Está en la página 1de 7

CONSULTA ESTADOS DE RECURSOS DETALLE RESOLUCION Recurso

2320/2008 - Resolución: 15197 - Secretaría: UNICA

Santiago, diez de junio de dos mil ocho.


Vistos:
En autos rol Nº 4.981-03 del Quinto Juzgado del Trabajo de
Santiago, doña María Soledad Muñoz Calderón deduce demanda
en contra de Caritas Chile, representada por don Sergio
Muñoz Leiva, a fin que se declare que la relación laboral
ha sido indefinida desde el 22 de agosto de 2000 y que su
despido ha sido improcedente, además de dar aplicación a lo
dispuesto en el artículo 162 del Código del Trabajo y se
condene a la demandada al pago de las prestaciones que
indica, más recargos, reajustes, intereses y costas.
La demandada, evacuando el traslado conferido, opuso las
excepciones de nulidad de todo lo obrado por falta de
emplazamiento, ineptitud del libelo, falta de pretensión
suficiente deducida en juicio y transacción y, en subsidio,
solicitó el rechazo de la acción deducida en su contra, con
costas, sosteniendo que con la actora la unieron relaciones
laborales discontinuas, debidamente finiquitadas y que nada
adeuda por ningún concepto.
En sentencia de veintitrés de junio del año pasado,
escrita a fojas 101, el tribunal de primer grado rechazó
las excepciones de ineptitud del libelo y falta de
pretensión suficiente y acogió la demanda ordenando el pago
de indemnización sustitutiva del aviso previo, compensación
de días domingo y festivos, con las cotizaciones
respectivas, además del feriado proporcional, con reajustes
e intereses, sin costas.
Se alzaron ambas partes y una de las salas de la Corte de
Apelaciones de Santiago, en fallo de veinticuatro de marzo
del año en curso, que se lee a fojas 132, confirmó el de
primer grado, sin modificaciones.

En contra de esta última decisión, la demandante deduce


recurso de casación en el fondo, a fin que se la invalide y
se dicte la de reemplazo que indica.

Se trajeron estos autos en relación.


Considerando:
Primero: Que la demandante sustenta el recurso de
casación en el fondo que deduce, en la infracción de los
artículos 5º, 12, 159 Nº 4 y 456 del Código del Trabajo;
1545 y 1546 del Código Civil y principios de la primacía de
la realidad e in dubio pro operario, argumentando que se
vulnera tal normativa y principios al negar lugar a la
demanda en cuanto a que la relación laboral fue indefinida
e iniciada el 22 de agosto de 2000, sin interrupción, hasta
el 18 de agosto de 2003 y con ello desestimar la
indemnización por años de servicios con el recargo legal.
Agrega que si se hubieran tenido en consideración la
multiplicidad, gravedad, precisión, concordancia y conexión
de la prueba documental y testifical aportadas por la
demandante, la que acredita sucesivos contratos de trabajo,
con boletas de honorarios por el mes de febrero de cada
año, más las declaraciones en el sentido que no se le
pagaron cotizaciones durante ese mes, lo que era práctica
habitual de la demandada, más los principios referidos, se
debió concluir que la realidad era distinta de la que
pretendió acreditar la demandada con los finiquitos
acompañados, los que no produjeron su efecto propio y
esencial, cual es poner término a la relación laboral, por
lo tanto, estando vigente esa vinculación, ningún efecto
puede producir la renuncia a derechos laborales, de acuerdo
a lo previsto en el artículo 5º del Código del Trabajo.
Continúa señalando que se debió considerar que los
contratos siempre deben cumplirse de buena fe, lo que no
ocurrió, por la voluntad del empleador de alterar la
realidad, pretendiendo contratos a plazo fijo, en
circunstancias que se trató de relación laboral
ininterrumpida.
Luego se dice en el recurso que de acuerdo al artículo 12
del Código del ramo, el empleador puede alterar la
naturaleza de los servicios, siempre que no importe
menoscabo para el trabajador, que conforme al artículo 1545
del Código Civil, el contrato es una ley para los
contratantes y no puede ser alterado o invalidado, sino por
mutuo consentimiento o causa legal y de acuerdo al artículo
1546 del Código Civil, deben ejecutarse de buena fe y
obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas
las cosas que emanan de la naturaleza de la obligación,
normas que fueron vulneradas al no establecer la
remuneración de la actora en la suma de $581.160.-, que es
la última remuneración. Luego se dice en el recurso que de
acuerdo al artículo 12 del Código del ramo, el empleador
puede alterar la naturaleza de los servicios, siempre que
no importe menoscabo para el trabajador, que conforme al
artículo 1545 del Código Civil, el contrato es una ley para
los contratantes y no puede ser alterado o invalidado, sino
por mutuo consentimiento o causa legal y de acuerdo al
artículo 1546 del Código Civil, deben ejecutarse de buena
fe y obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a
todas las cosas que emanan de la naturaleza de la
obligación, normas que fueron vulneradas al no establecer
la remuneración de la actora en la suma de $581.160.-, que
es la última remuneración sin disminuirle las horas de
trabajo, o, en su defecto, en la cantidad de $435.970,
promedio de los últimos tres meses antes de reducir las
horas de trabajo.

Finaliza explicando la influencia sustancial en lo


dispositivo del fallo de los errores de derecho que
denuncia.
Segundo: Que son hechos establecidos en la sentencia
impugnada, los siguientes:
a) las partes se encuentran contestes en que la actora fue
contratada por la demandada desde el 22 de agosto de 2000
hasta el 31 de enero de 2001; desde el 1º de marzo de 2001
hasta el 31 de enero de 2002; desde el 2 de marzo de 2002
hasta el 31 de enero de 2003 y que la demandante firmó
sendos finiquitos, ante Notario, al término de cada
período. También concuerdan en que el último contrato se
extendía desde el 3 de marzo de 2003 hasta fines de mayo
del mismo año.

b) En el finiquito transacción de 31 de enero de 2003,


firmado y ratificado por la demandante ante Notario, se
consigna como causal de terminación, la de vencimiento del
plazo convenido y en su cláusula quinta se pacta
expresamente que ?con el ánimo de precaver cualquier
litigio o reclamo eventual, de cualquier naturaleza que
pudiera producirse entre las partes, el ex empleador paga
también en esta oportunidad, a título de indemnización
voluntaria, la suma de $428.400.-, que la ex trabajadora
recibe a su entera satisfacción y conformidad? y, además,
en la cláusula sexta las partes declaran no tener cargo
alguno que formularse renunciando a cualquier acción
administrativa o judicial que pudiera corresponderles.

c) En el contrato de 3 de marzo de 2003, se acordó que la


demandante impartiría el curso de auxiliar paramédico de
enfermería y realizaría la supervisión de la práctica por
un total de 50 horas, a un valor de $4.960.- cada hora y
que su jornada se distribuiría de lunes a viernes, de 8:00
a 22:00 horas y sábado de 8:00 a 13:00 horas, según las
necesidades académicas de la empleadora, pero en marzo de
2003 trabajó 91 horas; en abril un total de 84 horas; en
mayo un total de 116 horas; en junio lo hizo por 48 horas y
en julio por 50 horas.

d) La cantidad de horas trabajadas durante los meses de


junio y julio se encuentra acorde con el pacto de 31 de
marzo de 2003, esto es, 50 horas.

e) Respecto del último contrato de plazo fijo, de 3 de


marzo de 2003, con vencimiento el 30 de mayo del mismo año,
no consta finiquito ni prórroga de plazo, ni firma de nuevo
contrato, pero se acreditó que la demandante continuó
prestando servicios, con conocimiento de la empleadora
hasta el 18 de agosto de 2003, época en que fue separada de
sus labores por vencimiento del plazo.
f) En los certificados de cotizaciones previsionales
agregados al proceso, consta el pago de las
correspondientes de marzo a julio de 2003, de acuerdo a la
remuneración imponible de la trabajadora.
g) La remuneración promedio de la actora ascendía a
$356.847.-
Tercero: Que, conforme con los hechos narrados en el
motivo anterior, los jueces del grado, considerando que la
demandante no alegó la ineficacia o nulidad del finiquito
suscrito el 31 de enero de 2003, el que fue otorgado con
las formalidades establecidas en el artículo 177 del Código
del Trabajo, estimaron que dicho instrumento tiene pleno
poder liberatorio y extintivo respecto de las obligaciones,
derechos y acciones que la relación laboral produjo entre
las partes con anterioridad al 31 de enero de 2003, sea que
se trate de deuda por remuneraciones o continuación de la
vinculación, de modo que, en ese aspecto, desestimaron la
demanda.
Además, estimaron que la demandante se encontraba
remunerada exclusivamente por hora y prueba de ello es que
las que excedían de 50 semanales, no fueron consideradas
como extraordinarias, por lo tanto, su remuneración se vio
afectada por la mayor o menor cantidad de días domingo y
festivos del mes, de manera que reconocieron a favor de la
actora su derecho al beneficio de la semana corrida, el
cual otorgaron.
Por último, en atención a que se trató de un contrato de
plazo fijo que devino en indefinido, resultó improcedente
la causal aplicada para su terminación, razón por la cual
se consideró injustificado el despido de la actora y se
condenó a la demandada al pago de la indemnización
sustitutiva del aviso previo, junto con las restantes
prestaciones, ya señaladas.

Cuarto: Que en el primer capítulo del recurso que se


examina, el recurrente argumenta que el finiquito que
suscribió con su empleadora el 31 de enero de 2003, carece
de eficacia, porque en la realidad, la relación que unió a
las partes fue de carácter indefinido desde el 28 de agosto
de 2000, lo que se desprendería de la prueba rendida por la
demandante, a la que se debió valorar conforme los
criterios que desarrolla en su presentación y, por lo
tanto, que dicho finiquito no produjo el efecto propio de
poner término a las relaciones laborales habidas con
anterioridad a la fecha en que fue firmado, las que deben
estimarse continuas.

Quinto: Que al respecto cabe señalar que, como se indica en


el fallo atacado, la actora no alegó la ineficacia o
nulidad del finiquito en cuestión, no sostuvo que el
consentimiento prestado en él estuviera viciado por error,
fuerza o dolo, sino que pretende la existencia de una
realidad distinta a la que contribuyó a conformar con la
suscripción de contratos de plazo fijo, debidamente
finiquitados, de modo que sus alegaciones sólo intentan
modificar los hechos asentados, esto es, la extinción de
todos los derechos, obligaciones y acciones emanadas de la
relación laboral existente con anterioridad al 31 de enero
de 2003. Para los efectos de tal modificación, la
recurrente debió denunciar el quebrantamiento de las leyes
reguladoras de la prueba, lo que no hizo, de modo que este
Tribunal de Casación no se encuentra en condiciones de
revisar las conclusiones fácticas a las que se arribó en la
sentencia impugnada, sobretodo si se considera que tampoco
se reprocha la aplicación de la norma contenida en el
artículo 177 del Código del Trabajo.

Sexto: Que, por otra parte, la argumentación en orden a que


el finiquito no produjo su efecto propio, cual es, poner
término a la relación laboral, resulta equivocada, ya que
dicho instrumento corresponde a un ajuste de cuentas entre
empleador y trabajador, en el cual se deja constancia de la
forma en que se ha puesto término a la relación laboral y
la manera en que cada una de las partes ha dado
cumplimiento a las obligaciones emanadas del contrato de
trabajo, pero en si mismo no constituye una forma de
concluir la vinculación laboral; baste para ello recordar
las disposiciones contenidas en los artículos 159, 160 y
161 del Código del ramo, en las cuales se establecen las
causales para finalizar el nexo de naturaleza laboral.
Séptimo: Que a propósito de la buena fe con la que deben
cumplirse los contratos, útil resulta traer a colación la
denominada Teoría de los Actos Propios, según la cual si un
sujeto define su posición jurídica mediante el desarrollo
de determinadas conductas, no le es lícito desconocer,
posteriormente, sus propias actuaciones, de modo que si la
demandante durante casi tres años concurrió a generar una
relación laboral de plazo fijo, a través de las sucesivas
suscripciones de contratos de esa naturaleza, con sus
correspondientes finiquitos al término de cada período, no
es dable que ahora pretenda desconocer dichos acuerdos,
aludiendo a una realidad distinta y a derechos
irrenunciables.
Octavo: Que, por último, en relación con el capítulo
referido al monto de la remuneración de la demandante,
nuevamente el recurrente contraría los hechos, sin
denunciar la infracción de las leyes reguladoras de la
prueba, a lo que se agrega que supone la reducción de horas
de trabajo de la demandante, circunstancia no establecida
y, además, plantea supuestos errores alternativos o
subsidiarios, desde que sostiene que dicha remuneración es
una determinada, o, en su defecto, la otra cantidad que
indica. Tal planteamiento atenta contra la naturaleza de
derecho estricto del recurso de nulidad intentado, ya que
hace a lo menos dubitable el pretendido derecho a aplicar
para la solución de la litis.
Noveno: Que, en armonía con lo reflexionado, el presente
recurso de nulidad debe ser desestimado.
Por estas consideraciones y de acuerdo con lo previsto en
los artículos 764, 765, 767, 771, 772 y 783 del Código de
Procedimiento Civil, se rechaza, sin costas, el recurso de
casación en el fondo deducido por la demandante a fojas
133, contra la sentencia de veinticuatro de marzo del año
en curso, que se lee a fojas 132.

Regístrese y devuélvase, con sus agregados.

Nº 2.320-08.
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema
integrada por los Ministros señores Patricio Valdés A.,
Pedro Pierry A., señora Gabriela Pérez P., Ministro
Suplente señor Julio Torres A., y el Abogado Integrante
señor Ricardo Peralta V. No firma el Abogado Integrante
señor Peralta, no obstante haber concurrido a la vista del
recurso y acuerdo del fallo, por estar ausente. Santiago,
10 d e junio de 2008.

Autoriza la Secretaria Suplente de la Corte Suprema, señora


Beatriz Pedrals García de Cortazar.

También podría gustarte