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Constitución, privatización y servicios públicos: El blindaje jurídico que protege a

los contratos-ley en el Perú

Autor: Jorge Santistevan de Noriega

1. Contrato-ley

Es aquel contrato por el cual el Estado otorga a un particular garantías o seguridades que no
se pueden modificar legislativamente.

El blindaje constitucional que se le otorga a los contratos ley es tanto para las cláusulas del
contrato (contenido) como para las leyes en mérito de las cuales se suscribió el contrato. De
ser modificado el régimen legal bajo el cual se suscribió el contrato-ley por una ley
posterior, esta última no le afectará.

Es el artículo 62 de la CPP de 1993 el que le da carácter constitucional a esta figura cuando


señala que “mediante Contratos-ley, el Estado puede establecer garantías y otorgar
seguridades”.

El artículo 1357 del CC prevé que “por ley, sustentada en razones de interés social, nacional
o público, pueden establecerse garantías y seguridades otorgadas por el Estado mediante
contrato”. Dicho artículo sirvió de base a la posterior consagración constitucional de los
contratos-ley.

Para este contrato, el Estado en ejercicio de su ius imperium se obliga a no modificar los
términos contractuales por ley a efectos de brindar seguridad jurídica a los particulares.

2. Naturaleza y características de los contratos-ley

El contrato-ley pese a pertenecer al Derecho Público y nacer de normas públicas, se regula


en su ejecución por el Derecho Civil (naturaleza civil y no administrativa).

Según la opinión de juristas peruanos, los contrato-ley son de carácter mixto, en tanto su
autorización, preparación, celebración y control están regidos por normas de Derecho
Administrativo y su ejecución y cumplimiento, por el Derecho Civil.

La perspectiva que fundamenta el contrato-ley incluye razones de interés social, racional o


público.

La doctrina entiende al contrato-ley como el acuerdo celebrado entre un Estado y una


empresa nacional o extranjera en condiciones de igualdad y destinado a otorgar
seguridades y garantías especiales e intangibles a favor del inversionista.

En la década de los 70s, los inversionistas contaban con el mecanismo de la protección


diplomática1 para proteger sus intereses. Sin embargo, a la fecha, los Estados como el Perú
han suscrito convenios bilaterales de promoción y protección de inversiones frente a tratos
discriminatorios, confiscatorios y expropiatorios y que, a su vez garantizan al inversor la
opción de recurrir a tribunales internacionales2.

Son 3 las características esenciales de los contratos-ley:

1
La protección diplomática permitía que el inversionista reciba ayuda de su Estado con miras a recibir una
compensación.
2
Dicha celebración de acuerdos entre los Estados permite contar con reglas claras y en caso uno se vea afectado,
acudir a los tribunales.
a) Concertación en plano de igualdad: el Estado contratante no puede prevalerse de su
calidad de ente soberano para modificar unilateralmente su derecho interno y, con ello,
alterar los derechos y las obligaciones pactadas en el acuerdo.

b) Sometimiento a una jurisdicción arbitral: la solución de cualquier diferencia sobre la


aplicación e interpretación debe ser sometida a la decisión de un árbitro único o colegiado.

c) Evasión del derecho interno del Estado contratante: tiene por propósito someter el
contrato a la ley de un país en sustitución de la del Estado receptor (no está contemplado
en el 62 de la CPP).

Un sector de la doctrina extranjera entiende que estos convenios equivalen a un tratado


internacional.

3. Alcances y contenido de los contratos-ley

Para los servicios de telefonía fija, la ley autorizó la celebración de contratos-ley a efectos
de la concesión para la prestación de este servicio.

La implicancia de la celebración de un contrato-ley entre Estado y concesionario trae


consigo que se impida la dación de normas imperativas que modifiquen los términos del
contrato.

4. Garantías y seguridades a la inversión como sustento de los contratos-ley

Las garantías y seguridades otorgadas por medio del contrato-ley es declarado de necesidad
y utilidad pública.

Conforme a una sentencia del TC, la aparición de los contratos-ley está vinculado con la
promoción de la inversión privada.

5. Blindaje constitucional: la modificación de los contratos-ley

Dicho blindaje jurídico evita que el Estado contratante varie su ordenamiento interno en
contra de los intereses del inversionista que contrata, y si lo modificase, los efectos de esta
nueva regulación no se aplican al contrato-ley preexistente, que debe continuar regido por
las normas vigentes en el momento de la firma y por las cláusulas acordadas.

Existen técnicas de estabilización que son incorporadas en los contratos-ley, mediante las
cuales los inversionistas logran eliminar la inestabilidad de las políticas económicas y la
variabilidad de las normas jurídicas conocido como riesgo político.

Existen 3 tipos de técnicas de estabilización:

a) Congelamiento del derecho interno: el Estado voluntariamente limita su competencia


legislativa y se compromete a no modificar su ordenamiento jurídico mientras dure el
contrato-ley3.

b) Incorporar y estabilizar las normas: el Estado estabiliza normas jurídicas que son
señaladas en el contrato-ley, de esta manera, no pueden ser modificadas por el Estado 4.

3
A veces esta congelación se completa con la promesa del Estado contratante de no nacionalizar ni expropiar a la
empresa.
4
La limitación del Estado para legislar es menor por estar ceñida a las normas taxativamente referidas en el
contrato.
c) Inoponibilidad de normas modificatorias: de darse una ley que entre en conflicto con lo
dispuesto en el contrato-ley, dicha ley no le será aplicable y sus efectos no le alcanzarán5.

Mediante dichas técnicas se resguarda el carácter de intangible de los contratos-ley.

El ordenamiento nacional contempla la técnica de la inoponibilidad de normas


modificatorias.

Nuestro ordenamiento jurídico interno y la CPP del 93 son claros en señalar que: i) el Estado
peruano posee competencia para brindar especiales garantías a la inversión extranjera
mediante los contratos-ley; y, ii) las garantías y tratamientos preferenciales incluidos en el
contrato-ley son inmodificables por el plazo que en ellos se establezca.

Posición de nuestra doctrina civil y constitucional, y nivel jurisprudencial

En la doctrina del derecho constitucional existe plena conciencia del carácter intangible de
los contratos-ley.

Como se mencionó, a nivel jurisprudencial se consagra el principio de inoponibilidad de la


ley posterior a las relaciones regidas por los contratos-ley.

Mediante sentencia del 3 de octubre de 2003, el TC ha optado por admitir el blindaje


constitucional que el contrato-ley brinda y de la cual deriva la inmodificabilidad tanto de las
cláusulas contractuales cuanto del estatuto jurídico que las sustenta.

Recuérdese el carácter de inmodificable de los contratos-ley salvo que medie acuerdo entre
las partes.

5
Bajo esta técnica, el Estado no se encuentre limitado en su capacidad legislativa.

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