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AUDIENCIA 16 DE AGOSTO DEL 2021

El Gobierno Municipal de Placa, la Subalcaldia de la Zona Sur, sigue avasallando


nuestra jurisdicción, en un irrespeto absoluto a la Constitucion Politica del Estado,
a la Resolución 121, a la propiedad privada y a los principios de legalidad
seguridad jurídica y verdad material; porque el Gobierno Autónomo Municipal de
La Paz, a través de la Subalcaldía de la Zona Sur, sin tener competencia ni
jurisdicción, le instauró un proceso técnico administrativo en contra al Señor Victor
Silez Arauco, propietario de un bien que corresponde a la Jurisdiccion de Palca,
pruebas que se encuentran adjuntadas a dicho Recurso Consttucional. Como
consta en los datos del Recurso, desde un inicio el Señor Silez hizo conocer toda
la Documentacion pertinente del Gobierno Autonomo de Palca, como de Derechos
Reales que acreditan la Jurisdiccion del bien en cuestión. Sin embargo, violando
la Jurisdiccion, no reconociendo documentos idóneos de nuestro Minicipio, inician
proceso desconociendo lo ya mencionado y usurpando las funciones del Gobierno
Municpal de Palca, consolidándose actuaciones NULAS DE PLENO DERECHO,
que concluyó con la Resolución imponiéndo multaS pecuniariaS, pese a que
dicho gobierno edil, se encuentra suspendido para fiscalizar en territorios que
tienen conflicto limítrofe con el Gobierno Autónomo Municipal de Palca, tal cual
consta lo dispuesto por la Resolución Administrativa Prefectural 121, en razón de
que existe un proceso de delimitación iniciado por el Gobierno Autónomo
Municipal de Palca, ante el Gobierno Autónomo Departamental de La Paz, el cual,
se encuentra en grado de apelación, ante el Ministerio de Presidencia para su
correspondiente resolución.

El Gobierno Municipal de La Paz, Subalcaldia de la Zona Sur al violar la


Resolucion 121, de estar imposibilitados de realizar fiscalizaciones y no respetar
documentacion y jurisdicción de Palca, esta entrando a un escenario oscuro
creando inseguridad jurídica, además que todos sus actos son nulos de pleno
derecho. El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, se encontraba suspendido
para fiscalizar en territorios que tienen conflicto limítrofe con el Gobierno
Autónomo Municipal de Palca, tal cual consta lo dispuesto por la Resolución
Administrativa Prefectural 121, en razón de que existe un proceso de delimitación
iniciado por el Gobierno Autónomo Municipal de Palca, ante el Gobierno
Autónomo Departamental de La Paz, el cual, se halla en grado de apelación, ante
el Ministerio de Presidencia para su correspondiente resolución; pidiendo que se
anule la mencionada Resolución Ejecutiva, hasta el vicio más antiguo, vale decir,
hasta el Auto Inicial de Procedimiento Técnico Administrativo de Trámite Urgente
03/2016, inclusive hasta el Memorándum 42/2016.

Ahora bien, cabe mencionar que dentro del proceso técnico administrativo iniciado
por la Subalcadia de la Zona Sur contra el Señor Silez, quien acredito derecho
propietario y su inscripción en el registro de DD.RR. de Jurisdiccion de Palca,

De acuerdo a la certificación emitidas POR EL INRA, ………………….., LA


PROPIEDAD DEL SEÑOR VICTOR SILEZ ARAUCO, se encuentra en la
Jurisdiccion de Palca, sumado al Registro de Derechos Reales y toda la
Documentacion que acredita que es de nuestra Jurisdiccion. se encuentra en el
área territorial del Municipio de Palca. Por los datos proporcionados referidos a
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coordenadas georeferenciados de los predios, efectivamente los mismos se


encuentran dentro el área de pretensión propuesta por el Municipio de
Palca” (sic).

De lo anotado, se puede inferir que existe una evidente CONFIRMACION POR


LOS DOCUMENTOS PRESENTADOS QUE EL BIEN ESTA REGISTRADO EN
LA JURISDICCION DE PALCA, INCLUSO, LOS CERTIFICADOS
TREINTENALES, DERECHOS REALES, IMPUESTOS.

El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, al tener un proceso de delimitación


territorial con el Gobierno Autónomo Municipal de Palca, que se encuentra en
apelación pendiente de resolución ante el Ministerio de la Presidencia, no tiene
establecido plenamente definidos sus límites, y en mérito a la Resolución
Administrativa Prefectural 121 -que se encuentra vigente- éste se hallaba
imposibilitado de realizar toda medida, acción y ejecución de sanciones
administrativas (notificaciones, advertencias, prohibiciones, demoliciones,
decomiso), tributarias y agrarias, hasta que la autoridad competente -en este caso
el Ministerio de la Presidencia- resuelva de forma definitiva la controversia
territorial; por lo cual, se encontraba legalmente impedido de forma temporal de
realizar un proceso administrativo contra cualquier persona ya sea natural o
jurídica; en el caso en análisis, no tendría que iniciar un proceso técnico
administrativo contra,EL SEÑOR VICTOR SILEZ ARAUCO, ADEMAS DE NO
RECONOCER DOCUMENTOS OFICIALES DEL GOBIERNO AUTONOMO DE
PALCA Y DE DERECHOS REALES.

El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz deberá abstenerse de la iniciación de


procesos administrativos que impongan sanciones entre tanto no se solucionen los
conflictos no constituye justificativo legal suficiente, debido a que a si su criterio
existen indefiniciones entre jurisdicciones no era viable que disponga a realizar
acciones que AFECTEN PROPIEDAD PRIVADA , públicas determinadas por ley
sin gestionar las autorizaciones cuando fueren definidos lo que él considera no
definido” (sic), es decir, la autoridad demandad violo en absoluto la vigencia de la
Resolución Administrativa Prefectural 121, y por qué razón no la acatan, por lo
tanto, TODOS LOS ACTOS DE LA SUBALCALDIA DE LA ZONA SUR Y DE LA
ALCALDIA DE LA PAZ, SON NULOS DE PLENO DERECHO.

En ese contexto, y conociendo que EXISTE UN SILENCIO ADMINISTRATIVO


POSITIVO, ACTOS NULOS DE PLENO DERECHO, mas actos de avasallamiento
a la Jurisdicion del Gobierno Autonomo de Palca, ES IMPORTANTE PARA
VUESTRAS AUTORIDADES, CONOCER ESTOS EXTREMOS DE HECHO Y DE
DERECHO, PARA OTORGAR LA TUTELA RESPECTIVA. En base a los
argumentos expuestos ut supra corresponde anular el mismo hasta el Auto Inicial
de Procedimiento Técnico Administrativo , ADEMAS QUE ya dieron la razón al
accionate , toda vez que consolidaron EL SILENCIO ADMINISTRATIVO
POSITIVO. ADEMAS , no se encuentra establecido de forma definitiva y precisa
los límites entre los Gobiernos Autónomos Municipales de La Paz y de Palca,
respectivamente.

En ese sentido, corresponde exhortar al Gobierno Autónomo Departamental de La


Paz, QUE RESPETE LA RESOLUCION 121, DOCUMENTACION OFICIAL DEL
GOBIERNO AUTONOMO MUNICIPAL DE PALCA Y A DERECHOS REALES, Y
NO AVASALLE JURISDDICION Y RESPETE PROPIEDAD
3

EN RELACION A LOS DERECHOS VULNERADOS ME adhiero a los presentados por el accionante, y


en Relacion al Petitorio también………………………………..,

.
Ahora bien, en el caso que motiva la presente Acción el Señor Víctor Siles Arauco.
Fue un comprador de buena fe, que adquirió el bien con toda la documentación
perteneciente a la Jurisdicción de Palca, cuenta con todos los permisos y certificaciones
para la Construcción, etc., se acredito con documentación que fue sometida a
fiscalización, y así lo presume el art. 69 de la Ley 2492, por cuyo mandato “En aplicación
del principio de buena fe y transparencia, se presume que el sujeto pasivo y los terceros
responsables, han cumplido sus obligaciones cuando han observado sus obligaciones
materiales y formales, hasta que el debido proceso de determinación, de prejudicialidad o
jurisdiccional, la Administración Tributaria pruebe lo contrario, conforme a los
procedimientos establecidos en este código, leyes y disposiciones reglamentarias
El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, al Consolidar un SILENCIO
ADMINISTRATIVO VIOLA LOS SIGUIENTES DERECHOS Y GARANTIAS:

1. PRINCIPIO DE GARANTIA
2. EL DERECHO A LA DEFENZA A SER OIDO, ESCUHADO
3. VIOLA PLAZOS PROCESALES
4. VIOLA EL DEBIDO PROCESO
5. EL DERECHO A LA PETICION
6. EL DERECHO A TENER UNA RESPUESTA OPORTUNA
7. INCERTIDUMBRE JURIDICA
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8. INCUMPLIMIENTO DE DEBERES CONSTITUCIONALES


9. VIOLA EL DERECHO DE LA VERDAD MATERAIL

…) es importante reconocer que, tanto el derecho como el Estado se


justifican a partir de los derechos fundamentales, considerando que el mismo
Estado es pues el garante o instrumento de protección de los mismos. En ese
parámetro, en el constitucionalismo plurinacional comunitario la protección
de los derechos fundamentales debe ser realizada al margen o por encima
de las formalidades e inclusive de las leyes, pues, la eficacia de un derecho
no depende de la medida y los términos trazados por una ley ni las
formalidades exigidas para su tutela, sino más bien, en la medida y en los
términos trazados por la misma Constitución”.
Sobre la base de esa premisa fundamental, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, en la referida Sentencia Constitucional desglosó los “principios de la justicia
constitucional para la superación de la concepción formalista del derecho”; explicando en
qué consisten cada uno de dichos principios en la resolución de los diferentes procesos,
estableciendo la siguiente jurisprudencia:

“El principio de prevalencia del derecho sustancial respecto al formal,


conforme lo entendió la SC 0897/2011 de 6 de junio, ‘…se desprende del valor-
principio justicia, que es uno de los pilares fundamentales del Estado
Constitucional y Democrático de Derecho, que se encuentra consagrado por el
art. 8.II de la CPE, pues en mérito a éste los ciudadanos tienen derecho a la
justicia material. Así se ha plasmado en el art. 180.I de la CPE que ha
consagrado como uno de los principios de la justicia ordinaria el de ‘verdad
material’, debiendo enfatizarse que ese principio se hace extensivo a todas
las jurisdicciones, también a la justicia constitucional. De este modo se debe
entender que la garantía del debido proceso, con la que especialmente se
vincula el derecho formal, no ha sido instituida para salvaguardar un ritualismo
procesal estéril que no es un fin en sí mismo, sino esencialmente para
salvaguardar un orden justo que no es posible cuando, pese a la evidente
lesión de derechos, prima la forma al fondo, pues a través del
procedimiento se pretende lograr una finalidad más alta cual es la tutela
efectiva de los derechos. En este sentido, debe considerarse que la
Constitución Política del Estado, en el art. 9 inc. 4), establece como fines y
funciones esenciales del Estado, ‘Garantizar el cumplimiento de los principios,
valores, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución’. En
coherencia con dicha norma, el art. 13.I de la CPE, establece que el Estado tiene
el deber de promover, proteger y respetar los derechos…".
(…) Este principio, se vincula con el principio de verdad material; así lo
establece la jurisprudencia constitucional, al prever en su SCP 1662/2012, que:
‘…el principio de verdad material consagrado por la propia Constitución Política
del Estado, corresponde ser aplicado a todos los ámbitos del derecho; en
ese orden, debe impregnar completamente la función de impartir justicia. Por
ende, no es posible admitir la exigencia de extremados ritualismos o formalismos,
que eclipsen o impidan su materialización, dado que todo ciudadano tiene
derecho a una justicia material, como se desprende de lo estipulado por el art. 1
de la CPE, por lo que, debe garantizarse que las decisiones de las
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autoridades jurisdiccionales a cargo del proceso, sean producto de


apreciaciones jurídicas, procurando la resolución de fondo de las
problemáticas sometidas a su jurisdicción y competencia; pues si bien, las
normas adjetivas prevén métodos y formas que aseguren el derecho a la igualdad
de las partes procesales, para garantizar la paz social evitando cualquier tipo de
desorden o caos jurídico; sin embargo, los mecanismos previstos no pueden
ser aplicados por encima de los deberes constitucionales, como es el de
otorgar efectiva protección de los derechos constitucionales y legales,
accediendo a una justicia material y por lo tanto, verdaderamente eficaz y
eficiente. Todo ello con el objetivo final de que el derecho sustancial prevalezca
sobre cualquier regla procesal que no sea estrictamente indispensable para
resolver el fondo del caso sometido a conocimiento del juez".
Con relación al principio de justicia material, la SC 0458/2007-R de 3 de julio,
reiterada por la SCP 2029/2010-R de de 9 de noviembre, sostuvo que es ‘…una
vivificación del valor superior ‘justicia’ la obligación, en la tarea de administrar
justicia, de procurar la realización de la ‘justicia material’, como el objetivo
axiológico y final para el que fueron creadas el conjunto de instituciones, jueces y
tribunales, así como normas materiales y adjetivas destinadas a la solución de la
conflictividad social; en síntesis, la justicia material es la cúspide de la justicia,
donde encuentra realización el contenido axiológico de la justicia; por ello,
está encargada a todos los órganos de administración de justicia…".
(…) En similar sentido, la SCP 0139/2012 de 4 de mayo, sostuvo que este
principio –pro actione- “…se configura como una pauta esencial no solo para la
interpretación de derechos fundamentales, sino también como una directriz
esencial para el ejercicio del órgano de control de constitucional y la
consolidación del mandato inserto en el art. 1 de la CPE; además, asegura el
cumplimiento eficaz de los valores justicia e igualdad material, postulados
axiomáticos directrices del nuevo modelo de Estado y reconocidos de manera
expresa en el Preámbulo de la Constitución Política del Estado y en el art. 8.1
también del texto constitucional.
En efecto, el principio pro-actione, asegura que a través de la ponderación
de los derechos para el análisis de los casos concretos en los cuales exista
una manifiesta, irreversible y grosera vulneración a derechos
fundamentales, debe prevalecer la justicia material a cuyo efecto, su labor
hermenéutica de ponderación, generará la flexibilización a ritualismos
extremos para que en casos graves se repare un derecho manifiesta y
groseramente vulnerado, así, el rol del control de constitucionalidad, en
virtud del cual, la justicia formal ceda frente a la justicia material”.
Es de conocimiento de vuestras autoridades que, según la norma prevista por el
art. 8, numeral 2, inciso b) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
“Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes
garantías mínimas: b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación
formulada”. Con relación a este derecho, la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
en su Sentencia de 01 de febrero de 2006, caso López Álvarez vs Honduras, párrafo 149,
ha establecido la siguiente jurisprudencia: “El artículo 8.2.b de la Convención Americana
ordena a las autoridades judiciales competentes dar una Respuesta fundamentada,
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motivada, notificar al inculpado la acusación formulada en su contra, sus razones y los


delitos o faltas por los cuales se le atribuye responsabilidad. Para que este derecho
satisfaga los fines que le son inherentes, es necesario, como indica todo el cuerpo
Jurisprudencia, en el marco del debido proceso, que el sindicado deba ser oído,
escuchado, en plazos procesales idóneos que no generen mora judicial, incertidumbre
jurídica, o daño irreparable. En los lineamientos del debido proceso, es obligación del
Juez de la causa, en este caso la MAE, ALCALDIA DE LA PAZ, no a ver generado un
Silencio Administrativo y como indica el procedimiento, SE CONSTITUYE EN SILENCIO
ADMINISTRATIVO POSITIVO, por lo que debió, inmediatamente, respetar la jurisdicción,
y en el marco de este Silencio Administrativo, dejar sin efecto todos y respetar la
Jurisdicción de Palca, como se lo ha solicito en Reiterados solicitudes.
.
En el caso presente, a pesar de haberse denunciado las omisiones que vulneran el
derecho y detallada de los hechos incriminados y el derecho a la defensa, viciando de
nulidad absoluta por que la Alcaldía y Sub alcaldía de La Paz, no tenían Competencia en
relación al inmueble en cuestión, porque se acredito con documentación idónea que es de
la Jurisdicción de Palca
IV.- IDENTIFICACIÓN DE LOS DERECHOS VIOLADOS Y LA RELACIÓN DEL
NEXO DE CAUSALIDAD ENTRE LOS HECHOS DENUNCIADOS Y LA VIOLACIÓN DE
LOS DERECHOS
Las autoridad ahora demandadas:
SUBALCALDIA DE LA ZONA SUR y EL GOBIERNO AUTONOMO DE LA
CIUDAD DE LA PAZ. Las autoridades demandadas, entran en un marco de ilegalidad y
arbitrariedad, USURPACION DE FUNCIONES DEL GOBIERNO AUTONOMO MUNICIPAL
DE PALCA, generando que todos sus actos son nulos de pleno derecho, violación al
principio de garantías, debido proceso, falta de valoración de la prueba, violación a plazos
procesales, violación a la verdad material, consolidando violaciones a derechos y garantías.
los siguientes derechos fundamentales 1) derecho al debido proceso, en sus garantías
mínimas o componentes del derecho a la defensa, derecho a la igualdad procesal de las
partes, derecho a la aplicación objetiva del ordenamiento jurídico, derecho a la
congruencia, derecho a recurrir un fallo y derecho a la motivación de las decisiones; y 2)
derecho a la propiedad privada; 3. Violación a las Jurisdicciones, y competencia,
descornamiento de la Resolución 121 conforme se demuestra a continuación:
IV.1. La vulneración del derecho al debido proceso
El derecho al debido proceso, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional
establecida en la SC 0683/2011-R, de 16 de mayo, es:

“(…) el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus


derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales
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aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar; es decir,


comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias
procesales, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante
cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar esos derechos
reconocidos por la Constitución Política del Estado así como los Convenios y
Tratados Internacionales”.
Sobre Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuya jurisprudencia
tiene fuerza vinculante para el Estado Boliviano y sus autoridades, el debido proceso es:

"un derecho humano el obtener todas las garantías que permitan alcanzar
decisiones justas, no estando la administración excluida de cumplir con este
deber. Las garantías mínimas deben respetarse en el procedimiento
administrativo y en cualquier otro procedimiento cuya decisión pueda afectar los
derechos de las personas" (Caso Baena Ricardo y otros, sentencia del 2 de febrero del 2001,
párrafo 127).

Ahora bien, a tiempo de desarrollar más íntegramente este derecho, definiendo su


importancia y vinculación con la justicia material, la jurisprudencia establecida en la SCP
0886/2013, de 20 de junio, que a su vez hace referencia a la SC 1756/2011-R, de 7 de
noviembre, ha definido lo siguiente:

“La trascendencia del debido proceso se encuentra en íntima vinculación con la


realización del valor justicia en el procedimiento, así lo ha entendido este Tribunal
cuando en la SC 0999/2003-R de 16 de julio, señalo que: ‘«La importancia del
debido proceso está ligada a la búsqueda del orden justo. No es solamente
poner en movimiento mecánico las reglas de procedimiento sino buscar un
proceso justo, para lo cual hay que respetar los principios procesales de
publicidad, inmediatez, libre apreciación de la prueba; los derechos
fundamentales como el derecho a la defensa, a la igualdad, etc., derechos
que por su carácter fundamental no pueden ser ignorados ni obviados bajo
ningún justificativo o excusa por autoridad alguna, pues dichos mandatos
constitucionales son la base de las normas adjetivas procesales en nuestro
ordenamiento jurídico, por ello los tribunales y jueces que administran justicia,
entre sus obligaciones, tienen el deber de cuidar que los juicios se lleven sin
vicios de nulidad, como también el de tomar medidas que aseguren la
igualdad efectiva de las partes».
(…)
En consonancia con los tratados internacionales citados, a través de la
jurisprudencia constitucional se ha establecido que los elementos que componen
al debido proceso son el derecho a un proceso público; derecho al juez natural;
derecho a la igualdad procesal de las partes; derecho a no declarar contra sí
mismo; garantía de presunción de inocencia; derecho a la comunicación previa de
la acusación; derecho a la defensa material y técnica; concesión al inculpado del
tiempo y los medios para su defensa; derecho a ser juzgado sin dilaciones
indebidas; derecho a la congruencia entre acusación y condena; la garantía del
non bis in idem; derecho a la valoración razonable de la prueba; derecho a la
motivación y congruencia de las decisiones (SSCC 0082/2001-R, 0157/2001-R,
0798/2001-R, 0925/2001-R, 1028/2001-R, 1009/2003-R, 1797/2003-R,
0101/2004-R, 0663/2004-R, 022/2006-R, entre otras); sin embargo, esta lista en el
marco del principio de progresividad no es limitativa, sino más bien enunciativa,
pues a ella se agregan otros elementos que hacen al debido proceso como
garantía general y que derivan del desarrollo doctrinal y jurisprudencial de este
como medio para asegurar la realización del valor justicia, en ese sentido la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en la Opinión Consultiva OC-16/99 de 1 de
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octubre de 1999, ha manifestado: 'En opinión de esta Corte, para que exista
«debido proceso legal» es preciso que un justiciable pueda hacer valer sus
derechos y defender sus intereses en forma efectiva y en condiciones de igualdad
procesal con otros justiciables. Al efecto, es útil recordar que el proceso es un
medio para asegurar, en la mayor medida posible, la solución justa de una
controversia. A ese fin atiende el conjunto de actos de diversas características
generalmente reunidos bajo el concepto de debido proceso legal. El desarrollo
histórico del proceso, consecuente con la protección del individuo y la realización
de la justicia, ha traído consigo la incorporación de nuevos derechos procesales.
(…) Es así como se ha establecido, en forma progresiva, el aparato de las
garantías judiciales que recoge el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, al que pueden y deben agregarse, bajo el mismo concepto,
otras garantías aportadas por diversos instrumentos del Derecho Internacional'.
(…)
Resumiendo, podemos decir que el debido proceso ha sufrido una
transformación de un concepto abstracto que perseguía la perfección de los
procedimientos, es decir que daba preeminencia a la justicia formal, a un
ideal moderno que destaca su rol como única garantía fundamental para la
protección de los derechos humanos. El debido proceso constitucional no se
concreta en las afirmaciones positivadas en normas legales codificadas, sino que
se proyecta hacia los derechos, hacia los deberes jurisdiccionales que se han de
preservar con la aspiración de conseguir un orden objetivo más justo, es decir, el
debido proceso es el derecho a la justicia lograda a partir de un
procedimiento que supere las grietas que otrora lo postergaban a una
simple cobertura del derecho a la defensa en un proceso.
(…)
En mérito a lo anteriormente desarrollado, y tomando en cuenta el nuevo
entendimiento asumido por el Tribunal Constitucional mediante su jurisprudencia,
es necesario concluir recalcando que este derecho fundamental no se satisface
solamente con el cumplimiento mecánico de las reglas formales, sino que
tiene una naturaleza protectora de fondo, es decir, que si bien es importante el
tratar de que se logre el objetivo de llevar adelante un proceso -sea este
administrativo o judicial- sin errores formales, es aún más importante, si
cabe el término, el velar por un orden justo, o mejor dicho en otras palabras,
velar por la justicia material’.
(…)
De la jurisprudencia glosada se puede concluir que, este Tribunal Constitucional
Plurinacional ha asumido la posición pro activa en la labor de resguardo y
protección de los derechos fundamentales de la persona, en cuyo cometido ha
orientado la interpretación de las normas constitucionales y convencionales que
consagran el derecho al debido proceso, hacia la optimización y efectivización de
las mismas; de manera que, el debido proceso sea el medio para alcanzar la
justicia material frente a la justicia formal”.
En el caso que motiva la presente acción de Amparo Constitucional, las autoridades
demandadas, EN EL CASO DE LA SUBALCALDIA DE LA ZONA SUR, VIOLO EL
PRINCIPIO DE GARANTIA, VIOLO EL DERECHO DE LA VERDAD MATERIAL, VIOLO
EL DERECHO AL DEBIDO PROCESO, USURPO FUNCIONES, SIENDO SUS ACTOS
NULOS DE PLENO DERECHO, VIOLO PROPIEDAD PRIVADA, VIOLO EL DERECHO AL
TRABAJO, VIOLO LA JURISDICCION DE PALCA, NO VALORIZACION DE PRUEBAS,
UN PROCESO CON UN QUIEBRE Y VIOLACIONES DE GARANTIAS
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CONSTITUCIONALES, la Resolución que se solicito sea revocada, por todos los agravios
denunciados, además de avasallar la jurisdicción de Palca, la autoridad demandada de la
Zona Sur, emitió la Resolución 108 202, sobre la base de graves errores fácticos, sin que
exista una correcta y adecuada valoración de la prueba, sin realizar una nueva valoración,
omitiendo revisar y pronunciarse sobre las irregularidades denunciadas a lo largo del
proceso, y sin fundamentar correctamente y en derecho su determinación; ha violado el
derecho al debido proceso de nuestro mandante, en el entendido antes descrito,; pues
omitió cumplir su deber de buscar la justicia material, limitándose a emitir una Resolución de
falta de motivación, fundamentación, usurpando funciones del Gobierno Autónomo
Municipal de Palca, siendo estos actos nulos de pleno derecho, violo el principio de garantía
que esta dentro del debido proceso, genero incertidumbre jurídica, no garantizo, un
proceso justo; habiendo dado lugar a que se viole el derecho al debido proceso en sus
garantías mínimas del derecho a la defensa, derecho a la igualdad procesal de las partes,
derecho a la aplicación objetiva del ordenamiento jurídico, derecho a la congruencia,
derecho a recurrir un fallo y el derecho a la motivación de las decisiones judiciales,
conforme demostramos seguidamente:
IV. II . Violación del derecho al debido proceso, en su garantía mínima del
derecho a la defensa
El derecho a la defensa, de acuerdo al profesor Francisco Fernández Segado, se
sustancia en la posibilidad de acceder a un proceso contradictorio en el que las partes,
alegando y probando cuanto estimen pertinente, puedan hacer valer en condiciones de
igualdad sus derechos e intereses legítimos. El mismo está consagrado como una garantía
constitucional autónoma por el art. 119.II de la Constitución, y como una garantía mínima del
derecho al debido proceso por el art. 8.2) de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y el art. 14.3) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En el caso presente, y conforme se ha detallado en los fundamentos jurídicos de esta
acción, la autoridad demandada ha violado el derecho a la defensa de nuestro representado;
ya que, nunca escucho, la verdad material, violando el derecho a la defensa, a ser oídos y
escuchados, generando un tremendo daño económico al mandante. De igual manera, a
pesar de haberse denunciado expresamente la falta e incorrecta valoración de la prueba en
el proceso de fiscalización, explicando que dicha situación puso a nuestra mandante en
situación de indefensión; ya que, a pesar de haber presentado todos los descargos
correspondientes, gran parte de los documentos no fueron valorados y otros fueron
valorados apartándose de los principios de razonabilidad y objetividad; la autoridad demanda
no hizo caso a las denuncias ni mucho menos anuló dichos actos arbitrarios para garantizar
que se respete la JURISDICCION DE PALCA, PROPIEDAD PRIVADA, DERECHO AL
TRABAJO, DERECHO A LA INVERSION PRIVADA, NO SE PERMITA USURPACION DE
FUNCIONES DE OTRA JURISDICCION, DERECHO A LA VEDAD MATERIAL.. La
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autoridad demandada, violo los principios del Debido proceso en su vertiente de respeto a la
defensa, plazos procesales, valorización de prueba, igualdad de partes , además de no
tomar en cuenta los documentos de descargo, para asumir su legítima defensa sobre la base
de ninguna explicación, ni fueron nombrados en la Resolución 108 2021; es decir que,
incumplió su deber de aplicar el principio de verdad material que obliga a las autoridades que
conocen y resuelven un asunto a buscar la verdad material de los hechos para así garantizar
la justicia correspondiente en el caso a partir de un debido proceso, vulnerando de esa
manera el derecho al debido proceso, en su elemento esencial de derecho a la defensa. En
su Resolución 108 2021, ni nombra las pruebas de descargo, ni la jurisdicción de Palca,
haciendo un quiebre al Debido proceso en su vertiente al derecho a la defensa. .
Cabe recordar en esta parte que, según la jurisprudencia constitucional, el derecho
a la defensa otorga la posibilidad a toda persona para ser escuchada por la autoridad
competente a fin de poder hacer conocer su versión de los hechos antes que se adopte
una decisión; sin embargo, en el caso presente la autoridad demandada no cumplió con
esto; ya que, como mencionamos antes, pese a que ya se había denunciado la falta de
consideración de la prueba de descargo presentada por EL SEÑOR VICTOR SILEZ
ARAUCO, NUESTRO MANDANTE., incurrió en el mismo error; es decir que, no valoró la
prueba aportada al proceso y ni si quiera revisó la valoración efectuada por sus inferiores
a efectos de verificar lo afirmado por nuestra mandante, respecto A TODA LA
DOCUMENTACION ACREDITADA DE LA JURISDICCION DE PALCA; dando como
consecuencia que se produzca la vulneración del derecho a la defensa de nuestra
mandante.
De otro lado, estando plenamente demostrado y siendo a todas luces evidente que
LA SUBALCALDIA DE LA ZONA SUR, violaron el derecho a la defensa de nuestra
mandante, Primero sin tener competencia emitir una Resolución 108 2021,, no reparó
esa irregularidad ni restableció el derecho violado, por lo que, por omisión ilegal, incurrió
en la vulneración del derecho a la defensa de nuestra mandante.
Antes de concluir este punto, resulta necesario aclarar que, debido a que los
principales Fundamentos Jurídicos de esta Acción están referidos a la falta e incorrecta
valoración de la prueba a lo largo del proceso de fiscalización, denunciando finalmente que
la autoridad demandada hizo caso omiso a dichas denuncias y por su lado tampoco realizó
una nueva revisión y valoración de la prueba en búsqueda y aplicación de la verdad
material; al presente, y a efectos de que vuestras autoridades puedan realizar un correcto
análisis de dichos Fundamentos, verificando la veracidad de nuestras denuncias en cuanto
a la falta de valoración de la prueba, y tomando en cuenta que esta irregularidad vulneró el
derecho al debido proceso y a la defensa de nuestra mandante; corresponde mencionar y
transcribir la jurisprudencia constitucional prevista en la SCP 0411/2014 de 25 de febrero,
referida a la facultad del Tribunal Constitucional Plurinacional (y se entiende también de los
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Tribunales de garantías constitucionales) de “revisión” de la valoración de la prueba


realizada por las autoridades jurídicas o administrativas, conforme al siguiente
entendimiento :

“Debido a que la accionante denunció que las autoridades demandadas no se


pronunciaron respecto a la prueba aportada al proceso, ni la valoraron
correctamente; corresponde referirnos a la competencia del Tribunal
Constitucional Plurinacional en cuanto a su facultad de valoración de la prueba, al
conocer y resolver acciones tutelares. Al respecto, la SCP 0903/2012 de 22 de
agosto, refiriéndose a la SC 1461/2003-R de 6 de octubre, estableció: '…la
facultad de valoración de la prueba aportada en cualesquier proceso corresponde
privativamente a los órganos jurisdiccionales ordinarios, por lo que el Tribunal
Constitucional no puede pronunciarse sobre cuestiones que son de exclusiva
competencia de aquellos, y menos atribuirse la facultad de revisar la valoración de
la prueba que hubieran efectuado las autoridades judiciales competentes…'.
Desarrollando este razonamiento, la propia jurisprudencia constitucional también
determinó excepciones a esta regla, al señalar que existen supuestos en que la
jurisdicción constitucional puede revisar la valoración de la prueba por las
autoridades jurisdiccionales ordinarias o administrativas, conforme se tiene
de la SC 0285/2010-R de 7 de junio, que concluyo lo siguiente: '…el Tribunal
Constitucional precautelando los derechos y garantías constitucionales de los
ciudadanos, en cumplimiento de una de las finalidades por las que ha sido creado
este órgano, como es el respeto y vigencia de los derechos y garantías
fundamentales de las personas, ha establecido la SC 873/2004 de 28 de julio, los
únicos supuestos para que la jurisdicción constitucional ingrese a revisar la
valoración realizada por dichas autoridades: 1) Cuando en dicha valoración
exista apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad
previsibles para decidir y 2) Cuando se haya omitido arbitrariamente valorar
la prueba y su lógica consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales
y garantías constitucionales, es decir en el primer supuesto cuando en la
labor valorativa se apartan del procedimiento establecido valorando
arbitraria e irrazonablemente y en el segundo, que actuando arbitrariamente
no se haya procedido a la valoración de la prueba, por cuya omisión se
vulneren derechos y garantías fundamentales´.
(…)
Si bien es cierto, que en principio la jurisprudencia constitucional había
previsto el cumplimiento de ciertos requisitos para que el Tribunal
Constitucional Plurinacional pueda activar su jurisdicción a objeto de
realizar la labor de revisión de la interpretación de legalidad ordinaria o la
valoración de la prueba; empero, a partir de la SCP 0410/2013 de 27 de
marzo, se estableció que dichos presupuestos ya no son causales para
impedir que este Tribunal pueda cumplir esa tarea; sino que, la misma se
efectuará cuando se denuncie la existencia de una resolución carente de
fundamentación, emitida sobre la base de una incorrecta valoración de
pruebas aportadas al proceso. Así lo establece la referida Sentencia, al
expresar de manera textual lo siguiente: “En ese orden, si bien es cierto que la
jurisdicción constitucional debe respetar el ámbito de atribuciones propias
de la jurisdicción ordinaria, es también correcto que cuando se ha quebrado
el sistema constitucional, sus dogmas y principios o los derechos
fundamentales de la persona humana, es deber del Tribunal Constitucional
Plurinacional revisar la interpretación de la legalidad ordinaria efectuada por
el juzgador ordinario, para resguardar la vigencia material de la Norma
Fundamental y la materialización de los derechos constitucionales. Similar
doctrina existe para la intervención de las resoluciones judiciales, cuando se
12

denuncia indebida o errónea valoración o apreciación de la prueba; una


explicación de esta teoría se encuentra en la SCP 1916/2012 de 12 de octubre.
(…)
Del modo explicado en el párrafo anterior, se entiende que las reglas y subreglas
contenidas en la doctrina de las auto restricciones de la jurisdicción constitucional,
respecto al canon de interpretación de la legalidad ordinaria, así como la
valoración integral de la prueba, son instrumentos al servicio de la persona que
crea sus derechos vulnerados, que bien utilizados redundará en una mejor
comprensión del tema por parte de la jurisdicción constitucional y con ello
mayores posibilidades de concesión de la tutela requerida, por ello su buen uso
deviene en una ventaja procesal; mientras que para el Tribunal Constitucional
Plurinacional, son herramientas de verificación de la legalidad y constitucionalidad
de las resoluciones judiciales; pero en ningún caso se pueden aplicar para
rechazar o denegar la activación de la jurisdicción constitucional por el sólo hecho
de no haber sido nombradas en el memorial de amparo”.
Por lo que, a partir de ese precedente obligatorio queda claro que el Tribunal de
Garantías Constitucionales (como tribunal encargado de resguardar los derechos
fundamentales de las personas), ante la denuncia de violación de derechos fundamentales,
queda facultado para realizar la labor de revisión de la valoración de la prueba efectuada
por las autoridades administrativas para verificar si evidentemente existió o no dicha
vulneración; debiendo en consecuencia actuar de esa manera en el caso concreto, siempre
en búsqueda de la verdad material y en resguardo de los derechos de la parte que se
considera afectada.
IV.1.2. Violación del derecho a la igualdad procesal de las partes
El derecho a la igualdad de oportunidades se halla consagrado por la Constitución
en su art. 119, y por el Pacto de San José de Costa Rica, en su art. 24, que establece que
“Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley”. En el mismo sentido, el artículo 14 inc. 1) del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, expresa que: “Todas las personas
son iguales ante los tribunales y cortes de justicia …”.
Este principio deriva del derecho a la igualdad en la aplicación de la ley, y consiste
en que las partes de un proceso deben ser tratadas de igual manera y tener igualdad de
oportunidades para desarrollar los respectivos actos procesales dentro de un proceso, sin
que ninguno se encuentre en situación de inferioridad frente al otro.
Sobre el mismo, los autores Roberto G. Loutayf Ranea y Ernesto Solá 1, citando a
Prieto-Castro, han expresado lo siguiente: “el principio de igualdad de las partes significa
que los derechos, las cargas y las responsabilidades que nacen de la llevanza de un
proceso se conceden, recaen o se imponen, respectivamente, sobre las partes sin
discriminación entre ellas, de tal modo que el resultado a que cada cual aspira no puede
ser favorecido por privilegios a favor ni gravámenes en perjuicio”.

1
Ranea Loutayf G. y Solá Ernesto. Principio de Igualdad Procesal. Revista La Ley. 2011-C.
13

Por su parte, la jurisprudencia constitucional establecida en la SCP 1369/2013 de


16 de agosto, a tiempo de referirse a este derecho, ha establecido lo siguiente:

“El parágrafo I del art. 119 de la CPE, estipula que: ‘Las partes en conflicto
gozarán de igualdad de oportunidades para ejercer durante el proceso las
facultades y los derechos que les asistan, sea por la vía ordinaria o por la
indígena originaria campesina’, demanda de las partes que las mismas cuenten
con oportunidades semejantes y medios de defensa equiparables dentro de un
proceso, permitiendo un equilibrio sin que tal garantía fuera menoscabada por
una situación de privilegio o supremacía de una de las partes con relación a la
otra, que de encontrarse en desventaja no materializa ni el derecho de igualdad
en general, ni el de igualdad de las partes dentro de un proceso en lo particular”.

Ahora bien, en el caso que motiva la presente Acción, la autoridad demandada, al


igual que el resto de las autoridades encargadas de sustanciar el proceso de
fiscalización, vulneró el derecho a la igualdad procesal de nuestro mandante; ya que, no
le permitió hacer valer sus derechos y defender sus intereses en forma efectiva y en
condiciones de igualdad con relación al mismo proceso, garantizando un debido proceso
como medio efectivo para lograr una solución justa de la controversia; sino que, por el
contrario, prefirió consolidar la violaciones mencionada anteriormente contra nuestro
mandante, un quiebre al derecho establecido en igualdad de partes .
Así, de la revisión de todo el proceso de fiscalización, se puede constatar que las
autoridades intervinientes a su turno colocaron en una evidente situación de desventaja a
nuestro mandante sin otorgarle las posibilidades reales para que pueda ejercer su
defensa y acceder a un proceso justo; ya que, en lugar de valorar todas las pruebas
presentadas por nuestra mandante, decidieron más bien no mencionarlas, en perjuicio de
sus intereses; estando claramente delimitados los alcances del proceso de fiscalización,
en el que no se incluía la revisión DE COMPETENCIAS, RESOLUCION 121, en la
Resolución se incluyó ilegalmente una multa de 314809,56 Bs. Sin explicación de cómo
llegaron a dicha determinación. Situación que no fue corregida

IV.1.3. Violación del derecho a la aplicación objetiva del ordenamiento jurídico


La Corte Interamericana de Derechos Humanos, interpretando el art. 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, ha definido que el derecho a las
garantías judiciales del debido proceso comprende un conjunto de garantías que se
deben conceder al procesado, señalando que además de los nombrados expresamente
por la referida norma de la Convención, concurren otras garantías; así, en su Sentencia
de 31 de enero de 2001, ha señalado que el debido proceso "no sólo presupone la
actuación de autoridades con un total apego al orden jurídico, sino implica además la
concesión de las garantías mínimas del debido proceso a todas las personas que se
encuentran sujetas a su jurisdicción, bajo las exigencias establecidas en la Convención";
esta jurisprudencia, según la SC 0110/2010-R, de 10 de mayo, forma parte del Bloque de
14

Constitucionalidad, por lo tanto es de aplicación obligatoria. Según esa jurisprudencia, una


garantía mínima del derecho al debido proceso es el derecho a la aplicación objetiva del
ordenamiento jurídico, entendido éste como la garantía que asegura que todas las
autoridades de un Estado adopten sus decisiones sobre la base de la aplicación objetiva
de las normas y no sobre la base de su capricho y la mala voluntad.
En el caso presente, la autoridad demandada ha violado el derecho de nuestro
mandante. a la aplicación objetiva del ordenamiento jurídico; ya que, como se ha
demostrado a lo largo de esta Acción, al emitir la Resolución 108 2021 no aplicó
objetivamente falta de fundamentación, motivación, no valorización de prueba, no tenias
jurisdicción, competencia, violando también el art. 22 de la Constitución Política del
Estado, SON NULOS LOS ACTOS DE LAS PERSONAS QUE USURPEN FUNCIONES
QUE NO LES COMPETEN, como en este caso, las autoridades que realizaron el proceso
administrativo en pleno conocimiento que el bien en cuestión acredito documentación de
Palca, no teniendo competencia, desconociendo la Resolución 121, pruebas, confirmaron
Resoluciones contrarias , referidas a los contenidos mínimos que deben existir Resolución
en cuestión; pues, pese a que se denunció ante dicha autoridad que ninguno de los
documentos mencionados cumplían con lo dispuesto por las normas citadas, éste decidió
finalmente mantener “firme y subsistente la Resolución , sin considerar que, de acuerdo a
las normas de referencia, cuando alguno de estos documentos no contiene todos los
requisitos esenciales de contenido, los mismos se vician de nulidad, por ser realizados en
usurpación de funciones de otra jurisdicción.
El proceso Administrativo, estuvo viciado de actos nulos, porque usurparon
funciones de otra jurisdicción, documentación; bien subsistente, sin percatarse de todo lo
previsto por las normas de referencia.
Finalmente, la autoridad demandada de la Resolución 108 2021, no aplicó de
manera objetiva la norma prevista por el art. 8, numeral 2, inciso b) de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que establece que: “Durante el proceso, toda
persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: b)
comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada”; pues, pese a
que no pueden iniciar un Proceso de Fiscalización por la Resolución 121 , por los
problemas de jurisdicción, entre Placa y La Paz, USURPANDO FUNCIONES DEL
Gobierno Autónomo Municipal de Palca, iniciaron un proceso de Fiscalización, con
diferente actos violatorios entre medio, como ordenes de paralización de obra, ordenes de
destrucción de la construcción, obstrucción al trabajo, actos que se denunciaron a la
autoridad demandante durante el proceso, siendo así que en la Resolución 108 2021
ratifico y se le atribuyó una multa por ; omitiendo que se deber de aplicar de manera
objetiva la norma del art. 8, numeral 2, inciso b) de la Convención Americana sobre
15

Derechos Humanos, decidió más bien mantener firme y subsistente la resolución 108
2021
IV.1.4. Violación del derecho a la congruencia
A tiempo de pronunciarse sobre este derecho, la jurisprudencia constitucional prevista en
la SCP 0477/2012 de 6 de julio, ha establecido lo siguiente:

“Se refiere a que toda resolución sea judicial, administrativa o de otro ámbito,
deberá contener correspondencia o armonía entre lo peticionado y lo resuelto; es
decir, ser concordante entre la parte considerativa y dispositiva. Principio que se
encuentra íntimamente relacionado con la obligatoriedad de fundamentación y
motivación de las resoluciones.
La SC 0639/2011-R de 3 de mayo, recogiendo los pronunciamientos que al
respecto esta jurisdicción emitió, reiteró: ‘El principio de congruencia adquiere
manifiesta relevancia en dos ámbitos, por una parte, respecto al proceso como
unidad, pues al delimitar el campo de acción de las partes y del órgano
jurisdiccional, condiciona su desenvolvimiento; por otra, respecto a la estructura
de la Resolución, a fin de que absuelva todos los puntos puestos a consideración
del juzgador (…)’.
El principio de congruencia es también parte del derecho al debido proceso; por lo
que a través de la SC 1009/2003-R de 18 de julio, se señaló que: '…el juzgador
también deberá observar estrictamente el principio de congruencia, el mismo que
no sólo requiere ser respetado en el transcurso del proceso entre una y otra
resolución, sino que también es de observancia en el texto de una sola resolución,
pues como establece el ordenamiento jurídico, toda resolución tiene una
estructura básica que marca la estructura formal que tiene que respetarse”.
Ahora bien, se debe aclarar que la congruencia no se limita a establecer la
correspondencia entre lo peticionado y lo resuelto, sino que, como principio esencial del
derecho al debido proceso, importa también la correspondencia que debe existir entre la
acusación y la Sentencia; así o ha establecido la SCP 0088/2013 de 17 de enero, al
prever lo siguiente:

“La congruencia es un principio procesal que hace a la garantía del debido


proceso; pues, marca al juez un camino para poder llegar a la sentencia, y fija un
límite a su poder discrecional.
Sobre el mismo, la amplia jurisprudencia desarrollada por la Corte Constitucional
de Colombia, en su Sentencia C-025/10 de 27 de enero de 2010, ha expresado
que: ‘En teoría general del proceso, el principio de congruencia configura una
regla que condiciona la competencia de las autoridades judiciales, en el
sentido de que sólo pueden resolver sobre lo solicitado y probado por las
partes. De tal suerte que el juez, en su sentencia, no puede reconocer lo que no
se le ha pedido (extra petita) ni más de lo pedido (ultra petita). De allí la
necesidad de fijar con precisión, desde el comienzo, el objeto del litigio.
Ahora bien, en materia procesal penal, el principio de congruencia adquiere una
mayor relevancia debido a su íntima conexión con el ejercicio del derecho de
defensa. De tal suerte que no se trata de una simple directriz, llamada a dotar de
una mayor racionalidad y coherencia al trámite procesal en sus diversas etapas,
sino de una garantía judicial esencial para el procesado.
(…)
16

(…) la CSJ, en sentencia del 30 de octubre de 2008 (rad. 29.872), sistematizó sus
líneas jurisprudenciales en materia de congruencia entre la acusación y el fallo,
en los siguientes términos: ‘Inicialmente resulta oportuno destacar que el artículo
448 de la Ley 906 de 2004 establece que «el acusado no podrá ser declarado
culpable por hechos que no consten en la acusación, ni por delitos por los cuales
no se haya solicitado condena», lo cual supone que en la acusación se precisen
los aspectos fácticos y jurídicos de la conducta punible por la que se procede,
señalando su calificación jurídica.
En desarrollo del principio de congruencia ha señalado la Sala que tiene lugar su
quebranto ‘por acción o por omisión cuando se: i) condena por hechos o por
delitos distintos a los contemplados en las audiencias de formulación de
imputación o de acusación, ii) condena por un delito que no se mencionó fáctica
ni jurídicamente en el acto de formulación de imputación o de la acusación, iii)
condena por el delito atribuido en la audiencia de formulación de imputación o en
la acusación, pero deduce, además, circunstancia, genérica o específica, de
mayor punibilidad, y iv) suprime una circunstancia, genérica o específica, de
menor punibilidad que se haya reconocido en las audiencias de formulación de la
imputación o de la acusación’”.
En el caso presente, de la revisión de los antecedentes de este caso, vuestras
autoridades podrán constatar que durante el proceso de fiscalización iniciado al Señor
Víctor Siles Arauco, nunca registrado con su inmueble en la jurisdicción de La Paz, si no
EN LA JURISDICCION DE PALCA., se vulneró el principio de la congruencia como
elemento esencial del derecho al debido proceso; pues, pese a que la fiscalización se
inició como un proceso para verificar si se tenía permiso de movimiento de tierras, se
acredito toda la documentación, más la jurisdicción de Palca,
Ahora bien, pese a que esto fue expresamente denunciado a la autoridad ahora
demandada; la misma hizo caso omiso a la denuncia, debido que al conocer que el bien
inmueble correspondía a la Jurisdicción de Palca, conociendo todas las pruebas, emitió
una Resolución incongruente. En efecto, la autoridad demandada a tiempo de NO
resolver los agravios denunciados entre otras cosas, esta irregularidad, decidió con estos
actos mantener “firme y subsistente todas las violaciones, emitiendo la Resolución 108
2021,; permitiendo que se sancione a nuestra mandante sobre un supuesto infracción de
no permisos por Movimiento de Tierras, como si fuera de la Jurisdicción de La Paz, que
éste hubiera sido objeto de la fiscalización que se inició en su contra; permitiendo así que
se mantenga también “firme y subsistente” la Resolución, que vulnera el principio de
congruencia, que en materia administrativa implica la correlación que debe existir entre el
objeto de la fiscalización y la determinación final de dicho proceso; vulnerándose en
consecuencia no sólo el derecho al debido proceso, sino también el derecho a la defensa
de nuestra mandante; ya que, el derecho a la defensa es la facultad que tiene toda
persona para desvirtuar las “acusaciones” que se infieren en su contra y con las que se
apertura el proceso; y en el caso que motiva la presente acción, a nuestra mandante se le
notifica con una conminatoria que no correspondía a su jurisdicción que es del
GOBIERNO AUTONOMO MUNICIPAL DE PALCA,
17

Por lo que, queda en evidencia que, por la omisión ilegal de ser otra jurisdicción,
sus actos son nulos de pleno derecho desde el inicio, por lo que esta autoridad convalido
todos estos agravios mencionados, consumado la violación del derecho al debido proceso
de nuestra mandante en su elemento esencial del derecho a la congruencia; ya que, a
pesar de las denuncias efectuadas las respecto, no restableció el derecho violado.
IV.1.5. Violación del derecho de recurrir un fallo ante el superior en grado
El art. 8.2.h) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos consagra,
como una garantía mínima del derecho al debido proceso, el derecho de impugnar un fallo
o resolución ante el superior en grado; asimismo, el art. 25.1) de dicha norma consagra el
derecho de contar con un recurso sencillo y rápido para la protección de los derechos
vulnerados. Por su parte, la Constitución Política del Estado, consagra el principio de
impugnación en su art. 180.I.
Ahora bien, interpretando la normas convencionales antes referidas, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, en la Sentencia dictada sobre el Caso Herrera
Ulloa Vs. Costa Rica, de 2 de julio de 2004, a tiempo de pronunciarse sobre el derecho de
recurrir un fallo ante el superior en grado, ha definido lo siguiente: “El derecho de
recurrir del fallo es una garantía primordial que se debe respetar en el marco del
debido proceso legal, en aras de permitir que una sentencia adversa pueda ser
revisada por un juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica. El derecho de
interponer un recurso contra el fallo debe ser garantizado antes de que la sentencia
adquiera calidad de cosa juzgada. Se busca proteger el derecho de defensa
otorgando durante el proceso la posibilidad de interponer un recurso para evitar
que quede firme una decisión que fue adoptada con vicios y que contiene errores
que ocasionarán un perjuicio indebido a los intereses de una persona”.
Como se puede advertir de lo glosado precedentemente, el derecho de
impugnación o derecho a recurrir del fallo ante un juez o tribunal superior, es un derecho
concebido como un medio de defensa, mediante el cual, la persona que se considera
afectada por una decisión judicial o administrativa somete el caso a nuevo estudio para
obtener que se revoque, modifique o aclare.
En el caso presente, la autoridad ahora demandada, a tiempo de revisar la el pedido
de Revocatoria, prefirió mantener subsistente todos los agravios mencionados, no valoro
prueba, no pondero la Resolución 121 de jurisdicción, siguió en la línea de usurpar las
funciones del Gobierno Autónomo Municipal de Palca, sabiendo que esos actos son nulos
de pleno derecho, avasallando la Jurisdicción de Palca, , ha vulnerado el derecho de
recurrir un fallo; toda vez que, ha neutralizado dicho derecho con su conducta omisiva de
revisar nuevamente el proceso y pronunciarse sobre las denuncias planteadas en el
Recurso de Revocatoria presentado por nuestra mandante.
18

En efecto, de la revisión de la Resolución ahora nombrada, vuestras autoridades


podrán constatar que la autoridad demandada omitió su deber de someter a nuevo análisis
todo el proceso de fiscalización que fue denunciado como viciado de nulidad, por la
usurpación de funciones, violación al debido proceso, igualdad procesal, valoración de
pruebas, principio de congruencia, con ello pretendió convalidar las ilegales actuaciones de
durante el proceso, carentes de objetividad como mecanismos para confirmar las
determinaciones asumidas a lo largo del proceso; denegándole así la posibilidad a nuestro
mandante de que tanto el proceso como las ilegales actuaciones , puedan ser sometidas a
revisión por parte de la respectiva autoridad imparcial de superior jerarquía orgánica, en
búsqueda de protección de su derecho a la defensa frente a las determinaciones
adoptadas en instancias inferiores con vicios de nulidad que le ocasionaron graves
perjuicios y vulneraciones a sus derechos fundamentales.
IV.1.6. Violación del derecho a la motivación de las decisiones
El derecho a la motivación de las decisiones judiciales es una garantía mínima o
componente del derecho al debido proceso. Al respecto el Tribunal Constitucional
Plurinacional, en su SC 0543/2010-R, de 12 de julio, ha definido lo siguiente:

“(…) la garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la
exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda
autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución
resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que
sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los
hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al
momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno
convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las
normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión
está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino
de la forma en que se decidió (…) cuando aquella motivación no existe y se emite
únicamente la conclusión a la que ha arribado el juzgador, son razonables las
dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron juzgados conforme a
los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado
con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley
Fundamental le otorga para que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal
como contralor de la misma, a fin de que dentro del proceso se observen sus
derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución que
ordene la restitución de dichos derechos y garantías, entre los cuales, se
encuentra la garantía del debido proceso, que faculta a todo justiciable a exigir del
órgano jurisdiccional a cargo del juzgamiento una resolución debidamente
fundamentada”.
En el caso presente, la autoridad demandada violó el derecho de nuestra
mandante a poder verificar que la RESOLUCION IMPUJNADA, TIENE FALTA DE
FUNDAMENTACION Y MOTIVACION, ya que, la Resolución 108 2021 carece de la
suficiente y razonable fundamentación jurídica que justifique su determinación final.
19

En efecto, la autoridad demandada, en conocimiento de las denuncias, violaciones


a derechos de nuestro mandante, prefirió convalidar todas las violaciones de instancias
inferiores realizadas en contra de nuestro mandante, su Resolución 108 2021, carece de
fundamentación, motivación, no valoro prueba, violando el debido proceso, la verdad
material y usurpando funciones de otra jurisdicción, siendo sus actos nulos de pleno
derecho. de la posición asumida, no solo incumplió deberes, si no ingreso en una
incertidumbre jurídica, ocasionado un daño a nuestro mandante. Con todos estos proceso
administrativos, conminatorias pegadas en la pared del inmueble, el Mandante no pudo
realizar preventas del proyecto inmobiliario aprobado por el Gobierno Autónomo Municipal
de Palca, por más de 8 meses, donde la Alcaldía de la ciudad de La Paz, con su Sub
alcaldía, enviaban conminatorias y las pegaban en la pared, por lo que no se pudo
promocionar el Proyecto a nivel preventas, de acuerdo al Plan de negocios , se debió
tener vendido el 50 % en preventas a la fecha, con una pérdida de más de 2.000, 000
$us, .
En el caso presente, la autoridad demandada no cumplió esto, vulnerando en
consecuencia el derecho a la motivación de decisiones de nuestra mandante.
IV.2. Violación del derecho a la propiedad privada
Es de conocimiento de vuestras autoridades que el derecho a la propiedad privada
consiste en la potestad, capacidad o facultad que tiene toda persona para adquirir,
poseer, usar, gozar y disponer de un bien, sea de carácter material, intelectual, cultural o
científico; su función es asegurar a su titular una esfera de libertad en el ámbito
patrimonial. El derecho a la propiedad privada está expresamente consagrado por el art.
56 de la Constitución y el art. 21 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Al respecto la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuya jurisprudencia
forma parte del Bloque de Constitucionalidad por lo que es de aplicación obligatoria,
según ha definido la SC 0110/2010-R, de 10 de mayo; ha establecido la siguiente
jurisprudencia:

“La jurisprudencia del Tribunal ha desarrollado un concepto amplio de


propiedad que abarca, entre otros, el uso y goce de los bienes, definidos
como cosas materiales apropiables, así como todo derecho que pueda formar
parte del patrimonio de una persona. Dicho concepto comprende todos los
muebles e inmuebles, los elementos corporales e incorporales y cualquier otro
objeto inmaterial susceptible de valor. Asimismo, la Corte ha protegido a
través del artículo 21 convencional los derechos adquiridos, entendidos como
derechos que se han incorporado al patrimonio de las personas” (Caso Chaparro
Álvarez y Lapo Iñiguez vs Ecuador, Sentencia de 21 de noviembre de 2007, párr. 174).

En el caso que motiva la presente Acción, la autoridad demandada, al haber


determinado mantener “firme y subsistente los agravios denunciados, al emitir la Resolución
108 2021 ha violado el derecho a la propiedad de nuestro representado; ya que, a partir de
dicha decisión está dando lugar a que se afecte ilegalmente su patrimonio. En efecto, de la
20

revisión de los antecedentes de este caso, vuestras autoridades pueden verificar que la
autoridad demandada, al emitir la Resolución mencionada, viola el Derecho a la propiedad
privada, violando y avasallando dicho inmueble, al impedir la continuidad de construcción,
paralización de obra, paralización del trabajo. Donde nuestro mandante hace más de 8
meses que no puede realizar preventas de su proyecto inmobiliario, con una perdida
millonaria, que afecta al trabajo, a sus trabajadores y al Proyecto.
IV.3 EN CUANTO A LAS VIOLACIONES DE LOS DERECHOS Y
GARANTIAS REALIZADAS POR EL GOBIERNO AUTONOMO MUNICIPAL DE
LA PAZ EN CONTRA DEL MANDANTE
IV.3.1 Violación del derecho de recurrir un fallo ante el superior en grado
El art. 8.2.h) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos consagra,
como una garantía mínima del derecho al debido proceso, el derecho de impugnar un fallo
o resolución ante el superior en grado; asimismo, el art. 25.1) de dicha norma consagra el
derecho de contar con un recurso sencillo y rápido para la protección de los derechos
vulnerados. Por su parte, la Constitución Política del Estado, consagra el principio de
impugnación en su art. 180.I.
Ahora bien, interpretando la normas convencionales antes referidas, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, en la Sentencia dictada sobre el Caso Herrera
Ulloa Vs. Costa Rica, de 2 de julio de 2004, a tiempo de pronunciarse sobre el derecho de
recurrir un fallo ante el superior en grado, ha definido lo siguiente: “El derecho de
recurrir del fallo es una garantía primordial que se debe respetar en el marco del
debido proceso legal, en aras de permitir que una sentencia adversa pueda ser
revisada por un juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica. El derecho de
interponer un recurso contra el fallo debe ser garantizado antes de que la sentencia
adquiera calidad de cosa juzgada. Se busca proteger el derecho de defensa
otorgando durante el proceso la posibilidad de interponer un recurso para evitar
que quede firme una decisión que fue adoptada con vicios y que contiene errores
que ocasionarán un perjuicio indebido a los intereses de una persona”.
Como se puede advertir de lo glosado precedentemente, el derecho de
impugnación o derecho a recurrir del fallo ante un juez o tribunal superior, es un derecho
concebido como un medio de defensa, mediante el cual, la persona que se considera
afectada por una decisión judicial o administrativa somete el caso a nuevo estudio para
obtener que se revoque, modifique o aclare.
En el caso presente, Se presento un Recurso de Revocatoria el 13 de marzo del
2021, Recurso que tuvo como RESULTADO EL SILENCIO ADMINISTRATIVO POSITIVO,
que de acuerdo a procedimiento y la Ley mencionada durante esta acción, con este
Silencio, nos estaría dando la razón en todas nuestra pretensiones, sin embargo que pese
que se solicito la Confirmación de este SILENCIO ADMINISTRATIVO POSITIVO, LA
21

ALCALDIA de La Paz, no responde, generando una Incertidumbre jurídica, VIOLANDO EL


DERECHO A RECURRIR A UNA AUTORIDAD JERARQUICA, VIOLANDO EL DERECHO
A ser escuchado, oído, a la defensa, a la verdad material. SE AGOTO TODAS LAS VIAS
ADMINISTRATIVAS, INCLUSO HASTA EL SILENCIO ADMINISTRATIVO POSITIVO, Y
con un alarmante incumplimiento de deberes constitucionales, la autoridad demandada
hasta fecha no da cumplimiento con el Silencio Administrativo Positivo, que con ello es el
respeto a la propiedad privada dentro de la Jurisdicción de Palca, con este Silencio dio
curso a la Revocatoria de la Resolución 108 2021, a la baja del inmueble registrado por el
anterior dueño, al no cobro de la multa. También ha vulnerado el derecho de recurrir un
fallo; toda vez que, ha neutralizado dicho derecho con su conducta omisiva de revisar
nuevamente el proceso y pronunciarse sobre las denuncias planteadas en el Recurso de
Jerárquico presentado por nuestra mandante.
En efecto, de la revisión de la Resolución ahora nombrada, vuestras autoridades
podrán constatar que la autoridad demandada omitió su deber de someter a nuevo análisis
todo el proceso de fiscalización que fue denunciado como viciado de nulidad, por la
usurpación de funciones, violación al debido proceso, igualdad procesal, valoración de
pruebas, principio de congruencia, con ello pretendió convalidar las ilegales actuaciones de
durante el proceso, carentes de objetividad como mecanismos para confirmar las
determinaciones asumidas a lo largo del proceso; denegándole así la posibilidad a nuestro
mandante de que tanto el proceso como las ilegales actuaciones , puedan ser sometidas a
revisión por parte de la respectiva autoridad imparcial de superior jerarquía orgánica, en
búsqueda de protección de su derecho a la defensa frente a las determinaciones
adoptadas en instancias inferiores con vicios de nulidad que le ocasionaron graves
perjuicios y vulneraciones a sus derechos fundamentales. La autoridad demandada violo
el derecho a Recurrir a una autoridad jerárquica, no resolvió y entro en un SILENCIO
ADMINISTRATIVO POSITIVO, QUE TAMPOCO CONSOLIDA NUESTRA
PRETENCIONES, Y HABIENDO AGOTADO TODO, ES QUE SE PRESENTA ESTA
ACCION DE AMPARO.
En el caso presente, la autoridad demandada violó el derecho de nuestra
mandante a poder verificar que la RESOLUCION IMPUJNADA, TIENE FALTA DE
FUNDAMENTACION Y MOTIVACION, ya que, la Resolución 108 2021 carece de la
suficiente y razonable fundamentación jurídica que justifique su determinación final.
Por todo lo expuesto y fundamentado, solicitamos a vuestras autoridades se sirvan
admitir a trámite la presente Acción de Amparo Constitucional, señalen día y hora de
audiencia, y emplacen a la autoridad demandada para que comparezca ante vuestro
Despacho a objeto de presentar el informe correspondiente sobre los hechos ilegales
denunciados. En definitiva, solicitamos que, luego de escuchar el informe de la autoridad
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demandada, dicten Resolución concediendo el Amparo Constitucional demandado a favor


del Señor Víctor Siles Arauco., a quien representamos, disponiendo lo siguiente:
1º Dejar sin efecto la Resolución de Recurso 108 2021
2º Que la autoridad demandada autorice la baja del inmueble de La Paz, y no
avasalle la Jurisdicción del Gobierno Autónomo Municipal de Palca, respeten propiedad
privada de nuestro mandante, y la jurisdicción donde pertenece el inmueble, que es
PALCA
3° Se Consolide el Silencio Administrativo Positivo, con todas nuestras
pretensiones,
4. Se condene a costas.
Otrosí 1°. - La autoridad demandada es IVAN ARIAS, en su calidad de ALCALDE
DEL GOBIERNO MUNICIPAL DE LA PAZ; quien tiene domicilio, en calle mercado No.
1298, teléfonos 265000, por lo que, solicitamos a vuestras autoridades se sirvan disponer
su citación mediante Provisión Citatoria que deberá expedirse por Secretaria con exhorto
suplicatorio. Y el Sub alcalde de la Zona Sur…………………………
Otrosí 2º.- Petición de medida cautelar. - Por previsión expresa del art. 34 del
Código Procesal Constitucional “En todo momento, la Jueza, Juez o Tribunal podrá
determinar de oficio o a petición de parte, las medidas cautelares necesarias para evitar
la consumación de la restricción, supresión o amenaza de restricción, del derecho o
garantía constitucional que, a su juicio, pueda crear una situación irreparable”.
En el caso que nos ocupa, la Sub alcaldía de la Zona Sur, mientras no se resuelva
este Recurso Constitucional, no realice más fiscalizaciones, porque el inmueble es de la
jurisdicción de Palca.
Por las razones referidas, al amparo de lo previsto por el art. 34 del Código
Procesal Constitucional, solicitamos a vuestras autoridades se sirvan determinar la
aplicación de la medida cautelar de la suspensión de Fiscalizaciones, hasta sea emitida la
resolución definitiva por parte del Tribunal Constitucional Plurinacional.
Otrosí 3°. - Se adjunta, en calidad de prueba documental, la siguiente
documentación en Original: Testimonio de Poder de Representación, 5 Folios Originales
de la Jurisdicción Palca, Presentación en Original del recurso Jerárquico del 18 de marzo
2021, Memorial en original del 28 de mayo del presente, Solicitud de Confirmación del
Recurso, Memorial del 8 de junio del 2021, Silencio Administrativo, Certificado Nacional
de Derechos Reales, Jurisdicción Placa, en Original, Fotocopia, comercio, NIT,
Testimonio del Poder Especial registrado en Funda empresa; La Resolución
Determinativa Nº 17-0780-2014, Recurso de Alzada, Resolución de Recurso de Alzada
ATIR-LPZ/RA 0122/2015, Recurso Jerárquico, y Resolución de Recurso Jerárquico AGIT
– RJ 0711/2015.

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