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actual, cuyas consecuencias son de imposible reparación ulterior.
Adujeron también autocontradicción en los fundamentos, por
cuanto no puede negarse la equiparación a definitiva de la sentencia del
juez de apelaciones, aunque la consecuencia de su decisión sea la de seguir
sometido a proceso, porque en ese proceso al que se sigue sometido, ya no
podrá volver a tratarse la cuestión de la insubsistencia de la acción por
vencimiento de los plazos de la I.P.P.
Reiteraron el agravio relativo a la falta de fundamentación del
fallo del Juez de apelaciones, afirmando a su vez que los argumentos dados
por la Cámara para sostener que estamos frente a una sentencia fundada,
no agota la máxima revisión posible. Reiteraron también, lo relativo a la
titularidad del derecho que se entiende vulnerado, la comunicabilidad de los
efectos del recurso interpuesto por uno de los co-imputados, y a la
actuación oficiosa del Tribunal, con extensas citas de su recurso casatorio.
Concluyeron que la declaración de inadmisibilidad privó al Sr.
Troncoso a que sus pretensiones fueran oídas y resueltas conforme a
derecho, privándoselo del debido proceso y del derecho al recurso de
manera jurídicamente arbitraria. Solicitaron que se haga lugar al recurso
interpuesto.
II- a) Ingresando al estudio de la cuestión traída a resolver,
corresponde analizar la admisibilidad del recurso intentado, es decir,
verificar si se recurrió por el medio y en los casos expresamente
establecidos en el Código, si lo interpuso un sujeto legitimado, en las
condiciones de tiempo y forma determinadas, con específica y separada
indicación de los motivos en que se sustenta.
En esa tarea, advertimos que el recurso articulado es el medio
establecido contra las sentencias dictadas por la Cámara de Casación; que
ha sido interpuesto en legal término y que los recurrentes se encuentran
legitimados.
II- b) En segundo término, corresponde constatar si se ha
invocado alguno de los motivos taxativamente previstos por la normativa
procesal.
En relación a este extremo, el art. 521 de nuestro ordenamiento
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establece dos causales que habilitan la instancia extraordinaria provincial, a
saber: En los supuestos que correspondiere la interposición del recurso
extraordinario federal, y cuando la sentencia de la C ám ara de C asación
Penal resulte contradictoria con la doctrina sentada en fallo anterior del
m ism o tribunal o del Tribunal S uperior de Justicia sobre la m ism a cuestión.
III- a) En orden a establecer la procedencia de la impugnación
ahora formulada, vale destacar nuevamente que los agravios que plantean
los recurrentes, no distan de aquellos que fueran, por ellos mismos,
referidos al momento de interponer el remedio casatorio.
Ello así, por cuanto vuelven a adscribir carácter equiparable a
definitiva a la resolución de apelación, y entienden que la resolución causa
un gravamen actual, cuyas consecuencias son de imposible reparación
ulterior. Reiteraron, a su vez, los agravios de autocontradicción en los
fundamentos -en la sentencia de apelación, y agregaron que también tal
vicio estaría presente en el pronunciamiento de esta Sala-; falta de
fundamentación en ambos fallos -solicitando la aplicación de la doctrina de
la arbitrariedad-; titularidad del derecho que se entiende vulnerado,
comunicabilidad de los efectos del recurso interpuesto por uno de los
co-imputados, y actuación oficiosa del Tribunal.
Planteos todos ellos, que obtuvieron respuesta en la instancia de
apelación, siendo a su vez revisados en su fundamentación por esta
Cámara, habiendo resuelto la inadmisibilidad de la habilitación de la
instancia casatoria, al no haberse verificado la existencia de los motivos
propios del recurso en cuestión.
III- b) Específicamente en relación al carácter equiparable a
definitiva que se aduce respecto de la continuidad de sometimiento al
proceso, vale destacar que tan relevante aspecto -central en el análisis de
admisibilidad que debe hacerse a los fines de habilitar o no la instancia
casatoria, habida cuenta del principio de taxatividad que opera respecto de
la misma-, vuelve a ser fundamentado por los recurrentes -al igual que lo
habían hecho en el escrito casatorio- en base a " precedentes de nuestro
S uperior Tribunal de Justicia y la C S JN".
En relación a los alegados precedentes de nuestro S TJ, ninguna
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referencia se hace, más que una nota al pie respecto de un solo
antecedente ("BOADA", del 09/08/1995), sin cita a su contenido.
En relación a lo que, afirman, sostiene la CSJN, sólo citan
textualmente un fragmento de "PADULA" (sent. del 11/11/1997), donde se
da cuenta de que la doctrina del Máximo Tribunal es, efectivamente,
considerar que las resoluciones cuya consecuencia sea la obligación de
seguir sometido a proceso no reúnen, por regla, la calidad de sentencia
definitiva, a los fines de la procedencia del Recurso extraordinario (y, por
remisión del art. 521 CPPER, de la Impugnación extraordinaria en cuestión),
regla que se exceptúa en caso de verificarse un gravamen de insuficiente,
imposible o tardía reparación posterior; agregándose un párrafo en el cual
se dice, textualmente, que “… el gravam en no resulta susceptible de
reparación posterior, en tanto restringe el derecho del procesado a poner fin
a la acción y evitar la im posición de una pena”.
Sin embargo, no puede dejar de llamarse la atención, respecto de
la diferencia sustancial entre los antecedentes fácticos del único fallo
aludido, y las presentes. En "PADULA", la Cámara Nacional de Casación
Penal había declarado mal concedidos los recursos de casación deducidos
por las defensas de los procesados, contra la decisión que no hizo lugar a
la suspensión del juicio a prueba. Frente a ello, una de las Defensas
interpuso recurso extraordinario (luego denegado) y, posteriormente, la
queja.
El motivo principal por el que la CSJN exceptuó la aplicación de su
propia doctrina, respecto de las resoluciones que significaban la obligación
de seguir sometido a proceso, era que " el rechazo del beneficio de la
suspensión del juicio a prueba, tiene sustento en la im posibilidad de
acordarlo por superar el m áxim o de la pena prevista por el delito que se le
im puta a partir de la calificación jurídica del hecho traído a juicio efectuada
en el requerim iento fiscal", destacando asimismo, que " la finalidad de quien
requiere la suspensión del juicio a prueba no es la de obtener una sentencia
absolutoria, sino la de no seguir som etido a proceso m ediante la extinción
de la acción penal".
Pero además, expresamente la CSJN dispuso que ello, per se, no
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resultaba tampoco suficiente para habilitar la instancia extraordinaria, si no
se hallaba involucrada en el caso alguna cuestión federal concreta. En dicho
caso, encontraba cumplido form alm ente ese requisito, por aplicación de la
doctrina de la arbitrariedad, por cuanto la declaración de inadmisibilidad fue
en base a " fórm ulas genéricas y abstractas, tales com o la supuesta
naturaleza "irrecurrible" de la resolución im pugnada".
Las consideraciones precedentes, avientan toda posibilidad de
aplicar automáticamente la solitaria referencia jurisprudencial transcripta
por los recurrentes.
A ello se debe adunar, que esta Cámara ha receptado similar
tesitura en relación a la admisibilidad de recursos contra decisiones
denegatorias de suspensión del juicio a prueba, cuando dicho rechazo es
efectuado en la última oportunidad procesal posible (ver, por ejemplo,
"Ríos, Victorio Abelardo…"). Esta Cámara sostuvo, al respecto, que
siguiendo un criterio amplio en cuanto a los requisitos exigidos de acuerdo a
la normativa procesal, la sentencia que confirma la denegación de la
Suspensión del Juicio a Prueba puede considerarse equiparable a definitiva
(siguiendo los lineamientos de la CSJN, por ejemplo, en "Di Nunzio",
328:1108.).
Sin embargo, recientemente (en "TREPPO -y otros-", res. del
17/11/2022) se precisó que dichas consideraciones, no obstan a verificar,
aún en la etapa de admisibilidad, la existencia de las condiciones para la
procedencia de lo solicitado, por cuanto la petición " puede constituir prim a
facie un gravam en de im posible ulterior reparación, pero ello (vinculado a la
oportunidad), no obsta al análisis, aún prelim inar, en orden a su viabilidad".
Concluíamos allí, que lo contrario " im portaría habilitar instancias
sucesivas de revisión de cualquier petición que hagan las partes, con
independencia de su contenido, con la m era invocación de que no pueden
volver a form ular el pedido; el m ism o, por tanto, no puede carecer
totalm ente de m érito", evaluación que fue fundadamente efectuada en
autos por el Vocal de apelación, en una resolución que, revisada por esta
Cámara, se juzgó correcta.
III- c) En relación a la supuesta arbitrariedad de lo resuelto,
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tanto por el Juez de apelación, como por esta Cámara, no emergen de los
agravios formulados por los recurrentes -ahora, bajo la forma de motivos
de impugnación extraordinaria-, cuestionamientos críticos suficientes,
dirigidos contra la motivación expresada en las piezas de mención.
Por el contrario, habida cuenta de la ya mencionada reiteración
de agravios, no queda más que entender a los mismos como una
disconformidad de los recurrentes con lo resuelto, lo que no amerita la
habilitación de la instancia casatoria pretendida -y, por lógica consecuencia,
mucho menos la aún más restringida vía de la impugnación extraordinaria
provincial-.
Ello se condice con lo resuelto en numerosas ocasiones por esta
Cámara, en tanto no puede en estos supuestos habilitarse la limitada
instancia de la impugnación extraordinaria, la que no está prevista como
una ulterior instancia ordinaria para "corregir" sentencias que se reputen
equivocadas por los impugnantes. La Sala Penal del STJER ha señalado,
coincidentemente, que la alegada arbitrariedad que habilitaría la referida
instancia, no puede tener com o objeto abrir una nueva instancia ordinaria
de revisión (ver "TORRILLA", resol. del 10/11/2020, entre tantos otros).
Asimismo, debe destacarse que recientemente la Sala Penal del
STJER también ha reafirmado el carácter excepcional y limitado de la
doctrina pretoriana de la arbitrariedad. Así, en "MARTINEZ" (res. del
05/08/22), recordó lo sostenido por la CSJN, en cuanto reza: " ...Para
descalificar una sentencia por causa de arbitrariedad en el razonam iento
legal se debe efectuar un análisis de los defectos lógicos que justifican tan
excepcionalísim a conclusión, lo que no tiene por objeto convertir a la C orte
en un tribunal de tercera instancia ordinaria, ni corregir fallos equivocados o
que se reputen tales, sino que atiende a cubrir casos de carácter
excepcional, en que deficiencias lógicas del razonam iento o una total
ausencia de fundam ento norm ativo, im pida considerar el pronunciam iento
de los jueces del proceso com o la "sentencia fundada en ley" a que hacen
referencia los arts. 17 Y 18 de la C onstitución N acional...".
Igualmente (también en autos "MARTINEZ", pero en resolución
de fecha 18/11/22), reafirmaron que "... La doctrina de la arbitrariedad es
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de aplicación restringida, no apta para cubrir las m eras discrepancias de las
partes respecto de los fundam entos de hecho, prueba y de derecho com ún
procesal, a través de los cuales los m agistrados de la causa apoyaron sus
decisiones en el ám bito de su jurisdicción excluyente, ni tiene por objeto
corregir en tercera instancia pronunciam ientos equivocados o que el
recurrente considere tales en orden a tem as no federales, pues su
procedencia requiere un apartam iento inequívoco de la solución norm ativa o
una absoluta carencia de fundam entación..." (con cita a CSJN, L 1023. XLI
López, 25/09/2007 -Voto del Dr. Fayt-).
III- d) Análogas consideraciones conducen al rechazo de los
restantes agravios esgrimidos, reiteratorios de los antes formulados por los
recurrentes, y cuyo tratamiento -habida cuenta de las consideraciones
respecto de la ausencia de gravamen irreparable y arbitrariedad en lo
resuelto-, tampoco pueden merecer más tratamiento del dispensado, en
instancias recursivas.
A modo de ejemplo, vale destacar que vuelven los Defensores a
insistir respecto de la titularidad del derecho que se entiende vulnerado,
rechazando la interpretación que aduce el Vocal de apelación; sin embargo,
los motivos brindados por el magistrado para así resolver, compulsados por
este Tribunal, se muestran suficientes, habiendo arribado a los mismos a
partir incluso de una interpretación integral de los precedentes que
consideró aplicables (entre ellos, "Robinson" y "Torres", de la Sala Penal del
STJER, respecto de los cuales los defensores insisten con que no son
aplicables, sin brindar mayores motivos para tal conclusión). A modo
meramente ilustrativo, no puede perderse de vista que aún en el
precedente cuya aplicación (en solitario) reclaman los impugnantes
("COZZI", sent. del 06/12/21), ya se hacía expresa referencia a lo que
luego se desarrolló en los precedentes citados por el juez de apelación, esto
es, al sostenimiento de la investigación en el tiempo " sólo por la m era
voluntad infundada del M inisterio Público Fiscal, no consentida por la
contraparte", lo que da cuenta de la injerencia asignada a la actuación de
las partes, incompatible con la inteligencia propuesta por los aquí
recurrentes.
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IV) Descartado que nos encontremos ante una resolución nula
por falta de fundamentación, ni afectación tal que permita excepcionar las
reglas generales, no solo por no haberse demostrado afectación a derechos
fundamentales, sino porque estamos ante una decisión que no adolece de
los vicios invocados (arbitrariedad, falta de tratamiento, etc.), ni pone
término al proceso, corresponde denegar el recurso interpuesto.
Por ello;
SE RESUELVE:
I- RECHAZAR la Impugnación Extraordinaria interpuesta en
fecha 10/11/2022 por los Dres. Hugo Gemelli y Miguel Angel Cullen,
abogados defensores de Ricardo Troncoso, contra la sentencia dictada por
esta Cámara de Casación Penal el 26/10/2022. Costas a la recurrente.
II- Protocolícese, notifíquese y oportunamente devuélvase a
origen.