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1
Cfr. Emilio Mitre Fernández (Eta), Las herejías medievales – cuadernos historia # 16.
2
Hans Küng, Das Christentum. Wesen und Geschichte, Trad: Abelardo Martínez de Lapera, El
Cristianismo. Esencia e historia. Fernández, 2006 (P. 416).
Históricamente la Iglesia entro al continente americano con brazo firme y brazo
extendido. La fusión de encuentros entre el poder ibérico, la iglesia y los pueblos
amerindios mostraron un cuadro de episodios violentos, aceptada como método de
conquista y reconquista, en nombre del rey y de Dios. Se hace una distinción entre
amigo y enemigo, entre lo verdadero y lo falso, y lo que se conforma como tal con la
emergencia del monoteísmo3. Históricamente la misión floreció, y se marchito cuando
se arriesgó a conquistar las alma sin protección política. Pues, las practicas religiosas:
las cruzadas, la inquisición, el colonialismo, la esclavitud… no fueron practicadas sin
amparo doctrinal. Eran practicas teológicamente justificadas con el monopolio de
“camino, verdad y vida” con la exclusividad de salvación a través de la Iglesia y con la
identificación herética de la Iglesia con el Reino de Dios.
En 1509 el Rey Católico ordenaba a Diego Colón, gobernador de la corona, para
que conservará la fe católica en los indios y evitar que estas tierras se poblaran de
herejes, de moros, judíos, reconciliadores y personas con otras creencias en cuanto a la
fe, entre otras razones, se pensaba en evitar la contaminación por parte de las nuevas
herejías protestantes… acontecimientos como estos hacen pensar que la religión a
pasado de ser opio del pueblo a dinamita del pueblo, al combustible más eficaz de la
violencia política4
La consigna del tribunal era: “Si tu ojo o tu pie o tu mano derecha te es ocasión
de pecado, córtalo y arrójalo lejos de ti” (Mt 5,29-30). Para poder cumplir con dicha
justicia, creemos que muy lejana a la del evangelio (ya que en último caso es la persona
misma la que debe proceder a cortar su miembro pero no otra, y menos un tribunal
político-ideológico del Estado). En un momento, Bartolomé de la Casas, solicita la
inquisición para el continente americano, remite una carta al cardenal Cisneros:
Suplico a vuestra reverendísima señoría que mande enviar a aquellas islas de Indias la
Santa Inquisición, de la cual creo yo que hay muy gran necesidad, porque donde
nuevamente se ha de plantar la fe, como en aquellas tierras, no haya quizá quien
siembre alguna pésima cizaña de herejía.5
3
Tamayo Juan José, teologías del sur. Un giro descolonizador. p.37
4
Cfr. Borges Pedro, historia de la Iglesia hispanoamericana. p.301 -303
5
Ibid., p. 301
En la práctica se establecieron dos tribunales uno en Lima (1570) con el
inquisidor Servan de Cerezuela y otro en México (1571) con Pedro Moya de Contreras.
En 1610 fue establecido el tercer tribunal en Cartagena con Juan de Mañozca y Pedro
Mateo de Salcedo como inquisidores. El Tribunal se organizó de tal manera que Tomás
Torquemada fue nombrado Inquisidor Supremo para Castilla, Aragón y Sicilia. Los
tribunales eran formados por dos jueces letrados y un teólogo, tenían el trato de Señoría
y debían vestir traje eclesiástico. Había un fiscal acusador y un juez de bienes que
tasaba las posesiones confiscadas a los acusados 6. Los procesos inquisitoriales
constaban de tres etapas: acusación, desarrollo y sentencia; este esquema partía de las
instrucciones de Torquemada. Los procesados eran clasificados en tres grupos:
confitentes (posible reconciliación), pertinaces (relegados al brazo secular), y
sempiternamente convictos (que a su vez eran subdivididos en "de vehemente" y "de
leve"). Los delitos condenados en la inquisición eran de fe, derecho canónico y moral. 7
El fiscal pedía la detención del acusado. Había tres niveles de prisión: públicas,
medias y secretas. En las públicas estaban aquellos que habían cometido delitos que no
eran de fe pero que estaban bajo jurisdicción del Tribunal. Las medias eran para
aquellos individuos ministros y dependientes de la Inquisición que hubieran cometido
crimen o falta digna de castigo en el ejercicio de su mandato, sin mezcla de herejía ni
conexión con ella. En las cárceles secretas al sospechoso o acusado no se le permitía la
comunicación con ninguna durante todo el proceso salvo aquellas pertenecientes al
Tribunal. Se le daban tres audiencias al procesado, llamadas moniciones, dónde se le
pedía que diga la verdad de lo que haya hecho o dicho contra la fe y si sabía de otras
personas que hayan hecho lo mismo, prometiéndole que si así lo hacía, se usaría la
piedad con él. En este punto del juicio, el reo no conocía aún de qué se lo acusaba y qué
pruebas tenía el Tribunal en su contra. El fiscal producía la acusación enumerando los
cargos de los hechos relatados por los testigos, considerando distintos a un mismo
hecho relatado por diferentes testigos. La acusación era leída artículo por artículo, a lo
que el acusado debía responder en el momento si era cierto o no su contenido.
Las reuniones con el reo se hacían siempre en presencia del Tribunal. El proceso pasaba
luego al fiscal que proveía pruebas en contra del acusado Luego se procedía a la
publicación, donde los testimonios eran leídos al reo y se le pedía que respondiera
acerca de la veracidad o no de los cargos, como siempre, omitiendo los datos de
nombre, lugar y fecha de los hechos Si el reo era declarado hereje formal, también
denominado en los procesos: “sospechoso de vehementi”, no se le notificaba la
sentencia hasta después de haber comenzado su ejecución, cuando el reo salía con
descredito8.
6
Llorente Juan Antonio, Historia Crítica de la Inquisición en España, T1, p. 56, Ediciones Hisperión,
Madrid, 1981.
7
Patiño Uriel, Iglesia en América latina.
8
Chami Pablo Andrés, El tribunal de la inquisición en América Española, Siglos XVI – XVII, La Pampa –
Buenos Aires
LA INQUISICIÓN EN CARTAGENA
Antes de establecerse la inquisición en territorio que más tarde se llamó
virreinato de la Nueva Granada, todo el territorio colombiano estuvo sometido al
tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Lima. Ante las dificultades por las
distancias que tenían que viajar los encartados hasta 500 o mil leguas a veces para nada,
pues las causas se sustentaban mal o los testigos daban informes incompletos, ambiguos
o contradictorios, llevó a que el virrey del Perú, el arzobispo de la Nueva Granada y los
propios inquisidores escribieran al rey de España proponiéndole la creación de otros
tribunales9.
Hecha la consulta al Consejo de Indias, el rey Felipe II dispuso crear El Tribunal
del Santo oficio en Cartagena, autorizado por la Cédula Real del 25 de febrero de 1610,
avalada por el obispo de Santa fe, Bartolomé Lobo Guerrero. El Tribunal de Cartagena
fue creado para aliviar la carga del de Lima y su territorio comprendió el Nuevo Reino
de Granada y varias de las Antillas. Los primeros inquisidores designados
desembarcaron el 21 de septiembre de 1610, y fueron los licenciados Mateo de
Salcedo y Juan de Mañozca, quienes arrendaron tres casas en la misma plaza donde
actualmente existe el Palacio de la Inquisición en Cartagena de Indias, siendo
reconstruido en 1770, ubicado frente a la Plaza Bolívar, rodeado de las calles de la
inquisición, Santo Domingo, Santos de Piedra Y Román, dentro del Centro Amurallado
de la ciudad, contiguo a el Museo Colonial, el Museo Arqueológico, la Academia de
Historia y la Sociedad de Mejoras Públicas.
En la actualidad este Palacio de la Inquisición es sede del Museo Histórico y del
Archivo Histórico de Cartagena, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Iniciaron labores los inquisidores, el 30 de noviembre de 1610, leyendo el Edicto de fe,
en la Iglesia Catedral santa Catalina de Alejandría. Edicto que convocaba a todos los
moradores de la jurisdicción, que abarcaba la Audiencia de Santo Domingo, los
obispados de Cartagena, Panamá, Santa Marta, Puerto Rico, Islas de Barlovento y
Santiago de Cuba para que denunciaran ante el tribunal alguna o algunas personas
vivas o difuntas, ausentes o presentes, que hayan dicho o creído opiniones o palabras
heréticas, sospechosas, erróneas, temerarias, malsonantes, escandalosas o blasfemias
contra Dios o la santa fe católica y las prédicas de la santa iglesia romana. 10
9
Cfr. Ramírez, Marco A. La Inquisición: Análisis socio-religioso.
10
Recuperado de: Cfr. https://www.eluniversal.com.co. Historias secretas de la Inquisición cartagenera
(1). Ubaldo José Elles Quintana. 03 de abril de 2021
cercanos a Pácora, Panamá, había comido carne humana. Incluso la de sus hijos
Juanillo y Antonia, de cuatro y tres años.
Dijo que tenía 16 víctimas en su haber y contó que preparaba un ungüento para volar
transformada en gato, pato, cabra, caimán, paloma o ratón. También relató que había
enseñado sus artes a una pareja y que con ellos voló en busca de un mulato de dos años
a quien le chuparon la sangre por la nariz, las orejas y el ombligo. Luego fueron a una
junta de brujos y bebieron la sangre mezclada con chicha. (Auto de fe, celebrado el 25
de junio de 1628 en la Catedral). Se arrepintió de sus actos y fue condenada a cien
azotes, a portar insignias de bruja, a vestir el sambenito (hábito que revelaba su
condición de hereje reconciliada) y a pagar dos años de cárcel en el hospital de San
Sebastián11
El Santo Tribunal funcionó de 1610 hasta 1821 con excepción del periodo entre
1811 – 1815, cuando se convirtió en Estado independiente de España, motivado por la
sospecha y la intolerancia, con la inquisición, el rumor y la invitación a delatar fueron
elementos decisivos para llevar a miles de personas a la justicia 13. El primer Auto de Fe
se celebró en 1614 y el último en 1818, ha sido difícil establecer con exactitud el
número total de víctimas de la inquisición durante esos doscientos años.
Casos celebres de la Inquisición como la arremetida contra el sacerdote, médico
y científico José Celestino Mutis, quien en 1773 en calidad de profesor, presidió unas
conclusiones en las que demostraba la verdad del sistema heliocéntrico de Copérnico y
la prohibición el 13 de diciembre de 1789 de parte del Tribunal de publicar los
Derechos del Hombre que habían sido publicados en Francia este año, sufriendo las
consecuencias de tal represión Antonio Nariño, por haber traducido y publicado “Los
Derechos del Hombre y del Ciudadano”.
11
Tomado de: https://www.eltiempo.com. La Inquisición a la criolla. 20 de marzo de 2010
12
Fragmento de la carta realizada por Ignacio Cavero al momento de solicitar la extinción del Tribunal de
la Inquisición de Cartagena de Indias. Citado por el Dr. Hernán Fernando Postma, en La Inquisición en
Cartagena de Indias, Claves Judiciales. 2013
13
Cfr. https://www.radionacional.co. La Inquisición: persecución, tortura y muerte. Ana María Lara. 08
de marzo de 2023