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Ciudadano

Juez Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro Occidental.


Su Despacho .-
Nosotros, Isveth Nohemi Crespo Porteles y José Alejandro Gil Luque, venezolanos,
mayores de edad, Abogados, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los
Nos. 52.967 y 43.104, respectivamente, titulares de las cédulas de identidad Nos. 9.622.506 y
9.576.280, de este domicilio, actuando en este acto, con el carácter de Apoderados Judiciales
del Municipio Palavecino del Estado Lara, según se evidencia de poderes autenticados por ante
la Notaria Pública de Cabudare, Municipio Palavecino del Estado Lara, en fechas 03 de
Septiembre de 2001, inserto bajo el numero 22, Tomo 32 de los libros de autenticación llevados
por ante la misma; al igual que el 10 de Noviembre de 2000; inserto bajo el numero 74, Tomo
74, de esa Notaria y que consignamos en original y copia certificada, al igual que sus
respectivas copias simples, para que luego de confrontados y certificados, nos sean devueltos
las mismas, que anexamos marcada “A” y “B”, y vista la solicitud de amparo y siendo la
oportunidad legal para que se lleve a cabo la audiencia constitucional en la presente acción de
amparo, consignamos el presente escrito a titulo de informe y de defensa en la misma; la cual
hacemos en los siguientes términos:
Alega la presunta representante legal de la Asociación Civil Provivienda Habitunas
(ASOHABITUNAS), ser la propietaria de un lote de terreno, que tiene un área de 20.622,14
metros cuadrados, ubicado frente al sector Las Tunas de la Parroquia Agua Viva, del
Municipio Palavecino del Estado Lara según consta en documento de compra venta otorgado
por ante la Notaria Pública Segunda de Barquisimeto, bajo el N°. 25, Tomo 64 y en
consecuencia, alegan la violación a los Derechos de Propiedad, a la inviolabilidad del hogar
domestico y a la intimidad y privacidad y solicitando en consecuencia Amparo Constitucional;
en este sentido esta representación Judicial Municipal considera lo siguiente:
De la Falta de Cualidad de la Parte Actora
La parte accionante alega ser la representante legal de la Asociación Civil Provivienda
Habitunas (ASOHABITUNAS), sin embargo no consigna en ningún momento el acta
constitutiva, ni los estatutos de dicha asociación y lo que es peor aun, tampoco consigna el
carácter que le acredita su titularidad como presidenta de la misma por lo que invoco en este
acto, previo a la defensa de fondo su falta de cualidad para intentar dicha acción.
De la Improcedencia de la Presente Acción de Amparo
PRIMERO: Que la Actuación de la Coordinación de Ejidos e Inquilinato de la Alcaldía del
Municipio Palavecino, se encuentra ajustada a derecho y no es más que el ejercicio de la
facultad de la Administración Pública Municipal de velar, resguardar y proteger los inmuebles
que forman parte del patrimonio ejidal del Municipio, es así ciudadano Juez como ante la
ocupación ilegal y arbitraria de un grupo de personas, liderizada por la ciudadana Gladys
Yaneth Rodríguez, en un lote de terreno ejido, tal como consta en anexo que consignamos
marcado “C” contentivo de la acta policía levantada al tal efecto, el Municipio debe actuar a
fin de que dichas personas deponga su actitud; como bien es conocido en el Municipio
Palavecino el Inmueble ubicado en la Calle Rafael Medina del Sector Las Tunas, Parroquia
Agua Viva (conocido como la bloquera, pues allí ha funcionado una fabrica de bloques), forma
parte del ámbito territorial correspondiente a una extensión de terreno denominado Sabanas de
Tarabana, sector este que por Decreto N°. A-08-01-99, emanado del Despacho del Alcalde en
fecha 01 de Junio de 1999, que abarca una extensión de 7.110.376,22 metros cuadrados, cuyo
acto administrativo se declaró después de haberse realizado el procedimiento administrativo
respectivo previsto en el articulo 123, ordinales 1° y 4°, y articulo 184 de la Ley Orgánica de
Régimen Municipal, en concordancia con los artículos 6 y 12 de la Ordenanza de Reforma de
la Ordenanza de Terrenos Propios del Municipio y de conformidad con el entonces articulo 32
(actual articulo 181), de la Constitución Nacional derogada; no siendo en ningún momento
impugnado dicho Decreto, ni el procedimiento administrativo que lo origino, por vía
administrativa o contenciosa administrativa quedando firme en consecuencia dicho acto
administrativo, surtiendo los efectos de firmeza plena y cuya copia simple consigno en este
acto marcado “D”, para que sea cotejada y certificada con la respectiva original que igual
exhibo en este acto para su vista y devolución. En tal sentido, por estas razones, fue declarado
ejido municipal y como tal ha venido siendo administrado por el Municipio Palavecino,
otorgando en dicho sector los correspondientes contratos de arrendamientos solicitados por sus
respectivos ocupantes y en otros casos, algunos inmuebles del mismo sector han sido objeto
del rescate de terrenos municipales ocupados ilegalmente, tal cual como es el caso del inmueble
antes descrito, que fuera objeto de rescate mediante el procedimiento previsto en el Expediente
Administrativo N°. 07, que consigno marcado “E”, en copia simple, para que una vez cotejado
con el respectivo original nos sea devuelto, una vez exhibido. Dicho procedimiento de rescate
fue instruido por la Sindicatura Municipal a partir del 01 de marzo de 2002, siendo
practicada previamente una inspección judicial por el Juzgado Primero de los Municipios
Palavecino y Simón Plana del Estado Lara, de fecha 22 de Octubre del 2001, y en la cual se
dejo constancia de la existencia de un galpón que funciona como fabrica de bloque, una cerca
perimetral de concreto prefabricado, una vivienda y el resto del inmueble lleno de maleza; todo
esto conforme a la Ordenanza de Reforma al la Ordenanza de Ejidos y Terrenos Propios del
Municipio Palavecino y a la Ordenanza para el Rescate de Terrenos Municipales Ocupados
Ilegalmente, por lo cual siempre se ha mantenido la tesis de que dicho inmueble es ejido,
dejándose a salvo los derechos de propiedad a favor de los herederos de Ramón de Jesús
Suárez.
Sin embargo, sorprende a la Administración Municipal, la actuación de la Asociación
Civil Provivienda Habitunas, al pactar una negociación de compra – venta con la cual pretende
de manera engañosa despojar al Municipio de parte de sus ejidos, creando de esta manera un
conflicto sobre la titularidad del bien inmueble antes descrito, cuya determinación de
propiedad pretende dilucidar por esta vía la solicitante, siendo que tal pretensión excede del
ámbito propio del amparo; no siendo esta la vía mas idónea para ello y en este sentido, citamos
la sentencia emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, N°. 462 del
06-04-2001, caso Capitán (GN) Manuel Quevedo Fernández, en la cual determina lo siguiente:
“Ciertamente, debemos convenir en que este medio de impugnación ha sido
consagrado, a tenor del artículo 1 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, con el fin de reestablecer la situación jurídica lesionada
por el desconocimiento de un derecho humano positivizado a nivel constitucional.
La acción de amparo es pues, una garantía de reestablecimiento de la lesión actual
o inminente a una ventaja esencial, producto de un acto, actuación u omisión
antijurídica, en tanto contraria a un postulado en cuyo seno se encuentre reconocido
un derecho fundamental. Pero, a fin de llevar buen puerto el imprescindible análisis
critico que debe efectuar el Juez constitucional en su tarea de garantizar la función
subjetiva de los derechos fundamentales, éste debe interpretar en todo caso, si bien
de manera casuística pero con fundamento en los limites internos y externos que
perfilan toda actividad hermenéutica, el núcleo esencial de los tales derechos, es
decir, abstraer su contenido mínimo desde la premisa de que un derecho humano es
el resultado de un consenso imperativo según el cual una necesidad es tenida por
básica, para así diferenciarlo de las diversas situaciones jurídicas subjetivas donde
tales necesidades no se manejan en su esencialidad. Una vez analizado el precepto
contentivo del derecho humano que se denuncia conculcado, sigue aplicar al caso
que se presenta el contenido mínimo según el cual el derecho luce imprescindible
para la dignidad, igualdad y libertad humanas. Si la normas constitucionales resultan
directamente aplicable a la solución del conflicto, esto es, si la situación en la cual
surgió la controversia era canalizable según los fines y contenido de un precepto
constitucional o de un norma de rango inferior en cuyo contenido esté reflejado o se
encuentra implícito un derecho humano; entonces, el acto, actuación u omisión que
le desconoció debe imputársele la causación de una lesión a la regularidad
constitucional y, en consecuencia, ser pasible del procedimiento de tutela en vía de
amparo, una vez agotada la vía ordinaria, salvo las excepciones que a este requisito
ha venido señalando la Sala (Ver N°. 88-2000, 1592-2000, 82-2001 y 331-2001). Si
tal no fuere, es decir, si la determinada situación jurídica podrí conducirse a través
de normas en cuyos términos no se verifica el contenido esencial de un derecho
humano, las consecuencias derivadas de la no aplicación o falsa aplicación de
dichas normas devendrían revisables por la jurisdicción ordinaria. Por ejemplo, no
es igual hacer dictado con base en una ley, ya sea a través de un acto administrativo
dictado con base en una ley, reglamento o resolución, la facultad de ejercer dominio
sobre un bien bajo el supuesto de la función social de la propiedad (mínimo del
derecho de propiedad), que una discusión acerca de la titularidad de un bien entre
particulares o en conflicto con la administración, cuya protección se ejerce mediante
una acción judicial especifica: la reivindicación (subrayado nuestro).
SEGUNDO: Consigno en este acto, marcado “F”, original del Oficio N°. 086-2004, de fecha
09 de julio del 2004, suscrito por el Jefe de la División de Catastro de la Alcaldía del
Municipio Palavecino del Estado Lara, Arquitecto Martinus Mulder y enviado a la Secretaria
de la Cámara Municipal, con anexo de Oficio N°. 081-2004, de fecha 30-06-2004, dirigido a la
ciudadana Gladys Yaneth Rodriguez y mediante la cual se niega la inscripción catastral sobre
el inmueble aquí especificado y donde se expresa textualmente lo siguiente:
“1. Del análisis realizado a los documentos presentados y de los planos que anexa el
vendedor José Antonio Pérez Urbina, en solicitud de fecha 31-03-2004 y 09-06-
2004 a está División, quienes les venden a la Asociación que Ustedes representan,
en su condición de supuesto propietario del terreno en cuestión, el mismo no
acreditó tener propiedad sobre el sector de Sabana de Tarabana, lugar donde se
encuentra ubicado el terreno objeto de esta solicitud, pues en la correspondencias
antes indicadas sólo aludieron a la Posesión La Sevillana, por lo que les anexamos
el informe de fecha 28-06-2004 N°. 079-2004, en que esta división le emite
respuesta a dicho ciudadano. Dicho terreno es ejido Municipal por decreto A-08-01-
99.
2. Igualmente, del análisis del documento notariado, según el cual Usted compra un
lote de terreno, con especificación de ubicación, linderos y cabida, que según el
texto de dicho documento forma parte de la Posesión La Sevillana, esta es pro
indivisa y como tan solo pueden producirse ventas de derechos y acciones sobre las
misma, por lo tanto, esta venta contraviene lo preceptuado en el articulo 765 del
Código Civil, el cual prohíbe el comunero incluso cercar fracciones determinadas de
terrenos, ni arrendar lotes del mismo a terceros; de donde, solo después de realizar
la partición pueden vender la propiedad de un lote determinado en dicha partición,
otra razón por la que insistimos en que la propiedad del lote de terreno objeto de la
presente solicitud no ha sido transferido.
3. Los derechos que alega tener el comunero vendedor, ciudadano JOSÉ
ANTONIO PÉREZ URBINA en la POSESIÓN LA SEVILLANA, tiene un origen
registral correspondiente a otro Estado y no al Estado Lara, pero en ningún caso los
documentos presentados tienen relación con la propiedad del terreno ubicado en la
Calle Rafael Medina, Las Tunas, Sector 1, Parroquia Agua Viva, identificado
plenamente en los planos en lo que pretende adjudicarse la propiedad.
4. Aunado a lo precedentemente expuesto, un documento notariado no trasmite la
propiedad de un bien inmueble, solamente el documento otorgado por ante la
Oficina Subalterna de registro Público de la jurisdicción donde se encuentre ubicado
el referido bien, es traslativo de propiedad.
5. Por todo los argumentos expuestos y siendo que esta División sólo da cabida a
inscripciones catastrales sobre terrenos propios debidamente registrados ante la
Oficina Subalterna de registro Público del Municipio Palavecino del Estado Lara,
NEGAMOS LA INSCRIPCIÓN CATASTRAL SOLICITADA y nos reservamos el
derecho de enviar la documentación presentada a la Fiscalía del Ministerio Público
a objeto que proceda ha abrir la correspondiente averiguación por la presunta
comisión del delito de fraude que se ha pretendido realizar contra el Municipio.
TERCERO: Consigno marcado “G”, original del Oficio N°. 089-2004, de fecha 09 de julio del
2004, suscrito por el Jefe de la División de Catastro de la Alcaldía del Municipio Palavecino
del Estado Lara, Arquitecto Martinus Mulder y mediante la cual se niega la inscripción
catastral al ciudadano José Antonio Pérez Urbina y donde se expresa textualmente lo siguiente:
“1. Aunque el plano presentado determina, erróneamente, el ámbito físico territorial
del Municipio Palavecino, éste no corresponde comparativamente en sus limites a lo
señalado en los documentos por usted. Consignado, por lo tanto, la Posesión La
Sevillana no llega a este Municipio.
2. Existe un gran vacío en la tradición documental que determina que los supuestos
derechos de propiedad que usted señala tener dentro del territorio del Municipio
Palavecino son inexistente, dado que en esta División (antes Dirección) existen
expedientes catastrales parciales de solicitudes de inscripción catastral de quienes
también se consideran con derechos sobre esos terrenos, y que no han demostrado
claramente los mismo hasta la fecha de hoy; por ello no se les ha dado formal
inscripción.
3. Ésta División inscribe catastralmente algún inmueble siempre que esté el (los)
documentos (s) debidamente registrado (s) en la Oficina Subalterna del registro
Público del Municipio Palavecino, Estado Lara, acompañado de plano topográfico
con coordenadas que señalen claramente sus linderos.
4. Esta División anexará en nuestros archivos las solicitudes de inscripción
(emisión de cédulas catastral) hechos por usted formando parte del expediente
correspondiente a la Posesión La Sevillana, Sevillana, La Freitera, al igual que de
los otros supuestos derechantes que en fechas anteriores han solicitados inscripción
sobre la misma, por lo tanto, no se procederá a dar inscripción formal hasta tanto no
sea clarificada a través de los órganos jurídicos correspondientes la real titularidad
de esas tierras , así como su ubicación exacta.”
CUARTO: Establece el artículo 1.920 del Código Civil Venezolano que “Además de los actos
por disposiciones especiales están sometidos a la formalidad del registro, deben registrarse:
1. Todo acto entre vivos, sea a titulo gratuito, sea a titulo oneroso, traslativo de propiedad de
inmuebles, o de otros bienes o derechos susceptibles a hipoteca.
Artículo 1.915 del Código Civil Venezolano: “El registro debe hacerse en las oficinas del
Departamento o Distrito donde esté situado el inmueble objeto del acto.”
Artículo 1.916 del Código Civil Venezolano: “Si hubieren de trasmitirse o gravarse por un
mismo título inmuebles situados en diferentes juridisciones, o de constituirse, reconocerse,
imponerse o concederse algún derecho sobre ellos, se hará dicho registro en todas las Oficinas
correspondientes”
Artículo 1.917 del Código Civil Venezolano: “El Titulo registrado en el cual no se llenen las
formalidades establecidas en los dos artículos anteriores, no tendrá efecto contra tercero,
respecto de la parte donde ocurriere la omisión”.
Artículo 1.924 del Código Civil Venezolano: “Los documentos, actos y sentencias que la Ley
sujeta a las formalidades del registro y que no hayan sido anteriormente registrados, no tienen
efecto contra terceros, que por cualquier título, hayan adquirido y conservado legalmente
derechos sobre el inmueble.
Cuando la Ley exige un título registrado para hacer valer un derecho, no puede suplirse aquél
con otra clase de prueba, salvo disposiciones especiales”.
Siendo que el registro inmobiliario está dirigido fundamentalmente a dar seguridad en el
comercio de los bienes inmuebles vemos como el documento presentado por la accionante
como fundamento de su derecho no goza de la fe pública registral y por lo tanto no puede en
este caso hacer valer como prueba del derecho invocado.
Cuando en fecha 31 de Octubre de 2001, fue practicada la inspección Judicial antes
mencionada y solicitada por Sindicatura Municipal, se designó como práctico fotógrafa a la
ciudadana Gladis Yaneth Rodríguez Inojosa, titular de la cédula de identidad N°. 7.440.197,
por lo que la misma sabia y pudo determinar personalmente las condiciones en la que se
encontraba tanto el terreno, como las bienhechurias edificadas sobre el mismo; de allí que mal
podría haber violación de los Derechos y Garantías Constitucionales alegados por la misma, en
virtud de que siempre estuvo involucrada en el procedimiento de rescate realizado por el
Municipio Palavecino. Ahora bien, cuando el Jefe de la División de Ejidos e Inquilinatos del
Municipio Palavecino, le remite a los representantes de dicha asociación, un Oficio s/n de fecha
07 de julio de 2004, otorgándoles un lapso perentorio de 48 horas para su desalojo, en virtud de
que los mismos no tienen ningún tipo de autorización, por parte de alguna oficina o
departamento municipal, para ocupar dicho terreno, se realiza conforme a lo previsto en el
articulo 143 de la Ordenanza de Reforma a la Ordenanza de Ejidos y Terrenos Propios del
Municipio, por lo que la misma no obedece a un acto arbitrario o ilegal por parte de la referida
oficina administrativa, y será el organismo competente según el Decreto N°. G011, emanado
del Ejecutivo del Estado Lara y publicado en Gaceta Oficial Extraordinaria N°. 76, de fecha 19
de febrero de 1993, es decir, la Dirección General Sectorial de Seguridad y Orden Público del
Estado Lara a quien corresponderá la ejecución.
De igual forma la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías
Constitucionales en su articulo 5, establece que la acción de amparo procede solo cuando no
exista un medio procesal breve, sumario y eficaz acorde con la protección constitucional.
Siendo que la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos establece los recursos idóneos
para proceder contra un acto administrativo, los cuales la parte accionante no utilizó, no puede
alegar su propia omisión o torpeza. Igualmente, existen procedimientos ordinarios establecidos
para regular la propiedad y evidentemente la vía es jurisdiccional y no de hecho, es así como el
Código Civil, El Código de Procedimiento Civil, y la misma Ordenanza de Reforma a la
Ordenanza de Ejidos y Terrenos Propios del Municipio, establecen vías alternas para resolver
o dirimir controversias que se planteen respecto de la propiedad o posesión, sin que ello
implique en ningún caso, las vías de hecho o el vulnerar los derechos de terceros.
Por todas las consideraciones de hecho y derecho antes expuesta, solicitamos ciudadano
Juez desestime el amparo solicitado y declare su improcedencia, de igual forma solicitamos la
condenatoria en costas por la forma temeraria como ha sido planteada la presente acción.
Promovemos como prueba todo y cada uno de los instrumentos que anexamos al
presente escrito con las motivaciones que preceden.
Es Justicia que esperamos en la ciudad de Barquisimeto, a la fecha de su presentación.
Los Apoderados
Ciudadano:
Juez Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro Occidental.
Su Despacho:
Yo, José Alejandro Gil Luque, venezolano, mayor de edad, de profesión abogado, titular de
la cédula de identidad Nº: 9.576.280, debidamente inscrito en el INPREABOGADO bajo el Nº:
43.104 y de este domicilio; actuando en este acto con el carácter de apoderado judicial especial,
tanto del Municipio Palavecino del Estado Lara, como del Alcalde del mismo, ciudadano
DIEGO ANTONIO RIVERO, plenamente identificado en autos, según se desprende de los
Poderes Judiciales Especiales, otorgados a mi favor, por ante la Notaría Pública de Cabudare,
Municipio Palavecino del Estado Lara, en fecha 10 de Noviembre del 2000, el cual quedó
inscrito bajo el Nº 74, Tomo 74 y en fecha 23 de Julio del 2003, inscrito bajo el Nº 75, Tomo
33, de los Libros de Autenticaciones llevados por ante la misma y que consigno en este acto, en
copias simples, marcadas “A” y “B”, cuyo original en el primero de los casos, se encuentra en
el expediente Nº 03-2722, que se lleva por ante la Corte Primera del Contencioso
Administrativo y en cuanto al segundo, consigno igualmente el original, para su vista, cotejo,
certificación y devolución; estando dentro de la oportunidad legal prevista en el artículo 26 de
la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, para que se lleve a
cabo la Audiencia Constitucional de la Acción de Amparo intentada por el ciudadano Julio
Alberto Durán Lucena, plenamente identificado en autos, por lo que consigno en este acto, una
síntesis de mi exposición en la misma y del escrito de Informe previsto en el artículo 23 de la
referida ley, el cual hago en los siguientes términos:
De la Improcedencia de la Presente Acción de Amparo.
“Es cierto que en fecha 14 de Abril de 2003, fueron emitidos por parte del Alcalde del
Municipio Palavecino del Estado Lara, Abog. Diego Antonio Rivero, los Decretos Nros: A-12-
14-2003, A-13-14-2003 y A-14-14-2003, los cuales fueron publicados por uno de los Diarios
de circulación regional, con circulación en la ciudad de Cabudare, Estado Lara, en fecha 25 de
Abril de 2003, tomando en consideración la Presunción de Ejidos en áreas urbanas, prevista en
el único aparte del artículo 181 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el
cual establece: “Los terrenos situados dentro del área urbana de las poblaciones del Municipio
carentes de dueño o dueña, son ejidos, sin menoscabo de legítimos derechos de terceros,
válidamente constituidos. Igualmente, se constituyen en ejidos las tierras baldías ubicadas en el
área urbana”. Planteamiento que es ratificado tanto en lo dispuesto en el artículo 123, en su
numeral 4º de la Ley Orgánica de Régimen Municipal, como en los artículos 6, en su numeral
4º y 12 de la Ordenanza de Reforma de la Ordenanza de Ejidos y Terrenos Propios del
Municipio.
Es completamente falso, que con la emisión de dichos Decretos, se la haya vulnerado a la
parte actora, su derecho de propiedad, debido a que este no es un derecho ilimitado en cuanto a
su pleno ejercicio, ya que tal cual como lo dispone el referido artículo 115 de la Carta Magna,
estará sometido a las contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca la ley, con
fines de utilidad pública e interés general y en todo caso, para hacerlo valer plenamente frente a
tercero, el titular del mismo, puede interponer varios procedimientos judiciales, tales como
Acciones Reivindicatorias, de Desocupación o Mero Declarativas, al igual que Interdictos
Restitutorios o de Despojo, ya que esta materia está regulada específica y ampliamente, tanto
por el Código Civil, como en el Código de Procedimiento Civil; o en todo caso, por tratarse los
Decretos en cuestión, de Actos Administrativos, pudiera interponerse el Recurso de Nulidad
Contencioso Administrativo respectivo y no la presente Acción de Amparo; constituyendo
dichos procedimientos medios procesales breves, sumarios y eficaces para la protección de los
presuntos derechos violados y buscar con ello, la efectividad del mismo, por lo que la presente
acción de amparo debe declararse improcedente de conformidad con lo previsto en el Artículo
5 de la referida Ley Orgánica de Amparo.
De igual forma, niego, rechazo y contradigo, que se la hayan violado al quejoso, sus
derechos a la defensa y al debido proceso, toda vez que antes de la emisión de los referidos
Decretos, fue notificado, al igual que a los demás interesados, tanto por la División de Ejidos
del Municipio, como por Sindicatura Municipal, a objeto de que consignara los documentos
que acreditaban la presunta propiedad sobre esos lotes de terrenos; razón por la cual acudió a
esas Oficinas Administrativas y al propio despacho del ciudadano Alcalde, a objeto de
consignar los mismos y una vez emitidos dichos Decretos, interpuso un Recurso
Administrativo de Reconsideración, por ante el despacho del ciudadano Alcalde del Municipio
Palavecino, en el que solo impugnó los Decretos Nros: A-13-14-2003 y A-14-14-2003 (más no
el Nº: A-12-14-2003); por lo que, a ciencia cierta no les fue vulnerado tales derechos y
garantías constitucionales. Consigno en este acto, marcados “C”, “D” y “E”, cartas y
comunicaciones dirigidas por la parte actora, al despacho del Alcalde del Municipio
Palavecino, relacionadas con la solicitud de pronunciamiento acerca de su titularidad como
propietario sobre uno de los lotes de terrenos afectados como ejidos.
Ahora bien, cuando fueron convocadas todas y cada una de las personas que pudieran tener
intereses legítimos y directos sobre los lotes de terrenos afectados, acudieron representantes de
la Sucesión Sosa Parra, de la Sucesión Rojas Grüber, de la Sucesión Escalona, de la Familia
Bracamonte y por supuesto, el actual demandante, por lo que se concluyó que algunos de los
documentos presentados no tenían efectiva tradición legal o en todo caso, que sus beneficiarios
no eran titulares plenos; sin embargo, a todo evento y a objeto de poder revisar mejor y de
hacerle un estudio más exhaustivo a los referidos títulos y planos, se estableció en la parte final
del Artículo 1º de cada uno de los Decretos, la siguiente coletilla: …; sin menoscabo de los
legítimos derechos de terceras personas, debidamente comprobados.
Por cuanto en este mismo Tribunal, cursa un procedimiento Contencioso Administrativo de
Nulidad, tendiente a impugnar por la vía judicial, el Decreto Nº: A-14-14-2003, signado con el
Nº 8407, en el cual otro grupo de personas interesadas, argumentar tener igualmente derechos
de propiedad y posesión sobre el lote de terreno afectado por dicho Decreto y en el cual se
dictó una medida cautelar, solicito la acumulación de la presente causa a dicho expediente o en
todo caso, solicito la suspensión del pronunciamiento de fondo de la presente acción, hasta
tanto no sea dilucidado, sustanciado y decido el referido expediente de Nulidad; toda vez que
como se planteó con anterioridad, no pueden haber dos o más propietarios, desvinculados
jurídicamente uno de los otros, sobre el mismo bien.
Finalmente solicito, que cada uno de los planteamientos antes realizados, sean tomadas en
cuenta y en consecuencia el presente Amparo sea declarado inadmisible o en todo caso, sea
declarado sin lugar. En la ciudad de Barquisimeto, a la fecha de su presentación.
El Presentante.
Ciudadano:
Juez Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro Occidental.
Su Despacho:
Yo, José Alejandro Gil Luque, venezolano, mayor de edad, de profesión abogado, titular de
la cédula de identidad Nº: 9.576.280, debidamente inscrito en el INPREABOGADO bajo el Nº:
43.104 y de este domicilio; actuando en este acto con el carácter de apoderado judicial especial,
tanto del Municipio Palavecino del Estado Lara, como del Alcalde del mismo, ciudadano
DIEGO ANTONIO RIVERO, plenamente identificado en autos, según se desprende de los
Poderes Judiciales Especiales, otorgados a mi favor, por ante la Notaría Pública de Cabudare,
Municipio Palavecino del Estado Lara, en fecha 10 de Noviembre del 2000, el cual quedó
inscrito bajo el Nº 74, Tomo 74 y en fecha 23 de Julio del 2003, inscrito bajo el Nº 75, Tomo
33, de los Libros de Autenticaciones llevados por ante la misma y que consigno en este acto, en
copias simples, marcadas “A” y “B”, cuyo original en el primero de los casos, se encuentra en
el expediente Nº 03-2722, que se lleva por ante la Corte Primera del Contencioso
Administrativo y en cuanto al segundo, consigno igualmente el original, para su vista, cotejo,
certificación y devolución; estando dentro de la oportunidad legal prevista en el artículo 26 de
la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, para que se lleve a
cabo la Audiencia Constitucional respectiva, por lo que consigno en este acto, una síntesis de
mi exposición en la misma y del escrito de Informe previsto en el artículo 23 de la referida ley,
el cual hago en los siguientes términos:
De la Improcedencia de la Presente Acción de Amparo.
“Es cierto que en fecha 05 de Enero del 2003, fueron designadas, por parte de la Cámara
Municipal de Palavecino, con los cargos de Asistentes Administrativo las ciudadanas Trinidad
Castillo y Carol Viera, y que de igual forma, en fecha 06 de Marzo del 2003, es designado con
igual cargo, el ciudadano José Aníbal Palacios Vásquez, nombramientos que a su vez fueron
publicados en los Acuerdos Nros: 06, 08 y 24, de fechas 06 de Enero y 06 de Marzo del 2003;
sin embargo, desde las fechas en que fueron publicados en la Gaceta Municipal sus
nombramientos, hasta la fecha en la cual se interpuso el presente Recurso de Amparo
Constitucional, transcurrieron en los dos primeros casos, un total de 8 meses y 18 días y en el
segundo, un total de 6 meses y 18 días, por lo que indudablemente estamos ante la situación
prevista en el Artículo 6, numeral 4º en su primera parte, de La Ley Orgánica de Amparo, vale
decir en la figura del consentimiento expreso, ya que han transcurrieron más de 6 meses desde
que ocurrió la presunta violación a los derechos señalados por los quejosos.
Es completamente falso, que con el hecho de no habérseles pagado los sueldos a estas
personas, tanto el Alcalde del Municipio Palavecino, ciudadano Diego Antonio Rivero, como el
Gerente de Personal, hubieren vulnerado lo previsto en el Artículo 87 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, como es el derecho-deber al trabajo, al igual que al
Artículo 91, vale decir el derecho al salario, toda vez que en materia funcionarial el ingreso a la
administración publica se realiza mediante la figura del concurso, lo cual evidentemente no se
realizó en ninguno de los Tres (3) casos antes mencionados, como tampoco se cubrieron los
extremos previstos en la Ley del Estatuto de la Función Publica, como es la remisión de un
informe a la Oficina de Personal, con el objeto de justificar la creación de los diferentes cargos
en la administración, ya que constituye un deber por parte de la Oficina de Personal de
cualquier organismo público nacional, estadal o municipal la implementación de planes y
programas en materia funcionarial, para poder tener con ello, un mejor y mayor control en la
creación de los diversos cargos que fueren necesarios para el mejor funcionamiento de la
administración y a su vez, impedir la burocratización de la administración publica.
La Ley del Estatuto de la Función Pública establece en los artículos siguientes:
Artículo 10: Será atribuciones de las Oficinas de Recursos Humanos de los órganos
y entes de la Administración Pública Nacional:
2º. Elaborar el plan de personal de conformidad con esta ley, sus reglamentos y las
normas y directrices que emanen del Ministerio de Planificación y Desarrollo, así
como dirigir coordinar, evaluar y controlar su ejecución.
7º. Organizar y realizar los concursos que se requieran para el ingreso o ascenso de
los funcionarios o funcionarias de carrera según las bases y varemos aprobados por
el Ministerio de Planificación y Desarrollo.
Parágrafo Único: Las Oficinas de Recursos Humanos de los Estado y Municipios,
tendrán las mismas competencias respecto al órgano o ente encargado de la
Planificación y Desarrollo en su territorio.
Artículo 12: Los planes de personal serán los instrumentos que integran los
programas y actividades que desarrollarán los órganos y entes de la administración
pública para la óptima utilización del recurso humano, tomando en consideración los
objetivos institucionales, la disponibilidad presupuestaria y las directrices que
emanen de los órganos de gestión de la administración pública.
Artículo 13: Los planes de personal deberán contener los objetivos y metas para
cada ejercicio fiscal en lo relativo a estructura de cargos, remuneraciones, creación,
cambio de clasificación, supresión de cargos, ingresos, ascenso, concursos, traslado,
transferencia, egresos, evaluación del desempeño, desarrollo y capacitación,
remuneraciones y las demás materias, previsiones y medidas que establezcan los
reglamentos de esta ley. Los planes de personal estarán orientados al cumplimiento
de los programas y metas institucionales.
Artículo 14: Corresponderá a los órganos de gestión de la administración pública
nacional por intermedio de la oficina de recursos humanos la presentación de los
planes de personal ante el Ministerio de Planificación y Desarrollo en la oportunidad
que este señale de conformidad con la normativa presupuestaria, así como acatar las
modificaciones que le sean prescritas por este último órgano.
Parágrafo Único: En el caso de los Estados y Municipios, corresponderá al órgano
encargado de la planificación la presentación de los planes de personal.
Artículo 40: El proceso de selección de personal tendrá como objeto garantizar el
ingreso de los aspirantes a los cargos de carrera en la administración pública, con
base en las aptitudes, actitudes y competencias, mediante la realización de concursos
públicos que permitan la participación en igualdad de condiciones de quienes posean
los requisitos exigidos para desempeñar los cargos sin discriminaciones de ninguna
índole. Serán absolutamente nulos los actos de nombramiento de funcionarios o
funcionarias públicas de carrera, cuando no se hubiesen realizado los respectivos
concursos de ingreso de conformidad con esta ley. (Ennegrillado y subrayado
nuestro).
Ahora bien rielan en autos, los Acuerdos Nros: 06, 08 y 24, del 06/01/2003 y 06/03/2003, en
las cuales la Cámara Municipal de Palavecino, designa a un personal, a tiempo completo,
violentándose de manera flagrante las disposiciones constitucionales y legales anteriormente
señaladas, por cuanto en ningún momento se realizó algún concurso público para el ingreso de
tal personal, así como tampoco se remitió a la Oficina de Planificación del Municipio
Palavecino del Estado Lara o en su defecto a la Oficina de Personal del mismo, los
requerimientos de personal de dicho organismo para dar cumplimiento a lo establecido en la
Ley del Estatuto de la Función Pública, en cuanto a los planes de personal; por lo que las
mismas no tendrían plenos efectos legales. Por todas estas consideraciones de hecho y de
derecho, dichos Acuerdos son absolutamente nulos y no generan derecho alguno frente a la
administración pública municipal.
Ahora bien, en virtud de la negativa por parte del ciudadano Alcalde, de promulgar la
Ordenanza de Presupuesto de Ingresos y Gastos del Municipio Palavecino del año 2003, dado
el descontrol en la creación de cargos tanto para la Cámara Municipal, como para la
Contraloría Municipal del Palavecino, el Vicepresidente de la Cámara Municipal, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 74, numeral 13 parte in fine, de la Ley Orgánica de
Régimen Municipal, en fecha 03 de Febrero del presente año, promulgó dicha Ordenanza, por
lo que la creación y designación de los dos primeros cargos serian a todas luces ilegales, ya que
dicha Ordenanza no surtiría efectos en cuanto a la designación de cargos, sino a partir de su
promulgación definitiva.
En tal sentido, ya en un caso similar al de marras, decidido por este mismo Tribunal, en
fecha 13 de Mayo del 2003, en el Expediente signado con el Nº 7639, caso: Irma Gabriela Silva
Casares y otros, Vs. Alcaldía del Municipio Palavecino, se decidió que “… al comentar este
juzgador durante la audiencia constitucional que lo ventilado debía ser intentado por el
Contralor como un recurso de conflicto de poderes con el Alcalde, ambos del municipio
Palavecino, …”; declarándolo Sin Lugar, por lo que en todo caso, en la presente causa se plante
una situación muy similar a esa, pero el conflicto de poderes se plantearía entre la Cámara
Municipal y el Alcalde del mismo. Consigno en este acto, marcada “C”, copia simple de la
referida sentencia.
En cuanto a la violación del artículo 91, que establece el derecho al salario; niego y rechazo
dichas afirmaciones, por cuanto al estar en entredicho la cualidad de funcionarios públicos de la
parte actora y en virtud de la no existencia de la relación de trabajo, por cuanto la misma no fue
establecida, según lo consagra el mismo texto constitucional y tal como ha quedado
evidenciado en los alegatos antes esgrimidos, no pueden pretender que se les hayan violentados
sus derechos constitucionales, por cuanto el acto que causa dichos pedimentos es nulo de
nulidad absoluta, por mandato legal, por lo que sencillamente jamás puede ni debe producir
efectos legales.
Por último, solicito que cada una de estas apreciaciones sean tomadas en cuenta y se declare
sin lugar la petición de Amparo Constitucional pretendida por los recurrentes. En la ciudad de
Barquisimeto, a la fecha de su presentación.
El Presentante.
Exp. Nº: 8286
Recurso de Amparo.

Ciudadano:
Juez Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro Occidental.
Su Despacho:
Nosotros, César Augusto Yánez Díaz y José Alejandro Gil Luque, venezolanos, mayores
de edad, abogado en ejercicio, inscrito en el INPREABOGADO bajo los Nros: 43.104 y
67.746, respectivamente y de este domicilio; actuando en este acto, con el carácter de
apoderados judiciales especiales de la empresa mercantil POLY PRINT de Venezuela C.A.,
según consta en autos; estando en la oportunidad legal prevista en el artículo 26 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, para que se lleve a cabo la
audiencia constitucional respectiva, por lo que consigno en este acto, una síntesis de mi
exposición en la misma y del escrito de Informe previsto en el artículo 23 de la referida ley, el
cual hago en los siguientes términos:
De la Improcedencia de la Presente Acción de Amparo.
En fecha 31 de Enero 2003, la Inspectoría del Trabajo del Estado Lara, mediante la
Providencia Nº: 80, declaro con lugar la solicitud de reenganche y el pago de salarios caídos
interpuesta en contra de nuestra representada, por parte la ciudadana Marlyn Nohelia Rojas
Rojas, plenamente identificada en autos, sin embargo hasta la fecha en la cual se interpuso el
presente recurso de amparo, transcurrieron 7 meses y 25 días por lo que indudablemente
estamos ante la situación prevista en el Artículo 6, numeral 4º en su primera parte, de La Ley
Orgánica de Amparo, vale decir en la figura del consentimiento expreso ya que han
transcurridos más de 6 meses de la presunta violación a los derechos constitucionales
señalados.
Ahora bien, tanto la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, como la Ley
Orgánica del Trabajo, prevén formas y maneras propias para darle efectivo cumplimiento a los
actos administrativos emanados de las Inspectorías del Trabajo, tomando en consideración el
hecho de que esas “Providencias”, forman parte de los actos administrativos previstos en los
Artículos 14 y 17 de la referida Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos; en tal
sentido, para llevar a cabo la ejecución de los actos administrativos, se aplicaría lo dispuesto en
el artículo 78 y siguientes, sin embargo por cuanto la situación de incumplimiento de una
Providencia emanado de una Inspectoría del Trabajo está prevista específicamente en el
artículo 639 de la Ley Orgánica del Trabajo, queda señalado los siguiente:
Artículo 639: “Al patrono que desacate la orden de reenganche definitivamente
firme de un trabajador amparado con fuero sindical emanada de un funcionario
competente, se le impondrá una multa no menor del equivalente a un cuarto (1/4) de
un salario mínimo, ni mayor del equivalente a dos (2) salarios mínimos”.
Artículo 646: A falta de disposición expresa, las multas a que se refiere este Título
serán impuestas por la Inspectoría respectiva o por la autoridad que ella comisione al
efecto.
El procedimiento para la imposición de las multas, está previsto expresa y
pormenorizadamente en los Artículos 647 y 648 de la Ley Orgánica del Trabajo, por lo que
como podemos ver, la misma Ley Orgánica del Trabajo y en su defecto los Artículos 78, 79 y
80 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, establecen las formas expresas para
darle efectivo cumplimiento a esos actos administrativos, constituyendo dichos procedimientos
medios procesales breves, sumarios y eficaces para la protección y efectividad del mismo, por
lo que la presente acción de amparo debe declararse improcedente de conformidad con lo
previsto en el Artículo 5 de la referida Ley Orgánica de Amparo.
Es falso que en fecha 01 de Julio del 2003 la empresa por nosotros representada hubiese
sido notificada, toda vez que como consta en el folio 33 del presente expediente, en fecha 18
Junio del 2003 ya existía una notificación previa, por una actuación en la cual se solicitaba
copia certificada de dicha decisión y como se puede apreciar en el referido expediente
administrativo, no es sino después de haber trascurridos más de 5 meses de la emisión de la
referida Providencia, cuando la parte actora decide movilizar la administración para pedir un
nuevo pronunciamiento en torno a su no reenganche.
Es falso que la parte actora se le hubieren violado una serie de derechos y garantías
constitucionales, como es el caso del derecho a la Estabilidad Laboral prevista en el artículo 93
de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, al igual que al artículo 89
eiusdem, que trata del Trabajo como un hecho social.
Finalmente solicito que cada una de estas apreciaciones sean tomadas en cuenta y se declare
sin lugar la pretensión de Amparo Constitucional hecho por la parte recurrente. En la ciudad de
Barquisimeto, a la fecha de su presentación.
Los Presentantes.

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