donde es importante cual es la acción o como está configurada, es la DECISIÓN del
ASUNTO CONTROVERTIDO. Aquí se hace referencia al deber primordial que tiene todo tribunal en
orden a resolver el conflicto que ha sido sometido a su conocimiento, y ese deber lo debe cumplir el
órgano jurisdiccional al momento de dictar la sentencia. El C.P.C, Art 170, menciona el contenido de
toda sentencia definitiva que se pronuncia en un proceso.
Ahí se menciona el contenido formal, por ejemplo, indicar el nombre de las partes, disposiciones
legales, etc. Pero además el Nº 6 de este Art, declara que toda sentencia definitiva, debe contener la
decisión del asunto controvertido, lo que debe contener todas las acciones y excepciones que se hayan
contenido en el juicio. Esta parte corresponde a la parte resolutiva.

SUJETO DE LA ACCIÓN: Son las partes a quienes afecta el conflicto, y así tenemos:
A.- SUJETO ACTIVO: Quién ejerce la acción, invoca la intervención del órgano jurisdiccional.
B.- SUJETO PASIVO: Es quien debe soportar la carga de tener que defenderse. Es contra quién se
ejerce la acción.

EL OBJETO DE LA ACCIÓN: Es el derecho cuyo reconocimiento se pide, responde a la pregunta ¿qué se


pide?.
No debemos confundir el objeto pedido con la cosa material pedida.

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POR EJEMPLO: una persona afirmando ser heredera de otra, demanda la restitución de un fundo que
pertenece al causante y ocupado por un tercero. Lo que está pidiendo es que se le reconozca la calidad
de heredero del causante, y coetáneamente podría exigir la restitución de un piano que también
pertenecía al causante.
En ambos casos, si bien el objeto material es distinto, lo que se pide es lo mismo, que se reconozca la
condición de heredero.

CAUSA DE PEDIR: Art 177, “Se entiende por causa de pedir el fundamento inmediato del derecho
deducido en juicio” y ello, a la respuesta de la pregunta ¿por qué se pide? ¿Por qué se afirma tal
derecho le corresponde?
La respuesta sería: “Seré heredero, porque se me concedió la Posesión Efectiva del causante”.
LOS REQUISITOS DE EJERCICIO Y REQUISITOS
DE MERITO DE LAS ACCIONES

a.- Cuando se habla de requisitos de ejercicio de la acción, se alude a ciertas circunstancias, cuya
existencia permite que el titular de la acción pueda ejercerla con éxito, que prorrogue el efecto que se
busca con ese ejercicio de la acción.
Con este ejercicio se busca que el órgano jurisdiccional, comience a funcionar e inicie el proceso, al
margen de la pretensión del acto.
La acción tendrá éxito en la medida que se consiga la finalidad de abrir el proceso. En la práctica, se
produce cuando la demanda sea admitida a tramitación, o sea, abrir el proceso.
Por eso son distintos a los requisitos de mérito. Para el Derecho procesal, el concepto de admisibilidad
se refiere al cumplimiento de los requisitos procesales para que un órgano jurisdiccional acoja a
tramitación la demanda.

b.- En cambio, los méritos se refiere a una cuestión de fondo, al cumplimiento de los requisitos para
que esa pretensión sea acogida y la admisibilidad se refiere a aquellas condiciones mínimas para que
comience a distinguirse l cuestión en el proceso.

Los requisitos de ejercicio de la acción, que serían sinónimo de requisitos de admisibilidad, son dos:
Existencia de una pretensión jurídica.
Cumplimiento de las formalidades establecidas por la ley para ejercer la acción.

En cambio los requisitos de mérito para que el actor gane el proceso son tres.
Derecho
Calidad
Interés.

REQUISITOS DE EJERCICIO:
1.- EXISTENCIA DE PRETENSIÓN JURÍDICA: El actor debe invocar un derecho que estima que ha sido
violado por un hecho determinado por una persona determinada, y señalará cual es el derecho que se
le afectó y formulará la petición correspondiente para obtener el restablecimiento jurídico que existía
antes de la conducta. Esto se denomina pretensión concreta.
Sin pretensión jurídica no puede haber acción.

2.- CUMPLIMIENTO DE FORMALIDADES LEGALES que la ley establece para que esa acción produzca el
efecto que se busca a través de ella, que es abrir el proceso. La demanda debe ser por escrito,
presentarse ante el tribunal competente, etc. A esto se refiere el Art 254 del C.P.C.
En la medida que una acción contenga una pretensión jurídica, y en la medida que la formule
cumpliendo las formalidades, logrará el objetivo, logrando que se inicie el proceso.Algunos dicen que la
acción se extiende en el proceso hasta la sentencia definitiva, y otros dicen que sólo habrá acción
cuando haya sentencia favorable.

REQUISITOS DE MERITO: Decíamos que son aquellos que cuya concurrencia permiten que la
pretensión del acto, es acogida por el tribunal. Cuando la acoge o dicta sentencia favorable al
demandante, es por que el tribunal ha estimado que han concurrido los tres requisitos (derecho,
calidad, e interés).

DERECHO: Como requisito significa que el conflicto que ha planteado el actor en su demanda, se
compone de ciertos hechos que pueden ser encuadrados dentro de una hipótesis legal, y que en esa
virtud corresponde aplicarle la solución jurídica que el legislador le ha asociado a esa hipótesis.
Si el juez logra convencerse que los hechos encuadran en una hipótesis, deberá aplicar la sanción
provista en ella, o aplicar la consecuencia contenida en la norma jurídica. En este caso habría derecho
y se cumple con el primer requisito.
En este análisis no sólo se define la congruencia entre el hecho descrito por el acto y el descrito por el
legislador, si no que debe convencerse de que el hecho descrito por el actor efectivamente ocurrió, y
para ello tomará en consideración la prueba que rindió el actor. No basta con tener derechos, si no que
además hay que demostrarlo.

LA CALIDAD: Corresponde al requisito que consiste en que quien ejerce la acción debe ser el titular del
Derecho Sustantivo que se está invocando, y a su vez quien sufre el ejercicio de la acción (sujeto
pasivo) debe ser el obligado por la norma jurídica a satisfacer la pretensión del actor.
La calidad se relaciona con el Derecho Sustantivo y las partes vinculada por este. Para que mi
demanda tenga éxito, yo debo ser el Titular del Derecho, y el demandado debe ser quien corresponda
demandar.

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EL INTERES: Se traduce en que sin la intervención del órgano jurisdiccional, el actor va a sufrir
permanentemente el perjuicio que trata de evitar mediante el ejercicio de la Acción.
POR EJEMPLO: si presté un millón de pesos sin reajustes ni intereses, a una semana plazo, no puedo
después demandar por tres millones. Se suelen mencionar dos frases respecto al interés.

1.- “Sin interés no hay acción”. POR EJEMPLO: si no se cumplió un contrato, pero yo no he sufrido
perjuicio, no puedo demandar indemnización de perjuicios.

2.- “El interés es la medida de la acción”. Yo tengo acción hasta donde tengo interés. (puedo
demandar por un millón y no por tres).

PERTENENCIA DE LA ACCIÓN

A través de esta expresión, se hace alusión a un tema que ha sido desarrollado por la doctrina
moderna, cual es que si la acción le pertenece al actor. Lo cierto es que también se reconoce que tiene
una especie de acción, quien sufre el ataque de la acción (el demandado). De allí se afirma la tesis de
la “ DUALIDAD A LA ACCIÓN”.
Para referirse a este fenómeno es tan actor el demandante como el demandado.
N. ALCALA ZAMORA, dice que la acción pertenece a ambas partes, por que una y otra están investidas
de la facultad de instar durante el desarrollo del proceso. Por eso sostiene que la acción se ejerce a lo
largo de todo el proceso, porque teóricamente a ambas partes le interesa que el conflicto sea
solucionado, y por ello ambos pueden pedir al tribunal que el proceso avance hasta dictar sentencia
definitiva.
Por lo tanto, la diferencia entre ambos está en una cuestión meramente cronológica. El actor fue quien
primero llegó al tribunal a interponer la acción, y el otro se incorpora después.
En la práctica lo común es que el demandado no le interese que el proceso termine.
Toda esta teoría se aviene con aquellos que sostienen que la acción no culmina si no con la dictación
de la sentencia.
Según N. ALCALÁ ZAMORA, los elementos de la acción son Capacidad, Pretensión e Instancia.
Instancia en el sentido de provocar, motivar.
El dice que este elemento permite que las partes requieran al tribunal que haga avanzar el proceso.
Existe una figura que se llama desistimiento de la demanda, que corresponde al demandante, el
cual no produce efecto por el sólo hecho de haberlo presentado, si no el tribunal da traslado a la parte
contraria, y esta podría negarse a ese desistimiento.

Volviendo al tema de la dualidad de la acción, Alcalá Zamora pone ejemplos para demostrar que la
acción pertenece al demandante y demandado, y uno de estos ejemplos consiste en lo siguiente:
1.- se entabla una demanda, y ésta es acogida, hay sentencia y condena del delito. Este demandado
tiene derecho a interponer recursos en contra de esta sentencia, para que continúe el proceso en
segunda instancia. Por lo tanto el proceso no termina con la sentencia de primera instancia.
El autor plantea con qué derecho el demandado extiende la demanda a la segunda instancia.
(ver libro Francisco Hoyos, Temas Fundamentales del Derecho Procesal).

Viernes 29 de Junio de 2001

DEFENSA QUE TIENE O PUEDE HACER VALER EL DEMANDADO

El primer elemento que compone el emplazamiento es la notificación de la demanda, que


produce siguientes efectos de carácter procesal y de carácter civil, que tiene importancia a
propósito del derecho sustantivo que trata la acción

EFECTOS DE LA NOTIFICACION DE LA DEMANDA

 PROCESALES

Se previene en el juicio
En ciertos casos el efecto de la sentencia se retrotrae al momento de la notificación de la demanda
Crea el estado de litis pendencia

1. PREVIENE EN EL JUICIO: Prevenir en el juicio significa producir una ligazón jurídica sobre el
tribunal ante el cual se ha presentado la demanda y las partes que van a intervenir en el mismo, y que
se traduce en efectos específicos en cada uno de ellos.
En este sentido, liga al tribunal desde la notificación de
la demanda, por que a partir de ese momento el tribunal queda sometido al deber jurídico de oír las
pretensiones de las partes, recibir sus pruebas (substanciar el proceso), y resolver el conflicto.
Esta decisión del conflicto podrá estar fundada, ya en el derecho (derecho positivo) o en la
equidad natural, según sea la situación que deba resolver, si está prevista o no en el ordenamiento
jurídico.
A su vez liga al demandante, porque desde este momento
queda sujeto al deber de perseverar en su participación en el proceso, es decir, no puede desistirse
por sí y ante sí de su acción. No puede arrepentirse del ejercicio de la acción; si lo hace, podría sufrir
el abandono del procedimiento, o efectos desfavorables para sus intereses.
Existe la posibilidad de que si el demandante después de haber demandado y notificado se
arrepiente, puede recurrir a la figura del desistimiento de la demanda, que se traduce en que el
demandante manifiesta su intención de poner término al juicio, pero esta no es una decisión de
carácter unilateral, ya que el tribunal pide la opinión al demandado, y sobre esto el tribunal resuelve

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(el desistimiento es un incidente dentro del proceso). Si el demandado se niega al desistimiento, el
tribunal igual podrá acogerlo.
Frente a todo esto tenemos otra figura, cual es el retiro de la demanda, y que sólo opera
antes de la notificación de la misma, y para ello no debe cumplir con ningún requisito especial, lo
decide unilateralmente, y para todos los efectos legales la demanda se tiene como no presentada.
Así como la notificación de la demanda interrumpe la prescripción, si la retira sin notificarla no
se interrumpe la prescripción.
El art. 148 del CPC dice “Antes de notificada la demanda al reo, el actor podrá retirarla sin
trámite alguno, y se considerará como no presentada. Después de notificada, podrá en cualquier
estado del juicio desistirse de ella ante el tribunal que conozca del asunto, y esa petición se someterá
a los trámites establecidos para los incidentes”.
A su vez el art. 150 del mismo cuerpo legal dispone: “La sentencia que acepte el desistimiento,
haya o no habido oposición, extinguirá las acciones a que él se refiera, con relación a las partes
litigantes y a todas las personas a quienes habría afectado la sentencia del juicio a que se pone fin”.
Así como el demandante no puede arrepentirse del ejercicio de la acción (salvo el
desistimiento), no puede iniciar otra demanda ante otro tribunal por el mismo motivo; si el
demandante lo intenta, el demandado podrá interponer en su favor la acción de litis pendencia.
Liga al demandado, ya que este una vez notificado, queda
sometido a la carga procesal de defenderse, concurrir al juicio para defenderse de la acción intentada
en su contra. No está obligado, pero tiene una carga procesal, por que podría sufrir el efecto de una
sentencia desfavorable por que no se defendió.
Esta misma situación (ligazón del proceso) también le impide intentar ejercer la misma acción
en una proceso distinto, porque también estaría frente a litis pendencia.

2. EL EFECTO DE LA SENTENCIA SE RETROTRAE AL MOMENTO DE LA NOTIFICACIÓN DE LA


DEMANDA: Este es un efecto no común o no absoluto a todo proceso, depende de la naturaleza de la
acción ejercida, y si los efectos de la sentencia se producirán desde que se inicia la acción o después
de la sentencia.
Hay casos en que los efectos se producen desde la notificación de la demanda. Por ejemplo, las
acciones constitutivas (por ejemplo situaciones relacionadas con el estado civil de las personas).

3. CREA EL ESTADO DE LITIS PENDENCIA: Por último, se crea el estado de litis pendencia desde el
momento que se notifica la demanda. El Código Civil, en su art. 1603 sostiene que hay juicio desde el
momento que se haya notificado la demanda, y desde este momento es válido oponer excepción de
litis pendencia.

EFECTOS DE LA NOTIFICACION DE LA DEMANDA

 CIVILES

Constituye en mora al deudor (art. 1551 Nº3 C.C.)


Transforma en litigiosos los derechos sobre los cuales versa el derecho en cuanto a su cesión (art.
1911 C.C.)
Interrumpe la prescripción (extintiva y adquisitiva) art. 2503 y 2518 C.C.
Se transforma la prescripción extintiva de corto tiempo en prescripción de largo tiempo (art. 2523
C.C.).

Martes 7 de Julio de 2001

Veíamos las actitudes del demandante frente a la demanda:


Puede allanarse
Puede no decir nada
Puede oponerse (defenderse).

ALLANARSE:
Significa que el demandado acepta las pretensiones formuladas por el demandante en su demanda sin
discutir los fundamentos de hecho o derecho y las consecuencias jurídicas, pretensión concreta del
demandante.
Artículo 313 CPC: “Si el demandado acepta llanamente las peticiones del demandante, o si en sus
escritos no contradice en materia substancial y pertinente a los hechos sobre que versa el juicio, el
tribunal mandará citar a las partes para oír sentencia.
Igual citación se dispondrá cuando las partes pidan que se falle el pleito sin más trámite”.
Esto significa que si el demandado acepta llanamente la demanda, el tribunal debe disponer que se
continué con la fase de discusión, esto es que el demandante replique y luego el demandado duplique
y recién en ese momento, el tribunal deberá citar a las partes. El hecho que el demandado acepte
llanamente la demanda no va a significar que la demanda deba ser aceptada de inmediato, porque
igual el juez debe dictar sentencia.
Fundamento: controlar a través del juez, la correcta aplicación de los preceptos legales que van a
regular esta relación jurídica entre las dos partes de la notificación de la demanda y hasta la dictación
de la sentencia.
De acuerdo al artículo 313 significa que se va “saltar la etapa de prueba”, pero tratándose de procesos
donde se encuentra comprometido el interés social, nuestros tribunales igualmente exigen pruebas
como una manera de controlar la veracidad e impedir que se cometan fraudes, así ocurre, por
ejemplo, con las nulidades de matrimonio, donde las partes deben llevar testigos.

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NO DECIR NADA:
Cuando el demandado deja transcurrir el plazo para contestar la demanda, sin contestarla o allanarse.
En el derecho procesal, a diferencia de lo que ocurre en la vida no se aplica este adagio de que “quien
calla otorga”; se dice que “quien calla nada dice”, pero eso en verdad se traduce que quien nada dice
se está oponiendo.

El silencio del demandado se traduce en que la parte contraria debe actuar y substanciar el proceso tal
como si el demandado estuviera presente y se opusiera a la acción.
Transcurrido el plazo para contestar la demanda, el tribunal de oficio, ordenada que el del demandado
debe replicar, cumplido el trámite de la réplica el tribunal dictará resolución confiriéndole traslado al
demandado para que duplique.
Como el silencio del demandado podría implicar un entrabamiento del proceso, es que se utilizan
mecanismos jurídicos como el establecimiento de plazos, principio de preclusión y las rebeldías.

El principio de preclusión se traduce en que frente a la existencia de un plazo, las partes deben realizar
una determinada actividad, cumplido ese plazo ya no pueden ejercerlo.

Se pueden distinguir:
Plazos fatales y no fatales.

Plazos fatales: Tienen la característica de que cumplidos los periodos que corresponden a los plazos,
ya la parte no puede ejercer el derecho para el cual se le habría otorgado el plazo.
Art. 64 CPC. “Los plazos que señala este código son fatales cualquiera sea la forma en que se exprese,
salvo aquellos establecidos para la realización de actuaciones propias del tribunal. En consecuencia, la
posibilidad de ejercer un derecho o la oportunidad para ejecutar el acto se extingue al vencimiento del
plazo”.......

Artículo 202 CPC: “Si no comparece el apelado se seguirá el recurso en su rebeldía por el solo
ministerio de la ley y no será necesario notificarle las resoluciones que se dicte, las cuales producirán
sus efectos respecto del apelado rebelde desde que se pronuncien.
El rebelde podrá comparecer en cualquier estado del recurso, representado por el procurador del
número”.

PUEDE OPONERSE (DEFENDERSE)

Cuando se defiende lo puede hacer por medio de dos mecanismos:


Las excepciones: son motivos fundados en preceptos legales que permiten enervar una acción
Las meras defensas: es la negación de los hechos en que se funda la acción

Las excepciones pueden ser dilatorias y perentorias. Ya vimos las segundas (art. 303 Nº6 CPC)
y vimos algunos ejemplos.
En función de lo que se concibe como excepción dilatoria, estas tienen por objeto esencial y
natural, permitir que el demandado preste colaboración al sistema judicial, denunciando a través de
estas, todos los vicios que pudiere observar el procedimiento, y que pudieren haberse cometido desde
el inicio de este procedimiento.
Los procesos judiciales son procesos jurídicos que se caracterizan por constituir un conjunto de
modalidades, encadenadas unas con otras, permitiendo una discusión pacífica e igualitaria frente al
tribunal, para que este ponga término al conflicto. De aquí la importancia de las formas procesales, es
decir, respetar todas las formalidades que se verifican en el proceso judicial para que las decisiones de
los tribunales sean en igualdad de condiciones entre las partes (antes deben ser oidas).
Por ello la observancia de las formas procesales no constituyen un fin por sí mismas, sino que
responden a la necesidad de tener una discusión igualitaria ante el órgano jurisdiccional, dando pié al
principio de imparcialidad.
Para ese efecto es que desde el inicio del proceso, ya el demandado tiene la posibilidad de
reclamar por cualquier infracción que observe a las normas procesales, las que se traducen en un vicio
del acto procesal, para que los mismos sean corregidos y el procedimiento tome el curso regular de las
normas que lo reglamentan.
Por las excepciones dilatorias se busca dar la oportunidad al demandado, de antes de discutir el
fondo del asunto, se regularice la forma de los actos o la relación jurídica procesal que ha nacido a
partir de la notificación de la demanda.
El efecto que tiene para el proceso, especialmente para el ordinario de mayor cuantía civil, la
interposición de excepciones dilatorias, es la de suspender el avance del proceso, en tanto se discute y
resuelve la cuestión que han sido objeto de la excepción dilatoria. Mientras no se resuelva esta
cuestión, el proceso no va a avanzar, y esto se traduce en que si el demandado opone una o más
excepciones dilatorias, se interrumpe el plazo para contestar la demanda. No está obligado a contestar
mientras no se resuelvan estas cuestiones de forma.
Por ello es que se las denomina excepciones dilatorias, por que dilatan la entrada al juicio (sólo
tienen por objeto corregir vicios de procedimiento), aunque en la práctica se usan para enredar a la
contraria.

¿CÓMO OPERAN LAS EXCEPCIONES DILATORIAS?

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Las excepciones dilatorias están enumeradas, no taxativamente, en el art. 303 del CPC, el cual
contiene 6 numerales. Los 5 primeros se refieren a figuras tipificadas, y el 6 contiene una norma
genérica, y permite considerar excepción dilatoria varias otras situaciones más.
“Art. 303: Sólo son admisibles como excepciones dilatorias;
1º La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda;
2º La falta de capacidad del demandante, o de personería o representación legal del que comparece en
su nombre;
3º La litis-pendencia;
4º La ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito legal en el modo de proponer la
demanda;
5º El beneficio de excusión; y
6º En general las que se refieran a la corrección del procedimiento sin afectar al fondo de la acción
deducida.

Cuando el demandado estima que en el proceso aparece algún acto que adolece e alguno de
estos efectos, o alguna de las situaciones del 303, tiene derecho a interponer esta excepción dilatoria.
Es decir, no sólo tiene la facultad de oponerla, ni no además, derecho a no entrar a discutir la cuestión
de fondo, y que interpuesta la olas excepciones dilatorias, se suspende el procedimiento, en el sentido
de que no debe contestar la demanda.
El Código de Procedimiento Civil señala que las excepciones dilatorias deben hacerse valer
dentro del término del emplazamiento, y una vez opuesta la excepción no se puede resolver el fondo
del asunto controvertido, mientras no se resuelvan los vicios de forma.
Una vez resuelta al excepción dilatoria, desde ese momento le corre el plazo al demandado de
10 días para que conteste la demanda, es decir, se reanuda el procedimiento.

LAS EXCEPCIONES PERENTORIAS

Son aquellas que tiene por objeto enervar o destruir la acción deducida.
Apuntan precisamente a disputar sobre el derecho sustantivo objeto del litigio, y en esto se
diferencian con las excepciones dilatorias, cuyo objeto es la regularidad de las formas procesales.
A diferencia de las dilatorias, que están enumeradas, aunque no taxativamente, estas no están
enumeradas, ya que pueden serlo todas aquellas defensas fundadas en principios de derecho, que
permitan enervar la acción deducida. Pueden haber tantas acciones perentorias como casos que
existan.
Siendo estas acciones, el modo natural del demandado, junto con las meras defensas, de
defenderse, la oportunidad natural que tiene para oponer estas excepciones, el término para oponerlas
es en el plazo de la contestación de la demanda; contestación que deberá ser dentro del término del
emplazamiento, o bien, después de 10 días de resuelta la excepción dilatoria.
Lo normal y corriente es que el demandado oponga sus excepciones perentorias en la
contestación de la demanda. Sin embargo, existen dos excepciones, que se presentan en distintas
oportunidades, y son:
La transacción
La cosa juzgada
Las que pueden hacerse valer junto con las dilatorias dentro del plazo para hacer valer las
dilatorias. Así lo dispone el art. 304 del CPC:
“Art. 304: Podrán también oponerse y tramitarse del mismo modo que las dilatorias la excepción
de cosa juzgada y la de transacción; pero, si son de lato conocimiento, se mandará contestar la
demanda, y se reservarán para fallarlas en la sentencia definitiva”.
Es decir, que si el demandado estima que corresponde oponer excepciones dilatorias, debe
además, si desea, las excepciones perentorias de cosa juzgada y transacción. Estas se conocen como
excepciones mixtas.
Esto es en principio, por que el 304 estima que si estas acciones perentorias, tramitadas como
dilatorias, son de lato conocimiento, puede disponer que el juicio siga igual por que él las resolverá en
la sentencia.
También puede ser que el demandado no haga valer ninguna excepción dilatoria propiamente tal,
y no obstante igual haga valer como dilatoria alguna de estas excepciones perentorias.
Otra excepción es que existen 4 excepciones perentorias que pueden ser opuestas por el
demandado en principio en cualquier estado del juicio, pero antes de la citación para oír sentencia.
Estas son las excepciones de:
Prescripción
Cosa juzgada
Transacción
Pago efectivo de la deuda, siempre que se funde por escrito

Por lo tanto, tenemos que la cosa juzgada y la transacción, como se pueden oponer en cualquier
estado del juicio, antes de la citación a oír sentencia, se llaman excepciones anormales (art. 310
CPC).
Mario Casarino Viterbo las distingue o denomina como mixtas o anómalas a aquellas que pueden
ser opuestas como dilatorias, y a las nuestras las llama excepciones que pueden ser opuestas en
cualquier parte del juicio.
Por eso es que la oportunidad natural para oponer excepciones perentorias es la contestación de la
demanda.
La contestación de la demanda está en el art. 309 del CPC, como acto procesal, y señala que las
menciones que deben tener, y la más sustancial son las excepciones que debe hacer valer en contra
del demandante.

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ALEGACIONES o DEFENSAS

El otro mecanismo que tiene el demandado para defenderse son las ALEGACIONES o
DEFENSAS, que son la alegación simple sobre los cuales se apoya la negación de la acción entablada
en su contra.
Es importante distinguir, por que:
En relación a la prueba que se va a rendir en el proceso, por que tratándose de excepciones, deberá él
probar los hechos en que apoya su excepción. Por ejemplo, si el demandado opone la excepción
de pago, él debe demostrar que pagó. En cambio, tratándose de una mera defensa, la carga de la
prueba es del demandante.

En cuanto a la oportunidad para hacer valer las alegaciones o defensas. Si el demandado quiere hacer
valer excepciones, la ley se señala la oportunidad para hacerlo, antes de la demanda si es
transacción y cosa juzgada, y después de la contestación si son las otras cuatro.
Las meras defensas no tienen una oportunidad definida para hacerlas valer, pueden ser en
cualquier momento.

Mientras que las excepciones deben ser resueltas expresa y específicamente por el tribunal en la
sentencia, las meras alegaciones o defensas no obligan al tribunal a pronunciarse expresamente
sobre ellas.

Existe una última opción del demandado, desde el punto de vista de las actitudes, cual es la de
reconvenir.
La reconvención es la demanda que entabla el demandado en contra del demandante al
momento de contestar la demanda, utilizando el mismo procedimiento utilizado por aquel.

II. EL PROCESO

Para ver el proceso, debemos distinguir entre 3 conceptos que se confunden:


Juicio: Es la contienda o controversia jurídica actual entre partes, para cuya solución se somete al
conocimiento de un tribunal.
Esta es la primera acepción de juicio, pero también se utiliza para referirse a la decisión que emite
el juez cuando resuelve el conflicto.

Proceso: Conjunto de actos jurídicos procesales, que se encadenan entre, en función del fin que
persiguen alcanzar.

Procedimiento: Conjunto de normas jurídicas que determinan la forma específica en que deben
actuar el tribunal y los litigantes para culminar un proceso determinado. Jorge Claría Olmedo dice
que es el “rito del proceso”.

Jueves 12 de Julio de 2001

Retomando un poco el tema que vimos la clase pasada, dentro de las actitudes que puede
tomar el demandado es contestar y defenderse, y al hacerlo puede usar las vías de excepciones o
alegaciones o defensas.
En este sentido, la contestación de la demanda es importante, más allá de la importancia para
el demandante, para el proceso mismo, como instrumento. La contestación es importante por que con
ella se termina de conformar en principio lo que se denomina la cuestión controvertida, que es un
concepto que utiliza el derecho procesal para referirse al conjunto de acciones y excepciones que las
partes hacen valer dentro del proceso jurisdiccional.
Lo anterior es importante por que la función jurisdiccional queda satisfecha, en lo que a la
resolución del conflicto se refiere, cuando el juez emite su sentencia y resuelve la cuestión
controvertida, esto es, el juez emite su juicio, decide acerca de las acciones que ha interpuesto el
demandante y las excepciones del demandado.
El 170 del CPC, que contiene las distintas menciones formales de una sentencia definitiva, en el
Nº 6 dice que debe contener la decisión del asunto controvertido, y el mismo legislador explica qué se
debe entender por asunto controvertido (la o las acciones y la o las excepciones).
Las excepciones deben ser materia de un pronunciamiento expreso por parte del tribunal, a
diferencia de las alegaciones o defensas. Si el tribunal lo omite, esa sentencia puede ser cazada
(anulada).
Lo normal es que el demandado haga valer todas las excepciones en la contestación de la
demanda, pero excepcionalmente podría interponer ciertas excepciones con posterioridad, y modificar
la cuestión controvertida.
Ahora volvemos con el proceso.

NATURALEZA JURIDICA DEL PROCESO

Hemos visto algunos conceptos de proceso. Este tema ha provocado la atención de muchos
juristas (casi todos), por que tal como ocurre con la acción, ha sido objeto de estudio, por que como es
un fenómeno con entidad propia (así lo reconocen los juristas), ha parecido necesario dilucidar su
naturaleza jurídica, por que más allá de lo que implica resolver una cuestión doctrinaria, tiene

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importancia desde el punto de vista práctico, por que según la naturaleza será posible que el legislador
adopte modelos de relaciones para los distintos procedimientos, toda vez que nos planteemos el
proceso de un prima privatista.
Desde este punto de vista reviste importancia por que va a depender la concepción de proceso para
organizar los distintos procedimientos.
Por otro lado, también será importante por que a partir de la concepción que se tenga del proceso, van
a ser los criterios de interpretación de las normas jurídicas que regula el proceso.
Bajo este norte, se podrá solucionar la aplicación de la norma en ese proceso.
Las principales doctrinas que se han planteado este tema son:
La teoría contractualista y cuasicontractualista
La teoría de la relación jurídica
La teoría de la situación jurídica
La teoría de la multiplicidad o pluralidad de relaciones
La teoría de las instituciones

1.- La teoría contractualista y cuasicontractualista: Esta teoría (clásica), denominada


contractualista, que se plantea el siglo XVIII en Francia, toma como análisis el proceso tal como lo
concebían los romanos, a partir de la institución litis contestatio romana, según la cual las partes
accedían al proceso por una suerte de convención, en virtud de la cual, decidían de común acuerdo
someter su conflicto a la decisión de un juez, y su conducta a la decisión de éste. Así lo asimilaban a la
figura de un contrato, por que el proceso era un acuerdo de voluntades.
La tesis clásica tuvo su vigencia en un período en que el principio de la autonomía de la voluntad
tenía gran importancia, pero desde el punto de vista del proceso, aparecía como una figura (la del
contrato) que no respondía a la realidad (XVIII y XIX), ya que aquí el demandado no llega al proceso
por haber prestado su consentimiento o propia voluntad, sino todo lo contrario.
Obviamente no está sujeto a una pena por no ir, va por que le conviene ir al proceso. Por eso se
criticó esta tesis, por que no avenía con la realidad, y de ahí nace la teoría contractualista del proceso;
de ahí se trata de reducir todos los fenómenos jurídicos que surgían a las figuras predefinidas por el
derecho civil, por tanto no resultaba asimilar el proceso a la figura contractual, y por ello que nace la
figura de la teoría cuasi contractual.

2.- La teoría de la relación jurídica: Esta teoría se elaboró a partir de las ideas de Oscar Von Vilow
y seguido por Chiovenda. Consiste en plantear la idea de que el proceso jurisdiccional configura una
relación jurídica que surge entre el órgano jurisdiccional y las partes litigantes, que se perfecciona a
partir de la notificación de la demanda.
Habiéndose perfeccionado entonces, siguen una serie de derechos y obligaciones, tanto para el
órgano jurisdiccional como para las partes litigantes.
Para el juez surge la facultad de resolver el conflicto y la obligación de emitir este
pronunciamiento, y para las partes surge la facultad de ser oídas por el tribunal y de recibir de este la
solución jurídica al conflicto, y el deber del demandante de mantenerse dentro del proceso y la del
demandado de someterse a lo que el juez decida sobre la acción sometida en su contra.
Esta teoría es una teoría que se ha mantenido a lo largo del tiempo, y ha recibido la mayor
adhesión por la doctrina y en la práctica, por que da cuenta lo que constituye el proceso jurisdiccional.
Configura una relación jurídica de la cual nacen para las partes y el tribunal derechos y obligaciones.
Las teorías posteriores se refieren a un u otros aspectos, pero esta es la más completa.
La teoría de la relación jurídica procesal le reconoce al proceso una serie de características que
la diferencian de otras relaciones jurídicas (por que hay muchas otras). Estas características son:
Que es una relación jurídica autónoma. Está referida a la relación jurídica sustantiva material,
que de cuyo conflicto surge la necesidad de recurrir al proceso para resolverlo.
Es una relación jurídica compleja, por que está compuesta por un conjunto de derechos y
obligaciones que se entrecruzan entre los sujetos del proceso (partes-juez) y los vinculan
entre ellos
Se rige por normas de derecho público, distinguiéndose de otras relaciones jurídicas que se rigen
por normas de derecho privado. Por medio del proceso se ejercita una de las funciones
públicas que desarrolla el Estado.
Es una relación jurídica de carácter dinámico. Es decir, el proceso constituye un fenómeno que
por estar conformado por una sucesión de actos que se van cumpliendo a lo largo de su
existencia.

Los distintos autores han discutido el hecho de cómo ven la relación jurídica (escuela alemana
del derecho procesal).
Kolher ve como una relación jurídica sólo entre el demandante y el demandado, no ve al juez:

Demandente Demandado

Hellwig lo ve como un ángulo, donde ve arriba al juez y abajo a las partes. Aquí las partes no
están relacionadas entre sí, no sino a través del juez:

Juez

Demandante demandado

Wach lo ve como una relación triangular, donde se vincular los 3 sujetos. Esta es la más
acogida por la doctrina:

Juez

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Ddte Ddo

3.- Teoría de la situación jurídica: Una tercera doctrina, la de Goldsmith, que concibe el proceso
como una situación jurídica. El dice que el proceso es una situación con la que se enfrenta el litigante
en relación con la sentencia que se va a dictar.
Para él esto se asemeja a la guerra, por que en el proceso todo el derecho que se discute queda
en incertidumbre hasta que finaliza esta situación por medio de la sentencia, por medio de la cual el
derecho que surge por medio de la lucha aparece legitimado por haber entrado en esa lucha. Por eso
se asimila el proceso con la guerra.
En el proceso dice, el derecho discutido se reduce a la posibilidad de que sea reconocido en la
sentencia a expectativa de obtener ese reconocimiento y las cargas, en que define como imperativos o
impulsos de propio interés para cumplir actos procesales.
De ahí concluye que el proceso no puede ser una relación jurídica por que no hay derechos y
obligaciones entre el juez y las partes, sino que se da una situación donde el juez, como funcionario
del Estado, tiene el deber funcionario y político de dictar una sentencia que ponga término al conflicto;
y las partes a su vez se encuentran en un estado de sujeción al orden jurídico que les ofrece o impone
estas posibilidades, expectativas o cargas.
También esta tesis ha sido criticada por la doctrina, pero se le reconoce la virtud de haber
incorporado al derecho procesal el concepto de carga, por que con este concepto logra distinguir dos
situaciones que pueden darse en un proceso:
Las cargas procesales
Las obligaciones, cuyo cumplimiento viene impuesto bajo la sanción prevista para el evento de su
incumplimiento. Así se puede afirmar que la prueba no es una obligación, sino una carga.

4.- La teoría de la multiplicidad o pluralidad de relaciones: (Carnelutti) También coinciden con el


proceso, como una entidad jurídica compleja.
Para Carnelutti existe un fenómeno jurídico compuesto por muchas relaciones, motivadas por
el hecho que en él concurren numerosos elementos asociados entre sí, y dan origen a esta pluralidad
de relaciones, y de ahí califica el proceso como una relación jurídica compleja.
Sin desconocer los méritos de Carnelutti, su tesis del proceso no fue muy recogida por la
doctrina, y se critica por que en el fondo la conclusión de su pensamiento no hace más que dejar el
problema de la naturaleza jurídica del proceso en el punto de partida, por que afirmar que el proceso
constituye una entidad jurídica compleja nos deja en el mismo lugar, por que el derecho, como
fenómeno social, en su desarrollo, ha ido reconociendo o identificando a distintas figuras jurídicas que
no obstante mostrar un perfil unitario, su análisis permite distinguir una serie de elementos que le dan
también un carácter complejo. Así ocurre por ejemplo con el delito, el cual está conformado por una
serie de elementos, y también puede ser calificado como una entidad jurídica compleja. O también la
familia, por ello considerar al proceso como una relación jurídica compleja no resuelve el problema.

5.- La teoría de las instituciones: La tesis de la institución de Jaime Wasch, que define la institución
como un conjunto de actividades vinculadas entre sí por una idea común y objetiva a las personas que
desarrollan esa actividad.
A partir de este concepto, afirma que el proceso también es una institución, toda vez que en él existe
una idea común y objetiva, sostenida por todos los sujetos que actúan en él, cual es satisfacer una
pretensión.

FUNCION DEL PROCESO DENTRO DEL SISTEMA DEL DERECHO

A lo largo del tiempo, se le ha reconocido por un lado, una función privada y por otro, una
función pública.
Modernamente, si bien se le da mayor trascendencia a la función pública del proceso, lo cierto
es que el proceso tiende a satisfacer intereses tanto de los individuos como para la sociedad.
Para los primeros es importante, por que a través de él pueden obtener la tutela de sus
derechos como una forma de evitar tener que llegar a las vías autotutelares, y como una alternativa a
la vía autocompositiva cuando esta no se logra.
En esta materia, la sociedad organizada impide a los individuos la solución por su propia mano.
El proceso les permite solucionar sus problemas.
Por otro lado, el proceso cumple una función pública, por que por su intermedio el Estado logra
mantener la paz social, como el instrumento que permite solucionar pacíficamente los conflictos.
Desde este punto de vista, el proceso aparece hoy en día como el método de solución de
conflictos jurídicos de que se sirve el Estado para reforzar su propia autoridad, para mantener el orden
y paz social frente a la imposibilidad de lograr una solución autocompositiva y autotutelar.

PRINCIPIOS PROCESALES
Hay un autor argentino, Jorge Beyrano, que en su texto “Proceso Civil, Principios y
Fundamentos”, define los principios procesales como el conjunto de ideas matrices o fundamentales
que con carácter normativo necesario contribuyen a estructurar el proceso y sirven de material de
interpretación e integración de un ordenamiento procedimental determinado.

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Es decir, los principios procesales conforman un conjunto de ideas elaboradas por la doctrina, a
partir de las experiencias concretas e los ordenamientos jurídicos, de los cuales se inducen ciertos
procedimientos comunes y sirven para que los operadores jurídicos (jueces, abogados, legisladores)
puedan aplicarlos en la tarea de configurar los procedimientos que se van a integrar al ordenamiento
jurídico o interpretar la norma jurídica que regula estos procedimientos.
Construyen criterios, junto a otros, de interpretación de los preceptos procesales,
eventualmente de integración de las normas, y también sirven para que el legislador les de la
configuración que le parezcan en el momento en que se encuentren elaborando un procedimiento de
acuerdo a las ideas de estos principios.

PRINCIPIOS PROCESALES

Principio del impulso procesal


Principio de preclusión
Principio de contradicción
Principio de oralidad
Principio de adquisición
Principio de inmediación
Principio de concentración
Principio de eventualidad
Principio de economía procesal

La verdad es que la mayoría de estos principios reconocen una característica, la bifrontalidad. Es


decir que varios de ellos, apareciendo como principios, deberían ser únicos, admiten la posibilidad de la
existencia de un principio opuesto, por ejemplo el de la oralidad que reconoce como opuesto el de la
escrituración.
Esto ha llevado a la reflexión de otro autor, que afirma que no es posible hablar de principios
cuando se admite la existencia de un opuesto, porque el principio, es principio o no lo es.
Principio implica un punto de partida determinado y no otro punto de partida.
Por ello sólo son principios aquellas ideas que no admiten otra posibilidad para su aplicación al
proceso, y los otros principios no serían mas que reglas técnicas, a las cuales el legislador o intérprete
echan mano según sea el diseño que le quieran dar a un determinado proceso.
Por ejemplo, nuestro legislador ha configurado casi todos los procesos bajo el principio de la
escrituración, pero vemos que recientemente ha aparecido un procedimiento inspirado en el principio
de la oralidad.
En otro momento histórico, se consideró que el ideal era el principio de la escrituración. Incluso el
procedimiento sumario tiene carácter verbal, y se agregó la facultad de las partes de acompañar
minutas escritas, y así se pasó a escrito.
En cambio, hay un principio que sí se le puede reconocer el carácter de principio, cual es el
“principio de contradicción o bilateralidad de la audiencia o de las partes litigantes”, porque
el proceso descansa y se justifica en esta idea de la igualdad de las partes frente al órgano
jurisdiccional. No es concebible un proceso donde las partes no tengan igualdad de oportunidades para
hacerse oír ante juez. Un proceso regido por un principio contrario no sería proceso. Esto se asocia con
el principio de imparcialidad del órgano jurisdiccional.
Esta es una reflexión desde el punto de vista de la calificación de este conjunto de ideas
elaboradas por la doctrina, pero que tienen además la característica de que sirven también para
retroalimentar.
La doctrina elabora los principios a partir de lo que ha observado en el Ordenamiento Jurídico, a
su vez también los Ord. Jurídicos, los legisladores toman estos principios y los aplican en lo que
corresponden a los procedimientos que vayan diseñando, por lo tanto hay una relación que
retroalimenta unos con otros.

1º Principio de Impulso Procesal: Esta idea descansa sobre la constatación de carácter inerme del
proceso (no avanza sino la hacen avanzar). Por lo tanto, para que se desarrolle, es necesario que
exista algún elemento externo al proceso, que cumpla los actos y haga que avance hasta llegar a la
sentencia. A esto se denomina impulso procesal. Se trata de determinar a quien le corresponde el
impulso procesal, y los externos son las partes o el juez, y de aquí surgen los principios dispositivos e
inquisitivos.
Bajo una concepción tradicional, privatista del proceso, es que debe imperar es el principio
dispositivo, que implica que el proceso sólo se desarrolla en la medida que las partes manifiesten su
interés de seguir adelante. Así éstas serían las dueñas del proceso, y el juez en esto no va a tener
ninguna relevancia, ni será responsable de la paralización del proceso.
Este principio dispositivo sirve para configurar un procedimiento que quede regulado de tal
manera que el juez sólo se constituya como moderador de la discusión, preocupándose sólo de las
formas procesales, pero su iniciativa queda reducida a la nada misma, y toma una actitud protagónica
sólo en la sentencia.
Aún cuando este principio dispositivo lo relacionamos con el proceso (ya iniciado), este
principio tiene también una manifestación pre-procesal, que se traduce en lo que se denomina “el
principio de disponibilidad de la relación substancial o principio de demanda” , y que en Chile
aparece reconocido en el “principio de pasividad de los tribunales” Art. 10 COT: “Los tribunales no
podrán ejercer su ministerio sino a petición de parte, salvo los casos en que la ley los faculte para
proceder de oficio”
Es decir, se les reconoce a las partes involucradas en un conflicto, el derecho de recurrir a los
órganos jurisdiccionales para solucionar el conflicto que los afecta, mientras no lo hagan, el órgano
jurisdiccional debe mantenerse pasivo. “NEMO IUDEX SINE ACTORE” (no hay juicio sin actores).

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Ya el principio dispositivo, lo cierto es que tiene una primera manifestación en la disponibilidad
de las partes de la relación jurídica material. Si las partes no quieren llegar a un tribunal, ese conflicto
queda sólo ahí.
Esto no en todas partes se ha dado así, por ejemplo en Rusia existía la idea de que este tipo de
situaciones no sólo afecta a los propios involucrados, sino que a toda la sociedad, y habría un
organismo público que podía iniciar la acción.
El principio dispositivo también reconoce otras manifestaciones, como la actividad
probatoria, porque bajo este principio, le corresponde a las partes desplegar todo el esfuerzo
probatorio, y el juez también debe mantener una actitud pasiva, y su misión se reduce
exclusivamente a definir el momento de la sentencia si los hechos han sido o no probados, y eso lo
obtiene de las pruebas rendidas.
Otra manifestación de este principio es en la facultad impugnaticia (recursos) que se
proyecta en la posibilidad de que las decisiones de un tribunal puedan ser revisadas por otro tribunal a
través de los recursos que puedan interponer las partes.
Bajo un régimen dispositivo, esta revisión sólo se va a producir en la medida que alguna de las
partes lo solicite.
En Chile existe una figura procesal denominada consulta, y en otros países se llama apelación
automática, y es que en determinados casos, aún cuando las partes no apelen a la sentencia, esta
igual debe ir a consulta ante un tribunal superior. En materia civil es excepcional, y en materia penal
es mucho más común.
Otra manifestación de este principio dispositivo es la “disponibilidad de la relación
procesal”, donde la ley reconoce a las partes la facultad de poner término al proceso, por medio de la
conciliación, transacción e incluso por medio de abandono del procedimiento, por que las partes
disponen del proceso. Hay procesos como por ejemplo en los penales, donde no existe este principio.

Viernes 13 de Julio de 2001

El principio dispositivo tiene la contrapartida del principio inquisitivo, y que postula la idea
de que el protagonismo del proceso le corresponde al juez, y es él quien define la suerte que debe
tener el proceso, y que se manifiesta por ejemplo en que es él quien toma la iniciativa para iniciar el
proceso. Él lo hace avanzar, dirige la actividad probatoria de los hechos en conflicto, etc. la figura del
juez adquiere un carácter protagónico, y las partes sólo colaboran con la tarea del juez, y su rol es
pasivo desde el punto de vista del impulso del proceso, no obstante que estas toman cierta iniciativa
en el proceso, pero quien adopta las decisiones es el juez.
Desde luego que cuando la concepción del proceso responde a la idea de un Estado poderoso,
en que su autoridad se manifiesta de manera importante, establece procedimientos donde el juez es
quien tiene las atribuciones para que el proceso avance, se desarrolle y culmine.
Cuando existe una concepción entre individuo y Estado, y el rol protagónico lo tiene el
individuo, se opta por el principio dispositivo, pero nunca rige uno absoluto.
Entre ambos principios se encuentra un denominado “principio de autoridad”, que ocupa un
lugar intermedio entre inquisitivo y dispositivo. Se da sobre el supuesto recogido por el principio
dispositivo, donde se otorgan al juez ciertas atribuciones en virtud de las cuales pueda asumir ciertas
iniciativas oficiosas.
Puede el juez adoptar decisiones por su propia iniciativa, no obstante estar frente al principio
dispositivo, como por ejemplo, en los procedimientos civiles, regidos por el principio dispositivo,
decretar las medidas para mejor resolver, y esa es una excepción importante por que la esencia del
principio dispositivo está en la actividad probatoria.
Pero aún así, en un sistema como el nuestro, donde el principio dispositivo es intenso, el juez
está limitado para decretar este tipo de medidas, por que no puede decretar cualquier tipo de
medidas, ya que lo que podrá hacer es disponer estas medidas probatorias para complementar
pruebas de las partes, para poder convencerse completamente de las pruebas que rindieron las partes.
Las medidas para mejor resolver no pueden ser sobre pruebas que no se hayan aportado al proceso.
Es decir, debe haber un principio de prueba, pero no convenció al juez completamente el hecho.

2º Principio de la preclusión: Preclusión significa cerrar, clausurar. Este principio postula la idea de
que el proceso jurisdiccional, que está estructurado de una determinada manera que hace que se
vayan sucediendo los actos uno sobre otro, debe ir avanzando, de manera tal de que agotada una
determinada etapa del proceso debe necesariamente pasarse a la etapa siguiente, quedando cerrada,
clausurada o “precluida” la etapa anterior.
Por ejemplo, el juicio ordinario tiene 3 etapas: discusión, prueba y sentencia. Terminada la
discusión y pasando a la prueba, ya no se puede volver a discutir, y por regla general no podrá oponer
excepciones por que precluyó su derecho, o cuando se ha dictado una resolución que agravió a una de
las partes que puede interponer un recurso, para lo cual tiene un plazo, transcurrido este plazo
precluye su derecho a interponer el recurso.
La idea que trasunta del principio de preclusión es que el proceso debe ir avanzando, no
retroceder, y que avance a la dictación de la sentencia dentro del plazo.
Este principio de preclusión permite estructurar los procedimientos, y opera, según
Calamandrei, en 3 situaciones distintas:
Por la consumación del acto procesal, por ejemplo, el demandado contestó la demanda, en
ese momento precluye su derecho a contestar, no puede contestarla nuevamente, sin
perjuicio de las excepciones anómalas.
Ello no implica que si se le olvidó agregar alguna cosa, no pueda hacerlo, pero el juez no
va a estar obligado a considerarlo que diga en esta nueva presentación.
El transcurso del plazo (por ejemplo para contestar la demanda).

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Por la ejecución de algún acto procesal que resulte incompatible con el acto que espera se
hubiere ejecutado por el litigante que correspondía realizarlo (por ejemplo, se le condena
a pagar y paga, luego no puede poner recurso de apelación).

Este principio de preclusión, que se define como “el efecto que tiene un trámite procesal de
clausurar el acto que lo precede, el cual permanece firme”.
Resulta claramente aplicable, en los procedimientos que se rige por el principio de orden
consecutivo legal, y que se oponen al principio de orden consecutivo discrecional.
En los primeros, es la ley la que define cual debe ser la sucesión de actos que deben integrar
un proceso jurisdiccional (aquí se aplica el principio de preclusión).
En el segundo, la ley entrega al juez la facultad de ordenar el debate, define como se
desarrolla el proceso, el cual se identifica con el proceso garantizado como el proceso de unidad de
vista, donde en una sola audiencia se desarrolla todo o lo más substancioso del proceso. En este
proceso normalmente el juez tiene las atribuciones de ordenar el debate, y aquí está este segundo
principio.
Se suele citar por ejemplo el procedimiento civil alemán, donde el debate de las partes se
desarrolla en una sola audiencia, y el juez le ordena a su parecer, no se ve nuestra secuencia
ordenada en los procesos.

3º Principio de Contradicción o Bilateralidad de la Audiencia o de la igualdad de las partes:


Este principio supone el reconocimiento de la necesidad de que el proceso jurisdiccional debe estar
regulado de tal manera de que las partes litigantes deban estar en igualdad de condiciones frente al
juez.
Y esta igualdad se manifiesta dentro del proceso, en el cuidado que debe tener el juez de darle
la oportunidad a cada parte de manifestar su opinión a cualquier presentación que haga la parte
contraria. Debe darle la oportunidad a cada parte e participar en cada una de las actuaciones que se
lleven a efecto, en el proceso, eso implica la contradicción.
Se manifiesta por ejemplo en la actividad probatoria, porque cuando una de las partes
presenta un documento, el tribunal debe darle la oportunidad a la parte contraria para que éste tenga
conocimiento que se ha presentado este documento y pueda examinarlo y emitir su opinión al
respecto.
Para satisfacer este principio, se incorporan al proceso dos elementos o figuras importantes:
Las notificaciones
Los plazos

Las notificaciones, por que a través de ellas, que son actos procesales, el tribunal podrá informar
a los litigantes, la realización de algunas actividades dentro del proceso, son relevantes en los procesos
regidos por el principio de escrituración, y normalmente va asociado al principio de la mediatez. Esto
significa que ante el juez las partes cumplen las actuaciones procesales por escrito, y con estas, más
las actuaciones escritas del tribunal se forma un expediente, que está en el tribunal. Va un abogado al
tribunal, presenta un escrito acompañando un documento, el juez lo ve, y dispone que ese escrito se
agregue al expediente, y como la otra parte no sabe lo que ha pasado, el tribunal ordena que esa
resolución sea notificada a la contraria.
Pero las notificaciones tienen relevancia en este procedimiento, pero si estamos en procesos
orales, obviamente no es necesario recurrir a las notificaciones.

Los plazos, tienen por objeto fijar ciertos términos dentro de los cuales las partes deben realizar
sus actos procesales, por ejemplo, cuando uno ha pedido promover un incidente de nulidad, la
contraria tendrá un plazo de 3 días para hacerse oír, si no dice nada, precluye su derecho a hacer oír,
y con eso se permite que el proceso avance. Por lo tanto, la idea de la bilateralidad de la audiencia,
consiste en que ambas partes tengan las mismas “posibilidades de hacerse oír por el tribunal”, sino lo
hace es un problema de responsabilidad de la parte que no cumplió y no afecta al proceso. No es
obligatorio que el juez oiga a ambas partes, la obligación de él es darle la oportunidad de hacerse oír.

Martes 31 de Julio de 2001

4º Principio de la Adquisición Procesal: conforme a este principio, los actos que ejecutan los
litigantes, están destinados a permitir que el proceso resuelva el conflicto. Si bien, cada parte ejecuta
su acto para obtener un beneficio de la misma, ese acto también puede aprovechar a la parte
contraria, y también puede ser usado por el tribunal para resolver el conflicto.
Por ejemplo, si una parte presenta un documento para favorecerse, puede resultar que este
vaya en beneficio del interés de la contraria. Por lo tanto, los actos procesales son neutros,
destinados a servir los fines del proceso antes que a los fines de las partes.
La aplicación de este principio, sirve para acelerar el proceso, y disminuir el costo en tiempo,
dinero y trabajo, tanto para las partes como para el órgano jurisdiccional, y por ejemplo, podría
evitarse el período de prueba.

5º Principio de la inmediación: postula la idea que el órgano jurisdiccional (juez), asuma una
actitud de intervención directa en el proceso, buscando la interacción con las partes litigantes y
aquellos que se vinculen con el proceso.
Se traduce en la idea de que el juez intervenga en los debates del proceso, que interrogue a
los testigos, etc., que se involucre en el desarrollo del proceso, para que este en definitiva pueda
percibir directamente cual es el comportamiento de los que intervienen en el proceso (las partes o un
tercero).

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La idea de la inmediación debe ir asociada con el principio de la oralidad, y esto permite y
favorece la posibilidad que el juez actúe directamente en el proceso.

6º Principio de la Concentración: postula la idea que el proceso se desarrolle a través del menor
número de actuaciones posibles, que sus distintas etapas se desarrollen en el menor número de
actuaciones procesales, para que el proceso en sí sea más breve y ágil.
Hay ciertos procedimientos donde se trata de concentrar en una misma actividad dos o tres
etapas (conocimiento, discusión y sentencia), como por ejemplo en los juicios de policía local, donde la
discusión y la prueba se realiza en una misma audiencia.
Hay otro procedimiento (los interdictos posesorios), donde la discusión y la prueba se hace en
un solo comparendo. En el nuevo sistema procesal penal también se acoge esta idea (en el juicio oral).

7º Principio de la Eventualidad: Este principio apunta a que las partes deban hacer valer en el
proceso todos los medios de ataque y defensa con que cuenta en un momento determinado del
proceso.
Por ejemplo, si el demandado quiere oponer excepciones dilatorias, debe oponerlas todas en
un mismo escrito. Esto viene de la Edad Media, desde donde ha evolucionado, y se ha exigido que las
partes hicieran valer todos los motivos de ataque y defensa en un solo acto.
Otro ejemplo es el recurso de reposición y en subsidio de apelación.

8º Principio de Economía Procesal: Es un continente de todos los principios anteriores, y busca que
todos los procesos se substancien de la forma menos esforzada posible (de trabajo, de tiempo y no
sólo económico).

Todos estos principios vistos son recogidos por el derecho positivo y son aplicados por los
tribunales de justicia, y a la hora de resolver, los tribunales los utilizan para realizar su función.

IMPERATIVOS PROCESALES

Se denomina así el conjunto de situaciones procesales a que se enfrentan los litigantes, y que
les impone determinadas conductas por el hecho de intervenir en el proceso jurisdiccional.
Pueden ser de 3 tipos:
1. Deberes
2. Obligaciones
3. Cargas

1. Deberes: son aquellos establecidos en beneficio de los fines de solución justa de los conflictos
sometidos a la decisión de los órganos jurisdiccionales. Buscan la mejor realización del proceso y sus
fines.
Así por ejemplo, está el deber de los litigantes de exponer con claridad los hechos y
fundamentos de derecho en que apoyan sus pretensiones.
Tanto la demanda como la contestación contemplan dentro del contenido de los respectivos
escritos el deber de las partes de hacer una exposición clara.
Los art. 309 y 254 del CPC se refieren a este punto.
El deber de los testigos de declarar la verdad, y por eso se pena el falso testimonio.
El deber de los peritos de evacuar sus informes al tribunal, respecto de las acciones requeridas.
La principal característica de los deberes es que su cumplimiento no puede ser impuesto por la
fuerza, no hay como imponer por la fuerza el cumplimiento del deber (por ejemplo, a los testigos no se
les puede obligar a decir la verdad), y en esto se diferencia con las obligaciones.

2º Obligaciones: Son las prestaciones de carácter pecuniario que se impone a los litigantes con
ocasión del proceso (por ejemplo el pago de las costas), y aquí es posible imponer forzadamente el
cumplimiento de esta obligación.

3º Cargas: Dentro del proceso, las partes se enfrentan a situaciones respecto de las cuales nadie las
puede obligar a ejecutar ciertos actos, y no pueden ser obligadas, pero la ejecución o el
desembarazamiento de estas cargas resultan de interés para el propio litigante, por que si cumplen los
actos a que se refieren dichas cargas, tienen mayor probabilidad de éxito en el resultado del proceso
(por ejemplo, contestar la demanda, interponer recursos, etc.).
Las cargas constituyen una norma de conducta, impuesta en beneficio del sujeto normado (la
diferencia entre carga y obligaciones es el beneficio y la posibilidad de obligar a cumplir).

LOS PRESUPUESTOS PROCESALES

Son el conjunto de requisitos o condiciones, cuya concurrencia determinan el nacimiento o


validez del proceso jurisdiccional.
Se distingue entre:
Presupuestos o condiciones de existencia del proceso, es decir, la existencia de una contiende jurídica
actual, le existencia de un tribunal y la existencia de partes.

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Presupuestos o condiciones de validez del proceso, es decir la competencia del tribunal, la capacidad
de las partes y la observancia de las formalidades que determinan la validez de los actos
procesales.

CONDICIONES DE EXISTENCIA

 La contienda jurídica actual: Para que un proceso nazca, es


necesario que esté destinado a resolver una contienda jurídica actual, es decir, debemos estar frente a
un conflicto entre dos o más sujetos de derecho, entre los cuales haya discrepancia, cuya solución
deba ser sometida a la decisión de un órgano jurisdiccional.
Que sea jurídica es que debe versar sobre una materia regulada por el derecho.
Que sea actual, significa que esa contienda esté afectando a los sujetos de derecho,
involucrados en ese conflicto, que haya un derecho concretamente amenazado.

 Existencia de Partes: Para que haya proceso jurisdiccional,


es necesario que existan partes entre las cuales surja el conflicto.
Partes son personas naturales o jurídicas entre quienes se produce el conflicto, y que tienen
pretensiones contrapuestas, para cuyo efecto se someten a la decisión de un tribunal.
También se llaman litigantes, y pueden denominarse demandante y demandado, querellante y
querellado y ejecutante y ejecutado.

 Existencia de un tribunal: Para que exista un proceso, debe


existir un órgano dotado de jurisdicción, que tenga la facultad o atribución para intervenir en el
conflicto jurídico y resolverlo.

CONDICIONES DE VALIDEZ

 Competencia del tribunal: Ya tenemos proceso (hay tribunal,


partes y contienda jurídica actual). Pero para que el proceso tenga validez y el resultado sea
reconocido por el derecho, es necesario que el tribunal tenga competencia, la que reconoce muchas
clasificaciones, y una de ellas reconoce competencia absoluta y competencia relativa; y para que
la sentencia tenga validez el tribunal debe tener ambas competencias.

 Capacidad de las partes: Si bien el derecho procesal no lo


regula, si exige que los sujetos tengan capacidad, la que puede ser de goce y de ejercicio.
Al Derecho Procesal le interesa que las partes tengan capacidad de ejercicio (procesal), la aptitud
legal para actuar válidamente en el ámbito del derecho.
Para ser parte litigante, basta con capacidad de goce (el impuber puede ser parte de un proceso,
pero actúa representado, y este representante debe tener capacidad de ejercicio).

 Observancia de las formalidades para la ejecución de los


actos procesales: el derecho procesal se preocupa de regular el modo de cómo se desarrollan los
procesos judiciales, estableciendo normas que fijan los medios de cómo deben desarrollarse estos
actos que componen el proceso jurisdiccional.
Todo esto garantiza la igualdad ante el órgano jurisdiccional.
La inobservancia de las formas procesales acarrea la nulidad del acto, y eventualmente la
invalidación de parte o todo el proceso.
La observancia se relaciona con la validez del proceso.

CLASES DE PROCESOS

Hay 4 clasificaciones que son las más importantes:

1. Atiende a la naturaleza del derecho disputado, y puede ser:


Procesos civiles
Procesos penales

En los procesos penales, el derecho controvertido dice relación con los posibles delitos
imputados al sujeto pasivo de la acción.
Aquí se busca la determinación de los elementos que van a configurar el delito que se le imputa al
sujeto pasivo, y como culminación de este proceso, puede imponerse la pena al inculpado.
En los procesos civiles se discuten todos los derechos que no sean penales (civil, laboral,
menores, etc)

2. Según el objeto de la pretensión sostenida: pueden ser:


a. De cognición o conocimiento
b. De ejecución
c. Cautelares o precautorios

a. Los primeros tiene por objeto obtener la condena del demandado o la constitución de un nuevo
estado, o la declaración de certeza de un derecho o situación jurídica incierta. Constituyen la
generalidad de los procesos.

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b. Los segundos son aquellos que tienen por objeto obtener el cumplimiento forzado de una obligación
indubitada.
c. Los terceros tienen por objeto asegurar los resultados de una acción.

3.- Según el procedimiento a que debe someterse el proceso: pueden ser:


a. Ordinarios
b. Especiales

Pueden ser sometidos a un proceso ordinario, cuando la acción no tiene asignada un


procedimiento especial por el legislador.
Por tanto, la regla general son los procedimientos ordinarios.
En cambio, cuando la acción tiene designado un proceso, da origen a un procedimiento especial,
como por ejemplo el procedimiento ejecutivo.

4.- Según la cuantía:


a. Procesos de Mayor Cuantía
b. Procesos de Menor Cuantía
c. Procesos de Mínima cuantía

El proceso estará determinado en función de la cuantía del juicio.

LOS MAGISTRADOS JUDICIALES

La teoría de los titulares de la función judicial: Ya sabemos que la función jurisdiccional la


desarrolla el Estado a través de los órganos jurisdiccionales, pero particularmente a los tribunales de
justicia (lo son por esencia).
A su vez, los tribunales de justicia despliegan su actividad a través de personas que
personifican la función jurisdiccional (los jueces), y esos son los titulares de la función judicial.
Es necesario resolver dos problemas al respecto:
La selección de los candidatos a ejercer la función judicial.
El método a seguir para designar a los titulares de la función judicial (magistrados).

Ambas son de particular relevancia, por que corresponde a una decisión de carácter político que
debe adoptar el Estado.
En torno a la selección, hay que decir que están vinculados con las condiciones o requisitos que
se exige a los postulantes a optar a cargos judiciales, para conseguir que a estos llegue la persona
más idónea o apta y preparada.

Esto ha sido abordado a partir de dos sistemas:


La carrera judicial, elaborada en Francia y recogida por Chile.
Elección libre, que tiene un criterio más riguroso.

En el primero se establece un escalafón al cual se ingresa por algún sistema de selección y se va


ascendiendo en el mismo escalafón. Se ingresa a la categoría más baja, y al cumplir con ciertos
requisitos se asciende.
Si bien, se toma en consideración la antigüedad principalmente de las personas, lo cierto es
que se exigen también otros requisitos, como el de la preparación o perfeccionamiento, para que no
sólo sea una cuestión de antigüedad.
En Chile existe este sistema, pero que hasta hace cinco o seis años atrás, los criterios por lo
que se ingresaba y desarrollaba la carrera, eran criterios discutibles por que no existían requisitos
específicos, y lo que es peor, existían muchos cargos vacantes, por una cuestión económica y no
habían interesados para hacer una selección.
Por esto se tomaron medidas como por ejemplo, aumentar las rentas y así se pudo hacer
selección, pero aún así no había otro requisito como el de ser abogado.
El 94 se dictó la ley 19.346 que creó la Academia Judicial, más algunas modificaciones al
C.O.T, se establece que todo aquel que quiera ingresar al servicio debe pasar por la Academia Judicial.

Jueves 2 de Agosto de 2001

Veíamos la selección de candidatos (dos sistemas), el primero nació en Francia y luego se


extendió, y consiste en que los magistrados ingresan por el grado más bajo y ascienden reuniendo
ciertos requisitos. A partir de hace cinco años atrás surgió una nueva modalidad, cual es exigir una
carrera académica previa (Academia Judicial).
También está el segundo sistema de la libre elección, que partió en Inglaterra, que se traduce
en que los magistrados son elegidos de entre todo el universo de abogados, que tienen ciertas
condiciones personales, morales, por sobre los conocimientos técnicos.
En Chile, tenemos un sistema, donde impera el régimen de la carrera judicial, que se combina
con esta exigencia de una preparación académica previa, y también se ha incorporado un cierto
régimen de libre elección, por que originalmente ingresaban al poder judicial personas ajenas a este
(tanto a la Corte Suprema y de Apelaciones), podían ser ministros personas ajenas al Poder Judicial.
Posteriormente esto cambió, excepto en la Corte Suprema. El art 75 de la constitución, inciso
IV, dice “Los jueces serán designados por el Presidente de la República, a propuesta en terna de la

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Corte de Apelaciones de la jurisdicción respectiva”. Para los ministros de la corte de apelación existe
carrera.
Es decir, de los 21 miembros, y cinco de ellos deben ser ajenos al Poder Judicial. Los otros 16
se generan por la forma tradicional de nombramiento.
La idea de lo anterior obedece a la idea de la crítica que se hace a los tribunales de justicia,
como una forma de ventilar los temas que resuelven, abriéndolo a nuevos criterios o doctrinas.

CLASIFICACIÓN DE LOS JUECES

1.- SEGUN SU JERARQUÍA PUEDEN SER:

A.- Ministros de Corte Suprema


B.- Ministros de Corte de Apelaciones
C.- Jueces de Letras propiamente tal
los que integran los trib. Orales
En lo penal
Jueces de garantía

2.- SEGUN SU ESTABILIDAD:

A. Jueces Perpetuos (aunque es relativo, 75 Años)


B. Jueces Temporales

3.-SEGUN EL AMBITO DE SU COMPETENCIA:

A. Competencia Común (facultades para conocer toda clase de


Negocios)
B. Competencia Especial (facultad sólo para conocer aquellos
negocios entregados a su competencia, ejemplo, Juez de Menores).

4.- SEGUN EL TITULO QUE SE LES EXIGE:

A.- Letrados
B.- Iletrados

Aunque hoy todos son letrados, menos los árbitros que podrían ser iletrados, (o los árbitros de
derecho o mixtos).

5. SEGUN LA CALIDAD CON QUE OCUPAN EL CARGO:

Jueces Propietarios
Jueces Internos
Jueces Suplentes

JUECES: Aquellas personas, constituidas en autoridad pública, para administrar justicia.

REGIMEN DE NOMBRAMIENTO DE LOS JUECES

En materia de nombramientos hay varios tipos:

1. Sistema de nombramiento por el Poder Ejecutivo


2. Sistema de nombramiento por el Poder Legislativo
3. Sistema de nombramiento por el Poder Judicial.
4. Sistema Mixto (más utilizado)

Sistema de nombramiento por el Poder Ejecutivo: Tiene su origen en el absolutismo, donde el


soberano reunía todas las facultades que hoy tiene el Estado, y para delegar sus funciones nombraba
jueces, pero igual decidía él.
Con todo lo criticable de este sistema, tiene alguna virtud, por que se supone que quién tiene
la facultad para nombrar jueces, puede nombrar a las personas más idóneas.

Sistema de nombramiento por el Poder Legislativo: Tiene su origen en un sistema distinto,


creado por la Revolución Francesa, donde la soberanía radicaba en el pueblo, se estableció un régimen
de elección popular.
Este régimen también tiene defectos, por que los elegidos no siempre son los más idóneos con
la función que van a desempeñar.
Otro defecto es que por tratarse de una modalidad que descansa sobre la popularidad del juez
o candidato, su imparcialidad puede verse desmejorada, y para la sociedad no es el ideal.
También resulta discutible el hecho de la estabilidad, por que este régimen de elección popular
supone que las elecciones se desarrollan en forma periódica, y con ello se atenta contra la estabilidad,
y si bien no es bueno tener jueces perpetuos, tampoco es bueno cambiarlos constantemente.

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No obstante, aún existe este régimen en algunos países como en EE UU o en Suiza.
Volviendo a la Revolución Francesa, se trató de modificar el objeto de la soberanía popular y se
desplazó más a una elección por el parlamento, por que estos habían sido elegidos por la voluntad
popular.
También este régimen entraña el peligro de politizar la elección, supeditar las decisiones
adoptadas por el legislativo en función de la conducta de los candidatos.

Sistema de nombramiento por el Poder Judicial: El tercer sistema, posiblemente es menor riesgo
desde el punto de vista de la objetividad y la imparcialidad. Este régimen sin embargo arriesga la
posibilidad de formar un régimen de casta judicial o cooptación, y produce que el poder judicial se
retroalimenten entre sus propios integrantes, y aparecen familias completas desempeñándose en el
poder judicial.
Justamente por los defectos de todos estos sistemas, se crean regímenes donde al menos
participen dos poderes del Estado en la designación y elección de los magistrados.
En Chile, en el régimen de nombramiento, interviene el poder ejecutivo y el judicial por regla
general, con excepción del nombramiento de los integrantes de la Corte Suprema, donde intervienen
los tres poderes del Estado, según la ley 19.541 del 22 de Diciembre de 1997.

DESIGNACION DE LAS DISTINTAS CLASES DE MAGISTRADOS

1. Designación de los magistrados de los tribunales ordinarios y especiales. Dentro de los


tribunales ordinarios se distinguen:

A. Ministros de Corte Suprema


B. Ministros de Corte de Apelaciones
C. Jueces de Letras.

Aquí operan los arts 32 Nº14 y 75 de la Constitución y 283 y 284 del COT.
Todos los jueces son nombrados por el Presidente de la República, pero a propuesta de
distintas jerarquías de tribunales según sea el juez que se va a nombrar.

En el caso de la Corte de Apelaciones, por la Suprema. La Propia Suprema formula una Quina
que la propone al Presidente de la República, y este designa a uno de ellos. Pero en virtud de la
modificación del art. 75, este candidato electo debe ser aprobado por el senado, y aquí intervienen los
tres poderes del Estado.
El acuerdo del senado es por dos tercios de sus miembros en ejercicio.

Designación de ministros de Corte de Apelaciones: También lo designa el Presidente de la


República, pero en terna formulada por la Corte Suprema, y no interviene el Senado, (art.75 C.P.E y
84 letra A C.O.T).

Designación de los Jueces Letrados: Propuesta de terna por la Corte de Apelaciones respectiva y
dentro de esa terna el Presidente de la República elige a uno.

TRIBUNALES ESPECIALES:

Juzgados del Trabajo


Juzgados de Menores
Juzgado de Policía Local

Respecto a los primeros el 416 del Código del Trabajo dispone “Créanse con asiento en cada
una de las comunas de Iquique, Antofagasta, La Serena, Rancagua y Magallanes, un juzgado de letras
del trabajo, que se denominará Primer juzgado de Letras del Trabajo. Créanse con asiento en cada una
de las comunas de Concepción y Valparaíso dos juzgados de Letras del Trabajo, que se denominarán
Primer y Segundo juzgado de Letras del Trabajo. Créanse con asiento en la comuna de San Miguel dos
juzgados de Letras del Trabajo, que se denominarán Primer y Segundo Juzgado de Letras del Trabajo.
Créanse con asiento en la comuna de Santiago nueve Juzgados de Letras, que se denominarán Primer,
Segundo, Tercer, Cuarto Quinto, Sexto, Séptimo, octavo y Noveno Juzgado de Letras del Trabajo.
Estos juzgados serán tribunales especiales integrantes del Poder Judicial, se les considerará de asiento
de Corte de Apelaciones para todos los efectos legales, teniendo sus magistrados la categoría de
Jueces de Letras, y les serán aplicables las norman del Código Orgánico de Tribunales en todo aquello
no previsto en este título”. No existe norma especial de nombramiento.

Respecto a los segundos, está regulado en la ley de menores 16.618. Los nombra el Presidente
de la República de una terna elaborada por la Corte de Apelaciones respectiva. La ley exige que
además cuenten con conocimientos de sicología, (art.22 de esta ley).

Policía local: (Ley 15.231, reglamentados en esta ley)


Su art. 4º dispone que son designados por la Municipalidad, lo nombra el Alcalde en terna
elaborada por la Corte de Apelaciones respectiva (art.4º).
Justicia Militar: Los jueces militares son oficiales ejecutivos de la respectiva rama, por que tienen el
rango de juez militar, el comandante en jefe de la respectiva división. No son abogados y se asesoran
por auditores para emitir sentencia.

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También intervienen en la judicatura militar los fiscales, que también deben ser oficiales
abogados, también los designa el Presidente de la República.

Viernes 3 de Agosto de 2001

CLASIFICACION DE LOS TRIBUNALES

1.-Según su naturaleza:
A.- Ordinarios
B.- Arbitrales
C.- Especiales

Esto emana del art. 5º del C.O.T.

2.- Según su composición:


A.- Colegiados
B.- Unipersonales

3.- Según la extensión de su competencia:


A.- Competencia Común
B.- Competencia Especial

4.-Según su estabilidad:
A. Tribunales Permanentes
B. Tribunales Accidentales o de Excepción
C. Tribunales Temporales

En cuanto a la primera clasificación (naturaleza de tribunal), el art. 5º del C.O.T, dispone en su


inciso segundo “Integran el Poder judicial, como tribunales ordinarios de justicia, la Corte Suprema, las
Cortes de Apelaciones, los Presidentes y Ministros de Corte, los tribunales orales en lo penal, los
juzgados de letras y los juzgados de garantía”.

TRIBUNALES ORDINARIOS: El art.5º señala cuales son, (Corte Suprema, Corte de Apelaciones,
Presidente de Corte, Tribunales Orales en lo Penal, jueces de Letras y de Garantía).
La condición de ordinario de un tribunal la define, en primer lugar el art. 5º del C.O.T, pero
también determina esa condición el hecho de encontrarse organizados en cuanto a su existencia y
atribuciones en el C.O.T, luego entre todos ellos existe una relación de estructura jerárquica, que
determina también algunas consecuencias importantes (por ejemplo, revisión de los fallos de los
inferiores por los superiores), y además, corresponde a estos tribunales el conocimiento de todas las
causas que no están sometidas a un régimen especial de competencia para su conocimiento y fallo.
Dentro de los tribunales ordinarios hay un orden jerárquico, pero también hay que hacer una
distinción, por que entre ellos hay una estructura que los vincula unos con otros, formados por la Corte
Suprema como tribunal máximo, luego las Cortes de Apelaciones y luego los Juzgados de Letras.
Paralelo a esta jerarquía están los tribunales accidentales o de excepción, que son de carácter
unipersonal, pero servido por miembros de tribunales colegiados. Así tenemos:
1.- Presidente de la Corte Suprema
2.- Ministro de la Corte Suprema
3.- Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago
4.- Ministro de la Corte de Apelaciones

A su vez, dentro de la última jerarquía (jueces de letras) están en un mismo nivel los jueces
que integran los tribunales de juicio oral, que son colegiados, y también están los jueces de garantía.

TRIBUNALES ARBITRALES: Son aquellos constituidos por jueces árbitros, los que están definidos en
el art. 222 C.O.T, (memorizarlo) “Se llaman árbitros, los jueces nombrados por las partes, o por la
autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un asunto litigioso”.
De ahí surge la primera diferencia, cual es el origen del nombramiento, unos por el Presidente
de la República, y otros por las partes o la autoridad judicial.
No obstante el art. 222, la ley autoriza que el juez árbitro sea nombrado por el testador, para
partir la herencia, y en algunos casos es la propia ley la que señala quien cumplirá esta función (por
ejemplo en la ley de Isapres).
Otra diferencia consiste en que mientras los tribunales ordinarios tienen la facultad de imperio
(ordenar la fuerza pública), los arbitrales no tienen esta facultad, sólo lo están para intervenir en
ciertos asuntos, ciertas sentencias y hacerlas cumplir, pero para hacer uso de la fuerza pública deben
solicitarla a los tribunales ordinarios.
El art. 635 del C.P.C, señala que “Para la ejecución de la sentencia definitiva se podrá ocurrir al
árbitro que la dictó, si no está vencido el plazo por que fue nombrado, o al tribunal ordinario
correspondiente, a elección del que pida su cumplimiento.
Tratándose de otra clase de resoluciones, corresponde al árbitro ordenar su ejecución.
Sin embargo, cuando el cumplimiento de la resolución arbitral exija procedimientos de apremio
o el empleo de otras medidas compulsivas, o cuando haya de afectar a terceros que no sean parte en
el compromiso, deberá ocurrirse a la justicia ordinaria para la ejecución de lo resuelto”.

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TRIBUNALES ESPECIALES: Son tribunales creados por la ley para conocer y resolver determinadas
materias específicas que en cada caso la ley se encarga de señalar.
El art.5º del C.O.T, dice que también forman parte del poder judicial, como tribunales
especiales ...... por ejemplo, los Juzgados de Policía Local.

SEGUN SU COMPOSICIÓN:

A. Unipersonales: Están compuestos por un sólo magistrado, como los Juzgados de Letras, de
Garantía y los Tribunales Accidentales o de Excepción.

B. Colegiados: Están servidos por más de un magistrado, como mínimo tres.

 SEGUN LA EXTENSIÓN DE COMPETENCIA:

A. Competencia Común: Están facultados para conocer de toda clase de negocios, cualquiera sea su
naturaleza, tanto civil como penal.

B. Competencia Especial: Están facultados para conocer sólo aquellas materias que la ley les ha
señalado dentro del ámbito de su competencia, (ejemplo, Menores, Trabajo, Civil, Penal).

TRIBUNALES PERMANENTES, ACCIDENTALES Y TEMPORALES

1. TRIBUNALES PERMANENTES: Están establecidos y constituidos permanentemente sin importar si las


causas que deben conocer ocurren efectivamente o no, por ejemplo, la Corte, Juzgado de Letras.

2. TRIBUNALES ACCIDENTALES O DE EXCEPCIÓN: Si bien están contemplados en el ordenamiento


jurídico, se constituyen sólo en el evento que ocurra el hecho para cuyo conocimiento y resolución se
encuentran establecidos.
Ejemplo, El art. 52 del C.O.T dispone “Un ministro de la Corte Suprema conocerá de la
extradición pasiva....” y ahí se constituye un tribunal accidental o de excepción, terminado el juicio, el
ministro vuelve a sus funciones.
No confundir estos ministros actuando en los tribunales accidentales con los ministros en visita.

3. TRIBUNALES TEMPORALES: Se constituyen para el conocimiento de determinados negocios,


(ejemplo Arbitrales) duran el tiempo que las partes o la ley les hayan señalado.

BASES FUNDAMENTALES DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

Consiste en el conjunto de principios que son recogidos por el Ordenamiento Jurídico Positivo,
cuya finalidad es proveer a un óptimo funcionamiento de la función jurisdiccional del Estado.
La aplicación de estos principios a través del ordenamiento jurídico que lo consagra, permite
que la función jurisdiccional del Estado cumpla con los fines que le están establecido.
Su presencia resulta indispensable para que la administración de justicia de un Estado funcione
para que garantice a las partes una administración de justicia eficiente e imparcial.
1.- Principio de Inexcusabilidad
2.- Principio de Imparcialidad
3.- Principio de Independencia
4.- Principio de Inamovilidad
5.- Principio de Responsabilidad
6.- Principio de Legalidad
7.- Principio de Territorialidad
8.- Principio de Publicidad
9.- Principio de Gratuidad
10.-Principio de Pasividad
11.-Principio de Inavocabilidad
12.-Principio de Sedentariedad
13.-Principio de Gradualidad

1.- PRINCIPIO DE LA INEXCUSABILIDAD: Consagrado en el art. 73 de nuestra Constitución y el


art. 10 inciso 2º del C.O.T. Fue recogido por la Constitución de 1980, y dice lo mismo que el C.O.T,
“Reclamada su intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no podrán excusarse de
ejercer su autoridad ni aún por falta de ley que resuelva la contienda sometida a su decisión”.
La finalidad de este principio es la de permitir que los sujetos de derecho tengan un cause a
través del cual canalizar sus pretensiones de justicia cuando los afecte una contienda jurídica, y como
alternativa a los medios autotutelares o fracaso o imposibilidad de una solución autocompositiva.
En la medida en que los justiciables sepan que cuentan con este método de solución de
conflicto, se va a reconocer por estos, y se adherirán a estas formas de solución de conflictos.
El problema está en dotar de eficacia a estos métodos de solución procesal.

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En este mismo sentido, y para reforzar esta idea, se incorpora como un principio positivado en
el derecho, la inexcusabilidad de los tribunales de justicia.
Vinculado con este tema, tenemos el art. 170 Nº 5 del C.P.C, por que aún entra mucho más a
fondo en este poder-deber del Estado y de manera mucho más concreta señala que los jueces deben
enunciar las leyes o lo principios de equidad, y si no hay ley deben recurrir a estos principios de
equidad.

El art. 112 del C.O.T, consagra una de las reglas generales de competencia, específicamente la
regla de la prevención. Art. 112 “Siempre que según la ley fueren competentes para conocer de un
mismo asunto dos o más tribunales, ninguno de ellos podrá excusarse del conocimiento bajo el
pretexto de haber otros tribunales que puedan conocer del mismo asunto; paro el que haya prevenido
en el conocimiento excluye a los demás, los cuales cesan desde entonces de ser competentes”.
El punto es que así como el art. 10 y 73 de la Constitución, 170 Nº5 del CPC, señalan que los
tribunales no pueden excusarse, aquí se hace extensivo de que no pueden excusarse por que hay otro
tribunal que también tiene competencia para conocer ese negocio.

2.- PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD: Este principio implica que el órgano jurisdiccional debe
ponerse en una posición de absoluta prescindencia del interés de las partes.
Imparcial es estar “entre” ambas partes, implica que el juez no debe tener otro interés que no
sea el de resolver la cuestión conforme a derecho o eventualmente conforme a equidad.
Este tema hoy por hoy constituye uno de los elementos distintivos, o “el” elemento distintivo
de los actos judiciales con los otros actos que emana de otros órganos administrativos.
En Chile este principio no tenía consagración expresa, sólo estaba recogido por el
ordenamiento jurídico que garantiza esta exigencia, pero no estaba expresamente consagrado.
Por mucho tiempo se consideró que el principio de independencia de los tribunales de justicia,
ya consagrado, cubría este principio de imparcialidad.
Pero lo cierto es que imparcialidad e independencia son dos fenómenos jurídicos
independientes.
De hecho la Corte Suprema decía que con garantizar la independencia se garantizaba la
imparcialidad, y no quedó consagrado en la Constitución del 80, y sólo se recogió en el nuevo Código
Procesal Penal en forma expresa en su art. primero.
El principio de imparcialidad esta expresamente previsto en el art.14 del pacto de Derechos
Civiles y Políticos de las Naciones.
Pacto de San José de Costa Rica, art.80, ambos textos están incorporados a nuestro
ordenamiento jurídico.
Por lo tanto, este principio esta garantizado por nuestro ordenamiento jurídico los Arts. 195 y
196 del C.O.T consagran las causales de implicancias y recusaciones, y las causales están en el 194.

Martes 7 de Agosto de 2001

3.-PRINCIPIO DE LA INDEPENDENCIA: En general, este principio de independencia, apunta a


excluir tanto de la generación de los magistrados que van a desempeñar el cargo, como en la posible
casación de sus funciones cualquier consideración vinculada con el desempeño de sus funciones,
especialmente que el magistrado resuelva los conflictos sometidos a su decisión.
La idea es que no este bajo subordinación de ningún otro órgano. Este principio está
consagrado en el art. 12 del C.O.T, del que se desprende que se refiere a los otros poderes del estado,
prohibiendo que se inmiscuyan en el poder judicial.
La doctrina ha señalado que también se refiere a los órganos internos del poder judicial, es
decir, deben actuar con independencia de las opiniones de los otros miembros del poder judicial.
De allí es que se habla de una independencia horizontal y vertical, horizontal por que los
distintos órganos jurisdiccionales son independientes de los demás poderes del estado, originalmente
la independencia se concibió en este sentido.
Así mismo también hoy en día que no hay tanta dependencia entre estos órganos, se mantiene
el principio que el poder judicial debe actuar con absoluta dependencia respecto de los otros órganos
del estado.
Por otro lado también la independencia se concibe dentro del mismo poder judicial, y los jueces
deben dictar su sentencia prescindiendo de las opiniones de sus superiores jerárquicos. Hoy por hoy
esta independencia es más difícil practicarla, dando a la estructura del poder judicial, y debido a las
facultades disciplinarias.
El hecho de que los superiores jerárquicos califiquen a los inferiores, la facultad de esto, para
remover un juez, o bien la facultad para disponer un traslado de los jueces, indica un peligro de
dependencia, y por tanto influyen las opiniones de los superiores.
Por un lado tenemos una independencia horizontal (art.12 C.O.T, y art.73 de las C.P.C), y así
mismo también en materia de independencia vertical se carece de mecanismos que aseguren
independencia a los jueces.

Sin perjuicio que los superiores, por vía de recursos, modifiquen la sentencia de los inferiores,
podrían aplicar medidas administrativas, perjudicándolos y determinarlo a resolver de acuerdo a su
mismo criterio.
La independencia, desde el punto de vista horizontal se garantiza, o se intenta, a través del
mecanismo de la designación de los magistrados, por que en la medida que participen los otros
poderes se busca un equilibrio en el sistema.
Así mismo debería existir un mecanismo que garantice la independencia vertical, y así se ha
intentado hacer.

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Como norma o limitación correlativa a este principio del art. 12 del C.O.T, esta el contrapuesto
del art. 4 del C.O.T, que prohibe a los tribunales deban abstenerse de participar en las funciones de los
otros poderes “El poder judicial es independiente de toda otra autoridad en el ejercicio de sus
funciones”.
También incide en esta independencia el art.7 C.P.E, y el art. 222 del Código Penal, el art. 222
establece la “Usurpación de Funciones” y sanciona al funcionario que se atribuye funciones propias de
un poder o funcionario distinto.
A su vez el art. 7 de la C.P.E, establece la sanción de nulidad para los actos realizados por
quienes no tienen la calidad para hacerlo “Todo acto en contravención a este artículo es nulo y
originará las responsabilidades y sanciones que la ley señale”.
También se ha planteado en torno al tema de la independencia, de cual es el alcance de este
principio del poder judicial.
Ya vimos que deben ser independientes respecto de los otros órganos del Estado, pero no sólo
a eso, so no que además que las decisiones de los magistrados deben ser independientes de la opinión
pública, es decir, ¿deben fallar en conformidad a la opinión que tiene el pueblo?, o ¿en sus decisiones
debe dejarse influenciar por sus propias opiniones personales?, es decir, hasta donde es lícito que un
juez fallé conforme a sus opiniones personales (ejemplo, nulidad de matrimonio).
Lo cierto es que resolver estos problemas es más difícil que resolver el de la independencia
horizontal y vertical.

4.- PRINCIPIO DE LA INAMOVILIDAD: Ya vimos la relación de la independencia con la designación


de los funcionarios judiciales y la casación de esta función.
Este principio de inamovilidad viene a ser garantía necesaria e indispensable de la
independencia de los magistrados, desde que lo que se busca es asegurar que estos no podrán ser
removidos de sus cargos, a lo menos que no se observe un buen comportamiento, y no se considera
en este punto la forma de resolver de los jueces.
Para considerar el buen o mal comportamiento lo que importa es la conducta ministerial y de
su vida privada.
Al estado le interesa que la administración de justicia sea servida por magistrados que sean
independientes, y una forma de garantizar lo anterior es consagrando este principio de inamovilidad, el
cual está consagrado en el art. 77 de la C,P.E, cuando dice que “los jueces permanecerán en su cargo
durante su buen comportamiento ...”
Además cesan sus funciones cuando estos cumplen setenta y cinco años. Sin perjuicio de esta
excepción, existen disposiciones que determinan la amovilidad a que pueden ser sometidos los jueces,
ya sea por los superiores jerárquicos, como a iniciativa del Presidente de la República.
El art. 278 bis del C.O.T, también contempla la cesación en el cargo de los magistrados cuando
han sido mal calificados, lo que se hace todos los años.
El art. 332 Nº4 también establece la remoción cuando se ha dictado sentencia en un juicio de
inamovilidad seguido en contra de un juez donde se declara que este no ha tenido un debido
comportamiento (art.338 y art.339 C.O.T).
Otra vía por lo cual cesan en su funciones a través del denominado juicio político.

5. PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD: Así como se garantiza la independencia e inamovilidad de


los magistrados judiciales, está el principio de la responsabilidad, conforme al cual y según el art. 13
del C.O.T, que dispone “Las decisiones o decretos que los jueces expidan en los negocios de que
conozcan no les impondrán responsabilidad sino en los casos expresamente determinados por la ley”,
y el art. 324 del C.O.T, dispone “El cohecho, la falta de observancia en materia sustancial de las leyes
que reglan el procedimiento, la denegación y la torcida administración de justicia y, en general, toda
prevaricación o grave infracción de cualquiera de los deberes que las leyes imponen a los jueces, los
deja sujetos al castigo que corresponda según la naturaleza o gravedad del delito, con arreglo a lo
establecido en el Código Penal.
Esta disposición no es aplicable a los miembros de la Corte de Apelaciones en lo relativo a la
falta de observancia de las leyes que reglan el procedimiento ni en cuanto a la denegación ni a la
torcida administración de la justicia”.

Por lo tanto, si bien en principio los jueces no son responsables de las decisiones que realizan
en ejercicio de sus funciones, si lo serán si estas están tipificadas, como la prevaricación, el cohecho o
la falta de observancia de los lazos procesales.

El art.76 del C.P.E, dispone “Los jueces son personalmente responsables por los delitos de
cohecho, falta de observancia en materia sustancial de las leyes que reglan el procedimiento,
denegación y torcida administración de justicia y, en general, de toda prevaricación en que incurran en
el desempeño de sus funciones.
Tratándose de los miembros de la Corte Suprema, la ley determinará los casos y el modo de
hacer efectiva esta responsabilidad”.
Sin embargo, para que un juez pueda ser sometido a juicio por alguna de estas circunstancias,
y para garantizarles la tranquilidad en el desempeño de sus funciones, el Ordenamiento jurídico
dispone que antes de iniciar el proceso, es necesario pasar por la querella de capitulo, que es un
antejuicio para certificar los cargos que se le imputan al magistrado, equivale al desafuero.
La querella de capitulo esta regulado en el C.P.P en el art.613 y siguientes.
La responsabilidad a que se encuentran sometidos los magistrados no es sólo penal, sino que
además tienen responsabilidad civil cuando se ha comprobado que ha incurrido en las conductas del
art.324. Lo anterior lo consagra el art.325 del C.O.T, “Todo juez delincuente será, además civilmente
responsable de los daños estimables en dinero que con su delito hubiere irrogado a cualesquiera
persona o corporaciones”.

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Obviamente los jueces serán procesados por delitos comunes no en ejercicio de sus funciones.
Además, están sometidos a responsabilidades políticas que afecta a los Tribunales Supremos
de Justicia (Corte Suprema y de Apelaciones), y a las responsabilidades disciplinarias.
Todos estos principios, si bien los favorecen (a los jueces) y aseguran un tranquilo desempeño
de sus funciones, en definitiva favorece a las partes litigantes y a la sociedad, por que se garantiza a
los justiciables, que las decisiones que se adopten estarán inspiradas por principio de equidad y al
amparo de las leyes.

6.- PRINCIPIO DE LEGALIDAD: Este principio consiste en la sujeción estricta que deben observar
los magistrados, tanto a la tramitación de las causas de que se conocen como en la resolución de la
misma.
Así mismo deben atenerse a los preceptos legales que existen en el Ordenamiento Jurídico
cuando se trata del pronunciamiento de la decisión del asunto sometido a su conocimiento.
El principio de la legalidad debe inspirar toda la actividad de los órganos jurisdiccionales, por
que ellos deben controlar todos los actos de las personas cuando los otros poderes no lo han hecho.
Si su función es administrar justicia a quienes han escapado al marco de atribuciones que les
permite el Ordenamiento Jurídico, con mayor razón, los órganos jurisdiccionales deben ajustarse al
marco de legalidad.
Por tanto, tanto al procedimiento y al modo de resolver deben tener presente este principio de
legalidad.
No obstante hay excepciones a este principio, como por ejemplo, cuando en el caso de los
jueces árbitros arbitradores fallan conforme a las propias normas que han dispuesto las partes que las
partes hubieren establecido para ese caso específico.
Además, los jueces están facultados para resolver en conciencia o bien, con lo que su
prudencia les dictare. Así tenemos el principio de inexcusabilidad y el art.170 Nº5.
El art.724 del C.P.C, por ejemplo, faculta al juez para apreciar en conciencia las pruebas en los
juicios de mínima cuantía.
El art.36 de la ley de tráfico de estupefacientes también pueden apreciar conciencia las
pruebas.
En definitiva, si bien es estos casos se plantea una excepción, lo cierto es que la facultad que
tienen los jueces se deriva de una autorización expresa del legislador, por lo tanto no habría excepción
de principio de legalidad.
Lo importante es que el principio de legalidad establece que los jueces deben sujetarse en toda
su actividad a lo que la ley les establece, y en estos casos de “excepción” los jueces están autorizados
para actuar con mayor libertad, aunque hay sujeción a la norma, esta lo autoriza para actuar en
libertad.
El principio de legalidad, de alguna manera está también garantizado en el art. 76 C.P.C y art.
324 del C.O.T, que contempla la posibilidad de sanción cuando ha incurrido en materia de cohecho,
etc.
Por prevención entendemos (Etcheberry) como la grave infracción de un deber de aplicar la ley
por las personas especialmente obligadas a ello, y quien más obligado que los propios jueces.

7.- PRINCIPIO DE LA PUBLICIDAD: Este principio apunta a que todas las actuaciones de los
tribunales de justicia deben ser públicos, y sólo cuando la ley lo autoriza se pueden mantener en
secreto.
Esta consagrado en el art. 9 del C.O.T, “Los actos de los tribunales son públicos, salvo las
excepciones expresamente establecidas por la ley”.
Este principio, resulta de vital trascendencia para el éxito de las funciones judiciales, para
garantizar a los justiciables que las actuaciones podrán ser observadas y fiscalizadas por todos
aquellos que tengan interés en las acciones judiciales.
La forma de mantener la vigilancia sobre las actividades judiciales es tomar conocimiento
directo de cómo se desarrollan los procesos. En la medida en que esta pueda ser conocida, se
garantiza por ello la transparencia en el desempeño de las funciones de los órganos jurisdiccionales.
Esta transparencia no sólo sirve a la sociedad, para evitar la arbitrariedad judicial, si no que
además es en servicio para el propio poder judicial. No sólo evita corruptela, si no que facilita el
conocimiento de los justiciables de cómo estos cumplen su labor, y en esa medida se logra una mayor
adhesión por parte de todos a su labor. El conocimiento produce comprensión.
Por lo tanto la publicidad debe ser un principio esperado de todo ordenamiento jurídico.
El principio del art. 9 del C.O.T, reconoce excepciones que implica la facultad de reservar
ciertos antecedentes, por ejemplo, en causas de adopción plena, donde se reserva los antecedentes
judiciales y administrativos.
El art. 756 del C.P.C, además faculta la posibilidad de solicitar la reserva de los antecedentes
en causas sobre nulidad de matrimonio y divorcio.
El art.78 del C.P.P. establece que el sumario es secreto, aunque hoy en día es cuestionado, y el
nuevo Código Procesal Penal contempla por regla general la Publicidad.
Por ejemplo, el art.289 “PUBLICIDAD DE LA AUDIENCIA DEL JUICIO ORAL”, señala que la
audiencia será pública y eventualmente también puede ser privada.

Jueves 9 de Agosto de 2001

8.- PRINCIPIO DE LA GRATUIDAD: Postula que el ejercicio de la función jurisdiccional, y el derecho


de las personas de requerir la intervención de los tribunales de justicia, debe estar exenta de cualquier
exigencia de tipo económico.

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No se puede supeditar el acceso a la justicia por la condición económica. Por tanto, el Estado
debe asumir el costo para resolver los conflictos jurídicos.
Este principio llevado al límite, significaría que nadie debe pagar ni un peso por ninguna
gestión judicial, aunque en la realidad esto no es tan así, por que habrían ciertos costos que van a
determinar en muchos casos, cual es la relación costo-beneficio de iniciar un juicio, por que las costas
podrían ser tantas o más de lo que se va a obtener, o bien lo que se va a obtener es insignificante en
relación al costo emocional que le ocasiona a las personas que litigan.
Por ello encontramos que todos los sistemas judiciales implican un costo económico para los
interesados, lo que ocurre en todos los países.
El principio de gratuidad se relativisa en que el Estado costea una parte del costo total, que es
la implantación de todos quienes intervienen en la substanciación del proceso (sueldo del personal,
edificio, mobiliario, insumos, etc), todo lo anterior lo asume el estado, pero dejan también sin
solventar los costos que deben asumir cada litigante en la substanciación misma de los procesos
(honorarios profesionales, peritos, receptores, etc). Todo esto y a veces más es de cargo de las
personas que intervienen en los procesos.
Por lo tanto, la gratuidad es relativa, aunque tiene una explicación. El punto está en pensar el
volumen de causas que ingresan a cada tribunal. La litigiosidad ha aumentado en términos
impensados, todo como producto de las personas, la convicción que tienen de defender sus derechos,
en parte por que ha aumentado el nivel cultural. Por ello, es que el Estado exige, no abiertamente,
algún esfuerzo económico por parte del interesado para que no sea tan fácil llegar a litigar.
Por otro lado, el Estado asume los casos en que existe una extrema imposibilidad de acceder a
la justicia, y ahí tenemos los privilegios de pobreza, la corporación de asistencia judicial, abogados de
turno, la defensoría pública, etc.
El principio de gratuidad, entonces, existe toda vez que el estado proporciona todo el aparataje
necesario para la realización de los procesos.
Existe una corriente que se está generando, que postula que quienes pueden pagar por el
servicio judicial lo hagan (ejemplo. Bancos, Financieras, etc).

9.- PRINCIPIO DE LA INAVOCABILIDAD: El art. 8 del C.O.T, señala que “Ningún tribunal puede
avocarse el conocimiento de causas o negocios pendientes ante otro tribunal, a menos que la ley la
confiera expresamente esta facultad”. Esto por una razón de orden mínimo y de certeza para los
tribunales, por que cuando un tribunal inicia el conocimiento de una causa, ningún otro tribunal podrá
conocer del mismo. Al estado le interesa que el asunto lo conozca el tribunal competente, y que los
litigantes tengan la garantía que existe un juez, que tiene la responsabilidad de conocer y fallar esa
causa.
Esto también se conoce como el derecho al juez natural, y a esto apunta este principio.
Junto al principio de Inavocabilidad está la regla general de competencia “LA PREVENCIÓN”,
art. 112 del C.O.T, “Siempre que según la ley fueren competentes para conocer de un mismo asunto
dos o más tribunales, ninguno de ellos podrá excusarse del conocimiento bajo el pretexto de haber
otros tribunales que puedan conocer del mismo asunto: Pero el que haya prevenido en el conocimiento
excluye a los demás, desde entonces de ser competentes”.
El hecho de que haya dos o más tribunales competentes para conocer de un asunto, no deben
abstenerse de conocerlo, todos deben conocerlo, y luego según las reglas de competencia se
determinará quien terminará de conocer.
Aquí la idea es no dejar en indefensión a las partes interesadas y después se verá quien es el
competente.
Existen algunas excepciones a este principio de inavocabilidad como por ejemplo, el caso de la
designación de Ministro en Visita. Por ejemplo, la causa de Aerocontinente que estaba siendo conocida
por el juez del quinto juzgado del crimen de Santiago, y lo conocerá un ministro en visita.
El art. 561 dice “Las cortes deberán expresar en cada caso en que decreten visitas
extraordinarias el objeto u objetos determinados de ella y podrán autorizar además, al ministro
visitador para que ejerza en el juzgado en que se practique dicha visita las atribuciones disciplinarias
que confiere este código a los visitadores.
Las facultades del ministro en visita en los casos a que se refiere el artículo anterior, serán las
de un juez de primera instancia, y contra las resoluciones que dictare a los procesos a que hubiere
lugar en dichos casos, podrán deducirse los recursos legales como si se dictaren por el juez visitado.
Cuando el ministro visitador debiere despachar causas, el tribunal respectivo designará las que
deben ocuparlo, quedando todas las demás a cargo del juez visitado”.

10.- PRINCIPIO DE LA SEDENTARIEDAD: Postula que los tribunales de justicia deban tener un
lugar determinado y permanente de trabajo, un lugar físico, para garantizar y facilitar el acceso a la
administración de justicia a las personas que lo requieran.
A esto también se le asocian también ciertos deberes de los jueces, como por ejemplo, el
deber de residencia y de asistencia. Deben vivir en el lugar donde tiene su asiento y el tribunal, y
deben asistir un mínimo de horas diarias al tribunal.
Este principio de sedentariedad, si bien busca garantizar la facilidad del acceso de los
justiciables a los órganos jurisdiccionales, también tiene un principio contrapuesto, o se relativiza, por
que por oposición a los jueces sedentarios, están los jueces o tribunales PEDANEOS, que recorren la
comarca administrando justicia. El código contempla la facultad de que los jueces puedan constituirse
fuera del lugar donde habitualmente funciona.

11.- PRINCIPIO DE LA GRADUALIDAD: Apunta a la idea de que la estructura judicial del Estado
debe estar organizada sobre la base de jerarquización de los tribunales de justicia, de manera tal que
las causas puedan ser revisadas por Tribunales de Superior Jerarquía, para que los litigantes puedan
obtener a lo menos una revisión del proceso. Esto se denomina la gradualidad, y esto se vincula con el

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concepto de instancia, aunque esto actualmente está siendo cuestionado, por que la idea es que no
pasen por distintas instancias (la causa), si no que sean revisadas por un tribunal superior, aunque
nuestro nuevo sistema procesal penal no contempla la doble instancia (En donde por regla general se
eliminó el recurso de apelación, pero se creó el recurso de nulidad).

(Viernes 10 no hubo clase de procesal).

Martes 14 de Agosto de 2001

13.- PRINCIPIO DE TERRITORIALIDAD: Está vinculado con uno de los elementos que determinen
la forma en que se organizan los tribunales de justicia para el ejercicio de sus funciones, basada en la
ubicación geográfica del territorio.
Los tribunales de justicia sólo pueden conocer de los asuntos que hubieran acontecido dentro
del territorio que la ley les ha asignado para el ejercicio de sus funciones. El territorio es él factor de
competencia relativo, establecido para favorecer la facilidad de acceso de las personas a los órganos
jurisdiccionales.
Cada tribunal tiene asignado un territorio para ejercer su potestad, sin poder extender sus
facultades más allá del territorio asignado, art.7 C.O.T, “Los tribunales sólo podrán ejercer su potestad
en los negocios y dentro del territorio que la ley les hubiere respectivamente asignado.
Lo cual no impide que en los negocios de que conocen puedan dictar providencias que hayan
de llevarse a efecto en otro territorio”.
Si bien no pueden ejercer su facultad fuera del territorio asignado por la ley, esta preveé el
hecho de que sus resoluciones se cumplan fuera del territorio.
Por lo tanto, por una cuestión de orden, sólo pueden ejercer sus funciones dentro del territorio
asignado. La sanción establecida en el C.O.T, es la nulidad de esos actos. A este respecto rige además
el art.7º del C.P.E.
No obstante este principio del art. 7º del C.O.T, la ley contiene también situaciones de
excepción:
1º Se puede citar una aparente excepción, que consiste en la facultad que tienen los tribunales de
decretar actuaciones que deban ser cumplidas o ejecutadas en un territorio jurisdiccional distinto al
señalado por la ley.
Para este efecto, la ley contempla también el exhorto, y que se puede definir como la
comunicación que se remiten entre si los tribunales de justicia, de territorios jurisdiccionales distintos,
para el cumplimiento de las resoluciones judiciales emanadas de los tribunales, los cuales también
pueden ser exhortos internacionales.
Esta excepción es aparente por que si bien estamos en un territorio distinto, en definitiva, la
orden no es cumplida por el tribunal que la dicto, si no por el tribunal que corresponda al tribunal del
territorio asignado.

2º Otra excepción es el art.403 del C.P.C, que se rigen al medio de prueba “Inspección Personal del
Tribunal”, donde el juez concurre personalmente, dejando un acta con su inspección, y esta diligencia
es autorizada para cumplirse en territorio fuera del cual puedan ejercer sus funciones.

LA INSTANCIA

Se puede tratar a propósito del principio de gradualidad, aunque no están ligadas.


Consiste en que a través de la instancia es posible que las causas que conocen los órganos
jurisdiccionales puedan ser conocidas en algunos casos en más de una instancia, y así se habla del
principio de doble instancia.
Se debe permitir que las causas puedan ser conocidas a lo menos en dos niveles jerárquicos de
tribunales de justicia.
Mario Casarino la define como cada uno de los grados jurisdiccionales que la ley establece a fin
de que los tribunales puedan conocer y fallar los negocios sometidos a su decisión con facultad
soberana para pronunciarse sobre todas las cuestiones de hecho y derecho que en ellas se ha
planteado.
La idea de la instancia implica que un mismo asunto pueda ser conocido en toda su dimensión
(jurídica y fáctica) a lo menos en dos grados jurisdiccionales.
Pero el ordenamiento jurídico puede establecer limitaciones de régimen de la doble instancia,
eliminándolas, y disponer que determinados asuntos puedan ser conocidos en una sola instancia, y por
eso se denomina “La única instancia”.
Durante mucho tiempo en Chile imperó el régimen de la doble instancia, que implica que las
reglas generales, que los asuntos puedan ser conocidos en dos instancias.
El art. 188 del C.O.T, dispone que “La competencia de que se halla revestido un tribunal puede
ser o para fallar un asunto en una sola instancia, de modo que la sentencia sea inapelable; o para
fallarla en primera instancia, de manera que la sentencia queda sujeta al recurso de apelación”.
Por lo tanto, en Chile se vincula (y así ocurre en el derecho comparado), la posibilidad de
acceder a una segunda instancia, al tratar del recurso de apelación, que es el que da origen a la
segunda instancia, y el procedimiento. El procedimiento de segunda instancia se suele llamar recurso
de apelación.
De acuerdo al art.188 tenemos entonces dos instancias, pero hay causas que sólo pueden ser
conocidas en única instancia.
Luego las causas que pueden ser conocidas en primera instancia y son susceptibles de recurso
de apelación, y tenemos causas que sólo pueden ser conocidas en segunda instancia (las que primero
fueron conocidas en primera instancia).

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¿Cuántas instancias tenemos en Chile? Sólo DOS, la primera y la segunda.
El tribunal de segunda instancia tiene las mismas facultades del tribunal de primera instancia
(conoce la cuestión de hecho y derecho).
La instancia se vincula al hecho del recurso de apelación, por que sólo por el se accede a la
segunda instancia.
Por regla general el recurso de apelación procede en todos los asuntos, por que hay materias
que sólo pueden ser conocidas en única instancia (atendida la cuantía).
La excepción que ha surgido es en el nuevo sistema procesal penal, que sólo se conoce en
única instancia y no procede el recurso de apelación.
La tendencia es ir a un régimen de única instancia.
Sin embargo, también se planteó la circunstancia de implantar un sistema de única instancia se
lesiona en derecho esencial consagrado en los tratados internacionales, donde dentro del catálogo de
derechos que contiene, contempla el derecho a que su sentencia sea revisada por un tribunal
destinado de aquel que la dictó.
Pero estos derechos implican la posibilidad de que la sentencia sea “revisada”, y la revisión
puede ser ejecutada por un mecanismo distinto que la apelación, como por ejemplo un Recurso de
Casación o el nuevo recurso de nulidad.
La diferencia entre la casación y nulidad es que en estos medios de impugnación, el tribunal
que lo conocerá, sólo está facultado para pronunciarse sobre la causal específica por lo que se
interpuso el recurso respectivo. El afectado debe restringir la reclamación a causales específicas, es
decir, quien quiere reclamar por las infracciones por la vía de estos mecanismos, debe encuadrar
dentro de una de las causales señaladas por la ley.
En estos casos, el tribunal que conoce el recurso sólo se puede pronunciar sobre esa causal y
no sobre otras cuestiones de hecho y derecho, y por eso se dice que la casación no es instancia, por
que el tribunal superior no tiene facultad para conocer todas las cuestiones de hecho y derecho, si ni
sólo por las causales invocadas.

A su vez, en el sistema tradicional se distingue entre:

1.- RECURSO DE CASACIÓN EN LA FORMA: Relacionado con los errores o infracciones de carácter
formal o de procedimiento en que hubiese incurrido el juez o el tribunal inferior en la dictación de la
sentencia o en la substracción del proceso, por ejemplo, el juez que omite recibir la causa a prueba,
tipificada en los C.P.C, C.P.P, como causales de casación en la forma.

2.- RECURSO DE CASACION EN EL FONDO: Procede cuando la infracción se ha cometido cuando no se


ha interpretado el precepto legal en la forma correcta, hay infracción de derecho o de juzgamiento a
las leyes de fondo. Por eso se distingue entre:

Leyes Ordenatorias Litis, (procedimiento de fondo)


Leyes Decisorias Litis, (ordenar la forma) del procedimiento.

CRITERIOS GENERALES SOBRE ORGANIZACION DE LOS TRIBUNALES

Están estructurados sobre la base de tres criterios fundamentales.

1. Criterio de Jerarquía
2. Criterio de Categoría
3. Criterio Territorial

Basándose en estos criterios, se ha estructurado toda la organización de los tribunales en


Chile.

 Criterio de Jerarquía, impulsa la existencia de tribunales que están vinculados entre sí, y se
distinguen:
A. Tribunales Supremos
B. Corte de Apelaciones
C. Tribunales de Letras – Garantía - Especiales

Todos interrelacionados sobre el principio de jerarquía, lo que sirve para que los superiores
jerárquicos puedan ejercer sus funciones revisoras por los mecanismos que contempla la ley
(recursos), y también para ejercer las atribuciones disciplinarias.

 Criterio de Categoría, la estructura tiene trascendencia desde el punto de vista de la carrera


funcionaria de los magistrados judiciales, y no tanto para los justiciables.
Así, los tribunales se clasifican entre:

Tribunales de Simple Comuna o Agrupación de Comunas


Tribunales de Ciudad, Capital de Provincia
Tribunales de Ciudad con Asiento de Corte
Si bien los juzgados de letras son todos de la misma categoría, no es lo mismo un juez de
Putaendo que uno de Valparaíso o Quillota.
Desde el punto de vista de los justiciables, tiene importancia por lo dispuesto en el art. 48 del
C.O.T, dice “Los jueces de letras de comunas asiento de Corte conocerán en primera instancia de las
causas de hacienda, cualquiera que sea su cuantía.

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No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, en los juicios en que el Fisco obre como
demandante, podrá éste ocurrir a los tribunales allí indicados o al del domicilio del demandado,
cualquiera que sea la naturaleza de la acción deducida.
Las mismas reglas se aplicarán a los asuntos no contenciosos en que el Fisco tenga interés”.

Un juicio de hacienda es donde tiene interés el fisco.

 Criterio Territorial, los tribunales están organizados para cubrir todo el territorio nacional,
asegurándosele a cada uno de ellos cierto territorio en el cual ejercerán sus funciones
jurisdiccionales.

Este criterio tiene relevancia para los justiciables, por que les facilita el acceso a los tribunales
de justicia.

Jueves 16 de Agosto del 2001

Con el criterio territorial el Estado busca poner a disposición de los justiciables los tribunales de
justicia, para que puedan acceder a ellos con facilidad, por ello se crean tribunales y se distribuyen por
todo el territorio del Estado.
Por tanto, el territorio de un tribunal es el espacio, dentro del cual, un tribunal está facultado
para ejercer su potestad.
La ley, distribuye la competencia en función de su lugar de asiento, y así se determina
su territorio jurisdiccional que le tocará atender.
En este sentido por ejemplo, el C.O.T, art.27, señala “Sin perjuicio de lo que se previene en los
arts. 28 al 40, en cada comuna habrá, a lo menos, un juzgado de letras.
Los nuevos juzgados que se instalen tendrán como territorio jurisdiccional la respectiva
comuna y, en consecuencia, dejarán de ser competentes en esos territorios los juzgados que
anteriormente tenían jurisdicción en dicha comuna”.

El criterio es que en cada comuna deberá haber a lo menos un juzgado de letras, sin perjuicio
que muchas comunas se han agrupado quedando todas con un juzgado de letras. Así por ejemplo en la
quinta región, el juzgado de Casablanca tiene jurisdicción en Casablanca, el Quisco y Algarrobo,
además de Curacaví.
Por eso se habla de juzgado de simple comuna, como por ejemplo, el juzgado de Villa
Alemana.

MANERA EN QUE EL LEGISLADOR DISTRIBUYE LA LABOR JURISDICCIONAL

La necesidad de distribuir los tribunales en la República, nace de que en los Estados modernos
hay muchos tribunales.
En teoría se puede concebir que en un Estado haya un sólo tribunal, y si este es único o
múltiple no importa, lo que importa es que haya un tribunal que conozca todas las materias y cumpla
por si sólo toda la actividad jurisdiccional.
Obviamente esto se aplica en un Estado muy pequeño, como por ejemplo, en el Vaticano. Pero
obviamente, a medida que la sociedad se hace más compleja, donde crece la población, y la extensión
del Estado y la distribución de la población se va repartiendo, se hace necesario que el estado creé
tribunales que se vayan integrando a la función jurisdiccional, y los criterios que usa son por población
un criterio geográfico, criterios vinculados a la especialidad o materia que se trate, y así se va
formando toda una Red de Tribunales de Justicia. A esto apunta el tema de la competencia.
La competencia y sus reglas tienen por objeto establecer normas objetivas predeterminadas,
para que los asientos sean distribuidos entre los distintos tribunales que conforman esta Red.

CRITERIO DE DISTRIBUCIÓN

Reciben el nombre de “FACTORES DE COMPETENCIA”, los cuales son:

1. El Fuero
2. La Materia
3. La Cuantía
4. El Territorio
Los tres primeros determinan la competencia absoluta.
El cuarto determina la competencia relativa.

1.- EL FUERO: Este factor ha pasado por una evolución conceptual, desde lo que se entendía por
fuero y su finalidad, y lo que hoy día se entiende por él.
Tradicionalmente se concebía como un privilegio que la ley establece a favor de ciertos
litigantes cuando gozan de cierta dignidad, posición o calidad dentro de la comunidad. Así, ciertas
personas deben ser juzgadas por un tribunal distinto al que le correspondía.
Así por ejemplo, hoy en día, si se demanda a un Ministro de Estado, ese juicio lo conocerá un
tribunal de jerarquía superior al que le correspondería. Si la materia se relaciona con un delito,
también su causa será conocida por un tribunal distinto, y un Ministro de la Corte de Apelación

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constituirá un tribunal accidental. Por eso se habla de ministro de fuero, (no confundir con ministro en
visita).
Lo anterior viene de la antigüedad. En una concepción más moderna, se le sigue reconociendo
como factor de importancia para determinar la competencia, pero desde otra perspectiva. Cuando
litiga una persona con cierta investidura con una persona normal, se considera que atribuir el tribunal
superior al litigante común iría en perjuicio de este último, por que el que reviste la investidura del
caso, y por eso ya no se ve como un privilegio, si no como una forma de poner en igualdad de
condiciones a ambas partes litigantes.

2.- LA MATERIA: Este factor se concibe como la naturaleza jurídica que reviste el negocio sometido a
la decisión de un tribunal, como por ejemplo, civil, penal, laboral, aduana, etc.

3.- LA CUANTÍA: Es el valor pecuniario de la cosa disputada. En materia penal es la gravedad del
delito que da origen al proceso.

4.- EL TERRITORIO: es el factor de competencia relativa.

Relacionando los tres primeros factores se determina la competencia absoluta, la que permite
establecer la jerarquía, categoría y clase del tribunal que debe conocer en determinado asunto.
Así podremos saber si una causa debe ser conocida por un Ministro de la Corte de Apelaciones
o la Corte Suprema, o un Juez de Letras en lo Civil, Trabajo, Menores, etc, y luego por el factor
territorio y sus reglas que lo regulan, se determina la competencia relativa, por la cual se establece
qué tribunal específico dentro de esa categoría, clase o jerarquía, se determina que tribunal debe
conocer el asunto, y así por que en Chile hay más de cuatrocientos jueces de letras, y con este factor
sabremos si lo conocerá el juez de Iquique, Arica, etc.
La importancia de distinguir entre competencia absoluta y relativa, es por que las reglas sobre
competencia absoluta, están establecidas para satisfacer un interés de orden general, común de la
sociedad, y se les atribuye la calidad de normas de Orden Público, las que no pueden ser alteradas, ni
por las partes, ni por los tribunales de justicia.
Esto significa además, que la incompetencia absoluta puede ser declarada de oficio por los
tribunales.
Las normas de competencia relativa, que apuntan a determinar el tribunal competente
territorialmente, lo que se relaciona con la accesibilidad a los tribunales para los justiciables. Estas
disposiciones no son de Orden Público, y pueden ser alteradas por la voluntad de las partes, y por lo
tanto, aún cuando las disposiciones declaren que un asunto debe ser conocido por el juez de Quilpué,
las partes pueden determinar que será conocido por el juez de Villa Alemana. Esto es la Prórroga de
Competencia, la que sólo es admisible cuando se trata de alterar la competencia relativa de un
tribunal.

ORGANIZACION DE LOS TRIBUNALES DE JUSTICIA ENFOCADO A LOS TRIBUNALES ORDINARIOS DE


JUSTICIA

La Justicia Ordinaria está mencionada o enunciada en el art.5º del C.O.T, inciso 2º “Integran el
Poder Judicial, como Tribunales Ordinarios, de Justicia, la Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones,
los Presidentes y Ministros de Corte, los tribunales orales en lo penal, los Juzgados de Letras y los
Juzgados de Garantía”.
Así se puede señalar que los Tribunales Ordinarios están constituidos por:
 Tribunales Permanentes: Juzgado de Letras, propiamente o
competencia General, Tribunales Orales en lo Penal, Tribunales
de Garantía, Corte de Apelaciones y Corte Suprema.

 Tribunales Accidentales o de Excepción; Presidente de la


Corte Suprema, un Ministro de la Corte Suprema, Ministro de Corte de Apelaciones de Santiago, y un
Ministro de Corte de Apelaciones.

JUZGADOS DE LETRAS:
Son juzgados de derecho, unipersonales, que ordinariamente ejercen jurisdicción de primera instancia,
dentro de un territorio que puede comprender una comuna o agrupación de comunas, y cuyo superior
jerárquico es la Corte de Apelaciones.

CARACTERISTICAS

1.- Son Tribunales Ordinarios (tratados en el C.O.T) y por tanto, rige Principio de Jerarquía, y están
supeditados a las facultades económicas de sus superiores jerárquicos.

2.- Son Tribunales de Derecho: Deben observar las normas de derecho positivo que regulan su
actividad en la substanciación de los procesos, y la decisión de las causas que deben conocer. Aplican
la ley tanto en la tramitación como en la decisión.
3.- Son tribunales Unipersonales: Servidos por un solo juez.

4.-Son de competencia común: Por regla general, excepcionalmente, en ciertas ciudades


importantes no tienen competencia penal, por que estas están entregadas a otros tribunales (del
crimen). También podemos encontrar en estas ciudades los Juzgados de Trabajo, etc. Pero la regla
general es que sean de competencia común.

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5.- Son Tribunales Inferiores: Para efectos constitucionales, la C.P.E en el art. 48 y 78 se refiere a
los tribunales superiores de justicia, respecto de los cuales se pueden entablar acciones
constitucionales, y no así a los jueces inferiores.
LOS MAGISTRADOS DEBEN:
Ser letrados (abogados)
Ocupan el cargo en forma permanente.

Los Juzgados de Letras tienen asignado por ley el territorio jurisdiccional que le corresponde
(art. 28 al 40 del C.O.T), el art. 32 se refiere a los juzgados de la quinta región).

CLASIFICACION DE LOS JUECES DE LETRAS

I.- Según la extensión de su competencia:


Competencia Común
Competencia Especial.
B.1 Competencia Civil
B.2 Competencia penal

II.- Según la categoría:


De simple comuna o agrupación de comunas
De ciudad de capital de provincia
De ciudad de asiento de Corte

COMPETENCIAS DE LOS JUZGADOS DE LETRAS

En este tema, las normas están alteradas por la ley 16.665 (reforma procesal penal), por
tanto, la competencia de los tribunales ordinarios que no están en las regiones donde no ha empezado
a regir la reforma procesal penal es distinto.
Por eso veremos este tema de la manera antigua, o como lo tenemos en nuestra región en
este momento.
Los arts. 45 al 48 del C.O.T regulan la competencia de los juzgados de letras (el C.O.T, fue
modificado por la ley 19.665 y esta la ley 19.709).

Unica Instancia
Materias Civiles
Primera Instancia

Competencia
Juzgados de
Letras Materias Voluntarias Tienen competencia
Para conocer cualquier materia no contenciosa, con excepción
de nombramiento de curador AD LITEM (cuando en un juicio interviene
una parte incapaz que carece de representante legal o litiga contra él,
será necesario designar un curador para que lo defienda, y conoce el
mismo tribunal que conoce del asunto contencioso)

Materias Penales Siempre conocen los jueces en primera instancia

Algunos jueces de letras, tendrán competencia propia de un juez de garantía, aún en las
regiones donde está operando el nuevo sistema procesal penal.
El nuevo sistema considera la creación de toda una nueva magistratura penal. Por tanto,
cuando el sistema opere en todo Chile no habrá juzgado de competencia común civil y penal. Sólo
habrá civil y especial.
Sin embargo, la ley ha dispuesto, que determinados jueces de letras de ciertas comunas,
ejercerán funciones de juez de garantía.

2.- TRIBUNALES ORDINARIOS EN LO PENAL


En ciertas comunas, la función de juez de garantía (1) la realizará un juez de letras.
Viernes 17 de Agosto del 2001
Los jueces de garantía, recientemente incorporados al orden judicial, vinculado al nuevo Régimen
Procesal Penal tratado en el C.O.T, art.14 al 16.
Son tribunales conformados por un numero variable de jueces que actúan y fallan en forma
unipersonal en materias penales (art.14 del C.O.T).

CARACTERISTICAS DE ESTOS JUZGADOS:

A. Son tribunales de derecho (deben ajustar sus actividades a la ley).


B. Generalmente juzgados de garantía, lo que significa que sus atribuciones se enfocan a la
protección y tutela de los derechos esenciales de personas que se han afectado por una
investigación de carácter penal, y excepcionalmente su tribunales de fondo, es decir, pueden
dictar sentencia.
C. Son tribunales de primera instancia. Algunas de sus resoluciones pueden ser objeto de recurso
de apelación (sólo las más importantes).

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D. Son tribunales unipersonales en cuanto a su actividad, actúan y fallan en forma unipersonal.
Los juzgados de garantía pueden estar formados por diez o más jueces, pero desde el punto de
vista de su funcionamiento, actúan por medio de cada uno de los jueces en forma unipersonal.
E. El territorio jurisdiccional será una comuna o agrupación de comuna (de cada tribunal).

ATRIBUCIONES O FUNCIONES DE LOS JUECES DE GARANTIA

Asegurar los derechos de los intervinientes en el proceso penal.


Dirigir personalmente las audiencias que se desarrollan en su juzgado.
Dictar sentencia en ciertos procedimientos (especiales) que la ley establece, (procedimiento
simplificados, observados y monitorio).
Intervienen en la ejecución de las condenas penales y las medidas de seguridad que se impongan en
los juicios penales. El procedimiento actual no contempla esta facultad de intervenir en el control
del cumplimiento de la condena, no sólo ver que la condena se cumpla, si no que cuando cumpla
la pena, el reo recupere la libertad.
Conocer y resolver todas las cuestiones que el Código y la
Ley Procesal Penal les establezca.
DISTRIBUCION DE LAS CAUSAS ENTRE LOS JUECES DE GARANTIA

El art. 15 dice que la distribución se realizará por medio de un procedimiento objetivo.


Cuando el juzgado este compuesto por más de un juez, deberá establecerse un régimen
general y objetivo para hacer la distribución, aprobado anualmente.

TRIBUNALES ORALES EN LO PENAL

Reglamentadas entre los arts. 17 al 21º del C.O.T. Son “Tribunales Colegiados”, que conocen y
fallan las causas penales que la ley les encomienda y que tienen un número variable de jueces”.
Estos, por ser colegiados, deben funcionar a lo menos con tres integrantes, pero puede ser
superior a tres, múltiplos de tres.

CARACTERISTICAS:

1. Son de derecho
2. Son de fondo (conocen y se pronuncian sobre las cuestiones que motivan el proceso). Se
pronuncia sobre la inocencia o culpabilidad del imputado, respetando las garantías de las personas
que intervienen en el proceso. Dictan sentencia.
3. Son de única instancia por cuanto sus resoluciones no son susceptibles de Recurso de Apelación,
pero si son revisables por la vía del Recurso de Nulidad.
4. Son colegiados, funcionan en salas integradas por tres jueces sin perjuicio que habrá juzgados
con una sola sala integrada por tres jueces.
5. En territorio jurisdiccional corresponderá a una comuna o agrupación de comunas.
6. Por regla general son tribunales sedentarios, y excepcionalmente se podrán constituir fuera de su
localidad de asiento.

El art. 2º de la ley 19.708 modificó el nombre de los tribunales por el de Tribunal de Juicio Oral
en lo Penal.

FUNCIONES DE ESTOS TRIBUNALES

1. Conocer y juzgar la causa por crimen o simple delito


2. Resolver todos los incidentes que se promuevan en el juicio. INCIDENTE esta definido como toda
cuestión accesoria que se promueve en un juicio y que necesita el pronunciamiento del tribunal
(art.82 del C.P.C).
3. Conocer y fallar los demás asuntos que les encomiende la ley.

ORGANIZACION DE ESTOS TRIBUNALES

Están compuestos por un numero variable de jueces, con un mínimo de tres, que deberán
funcionar en una o más salas de tres jueces cada una (art. 17).
La ley 19.708 complementó el inciso 1º “Sin perjuicio de lo anterior, podrán integrar también
la sala otros jueces en calidad de alternos, para suplir a los que no puedan seguir en el juicio”.
La distribución de los jueces entre las salas se hace por sorteo anual en el mes de enero de
cada año, y también se sortean los jueces alternos que deberán integrar cada sala.
Cada sala debe ser dirigida por un presidente, y la distribución de causas en las distintas salas
será por sorteo, por un procedimiento que dictarán los mismos jueces.
ORGANIZACION ADMINISTRATIVA DE ESTOS TRIBUNALES

Los tribunales deben funcionar bajo un régimen de gestión profesionalizada, por personas
idóneas para desarrollarlas, y permitir que el personal letrado y los que lo apoyan, se dediquen a las
cuestiones jurisdiccionales, y dejen las cuestiones administrativas a personas especializadas, y así se
crea un nuevo tipo de función, que es el administrador del tribunal, que es un auxiliar de la

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administración de justicia, propio de los tribunales con competencia penal, cuya función es organizar la
administración y gestión administrativa de los tribunales del juicio oral en lo penal y juzgados de
garantía. Cada uno de ellos deberá tener una administrador del tribunal.

Así, las funciones más importantes son:

Dirigir el funcionamiento administrativo del tribunal o juzgado.


Distribuir las causas a los jueces o las salas según el procedimiento aprobado por el comité de jueces.
Llevar la contabilidad y cuenta corriente del tribunal.
Elaborar el presupuesto del tribunal.
Como requisito para el cargo se debe contar con un título profesional del área de
administración y gestión, otorgado por una universidad o instituto profesional de una carrera de ocho
semestres.
Además, dentro de esta estructura, también se contempla un comité de jueces, integrado por
cinco jueces, los que deben ser elegidos cada dos años y son dirigidos por un presidente, “Presidente
del Comité de Jueces”, que también dura dos años.

LAS FUNCIONES DEL COMITÉ:


1. Aprobar el procedimiento de distribución de causas
2. Designar al administrador del tribunal
3. Calificarlo
4. Resolver su remoción
5. Designar el personal
6. Decidir el presupuesto presentado por el administrador.

El art. 23 se pone en la situación que el tribunal de garantía tenga menos de tres jueces, y ahí
no hay comité de jueces.
El presidente del comité de jueces debe velar por la correcta función del tribunal.

TRIBUNALES ACCIDENTALES O DE EXCEPCION

Tratados en el titulo IV del C.O.T art. 50 al 53, modificado por la ley 19.665, en cuanto a que
se eliminaron todas las atribuciones que se entregaban como competencia de carácter penal a los
tribunales que allí se consagran.
Se pueden definir como “Aquellos tribunales constituidos por los magistrados de los tribunales
superiores de justicia, que actuando individualmente conocen de determinados negocios que determina
la ley, y reintegrándose a su tribunal de origen una vez que se encuentra agotado el procedimiento de
que se trata.
Son el Presidente de una Corte Suprema, un Ministro de la Corte Suprema, el Presidente de la
Corte de Apelaciones de Santiago y un Ministro de la Corte de Apelaciones.

CARACTERÍSTICAS:

Unipersonales
Ordinarios
De derecho
De primera instancia
Excepcionales
Asistidos por actuarios y personal auxiliar correspondiente al mismo tribunal al que pertenecen
El régimen de designación varía según de que tipo de tribunal específico se trate. Cuando se trata de
que debe constituirse con un Ministro de la Corte de Apelaciones, este será el que corresponda de
acuerdo al turno que la Corte de Apelaciones designe, (art.50).
Cuando se trata de un Ministro de la Corte Suprema, la designación la hace el propio tribunal.
En el caso de los otros dos tribunales de excepción corresponde a quien ocupe el cargo
(Presidente de la Corte Suprema o Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago).

La competencia de cada uno de ellos esta señalada en los arts. 50, 51, 52 y 53 del C.O.T
(aunque está modificado por la ley 19.665).

Martes 21 de Agosto del 2.001.

LAS CORTES DE APELACIONES.


(TITULO V DEL C.O.T, ART.54 AL 92).

Este título trata además la regulación, la actividad de la Corte Suprema en varios aspectos. El
título se organiza en tres párrafos, que tratan:

1º Organización y atribuciones de las Corte de Apelaciones


2º Acuerdos
3º Presidentes

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Las Cortes de Apelaciones son tribunales colegiados que ejercen su jurisdicción, que pueden
ser una región o parte de ella, o parte de dos o más regiones, servidas por un número variable de
ministros (magistrados), que ejercen jurisdicción de derecho y normalmente de segunda instancia
como superiores jerárquicos de los juzgados de letras.

CARACTERISTICAS:

Son tribunales colegiados, funcionan con más de un ministro


Son tribunales de derecho. En la substanciación y conocimiento deben ajustarse a derecho
Son tribunales de segunda instancia por regla general, conociendo los recursos de apelaciones
deducidas contra las resoluciones de los tribunales
Su territorio jurisdiccional es una región o parte de ella
Son tribunales superiores para los efectos constitucionales
Son tribunales de competencia común por que conocen de toda clase de materias. No son tribunales
especializados.

El art. 54 del C.O.T dice que habrá en la República 17 Cortes de Apelaciones y sus asientos, y
las menciona.
El art. 55 establece el territorio jurisdiccional que le corresponde a cada una de las Cortes. La
de Valparaíso (letra F) comprenderá la quinta región de Valparaíso, exceptuada la provincia de San
Antonio, salvo las comunas de El Quisco y Algarrobo; además, comprenderá la Comuna de Curacaví,
de la Región Metropolitana de Santiago.
Por tanto tiene toda la V Región y parte de Santiago, por Curacaví, menos San Antonio, El
Quisco y Algarrobo, por que todas estas quedan comprendidas en la Corte de Apelaciones de San
Miguel (letra H).

COMPETENCIA:
En relación con este tema, está en el art. 63 del C.O.T, pero este art. está sustituido por la ley
19.708, pero aún no entra en vigencia, lo hará con el nuevo sistema procesal penal, y en nuestra
región rige el 63 antiguo. Sin embargo veremos el nuevo art. 63 por que es más completo.

Este art, dice que las cortes de apelaciones conocerán distinguiendo:

Competencia de primera instancia


Competencia de segunda instancia
Unica instancia

En primera instancia conocen de los desafueros de quienes se les aplica en el art. 58 de la


C.P.E, (Diputados y Senadores); conoce de los recursos de amparo y protección; procesos por
amovilidad de los jueces de letras, y de las querellas de capítulo.

En única instancia conocen de los recursos de casación en la forma interpuestos contra


sentencia de los jueces de letras. La casación no es instancia, y por ello no se puede hablar de que la
Corte de Apelaciones conoce en primera instancia este recurso, pero el legislador ha dicho que contra
las resoluciones que fallan un recurso de casación, no procede contra ellos el recurso de apelación;
conocen también de los recursos de casación en la forma, dictados por uno de sus ministros cuando
estos actúan como jueces especiales; y, también los recursos de casación en la forma por las
sentencias dictadas por jueces árbitros.

En segundo lugar, conocen en única instancia de los recursos de nulidad interpuestos contra
las sentencias definitivas dictadas por un tribunal con competencia en lo criminal.

En rigor, el recurso de nulidad no es una instancia, por que ahí sólo se ve la causal que ha sido
objeto el recurso en cuestión.

En tercer lugar, de los recursos de queja; de la extradición activa; de las solicitudes que se
formulen de conformidad a la ley procesal a los organismos del Estado para instruir la investigación.

Y en segunda instancia, las Cortes de Apelaciones conocen de las causas civiles y del trabajo, y
de los actos no contenciosos que hayan conocido los jueces de letras y de los ministros cuando actúan
como tribunal accidental; sentencia de menores; policía local.

DE LAS APELACIONES INTERPUESTAS CONTRA LAS RESOLUCIONES


DICTADAS POR EL JUEZ DE GARANTIA

(Mientras no rige el nuevo sistema también conocen de las causas criminales).


El Nº4 del nuevo art.73 dice que conoce de las “CONSULTAS” de las sentencias civiles dictadas
por los jueces de letras, y de los demás asuntos que otras leyes les encomienden.
Sin perjuicio de lo anterior, las Cortes de Apelaciones conocen además varias otras materias,
como por ejemplo las recusaciones interpuestas contra los peritos designados por ella misma; también
conocen los recursos de hecho que se interpongan contra las resoluciones que se pronuncian sobre una
resolución de un tribunal inferior (196 y 203 del C.P.C).
El recurso de hecho sólo tiene por objeto corregir simples errores de una resolución dictada por
el juez en la resolución de apelación. Es presentada ante el mismo tribunal para que lo conozca él
mismo o el tribunal superior.

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El tribunal inferior puede decidir el efecto en que concederá la apelación (resolutivo, etc).
Conocen también de las contiendas de competencia entre los jueces de letras de su
jurisdicción, o entre los jueces de letras y los jueces árbitros, o entre jueces árbitros.
 LA CONSULTA: Es un trámite procesal que la ley ordena practicar respecto de determinados
asuntos, y consiste en la revisión que debe hacer la Corte de Apelación respecto de la legalidad de la
resolución dictada por un tribunal inferior y del procedimiento por el que fue dictada, cuando dicha
revisión no debe ser llevada a efecto en virtud de recurso de apelación.
La idea es proveer una forma de revisión de las resoluciones más importantes que se
pronuncian en los procesos judiciales, y por ello el legislador se sirve de la actividad que despliegan las
partes litigantes en virtud de sus facultades recursivas, pero si las partes no manifiestan interés para
esas revisiones, el legislador dispone que deben ser revisadas. Por eso es que en otras legislaciones a
esto se le denomina Apelación Automática.
La consulta hoy en día en nuestra región, constituye una regla bastante general en materia
penal, por que el C.P.P. dice que deben ser consultadas todas las sentencias definitivas condenatorias
y las resoluciones que autorizan por ejemplo, el arresto.
La consulta es alternativa a la apelación
La consulta no está contemplada dentro del nuevo sistema procesal penal, ni siquiera cuando
se trata de decisiones adoptadas por el juez de garantía.
En materia civil está contemplada excepcionalmente, sólo en los juicios de nulidad de
matrimonio y de hacienda, cuando pierde el fisco, por ejemplo. En el primer caso sólo cuando la
sentencia acoge la demanda.
Las Cortes de Apelaciones son regidas por un presidente, y el art.57 así lo dispone. Este
presidente debe cumplir una serie de funciones y tiene una serie de atribuciones que están en el art.90
del C.O.T.
Aparte de estas funciones, deben además distribuir las causas cuando en la ciudad en que la
Corte tiene su asiento hay más de un juzgado de letras, para determinar cual de los juzgados conocerá
del asunto.
Esta misma facultad la ejerce respecto de las querellas (antiguo sistema). Los procesos
penales pueden iniciarse de cuatro formas: Por querella, denuncia, por el ministerio público y de
oficio, y precisamente opera respecto de las querellas.
Cuando estamos en una comuna con más de un juzgado del crimen o civil, no hay Corte de
Apelación, opera el sistema de turno semanalmente, y en el caso de las otras formas inicio de
procedimiento penal también opera el sistema turno.
Otra atribución es la de tomar juramento a los nuevos jueces y ministros.
A su vez, la Corte de Apelación que funciona dividida en salas, en cada una de ellas también
hay un presidente. El art. 92 señala cuales son las atribuciones de cada uno de ellos.

¿CÓMO SE DESIGNA EL PRESIDENTE DE LA CORTE DE APELACION?: Ocupan el cargo de presidente,


los ministros según un turno que se aplica en función de la antigüedad que tengan los ministros.
El cargo dura un año, y comienza a ejercer el 1º de Marzo de cada año.
En el caso de los Presidentes de Salas, estos serán los ministros más antiguos de la sala.

FUNCIONAMIENTO DE LAS CORTES DE APELACIONES

Las Cortes de Apelaciones según el número de ministros que tengan, numero que define la ley
en el C.O.T, van a funcionar en un sólo cuerpo o divididas en salas.
Las Cortes de Apelaciones que cuentan con cuatro ministros funcionan en un sólo cuerpo (una
sola sala), y las que tienen más de dos ministros, funcionan divididas en salas.
El art. 56 señala el numero de miembros que tendrá cada Corte de Apelaciones.
El art.61 señala el número de salas en que deben dividirse las distintas Cortes de Apelaciones
(Valparaíso tiene cuatro salas).
La ley dispone que en el evento en que la Corte de Apelaciones sufra retardos debe aumentar
el número de salas, o dividirse en salas en el caso de que las funciones en un sólo cuerpo.
El art. 62 Inciso 2º dispone lo anterior. Hay retardo “Cuando dividido el total de causas en
estado de tabla y de las apelaciones que deban conocerse en cuenta, inclusive las criminales, por el
número de salas, el cuociente fuere superior a ciento”.
Estas salas (agrupadas), se les denomina EXTRAORDINARIAS. Todas deben estar constituidas
por a lo menos un ministro, y con, o un fiscal o un abogado integrante.
El art. 66 dice que cada sala representa a la Corte en los asuntos que conoce.
Los ministros que integran cada sala se designan por un sorteo anual, y estos funcionan
permanentemente en esa sala.
A este sorteo no entra el Presidente de la Corte de Apelación, por que por derecho propio
integra la primera sala, aunque le es facultativo el integrarla o no. Siempre la primera sala estará en
principio integrada entonces con cuatro ministros.
Jueves, 23 de agosto de 2001.

COMO CONOCEN LOS ASUNTOS ENTREGADOS A SU COMPETENCIA LAS CORTES DE


APELACIONES

¿Debe conocer funcionando en sala o en pleno?

En sala a lo menos 3 ministros.


En ciertos casos la Corte de apelaciones debe actuar en pleno (todos los Ministros)
La regla general es que el conocimiento de los asuntos de su competencia corresponde a las Salas,
excepcionalmente conocen en pleno.

69
Significa que sólo cuando la ley expresamente lo disponga, la Corte de Apelaciones debe actuar en
pleno, si la ley nada dice, le corresponde conocer a alguna de las salas.(inc.1)
Artículo 66, COT: “El conocimiento de todos los asuntos entregados a la competencia de las Cortes de
Apelaciones pertenecerá a las salas en que estén divididas, a menos que la ley disponga expresamente
que deban conocer de ellos en pleno.
Cada sala representa a la corte en los asuntos de que conoce.
En caso que ante una misma Corte de Apelaciones se encuentren pendientes distintos recursos de
carácter jurisdiccional que incidan en una misma causa, cualquiera sea su naturaleza, éstos deberán
acumularse y verse conjunta y simultáneamente en una misma sala. La acumulación deberá hacerse
de oficio, sin perjuicio del derecho de las partes a requerir el cumplimiento de esta norma. En caso
que, además de haberse interpuesto recursos jurisdiccionales, se haya deducido recurso de queja,
éste se acumulará a los recursos jurisdiccionales, y deberá resolverse conjuntamente con ellos.
Corresponderá a todo el tribunal el ejercicio de las facultades disciplinarias, administrativas y
económicas, sin perjuicio de que las salas puedan ejercer las primeras en los casos de los artículos 542
y 543 en los asuntos que estén conociendo. También corresponderá a todo el tribunal el conocimiento
de los desafueros de los Diputados y de los Senadores y de los juicios de amovilidad en contra de los
jueces de letras.
No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, los recursos de queja serán conocidos y fallados por las
salas del tribunal, según la distribución que de ellos haga el Presidente; pero la aplicación de medidas
disciplinarias corresponderá al tribunal pleno.
La Corte de Apelaciones de Santiago conocerá en pleno de los recursos de apelación y casación en la
forma de la consulta, en su caso, que incidan en los juicios de amovilidad y en las acusaciones y
demandas civiles contra los ministros y el Fiscal de Corte Suprema”.

 De acuerdo con la regla general y el artículo 66 del COT, conocen en pleno de los asuntos que
dicen relación con las facultades administrativas, disciplinarias y económicas.
Pero, tratándose del ejercicio de las facultades disciplinarias cuando se trata de ejercer las
atribuciones previstas en los artículos 542 y 543 del COT, en ese caso lo resuelve la sala
correspondiente.
Expresamente excluye el Artículo 66, inciso 3 del COT de esta regla los recursos de queja, y son
conocidos por las Cortes de Apelaciones actuando en sala (contraexcepción), pero hay otra
contraexcepción porque señala que tratándose de medidas disciplinarias que deban ser adoptadas
como consecuencia de haber acogido un recurso de queja debe ser conocido y resuelto por el pleno
del Tribunal.
Artículo 66, inc. 4 COT: “Corresponderá a todo el tribunal el ejercicio de las facultades
disciplinarias, administrativas y económicas, sin perjuicio de que las salas pueden ejercer las
primeras en los casos de los artículos 542 y 543 de los asuntos que estén conociendo. También
corresponderá a todo el tribunal el conocimiento de los desafueros de los Diputados y de los
Senadores y de los juicios de amovilidad en contra de los jueces de letras”.
Artículo 66, inc. 5 COT: “No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, los recursos de queja serán
conocidos y fallados por las salas del tribunal, según la distribución que de ellos haga el
Presidente; pero la aplicación de medidas disciplinarias corresponderá al tribunal pleno”.
Artículo 545 COT (materia de recurso de queja)
Inciso final, hay concordancia con el Art. 66.

 Conocen en pleno de los desafueros de Diputados y Senadores.


 Juicios de amovilidad seguidos a los Jueces de Letras.

FUNCIONAMIENTO DE LAS CORTES DE APELACIONES EN VACACIONES

El feriado de vacaciones lo establece el COT y va desde el primero de febrero hasta el primer día hábil
de marzo de cada año.
Mientras el tribunal se encuentra en vacaciones, Las Cortes de Apelaciones deberán dejar una sala de
turno, la que tendrá las mismas atribuciones que le corresponde a la Corte de Apelaciones y al pleno,
con excepción de los desafueros de los diputados y senadores.

QUORUM DE FUNCIONAMIENTO DE LA CORTE DE APELACIONES.

Artículo 67 COT: “Para el funcionamiento del tribunal pleno se requerirá, a lo menos, la concurrencia
de la mayoría absoluta de los miembros de que se componga la Corte.
Las salas no podrán funcionar sin la concurrencia de tres jueces como mínimum”.

CORTE SUPREMA

Título VI CODIGO ORGANICO DE TRIBUNALES


Artículo 93 COT: “La Corte Suprema se compondrá de diecisiete miembros, uno de los cuales será su
Presidente.
El Presidente será nombrado por la misma Corte, de entre sus miembros, y durará en sus funciones
tres años, no pudiendo ser reelegido.
Los demás miembros se llamarán Ministros y gozarán de precedencia los unos respecto de los otros
por el orden de su antigüedad.
La Corte Suprema tendrá un fiscal, un secretario, un prosecretario y ocho relatores”

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Artículo 107 COT: “ Los presidentes de las salas de la Corte Suprema tendrán las atribuciones que el
artículo 92 confiere a los presidentes de las salas de las Cortes de Apelaciones”

Referencia histórica:
La Corte Suprema originalmente, la estructura organizaciones se denominó Supremo Tribunal
Judiciario, posteriormente, Tribunal Supremo de Justicia, después, Suprema Corte
de Justicia y la Constitución de 1928 le dio el nombre de Corte Suprema.
La Corte Suprema es un tribunal colegiado, integrado por el número de jueces que la ley asigna, que
ejerce su jurisdicción sobre todo el territorio de la República y cuya función natural y esencia es velar
por la correcta y uniforme aplicación de la Constitución y de las leyes.
Esta definición apunta hacia lo que debe ser la esencia de la actividad que despliega una Corte
Suprema, lo que se traduce en la competencia que ésta deba tener para conocer, lo que hoy se llama
Recurso de Casación en el fondo, pero por necesidades de la institucionalidad en nuestro país, a la
Corte Suprema se le han ido incorporando diversas actividades que de algún modo la han ido
desperfilando de su condición de Tribunal de casación.
Por ejemplo:
 Cumple funciones de Tribunal Constitucional, a través de las facultades que le otorga el Art. 6 de la
Constitución, de reconocer el Recurso de Inaplicabilidad.
 Cumple funciones relacionadas con la correcta aplicación de las normas de procedimientos a través
del Recurso de Casación en la forma.
 Se constituye como Tribunal de Apelación (2° instancia) como sucede con los Recursos de Amparo
y Protección.
 Cumple funciones de carácter directivo y administrativo, ya que debe calificar a todos los funciones
del país. En el mes de enero de cada año, paraliza su actividad jurisdiccional, porque tiene que
abocarse a la calificación de funcionarios judiciales.

La Corte Suprema tiene por cometido esencial el ejercicio de funciones destinadas a velar por la
correcta y uniforme aplicación de la Constitución y las leyes, porque con ellos se cuenta con que un
solo Tribunal de la República defina de qué manera deben interpretarse y aplicarse los preceptos
legales, como una manera de garantizar el principio de igualdad ante la ley.

La Corte Suprema cumple: 1. Una función de carácter político, cual es hacer efectiva la igualdad ante
la ley, y 2. A través de esta facultad refuerza la facultad del Estado e establecer un Ordenamiento
jurídico que sea obedecido por todos los habitantes del país, con ello se garantiza el cumplimiento del
derecho objetivo. Reafirma la potestad legislativa del Estado.

La residencia de la Corte Suprema, según el Art. 94 COT: “La Corte Suprema tendrá su sede en la
capital de la República”.

PRINCIPALES FUNCIONES

1. Velar por el respeto de las Normas Constitucionales mediante la declaración de


inconstitucionalidad de aquellos preceptos legales que no observen aquellas normas, o sea, velar
por el Principio de la Supremacía Constitucional.
Art. 80 CPE y 96, N°1 del COT: “Conocer del recurso de inaplicabilidad reglado en el artículo 80
de la Constitución Política de la República y de las contiendas de competencia de que trata el
inciso final de su artículo 79”
2. Velar en última instancia por el respeto de las garantías individuales a través del conocimiento
de los recursos de apelación, interpuesto en contra de las sentencias que fallan y Recursos de
Amparo y Protección, en las Cortes de Apelaciones, en virtud de los artículos 20 y 21 de la CPE,
98,N°4 del COT, autos acordados, Art. 306 CPP => Regula recurso de amparo.
3. Velar también, por el respeto de las garantías constitucionales a través del conocimiento del
Recurso de Nulidad, establecido en el Código Procesal Penal, deducido en contra de las
sentencias pronunciadas por los tribunales con competencia penal.
Art. 98 N°3 COT: “Las salas de la Corte Suprema conocerán: De las apelaciones deducidas
contra las sentencias dictadas por las Cortes de Apelaciones en los recursos de amparo y de
protección”.
4. Corresponde velar por la correcta aplicación de las leyes a través del conocimiento de los
Recursos de Casación en el fondo, que es la función esencial que debe cumplir la Corte Suprema.
5. El ejercicio de la Superintendencia correccional, disciplinaria y económica sobre todos los
tribunales de la República.
Art. 79 CPE:
Art. 540 COT:
6. Adicionalmente se le entregan otras funciones, como la Norma del artículo 5 del CC.

COMPETENCIA DE LA CORTE SUPREMA

 Conoce en forma exclusiva de los Recursos de casación en el fondo.


 Conoce de los Recursos de Revisión.
 Conoce de los recursos de inaplicabilidad.
 Ciertos recursos de nulidad en materia penal, los que dicen relación en razón de haberse violado
garantías constitucionales en un proceso penal.
 De las contiendas de competencia que se suscitan entre autoridades políticas y administrativas y
los tribunales inferiores de justicia.
 Conoce de otros asuntos que las leyes le encargan, por ejemplo, el exequator.
 Conoce en segunda instancia de los desafueros de los diputados y senadores.

71
 De los juicios de amovilidad.
 De las apelaciones deducidas en los recursos de amparo y protección.
 De las materias que hubieren conocido en primera instancia el Presidente de la C. Suprema.
 De las materias que hubiere conocido uno de sus ministros, actuando como tribunales de
excepción.

FUNCIONAMIENTO DE LA CORTE SUPREMA

El artículo 95 COT: “ La Corte Suprema funcionará ordinariamente dividida en dos salas o en pleno,
correspondiendo a la propia Corte determinar la forma de su funcionamiento” .......

La ley 19.374 del año 95 introdujo una serie de modificaciones a la Corte Suprema, además de que
modificó el régimen de los recursos de queja y de casación.
Lo más trascendente de estas modificaciones fue la de establecer la especialización, en el sentido de
que, desde siempre la Corte Suprema habría funcionado dividida en salas y se producía un problema,
de que en muchos casos, la composición de las salas tenían distintos criterios para resolver las
situaciones que se le sometían a su conocimiento. Como cada sala tenia su propio criterio, se
establecieron salas especializadas con el objeto de unificar criterios en la aplicación de preceptos
legales, la igualdad ante la ley.
Se estableció, entonces:
1. Sala civil
2. Sala penal, y
3. Sala constitucional.
Se estableció en un principio una duración de un período de 5 años, pero posteriormente se modificó a
un periodo de 2 años de composición permanente de las salas.

La Corte Suprema debe funcionar ordinariamente dividida en 3 salas, y extraordinariamente en 4


salas.
El código le entrega a la propia Corte Suprema la responsabilidad de determinar la forma en que debe
funcionar.
La distribución de los integrantes de la Corte Suprema entre las diferentes salas se debe hacer según
lo señalado en un auto acordado, que indica forma de distribuir los ministros en cada sala y que deben
durar a lo menos 2 años.
Art. 95, inc 5 COT: “Corresponderá a la propia Corte, mediante Auto Acordado, establecer la forma de
distribución de sus Ministros entre las diversas salas de funcionamiento ordinario o extraordinario...”

Viernes,24 de agosto de 2001

El legislador delegó a la Corte Suprema la función de establecer los mecanismos de distribución de los
ministros en las diferentes salas especializadas, delegó también la función de establecer las materias
que conocerá cada sala.
El auto acordado del 7 de marzo de 1995, publicado en el Diario Oficial el 10.3.95, estableció la forma
de distribuir los Ministros por votaciones, y a fijar las materias que conocerá cada sala. Este auto
acordado fue modificado el 01.04.98 y publicado el 09.04.98.

¿CUÁNDO CONOCE EN SALA Y EN PLENO?

La regla general está constituida por el conocimiento de los asuntos en sala, y en pleno solo cuando la
ley así lo establece.
Art. 96 COT: “Corresponde a la C.Suprema en pleno: ........
Art. 98 COT: “Las salas de la C.Suprema conocerán: ........

COMPOSICION DE LA CORTE SUPREMA

La Constitución estableció que la Corte estaría conformada por 21 Ministros, y el COT estableció 17, y
obviamente prevaleció lo dispuesto por la Constitución lo que posteriormente fue ratificado por la ley
19.708, que estableció 21 ministros.

QUORUM DE FUNCIONAMIENTO

El artículo 95, establece que las salas deben funcionar con no menos de 5 jueces y en pleno con no
menos de 11 miembros.

TRAMITACION DE LAS MATERIAS ANTE LA CORTE SUPREMA

La ley le entrega al Presidente de la corte la responsabilidad de dictar esta clase de providencias.


Art. 105, N°3 COT: “Corresponde al Presidente de la Corte Suprema, sin perjuicio de las atribuciones
que otras disposiciones le otorgan: Atender al despacho de la cuenta diaria y dictar los decretos o
providencias de mera substanciación de los asuntos de que corresponda conocer al tribunal, o a
cualquiera de sus salas”;
Ingreso Estado de tabla Sentencia
|-----|----|----|-----|---------------|-------

COMO RESUELVE LOS ASUNTOS QUE DEBE CONOCER


Los resuelve en:

72
En cuenta: el Tribunal puede citar sentencia sin pasar por toda la tramitación, lo que significa que, se
reúnen todos los antecedentes y cuando queda en condiciones de ser resuelto, el relator del tribunal
da cuenta y con este solo mérito de lo que el relator dice, el tribunal dicta sentencia, no hay alegato.

Previa vista de la causa o en relación: opera todo el procedimiento, lo que significa que los
abogados pueden alegar.

La distribución de los asuntos entre las diversas salas le corresponde hacerla al Presidente de la Corte,
según sea la materia del asunto.
Hay causas que por su complejidad pueden comprender materias de diversa índole y el Presidente
decidirá la sala.
Art. 99 COT: “Corresponderá al Presidente sin ulterior recurso asignar los asuntos a cada una de las
salas según la materia en que incidan en conformidad al inciso anterior”....

Esta distribución en la Corte de Apelaciones es diferente, porque no hay especialidad, por lo que en las
tablas va cualquier tipo de materia.

LA COMPETENCIA

“ARTICULOS DE MEMORIA DEL 108 AL 113”

Título VII COT.


Artículo 108: “La competencia es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de
los negocios que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones”.

También se define como “El conjunto de negocios que la ley entrega al conocimiento de un tribunal
para que cumpla su función jurisdiccional”.
Todos los tribunales tienen jurisdicción (Facultad de conocer y resolver las materias sometidas a su
conocimiento), pero no todos los tribunales tienen la misma competencia.
Del universo de asuntos, contenciosos y no contenciosos, que deben conocer los tribunales, la ley
establece distintos criterios que determinan cuales asuntos le corresponde a cada uno. Cada tribunal
tiene su propia parcela de asuntos que conocer y cada parcela está determinada en función de los
factores de competencia. Competencia absoluta que son fuero, materia y cuantía, y factor de
competencia relativa que es el territorio.
La importancia que tienen las reglas de competencia radica en que constituyen criterios objetivos, que
establece el legislador y que permiten que los justiciables puedan conocer anticipadamente cual será el
tribunal llamado a conocer el asunto que los afecta.
De este punto de vista, la competencia constituye una manifestación importante de la garantía
constitucional, reconocida como un derecho esencial de la persona humana, al juez del derecho al juez
natural que se traduce en lo que establece el Art. 19 N°3, inc 4 CPE: “Nadie puede ser juzgado por
comisiones especiales, sino por el tribunal que le señale la ley y que se halle establecido con
anterioridad por ésta”.
En general, las personas asesoradas por un abogado pueden tener una certeza mas o menos completa
anticipada de los tribunales que van a intervenir en los asuntos que los afecta. Quedando establecido
el tribunal que conocerá el asunto en primera instancia, queda establecido inmediatamente el de
segunda instancia.

CLASIFICACION DE LA COMPETENCIA

1. Según la fuente de la cual emana la competencia.


Competencia natural: es aquella con que cuenta el tribunal en virtud de lo que la propia ley le
asigna como negocios que deben ser conocidos y resueltos.
Competencia prorrogada: Es aquella que no tiene naturalmente un tribunal, pero que llega a
tenerla en virtud de la voluntad concurrente de las partes interesadas. Es la que obtiene un
tribunal en virtud de la figura jurídica denominada prorroga de competencia, que es un
acuerdo al que llagan las partes para entregarle competencia a un determinado tribunal.
2. Según si es originaria o derivada.
 Competencia propia: Es aquella que ejerce un tribunal en virtud de mandato legal y sin que
exista otro tribunal que se la entregue.
 Competencia delegada: Es aquella que ejerce un tribunal en virtud de encargo o delegación
hecha por otro tribunal. Reconoce como fundamento el exhorto, que es un mecanismo de
comunicación entre los distintos tribunales de justicia y que permite que un tribunal consiga la
ejecución de actos procesales en un territorio jurisdiccional distinto, para lo cual pide la
intervención del tribunal que tiene competencia en ese territorio.

3. Según su extensión
 Competencia común: Es la que faculta al tribunal para conocer de toda clase de asuntos,
sin importar su naturaleza o carácter contencioso.
 Competencia especial: Es la que faculta al tribunal para conocer solo aquellas materias que
la ley le ha asignado específicamente.
4. Según la calidad de la cuestión de que se trata
Competencia contenciosa
Competencia voluntaria
Corresponde según sea el carácter del asunto.
5. Según el grado en que se va a conocer el asunto

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 Competencia única instancia: Faculta al tribunal para conocer negocios respecto del cual
no procede el recurso de apelación.
 Primera instancia: faculta al tribunal para conocer negocios que admiten la interposición de
un recurso de apelación
 Segunda instancia: faculta al tribunal para conocer materias en virtud de un recurso de
apelación deducido de resoluciones no deseadas, por los tribunales inferiores.
6. Según el factor que la determina
 Competencia absoluta: Es aquella que tiene un tribunal en razón de su jerarquía, clase o
categoría para conocer de un determinado asunto.
 Competencia relativa: Es aquella que tiene un tribunal para conocer de un determinado
asunto, en razón de su emplazamiento geográfico dentro del territorio nacional.

Martes 28 de Agosto del 2.001.

Antes de hacer un paralelo entre ambas competencias, podemos señalar, que la competencia
absoluta sirve para determinar la jerarquía, clase o categoría del tribunal que conocerá de un
determinado asunto y a su vez la competencia relativa permite establecer que tribunal específico
dentro de su categoría, clase o jerarquía, conocerá de ese asunto.
Una segunda diferencia se refiere a los factores que determina cada una de las competencias.

Otra clasificación corresponde al hecho de que mientras que la competencia absoluta se


establece en función de conseguir una más adecuada administración de justicia, la competencia
relativa esta establecida en función de satisfacer el interés particular de los interesados, poniendo
mayor facilidad al acceso de los tribunales de justicia.

En este sentido, mientras que las disposiciones que regula la competencia absoluta son de
orden públicos e inmodificables, de lo contrario se podría invalidar los actos de oficio inclusive la
competencia relativa.
Sólo puede ser reclamada por las propias partes litigantes, por que la ley la faculta para alterar
estas reglas que determina la competencia.

REGLAS GENERALES DE COMPETENCIA.

En la doctrina nacional se califica de regla general de competencia, a un conjunto de


disposiciones que contiene una serie de reglas destinadas a fijar el ámbito de atribuciones de su
tribunal una vez que un Negocio ya ha quedado establecido a la competencia de un determinado
tribunal.

Es decir, tenemos un asunto que debe ser conocido por un órgano jurisdiccional y se determina
qué tribunal tendrá competencia absoluta, y una vez hecho se debe aplicar las reglas de jerarquía,
deben determinar qué tribunal será el que conocerá y una vez hecho se aplican estas reglas generales
de competencia.

Esta en el art.109 al art.113 del C.O.T.

Las reglas generales de competencia son:

1.-La regla de la radicación o fijeza.


2.-La regla de grado.
3.-La regla de extensión.
4.-La regla de prevención.
5.-La regla de ejecución.

REGLA DE LA RADICACIÓN O FIJEZA

Art. 109 COT: “Radicado con arreglo a la ley el conocimiento de un negocio ante tribunal competente,
no se alterará esta competencia por causa sobreviniente”

Se trata de establecer en principio, que alguna vez se ha formulado como “Una vez juez, siempre
juez”, lo que se traduce en que una vez que ya se ha determinado cual es el tribunal específico, que
tendrá que conocer un determinado negocio, y se haya radicado ese negocio, no podrá alterarse la
competencia por causa sobreviviente.

Si con posterioridad se alteran estas circunstancias que permitieron radicar la competencia del
tribunal, no se podrá alterar la competencia ante la cual está radicada la causa.

CUANDO SE ENTIENDE RADICADA UNA CAUSA EN EL


TRIBUNAL COMPETENTE

74
No hay una certeza absoluta. En general se admite que estará radicada, cuando en materia civil,
cuando se ha modificado la demanda al demandado, una vez notificada, se entiende que la causa está
radicada.

Se entiende así por que cuando se ha notificado la demanda, se ha trabada la litis y en


principio perfeccionada la relación jurídica material. Y esto es así, por las distintas actitudes que puede
asumir el demandado, por que podría oponer excepción dilatoria, como la excepción de incompetencia,
y controvierte la cuestión relacionada con la competencia.

En materia penal se entiende que la causa está radicada desde el momento que el juez ante el
cual se ha iniciado el proceso ordena instruir sumario, por que se supone que ha aceptado la
competencia.
También podría ser reclamada la incompetencia por el inculpado y podría ser otro el tribunal
competente. Artículo 109 COT.
Por lo tanto, esta regla se aplica desde que la causa se ha radicado ante tribunal competente, y
aquí seria que existe alguna circunstancia que constituye causa sobreviviente y autoriza alterar esta
competencia,(un ejemplo seria el caso de que se dicte una ley que altera la competencia en los
tribunales, ya sea por que crea un nuevo tribunal, o modifica los territorios jurisdiccionales, etc).

En estas situaciones encontramos que por una disposición legal, determinada causa que estaba
siendo conocida por un determinado tribunal, deba seguir siendo conocida por un tribunal distinto.
Otra situación que también altera la competencia, es el caso
en el que una causa que esta siendo conocida por un ministro en visita (art.560 y 561 del C.O.T),
también lo seria la facultad de las partes de comprometer el negocio. Comprometer es sustraer el
conocimiento de un tribunal competente para ello, y someterla al conocimiento de un juez árbitro,
(art.226 del C.O.T).

Otro caso seria la acumulación de auto, prevista tanto en materia civil como en materia penal,
que permita que causas distintas, y que tienen alguna vinculación, puedan ser reunida por un solo
proceso.

REGLA DEL GRADO

Art.110 del C.O.T, “Una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un juez inferior para conocer
en primera instancia de un determinado asunto, queda igualmente fijada la del tribunal superior que
debe conocer del mismo asunto en segunda instancia”.

Esta regla busca reforzar el principio de jerarquía bajo el cual se encuentra estructurado el
sistema judicial.

Apuntan a que a diferencia de lo que ocurre en primera instancia, las partes pueden ponerse
de acuerdo y alterar la competencia relativa del tribunal, no lo podrá hacer ante el tribunal superior.

Hay que señalar una cuestión que se relaciona con la competencia Delegada que es aquella
que tiene un tribunal para conocer de una materia que correspondía a otro tribunal, por ejemplo, los
exhortos.

REGLA DE LA EXTENSIÓN

Art.111 del C.O.T, “El tribunal que es competente para conocer de un asunto lo es igualmente
para conocer de todas las incidencias que en el se promuevan.
Lo es también para conocer de las cuestiones que se susciten por vía de reconvención o compensación,
aunque el conocimiento de estas cuestiones atendida su cuantía, hubiere de corresponder a un juez
inferior si se entablarán por separado”.
Esta regla refuerza el principio de unidad de jurisdicción, en el sentido de que el juez que tiene
competencia para conocer la cuestión de fondo, también conocerá las cuestiones accesorias
(incidentes) que se promuevan sobre la substanciación del proceso (como por ejemplo la nulidad de la
notificación).

El inciso 2º de este art. agrega que también tendrá competencia para conocer de las
cuestiones que se promueven por vía de compensación o reconvención.

Esta regla tenia relevancia cuando el poder judicial contemplaba jueces de menor jerarquía que la de
un juez de letras (mayor y menor cuantía, subdelegación y distrito).

Respecto a la reconvención y compensación el legislador también peca, por que la


reconvención es una figura prevista expresamente como una facultad que tiene todo demandado, para
ejercer dentro del mismo proceso. El art.314 al 317 C.P.C, regula la reconvención. Entonces si el juez
conoce la primera demanda, es lógico que también conozca de la demanda reconvencional.
La compensación es uno de los modos de extinguir las obligaciones, y consiste en que ambas
partes de la relación material son recíprocamente deudoras y acreedoras, y se contraponen ambas
deudas y subsiste sólo la diferencia de la más alta.

75
Todos estos modos de extinguir las obligaciones pueden ser opuesto como excepciones
perentorias.

REGLA DE LA PREVENCIÓN

Art. 112 COT:”Siempre que según la ley fueren competentes para conocer de un mismo asunto dos o
más tribunales, ninguno de ellos podrá excusarse del conocimiento bajo el pretexto de haber otros
tribunales que puedan conocer del mismo asunto; pero el que haya prevenido en su conocimiento
excluye a los demás, los cuales cesan desde entonces de ser competentes”.

Este artículo se refiere a un principio que es le de inexcusabilidad, contenida en la primera


parte del artículo, y una regla.

El principio de inexcusabilidad implica que nadie puede verse privado a ser acogido por un
tribunal, por el hecho de que su asunto sea posible ser conocido por otro tribunal distinto que también
tiene jurisdicción.

En este caso, el tribunal en donde se radica será en el que primero se comenzó a ver el asunto.

REGLA DE LA EJECUCIÓN

Art. 113 COT: “La ejecución de las resoluciones corresponde a los tribunales que las hubieren
pronunciado en primera o en única instancia.
No obstante, los tribunales que conozcan de los recursos de apelación, casación o revisión, ejecutarán
los fallos que dictaren para la sustanciación de dichos recursos. Podrán también decretar el pago de las
costas adeudadas a los funcionarios que hubieren intervenido en ellos, reservando el de las demás
costas para que sea decretado por el tribunal de primera instancia”.

El inciso primero se refiere que aún cuando una causa hubiere pasado por distintos tribunales
de distintas jerarquías (letras, una instancia, segunda instancia), y tenemos una sentencia
ejecutoriada.

El cumplimiento va a ser conocido por el tribunal que dicto la sentencia en única o primera
instancia, el que conoció el asunto.

El principio que sustenta esta regla, es que el tribunal más idóneo para la ejecución de la
sentencia es aquel que tuvo conocimiento integro de todas las cuestiones de hecho y derecho que se
promovieron dentro del proceso (se conoce como tribunal de acción).

En el inciso segundo, en la actualidad, le corresponde la supervisión de la ejecución de la


sentencia, será el juez de garantía.

Jueves 30 de Agosto del 2.001.

COMPETENCIA ABSOLUTA

Las reglas de competencia absoluta están determinadas según tres factores de competencia:
 Fuero.
 Materia.
 Cuantía.

El orden de prelación en cuanto a una eventual colisión de estos tres factores es:

1. Fuero.
2. Materia.
3. Cuantía.

Uno precede al otro.

1. Fuero: Es aquel elemento que implica el reconocimiento que el ordenamiento jurídico hace de la
particular ubicación que tiene una persona dentro del conglomerado social, ya sea por su calidad civil o
militar, y se traduce en que la legislación dispone darle un tratamiento especial de un tribunal que
deba conocer de los asuntos en que tengan interés.

Este tratamiento especial se traduce en que el conocimiento de un negocio será entregado a un


tribunal de jerarquía superior al que le correspondería a una persona común y corrientemente, o bien
por un tribunal especial. Por ejemplo, para los militares está el tribunal militar, (por eso en el caso de
los ministros se habla de fuero).

El fuero no se considera para determinados asuntos. El art.133 del C.O.T, dice: “No se
considerará el fuero de que gocen las partes en los juicios de minas, posesorios, sobre distribución de

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aguas, particiones, en los que se tramiten breve y sumariamente y en los demás que determinen las
leyes.
Tampoco se tomará en cuenta el que tengas los acreedores en el juicio de quiebra ni el de los
interesados en los asuntos no contenciosos”.

Otra regla en relación al fuero consiste, si en un asunto intervienen personas que gozan de
fuero y otras no, el asunto lo verá el tribunal que corresponda a aquel que tiene fuero. Prima en la
materia el factor fuero.

2. Materia: Es la naturaleza jurídica del asunto o negocio que se trata de someter al conocimiento y
fallo de un tribunal, ejemplo, asuntos civiles propiamente tales, laborales, menores, asuntos penales,
etc.

3. La cuantía: de acuerdo con el art.115 del COT que dice: “En los asuntos civiles la cuantía de la
materia se determina por el valor de la cosa disputada.
En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito lleva consigo”.

Desde el punto de vista práctico, de los tres factores, el más determinante es el factor cuantía,
por que este sirve para establecer otras consecuencias adicionales a la designación del tribunal
competente, como por ejemplo, para establecer el grado jurisdiccional por el que va a pasar el negocio
o asunto, particularmente en materia civil.

Esto tiene que ver con el esquema de los juzgados de letras. Por otro lado, también sirve la
cuantía para determinar el procedimiento al cual se va a someter el asunto.

Por que si tenemos sólo una categoría de tribunales no opera, pero si opera respecto de que
procedimiento se ocupará para la substanciación del proceso, (procedimiento de mínima cuantía,
menor cuantía, mayor cuantía).

Aun de acuerdo a la cuantía hoy por hoy, probablemente el más alto porcentaje debería ser
tratado por el procedimiento de mínima cuantía. Sin embargo, por una cuestión de comodidad de los
operadores jurídicos, se rige usando el de mayor cuantía.

Lo que pasa es que este procedimiento de menor cuantía se recuperó hace poco tiempo a
nuestro ordenamiento jurídico (por la ley 19.594, que modificó el art.698 que elevó las cuantías
máximas a 500 U.T.M).

Para otro factor que es importante es para la determinación de las costas, la que se determina
en función de las cosas disputadas.

DETERMINACIÓN DE LA CUANTÍA

Art.115 y 132 del C.O.T, párrafo II del título VII.


El art.115 dice “En los asuntos civiles la cuantía de la materia se determina por el valor de la cosa
disputada.
En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito lleva consigo”.

Artículo 132: ”Para determinar la gravedad o levedad en materia criminal, se estará a lo


dispuesto en el Código Penal”.

Las principales disposiciones se encuentran en los siguientes artículos:


El Art. 121 dice: “Si en una misma demanda se entablaren a la vez varias acciones, en los
casos en que puede esto hacerse conforme a lo prevenido en el Código de Procedimiento, se
determinará la cuantía del juicio por el monto a que ascendieren toas las acciones entabladas”.

El art.122 dice “Si fueren muchos los demandados en un mismo juicio, el valor total de la cosa
o cantidad debida determinará la cuantía de la materia, aun cuando por no ser solidaria la obligación
no pueda cada uno de los demandados ser compelido al pago total de la cosa o cantidad, si no tan sólo
al de la parte que le correspondiere”.

El art.124 dice “Si el demandado al contestar la demanda entablare reconvención contra el


demandante, la cuantía de la materia se determinará por el monto a que ascendieren la acción
principal y la reconvención reunidas; pero para estimar la competencia se considerará el monto de los
valores reclamados por vía de reconvención separadamente de los que son materia de la demanda”.

Este tema era importante cuando había tribunal de mayor y mínima cuantía. Hoy igual es
importante por que la cuantía se suma a lo que se demanda por la vía principal y por la vía
reconvencional.

Art.125 dice “El valor de lo disputado se determinará en los juicios de desahucio o de


destitución de la cosa arrendada por el monto de la renta o del salario convenido para cada período de
pago; y en los de reconvenciones, por el monto de las rentas insolutas”.

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EPOCA EN QUE SE DETERMINA LA CUANTÍA

Arts.128 y 129 del C.O.T.

Art.128 dice “Si el valor de la cosa disputada se aumentare o disminuyere durante la instancia, no
sufrirá alteración alguna la determinación que antes se hubiere hecho con arreglo a la ley”.

Art.129 dice “Tampoco sufrirá la determinación alteración alguna en razón de lo que se deba por
intereses o frutos devengados después de la fecha de la demanda, ni de lo que se deba por costas o
daños causados durante el juicio.
Pero los intereses, daños o frutos debidos antes de la demanda se agregarán al capital
demandado, y se tomarán en cuenta para determinar la cuantía de la materia”.

La regla general, es que ésta se determina de acuerdo con la situación existente al momento
de interponerse la demanda, (el valor de la cosa disputada).
Si el valor de la cosa aumenta o disminuye durante el juicio, la cuantía no se altera.
Otra regla es que tampoco se altera esta determinación por los intereses o frutos que se
devenguen después de la interposición de la demanda; ni tampoco la altera todo el concepto de costas
que se verifiquen dentro del procedimiento.
El mismo art. 129 además señala que los intereses o frutos devengados después de la fecha de
la demanda, ni de lo que se deba por costas o daños causados durante el juicio.

ASUNTOS NO SUSCEPTIBLES DE CUANTÍA O DE APRECIACIÓN PECUNIARIA

Los artículos 130 y 131 del COT contemplan casos de asuntos judiciales de esta naturaleza. Esos
asuntos se reputan de mayor cuantía, por lo tanto estos asuntos serán conocidos bajo el régimen de
doble instancia.
Artículo 130: “Para el efecto de determinar la competencia se reputarán de mayor cuantía los negocios
que versen sobre materias que no estén sujetas a una determinada apreciación pecuniaria. Tales son,
por ejemplo:
1° Las cuestiones relativas al estado civil de las personas;
2° Las relativas a la separación de bienes entre marido y mujer, o a la crianza y cuidado de los hijos;
3° Las que versen sobre validez o nulidad de disposiciones testamentarias, sobre petición de herencia,
o sobre apertura y protocolización de un testamento y demás relacionadas con la apertura de la
sucesión, y
4° Las relativas al nombramiento de tutores y curadores, a la administración de estos funcionarios, a
su responsabilidad, a sus excusas y a su remoción”

Artículo 131: “Se reputarán también, en todo caso, como materias de mayor cuantía, para el efecto de
determinar la competencia del juez, las que en seguida se indican:
1°El derecho al goce de los réditos de un capital acensuado, y
2° Todas las cuestiones relativas a quiebras y a convenios entre el deudor y los acreedores”.

CUANTÍA DE LOS ASUNTOS PENALES

Art.132 dice “Para determinar la gravedad o levedad en materia criminal, se estará a lo


dispuesto en el código penal”. Y el código penal los clasifica en crímenes, simples delitos y faltas.
En esta materia, la ley les asigna competencia para el conocimiento de ciertas faltas al juzgado
de policía local, y el resto de faltas y delitos a los tribunales del crimen.

REGLAS PARA DETERMINAR LA FORMA DE ACREDITAR LA


CUANTÍA EN JUICIO

(arts 116 al 120 del C.O.T)

El C.O.T, distingue dos situaciones:

1. Si el demandante acompaña documentos en apoyo a su demandada


2. Si no acompaña.

Si el demandante acompaña documentos hay que distinguir si


en esos documentos aparece o no el valor de la cosa disputada, la cuantía se determinará de acuerdo
a lo que indiquen estos documentos.
Si el demandante no acompaña o no aparece el valor de la cosa, hay que distinguir si la acción es
personal o real.
Si la acción es personal la cuantía se determina por la apreciación que el actor haga en su demanda.
Si es real, se determina por la apreciación que las partes hagan de común acuerdo (arts. 117 y 118 del
C.O.T).

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Art.117 dice “Si el demandante no acompañare documentos o si de ellos no apareciere esclarecido el
valor de la cosa, y la acción entablada fuere personal, se determinará la cuantía de la materia por la
apreciación que el demandante hiciere en su demanda verbal o escrita”.

Art.118 dice “Si la acción entablada fuere real y el valor de la cosa no apareciere determinado del
modo que se indica en el artículo 116, se estará a la apreciación que las partes hicieren de común
acuerdo”.

Puede suceder que ni el demandante haya acompañado documentos que sirvan para
determinar la cuantía, ni el demandado ha dicho nada. En ese caso se puede pedir al juez que
determine la cuantía.

El art.120 dice “Cualquiera de las partes puede, en los casos en que el valor de la cosa
disputada no aparezca esclarecido por los medios indicados en este código, hacer las gestiones
convenientes para que dicho valor sea fijado antes de que se pronuncie la sentencia”.

El art.119 dice “Si el valor de la cosa demandada por acción real no fuere determinado del
modo que se indica en el artículo anterior, en juez ante quien se hubiere entablado la demanda
nombrará un perito para que avalúe la cosa y se reputará por verdadero valor de ella, para el efecto
de determinar la cuantía del juicio, el que dicho perito le fijare”.

Y por lo tanto, a falta de acuerdo en una acción real, el tribunal designa un perito.

REGLAS DE COMPETENCIA RELATIVA

En general, hoy por hoy este tema no es muy conflictivo.


Estas reglas sirven para determinar que tribunal dentro de una jerarquía, clase o categoría
debe conocer el negocio dentro de su competencia del territorio nacional.
Se vincula con el lugar geográfico donde se producen los hechos o del domicilio de la parte
demandada.
La regla de competencia relativa está en los arts. 134 al 155 y el código lo determina como
“reglas que determinan la competencia en materias civiles ante tribunales de igual jerarquía”. Lo más
importante es la jerarquía.
El factor determinante de esta competencia es el factor territorio, que sirve para determinar la
competencia. Por ejemplo, en algunos casos será el tribunal del lugar que las partes acuerden, o del
lugar donde se ubique la especie reclamada; donde debe hacerse el pago de la obligación, etc.
Para determinar la cuantía relativa hay que distinguir entre:
Asuntos contenciosos civiles
Asuntos no contenciosos
Asuntos penales

EN MATERIA CONTENCIOSA CIVIL: Existe, y así lo dice el art.134, una especie de regla general,
que señala que es competente para conocer una demanda civil, el tribunal del domicilio del
demandado.
Artículo 134 COT: “En general, es juez competente para conocer de una demanda civil o para
intervenir en un acto no contencioso, el del domicilio del demandado o interesado, sin perjuicio de las
reglas establecidas en los artículos siguientes y de las demás excepciones legales”.
El código consideró tal cantidad de reglas generales, que es como si esta fuera la excepción.

Viernes 31 de Agosto del 2.001.

Una segunda regla general, es que el legislador establece que será competente o determina la
competencia sobre la base de lo que las partes hubieren convenido. El legislador hace primar la
autonomía de la voluntad de las partes.

El art. 580 del código civil dice “Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles,
según lo sea la cosa en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo sobre un
inmueble, es inmueble, así la acción del comprador para que se le entregue la finca comprada, es
inmueble; y la acción del que ha prestado dinero, para que se le pague, es mueble”.
En función de esto, el art. 135 dice “Si la acción entablada fuere inmueble, será competente para
conocer del juicio, el juez del lugar que las partes hayan estipulado en la respectiva convención. A falta
de estipulación será competente, a elección del demandante:
1. El juez del lugar donde se contrajo la obligación; o
2. El del lugar donde se encontrare la especie reclamada.
Si el inmueble o inmuebles que son objeto de la acción estuvieren situados en distintos territorios
jurisdiccionales, será competente cualquiera de los jueces en cuya comuna o agrupación de comuna
estuvieren situados”.

Por tanto, la regla que se puede extraer es que el juez competente será el que las partes hubieren
señalado. Si las partes no dicen nada, es opcional del demandante la elección del tribunal que
conocerá del asunto, ya sea en el lugar donde se contrajo en obligación o donde se encuentre ubicado
el inmueble.
Debemos recordar la regla de la prevención, donde en este caso podría haber un asunto que pueda ser
visto por dos jueces.

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El inciso segundo de este artículo dice “Si el inmueble o inmuebles que son objeto de la acción
estuvieren situados en distintos territorios jurisdiccionales, será competente cualquiera de los jueces
en cuya comuna o agrupación de comuna estuvieren situados”. En este caso, la demanda puede ser
interpuesta en cualquiera de los domicilios.

El art. 138 dice, “Si La acción entablada fuere de las que se reputan muebles con arreglo a lo
prevenido en lo arts. 580 y 581 del Código Civil, será competente el juez del lugar que las partes
hayan estipulado en la respectiva convención”.
Aquí prima el acuerdo, y a falta de este, será el domicilio del demandado. Aquí se aplica la regla
general.

El art. 139 dice “Si una misma demanda comprendiere obligaciones que deban cumplirse en diversos
territorios jurisdiccionales, será competente para conocer del juicio el juez del lugar en que se reclame
el cumplimiento de cualquiera de ellas”.
En este caso, la demanda se puede interponer en cualquiera de los lugares.

El art. 137 dice: “Si una misma acción tuviere por objeto reclamar cosa muebles o inmuebles, será
juez competente el del lugar en que estuvieren situados los inmuebles.
Esta regla es aplicable a los casos en que se entablen conjuntamente dos o más acciones, con tal que
una de ellas por lo menos sea inmueble”.
Aquí el supuesto de la norma es que se trate de una acción copulativa respecto de bienes muebles e
inmuebles, y aquí prima el domicilio del inmueble.

El art. 143 habla de los interdictos posesorios, y la regla se refiere al amparo que tiene derecho el
poseedor de un bien a ser protegido de su posesión. El juez competente será el del lugar donde se
ubican los bienes.

CASO DONDE ES COMPETENTE EL JUEZ DEL DOMICILIO DEL DEMANDADO

El art. 141 dice “Si los demandados fueren dos o más y cada uno de ellos tuviere su domicilio
en diferente lugar, podrá el demandante entablar su acción ante el juez de cualquier lugar donde esté
domiciliado uno de los demandados, y en tal caso quedarán los demás sujetos a la jurisdicción del
mismo juez”.

El art.140 dice “Si el demandado tuviere su domicilio en dos o más lugares, podrá el demandante
entablar su acción ante el juez de cualquiera de ellos”.

El art. 142 dice “Cuando el demandado fuere una persona jurídica, se reputará por domicilio, para el
objeto de fijar la competencia del juez, el lugar donde tenga su asiento la respectiva corporación o
fundación.

Y si la persona jurídica demandada tuviere establecimientos, comisiones u oficinas que la representen


en diversos lugares, como sucede con las sociedades comerciales, deberá ser demandada ante el juez
del lugar donde exista el establecimiento, comisión u oficina que celebró el contrato o que intervino en
el hecho que da origen al juicio”.

COMPETENCIA RELATIVA EN ASUNTOS NO CONTENCIOSOS

La Regla general está en el art.134, sin perjuicio que existan normas especiales, como por
ejemplo, la presunción de muerte que está reglada en el Código Civil, o en materia de posesiones
efectivas.

COMPETENCIA RELATIVA EN ASUNTOS PENALES

Conforme al sistema antiguo, hay que distinguir si se habla de delitos cometidos fuera o dentro
del territorio de la República.
Respecto de los cometidos dentro del territorio debemos distinguir si hay un o más de un
delito; y tratándose de varios delitos, debemos distinguir si se trata de delitos independientes o
conexos.
Delitos fuera del territorio de la República, que caen dentro de las competencias de nuestros tribunales
(art.6º del C.O.T), serán conocidos por los juzgados de Santiago.
El art. 167 del C.O.T dice “De los delitos a que se refiere el artículo sexto se conocerán los
tribunales de Santiago”. También hay un auto acordado que consagra lo anterior.
Delitos cometidos dentro del territorio:
 Un Delito: El juez de donde se cometió el delito, aún
cuando el inculpado se traslade a otro territorio jurisdiccional.
Si se trata de un delito que en su desarrollo hubiere resultado que se cometió en distintos territorios,
será competente el juez de donde se inició su ejecución. Art.157 del C.O.T, dice “Será competente
para conocer de un delito el tribunal en cuyo territorio se hubiere cometido el hecho que da motivo al
proceso.

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Esta competencia, así como la de la Corte de Apelaciones que debe conocer en segunda instancia, no
se alterará por razón de haber sido comprometidos por el delito intereses fiscales.
Si el autor del delito se ausentare del lugar en que lo cometió, y fuere aprendido en otro territorio
jurisdiccional, será puesto inmediatamente a disposición del juez del lugar donde delinquió.
El delito se considerará cometido en el lugar donde se dio comienzo a su ejecución”.

 Varios delitos: hay que distinguir si son independientes


o conexos.
Delitos independientes: puede haber tres casos.

a.- Que todos los delitos sean de igual gravedad, es competente el juez del lugar donde se cometió el
último delito.
b.- si son de distinta gravedad, será competente el juez del lugar donde se cometió el último delito
más grave.
c.- si no se pudiere establecer el lugar donde se cometió el último delito, será competente el juez que
comenzó a conocer del delito siempre que sea entre las comunas donde se suscita la duda (art.163).
*******

Jueves, 06 de septiembre de 2001

Veíamos la competencia relativa en materia penal, y distinguíamos casos respecto de donde se


cometió el delito, y cuantos se cometían.
Otra situación es que se cometan varios delitos que puedan considerarse delitos conexos, y el C.O.T
menciona cuales considera tales. Estos son aquellos en que diversos delitos aparecen vinculados entre
si por algún elemento, que puede ser subjetivo, por la motivación perseguida por su comisión.
Art.165 del C.O.T dice, “Consideránse delitos conexos:
1º.-Los cometidos simultáneamente por dos o más personas reunidas;
2º.-Los cometidos por dos o más personas en distintos lugares o tiempo, si hubiere precedido
concierto entre ellas;
3º.-Los cometidos como medio para perpetrar otro delito, o para facilitar su ejecución, y
4º.-Los cometidos para procurar la impunidad de otros delitos”. (aprenderlos).

COMPETENCIA RELATIVA, para los delitos conexos:


¿Quién conoce de los delitos conexos?

Son conocidos por un solo juez.


El juez debe ser el de la comuna donde se cometió el delito de mayor gravedad.
Si todos son de igual gravedad, conocerá el juez donde se cometió el último delito.
Si no se supiere cual fue el lugar del último delito conocerá el juez que haya comenzado a instruir el
proceso (regla de la prevención).
Si varios jueces hubieren comenzado a conocer de ese delito al mismo tiempo, conocerá del asunto
aquel que designe la Corte de Apelaciones o la Corte Suprema, esta decisión dependerá si dos o
más jueces pertenecen a la misma Corte de Apelaciones.

COMO OPERA

La ley dispone la figura de acumulación de autos.


Art. 160. DEROGADO

Art 160 (antiguo) “El culpable de diversos delitos será juzgado por todos ellos en un solo proceso,
para lo cual se acumularán las causa iniciadas o por iniciarse en su contra; y las personas que en ella
figuren como procesados quedarán sometidas a la jurisdicción del tribunal a quien corresponda conocer
en los procesos acumulados.

Sin perjuicio de la regla anterior, el juez podrá por medio de un auto motivado la desacumulación de
los procesos o su sustanciación por cuerda separada cuando éstos tengan un trámite diferente o plazos
especiales para su tramitación, o la acumulación determine un grave retardo en la sustanciación de las
causas. Los procesos separados seguirán tramitándose ante el mismo juez a quien correspondía
conocer de ellos y al fallarlos deberá considerar las sentencias que hayan sido dictadas con
anterioridad en estos procesos. Si procediere unificar las penas, el tribunal lo hará al dictar la última
sentencia. Con todo, este último fallo no tomará en consideración las sentencias anteriores para
apreciar las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal.

Cuando, siendo procedente la desacumulación, en alguno de los sumarios se investigue un delito


cometido en otro territorio jurisdiccional, el juez podrá reenviar este sumario al juez del territorio
jurisdiccional donde se cometió el delito, encargándole la práctica de todas las diligencias
determinadas de instrucción que puedan realizarse en aquel lugar y las que aparezcan en el curso de
la indagación. El exhortante sólo dejará una relación sucinta del hecho investigado y de los datos
necesarios para llevar a cabo las diligencias que haya de practicar. La tramitación de estos exhortos
tendrá siempre carácter de urgente”.

Por lo tanto, si se trata de varios delitos independientes, imputados a un mismo sujeto, serán
acumulados y conocerá el mismo juez.

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El mismo artículo autoriza a desacumular las causas, cuando estime que su sustanciación acumulada
pueda causar retardo en la sustanciación del proceso, pero esta desacumulación no le hace perder la
competencia, igual los verá todos.
La ley lo hace para evitar que se dicten sentencias contradictorias, o juzgar un hecho dos veces, o
aplicar penas que no estén en el Código Penal. Lo anterior de acuerdo al inciso 2º del art.160.

Art. 164. (nuevo) “Cuando se dictaren distintas sentencias condenatorias en contra de un mismo
imputado, los tribunales que dictaren los fallos posteriores al primero no podrán considerar
circunstancias modificatorias que de haberse acumulado los procesos no se hubieren podido tomar en
cuenta. Deberán, asimismo, regular la pena de modo tal que el conjunto de penas no pueda exceder
de aquella que hubiere correspondido de haberse juzgado conjuntamente los delitos. En los casos del
inciso anterior, el tribunal que dictare el fallo posterior deberá modificarlo, de oficio o a petición del
afectado, a objeto de adecuarlo a lo allí dispuesto.”

Art 164 (antiguo) “En el caso de delitos conexos sujetos al fuero común, será juez competente para
conocer de todos ellos, en un solo proceso:
1º el de la comuna en que se hubiese cometido el delito de mayor gravedad; 2º si todos los delitos
fueren de igual gravedad, el de la comuna en que se cometió el último delito: 3º si no se supiere cual
fue el último delito, el juez de la comuna en que se cometió uno de ellos, y que primero hubiere
comenzado a instruir el proceso; 4º si varios jueces hubieran comenzado a instruirlo al mismo tiempo,
aquel que fuere designado por la respectiva Corte de Apelaciones, o por la Corte Suprema, si los
jueces dependen de diversas Cortes de Apelaciones”

En el mismo sistema antiguo la investigación o sumario la lleva el juez, y luego una vez agotado, pasa
a la etapa de plenario, donde acusa al inculpado y este podrá defenderse y se podrá aportar pruebas.
En el nuevo sistema, estas facultades del juez desaparecen, por que la investigación la llevará el fiscal,
y el juez de garantía sólo podrá dictar ciertas medidas cautelares, a petición del fiscal. Por lo tanto,
este último asume una serie de garantías que antes le correspondían al juez.

Nuevo sistema procesal penal

La competencia relativa en materia procesal penal

Art. 157. (nuevo) “Será competente para conocer de un delito el tribunal en cuyo territorio se
hubiere cometido el hecho que da motivo al juicio.
El juzgado de garantía del lugar de comisión del hecho investigado conocerá de las gestiones a que
diere lugar el procedimiento previo al juicio oral.
El delito se considerará cometido en el lugar donde se hubiere dado comienzo a su ejecución. Sin
perjuicio de lo dispuesto en el inciso segundo, cuando las gestiones debieren efectuarse fuera del
territorio jurisdiccional del juzgado de garantía y se tratare de diligencias urgentes, la autorización
judicial previa podrá ser concedida por el juez de garantía del lugar donde deban realizarse. asimismo,
si se suscitare conflicto de competencia entre los jueces de varios juzgados de garantía, cada uno de
ellos estará facultado para otorgar las autorizaciones o realizar las actuaciones urgentes, mientras no
se dirimiere la competencia.
La competencia a que se refiere este artículo, así como la de las Cortes de Apelaciones, no se alterará
por razón de haber sido comprometidos por el hecho intereses fiscales”.

Art. 158. DEROGADO (LEY 19.708)

Art. 159.(nuevo) “Si en el ejercicio de las facultades que la ley procesal penal confiere al Ministerio
Público, éste decidiere investigar en forma conjunta hechos constitutivos de delito en los cuales, de
acuerdo al artículo 157 de este Código, correspondiere intervenir a más de un juez de garantía,
continuará conociendo de las gestiones relativas a dichos procedimientos el juez de garantía del lugar
de comisión del primero de los hechos investigados.
En el evento previsto en el inciso anterior, el Ministerio Público comunicará su decisión en cada uno de
los procedimientos que se seguirán en forma conjunta, para lo cual solicitará la citación a una
audiencia judicial de todos los intervinientes en ellos.
El o los jueces de garantía inhibidos harán llegar copias de los registros que obraren en su poder al
juez de garantía al que correspondiere continuar conociendo de las gestiones a que diere lugar el
procedimiento.
Sin perjuicio de lo previsto en los incisos precedentes, si el Ministerio Público decidiere posteriormente
separar las investigaciones que llevare conjuntamente, continuarán conociendo de las gestiones
correspondientes los jueces de garantía competentes de conformidad al artículo 157. En dicho evento
se procederá del modo señalado en los incisos segundo y tercero de este artículo”.

COMPETENCIA CIVIL DE LOS JUECES DEL CRIMEN

Veremos el sistema antiguo. En este sistema se permite la acumulación o incorporación dentro de un


proceso penal, de acciones civiles que se desprendan del hecho investigado en este proceso, hechos
que hubieren provocado perjuicios civiles.
De aquí es que el C.O.T y el C.P.P. se ocupan de establecer disposiciones relacionadas con el alcance
de la competencia de los jueces penales en materias civiles.
Por tanto, en un proceso penal pueden haber acciones penales y civiles.

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Art.10 del C.P.P dice “Se concede acción penal para impetrar la averiguación de todo hecho punible y
sancionar, en su caso, el delito que resulte probado.
En el proceso penal podrán deducirse también, con arreglo a las prescripciones de este Código, las
acciones civiles que tengan por objeto reparar los efectos civiles del hecho punible, como son, entre
otras, la que persigan la restitución de la cosa o su valor, o la indemnización de los perjuicios
causados.
En consecuencia, podrán intentarse ante el juez que conozca del proceso penal las acciones civiles que
persigan la reparación de los efectos patrimoniales que la conducta de los procesados por sí misma
hayan causado o que puedan atribuírseles como consecuencias próximas o directas, de modo que el
fundamento de la respectiva acción civil obligue a juzgar las mismas conductas que constituyen el
hecho punible objeto del proceso penal”.

Se refiere exclusivamente a la acción penal.


De acuerdo a esto, las acciones civiles que se puedan interponer en un juicio penal se puede clasificar
en;

1.-Acciones Indemnizatorias
2.-Acciones Restitutorias
3.-Acciones Reparatorias

Acciones indemnizatorias: tienen por objeto resarcir al perjudicado por el hecho en el menoscabo
que sufra en su patrimonio o los menoscabos morales.
Acciones restitutorias: tienen por objeto obtener la recuperación de los bienes de dominio del actor
civil y que pueden ser efectos o instrumentos del delito.
Los efectos del delito son los objetos sobre los cuales se cometió el delito.
Los instrumentos son los objetos que sirvieron para la perpetración del delito.
Acciones reparatorias: son en rigor, también acciones indemnizatorias, pero se distingue de las
primeras porque son ciertas indemnizaciones que establece la ley penal respecto de determinados
delitos. Ejemplo. Arts 410 y 370 del código penal.
Art.410 dice “En los casos de homicidio o lesiones a que se refieren los párrafos I, III y IV del
presente título el ofensor, a más de las penas que en ellos se establecen, quedará obligado:
1º.-A suministrar alimentos a la familia del occiso.
2º.-A pagar la curación del demente o imposibilitado para el trabajo y a dar alimentos a él y a su
familia.
3º.-A pagar la curación del ofendido en los demás casos de lesiones y a dar alimentos a él y su familia
mientras dure la imposibilidad para el trabajo ocasionada por tales lesiones.
Los alimentos serán siempre congruos tratándose del ofendido, y la obligación de darlos cesa si éste
tiene bienes suficientes con que atender a su cómoda subsistencia y para suministrarlos a su familia en
los casos y en la forma que determina el Código Civil”.

Art.370 dice “Los reos de violación, estupro o rapto serán también condenados por vía de
indemnización.
1º.-A dotar a la ofendida si fuere soltera o viuda.
2º.-A dar alimentos congruos a la prole que, según las reglas legales, fuere suya”.

Adicionalmente, a las acciones civiles en un proceso penal, también pueden surgir las denominadas
cuestiones prejudiciales civiles o cuestiones civiles, que consisten en ciertas situaciones que
deben ser resueltas por el juez a propósito de un proceso penal, y que sirven para definir el delito,
agravar o disminuir la pena o para no procesar o condenar al autor.

COMPETENCIA PARA CONOCER DE ESTOS ASUNTOS

Respecto de las acciones civiles, hay que distinguir cual es el objeto específico de cada una de ellas. Si
el objeto de la acción es restitutorio, el único juez competente es el juez que esta conociendo de la
causa penal.
Si el objeto es la indemnización en favor del ofendido, la ley lo faculta para optar ejercer esta acción
ante el juez que conoce la cuestión penal y en el mismo procedimiento, o ejercer la acción civil ante un
juez de letras en lo civil y por un procedimiento civil.
Art.171 del C.O.T dice “La acción civil derivada de un delito podrá ejercitarse ante el tribunal que
conoce respectivo proceso criminal; pero si dicha acción tuviere por objeto la mera restitución de una
cosa, deberá ser deducida precisamente ante ese tribunal.
Una vez deducida o acumulada la acción civil ante el juez del crimen, subsiste la competencia de éste,
aunque después alguna de las partes sea, por otro juez, declarada en quiebra”.

Concordante con esto está el art.5º del C.P.P. que dice “Pueden ejercitarse separadamente ante el
tribunal civil correspondiente las acciones para perseguir las responsabilidades civiles provenientes del
hecho punible, salvo la que tenga por objeto la mera restitución de una cosa, que deberá ser deducida
precisamente, ante el juez que conozca del respectivo proceso penal.
Cuando la acción civil se ejercite separadamente de la penal, aquella podrá quedar en suspenso desde
que el procedimiento criminal pase al estado de plenario, y se observará lo dispuesto en el art. 167 del
Código de Procedimiento Civil”.
Asimismo, el Art.172 del C.O.T dice “El tribunal que conoce del proceso criminal es competente para
resolver acerca de la responsabilidad civil que pueda afectar a terceros a consecuencia de un delito; y
podrá adoptar, durante el juicio, las medidas necesarias para hacer a su tiempo efectiva esa
responsabilidad”.

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Respecto de las cuestiones prejudiciales civiles, el art. 173 del COT dispone “Si en un juicio
criminal se suscita cuestión sobre un hecho de carácter civil que sea uno de los elementos que la ley
penal estime para definir el delito que se persigue, o para agravar o disminuir la pena, o para no
estimar culpable al autor, el juez del crimen se pronunciará sobre tal hecho.
Pero en las cuestiones sobre validez de matrimonio y sobre cuentas fiscales serán juzgadas
previamente por el tribunal a quien la ley tiene encomendado el conocimiento de ellas.
La disposición del inciso precedente se aplicará también a las cuestiones sobre estado civil cuya
resolución deba servir de antecedente necesario para el fallo de la acción penal persecutoria de los
delitos de usurpación, ocultación o supresión de estado civil.
En todo caso, la prueba y decisión de las cuestiones civiles que es llamado a juzgar el tribunal que
conoce de los juicios criminales, se sujetarán a las disposiciones del derecho civil”.
Por lo tanto quien resuelve en principio es el mismo juez que esta conociendo la cuestión penal.
Pero hay ciertas materias que deben ser conocidas por el juez civil, cuestiones como:
- Validez del Matrimonio
- Cuentas Fiscales
- Estado civil; necesario para el fallo de la acción penal, etc,
Art.174 del C.O.T dice “Si contra la acción penal se pusieren excepciones de carácter civil
concernientes al dominio o a otro derecho real sobre inmuebles, podrá suspenderse el juicio criminal,
cuando dichas excepciones aparecieren revestidas de fundamento plausible y de su aceptación , por la
sentencia que sobre ellas recaiga, hubiere de desaparecer el delito.
El conocimiento de esas excepciones corresponde al tribunal en lo civil”.

Estas materias son de conocimiento especial del juez civil. Cuando en un proceso penal se quiere
determinar una cuestión perjudicial civil, el art. 4º del C.P.P. dice que el juicio criminal no se
adelantará sino para practicar aquellas diligencias del sumario necesarias a la comprobación de los
hechos; y se paralizará enseguida hasta que sea fallada la cuestión civil.
El art.409 Nº4 del C.P.P a su vez dispone “Cuando para el juzgamiento criminal se requiera la
resolución previa de una cuestión civil de que deba conocer otro tribunal; y entonces se observará lo
prevenido en los artículos 4º de este Código y 173 del COT.”

Por lo tanto, frente a estas situaciones, el juez debe continuar la investigación de los hechos, y hecho
debe sobreseer temporalmente los hechos mientras se resuelve la cuestión prejudicial civil.

Viernes 7 de septiembre de 2001

DETERMINACION DEL TRIBUNAL COMPETENTE PARA CONOCER DE UN ASUNTO.

Veremos el problema que se presenta en comunas o agrupaciones de comunas con más de un juzgado
con las mismas competencias.
El problema parte del hecho de que primero tenemos determinada la jerarquía, clase o categoría,
luego debemos determinar qué tribunal debe conocer del negocio, y ahí operan las reglas de
competencia relativa.
Ahora viene el problema planteado al principio. Esto lo regula el párrafo VII del título V del C.O.T, arts.
175 y siguientes “Reglas que determinan la distribución de causas en aquellas comunas o agrupación
de comunas en cuyo territorio existan dos o más jueces con igual competencia”

Para resolver la situación debemos distinguir entre:

1.- Materias Contencioso Civiles


2.- Materias no Contenciosas
3.- Materias Penales

1.- EN MATERIAS CONTENCIOSAS CIVILES: Debemos distinguir si en esa comuna o agrupación de


comunas existe o no Corte de Apelación.
Si no hay, la ley dipone que las causas serán conocidas por el tribunal que esté de turno en la semana
en que se presente la demanda. Para este efecto, la ley dispone que los tribunales cumplirán turnos
semanales.
El Art.175 dice “En las comunas o agrupaciones de comunas en donde hubiere más de un juez de
letras, se dividirá el ejercicio de la jurisdicción, estableciéndose un turno entre todos los jueces, salvo
que la ley hubiere cometido a uno de ellos el conocimiento de determinadas especies de causas.
El turno ejercerá por semanas. Comenzará a desempeñarlo el juez más antiguo, y seguirá
desempeñándolo todos los demás por el orden de su antigüedad.
En materia criminal este turno comenzará a las veinticuatro horas del día domingo de cada semana.
Cada juez de letras deberá conocer de todos los asuntos judiciales que se promuevan durante su
turno, y seguirá conociendo de ellos hasta su conclusión”.

Si en la comuna existen Corte de Apelaciones, se aplica la regla de la distribución de causas, que se


traduce en que la presentación de la demanda se hace ante la Corte de Apelaciones, y será el
Presidente de ésta el que distribuirá los asuntos entre los distintos tribunales.
El tribunal al cual le haya correspondido conocer del asunto lo hará hasta el final, incluso hasta la
ejecución del fallo.

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Es necesario hacer la salvedad de que si bien el C.O.T, en el art.176 dice “En los lugares de asiento de
corte en que hubiere más de un juez de letras en lo civil, deberá presentarse a la secretaría de la corte
toda demanda o gestión judicial que se iniciare y que deba conocer alguno de dichos jueces, a fin de
que se designe el juez quien corresponda su conocimiento.
Esta designación se hará por el presidente del tribunal, previa cuenta dada por el secretario, asignando
a cada causa un número de orden, según su naturaleza, y dejando constancia de ella en un libro
llevado al efecto que no podrá ser examinado sin orden del tribunal”, lo cierto en que hoy, quien hace
esta distribución es el computador de la Corte. En virtud de esto último, las Cortes de Apelaciones
donde existe el sistema computacional, han debido dictar autos acordados para regular la forma de
hacer estas presentaciones. Así es que en Valparaíso se dictó el Auto Acordado del 07 del 12 de 1995
que establece una serie de instrucciones.
Lo cierto es que además, los escritos de demanda deben ir precedidos de menciones para identificar el
proceso específico para los efectos computacionales.
Existen algunos casos en los cuales no obstante corresponde aplicar esta regla de distribución, el
procedimiento se ha iniciado con una gestión previa, como por ejemplo, la gestión preparatoria del
protesto de cheques.
La primera solicitud se presenta a distribución y la demanda ejecutiva se presenta en el mismo
tribunal, no se distribuye.
Esta situación esta en el art.178 del C.O.T dice “No obstante lo dispuesto en el art.176, serán de la
competencia del juez que hubiere sido designado anteriormente, las demandas en juicios que se hayan
iniciado por medidas prejudiciales, por medidas preparatorias de la vía ejecutiva o mediante la
notificación previa ordenada por el art.758 del Código de Procedimiento Civil; todas las gestiones que
se susciten con motivo de un juicio ya iniciado y aquellas a que dé lugar el cumplimiento de una
sentencia, fuera del caso previsto en la parte final del artículo 114”.
También existe otra disposición, según la cual, cuando se trata de dar cumplimiento con los exhortos
que vienen de otros tribunales de otros territorios jurisdiccionales, normalmente los juzgados de esa
comuna tienen establecido un régimen de turno y todos los exhortos que lleguen en la semana caerán
en el tribunal de turno.

2.- CUESTIONES NO CONTENCIOSAS: Aquí se aplican siempre las reglas del turno.

3.- MATERIAS PENALES: En estas materias, según el sistema tradicional , hay que distinguir las
distintas forma a través de las cuales se pueda iniciar un proceso penal:
De oficio
Por requerimiento del Ministerio Público
Por denuncia
Por querella

Cuando se inicia por algunas de las tres primeras formas se aplica también la regla del turno,
independientemente donde esté ubicado el tribunal.
Cuando es por querella hay que distinguir si el tribunal tiene ubicación en ciudad con asiento de Corte
o no:
Si tiene asiento de Corte va a distribución.
En el resto se aplican las reglas del turno.
Este problema no va a existir en el nuevo sistema Procesal Penal, porque en cada comuna o
agrupación de comuna habrá un juzgado de garantía, compuesto por varios jueces, cada uno de los
cuales actuará unipersonalmente de tal manera que el conocimiento de los delitos caerá bajo la
competencia de alguno de esos jueces bajo su sistema de distribución que ellos mismos se den.

PRÓRROGA DE COMPETENCIA

La prórroga de competencia esta regulada en los Art. 181 al 187 del C.O.T, párrafo VIII del título VII
de la Competencia.

Art. 181. Un tribunal que no es naturalmente competente para conocer de un determinado asunto,
puede llegar a serlo si para ello las partes, expresa o tácitamente, convienen en prorrogarle la
competencia para este negocio.

Art. 182. La prórroga de competencia sólo procede en primera instancia, entre tribunales ordinarios
de igual jerarquía y respecto de negocios contenciosos civiles.

Art. 183. Derogado ley 18.969, 10.03.90.

Art. 184. Pueden prorrogar competencia todas las personas que según la ley son hábiles para estar en
juicio por sí mismas, y por las que no lo son pueden prorrogarla sus representantes legales.

Art. 185. La prórroga de competencia sólo surte efectos entre las personas que han concurrido a
otorgarla, mas no respecto de otras personas como los fiadores o codeudores.

Art. 186. Se prorroga la competencia expresamente cuando en el contrato mismo o en un acto


posterior han convenido en ello las partes, designando con toda precisión el juez a quien se someten.

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Art. 187. Se entiende que prorrogan tácitamente la competencia: 1. El demandante, por el hecho de
ocurrir ante el juez interponiendo su demanda; 2. El demandado, por hacer, después de personado en
el juicio, cualquiera gestión que no sea la de reclamar la incompetencia del juez.

Del art.181 se desprende el concepto de prórroga de competencia, es el acto por el cual las partes,
expresa o tácitamente acuerdan entregar el conocimiento de un negocio a un tribunal que es
naturalmente incompetente.
En otras legislaciones también se denomina competencia por elección.

COUTURE define esta forma de determinación como “alteración o modificación de la competencia de un


juez dentro de los términos admitidos por la ley a los efectos de conocer de los acuerdos de las partes
en un asunto para el cual era relativamente incompetente”.

REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA PRÓRROGA DE COMPETENCIA

Para que se pueda perfeccionar la prórroga de competencia, y ese acuerdo tenga efectos legales, y
deba ser reconocido por los tribunales deben concurrir tres requisitos:
1.- Convención o consentimiento de las partes.
2.- Que se trate de un asunto contencioso civil de primera
instancia.
3.- Que se trate de competencia relativa.

1.- CONVENCION O CONSENTIMIENTO DE LAS PARTES:


Para que tenga efecto la prórroga se requiere un acuerdo de los interesados en el conflicto. Y este
acuerdo puede ser expreso o tácito, y el Código lo define en los art.186 y 187 del C.O.T.
(Memorizarlos)

Art. 186. Se prorroga la competencia expresamente cuando en el contrato mismo o en un acto


posterior han convenido en ello las partes, designando con toda precisión el juez a quien se someten.

Art. 187. Se entiende que prorrogan tácitamente la competencia: 1. El demandante, por el hecho de
ocurrir ante el juez interponiendo su demanda; 2. El demandado, por hacer, después de personado en
el juicio, cualquiera gestión que no sea la de reclamar la incompetencia del juez.

Prórroga expresa: Es muy común que cuando las partes celebran un contrato incluyan una
cláusula que declare que para todos lo efectos derivados de este contrato, las partes fijen domicilio en
una determinada ciudad.
Pero el hecho de designar domicilio las partes no necesariamente prorrogan la competencia ante ese
tribunal, porque la designación de domicilio no es una forma de prorrogar la competencia, ya que solo
hacen aplicable las disposiciones de designación de domicilio, que el Código Civil autoriza para
convenir en un contrato un domicilio convencional.
Al designar domicilio no necesariamente prórroga competencia. En relación con el art. 187 del C.O.T,
no significa que el legislador acepte una especie de presunción. Cumplidas estas dos hipótesis se
prorroga la competencia.

En relación con la prórroga tácita: podemos señalar que si el demandado no está de acuerdo con
que el demandante prorrogue la competencia podrá interponer la incidencia de dilatoria de
incompetencia.

2.- QUE SE TRATE DE UN ASUNTO CONTENCIOSO CIVIL DE PRIMERA INSTANCIA:


Se desprende del art. 182 “La prórroga de competencia sólo procede en primera instancia, entre
tribunales ordinarios de igual jerarquía y respecto de negocios contenciosos civiles”.
Significa que no procede la prórroga de competencia en asuntos no contenciosos civiles ni en asuntos
penales, y el Código de Procedimiento Penal establece en el art. 9 que “La competencia criminal no
puede, en caso alguno, ser prorrogada por la simple voluntad de las partes”

Solo es posible prorrogar la competencia del tribunal de primera instancia, pero no así del tribunal que
conocerá el mismo asunto en segunda instancia. Art. 110 COT

Art. 110. Una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un juez inferior para conocer en
primera instancia de un determinado asunto, queda igualmente fijada la del tribunal superior que
debe conocer del mismo asunto en segunda instancia.

3.- QUE SE TRATE DE COMPETENCIA RELATIVA:


Las reglas de la competencia relativa están establecidas por el legislador, se trata de dar mayor
comodidad y facilitar el acceso de las personas, los tribunales de justicia no pueden oponerse o impedir
la aplicación de las reglas de competencia relativa, pero si podrían hacerlo cuando se pretenda alterar
la competencia absoluta por oficio.

EFECTOS DE LA PRÓRROGA DE COMPETENCIA

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El art.185 del C.O.T dice “La prórroga de jurisdicción sólo surte efecto entre las personas que han
concurrido a otorgarla, mas no respecto de otras personas como los fiadores o codeudores”.

El legislador se a referido a los efectos subjetivos de esta convención entre los interesados, y ha fijado
el alcance de estas prórrogas, lo que se traduce que la prórroga sólo podrá ser oponible a quienes
intervinieron en la convención o acuerdo.
De tal manera, si además de las parte directas hubieren otros como fiadores o codeudores, si no han
convenido, ese juicio y ese resultado no le será oponibles. De acuerdo al artículo 1445 CC.

Cuestión distinta ocurre frente a la figura de la solidaridad. La Corte Suprema ha establecido que la
prórroga acordada por uno de los sujetos obliga a los demás a concurrir a este mismo tribunal.
Pero también debemos decir, que como efecto propio de la prórroga, el efecto más inmediato es el
objeto para el cual se celebró la convención, cual es la modificación de la competencia natural de un
tribunal para entregársela a otro
CUESTIONES Y CONTIENDAS DE COMPETENCIA

El problema dice relación con la eventualidad que en torno a la determinación de la competencia de


un tribunal pueden producirse discrepancias entre las partes, o entre las partes y el tribunal, o entre
tribunales respecto de la aplicación de normas que fijen la competencia para conocer un determinado
asunto.

El legislador se ha preocupado de determinar las vías a través de las cuales deben resolverse estos
conflictos:

Cuando el conflicto es planteado por alguna de las partes litigantes se habla de cuestiones de
competencia.
En cambio, cuando se trata de conflicto entre dos o más tribunales se habla de contienda de
competencia; y en relación a esto, estos conflictos pueden tener dos motivaciones:

1.- Donde dos o más tribunales pretenden tener competencia para conocer un asunto (contienda de
competencia positiva).

2.- Donde dos o más tribunales no desean ser competentes para conocer un determinado asunto
(competencia negativa).

Las contiendas y cuestiones de competencia pueden referirse a la competencia absoluta o relativa.

CUESTIONES DE COMPETENCIA

Esta tratada en el C.P.C, Libro I, título XI, Art. 101 al 112.


De acuerdo a esto, las vías por las que un litigante puede promover una cuestión de competencia,
pueden ser dos:

1.-LA VIA INHIBITORIA: El art. 102 del C.P.C dispone “La inhibitoria se intentará ante el tribunal a
quien se crea competente, pidiéndole que se dirija al que esté en conocimiento del negocio para que se
inhiba y le remita los autos.
Si el recurrente pretende acreditar con documentos su derecho, deberá acompañarlos a la
solicitud inhibitoria, o pedir en ella los testimonios correspondientes.

2.- LA VIA DECLINATORIA: El art. 111 del C.P.C dispone “La declinatoria se propondrá ante el
tribunal a quien se cree incompetente para conocer de un negocio que le esté sometido, indicándole
cual es que estima competente y pidiéndole se abstenga de dicho conocimiento. Su tramitación se
sujetará a las reglas establecidas para los incidentes”

Respecto a la primera, por ejemplo se entabla una demanda entre el juzgado de Casablanca, y el
demandado estima que es competente el de Villa Alemana, podrá oponer la vía inhibitoria.
Respecto a la segunda, el demandado formula la reclamación ante el mismo tribunal que conoce del
asunto.
Esta vía corresponde a la excepción de la teoría de incompetencia.

El art.101 CPC inciso 1º y 2º dice: “Podrán las partes promover cuestiones de competencia por
inhibitoria o por declinatoria.
Las que hayan optado por uno de estos medios, no podrán después abandonarlo para recurrir al otro.
Tampoco podrán emplearse los dos simultánea ni sucesivamente.

Viernes 28 de septiembre de 2001

Diferencias entre la vía declinatoria y la vía inhibitoria

Vía declinatoria Vía inhibitoria


Se hace valer ante el tribunal que está Se hace valer ante el tribunal que se cree
conociendo del juicio competente para el conocimiento del juicio.
Es un cuestión de competencia en que Se promueve entre la parte interesada y los dos

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intervienen la parte interesada y el tribunal que tribunales que podrían conocer la causa.
conoce de la causa.
No puede dar origen a una contienda de Puede generara una contienda de competencia
competencia. producto de que el tribunal que está conociendo
pida al otro que se inhiba y este tribunal insista
en su propia competencia.
Se puede configurar bajo la modalidad de una Supone sólo la existencia de un incidente
excepción dilatoria o de un incidente
La tramitación de ambas es diferente

CONTIENDAS DE COMPETENCIA

Dijimos que surgía cuando dos o más tribunales se atribuyen competencia para conocer de un mismo
negocio, o cuando dos o más tribunales rechazan su competencia para conocer de los negocios.
Es decir, cuando hay un conflicto entre dos o más tribunales en relación a las normas que regulan la
competencia, y cuando esto pasa, se traba la contienda de competencia, y el problema es determinar
cual es el tribunal que debe conocer el negocio, y para esto es necesario distinguir:

Si la contienda se produce entre tribunales ordinarios.


Estos tribunales ordinarios tienen un superior jerárquico común, resuelve este superior.

Si los tribunales entre los que se produce la contienda son de distinta jerarquía, resuelve el superior
jerárquico del que tenga la jerarquía más alta.

Si los tribunales dependen de un superior jerárquico distinto resuelve la contienda el superior


jerárquico de aquel que hubiera prevenido en el juicio.

Para este efecto se entiende que los jueces árbitros de primera, segunda o única instancia tienen como
superior jerárquico a la Corte de Apelaciones del lugar donde funcionen estos tribunales arbitrales.

Si la contienda se produce entre tribunal especial y tribunal ordinario o entre tribunales


especiales exclusivamente.
Por estar involucrados los tribunales especiales, en virtud del principio de la especialidad, hay que ver
si esa ley especial resuelve el problema de competencia. Si no hay norma especial habrá que ver si
ambos tribunales dependen de una misma Corte de Apelaciones, y ella resuelve.

Si dependen de distintas Cortes de Apelaciones, resuelve la Corte de apelaciones que sea superior
jerárquico de aquel que haya prevenido en el conocimiento del negocio.

Si no procede aplicarse ninguna de estas normas, resuelve la Corte Suprema.

Cuando se produce entre tribunales de justicia y autoridades políticas y administrativas.


Si esta contienda se produce entre una actividad política o administrativa y un tribunal inferior,
resuelve la Corte Suprema.
Si se produce entre una autoridad política o administrativa y un tribunal superior de justicia, resuelve
el Senado. Art. 49, N°3 Constitución Política.

Todo esto está tratado en los art. 190 al 193 del COT .
Art.192: “Las contiendas de competencia serán falladas en única instancia”.
De este artículo se desprende el carácter de inapelable.

IMPLICANCIAS Y RECUSACIONES

Son ciertas circunstancias típicas que contempla la ley como causales, cuya concurrencia declarada
judicialmente produce el efecto de inhabilitar, privando de la competencia reconocida a un juez para
intervenir en un negocio, en razón de presumirse que carece de la imparcialidad indispensable para el
correcto ejercicio de su potestad jurisdiccional.

También se puede inhabilitar por las mismas razones a los auxiliares de la administración de justicia,
los peritos, los abogados integrantes, pro reviste mayor relevancia la exigencia de imparcialidad que se
impone sobre los jueces.
La ley no distingue respecto de que clase de jueces se pueden inhabilitar, por lo tanto pueden ser los
jueces ordinarios, especiales y los árbitros.

El fundamento de esta institución de inhabilitación radica en la expresión “La Imparcialidad”.

Lo que se busca, es que las partes litigantes tengan la garantía de que el juez que resolverá el
conflicto, va a contar con este elemento esencial de los Organos Jurisdiccionales, que es la
imparcialidad.

Cabe destacar que la inhabilitación derivada de una causal de implicancia y recusación, no se produce
necesariamente por el hecho de que el juez este efectivamente esté asumiendo una actitud de

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parcialidad, si no que de lo que se trata es establecer un mecanismo que garantice la imparcialidad,
por que existe un riesgo de que el juez pueda actuar con un criterio distinto a la imparcialidad.

Cuando a un juez se le recusa o se le pide que se declare implicado (de oficio), no se está acusando de
actuar parcialmente, si no que se hace para garantizar transparencia en su decisión.

La denominación genérica de implicancias y recusaciones es la inhabilidad para que el juez continúe


conociendo un pleito.
Implicancia y recusación son las dos modalidades en virtud de las cuales un juez puede resultar
inhabilitado.

DIFERENCIAS ENTRE UNA Y OTRA

Implicancias Recusaciones
Son causales de mayor gravedad, de mayor
Son de menor gravedad y menos engorrosas las
grado de compromiso y se consagran el art.
recusaciones.
224 CP
En la recusación sólo produce la inhabilitación
del juez como consecuencia de solicitud de parte
La implicancia de un juez puede y debe ser interesada y sólo puede ser reclamada por la
declarada de oficio, ello sin perjuicio de que si parte afectada , esto implica a su vez que la
no se hace se puede requerir. Art. 200 COT recusación puede ser renunciada y por lo tanto
si no hay petición de parte ,el juez puede seguir
conociendo de la causa.
La implicancia es conocida y resuelta por el La recusación es conocida y resuelta por el
mismo juez afectado. Art 202 COT. tribunal superior del juez implicado y tratándose
Si se trata de un juez que integra un tribunal de un juez o Ministro de la Corte Suprema la
colegiado, la implicancia es resuelta por el implicancia es conocida por la C. Apelaciones de
mismo tribunal colegiado con exclusión del juez. Santiago.
La recusación sólo puede ser reclamada por las
La implicancia puede ser reclamada por
partes a quien afectaría la presunta falta de
cualquiera de las partes litigantes.
imparcialidad.
La declaración de implicancia anula todo el
La recusación sólo opera para el futuro.
proceso.

Las causas de implicancia y recusación están reguladas en el C.O.T en el art.195 y 196.

Art. 195. Son causas de implicancia:


1.-Ser el juez parte en el pleito o tener en él interés personal, salvo lo dispuesto en el número 18 del
artículo siguiente;
2.- Ser el juez consorte o pariente consanguíneo legítimo en cualquiera de los grados de la línea recta
y en la colateral hasta el segundo grado inclusive, o ser padre o hijo natural o adoptivo de alguna de
las partes o de sus representantes legales;
3.- Ser el juez tutor o curador de alguna de las partes, o ser albacea de alguna sucesión, o síndico de
alguna quiebra, o administrador de algún establecimiento, o representante de alguna persona jurídica
que figure como parte en el juicio;
4.- Ser el juez ascendiente o descendiente legítimo, padre o hijo natural o adoptivo del abogado de
alguna de las partes;
5.-Haber sido el juez abogado o apoderado de alguna de las partes en la causa actualmente sometida
a su conocimiento;
6.- Tener el juez, su consorte, ascendientes o descendientes legítimos padres o hijos naturales o
adoptivos, causa pendiente en que deba fallar como juez alguna de las partes;
7.- Tener el juez, su consorte, ascendientes o descendientes legítimos, padres o hijos naturales o
adoptivos, causa pendiente en que se ventile la misma cuestión que el juez debe fallar;
8.- Haber el juez manifestado su dictamen sobre la cuestión pendiente con conocimiento de los
antecedentes necesarios para pronunciar sentencia, y
9.- Ser el juez, su consorte, o alguno de sus ascendientes o descendientes legítimos, padres o hijos
naturales o adoptivos, herederos instituido en testamento por alguna de las partes. Lo dicho en este
artículo es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1324 y en los incisos tercero y cuarto del artículo
1325 del Código Civil.

Art. 196. Son causas de recusación:


1.-Ser el juez pariente consanguíneo simplemente ilegítimo en toda la línea recta y en la colateral
hasta el cuarto grado inclusive, o consanguíneo legítimo en la línea colateral desde el tercero hasta el
cuarto grado inclusive, o afín hasta el segundo grado también inclusive, de alguna de las partes o de
sus representantes legales;
2.- Ser el juez ascendiente o descendiente ilegítimo, hermano o cuñado legítimo o natural del abogado
de alguna de las partes;
3.- Tener el juez superior alguno de los parentescos designados en el inciso precedente o en el número
4. del artículo 195, con el juez inferior que hubiere pronunciado la sentencia que se trata de confirmar
o revocar;
4.- Ser alguna de las partes sirviente, paniaguado o dependiente asalariado del juez, o viceversa;

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5.- Ser el juez deudor o acreedor de alguna de las partes o de su abogado; o serlo su consorte o
alguno de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del segundo grado.
Sin embargo, no tendrá aplicación la causal del presente número si una de las partes fuere alguna de
las instituciones de previsión fiscalizadas por la Superintendencia de Seguridad Social, la Asociación
Nacional de Ahorro y Préstamo, o uno de los Servicios de Vivienda y Urbanización, a menos que estas
instituciones u organismos ejerciten actualmente cualquier acción judicial contra el juez o contra
alguna otra de las personas señaladas o viceversa.
6.- Tener alguno de los ascendientes o descendientes simplemente ilegítimos del juez o los parientes
colaterales del mismo dentro del segundo grado, causa pendiente que deba fallar como juez alguna de
las partes;
7.-Tener alguno de los ascendientes o descendientes simplemente ilegítimos del juez o los parientes
colaterales del mismo dentro del segundo grado, causa pendiente en que se ventile la misma cuestión
que el juez deba fallar;
8.- Tener pendientes alguna de las partes pleito civil o criminal con el juez, con su consorte, o con
alguno de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del segundo grado.
Cuando el pleito haya sido promovido por alguna de las partes, deberá haberlo sido antes de la
instancia en que se intenta la recusación;
9.- Haber el juez declarado como testigo en la cuestión actualmente sometida a su conocimiento;
10.- Haber el juez manifestado de cualquier modo su dictamen sobre la cuestión pendiente, siempre
que lo hubiere hecho con conocimiento de ella;
11.- Ser alguno de los ascendientes o descendientes ilegítimos del juez o alguno de sus parientes
colaterales dentro del segundo grado, instituido heredero en testamento por alguna de las partes;
12.- Ser alguna de las partes heredero instituido en testamento por el juez;
13.- Ser el juez socio colectivo, comanditario o de hecho de alguna de las partes, serlo su consorte o
alguno de los ascendientes o descendientes del mismo juez, o alguno de sus parientes colaterales
dentro del segundo grado; 14.- Haber el juez recibido de alguna de las partes un beneficio de
importancia, que haga presumir empeñada su gratitud;
15.- Tener el juez con alguna de las partes amistad que se manifieste por actos de estrecha
familiaridad;
16.- Tener el juez con alguna de las partes enemistad, odio o resentimiento que haga presumir que no
se halla revestido de la debida imparcialidad;
17.- Haber el juez recibido, después de comenzado el pleito, dádivas o servicios de alguna de las
partes, cualquiera que sea su valor o importancia, y
18.- Ser parte o tener interés en el pleito una sociedad anónima de que el juez sea accionista. No
obstante lo dispuesto en el inciso precedente, no constituirá causal de recusación la circunstancia de
que una de las partes fuere una sociedad anónima abierta.
Lo prevenido en el inciso anterior no regirá cuando concurra la causal señalada en el No. 8 de este
artículo. Tampoco regirá cuando el juez, por sí solo o en conjunto con alguna de las personas indicadas
en el numerando octavo, fuere dueño de más del diez por ciento del capital social. En estos dos casos
existirá causal de recusación”.

Existe también la recusación amistosa, establecida entre los arts.113 y 128 del C.P.C. El art.124 dice
que “Antes de pedir la recusación de un juez al tribunal que deba conocer del incidente, podrá el
recusante ocurrir al mismo recusado, si funciona solo, o al tribunal de que forme parte, exponiéndole
la causa en que la recusación se funda y pidiéndole la declare sin más trámite.
Rechazada esta solicitud, podrá deducirse la recusación ante el tribunal correspondiente”.
Lo anterior en virtud del principio de celeridad procesal, y que la doctrina llama recusación amistosa.

SUBROGACIÓN E INTEGRACIÓN

La subrogación y la integración apunta a preveer sistemas o modalidades que permitan mantener


funcionando el sistema judicial cada vez que un juez está impedido de ejercer sus funciones por un
determinado período o en una causa específica.

La subrogación, es la sustitución de un juez por otro, o de una Corte de Apelaciones por otra, que
opera por el sólo ministerio de la ley, cuando el primero no puede ejercer sus funciones por cualquier
causa.

La integración, es el reemplazo que se hace por el sólo ministerio de la ley a una persona que no
forma parte ordinariamente de un tribunal colegiado, para que desempeñe funciones colegiadas dentro
de ese tribunal, cuando alguno de sus miembros permanentes no pudieran ejercerlas por cualquier
causa.

La subrogación La integración
Opera exclusivamente dentro de los tribunales
colegiados y la finalidad específica es permitir
Opera en los tribunales unipersonales y
que se alcance el Quórum mínimo para
excepcionalmente entre Corte de Apelaciones.
funcionar.

Cuando el impedimento afecta a la totalidad de los miembros de una Corte de Apelaciones, esta debe
ser subrogada por otra Corte de Apelaciones, y el C.O.T señala la manera (en el art.216).
COMO SE SUBROGAN LOS JUECES DE LETRAS

90
Existe una regla básica y general, y es que el juez de un tribunal es subrogado por el secretario de ese
tribunal.
Art.211 dice “En todos los casos en que el juez de letras falte o no pueda conocer de determinados
negocios, será subrogado por el secretario del mismo tribunal siempre que sea abogado.
Sólo a falta de dicho secretario la subrogación se efectuará en la forma que establece en los artículos
siguientes”.

De no poder aplicarse esta regla, operan las siguientes:


En el evento de que no sea abogado (art.214 inciso final),
también subroga el secretario, pero sólo para resoluciones de mera sustanciación, que son aquellas
que no resuelven cuestiones debatidas entre partes.
Si el secretario no es abogado o también esta impedido, se
Recurre a las siguientes reglas:

1. Si en la comuna o agrupación de comunas existe un sólo juez de letras.


En este caso, subroga el Defensor Público. Si hay más de un defensor público, subroga el más antiguo.
Si tampoco puede ejercer el defensor público, subroga un abogado considerado en una lista de tres,
elaborada por la Corte de Apelaciones para estos eventos.
La subrogación de estos abogados opera por el orden de la terna.
Si tampoco puede subrogar uno de estos abogados, subroga el secretario (abogado) del territorio
jurisdiccional más inmediato (con la que tenga más facilidad de comunicación).

Esta opera aun si ese otro juzgado depende de una Corte de Apelaciones diferente.
Si no puede el secretario, subroga el juez de ese juzgado.
Estas situaciones se producen comúnmente en comunas muy aisladas.
2. Si en la comuna o agrupación de comunas hay dos jueces de letras.
Este caso opera cuando en la comuna o agrupaciones de comunas hay dos juzgados, en ese caso
subroga el secretario del mismo tribunal, o el secretario del otro tribunal, o el juez del otro tribunal. Si
no es posible, se sigue la regla general (secretario, defensor público, etc).
3. Cuando en la comuna o agrupación de comunas hay tres o más
jueces de letras.
Si hay tres o más juzgados, subroga el secretario, luego el secretario o el juez del tribunal que siga en
numeración al que esta con el problema, y así sucesivamente.
Jueves 04 de Octubre de 2001

LA INTEGRACIÓN DE LOS TRIBUNALES COLEGIADOS


(Fundamentalmente Cortes de Apelaciones)

Esta modalidad opera en los tribunales colegiados, que significa que por el ministerio de la ley se
completa la dotación mínima del quórum necesario, mediante la incorporación de una persona ajena al
poder judicial, que no cumple funciones permanentes en él, a fin de que el tribunal pueda cumplir con
sus atribuciones.
Para proceder a la integración, la ley dispone recurrir a:
1.- Los miembros del mismo tribunal que no estén inhabilitados y que funciones en una sala distinta
2.- A los Fiscales judiciales del Tribunal.
3.- A los abogados integrantes.
(Mismo orden de llamamiento)
Art.219 del C.O.T “Para los efectos de lo dispuesto en los art. 215 y 217, el Presidente de la República
designará doce abogados para la Corte Suprema, etc”.

SUBROGACIÓN DE LAS CORTES DE APELACIONES

Opera cuando todos los miembros de una Corte de Apelaciones están imposibilitados para ejercer sus
funciones.
Art. 216 del COT dispone “Si en una de las Cortes de Apelaciones no queda ningún miembro hábil se
deferirá el conocimiento del negocio a otra de las salas de que se componga el Tribunal, y si la
inhabilidad o impedimento afecta a la totalidad de los miembros, pasará el asunto a la Corte de
Apelaciones que deba subrogar según las reglas siguientes:
Se subrogarán recíprocamente las Cortes de Apelaciones de Arica con la de Iquique, etc.”

INTEGRACIÓN DE LA CORTE SUPREMA

También opera la regla de que en primer lugar integra la sala un miembro de una sala distinta, el
Fiscal de la misma Corte, y luego los abogados integrantes.

Si la inhabilidad afecta a la totalidad o mayoría de los miembros de la Corte Suprema no opera la


subrogación si no que una integración por los ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago, en el
orden de su antigüedad.

NOMBRAMIENTO Y REQUISITOS PARA SER JUEZ


O MINISTRO DE CORTE

91
Los art. 200 al 254 del C.O.T establecen requisitos para aspirantes a juez, ministros de Cortes de
Apelaciones y Corte Suprema, (leer los art.).
Aparte de ello, por la incorporación de la Academia Judicial, la ley dispone que aparte de los requisitos
específicos que impone el C.O.T, el art.12 de la ley 19.346 de 1994 dice que se debe aprobar un
programa de aceptación.
En general hay requisitos de edad, nacionalidad, conocimiento, etc.

Título X
DE LOS MAGISTRADOS Y DEL NOMBRAMIENTO Y ESCALAFON DE
LOS FUNCIONARIOS JUDICIALES

1.-Calidades en que pueden ser nombrados los jueces

Art. 244. Los jueces pueden ser nombrados con calidad de propietarios, de interinos o de suplentes.
Es propietario el que es nombrado para ocupar perpetuamente o por el período legal una plaza
vacante.
Es interino el que es nombrado simplemente para que sirva una plaza vacante mientras se procede a
nombrar el propietario.
Es suplente el que es nombrado para que desempeñe una plaza que no ha vacado, pero que no puede
ser servida por el propietario en razón de hallarse suspenso o impedido.

Art. 245. Nombrado un juez en la forma prescrita por la ley para ocupar una plaza vacante, y no
expresándose en su título con qué calidad es nombrado, se entiende que lo es con la de propietario.

Art. 246. Ninguna plaza de la magistratura podrá permanecer vacante, ni aun en el caso de estar
servida interinamente, por más de cuatro meses. Vencido este término, el juez interino cesará de
hecho en el ejercicio de sus funciones, y el Presidente de la República proveerá la plaza en propiedad.

Art. 247. La inamovilidad de que habla el artículo 77 de la Constitución del Estado rige no sólo
respecto de los jueces Propietarios, sino también respecto de los interinos y suplentes.
La inamovilidad de los interinos durará hasta el nombramiento del respectivo propietario, y la de los
suplentes hasta que expire el tiempo por el cual hubieren sido nombrados.

2.- Requisitos, inhabilidades e incompatibilidades

Art. 248. (Nuevo por ley 19665 9/3/2000) Para todos los efectos de este Código se entenderá
que las referencias hechas a los jueces letrados o jueces de letras incluyen también a los jueces de
juzgados de garantía y a los jueces de los tribunales orales en lo penal, salvo los casos en que la ley
señale expresamente lo contrario.

Art. 249. Derogado.

Art. 250. Para ser juez de letras o ministro de la Corte Suprema y de las Cortes de Apelaciones,
deberán cumplirse las condiciones prescritas en el párrafo tercero de este título, los requisitos que se
exigen en los artículos siguientes, y los señalados en el párrafo 2. del Título I del Decreto con Fuerza
de Ley No. 338, de 6 de abril de 1960, sobre Estatuto Administrativo, cuando se tratare del ingreso a
la carrera.

Art. 251. Derogado.

Art. 252. Para ser juez de letras se requiere:


1º Ser chileno;
2º Tener el título de abogado, y
3º Haber cumplido satisfactoriamente el programa de formación para postulantes al Escalafón Primario
del Poder Judicial, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 284 bis.
Tratándose de abogados ajenos a la Administración de Justicia que postulen directamente al cargo de
juez de letras de comuna o agrupación de comunas, se requerirá que, además de los requisitos
establecidos precedentemente, hayan ejercido la profesión de abogado por un año, a lo menos.
Para ser juez de letras de capital de provincia o de asiento de Corte de Apelaciones se requerirá,
además, reunir los requisitos que se establecen en la letra b) del artículo 284.

Art. 253. Para ser ministro o fiscal judicial de Corte de Apelaciones se requiere:
1. Ser chileno;
2. Tener el título de abogado, y
3. Cumplir, tratándose de miembros del Escalafón Primario, con los requisitos que se establecen en la
letra a) del artículo 284, y haber probado el programa de perfeccionamiento profesional para ser
ministro de Corte de Apelaciones. En ningún caso podrá ser ministro de Corte de Apelaciones quien no
haya desempeñado, efectiva y continuadamente, la función de juez letrado, por un año a lo menos. Lo
anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 280.
Iguales requisitos se requerirán para ser designado secretario de la Corte Suprema.
Art. 254. Para ser ministro de Corte Suprema se requiere:
1. Ser chileno;
2. Tener el título de abogado;
3. Cumplir, tratándose de miembros del Escalafón Primario, con los requisitos que establece el artículo
283, y
4. Haber ejercido, tratándose de abogados ajenos al Poder Judicial, por a lo menos quince años la
profesión de abogado, sin perjuicio de cumplir con los requisitos señalados en los números 1 y 2. En

92
caso de tratarse de abogados que se hubieren retirado del Poder Judicial, deberán haberlo hecho
voluntariamente y con calificaciones para ser considerado en lista de méritos.

La ley 19.346, que creó la Academia Judicial dispone que aparte de los requisitos que establece el COT
para cada caso se debe cumplir además con el art. 12 de la ley, publicada en el D.O. el 18.11.94

Art. 12. La aprobación del programa de formación será requisito indispensable para ingresar al
Escalafón Primario del Poder Judicial, con la excepción indicada en el inciso segundo del artículo 8. Sólo
se podrá obviar este requisito en el evento que, en un segundo llamado a concurso para el mismo
cargo, no se presentaren oponentes que lo cumplan.

Fines de la Academia Judicial

1. formar aspirantes para incorporarse a la carrera judicial


2. ofrece cursos a todos los miembros del Pº Judicial para perfeccionarse

La ley establece además que el programa de perfeccionamiento debe ser gratuito y también la
duración de cada capacitación en los art 10 y 11 del mismo cuerpo legal

Art. 10. El programa de formación para ingresar a los cargos del Escalafón Primario del Poder Judicial
será gratuito. Los abogados no funcionarios que así lo soliciten y que ingresen al programa de
formación gozarán de una beca de estudio que fijará anualmente el Consejo Directivo, la que no podrá
exceder del equivalente al cincuenta por ciento de la remuneración líquida del último grado del
Escalafón al cual estarán habilitados para postular al aprobar el programa respectivo.

Los alumnos que sean miembros del Poder Judicial gozarán de una comisión de servicio mientras dure
el programa y podrán optar entre la beca que fije el Consejo Directivo conforme al inciso anterior y la
remuneración que corresponda al cargo del que sean titular. Durante el tiempo que dure el programa,
no estarán sujetos a la calificación que establece el artículo 273 del Código Orgánico de Tribunales; sin
embargo, se agregarán a su hoja de vida las evaluaciones y calificaciones finales de que hayan sido
objeto en el programa. El hecho de la reprobación será considerado como un desmérito importante.|

Los abogados ajenos a la Administración de Justicia que sigan el programa de formación para
postulantes al Escalafón Primario del Poder Judicial deberán devolver la totalidad de los dineros
recibidos por concepto de la beca a que se refiere el inciso segundo y la parte proporcional de los
costos del mismo si se retiraren voluntariamente antes de su conclusión, si son reprobados en éste o
si, habiéndolo aprobado, no postularen a cargos del Escalafón Primario del Poder Judicial dentro de los
dos años siguientes al de su egreso de la Academia. Para garantizar esta obligación, a su ingreso al
programa rendirán fianza suficiente u otra caución similar que determine el reglamento de la
institución.

Los miembros del Poder Judicial que sigan el programa deberán devolver la parte proporcional de sus
costos, si se retiraren voluntariamente antes de su conclusión, si son reprobados en éste o si,
habiéndolo aprobado, no postularen a cargos del Escalafón Primario del Poder Judicial dentro de los
dos años siguientes al de su egreso de la Academia.

Art. 11. La duración del programa de formación para postulantes al Escalafón Primario del Poder
Judicial será la que determine el Consejo Directivo, no pudiendo ser inferior a seis meses ni superior a
un año. Las actividades del programa estarán constituidas, al menos en sus dos terceras partes, por
prácticas, seminarios y talleres tendientes a proporcionar las destrezas y criterios propios de la función
judicial y del Ministerio Público, las que deberán desarrollarse con una participación activa del
postulante.
La academia judicial es una especialización dentro de la carrera

INSTALACIÓN DE LOS JUECES

Esta materia se encuentra entre los arts. 296 y 305.


1.-De la instalación de los jueces

Art. 296. Derogado.

Art. 297. Derogado.

Art. 298. Derogado.

Art. 299. Hecho el nombramiento de un juez por el Presidente de la República y expedido el


correspondiente título a favor del nombrado, prestará éste el juramento prevenido en los artículos
siguientes.

Art. 300. Los miembros de la Corte Suprema prestarán su juramento ante el presidente del mismo
tribunal.
Los de las Cortes de Apelaciones ante el presidente del respectivo tribunal.
Ante el mismo funcionario lo prestarán también los jueces de letras.

93
Art. 301. Los jueces podrán prestar su juramento ante otras autoridades gubernativas o judiciales que
las indicadas en el artículo anterior, siempre que el Presidente de la República, por consideraciones de
economía o de conveniencia para la prontitud de la administración de justicia, así lo ordenare.
En tal caso la autoridad que haya recibido el juramento dará lo más pronto posible el respectivo aviso
a la que, según dicho artículo, habría correspondido intervenir en la diligencia, remitiéndole lo obrado
para los fines del artículo 305.

Art. 302. Cuando un juez que ha prestado el juramento correspondiente fuere nombrado para un
puesto análogo al que desempeña, no será obligado a prestar nuevo juramento.

Art. 303. Tampoco serán obligados a prestar juramento los fiscales judiciales que, con arreglo a lo
establecido en el presente Código fueren llamados a integrar accidentalmente una Corte de
Apelaciones o la Corte Suprema.
Los abogados llamados a integrar una Corte de Apelaciones sólo prestarán juramento la primera vez
que entren a desempeñar este encargo; pero respecto de ellos, el juramento prestado en un tribunal
no se tomará en cuenta en otro, para el efecto de este artículo.

Art. 304. Todo juez prestará su juramento al tenor de la fórmula siguiente: "¿Juráis por Dios Nuestro
Señor y por estos Santos Evangelios que, en ejercicio de vuestro ministerio, guardaréis la Constitución
y las Leyes de la República ?" El interrogado responderá: "Sí juro"; y el magistrado que le toma el
juramento añadirá: "Si así lo hiciereis, Dios os ayude, y si no, os lo demande".

Art. 305. Prestado que sea el juramento, se hará constar la diligencia en el libro respectivo, y de ella
se dará testimonio al nombrado, el cual entrará inmediatamente en el ejercicio de sus funciones.
Este tema que implica el cumplimiento de formalidades, es importante por que a partir de ellas, el juez
queda legalmente habilitado para ejercer jurisdicción; no basta con el sólo Decreto del Presidente de la
República.
Instalación significa que hecho el nombramiento por el Presidente de la República y expedido el
título, el designado debe prestar juramento como juez, el cual se presta ante el Presidente de la
respectiva Corte, (si es de tribunal colegiado) y tratándose de los jueces de letras, el juramento se
hará ante el Presidente de la Corte de Apelaciones respectiva.
La ley autoriza a que el juramento se pueda realizar frente a otras autoridades Art. 301 COT, también
establece una fórmula específica, en al art. 304 COT, esta fórmula esta establecida por ley y es
independiente de las creencias del juramentado , cumplido el juramento debe dejarse constancia del
cumplimiento de la formalidad en el libro respectivo según el art.305 COT.

LOS HONORES Y PRERROGATIVAS


Art.306 al 309 del C.O.T

Art. 306. La Corte Suprema tendrá el tratamiento de Excelencia y las Cortes de Apelaciones el de
Señoría Ilustrísima.
Cada uno de los miembros de estos mismos tribunales y los jueces de letras tendrán tratamiento de
Señoría.

Art. 307. Los jueces ocuparán en las ceremonias públicas el lugar que les asigne, según su rango, el
reglamento respectivo.

Art. 308. Los jueces están exentos de toda obligación de servicio personal que las leyes impongan a
los ciudadanos chilenos.

Art. 309. Los jueces jubilados gozarán de los mismos honores y prerrogativas que los que se hallan
en actual servicio. 6. De las permutas y traslados

Se pueden definir como el tratamiento que se les debe dar a los magistrados judiciales en el ejercicio
de sus funciones, así como el orden de precedencia que debe dársele en los actos o ceremonias
oficiales.

TRATAMIENTO: Los magistrados deben recibir el tratamiento de Señoría, la Corte Suprema


Excelencia y el las Cortes de Apelaciones Señoría Ilustrísima.
HONORES: El orden de precedencia que deben tener en las ceremonias públicas. Existe el reglamento
de protocolo y establece el orden de prelación de las autoridades. (DS 150 del Ministerio de R.R.E.E.),
art.307 del C.O.T “Los jueces ocuparán en las ceremonias públicas el lugar que les asigne, según su
rango, el reglamento respectivo”.

PRERROGATIVAS: Derechos o privilegios que la ley reconoce a los jueces en razón de la función que
desempeña dentro de la comunidad.
Las prerrogativas son dos:
1. La inamovilidad: prerrogativa que apunta a garantizar a los jueces la tranquilidad en el ejercicio
de sus funciones.
2. La exención: El art. 308 del C.O.T dice “los jueces están exentos de toda obligación de servicio
personal que las leyes impongan a los ciudadanos chilenos”. Ejemplo, Servicio militar, vocal de
mesa, etc.

DEBERES Y PROHIBICIONES DE LOS JUECES

94
Los jueces están sometidos a un conjunto de deberes, obligaciones y prohibiciones que deben observar
tanto en el ejercicio de sus funciones como en su vida social y privada, pero que no apuntan a la forma
en que emitan sus decisiones jurisdiccionales.
Respecto de este tema, no se refiere a cómo deben fallar los asuntos, ya que estos se ven por
mecanismos recursivos.
El control corresponde al ejercicio de funciones disciplinarias de las atribuciones de los tribunales
superiores a los inferiores.

DEBERES: son cuatro

1. Deber de Residencia.
2. Deber de Asistencia.
3. Deber de observar una buena condición moral.
4. Deber de cumplir ciertas obligaciones en el desempeño de sus funciones, pero que no se refieren
a como deben fallar los asuntos sometidos a su conocimiento.

1.- DEBERES DE RESIDENCIA: El art. 311 del C.O.T dice “Los jueces están obligados a residir
constantemente en la ciudad o población donde tenga asiento el tribunal en que deban prestar sus
servicios”.

2.- DEBER DE ASISTENCIA: El art. 312 del C.O.T dice “Están igualmente obligados a asistir todos los
días a la sala de su despacho, y a permanecer en ellas desempeñando sus funciones durante cuatro
horas como mínimo cuando el despacho de causas estuviere al corriente, y de cinco horas, a lo menos,
cuando se hallare atrasado, sin perjuicio de lo que en virtud del Nº4 del artículo 96, establezca la Corte
Suprema”.
El deber de asistencia fue modificado por un auto acordado, que les impone cinco horas de
permanencia, de 9º a 14º horas.
Este mismo artículo establece además la facultad o deber del juez de constituirse una vez a lo menos
en lugares fuera de su asiento (jueces pedáneos).
El control de asistencia se lleva en un libro que mantiene el secretario de cada tribunal.
En los tribunales colegiados se lleva en las actas de instalación de las salas.

CESACIÓN DE ESTOS DOS DEBERES

Estos deberes cesan (art.313) durante los días feriados y también durante el feriado de vacaciones
(feriado judicial).
Feriado son los días que por ley se establecen como feriados, así como los Domingos; y el feriado
judicial va del 01 de Febrero hasta el primer día hábil de Marzo.
No obstante ello, quedan funcionando algunos tribunales durante el feriado judicial.
Este feriado no se aplica a los juzgados del crimen y tampoco rige para los tribunales civiles en cuanto
les corresponde conocer determinadas materias que la ley dispone que deben ser conocidas no
obstante el feriado, y aquellas materias en que el tribunal ha concedido habilitación de feriado
establecido en el art. 314 inciso 2º dice “Los jueces durante el feriado de vacaciones deberán conocer
de todas las cuestiones de jurisdicción voluntaria, de los juicios posesorios, de los asuntos a que se
refiere el Nº1 del artículo 680 del Código de Procedimiento Civil, de los juicios de alimentos, de los
juicios del trabajo y de los asuntos relativos a menores cuando les corresponda, de las medidas
prejudiciales y precautorias, de las gestiones a que dé lugar la notificación de protestos de cheques, de
los juicios ejecutivos hasta la traba de embargo inclusive, y de todas aquellas cuestiones, respecto de
las cuales se conceda especialmente habilitación de feriado. En todo caso, deberán admitirse a
tramitación de las demandas, de cualquiera naturaleza que ellas sean, para el solo efecto de su
notificación”.
Respecto de las primeras cuestiones los jueces igual deben conocer por ley.
Respecto a los segundos los conocen si conceden el conocimiento ellos mismos.
Sin embargo, su parte final dice “en todo caso”, este tema es por la prescripción.
El conocimiento de estos asuntos le corresponde al juez que quede de turno.

3.- DEBER DE OBSERVAR UNA BUENA CONDUCTA MORAL: La ley exige un buen comportamiento
en su vida privada. El art. 544 contempla conductas, así por ejemplo los Nº 4, 5 y 6 dicen “Cuando
por irregularidad de su conducta moral o por vicios que les hicieren desmerecer en el concepto público
comprometieren el decoro de su ministerio.
Cuando por gastos superiores a su fortuna, contrajeren deudas que dieren lugar a que se entablen
contra ellos demandas ejecutivas.
Cuando recomendaren a jueces o tribunales negocios pendientes en juicios contradictorios o causas
criminales.

4.- CUMPLIR CON CIERTAS OBLIGACIONES EN EL DESEMPEÑO DE SUS FUNCIONES, PERO


QUE NO SE REFIEREN A COMO DEBEN FALLAR LOS ASUNTOS: Así por ejemplo, el deber de
facilitar la publicidad de sus actuaciones (art.9 del C.O.T).
El art. 70 del C.P.C dice ”Todas las actuaciones necesarias para la formación del proceso se
practicarán por el tribunal que conozca de la causa, salvo los casos en que se encomienden
expresamente por la ley a los secretarios u otros ministros de fe, o en que se permita al tribunal
delegar sus funciones, o en que las actuaciones hayan de practicarse fuera del lugar en que se siga
el juicio”.
El deber de dictar las resoluciones dentro de determinados plazos, art.319 del C.O.T “Los jueces están
obligados a despachar los asuntos sometidos a su conocimiento en los plazos que fija la ley o con

95
toda la brevedad que las actuaciones de su ministerio les permitan, guardando en este despacho el
orden de la antigüedad de los asuntos, salvo cuando motivos graves y urgentes exijan que dicho
orden se altere”.
Practicar las visitas ordenadas por las leyes.
El deber de confeccionar estados y publicaciones.

PROHIBICIONES: Algunas dicen relación con el ejercicio de la abogacía, funciones judiciales mismas,
otras con la vida pública y otras con la adquisición de ciertos bienes.

1.- PROHIBICIÓN EJERCICIO ABOGACIA: A los jueces les está prohibido ejercer la abogacía, y
excepcionalmente pueden defender causas personales, cónyuges y parientes cercanos.
Así mismo también no pueden representar en juicio a otra persona (no pueden patrocinar ni
representar).
Tampoco pueden aceptar compromisos (constituirse en juez árbitro). Salvo casos excepcionales
art.317 “Prohíbese a los jueces letrados y a los Ministros de Tribunales Superiores de Justicia, aceptar
compromisos, excepto cuando el nombrado tuviere con alguna de las partes originariamente
interesadas en el litigio, algún vinculo de parentesco que autorice su implicancia o recusación”.

Viernes 5 de Octubre de 2001

2.- EN RELACION CON LAS FUNCIONES JUDICIALES, el art. 320 del C.O.T dice “Los jueces deben
abstenerse de expresar y aun de insinuar privadamente su juicio respecto de los negocios que por la
ley son llamados a fallar.
Deben igualmente abstenerse de dar oído a toda alegación que las partes, o terceras personas a
nombre o por influencia de ellas, intenten hacerles fuera del tribunal”.

En el inciso primero, si emiten opinión quedan inhabilitados y esto se relaciona también con las
implicancias y recusaciones, y con los arts. 195 Nº8 y 196 N°10.

El inciso segundo apunta a que los jueces deben tener cuidado en los “alegatos de pasillo”, de lo
contrario se arriesgan a una sanción.

3.- PROHIBICIÓN RELACIONADA CON LA VIDA PUBLICA: también la ley establece cierto
comportamiento a los magistrados judiciales.
El art.323 dispone “Se prohibe a los funcionarios judiciales.........”.

4.- PROHIBICIÓN RELACIONADA CON LA ADQUISICIÓN DE DETERMINADOS BIENES: El art.321


prohibe “Se prohibe a todo juez comprar o adquirir a cualquier título para sí, para su cónyuge o para
sus hijos las cosas o derechos que se litiguen en los juicios de que el conozca.
Se extiende esta prohibición a las cosas o derechos que han dejado de ser litigiosos, mientras no
hayan transcurrido cinco años desde el día en que dejaron de serlo; pero no comprende las
adquisiciones hechas a título de sucesión por causa de muerte, si el adquirente tuviere respecto del
difunto la calidad de heredero o ab intestato.
Todo acto de contravención a este artículo lleva consigo el vicio de la nulidad, sin perjuicio de las
penas a que, conforme al Código Penal, haya lugar”.
El código penal, en el art. 240 dispone “El empleado público que directa o indirectamente se
interesare en cualquiera clase de contrato u operación en que deba intervenir por razón de su cargo,
será castigado con las penas de reclusión menor en su grado medio, inhabilitación especial perpetua
para el cargo u oficio y multa del diez al cincuenta por ciento del valor del interés que hubiere tomado
en el negocio.
Esta disposición es aplicable a los peritos, árbitros y liquidadores comerciales respecto de los bienes o
cosa cuya tasación, adjudicación, partición o administración intervinieren, y a los guardadores y
albaceas tenedores de bienes respecto de los pertenecientes a sus pupilos y testamentarias.
Las mismas penas se impondrán a las personas relacionadas en este artículo, si en el negocio u
operación confiados a su cargo dieren interés a su cónyuge, a algunos de sus ascendientes o
descendientes legítimos por consanguinidad, a sus colaterales legítimos, por consanguinidad hasta el
tercer grado inclusive y por afinidad hasta el segundo también inclusive, a sus padres o hijos naturales
o ilegítimos reconocidos”.
A su vez hay que tener presente el art. 1798 del Código Civil, que dispone “Al empleado público se
prohibe comprar los bienes públicos o particulares que se vendan por su ministerio; y a los jueces,
abogados, procuradores o escribanos los bienes en cuyo litigio ha intervenido, y que se vendan a
consecuencia del litigio; aunque la venta se ha en pública subasta.”, y el art. 10 del Código Civil,
además dispone “Los actos que prohíbe la ley son nulos y de ningún valor; salvo en cuanto designe
expresamente otro efecto que el de nulidad para el caso de contravención”.
A su vez, conforme al art. 322 inciso 1º prohibe ”Los miembros de las Cortes de Apelaciones y los
jueces letrados en lo civil no pueden adquirir pertenencias mineras o una cuota en ellas dentro de su
respectivo territorio jurisdiccional”, esto no se prohíbe a los ministros de la Corte Suprema por que su
jurisdicción es de nivel nacional.

AUTORIDADES QUE DEBEN VELAR POR LA CONDUCTA


MINISTERIAL DE LOS JUECES

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1º A los tribunales superiores, (Corte Suprema y cortes de apelaciones).
2º Al Presidente de la República, el art.32 Nº15 de la constitución dispone “Velar por la conducta
ministerial de los jueces y demás empleados del Poder Judicial y requerir con tal objeto, a la Corte
Suprema para que, si procede, declare su mal comportamiento, o al ministerio público, para que
reclame medidas disciplinarias del tribunal competente, o para que, si hubiere mérito bastante, entable
la correspondiente acusación”.
3º Al Congreso Nacional, en virtud del juicio político.

RESPONSABILIDAD DE LOS JUECES

La responsabilidad constituye una de las bases de la administración de justicia, y se complementa con


la inamovilidad e independencia.
La responsabilidad de los jueces están consagradas en el art.79 de la Constitución Política, “Los jueces
son personalmente responsables por los delitos de cohecho, falta de observancia en materia sustancial
de las leyes que reglan el procedimiento, denegación y torcida administración de justicia y, en general,
de toda prevaricación en que incurran en el desempeño de sus funciones.
Tratándose de los miembros de la Corte Suprema, la ley determinará los casos y el modo de hacer
efectiva esta responsabilidad”.
A su vez el C.O.T entre los arts. 324 al 331 también se ocupa de este tema, parrafo VIII, título X.
El art. 13 del C.O.T también establece esta responsabilidad de los jueces, al disponer “Las decisiones
o decretos que los jueces expidan en los negocios de que conozcan no les impondrán responsabilidad
si no en los casos expresamente determinados por la ley”.
Significa que los jueces son responsables por su conducta común y corriente y además en el ejercicio
de sus funciones cuando incurren en un delito ministerial.
Los casos expresamente señalados por la ley están considerados en el art.324 del C.O.T inciso 1º “El
cohecho, la falta de observancia en materia sustancial de las leyes que reglan el procedimiento, la
denegación y la torcida administración de justicia y, en general, toda prevaricación o grave infracción
de cualquiera de los deberes que las leyes imponen a los jueces. Los deja sujeto al castigo que
corresponda según la naturaleza o gravedad del delito, con arreglo a lo establecido en el Código
Penal".
En materias de responsabilidad de los jueces en el ejercicio de sus funciones se distinguen tres clases:

1. Responsabilidad Disciplinaria.
2. Responsabilidad Política.
3. Responsabilidad Penal, a la cual va asociada una responsabilidad civil.

1.- RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA: es aquella responsabilidad que contraen cuando infringen


ciertas obligaciones que impone el ordenamiento jurídico y pueden ser sancionados por medidas del
art. 320 COT. Esta responsabilidad esta regulada por las normas que regulan las facultades
disciplinarias de los tribunales de justicia (art. 530 y siguientes del C.O.T). Estas facultades pueden ser
ejercidas a petición de parte (recurso de queja) o por los tribunales superiores por propia iniciativa.
Como ejemplo de medidas a imponer esta el art. 327 COT Y 80 CPE.

2.- RESPONSABILIDAD POLÍTICA: Previstas en los C.P.C, y que afecta a los miembros de los
tribunales superiores de justicia por notable abandono de funciones. Se hace efectiva por petición de
diputados, el art. 52 CPE Nº 2 letra C dice:

Art. 52.- Son atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputados:

Nº 2.- Declarar si han o no lugar las acusaciones que no menos de diez ni más de 20 de sus miembros
formulen en contra de las siguientes personas:

c) De los Magistrados de los Tribunales Superiores de Justicia y del Contralor General de la República,
por notable abandono de sus deberes.

También el art. 53 Nº 1 CPE dice:

Art. 53.- Son atribuciones exclusivas del Senado:

Nº 1.- Conocer de las acusaciones que la Cámara de diputados entable con arreglo al art. anterior.
El senado resolverá como jurado y se limitará a declarar si el acusado es o no culpable del delito,
infracción o abuso de poder que se le imputa.

3.- RESPONSABILIDAD PENAL: A partir de lo que establece el art.79 de la C.P.C dice: “Los jueces
son personalmente responsables por los delitos de cohecho, falta de observancia en materia sustancial
de las leyes que reglan el procedimiento, denegación y torcida administración de justicia y, en general,
de toda prevaricación en que incurran en el desempeño de sus funciones.

Tratándose de los miembros de la Corte Suprema, la ley determinará los casos y el modo de hacer
efectiva esta responsabilidad”.

El art. 79 CPE, está reforzado por el art. 324 del C.O.T, encontramos disposiciones en el Código Penal,
arts. 223 al 227 que se refieren a ciertos delitos específicos que pueden ser imputados a los jueces.

El art. 223 del Código Penal dispone “Los miembros de los tribunales de justicia colegiados o
unipersonales y los funcionarios que desempeñan el ministerio público, sufrirán las penas de

97
inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos, derechos políticos y profesiones
titulares y la de presidio o reclusión menor en cualquiera de sus grados:
1º Cuando a sabiendas fallaren contra ley expresa y vigente en causa criminal o civil.
2º Cuando por sí o por interpuesta persona admitan o convengan en admitir dádiva o regalo por hacer
o dejar de hacer algún acto de su cargo.
3º Cuando ejerciendo las funciones de su empleo o valiéndose del poder que éste les da, seduzcan o
soliciten a mujer procesado que litigue ante ellos”.

COHECHO: Es el hecho de aceptar un funcionario público una retribución no debida, entregada o


prometida, en consideración a actos de su oficio.

LA PREVARICACIÓN: Es la grave infracción del deber de aplicar la ley cometida por personas
especialmente designadas a ello.

Los arts.223 al 227 se refieren a los delitos de prevaricación y los arts. 248 al 251 se refiere al
cohecho. Estos son los llamados delitos ministeriales.
El inciso 2º del art.324 agrega que “Esta disposición no es aplicable a los miembros de la Corte
Suprema en lo relativo a la falta de observancia de las leyes que reglan el procedimiento ni en cuanto
a la denegación ni a la torcida administración de la justicia”, esta disposición exime de responsabilidad
penal por estas conductas a los miembros de la Corte Suprema.
Esto es discutible. Se supone que en períodos antiguos, se estimaba que la Corte Suprema de Justicia
merecía cierta consideración especial que implicaba que sus miembros fueran excluidos de la sanción
de ciertas conductas, por que esta estimaba finalmente cual debía ser el criterio de aplicación de las
disposiciones legales, y ello determinaba cuando se aplicaba una torcida administración de justicia.

Politoff se refiere a la inmunidad de los miembros de los miembros de la C.S al señalar que en el art.
79 CPE se contiene una FICCIÓN DE INFALIBILIDAD DE LOS MINISTROS DE LA CORTE SUPREMA. El
art.79 de la C.P.C dice: “Los jueces son personalmente responsables por los delitos de cohecho, falta
de observancia en materia sustancial de las leyes que reglan el procedimiento, denegación y torcida
administración de justicia y, en general, de toda prevaricación en que incurran en el desempeño de sus
funciones.

Tratándose de los miembros de la Corte Suprema, la ley determinará los casos y el modo de hacer
efectiva esta responsabilidad”.

En este contexto, Enrique Curi señala que esto equivale a establecer para estos magistrados una
inmunidad en estos delitos.

En la actualidad, todos los delitos son investigados por el Ministerio Público y primero son conocidos
por el Tribunal de Garantía y luego por el Tribunal Oral en lo Penal.

Por lo tanto, un ministro puede ser sometido a un proceso penal dirigido por un fiscal, el art. 18 dice
que el Fiscal Nacional puede dirigirla o encargarle a un fiscal regional cuando en el hecho este
involucrado una persona con calidad. Por lo tanto, no hay forma de justificar inmunidad de los
magistrados.

RESPONSABILIDAD CIVIL: puede ser perseguida por un proceso civil.

COHECHO: Es el hecho de aceptar un funcionario público una retribución no debida, entregada o


prometida, en consideración a actos de su oficio.

LA PREVARICACIÓN: Es la grave infracción del deber de aplicar la ley cometida por personas
especialmente designadas a ello.

El art.325 dispone “Todo juez delincuente será, además, civilmente responsable de los daños
estimables en dinero que con su delito hubiere irrogado a cualesquiera personas o corporaciones”.
Esto significa que si el delito que se le impute y compruebe se derivan consecuencias y perjuicios
civiles, contraen la correlativa responsabilidad civil.
El art. 327 dispone “La responsabilidad civil afecta solidariamente a todos los jueces que hubieren
cometido el delito o concurrido con su voto al hecho o procedimiento de que ella nace”.
Establece una responsabilidad solidaria cuando la conducta en que consista el delito hubiera sido
compartida por varios magistrados, y todos ellos serán solidariamente responsables por los perjuicios
civiles.
Siendo razonable que los jueces sean responsables en el ejercicio de sus funciones; tomando en
consideración que la naturaleza de la función judicial implica provocar “perjuicios” contra quien adopta
decisiones, los exponen a verse permanentemente atacados de actuar ilegítimamente y probablemente
en forma delictual, por ello es que la ley adopta ciertos resguardos a favor de los jueces para impedir
que cualquiera que se sienta perjudicado pueda interponer una acusación penal en su contra. En este
contexto, el Ordenamiento Jurídico pone una condición especial para deducir una acción contra el juez,
esta condición especial es la Querella de Capítulos.

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La querella de capítulos es un procedimiento especial mediante el cual un tribunal competente debe
calificar previamente la admisibilidad de los antecedentes sobre los que se basa la acusación que se
pretende entablar contra un juez. Esta autorización se hace antes del juicio.

Se deben cumplir primero ciertas condiciones:

1. Que la responsabilidad penal y civil de un juez no pueda hacerse efectiva en tanto no hubiere
finalizado el juicio, art.329 “No podrá hacerse efectiva la responsabilidad criminal o civil en contra de
un juez mientras no haya terminado por sentencia firme la causa o pleito en que se supone causado el
agravio”.

2.- El perjudicado debe haber reclamado en la oportunidad debida del agravio que denuncia, por medio
de los recursos que le confiere el ordenamiento jurídico, (art.330 del C.O.T).
Esto se denomina preparación del recurso, a propósito del recurso de casación en la forma.

3.- La acción destinada a perseguir la responsabilidad del juez prescribe a los seis meses desde que se
notifica la sentencia al reclamante (330 inc.2º).

4.- Debe haber una declaración previa de admisibilidad de la acción (Querella de Capítulos), que se
conoce como autorización previa para proceder contra una persona. Esto equivale a lo que para los
parlamentarios es el desafuero.

La querella de capítulos es un procedimiento especial mediante el cual un tribunal competente debe


calificar previamente la admisibilidad de los antecedentes sobre los que se basa la acusación que se
pretende entablar contra un juez. Esta autorización se hace antes del juicio.

La querella de capítulo tiene algunas características:

1. Es una especie de antejuicio que permite verificar previamente, si los antecedentes del actor son
suficientemente fundados como para ameritar poner al juez en situación de imputado penal.

2.- La querella no culmina con una sentencia de condena, si no que culmina con la sola declaración de
que hay lugar a la formación de causa en contra del juez. Es decir, con una declaración de
admisibilidad o no de la acusación que se anticipa.

La tramitación de la querella de capítulos, comienza con la petición de la parte afectada o


eventualmente por el fiscal judicial, el ministerio Público debe investigar y si se estima que hay
mérito, entonces interpone la querella de Capítulos ante la Corte de Apelaciones. En esta Querella
deben mencionarse los diversos “Capítulos” (delitos) que se pretenden imputar al juez. Si se acoge
esta querella, es decir, la Corte de Apelaciones dice que hay mérito, el juez queda suspendido de su
cargo y los antecedentes se envían al Juez de Garantía que cita a una audiencia de juicio oral

Por lo tanto, si la querella se acoge:


1.- El juez queda suspendido de sus funciones
2.- Se da inicio juicio penal

El tribunal competente para conocer la querella esta en los arts. 50, 51 y 53 del C.O.T.

El art. 331 señala “Ni en el caso de responsabilidad criminal ni en el caso de responsabilidad civil la
sentencia pronunciada en el juicio de responsabilidad alterará la sentencia firme”. Es decir, que en este
juicio criminal seguido contra el juez (prevaricación o cohecho), aun cuando ese juicio condene al juez,
la sentencia recaída en el juicio en el cual el juez cometió el delito no será alterada, se mantiene, en
virtud del principio de cosa juzgada. No obstante procede deducir recurso de revisión, regulado
tanto en el C.P.C, C.P.P y Código Procesal Penal, y su objetivo es anular las sentencias judiciales
obtenidas injustamente, y se entiende por tal, cuando entre otras causales ha sido obtenida por
cohecho o prevaricación por parte del juez que la dictó. La característica de este recurso es que
procede contra sentencias firmes. Este recurso de revisión tiene por objeto invalidar la sentencia
injusta y seguir un juicio nuevo cuando el juez ha cometido cohecho o prevaricación.

A modo de esquema de las etapas a seguir en estos casos, tenemos:

1º Querella de Capítulos.
2º Ganarla.
3º Responsabilidad Penal contra el juez.
4º Responsabilidad civil contra el juez.
5º Recurso de Revisión para ambos.
6º Seguir nuevo Juicio.

LA COSA JUZGADA ES INAMOVIBLE, SALVO EL CASO DE INTERPOSICIÓN DE UN RECURSO DE


REVISIÓN EN CONTRA DE UNA SENTENCIA DICTADA IRREGULARMENTE.

POR LO TANTO, LA COSA JUZGADA NO DA LA CERTEZA MÁS ABSOLUTA.

99
LOS TRIBUNALES ARBITRALES

Están tratados en el C.O.T entre los arts. 222 y 243, título IX, “De los Jueces Árbitros”.
Regula su estructura, y su procedimiento el C.P.C art. 628 al 666. Solo veremos la parte orgánica.
Cuando estudiamos los tribunales vimos que se clasifican en ordinarios, especiales y arbitrales.

El ordenamiento jurídico autoriza a los justiciables a sustraer cierta clase de conflictos al conocimiento
y resolución de los tribunales ordinarios, establecidos por el Estado, para someterlos al conocimiento y
fallo de ciertos tribunales denominados arbitrales.
Tribunales arbitrales son aquellos constituidos por jueces árbitros, definidos en el art. 222 “Se llaman
árbitros los jueces nombrados por las partes, o por la autoridad judicial en subsidio, para la resolución
de un asunto litigioso”.

A su vez, don Patricio Aylwin define al juicio arbitral como “aquel en que las partes concurren de
común acuerdo o por mandato del legislador y que se verifica en tribunales especiales distintos a los
establecidos permanentemente por el Estado, elegidos por los propios interesados o la autoridad
judicial en subsidio o por un tercero en determinadas situaciones”.
El arbitraje, o la existencia de tribunales arbitrales no sólo se aplica en el derecho civil, si no también
en el derecho internacional público y privado y derecho del trabajo.

El concepto del art. 222 no es completo, ya que si bien los jueces árbitros generalmente son
designados por las partes o la justicia ordinaria, también hay casos donde la ley autoriza que el juez
árbitro sea nombrado por el testador para que haga la distribución de la herencia. Si este no puede o
no quiere se aplican las normas generales.
En ciertos casos es la propia ley la que designa al árbitro, como por ejemplo en materia de seguros, la
ley dispone que debe resolver la Superintendencia de valores y seguros, en calidad de árbitro.

El fundamento de la justicia arbitral, que en virtud de este gran problema que enfrentan los países por
el gran volumen de causas que existen en los tribunales, aconseja que los ordenamientos jurídicos
contemplen mecanismos de solución alternativa de conflictos, aunque en Chile no es tan así y no en
otros países, por que estos son extra jurisdiccionales, por que sus soluciones no pueden ser
impuestas por la fuerza, y en Chile esta si es una vía de solución jurisdiccional, por que las decisiones
pueden ser impuestas en forma coactiva, sin necesidad de contar con una autorización de un órgano
judicial.
En otros países las sentencias judiciales deben ser homologadas por los tribunales de justicia, y ahí si
es forma alternativa de solución de conflicto.
Por ello, como el Estado no puede solucionar todas las causas, el Estado autoriza en que ciertos
conflictos puedan o deban ser llevados al conocimiento de particulares sin investidura para ejercer el
cargo de jueces, pero cumpliendo ciertos requisitos adquieren jurisdicción, y se facilita la solución de
los conflictos descomponiendo el trabajo de los tribunales establecidos por el Estado, y obteniendo una
solución más ágil y permitiendo que ciertas materias complejas sean conocidas y resueltas por
personas expertas, e incluso también es un beneficio la eventual reserva con que se sustancian estos
procesos, por que se tramitan en las oficinas del juez árbitro, y por ello es más privado.
Por todas estas ventajas, el Estado renuncia a esa facultad exclusiva de intervenir en los asuntos
litigiosos, y permite que esa función jurisdiccional sea ejercida por particulares.

Jueves 11 de Octubre de 2001

Los jueces árbitros cuya regulación en lo que se refiere a su estructura se encuentra en el art.222 del
C.O:T, sin perjuicios de las normas funcionales que se encuentran en el C.P.C.
Por regla general, los jueces son designados por las propias partes litigantes, pero que por razones de
conveniencia, el legislador les otorga la facultad de excluir, de sustraer ese asunto litigioso del
conocimiento de los Tribunales Ordinarios o Especiales y someterlos al conocimiento de un tribunal
arbitral, para que un juez de su confianza sea el que conozca y resuelva ese asunto.

La justicia arbitral actual hunde sus raíces en los orígenes de la actividad jurisdiccional.
En la antigüedad quien ejercía la función jurisdiccional, eran personas a quienes se les obedecía, se
les tenía por sabios, por justos, por honorables y en tal virtud las partes confiaban a su decisión la
suerte de los derechos que estaban comprometidos en ese conflicto.
Eran personas que efectivamente ejercían las autóritas, en términos de la concepción romana de
autoridad.
Los jueces de hoy, tienen autoridad por que la ley se las otorga por imposición del Ordenamiento
Jurídico, sus decisiones deben ser obedecidas, pero no siempre esas decisiones son reconocidas como
las más justas por venir de quien vienen.
De alguna manera en la justicia arbitral, hay un cierto reconocimiento a las condiciones personales que
tiene el árbitro designado por los litigantes y en ese sentido el Ordenamiento Jurídico y el Estado
reconociendo el Principio de la Autonomía de la Voluntad de las partes, les entrega la atribución de
decisión u optar entre someter al conocimiento de su decisión o someterlo a la justicia ordinaria.
El Estado renuncia a ejercer la función jurisdiccional en cuanto Estado para entregársela al ejercicio de
un particular.

ESTA RENUNCIA NO ES COMPLETA NI TOTAL:

NO ES COMPLETA, porque el Estado se reserva siempre para sí a través de los órganos


jurisdiccionales, la facultad de imperio.

100
Todo órgano jurisdiccional tiene facultad de imperio, que se traduce en el art.73 de la Constitución
Política y en el art.10 del C.O.T. de impartir órdenes directas a la fuerza pública para que se respeten y
hagan efectivas las decisiones que se hayan tomado.
No ocurre ello en los Tribunales Arbitrales, no obstante la regla señalada en el art.635 del C.P.C. que el
cumplimiento de las sentencias pronunciadas por los Tribunales Arbitrales podrán ser solicitadas al
mismo tribunal arbitral, cuando haya que ejercer la fuerza a través del uso de la fuerza socialmente
organizada, deberá recurrirse a un tribunal ordinario para que haga efectivo el mandato del tribunal
arbitral. No es una renuncia completa.

NO ES TOTAL, por que existen ciertas materias que no pueden ser sometidas al conocimiento de un
tribunal arbitral, son las materias que se denominan “DE ARBITRAJE PROHIBIDO”, cuestiones sobre las
cuales no pueden discutir en el marco de un tribunal arbitral si no que a través de un tribunal de
justicia, por ejemplo, asuntos penales.

EL JUICIO ARBITRAL, ese conocimiento contencioso sometido a un juez árbitro, es efectivamente un


juicio, por que el juez árbitro está nombrado para que conozca de un litigio, contienda jurídica actual,
contienda entre partes. Hay contienda por que hay intereses contrapuestos, tenemos aquí los tres
elementos constitutivos o presupuestos de un proceso.
Normalmente y por regla general, el juicio arbitral, tiene un origen contractual, en términos de que
PARA QUE SE ORIGINE UN JUICIO ARBITRAL es necesario que las partes convengan en someter ese
litigio a un juez árbitro.
EXCEPCIONALMENTE LA LEY ENTREGA CASOS QUE CIERTOS LITIGIOS DEBEN SER CONOCIDOS POR
UN TRIBUNAL ARBITRAL, materias de arbitraje forzoso u obligatorio.
Pero aún así sigue siendo contractual, aunque la ley lo imponga, por que le entrega a las partes la
facultad de que designen el juez árbitro (convención).
En cuanto que ES UN JUICIO QUE TIENE SU ORIGEN EN UNA CONVENCION, en un contrato, implica
que por un lado están las partes y, por el otro el tribunal, que contraen derechos y obligaciones.
En ese contrato una de las partes va a estar integrado por ambas partes litigantes, y la otra va a ser el
juez, la obligación contraída por el juez es sustanciar el juicio y resolver el asunto controvertido, y
correlativamente las partes van a asumir la obligación de remunerar al juez, por que es una justicia
privada.
Esto resulta en la medida que las partes decidan voluntariamente.
En las particiones de bienes de una herencia, que no se ponen de acuerdo los herederos, la ley dice
que lo debe hacer un juez partidor y las partes deben pagarle.

El art.222 del C:O:T “Se llaman árbitros los jueces nombrados por las partes, o por la autoridad en
subsidio, para la resolución de un asunto litigioso”. (de memoria)

Esta definición restringe el origen del nombramiento del juez a la convención de las partes o a la
decisión de la justicia ordinaria, esto es, que cuando las partes no logren ponerse de acuerdo, las
partes tendrán que dirigirse al juez que corresponda quien será el que designe el juez árbitro, que va a
resolver el juicio.
También el nombramiento de un juez árbitro puede provenir del testador, cuando alguien otorga un
testamento puede nombrarlo en él, la persona que se encargue de que cumpla y ejerza su última
voluntad (juez partidor).

Hay una situación especial en que es la ley la que define quien va a actuar como juez árbitro, así por
ejemplo: El D:F:L 251 sobre Compañía de Seguros, Sociedad Anónima y Bolsa de Comercio. La ley
designa quien debe ser el juez árbitro, esto se contrapone con otra idea que no está establecida en el
Ordenamiento Jurídico, y es que la designación del juez árbitro debe recaer en una persona natural.

CLASIFICACIÓN DE LOS JUECES ÁRBITROS: El art. 223 del COT clasifica los jueces árbitros (de
memoria). Definiciones de Árbitros de Derecho, Árbitros Arbitradores y Árbitro Mixto.

El art.223 dispone “El árbitro puede ser nombrado, o con la calidad de árbitro de derecho, o con la de
árbitro arbitrador o amigable componedor”

1.-ÁRBITRO DE DERECHO: El art.223 inciso 2º señala que “Fallará con arreglo a la ley y se
someterá, tanto en la tramitación como el pronunciamiento de la sentencia definitiva, a las reglas
establecidas para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida”.

2.-ÁRBITROS ARBITRADORES: El art. 223 inciso 3º señala “El arbitrador fallará obedeciendo a lo que
su prudencia y la equidad le dictaren, y no estará obligado a guardar en sus procedimientos y en su
fallo otras reglas que las que las partes hayan expresado en el acto constitutivo del compromiso, y si
éstas nada hubieren expresado, a las que se establecen para este caso en el Código de Procedimiento
Civil”.

3.- ÁRBITROS MIXTOS: El art. 223 inciso 4º dispone “Sin embargo en los casos en que la ley lo
permita, podrán concederse al árbitro de derecho facultades de arbitrador, en cuanto al procedimiento,
y limitarse al pronunciamiento de la sentencia definitiva la aplicación estricta de la ley”.

La ley cuando define cada una de las categorías de árbitros, distingue entre las facultades que tiene
por la substanciación y en la dictación de la sentencia.

101
EL ÁRBITRO ARBITRADOR, puede sustanciar el proceso y dictar sentencia en la forma que las
partes señalan como se va a tramitar ese proceso, y además, el arbitrador va a dictar sentencia de
acuerdo a lo que su prudencia y equidad le dictaren, no va a estar sometido el Juez Árbitro Arbitrador
a las soluciones que ofrezcan el derecho sustantivo, puede dar una solución distinta a lo que mande la
ley.

EL ÁRBITRO DE DERECHO, tanto en la tramitación como en la dictación de la sentencia y en el


procedimiento, debe someterse a las mismas disposiciones que la ley establece para los jueces
ordinarios, actúa y falla tal como lo haría un juez árbitro, pero la ley agrega “según la naturaleza de la
acción deducida”, es decir, si va a tener que someterlo a un procedimiento de mayor cuantía, a un
procedimiento sumario, etc.
EL ÁRBITRO MIXTO tramita como arbitrador y falla como juez ordinario.

MATERIAS EN RELACIÓN CON EL ARBITRAJE

Nuestro Código Orgánico de Tribunales distingue entre:

1. Materias de Arbitraje forzoso


2. Materias de Arbitraje Prohibido
3. Materias de Arbitraje Voluntario y Facultativo

1.- MATERIAS DE ARBITRAJE FORZOSO: Son aquellos conflictos jurídicos que necesariamente
deben ser sometidos a un juez árbitro. Esto implica que respecto de estas materias los jueces
ordinarios carecen de competencia, los que la tienen son los jueces árbitros que las partes designen.
El art. 227 del C.O.T dispone “Deben resolverse por árbitros los asuntos siguientes:
1º.-La liquidación de una sociedad conyugal o de una sociedad colectiva o en comandita civil, y la de
las comunidades;
2º.-La partición de bienes;
3º.-Las cuestiones a que diere lugar la presentación de la cuenta del gerente o del liquidador de las
sociedades comerciales y los demás juicios sobre cuentas;
4º.-Las diferencias que ocurrieren entre los socios de una sociedad anónima, o de una sociedad
colectiva o en comandita comercial, o entre los asociados de una partición, en el caso del art.415 del
Código de Comercio;
5º.-Los demás que determinen las leyes.
Pueden, sin embargo, los interesados resolver por sí mismos estos negocios, si todos ellos tienen la
libre disposición de sus bienes y concurren al acto, sin perjuicio de lo dispuesto en el art.645 del
C.P.C”.
Ejemplo, partición de bienes, liquidación de sociedad conyugal, deben ser resueltas por un juez árbitro.

El legislador contempla esta categoría de asuntos como de ARBITRAJE FORZOSO que impone el
arbitraje, por que esto es una cuestión de política legislativa.
Los criterios por lo cual el legislador impone que determinadas materias deben ser sometidas al
“Arbitraje Forzoso”, son aquellos que se mencionan como criterios que se conciben en la existencia de
esta modalidad de ejercicio de jurisdicción:
- la agilidad,
- la reserva de los asuntos que allí se discuten,
- la complejidad tanto respecto de la cuestión fáctica de que se trate, la complejidad jurídica que
pueda tener el conflicto, o
- la conveniencia de que las partes están en contacto con el árbitro, continuamente.

Los juicios arbitrales son juicios verbales.

2.- MATERIAS DE ARBITRAJE PROHIBIDO: Son cierto tipo de conflictos que también por una
decisión política legislativa, en algún momento el Estado decide que por alguna circunstancia debe ser
conocido por un juez designado por las partes, que no tenga un juez designado por el Estado.
Los arts. 229 y 230 del COT, se refieren a estas materias de arbitraje prohibido, y disponen:
Art. 229 “No podrán ser sometidas a la resolución de los árbitros las cuestiones que versen sobre
alimentos o sobre derecho de pedir separación de bienes entre marido y mujer”.
Art. 230 “Tampoco podrán someterse a la decisión de árbitro las causas criminales, las de policía
local, las que se susciten entre un representante legal y su representado, y aquellas en que debe ser
oído el ministerio público”.

Estos artículos se refieren a estas materias de arbitraje prohibido, como lo son los asuntos de carácter
penal, asuntos de policía local, cuestiones de alimentos, derecho a pedir separación de bienes, asuntos
no contenciosos, aquí no hay juicio, se trata de que en este tipo de materias sean tratadas por un juez
designado por el Estado, porque el legislador también ha establecido esta categoría de asuntos que no
pueden ser conocidos por un tribunal arbitral, por que la justicia arbitral descansa como regla general,
sobre la base de quien ejerce la función jurisdiccional es un particular de confianza de las partes
litigantes, y en las materias se encuentra comprometido el interés común no solamente el interés
particular de los interesados y apunta a proteger los derechos de personas que adolecen de cierta
incapacidad, por ejemplo, los asuntos que se susciten entre representante y representado.

Otro fundamento, radica en el mismo hecho de que las cuestiones que no pueden ser sometidas al
arbitraje son cuestiones que normalmente corresponden a derechos indisponibles o que se

102
encuentran fuera del comercio humano y por lo tanto, aparece como inconveniente que los
conflictos que se susciten sean sometidos a una persona que sea de la confianza de los litigantes.

Los demás asuntos que no están dentro de las materias de arbitraje forzoso y materias de arbitraje
prohibido, caen dentro de las materias de arbitraje voluntario y facultativo.
Por lo tanto, esos asuntos pueden, porque las partes así lo desean, ser sometidos a un juez árbitro, no
es obligatoria ni tampoco les está impedido, aquí opera toda su dimensión el principio de la autonomía
de la voluntad.

NOMBRAMIENTO DE LOS JUECES ARBITROS

I.- Hay que distinguir entre el nombramiento del juez árbitro y la constitución del
arbitraje. El árbitro se nombra y el arbitraje se constituye.
Para determinar como se constituye el arbitraje hay que distinguir entre:
arbitraje forzoso
arbitraje facultativo

1. ARBITRAJE FORZOSO: Por estar establecido, impuesto por el ordenamiento jurídico, las partes no
tienen escapatoria, la constitución se reduce a dos operaciones:
a. Al nombramiento del árbitro
b. A la aceptación de éste

2. ARBITRAJE FACULTATIVO: La constitución de arbitraje voluntario, a estos dos elementos, debe


agregarse como condición previa la convención, el acuerdo entre las partes para sustraer el
conocimiento del asunto o negocio de la justicia ordinaria a la justicia arbitral.

II.- Distinguir entre el compromiso y la cláusula compromisoria:

1. EL COMPROMISO: Es una convención por la que las partes sustraen determinados asuntos
litigiosos presentes o futuros al conocimiento de la jurisdicción ordinaria y los someten al fallo de un
árbitro que designan.

2. LA CLAUSULA COMPROMISORIA: Es una convención por la cual las partes sustraen


determinados asuntos litigiosos presente o futuros al conocimiento de la jurisdicción ordinaria y los
someten a juicio arbitral, obligándose a nombrar árbitros o árbitro en un acto posterior.

En la cláusula compromisoria lo único que hacen las partes es decir que cualquier dificultad que se
derive del presente contrato será conocido por un juez árbitro y después se verá su calidad.
Pero no se designa al juez árbitro porque es una cláusula eventual, porque las partes obviamente no
esperan que haya conflicto, pero en las escrituras de sociedad las partes estipulan una cláusula en la
cual deciden someter los conflictos a la decisión de un juez árbitro y lo designan.
En función del concepto de “compromiso” al juez árbitro se le denomina “compromisario”.

NOMBRAMIENTO DE LOS ARBITROS

Si el arbitraje se ha constituido por la ley, arbitraje forzoso, o viene dado por la estipulación
contractual, en virtud de una cláusula compromisoria, o por último, si se deriva de un compromiso, de
una estipulación de las partes, pero éste no puede o no quiere aceptar el cargo, debe obviamente
procederse al nombramiento.
Obviamente si el compromiso ha operado en toda su integridad, en el sentido de que se designó en él
y aceptó el cargo o ya ha sido designado por la ley o por el testador, no es necesario cumplir el trámite
del nombramiento

El nombramiento puede ser convencional o judicial

NOMBRAMIENTO CONVENCIONAL: Cuando las partes se ponen de acuerdo amistosamente


respecto de la persona que va a ejercer el cargo.

NOMBRAMIENTO JUDICIAL: Cuando las partes no logran ponerse de acuerdo y deben recurrir a la
justicia ordinaria para que cumpla este cometido, y esta lo designará.

Para que las partes puedan designar al juez árbitro, es necesario que el nombramiento sea por
unanimidad, todos deben estar de acuerdo.
El art. 232 dispone: “El nombramiento de los árbitros deberá hacerse con el consentimiento unánime
de todas las partes interesadas en el litigio sometido a su decisión.
En los casos en que no hubiere avenimiento entre las partes respecto de la persona en quien haya de
recaer el encargo, el nombramiento se hará por la justicia ordinaria, debiendo en tal caso recaer dicho
nombramiento en un solo individuo y diverso de los primeros indicados por cada parte; se procederá,
en lo demás, en la forma establecida en el Código de Procedimiento Civil para el nombramiento de
peritos”.

Asimismo, también se puede nombrar más de un juez árbitro, dependiendo de la complejidad y de lo


que estén dispuestos a gastar las partes.
Si las partes no pueden o no logran ponerse de acuerdo, deben recurrir a la justicia ordinaria, y para la
designación de un juez por la justicia ordinaria, el juez debe operar en los mismos términos que se lo

103
exige la designación de un perito (art. 232), regulado por el art. 414 al 416 del CPC, que se traduce en
que la parte interesada en que se designe perito, formula la solicitud al juez ordinario competente,
éste fija una audiencia a la cual cita a todos los interesados, y en esa audiencia el juez les requiere
para que intenten ponerse de acuerdo y propongan nombres, si no se logran poner de acuerdo, es el
juez quien resuelve con la limitación establecida en el art. 232. Cada parte debe nombrar 3 candidatos,
el juez toma en consideración a los dos primeros propuestos.
Sin perjuicio de que también el nombramiento puede tener su origen en la voluntad del testador, y si
esta persona no puede o no quiere, operarán estas reglas o por la ley.

CONTENIDO DEL INSTRUMENTO DEL NOMBRAMIENTO


El art. 234 del COT establece cual debe ser el contenido del documento en que se designa a un juez
árbitro.
Art. 234: “El nombramiento de árbitro deberá hacerse por escrito. En el instrumento en que se haga
el nombramiento de árbitro deberán expresarse:
1º el nombre y apellido de las partes litigantes
2º el nombre y apellido del árbitro nombrado
3º el asunto sometido al juicio arbitral
4º las facultades que se confieren al árbitro, y el lugar y tiempo en que deba desempeñar sus
funciones.

Faltando la expresión de cualquiera de los puntos indicados en los números 1, 2 y 3, no valdrá el


nombramiento”

Desde luego, este artículo establece expresamente que debe hacerse por escrito, además de la
formalidad que debe observarse:

1. Señalar el nombre y apellido de las partes litigantes. La cosa juzgada va a operar respecto de
aquellas partes individualizadas en este documento.
2. Debe mencionar la individualización del árbitro nombrado, nombre y apellidos.
3. El asunto sometido al juicio arbitral, las partes tienen que acotar sobre qué materias va a versar
el arbitraje.
4. Las facultades que se confieren al árbitro, el lugar y tiempo en que debe desempeñar sus
funciones.

Las facultades, indican si es árbitro de derecho, árbitro arbitrador o árbitro mixto.


La regla general es el árbitro de derecho, ante el silencio de las partes (art. 225 inciso 1º y 235 inciso
1º).

Para ser árbitro de derecho existe una limitante esencial, cual es que tiene que ser abogado.
Si se omite alguna de las tres menciones, entonces no valdrá el nombramiento (inc. Final art. 234), no
produce ningún efecto esa convención.
Si se omiten las otras menciones en cuanto a las facultades, se entiende que es árbitro de derecho.
Si no se señala el lugar en que se va a llevar adelante el arbitraje, ciudad de asiento de tribunal, se
entiende que es el lugar donde se celebra el compromiso, y tiene relevancia por:
Va a quedar determinado el lugar físico donde está el tribunal, donde tienen que ir las partes a los
comparendos.
Se va a determinar el tribunal superior que va a conocer de los recursos.

Si no se contiene plazo, la ley supletoriamente dispone que tiene plazo de dos años, que se cuentan
desde la aceptación del cargo por el árbitro (art. 235 inciso 3º).

FACULTADES: Cuando se acuerda un arbitraje, las partes lo hacen con la finalidad de que sea árbitro
arbitrador.
Pero para que se le otorguen esas facultades la ley exige la concurrencia de dos condiciones:
1.Que las partes sean mayores de edad.
2.Deben ser libres administradoras de sus bienes
Art. 224, in.1 “Sólo las partes mayores de edad y libres administradoras de sus bienes podrán dar a
los árbitros el carácter de arbitradores”.

Excepcionalmente, en casos calificados, la justicia ordinaria permite que a un árbitro se le den esas
facultades aún cuando entre los interesados haya incapaces.
Hecha la designación, convenido el nombre de la persona por acuerdo de las partes o nombramiento
de la justicia ordinaria o por el testador, es necesario que el árbitro acepte el cargo, aceptación que
puede ser expresa o tácita.
Pero previo a iniciar el ejercicio de sus funciones, debe jurar que va a desempeñar el cargo fielmente,
y debe hacerlo ante un ministro de fe (art. 236)
Art. 236 “El árbitro que acepta el cargo deberá declararlo así, y jurará desempeñarlo con la debida
fidelidad y en el menor tiempo posible”.

REQUISITOS PARA SER ARBITRO

La ley chilena es menos rigurosa en la imposición de los requisitos para que una persona pueda
desempeñar la calidad de juez árbitro, que los que impone para que sea designado como juez
ordinario, pone requisitos mínimos, básicos, a saber:

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la ley no lo dice, pero se desprende de las distintas designaciones, que debe tratarse de una persona
natural, no hace ninguna distinción, ni de nacionalidad, no establece esa condición ni de otra
naturaleza.
Exige ser mayor de edad. El art. 225 del COT lo establece, pero establece norma excepcional
respecto de los abogados, los cuales pueden ser árbitros aunque sean menores de edad.
Que tenga la libre disposición de sus bienes. Lo que se ha entendido respecto de esto, es que lo
que se requiere es que el árbitro tenga capacidad, sea una persona capaz, y hablamos de
capacidad de ejercicio, que es la que permite celebrar una convención, contraer obligaciones.
Jurídicamente, tener la libre disposición de bienes importa más que eso, es decir, la capacidad de
ejercicio. Por que no tiene la libre disposición de bienes el que ha sufrido embargo de sus bienes
o el que ha perdido crédito hipotecario o compró un auto y lo dejó en prenda.
Saber leer y escribir.

En relación con los árbitros de derecho, el requisito esencial es que sean abogados.

EXISTEN RESPECTO DE LOS ARBITROS CIERTAS INHABILIDADES:


No puede ser árbitro alguna de las partes.
Tampoco pueden serlo los jueces de letras, por que no pueden aceptar compromisos.
No pueden serlo los fiscales judiciales ni los notarios.

Viernes 12 de Octubre del 2001

PLURALIDAD DE ARBITROS

Señalado en los arts. 231, 233 Y 234 del COT y 630,631 y 641 del C.P.C

Art. 231: Pueden las partes, si obran de acuerdo, nombrar para la resolución de un litigio dos o más
árbitros.

Art. 233: En el caso de ser dos o más los árbitros nombrados, las partes podrán nombrar un tercero
que dirima las discordias que entre aquéllos puedan ocurrir.
Podrán, también, autorizar a los mismos árbitros para que nombren, en caso necesario, el tercero en
discordia.

Si hay discordia de votos, la ley autoriza a que se llame a un tercero en discordia, el cual puede
estar predefinido por los interesados, o bien las partes pueden facultar a los árbitros para que lo
designen, y este, mediante su opinión se sumará a uno de los votos dispersos para que haya mayoría
y se llegue a la sentencia. Esto implica que la sentencia debe ser dictada por mayoría.
Si no se logra obtener la mayoría, el C.O.T prevé en esta situación; que puede haber dispersión de
votos, esto es que cada uno tenga su propia opinión, no hay coincidencia entre ellos.
El C.O.T y el C.P.C establecen:

Art. 641 (798). Si son dos o más los arbitradores, deberán todos ellos concurrir al pronunciamiento de
la sentencia y a cualquier otro acto de substanciación, salvo que las partes acuerden otra cosa.
Cuando no haya acuerdo entre los arbitradores, se llamará al tercero, si lo hay; y la mayoría formará
resolución.
No pudiendo obtenerse mayoría en el pronunciamiento de la sentencia definitiva o de otra clase de
resoluciones, quedará sin efecto el compromiso si no puede deducirse apelación.
Habiendo lugar a este recurso, se elevarán los antecedentes a los arbitradores de segunda instancia,
para que resuelvan como estimen conveniente sobre la cuestión que motiva el desacuerdo.

Si las resoluciones del tribunal arbitral son apelables, el tribunal superior de segunda instancia tomará
cada opinión como una resolución distinta y debe pronunciarse sobre cada de una ellas.

Si la sentencia no es apelable, hay que hacer una nueva distinción; si el arbitraje es voluntario o
forzoso.

a)Si es voluntario queda el arbitraje sin efecto (termina el juicio), y las partes verán si lo someten,
a la justicia ordinaria.

b)Si es forzoso, las partes deben designar nuevo árbitro.(se inicia un nuevo juicio).

Respecto a los recursos: Las partes pueden renunciar a uno o todos los recursos que franquea el
ordenamiento jurídico.
La posibilidad de renunciar se da tanto en juicios arbitrales como en juicios ordinarios. (Si nada dicen
se entiende que no han renunciado).
Sin embargo, cuando se trata de un arbitraje sometido al conocimiento de un árbitro arbitrador, frente
al silencio esta regla se invierte, y ante el silencio se presume que las partes han renunciado a la
posibilidad de interponer recursos, salvo que las partes se hayan puesto de acuerdo que las
resoluciones serán susceptibles de recursos, o bien se han designado un árbitro para que conozca de
los recursos que se interpongan en ese juicio.
La posibilidad del recurso de apelación en los árbitros arbitradores se traduce en que las partes deben
necesariamente designar árbitro de segunda instancia.

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El art. 239 inciso 1º dice “Contra una sentencia arbitral se pueden interponer los recursos de
apelación y casación para ante el tribunal que habría conocido de ellos si se hubieran interpuesto en
juicio ordinario, a menos que las partes, siendo mayores de edad y libres administradoras de sus
bienes, hayan renunciado a dichos recursos, o sometidos también a arbitraje en el instrumento del
compromiso o en un acto posterior”. Es decir, esos recursos serán conocidos por las Cortes de
Apelaciones, por que ellos lo conocerían si se hubiera interpuesto en tribunales ordinarios, a menos
que las partes siendo mayores de edad hayan renunciado.

En el caso de arbitraje ante árbitro arbitrador, y que estos pueden fallar conforme a lo que la equidad
les dictare, la apelación puede ser conocida por otro tribunal arbitral, y no puede quedar sometido al
conocimiento de una Corte de Apelación.
El inciso 2º del art.239 dice “Sin embargo, el recurso de casación en el fondo no procederá en caso
alguna contra la sentencia de los arbitradores; y el de apelación sólo procederá contra dichas
sentencias cuando las partes, en el instrumento en que constituyen el compromiso, expresaren que se
reservan dicho recurso para ante otros árbitros del mismo carácter y designaren las personas que han
de desempeñar este cargo”.
Por lo tanto, como las Cortes de Apelaciones son tribunales de derecho, deben fallar conforme a
derecho, y por ello no deben conocer de estos recursos, por que los árbitros arbitradores fallan
conforme a la equidad.
En cuanto al recurso de casación en el fondo no procederá en caso alguno contra la sentencia de los
arbitradores, por que el criterio es el mismo, por que la casación en el fondo (art.767 del C.P.C) tiene
por objeto anular las sentencias con infracción de ley, y obviamente un tribunal arbitral está facultado
para fallar sin sujeción de ley.
Lo mismo ocurre con la agregación de instrumentos, aun cuando las partes no han dicho nada son
trámites esenciales.
Para que las partes puedan renunciar a los recursos, la condición es que sean mayores de edad y libres
administradores de sus bienes (art.239).

COMO TERMINA UN JUICIO ARBITRAL

La forma normal será SENTENCIA DEFINITIVA, la que debe cumplir con los requisitos del art. 170 del
C.P.C. si estamos frente a un arbitraje de derecho, o al art. 640 del C.P.C, si estamos frente a un
arbitro arbitrador o mixto.

En cuanto a la tramitación no solamente deben observarse en que las partes han determinado, si no
que también el contenido formal establecido por la ley.
El art. 640 CPC: dispone “La sentencia del arbitrador contendrá:
1º La designación de las partes litigantes;
2º La enunciación breve de las peticiones deducidas por el demandante;
3º La misma enunciación de la defensa alegada por el demandado;
4º Las razones de prudencia o de equidad que sirven de fundamento a la sentencia; y,
5º La decisión del asunto controvertido
La sentencia expresará, además, la fecha y el lugar en que se expide; llevará al pie la firma del
arbitrador, y será autorizada por un ministro de fe o por dos testigos en su efecto”.

El art.170 del C.P.C dice “Las sentencias definitivas de primera o de única instancia y las de segunda
que modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de otros tribunales, contendrán:
1º.-La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio;
2º.-La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y de sus
fundamentos;
3º.-Igual enunciación de las excepciones o defensas alegadas por el reo;
4º.-Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia;
5º.-La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los cuales
se pronuncia el fallo; y
6º.-La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender todas las acciones y
excepciones que se hayan hecho valer en el juicio; pero podrá emitirse la resolución de aquellas que
sean incompatibles con las aceptadas.
En igual forma deberán dictarse las sentencias definitivas de segunda instancia que confirmen sin
modificación las de primera cuando éstas no reúnen todos o algunos de los requisitos indicados en la
enunciación precedente.
Si la sentencia de primera instancia reúne estos requisitos, las de segunda que modifique o revoque no
necesita consignar la exposición de las circunstancias mencionadas en los números 1º, 2º,y 3º del
presente artículo y bastará referirse a ella”.

También hay otras formas anormales de terminar el juicio.

El art.240 del C.O.T dice “Los árbitros, una vez aceptado su encargo, quedan obligados a
desempeñarlo.

1º.-Si las partes ocurren de común acuerdo a la justicia ordinaria o a otros árbitros solicitando la
resolución del negocio;
2º.-Si fueren maltratados o injuriados por algunas de las partes;
3º.-Si contrajeren enfermedad que les impida seguir ejerciendo sus funciones, y
4º.-Si por cualquiera causa tuvieren que ausentarse del lugar donde se sigue el juicio”.

106
Por tanto, las partes pueden revocar este arbitraje, lo cual obviamente no será gratis, por que hay un
contrato.

1.- Revocación del encargo que las partes hacen al juez árbitro
2.- Por la discordia de los árbitros.
3.- Por la expiración del plazo, cuando este no fuere prorrogado.
4.- Por la renuncia del compromisario (árbitro), y podrá renunciar si fuere maltratado o injuriado por
alguna de las partes (art.240), y también por motivos personales.
5.- Por la muerte del compromisario.
6.- Por la declaración de nulidad del compromiso.
7.- Por la incapacidad sobreviniente del árbitro.
8.- Por la transacción.
AUXILIARES DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

Son aquellas personas que perteneciendo al orden judicial, o fuera de él, y previa investidura de la
autoridad competente, tienen la función de cooperar en el ejercicio de las potestades jurisdiccionales
del Estado.
Los auxiliares de la administración de la justicia están tratados en los títulos XI, XII y X “De los
auxiliares de la administración de justicia” y son:
1. Ministerio Público, hoy Fiscalía Judicial.
2. Defensores Públicos.
3. Relatores.
4. Secretarios.
5. Procuradores de Número.
6. Receptores.
7. Notario.
8. Conservadores.
9. Archiveros.
10. Asistentes Sociales judiciales.
11. Bibliotecarios Judiciales.
12. Administradores de Tribunales con Competencia en lo Criminal.
Solo estudiaremos los fiscales, defensores, notarios y administradores. Demás auxiliares estudiar por
Mario Casarino y COT.

1. FISCALIAS JUDICIALES (ANTIGUO MINISTERIO PUBLICO)

Art. 350 COT: “El Ministerio Público será ejercido por el fiscal de la Corte Suprema, que será el jefe del
servicio, y por los fiscales de las Cortes de Apelaciones.
Los oficiales del ministerio público están sujetos a las instrucciones que les imparta el jefe del servicio,
verbalmente o por escrito, en los casos que este funcionario considere necesario seguir un
procedimiento especial tendiente a uniformar la acción del referido ministerio.
Las funciones del ministerio público se limitarán a los negocios judiciales y a los de carácter
administrativo del Estado en que una ley requiera especialmente su intervención.
En el presente código sólo se trata de las judiciales”.

DEFINICIÓN: Función pública que se ejerce por personas que forman parte del orden judicial,
denominados Fiscales judiciales, y cuya misión es representar los intereses de la sociedad, instando
por la correcta aplicación de la ley, la mantención del orden público y de la conducta de los miembros
del poder judicial.

Por lo tanto, tiene dos objetivos esenciales:

Velar por la correcta aplicación del ordenamiento jurídico


Supervigilar el comportamiento de las funciones judiciales (Incluso los Ministros de Corte).

Están organizados como un servicio dentro del Poder Judicial, constituido por el Fiscal judicial de la
Corte Suprema, y por los Fiscales judiciales de las Cortes de Apelaciones.
Antiguamente integraban también los Promotores fiscales, que fueron eliminados en el año 1927, cuya
función era parecida a los Fiscales judiciales del crimen.

El jefe del servicio es el Fiscal judicial de la Corte Suprema, facultado además para impartir
instrucciones a los fiscales judiciales de la Corte de Apelaciones, ya sea en forma verbal o escrita, pero
que sea de carácter general cuando sea necesario mantener un criterio uniforme en el ejercicio de las
funciones que deben desempeñar los miembros de este servicio.
No están facultados para impartir instrucciones precisas acerca del modo en que los Fiscales deben
actuar para el caso en concreto.
Los fiscales judiciales son independientes de emitir opiniones en su materia.

Específicamente las funciones están en el art.350 inciso3º del C.O.T, que dice “Las funciones del
ministerio público se limitarán a los negocios judiciales y a los de carácter administrativo del Estado en
que una ley requiera especialmente su intervención”.

El art.353 dice “Corresponde especialmente al fiscal de la Corte Suprema de Justicia:


1º Vigilar por sí a los ministros o fiscales de las cortes de apelaciones, y por sí o por medio de
cualesquiera de los Fiscales de la Corte de Apelaciones la conducta funcionaria de los demás tribunales
y empleados del orden judicial, exceptuados los miembros de la Corte Suprema, y para el solo efecto

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de dar cuenta a este tribunal de las faltas o abusos o incorrecciones que notare, a fin que la requerida
Corte, si lo estima procedente, haga uso de las facultades correccionales, disciplinarias y económicas
que la Constitución y las leyes le confieren.
2º Vigilar, en la misma forma expresada, los establecimientos penales, correccionales o de detención
de la República, pudiendo hacer las presentaciones correspondientes a las autoridades respectivas,
según sea la materia que le haya merecido observaciones, y sin perjuicios de las administraciones
especiales que tienen a su cargo alguno de los expresados establecimientos, y
3º Transmitir y hacer cumplir al oficial del ministerio público que corresponda los requerimientos que el
Presidente de la República tenga a bien hacer con respecto a la conducta ministerial de los jueces y
demás empleados del Poder Judicial, para que reclame las medidas disciplinarias que correspondan,
del tribunal competente o para que, si hubiere mérito bastante, entable la correspondiente acusación.
Las funciones que corresponden al ministerio publico para los efectos del Nº4, del art.72 de la
Constitución Política serán ejercidas, por lo que hacen a medidas de carácter general, por el fiscal de la
Corte Suprema, y por lo que hace a medidas que afecten a funcionarios determinados del orden
judicial, por el fiscal de la respectiva Corte de Apelaciones”.

Esto en relación a supervigilar la conducta de los funcionarios judiciales.

En cuanto a facultades jurisdiccionales, el art.354 establece “El ministerio público obra, según la
naturaleza de los negocios, o como parte principal, o como tercero, o como auxiliar del juez”.

Entonces:
A-> ACTUA COMO PARTE PRINCIPAL: en aquellos procesos donde por ley se les asigna este deber.
Esto ocurre por ejemplo, en causas penales por crimen o simple delito de acción pública, (régimen
penal tradicional).

El problema es que como esas causas son conocidas en primera instancia por jueces de letras,
normalmente no se cumple esta función en primera instancia. Sí se cumple en la segunda instancia,
por que dentro del procedimiento del recurso de apelación en un juicio penal, las causas apeladas
deben ser conocidas e informadas por el fiscal, antes de que el tribunal conozca la causa.
(Esto es lo que determina en que los días en que las Cortes conocen de causas criminales, los fiscales
no pueden integrar las salas).
La parte más importante en cuanto a la intervención, está en el hecho de que emitan sus informes en
causas penales, no ocurre tanto así en las causas civiles.

B-> ACTÚAN COMO TERCEROS: cuando la ley dispone que debe ser oído el Fiscal.
Hay ciertos casos en que los juzgados de letras deben oír al Fiscal. Por ejemplo, el art. 54 del C.P.C.
que establece las notificaciones por avisos, dispone que para que esta notificación proceda, debe
previamente oírse al Ministerio Público.
El art.357 dice “Debe ser oído el ministerio público:
1°En los juicios criminales en que se ejercite la acción privada, exceptuando los de calumnia o injuria
inferidas a particulares;
2°En las contiendas de competencia suscitadas por razón de la materia de la cosa litigiosa o entre
tribunales que ejerzan jurisdicción de diferente clase;
3°En los juicios sobre responsabilidad civil de los jueces o de cualesquiera empleados públicos, por sus
actos ministeriales;
4°En los juicios sobre estado civil de alguna persona;
5°En los negocios que afecten los bienes de las corporaciones o fundaciones de derecho público,
siempre que el interés de las mismas conste del proceso o resulte de la naturaleza del negocio y cuyo
conocimiento corresponda al tribunal indicado en el artículo 50, y
6°En general, en todo negocio respecto del cual las leyes prescriban expresamente la audiencia o
intervención del ministerio público”.

La Corte Suprema ha declarado que en aquellas causas en que habiéndose dictado sentencia sin
haber oído a la Fiscalía, debiendo haber oído, debe ésta ser anulada (por casación en la forma).
Algunas características respecto de la independencia son:
El art.360 inciso 1º del C.O.T dice “El ministerio público es, en lo tocante al ejercicio de sus funciones
independiente de los Tribunales de Justicia, cerca de los cuales es llamado a ejercerlas”. Es decir,
la opinión del fical es independiente respecto de la opinión que puede tener la corte.
El art.361 inciso 1º del C.O.T faculta al fiscal para hacerse dar a conocer de los asuntos que estime
que compromete los intereses de la sociedad, que es su función esencial.
El art.361 dice “Pueden los oficiales del ministerio público hacerse dar conocimiento de cualesquiera
asuntos en que crea se hallan comprometidos los intereses cuya defensa les ha confiado la ley.
Requeridos los jueces por los oficiales del ministerio público, deberán hacerles pasar inmediatamente
el respectivo proceso, sin perjuicio del derecho de los interesados para reclamar, si lo estimaren
conveniente, contra la intervención de aquéllos.
Podrán, sin embargo, denegar esta remisión, cuando creyeron comprometer con ella el sigilo de
negocios que deben ser secretos”,

Art.362 dice “Los oficiales del ministerio público provocarán la acción de la justicia siempre que en
negocios de su incumbencia fueren requeridos por el gobierno, pero deberán hacerlo en la forma
establecida en el inciso 2° del artículo 360”.

El art.352 dispone además “Los fiscales gozan de la misma inamovilidad que los jueces, tienen el
tratamiento de Señoría y les es aplicable todo lo prevenido respecto de los honores y prerrogativas de
los jueces por los artículos 308 y 309”.

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Martes 16 de Octubre de 2001

DEFENSORES PÚBLICOS

Están regulados entre los arts 365 y 371 del C.O.T. Son los funcionarios encargados de representar
ante los tribunales de justicia los intereses de los incapaces (menores), de los ausentes y de las obras
pías o de beneficencia.
El ejercicio de sus atribuciones consiste en:
Actuar ante los tribunales en defensa de los intereses de aquellas personas, cuya representación y
defensa les encarga la ley, en los procesos que intervengan estas personas en calidad de
abogados.
Actuando como informantes o asesores auxiliares de los jueces en aquellos procesos en que estas
personas, tengan interés.
Su intervención en los procesos pueden hacerla a través de informes escritos o compareciendo a los
tribunales.

ORGANIZACIÓN: el art.365 del C.O.T dispone “Habrá por lo menos un defensor público en el territorio
jurisdiccional de cada juzgado de letras.
En las comunas de las provincias de Chacabuco y Santiago, con excepción de las comunas de San
Joaquín, La Granja, La Pintana, La Cisterna, San Ramón, San Miguel, El Bosque, Pedro Aguirre Cerda y
Lo Espejo, habrán dos defensores y se turnarán mensualmente en el ejercicio de sus funciones, para
determinar el turno se atenderá a la fecha de la primera providencia puesta en cada negocio, y se
contarán como uno solo los meses de Enero y Febrero”.

En algunos territorios puede haber más de un defensor, en función del volumen de asuntos que tengan
que atender.

DIFERENCIAS ENTRE LOS DEFENSORES PÚBLICOS Y


EL MINISTERIO PÚBLICO (fiscal judicial)

En cuanto a su organización los Defensores públicos no tienen una estructura orgánica establecida,
si no que cada uno actúan directamente ante los tribunales que se les designe, sin someterse a
autoridad alguna en el ejercicio de sus funciones, aunque están bajo la supervigilancia disciplinaria por
parte del juzgado de letras en que actúa, y a las Cortes de apelaciones y Corte Suprema.
En cambio los Fiscales Judiciales están estructurados bajo una organización jerárquica y sometidos a
la dirección superior del Fiscal Judicial de la Corte Suprema que es el Jefe de Servicio.

FUNCIONES: El Defensor público cumple una función tutelar de los derechos de las personas que le
señala el ordenamiento jurídico.
El Fiscal Judicial está encargado de tutelar la correcta aplicación de la ley en los procesos seguidos
ante los órganos jurisdiccionales, y le corresponde la representación del interés general de la
sociedad.

REMUNERACION: LA remuneración de los Defensores públicos está definida sobre la base de


aranceles de honorarios establecidos por la Corte Suprema, con excepción de Santiago y Valparaíso,
que tienen un ingreso fijo, perciben remuneración de los propios interesados.
Los Fiscales judiciales tienen un régimen de remuneraciones fija, solventado por el presupuesto del
un Poder judicial.

FUNCIONES ESPECÍFICAS DE LOS DEFENSORES PÚBLICOS

1.- Representar en los asuntos judiciales a quienes le señala la ley y que no cuenten con un abogado,
en aquellos casos en que el tribunal requiere esa intervención. Normalmente esta representación la
asume la Corporación de asistencia judicial, pero en estricto rigor, es función del defensor público.

(ausente: Todo aquel que no ha comparecido al órgano jurisdiccional a defender sus intereses).

2.- También cuando no les ha correspondido representar, en ciertos casos la ley indica que deben
emitir informes, relacionados con la cuestión debatida.
No solo se emiten en asuntos contenciosos, si no también en asuntos no contenciosos.
La ley dispone, en el art.368 del C.O.T “Toca al ministerio de los defensores públicos, sin perjuicio de
las facultades y derechos que las leyes conceden a los jueces y a otras personas, velar por el recto
desempeño de las funciones de los guardadores de los incapaces, de los curadores de bienes, de los
representantes legales de las fundaciones de beneficencia y de los encargados de la ejecución de obras
pías; y puede provocar la acción de la justicia en beneficio de estas personas y de estas obras, siempre
que lo estime conveniente al exacto desempeño de dichas funciones".

Por tanto, su función no sólo se refiere a intervenir en la defensa ni emitiendo informes, si no también
antes de que se inicie el proceso, verificar la calidad de esta persona, y podrían provocar la acción de
la justicia.

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3.- Subrogan, en ciertos casos, a los jueces de letras (art.213 del C.O.T).

EN CUANTO A LOS INFORMES: Pueden ser obligatorios o facultativos, cuando lo solicita el tribunal art.
366 del C.O.T “Debe ser oído el ministerio de los defensores públicos:
1º.-En los juicios que se susciten entre un representante legal y su representado;

2º.-En los actos de los incapaces o de sus representantes legales, de los curadores de bienes, de los
menores habilitados de edad, para los cuales actos exija la ley autorización o aprobación judicial, y
3º.-En general, en todo negocio respecto del cual las leyes prescriban expresamente la audiencia o
intervención del ministerio de los defensores públicos o de los parientes de los interesados”.

El art. 369 del C.O.T dice “Pueden los jueces oír al ministerio de los defensores públicos en los
negocios que interesen a los incapaces, a los ausentes, a las herencias yacentes, a los derechos de los
que están por nacer, a las personas jurídicas o a las obras pías, siempre que lo estimen conveniente”,
establecen una audiencia facultativa.

El art. 367 del C.O.T dispone “Puede el ministerio de los defensores públicos representar en asuntos
judiciales a los incapaces, a los ausentes, y a las fundaciones de beneficencia u obras pías, que no
tengan guardador, procurador o representante legal.
Siempre que el mandatario de un ausente cuyo paradero se ignore, careciere de facultades para
contestar nuevas demandas, asumirá la representación del ausente el defensor respectivo, mientras el
mandatario nombrado obtiene la habilitación de su propia personería o el nombramiento de un
apoderado especial para este efecto, conforme a lo previsto en el art.11 del Código de Procedimiento
Civil.
Puede, igualmente, ejercitar las acciones que las leyes conceden en favor de las personas u obras pías
expresadas en el inciso primero, ya competan contra el representante legal de las mismas, ya contra
otros.
En los casos de que se trata este artículo el honorario de los defensores públicos se determinará con
arreglo a lo prevenido en el art.2117 del Código Civil”. (Ver inciso 2°)

LOS NOTARIOS

Están definidos en el art. 399 del C.O.T “Los notarios son ministros de fe pública encargados de
autorizar y guardar en su archivo los instrumentos que ante ellos se otorgaren, de dar a las partes
interesadas los testimonios que pidieren, y de practicar las demás diligencias que la ley les
encomiende”.

Las características más importantes es que son Ministros de Fe Pública (también son ministros de fe
los secretarios de tribunales).
FUNCION PRINCIPAL: A los notarios les corresponde
autorizar y guardar los archivos de los instrumentos que se otorguen ante ellos, como las escrituras
públicas.
Pero también pueden guardar documentos que no han autorizado ellos, como por ejemplo la
protocolización.

ORGANIZACIÓN: El art. 400 dispone “En cada comuna o


agrupación de comunas que constituya territorio jurisdiccional de jueces de letras, habrá a lo menos
un notario.
En aquellos territorios jurisdiccionales formados por una agrupación de comunas, el Presidente de la
República, previo informe favorable de la Corte de Apelaciones respectiva, podrá crear nuevas notarías
disponiendo que los titulares establezcan sus oficios dentro del territorio de una comuna determinada.
Estos notarios podrán ejercer sus funciones dentro de todo el territorio del juzgado de letras en lo civil
que corresponda.
En aquellas comunas en que exista más de una notaría, el Presidente de la República asignará a cada
una de ellas una numeración correlativa, independientemente del nombre de quienes la sirvan.
Ningún notario podrá ejercer sus funciones fuera de su respectivo territorio”.

Esta exigencia legal se extiende también para el Presidente de la República que es el encargado de
designar a los Notarios, en aquellos casos que por población pueden nombrar más de uno, o un notario
que tenga asiento en distinta comuna de un territorio jurisdiccional.
Para que el Presidente de la República nombre más de un notario necesita un informe favorable de la
respectiva Corte de apelaciones.
El Notario designado para una determinada jurisdicción, sólo esta facultado, bajo sanción penal, para
ejercer sus funciones sólo en esa jurisdicción, la pena de reclusión menor en cualquiera de sus grados.
(Art. 440-442 COT)
También cumplen funciones de Notario, los Cónsules chilenos en el extranjero, y los oficiales del
Registro Civil donde no hay notarios, (por ejemplo, en Juan Fernández).

Las funciones específicas de los notarios están en el art.401, “Son funciones de los notarios:
1°Extender los instrumentos públicos con arreglo a las instrucciones que, de palabra o por escrito, les
dieren las partes otorgantes;
2°Levantar inventarios solemnes;
3°Protestar letras de cambio;
4°Notificar los traspasos de acciones y constituciones y notificaciones de prenda que se les solicitaren;

110
5°Asistir a las juntas generales de accionistas de sociedades anónimas, para los efectos que la ley o
reglamento de ellas lo exigieren;
6°En general, dar fe de los actos para que fueren requeridos y que no estuvieren expresamente
encomendados a otros funcionarios,
7°Guardar y conservar en riguroso orden cronológico los instrumentos que ante ellos se otorguen, en
forma de precaver todo extravío y hacer fácil y expedito su examen;
8°Dar a las partes interesadas los testimonios o certificados que pidan, de los actos que ante ellos se
celebren;
9°Facilitar a cualquiera persona que lo solicite, el examen de los instrumentos públicos que ante ellos
se otorguen, y
10°Las demás que les encomienden las leyes”.
La función más importante es la señalada en el número 1, y se refiere a las escrituras públicas.

LAS ESCRITURAS PÚBLICAS: se definen en el art. 403 del C.O.T “Escritura pública es el
instrumento público o auténtico otorgado con las solemnidades que fija esta ley, por el competente
notario, e incorporado en su protocolo o registro público”.
A esta definición hay que concordarla con el art. 1699 del Código Civil que señala: “Instrumento
público o auténtico es el autorizado con las solemnidades legales por el competente funcionario.
Otorgado ante escribano e incorporado en un protocolo o registro público, se llama Escritura Pública”.

Las escrituras públicas son una especie de instrumento público que se caracterizan por que en su
otorgamiento ha intervenido un notario, y por que esa escritura ha sido incorporada al protocolo (libro)
del notario.
Conforme a esto, para que una escritura sea considerada escritura pública, y produzca los efectos
jurídicos propios de la escritura pública y propios del contrato (por ejemplo, la compraventa de un
bien raíz), es necesario que cumpla con los siguientes requisitos:

1.- Que sea autorizada por un notario competente (designado para cumplir esa función en el territorio
jurisdiccional asignado). El hecho que el instrumento no haya sido otorgado ante Notario competente
le hace perder el carácter de público o auténtico, art.426 del C.O.T “No se considerará pública o
auténtica la escritura: 1° Que fuese autorizada por persona que no sea notario, o por notario
incompetente, suspendido o inhabilitado en forma legal”.

2.- Este instrumento se incorpora al protocolo que debe llevar todo notario, el art.429 (De los libros
que deben llevar los notarios) dice “Todo notario deberá llevar un protocolo, el que se formará
insertando las escrituras en el orden numérico que les haya correspondido en el repertorio.
A continuación de las escrituras se agregarán los documentos a que se refiere el art.415, también
conforme al orden numérico asignado en el repertorio.
Los protocolos deberán empastarse, a lo menos, cada dos meses, no pudiendo formarse cada libro con
más de quinientas fojas, incluidos los documentos protocolizados, que se agregarán al final en el
mismo orden del repertorio. Cada foja se numerará en su parte superior con letras y números.
En casos calificados, los notarios podrán solicitar de la Corte de Apelaciones respectiva autorización
para efectuar los empastes por períodos superiores, siempre que no excedan de un año.
Cada protocolo llevará, además, un índice de las escrituras y documentos protocolizados que contenga,
y en su confección se observará lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 431.
Se iniciará con un certificado del notario en que se exprese la fecha en que lo inicie, enunciación del
respectivo contrato o escritura y nombre de los otorgantes de la escritura con que principia.
Transcurrido dos meses, desde la fecha de cierre del protocolo, el notario certificará las escrituras que
hubieren quedado sin efecto por no haberse suscrito por todos los otorgantes. Este número de
escrituras y documentos que contiene y la enunciación de las que hayan quedado sin efecto”.

PROTOCOLO: Es un libro que se logra insertando con las distintas escrituras públicas que se otorgan
ante su titular. También se incorporan ciertos documentos que no son escrituras públicas, pero que
son protocolizados.
Los instrumentos que constituyen las escrituras públicas, constituyen el instrumento original de la
escritura, que se denomina MATRIZ. Luego, el notario otorga copias a las partes con las formalidades
que señala la ley, y estas son las que normalmente circulan fuera de la notaria ya que bajo ninguna
circunstancia puede salir el original de la Oficina del Notario.
Las escrituras deben ser empastadas cada dos meses, conformando el protocolo, pero no puede tener
más de quinientas fojas.
Cada protocolo debe iniciarse y cerrarse con un certificado del notario.
Transcurrido dos meses desde la fecha de la última escritura, el notario debe dejar sin efecto aquellas
que no hayan sido suscritas por todos los otorgantes.
Cada vez que cierran un protocolo deben certificar que escrituras dejan sin efecto por estos motivos.
Estas escrituras sin efecto, también pierden el carácter de escritura pública o auténtica.

Los protocolos no pueden ser sacados de la notaria, excepto por orden judicial, o por razón de fuerza
mayor art.435 del C.O.T dispone “Los protocolos y cualquier documento que se hubiere entregado al
notario bajo custodia en razón de su oficio, sólo podrán sacarse de sus oficinas por decreto judicial o
en casos de fuerza mayor.
Si se tratare de decreto judicial, el notario personalmente deberá ejecutarlo”.

Los protocolos que tengan más de un año desde la fecha del cierre, deben ser remitidos al archivero
judicial.
Dentro de los libros que deben llevar los notarios, está además el “Libro Indice”.

111
3.- LIBRO INDICE: Art. 431 COT dispone “El notario llevará un libro índice público, en el que anotará
las escrituras por orden alfabético de los otorgantes; y otro privado en el que anotará, en la misma
forma, los testamentos cerrados con indicación del lugar de su otorgamiento y del nombre y domicilio
de sus testigos.
El primero estará a disposición del público, debiendo exhibirlo a quien lo solicite y el segundo deberá
mantenerlo reservado, no teniendo obligación de exhibirlo, si no por decreto de juez competente o
ante una solicitud de un particular que acompañe el certificado de defunción que corresponda al
otorgante del testamento.
Los índices de escritura deberán ser hechos con el nombre de los otorgantes y si se tratare de
personas jurídicas, sucesiones u otra clase de comunidades bastará con anotar el nombre de éstas”.
Estos libros deben ser remitidos al archivero judicial cada 10 años.

Jueves 18 de Octubre de 2001

Continuando con los requisitos de las escrituras públicas.

3.- Que reúnan las solemnidades establecidas por la ley. La primera de ellas es:

a. Debe ser otorgada ante notario. Este debe estar presente al menos cuando se suscribe.
Antiguamente se exigía que concurrieran dos testigos instrumentales, que daban fe al contenido de la
escritura. (eliminado por la ley 18.181).

b. Debe ser firmada dentro de los 60 días siguientes a la anotación en el repertorio. De no completarse
por todos los otorgantes dentro del plazo, el notario deja sin efecto la escritura.

c. Si alguno de los otorgantes no supiere o no pudiere firmar, lo hará otro de los otorgantes en su
nombre, siempre que no tenga un interés contrapuesto, el que debe ser extraído de la misma
escritura, o debe firmar un tercero ajeno al contrato.

El otorgante que no pudo o no supo firmar, debe poner su impresión digital.

CONTENIDO: Debe tener el contenido del contrato que se trate. Además debe indicar:

a) El lugar y fecha de su otorgamiento. (art.405).


b) Individualización del notario.
c) Individualización de los otorgantes (nombre completo, nacionalidad, estado civil, profesión u oficio,
domicilio y cédula de identidad).
La identidad de un extranjero se hace por el pasaporte.
d) Deben ser escritas en castellano. Pero la ley autoriza que se empleen palabras en otro idioma,
siempre que sean de uso corriente o de una determinada ciencia o arte.
e) No pueden emplearse abreviaturas o cifras ni usos de signo corriente, (por ejemplo $, art, etc). Las
cifras deben expresarse en letras.
No obstante esta exigencia la impone el Código, en la práctica se han ido incorporando, pero el riesgo
es que pueda ser cuestionado, y en el evento que de origen a un juicio o quiera utilizarse como medio
de prueba , podría verse obstaculizado.

La ley se pone también en el caso si las escrituras son manuscritas, debe usarse una tinta indeleble.
El art.426 Nº5 dispone “Que en las firmas de las partes o del notario o en las escrituras manuscritas,
no se haya usado tinta fija, o de pasta indeleble”
La ley también autoriza que pueden ser impresas.

f) Las palabras interlineadas, enmendadas o sobrepasadas deben ser salvadas. En caso contrario, esa
palabra se tiene por no escrita.
g) Los notarios deben dar cumplimiento a las disposiciones y normas de carácter tributario.

El art. 413 inciso 3º establece que “Las escrituras de constitución, modificación, resciliación o
liquidación de sociedades conyugales, de partición de bienes, escrituras constitutivas de personalidad
jurídica, de asociaciones de canalistas, cooperativas, contratos de transacciones y contratos de emisión
de bonos de sociedades anónimas, sólo podrán ser extendidas en los protocolos notariales sobre la
base de minutas firmadas por algún abogado”.
Es decir, estos contratos o actos que se reflejan en una escritura pública, deben ser reducidas a
escritura pública sólo por minuta redactada y firmada por abogado, y el notario deja constancia de esa
situación.

LAS PROTOCOLIZACIONES

El art.415 inciso 1º dispone “Protocolización es el hecho de agregar un documento al final del registro
de un notario, a pedido de quien lo solicita”.
En el protocolo hay entonces, escrituras públicas y documentos protocolizados.
El art.415 inciso 2º de este artículo dispone “Para que la protocolización surta efecto legal deberá
dejarse constancia de ella en el libro repertorio el día que se presente el documento, en la forma
establecida en el artículo 430”.

Para que tenga efecto legal es necesario que se estampe una constancia en el repertorio señalando la
fecha en que se practicó la protocolización, identificando al solicitante.

112
Además en el repertorio debe consignarse el contenido y número de hojas del documento que se
protocoliza.
La protocolización se perfecciona:
Por la incorporación física del documento al protocolo del Notario.
La anotación o mención escrita en el repertorio.

El art.416 establece limitaciones “No pueden protocolizarse, ni en su protocolización producirá efecto


alguno, los documentos en que se consignen actos o contratos con causa u objeto ilícitos, salvo que lo
pidan personas distintas de los otorgantes o beneficiarios de ellos”.

La finalidad de las protocolización radica en:

Conservar el documento. Para seguridad.


Produce u otorga fecha cierta al documento.

El art.419 dispone “Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1703 del Código Civil la fecha de un
instrumento privado se contará respecto de terceros desde su anotación en el repertorio con arreglo al
presente Código”.

Esto importa por que los arts. 1703 CC y siguientes se refieren a los medios de prueba, y
particularmente la prueba instrumental (que es la más respetable).
Los instrumentos privados no tienen fuerza probatoria, no están protegidos por la presunción de
fidelidad, de tal manera que no sirven por sí solos para demostrar los hechos que dan cuenta, y no
sólo del contenido, si no que también la fecha.
Desde el momento que el instrumento privado se protocoliza se puede dar por cierta la fecha en que
fue otorgado el documento.

3.- Se les da el carácter público a los instrumentos señalados en el art.420.


Ejemplo: Mandatos otorgados en el extranjero.

4.- El documento sólo puede ser separado del protocolo en virtud de decreto judicial.

COPIAS DE ESCRITURAS PÚBLICAS

El original (matriz) no puede salir de la Notaria, de tal manera que cuando se otorga una Escritura
Pública es porque quieren usar ese documento, y para este efecto la ley establece que los notarios
deben otorgar copia de estas escrituras.
Son competentes para otorgarlas, tanto el notario autorizante, como el que le subrogue o le suceda
legalmente, o también es el archivero judicial cuando el protocolo llegue a su poder.

Las escrituras públicas tienen gran relevancia, además en el plano extrajudicial, por ejemplo, para un
estudio de títulos, licitación de alguna obra, y también para los efectos de su utilización como medio de
prueba en sede judicial, y también tiene importancia como título ejecutivo, lo que es muy relevante
porque una escritura pública que contempla una obligación puede ser invocada en un juicio.

El art.422 dispone “Las copias podrán ser manuscritas, dactilografiadas, impresas, fotocopiadas,
litografiadas o fotograbadas. En ellas deberá expresarse que son testimonio fiel de su original y
llevarán la fecha, la firma y sello del funcionario autorizante. El notario deberá otorgar tantas copias
cuantas se soliciten”.
Por lo tanto, están obligados a entregar el número de copias que se les soliciten y a cualquier persona
que las solicite.

LOS LIBROS

Recapitulando, fundamentalmente son tres:

El Libro Protocolo, que ya hemos visto (art.429).


El libro Repertorio, art. 430, inciso 1º dispone “Todo
notario llevará un libro repertorio de escrituras públicas y de documentos protocolizados en el que se
dará un número a cada uno de estos instrumentos por riguroso orden de presentación”.
Este libro es importante por que implica consignar en él un resumen de lo que ha ocurrido en la notaria
en un periodo determinado.
3. Los índices públicos y los índices privados, según se desprende el art.431. “El notario llevará un
libro índice público, en el que anotará por orden alfabético de los apellidos de los otorgantes las
escrituras que ante él se otorguen; y otro privado en que anotará los testamentos cerrados con
indicación del lugar de su otorgamiento y del nombre y domicilio de sus testigos.
El primero estará a disposición del público, debiendo exhibirlo a quien lo solicite y el último deberá
mantenerlo reservado, no teniendo obligación de exhibirlo, sino por decreto de juez competente o ante
una solicitud de un particular que acompañe el certificado de defunción que corresponda al
causante...”

LOS CONSERVADORES
(ARTS. 446 - 452)

113
Art.446 dispone “Son conservadores los ministros de fe encargados de los registros conservatorios de
bienes raíces, de comercio, de minas, de accionistas de sociedades propiamente mineras, de
asociaciones de canalistas, de prenda agraria, de prenda industrial, de especial de prenda y demás que
les encomienden las leyes”.
Los conservadores también son ministros de fe; son ciertas personas investidas por la autoridad
competente, con las facultades de registrar y mantener libros donde se dejan constancia de actos
jurídicos, cuya eficacia se encuentra supeditada al cumplimiento de dichas formalidades.
Aparte de los que menciona el art.466 existen otros registros, como el de naves y vehículos
motorizados.

ORGANIZACIÓN: Deben existir en cada territorio jurisdiccional de un juez de letras.


En aquellos territorios donde exista un solo notario, éste deberá asumir también las funciones de
Conservador, art.447.
En los lugares donde exista dos o más notarios y no se ha designado un conservador que lleve todos
los registros, uno deberá llevar el registro de bienes raíces y otro el registro de comercio. El primero
lleva los demás registros (art.448 inciso 1º).

En Santiago está dividida esta función, (art.449). Estos tres registros (mencionados en el 449), en los
demás lugares están en manos del conservador de bienes raíces.

FUNCIONES

1.- Inscribir los actos y contratos que las leyes ordenan, y


2.- Dar copias y certificados de estas inscripciones (ejemplo, hipoteca de un bien raíz, una constitución
de sociedad, la adjudicación de los bienes raíces, etc.).
El art.452 hace aplicable a los Conservadores todo lo que se diga en relación con los Notarios.

Martes 23 de Octubre de 2001

AUXILIARES DE LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA

Estamos haciendo referencia a los Administradores de los Tribunales con competencia en lo criminal,
última incorporación de funcionarios auxiliares de la Administración de Justicia, tendencia que se ha dado en
cuanto a la conveniencia de que los tribunales sean adecuadamente administrados en la técnica de la
administración de manera que no deban asumir estas funciones personas que no estén preparadas, como por
ejemplo, los jueces, que están preparados para otra función, cual es la función jurisdiccional.
Cuando esta pequeñas empresas no son administradas por personas idóneas o preparadas para tales
funciones, le resta de sus funciones primordiales, distrayéndolos de su función, que es la función
jurisdiccional. No pueden cumplir bien una función para la cual no están preparados ni tampoco aquella para
la que sí en realidad están preparados.
Por eso se creó esta figura de Administrador de los Tribunales, como una primera experiencia circunscrita
exclusivamente con competencia en lo criminal, es decir, los que se van creando con el nuevo sistema
procesal penal.
No existían en los tribunales civiles, ni en las Cortes respectivas. No existen como auxiliares de la
administración de justicia, no están reconocidos legalmente.
Estos administradores se incorporan a través de la Ley Nº 19.665, que modificó el COT, y el art. 398 bis
señala que los Administradores de los Tribunales con competencia en lo criminal son funcionarios encargados
de controlar la administración de los tribunales.
Significa que debe haber en cada juzgado de garantía y en cada tribunal de juicio oral en lo penal, un
administrador que cumpla las funciones establecidas en el art. 389 bis.
En general, corresponde a estos administradores:
Dirigir las labores administrativas.
Adquirir y abastecer al tribunal de materiales
Distribuir los casos a los jueces o a las salas que integran los respectivos tribunales conforme al
procedimiento objetivo establecido por el tribunal.
Llevar la contabilidad y cuenta corriente del tribunal
Confeccionar el presupuesto anual del tribunal

Para que estas pequeñas empresas sean eficientes, se trata de que sean manejadas en su gestión, por
personas capaces para ello.
(leer y conocer las demás funciones de los auxiliares de la administración de justicia).

LOS ABOGADOS

Están definidos en el COT, art. 520 (memorizarlo) “Los abogados son personas revestidas por la autoridad
competente de la facultad de defender ante los Tribunales de Justicia los derechos de las partes litigantes”.

Esta definición refleja cual es la esencia de la profesión de abogado.


LA RAE los define como: “Persona legalmente autorizada para defender en juicio, por escrito o de palabra,
los derechos e intereses de los litigantes y también para dictaminar sobre el derecho que se les consulta”.
En la historia han habido muchas personas que han cumplido funciones de abogado de los derechos de las
personas, desde los pueblos más antiguos.

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Normalmente se les encargaba esta función a los más sabios, a los más oradores, a los que tenían más
capacidad de elocuencia.
En períodos más evolucionados de la humanidad, se les encargaba a los que conocían el derecho.
En el antiguo Israel existían los “defensores caritativos”. Se dice que Jesús defiende a la mujer adúltera.
“Caritativo”, la actividad de defensa cumplida por estas personas era gratuita, es decir, era un honor para
quién era elegido ejercer esa actividad.
En Roma y en Grecia el reconocimiento que se hacía a los defensores era al de entregarle altas
funciones en la polis, en el Estado, de esa forma eran recompensados.
Luego, por una cosa estrictamente de mercado, comenzaron a recibir emolumentos, al comenzar a surgir
más conflictos, y las personas que habían no daban abasto para dar una solución adecuada y la forma de
incentivarlos es que se les comenzó a hacer regalos y obsequios, y la debilidad humana se empezó a adueñar
de estas personas virtuosas.
En Roma, por ejemplo, la función de abogado o su condición, se obtenía en virtud de los méritos que habían
mostrado los aspirantes, y estaba regulada por un número que debían realizar funciones, un número fijo, y
sólo cuando uno fallecía se podía acceder al cumplimiento de la función el aspirante que seguía. Se tenía
preferencia a los hijos de abogados.
En la Revolución Francesa, después, la profesión de abogado fue abolida, por que ellos pensaban que los
jueces no tenían más que aplicar la ley, eran boca muerta de la ley, pensaban que no se justificaba su
presencia. No eran importantes los jueces, no existían los recursos, estuvieron abolidos por más de 30 años.
En España, cuando inició su conquista en América, se prohibió su venida para no promover la litigiosidad del
pueblo “los abogados son los promovedores de los conflictos”.
Luego, esta profesión comienza a cobrar importancia en la medida que los Estados comienzan a crear
normas que son tan complejas y de gran dificultad que es necesario que existan personas preparadas para
trabajar con estos materiales que son las normas jurídicas, a fin de obtener las soluciones que el legislador
ha previsto para mantener una sociedad organizada y en paz.

La definición del artículo 520 del COT es una definición mezquina, que restringe la actividad del abogado, por
que los abogados están capacitados para intervenir en una serie de actividades del ser humano, que
excede su defensa de los derechos ante los tribunales de justicia.
De la definición de la RAE aparece que el abogado también cumple funciones de asesoría, de orientación
jurídica en materias especializadas como es el derecho, por que el derecho no es solamente las leyes, es
mucho más que los códigos, la Constitución, la costumbre y la doctrina, y todo va ilustrando las
soluciones que van a darse a los conflictos, y para prever o evitar que se produzca un conflicto a través
de la celebración de un buen contrato que le corresponde a los contratantes o de las soluciones que
debe dar el legislador. Debe hacerlo, tomando en consideración los principios generales del derecho,
cuando modificamos una ley saber además las implicancias de esas modificaciones, donde se produce
un cambio completo que hace necesario que se dicten una serie de leyes complementarias, para
modificar debía conocerse ellos, y quienes sino que el abogado.

Todo ello supone tener personas expertas, conocedores de esta realidad y no solamente de conocer las
leyes, los códigos, sino que todo lo que está detrás, lo que inspiran los códigos, las leyes, los principios.
Los abogados no solo están para asesorar, litigar, sino que para juzgar (jueces).

FUNCIONES QUE DEBEN CUMPLIR LOS ABOGADOS

La de patrocinar los asuntos contenciosos o no contenciosos que


se promuevan ante los tribunales de justicia. El art. 772 inciso 3º del CPC dispone “En uno y otro caso, el
recurso deberá ser patrocinado por abogado habilitado, que no sea procurador del número”.

EL PATROCINIO: Es el acto por el cual se le encarga a un abogado la defensa de los derechos del
interesado ante los tribunales de justicia.
Conduce técnicamente la defensa del interesado o del litigante. El abogado asume en su calidad de experto
en el ámbito jurídico. Asume la conducción del juicio.
La ley exige que todo asunto contencioso o no contencioso, civil o penal que se promueva ante los tribunales
de justicia, debe ser patrocinado por un abogado como una condición de garantía para los justiciables, por
que partiendo de la base que estamos en la clase de abogados que cumplen con su función, al legislador le
interesa que las personas accedan a los tribunales de justicia con personas dotadas de un conocimiento, y
eso corresponde a los abogados.
Esta idea de experto, es ser especialista en su materia, pues como el derecho es tan complejo, pone
trampas con un lenguaje especializado, y éste se expresa a través del idioma, y sabemos que las palabras
pueden significar muchas cosas, por ejemplo “acción”, en procesal tiene un significado y en civil otro.
El patrocinio de los abogados es indispensable, independientemente del resultado que se proyecte a los
interesados.

Les corresponde suscribir o firmar ciertos escritos específicos


para ser presentados ante los tribunales de justicia.

Por que nuestro ordenamiento jurídico exige que toda persona que accede a los tribunales de justicia en
calidad de parte o de interesado, debe ser patrocinado por abogado. Puede a su vez actuar ante los
tribunales de justicia a través de un mandatario, y en la práctica ese mandatario judicial, que es una
categoría distinta del mandato civil.

El mandatario judicial, es el que está facultado para hacer presentaciones a los tribunales, y suscribir los
escritos. Ellos son los que representan y pueden firmar, pero hay ciertos escritos que por su complejidad
jurídica deben ser firmados por un abogado, por ejemplo:
Que se interponga un Recurso de Casación (recurso más complejo desde el punto de vista jurídico que se
contempla en cualquier ordenamiento jurídico).

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 Art. 230 del CPC sobre informes de derecho, documento en el cual se deja constancia de un estado
específico de algún punto que esté siendo materia del debate que debe ser firmado por el abogado.
 La Querella de Capítulo, por que importa una acusación grave en contra de un juez. Art. 624 del CPP.
Recurso de Revisión en materia penal, art. 659 CPP.

Representar a las partes ante los tribunales de justicia.


Actividad que siempre debe ir asociada al patrocinio, facultad que implica para el representante de actuar
ante los tribunales de justicia a nombre del litigante.
Se trata de que esto importa una clara mediatez del interesado y el tribunal, por que se le pone una persona
adelante. Se produce en busca de la adecuada defensa de los derechos que debe tener todo litigante ante los
tribunales de justicia, considerando la complejidad que tiene el derecho, y aunque sea un simple estudiante
de derecho, por que éste va a estar mejor preparado que el litigante para actuar ante los tribunales de
justicia.
La ley establece que la representación, si bien ser ejercida por egresados de derecho, también está
prevista para los abogados, quienes pueden asumir tanto el patrocinio como de apoderado.
Un egresado de derecho no puede asumir el patrocinio, pero un abogado sí puede hacerlo.

Jueves 25 de Octubre de 2001

Según el art. 527 del C.O.T. deben realizar las defensas orales ante los tribunales colegiados;
Firmar ciertos escritos y minutas de escrituras públicas, (art.413 del C.O.T).

El título de abogado lo otorga la Corte Suprema de Justicia, a diferencia de otros títulos profesionales
que son otorgados por las Universidades reconocidas por el Estado.
A los abogados, la Universidad les otorga un grado académico: “Licenciado en Ciencias Jurídicas y
Sociales”, y el título de Abogado lo otorga la Corte Suprema.

El art. 521 del C.O.T dispone “El título de abogado será otorgado en audiencia pública por la Corte
Suprema reunida en tribunal pleno, previa comprobación y declaración de que el candidato reúne los
requisitos establecidos por los artículos 523 y 526”.

Los requisitos que se exigen son:


Tener 20 años, como mínimo ;
Tener el grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas otorgado por una Universidad, en conformidad a la
ley.
No haber sido condenado ni estar actualmente procesado por delito que merezca pena corporal, salvo
que se trate de delitos contra la seguridad interior del Estado;
Antecedentes de buena conducta;
La Corte Suprema podrá practicar las averiguaciones que estime necesarias acerca de los
antecedentes personales del postulante, y
Haber cumplido satisfactoriamente una práctica profesional por seis meses en las Corporaciones de
Asistencia Judicial a que se refiere la ley Nº 17.995, circunstancias que deberá acreditarse por el
Director general de la respectiva Corporación.
Un reglamento determinará los requisitos, forma y condiciones que deban cumplirse para que
dicha práctica sea aprobada.
La obligación establecida en el Nº5, se entenderá cumplida por los postulantes que sean funcionarios o
empleados del Poder Judicial o de los tribunales del trabajo, por el hecho de haber desempeñado sus
funciones durante cinco años, en las primeras cinco categorías del escalafón del personal de
empleados u oficiales de secretaria”.

No se podrá optar al título si se tiene la calidad de acusado.


Los antecedentes de buena conducta es una conducta social, dice relación con el comportamiento de
las personas sin que raye en la delincuencia, y la Corte Suprema exige un certificado de conducta que
se pide en la Universidad.
De hecho, la misma Corte puede practicar averiguaciones que estime necesarias respecto de los
antecedentes personales del postulante.
La práctica profesional también es un requisito para obtener el título de abogado.
La ley establece además dos requisitos para ejercer la profesión, son:
- Ser chileno (art.526)
- Estar al día en el pago de la patente municipal, contenido en el Decreto Ley Nº3637 del 10-03-
1981.

RESPONSABILIDAD DE LOS ABOGADOS

Este tema se puede analizar partiendo de la premisa del art.528 del C.O.T y dispone “El acto por el
cual una persona encomienda a un abogado la defensa de sus derechos en juicio, es un mandato que
se halla sujeto a las reglas establecidas en el Código Civil sobre los contratos de esta clase, salvo la
modificación establecida en el artículo siguiente”.
Es una excepción a las reglas del contrato del mandato del Código Civil.

Del contrato se derivan las responsabilidades penales y civiles. Además las responsabilidades
disciplinarias.

116
El art. 2116 del Código Civil define el mandato, diciendo “El mandato es un contrato en que una
persona confía la gestión de uno o más negocios a otra, que se hace cargo de ellas por cuenta y riesgo
de la primera.
La persona que confiere el encargo se llama Comitente o Mandante, y la que lo acepta, apoderado,
procurador, y en general, mandatario”.
El art. 2118 dispone “Los servicios de las profesiones y carreras que suponen largos estudios, o a que
está unida la facultad de representar y obligar a otra persona respecto de terceros, se sujetan a las
reglas del mandato”.
Este artículo es coherente con la norma del art.528 del C.O.T.
A partir de esta premisa, en que el vínculo del abogado con su cliente se rige por las normas del
mandato, hay responsabilidad civil, penal y profesional.

A -> HAY RESPONSABILIDAD CIVIL: Cuando deja de cumplir la función que contrajo con ocasión del
contrato celebrado con su cliente. Es decir, no realiza todas las gestiones que le ha encomendado su
mandato.

En Derecho Civil se distingue entre la responsabilidad de medio y la responsabilidad de resultado. Lo


que quiere decir, que quien contrae una responsabilidad de resultado, lo que está haciendo es
garantizar el resultado.
Por eso el abogado celebra con su cliente un contrato de medio, por que no puede asegurar el éxito del
juicio, no puede garantizar el resultado, pero podría haber negligencia por ejemplo, si se le pasan los
plazos.

El art. 2129 del C.C dispone “El mandatario responde hasta de la culpa leve en el cumplimiento de su
encargo.
Esta responsabilidad recae más estrictamente sobre el mandatario remunerado.
Por el contrario, si el mandatario ha manifestado repugnancia al encargo, y se ha visto en cierto modo
forzado a aceptarlo, cediendo a las instancias del mandante, será menos estricta la responsabilidad
que sobre él recaiga”.

La culpa leve es la culpa normal que implica el cuidado que debe tener un buen padre de familia.

B -> Responsabilidad Penal: El Código Penal tipifica ciertas conductas denominadas ministeriales,
propias y específicas de los abogados.
El art. 231 dispone “El abogado o procurador que con abuso malicioso de su oficio, perjudicare a su
cliente o descubriere sus secretos, será castigado según la gravedad del perjuicio que causare, con la
pena de suspensión en su grado mínimo a inhabilitación especial perpetua para el cargo o profesión y
multa de once a veinte sueldos vitales”.
El art. 232 del C. Penal dispone “El abogado que, teniendo la defensa actual de un pleito, patrocinare
a la vez a la parte contraria en el mismo negocio, sufrirá las penas de inhabilitación especial perpetua
para el ejercicio de la profesión y multa de once a veinte sueldos vitales”.

Esta figura no integra al procurador.


Doctrinalmente se dice que este patrocinio no se podría dar, por lo grosero de sus magnitudes, pero si
podría darse el hecho de que un abogado patrocine formalmente a una parte, y aconseje a la
contraria.

C -> RESPONSABILIDAD PROFESIONAL: Está asociada a infracciones a las normas de ética


profesional.
CONCEPTO: Esta responsabilidad se contrae cada vez que el abogado observa una conducta reñida con
las normas de dignidad, cultura y decoro propias y debidas de su profesión y específicamente aquellas
previstas en el Código de Etica Profesional.
Actualmente las infracciones en que pueden incurrir los abogados a este campo son conocidas y
resueltas por los tribunales ordinarios de justicia, y no sólo los abogados, si no que cualquier
profesional.
Antes, esta responsabilidad era conocida y resuelta por tribunales de ética profesional de los
respectivos colegios profesionales. Desde la eliminación éstos, la competencia recae en los tribunales
ordinarios, y son perjuicios de lo cual los Colegios Profesionales tenían alguna intervención, respecto
de los profesionales que voluntariamente se han incorporado a los colegios.
El Decreto Ley 3621 de 1981, que fija normas sobre colegios profesionales estableció que tendrán el
carácter de Asociaciones Gremiales.
El fundamento de incorporar este decreto ley al ordenamiento jurídico son:
La libertad de trabajo conlleva la libertad de asociación o desafiliación a cualquier organismo.
Los colegios que imponen una incorporación obligatoria es contrario a lo anterior.
Los colegios son Asociaciones Gremiales de profesionales y deben regirse por el Decreto Ley
respectivo.
Las facultades jurisdiccionales para dirimir conflictos pueden ser ejercidas por los tribunales de justicia.

Por tanto hay una desconfianza en el juzgamiento de los profesionales por sus pares respecto de su
conducta ética.
El art.3º derogó todas las disposiciones que regulaba la facultad de estos colegios.

El art.4º decía que contra los infractores se podría recurrir a los tribunales ordinarios de justicia, bajo
procedimiento sumario, se puede decidir peritaje y la sentencia no da pié a recursos, la sentencia no
da paso a indemnización, para esto debe iniciarse otro proceso.

Se dejó derogada la facultad de los colegios para fijar aranceles de honorarios.

117
De acuerdo con esto, la responsabilidad profesional es de competencia de los tribunales ordinarios de
justicia, y en juicios que estos puedan imponer, son los previstos en la ley orgánica del colegio
respectivo.

La Ley Orgánica Constitucional del colegio de abogados (4.808) establece:


Amonestaciones
Censura
Suspención por no más de seis meses
Cancelación del título

La materia será considerada como un asunto de carácter contencioso, y el procedimiento de esta


acción es el procedimiento sumario, relativamente más breve que el procedimiento ordinario.

Dentro de esto, el juez puede actuar de oficio, disponiendo la evacuación de informe de peritos.
La sentencia de este juicio produce el efecto de cosa juzgada para la eventual indemnización que se
pretenda perseguir posteriormente.

También el juez puede remitir los antecedentes al juzgado del crimen o la Fiscalía , para los efectos
que se inicie el proceso penal, cuando estime que la conducta profesional fuere constitutiva de delito.

Viernes 26 de Octubre de 2001

DERECHO PROCESAL FUNCIONAL

Hemos visto toda la doctrina del Derecho Procesal; derecho Procesal Orgánico; Reglas de
Competencia; los Magistrados Judiciales; Auxiliares de la Administración de Justicia y los Abogados.

El Acto Procesal, es la unidad básica que conforma el fenómeno procesal, el instrumento que establece
el derecho para que los conflictos jurídicos sean resueltos en forma ordenada, pacífica y con fuerza de
cosa juzgada. Esto como forma alternativa de soluciones autotutelares y autocompositivas.

El proceso es un conjunto de actos jurídicos procesales que se compone por una secuencia de actos,
que por sí mismos pueden ser analizados en forma autónoma, donde se distinguen distintas
categorías, como por ejemplo, las resoluciones judiciales, las notificaciones, la actividad probatoria,
conductas que desarrollan las partes litigantes como por ejemplo, los escritos de las partes, etc.

Todos se suceden alternadamente y con ciertos períodos de inactividad física material, por los plazos,
los que tienen importancia, plazos en donde los sujetos puedan realizar sus respectivas actividades
que conforman el proceso.

El derecho procesal funcional se preocupa precisamente de establecer los modelos a los


cuales deben ajustarse las acciones que se realizan en un proceso judicial.

La ley determina de que forma deben ejecutarse los Actos Procesales, y las partes y los jueces deben
someterse a esos modelos, como condición necesaria para que los actos procesales produzcan sus
efectos propios.

El incumplimiento de las formas procesales puede provocar su ineficacia, que es la invalidación de los
actos.
Por ejemplo, el art. 170 del C.P.C señala la forma que debe tener una sentencia definitiva, de manera
tal que si un juez no observa este modelo, incurre en una infracción que provoca la invalidación de la
sentencia.
El art.48 del C.P.C establece el modo de practicarse la notificación.
El art. 772 determina el contenido que debe tener un recurso de casación, etc.

DERECHO PROCESAL FUNCIONAL: Es el conjunto de normas, principios y preceptos legales que


determinan la forma en que las partes litigantes y los tribunales de justicia deben desplegar la
actividad destinada a ejecutar un proceso jurisdiccional.

DERECHO PROCESAL FUNCIONAL: Es el conjunto de normas jurídicas que regulan la forma en que
las personas deben hacer valer sus derechos ante los tribunales de justicia.

Todo esto está en el C.P.C, el cual data de principios del siglo XX, entra en vigencia el 01.03.1903, y
fue elaborado desde el último tercio del siglo XIX sobre la base de tendencias jurídicas procesales
vigentes en ese siglo, y que hasta hoy han cambiado en muchas formas.
Es un código inspirado en el principio dispositivo, de corte liberal, se le reconoce a las partes una
actuación preponderante por sobre la actuación que despliega el juez, y este queda reducido a la
calidad de un árbitro y sólo toma un rol protagónico en la dictación de la sentencia.

Con el correr del tiempo, con la tendencia que la ciencia jurídica procesal imponía, se otorgó a los
jueces más atribuciones.
Si bien el código respondía a estos principios, del siglo XIX, hoy más o menos aparecen desdibujados y
siguen evolucionando.

118
El modelo inspirador de nuestro C.P.C fue el Código de Enjuiciamiento Español de 1855 y modificado
en 1881, y que fue este último el que sirvió de modelo inspirador, y que ha sido recientemente
modificado en España, este año.

Respecto del nombre del C.P.C, podemos decir que en principio se llamo Ley de Enjuiciamiento civil, y
el legislador cambio Procedimiento por Enjuiciamiento, por que hay disposiciones que regulan los Actos
Procesales no Contenciosos, que no son juicios, donde no hay contienda jurídicamente, y como el
código contiene normas de procedimientos no contenciosos mal se podría llamar “Enjuiciamiento”.
Tiene cuatro libros y un título final.
Libro I “Disposiciones comunes a todo procedimiento” Art. 1 al 252
Libro II “Del Juicio Ordinario” art. 253 al 433
Libro III “De los Juicios Especiales” art. 434 al 816.
Libro IV “De los Actos judiciales No Contenciosos” art.817 al 925.

La estructura del C.P.C es importante por que el libro I que trata de disposiciones comunes a todo
proceso contienen un conjunto de disposiciones que son de aplicación común a todos los
procedimientos, y son suplentorias a los procedimientos especiales.
Se aplican también estas disposiciones no sólo a Procesos Civiles, si no por expresa disposición del
Código de Procedimiento Penal contienen una disposición en el art.43 que establece que son aplicables
a este código, las normas del I del C.P.C que no se contengan en este Código, al Código Procesal Penal
en el art.52 repite la misma idea.
Y contiene disposiciones (el libro I) relacionadas con la comparecencia en juicio, la manera de cómo se
forman los expedientes, las notificaciones, los incidentes, las resoluciones judiciales, el recurso de
apelación, la forma en que deben cumplirse las resoluciones judiciales, etc.
Luego, y dentro de este tema, en el libro II, se contienen las disposiciones que fijan la forma que debe
tramitarse el procedimiento ordinario, que es el procedimiento tipo, al que se remiten todos los
distintos tipos de procedimiento.

Hay disposiciones que expresamente se remiten al C.P.C. y también se pueden aplicar frente al silencio
de las otras normas, y así el art. 3º del C.P.C dispone “Los tribunales tienen, además, las facultades
consevadoras, disciplinarias y económicas que a cada uno de ellos se asignan en los respectivos títulos
de este Código”.

SUJETOS DEL PROCESO

El juez o el tribunal
Las partes litigantes

Ya vimos el sujeto tribunal. Veremos las partes.

Las partes se definen como todo aquel que interviene en un proceso jurisdiccional, formulando
pretensiones determinadas a ser acogidas por el órgano jurisdiccional.
Toda parte litigante tiene por función formular peticiones que serán satisfechas en la medida que el
tribunal las acoja. Esto implica que habrá una parte que vea frustrada sus pretensiones.
La expresión parte se emplea para designar a las personas, naturales o jurídicas que entablan una
demanda o que deben defenderse de una demanda.
Así, las partes son sujetos de la relación jurídica procesal, y que será la que constituya el objeto del
proceso jurisdiccional.
La Corte Suprema ha señalado que parte en cualquier gestión, es todo aquel que pide en su propio
interés la actuación de la ley, y en asuntos contenciosos lo es quien pide la actuación de la ley,
citándolo a juicio.

Chiovenda dice que parte es aquel que pide en nombre propio o en cuyo nombre se pide la actuación
de una voluntad de la ley y a quien frente a quien es pedida.

Algunos autores distinguen :


 Partes Materiales, son aquellas que aparecen interesadas en la relación sustantiva que
constituye el objeto del pleito.
 Partes Procesales, son aquellas que intervienen en su proceso con pretensiones en función de
una determinada relación sustantiva.

Para el proceso sólo importa la condición de parte procesal. Sólo basta que una persona natural o
jurídica, cumpliendo con las formalidades legales concurra a los tribunales para constituirse en parte
independientemente de si en la relación sustantiva que constituye el objeto del pleito, tiene además la
condición de parte.
En relación con la condición de parte, es necesario también tomar partido por algunas de las distintas
concepciones de la acción, particularmente entre doctrinas monistas, dualistas, abstractas y concretas,
por que sólo se puede entender la condición de parte en la medida en que se adhiera a la concepción
abstracta de la acción, porque esta no vincula el derecho sustantivo con la acción.
La acción puede ser ejercida por toda persona, independientemente de si tiene o no derechos, y
aparece separada de la relación jurídica material de la procesal.
Las partes puede ser una o muchas personas. El demandante puede ser una persona o varias
personas, al igual que el demandado.

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El demandante es aquella parte que toma la iniciativa frente al órgano jurisdiccional y requiere su
intervención para resolver el conflicto que le afecta. También se llama ejecutante (en el juicio
ejecutivo), querellante (en el juicio penal o en la querella de amparo).

El demandado es contra quien se ejerce la acción, y que interviene en el proceso en razón del
emplazamiento que se le ha formulado. También recibe el nombre de ejecutado o querellado, según
corresponda.

También se distingue:
Parte Directa
Parte Indirecta o Terceros
 Parte Principal o Directa: Interviene en el proceso desde el principio, en calidad de demandante o
de demandado.
 Parte Indirecta o Terceros: Teniendo interés en el resultado del juicio, adhieren a él con
posterioridad a su iniciación, en forma voluntaria, sosteniendo pretensiones compatibles, incompatibles
o independientes con las partes principales o directas.

LA CAPACIDAD
Desde un punto de vista del Derecho Procesal, podemos distinguir:
Capacidad para ser parte.
Capacidad procesal.

CAPACIDAD PARA SER PARTE: Corresponde a toda persona, atendida su condición de tal (en
derecho civil se conoce como capacidad de goce); es la idoneidad para ser sujeto de derecho. Ésta es
independientemente de la incapacidad absoluta o relativa.

CAPACIDAD PROCESAL: También se conoce como capacidad de ejercicio, y es la aptitud legal de


una persona para actuar válidamente ante un tribunal de justicia, sin intervención de un tercero que la
represente para la defensa de sus derechos.

La capacidad de las partes constituye uno de los presupuestos de validez del proceso.
El derecho procesal no regula el tema de la capacidad de las partes, asume la regulación el derecho
civil, y por tanto se concluye que como regla general, toda persona es capaz, excepto aquellas que la
ley declara incapaces (1446 y 1447 del Código Civil).
El Código Civil señala la manera en que la ley dispone suplir la incapacidad de los incapaces, quien los
representa ante los tribunales de justicia.
Siendo la capacidad un presupuesto procesal, la ley dispone mecanismos para reclamar la incapacidad,
para regularizar los procesos que puedan haberse visto afectados por la capacidad de una de las
partes (por medio de las excepciones dilatorias que se interponen en el inicio de la demanda).
El art. 303 que se refiere a esto, no contempla de manera expresa la alternativa opuesta (que el
demandado sea incapaz), pero el mismo artículo en el Nº 6 se plantea la posibilidad.
Otra fórmula para reclamar la incapacidad es a través de los incidentes de nulidad, o si se dan las
condiciones por la vía del recurso de casación en la forma.

LITIS CONSORCIO O PLURALIDAD DE PARTES

El art. 18 del CPC dispone “En un mismo juicio podrán intervenir como demandantes o demandados
varias personas siempre que se deduzca la misma acción, o acciones que emanen directa o
inmediatamente de un mismo hecho, o que se proceda conjuntamente por muchos o contra muchos en
los casos que autoriza la ley”.
La posibilidad de actuar en esta condición, constituye una facultad que la ley contempla para todos
aquellos que pueden ejercer una misma acción u oponer las mismas excepciones. No es obligatorio
que todos demanden conjuntamente, no es una exigencia, sino una facultad que otorga la ley para
favorecer la economía procesal para que en un mismo juicio se resuelvan acciones similares.

CUANDO PROCEDE:
Cuando se deduce la misma acción.
Cuando se deducen las mismas acciones que emanan directamente de un mismo hecho.
Cuando procede de muchos o contra muchos.

También se produce cuando adviene al juicio un tipo de terceros en calidad de coadyuvantes,


sosteniendo derechos armónicos con los que sostienen las partes principales (demandante o
demandado). Se constituye en un litisconsorte de ese demandante o ese demandado.
Si bien la ley autoriza a ejercer estas acciones conjuntamente, establece el deber de unificar la
personería o designar un procurador común.
El Código dispone que cuando actúan varios demandantes o demandados sosteniendo o ejerciendo la
mismas acciones o defensas, todos ellos deben unificar la personería o designar un procurador común,
para ser representados por uno solamente.
El art. 19 del CPC dispone “Si son dos o más las partes que entablan una demanda o gestión judicial y
deducen las mismas acciones, deberán obrar todas conjuntamente, constituyendo un solo mandatario.
La misma regla se aplicará a los demandados cuando sean dos o más y opongan idénticas excepciones
o defensas”.
La finalidad es la de facilitar la labor tanto del órgano jurisdiccional como la defensa de los derechos de
la parte contraria.

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La ley dispone en el art. 19 que esta es una exigencia, por lo tanto, ellos deben designar este
procurador común.
En este sentido, ya sea a petición de parte o de oficio, el tribunal puede imponer esta exigencia,
fijando un plazo para que procedan a esta designación.
El nombramiento de este procurador común podrá ser de común acuerdo, o bien el mismo tribunal a
falta de este.
El Código dispone además que este procurador está sometido a ciertas normas básicas que dentro de
lo posible debe someterse a las instrucciones y voluntad que le manifiesten las partes.
Este puede proceder por sí sólo, según se lo indique su prudencia.
Esta es una imposición que establece el ordenamiento jurídico para los casos en que hay varios
demandantes o demandados. La ley establece también que cualquiera de las partes que no se
conforme con la actuación de este procurador podrá separadamente ejercer las alegaciones. El art. 16
del CPC dispone “Cualquiera de las partes representadas por el procurador común que no se conforme
con el procedimiento adoptado por él, podrá separadamente hacer las alegaciones y rendir las pruebas
que estime conducentes, pero sin entorpecer la marcha regular del juicio y usando de los mismos
plazos concedidos al procurador común. Podrá, asimismo, solicitar dichos plazos o su ampliación, o
interponer los recursos a que haya lugar, tanto sobre las resoluciones que recaigan en estas
solicitudes, como sobre cualquiera sentencia interlocutoria o definitiva”.
LOS TERCEROS

Los terceros son aquellas personas, naturales o jurídicas que intervienen en un proceso judicial,
cuando consideran que en él aparece comprometido algún interés que lo afecte, en términos de que el
resultado de este juicio puede afectar su interés.
Advienen con posterioridad a su iniciación, y para incorporarse deben cumplir determinados requisitos
que establece la ley.
El fundamento de la tercería radica en la conveniencia de extender los efectos de la sentencia a la
mayor cantidad posible de personas que se encuentren comprometidas con el conflicto que se trata de
resolver.
Si se parte de la base del efecto relativo de la sentencia (art. 3º del Código Civil), obviamente que los
efectos de esa sentencia alcanzan a aquellas partes que intervienen en el juicio, sin que los efectos
puedan ser oponibles a ninguna persona que no participó en el juicio, y justamente para evitar esto, la
ley permite que esa persona se incorpore al juicio haciendo valer derechos de distinta naturaleza, pero
cuyo resultado se va a producir en que los efectos de la sentencia le serán oponibles.
Las tercerías están reguladas en los artículos 22 al 24 del CPC, que corresponden a las tercerías
comunes, para distinguirlas de otras tercerías previstas para el juicio ejecutivo (518 CPC). Sólo
veremos las tercerías comunes, del libro I, y que son aplicables a todo procedimiento, excepto a los
juicios ejecutivos por que en estos hay una modalidad específica de tercerías.
La tercería de los números 22 al 24 pueden ser de 3 clases, hay 3 tipos de terceros:
1.Terceros Coadyuvantes
2.Terceros Excluyentes
3.Terceros Independientes

TERCEROS COADYUVANTES: Son aquellos que intervienen voluntariamente en un juicio ya iniciado,


haciendo valer derechos compatibles con los alegados por alguna de las partes principales. Se puede
intervenir como tercero coadyuvante del demandante y del demandado.
El art. 23 del CPC dispone: “Los que, sin ser partes directas en el juicio, tengan interés actual en sus
resultados, podrán en cualquier estado de él intervenir como coadyuvantes, y tendrán en tal caso los
mismos derechos que concede el art. 16 a cada una de las partes representadas por un procurador
común, continuando el juicio en el estado en que se encuentre.
Se entenderá que hay interés actual siempre que exista comprometido un derecho y no una mera
expectativa, salvo que la ley autorice especialmente la intervención fuera de estos casos.
Si el interés invocado por el tercero es independiente de que corresponde en el juicio a las dos partes,
se observará lo dispuesto en el art. anterior”.
Es decir interés actual, y lo es cuando se compromete un derecho y no una mera expectativa.
Esta figura se da generalmente en relaciones jurídicas sustantivas de obligaciones solidarias, de
sujetos múltiples o cuando se dan situaciones de comunidades de hecho, legales, hereditarios.
Por ejemplo, se demanda a una persona por una deuda impaga, y comparece como coadyuvante el
codeudor solidario.

OPORTUNIDAD PARA INTERVENIR COMO TERCERO COADYUVANTE

La ley dispone que lo puede hacer en cualquier estado del juicio (primera o segunda instancia, o en el
recurso de casación, incluso podría intervenir interponiendo un recurso de apelación contra una
sentencia de primera instancia, aun cuando hasta ese momento no se hubiere intervenido, entra
directamente apelando, lo cual es muy discutible, por que para deducir un recurso es indispensable
sufrir un agravio).

Cuando se presenta un tercero a un juicio como coadyuvante, el tribunal antes de admitirlo como
parte, debe dar la oportunidad a los litigantes de su opinión respecto e su intervención. Por tanto, su
intervención inicia con una solicitud, y la otra parte podría oponerse, caso en el cual resuelve el
tribunal.
Una vez admitido un tercero coadyuvante, se le reconocen los mismos derechos que se establecen en
el art. 16 del CPC.
En principio, este debe unificar su personería con la parte cuyos derechos son compatibles, sin
perjuicio de que tiene derecho a seguir actuando en forma autónoma.

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A su vez, el tercero tiene como exigencia la de reconocer y aceptar el estado en que se encuentra el
juicio, debiendo comenzar a actuar desde que se autoriza su incorporación, y si actúa en forma
separada, debe hacerlo sin entorpecer la marcha normal del juicio.

TERCEROS EXCLUYENTES: Son los que intervienen en el juicio, haciendo valer pretensiones
incompatibles con la de las partes principales, lo que implica que su pretensión se contrapone a las
pretensiones tanto del demandante como del demandado, y se convierte en un demandante de ambas
partes principales, se forma una relación procesal diferente.
Por ejemplo, si se discute sobre la propiedad de una cosa, y comparece un tercero haciendo valer sus
propios derechos de dominio diciendo que no corresponde ni al demandante ni al demandado. Aquí no
es coadyuvante.
El art. 22 dispone “Si durante la secuela del juicio se presenta alguien reclamando sobre la cosa
litigada derechos incompatibles con los de las otras partes, admitirá el tribunal sus gestiones en la
forma establecida por el art. 16 y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su presentación,
continuando el juicio en el estado en que se encuentre.

OPORTUNIDAD PARA INTERVENIR COMO TERCERO EXCLUYENTE

En relación con la oportunidad, se ha dicho que no obstante poder intervenir durante la secuela del
juicio, atendida la naturaleza de la prestación sostenida por el excluyente no puede hacerla después
de la citación para oir sentencia.
Lo anterior por el art. 433 inciso 1º del CPC, que dispone “citadas las partes para oír sentencia, no se
admitirán escritos ni pruebas de ningún género”.
Aquí hay una diferencia con el tercero coadyuvante.
Tampoco se permite la posibilidad de que intervenga al momento de deducir un recurso, por que el
excluyente no ha intervenido en el juicio, y por lo tanto, mal puede sostenerse que ha sufrido algún
agravio.
Su intervención debe hacerse respetando todo lo obrado con anterioridad a su intervención.

El art. 16 del CPC se refiere a aquel caso en que existe pluralidad de partes, y todas actúan por un
procurador común, y contempla la facultad de estos litisconsortes para actuar por su propio
representante.
En relación con el tercero excluyente, el art. 16 dice relación con el derecho que este tiene a actuar en
forma autónoma, no necesita unificar personería.

TERCEROS INDEPENDIENTES: Son aquellos que intervienen en el juicio haciendo valer derechos
autónomos, distintos a los que alegan las partes principales.
Por ejemplo, se litiga el dominio de un predio agrícola, y comparece un tercero aduciendo que tenía
derecho a la cosecha de ese predio, independientemente de lo que discutan las partes. Su interés no
radica en entrar a la discusión acerca de lo que afecta a los litigantes, él tiene sus propios interés que
pueden verse afectados.
Los derechos de este independiente se igualan al tercero excluyente. Puede actuar
independientemente, en los términos del artículo 16.
Los terceros independientes están previstos en el art. 23 inciso 3º CPC “Si el interés provocado por el
tercero es independiente del que corresponde en el juicio a las dos partes, se observará lo dispuesto
en el artículo anterior”.
El art. 24 CPC contiene normas que sirven de fundamento a la institución de las tercerías, que dispone
“Las resoluciones que se dicten en los casos de los artículos anteriores producirán respecto de las
personas a quienes dichos artículos se refieren los mismos efectos que respecto de las partes
principales”.
Es decir, a través de las tercerías, el derecho busca permitir que las sentencias que se producen en los
procesos se hagan extensivas más allá de las partes principales que dieron origen al inicio del proceso.
La cosa juzgada produce efectos subjetivos a las personas que se constituyen en partes litigantes en el
proceso jurisdiccional, y el efecto sólo es oponible a quienes intervinieron, pero si actuó un tercero,
también lo afectará.

DEFENSA DE LOS INTERESES DIFUSOS

Dentro del tema o capítulo de las partes, veremos algo novedoso en Chile, que se refiere a la defensa
de los intereses difusos.
Este tema apunta a cierta clase de derechos que tenemos todos en general, pero que muchas veces,
como no son derechos que sean afectados directamente respecto de una persona determinada, o que
las personas no los reclaman ante los tribunales de justicia por que son despreciables en términos
económicos, y por eso quedan en la nebulosa, y los autores que infringen estos derechos quedan sin
recibir alguna sanción ni resarcir perjuicios, y esos derechos quedan sin ninguna tutela.
Por esto el derecho ha tenido que ir buscando la forma de atender estos requerimientos, y que importa
la necesidad de que el derecho establezca normas de orden sustantivo tendientes a tutelar estos
derechos.
También es importante que el derecho se ocupe desde el punto de vista de la función jurisdiccional, y
que no implique a los afectados soportar estos costos.

Por ejemplo, el art. 82 del Código Procesal del Perú, de 1990, se refiere al interés difuso, y que
corresponde al conjunto de personas respecto de bienes de indeterminado valor patrimonial, como el
medio ambiente, derechos del consumidor, y los temas relacionados con la defensa de bienes
culturales e históricos.

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El Código de Defensa del Consumidor del Brasil, en su art. 81, entiende que el interés o derechos
difusos son los trans individuales de naturaleza indivisible de que sean titulares personas
indeterminadas y ligadas por circunstancias de hecho.
Cualquiera podría ser el titular e la acción.
La Ley de Enjuiciamiento Civil Española, en el art. 11, dispone que sin perjuicio de la legitimación
individual de los perjudicados ......”
El nº 3 dice cuando los perjudicados son una pluralidad de individuos o de difícil determinación, la
titularidad corresponde a las asociaciones de usuarios.
En este tema de derechos difusos hay dos temas:
Legitimación para ejercer las acciones
Alcance de la cosa juzgada

 En el 1º, hemos dicho que si bien para ejercer una acción no


es necesario ser titular del derecho, a lo menos quien ejerce la acción debe invocar un derecho que le
este siendo violado.
La cuestión está en saber quien puede ejercer por ejemplo una acción destinada a defender el
patrimonio histórico o cultural del país.
Bajo un sistema de defensa con el tema regulado sí podrían darse estas facultades.
Alguna relación tiene con el ejercicio de la acción popular, donde cualquier persona tiene derecho a
iniciar la acción, como por ejemplo, una obra ruinosa.
En este caso no hablamos de acción popular, sino que de acciones o intereses que corresponden a
todos, pero a nadie, a personas indeterminadas, sin organización.
Por lo tanto, el primer problema que tenemos es la titularidad.
Para los españoles no es necesario que alguien sea socio para que sea representado por estas
organizaciones.
 El otro problema dice relación con la extensión de la cosa juzgada.
El efecto relativo de la sentencia (art. 3 del Código Civil) apunta a que los efectos afectan sólo a
quienes intervienen, pero esto no es una respuesta adecuada a lo que implica una sociedad de masa,
formada por todos los consumidores.
El art. 222 de la Ley de Enjuiciamiento española, que se refiere a la cosa juzgada material, el Nº 3
dispone que afectará a las partes del proceso en que se dicte, y a sus herederos, como a los sujetos no
litigantes de los derechos que fundamentan la legitimación de las partes conforme, a lo previsto en el
art. 11 de esta ley.
Esto se traduce en permitir que los beneficios que se obtienen de una sentencia pueden hacerse
extensivos a personas que no participaron en el litigio, pero que invocando esta sentencia pueden
beneficiarse de este fallo.
Este tema, comenzó a desarrollarse en los países anglosajones, los que son eminentemente prácticos,
no se enrollan en teorías, y lo hicieron a través de las class action, es decir, estas acciones que se
ejercían por ciertas personas en contra de determinadas empresas, y que las sentencias que se
pronunciaban eran aplicables a todos los que hubieren ejercido la acción, sin necesidad de demandar
de nuevo.
En nuestro sistema no puede conseguirse una indemnización sino por el ejercicio de la acción
jurisdiccional.
El tema de la class action comenzó por el trabajo que hizo un abogado norteamericano por un
problema en la General Motors, por un tipo de autos, e investigó y comprobó que había un problema
de diseño, y demandó a esta empresa y al final ganó, y las personas que ejercieron la acción debían
ser indemnizadas, pero después aparecieron todos los otros propietarios que también fueron
indemnizados, y por ello se creó esta class action.
El art. 15 de la Ley de Enjuiciamiento Civil española señala: “En los procesos por asociaciones ........
etc. ver apuntes que dará el profesor”.

LA COMPARECENCIA

Se vincula con el régimen jurídico que establece un determinado ordenamiento jurídico en una época
determinada.

REGIMEN DE COMPARECENCIA:

En los primeros tiempos, en el Derecho Romano, el régimen de comparecencia era de tipo personal,
las partes debían comparecer ante los magistrados.
Posteriormente con la evolución del derecho, comenzaron a aparecer ciertas personas, que dada su
condición natural de oradores era posible que cumplieran una labor que mejorara las alegaciones de
las partes interesadas, y así se comenzó a permitir que los litigantes pudieran actuar a través de estas
personas habilitadas y donde el sistema, el O. Jurídico permitía esta representación.
Hasta ese momento, el régimen de representación era voluntario.

Con el correr de los siglos comenzó a sufrir una mutación la concepción de la función jurisdiccional del
Estado y el rol del proceso jurisdiccional y en esa evolución en que comienza a concebirse como una
función social del proceso, le interesa a la sociedad toda que el proceso cumpla el objetivo de
encontrar una solución justa y donde las partes tengan las mismas opciones de ser escuchados, se
comenzó a imponer como exigencia de la ley que las personas se hicieran asistir por un representante,
o sea, por personas habilitadas y capacitadas.

La ley no permite que una parte litigante puede actuar validamente ante un proceso jurisdiccional sino
es asistida por un abogado. Pero aun así, dentro de esta idea, actualmente es posible encontrar
sistemas que de alguna manera comparte los regímenes que hemos ido mencionando.

123
Hoy en día, aun es posible encontrar diferentes sistemas en que está permitida la comparecencia
personal.
En nuestro país tenemos un régimen de comparecencia a través de un representante, pero también
admite la posibilidad de actuar por sí ante los tribunales.
Asimismo, también en el derecho comparado es posible encontrar modelos en que la comparecencia es
a través de un patrocinante y un apoderado.

En otros países, se encuentra un modelo en el cual ambas funciones pueden ser asumidas por una
misma persona, obviamente debe ser abogado y en algunos casos también se puede encontrar la
obligación en que ambas funciones sean ejercidas por la misma persona.

En nuestro país, el tema está regulado en el CPC, Título II Libro I, que se denomina De la
comparecencia en juicio, del artículo 4 al 16, y en la ley 18.120. (Apéndice CPC)

Art. 4. (5). Toda persona que deba comparecer en juicio a su propio nombre o como representante
legal de otra, deberá hacerlo en la forma que determine la ley.
Art. 5. (6). Si durante el juicio fallece alguna de las partes que obre por sí misma quedará suspenso
por este hecho el procedimiento, y se pondrá su estado en noticia de los herederos para que
comparezcan a hacer uso de su derecho en un plazo igual al de emplazamiento para contestar
demandas, que conceden los artículos 258 y 259.

Art. 6. (7). El que comparezca en juicio a nombre de otro, en desempeño de un mandato o en ejercicio
de un cargo que requiera especial nombramiento, deberá exhibir el título que acredite su
representación.
Para obrar como mandatario se considerará poder suficiente: 1 el constituido por escritura pública
otorgada ante notario o ante oficial del Registro Civil a quien la ley confiera esta facultad; 2 el que
conste de un acta extendida ante un juez de letras o ante un juez árbitro, y subscrita por todos los
otorgantes, y 3 el que conste de una declaración escrita del mandante, autorizada por el secretario del
tribunal que esté conociendo de la causa.
Podrá, sin embargo, admitirse la comparecencia al juicio de una persona que obre sin poder en
beneficio de otra, con tal que ofrezca garantía de que el interesado aprobará lo que se haya obrado en
su nombre. El tribunal, para aceptar la representación, calificará las circunstancias del caso y la
garantía ofrecida, y fijará un plazo para la ratificación del interesado.
Los agentes oficiosos deberán ser personas capacitadas para comparecer ante el respectivo tribunal,
en conformidad a la Ley Orgánica del Colegio de Abogados, o, en caso contrario, deberán hacerse
representar en la forma que esa misma ley establece.

Art. 7. (8). El poder para litigar se entenderá conferido para todo el juicio en que se presente, y aun
cuando no exprese las facultades que se conceden, autorizará al procurador para tomar parte, del
mismo modo que podría hacerlo el poderdante, en todos los trámites e incidentes del juicio y en todas
las cuestiones que por vía de reconvención se promuevan, hasta la ejecución completa de la sentencia
definitiva, salvo lo dispuesto en el artículo 4 o salvo que la ley exija intervención personal de la parte
misma. Las cláusulas en que se nieguen o en que se limiten las facultades expresadas, son nulas.
Podrá, asimismo, el procurador delegar el poder obligando al mandante, a menos que se le haya
negado esta facultad.
Sin embargo, no se entenderán concedidas al procurador, sin expresa mención, las facultades de
desistirse en primera instancia de la acción deducida, aceptar la demanda contraria, absolver
posiciones, renunciar los recursos o los términos legales, transigir, comprometer, otorgar a los árbitros
facultades de arbitradores, aprobar convenios y percibir.

Art. 8. (9). El gerente o administrador de sociedades civiles o comerciales, o el presidente de las


corporaciones o fundaciones con personalidad jurídica, se entenderán autorizados para litigar a nombre
de ellas con las facultades que expresa el inciso 1 del artículo anterior, no obstante cualquiera
limitación establecida en los estatutos o actos constitutivos de la sociedad o corporación.

Art. 9. (10). Si durante el curso del juicio termina por cualquiera causa el carácter con que una
persona representa por ministerio de la ley derechos ajenos, continuará no obstante la representación
y serán válidos los actos que ejecute, hasta la comparecencia de la parte representada, o hasta que
haya testimonio en el proceso de haberse notificado a ésta la cesación de la representación y el estado
del juicio. El representante deberá gestionar para que se practique esta diligencia dentro del plazo que
el tribunal designe, bajo pena de pagar una multa de un cuarto a un sueldo vital y de abonar los
perjuicios que resulten.

Art. 10 (11). Todo procurador legalmente constituido conservará su carácter de tal mientras en el
proceso no haya testimonio de la expiración de su mandato.
Si la causa de la expiración del mandato es la renuncia del procurador , estará obligado a ponerla en
conocimiento de su mandante , junto con el estado del juicio, y se entenderá vigente el poder hasta
que haya transcurrido el término de emplazamiento desde la notificación de la renuncia al mandante.

Art. 11 (12). Cuando se ausente de la República alguna persona dejando procurador autorizado para
obrar en juicio o encargado con poder general de administración, todo el que tenga interés en ello
podrá exigir que tome la representación del ausente dicho procurador, justificando que ha aceptado el
mandato expresamente o ha ejecutado una gestión cualquiera que importe aceptación.
Este derecho comprende aun la facultad de hacer notificar las nuevas demandas que se entablen
contra el ausente, entendiéndose autorizado el procurador para aceptar la notificación, a menos que se
establezca lo contrario de un modo expreso en el poder.

124
Si el poder para obrar en juicio se refiere a uno o más negocios determinados, sólo podrá hacerse
valer el derecho que menciona el inciso precedente respecto del negocio o negocios para los cuales se
ha conferido el mandato.

Art. 12 (13). En los casos de que trata el artículo 19, el procurador común será nombrado por acuerdo
de las partes a quienes haya de representar.
El nombramiento deberá hacerse dentro del término razonable que señale el tribunal.

Art. 13 (14). Si por omisión de todas las partes o por falta de avenimiento entre ellas no se hace el
nombramiento dentro del término indicado en el artículo anterior, lo hará el tribunal que conozca de la
causa, debiendo, en este caso, recaer el nombramiento en un procurador del número o en una de las
partes que haya concurrido.
Si la omisión es de alguna o algunas de las partes, el nombramiento hecho por la otra u otras valdrá
respecto de todas.

Art. 14 (15). Una vez hecho por las partes o por el tribunal el nombramiento de procurador común
podrá revocarse por acuerdo unánime de las mismas partes, o por el tribunal a petición de alguna de
ellas, si en este caso hay motivos que justifiquen la revocación.
Los procedimientos a que dé lugar esta medida se seguirán en cuaderno separado y no suspenderán el
curso del juicio.
Sea que se acuerde por las partes o que se decrete por el tribunal, la revocación no comenzará a
producir sus efectos mientras no quede constituido el nuevo procurador.

Art. 15 (16). El procurador común deberá ajustar, en lo posible, su procedimiento a las instrucciones y
a la voluntad de las partes que representa; y, en los casos en que éstas no estén de acuerdo, podrá
proceder por sí solo y como se lo aconseje la prudencia, teniendo siempre en mira la más fiel y
expedita ejecución del mandato.

Art. 16 (17). Cualquiera de las partes representadas por el procurador común que no se conforme con
el procedimiento adoptado por él, podrá separadamente hacer las alegaciones y rendir las pruebas que
estime conducentes, pero sin entorpecer la marcha regular del juicio y usando de los mismos plazos
concedidos al procurador común. Podrá, asimismo, solicitar dichos plazos o su ampliación, o interponer
los recursos a que haya lugar, tanto sobre las resoluciones que recaigan en estas solicitudes, como
sobre cualquiera sentencia interlocutoria o definitiva.

La ley 18120, se dicta como consecuencia de haber desaparecido la LOC del Colegio de Abogados.

La primera cuestión que cabe mencionar, se refiere a la denominación del Título II, y lo mismo ocurre
con el epígrafe de la ley 18120, lo cierto es que estas disposiciones no regulan exclusivamente el modo
bajo el cual deben comparecer las partes en un proceso jurisdiccional, si no también esta exigencia se
les impone a quienes tienen que actuar en actos judiciales no contenciosos.
Aquí hay un problema que el legislador debiere corregir en el epígrafe del título, indicando cuál es el
contenido del título.

El art. Nº4 de la ley Nº 18.120 dispone que toda persona que deba comparecer en juicio a su propio
nombre o como representante legal de otra, deberá hacerlo en la forma que determina la ley,
fundamentalmente la ley Nº 18.120.
En síntesis, los interesados o litigantes, deben comparecer ante los tribunales de justicia, patrocinados
por abogados y representados por una persona legalmente habilitada para hacerlo.
Excepcionalmente, la ley admite actuar personalmente sin necesidad de actuar representado o
patrocinado por abogado.
Es más, el Código Procesal Penal establece en el art. 102 el derecho que tiene todo imputado para
defenderse personalmente ante los Tribunales del Crimen, pero siempre supeditado a la decisión del
juez que si ve que está siendo perjudicado, puede disponer que esta persona sea defendida por un
profesional.
La necesidad de contar con asesoría jurídica, con todo lo que pueda ser criticable, y que la ley impone
a los litigantes, nuestro ordenamiento jurídico la ha elevado en la categoría de Derecho Esencial,
incluso lo contempla en el art. 19 Nº3 de la Constitución.
No sólo constituye una garantía para el interesado, si no que también una prerrogativa para los
abogados, en el sentido que nadie perturbe la actuación del abogado en los términos que la ley
autoriza.
Hay también ciertos casos en que la ley no sólo permite, si no que exige la comparecencia personal de
las partes litigantes, como por ejemplo, la confesión judicial de uno de los litigantes.
Si bien existe la posibilidad de delegar esta confesión, existe el derecho para la contraparte que la
confesión sea hecha directamente por el otro litigante.
Respecto de la conciliación, que tiene el objetivo de buscar solución por medio de un acuerdo directo
entre las partes, se traduce en que el juez cita a las partes litigantes y les propone bases de arreglo.
Pero como la ley exige que por regla general las partes litigantes actúen representadas, y en principio
comparecerán a estas audiencias sin representantes, eso es lo normal, pero muchas veces los jueces
captan que uno de los abogados no quiere una solución, o el juez se da cuenta que si intenta una
solución con los abogados puede fracasar, y por eso pide la comparecencia personal de las partes,
para lo cual está autorizado por la ley.

REGIMEN DE REPRESENTACIÓN EN CHILE

125
Representación no es lo mismo que patrocinio. La ejercen ciertas personas, cuyo objetivo es permitir
que el interés de la parte sea llevado ante el órgano jurisdiccional, a fin de que sea presentado en los
términos y formas correctas.
La ley dispone que cualquiera sea la naturaleza del negocio que conozca el órgano jurisdiccional (civil o
penal, ordinario, arbitral o especial), por regla generalísima todo litigante debe comparecer
representado por un representante, apoderado o procurador (sinónimos) y pueden ser: Art. 2º de la
ley 18.120.

1. Abogados habilitados para el ejercicio de la profesión.


2. Procuradores del número (art. 394 del C.O.T.).
3. Egresados de derecho de cualquier universidad autorizada por el Estado, hasta por tres años
después de su egreso.
4. Estudiantes de derecho de tercer año para arriba, de cualquier
universidad autorizada por el Estado.
5. Los egresados de derecho que estén cumpliendo con su práctica profesional necesaria para
obtener el título de abogado, en la Corporación de Asistencia Judicial, no importa la época de su
egreso.
El mismo artículo se pone en dos situaciones:

a. El caso de los exhortos. Cuando se remite un exhorto de un lugar a otro, y se faculta a una
persona para que los represente ante el tribunal exhortado, este representante debe estar
legalmente habilitado para actuar en juicio.
b. Cuando se otorga mandato judicial. Si el mandatario no fuere abogado o no estuviera
habilitado para representar, debe ejercer su mandato, comenzando por designar a un abogado.

El mandatario, apoderado o procurador, conserva la representación desde que se constituye el


mandato, y consta en el proceso esta constitución del mandato, y en tanto no conste la extinción o
expiración de este mandato.
Esto implica responsabilidad para el mandatario, lo que se mantiene mientras no haya expiración del
mandato.

El art. 10 del C.P.C. dispone “Todo procurador legalmente constituido conservará su carácter de tal
mientras en el proceso no haya testimonio de la expiración de su mandato.
Si la causa de la expiración del mandato es la renuncia del procurador, estará este obligado a ponerla
en conocimiento de su mandante, junto con el estado de juicio, y se entenderá vigente el poder hasta
que haya transcurrido el término de su emplazamiento desde la notificación de la renuncia al
mandante”.

El abogado patrocinante, aun cuando no se le haya otorgado mandato formalmente, puede asumir
la representación en forma excepcional.

El art. 1º de la ley 18.120, inciso 3º, segunda parte, dispone “Podrá además formar la representación
de su patrocinado en cualquiera de las actuaciones, gestiones o trámites de las diversas instancias del
juicio o asunto”.
Se ha discutido si la representación admite o acepta defensa, considerada en los términos, como la
función propia del patrocinante, que se encarga de la condición jurídica técnica de la defensa del
litigante.
Alguna vez se planteó el problema que se produce cuando en un procedimiento donde se permite que
la actuación se haga en forma oral (comparendo), por el hecho de que compareció un apoderado no
abogado (estudiante o egresado), el cual contestó la demanda en forma verbal, y se planteó la
limitación del art. 527 del C.O.T., que dispone “Las defensas orales ante cualquier tribunal de la
República sólo podrá hacerse por abogado habilitado para el ejercicio de la profesión”, de allí surge si
la representación admite defensa, y la conclusión fue en un primer momento, que el procurador no
está legalmente facultado para formular alegaciones o defensas en un comparendo.

La jurisprudencia, posteriormente se ha ido uniformado, admitiendo que en los tribunales de primera


instancia, los procuradores sí pueden cumplir esta función, restringiéndose el art. 527 sólo ante las
diligencias orales ante tribunales colegiados (alegatos).
La ley 18.120 contempla excepciones respecto de la representación por persona habilitada.
Si bien esta es la regla general, la misma ley señala excepciones donde se contempla la posibilidad de
comparecer personalmente:
1.- Cuando el tribunal así lo autoriza a petición de parte, tomando en consideración la naturaleza y
cuantía del negocio que se trata, y los fundamentos que haga valer el interesado.
Asimismo, la ley establece que el juez siempre tendrá la facultad de exigir la defensa de un abogado
cuando los derechos del litigante puedan verse afectados por una actuación personal. El inciso 3º del
art. 2º de la ley 18.120 dispone “Para la iniciación y secuela del juicio podrá, sin embargo, solicitarse
autorización para comparecer y defenderse personalmente. El juez podrá atendida la naturaleza y
cuantía del litigio o las circunstancias que se hicieren valer, sin perjuicio de exigir la intervención de
abogados, siempre que la corrección del procedimiento así lo aconsejare. Las resoluciones que se
dicten en esta materia sólo serán apelables en el efecto devolutivo”.

2.- Casos en que la propia ley exige esta comparecencia personal, como por ejemplo la confesión y la
conciliación.

3.- Cuando la ley permite que las partes puedan comparecer en forma personal.

126
El inciso 9º del art. 2º de la ley 18.120 dispone “Exceptuándose, también, del cumplimiento de dichas
obligaciones, las solicitudes sobre pedimentos de minas que se formulen ante los tribunales, sin
perjuicio de cumplirse tales exigencias respecto de las tramitaciones posteriores a que den lugar”.
En este caso, se libera a los litigantes de la obligación de actuar por medio de representante.
El inciso 10 dispone “No regirán tampoco respecto de los asuntos de que conozcan los jueces de
subdelegación y de distrito; los alcaldes; los jueces de policía local, salvo en los asuntos sobre
regulación de daños y perjuicios de cuantía superior a dos unidades tributarias mensuales; los
juzgados de menores; los árbitros arbitradores; los Servicios de Impuestos Internos, salvo que
tratándose de asuntos superiores a dos unidades tributarias mensuales, el Servicio exija por resolución
fundada la intervención de abogados; la Contraloría General de la República; la Cámara de Diputados y
el Senado en los casos de los artículos 48 y 49 de la Constitución Política de la República; ni en los
juicios cuya cuantía no exceda de media unidad tributaria mensual; en las causas electorales; en los
recursos de amparo y protección; respecto del denunciante en materia criminal; en las solicitudes en
que aisladamente se pidan copias, desarchivos y certificaciones, secuestres y demás personas que
desempeñen funciones análogas, cuando sus `presentaciones tuvieren por único objeto llevar a efecto
la misión que el tribunal les ha confiado o dar cuenta de ella”.

LA REPRESENTACION
La representación es la exigencia de la ley en cuanto los litigantes deben actuar por personas
representadas en juicio, en doctrina se denomina Ius Postulandi.
El art. 2 de la ley 18.120 ESTABLECE NORMAS SOBRE COMPARECENCIA EN JUICIO Y
MODIFICA LOS ARTICULOS 4. DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL Y 523 DEL CODIGO
ORGANICO DE TRIBUNALES Establece excepciones en que se exige o se autoriza esto respecto de
juzgados de letras y especiales. Art. 398 COT: “Ante la Corte Suprema sólo se podrá comparecer por
abogado habilitado o por procurador del número y ante las Cortes de Apelaciones las partes podrán
comparecer personalmente o representadas por abogado o por procurador del número. El litigante
rebelde sólo podrá comparecer ante estos últimos tribunales representado por abogado habilitado o
por procurador del número”.

Art. 2. ley 18.120 “Ninguna persona, salvo en los casos de excepción contemplados en este artículo,
o cuando la ley exija la intervención personal de la parte, podrá comparecer en los asuntos y ante los
tribunales a que se refiere el inciso primero del artículo anterior, sino representada por un abogado
habilitado para el ejercicio de la profesión, por procurador del número, por estudiante actualmente
inscrito en tercero, cuarto o quinto año de las Escuelas de Derecho de las Facultades de Ciencias
Jurídicas y Sociales de alguna de las universidades autorizadas, o por egresado de esas mismas
escuelas hasta tres años después de haber rendido los exámenes correspondientes. La autoridad
universitaria competente certificará, a petición verbal del interesado, el hecho de estar vigente la
matrícula o la fecha del egreso, en su caso. La exhibición del certificado respectivo habilitará al
interesado para su comparecencia.
Las Corporaciones de Asistencia Judicial podrán designar como mandatario a los egresados de
las Escuelas de Derecho a que se refiere el inciso anterior, cualquiera sea el tiempo que hubiere
transcurrido después de haber rendido los exámenes correspondientes, para el solo efecto de realizar
la práctica judicial necesaria para obtener el título de abogado.
Para la iniciación y secuela del juicio podrá, sin embargo, solicitarse autorización para
comparecer y defenderse personalmente. El juez podrá concederla atendida la naturaleza y cuantía del
litigio o las circunstancias que se hicieren valer, sin perjuicio de exigir la intervención de abogados,
siempre que la corrección del procedimiento así lo aconsejare.
Las resoluciones que se dicten en esta materia sólo serán apelables en el efecto devolutivo.
Si al tiempo de pronunciarse el tribunal sobre el mandato éste no estuviere legalmente
constituido, el tribunal se limitará a ordenar la debida constitución de aquél dentro de un plazo máximo
de tres días. Extinguido este plazo y sin otro trámite, se tendrá la solicitud por no presentada para
todos los efectos legales. Las resoluciones que se dicten sobre esta materia no serán susceptibles de
recurso alguno.
Lo dispuesto en este artículo se aplicará también a la delegación del mandato y a las
autorizaciones para diligenciar exhortos. En este último caso, las calidades a que se refiere el inciso
primero de este artículo se acreditarán ante el tribunal exhortado.
Si al mandatario o delegado no se le hubieren conferido todas o algunas de las facultades que
se indican en el inciso segundo del artículo 7 del Código de Procedimiento Civil, la parte firmará con
aquél los escritos que digan relación con tales facultades, ante el secretario del tribunal o el jefe de la
unidad administrativa que tenga a su cargo la administración de causas en el caso de los juzgados de
garantía y de los tribunales orales en lo penal.
No obstante lo dispuesto en el inciso primero de este artículo, en los mandatos con
administración de bienes podrá conferirse al mandatario la facultad de comparecer en juicio, pero si
éste no fuere abogado habilitado para el ejercicio de la profesión o procurador del número, deberá
delegarlo, en caso necesario, en persona que posea alguna de estas calidades.
El juez, de oficio o a petición de parte, podrá exigir, si lo estima necesario, la comparecencia
del abogado patrocinante o del mandatario de cualquiera de las partes a fin de que ratifique su firma
ante el secretario.
Las obligaciones consignadas en el primer inciso del artículo 1 y de este artículo, no regirán en
aquellos departamentos en que el número de abogados en ejercicio sea inferior a cuatro, hecho que
determinará la Corte de Apelaciones correspondiente.
Exceptúanse, también, del cumplimiento de dichas obligaciones, las solicitudes sobre
pedimentos de minas que se formulen ante los tribunales, sin perjuicio de cumplirse tales exigencias
respecto de las tramitaciones posteriores a que den lugar.
No regirán tampoco respecto de los asuntos de que conozcan los jueces de subdelegación y de
distrito; los alcaldes; los jueces de Policía Local, salvo en los asuntos sobre regulación de daños y
perjuicios de cuantía superior a cuatro unidades tributarias mensuales; los juzgados de menores; los

127
árbitros arbitradores; el Servicio de Impuestos Internos, salvo que tratándose de asuntos superiores a
dos unidades tributarias mensuales, el Servicio exija por resolución fundada la intervención de
abogados; la Contraloría General de la República la Cámara de Diputados y el Senado en los casos de
los artículos 48 y 49 de la Constitución Política de la República; ni en los juicios cuya cuantía no exceda
de media unidad tributaria mensual; en las causas electorales; en los recursos de amparo y
protección; respecto del denunciante en materia criminal; en las solicitudes en que aisladamente se
pidan copias, desarchivos y certificaciones, ni respecto de los martilleros, peritos, depositarios,
interventores, secuestres y demás personas que desempeñen funciones análogas, cuando sus
presentaciones tuvieren por único objeto llevar a efecto la misión que el tribunal les ha confiado o dar
cuenta de ella.
En los asuntos de que conozcan los juzgados de menores, los interesados que comparecieren
por mandatario, deberán ajustarse a lo dispuesto en el inciso primero de este artículo.
En las ciudades donde rijan las obligaciones establecidas en este artículo y no existieren
entidades públicas o privadas que presten asistencia jurídica o judicial gratuitas, las personas
notoriamente menesterosas, a juicio del tribunal, serán representadas gratuitamente por el abogado
de turno”.

El art. 5 del C.P.C. señala: “Si durante el juicio fallece alguna de las partes que obre por sí misma
quedará suspenso por este hecho el procedimiento, y se pondrá su estado en noticia de los herederos
para que comparezcan a hacer uso de su derecho en un plazo igual al de emplazamiento para
contestar demandas, que conceden los, art 258 y 259.”, contempla dos hipótesis :
a.- Si durante el juicio fallece algunas de las partes que obre por sí misma ; La hipótesis es que en
algún asunto contencioso este actuando por sí misma alguno de los litigantes no que se esté
defendiendo, son situaciones previstas en el art.2 de la ley 18.120.
b.- Si durante el juicio fallece alguna de las partes; El juicio quedara en suspenso por este hecho el
procedimiento.
La parte contraria deberá preocuparse de notificar a los herederos del fallecimiento, se debe dejar
constancia del fallecimiento con certificado de defunción.
C.P.C:
Art. 10 (11). Todo procurador legalmente constituido conservará su carácter de tal mientras en el
proceso no haya testimonio de la expiración de su mandato.
Si la causa de la expiración del mandato es la renuncia del procurador , estará obligado a ponerla en
conocimiento de su mandante , junto con el estado del juicio, y se entenderá vigente el poder hasta
que haya transcurrido el término de emplazamiento desde la notificación de la renuncia al mandante.

Producida esta suspensión la parte contraria deberá poner en conocimiento o notificar a los herederos
del fallecido para sostener los intereses de éste.

El plazo para esto está en los arts. 258-259 del C.P.C.

Art. 258. El término de emplazamiento para contestar la demanda será de quince días si el demandado
es notificado en la comuna donde funciona el tribunal.
Se aumentará este término en tres días más si el demandado se encuentra en el mismo territorio
jurisdiccional pero fuera de los límites de la comuna que sirva de asiento al tribunal.

Art. 259 (256). Si el demandado se encuentra en un territorio jurisdiccional diverso o fuera del
territorio de la República, el término para contestar la demanda será de dieciocho días, y a más el
aumento que corresponda al lugar en que se encuentre.
Este aumento será determinado en conformidad a una tabla que cada cinco años formará la Corte
Suprema con tal objeto, tomando en consideración las distancias y las facilidades o dificultades que
existan para las comunicaciones.
Esta tabla se formará en el mes de noviembre del año que preceda al del vencimiento de los cinco
años indicados, para que se ponga en vigor en toda la República desde el 1 de marzo siguiente; se
publicará en el "Diario Oficial", y se fijará a lo menos, dos meses antes de su vigencia, en los oficios de
todos los secretarios de Cortes y Juzgados de Letras.

El término del emplazamiento es de 15 días aproximadamente cumplido el plazo o habiendo


comparecido se seguirá el curso normal esto se debe practicar por la parte contraria:
 Notificar
 Informar el estado del juicio.

El Código Civil establece una norma según la cual cualquier persona que se suponga heredera de un
fallecido puede ser demandada para declarar se acepta o repudia la herencia

¿ CUAL ES LA VINCULACIÓN CON EL ART. 5 DEL C.P.C.?

Art. 5. (6). Si durante el juicio fallece alguna de las partes que obre por sí misma quedará suspenso
por este hecho el procedimiento, y se pondrá su estado en noticia de los herederos para que
comparezcan a hacer uso de su derecho en un plazo igual al de emplazamiento para contestar
demandas, que conceden los artículos 258 y 259.

Puede darse el caso que la parte contraria se encuentre con que no hay herederos o no se manifiesten;
el art. 1232 C.C. puede obligar a declarar si acepta o repudia en el plazo de 40 días.
 Si acepta se le notifica la existencia del juicio y se le da el plazo del emplazamiento para defender
los intereses del fallecido.

128
 Si renuncia, la herencia puede pedirse como herencia yacente.

Art. 1232. Todo asignatario será obligado, en virtud de demanda de cualquier persona interesada
en ello, a declarar si acepta o repudia; y hará esta declaración dentro de los cuarenta días
subsiguientes al de la demanda. En caso de ausencia del asignatario o de estar situados los bienes en
lugares distantes, o de otro grave motivo, podrá el juez prorrogar este plazo; pero nunca por más de
un año. Durante este plazo tendrá todo asignatario la facultad de inspeccionar el objeto asignado;
podrá implorar las providencias conservativas que le conciernan; y no será obligado al pago de
ninguna deuda hereditaria o testamentaria; pero podrá serlo el albacea o curador de la herencia
yacente en sus casos. El heredero, durante el plazo, podrá también
inspeccionar las cuentas y papeles de la sucesión.
Si el asignatario ausente no compareciere por sí o por legítimo representante en tiempo oportuno, se
le nombrará curador de bienes que le represente, y acepte por él con beneficio de inventario.
Este art. Debe relacionarse con el art. 1240 del C.C. que se refiere a las reglas particulares relativas a
la herencia

§ 2. Reglas particulares relativas a las herencias

Art. 1240 C.C. “Si dentro de quince días de abrirse la sucesión no se hubiere aceptado la herencia o
una cuota, de ella, ni hubiere albacea a quien el testador haya conferido la tenencia de los bienes y
que haya aceptado su encargo, el juez, a instancia del cónyuge sobreviviente, o de cualquiera de los
parientes o dependientes del difunto, o de otra persona interesada en ello, o de oficio, declarará
yacente la herencia; se insertará esta declaración en un diario de la comuna, o de la capital de la
provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo hubiere; y se procederá al nombramiento de
curador de la herencia yacente.
Si hubiere dos o más herederos y aceptare uno de ellos, tendrá la administración de todos los bienes
hereditarios proindiviso, previo inventario solemne; y aceptando sucesivamente sus coherederos, y
subscribiendo el inventario, tomarán parte en la administración.
Mientras no hayan aceptado todos, las facultades del heredero o herederos que administren serán las
mismas de los curadores de la herencia yacente, pero no serán obligados a prestar caución, salvo que
haya motivo de temer que bajo su administración peligren los bienes”.

FALLECIMIENTO DEL MANDATARIO

Producido el fallecimiento del mandatario se suspende el procedimiento por cuanto el art. 2163 del
C.C. la establece como una de las causales de terminación del mandato así la parte interesada debe
instar para que se asigne un nuevo mandatario

4. De la terminación del mandato, Art. 2163 C.C.:


El mandato termina:
1.º Por el desempeño del negocio para que fue constituido;
2.º Por la expiración del término o por el evento de la condición prefijados para la terminación del
mandato;
3.º Por la revocación del mandante;
4.º Por la renuncia del mandatario;
5.º Por la muerte del mandante o del mandatario;
6.º Por la quiebra o insolvencia del uno o del otro;
7.º Por la interdicción del uno o del otro;
8.º Derogado. L. 18.802, Art. 4º
9.º Por la cesación de las funciones del mandante, si el mandato ha sido dado en ejercicio de ellas.

El art. 2170 C.C. recae sobre los herederos del mandatario deberán informar al mandante para que
asigne un nuevo mandatario en el juicio.

Por su parte el art. 10 del C.P.C. se refiere a otras modalidades del término del mandato judicial

Concordando la norma del art. 10 del C.P.C. con la del art. 2170 del C.C. que se refiere a la que el
mandatario fallece, en virtud del art. 2163 del C.C. se suspende la sustanciación del proceso el art. 10
C.P.C. parte se refiere a la renuncia pero no opera respecto de eximir de responsabilidades al
mandatario.

PATROCINIO

ABOGADO PATROCINANTE

El patrocinio implica la asistencia jurídica y técnica de la parte litigante, autorizado por un tribunal para
ejercer esa función dentro de los procesos judiciales. El patrocinio es una exigencia de la ley.

Para Carnelutti el abogado es el defensor investido de la función consultiva que se desenvuelve tanto
en el proceso como fuera de el, el abogado a diferencia del procurador , no habla a nombre de la parte
sino en nombre propio.

129
El art. 1, inc. 1 de la ley 18.120 establece que:

“ La primera presentación de cada parte o interesado en asuntos contenciosos o no contenciosos ante


cualquier tribunal de la República, sea ordinario, arbitral o especial, deberá ser patrocinada por un
abogado habilitado para el ejercicio de la profesión.

La designación de abogado patrocinante constituye una imposición de la ley para que los interesados
comparezcan validamente ante los tribunales de justicia y tiene por objeto garantizar la adecuada
comparecencia en los derechos de los comparecientes.

¿ COMO SE CUMPLE LA DESIGNACIÓN DE ABOGADO PATROCINANTE ?

Art. 1, inciso 2, ley 18120: Esta obligación se entenderá cumplida por el hecho de poner el abogado
su firma, indicando además su nombre, apellidos y domicilio. Sin estos requisitos no podrá ser
proveída y se tendrá por no presentada para todos los efectos legales. Las resoluciones que al respecto
se dicten no serán susceptibles de recurso alguno.

La omisión de esta exigencia de la ley esta sancionada por la misma disposición y consiste en que la
representación respectiva que omite las exigencias de la representación no podrá ser proveída y se
tendrá como no presentada para todos los efectos legales
Esta omisión puede ser grave por dos circunstancias:
 Para el demandante precluye
 Para el demandado se tiene por no presentado, aunque lo haga por escrito, puede ser
considerado fuera de plazo.

Expresamente este art. Señala que las resoluciones que se apliquen no serán susceptibles de recurso
alguno. El abogado patrocinante, no obstante su función específica puede asumir excepcionalmente la
representación de su cliente según el inc. 3 .
El abogado conservará este patrocinio y su responsabilidad mientras en el proceso no haya testimonio
de la cesación de dicho patrocinio.

Duración del patrocinio

El abogado conserva su patrocinio y responsabilidad mientras en el proceso no conste que expiró por:
 Renuncia
 Muerte
 Revocación del patrocinio

La renuncia: Consiste en la manifestación de la voluntad del abogado en orden a desvincularse, la


renuncia debe ser puesta en conocimiento del patrocinado junto con el estado del juicio y se
mantendrá la responsabilidad con el término del emplazamiento la notificación de la renuncia o hasta
que se haya nombrado a un abogado patrocinante.

La muerte: Si la causa de expiración del patrocinio es la muerte del abogado el interesado o litigante
debe presentar un nuevo patrocinante en el mismo apercibimiento del caso de la constitución del
patrocinio art.xxx inc.xxx final , aquí el procedimiento no se suspende.

Revocación: Es un acto unilateral de voluntad del patrocinado por el cual manifiesta su decisión de
prescindir de la defensa del abogado patrocinante. La renuncia puede ser:
- Expresa; se manifiesta en términos claros y definitivos, acompañada de la nueva presentación
- Tácita; cuando se deduce de un acto que importa la revocación v.g. el nombramiento de otro
abogado, si no hay señal que se hace sin perjuicio de la representación anterior se entenderá
que hay tal

Las normas del C.C. en esta materia son supletorias.

EL MANDATO JUDICIAL

Es el vinculo jurídico entre el litigante y su representante, está más regulado que el patrocinio pues
este abogado se relacionará mas con el juicio y la parte contraria. Desde el punto de vista del proceso
el mandatario tiene mayor importancia que el abogado patrocinante art. 395 C.O.T.

Art. 395.” El acto por el cual una parte encomienda a un procurador la representación de sus
derechos en juicio, es un mandato que se regirá por las reglas establecidas en el Código Civil para los
contratos de esta clase, salvas las modificaciones contenidas en los artículos siguientes”

Art. 2116 CC :”El mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de uno o más de sus
negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera.
La persona que confiere el encargo se llama comitente o mandante, y la que lo acepta, apoderado,
procurador; y en general, mandatario”
El mandato judicial se rige por:
 Las eventuales estipulaciones de las partes (litigantes y mandatario)
 Normas del C.C. arts. 2116 - 2173.
 Normas del C.P.C. Titulo II Libro I arts. 4 al 16.
 Normas del C.O.T. arts 395 al 398
 Art. 2 de la ley 18.120

130
DIFERENCIA ENTRE MANDATO CIVIL Y JUDICIAL

MANDATO CIVIL MANDATO JUDICIAL


Es por regla general un contrato consensual, no
requiere solemnidad, no debe constar por Es solemne
escrito.

Sólo recae en aquellos que están judicialmente


Puede recaer en cualquier persona autorizados, Ius Postulandi art. 2° de la ley
18.120

Impone las obligaciones propias y comunes a Agrega el art. 397 del C.O.T. que es la
todo contrato de trabajo obligación de mantener informado al mandante
Termina entre otras causas por la muerte del
No termina por la muerte del mandante
mandatario art. 2166 del C.C.
¿CÓMO SE CONSTITUYE?

1.-Expresamente prevista en el inc. 2 art.6 del C.P.C.” Para obrar como mandatario se considerará
poder suficiente: 1- el constituido por escritura pública otorgada ante notario o ante oficial del Registro
Civil a quien la ley confiera esta facultad; 2- el que conste de un acta extendida ante un juez de letras
o ante un juez árbitro, y subscrita por todos los otorgantes, y 3- el que conste de una declaración
escrita del mandante, autorizada por el secretario del tribunal que esté conociendo de la causa.”
(memorizar).
1. Ley 18.092

Según las formas establecidas en el art 6 inc. 2 del C.O.T. y la forma establecida en la ley 18.092, se
puede decir lo siguiente:

a.- Mediante escritura pública o ante oficial del registro civil a quien la ley otorgue esta facultad.
Antiguamente la ley de registro civil establecía la facultad pero fue derogada por la Ley Orgánica de
Registro Civil e Identificación (apéndice del C.C) art 35 de la ley

b.- El que conste en un acta extendida ante un juez de letras o ante un juez árbitro. Se concibió para
los jueces arbitrales, es una forma de facilitar a las partes el trámite, se levanta acta en el mismo
juicio y se suscribe por todos los otorgantes

c.- El que conste en una declaración escrita del mandante autorizada por el secretario del tribunal que
esté conociendo la causa. Es la forma más común en la práctica, el litigante designa apoderado, se
debe cumplir con la formalidad de la autorización del secretario del tribunal, se presenta el litigante
con cédula de identidad y el secretario autoriza el poder o mandato.

d.- Ley 18.092 sobre las letras de cambio y pagarés las normas se hacen aplicables a los cheques
según el art. 29 de la ley 18.092, que permite que alguno de estos instrumentos mercantiles puedan
ser endosados en comisión de cobranza para que un tercero pueda lograr el cumplimiento.

Si el mandato es hecho a favor de un habilitado o legitimado para ser mandatario judicial basta el art
29. Este es un endoso diferente al translaticio de dominio

El endosatario puede cobrar y percibir incluso judicialmente, pero sólo en la forma que exige la ley, se
puede endosar a algún no habilitado, así necesariamente deberá hacerlo mediante un legitimado.

FALTA INICIO CLASE

Art. 2286 CC: “La agencia oficiosa o gestión de negocios ajenos, llamada comúnmente gestión de
negocios, es un cuasicontrato por el cual el que administra sin mandato los negocios de alguna
persona, se obliga para con ésta, y la obliga en ciertos casos”.

José Quezada la define como un Acto Jurídico Unilateral por el cual una persona asume sin Poder la
representación de otra ofreciendo garantía de que esta ratificará lo obrado en el plazo fijado por el
tribunal.

Desde el punto de vista del proceso, resulta más importante la constitución del mandato judicial que el
propio patrocinio, por cuanto el mandatario judicial es el que se va a relacionar con el tribunal en
representación de su mandante, de tal manera que puede afectar no solo los derechos de su
representado sino también los de la parte contraria, incluso el propio sistema del órgano jurisdiccional.
Considerando la importancia, es que el legislador se preocupa que aquella persona que no cuenta con
un mandatario pueda ser representado =>Agencia oficiosa.

Requisitos:

1.- Que el representado ratifique posteriormente lo que el agente oficioso ha obrado en su


representación.
2.- El agente oficioso rinda una garantía de que lo que él actúe, ejecute, va a ser efectivamente
ratificado.

131
La agencia oficiosa no es una facultad que pueda usar arbitrariamente cualquier persona, sino que es
un derecho que se puede ejercer, pero que está siempre supeditado a la calificación que haga el
tribunal de las circunstancias que motivan al agente oficio para actuar en el juicio.

Quien se presenta ante el Organo jurisdiccional en calidad de agente oficioso tendrá que hacer valer
las razones que representa.
Desde la perspectiva del tribunal implica que éste no está obligado a aceptar al agente oficioso, sino
que está legalmente facultado y obligado a calificar las circunstancias de la comparencia del Poder y
además a calificar la fianza ofrecida.

Art. 2335 CC: “La fianza es una obligación accesoria, en virtud de la cual una o más personas
responden de una obligación ajena, comprometiéndose para con el acreedor a cumplirla en todo o
parte, si el deudor principal no la cumple.
La fianza puede constituirse, no sólo a favor del deudor principal, sino de otro fiador”.

La fianza es una especie de caución y es un contrato por el cual una persona se compromete a
responder por las obligaciones contraídas por un deudor frente a su acreedor, por lo tanto al calificar la
comparecencia de un agente oficioso no solo tendrá, el tribunal, que calificar los motivos por qué el
litigante no comparezca y los motivos que tiene para comparecer, sino que además el tribunal puede
rechazar a este fiador.

El art. 2337 CC: ”El obligado a rendir una fianza no puede substituir a ella una hipoteca o prende, o
recíprocamente, contra la voluntad del acreedor.
Si la fianza es exigida por ley o decreto de juez, puede substituirse a ella una prende o hipoteca
suficiente”.
El tribunal, luego que califica las circunstancias de la comparecencia, debe establecer un plazo
discrecional dentro del cual el representado debe ratificar lo obrado por el representante sin mandato.

Si el litigante no ratifica: Esto puede ser:


1.- Porque el representado derechamente rechaza lo que hubiere obrado el agente oficiosos, o
también,
2.- Porque ha vencido el plazo sin que se hubiere producido esta ratificación.

Efectos:
1.- Nulidad
(La comparecencia también es un presupuesto procesal, porque el legislado complementa esta
capacidad con la capacidad de ejercicio)
2.- La garantía que hubiere sido constituida por el agente oficios va a responder de los perjuicios que
hubiere ocasionado a la parte contraria.

No por el hecho que se haya constituido un fiador y haya fallado la ratificación este fiador debe pagar
de inmediata a la parte contraria, sino que ésta deberá entablar una acción y el tribunal deberá
determinar si hubo o no perjuicio.

El CPC señala que quien comparece como agente oficioso debe tener alguna condición especial
(habilitado por la ley) y si no la tiene debe hacerse representar.

FACULTADES DEL MANDATO JUDICIAL:

Art. 7. (8). El poder para litigar se entenderá conferido para todo el juicio en que se presente, y aun
cuando no exprese las facultades que se conceden, autorizará al procurador para tomar parte, del
mismo modo que podría hacerlo el poderdante, en todos los trámites e incidentes del juicio y en todas
las cuestiones que por vía de reconvención se promuevan, hasta la ejecución completa de la sentencia
definitiva, salvo lo dispuesto en el artículo 4 o salvo que la ley exija intervención personal de la parte
misma. Las cláusulas en que se nieguen o en que se limiten las facultades expresadas, son nulas.
Podrá, asimismo, el procurador delegar el poder obligando al mandante, a menos que se le haya
negado esta facultad.
Sin embargo, no se entenderán concedidas al procurador, sin expresa mención, las facultades de
desistirse en primera instancia de la acción deducida, aceptar la demanda contraria, absolver
posiciones, renunciar los recursos o los términos legales, transigir, comprometer, otorgar a los árbitros
facultades de arbitradores, aprobar convenios y percibir.

El mandatario judicial va a tener facultades ordinarias y extraordinarias:

1.- Facultades ordinarias (inc.1): Ineludiblemente va asociado al mandato judicial.


2.- Facultades extraordinarias (inc.2): Son facultades que están supeditadas a la voluntad expresa del
mandante.

Facultades ordinarias o esenciales: son aquellas que se entienden conferidas por el solo hecho de
su designación sin necesidad de que sean expresamente mencionadas en el mandato.
Son facultades que otorga la propia ley desde el momento en que el mandante otorga el mandato
judicial.
Cualquier limitación que pretenda imponerse o que expresamente se imponga a su respecto en el
mandato judicial es nula.

132
Art. 7, inc 2 CPC=> Esta clase de facultades constituyen la regla general, lo que significa que
comprende todas aquellas facultades que no aparezcan expresamente señaladas por la ley.

Las facultades ordinarias se puede agrupar:


1.- Entre aquellas que autoriza al apoderado en la misma forma que pudiera hacerlo el poderdante,
por lo tanto el mandatario puede actuar desde que se interpone la demanda y hasta que se cumple la
sentencia.

El hecho que la ley otorgue las facultades al poderdante significa que puede actuar incluso ante la
Corte Suprema.

2.- Este Artículo señala de manera expresa que: “autorizará al procurador para tomar parte, del
mismo modo que podría hacerlo el poderdante, en todos los trámites e incidentes del juicio y en todas
las cuestiones que por vía de reconvención se promuevan, hasta la ejecución completa de la sentencia
definitiva, salvo lo dispuesto en el artículo 4 o salvo que la ley exija intervención personal de la parte
misma.

INCIDENTES: Art. 82 (85). Toda cuestión accesoria de un juicio que requiera pronunciamiento especial
con audiencia de las partes, se tramitará como incidente y se sujetará a las reglas de este título, si no
tiene señalada por la ley una tramitación especial.

También los mandatarios judiciales pueden intervenir en la reconvención.

Facultad diferente a las anteriores porque también el mandatario judicial puede delegar su mandato a
una tercera persona y es perfectamente válido, pero esta es una facultad ordinaria que puede ser
restringida expresamente por el mandante, si nada dice el mandante se entiende conferida.
La jurisprudencia ha declarado que si bien el mandatario está facultado para delegar, el delegatario no
puede hacerlo en una cuarta persona.

Facultades extraordinarias: (Art. 7, inc.2)


Estas actuaciones no pueden ser ejecutadas validamente por el mandatario, sino le son expresamente
otorgadas por el mandante, pero esta expresa mención ha dado lugar a discusión en la doctrina, en
el sentido de que implica que para que se entiendan conferidas ¿es necesario que el mandato las
mencione una a una o basta que señale genéricamente que el mandatario tendrá todas las facultades
a que se refieren éstas?

Quienes sostienen que se requiere la expresión de cada una de ellas, fundamentan que la actuación
que los mandatarios puede cumplir en uso de estas facultades son de tal relevancia para los intereses
del mandante que éste debe estar consciente de esto, y por lo tanto es indispensable que lo declare en
forma nominativa.

Veíamos el mandato judicial, facultades extraordinarias, art. 7º inciso 2º del CPC, las que no se
entienden conferidas sin expresa mención.

FACULTADES EXTRAORDINARIAS:

1. Desistirse en primera instancia de la acción deducida: El desistimiento de la acción es la


manifestación expresa del demandante de no continuar deduciendo la acción deducida.
Esto se confronta con el retiro de la demanda, que lo vimos a propósito del emplazamiento, y la
diferencia con el desistimiento es que ya hay juicio.
El desistimiento implica la promoción de un incidente. Debe hacerlo formalmente por escrito, que da
origen a un incidente. Por lo tanto, no basta la sola intención de voluntad del demandante de
desistirse. El tribunal da traslado y después resuelve, y podría no acogerla.
Lo importante en este tema es que la ley dispone que declarado el desistimiento de la demanda se
extinguen las acciones a que se refiere ese desistimiento.
El art. 150 del CPC dispone “La sentencia que acepte el desistimiento, haya o no habido oposición,
extinguirá las acciones a que él se refiera, con relación a las partes litigantes y a todas las personas a
quienes habría afectado la sentencia del juicio a que se pone fin”.
Esto implica que el desistimiento de la demanda, aceptado por el tribunal, implica una renuncia del
actor respecto de los derechos que reclama, y esa renuncia implica un acto de disposición, y por ello
debe estar expresamente facultado para ejercer la acción de desistimiento.
Se ha discutido respecto de que si esta facultad dice desistirse en primera instancia de la acción
deducida, ¿podrá desistirse en segunda instancia de la acción deducida?.

El art. 7º se refiere sólo a la primera instancia, y como el inciso anterior dice que las demás serán
facultades ordinarias, podría desistirse.
Pero el desistimiento en segunda instancia es igual que desistirse en primera, implica un acto de
disposición de los derechos de su mandante.
Quienes dicen que puede desistirse en segunda instancia sin facultades especiales, dicen que el Código
habla en primera instancia, y la segunda instancia son facultades ordinarias.
Además se argumentan en que el apoderado ya va a tener una apreciación del resultado del juicio en
segunda instancia.
Por ejemplo, si ya ganó la primera instancia no se desistiría en la segunda, por que ya ganó.
Pero si ha perdido la primera instancia y apela, ahí podría desistirse, básicamente por que tiene pocas

133
posibilidades de ganar la segunda instancia si perdió la primera (es poco probable que de vuelta el
fallo).
Desistirse en segunda instancia de la acción deducida no es lo mismo que desistirse de la
apelación o del recurso de apelación. Una cosa es desistirse de la acción y otra cosa es desistirse del
recurso.
Puede darse el caso de que se interponga un recurso, y luego se da cuenta que no tiene objeto
seguirlo, lo que es muy distinto de desistirse de la acción. Además los recursos no siempre se
interponen sobre la sentencia definitiva, y para desistirse de un recurso no se requiere contar con
facultades extraordinarias, señaladas en el inciso segundo del artículo 7 del CPC.

2. Aceptar la demandan contraria: (apoderado del demandado) El art. 7 dice que se debe contar con
facultades extraordinarias, porque aceptar la demanda implica disponer de sus derechos, por que esto
implica que el demandado acepta lisa y llanamente las pretensiones del demandante.
Por lo tanto, implica que el apoderado del demandado está dispuesto a reconocer o dar lo que
el demandante está pidiendo en su demanda.
3. Absolver posiciones: Esta frase corresponde a uno de los medios de prueba que existen, que es la
confesión.
Esta idea viene de que la parte que pretende que la contraria confiese respecto de determinados
hechos, debe pedir al tribunal que ordene a la parte contraria que comparezca al tribunal y responda
un pliego de posiciones o cuestionario de preguntas que formula la parte interesada que se declare.
Absolver posiciones implica responder las posiciones que formula la parte contraria (para que diga el
testigo como es efectivo que ...).
Si el mandatario está facultado para absolver posiciones, significa que su mandante lo ha facultado
para que en su nombre absuelva o responda a su nombre, y esto tiene el mismo valor que si hubiera
actuado el mandante.
Dentro de la confesión la ley prevé el derecho de la contraria que en esta gestión comparezca
personalmente el litigante contrario, aún cuando el mandatario tenga facultades especiales.

4. Renunciar a los recursos o términos legales: Recurso de reposición, apelación, hecho, etc. La ley
permite que las partes renuncien a presentar recursos a las resoluciones judiciales, pero si quienes se
van a pronunciar respecto de esto son los mandatarios o apoderados, deben contar con facultades
especiales.
Renunciar a un derecho implica renunciar anticipadamente al ejercicio de ese derecho.
La renuncia importa tomar un riesgo por parte de los litigantes, por que no saben como les va a ir en
el juicio.
Renunciar a los términos legales. Término es sinónimo de plazo, y la ley habla de plazos legales, los
que pueden ser por el término probatorio o al plazo para formular observaciones a la prueba rendida.

5. Transigir: La transacción (2446 CC) implica poner término a un litigio pendiente o precaver un
litigio eventual.
Como ya hemos visto, en las prestaciones hay prestaciones recíprocas, lo que implica que haya
renuncia por ambas partes.
Esto también implica una disposición, y por ello se requiere contar con facultades extraordinarias.
El Código Civil en el art. 2448 exige la existencia de un poder especial para transigir, no sólo se habla
de la facultad del mandatario judicial.
Art. 2448 “Todo mandatario necesitará de poder especial para transigir.
En este poder se especificarán los bienes, derechos y acciones sobre que se quiera transigir”.

6. Comprometer: Remitirse a la materia pasada. Esto significa que un litigio pendiente puede ser
objeto de un compromiso, y aunque esté radicado, lo sustraigan y lo sometan al conocimiento de un
juez árbitro.

7.- Otorgar a los árbitros facultades de arbitradores: (ver materia pasada). Estas facultades implican
hacer un acto máximo de confianza y de disposición de sus derechos.
8. Aprobar convenios: El convenio es una figura propia del derecho de quiebra, la que es propia del
derecho mercantil.

Quiebra implica que una persona, natural o jurídica, ha caído en un grado de insolvencia tal que ha
dejado de cumplir con sus obligaciones, y la ley prevé un procedimiento en el cual en un sólo proceso
se reúnen los derechos de todos los acreedores, para que estos créditos en contra de este deudor
fallido se satisfagan de acuerdo con un régimen de prelación de créditos, y cuando hayan créditos
privilegiados, primero se cubren los créditos privilegiados, los créditos preferenciales, y los comunes,
en proporción al monto de sus respectivos créditos.
La aprobación de convenio es un acuerdo que toman todos los acreedores del insolvente, conforme al
cual se conviene en que este deudor se le permite seguir funcionando para que genere ingresos que
permitan ir pagando a plazo estos créditos.
Los acreedores pueden:
- Dejar caer al deudor y repartirse lo que quede
- Dejar que el deudor siga funcionando y que con los ingresos pague a plazo.
Esto también implica asumir consecuencias de riesgo.

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9. Percibir: Esto implica otorgar al apoderado el derecho o posibilidad de recibir dineros de parte del
litigante contrario.
Esto también es un acto de confianza del mandatario con su apoderado.

Todas estas son facultades extraordinarias que la ley exige mención expresa.

La ley se pone en el caso en que no hayan sido otorgadas las facultades extraordinarias, y durante el
desarrollo del proceso sea necesario cumplir con una de ellas, como por ejemplo, transigir.
Para estos efectos se asimila la transacción con la conciliación, y si no está facultado, no puede
conciliar.
Por estro, el art. 2 inciso 6º de la Ley 18.120 dispone: “Si el mandatario o delegado no se le hubieren
conferido todas o algunas de las facultades que se indican en el inciso segundo del artículo 7º del CPC,
la parte firmará con aquél los escritos que digan relación con tales facultades, ante el secretario del
tribunal”.

REPRESENTACION DE LAS PERSONAS JURIDICAS

Las personas jurídicas pueden ser tanto las sociedades civiles y mercantiles como las fundaciones y
corporaciones. El art. 8º del CPC dispone “El gerente o administrador de sociedades civiles o
comerciales, o el presidente de las corporaciones o fundaciones con personalidad jurídica, se
entenderán autorizados para litigar a nombre de ellas con las facultades que expresa el inciso 1º del
artículo anterior, no obstante cualquiera limitación establecida en los estatutos o actos constitutivos de
la sociedad o corporación”.
Aquí hablamos de la facultad que la ley asigna a los gerentes de sociedades y presidentes de las
corporaciones y fundaciones para representar a estas personas ante los tribunales de justicia.
El art. 8º dice que aún cuando en los estatutos de estas personas jurídicas, o en las escrituras de
constitución de sociedades se limitare la facultad de los gerentes o presidentes, ellos igual están
facultados para representar a estas personas con las facultades ordinarias del mandato judicial, y
cualquier restricción que el estatuto les imponga, no tienen ningún valor, no obstante deben hacerse
representar por personas habilitadas y cumplir con el número 1 de la ley 18.120.-
El art. 8º establece una norma que apunta a tutelar los derechos de los terceros que litiguen con estas
personas jurídicas.
Basta con que el tercero acredite que esta persona es representante legal para que sea emplazado
judicialmente, aunque estos no estén facultados para representar judicialmente a su empresa, pero
sólo con las facultades ordinarias.

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