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INQUISICIÓN EN AMÉRICA LATINA Y EN CARTAGENA

Frank Antonio Mendoza - Fredy Alexander Lerma - Julián Bedoya Cardona

Desarrollaremos el trabajo haciendo un recorrido de la historia de la inquisición,


entendiendo la inquisición, desde los aspectos generales, antecedente influyentes en
Europa, luego pasamos a nuestro continente Latinoamericano quien se acopla a replicar
esté proceso, que servirá como bisagra de la historia. Después, hablaremos de la
inquisición aplicada en Cartagena – Colombia.
Generalidades, antecedente e historia.
La inquisición fue un proceso constitucional creado en el medioevo con el
propósito de combatir y mitigar las herejías y todos aquellos que cuestionaban la
doctrina de la iglesia. Todo comienza en el año 1232 con Gregorio IX cuando promulgo
la bula ‘Ille humani generis’ con la que empieza a surgir la inquisición tomada como la
quinta esencia del espíritu de intolerancia de la iglesia encomendando este oficio a los
dominicos, dándoles la potestad para emitir sentencia sin apelación 1, aunque las
primeras condenas inquisitoriales son las episcopales del siglo XI y las proclamas de
San Bernardo de Claraval en el siglo XII, que pedían condenar a los heréticos no por las
armas, sino por los argumentos.
La inquisición se convierte en un paradigma de la Iglesia católica-romana; pues,
en los comienzos la iglesia fue perseguida no podía celebrar sus actividades cultuales,
su mensaje era figurado para que el enemigo no lo entendiera, profesar ser cristiano
podía cobrar la vida y si quería guardarla y/o salvarla tenía que apostatar de la fe, todo
esto hasta que se logró un tratado de tolerancia entre los cristianos y el imperio, más
conocido como el edicto de Milán que se dio con Constantino en el 313, quien abre las
puertas del imperio para que el cristianismo se desenvuelva sin ningún inconveniente,
más tarde, en el año 380, el cristianismo se oficializa como la religión del imperio…
¡bonita jugada la que hizo Teodosio! para muchos cristianos deberíamos estar
agradecidos con estos dos emperadores, Constantino y Teodosio, y porque no, incluirlos
en el santoral. Otros hablan sobre el compromiso circunscrito en el cristiano en medio
de la persecución, vale recordar las palabras alusivas de San Ambrosio de Milán ‘los
emperadores nos hacían más bien cuando nos perseguían que ahora que nos favorecen’.
“Lo que en la Iglesia desde su comienzo hasta el siglo IV era aborrecido se convirtió así
en precepto en la Iglesia de los siglos XII-XIII” 2, la iglesia paso de ser perseguida a
perseguidora, la comunidad primitiva era perseguida, el imperio la tenía azotada;
muchos cristianos perdieron la vida a causa de la defensa de la fe, el imperio pedía a los
cristianos apostatar de la fe; con este fenómeno de la inquisición paso exactamente
igual, la iglesia pedía a los herejes que se retractaran y siguieran lo que ella misma había
establecido.
Hasta que llegó al nuevo continente…

1
Cfr. Emilio Mitre Fernández (Eta), Las herejías medievales – cuadernos historia # 16.
2
Hans Küng, Das Christentum. Wesen und Geschichte, Trad: Abelardo Martínez de Lapera, El
Cristianismo. Esencia e historia. Fernández, 2006 (P. 416).
Históricamente la Iglesia entro al continente americano con brazo firme y brazo
extendido. La fusión de encuentros entre el poder ibérico, la iglesia y los pueblos
amerindios mostraron un cuadro de episodios violentos, aceptada como método de
conquista y reconquista, en nombre del rey y de Dios. Se hace una distinción entre
amigo y enemigo, entre lo verdadero y lo falso, y lo que se conforma como tal con la
emergencia del monoteísmo3. Históricamente la misión floreció, y se marchito cuando
se arriesgó a conquistar las alma sin protección política. Pues, las practicas religiosas:
las cruzadas, la inquisición, el colonialismo, la esclavitud… no fueron practicadas sin
amparo doctrinal. Eran practicas teológicamente justificadas con el monopolio de
“camino, verdad y vida” con la exclusividad de salvación a través de la Iglesia y con la
identificación herética de la Iglesia con el Reino de Dios.
En 1509 el Rey Católico ordenaba a Diego Colón, gobernador de la corona, para
que conservará la fe católica en los indios y evitar que estas tierras se poblaran de
herejes, de moros, judíos, reconciliadores y personas con otras creencias en cuanto a la
fe, entre otras razones, se pensaba en evitar la contaminación por parte de las nuevas
herejías protestantes… acontecimientos como estos hacen pensar que la religión a
pasado de ser opio del pueblo a dinamita del pueblo, al combustible más eficaz de la
violencia política4
La consigna del tribunal era: “Si tu ojo o tu pie o tu mano derecha te es ocasión
de pecado, córtalo y arrójalo lejos de ti” (Mt 5,29-30). Para poder cumplir con dicha
justicia, creemos que muy lejana a la del evangelio (ya que en último caso es la persona
misma la que debe proceder a cortar su miembro pero no otra, y menos un tribunal
político-ideológico del Estado). En un momento, Bartolomé de la Casas, solicita la
inquisición para el continente americano, remite una carta al cardenal Cisneros:
Suplico a vuestra reverendísima señoría que mande enviar a aquellas islas de Indias la
Santa Inquisición, de la cual creo yo que hay muy gran necesidad, porque donde
nuevamente se ha de plantar la fe, como en aquellas tierras, no haya quizá quien
siembre alguna pésima cizaña de herejía.5

Desde el principio de la conquista hubo siempre una preocupación inquisitorial


por parte de la corona, Adriano Utrecht, quien seria el futuro Papa Adrián VI, quien
nombro a los provinciales de las órdenes religiosas como inquisidores apostólicos, y
posteriormente nombre a los obispos para dicha operación, de esta manera nacieron los
dos primeros tipo de inquisición, más adelante se implementó el tribunal del santo oficio
de la inquisición. A estos tres se añade: el provisorato del tribunal del santo oficio para
los indios.
La inquisición en su proceso trató delitos como: infracciones morales, recaídas
por parte de los indios en cultos idolátricos, algunas herejías que se iban enseñando de
manera oculta, difusión del protestantismo, la necesidad de sanear la moralidad publica;
la corona estableció la inquisición en América.

3
Tamayo Juan José, teologías del sur. Un giro descolonizador. p.37
4
Cfr. Borges Pedro, historia de la Iglesia hispanoamericana. p.301 -303
5
Ibid., p. 301
En la práctica se establecieron dos tribunales uno en Lima (1570) con el
inquisidor Servan de Cerezuela y otro en México (1571) con Pedro Moya de Contreras.
En 1610 fue establecido el tercer tribunal en Cartagena con Juan de Mañozca y Pedro
Mateo de Salcedo como inquisidores. El Tribunal se organizó de tal manera que Tomás
Torquemada fue nombrado Inquisidor Supremo para Castilla, Aragón y Sicilia. Los
tribunales eran formados por dos jueces letrados y un teólogo, tenían el trato de Señoría
y debían vestir traje eclesiástico. Había un fiscal acusador y un juez de bienes que
tasaba las posesiones confiscadas a los acusados 6. Los procesos inquisitoriales
constaban de tres etapas: acusación, desarrollo y sentencia; este esquema partía de las
instrucciones de Torquemada. Los procesados eran clasificados en tres grupos:
confitentes (posible reconciliación), pertinaces (relegados al brazo secular), y
sempiternamente convictos (que a su vez eran subdivididos en "de vehemente" y "de
leve"). Los delitos condenados en la inquisición eran de fe, derecho canónico y moral. 7

El fiscal pedía la detención del acusado. Había tres niveles de prisión: públicas,
medias y secretas. En las públicas estaban aquellos que habían cometido delitos que no
eran de fe pero que estaban bajo jurisdicción del Tribunal. Las medias eran para
aquellos individuos ministros y dependientes de la Inquisición que hubieran cometido
crimen o falta digna de castigo en el ejercicio de su mandato, sin mezcla de herejía ni
conexión con ella. En las cárceles secretas al sospechoso o acusado no se le permitía la
comunicación con ninguna durante todo el proceso salvo aquellas pertenecientes al
Tribunal. Se le daban tres audiencias al procesado, llamadas moniciones, dónde se le
pedía que diga la verdad de lo que haya hecho o dicho contra la fe y si sabía de otras
personas que hayan hecho lo mismo, prometiéndole que si así lo hacía, se usaría la
piedad con él. En este punto del juicio, el reo no conocía aún de qué se lo acusaba y qué
pruebas tenía el Tribunal en su contra. El fiscal producía la acusación enumerando los
cargos de los hechos relatados por los testigos, considerando distintos a un mismo
hecho relatado por diferentes testigos. La acusación era leída artículo por artículo, a lo
que el acusado debía responder en el momento si era cierto o no su contenido.

La defensa comenzaba por la designación de un abogado que no podía ser elegido


libremente por el procesado sino que debía escoger entre una terna propuesta por el
Tribunal. A los abogados no se les permitía ver el proceso original. Recibían un extracto
en el que no constaban ni los nombres de los testigos ni el lugar y fecha de los hechos
testificados. Tampoco se le permitía al letrado tener entrevistas a solas con el acusado.

Las reuniones con el reo se hacían siempre en presencia del Tribunal. El proceso pasaba
luego al fiscal que proveía pruebas en contra del acusado Luego se procedía a la
publicación, donde los testimonios eran leídos al reo y se le pedía que respondiera
acerca de la veracidad o no de los cargos, como siempre, omitiendo los datos de
nombre, lugar y fecha de los hechos Si el reo era declarado hereje formal, también
denominado en los procesos: “sospechoso de vehementi”, no se le notificaba la
sentencia hasta después de haber comenzado su ejecución, cuando el reo salía con
descredito8.

6
Llorente Juan Antonio, Historia Crítica de la Inquisición en España, T1, p. 56, Ediciones Hisperión,
Madrid, 1981.
7
Patiño Uriel, Iglesia en América latina.
8
Chami Pablo Andrés, El tribunal de la inquisición en América Española, Siglos XVI – XVII, La Pampa –
Buenos Aires
LA INQUISICIÓN EN CARTAGENA
Antes de establecerse la inquisición en territorio que más tarde se llamó
virreinato de la Nueva Granada, todo el territorio colombiano estuvo sometido al
tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Lima. Ante las dificultades por las
distancias que tenían que viajar los encartados hasta 500 o mil leguas a veces para nada,
pues las causas se sustentaban mal o los testigos daban informes incompletos, ambiguos
o contradictorios, llevó a que el virrey del Perú, el arzobispo de la Nueva Granada y los
propios inquisidores escribieran al rey de España proponiéndole la creación de otros
tribunales9.
Hecha la consulta al Consejo de Indias, el rey Felipe II dispuso crear El Tribunal
del Santo oficio en Cartagena, autorizado por la Cédula Real del 25 de febrero de 1610,
avalada por el obispo de Santa fe, Bartolomé Lobo Guerrero. El Tribunal de Cartagena
fue creado para aliviar la carga del de Lima y su territorio comprendió el Nuevo Reino
de Granada y varias de las Antillas. Los primeros inquisidores designados
desembarcaron el 21 de septiembre de 1610, y fueron los licenciados Mateo de
Salcedo y Juan de Mañozca, quienes arrendaron tres casas en la misma plaza donde
actualmente existe el Palacio de la Inquisición en Cartagena de Indias, siendo
reconstruido en 1770, ubicado frente a la Plaza Bolívar, rodeado de las calles de la
inquisición, Santo Domingo, Santos de Piedra Y Román, dentro del Centro Amurallado
de la ciudad, contiguo a el Museo Colonial, el Museo Arqueológico, la Academia de
Historia y la Sociedad de Mejoras Públicas.
En la actualidad este Palacio de la Inquisición es sede del Museo Histórico y del
Archivo Histórico de Cartagena, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Iniciaron labores los inquisidores, el 30 de noviembre de 1610, leyendo el Edicto de fe,
en la Iglesia Catedral santa Catalina de Alejandría. Edicto que convocaba a todos los
moradores de la jurisdicción, que abarcaba la Audiencia de Santo Domingo, los
obispados de Cartagena, Panamá, Santa Marta, Puerto Rico, Islas de Barlovento y
Santiago de Cuba para que denunciaran ante el tribunal alguna o algunas personas
vivas o difuntas, ausentes o presentes, que hayan dicho o creído opiniones o palabras
heréticas, sospechosas, erróneas, temerarias, malsonantes, escandalosas o blasfemias
contra Dios o la santa fe católica y las prédicas de la santa iglesia romana. 10

Al ser Cartagena, un puerto, por donde podían entrar europeos, la inquisición se


instala como tribunal para perseguir las llamadas herejías de los opositores a la fe
católica tales como judíos, seguidores de la secta de Mahoma, y luteranos, aunque
también se dedicó a combatir a los acusados de brujería, hechicería, adivinación,
sodomía, fornicación, solicitación de los frailes, blasfemos y supersticiosos así como
población negra de creencias “dudosas”, categoría en la que entraban hierbateros y
curanderos, especialmente mujeres.
María Cacheco, nacida en Guinea, África. Frente a los funcionarios del Santo Oficio
de Cartagena, confesó que era bruja, que adoraba al demonio como a su dios y que en
las noches de miércoles, durante los aquelarres que se celebraban en los bohíos

9
Cfr. Ramírez, Marco A. La Inquisición: Análisis socio-religioso.
10
Recuperado de: Cfr. https://www.eluniversal.com.co. Historias secretas de la Inquisición cartagenera
(1). Ubaldo José Elles Quintana. 03 de abril de 2021
cercanos a Pácora, Panamá, había comido carne humana. Incluso la de sus hijos
Juanillo y Antonia, de cuatro y tres años.
Dijo que tenía 16 víctimas en su haber y contó que preparaba un ungüento para volar
transformada en gato, pato, cabra, caimán, paloma o ratón. También relató que había
enseñado sus artes a una pareja y que con ellos voló en busca de un mulato de dos años
a quien le chuparon la sangre por la nariz, las orejas y el ombligo. Luego fueron a una
junta de brujos y bebieron la sangre mezclada con chicha. (Auto de fe, celebrado el 25
de junio de 1628 en la Catedral). Se arrepintió de sus actos y fue condenada a cien
azotes, a portar insignias de bruja, a vestir el sambenito (hábito que revelaba su
condición de hereje reconciliada) y a pagar dos años de cárcel en el hospital de San
Sebastián11

El anterior Auto de fe, deja en evidencia la decadencia en la que estaba cayendo


el tribunal inquisidor, que a la postre juzgó y condenó entre 1610 y 1821 a cinco que
fueron quemados, pero muchos más condenados a azote, confiscación de bienes y
prisión. La confiscación de bienes fue uno de los más lucrativos castigos, porque al ser
los judíos hábiles comerciantes en especial portugueses traficantes de negros que eran
delatados por estos mismos ante la crueldad del trato se convirtió tal ejercicio en espacio
de revanchismo para unos y otros, en particular, amos que acusaban a los negros de
blasfemos y en especial a las negras de actos de brujería y hechicería.
“… La historia de todos los tiempos y países desde su establecimiento, lo presenta
cubierto de sangre, de horrores y de injusticia. El fanatismo religioso abortó este
monstruo en el siglo XIII de la Iglesia, el cual tiene los pies en el infierno y alcanza con
los brazos al cielo… Uno de los derechos inmanentes del pueblo es la resistencia a la
arbitrariedad y opresión y en uso de él, con estos antecedentes, no ha podido pedir el
de esta ciudad una cosa más justa y necesaria para su libertad y seguridad personal
que la extinción de dicho Tribunal de la Inquisición…”12

El Santo Tribunal funcionó de 1610 hasta 1821 con excepción del periodo entre
1811 – 1815, cuando se convirtió en Estado independiente de España, motivado por la
sospecha y la intolerancia, con la inquisición, el rumor y la invitación a delatar fueron
elementos decisivos para llevar a miles de personas a la justicia 13. El primer Auto de Fe
se celebró en 1614 y el último en 1818, ha sido difícil establecer con exactitud el
número total de víctimas de la inquisición durante esos doscientos años.
Casos celebres de la Inquisición como la arremetida contra el sacerdote, médico
y científico José Celestino Mutis, quien en 1773 en calidad de profesor, presidió unas
conclusiones en las que demostraba la verdad del sistema heliocéntrico de Copérnico y
la prohibición el 13 de diciembre de 1789 de parte del Tribunal de publicar los
Derechos del Hombre que habían sido publicados en Francia este año, sufriendo las
consecuencias de tal represión Antonio Nariño, por haber traducido y publicado “Los
Derechos del Hombre y del Ciudadano”.

11
Tomado de: https://www.eltiempo.com. La Inquisición a la criolla. 20 de marzo de 2010
12
Fragmento de la carta realizada por Ignacio Cavero al momento de solicitar la extinción del Tribunal de
la Inquisición de Cartagena de Indias. Citado por el Dr. Hernán Fernando Postma, en La Inquisición en
Cartagena de Indias, Claves Judiciales. 2013
13
Cfr. https://www.radionacional.co. La Inquisición: persecución, tortura y muerte. Ana María Lara. 08
de marzo de 2023

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