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LINGÜÍSTICA Y LITERARIA
Lorena Cardona Alarcón
EJE 2
Analicemos la situación
Lenguaje y fantasía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
La fantasía infantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
El cuento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
ÍNDICE
Los niños y las niñas se expresan con múltiples lenguajes que al
comienzo de la vida se encuentran indisolublemente unidos. Si bien
la literatura, entendida como el arte de trabajar con las palabras
para labrarlas con la experiencia particular y subjetiva y explorar otros
significados que trascienden el uso convencional de la lengua, forma
parte de las artes, la importancia del acercamiento al lenguaje verbal
que se da durante la primera infancia justifica que sea considerada
como una de las actividades rectoras de la educación inicial.
Por esta razón, más allá del rol pedagógico que tiene la literatura
infantil, se encuentra el mundo desconocido de lo maravilloso, lo
fantástico y lo mágico. Es precisamente esta la oportunidad de explorar
el medio a través de las historias una herramienta pedagógica que
abre a la escuela un camino de formación lingüística, de pensamiento
creativo, reflexivo y crítico.
”
“La Caperucita Roja fue mi primer
amor. Lo tenía claro: si hubiera podido
casarme con la Caperucita Roja, ha-
bría alcanzado la felicidad suprema”.
Charles Dickens
Es claro, entonces, que la fantasía cumple una función muy importante en la vida
de los seres humanos, representando muchas veces una especie de fuerza que genera
un impulso para escapar de la realidad material o para rectificarla, esto se reconoce en
aquellas personas que, ante la pasividad de sus vidas, terminan por crear la fantasía de
una vida donde se satisfacen completamente sus necesidades, donde no hay problemas
ni sufrimiento. A esto se le denomina, imaginación pasiva que, de acuerdo con Petrovsky
(1980), “puede surgir no intencionalmente, cuando se debilita la actividad de la conciencia,
en un estado de ocio temporal, en estado de somnolencia, durante el sueño o en estado
de afecciones patológicas de la conciencia” (p. 323).
”
La fantasía forma parte del cerebro desde el primer mo-
mento es que es utilizado como mecanismo de supervi-
vencia, permitiendo que cada individuo sea consciente
de su situación de existencia y contemple el mundo des-
de diferentes ángulos, estimulando sus posibilidades de
creación y de satisfacción ante la curiosidad y el deseo.
Durante mucho tiempo, los cuentos infantiles han representado una de las fuentes más
importantes de la fantasía, convirtiéndose en un insumo para el psicoanálisis. Autores
como Bettelheim o Freud han analizado los cuentos de hadas para develar su alto
valor estético y terapéutico, que en los niños puede representar la clave para solucionar
conflictos emocionales. En este contexto, la fantasía es inherente al pensamiento y se
convierte en una actividad psíquica como base del juego y del arte.
Lectura recomendada
El cuento como género narrativo goza no solo de una amplia popularidad, también
tiene una relevancia significativa en el proceso de construcción de la base lingüística y
la decodificación del mundo simbólico. En principio, el cuento no nace como un género
infantil; no obstante, termina por conquistar ese territorio, trayendo consigo las tradicio-
nes, las costumbres y el legado cultural de los pueblos.
Instrucción
Este aspecto es crucial, como lo explica Sáiz (2000), toda vez que, desde la psicología
infantil, en la mente del niño predomina la polarización, porque no logra todavía distinguir
que todos, en realidad, pueden ser malos o pueden ser buenos al mismo tiempo.
Instrucción
Si bien, la fábula es el género narrativo al que corresponden los animales como pro-
tagonistas de las historias, presentando la moraleja como principal característica, se
reconocen dentro de la literatura narraciones, donde se presentan cumpliendo otros roles
o siguiendo otras finalidades como se expresa en la tabla 2.
Tabla 2.
Caracterización de la figura animal en la literatura infantil
Clasificación Características
Junto a los cuentos fantásticos, se puede establecer una clasificación de cuentos que
subyacen a las narraciones donde se reconoce la importancia de lo extraordinario como
se muestra en la tabla 3.
Clasificación Características
El cuento maravilloso, mágico o de hadas, es tal vez el más cultivado y el más utilizado
por la psicología y la pedagogía. Uno de los puntos de convergencia entre ambas ciencias
es el valor formativo de los cuentos fantásticos y de los cuentos maravillosos, debido a que
se trata de historias que penetran en el subconsciente de los niños, ayudando a liberar los
miedos y las frustraciones, esto justifica que cada niño y cada niña (incluso cada adulto),
tenga un cuento favorito, ese que no se cansa de escuchar o de leer, encontrando allí un
lugar común y sobre todo seguro.
Instrucción
1. Los elementos constantes y estables del cuento, esto corresponde a las acciones y
funciones que ejecutan los personajes.
Figura 1.
Funciones de Propp (1-6)
Figura 3.
Funciones de Propp (18-31)
Tabla 4.
Comparativo categorización Propp/Greimas
Clasificación de Propp
Clasificación de Greimas (1979)
(1928)
Tabla 5.
Análisis de La cenicienta
• Sujeto: Cenicienta
• Objeto: conseguir la felicidad, la estima de los demás.
• Emisor: La carencia de afecto, de amor, la falta de una madre.
Actantes
• Receptor: Cenicienta.
• Ayudante: los pajarillos y el árbol (objeto mágico).
• Oponiente: la madrastra y las dos hermanastras.
Instrucción
Así como lo expresa Sánchez (2003), los textos infantiles inician al niño en la cultura
literaria y se convierten en la base para su posterior desarrollo de una competencia
literaria y lectora. Se trata, por lo tanto, de una responsabilidad editorial, más que de la
sociedad y de la escuela, ya que los textos representan un espacio de estímulo para la
imaginación, pero también de reconocimiento, empatía, igualdad y solidaridad. Según
el autor, “los textos literarios infantiles son la llave que abre las puertas a la cultura lite-
raria y, por lo tanto, componen la base sobre la que el niño construye su competencia
lectoliteraria” (p. 2).
En este sentido, para Vasco (2003) formar lectores representa una oportunidad para
ofrecer a los miembros más pequeños de la sociedad, información en un formato ade-
cuado y en un lenguaje que estimule su creatividad y su imaginación. Según lo expresa:
”
Los lectores no nacen, se hacen. Lo ideal es que,
desde la cuna, a través de la música, se inicie
la formación lectora. Eso sí, nunca es tarde para
empezar. A lo largo de años y de procesos, los
lectores van creciendo y pasan de los juegos y las
narraciones orales hasta la comprensión de tex-
tos cada vez más complejos, no solo literarios y
de ficción, sino informativos, científicos, políticos
o de cualquier naturaleza. Lo importante es ma-
durar interiormente, no cronológicamente. (p. 3)
Se puede afirmar que los libros son objetos fáciles de manipular, que se convierten
en parte del juego, de las historias y de las interacciones. En este contexto, la lectura
representa la capacidad para ingresar a esas historias, descifrar sus signos y salir con una
comprensión profunda; pero “los niños no nacen lectores, ni amando los libros y por eso
hay que guiarlos y crecer con ellos para acompañar la fantástica aventura de la lectura y
la interpretación de las ilustraciones que van más allá de las palabras” (Vasco, 2003, p. 4).
Esto, sin duda, es lo que un maestro o maestra de educación inicial debe promover y
generar con los niños y niñas en el aula.
Lectura recomendada
Instrucción
”
Con base en su experiencia pedagógica, debe combi-
nar sus actitudes creadoras y personales seleccionan-
do aquellos textos que permitan la adquisición del
conocimiento y el desarrollo integral del niño. Por otra
parte, es de gran importancia tener en cuenta que uno
de los principios básicos de la enseñanza usando la li-
teratura infantil, es que el niño sepa decodificar para
luego proyectarlo al ¿cómo? Y al ¿por qué? (p. 107)
”
La fantasía, que emerge de lo concreto y no de lo abs-
tracto, hace que el niño invente y modifique su entor-
no. (…) Los niños, por medio de su imaginación inago-
table, transforman la realidad en la que viven, sobre
todo, si se piensa que cualquier actividad fantástica
La literatura adquiere, a través de las narraciones y las historias fantásticas, una espe-
cie de poder para lograr que las aventuras de la imaginación, las acciones, los lugares y los
personajes, se entrecrucen con aspectos comunes de la realidad. La fantasía representa
un estímulo, que incluso puede ser considerado dentro de la teoría psicológica como un
aporte a la destreza lingüística y a la sensibilidad estética.
Por otro lado, considerando lo explicado por Montoya (2004), la fantasía es una acti-
vidad lúdica que integra la literatura y representa una de las fuentes para reafirmar
la identidad de manera individual y colectiva. Es por medio del descubrimiento de la
literatura infantil, donde se encuentran los relatos de aventuras, las rondas, poesías y
cuentos tradicionales populares, que se recrea la fantasía y se construyen el lenguaje y
el pensamiento.
Instrucción
En palabras de Solzhenitsin (1070): "Hay cosas que nos llevan más allá del mundo de
las palabras; es como el espejito de los cuentos de hadas: se mira uno en él y lo que ve
no es uno mismo. Por un instante vislumbramos lo inaccesible, por lo que clama el alma"
(p.13). Por su parte, la psicología se ha encargado de clasificar la fantasía en etapas,
atendiendo a la relevancia que tiene la imaginación en la infancia, como se muestra en
la tabla 5.
Tabla 4.
Comparativo categorización Propp/Greimas
Etapas Descripción
Primera etapa:
Es la etapa de la exploración, donde se reconoce el valor
Se produce el paso de a la oralidad y el proceso de prelectura que va dando
la imaginación pasiva a paso a una nueva forma de imaginar, interactuando con
la imaginación activa y aquello que se ha convertido en un imaginario.
creadora.
Tomando como referencia las palabras de Vasco (2011) cuando afirma que “crecer
como lectores es crecer como ciudadanos” (p. 25), se plantean una serie de reflexiones y
pasos para emplear adecuadamente la literatura infantil. La tabla 6 presenta un decálogo
con los consejos más importantes que realiza Vasco (2011) sobre la forma de abordar el
mundo de los libros y la responsabilidad de transmitir todos sus elementos en el ejercicio
pedagógico de la promoción de la lectura y la escritura. Se presenta un decálogo induc-
tivo que inicia por la etapa de prelectura y preescritura, para llegar finalmente al rol del
educador en el aula.
Tabla 6.
Decálogo
Los libros deben ser leídos despacio, tomándonos el tiempo de disfrutarlos, inter-
pretándolos con tonalidades, matices, expresiones personales. Cuando esto sucede,
1
la historia adquiere vida. Es, por lo tanto, animada. Es decir, que nuestra "ánima" o
alma, ha entrado en el libro.
Con el paso de los días, con el paso de las palabras, de piel a piel, de boca a oído,
de mirada a mirada, el bebé comienza a reconocer señales. Su nombre, para
2 comenzar. Y el de mamá. Y el de la comida, el juguete, el cambio de pañal, la hora
del baño... Cada acción tiene su palabra. Cada palabra tiene su manera de pro-
nunciarla, de vocalizarla, de entonarla.
No olvide que siempre hay que acompañar los libros de imágenes con palabras.
Mientras pasa las páginas del libro, hable, diga cómo se llaman los objetos y los
3 personajes, recite... En fin, estas lecturas en voz alta de libros que no tienen pala-
bras serán las que harán que las manchas se conviertan en representaciones con
significado.
Una buena manera de iniciar a alguien en la lectura es leerle cuentos donde los
héroes tengan que sortear algunos obstáculos y salir victoriosos al final. Si la lectura
5 es interesante, después de leer, suelen despertarse preguntas o comentarios. Estos
deben ser naturales y espontáneos, nunca forzados. No deben parecer interrogato-
rios o exámenes.
Para transportarse a nuevos mundos imaginarios, para entrar en el "Érase una vez,
6 hace mucho tiempo...", es necesario que el lugar de reunión guarde condiciones
mínimas de concentración y comunicación entre lector y auditorio.
Sin embargo, así como se reconoce el papel fundamental de la literatura en los prime-
ros años de infancia, también se reconocen aspectos que generan preocupación como
es el caso de la pérdida de la capacidad metafórica en la medida en la que se presenta
el crecimiento durante las etapas de desarrollo; en este caso, Martí (1988) explica:
”
Esa capacidad metafórica, aparentemente tan arraigada en los
pequeños, desaparece en los inicios de la edad escolar. ¿Será la
escuela la responsable de esta evolución, si se considera su ten-
dencia a la uniformación y al cumplimiento de normas rígidas,
elementos que irían en contra de la tendencia creativa y lúdica de
los pequeños? Sabemos que, al niño, durante los primeros años de
vida, no le violenta la literatura. Manipular el libro, morderlo, es-
cuchar los diálogos entre dos marionetas, son actividades con las
que disfruta, pero sabemos también, que, por desgracia, cuando
comienza la Primaria, la literatura es abordada de manera radi-
calmente distinta. El libro deja de ser fascinante y se convierte en
una tarea difícil, un objeto muerto que hay que autopsiar. (p. 1)
Video
https://www.youtube.com/watch?v=agWcepClgEA
Leer debería ser un acto asociado con la libertad y la autonomía, sin embargo, si se
piensa en la escuela actual, la lectura ha sido relegada lentamente a un lugar donde cada
vez es más complejo acceder, y esto tiene que ver con el uso frecuente de la tecnología
que hacen los niños desde edades tempranas para acceder a contenidos audiovisuales.
Esta es una estrategia que, integrada a la escuela, debería representar una total nove-
dad, pero no es así. La infancia se encuentra sobreexpuesta a plataformas, entornos
virtuales y ambientes gamificados, aspecto que sin duda influye en el desinterés que se
reconoce frente a los procesos de lectura y escritura, sobre todo en la básica primaria.
Sobre este asunto, Rodari (1977) expresa que “Hay dos tipos de niño lector, el que lee
para la escuela porque es su tarea y el que lee para sí mismo, para satisfacer su necesidad
de información o para alimentar la imaginación, para jugar a” (p. 28).
letralia.com/112/ensayo01.htm